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Rumpolitik

5 septiembre 2019


Rumpolitik

5 septiembre 2019

Toda actividad sapiente está modelada por limitaciones y necesidades psíquicas y físicas, asimismo los sapientes y otros organismos toman decisiones para con su existencia. Debemos observar y estudiar cómo se toman estas aparentes decisiones y de-construir, mediante la narrativa, su supuesta auto determinación. Recordemos que el sujeto que no es más que un nexus mnemónico, una avalancha de impresiones cognitivas, un agente intercambiable y prescindible; la toma de decisiones no es lo mismo que auto determinación. Lo que llamamos un yo, un self, está necesariamente inmerso en dinámicas, jerarquías y conflictos gravitando alrededor del poder, manifestando una aparente realidad social sólida en forma de estructuras político-financieras. RonPolitik busca enriquecer la literatura caribeña con un marco teórico fresco y eficiente para la construcción de contenido creativo, como subgénero de Ficción Especulativa, es un motor narrativo aplicado a relatos de la manufactura y distribución de drogas, especias y productos prohibidos en la gravitación geopolítica del capital y los mercados. RonPolitik constituye una historia de conjeturas de mecanismos del poder, asimismo es una detección biométrica, una investigación detectivesca e, incluso, una investigación deconstructivista. En el fondo, la pregunta fundamental es ¿cómo el sujeto queda constituido en 'lo enredado', en el caos, en las rutas carnavalescas caribeñas? Miguel Santos García | Más acá de la (Con)Ciencia Ficción/al: Introducción al Rumpolitik y a la Heurística de Mundos

Escritor@s  Noraida Malugin Soto  Gabriel Cortés Serra  Javier Insurgente Velázquez  Oscar Shiwdin  Daniel Márquez  Nadya M. Echevarría Quiñones  H.J. Leonard


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5 septiembre 2019


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5 septiembre 2019

Noraida Malugin Soto 22 días después Hablo alto para que mis palabras reboten en las paredes polvorientas y cubiertas de hojas. Ya se ha ido, pero sigue haciendo estragos afuera (y destrozos catastróficos adentro). Las bandas del huracán nos abandonaron hace días, mas no aplacan sus embestidas. Solos todos, cada uno en su esquina, esperando el turno para batirse a golpes con esta contrincante ausente. Me seco el cuerpo, luego de haberme empapado de lluvias, lágrimas, sangres, lodos, fluidos. Me río por lo bajo, y la risa se confunde con el llanto de los presentes, los desaparecidos, los ausentes, que nos palpitan en la memoria. La sonrisa se me apaga de golpe Cierro los puños, y escucho el aullido desgarrador que se cuece en mis entrañas. Poema para esperar el sol La muerte me acaricia la espalda, me arrulla y promete el final. Le creo, cierro los ojos y me entrego al frío roce de sus dedos. La escucho susurrarme versos, lamerme las orejas,

posar sus labios helados sobre el calor de mis muslos. En un trance, la dejo seducirme. Le creo, una y otra vez. Ya gimiendo, agotada, recuerdo que el romance con la vida no acaba, que solo estamos peleadas

y que mañana tal vez quiera volver a penetrarme. Aparto a la muerte de un golpe. Me ducho para borrar sus huellas, y perfumo mis adentros para esperar el sol.


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5 septiembre 2019

La Nada Voy tirando de la cuerda que me ata a la nada…

Besos de labios húmedos, sedientos, llenos de nada.

Esa nada espaciosa, llena de nada.

La nada tiene manos. Manos fuertes, manos largas.

La nada que consume, se materializa.

Con las uñas me traza en la espalda letras clásicas.

Ceso de tirar y la acaricio, me responde.

Letras que me arranca de la piel, que deposita en mi boca.

La nada me acaricia con labios húmedos, con dedos torpes.

“Ambrosía”, susurra. ¡La nada tiene voz!

Cierro los ojos (o tal vez nunca estuvieron abiertos), abro la boca.

Se humedecen las sábanas y la nada me sonríe.

La nada tiene lengua. Me habla, adentro. La nada urde palabras que me desliza por el paladar. Con la lengua aún en la boca la nada me besa.

La nada tiene dientes. Me muerde y me restaura. Con labios, dedos, lengua, voz, dientes. La nada es un todo. La nada tiene cuerpo, abro los ojos, miro y le pido que se quede.


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5 septiembre 2019

Gabriel Cortés Serra En relieves sobre mi piel He muerto muchas veces y tú no lo sabes. He muerto para tenerte presente y hacer de tu perdón tangible en relieves sobre mi piel. Me compré flores para recordarte, para traer el ensayo triste de tus palabras y la mirada que una vez fuiste. Hace tiempo que asesiné en un baño ese de mí quien te engaño; lo ahogué de alcohol tanto que no tuvo más remedios que abandonarse. Cuando me hablaste de no regresar, miré el océano como una salida y cuántas veces morí ahí, ya no sé; pero siempre me volteé, siempre volteé con mirada de sed en hallar el perdón en tu voz junto a mi nombre. Me continué matando porque la verdad era trastornable y se mal formaba en mi estómago masticando con sus dientes; mordiendo tu perdón que ya perdía sabor. Me continué matando por costumbre, porque tu ausencia vivía para hacer memoria; y de qué maneras, que si pistola o cuerda o navaja Y aún con tu perdón, no importa. y aún con tu regreso, Te lo confesaré en otros poemas. seguiré matándome a cada momento; Que aquello que se hospeda en mí porque tu perdón nunca fue busca sacrificio, convincente reclama penitencia y tu regreso no será para siempre. para no corromper la mirada que Incluso anoche una vez fuiste. me maté un poco después de besarte.

Ahora, sé mejor: me compré flores para adornar mi nombre después de enterrarme. Porque dime: Cómo me deshago de la culpa. Cómo perdonarme. Cómo no matarme.


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5 septiembre 2019

Canción lejos de la madrugada Hay cosas que ya no podré hacer y si la felicidad me llegara la sentiré porque siempre me pareció incómoda. Me aparté de ti fuera del lugar que me quisiste tener y me gustaría, hacerte entender que existe una prohibición, un sabotaje en mi propio misticismo: No quiero flores cuando las pueda tener; las quiero cuando mis ojos se llenen de espacios Y son líneas que no curan; negros y largos nunca conocerán lo que es permanecer cerradas y mis labios extrañen tus pétalos. porque siempre buscaré lo que no puedo ser. Te quiero cuando la madrugada es un vacío en el estómago El tú de mi imaginación es más sabio; que ningún alcohol logra consolidar sabe cómo lastimarme. y que no dejo de pensar, Y si lo hago, y si de esta no vuelvo pensar en la gordura gris de mi decisión; el tú de mi imaginación le dirá al mundo: que no existen cimientos ‘No es mi culpa, yo intenté salvarlo; para yo haberme perdido lejos del eco de tu risa; no sentiré remordimiento.’ que fue una decisión mía Si te preguntaran por mi ausencia, responderías: vencerme frente al océano de mi propia imaginación. ‘Él es pasado; el agua era muy fría para mis pies.’ Ahí dentro Si te dijeran que me encontraron en una ensenada también estás tú, pero lejos; entre guijarros y sin corazón, responderías: el agua es muy fría para tus pies. ‘Bien por él, esos fueron sus deseos; Y ese otro tú imaginado me entiende así empieza una leyenda.’ que nunca seré feliz; que vivo persiguiendo limosnas dejadas en el pasado, Esa indiferencia del tú de mi imaginación que para mí el remordimiento es una canción repetida hace que yo te desee de verdad. en la madrugada; Porque aquí es cuando empiezo a conocerme que tengo demasiado que sentir la nada de ser otro, y te revelo que si me hubieras mirado a los ojos y que siendo lo que no soy es dicho: ‘No te deseo, no te quiero más; una forma de tomar significado, tú y yo nunca volveremos a estar’ que me alejo de lo que tengo para desearlo. entonces te perseguiría toda mi vida y me olvidaría del mar; Me gusta más la versión imaginada pero si tú me dijeras: tuya conservada ‘Ven, toma mi mano, iremos a nadar’ que no se arriesga en tocar el agua. sabiendo tú que no sé nadar Conoce las reglas, retrocedería de ti, dudaría sabe que no hay manifiesto ni intersección de la verdad y de nuestra existencia. tampoco propósito Pero si fueras tú autor ubicando la navaja en mi decisión; en uno de mis libros, que no soy yo cuando estoy contigo. si fueras tú quien me la entregara Tengo que sentirte abandonarme para hallarme en vez de yo buscarla; de vuelta en el cuerpo si fueras tú el insistente, en líneas negras si fueras tú el egoísta, que brotan a púrpura entonces no habría líneas que no curan que se cruzan a rojo intenso y el océano sería una canción lejos de la madrugada. que se desplazan a nubes rosadas.


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5 septiembre 2019

Javier Insurgente Velázquez El Caminante Soy el caminante que arrastra la melancolía, prófugo de la justicia divina, evito la carretera pero cruzo ríos de nostalgia donde se refleja la vida. Por ahí voy cabizbajo pero con la frente muy en alto, callado aunque haciendo ruido con mis pasos largos. Un caminante sin trazar caminos pero con un misterioso destino, perseguido por una incertidumbre latente que me convierte en un dibujo débil y a la misma vez tan fuerte, recibiendo golpes y chocando con las mismas piedras nuevamente, pariendo errores a diestra y siniestra en este entorno decadente. Igual sigo caminando, brillando con una luz propia que se apaga de momento cuando me caigo en mi desierto, así vuelvo y la enciendo, escribiendo con sangre y espíritu pero finalmente alejado de mi cuerpo. Hasta aquí llegó este caminante, caminé como un almirante que se equivocó, se desvió y recobró su arte de andar, tan oscuro, difuso, efímero y fugaz, pero sin jamás perder la esperanza al caminar.

Los Designios de la Muerte

Amada Música Mía

Mañana gris, sensación inexplicable de un abstracto sentir, mirada trastornada con voz baja, temblorosa, desafinada e infeliz, con luz tenue, piel pálida y ojos aguados, cansados de mentir. Un imborrable y extraño adiós se ha plasmado en mi frente, incursionando en los huesos impactándome de repente, sin poder disimular la angustia ante la gente de la partida de un ser viviente, que me está dejando vacío, sintiendo el mismo frío que sienten los culpables cuando se declaran inocentes. He aquí evadiendo el presente, hoy te fuiste al otro plano aunque quedaste marcado, retratado en mi pecho para siempre al lado de algunos insurgentes y así, continúo tratando de comprender los miles de misterios que esconde la muerte.

Hoy fue un día exorbitante, mágico, clásico, esplendoroso, majestuoso y musical. Gracias a la dicha de estar vivo, al placer de tener oídos, el poder escuchar melodías, acordes, voces, sonetos y sonidos. Qué energía tan grande, qué emoción tan intensa, qué gran sensación, qué gigantesco sentimiento, envuelto en sonrisas, en pensamientos, en descubrimientos. Sintiendo latidos en el fondo muy adentro que hacen que me tiemble todo el cuerpo con locura, con sentido, con movimientos. Estoy gozando de la chispa que nace de la inspiración, del pudor del corazón, de la profundidad del dolor, de la satisfacción del amor, de la sutileza del perdón. Música para las mentes, es lo que enaltece la piel intensamente, que causa sensualidad, seducción en los seres vivientes. Agradecido de la vida estoy que me ha dado este regalo lleno de luz, preñado de alta plenitud, que me traslada al cielo azul. Y así de esta manera viviré hasta el fin de mis días, amada música mía.


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5 septiembre 2019

Oscar Shiwdin Arco y flecha No es que me fui es que me voy pa lejos. El cacique exiliado, al que echaron a la selva para ser tallo y hoja. El cacique y no era Agüeybaná, ni Mabodamaca y mucho menos Yuquiyú. Me echaste tú a la boca del Yunque a convivir con caoba y ceiba, pero soy igual que tú. No es que me fui, es que vengo orita. El cacique eres tú, pero exiliado somos todos. Y en esta selva de cemento, brea y vidrio, el gerente y el supervisor soy yo.


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5 septiembre 2019

Flores entre fresas Es inevitable... Sexo. Sexo en el cuarto sexo en el baño sexo en la cocina. Sexo en el carro. Sexo en el carro aquí te espero a las cuatro te veo, sexo. Sexo en el carro. El estacionamiento vacío, el clima frío, enamorarme de ti puede ser un vicio. Sexo. Sexo en el carro, no quiero tu carne. Por dentro soy flores, nunca me entiende pero estás tú. Sexo. El clima frío, la lluvia que rompe en la brea es básico. Para mí tú no eres fea te quiero a ti no quiero sexo. Clima feo, mojado el estacionamiento de ti no me arrepiento, dame un beso de viento te quiero a ti, y tu cuerpo a lo mejor. Sexo. Sexo en el auto a eso de las cuatro mojado el estacionamiento Tú y yo estamos de besos y la radio estación de chaperón.

En el carro estacionado a eso de las cuatro una canción más ya casi son las cinco. Sol se pasea, saluda la montaña, la nube la tapa todavía no es la hora, una canción más echa el asiento para atrás. La radio toca tu canción, el sol nos llamó la atención. Desayunamos en el carro y sexo suena como el verbo. Sexo en el carro, ya desayunamos, de esto era lo que hablamos. Olvídate del sexo. . . Lectura y besos a eso de las cuatro. Lectura y verso, prosa y estrofa del carro, nos mudamos al sofá, televisión, habla wapa a las cuatro. Tu corazón en mi pecho y mis sentimientos en tu frasco. Y el nap a las cuatro. Roncas y te babeas, despertamos, iremos por donde nos quedamos. Lectura y verso, prosa y estrofa, besos en el sofá. Un beso de mil versos un verso de mil deseos toda la vida aventuras de mi cuerpo, tu mano en mi pecho.

Los vidrios se empañan nuestras bocas se extrañan a eso de las cuatro en la lluvia se ríen, se bañan. . . Sí, eso mismo, sexo.

Toda la vida por tu cerebro navego. Me piensas, te pienso.

Todavía en el auto tu mano en mi pecho la mía en tu corazón, me mereces, te merezco te quiero a ti, ignora aquella de sexo.

Tú me calmas en mi desorden de madrugadas, diciéndome, ven dedícame un verso y te dedicaré mil besos.

Aguántame tengo miedo.


Rumpolitik Sexo tántrico Tus manos de agua y tu cintura de porcelana. Tu bemba de sal y tu pelo de café puya. Tus ojos de color caleidoscopio y tu mirada de amanecer. Tu sonrisa la cordillera de tu espalda la llanura de tu pecho y la playa que reside más allá de la cueva de tu ombligo. Hoy te digo que quisiera enredarme en tu cuerpo como tallos de trigo. Hoy te digo que como niño atrevido que de tus manos y de tu cadera soy digno. En tu ausencia se asoman las lágrimas cuando entre mis dedos no tengo tiras de tu pelo. Esta mañana boté el café. Esta mañana bajo la ducha lloré. Aún así sigo aquí. Miserablemente en paz. Caminando por las veredas dejando nieve en los ceniceros de cada barra que una vez pensé traerte. Capturé tanta sustancia de ti que ahora me queda una disculpa, una birra, la cajetilla y el filtro. Pensando en ti quema pero más lento quema el cigarrillo, Jodio pillo y ahora me dejas en la oscuridad entre paredes de ladrillo. Olvídalo a lo mejor arrepentida lo más probable amistad agradecida

5 septiembre 2019 pero cuando te despidas ten piedad de mí sé más amable. Déjame flores la última vez que te hable. Hubiera preferido tener sexo en todas tus sábanas y no volver a vernos nunca más. Pero sustancia, emoción y algo de sensación en mi ojo que me daba al verte y escucharte verbalizar y expresar y hasta tu forma de hablar y la simple manera en que demostrabas ganas de conversar. ¡Cómo, dime cómo me lo pudiste quitar! Ahora en todos mis poemas solo quiero gritar. Quiero llevarte a la oscuridad donde me depositaste. Quiero declamarte el poemario entero que todavía no tengo. A ver si por suerte, brujería, santería, por fe, por casualidad, por chiva, por coincidencia o de algún cabrón efecto sobrenatural iluminaras conmigo en la oscuridad entre ladrillos donde me dejaste. Ya ni sé con qué rimar porque leo este poema mil veces y se me olvida respirar. Cuándo te darás cuenta que a las doce y media de la cabrona medianoche las tres llamadas perdidas son tres cigarrillos más con melancolía embriagada y ganas de llorar. Ya ni sé cómo arrodillarme a orar cuando al otro día mentalmente las manos me tengo que amarrar. Te fuiste sin avisar. Sin comer sin saludar. Ahora esto que escribo no tengo con quien ventilar. Soledad de la arena cuando no está el mar dime qué me queda si todavía creo en la posibilidad de amar.


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5 septiembre 2019

Daniel Márquez Poema de Ascensión Good Night and Good Luck? Busco tantos libros que me pierdo gouge away Bebo esta segunda botella de vino de colmado hiper prestigioso de Encantada y con esta copa de vino encuentro tu luz y en una gaveta veo mi encendedor color rojo con nubes flama y aparatosas como son los laberintos mi encendedor lame un cigarrillo nuevamente como los años se gastan encima de las memorias histéricas de un mundo vivo sin nombre. Regreso con el pecho mañanero y hecho aire. Miro mi estómago con alas de murciélago dibujándose con una estrella náutica que vive en el ombligo, en las noches de gente azul este poema que deambula porque fuimos jóvenes y porque borrachos seremos completamente. Amamos tanto a los vagabundos oso y sin permiso que regresamos inmediatamente al mundo y hablamos del calor y los sonidos porque somos gatos amortajados en celo. She lives with a broken man Busco en el librero. No veo la libertad. Hallo agua para deslizarme libremente durante las horas en la boca de tus manos y en los besos de tu espalda mis dedos vuelven al bar y nos pueblan. Busco las películas de una vida en escapada busco dónde están los libros que publiqué; me busco cuando éramos jóvenes y libres.


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5 septiembre 2019 Trujillo Boys Como los poetas cuando éramos jóvenes cuando las manos se congelaron con el prisma de todos los autores turbios las personas son años y los hijos del atardecer bailan desnudos siempre enfermos como el daño con el sello de la muerte con los ojos cerrados entrando por tus muslos y vacíos locamente de asfixia así reconozco tu nombre Ave María Satanás es la hija de todos los reinos invencibles La última vez que amamos la noche una Baba Yagá se almorzó mis dedos en tu boca.


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Nadya M. Echevarría Quiñones Mi dreamcatcher monster cose en tu boca un sueño que no se escape que no se diluya que no se esfume en tu cabeza que respire contigo y tu sombra que haga de tu manto una cobija que se vuelva un todo en tu frente que no te tome a solas olvidando hacia la nada descosiendo durmiente la mirada Otro un minuto se asienta respira lento escucha todo el ruido agolpado en su tarde de segundos sopla al interior bocanada suculenta dibujando círculos con su respiración detenida en la nada que sobrexiste y lo fulmina incesante rompiendo el pulso en su garganta.

5 septiembre 2019


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5 septiembre 2019

H.J. Harold Mi abuela Mi abuela es una mujer de humor tajante. Estatura achicada, por la edad, pero de frente altiva y espaldas anchas. Y aunque achacada su memoria está fresca. Su mal genio, desarrollado por la pesadez de la vida, se ha desmantelado, creo yo, debido al porvenir de las pocas primaveras que le quedan. La aspereza de sus manos no se siente. Manos que labraron la tierra, secaron ropa, lavaron casas, y sacaron agua de río. Manos que hilaron tabaco, criaron dos hijos y en la diáspora nuyorquina secaron lágrimas de incansables noches de llanto. La aspereza de esas manos no se sienten. Bed, Bath, and Beyond las banalizan gracias al poder adquisitivo que el fruto de una pensión heredada, sudada y trabajada le brindan en cremas aromáticas. El carácter de mi abuela es incorruptible. Su endurecimiento, producto de 1,000 varitas de guayaba, se percibe en su presencia. Por eso los suntuosos instantes de genuina ternura se sienten vespertinamente reales. El café de mi abuela es el mejor. Juraíto. Lo cuela en media y lo endulza con leche evaporada.

Lo sirve en una taza pequeña para que te quedes con ganas de más.

lejos y con los ojos te dice: “No entres. No interrumpas. Estoy orando por tu salvación”.

Y lo extrañes cuando te vayas. Y lo extrañes en las mañanas. Y lo extrañes en el trabajo, en las tardes y antes de acostarte.

Le encantas las películas mexicanas, el aguacate y la música de trío. Ir a Capri, hacer compras en Selectos y que mi tío la lleve a comer, usualmente, a los mismos restaurantes. De esos que sirven arroz.

Su cocina la embellecen 15 gallos,13 vacas y una colección de frutas que ella deja madurando cerca de la ventana. Por las noches le reza a 3 Vírgenes, 5 Santos, a Cristo y a Dios. El padre nuestro nunca falta. Agarra su rosario y lo entreteje en sus dedos. Te mira desde

Por que ella no puede vivir sin ese grano. Se queja si no lo como. Me dice: “Se nota que no has pasado hambre gracias a mi esfuerzo”. Tiene razón. Gracias a su esfuerzo vivo en privilegio.


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5 septiembre 2019

La Matriarca La matriarca hoy cumple 77 años Mira con altivez al resto de sus hermanas, las que quedan, y les dice “hoy es mi día no me jodan”. La matriarca hoy se ha levantado con ardor en las piernas e hinchazón en las rodillas. Aunque molesta, agarra su bastón y le dice a mi madre “quiero que me lleves a la tienda que hace falta pan y leche”. No sin antes hace café para los noveleros mientras perfuma su cuello con lo último de Avon. Los cristos la miran desde la ventana allí yacen crucificados frente a 15 vírgenes recién parías cuyas manos relucientemente doradas piden piedad por todos nosotros. Hemos llegado a la tienda. La matriarca se queja del dolor pero aún así prefiere caminar sin su bastón. Le da vergüenza el no valerse por ella misma.

“Siempre fue así” me dice mi madre. “Orgullosa”. Parió dos muchachos, pero la necesidad la obligó a criar solo a uno. Se jodió los pulmones trabajando para mantener a los médicos en sus Mercedez. La Matriarca hoy cumple 77 años y se ha ido a acostar. Luego de una pizza de Costco y un bizcochito con la familia adornado con una velita reciclada se recuesta en su cama y acaricia su rostro. Se levanta y se mira al espejo. Nito yace detrás de ella y abrazándola sin dejarla ir, como aquella vez en la casa al lado del plantío, le recita un poema. “Te tardaste como siempre sin vergüenza”, le dice. Luego de 16 años, al fin, la ha venido a buscar.


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5 septiembre 2019

Fantasías Desprivilegiadas Pt. 1 Por las rejas el sol se asienta. Con este el polvo. El polvo entra por las rejas enmascarando la cara de Pulpo. un sato que llegó a la casa luego del funeral Cholo, el primo tocón de Gloria. Por eso a Gloria no le gustaba ni Cholo ni que abrieran las ventanas. Pero que se podía hacer si desobedecer no estaba en la subasta de opciones que me daba Mother. Vivir en el trópico era cosa seria más cuando se hace al lado de una carretera Por ella viajaba a toda velocidad montado en los carros que Luisito sacaba del taller al lado de su casa, para ir a hacer cualquier Barrabasaba Por lo menos así le llamaba Gloria que no hacía más que trabajar en Econo para sustentarnos a mi, a Doris, a Yamiel, a Mother, a Pulpo y Santito De todos los jevos de Gloria ese nunca nos tocó. Mother decía que teníamos que siempre dar las gracias pues el Señor lo puso en nuestro camino. “Un verdadero siervo del señor”, decía. Su único vicio eran los caballos y el ron. Aunque fue el menos que nos duró, su falta

se hace sentir en la sala lugar donde paseaba la panza al son de Lo sé Todo. El polvo entra por las rejas le prende el asma a Mother. Me grita siempre ahogándose “Traime la bomba negrito que me muero”. Ella era una hermana de verdad. Se la pasaba siempre que podía metía en el culto orando por Yamiel, que para aquél entonces “estaba descarrilao”. “Ese hermano tuyo estaba bien hasta que se empezó a juntarse con los muchachos de la 20” me decía ella cada vez que pasábamos cerca de aquel Punto misterioso donde las camisas a los nenes le llegaban hasta el ombligo. Ya para aquél entonces a Doris Margarita Gloria la había botado de la casa por pasarse con Nota, un panita de Luisito que tras su muerte le había encargado a mi hermana el cuido de su segundo hijo. “Holyke es bien bonito. Eso sí, mucho frío” me decía ella cada vez que Mother me pasaba el teléfono para que escuchara su voz.


Rumpolitik “¿Y el nene, está grande?” preguntaba Mother a lo que ella siempre respondía “Ya no se quiere dejar cargar”. El polvo entraba por las rejas. La vida era simple en aquel apartamento cerca de la carretera. Mis atardeceres se pasaban contabilizando los carros que pasaban por colores, tipos y marcas.

5 septiembre 2019 Así que las hacíamos detrás de la cancha. Ella sabía un lugar secreto. El polvo entró por las rejas un 25 de julio del 2011. Vimos el derrumbe por televisión en nuestro nuevo apartamento cerca de Villa Palmera. Mother no pudo verlo.

No me gustaba que en Año Nuevo no podía ver los fuegos artificiales. Siempre los tiraban pal otro lado del caserío.

Se había ido a morar con el Señor hacía a penas 4 meses. Doris ya iba pal segundo nene pero le iba bien trabajando, al igual que Gloria, en un supermercado donde viejos racistas la insultaban en inglés.

No nos dejaban ir allá, Gloria por miedo a que nos tirotearan y Mother por miedo a los de la 20.

Yamiel ahora era artista, o por lo menos eso decía él en las postales que nos enviaban desde Atlanta.

No fue hasta que tuve mi primera noviecita a los 12, Margarita, una nena bien bonita de la iglesia, que vi aquellas líneas de colores mezclarse con los tiros que los gatilleros sincronizaban a la vez con las detonaciones y los destellos.

Decía que era una ciudad bonita pero que tan pronto pudiera se mudaba pa Nueva York, lugar que él afirmaba, “daba más oportunidades a las locas”.

El mamabicho de Juanqui decía que Margarita mamaba bicho por $5 pesos detrás de parque. Pero los nenes hablan mucha mierda para hacerse los más machitos. Y como Margarita siempre lo negaba nunca les hice caso. Ella era bien buena. Yo sabía que ella era buena. Siempre estábamos juntos, excepto en la iglesia. Mother decía que eso no era lugar para hacer fresquerías.

Gloria sigue en Econo. De allí nadie la mueve. El problema es que ahora la cosa se complica pues tiene que coger dos AMA y una pisicorre en lo que junta los chavos para arreglar el carro. Yo estoy bien. En la lucha. Como Siempre. Ahora yo soy el que llevo a las noviecitas a un lugar que tengo set en un palking en Carolina. Ya el polvo no entra por las rejas. Eso es cosa de pobres. Nosotros si salimos. Nosotros si salimos.


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