Hospital General Centro Médico Nacional La Raza

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sarampión y otras, de manera que nuestros médicos realmente estaban muy tranquilos. Tomaron las cosas como son, se organizaron y coordinaron con Neumología, de manera que veíamos a los pacientes cuando ingresaban a ese Servicio para hacer ajustes del manejo, antibióticos, tomar muestras y cumplir con todas las precauciones.

epidemiológico, con la experiencia de toda esta gente, fue muy tranquilo para lo que uno esperaría que hubiera. Entonces nos dijimos: ‘abordemos el tema, pongámonos a revisar qué tenemos que hacer, cuál es el manejo, organicémonos para que se hagan las medidas de precaución, que no falte material’ y así fue como pudimos salir adelante.

“En nuestro caso sí hubo algunos pacientes que se complicaron. Venían de otros estados o ya habían estado en otros hospitales por mayor tiempo y la enfermedad había evolucionado de manera tal que, aunque les dimos tratamiento tenían algún factor condicional a que fallecieran. Pasaron a terapia intensiva porque venían en extremo graves y su fallecimiento era inminente desafortunadamente por la evolución del estado natural de la enfermedad; que estaba muy avanzada. Aún así la tasa de mortalidad estuvo muy baja para la cantidad de pacientes que vimos.

“En este momento hay dos patologías que epidemiológicamente deben recibir toda la atención: una es el dengue hemorrágico que por su temporalidad está afectando varios estados y se está viendo dengue hemorrágico en donde no se había visto, ciudades en donde no colindan ni siquiera con mar. Y la otra, por supuesto, es la influenza AH1N1.

“En los médicos, algunos de la gente más joven de pronto sí mostró algo de pánico pero nada fuera de lo aceptable. Lo que nos resulto inusitado a todos en el servicio es que recibíamos llamadas de otras partes para que los apoyáramos porque había gente que dudaba que la epidemia existiera, médicos de hospitales cercanos nos hablaban y preguntaban si realmente existía, aun teniendo pacientes ahí. Eso se dio por alguna información que alguien puso en Internet desacreditando y negando la epidemia. “Aprendimos mucho con esta epidemia. Nos dejó mucha capacitación y enseñanza de cómo debemos actuar en estos casos. Con la experiencia adquirida tenemos que estar preparados porque seguramente va a haber un rebrote, así ha sido en la historia. Después de tantos años de no haber tenido un evento de este tipo, con esa tasa de mortalidad tan baja, tenemos que mejorar todavía más y que las medidas permeen hacia otros lados, porque nosotros como el único Hospital de Infectología del Instituto, tenemos que regir a otros hospitales; apoyamos no solamente al interior sino a otros hospitales y clínicas. En lo personal me tocó ir a dar pláticas a otros hospitales grandes, delegacionales, donde había muchísimo personal médico, paramédico y no médico que tenía crisis de pánico. Se manejó la situación bien afortunadamente; sigue llegando uno que otro paciente porque la influenza llegó para quedarse y debemos acostumbrarnos a convivir con él; hay que estar capacitados y preparados para todo esto, los médicos de por sí llevamos a cabo medidas de protección universal en el Servicios, tanto para todos los pacientes como para el personal médico, de manera que en retrospectiva podemos decir que dentro de su gravedad el evento

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“Estas dos patologías deben estar en primer lugar ahora, de aquí a por lo menos al invierno, ahora que pase el tiempo de lluvias disminuirá el dengue, pero hay que estar esperando el rebote de la epidemia porque finalmente hay portadores que no presentan la enfermedad pero sí traen el virus. Estamos esperando a que llegue la vacuna y mientras tanto seguimos preparándonos porque seguramente va a ver un rebrote en el invierno. Ya que se tenga inicialmente el personal de salud debe estar vacunado, obviamente, porque somos los que vamos a atender y los que estuvimos durante la contingencia

prácticamente todo el día aquí. Simultáneamente se vacunará a los grupos vulnerables. Pero en tanto no se tenga la vacunación masiva, y aunque se tenga, hay que seguir con las medidas de protección ya conocidas, se van a evitar muchos problemas, ya tenemos la experiencia de que en la epidemia con esas medidas tan sencillas se cortó una diseminación mayor. Mucha gente ha caído en el exceso de confianza, que lo que pasó aquí ya se apagó, lo cual no es verdad. “Con las medidas preventivas, con los lavados, si está sano el individuo, que haga ejercicio, que coma bien, etcétera, va a tener mucho mejor mecanismo de defensa contra este tipo de padecimientos y en los grupos vulnerables, eso forzosamente debe hacerse y tienen que tener sus vacunas. Hablamos de la gente mayor, los que tienen un transplante, los que toman medicamentos inmunosupresores por alguna causa, los niños que están desprotegidos, las mujeres embarazadas y todos aquellos que vivan en lugares que impliquen un cierto grado de hacinamiento. Y los demás no bajar la guardia, que a la gente no se le olvide de las medidas de protección. Si incorporamos esto se va abatir muchísimo la probabilidad de más contagios”, finaliza.

Dr. Gustavo Barriga Angulo Jefe de Laboratorio

Por su parte, el Dr. Gustavo Barriga Angulo, Jefe del Laboratorio del Hospital de Infectología, comenta: “Durante muchos años hemos estado muy pendientes de lo que ahora se llaman infecciones emergentes, que cada día son más y más frecuentes. Durante muchos años se pensó que las enfermedades infecciosas eran un problema resuelto, que las vacunas, los antibióticos y las medidas preventivas iban a terminar, eran algo del pasado y había que olvidarlas. Experiencia en la epidemia de AH1N1 HGCMNLR IMSS


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