Cádiz Libertaria Nº61 Julio-Agosto

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EL CENSO ROJO, IBM Y EL HOLOCAUSTO El general alemán Wilhelm von Faupel, héroe de la I Guerra Mundial, (1914-1918) y difusor de la ideología nazi en los países latinoamericanos desde su puesto de director en el Instituto Iberoamericano (1934), fue embajador del III Reich ante la España llamada Nacional, entre marzo de 1937 y septiembre de 1937. Con la colaboración de especialistas alemanes en prensa y propaganda, creará el Departamento de Prensa de la embajada y establecerá una importante red propagandística de la que saldrían títulos como La eterna cuestión judía, síntesis antisemita adaptada a la realidad española. Además, colaboró en elaborar el mayor archivo para la represión creado nunca en España, un Censo Rojo que posibilitó que existiera una "nación fichada". Toda la masa documental incautada, tanto de archivo como de biblioteca y hemeroteca, serviría para la elaboración de un gran fichero, en torno a las tres millones de fichas, en el que se fueron reflejando una serie de datos sobre personas desafectas al régimen franquista, esto es: personas relacionadas con partidos republicanos, organizaciones sindicales, ateneos libertarios, hijos de republicanos refugiados en otros países, intelectuales antifascistas, escritores, libertarios, enfermeras republicanas, personas que han dado un donativo al Socorro Rojo Internacional, personal integrante de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de la República, sindicalistas, miembros de la masonería, rosacruces, maestros, miembros de las Brigadas Internacionales… Un espectacular mapa de rojos, limitado por los males de la masonería y el comunismo internacional. Sin hacer distinción de sexo o edad, los datos de hombres, mujeres y niños van a dar forma al siniestro fichero. La creación del nuevo régimen y el modelo político social que implantó pasaba por la eliminación del contrario, y para ello nada mejor que su identificación en un censo de rojos, para realizar la consecuente represión. Prisión, juicios sumarísimos, ejecuciones… y a los que sobrevivieron físicamente, se les aplicó el estigma de rojo, extensivo a padres, hijos y cónyuges, a modo de estrella invisible cosida a la solapa. ¿Qué interés había en realizar unas fichas sobre niños evacuados que partieron de Santander rumbo a Francia?, ¿Perseguían realizar un censo similar al realizado en la Alemania nazi sobre los judíos? Identificación, filiación y finalmente localización para la represión. La finalidad visible administrativamente

EL CENSO ROJO, IBM Y EL HOLOCAUSTO (continuación) de este fichero era la de informar a otros organismos represivos de la dictadura franquista facilitando los antecedentes político-sociales mediante un sistema de identificación, obtención y registro de datos sobre personas a modo de ficha perforada, donde cada organismo u oficina de represión en coordinación transversal, puesto en contacto con los otros, obtendría una información esencial para sus competencias represivas. Al igual que a los judíos, a los rojos se les negó cualquier derecho civil. De la misma manera que a los judíos que huían del nazismo les incautaban sus bienes (recordemos la oficina de emigración que Eichmann creó en Austria en 1938), a los rojos se les incautaban los suyos, así lo manda el artículo 3º de la Ley de Responsabilidades Políticas (9 de febrero de 1939), o el temprano Decreto nº 108 de la Junta de Defensa Nacional, sobre la ilegalización de los partidos del Frente Popular y la incautación de bienes (13 de septiembre de 1936). Los juicios que se llevaban a cabo se basaban en delitos acorde a las leyes de la dictadura, por lo que la burocratización de la represión en los poderes del Estado se hizo general en todo el territorio español, siendo muy posiblemente esta, la causa de la ausencia de un sentimiento de culpa en la sociedad española afecta al régimen y más aún, entre todo ese cuerpo de burócratas, cuerpos policiales, judiciales y administrativos que llevaron a cabo la represión. La intervención alemana en la Guerra Civil Española influyó en la represión que llevó a cabo la dictadura de Franco desde el primer momento de la guerra. Tanto Franco como Hitler emplearon idénticas técnicas para conseguir sus fines, instaurar el horror y la vergüenza. No cabe duda que, destruidas de raíz las instituciones político-sociales y el orden preexistente legalmente establecido, la instauración del nuevo régimen se implementaría de una manera mucho más sencilla. En el libro IBM y el Holocausto, Edwin Black afirma que la tecnología IBM de las fichas perforadas con que se realizaron los censos en Alemania “permitió a los nazis trabajar en otra escala, con más velocidad y eficiencia”. La represión que se ejerció en España durante el franquismo se habría realizado seguramente sin la existencia del Censo Rojo, pero posiblemente no hubiera tenido la misma velocidad y eficiencia. Sirva esto de ejemplo de las implicaciones que tienen las revelaciones de Edward Snowden; estamos todos fichados.


19 de julio, aniversario del Cantón de Cádiz de 1873 y de la revolución social de 1936

EN DEFENSA DE LOS TRABAJADORES, CONTRA EL REFORMISMO Y EL EJECUTIVISMO, ANARCOSINDICALISMO El 19 de julio se cumplen 142 años del Cantón de Cádiz, y 79 de la revolución social. El SOV Cádiz, fiel a los principios, tácticas y finalidades anarcosindicalistas, celebra éstas efemerides siguiendo el ejemplo de Fermín Salvochea y los compañeros que alcanzaron estas cotas de libertad, ejemplo que no fue otro que luchar día a día por la democracia real y la superación de la sociedad de clases, afrontando la represión con la que los privilegiados de la sociedad intentan impedir el progreso, la igualdad y la libertad, y resistiendo la tal vez aún más penosa de las adversidades, la traición de quienes usurpan los signos externos de nuestros ideales para corromperlos e impedir su difusión y triunfo sembrando la división y el desanimo entre nosotros. No se puede esperar nada de la política. Estas palabras de Fermín Salvochea, que encabezan cada número de éste humilde boletín del SOV Cádiz, resumen la experiencia del Cantón de Cádiz como baluarte de la República Federal, la más alta cota de democracia que conoció la ciudad y el conjunto del país. Traicionada la República Federal por los políticos, frustradas las aspiraciones democráticas del pueblo y asesinados, presos o deportados los cantonalistas, Salvochea se adhirió a la Asociación Internacional de los Trabajadores, fundada en 1869 e inmediatamente secundada por la creación de su sección española para enfrentarse al capital, el estado, la iglesia y su brazo sindical, los sindicatos amarillos, creados por la patronal y partidarios de la colaboración política para consolidar a los poderosos y obtener migajas en forma de poltronas para los traidores mayores. De la continuidad en Cádiz de la lucha por la libertad da buena cuenta Anselmo Lorenzo, quien en El proletariado militante relata las vicisitudes de la sección española de la AIT y recuerda a los cantonalistas gaditanos arrojados al caño de la Carraca con balas de cañón atadas a los pies, a los deportados a Filipinas, a los presos como Salvochea, y a los fundadores de la AIT como Antonio González y García de Meneses. La activa militancia de Salvochea en la AIT no cesa hasta su muerte en 1907, cuando numerosos anarcosindicalistas continuaron la lucha y contribuyeron a la fundación de la CNT en 1910. Baluarte anarcosindical, la CNT gaditana fue la primera que sufrió el golpe de estado el 18 de julio de 1936, pues fue en ésta ciudad donde

desembarcaron las primeras tropas franquistas, a las que se enfrentaron compañeros históricos como Juan López, entre los últimos resistentes al fascio en el edificio de Correos, Miguel Biurrun, amotinado en el Churruca, de donde echaron por la borda a los oficiales para poner rumbo a Málaga, o Esmeraldino Galé. La terrible represión fascista se tradujo en miles de fusilados, entre ellos cientos de compañeros a los que aún hoy día no se ha dado sepultura digna pese a la denodada lucha por la recuperación de la memoria histórica que hemos sostenido, en la que hay que destacar el ejemplo de los compañeros de Chiclana y Puerto Real. Pero los compañeros que consiguieron sobrevivir a la represión, la guerra, la prisión, el exilio y la clandestinidad volvieron a fundar el SOV Cádiz para mantener el anarcosindicalismo más vivo que nunca, sobre todo una vez que se demostró que nuestros ideales no son utópicos tras la experiencia de la revolución social de 1936 en Aragón. Tras vivir la utopía, el anarcosindicalismo ibérico ha dado ejemplo al mundo de como hacer realidad lo que algunos pensaban que sólo era un sueño, siguiendo el ejemplo de las comunas ucranianas, los primeros en alzar la bandera negra en 1920, y la revolución de Shinmin (CoreaManchuria) de 1929. Con estos antecedentes, se hace difícil entender como hubo traidores que intentaron convertir a la CNT en uno más de los sindicatos amarillos que atenazan a la clase obrera. Pero eso fue lo que ocurrió en 1984 cuando las maniobras para copar las estructuras de la CNT culminaron con la escisión de la CGT. Roma no paga traidores, pero España si, y bien que los han retribuido con subvenciones y prebendas sindicales que han permitido a sus liberados sindicales continuar con su obsesión, la usurpación de nuestros símbolos históricos como adorno de la más irrisoria de las imposturas; “vota anarcosindicalista”. Desde luego, el que se deje engañar por esta contradicción en términos tendrá lo que se merece, un sindicato corrupto donde todo vale, al más puro estilo post-moderno. La CNT no ha cejado en la lucha anarcosidical, que pasa, en primer lugar, por desenmascarar a estos impostores y resistir la permanente campaña que sostienen contra el anarcosindicalismo, pues la existencia de la CNT supone una amenaza para la autodenominada clase política, de la que forman parte los

amarillos, que no son más que políticos sin corbata. Mientras exista el movimiento obrero están en peligro los privilegios de esta élite corrupta que está arrasando con las mínimas conquistas sociales; la jornada de ocho horas, la negociación colectiva, la jubilación, sanidad o educación son los objetivos del estado, el capital y sus esbirros político-sindicales, que tienen a la CNT entre sus más incondicionales enemigos, y por eso la destruir a la anarcosindical. Desgraciadamente, el ejemplo de la escisión de la CGT ha mostrado que el anarcosindicalismo es más vulnerable a ataques desde dentro que desde fuera. La solidaridad de clase nos permite afrontar los ataques externos, pero la corrupción de elementos que no dudamos en denominar infiltrados ha emulado el ataque de la CGT hasta culminar en el infausto congreso de Córdoba, donde falsos sindicatos compuestos por compradores de sellos embaucaron a otros para aprobar lo que en su momento calificamos de salmorejo tóxico; una normativa orgánica antisindical, cuyo único propósito es supeditar los sindicatos a una estructura copada por elementos corruptos que, mediante la compraventa de sellos, acumulan un poder que nunca debió existir en la CNT, pues sólo se ha utilizado para expulsar a sindicatos como Motril, Cádiz y Chiclana, pagar liberados, atacar a la AIT, participar en política y elecciones sindicales con organizaciones pantalla,

y ocultar el latrocinio de los fondos de patrimonio histórico. Por suerte, como hemos explicado en el breve resumen histórico anterior, la Idea es indestructible. Los sindicatos expulsados no han desaparecido, sino que continúan con su actividad, que es su razón de ser. Por el contrario, los sindicatos corruptos se derrumban por inactividad, pues la gente no es tonta, y nadie se afilia allí donde hay élites corruptas que pretenden dar ordenes a los afiliados. Para eso ya hay suficientes sindicatos amarillos, partidos, sectas y otras malas hierbas de la sociedad, y su decadencia es imparable, así como es imparable la aspiración del individúo al respeto de su individualidad y su soberanía, que sólo puede ejercerse en asambleas ente iguales, no en reuniones jerárquicas donde los pringados de la base reciben las ordenes de la cúpula autoritaria. Los anarcosindicalistas no aceptamos ordenes, liberados ni corruptos. Los expulsamos de entre nosotros por el simple procedimiento de hacerles caso omiso; ni secundar sus convocatorias, ni acatar sus ordenes y sobre todo no ocultar su corrupción, sino señalarla como una vergüenza para el movimiento obrero que debe ser extirpada. No nos detendrán, y una buena muestra fue la manifestación regional celebrada en Almería el pasado diciembre, la mayor de la CNT andaluza en los últimos tiempos.


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