GiraPoema Quinta Edición

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GiraPoema V

2012


Haz rodar una poesía GiraPoema 2012 Creadora y coordinadora : Nat Gaete Ícono: Agustín Calvo Galán

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Nat Gaete

GiraPoema V , en su quinta publicación es dedicado a todos los poetas que durante estas cinco versiones han contribuido con su aporte generoso a hacer rodar una poesía.

Chile

A cada uno de ellos, infinitas gracias.

“La poesía no quiere adepto, desea amantes” Federico García Lorca

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De la cuna a la cuneta

Francisco José Blanco Torres España

Soy poeta de cuna y carne de cuneta. Y la luna es una niña con ojitos de luneta. Poeta maldito que naces en España, serás carne de exilio, de olvido o matanza, porque España es una fría madrastra que se acuesta con extraños y a sus hijos maltrata. Y la luna es una virgen alocada que entre mis muslos cabalga. De la cuna a la cuneta en esta triste España en la que todos quieren chupar de su teta. Carne de poeta y carroña de cuneta, fusilado al alba por filisteos y Caínes que arrojarán mi cuerpo en la tierra. Y sobre mi verde fosa con la boca llena de hormigas y hierbas, la luna sueña que es una niña que llora

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una virgen que se cimbrea una musa que inspira y sopla una amante cuyo beso quema y una madre que cubrirá mi rostro con un sudario de seda.


Mamando de tus pechos,

Javier Martín Pedrós España

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sin complejos, fui cargándome de años. Recuerdo noches de sueños extraños, de truenos , tormentas, de cuentos de brujas malas que nos querían separar. Al oír mis llantos te acercabas y me acurrucabas . Las turbulencias desaparecían y me anegabas de paz. Un día te marchaste poquito a poquito, sin hacer ruido, con tu ropaje de colores vivos, alegres. Ahora, en este momento, te lloro a mis años sin vergüenza escondida. Siento que mis lágrimas se marchan al mar, donde siempre nos encontramos.


Eternidad

Agustín Calvo Galán España

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Parto

Liliana Marengo

Argentina

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Cuando se cierra el círculo vital ante estertores Repliegan primaveras, abortan brotes Yo en posición fetal ante el abismo Anuncias el parto en el trajín del pesimismo Que va desde el tormento a mi salida. Entonces es tu luz la que encendida Alumbra ese pasaje en desconcierto Afinando en el paso el instrumento Que señala el preludio de la vida.


Carlos Ardohain

Argentina

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Un perro sin cabeza olfatea su propia cola al no reconocerse se ataca a dentelladas entonces lo comprendo 茅l mismo cercen贸 su cabeza en una vida anterior


Poderlo Evitar

Carlos Andrés Guzmán

Real o irreal, Corazón o con razón, Todo se hace y deshace Excepto esto que llaman amor. ¿Cuándo sucedió? Que ni cuenta me di ¿Cuándo pasará? Para alcanzarme a despedir.

Venezuela Ojalá evitarlo y te quedes junto a mi, No seré perfecto pero mejoraré por ti. Pues no quiero que te vayas, Solo quédate junto a mi

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Sepelio de sueños

Marquesa Luna

España

Se quejan los huesos con crujidos dolientes, como una artritis reumatoide en los inviernos húmedos. Flaquean las piernas y flaquea el alma, ante una herida ponzoñosa que nunca acaba de restañar. Asoma ese silencio callado detrás de la calima del recuerdo, ululando como una taimada lechuza en una reticente noche sin luna. Rememora el sentimiento, tan cercano y tan arcaico, que está muerto, pero aún late, buscando un hálito del cadáver. Se abriga con la piel del frío, prófuga de lo vivido, y se esconde allí donde fenecen los sueños, sabiendo que nunca, nunca serán suyos.

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Fronteras

Rolando Pituti Correa Argentina

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Salgo a la calle cargando mis fronteras: Prejuicios. Soberbia. Las que callo. Las que ignoro. Sus muros embusteros me dicen que los otros‌ son los otros.


La Llave

Nat Gaete

Chile

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Pasos

Dani Moscugat

España

Los pasos sordos de tus pies desnudos visten la piel del aroma de tu abrigo. Corto de aliento, pólvora quemada,... paseo en el balancín de tus párpados. Como té de nostalgia bebo los días tibios de otoño y vestido de grito y oro me arrimo a pilón de tu sonrisa, saludando a la muerte: abrazado al veneno de un aroma. Y si por poco fuese me atraganto con zumo de tiniebla que respira chinchetas de fresa y limón, agarrado al balcón de tu cintura temiendo caerme de vértigo sin sol. Los pasos... sólo escuchando los pasos sordos de tus pies desnudos: ¿Sirve de algo la melancolía si te atragantas deglutiendo la tristeza? No duermas, no te sientes... sólo sigue caminando para que pueda oírte, con tus pies desnudos sigue caminando para poder imaginarte.

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Canto de Pincoya

Natalia Pérez Gonzále Chile

La noche asoma su mejor cara leyendas, conjuros, artilugios estrellas todas, ¡emerjan de mi! ha calmado el viento insular estornudan las olas a lo lejos, esta cicatriz ha dejado ausente a la luna el ropaje marino me reconoce. Esta, es noche de Caleuche y ... ¿seré yo quién agrande la luna? ¡seré yo!, vestida de alga marina contorneando, sucumbiendo al sur, mujer, sombría y poema fusión mitológica y carne. Mis lagunas resbalan entre sargazos para ti , mis aguas, mis deshielos. Para ti, salinidad hembra y archipiélago...

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Círculos

Fernando Omar Vecchiarelli Argentina

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En círculos concéntricos de menor a mayor. En infinitos círculos que se alejan hasta perderse en el horizonte. En círculos de diferentes y variados colores, que se funden una y otra vez. En simples círculos, en complicados círculos. En círculos que no pretenden ser más que círculos. En bellos círculos. En alegres círculos. En ruidosos círculos En callados círculos. En círculos. Te imagino así. Girando en mí.


Se durmieron los recuerdos

Ana Navarro

España

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Se durmieron los recuerdos de las tardes soleadas de paseos sobre el pavimento dilatado por el sol, meloso, sediento. Se durmieron aquellos sudores que entrelazados nacieron al son de jadeos, de manos temblorosas que abandonan su ansia al placer y al deseo. Se durmieron los fuertes músculos los vientres tersos las nalgas contraídas por los espasmos del delirio. Bocas que suspiran el mismo aliento. Se amaron, se ansiaron, se vertieron, se internaron durante tanto tiempo... Se durmieron y al despertar sonaban trinos, multitud de pasos ligeros, sus manos... indecisas dudaban si era pasión,

costumbre o anhelo. Sus músculos se tornaron suaves y sus vientres aguardaban la cálida ternura del recuerdo.


Tengo claro Escribe contra la oscuridad que está en algún lugar de las bestias – J. Gelman

Hugo Luna

Argentina

Tengo claro escribo como silbando un tango Siempre que voy por callejas de tierra Y que en la esquina una luz amarilla Limita con todas las ausencias ilumina todas las pérdidas Aprovecho y anoto palabras de ceniza Nombres de malvones en los patios vecinos Mi poesía es oscura como el alma de un gato A veces una gárgola sobre el ala de un techo que desagua Distancia, una cornisa enamorada del vacío Algo poco vivo pero que todavía late Convencida en su vértigo que caerá del mal sueño Convencida en su tinta que lloverá su líquido Sobre un mar un desierto un desnudo alzamiento Es un consuelo enorme me convoque el silencio Una gran alegría sea fuego en el fuego Y en la melodía que replica el insomne Una cristalería rota sin remordimientos

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Pena

Bardellini

USA

Todas las lágrimas juntas encausadas en un río han salado las aguas y ahí, el amor muere de sed en la salmuera del inmensurable mar plagado de corazones marchitos que nadan junto a cadáveres de sirenas velados por imaginarios amantes. La esperanza cual manchas de aceite flotan entre verdes algas que se enredan y ahogan en llanto de esos marchitos ojos que no alcanzan a deslumbrar la desolación de su eterna pena.

Bardellini

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Cuerpo anhelado

Alberto Ibarrola Oyón España

El olvido de las horas seductoras, de las imágenes cedidas por la noche, de las miradas soñadas, improbables, transporta mi alma compungida hacia el recuerdo de aquel cuerpo de mujer que me daba la vida, que me deseaba, y que, al mismo tiempo, me mató en el instante en que tornó a negarme sus curvas sinuosas, su voluntad de placeres. La amarga distancia que de su cuerpo me separa, que contiene mis besos apasionados, las horas entregadas al amor, a la pasión, ensombrecen mis deseos imposibles y evocan la fiereza de tu sexo granado. ¿Cuándo acertaré a conocer que las bellas sílfides y sirenas ya no son escombros dolorosos, heridos, que comercian dichas insospechadas en el albergue inhóspito de mis sentidos a cambio de una protección que no desean?

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Con olor a tierra La lluvia levanta las enaguas de la tierra Incitando al aroma de su cuerpo En donde se abrigan las gardenias Con aliento de felicidad

Miguel Ángel Martínez México

Pellizcos de roció se embelesan En las mejillas de su flor Y al asomarse el sol por el campo Las aves atraviesan a la alegría Entonando el himno de la vida Se respira el olor de la tierra No hay diferencias en su color Es el mismo de su niñez El viento ha secado las lágrimas Del cielo nublado Y sonríe sentado en un árbol de azahar Mirando a las gardenias bailar El blanco céfiro de su color Es el espejo donde se refleja La vida mortal de la tierra Suspirando con sus lágrimas.

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Un día te amé

Ángel De Aluart

Catalunya España

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Sentado con mi café En esta noche lánguida el mar se excita en la playa del deseo. Si el crepúsculo cede ante el ímpetu de tu mírada y las gaviotas chillan antes de dormir mis palabras sordas decostruyen versos a las que nadie podrá decodificar pero dicen que te amé una tarde embriagado en el horizonte rojo de Es Vedrá y a pesar del silencio secreto delicado de sabios tu sombra se proyecta en el sílice de la arena sin almas que mediten en el horizonte de la luna.


Naturaleza del infierno

Jorge Jolmash

Y al final ni es un castigo siquiera este infierno que quema mi intelecto sino un absurdo yerro en el trayecto, ilusión de extraviada sesera. Castigo sería si se opusiera su ejemplo al de un proceder incorrecto, más no corresponden causa y efecto en esta, su lógica traicionera.

México El infierno es más bien una ramera que no tiene un solo hijo predilecto y a todos por igual los desespera. O quizás, un Titán de fiero aspecto que sonriendo al verte por vez primera te aplasta con el pie como a un insecto.

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La verdad

Teresa Del Valle Drube Laumann Argentina

Le he preguntado al viento dónde está la verdad. No me respondió se quedó en silencio. Remoloneándose entre los cercos acariciando al vacío. Volví a preguntarle: Dime, viento, dónde está la verdad. Se quedó en silencio comenzó a flotar a mecer la flor se marchó oscuro taciturno. Comencé a caminar siguiendo al viento y encontré la verdad adormecida en los ojos de un niño hambriento encontré la verdad enroscada en su vientre con hambre en sus piernas con frío en sus miedos en su abandono

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en sus dolores en su presente sin pasado sin futuro sin sentido. En cada uno de sus latidos. Y encontré la verdad. La verdad… La verdad está siempre en los ojos de los niños.


Hilda Paz

Argentina

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Lago Titicaca “..Por lejos que llegara mi mirada, veía olas brillantes que surgían de todos lados…” Ramakrishna

Daniel de Cullá

España

Me vine al estrecho de Yampupata Montado en la rana gigante del lago Titicaca Telmatobius culeus, se llama Cual “caballito de Totora” Sintiendo los empujones físicos Del inca Garcilaso de la Vega De Manco Capac y Mama Ocllo Nacidos en la isla paridora del Sol Sabiendo que no me encuentro solo Pues, entre Totorillas Cincuenta veces en un minuto Me gritan los Chiripa, los Pucarú Los Tiahuanacota y me dicen: “Hay que defender el lago Hay que amarlo Hay que arrojar y muy lejos La cruel economía que hipnotiza Y que no debe hacer oscilar Nuestras ideas de Felicidad Nuestros deseos de Vida y Poesía.

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Una copa de vino

Katy Valenzuela

Una copa de vino, para placer de amantes, en noches de fuego y placer hay incesantes calores en mi cuerpo. Mi amor querido y placentero, quĂŠdate conmigo en mi corazĂłn como algo sagrado fue enorme mis llamas ante tu lecho.

EspaĂąa Eres mi musa incondicional, me llamas con susurros, y te entrego hasta mi alma a la persona que me ama.

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Estado (previo pago de peaje)

Sandra Fontecilla

Chile

no sucumbiré al contrario me declaro en estado de rebeldía ante el infortunio ante la desazón hago una toma ilegal de mi corazón y lo declaro propiedad de la memoria la mía en franca confrontación y en completo desacato frente a las normas establecidas no obedezco órdenes es más a partir de ahora yo las doy pero antes ordeno mi casa interna del descalabro de la invasión de soles a una hora sonámbula y tal vez indebida porque me sé presidiaria me defiendo cierro la ventana pongo la cortina para dar inicio al ritual amoroso del destierro procedo a quitar el equipaje de mis prendas sacudiendo las utopías porque pesan desnudo mi cuerpo

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lavando con delicadeza los cariños que aún huelen a hierbabuena corto con parsimonia los cabellos del apego para quitar los caracolillos ajenos a mi esencia pero no desprecio ni ofendo no abjuro ni blasfemo cómo podría ante tanto portento tan solo retorno mi corazón al lugar de los latidos ligeros antes de sucumbir a la taquicardia de un amanecer incierto quiero despertar nuevamente sonriendo agradeciendo dibujando sobre el vidrio empañado con un nuevo dedo índice el espiralero mandala de mi vida


Al crear un soneto con encanto basta quedar absorta en tu cariño, portar el entusiasmo igual que un niño para que suene bello como un canto.

Sara Sanz Albiñana España

Pensaré las palabras y entretanto, formaré con tus gracias un aliño, crearé un desenlace con un guiño, igual que hace la flor al amaranto. Tratar de condensar tanta delicia es afán, ciertamente, merecido que no siempre al final te hace justicia. En suma es un propósito atrevido que requiere mayúscula pericia, del que espero airosa haber salido.

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Alas sin sombra Desde las cumbres invertidas de la distancia, pájaros extraños cruzan la arboladura celeste amenazando un paisaje provisorio.

Trini Reina

España

Las alas sin sombra que arrastran, peregrinos por las nubes de la anarquía, amplían la turbiedad de los infiernos. Por el espanto -agraz espina- y el cansancio te dejas acunar en el vértigo del augurio. Acaso el final esté aconteciendo. Acaso el final. Paladeas la sangre -escarcha que no conmuevey maldices las venas de esparto de tu condena. Despiadada, la voluntad te hace vacilar y levantarte, para caer de golpe y bocabajo sobre la arena confiriendo pleitesía a la derrota, cuando la noche, ya, se sucede en vano. No te confíes, ni siquiera ese vacío te pertenece. Sólo aquellas bestezuelas sin sombras sabrán de los ángeles que te vendieron.

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Cuarteto

Javier Seco

Espa単a

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Arráncame

José Antonio Vásquez España

Arráncame de golpe los motivos que obligan a este alma, casi a oscuras, a vagar por cenizas sus locuras que siempre acaban en puntos suspensivos. Doblega hasta hundir la medianía de este ardor que oculto por vergüenza, exilia la inquietud si fuese ofensa y convierte mi temor en ironía. Descansará mi angustia si me entierras, si la libras, te rendiré la paz que sobrellevo, te ofreceré las armas y mi miedo y serás la única aliada de mis guerras.

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Sueños

Arnoldo Rodríguez España

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Aquel molino que el viento no mueve. Los árboles secos, donde el trino mudo, no hay sonido. Posado un pájaro indeciso. A su pié el río duerme. No suena el agua que se desborda. Una montaña que como dunas el viento forma a su capricho. Que forma en la noche, una luz de miedos y relámpagos. Entre las nubes quietas, se despeja el azul cielo. Y se refleja en el espejo del agua. Tomo entre mis manos una paja seca, que se quiebra entre mis dedos. Como el amor que sentí aquel invierno. Del SOL frío. Que juega con las agujas del reloj del tiempo. Que se desvanece como un sueño.


El resto de el alma es imposible saber ciertas cosas el alma vuela entre el viento de el tono,

César García Juanatey España

las frases, al hueco de el entorno.

suceden los hechos, pegados a ti es imposible salvar una vida el viento que llega, de ningún sitio sale, y se mueve la luz de un "punto", hacia nadie es imposible salvar una vida. el árbol funciona y el humo en invierno la luna en las vueltas que damos al sol el río hace el ruido , que el agua se mueve los ojos de un lobo, los ojos de un ciervo -es imposible salvar una vida las manos saludan los pájaros vuelan las olas, las olas, las olas no se ven las bombillas si funcionan

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es imposible, estar aquí, y estar ahora nos movemos


Amante amada

Francisco Escobar Bravo España

Si el sueño de tu amor sueño no fuera habría de pensar, amante amada, que el Sol que nos alumbra en la alborada tan sólo para mí luce su esfera. Tornar en realidad esta quimera, ninguna vez verdad mas mil soñada, habré de conseguir; sabrá mi espada al mismo Dios tajar, si se opusiera. Es frase tan hermosa: - ¡Amada amante! La más bella del mundo, cual ninguna. Mas pienso que su brillo no es bastante... ¡Seguro mi magín encuentra alguna que pueda definir a tan distante belleza, más hermosa que la Luna! Con suerte y con fortuna hallar la más exacta, vida mía, mi mente ha de saber en tal porfía.

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El fruto del amor Llegas y te vas como si nada y me dejás el corazón destrozado.

Roberto Allen Goodrich Panamá/USA

He quedado moribundo esperando una ilusión perdida y llena de traición. ¿Es ese el fruto de tú amor? Mí corazón triste está al conocer tu verdadero rostro lleno de maldad y mentira. Yo pensé que me amabas sinceramente pero tarde me dí cuenta de que todo era una mentira que solo veía con los ojos de un hombre enamorado. Te deseo mucha felicidad en tu nueva vida no te odio, ni te juzgo. Ese es el fruto de un mal amor que me tocó vivir y que me ha de marcar para siempre. Es triste la realidad de mí destino tan cruel y tan inhumano pero he de levantarme como: -----El Ave Fénix-----De entre las cenizas de este mal amor que me tocó vivir.

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No todos los amores son así más a mí me tocó vivir y recoger el fruto de un mal amor.


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Elsa Gillari

Argentina

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Regreso al origen (En las Dunas de Concón)

Jorge Muñoz Salgado Chile

En las dunas, despierta tu atavismo. Su regazo la tierra cariñosa, espontánea y materna, dulce rosa, te lo da sin ardides de espejismos. Y es tu vuelta feliz a tu sí-mismo olvidado en las luchas afanosas de las grandes ciudades enfadosas donde caen tus puentes al abismo. Allí guías por duelos estridentes procurando cumplir con mil horarios que golpean tu paz en plena frente. Y deseas lo simple extraordinario que se vive en las dunas inocentes junto al mar de tu tiempo originario.

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Poderlo Evitar

Carlos Guzmán Marchant Chile

Real o irreal, Corazón o con razón, Todo se hace y deshace Excepto esto que llaman amor. ¿Cuándo sucedió? Que ni cuenta me di ¿Cuándo pasará? Para alcanzarme a despedir. Ojalá evitarlo y te quedes junto a mi, No seré perfecto pero mejoraré por ti. Pues no quiero que te vayas, Solo quédate junto a mí

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Velero

Cristian More Torres Perú

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Asoma por tus ojos muy pequeño, resbala por tu beso, suave brisa, encuentra la quietud en la sonrisa lejana y fantasiosa que yo sueño. Y mientras él navega con empeño, naufragas en pretextos, indecisa, cegándole tu puerto sin más prisa aplazas su fondeo con desdeño. Revientan falsas olas en tu boca ocultan que a la sombra de un roca llorando, triste y sola, han de dejarte. Ignora, ya no sufras por amantes, no olvides mis "Te quiero", tripulantes, ¡A bordo de un velero han de esperarte!.


Cantando en mi delirio

Timoteo Calvo Fernández España

En la sombra del pétalo de un lirio bailando está la luz de una cerilla, y un traje de gitana de Sevilla por soleares canta en mi delirio. En mi frente por tangos baila un cirio que esta noche mis sueños acuchilla, y sangra hasta el papel de la cuartilla cantando de mi mente su martirio. Su nombre citaré dentro de un fado con un puñal detrás y otro delante y me iré sin quererlo de su lado. Cantaré este soneto en consonante y el canto de su amor me habrá matado y seguirá mi verso amando el cante.

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Ayer

David Figueroa González Venezuela

Cuál gota de rocío poco a poco he de evaporarme en la luz Quedará en el camino mi nombre y en algún lugar caerá mi piel Junto a las hojas en el viento danzarán mis huesos hecho polvo Dejando en el ayer sombras sin respuestas

Caminar Algún día mis ojos serán soles faroles de esperanza en tu corazón La palabra caminará entre nosotros y la luz cabalgará hasta en la sombra Algún día el verbo luchará y la palabra será acción Las nubes grises hechas recuerdo volarán entre paginas marchitas… Algún día

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Luis Alberto Salvarezza Argentina

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Sendas A Vicente Huidobro

David Figueroa Figueroa Venezuela

El espejo llegó con sus estrellas a despejar de lloros los pañuelos. Se extendió desplegando cosas bellas y jugando al misterio con sus vuelos. Huyen despavoridas las querellas, crecen las ilusiones y consuelos. Alegre el caminante por sus huellas donde las mariposas son de cielos. Árboles anidados en romances en horas que se vuelven todas lances y serpientes que silban los engaños. Retratos de sabanas que la luna dibuja con su cruz de la fortuna y en hormigas se van como rebaños.

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Gabriela Roca

España

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Deje que pare un momento, compañero, ¡hay tanto ruido en mi cabeza! Adjetivo, sustantivo, palabra y verbo flotan, rebotan, se hunden y emergen de nuevo. Configuraciones y copulaciones del lenguaje, enjambre de gaviotas, polución de abejorros... Soy como un pescador lanzando infructuosamente el anzuelo: intuyo alguna huella, escucho el batir de unas ramas, pero la presa resbala de mis dedos. Deje que me tienda en la orilla ahora, -sólo un instante, compañeropara desnudar mi cuerpo, esponjar la mente, permitir que el sol pinte escamas de luz en mis pestañas, cerrar los ojos para que se abran otras puertas. Quizás, si finjo que duermo, si me cree indefensa, se acerque despacito, amansado, sin reserva, y pueda apresar por fin ese escurridizo verso.


Duendes de luz

Zully García

Uruguay

Duendes de luz habitantes de mi pecho, busco la palabra aun en el silencio, busco la palabra, ¡Imponente, gloriosa! …la palabra que no encuentro. Miro alrededor respiro el aroma de los sueños, presiento murmullos en las olas, en los vientos, recitando ofrendas envueltas en gotas, empapadas de… imperturbables silencios. Duendes de luz, amparen mi alma de poeta, ¡Y yo os prometo! acunar en mis brazos la palabra que nace, robándole si es necesario memoria a los tiempos.

Sino, simplemente me iré buscando entonces la palabra, … la palabra que no encuentro.

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Memoria de gatos

Martha Vergés

Chile

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Cae el tiempo sobre la vieja casa y la vieja casa parece sentarse al sol con un puñado de ratones agitándose en su vientre. La memoria sacude la memoria y cambia la palabra. Ahora, la palabra casa, se dilata, conmuta a recuerdo. ¿Y qué es el recuerdo sino un gato gris sobre un tejado añejo magreándose la cola?


Ruta Quisieran los gusanos abrir la tumba y ver al muerto fresco: las carnes aún temblando los ojos vidriosos las manos agarrotadas y el pelo despeinado.

Roberto Sáez

Quisiera la muerte cambiar de suerte y dejar de lado el duro trabajo /la difícil decisión: al que se ríe o al que se espanta.

Chile

Hombre o mujer Al fin y al cabo da igual

el sexo se confunde y se funde.

La sangre en cambio perdura a dura penas durmiendo en las venas del muerto que sonríe y exclama: ¡victoria!

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Blanca Oraa

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Mis letras primorosas Puedo dar una vuelta completa al Mundo con todas las letras que en imágenes se crean.

Alejandra Jiménez

Venezuela

Ellas juegan, cantan, aman, revolotean. Parecen novios sentados en una plaza. Puedo regalarles una sonrisa de mi boca cantarina, recíbanla alegres devolviéndome las suyas, al leer éstos versos que ahora les pertenecen. De mis manos pasan de un lado a otro, no se quedan quietas pues tienen vida propia cómo el más bello girasol. Son muy coquetas, traviesas, divertidas, cariñosas, a veces les gusta jugar a las escondidas, y cuando las encuentro, se ven más primorosas. Tuvimos un afectuoso saludar, cuando tenía cinco años. Luego el tiempo debió separarnos, pero mi mirada las buscaba por cualquier lugar. Era un deleite sentir su reflejo en mi alma,

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casi llorando alborozada en cada alborada. Hoy giran entre poemas de grandes amigos, que las hallaron antes que yo, pero que hoy las compartimos generosamente desde lo más profundo de nuestro corazón.


La muerte y la semilla

María Mercau

Argentina

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Enfermar sufrir consumirse debilitarse decaer aligerarse llegar a semilla lenta y mojada incierta en el descubrimiento buscadora de luz como en un frasco vidriado entre algodón y secantes donde la gota alimenta porvenires de hoja verde. Así el cuerpo conduce su humanidad perdida se acoda en el rincón espera el calor de la luz sostenido por la sombra. Lo demás... la vida hará lo suyo.


Rostros

Dayanna Quecano Galindo Colombia

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I Saco mi rostro de la aparatosa maleta. Ya no temo la burla ni el desamor pues he devorado y engullido hasta el último trozo la vergüenza. Mi cara es la cara del mundo, la del anciano en la acera del frente, la del niño, la del loco. La del político, el agorero y el ególatra que mira de lejos con desdén, creyéndose diferente. II Me quito el rostro en la noche y sobre la cama lo miro de lejos. Tan maleable ahora entre las cobijas parece perderse en arrugas. Me quito el rostro en la ducha y mientras me enjuago el cabello siento que la cabeza me pesa menos. Tal vez hoy decida salir sin rostro.


La poesĂ­a es un enjambre de murmullos

Nieves Pumarejo Blanco Puerto Rico

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agolpados en mi boca saltando corazones besando mis pĂĄrpados robĂĄndole al silencio la posibilidad infinita de no pasar desapercibido.


Piedritas del Huasamayo (1) Piedritas del Huasamayo, cántenme al oído; no tan suavecito, díganme un destino que suene muy alto, que quiera seguirlo.

Nora Coria

Argentina

Vagando, entre pircas, hallé algo perdido: el agûita dulce que lleva su río limpió los silencios que hablan conmigo. Piedritas del Huasamayo, son el puro cerro, fuerte, en pedacitos, viajando en el río, coloreando almas, que es abrir caminos. Yo anduve callando, y vi todo distinto, encontré otro sol y un cielo infinito. Siempre soy la misma, parecida a ustedes, simples pedacitos que ruedan muy lejos. Siento mil colores, soy un poco cerro, y soy un poco río.

(1) Huasamayo: río que bordea el Municipio indígena de Tilcara, en Jujuy, Argentina. 54


An贸nimo de la Piedra Espa帽a

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La muerte ajena

Cairot Burdon

Argentina

En su velatorio nos hemos disfrazado de atemporales, de presuntos profetas del más allá… De súbito, hemos profesado adicción al todo da igual; solicitando el ingreso en la sociedad de los honores al minuto trascendente. ¿Tememos que se acabe todo el tiempo? ¿Deseamos clausurar el cáliz? ¿Queremos transgredir aquel principio? ¿O simplemente obtener el perdón apresurado? Inútil huida de un mundo siempre sórdido. La vulgaridad ni nace con la vida, ni con la muerte muere. Mañana el reloj seguirá anunciando Mis cuartos, tus horas y su silencio.

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El origen de todo

Daniela Wallffiguer Belmar Chile

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no nacimos en un lugar desértico, pero todo me retorna a él y no sé que hacer. ahora que vivo en una ciudad húmeda y lejana no menos triste, se que la única explicación a la convivencia es, que haya un sentido. no nos gana el nihilismo, sino toda conversación inusual que nos lleva la delantera. creemos y nos sostiene, la idea de que alcanzamos como un mas allá sin estarlo, porque nadie quiere vivir en suspenso, sino con la certeza de que independiente de la decision tienes la bendición de vivir como anhela tu corazón. no! no lo hagan así, repiten no! no lo hagan así. háganlo resistente, frio de toda conspiración, y vacio de necesidades inalcanzables a momentos, puesto que no logramos sentir que haya un significado que impregne de huella la humanidad contenida a cuestas.


Viejo amigo

Héctor Sanhueza Toloza Chile

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Vicente, viejo amigo Tú que marcaste la ruta En los mapas imposibles Reescribiste los puntos cardinales Y nos sacaste de nuestro error. Ahora, en la hora de la hora Cuando tu sangre No es más que tinta Pura y simple Me llegan tus palabras Como un ruido Que crean el océano y sus olas En las que naufrago.


Cosas sencillas

Montserrat Fillol

EspaĂąa

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A la gente le gustan las cosas sencillas, las palabras sueltas como liebres, cobrando sentido con sabor a pan nuestro, y a eternidad. Cierro los ojos para contemplar el rĂ­o, nada de lo que lleva me pertenece, soy yo misma el agua que discurre, pan nuestro y eternidad.


Noches en vela

Brunhilde Heym

España

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Te encontré de repente entre mis sabanas dormidas Me buscaste, yo te esperaba Tenías sed y te ofrecí mi copa Mientras bebías se llenaron mis fuentes de ternura Las brazas de tu fuego me calentaron el cuerpo Me rodeaste con tus miembros Y dentro de ti me llevas a tu viaje donde velaré tus días Para cuando llegue la noche te encuentre entre mis sabanas dormidas


Camino del viento

Irene Vinci

Argentina

Recorriendo desiertos, transportando semillas y huertos, trasladando sueños y encuentros. Removiendo el silencio al crujir el tiempo. Torciendo arboles para señalar el rumbo. Llenando destinos de trinos, sumando caricias en hojas y racimos. Llevando mis susurros hasta tu oído para recordarte que aun existo, senderos de frío, calor y rocío. Camino del viento que elevas mis alas y me das aliento. Respiro profundo y te siento, transparente y étereo. Lirio negro, acaricio terciopelo entre mis dedos cierro despacio los ojos e imagino tus cabellos. Vuelo y me acerco… Te acerco para volar y vuelo…volamos… Camino al viento…

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Migración (Libro de Artista)

Albertiba Tafolla Rodríguez México

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Mientras la Madre Tierra grita a los hombres

Silvia Angélica Sáchez Argentina

mi pezón que no titila teje un puente con la estrella que se ve desde mi ventana. Los aullidos del viento mecen al lácteo hilo y una arañita patuda enfrenta la travesía en la oscuridad. Nadie advierte el desliz. Los satélites no enfocan su lente hacia los oasis. No pueden espiarnos. En el intento hay algo de huida pero también de esperanza en la resurrección.

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Me pierdo contigo No fui tuya, no fuiste mío, la vida dibujó a nuestro paso distinto destino.

Dennìs Mariella Muñoz Soto Chile

Un día tuyo y un día mío, Bajo el naranjo tus promesas, Bajo la higuera mis suspiros. Las horas quemadas en calendarios de olvido, tu risa, mi pelo, el amor sin amor, corazón malherido. Tu vida o la mía, el mismo sol, el mismo cielo. Los años dormidos tuyos, las décadas en los míos. Rayada mi piel de amaneceres, dorada la tuya de atardeceres. Ni tuyo ni mío el destino, borrones de tu historia, rasgones en el mío. Se abrió la ventana del día definido y tu vida fue mía y tú mi destino.

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Mudó mi tristeza, el tiempo detenido, tu mano en mi pecho, alargado el destino. Me pierdo contigo... cerrada la puerta, se abrió de un suspiro, te miré, nos miramos, me pierdo contigo... Eras tú y era yo, tu apretado en mi brazo yo perdida en tu abrigo. Me sientes, te siento, me pierdo contigo...


Ni tú ni nadie

Carmen Gayá Ballester España

Por encima de mí no estás tú… únicamente el cielo cúpula infinita de vastos dominios solo las nubes ufanas espumas que me sonríen no más que las estrellas colgantes perennes en la noche enlutada tan solo mis sueños guiones ajenos de vínculos ridículos.

Por encima de mí, no estás tú… …ni tú ni nadie.

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recupera otra brisa

Espera

desprendida de mi cuerpo

para Ita

Alfredo Rosenbaum

Argentina

y no es esa mujer de ojos como góndolas lo que presiona algo como un tren en marcha escaso de rieles torpes no me miran y es la mujer que no me mira entre los trenes como góndolas después de navidad insuficientes sobre el sonido áspero del mar sobre el agua cayendo sobre mí áspera de islas que presionan que atraviesan los faros de los trenes sobre el mar que presiona los ojos de las góndolas y la mujer que no está

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Frio advierto a tu lado

Itziar Ruiz Mollá España

Puedo entregarme a tu mirada, poco a poco, lento y fuerte, como caminante en el mar. Árbol que no ama las nubes, ¿que observas bajo tus hojas?, ¿que escondes en tus sombras? Pasaje escondido en mi bosque lejano frio advierto a tu lado, frio y miedo, más no temo. De lo bajo te miro a lo alto cuando atrapas en tu cabello la luz cortante y la vuelves tenue, al mirarme. Apoyo inerte, que llenas de luz mis sueños, llena también las sombras más oscuras dame tu luz, si puedes. Sal a buscarme en las noches luminosas, arrópame... y, cierra las ventanas de mis secretos cuando cegarme, la luz, ya no pueda.

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Tiempo y espacio A uma

Cristina Villanueva

La arena es un cuento sin fin Incontable Una infinita alfombra

Argentina

de luces o rocas trituradas Por eso a veces en las tardes cuando los ni単os se sacan los zapatos queda un brillo de estrellas casadas con el mar. que juegan al verano Sobre todos los pisos oscuros de la muerte.

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Amo la calle

MĂĄximo Alberto Rangel Venezuela

Necesito la calle como el aire que respiro‌ La calle-gente, el deambular . La calle-voz, el escuchar. La calle-río, siempre el pasar. La calle donde la vida se muestra sin disfraces, tal cual es: pues hasta quienes portan mascaradas ocultando maldad o deficiencias, van pregonando esa cara del humano existir siempre anhelante. La calle: cobijo obligado del mendigo. Encuentro entre el yo y la multitud, donde todos nos volvemos uno, donde uno nos volvemos todos. La calle del mientras tanto. La calle del hasta nunca. La calle del para siempre. La calle devenida en diccionario y alfabeto para dar nombre de pueblo y gente al aparente anonimato de la vida.

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Carta a la poetiza que nunca regresó

Julián Martínez

Colombia

Pasará la luna noche tras noche Dibujando el marco de tu ventana, Fría y silenciosa, Espiando el movimiento de tus pensamientos, Y tú, sumergida en tus barquitos de humo nocturno Fecundas a Penélope sobre un papel... El sol se asomará en tu sonrisa Y acariciará tu espalda Para tratar de no ahogarse en tus oscuros cabellos, Pero tú, A través de su calor, sumergida en las mañanas tristes, Fecundas un poco de alba sobre un papel. La tarde evocará en ti El llamado de un pequeño café Para estremecer los nervios y darle la bienvenida A la lasitud de tus deseos Dibujando un poco de locura, Y tú, Sumergida en respuestas anheladas, …Fecundas un poco de vos…

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Adivinanza

Judith Ghashghaie

Venezuela

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Vuelo, no tengo alas; camino, poseo patas. Hablo o quedo en silencio. No pertenezco al reino animal, ni vegetal. Aunque todo desaparezca sobrevirĂŠ.


Tanta tristeza para mi historia

Celia Benfer

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Tanta tristeza se detuvo en la hoja de mi historia, deambulando en sus olas, grises pentagramas; en el grana de mi estirpe sempiterna, he traído en mi portal, mis alas desangradas. Triste pensar, en el raudal del viento en borrasca, trayendo en su melena, cenizas que serpentean y en el cinturón azul del tiempo, la faz de tu presencia dando matices de entrega total sobre la ausencia. Y sobre el arco lejano de tu esencia inmortal, cobijo el espasmo perdido entre olas y mareas, volviendo con mis manos vacías y el corazón deshecho, carcomiendo en mi vereda, legendarias primaveras. Cayeron tantas hojas pajizas por todos mis caminos, entre todas, encontré tibio reposo en tu cariño, sintiendo que de mi vida se desprendía la muerte, dejando pesares, ahogando al olvido con amaneceres.


SURGENCIAS

El azar y yo jugamos juntos.

Rosa Soriano Marzal España

Él me da una mancha, yo le doy un trazo. Me ofrece una sombra, yo unas piedrecitas. Me lanza incertidumbres, yo a él mis colores... Formas y más formas surgen del papel. Emergen con fuerza sólidas voluptuosidades. Manan en la superficie líquidas resonancias, y nubes gaseosas son arrastradas por el viento. Los elementos se rebelan, no quieren ser atrapados. Puntitos juguetones son expulsados hacia cualquier dirección. Líneas decididas flotan por doquier. Erráticos papelitos aparecen por todas partes Todos perseveran en encontrar su camino. Caracolas atrapadas en las interioridades de las montañas, Reminiscencias de pináculos, pirámides o incluso cohetes, semillitas, flores, estrellas, y lunas indecisas entre la tierra y el cielo. Densidades y transparencias se van pasando el testigo.

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Jugando y dialogando el azar y yo pasamos el rato. Con nuestros “toma y daca”, sus espacios en blanco y mis torrentes de energía.


Verso agudo

Manuel Paredes Parod Chile

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Toda la mañana escuchando sus canciones en un disco que repito y repito me ha llevado a pensar en usted, Violeta; en usted ahora, treinta y tantos años en un nicho, ajena ya a sus partes blandas; en los huesos de sus dedos sin entretenerse en la bordona, en su calavera vulnerada y en la bala dentro de ella como el acento brusco y definitivo del verso con que remató su última canción.


Hoy mi vida se tiñó de negro

A. Daniel Ghanem

España

Hoy mi vida se tiñó de negro en mi rostro una lágrima, en la garganta un nudo ciego.

Desperté de un sueño la mire hasta casi matarla, inundé la garganta para luego consolarla.

Si veo muertos todos los días ¿por qué hoy no puedo hacerlo? será porque el muerto reconcilia y mis ojos yacen eternos.

En arena sepultamos las penas en el aire yacerá el olvido... ahí quedará olvidado el hombre y el silbido-

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Volver

Lidia Silva Gaete Chile

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Volver a los horizontes perdidos a los extraños y remotos recuerdos a las sonrisas sin fingimientos a la maravillosa quietud que te embargaba a tus pasos suaves, calmados, sin prisa a a a a a a a a a a a a

la soledad celosa de tu ternura una palabra callada, que emerge del fondo los enojos transformados en brisas de verano la quieta analogía de tus sueños la mano que no se extienda ya más una mirada que no me entregas las esperanzas que limité la expansión que quedó trunca los sueños que te enajenamos la sencilla complejidad de un encuentro una mejilla vacía sin tu beso las palabras que están escondida


CONTRALOSMUROS

Carmen García Tortosa España

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2,5 metros -sin sentido¿quien decidirá la altura? en una noche del 12 al 13 de agosto ¿quién fue, un hombre sólo? Bastiones de infamia, contra personas que habitan el mismo espacio en la misma urbe, en el mismo planeta. Puedo imaginar un mundo con paredes de arroz. En cada esquina una pareja que se sabe entregar y se besa


ACMÉ

Verónica Carrasco Guerrero España

Lejos alguien canta una canción Siempre lejos la música de un piano y la blanca luna más lejos todavía Cerca de mí la sombra y el silencio hecho de arena y agua y de fresco alivio y yo en el barro sumergida dejándome dormir Algo en el pecho supura Es alquitrán Otra vez Es negro y quema Otra vez Y grito y digo pero muda y nadie escucha

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Angels Martínez

España

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Tienes dos sonrisas: la del amor la de la vida

Alberto Morate

España

Tienes más de una mirada: la de la juventud la del deseo la del placer Tienes muchas manos: la de las caricias las del aplauso las de la amistad Tienes un sinfín de caminos: los de tu cuerpo los de tu sangre los del corazón ¿Tienes un momento para mí?

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No es para pensar

Adriana Marimán

Chile

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Antes de conseguirme, se instruyeron los amores para tratarme con cierta delicadeza que nunca logré notar ¿Será que se instruyeron como corresponde? Después de tantos años, la medida de mi corazón se ablandó, nunca en tanto tiempo he conseguido admirar a alguien más. Si pensamos y creemos que el amor parte de la admiración ¿Qué buscamos realmente?, ¿Tan solo admiración o el amor absoluto? Yo diría que nadie puede razonar un sentimiento tan profundo, pues la razón de amar merece toda admiración, y si advirtiéramos con discernimiento en el momento oportuno, debiéramos ser lo que somos, apasionados y sencillos, amantes, solo amantes del amor.


Verso, matiz… Bajan las nubes al suelo sube el humo para oscurecer el cielo.

Isabel Barriel

España

Entonces, despacio, la niebla, el frío de una tarde de invierno y uno a uno, cada pensamiento, se condensan en un nuevo poema. Son verso, matiz, y luz y tiniebla, son palabras de tu propio universo que se escriben sobre un fondo adverso, tenue, oscuro, severo, incluso siniestro. Y te liberas en cada estrofa, quedan las letras negras cargadas de rencor o tristeza. Se acunan solas en el dulce vaivén del papel. Y de esta manera, al llegar a cualquier primavera, el cielo azul que todo lo renueva te brindará un color a estrenar para volver a empezar.

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De lo arduo

Alicia Fontecilla

Chile

Qué difícil emprender el vuelo desde este agujero pequeño este socavón, esta tumba en la que mis huesos crecen y chocan con los huesos de otros que partieron antes que yo Me atraganto con las espinas de este planeta en llamas me arranco las uñas y las ofrezco al noticiero de la mañana y sólo avanzo centímetros sin despegar del suelo Soy un reguero de plumas mudas un par de ojos devorando nubes dos manos aferrándose a la garganta herida de la palabra

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BaĂąo

Sara VanĂŠgas CoveĂąa Ecuador

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lentamente se desnuda entra en las aguas infames se mece sobre las olas y sus carnes brotan rosas oscuras que contrastan con la palidez de la noche


.

テ]geles Charlyne

Argentina

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Jamás creas en la estrella azul en la mirada verde en toda esa mentira acumulada en la telaraña de los años

Reinaldo Sandoval Durán

Chile

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Yo creí que sería igual que antes pero todo-todo fue falso-falso y me diluyo en ese pasado-pasado que creí sería permanente Y ahora me voy a quedarme solo-solo me voy definitivamente al sur-norte de los cometas al oeste-este del olvido


Plena

Alejandra Chaya

Argentina

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Al tentar mi plenitud con la tuya... Nuestras entidades, no titubean en colmar la disposición encontrada, a ser libadas, recorridas, complacidas, sentidas, palpadas... Acoplados, compartiendo el sonido placentero, cual sinfonía embelesada en la dermis epicúrea Y salvajemente, cada nota vibrante, por el penetrante musiquero de los acordes discernidos... ¡Graves, agudos! Reviviendo la fuerte apoteosis Cual sinfonía concertante, dirigida en el más ¡glorioso concierto brindado! Percusión embriagada en los sentidos Absorta, en la manía y en la devastación de las impresiones... Me trasladas con tu música, a ese orbe lejano, maravilloso que va más allá de las utopías... Sintiéndome como: EUTERPE, POLIMNIA, TERPSÍCORE...


Despertar

Angelina Delgado Librero España

Real como el dolor de pierna de un amputado. Cierto como intuición por rabillo de ojo. Inasible como aroma de violetas. Entero como una baldosa sepultada en el barro: Caminando por las aceras sucias de nubes escribo un sueño. El contenedor de la basura abre y cierra sus fauces mordiendo lo oscuro, vomitando plata líquida en la alfombra que ayer trajo la noche. Me avisan unos ojos amarillos. La llave entra en el contacto, arranca el día, y el sueño desaparece fugaz como la cola de un gato mañanero.

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Intelecto y piel

Edgardo Fernández

Argentina

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Atrapado por tu intelecto giro en torno a tu luz. Libero mi voluntad de recorrerte piel adentro. Te disparo mis sentidos, mis instintos. Deseo besarte con desesperación, casi con furia. Destruir los límites de tu piel en cada beso. Abarcar al ser que te habita. Devorarlo. Abrir surcos en tu carne con mi lengua. Atravesar tu cuerpo, puente entre tu piel y tu intelecto. Deshacer mi propio cuerpo, derramarme dentro tuyo perforando tus poros. Destrozarme y destrozarte. Tu intelecto y el mío: un yo único. enredado en las sábanas.


Quimera

Lili Marlen Acuña

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Me quedo en esta vida, sintiéndome sola, Tocándome el amor y yo sin alcanzarlo, ¿Qué será de mi sin la alegría de tenerlo? Solo soledad, eterna soledad. Miro a lo lejos y pienso ¡Que poder tiene el amor! Nos hace temblar con un simple……, te amo, Renueva, hace soñar, reir, llorar Pero, ¿porqué no puedo vivirlo?, Pensamientos egoístas surgen en mi; Mi amado espera y no llego, no puedo ir…, Se siente solo, espera y no llego, no puedo ir…, Temo que el amor se aleje, tiemblo al pensar que ya no este, ¡Que hago para retenerlo!, le llamo, pues siento miedo, Miedo de perder lo que encontré; Temo la soledad, temo dejar el lugar que tengo, Alejarme de lo que conozco, Para sumergirme en un mar lejano, desconocido Sé que ahí está mi felicidad, ahí donde el amor espera, Felicidad que ya no es una quimera, sino una hermosa realidad Pero que esta cobardía, no me deja abrazar.


Palabras para el テ]gel

Laura Inspirada

Argentina

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Pausa

Beatriz Díaz Reyes

Chile

Mi Sentir ha hecho un agujero en tu aire Y mi tiempo se ha detenido para conservar en la maraña de cables rotos situada en el inicio de mi cabeza la proyección de tu delicada estampa ... Y lo que sucede es que me he convertido en coleccionista de fragmentos, para lograr así, que a diario, sólo se almacene en mi retina nocturna la pérdida de la somnolencia y antes de dormir, sea la capacidad de instantealizarte lo último que perciba del día. Sucede que me he convertido en catadora de esencias, he consumido en exceso rayos solares y

saboreado en abundancia estrellas matutinas que he almacenado en la bodega “SuperYoesca” de mi subconsciente y que han dejado su huella al atravesar el umbral de la puerta de tu alma aquella que es posible contemplar por la ventana de este teatro. Mírame. Tengo una seguidilla de alambradas mariposas sentadas junto a mí en la cuneta Y cientos de alados desterrados levitando sobre mi cabeza soñando que pintan las nubes de tu jardín estrafalario, 92


Regazo nominal

Alejandro López Urquiza México

Qué hará el alma que, en esas horas gastara su calcio en estas manos qué parvada de dolores negros torturarán sus huesos.

Esa imaginaria maternidad no distingue mi nombre entre los rostros nominales. Entre mi yo y el ayer.

Hoy subo al sol y tiendo mis plegarias - oídos en comasusurrándome a mí mismo Y, detrás de mi palabra, se queda, entonces, una suerte de artilugio maternal en puntos suspensivos...

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J.J.Fernández PoetaVerdamir España

¿De qué será momento?

mas cuando ella descansaba

Hemos crecido en décadas de cada, entre guerras planetarias, planeadas, deliberadas; y de human@s libres: nada. Tormenta tras la cesación; paces, forzadas.

Aprendan ustedes del destino y abandonen ya, cuanto antes, el sino del más cruel desatino: negar ayuda, a los semejantes.

Muchos cuerpos tras las armas. Pocas personas tras las almas. Por eso se aleja la amable calma, por eso mi amig@ casi la palma. Así que no me digan ahora que ha de llegarme la hora; ya lo sé, yo, ya lo sé, pero, ¿saben ellos de qué? ¿de qué será el momento?. Risas sin armonía en las almas, actos sin derecho y por desecho, fines de actuación sin palmas, delincuencia legal es ley de hecho; ¿de qué será el momento?. Amparo desamparada decía: "Rosa en la memoria, moría",

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por Dios y el remedio soñaba.


No te culpes

Rafael Enrique Mellafe Chile

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Nena no llores en mis brazos nema mía, no tiembles nena mía no hay nada muerto aún. Las luces de tus farolitos Me indican una calle perdida. Sufrir aprendiendo caminar libre. Sufrir enseña olvidar olvidar el daño y amar renovado. No llores en mis brazos nena me marcho, me voy corazón soy libre libre y libre. Soy un pájaro libre.


Alejo Urdaneta

Venezuela

Sostén de cielo y montaña

Sostén del cielo

Los ojos sostienen la luz en el derrumbe del agua, sostienen el instante del relámpago, y la montaña oculta el fragor

Caía mi sueño en otras soledades,

en sus ecos de piedra: Estalactitas, cristal de roca, pilar sostén del cielo.

sin el cuido penumbroso de los templos: Sombras alternadas con los ángeles.

Árbol de piedra ciega, efigie de la columna que ni el viento doblega. Tiempo detenido en la fuerza de la pilastra plateada en el santuario.

Pero estabas en islas calladas de soles perfectos. Pilar de seda y tormenta, sostenías la montaña, iluminabas el cielo.

Sangras por tu nombre, sangran tus pechos del dolor que deja el miedo a los espectros del vacío y los gruñidos de la muerte. 96

en el silencio, columna de tierra que alimenta primaveras.


Fuego Escrito

Diego San MartĂ­n

Chile

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HAZ RODAR UNA POESÍA 21 DE MARZO 2012 En conmemoración del DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

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LIBRO LIBRE GiraPoema 2012 Antología poética

Poemario libre para ser difundido por los amantes de la poesía.

Léelo, trátalo con cuidado para no ser estropeado y luego déjalo en libertad en el mismo lugar en que lo encontraste, en cualquier centro de actividad cultural o entrégaselo a otra persona.

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Las obras que conforman el presente poemario están amparadas por las leyes de propiedad intelectual y derecho de autor vigentes en los países en que fueron creadas y/o inscritas.

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GiraPoema 2012

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