¡Bienvenidos! estudiantes de primer semestre 2023-1

Diseño, diagramación y portada

Iniciamos el calendario académico del 2023 con nuevos estudiantes que, comienzan su camino hacia la profesionalización en Comunicación Social. En la universidad y el programa los recibimos con el mismo empeño y responsabilidad de formar de la mejor manera a quienes ejercerán en diferentes áreas con la seguridad de haber recibido la mejor calidad educativa.

En este número de la Revista conocerán un poco de aquellos jóvenes que esperan contribuir como diría Yolanda Ruíz a construir el periodismo que nos falta; ese serio, arriesgado, confiable y ético que piden los lectores.

Así mismo, en estas primeras semanas de encontrarnos en cada sede de la Universidad, continuamos, además con los estudiantes de cada semestre retomando las actividades que hemos planeado y desarrollado por años como elementos constitutivos de las asignaturas y que, muestran los componentes teórico prácticos hacia la comunidad universitaria en general. Una de ellas es nuestra Revista Ágora, que en los últimos semestres se ha fijado la meta de vincular en mayor medida a los jóvenes con talentos para la escritura, con buen desempeño en el trabajo de campo periodístico y aquellos amantes de la fotografía.

Como grata noticia, a esto se le suma la participación a partir del primer semestre académico del año, de los estudiantes que cursan sus asignaturas de redacción periodística I y II y Taller de Prensa I en la ampliación Cúcuta, para extender la cobertura informativa de la Revista hacia la capital nortesantandereana y todas sus historias por contar.

Adicionalmente, la edición 118 se ha orientado a exaltar el papel que cumplen las mujeres en nuestra sociedad desde su rol de madres, estudiantes y periodistas, acercándolos a ustedes al escenario en el que confluyen sus habilidades y responsabilidades.

Desde la Revista Ágora, estamos seguros que este año viene con nuevas metas para todos y seremos testigos de los logros alcanzados.

¿Es discriminada la mujer periodista en los medios?

wgomez@unipamplona.edu.co

GLOBAL

El periodismo, además de muchas otras profesiones, oficios y actividades en la vida, estuvo rodeado por buen tiempo de miradas excluyentes y patriarcales, lo que hizo que la llegada de las mujeres a las salas de redacción y a cargos de dirección en medios de comunicación no resultara nada fácil. En algunas partes el panorama pareciera no haber cambiado mucho.

De manera reciente la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, a instancias de la Comisión de Diversidad e Inclusión, creada al interior de dicho organismo en 2022, si bien reconoció que existen avances en esta materia, insiste en el hecho que “se deben seguir profundizando los esfuerzos para promover la diversidad en las áreas editoriales, directivas y gerenciales”.

Martha Ramos, quien preside la comisión y además es directora general editorial de la Organización Editorial Mexicana, destaca que “cuando hablamos de mujeres periodistas debemos alertar sobre el aumento de los cada vez más comunes ataques relacionados con estereotipos y roles o el acoso cibernético al que se ven sometidas", al advertir sobre los riesgos y realidades a las que están muchas veces sometidas.

El llamado de la Sociedad Interamericana de Prensa para hacer frente a aquellas condiciones que atentan contra la dignidad y el derecho a la vida de mujeres periodistas en distintos países del continente, tiene fundamento en las tensiones a las que cotidianamente estas quedan expuestas en cumplimiento de sus labores, dentro y fuera de las organizaciones mediáticas en las que ejercen sus funciones.

Redactado por: William Javier Gómez. Docente del programa.

La presencia de mujeres en programas de formación como comunicadoras sociales y periodistas, gana día a día mayor espacio. Foto: Fernando Villamizar.

El camino no es fácil

Y aunque la preocupación de la SIP es que sigan registrándose casos de discriminación contra la mujer en las salas de redacción, se enfatiza desde allí en la necesidad de promover agendas informativas donde la equidad y la perspectiva de género estén presentes.

Olga Lucía Cotamo, directora de noticias de RCN radio en Norte de Santander, recuerda que años atrás cuando iniciara su trabajo en medios de comunicación, “inicialmente sentí muchas barreras, muchos obstáculos”. Su recuerdo se traslada a Honda, Tolima, a donde tuvo que llegar para cumplir tareas de liderazgo periodístico, función asumida generalmente por hombres. “Era la primera vez que llegaba allí una mujer y creían que yo no era capaz de manejar un noticiero en medio de tantas dificultades en esa época, de los carteles del narcotráfico y otras violencias”.

“A media que fui afianzándome me empezaron a respetar (los colegas)”, agrega, al tiempo de recordar que su labor en esa ciudad le valió después ser tenida en cuenta para llegar a trabajar con la misma cadena de radio en su ciudad natal, Cúcuta, donde encontró el mismo factor “machista, pues la mayoría de periodistas eran hombres, muy pocas mujeres”, pero logró integrarse y aprender de todos.

El sexo en las profesiones

Para la directora del Premio de Periodismo La Bagatela, en Colombia, Patricia Giraldo, su consigna ha sido “nunca ponerles sexo a las profesiones y eso me ha ayudado muchísimo”, al hacer referencia a su experiencia de varios años en los medios de comunicación. “Lo que pasa es que hay el estereotipo que la mujer tarde o temprano se casa, tiene hijos, está en la casa, no puede salir, y el periodismo es una profesión exigente, como muchas”, dice.

Explica Giraldo que “la valoración que le den a cualquier profesional no depende de la profesión sino de la forma en que el profesional la asuma, la realice. Personalmente puedo decir que nunca he tenido ningún problema de discriminación o de censura en el cubrimiento de diferentes temas y fuentes de información. Creo que si hay una profesión donde la mujer ha podido penetrar bastante es en el periodismo y en la comunicación social”.

En salas de redacción y cuadros directivos de medios de comunicación el papel de la mujer debe ser cada vez más importante. Foto: William Javier Gómez

La sociedad debe valorar y proteger el ejercicio periodístico, reconociendo y estimulando la presencia de mujeres en medios de comunicación.

Foto: William Javier Gómez

Similar posición tiene Mary Stapper Vargas, directora de la revista digital Somos, quien afirma que “las mujeres humanizamos el periodismo, le dimos otra dimensión a la noticia y, más allá de buenos o malos salarios, nuestra misión siempre ha sido ser el vehículo de información correcta, no sesgada, para que la opinión pública se mantenga al día en el acontecer local, nacional o internacional”.

María Alejandra Vence, egresada del programa de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona y directora de Noticias de RCN radio en Valledupar, reconoce que, aunque “nunca me he sentido discriminada por ser mujer, en ciertas ocasiones existen limitaciones a la hora de investigar ciertos casos”, sobre todo judiciales, por la inseguridad que se presenta en algunas zonas de la capital del Cesar y donde el hacer reportería implicaría riesgos para su integridad personal.

Aunque los testimonios de las periodistas consultadas dan cuenta del espacio que siguen ganando las mujeres en los medios de información, para el caso colombiano, según un estudio a nivel internacional de la dependencia de las Naciones Unidas encargada de atender asuntos relacionados con la educación, la ciencia y la cultura, donde se incluye la comunicación y el periodismo, la UNESCO, en 2020 siete de cada diez periodistas fueron víctimas de violencia en línea.

En este marco el hondureño Jorge Canahuati, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, confía en que “el fin de la discriminación contra las mujeres, en particular de las mujeres periodistas, se alcanzará cuando seamos conscientes del conjunto de desafíos y cuya atención integral ha sido pospuesta durante demasiado tiempo. Sólo así, el gremio periodístico y los medios de comunicación podremos seguir cumpliendo con nuestra misión esencial: contribuir al bien común de las comunidades a las que servimos”.

Atrás quedó la nostalgia para darle paso a los sueños

andrea.duran@unipamplona.edu.co

EN LA ACADEMIA

Más de 50 abrazos de despedida entre padres e hijos ocurrieron en diferentes municipios a finales de febrero e inicios del mes de marzo, sin embargo, estas muestras de afecto no se dieron por razones negativas, sino por el contrario como el inicio de una nueva etapa de vida y el primer paso hacia el cumplimiento de un objetivo común.

Los en muchos casos- aún adolescentes empacaron entre varias maletas los bienes más preciados, su ropa, agendas, otros elementos con carga emocional y, de manera simbólica, los miedos, la nostalgia de dejar su hogar pero también la alegría de emprender hacia su proyecto universitario.

En el recorrido se encontraron con el paisaje que compone nuestro territorio nacional. La carretera cumplía paradójicamente una función doble y contraria; entre más avanzaban se alejaban de su casa, su familia, sus amigos, sus lugares preferidos y paralelamente, se acercaban a Pamplona, el hogar transitorio para estudiar.

Algunos de los más de 50 estudiantes de primer semestre 2023-1. Foto: Brandol Rugeles.

Con mariposas en el estómago divisaban las altas montañas de la ciudad y en su cabeza rondaban las preguntas más comunes: ¿Qué me espera?, ¿me adaptaré?, ¿me extrañarán?, entre otras cientas más. Una vez en el municipio, con los pies puestos en las calles y ya sintiendo el frío característico empezaron la vida universitaria.

El primer reto, fue ubicarse. Encontrar un lugar para vivir que, de alguna manera, los haga sentir seguros y en familia. El segundo -para algunos claro- adaptarse a un clima que oscila de día entre 9 y 12 grados y en las madrugadas pareciera bajar abruptamente hasta cero.

Redactado por: Andrea Duran Jaimes. Docente del programa.

Y así, se van sumando nuevos como aprender a administrar el dinero, resolver imprevistos, cocinar, encontrar cada salón; la lista va aumentando. Claramente en cada historia variarán los elementos que he estado mencionando porque como docentes, a medida que conocemos a nuestros estudiantes vamos escuchando de ellos los relatos de su vida y su llegada a nuestra Universidad.

Juan Totaitive, por ejemplo, se ha sentido un poco abrumado por la dinámica de una ciudad intermedia a comparación de la gran urbe que compone a Bogotá, su lugar de origen. “yo acá estoy solo, no tengo familia, pero con mis papás decidimos Pamplona por la economía. Al principio ‘me dio duro’ porque yo soy más de ciudad, pero me estoy acoplando a como es Pamplona”.

El estudiante agrega que “El viaje fue duro, porque transcurrieron 9 o 10 horas y nunca había viajado tanto tiempo en un bus y al llegar fue difícil encontrar lugar para vivir porque muchos estudiantes estaban en esa misma búsqueda”.

Otra historia nace en Chiscas, Boyacá, un municipio cercano a Tunja, ubicado en la provincia de Gutiérrez. Desde allí partió Claudia Fernanda Silva para formarse como comunicadora social de la Unipamplona.

Para Claudia el clima no ha sido inconveniente teniendo en cuenta que en Chiscas, gran parte de su extensión corresponde a páramo e incluso, una fracción de su territorio forma el Parque Nacional El Cocuy. Lo que sí ha representado un choque cultural corresponde a “allá la gente es más amable, se siente más el cariño de las personas. El comportamiento acá es diferente, por ejemplo, uno va a comprar algo y la gente es tosca, brusca”

De forma contraria, se ha encontrado en el espacio universitario con compañeros diferentes, que le han permitido un proceso de adaptación más cómodo, descubriendo también que la carrera elegida trasciende del aspecto que pensaba al llegar “yo creía que Comunicación Social era solamente llegar a presentar, pero no”.

De la misma manera, un gran porcentaje de quienes cursan en este momento su primer semestre empezaron el acercamiento a un nuevo contexto en el presente año, contrario a Enyerbert Jáuregui, quien arriba a la ciudad hace tiempo atrás cuando la crisis venezolana llevó a su papá a retornar con su familia pamplonesa.

Por supuesto, él siendo un niño todavía deja Venezuela siendo su proceso de adaptación más complejo y no solo a nivel de la experiencia universitaria, “al principio fue un poco difícil porque llegamos en los primeros años que se presentaba la migración venezolana acá en Colombia entonces había bastante xenofobia por lo que, llegué a tener dificultades en varios ámbitos y llegaba a conflictos solo por mi nacionalidad”.

Estos episodios, por fortuna no han hecho réplica para Enyerbert al interior de la Universidad lo que ha reforzado su interés por continuar estudiando comunicación “Escogí la carrera porque me gustan los distintos enfoques profesionales que tiene y no me ha costado como a otras personas adaptarse. El ámbito que elegí es el empresarial y me gustaría también ligarlo al aprendizaje de otros idiomas”.

Juan Sebastián Villegas es de Aguachica, Cesar y escogió Comunicación Social porque “yo pienso que me ha influenciado desde muy pequeñito y después de pensarlo mucho decidí estudiar algo que de verdad me gustara, así que elegí la Universidad de Pamplona y busqué que me aceptaran. A mí me gusta mucho el trabajo social, aprender la parte investigativa”.

Escucharlo transmite optimismo en medio de las situaciones de soledad e incertidumbre “es pesado dejar atrás todo, esas emociones, el contacto físico y empezar en un lugar diferente desde cero”, indica Juan. En estos días que van de semestre ha experimentado sentimientos fluctuantes y adicionalmente, el clima tan diferente de su lugar de origen le ha representado momentos de tensión.

Los relatos de los estudiantes nuevos nos hacen pensar en aquellos primeros años nuestros, cuando de igual forma, iniciamos los estudios universitarios y ahora en pleno ejercicio de la profesión apoyamos a otros para que logren también sus metas. Cabe destacar que, en medio de la dinámica de universidad, ocurren otro tipo de situaciones como la de Joan Sebastián Díaz, que, si bien buscó lugar en el programa de Psicología sin obtener cupo, ahora asegura le han despertado las ganas de obtener el título de comunicador. Díaz es procedente de Cravo Norte, Arauca. Como dato curioso es un municipio con medios de comunicación locales que han alcanzado seguidores como Cravo Norte Estéreo y Morichal Estéreo.

“Hasta el momento me ha gustado (Comunicación Social) porque nos ayuda a expresarnos, a ser más abiertos, a ver la vida con optimismo. Estoy pensando continuar en comunicación porque me está gustando”, menciona el estudiante.

Los nuevos estudiantes provienen de diferentes partes del país. Foto: Brandol Rugeles.

¿PARA QUÉ SIRVE LA POESÍA?

johanna.rozo@unipamplona.edu.co

EN CONTEXTO

En el Día Mundial de la Poesía que se conmemora cada año el 21 de marzo desde el año 1999 gracias a la declaración de la UNESCO que lo estableció en la Conferencia General en París, con el objetivo de “apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro”. Como se señala en la página oficial de la UNESCO. El programa de Comunicación Social ha querido unirse a esta celebración haciendo una reflexión sobre para que sirve leer y escribir poesía; sobre todo en esta era digital que todo resulta tan superfluo e inmediato. Tiempos que no están hechos para la contemplación del otro, de la vida, de los sentimientos y por trágico que nos parezca, son los tiempos del olvido de las palabras bellas.

En el programa de Comunicación Social a través de la materia de Taller de Lecto-Escritura y de la línea de redacción tratamos de entusiasmar a los estudiantes con la lectura, pero, sobre todo en primer semestre de lo que se trata es de despertar en los estudiantes la pasión por la palabra, la emoción de un buen texto y por supuesto abrir sus mentes a nuevas formas de expresión, a qué conozcan en otras formas de lenguaje su interior, a qué se cuestionen por las ideas y creencias propias y descubran que hay un mundo extenso y una posibilidad infinita a través del lenguaje poético. Queremos y sé que todos los profesores lo intentamos es que sientan un profundo respeto por la palabra que es la herramienta más importante que tendrán en el desarrollo de su carrera.

Además, conocer sus raíces es verdaderamente urgente, las personas poco a poco han olvidado a los grandes autores es por eso que este proceso se inicia con tres autores de Norte de Santander

cuyo legado va más allá de las tierras de Norte de Santander ellos son: Eduardo Cote Lamus nacido en Cúcuta y su eterna interrogación por la muerte: “Cada hombre lleva dentro una muerte madura/A veces pequeña y se la puede pintar/de verde”. Jorge Gaitán Durán poeta pamplonés y su visión de la vida como una lucha: “Yo no me rindo:/quiero vivir cada día en guerra, como si fuera el último. / Mi corazón batalla contra el mar”. Y Ofelia Villamizar: “"No moriré del todo. /Cuando pase al otro lado del espejo, /como un cable tendido en el abismo/se quedarán mis versos.".

Cada grieta en el cuerpo, una obra en la que se publicaron poemas de las docentes Johanna Rozo y Carolina Gómez.

Y en ese legado poético para celebrar el 21 de marzo es necesario reconocer los esfuerzos que gestores culturales y escritores del departamento han hecho para mantener vivo el legado de la poesía de Norte de Santander, Saúl Gómez ha editado a varios autores del departamento, pero quiero destacar a la antología “Toda piedra alguna vez fue una estrella”, un libro donde se publican 22 autores de diferentes épocas y con estilos muy variados. De este libro el escritor y periodista Isaías Romero Pacheco dice: “¿Dónde queda Norte de Santander? ¿Podrán encontrarlo en los poemas de estos autores, en su acento…? Y por otra parte se destaca el libro de: “Poesía reunida selección de poemas de Tirso Vélez” una reinvidación al trabajo de este poeta que trabajo

Redactado por: Johanna Marcela Rozo. Docente del programa.

Libro Toda piedra alguna vez fue una estrella. Foto: Johanna Rozo.

por la paz de su territorio y en el camino lo mataron, pero, de él nos queda sus sueños y su visión de vida a través de cada verso como en el poema: “Colombia un sueño de paz: Para que en los campos. el ladrar de los perros. en cualquier madrugada. no sea el rondar siniestro. de la muerte que vaga. sea el apretón de manos, sea la sonrisa cálida. del amigo que llega. y no fauce oscura. del fusil que amenaza”.

Pero, en esa deuda histórica de la poesía con las mujeres escritoras de Norte de Santander surge la Antología “Cada Grieta en el Cuerpo” donde el Taller de Escritura Rayuela y Épica Ediciones publican a 12 poetas de diferentes territorios del departamento, Pamplona. Cúcuta, Ocaña entre otras. De este libro la escritora Lilia Gutiérrez afirma: “Esta antología llega con el aroma hecho bálsamo en la noche que alcanza el alba para deslumbrar los espacios. Doce voces tan diferentes, como atractivas, conjugan su experiencia para brindar su filigrana. Cada una de ellas asume el pulso desde el silencio donde ha encontrado el aire propicio para su vuelo”.

Y sí todo lo anterior no resulta suficiente para responder a la pregunta para que sirve la poesía, solo me resta pedirles a los lectores que se atrevan a leer a los poetas y en el camino entenderán la profundidad de la respuesta.

¿Cómo recibe Pamplona a los estudiantes?

Redactado por: Viviana Esguerra Villamizar. Docente del programa.

lola.esguerra@unipamplona.edu.co

MIRADOR DE PAMPLONA

Uno de los muchos nombres que tiene Pamplona es el de “La ciudad universitaria” y es un calificativo muy cierto. La Universidad pública de Pamplona cuenta con cerca de 25 mil estudiantes, gran parte de ellos oriundos de diferentes zonas de Colombia, especialmente de la Costa Atlántica. Pero, ¿Cómo recibe Pamplona a los estudiantes?

La respuesta surge al revisar de qué manera este municipio satisface las necesidades básicas de los cientos de jóvenes que semestralmente a él arriban, con sus maletas cargadas de sueños, sus bolsillos casi siempre vacíos y las ganas de convertirse en profesionales.

Cuenta la historia que hace un par de décadas una cocinera oriunda de Barrancabermeja puso su negocio de pensión (habitación y alimentación) para estudiantes, ubicada en el barrio Américas y sin ningún recato a los pocos meses los estafó a todos, huyendo con las pertenencias de cada uno de ellos. Y que, cuando la denunciaron, ella llamó a varios de los afectados y les dijo que si seguían con la denuncia les iba a mandar a la guerrilla para que los ajusticiara.

La Universidad de Pamplona, el segundo hogar para los miles de estudiantes que semestralmente llegan a la Ciudad Mitrada con el deseo de convertirse en profesionales.

Fue entonces cuando, por cosas del destino, unos familiares llamaron a doña Maura a Valledupar, quien llegó a la Ciudad Mitrada con su marido y sus hijos y desde entonces deleita con su buena atención, sus buenas habitaciones y su deliciosa gastronomía. Así hay varios sitios en Pamplona, gracias a lo cual estudiantes pueden alimentarse de una manera económica y nutritiva.

No obstante, parece ser que, con el correr de los años, el tema de vivienda no ha sido tan afortunado como el de la alimentación, pues al preguntarle a varios alumnos del Programa Comunicación Social, asignatura Redacción Periodística II, quienes cursan tercer semestre, en este primer período académico de 2023, ¿Cómo recibe Pamplona a los estudiantes? nos dieron respuestas interesantes. Por ejemplo:

“Mi primer semestre me encontré con la posibilidad de arrendar un apartamento con conocidos y decidí encargarme de preparar mis alimentos, sin embargo, la distancia, los altos precios en servicios públicos y la convivencia con mis compañeros me hicieron buscar una habitación que trajera consigo las facilidades de tener derecho a la cocina y la facilidad de tener electrodomésticos como una nevera o lavadora…Luego vino un semestre en el que tuve que trastear varias veces. Este semestre tampoco fue fácil el tema de vivienda. Durante vacaciones comencé con la búsqueda por redes sociales de la habitación perfecta.

Con una amiga vimos un lugar para apartar que nos quedara fácil a las dos, pero por desgracia y por confiar en gente indeseable pasamos por la pena de una estafa que nos hizo perder dinero. Pero luego pude encontrar una habitación central con mi presupuesto exacto y de tamaño agradable, en donde no cuento con la facilidad de una nevera o lavadora, pero hasta el momento he logrado solventar esas necesidades gracias a buenos amigos. Los pocos días que he pasado acá me he sentido bien y espero que siga siendo así por mucho tiempo más y dejar de trastear y trastear”.

Al igual que Lina Sofía Barrera, Carlos Alberto Moreno, quien ha crecido en Pamplona, nos contestó al mismo interrogante:

“Unos amigos fueron estafados por delincuentes que publicaban supuestos arriendos de apartamentos que en realidad no existían, les solicitaban dinero a los estudiantes y después se perdían.

Por suerte esto fue denunciado en redes sociales, lo que evitó que más estudiantes cayeran, aunque fue demasiado tarde, pues faltaban dos semanas para iniciar semestre y varios estudiantes que creían tener ya a un sitio donde llegar, se encontraron sin nada. Pero lo que más observo en los estudiantes a la hora de llegar, es el desmoronamiento de la falsa idea de la vida buena, aquella idea de libertad a la hora de venir a la universidad: “uno es libre, seré feliz a cada rato, en una ciudad solo, sin cuchos que lo jodan a uno y con la capacidad de hacer lo que sea”. Si bien los estudiantes tienen acceso a esa libertad anhelada, el resultado no es lo esperado, algunos caen en vicios como el alcohol, las drogas, el cigarrillo y todo ¿para qué? Para evitar sentir lo que nunca les dijeron que sentirían, la soledad… Pamplona recibe a los estudiantes como un arma de doble filo, los recibe con su cercanía de todo con todo, su gran universidad y su acogedor clima, pero también con la fría soledad de no tener a los familiares cerca y con el acceso a los vicios a la vuelta de la esquina, disponibles a todo mundo”.

Por su parte, Sergio Rojas enfatiza: “Pamplona recibe a todo mundo con alojamiento y clima variado, pero no hay trabajo para estudiantes y no se consigue por ser una ciudad pequeña”.

De igual modo, Natalia Uribe comenta: “Al principio fue complicado poder acostumbrarme a este frío que me invadía e invadía los objetos de mi habitación dejándolos helados…finalmente logré controlarlo y adaptarme, hasta terminar amándolo cuando vi su peculiar neblina espesa y blanca que tapaba todo a su paso, tan densa que

parecía de fantasía… hay variedad de restaurantes con buena alimentación y atención, los vendedores callejeros desde muy temprano preparan y llevan en sus populares carritos, café con leche, tinto, aromáticas de varios sabores, chocolate caliente y todas las chucherías que se pueda uno imaginar”.

Así mismo, David Santiago Barrera dice: “Aunque Pamplona se encuentra tan lejos de ciertos departamentos en los que muchos estudiantes viven, como por ejemplo el mío que es Casanare, es la ciudad que brinda la oportunidad para que cantidad de personas tengan educación… Puede no importar lo friolenta que es, importa más que cobija a sus estudiantes brindándoles espacios gratos como los tanques, una salida a comer en buenos restaurantes de la calle real o el compartir en la plazuela. Siempre son ambientes llenos de estudiantes y allí vemos que no somos los únicos luchando por un mismo sueño, sino que cada vez somos más los que queremos salir adelante, sin importarnos la distancia, o no dejándonos ganar muchas veces por el sentimiento de soledad que hace que perdamos el hilo conductor del sueño que anhelamos”.

Por su parte, Adriana Arias dice: “Pamplona recibió a los estudiantes con un clima frio y lluvias, también los arriendos han subido bastante, en lo personal yo vengo de un clima cálido y me estoy volviendo a adaptar al clima de acá, encontrar habitaciones ha sido un poco complicado ya que hay muchas que están lejos, son pequeñas y caras. También han subido las mensualidades de los restaurantes, muchas veces no brindan un buen servicio o dan comidas recalentadas del día anterior. En Pamplona llegan muchos estudiantes cada semestre y eso ayuda en la economía del municipio, también tenemos que destacar que hay gente amable”.

Yessica Pulido enfatiza: “Llegué un 4 de marzo de 2023 a Pamplona, proveniente de Granada, Meta, cargada de 4 maletas llenas de sueños y esperanzas, era un día lluvioso y nostálgico pues había dejado a mi familia 22 horas atrás. Me encontré con un apartamento sucio y solitario, me senté a llorar, no hacía nada más que secar mis lágrimas y decirme a mí misma ¡Yo puedo, yo siempre pude y siempre podré! Me esperaba una cocina mal oliente, pues había quedado sola durante casi 3 meses, no hacía nada más que organizar y organizar, fueron 4 días en los que comí en diferentes restaurantes que acostumbraba a ir y no me sorprendió ver los precios más altos, tenía claro que en todo lado habían aumentado los costos y que era de esperarse que en Pamplona también; por ser la ciudad estudiantil, donde los comerciantes y dueños de apartamentos creen que los estudiantes vienen llenos de plata. Esa es la cruel realidad de esta ciudad”.

Finalmente Cesar García comenta: “Por un lado tuve que buscar una nueva habitación para vivir en consecuencia de que me habían dicho que no podría seguir viviendo en la habitación donde me encontraba. Cabe aclarar que el flujo de estudiantes que buscan habitaciones o arriendos a inicio de año, es una marea grande en la que si uno no se apura a encontrar un sitio, puede llegar a ser víctima de habitaciones en las que cabe exclusivamente una cama sencilla y una persona de pie; y por el otro lado me reencontraba con mis amigos, personas que he llegado a considerar familia por la cantidad de cosas que hemos compartido estando lejos de nuestras familias y aprendiendo el uno del otro, lo que dejó en mi bienvenida a Pamplona sensaciones tanto buenas como malas pero al fin estoy aquí”.

Y así han transcurrido 63 años, los mismos que tiene la Unipamplona, a veces con sabores agridulces para los estudiantes de fuera de la ciudad mitrada. Estas han sido las historias de vida de gran parte de los más de 1600 egresados del Programa Comunicación Social, en sus 23 años de existencia. Lo más importante: los alumnos no se dejan afectar por los inconvenientes presentados, han superado las crisis y las han convertido en oportunidades, nutridos con la ilusión de convertirse en profesionales de la comunicación.

Desde la asignatura Taller de Prensa I y a partir de un ejercicio académico en el que los estudiantes analizaron el artículo ¿Y usted qué periodismo ayuda a construir?, escrito por la periodista colombiana Yolanda Ruíz, presentamos algunas de las respuestas de nuestros futuros profesionales. Esto, como parte de una serie de publicaciones en la Revista para comprender cómo ven una de las áreas por las que se están formando.

Respuestas al interrogante fundamento de la comunicación

adriana.vargas27@unipamplona.edu.co

PUNTOS DE VISTA

Fundamentalmente es importante reconocer que el periodismo es una actividad que nos compete a todos, es el principal canal con el que nos expresamos como sociedad, conlleva información y hechos que nos ocurren a nosotros mismos y con base a eso terminamos en proximidad a la justicia y veracidad, sin embargo, no muchas personas comprenden este término, un buen periodismo no solo es mostrarse en los medios de comunicación, en la televisión, entonar tu voz en la radio, o simplemente escribir para un periódico.

Sin embargo, canales como estos ayudan a que el proceso y la información sea un poco más difusa. Una vez escuche que “el conocimiento es la base de la libertad, una sociedad no puede ser libre si no conoce la realidad en la que vive” y es en ese preciso momento cuando nos convertimos en personas críticas, que ponemos en tela de juicio los acontecimientos de la comunidad, que según mi perspectiva es algo público que nos relaciona a todos.

Entonces, puedo resumir que, para hacer un buen periodismo, debo estar completamente enterada del tema para así dar a conocer la información con veracidad y objetividad buscando la verdad que de alguna manera injusta se quiere ocultar, sin olvidar nuestra ética y moral al momento de manejar la información.

En la actualidad la manipulación y alteración de la palabra y acontecimientos que suceden se han vuelto marketing para el beneficio de cierta cantidad de personas (por no decir que es menos del 10% de la actual población).

Ya para finalizar, personalmente quiero construir un periodismo crítico que remueva el pensamiento de la sociedad, que impacte, que busque incomodar lo que ciertas personas quieren escuchar y sobre todo llevar a la luz las injusticias que por beneficios de pocos paga la mayoría, son palabras bonitas que al estar en el trascurso de una carrera como lo es comunicación social son el motor de cualquier estudiante, o bueno, por lo menos el mío.

Redactado por:Adriana Isabel Vargas Tamara Estudiante del programa.

El buen periodismo sienta las bases para la difusión de la verdad

jessica.suarez4@unipamplona.edu.co

Es demasiado fácil caer en el sensacionalismo hoy en día; creo que es un mal hábito que se adopta con el tiempo, sin embargo, no se debe perder el lado humano que nos diferencia precisamente de las máquinas que ganan terreno a pasos agigantados. Es este factor lo que determina si se hace o no un buen periodismo, lograr entender el contexto colombiano puede ayudar a divisar el nuevo rumbo que se debe tomar al momento de publicar algún tipo de noticia.

Resulta fundamental establecer el poder de las palabras, comprender el impacto que tienen, más en los medios de difusión masiva. Ese puede ser el punto de partida para establecer realmente qué tipo de periodismo está en construcción. La información puede ser un arma de doble filo, puede afectar de manera significativa a una persona, un ente, una organización.

Puede resultar un poco utópico creer que el buen periodismo puede superar en impacto al periodismo de sensación, ese que nos acostumbramos a ver en cada esquina, en cada

cafetería, el periodismo que acompaña el primer café del día, aquel que se cuenta en el transporte público, el mismo que genera “debates”, muchas veces se opina de las noticias allí presentadas, ignorando por completo quien pudo ser la víctima y cómo puede que este afrontando el estar en el ojo público.

Ese es uno de los principales problemas, este tipo de notas crean morbo que con el paso del tiempo normalizan las problemáticas, generan en el espectador una naturalidad al escuchar un atroz crimen o una nueva desaparición u otro proceso abierto por corrupción en un país que se desangra por la violencia, se vuelve común despertar con la muerte en primera plana.

crimen o una nueva desaparición u otro proceso abierto por corrupción en un país que se desangra por la violencia, se vuelve común despertar con la muerte en primera plana.

Redactado por:Jessica Lorena Suárez Estudiante del programa.

Periodismo: quien peca y reza ¿empata?

andres.santos2@unipamplona.edu.co

La RAE en su basta sapiencia nos expone el concepto de verdad como la “Conformidad de lo que se dice con lo que siente o se piensa” y en la teoría, se los aseguro, todo siempre va sonar bien, cuentos de hadas. Sin embargo, la vida real, la práctica nunca es como se planea y lo que juras tener en la mano al día siguiente ya no existe, ya se fue al rincón oscuro del olvido y no me refiero a otra cosa más que no sea el periodismo y su inevitable perversión.

No me malentiendan, no estoy satanizando la profesión o tachándola como lo peor que el ser humano pudo imaginar, lo que ocurre, es que siempre cada periodista como si estuviera corriendo por su sangre desde el primer momento de la vida busca la verdad, lo correcto, lo que todos deberían saber, pero, sí, un día llega ese “pero” que los obliga a torcer el camino y transformar la verdad en una insípida mentira malbaratada que acerca sus bolsillos a la gloria eterna y aleja cada vez más sus sueños de encontrar un cambio.

Y ocurre, que el periodismo es otra cosa y siempre lo traicionan, una falta típica del ser humano. Aunque, algunos afortunadamente no abandonan su espíritu de lucha y no dejan de buscar la redención, darle la vuelta a la tortilla y volver a creer, a soñar y confiar en un mundo donde las verdades lleguen a la última casa ubicada en la punta de aquella montaña hasta a cada uno de nuestros celulares. Si me preguntan, yo creo en ese periodismo, yo añoro ese mundo y sé que nadie me lo va a brindar, hay que salir por ello y transformarlo en una realidad.

El periodismo del siglo XXI se encuentra en el momento adecuado para renacer, es una misión que en ocasiones se queda en ilusiones, pero la vida nos ha demostrado que hasta lo más imposible un día puede cobrar sentido. Es una tarea que todos los periodistas y los que están en proceso deben alcanzar y seguir con rectitud y confianza, para asimilar que la verdad ha vuelto a ser el pago adecuado, pues, por el momento, el periodismo que quiero ayudar a construir aun no encuentra ni sus cimientos.

Redactado por:Eduardo Santos Jaimes. Estudiante del programa.

¿Qué periodismo ayudo a construir?

maría.argote@unipamplona.edu.co

Actualmente como estudiante de Comunicación

Social y futura profesional, considero que para ser un buen periodista primero hay que ser buena persona, empático, sincero, responsable y crítico.

Por medio de mi formación académica y el aprendizaje que adquiero de ella, he conocido más la labor de un verdadero periodista y es que este trabajo requiere una persona apasionada por la verdad, que sea autocrítico y tenga un objetivo por el cual realizar periodismo; poseer una inquebrantable ética y proporcionar información precisa y confiable a los espectadores.

Me gustaría llegar a construir un periodismo que sea transparente, sin dañar a nadie ni recurrir a la mentira, al contario, ser realista y basarme en la verdad. Ejercer esta profesión con valores.

Por otra parte, por medio de conocimientos tecnológicos en los medios digitales contribuir a su buen uso y a la información que se produce en la actualidad. Utilizar las redes sociales como herramientas para informar.

Un factor muy importante es la valentía. Esta cualidad es muy importante ya que debemos aprender a hacer las preguntas difíciles y tratar temas incómodos. Nuestros sentimientos personales los debemos dejar a un lado para llegar a la verdad.

Por medio de esta profesión podríamos influir en grandes cambios sociales, contribuyendo a sí a una mejor sociedad, donde las problemáticas sociales sean más visibilizadas y así buscar una posible solución.

Redactado por:María José Argote. Estudiante del programa.

Como comunicadores sociales en formación siempre hemos estado ligados a lo que nuestros docentes nos enseñan. Aun así, es importante tener nuestro argumento o criterio sobre qué periodismo queremos construir.

Para ser honesta, en algunas ocasiones he caído en la red de la desinformación, he consumido periodismo que no nos aporta nada en nuestro aprendizaje y como todos me he sentido mal por ser una más del consumismo.

El periodismo que proyectamos EL BUEN PERIODISMO

Soy partícipe de que somos voz de las personas que no pueden hablar, pero ¿cómo puedo llegar ahí?, ser honesta y siempre ir más allá de lo que sucede en el país. Si algo me gusta es poder ayudar a la comunidad y que mejor manera de hacerlo que desde el periodismo. Me he encontrado con personas que en algún momento me limitaron sobre cómo debería pensar y qué era lo correcto, pero desde el punto de vista de ellos, ¿y el mío cuál es?

Diría que poco a poco me he dado cuenta de qué tan importante somos para la sociedad y no caer en la tentación de la “popularidad”. Como estudiante quiero aprender lo suficiente para hacer un buen periodismo y ser empática con la sociedad.

Desde mi postura como estudiante y según mi pensar, el buen periodismo se basa en tener ciertos valores y ejercerlos a la hora de poder comunicar. Nosotros los periodistas tenemos un papel fundamental en la sociedad, el cómo se da la información y qué métodos se usan para ello.

El periodismo que siempre he querido construir es uno basado en la veracidad y en honestidad, sabiendo dar una información correcta. Todos tienen derecho a comunicar, es cierto, pero nosotros tenemos la obligación de hacerlo correctamente y de brindar fiabilidad y objetividad que la sociedad espera.

Redactado por: Silvia Toscano. Estudiante del programa.

silvia.toscano@unipamplona.edu.co

Redactado por: Brandon Porras Estudiante del programa. brandon.porras@unipamplona.edu.co

DE LA PRÁCTICA

A LA ACADEMIA

brandol.rugeles@unipamplona.edu.co

CONOCE A NUESTROS EGRESADOS

Un espejo en la ciudad de Barrancabermeja, Santander, fue testigo durante dos días de la ardua preparación de Lina Marcela Merlano Marín para ganar el casting de presentadora que ofrecía un noticiero local. Ella era una adolescente de 16 años a la que un periodista se le acercó y le dijo que podría ser conductora del noticiero de la ciudad, como cual profecía, la joven que cursaba décimo grado de bachillerato logró obtener su primera oportunidad de trabajo en un medio informativo.

La hora cero se aproximaba a dos días de haber ganado aquel gran reto; Lina debutaría en la emisión de noticias de las 6: 00 p.m. Familiares y allegados de la joven encendían sus televisores tecleando los botones del aparato electrónico en busca del canal local para admirar a la joven proeza de las noticias. Su primer corte inicia con unas cuantas caídas, como un pequeño al explorar ese mundo inexplorado para él, sin embargo, con cada paso se tomó la confianza suficiente para sacar su primera intervención noticiosa frente a las cámaras con un total éxito.

A raíz del fogueo periodístico en el medio informativo, se interesó por estudiar Comunicación Social, sin embargo, los recursos económicos fueron su mayor limitante para ingresar a una universidad privada, aunque el destino ya le tenía preparado el camino hacia un municipio muy diferente al lugar que la vio crecer; la eterna ciudad de la neblina en el nororiente colombiano se encargaría de verla formar como profesional.

Redactado por: Brandol Rugeles. estudiante TCU.

Lina Marcela Merlano Marín, egresada del año 2007. Foto/cortesía.

En el año 2001 llegó a Pamplona con la maleta repleta de sueños a un programa que recién abría sus puertas en el campo del periodismo. Su labor como presentadora de noticias siguió en la ciudad de Pamplona en el medio pamplonés RTP mientras intercalaba sus estudios con este. Durante cuatro años adquirió los conocimientos necesarios, pero a su carrera como comunicadora social le faltaba el último paso, la práctica profesional externa y la capital del país se preparaba para recibir a Lina en el año 2006, para situar esa última ficha que le faltaba al rompecabezas en su formación profesional, el medio informativo El Tiempo se encargaría de finiquitar aquel proceso durante todo un año, finalizado este lapso, en febrero de 2007, la joven comunicadora alcanzaría la cima de sus estudios de educación superior.

En el año 2007 regresó a Barrancabermeja, donde dio sus primeros pasos, pero esta vez llegó con su título profesional a ejercer desde lo aprendido en la academia. No obstante, allí solo trabajó por un año; en el 2008 se vinculó a la Alcaldía local, donde trabajó como periodista en el departamento de comunicación.

Retorna a la capital del país donde labora entre el 2009 y finales del 2018. En este tiempo ejerció el papel de comunicadora en diferentes instituciones como la Alcaldía de Engativá, la Secretaría de Educación de Bogotá, trabajando en un proyecto de sensibilización del cuidado de lo público en todos los colegios de la ciudad y por último en la Corte Constitucional de Colombia desde la oficina de prensa. Al mismo tiempo que trabaja en estos lugares realizó una especialización en Comunicación Educativa en la Universidad Minuto de Dios y una maestría en Planeación para el Desarrollo en la Universidad Santo Tomás.

La perseverancia y el buen trabajo la llevaron a escalar en el competitivo campo de las comunicaciones, sin embargo, su sueño de alcanzar la cima no se iba a detener en este punto, la palabra conformismo no estaba en sus pensamientos, para el año 2018 se postuló a las convocatorias para las vacantes de las diferentes corporaciones autónomas regionales, aplicó para la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, logrando obtener el premio por meritocracia como carrera administrativa, manejando las comunicaciones, externas, internas e interinstitucionales hasta la fecha.

Su carrera como Comunicadora Social ha sido reconocida en diferentes lugares de Colombia, tanto así, que en su ciudad de crianza se le otorgó el premio Pluma de Oro por la Asociación de Periodistas en reconocimiento a su labor en el campo de la comunicación, además ha participado en ponencias en la ciudad de Quito, Ecuador, desarrolladas por CODENPE (Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador) y estuvo como invitada especial para dar una conferencia a los periodistas de la ciudad de Barrancabermeja sobre comunicación educativa. Cada uno de estos logros ha aportado a su crecimiento profesional el campo periodístico, ratificando su entrega y dedicación en todos los ámbitos de su vida.

Lina maneja las comunicaciones de la CARDER, institución en la que fue nombrada por concurso de méritos. Foto/cortesía.

La Comunicadora Social barranqueña ha laborado en diferentes áreas. Foto/cortesía.

Julieth Cano: Entre historias y recuerdos

Julieth Cano, reconocida periodista nortesantandereana.

Ella se conoce el territorio de Norte de Santander, como la palma de su mano, la misma que le ha permitido cargar el micrófono del Canal Caracol para contar historias cargadas con sentido humano, unas agradables, otras no tanto. Pero siempre pendiente de todos los detalles que suceden por estos lados de la frontera.

Julieth Cano hace parte de esos líderes para la construcción de un nuevo país, pues hace 10 años recibió su título de Comunicadora Social- Periodista, por parte de la Universidad de Pamplona. Sus inicios se remontan a la sala de redacción de un periódico en Yopal (Casanare), posteriormente realizó documentales e informes especiales, en la zona de El Catatumbo y en la Frontera, posteriormente la recibieron las cámaras del Canal TRO, entre otros canales regionales.

Redactado por: Estudiantes ampliación Cúcuta.

Foto/cortesía.

Su trabajo le permitió destacarse como una de las mejores periodistas de la región. Orgullosa de su recorrido, en medios regionales y nacionales, seis de ellos en el CanalCaracol y en la cadena BluRadio.

Descansa solo un día a la semana, tiene su agenda cargada de noticias, pero se siente orgullosa de llevar historias diversas a las audiencias. “La experiencia en medios nacionales es muy gratificante. Hay mucha responsabilidad porque me dirijo a una gran audiencia. No hay espacio para los errores. Pero es muy gratificante trabajar en BluRadio y Caracol Televisión”.

Se siente orgullosa de ser egresada del programa de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona. En el estudio de televisión y en las clases, descubrió que lo suyo era estar frente a las cámaras, hablando con una fluidez increíble y un tono de voz que atrapa y genera confianza y credibilidad.

Recuerda que su profesor de televisión le dijo que ella tenía que estar en televisión, a pesar que le gustaba la prensa escrita. Y se siente orgullosa al recordar que “Ahí descubrí que era buena”. De igual manera recuerda a uno de sus profesores de prensa, de quien guarda buenos recuerdos.

Día a día tiene en cuenta las enseñanzas y aprendizajes de sus docentes y las aplica todos los días en su ejercicio profesional.

Fotografías:

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Fotomontaje de:

Rafael Santos

Estudiante del programa

Fotomontaje de: Estudiante del programa

Maria Camila Cantillo

Fotomontaje de:

Tania Estupiñan

Estudiante del programa

Fotomontaje de:

Stefani Herrera

Estudiante del programa

Fotomontaje de:

Diana Galvis

Estudiante del programa

Fotomontaje de:

Maria José Argote

Estudiante del programa

Reinoso

el profe que hace clic con los estudiantes

Redactado por: Estudiantes ampliación Cúcuta.

Actualmente se desempeña como docente y coordinador del programa de Comunicación Social, ampliación Cúcuta.

Perfectamente puede confundirse con alguno de los estudiantes de la Universidad de Pamplona, específicamente del programa de Comunicación Social. Orgulloso de sus raíces, así como de su Alma Máter, a él se le ve todos los días recorriendo los pasillos y salones del Edificio de la Ampliación Cúcuta, verificando que todo esté en orden.

Para él, su familia, es la razón de ser. Su “Negrita”, como llama cariñosamente a su esposa y sus “Chiquis”, son el motor que le permiten levantarse todos los días a enfrentar los retos que demanda la Coordinación del Programa de Comunicación Social. Sabe que lo hace bien, pues se siente orgulloso de contar con un equipo de trabajo bastante fortalecido, no solo en Cúcuta, también en Pamplona.

Recuerda sus pasos por la Universidad, se formó como Comunicador Social en la sede de Villa del Rosario, siempre fue buen estudiante, y eso lo réplica constantemente a las nuevas generaciones en las asignaturas a su cargo, en especial las relacionadas con la producción audiovisual. No pertenece a la generación de los Millennials, aunque así parezca. Constantemente le comenta a sus profes y amigos acerca de aplicaciones y herramientas móviles con contenidos relacionados con su área de experiencia. Es motivador e inspirador.

Una de sus pasiones, la buena música y pasa de un ritmo a otro, como pasar las páginas de un libro. El mismo, que sueña con publicar algún día. Y seguro que lo logrará, porque disfruta leer y escribir.

Es uno de esos personajes que no se queda quieto, porque además de ser un orgulloso padre, esposo e hijo, y de impartir clases día a día, está a punto de ponerle punto final a su tesis de Maestría en Comunicación, Cultura y Frontera.

Su experiencia de más de diez años no solo en el área de la comunicación y el periodismo, también pasa por entidades del sector público y privado, especialmente en e ámbito cultural. Sus estudiantes lo definen como un “vacan”, y le tienen una confianza admirable, porque él así se los ha demostrado.

Jhon Manuel Reinoso Peñaranda. Foto/cortesía.

Cuando hay sueños no hay obstáculo grande

brandol.rugeles@unipamplona.edu.co

TALENTO COMSOCIAL

Liliana Andrea Rolón Gauta, es estudiante de sexto semestre del programa de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona, sin embargo, ella no tiene solo la responsabilidad de cumplir con sus obligaciones académicas sino que, a esto se le suma el cuidado de su pequeño de 11 años y también las labores propias de su emprendimiento, que consiste en la elaboración de detalles sorpresa “Dalisha”, siendo este precisamente su soporte monetario.

Su despertador empieza a resonar siendo las 5:00 a.m. alertando a la joven que es hora de empezar un nuevo día, prepara el desayuno de su hijo para llevarlo al colegio, luego de haber cumplido con esta tarea regresa a su hogar para empezar a organizar los pedidos realizados por sus clientes con anterioridad. En su moto se apresura a recorrer las calles de la ciudad de Pamplona, llegando a los lugares que debe acudir para alegrar las mañanas de cada persona que recibe su trabajo.

Redactado por: Brandol Rugeles. Estudiante TCU.

En paralelo, las horas de clase no dan tregua, Andrea debe terminar con sus obligaciones del trabajo para acudir a cada clase a la que tiene que asistir en las horas de la mañana. El reloj indica las 12:00 del mediodía y la joven universitaria debe regresar a su casa para preparar los alimentos de su hijo.

La tarde empieza con nuevos pedidos en su celular, chats que debe responder porque son de vital importancia para su sostenibilidad; cada pedido debe ser muy bien agendado para cumplir al 100% en el siguiente día. La jornada académica de la tarde inicia y Andrea debe dejar a su hijo en casa para dedicarse de lleno a sus clases que no cesan, al salir de ellas la joven va en busca de todos los implementos que debe usar para dejar la noche anterior preparado cada detalle y no presentar retrasos a la mañana siguiente con sus entregas.

Liliana Andrea Rolón Gauta, es un claro ejemplo acerca de la organización del tiempo y los deberes, este es de vital importancia para tener el control de cada uno de los quehaceres muy bien distribuido en la vida cotidiana de una persona, gracias a su entrega y dedicación Andrea ha cumplido con los compromisos universitarios sin haber cancelado alguna materia y encontrándose hasta la fecha en línea en el programa de Comunicación Social e incluso con algunas materias de semestre superiores adelantadas.

Liliana Andrea Rolón Gauta, estudiante de sexto semestre. Foto/cortesía.

RayaRayando

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