Somos Bosque

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JUNIO 2022

El Charles Chaplin tapatío Festejo de Corpus Christi ¡Cácaro! invención tapatía

Festejo mojado


U

n parque acuático fue montado en la cancha de futbol de nuestro Colegio para celebrar el Día del Estudiante Marista. El viernes 3 de junio fue la fecha en la que los estudiantes calmaron el calor con la fiesta de agua que se vivió con grandes inflables.










Doble celebración tuvimos el 16 de junio al conmemorar Corpus Christi y la misa de acción de gracias por el ciclo escolar 2021-2022.


¡Cácaro! invención tapatía


E

s el estreno de tu película más esperada del año, la sala está repleta. Con palomitas en mano y tus ojos fijos en la pantalla, te encuentras inmerso en la acción del filme: ¿quién vencerá? Antes de que conozcas la respuesta… ¡La imagen se pierde y quedas a oscuras! «¡Cácaro! ¡cácaro!», grita al unísono un público enfurecido, y el pobre proyeccionista debe de darse prisa para mantenerlos contentos. Pero… ¿por qué cácaro? ¿el mundo conoce qué es un cácaro? ¿los tapatíos saben que esta expresión nació en sus tierras? Así es, el origen de la palabra se remonta a la primera década de los 1900, en un pequeño cine de Guadalajara bautizado como Salón Azul. José A. Castañeda fue el propietario de este espacio cinematográfico. Un personaje muy peculiar, ya que se cuenta que solía explicar las películas, en ese entonces mudas, para el público que no sabía leer, además de interpretar los diálogos y efectos sonoros de dichas cintas. En este cinema la cuota no era monetaria, sino con aplausos, pues eso era lo único que pedía él. El señor Castañeda tenía un empleado llamado Rafael González, que era el encargado de manipular las cintas de las películas para su proyección. Este joven había sufrido de la enfermedad de la viruela, por lo que su rostro terminó con cicatrices que le otorgaron el apodo de Cácaro (proveniente de cacarizo), por parte de su jefe. ¡Cácaro!, vociferaba Don José, y el público no tardó en encariñarse con dicho título, con el que lo llamaban siempre que la película se detenía: ya sea porque se quedaba dormido, o por errores técnicos. Y así fue como se empezó a extender la expresión y se terminó usando cácaro como un despectivo sinónimo de proyeccionista. Aunque hoy en día es rara la ocasión en la que se escucha este término en un espacio audiovisual (ya que ha sido sustituido por chiflidos), antes no podía faltar cada vez que fallaba la proyección de una película. De esta manera cácaro quedó registrado en la historia como uno de esos tantos famosos regionalismos que adornan nuestro vocabulario, de la mano con el “ocupo”.



C

harles Chaplin es sin duda alguna el actor de cine silente más reconocido del mundo. El humorista de origen inglés apareció en más de 80 cintas a lo largo de su carrera. Tal fue su talento y fama, que se ganó varios imitadores alrededor del globo. Incluso uno bastante reconocido de origen jalisciense. Su nombre fue Charles Amador, nacido en Guadalajara, aunque creció en Los Ángeles, Estados Unidos. A sus veinte años decidió dedicarse al séptimo arte. Y fue en Hollywood donde conoció a un ruso llamado Roy Weissburg, mejor conocido bajo el seudónimo de Billy West, un famoso imitador de Charles Chaplin. Se dice que después de que Weissburg se retiró, Charles Amador adoptó su apodo, y llegó a presentarse en Guadalajara, en julio de 1923, utilizando el nombre de Billy West, interpretando una comedia muda para el público tapatío. Pero además de apodarse Billy West, el jalisciense imitó al comediante inglés haciéndose llamar Charlie Aplin. Esto al señor Chaplin no le hizo mucha gracia, pues no sólo estaba usando su imagen, sino que también estaba haciendo referencia a su nombre, por lo que a mediados de los años veinte, emprendió una demanda en contra de Amador. Para desgracia del tapatío, Charles Chaplin ganó, y se le prohibió volver a utilizar el nombre de Charlie Aplin, así como se le obligó a modificar su vestimenta. Después del juicio, Amador regresó a México, lejos de los abogados de Chaplin, con la intención de grabar películas en su país natal. De sus trabajos se destacan: Terrible pesadilla (1930), dirigida y protagonizada por él mismo. La cinta fue filmada en Puebla y cuenta los sueños y desventuras de un vagabundo. También se le atribuye el cortometraje titulado El inocente, en el que compartió pantalla con Emilio Tuero y Adela Sequeyro. Lamentablemente, la filmografía de Amador en México es muy corta, pero siempre será recordado como el Chaplin tapatío.

Carlos Amador

BIBLIOGRAFÍA: • Raga Suzanne. (2015). Charlie Chaplin Once Sued An Imposter Named ‘Charlie Aplin’. 31 de marzo de 2019, de Mental Floss. Sitio web: http://mentalfloss.com/ article/66364/charlie -chaplin-once -suedimposter-named-charlie-aplin • Paco Ignacio Taibo I. (2005). En La risa loca: Enciclopedia del cine cómico. Tomo I. México. Conaculta. Págs. 394 - 395. • Vaidovits, Guillermo. (1989). El cine mudo en Guadalajara. México: Universidad de Guadalajara. Pág. 101 - 102. • Cineteca Nacional. (2013). El aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart / Terrible pesadilla. 31 de marzo de 2019, de Cineteca Nacional. Sitio web: https://www.cinetecanacional.net/php/detallePelicula.php?clv=14330



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