RTM Num 45 1968

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C e l e b ra c i ó n d e l D í a d e Libertad de Prensaen estaCapital

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Il 'r L 7 de junio ha sido consagrado I por Ios periodistas mexicanos como el Día de la Libertad de Prensa. Como ya es costumbre, este año se celebró con un banquete organi' zado por los editores y directores de periódicos de la ciudad de México y algunos de provincia, el cual fue servido en el Salón La Troje, de la Hacienda de los Morales. El invitado de honor fue el Lic. Gustavo Díaz Ord.az, Presidente de la República, quien asistió acompañado de los miembros de su gabinete,entre ellos el Ing. José Antonio Padilla Segura, Secretario de Comunicacionesy Transportes. A los postres,y despuésde haber escuchadoál Sr. Antonio de Juambelz, Director de El Siglo d,e Torreón, qaien a nombre de la prensa mexicana ofreció el ágape, el Lic. Diaz Ordaz pronunció un importante discurso, del que publicamos estos conceptos: (D ooSeanmis palabras primeras para reiterar, con el alma consternada, nuestras expresionesde pena y solidaridad hacia la familia Kennedy y hacia el pueblo de los Esta. dos Unidos; para condenar con indignación el empleo absurdo, estéril de la violencia en la peor de sus formas: el asesinato cobarde de un hombre inde{enso. O Este día no ha sido instituido como ocasión para palabras de auto. complacencia o de reclamo fáciles -decía el presidentede la Sociedad Interamericana de Prensa- y agregaba: tiene el carácter exigente de una fecha de examen, de rendición de cuentas, de parte de batalla. El periodismo, en efecto, tiene que probar perrnanentemente su aptitud de seguir usando de la libertad, no para consumirla, sino para preservarla, enriquecerla y extenderla; tiene que presentar regularmenteel balance de lo que hizo o dejó de hacer con ese capital de libertad; tiene que

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bregar sin tregua por ese bien indis. pensable,pero siempre precario. o Principio esencial consagrado en nuestro orden jurídico, meta alcanzada después de reñidas batallas que, a través de los años, ha librado nuestro pueblo, no es la libertad de prensa un don que graciosamenteel gobierno otorga al mexicano o simplemente le tolera: la libertad de prensa es un opimo fruto de los anhelos populares; es una obligación ineludible del gobernante, al mismo tiempo que elemento indispensable del gobernar. O_Obligación del gobernante,porque los textos legalesdeben acatarse; necesidady convenienciapara el gobernar, porque las opiniónes divir. gentes y libremente manifestadas ayudan a mantener el rumbo certero de la nave nacional. o Para el gobierno resulta, cuan. do se ejerce bien, un insubstituible {actor para guiar por rutas seguras la acción al servicio del pueblo. O El periodista, en el cumplimiento de su delicada labor" débe enfrentar multiplicidad de problemas y uno de los más angustiososes el diario dilucidar qué beneficia a la patria y qué la daña. O Nada autoriza a hacer de la labor informativa o formativa una tarea de escándaloilesítimo" de mor-los bosa explotación de senlimientos bajos, o de imprudencia riesgosa que daña sin derecho el orden público o los interesesde los terceTOS.

O Aparte, pues, de los mandatos de la propia conciencia, está la con. ciencia del pueblo, esa opinión pública cada día más inconteniblemente vigorosa a la que, por igual periodistas y funcionarios, debemos ab. soluto respeto,porque es, al fin y al cabo, el origen de los títulos y el motivo de nuestros afanes. O En este día, reitero, pública y solemnemente,que la libre manifes. tación de las ideas, en general y la

libertad de prensa y acceso de las fuentes de información, en particular, son conquistas de una larga lucha y merecen mi mayor respeto y entusiasmo; al mismo tiempo, reafirmo mi creencia de que sea dentro del propio periodismo en donde deban buscarse y encontrarselos medios para evitar que el ejercicio de esta noble profesión degenereo afecte los intereses de terceros, de los de la sociedado los de la patria entera. o Pensamos que las limitaciones a la libertad de expresión que nuestro código fundamental marca, deben partir esencialmentede la conciencia del propio periodista y de su valía moral; él sabe muy bien lo que invade la vida privada, lo que lesiona el justo orden público y lo que perjudica a la nación; él debe ser actor y juez en la aventura diaria de ií{ormar al pueblo. O La mejor fórmula consiste en que al gobierno sólo toque velar porque las libertades se mantengan; a los ciudadanos entender que no hav libertad que permita invadir la ajena, y al periodista educar con su ejemplo y servir con lealtad a la verdad y difundirla con celo, teniendo presentesu propia dignidad y el recuerdo de todos aquellos que la han honrado, en diario y a veces abnegado sacrificio. O Muy conveniente,además, será que en 1o interno de cada una de las publicacionesse aplique, en forma sistemática,un exigente sentido de autocrítica. También lo será la crítica que un periódico haga de otro. O Los periódicos o dicen todos lo mismo o, cuando difieren, se ignoran unos a los otros. Es ésta la no plausible realidad de los últimos años. I-a inercia de esa política que va tomando carta lesítima de naturalización y el vulgar-adagiopropalado en los medios periodísticos de que <<perro no come carne de perro>>han


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