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21 de julio de 2019 Nº 1293 • AÑO XXVII

DOLOR, SOLEDAD Y PRESENCIA

LA IGLESIA Y EL CUIDADO DE LOS ENFERMOS (I) DE INGENIERO A MISIONERO

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Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix


vozdelPapa

Una relación ecológica, respetuosa y educada “Es un signo de esperanza el encontrarse precisamente en Amatrice, cuya recuerdo llevo siempre en el corazón, teniendo como tema los desequilibrios que devastan nuestra ‘casa común’”. Extracto del Mensaje al Papa Francisco a los participantes del II Foro de las Comunidades Laudato Si’, que se celebró el pasado 6 de julio en dicho territorio, lugar devastado por el terremoto que sacudió el centro de Italia en agosto de 2016. No sólo es un signo de cercanía a tantos hermanos y hermanas que aún viven en el vado entre el recuerdo de una tragedia terrible y la reconstrucción que tarda en despegar, sino que expresa también la voluntad de que resuene fuerte y claro que los pobres pagan el precio más alto de la devastación ambiental. Las heridas infligidas al medio ambiente son heridas inexorables para la humanidad más indefensa. En la Encíclica Laudato Si’ escribí: “No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano. No hay ecología sin una adecuada antropología” (n. 118). (…) La situación en la Amazonia es un triste paradigma de lo que está sucediendo en muchas partes del planeta: una mentalidad ciega y destructiva que prefiere el beneficio a la justicia; destaca la actitud depredadora con que el hombre se relaciona con la naturaleza. (…) El hombre no puede ser un espectador indiferente ante esta destrucción, ni la Iglesia puede permanecer en silencio: el clamor de los pobres debe resonar en su boca, como ya

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Mensaje al II Foro de las Comunidades Laudato Si’

evidenciaba san Pablo VI su Encíclica Populorum progressio. (…) Ante el bien de la creación y especialmente ante el bien del hombre que es la cima pero también el custodio de la creación, es necesario asumir la actitud de alabanza. Ante tanta belleza, con admiración renovada, con ojos infantiles, debemos ser capaces de apreciar la belleza que nos rodea y de la cual está entretejido también el hombre. La alabanza es fruto de la contemplación, la contemplación y la alabanza llevan al respeto, el respeto se convierte casi en veneración frente a los bienes de la creación y de su Creador. En esta perspectiva pragmática, deseo entregaros tres palabras: doxología, eucaristía y ascesis. La actitud eucarística ante el mundo y sus habitantes sabe cómo captar el estatuto de don que cada ser viviente porta consigo. Todo se nos da de forma gratuita, no para ser depredado y fagocitado, sino para que se convierta a su vez en don para compartir, don que entregar para que la alegría sea para todos y sea, por ello, más grande. Toda forma de respeto surge de una actitud ascética, es decir, de la capacidad de saber renunciar a algo por un bien mayor, por el bien de los demás. La ascesis nos ayuda a convertir la actitud depredadora, siempre al acecho, para asumir la forma del compartir, de una relación ecológica, respetuosa y educada.


Editorial

Cristo se ha ofrecido por nosotros para siempre Cristo se ha ofrecido de una vez para siempre y se ha ofrecido todo lo que es, y permanece ofrecido, lo que pasa es que se hizo hombre, y si se ha hecho hombre de verdad, no se vive más que una vez; si no, hubiera sido como un artista que se disfraza y se disfraza en cada generación. No. Murió bajo Poncio Pilatos y fue a la muerte por nosotros, pero su muerte ha devorado a la muerte, la ha vaciado de poder y nos ha introducido a nosotros en el Cielo. San Pablo llegará a decir que estamos sentados a la derecha de Dios con Cristo en el Cielo, lo dice en una de sus cartas de la cautividad. Nos ha introducido ya en el Cielo. Cuando cantamos el Santo en cada Eucaristía estamos proclamando que estamos exactamente igual, en la misma posición, que los serafines, los querubines, los arcángeles… (…) cuando Cristo viene a nuestro altar, el Cielo está en la tierra; y cuando Cristo viene a nosotros, el Cielo está en nosotros, porque poseemos a Cristo. (…) y un día tendremos que pasar por la muerte, pero ya vivimos y morimos de la mano de Jesús. (…) “Dichosos los que mueren en Jesús”, dice San Pablo. Dichosos los que mueren de la mano de Jesús. Que al Señor no le han dado vergüenza nuestras heridas, nuestras llagas, la pus de nuestras miserias. (…) Se ha acercado y se ha unido a nuestra carne pecadora, siendo Él el inocente, el puro, el limpio, el médico -cito a un Padre de la Iglesia: “El médico limpio que no teme tocar ni contagiarse con las heridas de los pecadores”. Ese es el Señor para nosotros.

(…) Una vez vencido el pecado y vencida la muerte, intercede por el mundo, por este mundo al que Dios ama. (…) El mundo siempre será mundo. Y el Señor ha pedido y ha intercedido por el mundo, y se ha ofrecido Él. (…) El lenguaje de Jesús es “Señor, aquí estoy para hacer Tu voluntad”, “por ellos me santifico yo”. Ese “santifico” es “me ofrezco”, por ellos, “me ofrezco yo”, por este mundo de pecado (…). PedidLe al Señor por las vocaciones; por que los sacerdotes sean eso, verdaderos sacerdotes de Jesucristo, que hacen presente el Misterio de Cristo, no sólo en los sacramentos, sino en la vida. (…) que su trato, su mirada, su afecto, su relación sea una relación como la del Señor con nosotros. Vamos a darLe gracias al Señor, porque está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, porque viene a nosotros sin cansarse jamás de nosotros, y porque no nos abandona nunca. + Javier Martínez Arzobispo de Granada 13 de junio de 2019 Parroquia del Santo Ángel Custodio (Granada)

Palabras íntegras en www.archidiocesisgranada.es y en www.arzobispodegranada.es

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Sumario Directora: Paqui Pallarés Redacción: María José Aguilar Ignacio Álvarez Colaboradores: Antonio Gómez (Guadix) Ignacio Fernández

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADA Plaza Alonso Cano, s/n 18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@archidiocesisgranada.es www.archidiocesisgranada.es Facebook: Archidiócesis Granada / Secretariado Mcs Granada Twitter: @Archigranada Diseño y maquetación: Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada

Sumario 02. Voz del Papa Una relación ecológica, respetuosa y adecuada Mensaje al II Foro de las Comunidades Laudato Si’

• Niños y monitores narran su participación en el Campamento de Verano de la Pastoral Infantil

03. Editorial Cristo se ha ofrecido por nosotros para siempre

15. Textos “La sabiduría de este mundo es locura ante Dios” Felipe Dagonet

• Agenda

05. Mirada • De ingeniero a misionero • La “misión” de un grupo de jóvenes granadinos en la selva boliviana • Las Misioneras de las Doctrinas Rurales marchan de Gor • Adoración por los matrimonios en la Iglesia de la Capilla Sagrario • La Virgen de la Esperanza procesionó por las calles de San Clemente, en Huéscar • La Escolanía de la catedral de Guadix también tuvo su convivencia estival • “Para mi tío abuelo los pobres eran sus amigos” • El obispo de Guadix recibió la visita del obispo de Córdoba y su Consejo Episcopal • “Estoy dispuesto a seguir vinculado a la delegación de juventud de mi diócesis” • “Jesús enseñaba así” y “De la mano de Jesús”

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17. A fondo Dolor, soledad y presencia La Iglesia y el cuidado de los enfermos (I) 22. Cultura “El misterio de la vocación de Juana de Arco” Introducción de Mons. Martínez al libro 25. Testimonio El Protomártir del Perú nacido en Getafe Misionero Fray Diego Ortíz 27. Signo y Gracia La Eucaristía, misterio del memorial de Jesús Vida cristiana (VI) 28. Luz de la Palabra “Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria” XVI Domingo del Tiempo Ordinario


Mirada

“Antes trabajaba por dinero y ahora lo haré por amor” De ingeniero a misionero Javier Martínez es un joven de Baza, de 33 años e ingeniero de profesión, que ha tomado la decisión de darle otro rumbo a su vida: lo deja todo para dedicarse a ayudar a los demás como misionero. Y lo hará junto a Patricio Larrosa, en Tegucigalpa, en la misión que este sacerdote de la diócesis de Guadix tiene emprendida desde hace más de 25 años. Cuando ya prepara las maletas, le hemos entrevistado. Cambias de manera radical en tu vida: lo dejas todo y marchas a Honduras como misionero. ¿Por qué? Me he dado cuenta que el mundo en el que vivimos es muy distinto al que nos intentan vender. La inmensa mayoría de la gente pasa hambre, no pueden estudiar, hay muchísimas desigualdades y

cuando viajas a países tercermundistas y convives con estas personas te das cuenta de que, a pesar de tanta pobreza, se respira más amor que en el primer mundo, por lo que esto no es una decisión de sólo ayudar sino de intentar ayudar a integrarse sin perder ese amor por los demás. Al fin y al cabo, los niños no tienen culpa de haber nacido en esos países con tantísimas desigualdades. ¿Tu paso por Centroamérica como ingeniero suscitó en ti una vocación misionera? Por supuesto, el vivir entre familias con escasos recursos me hizo ver el verdadero mundo en el que vivimos. Somos seres humanos llenos de amor, pero que intentan despojarnos de él para así no tener sentimientos por el resto y que sea más fácil mirar hacia otro lado. No se entiende igual ver a los

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Mirada inmigrantes desde un país primermundista que desde uno tercermundista. Cualquiera podríamos haber nacido en un país de éstos y entonces, seguro, lo veríamos distinto. ¿Cómo se toma una decisión así, dejarlo todo e irse tan lejos? Imagino que no es fácil La verdad que no, han sido muchas horas pensando y dando vueltas. Esto es un estilo de vida. Antes trabajaba por dinero y ahora lo haré por amor. No es fácil de entender y menos cuando estamos acostumbrados a que nuestra meta sea tener una casa, dos coches y una vida en la que no te falte nada material, pero creo que me llenará mucho más el que un niño, en vez de llegar a ser sicario, sea un profesional intentando sacar su país adelante y sobre todo, repartiendo amor, porque ahí es donde creo que está la clave de la vida. Tu familia, tus padres, tus amigos ¿cómo ven esta decisión tuya? Es una decisión muy difícil para todos, no es fácil de entender, dejarlo todo para irte a ayudar sabiendo que además es un lugar muy peligroso, pero lo aceptan y me apoyan al 100%. Saben que no cualquiera hace esto y más por amor a los más desfavorecidos, por lo que están muy orgullosos a pesar de todo. Por quien me duele más es por mis sobrinos, se me parte el corazón saber que no podré verlos tan continuo.... los amo. Vas a la misión que tiene Patricio Larrosa en Tegucigalpa ¿Cómo conociste a Patricio? ¿Qué esperas encontrar allí? A Patricio lo conocí estando en Honduras, cuando intentaba recaudar fondos para arreglar unas escuelas en la montaña. Contacté con un antiguo profesor mío de religión, Ángel Bocanegra, para pedirle ayuda a ver si había alguna forma de recaudar fondos de la Cruz Roja u otro organismo y entonces él me facilitó el contacto de Patricio. Ya conozco la situación que vive Honduras por lo que no creo sorprenderme cuando llegue. Sí es verdad que ahora trabajaré mucho más cerca de las zonas más desfavorecidas, lo que me hace muy feliz el saber que tendré medios y tiempo para dedicarme a ellos plenamente.

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¿Tu labor como misionero en qué consistirá, cuando llegues? Yo soy de campo, la montaña me apasiona y por tanto voy para intentar echar una mano en las zonas más alejadas de la ciudad, haciendo reparto de material escolar, colaborando con un proyecto ya existente, “maestro en casa”, el cual intenta escolarizar a todos aquellos que por sus medios económicos no pueden, y en definitiva, ayudar en todo lo que pueda y sea beneficioso para los más necesitados. ¿Vas por un tiempo o piensas que puede ser una decisión para toda la vida? Esto no lo sé, sólo Dios sabe... La vida da muchas vueltas y lo que hoy crees que puede ser definitivo mañana no lo es, por eso aprendí a vivir el día a día repartiendo el máximo amor y dejando que todo fluya. Sí es verdad que esto de ayudar me apasiona y más aún el hecho de intentar que las personas cada día sean más buenas, difundir los valores que hoy en día se están perdiendo por culpa de la envidia, el egoísmo, etc. ¿Cuándo marchas? ¿Estás nervioso o con ganas de estar ya allí? ¿Llevarás algo especial en la maleta? Me voy el 18 de julio, pero no llegaré a Honduras hasta mediados de agosto. Ahora me voy a EEUU para comprarme una moto e irme hasta Honduras en ella, ya que esta será mi medio de transporte principal. Así que, esta aventura no puede empezar mejor, realizando un sueño que tengo desde niño, viajar en moto. Estos últimos días se me están haciendo bastante difíciles, despedirte de la gente que quieres no es fácil y más cuando no sabes la fecha de regreso. Lo que me llevo especial es haberme encontrado con Dios. Después de haber recorrido muchos lugares perdidos y haber conocido muchísima gente de distintas clases sociales sé que, si todos repartiésemos más amor, otro mundo habría. Antonio Gómez


Mirada La “misión” de un grupo de jóvenes granadinos en la selva boliviana Un año más, en el tiempo estival, cerca de una veintena de jóvenes, vinculados a la Pastoral Universitaria, se marchan durante mes y medio a la selva boliviana para su Misión Bolivia. Es la iniciativa misionera y evangelizadora nacida hace 12 años en el seno de esta Pastoral, que hoy continúa, fraguada año tras año en una historia de amistad y de familiaridad con los jóvenes, niños, adultos y ancianos del estado de Bellavista, donde acuden. Los jóvenes granadinos, que les ayudan en las tareas de sanidad, educación, oficios y formación, viven la jornada como un miembro más de la comunidad y de las familias bolivianas, compartiendo sus preocupaciones, alegrías, tristezas, novedades y todo el devenir diario, durante dos meses y medio. Después, ese compartir la vida a miles de kilómetros de distancia, desde Granada, continúa, en forma de contacto telefónico, de cartas o mensajes, acompañándose mutuamente. PASTORAL UNIVERSITARIA Los participantes de esta edición son jóvenes que están vinculados o lo han estado muy estrechamente a la Pastoral Universitaria, entre ellos se encuentran seminaristas, acompañados por su Delegado Episcopal en Granada, D. José Antonio Villena. Allí, en el estado de Bella Vista, en la selva boliviana, viven su Misión Bolivia junto a las hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, que tienen en nuestra diócesis su Casa Madre y con quienes la Pastoral Universitaria está muy vinculada en su actividad pastoral durante el curso, y ahora también en verano. Y junto a ellos también está el misionero padre José Manuel Barrio, más conocido como Padrecito, que, a sus más de 90 años, continúa allí su vida de fe y pastoral como misionero en Bolivia donde llegó hace décadas. FUNDACIÓN

Desarrollo y el acompañamiento en la vida de los niños, jóvenes y mayores del poblado de Bella Vista en Bolivia. Nacida de la Pastoral Universitaria, la Fundación ayuda, con becas, a los jóvenes de la selva boliviana que quieran estudiar y formarse en ciclos formativos superiores o en la universidad. “Misión Bolivia surge de un encuentro, de un grupo de jóvenes que van por primera vez y cuando vuelven, vuelven con una intuición muy clara: que se han encontrado con otros jóvenes como ellos, que tienen las mismas inquietudes, las mismas aspiraciones que ellos pero, sin embargo, no pueden desarrollarla. Entonces, deciden formar esta Fundación para acompañar a estos jóvenes, no sólo económicamente, sino humanamente”, explica Antonio Jesús Guzmán, seminarista del Seminario Mayor San Cecilio, que este año viaja de nuevo en la Misión Bolivia como ya hiciera en otras ocasiones siendo estudiante universitario en la UGR. Paqui Pallarés

Fruto de esta experiencia es la Fundación Ahoringa Vuelcapeta, Fundación para la Cooperación al

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Mirada Las Misioneras de las Doctrinas Rurales marchan de Gor Tras su intensa labor de más de siete meses en la parroquia de Gor y sus aldeas y cortijos, llegó la hora de concluir la estancia de estas mujeres consagradas, Misioneras de las Doctrinas Rurales. Han sido una bendición de Dios y el pueblo de Gor les queda enteramente agradecido. El broche final ha sido una “Santa Misión”, del 1 al 7 de julio, con la presencia del famoso y muy querido jesuita misionero P. Diego Muñoz y del joven sacerdote D. Juan María Sellas, de la Sociedad Misionera de Cristo Rey. El domingo 7 de julio, presidió la Eucaristía dominical nuestro obispo D. Francisco Jesús Orozco, quien realizó la renovación de la consagración de la Villa de Gor al Sagrado Corazón de Jesús, que entonces se hizo el 1 de octubre de 1960.

Por la tarde, un grupo de feligreses se trasladaron al Puente Grande, de Gor, donde está el monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Allí se dieron testimonios por parte de quienes han asistido en el Cerro de los Ángeles al acto de consagración de España al Corazón de Jesús, y concluyó el acto con cantos y oraciones. Juan José Toral Párroco de Gor

Adoración por los matrimonios en la Iglesia de la Capilla Sagrario Dos familias de los grupos de Proyecto de Amor Conyugal organizan una adoración por los matrimonios en la Capilla Sagrario Catedral todos los miércoles de las 18:30 a las 19:30 horas. Este será el horario establecido para estos meses de verano, con la idea de ampliarlo tal vez a partir del mes de septiembre. Esta realidad eclesial denominada Proyecto de Amor Conyugal surgió hace unos años después una milagrosa peregrinación a la Virgen de Fátima de un matrimonio que pasó por una fuerte crisis matrimonial, se ofrece como una ayuda a la vida de los distintos matrimonios. Con esta adoración lo que se pretende es orar por los matrimonios de la diócesis, aunque también tiene un carácter universal. Esta iniciativa “nace de la conciencia de la situación alarmante que estamos viviendo a nivel social, para orar y pedir por esa realidad matrimonial”, ha dicho uno de los organizadores, Rafael Bonilla.

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Está es una de las iniciativas que nacen de estos grupos de Proyecto de Amor Conyugal, que esperan llevar a cabo una charla anuncio en el mes de octubre para aquellos matrimonios que quieran participar en este grupo que ya está sirviendo de ayuda real para muchos matrimonios en el resto de España. Los interesados en participar o en saber algo más sobre estos grupos de ayuda matrimonial, pueden solicitar más información desde la página web www.proyectoamorconyugal.es. Ignacio Álvarez


Mirada La Virgen de la Esperanza procesionó por las calles de San Clemente, en Huéscar La parroquia de San Clemente, en Huéscar, celebró en la tarde del domingo 7 de julio la Eucaristía y procesión en honor a la Virgen de la Esperanza. La Misa estuvo presidida por el párroco, D. José Antonio Martínez. Anteriormente hubo un triduo, dedicado a la que se considera la patrona de este barrio de Huéscar. Tras la Misa, tuvo lugar la procesión, con la imagen de la Virgen de la Esperanza, rodeada de los vecinos que quisieron acompañar a su Patrona. Se mantiene así la tradición en las fiestas de su barrio.

Sin duda, fue una sencilla y bonita procesión en la que se le pidió a la Virgen de la Esperanza que cuide y proteja este barrio.

La Virgen y su Hermandad estuvieron acompañadas por la corporación municipal y la banda de música.

José Antonio Martínez Párroco de San Clemente

La Escolanía de la catedral de Guadix también tuvo su convivencia estival

La Escolanía de la catedral accitana vivió unos días de convivencia en Almuñécar del 1 al 7 de julio. Allí, en Casa Betania, se dieron cita la mayoría de los integrantes del coro y algunos padres, junto al director de la escolanía, Sergio Vilalba.

Uno de los días la Escolanía participó en la Misa de la parroquia de Almuñécar, junto al padre John y el párroco, Vicente Guerrero. Y el último día fue de convivencia con todos los padres, en una jornada de fiesta y de celebración.

Durante esos días, todo giró en torno a la Eucaristía, que da la vida. Pero, también, hubo tiempo para la playa, la piscina, para hacer manualidades y, por supuesto, para la formación en valores y el ensayo de cantos.

Un encuentro-convivencia con el que culminaba un curso de mucho trabajo y dedicación, y con el que se daba comienzo a las merecidas vacaciones estivales. Sergio Villalba Director de la Escolanía

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Mirada “Para mi tío abuelo los pobres eran sus amigos” Lourdes Robles Garzón (Almería, 1950) es sobrina nieta del beato D. Juan Moreno Juárez, martirizado el 4 de septiembre de 1936 en el cementerio de Berja. Su abuela materna, Paz Moreno Juárez, era hermana del beato y trasmitió a sus hijos y nietos el ejemplo y testimonio del “tío Juan” cuyo martirio es reconocido hoy en la Iglesia como modelo de fidelidad hasta la muerte por amor a Cristo. Válor es el lugar donde su familia residía en los tiempos del martirio de su tío y donde actualmente se encuentran sus reliquias, ¿cómo era Juan Moreno? Mi tío era muy querido, cuando yo nací él ya había sido martirizado pero mi abuela con las vecinas siempre hablaba de él, estaba destinado como sacerdote en distintos pueblos cercanos a Válor, cuando iba de visita era una alegría para todos. No es porque hoy sea mártir, pero destacaría de él su generosidad para con los necesitados, su casa estaba siempre abierta para todo el mundo, era también muy inteligente y muy desprendido. No tenía nada suyo, lo compartía todo. En general en casa de los abuelos se vivía ese clima de generosidad que siendo pequeña me llamaba mucho la atención. Mi abuelo era militar y una persona muy condecorada pero en su casa las personas que trabajaban allí ayudando en las tareas domésticas almorzaban como uno más de la familia. Se compartía todo lo que había. En la época eso no era común, era un ejemplo de trato muy humano. A mi tío ya le venía de familia el amor y la fraternidad hacia los que lo rodeaban. También sus feligreses guardaban por él un cariño especial… Lo llamaban “el cura de los pobres”. Estuvo muchísimo tiempo en Bernina, que es un municipio cerca de Válor que hoy está comunicado pero en aquella época era muy dificultoso llegar. Como sacerdote mucha gente lo admiraba porque todo necesitado que llegaba a la parroquia recibía comida aunque él se quedara sin comer. Los pobres eran sus amigos. El verano de 1936 fue una tiempo determinante para la vida de su familia hasta llegar ese 4 de septiembre, ¿qué pasó?

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Lo que sucedió es que lo persiguieron por ser cristiano y sacerdote en la parroquia, pero no lo encontraron allí, recibió cobijo en un cortijo. Al no encontrarlo en la parroquia lo buscaron en la casa familiar, mi abuela y otros familiares tuvieron que quedarse fuera en las escaleras, lo quemaron todo, se quedaron absolutamente sin nada. Aún así no lo encontraron hasta que mi tío volvió a la parroquia para celebrar la Misa y dar la Comunión a todos los necesitados, los fieles lo necesitaban. Ahí fue cuando lo capturaron. Hay distintas formas de afrontar sin duda la muerte. ¿Cuál cree que fue la de Juan? El martirio es una gracia que Dios no concede a todo el mundo. Mi abuela decía que ella pensaba que murió tal y como vivió, sin gritar, sin llorar, entregándose a Dios, perdonando y hablando con Dios. ¿Cómo ha vivido la familia su beatificación en Almería y la recepción de sus reliquias en la Eucaristía celebrada hace unos meses en la Catedral de Granada? La familia ha vivido con gran emoción la beatificación aunque lo hayamos vivido en tercera generación. Con


Mirada mucha alegría por el reconocimiento de lo que nuestro tío abuelo hizo en vida con todo su sacrificio. Pudimos asistir prácticamente toda la familia a la recepción de reliquias en la Catedral también. Mi madre fue muy feliz, hoy ya fallecida, de que este proceso se pusiera en marcha hace años aunque no ha podido verlo beatificado. Desde siempre en casa, la oración del Padrenuestro iba dedicada al tío Juan y a pedirle su intercesión y ayuda en lo que necesitáramos.

¿Qué podemos aprender de los mártires? Es curioso que en la Misa en la Catedral donde recibimos las reliquias los miembros más jóvenes de nuestra familia no entendía que pueda haber algo en la vida que te lleve a morir por ello. Yo siempre les digo que es la fe en Dios lo que hizo al tío Juan morir para defender la iglesia y su amor por Cristo. María José Aguilar

El obispo de Guadix recibió la visita del obispo de Córdoba y su Consejo Episcopal

D. Francisco Jesús Orozco ha recibido este lunes, 15 de julio, la visita de D. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, y su Consejo Episcopal.

exposición permanente sobre los cinco siglos de historia de la sanidad en dicho hospital y en la ciudad accitana.

Ha sido una visita entrañable, dado que Mons. Orozco es cordobés y ha sido vicario general de D. Demetrio durante siete años, hasta que fue nombrado obispo de Guadix. D. Demetrio y su Consejo Episcopal han pasado toda la jornada en la ciudad accitana y D. Francisco Jesús les ha enseñado lo más representativo de Guadix.

Junto al obispo cordobés, ha viajado el Consejo Episcopal, al que perteneció en su momento D. Francisco Jesús. El vicario general de Guadix, José Francisco Serrano, ha acompañado al grupo durante toda la jornada.

Visitaron la cueva de San Pedro Poveda y la iglesia de Virgen de Gracia, donde celebraron la Eucaristía. También han visitado la Catedral y han subido al mirador de la torre, desde donde han podido contemplar toda la ciudad y su entorno. Finalmente, han visitado el Hospital Real de la Caridad y la

Sin duda, este habrá sido un encuentro emotivo para los dos obispos, un encuentro que habrá hecho sentir cercana a Córdoba a quien, desde el 22 de diciembre, es obispo de Guadix y un accitano más. Antonio Gómez

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Mirada “Estoy dispuesto a seguir vinculado a la delegación de juventud de mi diócesis”

Rafael Pinteño Rodríguez es un estudiante de 3º de ESO, natural de Huéscar y feligrés de Santa María la Mayor, en Huéscar. Es la primera vez que viene al campamento juvenil y la segunda que acude a alguna actividad de la pastoral juvenil. Anteriormente ha participado de los campamentos vocacionales del seminario. Has participado en el campamento juvenil organizado por la Delegación de juventud de la diócesis de Guadix, imagino que habrá sido una experiencia agradable y enriquecedora. Desde luego que ha sido una experiencia agradable y enriquecedora para la fe de distintos jóvenes de nuestra diócesis, gracias a los pequeños momentos de oración a lo largo del día y también por la presencia de D. Alfonso José García (delegado de juventud) y de nuestros seminaristas mayores (Guillermo, Manolo, Antonio David y Ángel), quienes han sido nuestros guías espirituales durante esta semana tan intensa. A la vez hemos conocido otros jóvenes que viven su fe, con los que hemos congeniado muy bien y hemos compartido estos días que han sido de diversión. Y también dar las gracias a Ramón y Piedad, por haber sido como nuestros padres durante esta semana y prepararnos la comida. ¿Qué es lo que más te ha gustado del campamento de este año? Sin lugar a duda, mi momento favorito de este campamento fue la vigilia de oración del sábado

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por la noche. Durante la vigilia D. Alfonso expuso al Santísimo en una custodia preciosa y se preparó una oración frente a Él, que iba a ser de unos 20 minutos y la prolongamos a casi dos horas. Todo empezó como una adoración al Santísimo, como otra cualquiera, hasta que D. Alfonso leyó unas palabras que si no recuerdo mal decían: “En estos momentos de gracia, estamos bajo la mirada del Señor, es un momento de intimidad con Él, de unirnos a Él mediante la oración, hablándole como un amigo que es, contándole lo que me preocupa, cómo estoy, qué quiero, qué quiere Él de mí; dándole gracias por algo especial, incluso diciéndole que no siento nada, quiero sentir tu presencia …”. Meditamos todo esto que nos dijo D. Alfonso. A continuación, nos dieron una vela encendida por una del altar para pedir una petición al Señor, en este momento nos desmoronamos todos y comenzamos a llorar. Le ofrecimos nuestra vela delante del altar y de Él. Nos marchamos todos de la capilla con el corazón tocado por Él, el Amor de los Amores. Ha habido tiempo para divertirse y bañarse… ¿también para celebrar la fe? ¿Cómo han sido esas celebraciones de la fe? Sí, ha habido momentos de todo. Comenzábamos y terminábamos el día con una breve oración de unos 15 minutos, realizadas por los distintos grupos del campamento en la capilla, frente al Sagrario, donde se encontraba Él. Le pedíamos principalmente que nos ayudase durante estos días y le dábamos las gracias por haber podido venir a este campamento y por la fe. Como debe de ser, bendecíamos la


Mirada mesa con canciones y oraciones. Luego por la tarde celebrábamos la Eucaristía en la capilla, preparando las lecturas, peticiones, ofrendas, cantos… realizadas por los jóvenes del campamento. Yo tuve la suerte de poder acolitar todos los días. Fueron misas breves y cercanas. También destacar que nos acompañaron muchas personas del pueblo en la Santa Misa. Y, sobre todo, destaco la visita de nuestro obispo D. Francisco Jesús Orozco y de D. José Francisco Serrano, que tuvieron el gesto de acompañarnos un día y de celebrar la Eucaristía con todos nosotros. Y también tuvimos la vigilia con el Santísimo como bien he explicado antes. El campamento quiere ayudar a que los jóvenes colaboren en la pastoral juvenil ¿qué compromisos han asumido los jóvenes para el próximo curso? Este campamento ha sido mi segunda experiencia con la pastoral juvenil, me gustaría formar parte de esta gran familia participando en sus distintas actividades, y creo que todos mis compañeros comparten la misma idea que yo, por lo bien que lo hemos pasado (en todos los sentidos) y la unión que se ha creado entre todos en este campamento. Ya se empieza a hablar de la próxima JMJ, que será en Lisboa, y a programar la asistencia desde Guadix. ¿Irás?

¿Cómo se va a preparar esta JMJ desde la delegación de juventud? En estos momentos me encantaría ir. Todo lo que me han contado sobre la JMJ de Cracovia ha sido bueno. Es una experiencia en la que jóvenes de distintos países se reúnen para incentivar la participación juvenil en la Iglesia, también sé que se celebró dos veces en España y los iconos pasaron por mi pueblo, Huéscar. Me gustaría ir por vivir más momentos con la pastoral juvenil, conocer nuevas personas, sus tradiciones y devociones (como yo con mis Santas Benditas, jeje); y vivir una experiencia de fe junto al Papa, que es lo más importante. Y encima teniendo la suerte de que se va a celebrar en nuestro país vecino, Portugal. El próximo curso, ¿seguirás vinculado a la delegación de juventud? ¿Por qué? Estoy dispuesto a seguir vinculado a la delegación de juventud de mi diócesis junto a mis compañeros de Huéscar y a colaborar con ella en todo lo que pueda por dos motivos fundamentales: el primero, para seguir viviendo mi fe, encontrándome con el Señor y descubrir lo que realmente quiere de mí; y el segundo, por conocer a jóvenes como yo y poder compartir con ellos experiencias de nuestra vida y pasarlo bien.

“Jesús enseñaba así” y “De la mano con Jesús” Libros y materiales editados por San Pablo, dirigido especialmente a catequistas y niños que se preparan para la Primera Comunión. José María Álvarez (Chema Álvarez), misionero del Sagrado Corazón, es el autor de Jesús enseñaba así, libro “con el que trata de acudir al método de enseñanza del Maestro por excelencia, Jesús de Nazaret”, quien recurría a “sencillas parábolas para explicar lo divino y lo humano”. Así, en su libro, Chema Álvarez hace un recorrido por las parábolas del Evangelio, “extractando las enseñanzas que los cristianos debemos aprender y adaptándolas al sentir de hoy”. En De la mano con Jesús, nos preparamos para la Comunión, la Editorial San Pablo edita dos volúmenes a través del Proyecto Siembra, complementario al Catecismo Jesús es el Señor, que pone el acento en la implicación activa de las familias en la formación religiosa de sus hijos y su compromiso con la fe en Jesús de Nazaret.

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Niños y monitores valoran positivamente su participación en el campamento de verano de la Pastoral Infantil El 14 de julio terminó el Campamento de Verano Jesús organizado desde la Pastoral Infantil de Granada. Ha sido este el culmen a los distintos encuentros mensuales denominados Encuentros en el Corazón de Jesús celebrados a lo largo del curso. Los niños y monitores han agradecido por igual su experiencia en esta semana de campamento. En todo este conjunto de actividades al aire libre, ocio y deporte, los niños han estado acompañados por el Delegado diocesano de la Pastoral Infantil, D. Miguel Ángel Morell, y por un grupo de catequistas y monitores responsables. En esta ocasión se reunieron en un complejo diocesano en San Juan de los Terreros, situado en la provincia de Almería. En realidad, ha sido la primera vez que la Pastoral Infantil como tal organiza un campamento de verano. Antes el Delegado de la Pastoral Infantil lo organizaba con la parroquia de Monachil, con monitores distintos. Entre las salidas a la playa, el deporte y los momentos de oración, el campamento ayudo a recrear el ambiente de Jesús en la antigua palestina, ayudándoles siempre a darles a conocer su vida y su época. “A mí me ha servido para conocer más a Jesús”, comenta David, uno de los niños del campamento. “Por la noche hacíamos siempre una cosa que se llamaba velada en la que organizábamos juegos. Una noche fue la noche del miedo y había endemoniados, y todos los niños teníamos que desendemoniar a un monitor”, nos dice. “La verdad es que aprendo yo también muchísimo”, cuenta Elena, una de las monitoras de la Pastoral

AGENDA • Pastoral Familiar. Convivencia de verano para los alumnos del Curso Amor humano, matrimonio y familia, abiertos a la participación de nuevos alumnos o que deseen conocer el Curso. Será del 2 al 4 de agosto, en la Casa de Espiritualidad San Juan Pablo II (C/ Vía del Tranvía, 10, La Zubia). En esta convivencia se hablará de nuevas tecnologías, ancianidad, soledad, vejez y matrimonio. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 20 de julio. Más información en: cursoamorhumano@gmail.com.

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• Mater Christi. Ejercicios espirituales en Collado Villalba (Madrid), dirigido a participantes de toda España. Tendrá lugar del 23 al 29 de agosto. Más información en el teléfono 91-532-91-92 y en www. ejercicios-espirituales.com .

Infantil. “Mi experiencia de fe tiene sentido en tanto que la comparto y entrego lo que tengo o lo que sé a otra gente. Este año ha sido muy especial también, porque este año ha habido monitores que antes habían ido como niños a los campamentos. El ver que esa entrega tiene su fruto en el tiempo pues es una satisfacción enorme que hace que mientras pueda pues la voy a seguir repitiendo”, afirma. Uno de los chicos que ha pasado de ser participante en los campamentos de verano a monitor, Alfonso, destaca que lo que más ha disfrutado de su experiencia como monitor “el hecho de poder ser amigo de los niños y servirles como ejemplo, no solo para las actividades, sino para la vida. Ese trato con los niños es de las experiencia que más agradezco yo de estos campamentos”. Les recordamos que para solicitar más información sobre las actividades de la Pastoral Infantil diocesana o ponerse en contacto con ella, disponen del mail pastoralinfantilgranada@gmail.com. Ignacio Álvarez

• Peregrinación a Roma. La parroquia de Santiago de Guadix organiza una peregrinación a Roma, del 19 al 23 de agosto. La salida será desde Guadix y se hará una parada en Granada antes de continuar hasta Málaga, desde donde saldrá el avión camino de Roma. A la llegada se hará el traslado en autobús hasta el hotel, donde terminará la jornada con la cena y el alojamiento. Se visitará San Pablo Extramuros, San Pedro, las catacumbas, el barrio del Trastevere, Plaza España, Plaza Navona y Fontana di Trevi, entre otros puntos. Las personas interesadas para más información o inscripciones pueden pasarse por la sacristía de la parroquia accitana de Santiago. • Misa de Reglas. El domingo 21 de julio, siendo tercer domingo del mes, la Hermandad de Santa María de la Alhambra celebrará la Misa de Reglas a las 11:00 horas en Santa María de la Alhambra.


Textos

“La sabiduría de este mundo es locura ante Dios” “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6, 5; Mt 22, 37)... Este todo, tomado al pie de la letra, es extraordinariamente exigente. Pero ¿es posible? ¿No existe en ello, en definitiva, alguna utopía? Porque, en fin, el hombre es hombre; no ha que sobreestimar su capacidad. ¿No hubiera sido más prudente, más razonable, decir, por ejemplo: “Amarás a Dios y a tu prójimo lo más que puedas, en la medida que puedas; lo harás lo mejor que puedas”? Bien sabe Dios lo limitado, débil y vacilante que es el hombre. ¿Quién podría saberlo mejor que él? Entonces, ¿por qué le exige ir más allá de sus posibilidades?...

Felipe Dagonet

Para los que esperan del Evangelio sentencias razonables y tranquilizadoras, ¿hay algo que más pueda desconcertarles y decepcionarles? ¿Qué pensar, por ejemplo, de esta afirmación del sermón del monte: Bienaventurados los pobres (Mt 5, 3)? Todas las filosofías humanas, incluso las más elevadas, habían proclamado continuamente todo lo contrario. ¿Por qué conceder el primer puesto a los últimos, por qué pretender que las prostitutas se adelantarían a los virtuosos en el Reino de Dios? ¿Es tal vez necesario, cuando se es adulto, imitar la inocencia y disponibilidad de los niños para agradar a Dios? ¿Qué mayor contrasentido que afirmar: El que quiera salvar su vida la perderá, y el que la pierda por mí, la salvará (Lc 9. 24)? Y, en fin. ¿hay algo más desconcertante e incluso escandaloso que morir colgado de una cruz

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Textos para salvar el mundo?... Tal vez en todo esto se encuentra un argumento de que lo que propone esta Revelación no procede de los hombres. El padre Pouget decía: “Una de las razones que me asegura que Cristo no es una invención es que es excesivamente molesto”. Y es verdad. Nosotros nunca lo hubiéramos descrito así si lo hubiéramos hecho a medida. Lo hubiéramos fabricado según nuestras limitaciones humanas, razonables. Basta con consultar las religiones del paganismo para convencerse. Basta con leer a los sabios de la antigüedad para darse cuenta de lo que tiene a la vez de admirable y de limitado el esfuerzo de una inteligencia humana que no se apoya en ninguna revelación. Si, pues, el mensaje evangélico viene de Dios, no es extraño que nos desconcierte, que nos empuje hasta los límites e incluso más allá de los límites que jamás hubiéramos imaginado poder traspasar. Una religión que solamente fuese razonable, sin arrancarnos para nada de nuestras perspectivas humanas y corrientes, sería “a priori” sospechosa. Dios se hizo hombre, no un superhombre. Dios es Dios y sus pensamientos no son nuestros pensamientos (cf. Is 55, 8). Lo que para nosotros es locura, para él puede ser sabiduría. Hay, en efecto, dos locuras; la que vemos en los dementes es ausencia de razón, es un desatino, y esa otra que no es una abdicación, sino al contrario, una promoción, una superación de la razón por la participación que se le da en una sabiduría superior. En esta locura consiste la sabiduría de Dios. Que nadie se llame a engaño, dice San Pablo. Si alguna entre vosotros se cree sabio al estilo de este mundo, hágase necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es locura ante Dios (1 Cor

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3, 18-19)... Esta locura es la del amor extremo. Si se vive en régimen cristiano traspasando los límites de lo razonable es porque el clima en que Cristo nos exige vivir es el del amor. Si estamos locos, lo es por amor. El amor de Cristo nos urge, dice San Pablo (2 Cor 5, 14).


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Dolor, soledad y presencia La Iglesia y el cuidado de los enfermos (I) Stanley Hauerwas, teólogo metodista norteamericano, habla de un amigo que acudió a él cuando descubrió a su madre muerta, tras haberse suicidado. El autor afirma: “No quería ir porque sabía que no había nada que pudiera hacer o decir para hacer que las cosas pareciesen mejor de lo que eran. Finalmente, no quería ir porque no quería estar cerca de alguien que hubiese sido tocado por una tragedia semejante. Pero fui. Me sentí torpe, pero fui”. Ambos se abrazaron y lloraron juntos. “Después de ese primer momento de tristeza compartida, de algún modo nos calmamos y dimos un paseo. Estuvimos juntos el resto del día y de la noche. No recuerdo lo que dijimos, pero recuerdo que fue intrascendente. No hablamos de su madre o de lo que había sucedido. No especulamos acerca de por qué ella podría haber hecho tal cosa (…). Hicimos lo que siempre hacíamos. Hablamos de chicas, de fútbol, de coches, de películas y de cualquier otra cosa que fuera lo suficientemente intrascendente como para distraer nuestra atención

de este horrible suceso. (…) Pero el tiempo me ha ayudado a comprender que esto es todo lo que él quería”. Con este punto de partida, Hauerwas profundiza en la relación entre medicina y religión, del que ofrecemos un extracto, dedicado a la Iglesia y el cuidado de los enfermos. No puedo ofrecer ninguna “solución” a las cuestiones planteadas en la sección anterior, puesto que pienso que no tienen solución alguna, dada nuestra situación social y política. Más aún, creo que progresaremos poco en estos asuntos en la medida en que intentemos abordar estas cuestiones en términos de dicotomías entre religión y medicina o de la relación entre ética médica y teología. Lo que se necesita, en cambio, es un planteamiento diferente de la cuestión. En esta sección intentaré hacer eso volviendo al texto y a la historia que conté al principio para sugerir cómo ambos pueden ayudarnos a recordar que más fundamental que la religión y la moralidad es la cuestión del tipo de comunidad que es necesario para sostener el cuidado de los enfermos a largo plazo.

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aFondo

De hecho, parte del problema de discutir la cuestión de la “relación” entre unos términos tan generales como “medicina” y “religión” es que cada uno de esos términos, a su manera, distorsiona el carácter de aquello que se pretende describir. Por ejemplo, cuando hablamos en general de “religión” en vez de hablar acerca de un conjunto específico de creencias, comportamientos y hábitos encarnados por un grupo concreto de personas, nuestra explicación siempre tiende a ser reduccionista. Hace que parezca que por debajo de lo que la gente realmente cree y hace hay una realidad más profunda llamada “religión”. Es como si pudiéramos hablar de Dios separadamente de cómo un pueblo ha aprendido a rezarle a ese Dios. De la misma manera, a menudo tendemos a simplificar excesivamente la naturaleza de la medicina tratando de captar las muchas actividades cubiertas por ese término en una definición o en un sistema ideológico. Lo que hacen los médicos a menudo es bastante diferente de lo que dicen que hacen. Más aún, la cuestión de la relación de la teología con la ética médica es demasiado abstracta. Porque cuando el problema se plantea de ese modo, da la impresión que la Religión es principalmente un conjunto de creencias, una visión del mundo, que puede o no tener implicaciones sobre cómo entendemos y respondemos a ciertos tipos de dilemas éticos. Aunque es sin duda verdad que el cristianismo implica creencias, el carácter de esas creencias no puede entenderse aparte de su papel en la formación de una comunidad que lleva a cabo ciertas prácticas cultuales. Al centrarme en este hecho, espero sacar a la palestra una perspectiva distinta sobre cómo aquellos que están llamados a cuidar de los enfermos pueden recurrir y contar con el tipo particular de comunidad que llamamos Iglesia. No pretendo, por ejemplo, sostener que la medicina deba ser reclamada en modo alguno decisivo como dependiente de la teología. Tampoco quiero sostener

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que el desarrollo de la “ética médica” vaya a requerir en última instancia el reconocimiento teológico o el recurso a presupuestos teológicos. Más bien quiero tratar de demostrar por qué, dadas las particulares exigencias que se depositan sobre los que cuidan a los enfermos, para sostener ese cuidado es necesario algo muy parecido a una iglesia. Para desarrollar este punto quiero llamar la atención sobre un aspecto de la enfermedad, obvio pero que a menudo se pasa por alto: a saber, que cuando estamos enfermos nos duele, y estamos en el dolor. Soy consciente de que a menudo estamos enfermos sin tener dolor —por ejemplo, en el endurecimiento de las arterias—, pero eso no descalifica en última instancia mi punto de vista general, ya que sabemos que esa enfermedad producirá a la larga dolor físico y mental. Tampoco estoy particularmente preocupado por la observación de que muchos dolores son “psicológicos”, y carecen de una base fisiológica real. Los médicos tienen razón al insistir en que las personas que dicen tener dolor, incluso cuando no se puede encontrar ninguna base orgánica para ese dolor, tienen dolor de hecho, aunque puedan estar equivocados en el tipo de dolor que es.


aFondo Además, soy bastante consciente de que hay muchos tipos de dolor, así como de intensidad de los dolores. Lo que es sólo un daño menor para mí puede ser un trauma importante para otro. El dolor llega en muchas formas y tamaños, y nunca es posible separar en el dolor los aspectos psicológicos de los orgánicos. Por ejemplo, el sufrimiento, que no es lo mismo que el dolor ya que podemos sufrir sin tener dolor, es sin embargo similar al dolor en cuanto que es un sentimiento de deficiencia que puede hacernos tan miserables como el dolor mismo. Sin embargo, hechas estas puntualizaciones, sigue siendo cierto que existe una fuerte conexión entre dolor y enfermedad, y que esta es un área de nuestras vidas en la que lo adecuado es requerir la destreza de un médico. Cuando estamos en dolor queremos ser ayudados. Pero es precisamente en este punto donde se produce uno de los aspectos más extraños de nuestro ser: a saber, que nos es imposible experimentar el dolor del otro. Eso no significa que no podamos comunicarnos unos a otros nuestro dolor. Eso lo podemos hacer, pero lo que no se puede hacer es que tú comprendas y/o experimentes mi dolor en cuanto mío. Esto pone sobre nosotros una doble carga, porque ya tenemos suficiente problema con aprender a conocernos unos a otros en las circunstancias normales de nuestras

vidas, pero cuando tenemos dolor nuestra alienación de unos con respecto a otros no hace más que aumentar. Pues al margen de toda la compasión que podamos sentir hacia otro cuando padece dolor, ese mismo dolor crea una historia y una experiencia que hace al otro mucho más extraño para mí. Nuestros dolores nos aíslan unos de otros al crear mundos que nos separan unos de otros. Consideremos, por ejemplo, el abismo inmenso que se da entre el mundo de los enfermos y el de los sanos. Por más experiencia que tengamos del primero, cuando estamos sanos o sin dolor nos cuesta imaginar y entender el mundo de los enfermos. De hecho, los términos que estamos usando son aún demasiado burdos. Porque no sufrimos la enfermedad en cuanto tal, sino que sufrimos sólo este tipo concreto de enfermedad y tenemos este tipo concreto de dolor. Así, incluso en el mundo de la enfermedad hay sub-mundos que no se cruzan fácilmente. Piénsese, por ejemplo, en lo importante que es para quienes sufren la misma enfermedad compartir sus historias. No creen que otros puedan entender su tipo particular de dolor. Las personas con cardiopatías pueden encontrar poca base para la comunión con los que sufren de cáncer. El dolor por sí mismo no crea una experiencia compartida; sólo el dolor de un tipo y de una clase concretos. Más aún, el mismo carácter comunal que se crea de ese modo separa a los

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enfermos de manera decisiva de quienes tienen salud. El dolor no sólo nos aísla a unos de otros, sino que nos aísla incluso de nosotros mismos. Piénsese en la rapidez con que las personas con un miembro o un órgano gravemente enfermo ansían la cirugía, en la esperanza de que en cuanto ese miembro u órgano sea cortado o extirpado ya no se verán agobiados por el dolor que les hace no conocerse a sí mismos. Esta pierna gangrenada no es mía. Preferiría perder la pierna a enfrentar la realidad de su conexión conmigo. Las dificultades que el dolor crea en nuestra relación con nosotros mismos se agravan por las peculiares dificultades que crea para los que están cerca de nosotros y que no comparten nuestro dolor. Por muy simpáticos que puedan ser, y por mucho que traten de estar con nosotros y de confortarnos, sabemos que no quieren experimentar nuestro dolor. No sólo es que no puedo, es que no quiero conocer el dolor que sientes. Por más buena voluntad que tengamos, no podemos apropiarnos el dolor del otro como nuestro. Nuestros dolores nos separan, y es poco lo que podemos hacer para restaurar esa unidad nuestra. Sospecho que esta es una de las razones por las que una enfermedad crónica es tan gravosa. Porque a menudo estamos dispuestos a estar presentes y ser comprensivos

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con quien sufre un dolor intenso pero temporal. Es decir, estamos dispuestos a estar presentes en la medida en que se esfuercen por ser “buenos” enfermos, que tratan de ponerse bien lo más rápidamente posible, y no hacen un mundo de su malestar. También podemos ser muy comprensivos inicialmente con alguien que padece una enfermedad crónica, pero parece demasiado pedir el que uno sea compasivo año tras año. Así, el testimonio universal de las personas con enfermedades crónicas es que su enfermedad a menudo da lugar a la separación de sus antiguos amigos. Esto es un problema, no sólo para la persona enferma, sino también para aquellos que están estrechamente conectados con esa persona. Los familiares de una persona enferma crónica descubren a menudo que las mismas habilidades y hábitos que tienen que aprender para estar al lado de quien sufre acaba creando una distancia entre ellos y sus amigos. Tal vez nada ilustra esto tan dolorosamente como el caso de una familia que tiene un niño deficiente. Con frecuencia descubren que no pasa mucho tiempo sin que tengan un nuevo conjunto de amigos a quienes también les sucede que tienen niños deficientes. Precisamente porque el dolor es tan alienante, vacilamos antes de admitir que estamos sufriendo. Estar sufriendo significa que necesitamos ayuda, que somos vulnerables


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No cabe duda de que hay muchas más cosas pueden y deben decirse, y que matizarían esta concepción del dolor y la forma en que tiende a aislarnos unos de otros. Sin embargo, creo que he dicho lo suficiente como para llamar la atención sobre este aspecto de nuestra existencia, perfectamente común y, sin embargo,precisamente por eso, más extraordinario. Además, a la luz de este análisis, espero ahora que podamos apreciar el notable comportamiento de los amigos de Job. Porque a pesar de la mala prensa que los consoladores de Job suelen recibir (y que en muchos sentidos merecen), al menos se sentaron en la tierra con él durante siete días. Más aún, no hablaron con él “porque vieron que su sufrimiento era muy grande”. Que obraran así es verdaderamente un acto de magnanimidad, porque la mayoría de nosotros sólo estamos dispuestos a estar con las personas que sufren, especialmente con aquellos cuyo dolor es tan grande que apenas podemos reconocerlos, sólo si podemos “hacer algo” para aliviar su sufrimiento, o al menos, para distraer su atención. No es así con los consoladores de Job. Se sentaron en el suelo con Job sin hacer nada más que aceptar el estar presentes frente a su sufrimiento. a los intereses de los demás, que no tenemos el control de nuestro destino. De este modo, tratamos de negar nuestro dolor con la esperanza de poder manejarlo nosotros mismos. Pero el intento de manejar nuestro dolor por nosotros mismos o de negar su existencia tiene el extraño efecto de que sólo incrementa nuestra soledad. Porque justamente en la medida en que me salgo con la mía, creo acerca de mí mismo una historia que no puedo compartir fácilmente.

Stanley Hauerwas El texto puede leerse íntegro en www.archidiocesisgranada.es, en la sección Multimedia y Documentación, con el título Salvación y salud: por qué la medicina necesita la Iglesia.

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Cultura

“El misterio de la vocación de Juana de Arco” Introducción de Mons. Martínez al libro (Editorial Nuevo Inicio) Las páginas que siguen formaron parte originalmente de la obra El misterio de la caridad de Juana de Arco. Esa joya de la literatura cristiana fue publicada hace años en versión española, y ha sido reeditada recientemente, junto con los otros dos grandes “misterios” escritos por Péguy (El pórtico del misterio de la segunda virtud y El misterio de los Santos Inocentes) por Ediciones Encuentro, Madrid (2009), bajo el título de Los tres misterios. A esta edición le precedieron, entre los años 70 y 90, unas publicaciones separadas de los tres misterios que se echan de menos hoy. Lo que hoy constituye la primera parte de la obra que presentamos fue retirado del texto de El misterio de la caridad ya cuando estaba en pruebas. Su lugar era exactamente al final del actual El misterio publicado, que termina con la indicación de escenografía siguiente: “Madame Gervaise había salido ya. Pero vuelve a entrar antes de que haya habido tiempo

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de bajar el telón”. Es ahí donde empieza nuestro texto. Las páginas arrancadas de las pruebas no tienen ninguna indicación de ser un Primer acto, y ciertamente no constituyen ni una segunda parte ni una continuación de El misterio de la caridad de Juana de Arco. En cuanto a lo que aparece aquí como Segundo acto y Tercer acto, esas designaciones son del mismo Péguy, pero el texto que contienen esas páginas fue apartado del texto de El misterio de la caridad cuando estaba todavía en manuscrito: nunca fueron llevadas a la imprenta. (…) En nuestra traducción, en cambio, como en la edición anterior de las obras poéticas de Péguy en la misma Bibliothèque de la Pléiade, la de 1957, el orden es el inverso, lo que da la impresión de que el texto retirado de las pruebas sería el primer acto, aunque el texto no lo dice. Dado el carácter fragmentario de los textos y para no complicar la vida del lector, hemos preferido seguir manteniendo esta última presentación, aunque sea


Cultura más artificial y corresponda menos a la verdad del origen de estos textos. La verdad parece ser que el mismo Péguy pensó en algún momento darle al actual El misterio de la caridad de Juana de Arco el título de El misterio de la vocación de Juana de Arco. En la edición impresa, tras todas las correcciones que Péguy hizo, incluso en las pruebas, el título es el que ha permanecido, El misterio de la caridad. Da la impresión, sin embargo, que Péguy pensaba rehacer toda su Juana de Arco primitiva, la de 1897, y que los fragmentos que arrancó de El misterio (al menos los que arrancó del manuscrito), estaban orientados a esos otros volúmenes sobre Juana de Arco que Péguy nunca llegaría a escribir. De ahí su carácter fragmentario, y la relativa incoherencia de una parte del texto (la retirada de las pruebas) con la otra (la retirada del manuscrito). Los otros dos misterios, El pórtico del misterio de la segunda virtud, y El misterio de los Santos Inocentes, en efecto, no son ni continuación ni parte de esos otros misterios de Juana de Arco en los que el autor pensó en algún momento, sino que son otra cosa, responden a otra idea y a otro proyecto. (…) Nosotros vamos a seguir llamando a estas páginas El misterio de la vocación de Juana de Arco. Es, ciertamente, una obra menor de Péguy. Y no tanto una obra incompleta como una serie de dos fragmentos inconexos entre sí. Y, sin embargo, en estas páginas hay verdaderas gemas: la observación sobre la diferencia entre el acto de humildad voluntarista y diseñado a la medida por nosotros mismos y la humillación que Dios nos tiene preparada con toda su ternura infinita, desde toda la eternidad. La forma concretísima de entender y vivir la comunión de los santos —el modo natural de la misteriosa vida de la Iglesia— que expone Madame Gervaise a Juana. El preciosísimo cuento de los tres ducados y su marco narrativo sobre los dos peregrinos que se pasaban la vida camino de Jerusalén. Las virtudes teologales de una niña de doce años. Y tantos otros pequeños detalles... En estas páginas aparecen también preocupaciones centrales del corazón y de la mente de Péguy: la preocupación por la condenación y por los condenados (preocupación expresada en una clave muy cercana a la de Santa Teresa de Lisieux), y lo que esa falta de preocupación expresaría acerca de un empobrecimiento hipócrita de nuestra vida

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sacramental; la ansiedad de la súplica por la salvación y la protección de aquellos que uno ama, la cobardía de unos cristianos que huyen ante los riesgos de que su fe repercuta en su vida, y la preocupación porque ese pueblo tenga a alguien que pueda guiarle en los caminos del mundo temporal según Dios. También aparece la percepción agudísima de las dificultades que se derivan de que el pueblo de Dios adquiera consistencia, de que tenga la forma de un pueblo y se defienda y actúe como un pueblo, y al mismo tiempo, y sobre todo, viva en Dios y desde Dios sus tareas temporales... y de las dificultades igualmente graves, o peores, de que ese pueblo no viva como un pueblo, y no viva desde su fe, lo que en la práctica significa que vive de lo que le hacen creer quienes fabrican la opinión pública. Su percepción del dualismo como dificultad principal de la vida de la Iglesia: que los que rezan se desentienden de las responsabilidades temporales y que los que se ocupan de las responsabilidades temporales no lo hacen desde Dios, sino desde los criterios del mundo... Muchas de esas preocupaciones tienen hoy tanta o más actualidad que la que pudieran tener en el tiempo de Péguy. (…)


Cultura

Sí que quiero subrayar que para leer bien las páginas que siguen es preciso mantener ante los ojos varias perspectivas de lectura a la vez. Una es la del mundo medieval en el que supuestamente tiene lugar la acción (o las reflexiones) de la obra. Ahí se sitúa la anécdota de la liberación del Mont Saint-Michel de los enemigos ingleses, o las referencias a la cruzada, o alguna expresión acerca del islam que nadie usaríamos hoy. Luego está el mundo contemporáneo: cuando Péguy escribe estas páginas se está generando en Francia y Alemania el clima que acabaría explotando en la primera guerra mundial. En ese mismo contexto, Péguy hace un juicio de pasada, pero tremendo, acerca de la cobardía de los cristianos y del escándalo de los pastores. No habla Péguy aquí directamente, en cambio, del enemigo que él percibe como la gran mentira y el destructor número uno de la humanidad del hombre, la ideología positivista y la fe ciega en la ciencia positiva: pero el rechazo de esa ideología está en la base de toda su poesía, y de El misterio de la caridad de Juana de Arco de una manera particular.

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(…) Que su lectura les abra a la belleza sin límites que tiene, con los riesgos que entraña y sea cual sea el estado de vida en que desemboque, el vivir la vida como respuesta a una vocación. A una llamada de Jesús a participar de su vida, de su destino y de su gloria. Porque la alternativa es, simplemente, malgastarla. Perderla. + Javier Martínez Arzobispo de Granada Abril de 2019 Introducción completa en www.arzobispodegranada.es. El libro puede adquirirse en la Curia Metropolitana, en la Librería Diocesana Cruz de Elvira y en la web www.nuevoinicio.es.


Testimonio

El protomártir del Perú nacido en Getafe Misionero Fray Diego Ortiz La Santa Sede ya reconoció a fray Diego Ortiz como Siervo de Dios, primera etapa del proceso de beatificación. El Postulador General de la Orden de San Agustín, Josef Sciberras señaló que está preparando la Positio Super Martyrio, que incluye la presentación de las pruebas sobre el martirio del Siervo de Dios. Ahora la Orden Agustina impulsa la causa del considerado protomártir del Perú. A finales del pasado mes de mayo, el Arzobispo Metropolitano de Cuzco, Mons. Richard Alarcón, celebró una Eucaristía en la Basílica Catedral para pedir expresamente por su beatificación. Al mismo tiempo, se ha llevado a cabo la publicación reciente del libro Fr. Diego Ortiz. El misionero fiel, novela histórica realizada por Fr. Gustavo Moreno Ulloa, igualmente miembro de la Orden de San Agustín, que cuenta la vida y obra de este misionero agustino del siglo XVI y sus pasos por la zona de Vilcabamba en Cusco, particularmente por las poblaciones de Yanacachi, Capiñora y el Cusco, entre los años 1563 y 1566.

MISIONERO EN PERÚ El entusiasmo misionero que, a mediados del siglo XVI, se vivía en la Provincia de Castilla, prendió también en fray Diego, el cual, junto con otros once agustinos más, se embarcó rumbo a Perú en 1559. Una vez llegados al país de destino, antes de iniciar el ministerio entre la población indígena a la que fuesen destinados, era costumbre que los nuevos misioneros pasasen por un período de preparación, en el que entraba, ante todo, el aprendizaje de la lengua propia de la región. En el caso de fray Diego Ortiz, era la lengua quechua. Entre los años 1563 y 1566 lo encontramos ejerciendo fecundo apostolado sucesivamente en la poblaciones de Yanacache, Capiñora y el Cuzco; en el convento agustiniano de esta ciudad ocupó el cargo de subprior. De aquí fue destinado a la región montañosa de Vilcabamba, donde gobernaba el inca Felipe Cusitito Yupanqui, convertido y bautizado poco antes por el P. Marcos García, agustino también, a quien fray Diego iba a ayudar en su trabajo misionero. La palabra

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Testimonio de ambos, severa y exigente, pero siempre llena de caridad, tenía como destinatarios tanto la gente humilde como los de elevada posición social entre la población indígena. Y así, uno y otro no podían menos de reprender con libertad evangélica a quienes públicamente vivían en el vicio. Entre éstos estaba, precisamente, el Inca Cusitito, quien, después de haber recibido el Bautismo, había vuelto a sus ritos paganos, a sus inmoralidades y vicios. Menos aún podían callar el hecho de que hubiese abandonado a su primera y legítima esposa, para unirse a la tristemente célebre Angelina Polinquilaco. La desaprobación pública de los hechos por parte de nuestros misioneros llevó al destierro al P. Marcos y no mucho después a la condena a muerte de fray Diego, quien, cual otro Juan Bautista, no cesaba de repetir al Inca y a su compañera: “no os es lícito vivir así”. MARTIRIO La ocasión de esta condena llegaría con la muerte del Inca, como consecuencia de los excesos cometidos por él en una fiesta. La «nueva Herodías» desató toda su cólera contra el bendito fraile, a quien culpaba de la muerte por no haber conseguido, por sus oraciones, primero su curación y no «resucitarlo», una vez muerto. Ardiendo, pues, en odio y deseos de venganza, dijo a los principales jefes de los indios: «¿Qué hacéis que no matáis a ese fraile? Prendedle y despedazadle». Y al punto comenzaron a poner por obra las órdenes de su señora, sometiendo a fray Diego a los más crueles e inimaginables tormentos, de los que habla en estos términos el P. Antonio de la Calancha: “Entran los carniceros y a porfía le dan gran número de bofetadas, palos, mojicones, puñadas y crueles golpes. Cógenle de la corona y arrastrándolo le dejaron molido a coces, dándoselas en la boca, pechos, estómago, espaldas y en todos los miembros del cuerpo… Llamábanle embustero, embaidor (sic), endemoniado, autor de leyes falsas, traidor y enemigo de sus dioses. Ya que se cansaron de moler sus santos huesos, le ataron, por los molledos y garganta, las manos atrás con unas sogas de cortadera, cruel tormento, porque son como cuchillos y navajas, por ser hecha de un género de ramas que tienen filos, y cortan la carne, a cuya causa las llaman cortaderas… Y después de someterlo a otros muchos tormentos, lo traspasaron con un palo largo por las partes naturales, hasta que con más de dos palmos saliese por el colodrillo; y teniendo de esta manera al fortísimo y valerosísimo mártir, hincaron el palo en tierra con la

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cabeza hacia abajo, porque decían que miraba mucho al cielo. Después, lo cubrieron con tierra y piedras, y en este tormento entregó su alma a Dios”. Sucedía todo esto el año 1571. Años después, se inició el proceso para su beatificación, y en 1608 ya se encontraban las actas en Roma, aunque no siguió adelante, puesto que por aquellos días la Provincia de Castilla estaba ocupada con los procesos de canonización y beatificación respectivamente de san Juan de Sahagún y santo Tomás de Villanueva. Recientemente, a petición de varios obispos americanos, el proceso ha sido reabierto. Escribe, a este propósito, el actual Postulador de la causa: “Solicitado y obtenido de la Santa Sede en 1991 el nihil obstat para la reapertura, en 1996-98 se llevó a término en Cuzco y Lima el nuevo proceso que, presentado ante la Congregación de los Santos, obtuvo el decreto de validez en 30 de abril de 1999”. Esperamos que pronto llegue a feliz término. Teófilo Vinás Orden de San Agustín Publicado en http://agustinosmadrid.com


SignoyGracia

La Eucaristía, memorial del misterio de Jesús Vida cristiana (VI) La Eucaristía ocupa el rango supremo entre los sacramentos. Ha sido, sin duda, el motivo inspirador de literatura, arte, música y dramas populares. El pueblo cristiano ha tenido conciencia de que en torno a ella se articula la vida de la fe tanto en el rito objetivo como en la piedad subjetiva. La comprensión de la Eucaristía no está exenta de dificultades. En primer lugar, la Eucaristía ha sido objeto de contenciosos y motivo de división de las iglesias cristianas. En segundo lugar, las modificaciones del significado antropológico y sociológico de la comunidad y de la comida en común no deben terminar por hacer desaparecer la dimensión cultual. NOMBRES BÁSICOS DE LA EUCARISTÍA La pluralidad de nombres existente es signo de la riqueza de este sacramento. Todas las palabras son insuficientes para expresar por sí mismas y ellas solas todos los contenidos y significados de la Eucaristía. El nombre fracción del pan está en relación con el berakah judío, que es una oración de acción de gracias por las manifestaciones de Dios en favor de su pueblo. Por eso, la palabra más usada es Eucaristía, que deriva del griego “Ευχαριστία” que significa estar o ser agradecido, dar gracias. A finales del siglo I y principios del siglo II esta palabra adquirió carta de naturaleza como concepto ya establecido para referirse a la liturgia.

En Pablo aparece la expresión cena del Señor (1 Cor 11, 20). También hace alusión al mencionado rito judío y, en consecuencia, sigue presente el sentido de acción de gracias o Eucaristía. Los evangélicos, desde Lutero, emplean “cena”, que recuerda su origen en la última cena de Jesús, pero insiste menos en el acontecimiento actual. En cambio “cena del Señor”, alude a la condición particular de esta reunión: no es una simple cena o comida ordinaria. En la Iglesia primitiva aparecen los nombres de oblatio en latín y prosforá en griego, que significan aportación y ofrenda y aluden a la aportación de los fieles para los pobres; sacrificium (sacrum facere, cuyo significado es hacer algo sagrado), que señala el aspecto dinámico de la acción de los ministros. Otros nombres: anáfora (oferta), liturgia (acto cultual), synaxis y en latín collecta (reunión o asamblea), agápe (amor), kyriaké (del Señor), subrayan el aspecto comunitario, el lugar y el día de oración. Sigue siendo usual el término missa (envío) que aparece en Occidente en el siglo VI. Con él se significaba el acto final de una celebración litúrgica, que concluía con la bendición y el envío a la vida o misión. Ignacio Fernández Sacerdote diocesano

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luzdelaPalabra

“Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria” XVI Domingo del Tiempo Ordinario - Gén 18, 1-10a. - Sal 14. - Col 1, 24-28. - Lc 10, 38-42. Yendo ellos de camino, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

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laPuntada Reflexiones para náufragos

Conocer a Dios no significa darse cuenta meramente de que Él existe, como si fuera un objeto, una especie de planeta superior a todo que, a pesar de su inmensidad, no podemos ver porque se encuentra más allá del tiempo y del espacio (…) Conocer a Dios es amarlo; amar a Dios es conocerlo. Lo cual implica que por todos seamos conocidos como los que más aman. Enrique González Fernández Profesor de Filosofía en la Universidad Eclesiástica San Dámaso En Conocer a Dios. Un Padre misericordioso (Editorial San Pablo)


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