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La educación virtual y los niños

ENTREVISTA

Jhoana Benavides

Psicóloga clínica Universidad San Francisco de Quito

“Durante este proceso de educación virtual, los padres deben tener más paciencia de la que tenían antes y evitar disciplinar a sus hijos durante las actividades escolares”. Psic. Cl. Jhoana Benavides

El cambio en el sistema de educación que ha pasado de la presencia física en las aulas a la virtualidad desde el hogar modificó por completo el contexto de los niños, quienes estaban habituados a correr, trabajar con los maestros e interactuar con sus amigos. Esta nueva normalidad educativa conlleva cambios importantes en el proceso de socialización y adaptación al entorno que los padres deben conocer para poder ayudar a sus niños. Para entender sobre las afectaciones que ha implicado el cambio de la educación a la virtualidad revista Guía Farmacéutica conversó con Jhoana Benavides, psicóloga clínica, especialista en estimulación temprana, con amplia experiencia como maestra sombra, quien respondió varias inquietudes.

¿Cómo ha afectado social y emocionalmente la pandemia a los niños?

Esta pandemia sin duda ha efectuado a todo el mundo, no solo en el Ecuador. Los niños han sido los más afligidos porque les resultada difícil comprender porque no van a la escuela y dejan de ver a sus amigos. Este tipo de cambios presenta en los niños rabietas, insomnio, pesadillas, miedo; por lo cual, los adultos debemos apoyarlos, tener mucha paciencia e ir calmando las emociones que los pequeños estén atravesando y puedan adaptarlas con mejor respuesta a su vida.

El distanciamiento social se ha vuelto complejo para todos, ¿los niños se han adaptado a esta nueva dinámica social?

Los niños sin duda han sido nuestros grandes maestros, han logrado adaptarse más rápido que los adultos debido a que su responsabilidad más grande es estudiar y seguir las normas de convivencia; sin embargo, ya que los adultos estamos preocupados, estresado, ansiosos, etc., transmitimos todo lo que sentimos a nuestros niños, así ellos se tornan estresados y a veces de mal carácter.

¿Qué efecto ha tenido en los niños la educación considerando que muchos de ellos no tienen acceso a los medios que requiere el sistema virtual?

Evidentemente la educación se ha visto afectada ya que algunos niños, por no decir todos, sino tienen a alguien a su lado que los guíe no prestan atención y son los padres los que terminan explicando toda la clase del día; además, la pésima conexión a internet ha dificultado el aprendizaje; por ello, en estos dos años lectivos los niños solo alcanzarán el 50 % del conocimiento. Por otro lado, los que no cuentan con recursos tecnológicos son los menos favorecidos.

¿La educación virtual puede ser un retroceso en el desarrollo emocional, físico e intelectual de los niños?

Más que un retroceso, la educación virtual es algo nuevo para los niños. Representa un avance sí se adapta bien al ritmo de vida. Porque se podría tener más tiempo para realizar actividades extracurriculares. Se utilizaría el tiempo que toma levantar a los niños para que desayunen, llevarlos y recogerlos de la escuela en otras actividades productivas; claro que esto se puede lograr en las personas que cuentan con los recursos para una educación virtual, para quienes carecen de tecnología, en primer lugar el Estado debe garantizar la misma calidad y acceso de estudio a todos los niños. De esta forma pueden aprender, adaptarse y seguir avanzando.

¿Cómo se puede ayudar a los niños a adaptarse a la educación virtual?

Los padres deben tener más paciencia de la que tenían antes y evitar disciplinar a sus hijos durante actividades escolares, en especial, si los niños están acostumbrados a que los profesores usen un reforzamiento positivo y no regaños. Es importante seguir manteniendo las reglas del hogar, es decir, los niños pueden ver cierto tiempo la televisión, videojuegos, etc. Se puede incentivar a que realicen videollamadas con sus amigos para evitar que se sientan solos, así los niños tengan 4 años y sus conversaciones pudieran no tener sentido, de esta manera se refuerza la socialización.

Todo este contexto ha deprimido a los niños en esta época de pandemia ¿Cómo darnos cuenta y qué hacer?

Cuando un niño está deprimido nos damos cuenta con facilidad porque dejan de jugar, quieren estar solo durmiendo, no se alimentan bien, dejan de sentir hambre, no quieren obedecer o cambian su conducta, se los nota más tristes de lo habitual. Para ayudarlos podemos indagar qué es lo que ocurre, conversar con ellos, compartirles que como adultos también sentimos algo parecido y que la mejor forma de sobrellevarlo es hablarlo y buscar actividades que nos gusten y hacerlas en familia, esto permitirá sentirnos más unidos, comprendidos y esta es la mejor clave. Regalar afecto es gratis, por tanto, no olvidemos decirlo y demostrarlo.

¿Su recomendación particular para los padres y maestros?

No decaigan, las cosas siempre son para algo, así sea muy difícil hay que acoplarse y aprender todo lo nuevo que la vida nos presenta tanto a los padres, maestros y a cualquier persona. Todo el contexto de la pandemia ha resultado muy difícil, pero debemos mirar los hechos con la mejor actitud, quejarnos, estar tristes o de mal humor no ayudará a encontrar soluciones adaptables al medio en el que se vive.