Ortorexia by Nuttralia

ESTILO DE VIDA I Ortorexia: una patología muy actual

Ortorexia: una patología muy actual

I ESTILO DE VIDA

Alimentación

saludable sin llegar a la obsesión Cada vez hay más personas que deciden seguir una alimentación saludable y un patrón de dieta con el objetivo de mejorar su salud, bajar de peso y/o controlar alguna patología. De hecho, debería ser una prioridad para todos. Sin embargo, hay personas que se vuelven muy exigentes.

uidar la alimentación está a la orden del día. Adquirir buenos hábitos alimentarios es necesario siempre y cuando no se cruce la barrera de la obsesión. Actualmente algunas personas han comenzando a reducir gran cantidad de alimentos de su dieta por considerarlos poco “puros” (ante la posibilidad de haber estado expuestos a herbicidas, pesticidas o sustancias artificiales). Porque no son ecológicos, contienen grasas poco saludables y/o demasiadas calorías, sal, azúcares y otros componentes. Además, estas personas suelen preocuparse de forma excesiva por las técnicas culinarias o por los materiales utilizados en la cocina. Entonces vemos que lo que empieza por un simple pensamiento de cuidarse y comer bien, va creciendo poco a poco en una obsesión. Esta obsesión por comer sano desencadena en una enfermedad psicológica llamada Ortorexia. Ortorexia: una patología actual

La Ortorexia se trata de un trastorno caracterizado por una excesiva preocupación por la salud a través de un control

exhaustivo de la calidad de la alimentación y los componentes de los alimentos. Con la aceptación, en la mayor

parte de los casos, de conceptos erróneos o distorsionados sobre nutrición.

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El peligro de esta obsesión radica en que el sujeto está convencido de que está comiendo sano y mejorando su salud. Pero al mismo tiempo se está poniendo en riesgo, porque al final la alimentación se le va de las manos y convierte la dieta en el eje de su vida.

¿A qué puede deberse esta obsesión por la alimentación sana? Las principales causas son el exceso de información no siempre todo veraz o contrastado, la influencia de los medios de comunicación que cada vez dedican más tiempo y espacio a temas dietéticos, la creciente preocupación por la salud y la estética o el miedo a ser envenenado por la industria alimentaria y sus aditivos.

“El peligro de esta obsesión radica en que el sujeto está convencido de que está comiendo sano y mejorando su salud.” Esta situación le lleva a una pérdida de las relaciones sociales y afectivas y a consecuencias físicas y psicológicas graves porque se siente culpable. Por ejemplo, cuando en reuniones sociales, transgrede la dieta que se ha autoimpuesto. Estas personas presentan una elevada necesidad de control, son víctimas de un perfeccionismo excesivo, con alto nivel de ansiedad y con tendencia a ser muy normativos y puntillosos.

Educación alimentaria, la mejor terapia para llevar una alimentación saludable

Es importante ser consciente de que no hay nada de malo en el hecho de preocuparse sobre el qué y cómo comer; pero, como hemos comentado, lo característico de este caso radica en la intensidad de esa preocupación. De hecho, todos tendríamos que ha cer cambios en algunos de nuestros

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ingredientes más representativos del listado como son las grasas saturadas y los azúcares y nos fijáramos en cuantos ingredientes tiene: ¡cuantos menos tenga mejor!

 Escoger

técnicas culinarias saludables. Elegir aquellas técnicas cu-

linarias en las que se utilice menos aceite como la plancha, el horno, al vapor o incluso al microondas ya que que nos permitirán una excelente preparación conservando gran parte de los nutrientes.  Reducir el consumo de sal. Más del 80% de la sal que consumimos procede de alimentos precocinados, envasados y de alimentos como los fiambres, los quesos, el pan y las sopas envasadas (sal invisible). Por tanto, optemos por productos frescos o cambiemos la sal común y probemos con especias para dar a nuestros platos un toque diferente.

“La educación alimentaria es una herramienta clave en todas las edades para evitar este tipo de trastornos y tener una relación sana con la comida.” hábitos alimentarios. Pero ¿cómo lo podemos hacer? La respuesta es muy sencilla: a través de la educación alimentaria, herramienta clave en todas las edades para evitar este tipo de trastornos. Aprender a comer es fundamental para tener una relación sana con la comida, desterrar los mitos alimentarios, pero sobre todo para sentirnos bien.

 Fomentar

A continuación os dejamos algunos consejos de alimentación saludable, pero sin llegar al extremo de la obsesión:

mos de limitar el consumo de azúcar, bollería, pastelería, caramelos y chucherías, bebidas azucaradas (“refrescos”), bebidas a base de frutas, helados, etc. Se tratan de un “surtido” de alimentos calóricos y superfluos que repercuten negativamente en la salud.  Fijarse en el etiquetado. El etiquetado es la “carta de presentación” de un producto envasado. Por tanto, estaría bien que pusiéramos atención a los

 Alimentos

de origen vegetal como base de la alimentación. Consumir

diariamente frutas, verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos ya que son alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales que nos ayudarán a prevenir gran número de patologías cardiovasculares.

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el consumo de grasas saludables. Todos necesitamos incluir

grasas en nuestra dieta para conservar una buena salud. Para ello, escogeremos las grasas insaturadas, las cuales se encuentran en alimentos como el aceite de oliva, el salmón, el aguacate, las semillas o los frutos secos.

 Disminuir

al máximo el consumo de azúcares libres o añadidos. Debería-

 Limitar

al máximo el consumo de alcohol. Ya no sirve “una copita de vino

es buena para la salud cardiovascular”. Los últimos estudios afirman que el alcohol, independientemente de la graduación del origen, está relacionado con el incremento del cáncer y la aparición de diferentes patologías crónicas. En definitiva, recordemos siempre que el comer saludable no debe traernos ningún problema, físico, social o emocional. Por el contrario, un cambio de hábitos debería mejorar nuestro desempeño en todas estas áreas. Los dietistas-nutricionistas, son los profesionales sanitarios que te van a asesorar y guiar para que consigas grandes cambios en la alimentación y lleves una dieta saludable más que consumas un plato o una comida saludable en concreto. Por tanto, si el domingo queremos desayunar unas tostadas con mermelada en compañía de nuestra familia, ¿cuál es el problema?.

Ana y Laura Bilbao

Graduadas en Nutrición Humana y Dietética. Socias-fundadoras y dietistas-nutricionistas de Nuttralia. www.nuttralia.com info@nuttralia.com