La casa de las palabras - Agosto 2017

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Las B i b l i o t e c a s :

- “María Elena Walsh” (Centro Avellaneda) - “Alfonsina Storni” (Centro Bolívar) biblioteca.avellaneda@schweitzer.edu.ar

Lunes y miércoles de 8 a 12 hs. Martes de 8 a 12 y de 13.15 a 15.15 hs. Miércoles y viernes de 8 a 12 y de 13.15 a 17.15 hs.

biblioteca.bolivar@schweitzer.edu.ar

Lunes a viernes de 11.15 a 15.15 hs.

Recomendaciones literarias:

La casa de las palabras, el boletín de las Bibliotecas

 Primeros lectores…

Eso que Lucas se trajo de un sueño. Silvia Schujer, ed. Sudamericana

Rincón literario… “ El bicho comecolores”

Leónidas Velázquez Pello

Abecedario a mano. Isol, ed. Fondo de Cultura Económica ¿Sabías lo que me contaron?

Un domingo con carozo. Graciela Montes, ed. Ruedamares  Para los que ya leen solos…

De familia en familia. José Nesis y Paula Szuster, ed. Iamiqué Matemática hasta en la sopa. Juan Sabia y Pablo Picyk, ed. Iamiqué Ciudades mágicas. Daniel Feoli y Bett, ed. Del Naranjo  Lectores en carrera…

Me contaron que una vez, a México, llegó un bicho. Dicen que empezó a comerse los colores de los gorros, las luces de los semáforos y el color de los ajíes. También dicen que pasó de ser del tamaño de una célula al de un dragón. Dicen que se comió todos los colores de la ciudad… ¡No! De la provincia...¡No! Del país...¡No! del mundo… Al menos eso dicen. Bueno, decían… Porque también dicen que apareció un enorme Arco iris. Dicen que al tener un banquete tan delicioso, tan grande y tan colorido ante sus ojos (y con sus ojos quiero decir, su nariz, porque ojos no tiene) salió corriendo y se lo comió. Pero dicen que explotó y todos los colores volvieron a sus lugares... eso dicen… porque mi gata sigue siendo blanca.

EN ESTE NÚMERO ● Rincón literario: “El bicho comecolores”, Leónidas Velázquez Pello ● ¿Para qué leemos? ¿Para qué sirve leer? Reflexiones acerca de la lectura ● Recomendaciones literarias para regalar en el mes del niño.. ¡Y siempre!

Producción realizada en el marco de Prácticas del Lenguaje, 5ºA

Harry Potter y las reliquias de la Muerte. J. K. Rowling, ed. Salamandra Ciencia para pasar el invierno. Valeria Edelsztein, ed. Iamiqué Crimen en el arca. Gustavo Roldán, ed. Loqueleo

Hasta el próximo número …. Ana, Melisa y Marianela,

Institución Educativa Dr. A. Schweitzer Agosto 2017


¿Para qué leemos? ¿Para qué sirve leer? Reflexiones acerca de la lectura Algunas ideas de Michèle Petit, socióloga y antropóloga francesa que investiga la lectura desde diferentes aristas, para reflexionar acerca de estos interrogantes, desautomatizar el acto de leer y pensar en la lectura como una forma de habitar el mundo... En nuestra época en que la “razón” económica -o mejor dicho la locura financiera- y la rentabilidad a corto plazo prevalecen sobre todo lo demás, estoy cansada de demostrar sin cesar que la lectura es útil para todo tipo de cosas: para el rendimiento escolar, para el devenir profesional, para el ejercicio de la ciudadanía, para el desarrollo cognitivo, etcétera. Sí, la verdad, lo es, en una buena medida. Pero lo que está en juego no es sólo esto. No somos tan sólo variables económicas más o menos ajustadas a un universo productivista. Somos seres que necesitamos sintonizar con lo que nos rodea de manera poética. Explorar su experiencia, simbolizarla, compartirla. Necesitamos el juego, el arte, la poesía, la narración, una estética de lo cotidiano. Desde hace milenios, se adornan los recipientes en los que se conserva la comida, se decoran las paredes de la casa, se pinta o se escarifica el rostro o el cuerpo, y se cuentan historias. El arte, como la literatura, es una dimensión humana, más o menos desarrollada o atrofiada, aprovechada o desviada. Una necesidad vital. Si se trata de una necesidad vital, entonces al arte y la literatura, oral y escrita, deberían tener lugar en la vida cotidiana de cada niño, cada adolescente. Estamos hablando de un derecho. Como lo desarrolle cada cual, como se relacione con la lectura, es otro tema, pero que exista esta posibilidad de acceso y de apropiación es esencial.

Para que el espacio sea representable y habitable, para que podamos inscribirnos en él, debe contar historias, tener todo un espesor simbólico, imaginario, legendario. Sin relatos —aunque más no sea una mitología familiar, algunos recuerdos—, el mundo permanecería allí, indiferenciado; no nos sería de ninguna ayuda para habitar los lugares en los que vivimos y construir nuestra morada interior.

Somos seres de relatos y uno se pregunta mediante qué juego de manos esta evidencia pudo ser escamoteada hasta el punto de reducir el lenguaje a un instrumento y las bibliotecas a simples lugares de „acceso a la información‟. Ellas son también conservatorios de sentidos en los que se encuentran metáforas científicas que ponen orden en el mundo y lo explican, pero también metáforas literarias, poéticas, nacidas del trabajo lento de escritores o artistas que han logrado un trabajo de transfiguración de sus propias pruebas y de los conflictos múltiples que están en el centro de la vida psíquica y social. A lo largo del camino, cualquiera sea la cultura que los ha viso nacer, los humanos tienen sed de belleza, de sentido, de pensamiento, de pertenencia. Necesitan representaciones simbólicas para salir del caos. Leer sirve para encontrar fuera de sí palabras a la altura de la propia experiencia, figuraciones que permiten poner en escena, de manera distanciada o indirecta, lo que se ha vivido, en particular, en los capítulos difíciles de cada historia. Para desencadenar súbitas tomas de conciencia de una verdad interior, que se acompañan de una sensación de placer y de la liberación de una energía atascada. Leer sirve para descubrir, no por razonamiento sino por un desciframiento inconsciente, que lo que nos atormenta, lo que nos asusta, nos pertenece a todos. Fuente: Entrevistas a Michéle Petit, disponibles en línea. Ilustraciones de Pablo Bernasconi


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