Suplemento LI 124

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SUPLEMENTO LI 124-mayo 13

Por la rreconstr econstr ucci贸n de la IV Inter nacional econstrucci贸n Internacional

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Importante acuerdo para la revolución En paralelo a las actividades del Foro Mundial de Túnez se producían una serie de reuniones que buscaban concretar un principio de acuerdo entre organizaciones de la izquierda siria y curda con la izquierda internacional, para realizar actividades conjuntas en solidaridad con la revolución siria y por el fin de la dictadura de Al-Assad. La importancia de este objetivo es grande. Ha habido una campaña de intoxicación desde las fuentes que controla el chavismo, que arrastra a parte de la izquierda internacional, que nos dice que lo que pasa en Siria es un complot internacional orquestado por el imperialismo contra el régimen de Bashar Al-Assad. Con esta política esas fuerzas se ponen del lado del régimen y de la masacre que está causando a su pueblo. Esta campaña del complot ha desactivado a una parte de la izquierda internacional y ha paralizado a otra que, ante el «no ver muy claro lo que pasa», no ha hecho nada en solidaridad con esta justa revolución. En este sentido es importante entender el porqué de esta posición de Chávez de apoyo a regímenes como el de Gaddafi en Libia, Ahmadinejad en Irán o el de Bashar Al Assad en Siria. Con el paso del tiempo y la militarización del conflicto revolucionario, este ha derivado en guerra civil, y el apoyo internacional que reciben las fuerzas islamistas desde los regímenes árabes, les ha dado bastante más fuerza en el interior de Siria. La izquierda siria, que representa más directamente las ansias de lucha por la libertad y para acabar con la pobreza que impuso el neoliberalismo del régimen, queda no sólo dividida sino también aislada de una solidaridad internacional absolutamente necesaria. En este contexto, el paso que se ha dado en Túnez es muy importante. También lo es el hecho de que sea desde las principales fuerzas de la izquierda tunecina, cuna de las revoluciones que han sacudido el Norte de África y el Próximo Oriente, que se impulsa el llamamiento a la necesaria respuesta de la izquierda mundial. Las reuniones celebradas en Túnez responden a un llamamiento que hacía Salama Kayleh, dirigente de la Coalición de la Izquierda Siria, a la cual respondimos inmediatamente. Era un proceso que veníamos trabajando hace tiempo desde el Comité de Enlace Internacional que une a Lucha Internacionalista y Frente Obrero de Turquía, así como con la UIT y posteriormente con el Comité de Coordinación. Primeramente en Regueb, con motivo del221 de mayo de 2012 (ver LI-115), en-

tonces estuvieron presentes, pero el débil contacto con Siria y la presencia sólo local de las fuerzas tunecinas limitaron las posibilidades. La segunda, en Estambul el 4 de noviembre de 2012 (LI-120), esta vez parecía posible la presencia de la Corriente Revolucionaria de Siria, pero finalmente no participó. Se envió un llamamiento desde el interior de Siria que fue contestado desde el Encuentro de Estambul. Con estos precedentes, el trabajo para hacer posible el acuerdo se ha recibido con entusiasmo. La reunión que tuvimos en Túnez con la izquierda siria, más representantes del Alto Consejo Curdo, y con grupos tunecinos del Frente Popular, entre ellos la Liga de la Izquierda Obrera, que, junto con representantes de Izquierda Anticapitalista pertenecen al Secretariado Unificado de la IV Internacional, de Corriente Roja y miembros del PSTU brasileño, miembros de la Liga Internacional de Trabajadores de la IV Internacional, de la CUP catalana y otras, permitía que el compromiso tuviera una buena proyección internacional. Finalmente se creó una comisión que redactó un manifiesto (ver páginas centrales), ahora se está a la espera de las demás firmas que adhieran. Se impulsó una semana internacional de solidaridad con la revolución siria desde la izquierda para el próximo mes de mayo y una Conferencia en Túnez en junio. Se creó una comisión preparatoria en la que figuran organizaciones sirias, tunecinas y LIFO, que empieza las tareas para la conferencia. El manifiesto, siendo un paso adelante cualitativo e imprescindible, tiene limitaciones, como por ejemplo que no reconoce el pleno derecho del pueblo curdo a su autodeterminación nacional y que la reiterada afirmación del término «árabe» no integra suficientemente a otros minorías que no se sienten árabes y que participan del proceso revolucionario. Pero estas serán cuestiones que habrá que debatir en profundidad en la Conferencia, mientras se empieza ya una movilización en cada localidad y cada país para apoyar la justa lucha del pueblo sirio. Ahora se trata de amplificar este primer acuerdo. Conseguir multiplicar el número de organizaciones y activistas de izquierda que adhieran el manifiesto y se dispongan a hacer posible esa semana de solidaridad en cada localidad, en la forma en que se pueda, ayudando a dar la palabra a las fuerzas de la izquierda siria y curda. ¡Manos a la obra! 7/04/13

Editorial Lucha Internacionalista 123

DECLARACIÓ FUERZAS DE SOCIAL MUN Las revoluciones que estallaron en la región árabe a partir de Túnez despertaron un gran interés en todo el mundo. Sin embargo la situación se complicó cuando la revolución llegó a Siria, poniendo en evidencia una grave incomprensión del proceso, como consecuencia de una lógica caduca derivada de Guerra Fría y de la división del mundo en dos bloques. Por eso los abajo firmantes afirmamos los siguientes principios: 1. Lo que ocurre en Siria es una revolución en todos los sentidos del término. Es el resultado del desplome económico en Siria de las últimas décadas como consecuencia de la crisis estructural que ha empobrecido y precarizado amplios sectores de la población y concentrado la riqueza entre las manos de una minoría mafiosa apoyada en una dictadura. El objetivo de la revolución es por tanto la promoción de las libertades y de la democracia, así como la transformación del sistema económico en favor de las clases populares y la construcción de un Estado laico y democrático que garantice la igualdad de todos los hijos del pueblo sirio, desde los kurdos a todos sus otros componentes. 2. Declaramos nuestro apoyo a la revolución. Es indispensable apoyarla para que su victoria abra perspectivas de transformaciones sociales, políticas y económicas profundas y franquee el camino de la revolución en otros países (desde Marruecos hasta Arabia Saudí), en el contexto de una situación internacional caracterizada por una crisis profunda del capitalismo a nivel mundial que anuncia el estallido de amplios movimientos en muchos lugares del mundo. 3. Es indispensable rechazar toda lógica que conduzca a


ÓN SOBRE LA REVOLUCIÓN SIRIA DE LAS IZQUIERDA PARTICIPANTES EN EL FORO DIAL. TÚNEZ 28 DE MARZO DE 2013 una intervención militar imperialista extranjera, por parte de Estados Unidos o la Unión Europea. Hay que rechazar también la intervención de Rusia y de Irán, así como cualquier lógica sectaria o que imponga un sello religioso a la revolución, pues se trata de una revolución popular y no es ni será un conflicto confesional o religioso. Es necesario denunciar las políticas de la oposición que reducen la revolución a sus reivindicaciones liberales, lo que no aporta soluciones a los problemas del pueblo, sino sólo a individuos que buscan posiciones de poder. 4. Afirmamos que este régimen se basa en fundamentos neoliberales y mafiosos, y no en la lucha contra el imperialismo. El régimen se ha caracterizado siempre por su sumisión al estado sionista, haciendo la guerra a la revolución y al pueblo palestino, instaurando una larga estabilidad en las fronteras, sin haber intentado nunca recuperar el Golán ocupado. 5. Denunciamos la represión brutal del régimen contra el pueblo, que constituye un crimen contra la humanidad. Hay que denunciar también el sabotaje de los países del golfo, que en el caso de Arabia Saudí pretende hacer fracasar la revolución y en el caso de Qatar imponer la dominación de los Hermanos Musulmanes . Denunciamos igualmente la tentativa de exportar la jihad a Siria como un elemento esencial del proceso contrarrevolucionario. 6. Por ello es necesario prestar apoyo político, mediático y material a la izquierda siria comprometida con la revolución, con todos los medios posibles. Este apoyo debe formar parte de una iniciativa orientada a coordinar la acción de todas las fuerzas de izquierda que obran en favor de las revoluciones a fin de favorecer su desarrollo y de transformarlas en revoluciones populares victoriosas. 7. Hay que coordinar acciones mediáticas mundiales para romper el control de los medios imperialistas del Golfo, que deforman la revolución y transmiten una falsa imagen. Para ello promoveremos el intercambio de información y la difusión de los análisis de la izquierda siria sobre la revolución. 8. Es necesario aclarar la naturaleza de la revolución siria a fin de intentar cambiar la posición de quienes apoyan desde la izquierda a un régimen mafioso y criminal bajo el pretexto de que es “antiimperialista”. Es necesario que la izquierda adopte una verdadera posición revolucionaria de apoyo a la revolución siria, como parte integrante que es de las revoluciones de los países árabes y como punto de partida de una agudización de la lucha de clases y del desencadenamiento de nuevas revoluciones en Europa, Asia y quizás en el resto del mundo, bajo los efectos de la crisis capitalista. En consecuencia debemos movilizarnos en una campaña de apoyo a la revolución siria; debemos obrar para clarificar sus condiciones, sus dificultades y su carácter esencialmente revolucionario, contra los regímenes mafiosos y contra el capitalismo, a cuya superación aspiramos. Para ello podemos empezar con una jornada de apo-

yo a la revolución siria, organizada por las fuerzas de izquierda en cada uno de nuestros países durante la primera semana de mayo de 2013. Un comité de preparación organizará asimismo en Túnez un congreso de apoyo a la revolución siria por parte de la izquierda internacional, probablemente en junio de 2013. Un comité se seguimiento permanente, surgido del congreso, actuará para mantener el apoyo a la revolución y a las izquierdas sirias y para profundizar la comprensión de la revolución por parte de la izquierda mundial. Túnez, 31 de marzo de 2013. Coalición de la Izquierda Siria Organización de Comunistas de Siria Partido de Unión Democrática en Siria (PYD) – Organización en Europa Corriente de la Izquierda Revolucionaria Siria Liga de Izquierda Obrera (Túnez) Partido de los Trabajadores (Túnez) Frente Popular Unionista (Túnez) Movimiento Patriótico Democrático Unificado (Túnez) Lucha Internacionalista (E. Español) Frente Obrero (Turquía) Movimiento Revolucionario (Brasil) Unidad Internacional de los Trabajadores - IV Internacional (UITCI) SolidaritéS (Suiza) Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (E.Español) Nuevo Partido Anticapitalista (Francia) Marea Socialista (Venezuela) Izquierda Anticapitalista (E. Español) Partido Socialismo y Libertad-PSL (Venezuela) Izquierda Socialista- IS (Argentina). Movimiento Socialista de los Trabajadores-MST (Chile) La Protesta (Bolivia) Unidos en la Lucha (Perú) Corriente Socialista de los Trabajadores (CST), en el PSOL (Brasil) Propuesta Socialista (Panamá) Sodepau (Catalunya) Rivoluzionesiriana.org (Italia) Movimiento de Izquierda Socialista- MES,Corriente interna del PSOL (Brasil) Partido Obrero Socialista (Mexico) Grupo Socialista Internacionalista (Francia) Partido Socialista de los Trabajadores -POS (México) Movimiento al Socialismo Acción anticapitalista (Turquía) Partido Socialista de Libertad (EE.UU.) Asociación Nacional para Desarrollo Rural y Urbano (México)

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Entrevista con Salameh Kayleh

“Llamamos a la izquierda mundial a apoyar la revolución siria” Salameh Kayleh es un escritor marxista sirio de origen palestino. El 23 de abril de 2012 fue detenido, encarcelado y torturado por publicar en Damasco una revista de izquierda donde se afirmaba que “Para liberar Palestina, queremos que caiga el régimen”. Fue liberado después de tres semanas de detención y expulsado a Jordania. Dio entonces entrevistas sobre las torturas que sufrió en los Servicios de Información del ejército del aire, en el distrito de Al Umawiyin, e incluso en el hospital militar. Salameh Kayleh nació en la ciudad palestina de Bir Zeit, cerca de Ramalah. Tras sus estudios en Bagdad, se instaló en Damasco. Es autor de numerosos escritos sobre el nacionalismo árabe, el imperialismo y la actitud inaceptable de una gran parte de la izquierda árabe frente a los regímenes dictatoriales. Salameh Kayleh había sido encarcelado ya en 1992. Pasó cuatro años en prisión. Fue torturado y sometido a aislamiento. Su proceso tuvo lugar en 1996 y fue condenado a ocho años de prisión. Fue liberado en marzo de 2000 tras haber pasado los dos últimos años de cárcel en la prisión de Tadmor. Desde su salida, prosigue su combate por la justicia social y las libertades políticas en Palestina, en los países árabes y en Siria. Declaraba en mayo de 2012: “Si pudierais ver la fuerza moral de los jóvenes detenidos, incluso tras haber sufrido horribles torturas, comprenderíais que ese régimen no puede sobrevivir”. Es uno de los miembros del comité coordinador de la campaña “La izquierda con la revolución siria”. Le entrevistamos en Túnez durante el Foro Social Mundial. Lucha Internacionalista: ¿Cuál es la naturaleza de la revolución siria? Salameh Kayleh: Es una revolución de un pueblo empobrecido y duramente golpeado por el paro. Una revolución popular para desembarazarse de un régimen opresor. En los últimos años el régimen había seguido una política neoliberal que transformó el modelo económico para basarlo en el sector servicios y el turismo, en beneficio de una pequeña minoría. La tasa de paro está entre el 30 y el 33%, el salario mínimo apenas alcanza a cubrir una quinta parte de las necesidades básicas. El 80% de la población vive en la pobreza. Las revoluciones en otros países árabes fueron una motivación para el pueblo sirio, que empezó a reaccionar. Es una revolución de las clases populares contra un régimen liberal y mafioso. Las consignas de la revolución no sólo reclaman libertad y democracia, también justicia social.

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LI: La represión del régimen ha llevado a un proceso de militarización de lo que empezó como una movilización popular popular.. SK.- Claro, la represión de las movilizaciones populares fue brutal desde el principio. El régimen construyó su estrategia en función de las conclusiones que extrajo de las revoluciones en Túnez y en Egipto: que esos regímenes cayeron porque no lanzaron una represión a

gran escala contra el pueblo. Por eso Al-Assad decidió utilizar desde el principio todas las formas de violencia para reprimir. Durante los primeros meses lo hizo con la policía y las milicias, y desde finales de julio de 2011 lanzó al ejército para tomar el control de todas las ciudades y pueblos sublevados. Después de seis meses de revolución pacífica, los revolucionarios se empiezan a plantear que hay que utilizar las armas para defender las manifestaciones. Esto supuso la militarización de la revolución. La mayoría de los jóvenes que están armados hoy son los que estaban al frente de las manifestaciones pacíficas. Creo que es algo natural: los revolucionarios tienen que encontrar mecanismos para responder a la represión y defenderse. Hace poco, incluso el régimen reconoció que al principio era una revolución pacífica. La lucha armada es una respuesta a la represión. LI.- ¿Qué organismos populares han surgido del proceso revolucionario? SK.- La revolución nació de forma espontánea. El régimen nunca sospechó que un pueblo empobrecido podría levantarse. Los Hermanos Musulmanes, por ejemplo, no tenían presencia dentro del país porque desde la masacre de Hama estaban reprimidos y la mayoría vivía en el exilio. La revolución surgió de un pueblo que no estaba

politizado ni encuadrado políticamente y que no tenía una experiencia revolucionaria. Hay participación de cuadros de organizaciones opositoras, pero a nivel individual, no en el marco de sus partidos. También se han implicado las bases de los partidos comunistas, tras romper con sus direcciones cómplices del régimen. Ningún partido juega un papel en esta revolución. Parte de las organizaciones han rechazado la reclamación popular de tirar al régimen para defender una reforma; otras se han aliado con los Hermanos Musulmanes para reivindicar una intervención extranjera. Ni unos ni otros han pensado una estrategia para organizar la revolución. Por ello son los jóvenes revolucionarios quienes han tomado todas las decisiones y dirigen el proceso. En este contexto, hay grupos de jóvenes marxistas que se han empezado a or-


ganizar para dar una perspectiva. Es en este marco que se construyó la Coalición de la Izquierda Siria y otros grupos marxistas que participan en la revolución. Hay otros grupos de naturaleza progresiva, democrática y laica, pero la militarización de la revolución les ha debilitado. LI.- Y los hermanos musulmanes han tratado de imponerse. SK.- Porque la lucha armada exige un apoyo financiero y logístico, sobre todo porque los jóvenes que la tomaron no tenían experiencia política previa ni tampoco preparación militar. Este es uno de los problemas de la revolución siria, hoy. En estas condiciones, los Hermanos Musulmanes han tratado de imponerse y de controlar la revolución, con un apoyo mediático y financiero de los países del golfo para dar la imagen de una revolución islamista. Han utilizado las necesidades financieras de algunos grupos armados para imponerles consignas islamistas, pero a pesar de todo siguen siendo débiles. Esto incita a Arabia Saudí a empezar a enviar yijadistas a Siria para hacer fracasar la revolución y que no llegue a sus puertas. Arabia Saudí no ha dejado de financiar al régimen sirio, incluso después del estallido de la revolución. También otros países del golfo. Su objetivo es mandar grupos islamistas para que la revolución se convierta en una guerra religiosa. Y ahora hay confrontaciones armadas entre los grupos revolucionarios y los que han venido del extranjero. Y también hay manifestaciones populares contra los yijadistas en las zonas liberadas. LI.- El imperialismo ha tratado de frenar la ola revolucionaria en Túnez, en Egipto, en Libia y en Siria. ¿Qué papel juega? SK.- En primer lugar hay que definir quién es el imperialismo. Hoy por hoy Rúsia también juega un papel imperialista. Durante décadas la única potencia que tenía un papel en la zona han sido los Estados Unidos, pero ahora las cosas han cambiado. Desde 2008 Estados Unidos ha retrocedido en la región y ha decidido que su prioridad es el Pacífico. En Túnez y en Egipto se basaron en el ejército para controlar las caídas de los regímenes, pero al ver que las cosas no jugaban a su favor han buscado otras estrategias, como la salida yemení, de sustituir

al dictador por su número dos. En Libia no querían la caída de Gaddafi, pero la presión francesa les llevó a repartir los intereses entre Francia y Estados Unidos: por ello, un mes después de la revolución aceptaron la intervención de la OTAN. Su participación en la intervención militar fue muy limitada. En Bahrein, Arabia Saudí liquidó la revolución. Y en Siria, Estados Unidos mira más lejos: al principio no pedían la caída del régimen, tenían una posición muy ambigua; después decidieron entregar Siria a Rusia, en el marco de su reparto del mundo. Y también está Francia, que intenta recuperar su influencia en la región, y Turquía, que busca no perder lo que ganó en los acuerdos con Al-Assad. Y Qatar, que tenía relaciones muy estrechas con el régimen sirio, pensaba que el régimen caería rápidamente, y ha trabajado con Francia y con Turquía para encontrar una alternativa que preserve sus intereses. Todos estos intereses están representados en el Consejo Nacional Sirio, que está dominado por los Hermanos Musulmanes. Toda su estrategia es pedir una intervención militar extranjera. Pero como ésta no se ha dado por el acuerdo entre Rusia y Estados Unidos, el CNS ha quedado muy debilitado. El principal rol imperialista es el de Rusia, que ha apoyado militar y financieramente al régimen desde el principio. LI.- ¿Cómo explicas este apoyo de Putin a Bachar? SK.- La relación entre Rusia y Siria prácticamente desapareció después de la caída de la URSS y, de hecho, cuando Bachar llegó al poder apartó a todos los cuadros militares formados en Rusia. Pero el régimen recuperó los contactos con Moscú para que le defendiera en la escena internacional a cambio de garantizar sus intereses en el país, sobre todo en el sector del gas y el petróleo y su única base militar en el Mediterráneo, que está en el puerto sirio de Tartus. Todo apunta que buscarán una solución a la yemenita: sustituir a Bachar por otro alto cargo del régimen y garantizar así su continuidad, con un gobierno transitorio formado con sectores de la oposición. LI.- ¿Como palestino, cómo valoras la relación del régimen sirio con el estado sionista?

SK.- Desde los años 80 la estrategia del régimen sirio se ha basado en la paz y ha trabajado para conseguir una especie de equilibrio militar con el estado sionista. Durante los años 90 hubo negociaciones, pero no llegaron a un acuerdo. Cuando Bachar llegó al poder hubo contactos directos: Mazher al-Assad, hermano de Bachar, se reunió con generales israelíes. En 2005 cuando Estados Unidos impuso un embargo sobre Siria, el régimen reemprendió las negociaciones con Tel Aviv. Varios políticos israelíes declararon que Estados Unidos impedía que los líderes israelíes establecieran contactos directos con Damasco. Todo esto fue después del asesinato de Rafik Hariri, el primer ministro libanés. En aquél momento Estados Unidos pensaba en ampliar su dominio en la región a través de gobiernos confesionales como el de Iraq. Pero las negociaciones secretas del régimen con los israelíes nunca se cortaron. Después pasaron a ser abiertas, con la mediación de Turquía. Después del ataque a la Flotilla, Erdogan empezó a elevar la voz contra Israel y fue Bachar quien viajó a Estambul para pedirle que no rompiera las relaciones. El régimen utilizaba a Hamás y Hezbollah sólo para presionar a Israel para llegar a un acuerdo. LI.- Su organización, la coalición de la izquierda siria, publicó una Carta abierta a la izquierda mundial reclamando un apoyo para la revolución siria. SK.- Llamamos a toda la izquierda mundial a tener una posición unificada y clara en apoyo a la revolución siria. En la carta hemos tratado de analizar las posiciones de aquellos sectores de la izquierda que apoyan al régimen asegurando que es víctima de una conspiración imperialista. Rebatimos estos argumentos para explicar la naturaleza de la revolución. Espero que haya un diálogo serio para llegar a construir una alianza de la izquierda árabe y mundial en apoyo a la revolución siria y a la izquierda siria para que pueda jugar un papel más importante en el proceso. Espero que el congreso que se va a celebrar en Túnez en junio contribuya a este debate. Quiero agradecer el esfuerzo de Lucha Internacionalista en el impulso de esta campaña.

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Entrevista con Hassan Mohamed,

El pueblo kurdo participa en la revolución siria con perspectivas propias Entrevista con Hassan Mohamed, responsable de Relaciones Exteriores del Partido de Unidad Democrática (PYD) y miembro del Comité de las Relaciones Exteriores del Consejo Supremo Kurdo de Kurdistán occidental. Lucha Internacionalista - ¿Nos puedes explicar la experiencia del pueblo kurdo durante todo el proceso de la revolución siria? Hassan Mohamed – En primer lugar les agradezco esta entrevista. De hecho, como pueblo kurdo, para nosotros la revolución comenzó no en 2011 sino en 2004. Nuestra revolución ha empezado con la serhildan (“rebelión” en kurdo) de Qamishlo. Con la revolución actual, a partir de 15 de marzo (de 2011) el pueblo kurdo se consideró como parte de la revolución. Los kurdos han participado en la revolución con su propia perspectiva. Cuando empezó la revolución los kurdos analizaron los escenarios de Siria. Pues vimos que sobre Siria existían imposiciones del Islam político y también imposiciones del régimen. Por eso tomamos un tercer camino. En esta perspectiva, el tercer camino supone varias dificultades. Porque los países extranjeros apoyaban al Islam político. Cuando eliges un tercer camino, ya tienes enfrente a todos estos países.

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Estos escenarios de los que hablo, es decir los planes del Islam político y del régimen, arrastraban a Siria al caos, y por eso nosotros no los hemos apoyado, fueran las que fueran las consecuencias. Determinamos nuestro camino y trazamos nuestra estrategia, que se apoya sobre tres bases. La primera es que tenemos que estar contra cualquier intervención extranjera. Segunda, que esta revolución debía ser una revolución pacífica. Y la tercera, que la revolución no debía

convertirse en una revolución étnica o religiosa. Así que decidimos construir un frente sirio para concretar esas bases de nuestra estrategia. Primero empezamos a formar un bloque fuerte que incluiría a toda la izquierda, a los laicos y también a todos los individuos que no apoyaban al régimen. En segundo lugar, comenzamos a construir unidad entre el pueblo kurdo. Y tercero, decidimos nuestro proyecto propio como kurdos dentro del proceso revolucionario. En cuanto al primer punto, con la combinación y coordinación de diferentes grupos unimos a los kurdos de Siria, los árabes y la izquierda. En relación al segundo punto, para la unidad de los kurdos, construimos un Consejo Supremo Kurdo. Este Consejo se compone de dos cámaras. La primera incluye 16 partidos, y también varias coordinaciones de juventud. La segunda es el parlamento popular de Kurdistán occidental que se formó con elecciones, en las que votaron 250.000 personas para elegir sus representantes. En el parlamento trabajan 17 comisiones. Todas las comisiones trabajan para organizar en su sector la vida cotidiana. Estas dos cámaras juntas forman el Consejo Supremo Kurdo. Yo soy el miembro del comité de relaciones exteriores de este Consejo. Y en cuanto al tercer punto, trazamos el proyecto de autonomía democrática. Este proyecto fue algo que pensábamos para toda Siria, pero nuestro fuerza no llega

hasta allí, así que empezamos a aplicarlo en la zona kurda. De hecho venimos intentando emplearlo desde antes de la revolución, sin embargo sufrimos los ataques y represión del régimen, así que lo empezamos realizar con la revolución. El proyecto de autonomía democrática tiene varias bases. Empezamos a realizar paso a paso estas bases en Kurdistán occidental. La primera es la base política, y la realizamos construyendo el Parlamento Popular. La segunda es la base social, estamos en ello. Luego la tercera base, que es cultural, y la cuarta, la defensa. La defensa contiene dos componentes: Yekîneyên Parastina Gel (YPG), es decir las Unidades de Defensa Popular, y las milicias para la seguridad ciudadana. YPG es un ejército nacional formado para defender a los kurdos de Siria. Su objetivo no es atacar, sino defender a nuestro pueblo. Gracias a este ejército pudimos resistir a los ataques de los Salafistas y de alQaida en Serêkaniye, que fueron lanzados contra nosotros por Turquía. En la situación actual, desde el Consejo seguimos trabajando en todo los campos y los kurdos se están autogestionando. Durante el proceso revolucionario tuvimos varios problemas, algunos políticamente importantes. Por ejemplo, de las relaciones exteriores que construimos tuvimos la impresión de que el problema kurdo no forma parte de la agenda de los países europeos, que no lo tienen en sus proyectos. Es decir, su única preocupación


sobre Siria es cómo va a evolucionar el proceso, cómo va a marcharse Assad; no es cómo van a alcanzar sus derechos los pueblos de Siria, los kurdos. No se preocupan de eso.

todo en los medios. Y Turquía puso en marcha todo su lobby en Europa para borrarnos. Lamentablemente nuestros amigos, los izquierdistas, no quisieron trabajar para explicar nuestra realidad.

Otro problema que encontramos fue la posición de los árabes de Siria. No querían tenernos en cuenta. Incluyendo los grupos más de izquierda, se resistían a aceptar el tema kurdo. Y como tercer problema, nos dimos cuenta de que los grupos que pertenecían al Ejercito Libre Sirio (ELS) poco a poco ocupaban la región kurda. Primero intentaron penetrar en la zona de Afrin, luego en los barrios kurdos de Aleppo, y también en Kobani. Analizamos la situación y decidimos transformar nuestra situación en un estado de hecho.

A pesar de toda esta antipropaganda, reconocieron que nosotros poco a poco empezamos a controlar la situación, así que vinieron esta vez intervenciones militares. Los grupos salafistas que actuaban en nombre del ELS atacaron un pueblo Ezidi en Afrin. Todos estos grupos operan en nombre del ELS, y el ELS no lo niega ni los rechaza. En el pueblo Ezidi, dijeron que todo el mundo tiene que convertirse al Islam. Nuestras Unidades de Defensa Popular resistieron a esa intervención y los expulsaron del pueblo. En Aleppo atacaron a una manifestación pacífica que organizamos nosotros, y mataron a 13 patriotas. Tuvimos choques muy fuertes con el ELS. Entre tanto, hacíamos treguas temporalmente.

LI - Cuando los grupos del ELS intentaban penetrar en las zonas kurdas ¿el ejercito del régimen estaba allí también? HM – Sí estaban algunos soldados, pero pocos, ellos se preocupan más bien de sus centros. En nuestro estado de hecho, tuvimos varios enfrentamientos y limpiamos la zona de ellos. A partir de allí, encontramos más problemas. Por ejemplo, cuando declaramos nuestro estado de hecho, nadie lo esperaba. Sobre todo, los países vecinos, empezando por Turquía. No esperaban algo así. Luego, en su prensa empezaron a escribir que cómo es que los kurdos han podido apoderarse de esas regiones en un día, formando una alianza kurda entre ellos. Lanzaron una campaña de propaganda contra nosotros. Y dijeron que, como los kurdos quitaron la bandera del Estado sirio y sacaron la zona del control del régimen, entonces nosotros (los países vecinos) también tenemos derecho a intervenir. Pero como el equilibrio de fuerzas en Siria no lo permitió, empezaron a difundir otra propaganda. Dijeron que el Estado sirio había dejado a propósito esas regiones bajo control de los kurdos y que se retiró de la zona. Fue una campaña férrea de antipropaganda, sobre

Su asalto más importante fue en Serekaniye. Allí intentaron provocar conflictos entre los kurdos y los árabes, que vivían todos juntos, mezclados. Trazaron una línea entre los árabes y los kurdos. Y luego atacaron a la ciudad con 59 batallones, es decir más o menos 20 mil milicianos. Fue el Frente al-Nusra; todos son islamistas, Salafistas y los de al-Qaida. Los combates duraron casi un mes. Turquía les apoyó claramente. Incluso en las ambulancias francesas se han encontrado armas. Las armas y los carros

que utilizaban esos grupos venían de Turquía. Al final perdieron la batalla, y logramos parar la guerra firmando un acuerdo con el ELS. En la ciudad formamos un parlamento popular compuesto por árabes y kurdos. Con esto, surgió un nuevo problema. Como se dieron cuenta de que no podían con nosotros con acciones de guerra, decidieron imponer el embargo contra nosotros. Su plan era el siguiente: si os condenamos al hambre, vais a rendiros. Con este plan Turquía cerró sus fronteras, y ELS cerró las fronteras de las zonas que controlaba. La región kurda del norte de Irak también cerró sus fronteras con nosotros, bajo la presión de Turquía. Pero rompimos este asedio con la resistencia de nuestro pueblo en el norte y en el sudoeste. Y después de un tiempo, el Kurdistán Iraquí abrió sus puertas y nuestro pueblo de allí nos ayudó. Es decir solamente los kurdos de Irak, Irán y Turquía nos ayudaron. No recibimos ninguna ayuda internacional. Los kurdos intentan superar la situación con la solidaridad entre ellos. Pero por otro lado, han refugiado a más de 500 mil armenios, sirios, kurdos, etc. de otras zonas de nuestra región. Y esto es una fuerte presión sobre nosotros. En las condiciones de guerra… Vivimos una situación en que ninguna fabrica o taller funciona, una situación muy difícil. A pesar de eso seguimos trabajando. Creemos que lo vamos a lograr. Porque confiamos en nuestro pueblo, en la determinación de nuestro pueblo, tenemos confianza en nosotros. No dependemos de nadie, solo de nuestros amigos que comparten los mismos valores, los mismos objetivos democráticos, y decimos que sin duda los pueblos vencerán. Así que el cuadro de Siria, y nuestra realidad, es así.

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Comunicado sobre las agresiones sionistas a Siria Por cuarta vez desde el inicio de la revolución siria, la aviación israelí ataca el territorio sirio, con mayor agresividad. Contra todas las justificaciones por parte de Israel, sabemos que sigue ocupando una parte del territorio sirio y la totalidad de Palestina. El objetivo de estas ataques es confundir las cosas, en favor del régimen sirio, con un ataque a un ejército que lleva cuarenta años al margen del conflicto contra Israel. El enemigo aprovecha el conflicto en Siria, sabiendo que el régimen sirio no le va a responder, sabiendo que la aviación israelí violó el territorio sirio en varias ocasiones, sin ninguna respuesta por parte del régimen sirio excepto ridículas declaraciones. El régimen no quiere una guerra con Israel. Esta es la política de las autoridades sirias desde hace mucho tiempo, que se basa en mantener su propio poder primero y servir los intereses familiares que han saqueado el país y empobrecido al pueblo. Esta es la política del régimen sirio que optó por la paz como una opción estratégica, y que la guerra ya no procede, optando por las negociaciones como el único camino para devolver los altos del Golan, por eso lleva intentando negociar durante la última década en vano, porque los israelitas le cierran la puerta a las negociaciones.

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Las autoridades sirias consideran que “el equilibrio estratégico”, se consigue a través de tener misiles SKOUD, que ahora apuntan hacia la población siria en vez de al territorio israelí. Está usando estos misiles para bombardear Alepo, Der Ezor, Idlib, entre otras poblaciones, y eso está haciendo el trabajo que quiere y desea Israel: acabar con ese arsenal militar, acabar con el ejército sirio y destruir siria por completo. Lo que hace Israel es aprovechar lo que está pasando en siria para aumentar su influencia e imponer su hegemonía, frente al deterioro de la situación interna.

Las autoridades sirias nunca estuvieron en guerra con Israel, mientras el pueblo sirio sí que va a responder a las agresionesy también quiere la caída del régimen sirio para defender la soberanía de Siria, y recuperar la tierra siria ocupada, y está luchando contra un régimen que abandonó la tierra, saqueó el país y está destruyendo la historia y la civilización sin que nadie lo frene. El pueblo sirio sabe responder a los ataques israelíes y liberar su territorio. El pueblo sirio se levantó contra el régimen por la debilidad del régimen con la ocupación israelí, porque nunca pensó en la liberación

del Golan ni piensa en una guerra para devolver la tierra ocupada, sabiendo que el estado sionista es el principal enemigo del pueblo sirio, y es un estado de ocupación. Por supuesto condenamos todas las agresiones de Israel, y afirmamos que el estado sionista es el enemigo del pueblo sirio que no se puede convivir con él, y todas sus intervenciones no van a distorsionar nuestra revolución. Nuestra revolución vencerá con toda la seguridad. 5 / 5 /2013

Coalición de la Izquierda Siria,


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