Burdinjaun, un superhéroe ¿vasco? Joaquín Agreda, uno de los creadores originales de Burdinjaun rememora los orígenes del personaje 30 años después. Unos personajes que mantienen su vitalidad y su humor corrosivo, un soplo de aire fresco en estos tiempos de corrección política. Burdinjaun, el Señor del Hierro, fue un tebeo de superhéroes que se publicaba por entregas semanales en el periódico la Gaceta del Norte a finales de la década de 1980. Es decir, que por increíble que parezca, en los años ochenta el suplemento dominical de uno de los diarios de referencia en Euskadi dedicaba al cómic autóctono el 50% de sus páginas, incluyendo la portada de la publicación y un editorial con cartas de los lectores. Y encima iba de superhéroes. Éso no suele pasar a menudo. Burdinjaun era un superhéroe, como Spiderman o Batman, que luchaba por la justicia en un País Vasco del lejano (entonces) siglo XXI. Había sido pelotari y sindicalista, hasta que se entrometió con el poder y sufrió un atentado en los Altos Hornos de Aceleración de Partículas. Como consecuencia de ello, quedó transformado en un híbrido de carne y metal, literalmente en un hombre de hierro, de fuerza colosal y titánica invulnerabilidad. Unidas estas nuevas cualidades a su agilidad y puntería naturales, Burdinjaun se convirtió en un formidable enemigo para el crimen y los poderosos, armado con una cestapunta retráctil que lanzaba esferas metálicas. Producciones No eramos un grupo de dibujantes, todos de veintipocos años entonces, que hacía cómics y editaba fanzines. El núcleo editorial lo formábamos Biaffra, Alex de la Iglesia, Pedro Hilario Uruñuela y yo. También tuvimos como colaboradores a brillantes artistas como Rober Garay, Jon Mercero, Oscar Aibar, Iñigo Rotaetxe… Mientras se desarrollaba el
“No”, Javier Ruiz San Miguel, nos embarcó en el mundo de la prensa y la ilustración profesional. Uno de los primeros contratos que nos consiguió fue en La Gaceta Dominical, un suplemento del diario La Gaceta del Norte. En ésto, un error ferroviario llevó a algunos a la estación equivocada en Sestao y al descubrimiento de la cascada de metal incandescente de Altos Hornos… y a Burdinjaun. La idea de cada episodio la discutíamos entre todos, de manera muy general. Luego, como guionista, me encargaba de dar coherencia, dirección y drama a las escenas imaginadas. Después Pedro Uruñuela lo desglosaba en viñetas. Sus estupendos dibujos a lápiz eran vigorosamente entintados por Alex de la Iglesia y finalmente Biaffra se encargaba del delicado arte de la rotulación de diálogos y el dibujo de onomatopeyas. Las portadas a color solían ser de Alex o de Biaffra o de ambos a la vez. Los roles de esta línea de montaje podían intercambiarse de vez en cuando, no eran asignaciones totalmente rígidas. Y funcionó de maravilla. Este trabajo en grupo, ajeno a egos y con plena confianza de unos en otros, nos dio muchas satisfacciones. En aquella época alquilamos una oficina en el centro de Bilbao y nos demostramos que se podía pasar bien y ser muy profesionales. Entonces, en Septiembre de 1987, La Gaceta del Norte dejó de editarse para siempre. Y los miembros de “Producciones No” fueron dispersándose por el mundo, abandonando todos el trabajo en los tebeos. Burdinjaun quedó durante años en estado de hibernación. ¡Hasta su reaparición en El Balanzín! Ese “continuará” en la última viñeta es más un reto que un deseo. Menos aún un plan. Pero quedaron muchas cosas por contar, y un buen número de anotaciones y bocetos de lo que planeabamos hacer con el personaje se han conservado. A mí me encantaría que alguien me contase con dibujos todas las aventuras de Burdinjaun que quedaron sin narrar. ¿A ti no?
Más información: http://www.burdinjaun.es/ http://www.facebook.com/media/albums/?id=100002066428510 http://es.wikipedia.org/wiki/Burdinjaun http://torrecuervo.blogspot.com/2011/02/los-pelotas.html