PALOMA REVISTA VOLUMEN 38

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JUNTOS PODEMOS La rehabilitación es posible! Lorena es una madre que ha sufrido y que ha luchado por su familia. Ella vive en el condado de Santa Cruz, tiene 28 años de edad y tiene 3 hijos. Por medio de esta entrevista, ella tiene el valor de compartir su historia de la adicción con la esperanza, que otra gente en su misma situación, se inspire para mejorar su vida. Háblanos de tu vida antes de ingresar al centro de rehabilitación: Yo no era feliz. Yo creía que Dios me puso en esta vida para sufrir. Mis padres son adictos. Yo tome el papel de madre con mis hermanas y también para mis padres. En mi infancia, mis padres eran adictos a la cocaína por muchos años y, desgraciadamente, todavía sufren de la adicción. Mi papá todavía usa cristal, y mi mamá usa heroína o cualquier otra droga que puede encontrar. Mi padre no sabía que mi mamá me mandaba con mi hermana a comprar, conseguir o vender drogas desde la edad de 13 años. Todo esto era “normal” para nosotros. Mi mamá me ofreció drogas la primera vez a los 14 años y a mi hermana a los 11. Yo empecé a usar drogas para olvidar todos mis traumas que sufrí de jovencita. Yo no tuve ningún adulto en mi vida a cual le tenía confianza. ¿Cuándo aceptaste y decidiste que era tiempo de cambiar tu vida? Cuando el Child Protective Services tomo control de mis hijos. Ni su padre, ni yo estábamos en condiciones de cuidar de nuestros hijos ya que el padre era alcohólico y yo drogadicta. ¿Cómo llegaste al centro de rehabilitación? Mi motivación para recibir tratamiento fueron mis hijos y sabía que si no alcanzaba la sobriedad, ellos no volverían a mi lado. El proceso no fue nada fácil ya que tenía que reconocer que era adicta y que necesitaba ayuda. El camino a la sobriedad fue escabroso, pero quería ser una buena madre para mis hijos, yo no quería que mis hijos crecieran sin su madre como yo lo viví, comenta Lorena. ¿Cómo fue la vida en el centro de rehabilitación? Me gustó el tratamiento, porque todos los que estábamos ahí teníamos algo en común, problemas con la adicción. Nadie era mejor que nadie; 18

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me impresionó que algunos de mis compañeros fueran hombres, quienes estaban luchando por ellos mismos y por sus hijos. Los consejeros nos ayudaban, tenían la experiencia personal y también habían sufrido como yo. Ellos me entendían. ¿Qué le aconsejas a una persona que está usando alcohol o drogas? Primero, tienen que llegar a su punto final de la adicción, llegar a la realización que si no dejan de usar drogas o alcohol, van a perder la vida. Ellos necesitan querer cambiar por ellos mismos. Segundo, ocupan estar listos para trabajar en un programa y reconocer que la sobriedad es un proceso que toma tiempo. Pero al final, todo se puede y cada persona merece una vida feliz y sana. ¿Cómo ha cambiado tu vida? Yo he cambiado, soy diferente con mis hijos, he aprendido a escucharlos, amarlos a entenderlos, como una madre debe ser. Estoy aprendiendo a amarme a mí misma. Hoy me siento orgullosa, porque en mi trabajo ayudo a otras madres como yo. De acuerdo al Estado de California, usualmente las personas usan drogas o alcohol porque quieren cambiar algo en sus vidas. Estas son algunas de las razones por las que las personas usan alcohol o drogas: Para escapar o relajarse de las presiones de la vida Para mitigar los traumas de la vida Por alguna razón medica; si sienten dolor en el cuerpo Para experimentar

“AHORA...TODOS PUEDEN ANUNCIARSE’


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