MarathonBiker 4 by José Fernández

n4 Carrera

Open Portugal XCR 2012: Abrantes (1)

Foto: Pedro Antunes

Fotos: Pedro Antúnes

Nueva etapa la que afrontamos en MarathonBiker. Han cambiado las circunstancias y hay mucho menos tiempo disponible, por lo que, hay que economizar esfuerzos y sacar adelante la mayor tarea posible en el menor tiempo. Esto supone que habrá cambios y reestructuración de contenidos, concentrando los esfuerzos en determinados temas y dejando un poco de lado otros. No es una situación que podamos elegir, pero a la que hay que adaptarse sin remedio. No queda otra. Por otro lado este año se presenta interesante, con nuevas propuestas. A las ya habituales pruebas Volcat, Andalucía Bike Race, 24doce, etc., se unen las Trek Wild Wolf Series. Está claro que, el ciclista de montaña demanda pruebas de larga duración. Obviamente, no habrá la misma demanda que para marchas normales o para maratones, como tampoco, hay la misma gente en una carrera popular de 10 kilómetros a pie, que en una de 100. Poco a poco, se van buscando límites más lejanos, más amplios. En este sentido, cruzando la frontera, nos encontramos una sorpresa de la mano de Horizontes, organizadora del Portugal Open XCR 24h, que hemos conocido de primera mano durante los dos años anteriores. Pues esta nueva propuesta, nace de ampliar la carrera Oh meu Deus! a las Oh meu Deus Series. Tres pruebas de larga duración, a cada cual más dura. Empiezan con 147 kilómetros en Lisboa, siguen con 200 en Manteigas y finalizan con 500 en Covilha. Todas con recorrido por GPS, sin marcaje y con tiempo límite, gestionado por el propio corredor, muy importante en la última, en la que la gestión de los tiempos de descanso será vital. Los amantes de las pruebas de larga distancia estamos, pues, de enhorabuena. Hay cantidad y variedad, como para morir haciendo pruebas, por lo que, en muchos casos lo más difícil será elegir. Nosotros lo más fácil que hemos encontrado es seguir las pruebas de un mismo organizador, con lo que, te garantizas que no coinciden y hay un tiempo razonable entre una y otra. Así, tres ultramaratones (Oh meu Deus Series), una prueba por etapas (Raid XO, 500 kilómetros en tres jornadas), un Open de tres pruebas de 24 horas y una última prueba de 24 horas (Copa de Europa), es lo que nos ofrece Horizontes, correctamente espaciadas y con el único inconveniente del desplazamiento a Portugal (dependiendo de donde vivas). Hacer todas es un gran reto, aunque las muchas variables que rodean la vida personal, hagan descartar alguna, es un planteamiento viable y carente de los problemas habituales de coincidencia de fechas, dos pruebas muy juntas, etc. Aunque, nuestro objetivo primordial va a ser el PT Open XCR y alguna de las pruebas mencionadas, no descartaremos alguna que podamos “encajar” en la agenda. Podrían ser MadridExtrema, 24 horas de Mataporquera, Talajara (la “aventurera” del sábado o la “normal” del domingo)… o cualquier otra. Puff, hay mucha variedad y muchísimas carreras y marchas. A elegir toca, que no será porque no hay. José María Fernández

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dic e P3 Ín

P2 Editorial

3 P4 PT Open XCR 2012: Abrantes (1ª)

Foto: CSJ

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Pt open xcr 2012 Rd. 1: abrantes

Foto: JMF (Archivo)

En 2012 se disputa la tercera edición del PT Open XCR, iniciando como el año pasado en la localidad de Abrantes. La mayor diferencia, en lo que, a planteamiento se refiere, respecto a 2011, es que, este año el Open contará sólo con tres pruebas y no cuatro, como en las dos primeras ediciones. A nivel de puntuación, se mantiene la “prima de salida” de puntos, por el mero hecho de participar. Es algo lógico y más, con sólo tres pruebas, que los primeros puestos se los disputen los que asistan a las tres. Así, este año la participación tiene un “premio” de 100 puntos, que se sumarían a los obtenidos por el puesto ocupado. De este modo, se hace casi imprescindible, participar en las tres carreras para optar a un puesto “cabecero”. También se mantienen las disciplinas de 6 y 12 horas, que ya se incluyeron el año pasado. Al igual que en 24h, las categorías Solo, serían las protagonistas, atendiendo al número de inscritos. Aunque tiene partes comunes con el que acogió la carrera inaugural de 2011, el circuito de Abrantes de este año, está remodelado completamente. A una longitud de 6,2 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 200 metros, se le unen zonas de dificultad técnica considerable, así como, otras partes muy “ratoneras”, conformando un circuito considerado por la organización, como el más complicado de todos los habidos en el Open hasta la fecha. Coincidimos con esto (aunque muy parejo, con el de Manteigas 2010), añadiendo que en algunas zonas, podría llegar a considerarse hasta “peligroso”. Pero, el Open va ya por su tercera edición, está maduro y la complicación de los circuitos es

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uno de los síntomas de esta madurez. Por suerte y a diferencia del año pasado, este año no hay barro (salvo una pequeña parte; más bien un charco), por lo que, la conducción será más fácil. Tampoco se esperan temperaturas bajas para la noche, cosa también de agradecer, tanto para corredores, como para acompañantes y organización. Respecto a la competición en si, dos breves apuntes. Uno, la escasez de equipos deja las categorías casi desiertas o sin competencia fuerte, que hace que las modalidades de Solo, se conviertan en las protagonistas en todas las disciplinas. Y dos, la ausencia de algunos de los primeros “espadas” de 24hSolo, deja a Josué Duarte, como mayor favorito, con permiso de Rodrigo Ventura (dependiendo de si disputa la carrera hasta el final o sólo una parte, a modo de entrenamiento) y a falta de ver, cómo responden en esta primera prueba Antonio Girao (con todo de cara para ganar en SoloMaster), Paulo Coutinho (subcampeón 2011 en duplas), Alex Badiola (vencedor en duplas en 2010) o incluso, el que esto escribe, sin contar posibles sorpresas. Dado que Josué fue el vencedor del año pasado de esta carrera, el nivel se mantiene, si bien, la “densidad” de competidores sí se resiente al no asistir Bruno Gómes (ganador del Open 2011), Humberto Luís, Vítor Campos o Pedro Maia, habituales de los primeros puestos del año pasado. Con todo esto, se presenta una nueva edición del PT Open XCR, el primer Open de la Península Ibérica de pruebas de 24 horas. La distancia desde ciudades españolas es: Barcelona: 1112 kilómetros Bilbao: 723 kilómetros Madrid: 550 kilómetros Sevilla: 407 kilómetros Valencia: 852 kilómetros Vigo: 400 kilómetros

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6 Bajada al principio para coger inercia y luego una subida larga y tendida, que muchos usábamos para “descansar”. Desembocaba en un “zig-zag” que, sin el barro del año pasado, no tenía complicación

La mayor subida del circuito. Algunos subían en plato pequeño, aunque era factible hacerlo en mediano durante toda la carrera

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Zona de meta y alrededores. Sin complicaciones, bordeando las instalaciones deportivas

7 Bajada complicada. Una zona es de piedras sueltas, que creaba alguna situación de peligro

Zona que pasaba por un pequeño arroyo, que con el paso de los corredores, hizo que se formase una parte embarrada que dejaba una subida a media ladera muy resbaladiza y sin nada de agarre

La parte más divertida del circuito. Muy ratonera, subidas, bajadas, curvas,… Imposible mantener ritmo constante pero, muy divertida. Una recta paralela al Tajo, con una parte final de sendero con dos horquillas complicadillas

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Interesante carrera en la que, tras un inicio disputado entre Rodrigo Gil y el portugués David Ramalhete, el español hizo valer su velocidad, tomando el liderato en la cuarta vuelta, manteniéndolo hasta la finalización. Acabó la prueba con 16 vueltas, por 15 del luso que, no obstante, no dejó de presionar durante toda la carrera. Tercero comenzó Ricardo Pereira que, tras ceder esa posición durante tres vueltas a Mauro Duarte, la recuperaría, finalizando tercero. Mauro Duarte, cedió también la cuarta plaza a Hugo Marques en la décima vuelta, finalizando quinto.

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Muy disputada la carrera de 12 horas, en la que, tras el liderato inicial de Bruno Espinha, Paulo Caçoete, haría lo propio durante las siguientes cuatro vueltas, momento en el cual, Francisco González, le arrebataba esa primera plaza, mandando la carrera durante los próximos nueve giros. Al llegar la vuelta catorce, salta la sorpresa, pues el líder hace una parada muy larga, cayendo momentáneamente hasta la octava plaza. En ese momento, Paulo Caçoete retoma el liderato que, aunque lo pierde brevemente en la vuelta diecisiete, se proclama finalmente vencedor de la categoría de 12 horas, tras realizar 25 vueltas. Las mismas vueltas da el segundo clasificado, que no es otro que Bruno Espinha. La tercera posición la ocupa Vítor Gómes, con una vuelta menos que los vencedores pero, con una cómoda ventaja de cuatro vueltas sobre Rui Alexandre Pisco, a la postre, cuarto clasificado, mientras que, el quinto lugar lo ocuparía Rui Balsinha, seguido a tres vueltas de Rui Batista, finalmente sexto.

Carrera muy disputada y emocionante la que se vivió en Abrantes, en la categoría de 24h Solo. Liderato inicial para Rodrigo Ventura, seguido de Antonio Girao, Paulo Coutinho y el máximo favorito, Josué Duarte, siguiendo su estrategia habitual, de comienzos suaves. Joel Oliveira y José Mª Fernández pasan por meta 10º y 11º, respectivamente, en la primera vuelta. Todo sigue, más o menos estable, hasta la octava vuelta, en la que Josué se pone en primera posición. Coutinho le adelanta en la novena, alter-

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nándose en la primera plaza, él y Rodrigo Ventura, durante las siguientes vueltas. Poco a poco, Fernández y Oliveira, ya son 5º y 6º. En la vuelta 13, Rodrigo Ventura hace una parada larga, que confirma que su intención no es hacer la carrera entera, sino parte de ella como entrenamiento. En la vuelta 15, a base de un ritmo estable, Fernández se coloca en segunda posición, adelantando así a Paulo Coutinho. Más adelante, en la vuelta 24, hace lo mismo con Duarte, que tras una parada más larga de lo normal, pierde el liderato. Lo mismo sucede en la vuelta 26, momento en que Oliveira, adelanta a Coutinho. Siguen pasando las vueltas y Duarte, aunque más rápido, no consigue neutralizar la diferencia perdida tras la parada, con Fernández. El portugués, no cesa de presionar al español, que dosifica la ventaja, sin “cebarse” en mantener la distancia, perdiendo distancia poco a poco. Tras 24 horas, prácticamente todas, con los dos primeros en la misma vuelta, José Mª Fernández, se proclama vencedor, no sin susto final, ya que, en los primeros compases de la vuelta 24, sufre un pinchazo que le obliga a cambiar cámara, perdiendo un tiempo que, podría haber sido definitivo. Tampoco Coutinho consigue deshacerse de Oliveira, que en su primera carrera de 24 horas, consigue un trabajado podio. Tras ellos, quinto termina Daniel Assunçao, seguido de Rui Damiao y del primer SoloMaster, Antonio Girao.

Fotos: Pedro AntĂşnes

Clasificaciones generales

P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 P9 P10 P11 P12 P13 P14 P15

100 90 80 75 70 65 60 55 50 45 40 39 38 37 36

P16 P17 P18 P19 P20 P21 P22 P23 P24 P25 P26 P27 P28 P29 P30

35 34 33 32 31 30 29 28 27 26 25 24 23 22 21

El sistema de puntuación es el indicado en la tabla. A los puntos que pertenecen al corredor por el puesto que realice en la carrera, habría que añadir 100 puntos, como “prima” por participar, premiando así, a los que acudan a más pruebas.

Solo m 24h POSICIÓN DORSAL NOMBRE 1 9 José Mª Fernández 2 7 Josué Duarte 3

4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

6 11 8 20 1 2 12 3 18 17 10 4 16

ABRANTES 200 190

LISBOA

OUREM

TOTAL 200 190

Joel Oliveira

180

Paulo Coutinho Daniel Assunçao Rui Damiao Antonio Girao Domingos Janeirinho Sergio Caralinda Rodrigo Ventura Luis Rosado Assur Della Torre Gonçalo Cabecinhas Alex Badiola Noel Roldao Armando Chamusco

175 170 165 160 155 150 145 140 139 138 137 136 135

Solo Master 24h POSICIÓN DORSAL

NOMBRE

ABRANTES

LISBOA

OUREM

TOTAL

Antonio Girao

200

Assur Della Torre

190

Solo ss 24h POSICIÓN DORSAL NOMBRE 1 17 Gonzalo Cabecinhas 2 16 Armando Chamusco

ABRANTES 200 190

LISBOA

OUREM

TOTAL 200 190

4m 24h POSICIÓN NOMBRE 1 Belo Porte Sao Bernardos 2 Associaçao da Juventude Vidense

ABRANTES 200 190

LISBOA

PROENÇA

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TOTAL 200 190

Solo f 12h POSICIÓN DORSAL 1

NOMBRE

ABRANTES

Vera Tiago

LISBOA

OUREM

200

TOTAL 200

Solo m 12h POSICIÓN DORSAL

NOMBRE

ABRANTES

LISBOA

OUREM

200 190

TOTAL

1 2

5 3

Paulo Caçoete Bruno Espinha

200 190

Vítor Gomes

180

4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

2 11 7 15 7 1 6 14 10 17 13 16 12 9 4

Rui Pisco Joao Balsinha Rui Batista Fco. J. González Joao Mesquita Luis Gil Rui Jorge Nunes Miguel Millán Bruno Miguel Silva Andrés Arroyo Guillermo Ruiz Fco. J. Hernández Luis Miguel José Gouveia Vítor Pereira

175 170 165 160 155 150 145 140 139 138 137 136 135 134 133

2m 12h POSICIÓN NOMBRE 1 CC Bikes/Bike Sport Team

ABRANTES 200

LISBOA

PROENÇA

TOTAL 200

Joma/Spald/Bicicletas Brasil

190

Team Santos/ExtremeZone

180

Zonalheirabttteam copos de vino

175

2mx 12h POSICIÓN NOMBRE 1 Team Santos/ExtremeZone

ABRANTES 200

LISBOA

PROENÇA

TOTAL 200

Solo f 6h POSICIÓN DORSAL 1

NOMBRE Andreia Esteves

ABRANTES

LISBOA

OUREM

200

TOTAL 200

Solo m 6h POSICIÓN DORSAL 1 2

3 6

NOMBRE Rodrigo Gil Abascal David Ramalhete

ABRANTES

LISBOA

OUREM

200 190

TOTAL 200 190

Ricardo Pereira

180

4 5 6 7 8 9 10 11 12

13 15 9 12 5 11 4 2 8

Hugo Marques Mauro Duarte Marco Antonio Lopes Nuno Monteiro Carlos Farinha Bernardo Borges Nelio Alexandre Ricardo Areias Alberto Garcia Perez

175 170 165 160 155 150 145 140 139

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En primera persona

Fotos: Pedro Antúnes

Tras no acabar el PT Open de 2011 por motivos personales, tengo que reconocer que me daba un poco de reparo volver a una carrera de 24 horas. Son pruebas muy largas y en la última que hice, en julio, dejé de dar vueltas de madrugada. Desde ese día, hasta diciembre no toqué la bici, por lo que, mi rendimiento también sería una incógnita por este motivo. Lo bueno de un invierno tan seco como el que hemos tenido, es que se puede montar mucho en bici, por lo que, por una vez, no he pasado el invierno metido en el garaje haciendo rodillos. Este año, en mi entrenamiento, he incluido una novedad. Otros años intentaba hacer la calidad haciendo series y la cantidad, haciendo fondo. Lo normal. Con el fondo no había problema pero, las series me costaba hacerlas, no por el esfuerzo, sino porque para subir pulso tenía que arrastrar mucho desarrollo. La novedad que he probado este año, es “sustituir” las series por clases de spinning. No las hago como el resto de la clase, sino con mucha más resistencia. Como referencia una clase a ritmo “normal” saco un pulso medio de 125 ppm y en una clase a mi manera, entre 145 y 158. Al acabar la clase, meto un par de horas de bici, lo que añadido a las correspondientes sesiones de fondo, hace un entrenamiento mucho más completo que años anteriores. Los días previos a la carrera estaba observando una mejoría importante, aunque quedaba un poco encubierta porque había mucho viento y al desvirtuar un poco el ritmo, te hace “dudar”. Hasta que vinieron unos días sin viento y empezaron a salir medias muy altas (siempre pensando en lo que soy yo), con pulso muy bajo, lo que me hacía pensar en una subida importante de nivel. En lo que lo notaba más, era en la facilidad con la que subía. Mi problema de otros años, era que las subidas fuertes me dejaban muy tocado, no recuperando rápidamente (tanto en carrera, como entrenando). Ahora, estaba subiendo al mismo ritmo, más cómodo y me recuperaba al poco tiempo. Vistas las cosas así, la situación me hacía albergar esperanzas de, a poco que la carrera fuera un poco rara (paradas largas, etc.), llegar a coger un podio a lo largo del Open. En los años anteriores, he hecho varios cuartos puestos pero, el podio

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no llegaba. Honestamente, tenía completamente asumido que nunca seria ganador de una prueba del Open. Demasiadas carambolas para lo que andaba. Pero, el podio en determinadas circunstancias, si lo veía factible. Sólo quedaba estar ahí al acecho, sin fallar en ninguna carrera. A esto se suma el hecho de que, aunque seguía habiendo un “primer espada”, como Josué Duarte (ganador de dos carreras del Open entre los dos años) y otros destacados, como Antonio Girao, Rodrigo Ventura (después supimos que vino a hacer un entrenamiento de calidad) o Paulo Coutinho (ganador el año pasado de la categoría de duplas y por tanto, incógnita su adaptación a Solo), sin contar alguna sorpresa, hay menos “candidatos fijos” al podio. Esto abra un poco las posibilidades de los outsiders, entre los que me podría encontrar yo. La escasez de recursos económicos hacen que siga con la misma bici, ya muy baqueteada (como se dice en los rallyes de coches a los que están muy trallados), pero que, con mucho mantenimiento y dejándola exclusivamente para las carreras, consigo que aguante. La semana de la carrera la planteo correctamente (creo) a nivel de entrenamiento (spinning el lunes, paseos de menos de una hora, martes y miércoles), aunque no así, en el tema de descanso. Entre la noche del lunes y la del jueves, sólo consigo dormir 7 horas en total. Turno de noche, llamadas inoportunas de teléfono y compromisos familiares, llevan a esta situación. Mal comienzo para una carrera tan larga. Tras los preparativos habituales, viene el viaje. Como casi siempre, vamos el equipo completo: mi mujer y mis hijos. Ella se encarga de que no me falte de nada. Mira clasificaciones, me prepara comidas, bidones, etc. Todo lo que me facilita la labor, limitándome a dar pedales y tratar de no caerme de la bici. Sé que sólo tengo que decir lo que quiero comer, beber,… y está listo. Una buena gestión de la “logística” es muy importante, porque he ido a alguna ca-

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rrera solo y se nota un montón. En este viaje, no íbamos a ir solos. Nos acompañaba Alex Badiola, viejo compañero de batallas (ganador del PT Open 2010 en parejas) y ahora, reconvertido a Solo, tras la falta de rivales en los dúos. Pasa por momentos difíciles de motivación pero, a buen seguro que los superará. Una vez en Abrantes, poco a poco, vamos saludando a todos los compañeros conocidos. Es agradable ver cómo la “comunidad española” llega ya a los nueve participantes, cuando el año pasado, también en Abrantes, éramos los únicos. Novedad en la salida, tipo Le Mans. Bueno casi tipo duatlón, porque fueron un par de minutos corriendo; en Le Mans sólo cruzaban la pista. Como siempre, salida tranquila. La primera vuelta pierdo algo de tiempo encendiendo el pulsómetro y con la cámara en el casco pero, no hay problema, la carrera es larga. En las tres primeras vueltas, tengo sensaciones penosas. Me encuentro torpe, fallo en todos lados, no voy todo lo suelto que debería. Pienso fugazmente en parar y volverme a casa. La cuarta empiezo a despertar. El circuito es bastante complicado y técnico (con zonas algo peligrosas), de unos 6,2 kilómetros con un desnivel positivo acumulado de 200 metros. Dicho así, parece poco pero, vuelta tras vuelta, se pega. Ya Paulo (el organizador) nos dijo que, el sitio para recuperar era en las subidas porque, en las bajadas, no íbamos a hacerlo. Y así fue. Una subida de varios minutos (plato mediano y piñones altos) era el mejor lugar para recuperar. Mi ritmo trotón de otros años, no es el mismo. Ahora, al acabar las subidas más fuertes, pego un pequeño apretón para coger inercia y bajar más rápido, cuando antes, al coronar no quedaba nada para ese apretón. Van pasando las vueltas, parada mínima (sobre el minuto) para comer y noto que “no me canso”. Ritmo fijo en 28’-29’. Tratando de llegar al punto en el que yo considero que “empieza” la carrera (a las doce horas), con el menor daño posible. A las seis horas y media, pincho. Afortunadamente, es cerca de meta, por lo que, no pierdo mucho tiempo. Hago la parada más larga de la carrera, ya que se me junta, arreglar el pinchazo (me costó sacar la cubierta bastante y perdí mucho tiempo), poner

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luces y comer. Son unos 18 minutos en total. Rodrigo Gil acaba de ganar en 6 horas, qué bien, pienso. Ojalá mantenga yo el puesto. Se hace de noche y el ritmo cae, obviamente. Y más en un circuito técnico. Hace rato que voy segundo, aunque trato de no obsesionarme, porque queda mucho. El sueño del podio se acerca pero, hay que hacer una noche “limpia”, sin ninguna parada larga. Lo he hecho muchas veces pero, el ritmo que llevo es desconocido para mí y no sé si es mi “ritmo infinito” (como yo llamo al ritmo que puedes mantener horas y horas). Las vueltas siguen cayendo a 33’-34’. El primero es Josué Duarte, ganador aquí el año pasado. Un corredor no excesivamente rápido (en comparación con Mané Teixeira o Bruno Guerra, ganadores del Open en los dos años anteriores) pero, sí muy, muy duro de cabeza. No en vano, en el pasado Campeonato de Europa, celebrado en New Casttleton, Josué ocupó el 12º lugar, gracias a la fortaleza mental que le hizo no desistir. La situación era esta: llevábamos nueve horas en la misma vuelta (yo unos minutos por detrás) y me enfrentaba al tipo más duro de cabeza que conozco. Pensándolo bien era muy sencilla. Intentar mantener el segundo puesto como fuera. Pero una parada más larga de lo normal de Josué, me deja en cabeza. Estoy alucinando. Hasta le pido a mi mujer que haga una foto a la pantalla del ordenador, donde está la clasificación (en tiempo real y accesible a todos, no como en el resto de carreras que he corrido en España, que sale cada hora o…). Voy gestionando mi ventaja, sin ce-

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barme, sin apretar absurdamente. Quedan muchas horas. Aunque cuando llevas 15 o 16 horas parece que está casi hecho, en las 8 o 9 que quedan te puedes coger mil y una pajarracas. Estoy en un sueño, aunque pienso que tiene “fecha de caducidad”. Josué es más rápido que yo y pienso que acabaría pillándome. En el fondo, “no me importa” que me coja. Aun quedando segundo, es mucho más de lo que esperaba. Sigo dando vueltas, nuestro ritmo es sorprendentemente “parecido”. Minuto arriba, minuto abajo, la diferencia baja muy despacio. A falta de cuatro horas, cometo un error garrafal. Al faltar tan poco, no como. A poco de empezar la vuelta, noto un pinchazo en el estómago, como de hambre e inmediatamente, me noto absolutamente vacío. Voy de lado a lado, no subo ni “patrás”. Sólo deseo que acabe la vuelta para comer e intentar recuperar. No pierdo una barbaridad, pero en la parada, Josué se desdobla; volvemos a estar en la misma vuelta. Como, tomo una bebida de “esas que dan alas” y salgo otra vez. Estoy bastante recuperado, vuelvo a los 32’-33’. Al pasar por meta, sólo quiero saber el tiempo de Josué. Queda poco, pero la diferencia baja. Voy dosificando las pocas fuerzas que me quedan, pensando en un posible “cuerpo a cuerpo” si me coge. A la vez, voy haciendo mil cálculos: en x horas, quitándome t minutos por vuelta, no hay tiempo para cogerme. Sufro, como un perro. Contento por un lado, agonizando por otro, viendo como la sangría de minutos podía haberse evitado de no haber pinchado, de no haber tonteado con el pulsómetro o la cámara al principio. Paso por meta en la que será mi penúltima vuelta. Me han dicho que le llevo unos quince minutos. Va a ser suficiente. Empiezo a soñar con ganar. De repente, flanea la rueda trasera. No puede ser, ¡he pinchado otra vez! Y eso que había puesto una cámara con líquido para evitar problemas. Por casualidad, llevo el hinchador con bombonas de

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CO2, en lugar de mi bomba habitual. Me bajo de la bici y me quedo un tiempo pensando qué hacer. Hinchar y rezar porque selle el líquido (pierdo menos tiempo, aunque si no sella, no tengo más oportunidad de hinchar) o cambiar cámara (más tiempo y el riesgo de que Josué me vea parado). Decido lo último. Afortunadamente, no me coge. Paso por meta, me animan a lo bestia. Paro a hinchar con la bomba de pie, por si no ha quedado bien y no coger ningún riesgo. Última vuelta, me parto el cuello mirando atrás, por si viene Josué. No sé que, al pasar por meta, ha parado. Voy acabando la vuelta, no me coge. Voy pensando qué decir si me entrevistan (Paulo siempre lo hace). Es una victoria compartida con mi mujer; yo doy pedales y ella se encarga de que no me falte de nada, siempre ahí. Como mínimo, media victoria es suya. Sólo los dos sabemos lo que ha costado que llegue este día. Viajes, entrenamientos, privaciones de todo tipo, dedicación,… Es obvio que mencionaré esto, ya que, es una victoria de un equipo. No olvido las ayudas y ánimos de Álex, Rodrigo, Miguel, de mis hijos y de más gente. Paro a orinar, no aguanto más, llevo cuatro horas aguantándome. Por fin, llego a meta. El recibimiento es bestial. Entro, me abraza Paulo, está emocionado. Llevo cuatro años en sus carreras y como yo, pensaba que este día nunca llegaría, que nunca ganaría una carrera del Open. Me abrazan mis hijos, mi mujer, todo el mundo. Viene Josué, me abraza. Yo pensaba que venía por detrás y estaba ya parado. Le felicito y le agradezco el carrerón que hemos hecho ambos. Por apretarnos hasta donde podíamos, por sacar lo mejor de cada uno. Estoy en una nube, para mí es como ganar a Superman sin kriptonita. He aguantado “por cabeza” al más duro que conozco. Llega la entrevista, me bloqueo, mitad cansancio, mitad relajación y no digo nada de lo que pensaba. Vaya un cantamañanas que estoy hecho. Escrito aquí, queda frío, pero el sentimiento y la

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emoción de ver cómo familia y amigos están vibrando contigo, no tengo forma de describirlo. Nunca me había pasado y ahora entiendo expresiones, que antes consideraba, hechas y tópicas, como que los ánimos te llevan en volandas o maillot de líder da alas. Quedan recuerdos especiales, como la pizza de Rodrigo; la cara de mis hijos cuando, por la noche, preguntaban cómo iba y les decían que seguía primero; la música de AC/DC desde el coche de Rodrigo; la narración como speaker de mi hijo: “aquí viene el primero, JMF o lo que es lo mismo, mi padre”, los ánimos de Álex, Miguel, etc.; la emoción de mi mujer,… Para el podio, llevo a todas las carreras, desde hace mucho tiempo una camiseta que me dio un compañero de trabajo. No soy especialmente patriota pero, fuera de España si me gusta llevar una banderita. El caso es que este compañero estuvo en la Unidad Militar de Emergencias (UME) y me dio una de las camisetas que tenía. Lleva una bandera de España (pequeña) pero, desde que me la dió (hace más de dos años), la llevo en la bolsa, para estrenarla cuando subiese al podio. Hoy llegó el momento de estrenarla, por fin. Podio, fotos, comer, ducharme y volver a casa. Viaje infernal, llegando a las dos de la mañana. A las cinco toca diana para mi mujer y a las siete para mí. Vuelta a la vida normal pero, con mi sueño cumplido. Ahora toca buscar otro. ¿Podio en la general? Dos carreras más, 48 horas y cientos más de entrenamiento, me acercarán o alejarán de mi nuevo sueño.

En www.marathonbiker.com tenéis un video previo y otro de la carrera de Abrantes, visto desde nuestro punto de vista.