ALMAS febrero 2020

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Año lxxi, Núm. 842 / Ejemplar gratuito

FEBRERO 2020


Papa Francisco

Homilía en la Santa Misa por la fiesta de la Presentación del Señor, xxiii Jornada Mundial de la Vida consagrada 2 de febrero de 2019

Encontrarlo: al Dios de la vida hay que encontrarlo cada día de nuestra existencia; no de vez en cuando, sino todos los días. Seguir a Jesús no es una decisión que se toma de una vez por todas, es una elección cotidiana. Y al Señor no se le encuentra virtualmente, sino directamente, descubriéndolo en la vida, en lo concreto de la vida. De lo contrario, Jesús se convierte en un hermoso recuerdo del pasado. Pero cuando lo acogemos como el Señor de la vida, el centro de todo, el corazón palpitante de todas las cosas, entonces él vive y revive en nosotros. Y nos sucede lo mismo que pasó en el templo: alrededor de él todo se encuentra, la vida se vuelve armoniosa [...] Dios nos llama a que lo encontremos a través de la fidelidad en las cosas concretas —a Dios se le encuentra siempre en lo concreto—: oración diaria, la Misa, la confesión, una caridad verdadera, la Palabra de Dios de cada día, la proximidad, sobre todo a los más necesitados, en el cuerpo o en el espíritu.


Intenciones P. Sergio César Espinosa González, mg

Universal: Escuchar los gritos de los migrantes. Recemos para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal sea escuchado y considerado.

Si algo aprendemos de la historia es que el ser humano es inquieto y busca sin cesar un horizonte mejor para sí y los suyos. Hoy en día la migración continúa en muchas formas. Por la cantidad de gente desplazada destaca la migración que tiene su origen en la pobreza o en la violencia. A unos no les queda sino migrar para evitar el hambre y la enfermedad hasta la muerte. También es un riesgo mortal para otros seguir viviendo donde son marginados, discriminados y a veces perseguidos para eliminarlos. Y más preocupante, si cabe, es la migración de aquellos que son engañados, víctimas de grupos criminales dedicados a la prostitución, el tráfico de órganos, los trabajos forzados y otras formas de esclavitud. Los migrantes nos salen al paso en todas partes, pero pocas veces conocemos sus historias; hay quien se mueve por compasión y los ayuda, y hay también quien, presa de temor, les rehúye. En este mes el Papa nos pide aprender a escuchar el clamor de los migrantes y a reaccionar de acuerdo al Evangelio.

El P. Antonio Estrada S., mg, con niños de Angola.


Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Año LXXI • Núm. 842 • Febrero 2020

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Papa Francisco Intenciones Editorial Página del lector Vida mg Entrevista al P. Rodolfo Navarro Guerra, mg (segunda parte) Pastoral vocacional Infografía: Misión de Cuba Envíos mg 2019 Vocación misionera llena de pasión Sólo para niños

Portada Las mla Paula Salazar G. y Brenda Carrete G. con alumnas del internado femenino que atiende mg en Mozambique.

DIRECTORIO

Sitio web: www.revistaalmas.com.mx www.misionerosdeguadalupe.org f/misionerosdeguadalupe t@misionerosmg Línea Misionera: 800 00 58 100

Director: Sergio Augusto Martínez Sánchez Codirector: Juan José Ramírez Escarza* Diseño editorial: Enrique Ascencio Salgado* Ilustración: Ana Patricia García Sagrero *Edición web

Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, cp 06700, cdmx; editor responsable: P. José Alberto Contreras Téllez, mg. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, cp 14000, cdmx. Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, cp 16010, cdmx. Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex. El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío xii aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.


Editorial

P. Francisco Trujillo Zepeda, mg

Superior de la Casa San José

En la Eucaristía del Día del Padrino 2019, en la Ciudad de México, Mons. Dominic Kimengich, Obispo de Lodwar, en Kenia, al hablar “en nombre de todas las personas que han sido beneficiadas por la generosidad de la Iglesia mexicana y de los Misioneros de Guadalupe”, hizo la comparación de los dos lagos del pueblo de Israel: el lago de Galilea y el Mar Muerto. Ambos reciben agua del río Jordán, y uno tiene agua fresca, llena de vida y peces, mientras que el segundo tiene tanta sal que nada puede crecer en él, está muerto. ¿Cuál es la diferencia? Que el Lago de Galilea recibe el agua y la deja salir, mientras que el Mar Muerto sólo la recibe. He tenido la dicha de compartir mi fe en Kenia, África, tanto en la Diócesis de Lodwar, como en la de Ngong. En ambos lugares me tocó compartirla por medio de los sacramentos y la predicación, de la ayuda humanitaria, del trabajo día a día, de acompañar a las personas en la ardua tarea por subsistir. Es una misión que muchos llamarían electrizante: viajando a lugares remotos, atravesando semi-desiertos y sabanas, topándose con elefantes, leones, jirafas y otros muchos animales salvajes. Muchos podrán decir: “¡Así debería de ser la Misión!”. Y sí, esa es una cara, pero la Misión tiene muchos rostros. Nuestro mayor reto es ser en verdad misioneros: compartir la fe que recibimos, dejarla correr; y nuestro mayor desafío es aprender a reconocer la misión de Jesús en nuestra vida cotidiana, porque la Misión se vive y se comparte en donde estés y con quién estés. En la Casa San José, destinada a los misioneros mayores o enfermos, nuestros hermanos que dieron su vida durante muchos años en otros países, siguen compartiendo la Misión de la Iglesia, ahora por medio de la oración de intercesión y de los ofrecimientos que se hacen para que la fe que un día recibimos siga corriendo, como el agua del río Jordán, por donde estemos y siga llevando vida a todos nuestros hermanos.


Página del lector

Ahijados Misioneros de Guadalupe: Cuando era estudiante me integré a un grupo juvenil parroquial y ahí supe de Misioneros de Guadalupe; me inscribí como Madrina el 2 de octubre de 1982. En 1985 se nos asignó ser sede de un congreso internacional misionero, al cual asistió el P. Marco Antonio Martínez Franco, mg, acompañado de un grupo de seis seminaristas, entre los que se hallaba un muchacho de rizos, siempre amable y risueño, que mis compañeras y yo habíamos visto algunas veces en la catedral. ¡Hasta ese momento supimos que era seminarista! Fue el primer ahijado que conocí, el ahora P. Raúl Ibarra Hernández, mg. También en los años 80 tuve la oportunidad de asistir a una ordenación sacerdotal en el Seminario Mayor. He asistido al Día del Padrino en 2008 y 2009, y he participado en dos animaciones misioneras que han realizado en Ciudad Victoria, en 2016 y 2018. Así mismo, Dios me ha permitido conocer a varios mg, entre los que recuerdo a los padres Rodolfo Loza Hernández, Víctor Manuel Zavala Contreras, Alejandro Gollaz Mares, y el obispo Óscar Roberto Domínguez Couttolenc. Estoy muy contenta de agradecer todas estas experiencias a mis casi 38 años de Madrina. A diario ofrezco mi alegría, mis sacrificios y tristezas por cada uno de los misioneros, para que en cada país en donde empiezan una misión se les facilite el aprendizaje del idioma y la cultura, para llevar el mensaje de Salvación. Con cariño, Juana V. G. L.

Estimados lectores: Los invitamos a compartir brevemente con nosotros sus experiencias de fe derivadas de la ayuda que brindan a las Misiones. Pueden escribir a cualquiera de las direcciones que aparecen en la contraportada de nuestra revista o al correo electrónico: lectores@revistaalmas.com.mx.

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Vida MG

P. Benjamín Marín Cano, mg 25º aniversario sacerdotal El P. Benjamín Marín Cano, mg, nació en la familia de los señores Benjamín Marín Mendoza y Celia Cano de Marín, el 17 de octubre de 1963, en la Ciudad de México. P. Benjamín Marín Cano, mg

Ingresó al Seminario de Misiones en 1982. Estudió Filosofía y dos años de Teología en la Universidad Intercontinental (uic) y fue enviado a culminar su formación en el Seminario de Kwangju, en la Misión de Corea.

demás. El haber conocido a un padre mg me llevó a ilusionarme por llevar el Evangelio a los no cristianos”.

Fue ordenado sacerdote el 25 de febrero de 1995, por Mons. Francisco María Aguilera González (†), entonces Obispo Auxiliar de México, en la Ciudad de México.

Su primer nombramiento fue colaborar en la pastoral estudiantil de la uic. En 1998 fue enviado a la Misión de Corea, donde ha realizado primordialmente trabajo parroquial para compartir la Buena Nueva entre las personas de aquel país asiático.

El P. Benjamín ha comentado que su vocación nació en la infancia: “El haber estudiado en una escuela lasallista me acercó a muchos hermanos y religiosas santos, que daban lo mejor de ellos mismos para la educación de los niños, y desde muy pequeño quise entregar mi vida a los

Este mes el P. Benjamín cumple 25 años de sacerdote. En la revista Almas lo celebramos y le pedimos a nuestro Señor y a la Virgen de Guadalupe que le permitan seguir llevando el testimonio del amor de Dios a quienes más lo necesitan. ¡Muchas felicidades, P. Benjamín! 5


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Entrevista al P. Rodolfo Navarro Guerra, mg (segunda parte) Estimados lectores de Almas, les presentamos la segunda parte de la entrevista realizada al P. Rodolfo Navarro Guerra, mg, uno de los alumnos fundadores del Seminario de Misiones, tercer Superior General y misionero en Corea y Perú.

Trabajé tres veces en Corea. La primera inició en febrero de 1964. Luego regresé cuando se empezó el trabajo en la Misión de Hong Kong, a los 25 años de haber sido fundado el Seminario de Misiones; en ese entonces iba tras haber pasado un tiempo en México y tomado un descanso en California. Volví a Corea para fundar una parroquia y para comprar las tierras que se iban a necesitar en el futuro, las cuales están aprovechando ahorita los Misioneros de Guadalupe que han seguido después de nosotros; eran tierras caras y era un poco difícil comprarlas, pero el Instituto respondió muy bien. Posteriormente regresé a México pues fui elegido como Superior General después de la muerte del P. Esteban Martínez de la Serna; aunque el cargo sería por cuatro años, fui reelecto por un periodo de igual número de años. En 1979 los superiores me preguntaron a dónde quería ir y les dije que, sí era posible, a Perú, ya que habíamos empezado la colaboración en esa misión durante mi gestión como Supe-

¿Se enfrentaban a muchas dificultades para evangelizar? En el trabajo desarrollado en Corea nunca tuvimos problemas serios, porque nos daban dos años de tiempo para estudiar la lengua. Confieso que yo no pude asistir a la escuela durante dos años, así que tomaba clases particulares con algún profesor y tuve que esforzarme para dominar la lengua. Fui párroco dos veces y sólo en los asuntos económicos requería de un intérprete, porque era muy complicado saber comprar un terreno o llevar a cabo asuntos similares; en todo lo demás me desenvolví bien. ¿Trabajó en Corea en más de un periodo? 6


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rior General. Entonces estuve en Perú seis años y regresé otra vez a México, para finalmente regresar a Corea hasta que tuve 74 años de edad. Coincidió con el momento en que celebraría 50 años de sacerdocio y me preguntaron si quería seguir en Corea. Yo les dije que prefería ir a México para celebrar mi año jubilar y que ya era momento para que encomendaran a alguien más el trabajo que yo desarrollaba como capellán del Hospital San Carlos Borromeo, que cuenta con 800 camas, ubicado en la ciudad de Suncheón. Nosotros iniciamos ese hospital en otro lugar y siendo más pequeño; resulta importante mencionarlo, por ser algo iniciado por Misioneros

de Guadalupe, que a la postre se convirtió en el mejor hospital de la ciudad, atenido por las madres alemanas de san Carlos Borromeo. Durante su periodo como Superior General del Instituto, ¿cómo vio el panorama global de Misioneros de Guadalupe en las otras misiones? Bastante bien. La Misión en Kenia tuvo un comienzo muy bueno y me parece que es ejemplar. También lo es nuestra experiencia en Angola, porque era el tiempo de la Teología de la liberación, y ellos acuñaron una frase que es muy valiente y actual: “Demos desde nuestra pobreza a las misiones”. Además, en aquel tiempo tuvimos, en el

El P. Rodolfo Navarro G., mg, (izq.) acompañado de del P. Ricardo Colín N., mg, y el Card. Norberto Rivera C.


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seminario central de México, una reunión a la que invitamos a ocho comunidades religiosas y algunos sacerdotes, y fue el inicio de un boom en el progreso de la comunidad religiosa en Angola; a partir de entonces yo creo que ningún otro país tiene tantos grupos religiosos como México, con la cantidad de grupos de monjitas mexicanas que hay ahí, con excepción de las hermanas Clarisas, que ya estaban contratadas por el obispo de Laredo con el compromiso de ir para Angola. Ese fue otro comienzo muy fervoroso de nuestras misiones y dio resultados muy importantes para la Iglesia de Angola, porque nuestro equipo se dedicó a formar sacerdotes angolanos y dejó un buen número de presbíteros, algunos de los cuales hoy son obispos. Aparte del seminario, en Angola hacemos un trabajo misionero ordinario en parroquias.

siones han tenido éxito y nuestros sacerdotes siguen trabajando allá. Ahora reside en la Casa San José, ¿podría contarnos un poco cómo es su vida ahí? Después de mis 50 años de sacerdocio decidí quedarme en la Casa San José, para padres mayores. Aquí se encuentran los sacerdotes que se retiran y aquellos que están enfermos. Pero yo todavía me tardé un poco en llegar porque primero estuve tres años desempeñándome como consejero espiritual del Seminario Mayor y como encargado de la casa de huéspedes. Ya estando aquí, hace unos años falleció una de mis hermanas y creí conveniente recoger las fotografías familiares importantes porque me siento como en casa. También creo que los que mueren piden por nosotros; esa es la comunión de los santos: ellos piden por nosotros, nosotros, por ellos, y todos nos enriquecemos. Por eso tengo a mano una foto de toda mi familia. También tengo una fotografía del Papa y otra de la ocasión en la que recibí la primera bendición de Mons.

Por otra parte, Perú y Brasil tuvieron un origen muy especial: empezaban a fallarles las vocaciones a los Padres de Scarboro y Quebec, en Canadá, y nos invitaron a unirnos a ellos; fue así que llegamos a Perú y a Brasil. Las dos mi8


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Escalante, ya siendo yo un sacerdote ordenado. Así mismo, tuve dos encuentros con el Papa san Juan Pablo ii. Todas esas imágenes me consuelan. Hace no mucho tiempo tuve un accidente, pero gracias a Dios y al ánimo que brindan esas imágenes pude recuperarme y desde entonces me he sentido bien; ahora estoy trabajando aquí y ayudo al superior de la Casa San José.

Hay necesidad por todas partes y en todos lados reciben bien el mensaje de Cristo; incluso en donde no nos reciben bien al principio, después nos hacen sentir como en casa y nos tratan muy bien, cómo le pasó a san Pablo en algunos lugares, como con los tesalonicenses. Siempre se puede trabajar y estar contento. Nunca me he arrepentido de haber escogido la vida sacerdotal y con esta característica de misionero, ni en los momentos de mucha alegría ni en los momentos difíciles he dudado de mi vocación, así que invitó mucho a los que tengan esa generosidad para que nos acompañen. Necesitamos misioneros jóvenes, y muchos, porque el mundo sigue siendo pagano y muy numeroso, como en los casos de dos países incalculablemente grandes: China e India. Así también ocurre en toda Asia y en gran parte de África. Pero el Señor ha bendecido a nuestro país y hay más vocaciones que en otros lugares, así que debemos impulsarlas.

¿Qué mensaje le dejaría a las nuevas generaciones sobre lo que significa para usted ser Misionero de Guadalupe? Antes de ser Misionero de Guadalupe sólo pensé en dedicarme a la medicina, quería ir hacia ese camino, pero me impresiona la misión, porque el Señor realmente quiere que vayamos a misionar. Creo que un buen mensaje para los jóvenes sería decirles que piensen bien su vocación. Aunque hay tantas profesiones, no se deben olvidar de la evangelización en las misiones extranjeras, porque hemos recibido todo de Cristo y algunas personas, especialmente hombres y mujeres jóvenes, tienen que dedicar su vida a ese trabajo.

Padre, agradecemos mucho sus palabras y su testimonio de vida. ¡Que Dios le siga bendiciendo! 9


Pastoral vocacional

El P. Juan José Cortés C., mg, con alumnos del Cespa, en Ixmiquilpan, Hgo.

La emoción de compartir mi fe con otros Sem. Víctor Antonio Jerónimo Santos Estimados Padrinos y Madrinas de Misioneros de Guadalupe, mi nombre es Víctor Antonio Jerónimo Santos, soy seminarista, originario de Veracruz y tengo 21 años de edad. Cuando decidí comenzar mi formación sacerdotal me encontraba estudiando el primer año de preparatoria. Ingresé al seminario menor de la diócesis a la que pertenezco y concluí allí la preparatoria. Felizmente puedo decir que mi llamado vocacional misionero despertó precisamente siendo alumno de aquel seminario, ya que al principio se trató sólo de la invitación a vivir una experiencia misionera. 10

Casi al concluir la etapa del seminario menor y estando en la sala de espera de mi director espiritual, me encontré la revista Almas y comencé a hojearla. Luego de leer los testimonios y experiencias de seminaristas y sacerdotes que se encontraban en tierras de misión, sentí una gran emoción y el deseo de también compartir la fe con otros pueblos. En particular, África es la tierra de misión que me motivó a querer emprender este camino. Hoy en día, después de estar dos años con Misioneros de Guadalupe, la emoción es


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mayor y el anhelo por la misión aumenta, la experiencia de convivir con diáconos y sacerdotes mg ayuda a que el discernimiento y la decisión de cada seminarista se aclare. Sin duda, conforme uno pasa más tiempo dentro del seminario, las experiencias cada vez se van haciendo mayores y mejores: todos nos damos cuenta de que las personas tienen una gran necesidad de Dios y, sobre todo, cada quien se siente bien consigo mismo, al saber que se tiene la oportunidad de brindar a otros esa felicidad. Decidí comenzar un camino con Misioneros de Guadalupe debido a su carisma y por la gran labor que realiza, pero sobre todo por las oportunidades que ofrece y la preocupación que tiene por formar primero a buenas personas y cristianos. La misión es variada y distinta, pero con un solo fin: evangelizar. Es como alguna vez dijo un sacerdote al volver de África: “La misión no es un espacio geográfico o una extensión territorial, la misión es una actitud”.

en diversas partes de nuestro país, se experimenta una gratificante sensación cuando las personas se acercan y nos felicitan por el camino y la vocación que hasta ahora hemos elegido. Pero lo realmente importante no es el camino que hemos escogido, sino el llamado que Dios nos hace y la generosidad con la que nosotros queremos responder. Les agradezco mucho el apoyo que nos brindan a los seminaristas para formarnos y alistarnos a compartir la Palabra del Señor. ¡Que Dios y la santísima Virgen de Guadalupe los colmen de bendiciones!

Con alguna frecuencia, cuando salimos a realizar promoción del Instituto a parroquias El Sem. Víctor Antonio durante el encuentro de familias 2019.


Jurisdicciones de la Iglesia católica ARQUIDIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LA HABANA Fundación: 10 de septiembre de 1787 (elevada el 6 de enero de 1925) Obispo: Card. Juan de la Caridad García Rodríguez Parroquias atendidas por MG Cristo Rey San Antonio de Padua San Nicolás de Bari Nuestra Señora de la Paz

Diócesis de Pinar del Río Fundación: 20 de febrero de 1903 Obispo: Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz, S. J.

Diócesis de Santa Clara Fundación: 1 de abril de 1995 Obispo: Mons. Marcelo Arturo González Amador

Diócesis de Matanzas Fundación: 10 de diciembre de 1912 Obispo: Mons. Manuel Hilario de Céspedes y García Menoca Diócesis de Ciego de Ávila Fundación: 2 de febrero de 1996 Obispo: Mons. Juan Gabriel Díaz Ruiz

Diócesis de Cienfuegos Fundación: 20 de febrero de 1903 (elevada el 1 de abril de 1995) Obispo: Mons. Domingo Oropesa Lorente

Diócesis de Santísimo Salvador de Bayamo y Manzanillo Fundación: 9 de diciembre de 1995 Obispo: Mons. Álvaro Julio Beyra Luarca


en Cuba ARQUIDIÓCESIS DE CAMAGÜEY Fundación: 10 de diciembre de 1912 (elevada el 5 de diciembre de 1998) Obispo: Mons. Wilfredo Pino Estévez Diócesis de Holguín Fundación: 8 de enero de 1979 Obispo: Mons. Emilio Aranguren Echeverria

Diócesis de Guantánamo–Baracoa Fundación: 24 de enero de 1998 Obispo: Mons. Silvano Herminio Pedroso Montalvo

Arquidiócesis de Santiago de Cuba Fundación: 1518 como Diócesis de Baracoa. Renombrada el 28 de abril de 1522 como Diócesis de Santiago de Cuba (elevada el 24 de noviembre de 1803) Obispo: Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez Parroquias atendidas por MG San Carlos Borromeo

Nuestros Santos

San Pedro Damián Festividad: 21 de febrero

San Pedro Damián nació en el año 1007 en Ravena, Italia. A corta edad perdió a sus padres y quedó al cuidado de un hermano suyo que lo trató como esclavo. Sin embargo, tuvo la fortuna de que un sacerdote de nombre Damián se compadeciera de él y le costeara los estudios; en su honor, en adelante se llamó Pedro Damián. Desde joven se acostumbró a la oración, la vigilia, el ayuno, y tenía una inteligencia privilegiada que le ayudó a tener las mejores calificaciones en los estudios y a ser profesor universitario cumplidos los 25 años. Ingresó a la vida monacal con los benedictinos de san Romualdo. Pronto comenzó a realizar penitencias corporales, pero, al no estar acostumbrado, se debilitó.


Entonces comprendió que las penitencias no deben ser exageradas y que la mejor penitencia es tener paciencia con las penas que nos llegan y dedicarse a cumplir exactamente los deberes de cada día y a estudiar y trabajar con todo empeño. Mucha gente le pedía dirección espiritual y fue conocido por escribir libros y cartas sobre los deberes de los clérigos, en los que habló en contra de los vicios y descuidos en la práctica de la fe propios de su tiempo. Varios Papas le confiaron misiones delicadas, y Esteban ix lo nombró Cardenal y Obispo de Ostia, cargo que aceptó a pesar de preferir la vida monástica. Las personas lo consideraban severo, pero santo en el obrar, por lo que solían atender con alegría a sus llamadas de atención. Al regresar de cumplir una encomienda papal, cayó enfermo y falleció en Roma en febrero de 1072. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1828. Oración a san Pedro Damián San Pedro Damián, consíguenos de Dios la gracia de que nuestros sacerdotes y obispos sean verdaderamente santos y sepan cumplir fielmente su celibato. Y a nosotros los laicos concédenos la gracia de entender el camino de Jesús, nuestro redentor, para ser fieles a su mandato, en el nombre del Espíritu Santo, que todo lo fortalece. Amén.

Envíos mg 2019 Estimados Padrinos y Madrinas, continuamos haciéndolos partícipes de los envíos misioneros que nuestro Instituto realizó durante el año pasado. En esta ocasión les compartimos los perfiles de un sacerdote diocesano y tres laicas que colaborarán con nuestro Instituto durante algunos años. Aprovechamos para hacer una cordial invitación a sacerdotes externos y a laicos que quieran asociarse para trabajar con nosotros durante un periodo específico, en alguna de nuestras Misiones. Pueden obtener información en el siguiente enlace: https://www. misionerosdeguadalupe.org/ ser-misionero/


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P. Luis Antonio Muñoz Alonso, ma Misión de Perú Sacerdote diocesano aceptado como Misionero Asociado (ma) para colaborar en la Misión de Perú por cuatro años. Ha ejercido su ministerio sacerdotal en Querétaro, en la formación de seminaristas y, durante los últimos años, en trabajo parroquial en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez. Marisol Nevarez García, mla Misión de Kenia Nacida en Ciudad Juárez, Chih., tiene una licenciatura en Educación y ha formado parte de un grupo de adoradores del Santísimo Sacramento. Escuchó el llamado de Cristo para compartir con otros la manera en que su experiencia personal con Dios la ha llevado conocerse a sí misma. Rocío E. Solís Luna, mla Misión de Guatemala Licenciada en Trabajo Social, de Real de Catorce, slp. En parroquias ha participado como auxiliar de los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía, miembro del grupo juvenil y catequista. Durante un año fue voluntaria con las Hermanas Servidoras de la Palabra en Tanzania. Rosa Adriana Chavarría Rodríguez, mla Misión de Guatemala Originaria de la Ciudad de México, en su parroquia ha colaborado como catequista, coordinadora de zona de la escuela de pastoral e integrante del grupo juvenil. Así mismo, fue Misionera Laica Asociada en la Misión de Kenia durante cuatro años. 15


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Las Misioneras Laicas Asociadas Paula Salazar y Antonia Fuentes, con alumnos de Escuela Infantil Santa Eloísa.

Vocación misionera llena de pasión Paula Salazar García,

mla

Queridos Padrinos y Madrinas de los Misioneros de Guadalupe, por este medio quiero manifestarles mi agradecimiento por todo lo que ustedes hacen por nosotros, sus ahijados, tanto seminaristas y sacerdotes mg, como Misioneros Laicos Asociados al Instituto. Con sus oraciones, donaciones económicas, fidelidad y perseverancia para sostener las misiones, todos ustedes nos animan espiritualmente para colaborar en la Misión ad gentes que se nos ha encomendado en el extranjero. ¡Qué la Santísima Trinidad y nuestra Madre Santísima, la Virgen de Guadalupe, les multipliquen su caridad en gracias y bendiciones personales, familiares, laborales y sociales! Mi nombre es Paula Salazar García y soy originaria de Ixtlán del Río, Nay., Diócesis de Tepic. En la actualidad me encuentro en la Misión de Mozambique, en África, cerca de las islas de Madagascar. Des-

de el 1 de agosto de 2011, soy Misionera Laica Asociada. Para responder al compromiso bautismal comparto la experiencia de Dios con el testimonio de mi vida y a través de mi profesión: Maestra en

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Administración de Negocios, en el área de recursos humanos. Siento que una vez que Dios me inquietó para seguir mi vocación laical, ya no me soltó; como dicen: “Él te sigue, te persigue hasta que te consigue”. He sentido una alegría enorme al ser misionera laica, y una de las razones fundamentales ha sido la experiencia de conocer aquello que me apasiona en la vida para discernir mi propia misión. La pasión por algo nos da una sensación de vivir en plenitud hasta sentir que desbordamos energía, y, cuando se trata de un proyecto de vida, es la misma pasión lo que nos impulsa a concentrar todos nuestros esfuerzos en dicho proyecto y nos lleva a olvidar la rutina cotidiana y las preocupaciones.

el discernimiento: saber con qué cualidades y debilidades cuento, programar un proyecto de vida personal para establecer retos y metas que se adapten a las diversas circunstancias; esto es eficaz, nos genera identidad y resulta siempre fecundo. La vocación laical misionera exige desinstalarse, dejarlo todo para poner nuestra esperanza sólo en Dios; lleva a lo incierto, a lo desconocido; pero su llamado amoroso también nos dignifica y convierte. Las cualidades que Dios nos brinda están destinadas a multiplicarse y reproducirse en los demás. Es común entre los misioneros laicos sentir que, en la medida en que se experimenta la vivencia de la vocación, se hace más evidente que ese camino

Desde que nacemos, Dios sella en nuestro corazón, de manera personal, aquello que será nuestra vocación. Y en algunos casos esa vocación implica un llamado al amor, a entregarte al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas (cfr. Dt 6, 5). Así mismo, la vocación se sigue mediante Paula Salazar G. (centro), con feligreses de Machipanda.


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siempre ha estado allí, dentro de nuestro corazón, en el fondo de nuestro ser. Sea cual sea la situación de cada persona, si uno sigue su pasión, gozará de una renovación de su ser y una vida gozosa. Ahora puedo asegurar algunas cosas respecto a la manera en que Dios me fue llamando a su servicio, por eso puedo afirmar que Dios toma la iniciativa y llama a quienes elige para confiarles una misión en beneficio de muchos; Dios no nos escoge por tener grandes capacidades, sino que nos va capacitando en la misión; Dios nos destina a colaborar en su Reino, incluso cuando cometemos errores o tenemos tropiezos, deficiencias y pecados, pues en su obra Dios tie-

ne una dinámica propia; Dios confirma el llamado de diversas maneras, incluso nos purifica y hace pasar por pruebas y tentaciones, para luego enviarnos a otras personas. Por nuestra parte, aprendemos a confiar en Él, a saber que nos garantiza su compañía y nos llama de manera personal, con nombre y apellido, como lo hace un amigo. Actualmente colaboro en el proyecto que Misioneros de Guadalupe desarrolla en el barrio de Wakunga, perteneciente a la localidad de Machipanda, en Manica, Mozambique. Ahí estamos cinco misioneras laicas, y ofrezco mi servicio en un centro para formar agentes de evangelización; en la Escuela Infantil

Grupo de Misioneras Laicas Asociadas en Mozambique durante un retiro 18Vega, M. Afr. (Padres Blancos). impartido por el P. Erik Balderas


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Santa Eloísa; en la Escuela Secundaria Comunitaria “Juan Pablo ii” (un internado femenino donde las alumnas van a completar su formación básica), y la Escuela Infantil Sabatina “Santa María de Guadalupe”. Además, apoyamos también en el Seminario San Carlos Lwanga, ubicado en Jécua, donde colaboramos con la formación del clero local y estamos, cada una de las mla, en alguna comisión de pastoral a nivel de la Diócesis de Chimoio. Como dice san Juan de la Cruz: “Cada quien tiene algo único y especial para devolver a Dios. Tenemos lámparas de fuego dentro de nosotros, la luz y el calor de estas lámparas (cualidades) vienen de Dios”. De esta forma, reconocer aquello que nos apasiona nos dirige al discernimiento de nuestra vocación. En el caso de los Misioneros Laicos Asociados a mg, el Espíritu Santo nos da las gracias necesarias para vivir de verdad lo que sienten nuestros hermanos menos favorecidos, desprotegidos, marginados, y sabemos que al ofrecer gratuitamente los dones, talentos y carismas que Dios nos ha dado, al obsequiarlos sin esperar recibir

nada a cambio, tenemos una señal segura de que hemos encontrado a Jesús (cfr. Mt 10, 8). Dios no nos deja sin comer y sin vestir; por el contrario, nos va puliendo aun más cada día, con nuevos carismas. Si uno se deja seducir por la Santísima Trinidad queda sorprendido por todo lo que puede multiplicar o reproducir en favor de la paz, la justicia y la reconciliación. La tarea de los cristianos es muy importante: amar a Dios y a nuestros hermanos con la misma intensidad. Padrinos y Madrinas, recemos juntos para que, dentro de sus familias y las familias del mundo entero, florezcan más vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales misioneras que trabajen en la disminución del mal, y para que seamos mejores hermanos y aliviemos a las personas en su integridad. Como dice Santa Teresa de Calcuta: “La alegría profunda es la brújula que marca nuestra vocación, no podemos dejar de seguirla, aunque nos conduzca por un camino sembrado de espinas”.

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¡Tú

puedes salvar

muchas vidas!

El Centro de Orientación Vocacional (cov) de los Misioneros de Guadalupe invita a todos los jóvenes católicos de México que sientan interés por el sacerdocio misionero a participar en las actividades que se realizan en diversas partes de nuestro país.

Utilice el código en la cámara de su celular para ir al sitio web del COV

cov Centro Tel. 555 573 3000

cov Occidente Tel. 333 601 0815

cov Norte Tel. 818 358 2101

cov Sureste Tel. 999 290 8471

¡Anímense y pidan informes! ¡Vengan y decidan consagrar sus vidas en algo que durará hasta la eternidad!

Línea Misionera sin costo 800 00 58 100 vocacionesmg@misionerosdeguadalupe.org


Nuestra Señora de Lourdes En la villa francesa de Lourdes, a orillas del río Gave, una joven llamada Bernardita y su hermana iban al campo a buscar leña cerca de una gruta. Tenían que pasar por un arroyo, pero Bernardita no se atrevía a adentrarse porque el agua estaba muy fría. Cuando empezó a sacarse los zapatos, escuchó un ruido fuerte que provenía de la gruta. Se acercó y se le apareció la Virgen María envuelta en una luz resplandeciente, con un traje blanco, una cinta azul en la cintura, un largo velo blanco y dos rosas doradas brillantes que le cubrían la parte superior de los pies; en sus manos llevaba un largo rosario blanco y dorado. Bernardita y la Virgen empezaron a rezar. Era el 11 de febrero de 1858, y María le pidió a la niña que elevaran en ese lugar un santuario a donde se debía ir en procesión y le mandó rogar por los pecadores. En las semanas que siguieron, la Virgen le hizo otras revelaciones y le pidió pruebas de fe que Bernardita cumplió con alegría. Así dio comienzo la devoción a Nuestra Señora de Lourdes.


La virtud de la humildad: La humildad caracteriza a todos aquellos que se mantienen en oración constante y practican la ayuda al prójimo con actos sencillos y desinteresados. Como Bernardita, y a ejemplo de Nuestra Señora de Lourdes, practiquemos la humildad cada día y seamos capaces de dejar de lado el bien propio para buscar el de los demás.


Actividad Ayuda a santa Bernadita a llegar a la rosa dorada.


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I Febrero 2020

¡Ayúdelos a que cumplan su vocación!

Beca completa $12 000.00

Apoyemos a los jóvenes de México que han recibido la gracia del llamado de Dios para formar parte de la Misión y llevar su Palabra alrededor del mundo. Nuestro programa de BECAS es un fondo con el que ayudamos a los seminaristas que no cuentan con recursos económicos suficientes para continuar su formación sacerdotal misionera.

Media beca $6 000.00 Beca parcial $1 000.00

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El P. Salvador Espinoza Ayala, mg, nació el 6 de agosto de 1950, en La Piedad, Mich. En 1966 ingresó al Seminario de Misiones. Estudió Filosofía y un año de Teología en la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México, y culminó su preparación al sacerdocio en la Universidad Intercontinental (uic). El 5 de julio de 1980, en el Santuario del Señor de la Piedad, en La Piedad, Mich., Mons. Estanislao Alcaraz y Figueroa, Arzobispo de Morelia, le confirió el Sacramento del Orden. A lo largo de su ministerio ha colaborado en la formación de jóvenes seminaristas y ha proclamado la Palabra del Señor en la Misión de Hong Kong y en la Misión de Perú. En los últimos años se ha dedicado a la atención a bienhechores en la Ciudad de México, y ahora continúa con ese servicio en Guadalajara, Jal. La vocación del P. Salvador nació al escuchar y leer historias de santos que le compartía su mamá, por lo cual desde temprana edad decidió entregar su vida a Dios. Tú también puedes darte por completo en favor de los más necesitados. ¡Responde al llamado de tu vocación!

Puede realizar donativos en: Cuenta: 54749 | Sucursal: 870 Referencia: 2222222292 CLABE: 002180087000547491 Emisora: 20734 | Sucursal: 0361 Referencia: 222222226 Sucursal: 5715 | Cuenta: 92-00012153-1 Referencia: 222222226 Convenio CIE: 0782270 Referencia: 222222226 *Para identificar su donativo le pedimos que nos llame o envíe su comprobante a: Línea Misionera (sin costo): 800 00 58 100 Correo electrónico: padrinosmg@misionerosdeguadalupe.org

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