PASAR REVISTA. Una vez que no hay nadie en el camerino, David repasa modelo por modelo, el planning de trabajo y revisa los looks que tiene fotografiados en un plantilla.
David Delfín tenía definido el estilismo de Missing: un moño bajo pulido, peinado con la raya en medio y el maquillaje homenajeando a la mujer de la década de los 40 con una base clara, dando un efecto de cara lavada, con los ojos casi sin color, solo con máscara de pestañas y los labios pintados de color rojo. Antes de que los vestidores ayudasen a las modelos con la prendas, en la sala de planchado la ropa pasaba el último toque, y un equipo de profesionales se encargaba de que quedaran impecables. Fotógrafos, coreógrafos y DJs pusieron
de cómo andar, gesticular y la idea que quiere transmitir el diseñador en su ropa. Un coreógrafo les indica los golpes de la música y paradas.
LOS ESTILISTAS REALIZAN OCHO ‘LOOKS’ DIARIOS PARA 18 MODELOS
FRONT ROW. Todo diseñador tiene sus famosos incondicionales y Delfín cuenta con toda una troupe: Alaska, Mario Vaquerizo y Bibiana, entre otros. Bimba, una de sus musas, abrió y cerró el desfile. 2 de marzo de 2013
LA COREOGRAFÍA. En cada salida, los modelos tienen las pautas
la guinda al pastel y enmascararon todo con un halo de glamour, que es lo que vende y lo que hace a ese mundo deseable e inaccesible. Sin embargo, nada más allá de la realidad, mucho trabajo para que luego quede todo en apenas un click.
KISSING ROOM. Fotos con amigos, risas y cócteles cambian la cara de Delfín, ya más relajado. Ahora queda el paso de comercializar la colección y, como una rueda, volver a pensar que la primavera-verano 2014 está a la vuelta de la esquina. ONMODA ❘ 19