Arte Pancarta sept 2014

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PANCAR A

LA CRISIS CONCEPTUAL DEL ARTE ENSAYO 1era Parte

SOBRE EL VALOR DEL ARTE Y LA FUNCIÓN DE LA CURADURÍA


w w w. a c a d e m i a s a b a r t e s . c o m 3ra Av. 7-31 Zona 10, Ciudad Vieja 3Av 7-31 Zona 10 5052Tel 2360 5052 Tel 2360


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PANCAR A

EDITORIAL

De nuevo sale a luz otro ejemplar de Arte Pancarta. Iniciando una nueva etapa y esperando poder seguir aportando al pensamiento y a la visión crítica del Arte en Guatemala. Este primer número despues de 2 años de ausencia, se dedica exclusivamente a un ensayo sobre la discusión del arte y la curaduría en Guatemala. Algunos eventos de arte han despertado críticas y discusiones que sacan a relucir ese oscuro aspecto de la sociedad guatemalteca: El resentimiento y el espiritu de linchamiento. Sin apelar a la razón y al dialogo, cualquier discusión, incluso la del arte, saca a relucir los victimismos, los derrotismos y la queja eterna que hace de esta sociedad una sociedad de dolidos y derrotados. Preocupa que ahí, en la expresión artística, lejos de encontrar visiones mas amplias, nos encontramos tambien con estrechez de pensamiento y el sofocamiento de las ideas. Inicia otra etapa en esta revista y abrimos la puerta a nuevas percepciones. Muchos saludos... AP


EDITORIAL

3 De nuevo sale a luz otro ejemplar de Arte Pancarta. Iniciando una nueva etapa y esperando poder seguir aportando al pensamiento y a la visión crítica del Arte en Guatemala. Este primer número despues de 2 años de ausencia, se dedica exclusivamente a un ensayo sobre la discusión del arte y la curaduría...

www.aprevista.wordpress.com artepancarta01@gmail.com Agradecimientos a Centro de Estudios de Arte Sabartes Wikimedia Commons

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56 ARNULFO TOBAR

Dirección CRISTIAN COJULUN Diseño: Estudio Arty-Co Producción Estudio Arty-Co Diagramación: Estudio Arty-Co


LORENA NUÑEZ

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LA CRISIS CONCEPTUAL DEL ARTE


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arte pancarta

LA CRISIS CONCEPTUAL DEL ARTE “Siempre los cuestionamientos y las críticas contra el arte conceptual derivan en esa pregunta constante acerca de la validez del mismo y los parámetros con que podrían definirse sus alcances. Sin embargo, una regla básica de la obra conceptual es prescindir de parámetros, mediciones y definiciones. Estamos entonces en una paradoja que si bien ahora solo es el inicio de nuevas relaciones con la expresión artística, hace menester reflexionar acerca de algunos “conceptos” acerca del mismo” Cristian Cojulún

INTRODUCCION

E

ste breve ensayo es una

sobre el tema es el giro argu-

ciando de esta forma la falta

reflexión y análisis sobre mental que terminan teniendo

de juicio crítico sobre el tema y

la discusión del arte en Gua-

algunos debates que se han

esa insana intolerancia enquis-

temala , la curaduría, el papel

suscitado sobre el arte, la cura-

tada en todos los aspectos de

de las instituciones mediáti-

duría y el rol de instituciones or-

la sociedad guatemalteca. Le-

cas (mainstream) en la esce-

ganizadoras de eventos como

jos de un quehacer propositivo,

na artística y algunos even-

las Bienales.

Estos debates

la discusión se torna en una

tos como la última Bienal de

han terminado por convertirse

eterna lucha. El eterno insulto.

arte Paiz, la Bienal de artes

en confrontaciones personales,

La eterna queja. Y es curioso

visuales del Istmo Centroame-

emocionales y viscerales, car-

como muchos de los que discu-

ricano (BAVIC) y otros even-

gadas de sentimientos resen-

ten de esta forma viceral, pro-

tos del arte conceptual reali-

tidos e intolerantes. Lejos de

yectan o tratan de proyectar en

zados en los últimos meses.

invitar a una retroalimentación

sus discursos la tolerancia pero

de las partes, termina convir-

terminan en este afan, insul-

Una de las razones por las

tiéndose en un instrumento de

tando y burlándose de quienes

que se hace necesario escribir

queja y victimización eviden-

no están en su línea de pensa-


La Crisis Conceptual del Arte

...vuelve a salir a luz el mismo tema que resulta siendo el primer medidor de esa intolerancia: “el sentimiento de inclusión o exclusión al que muchos artistas hacen referencia por ser o no ser elegidos a participar o ser o no ser invitados a participar”. miento o no concuerdan con

sucediendo desde hace ya al-

ra a partir de estos debates un

sus ideas, formas de pensar o

gunas ediciones pasadas, vuel-

falso y peligroso juicio crítico

proposiciones. Insulto y ofensa

ve a salir a luz el mismo tema

ya que se discute el valor de

en vez de discusión y análisis.

que resulta siendo el primer

la selección de la obra desde

medidor de esa intolerancia:

una perspectiva emocional y

“el sentimiento de inclusión o

no una visión propositiva. Qui-

han llevado a cabo dos Bie- exclusión al que muchos ar-

zas tengan sus razones para

nales de Arte. Una local cuyos

tistas hacen referencia por ser

este sentimiento viceral sobre

alcances son la región de Gua- o no ser elegidos a participar

su no inclusión en eventos de

temala y otra correspondiente a

o ser o no ser invitados a par-

este tipo. Al fin de cuentas cada

la región del Istmo Centroame- ticipar”. A raíz de esto, con un

quien se mueve en su ámbito

ricano, que incluye Guatema- sentimiento personal y emocio-

y lucha por su terreno. Pero

la, Honduras, Salvador, Nica- nal se inician debates sobre la

también vale la pena recalcar

ragua, Costa Rica, (Belice no

transparencia en la elección, la

que es pobre y poco abarcante

la incluye) y España como país

calidad curatorial y el valor de

desenvolverse como artista con

invitado este año. Como viene

la obra propuesta. Y se gene-

una actitud derrotista donde el

En los últimos tres meses se

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arte pancarta

análisis y la crítica giran en tor-

un intercambio de argumentos

más el valor de la obra en rela-

no a una percepción egocéntri-

estériles, inmaduro y limitado.

ción a la percepción del obser-

ca y reducida y no a una visión

vador y la función que cumple

integradora y más sistémica

Es por esto la importancia de el curador entendiendo a fon-

de lo que debiera ser la expre-

tratar de abordar los distintos

do el por qué y la razón de los

sión artística y la función que

temas referentes al analisis de

curadores en el arte. Entender

este tipo de eventos cumple en la obra, de la selección y de

bien este término que causa

el desarrollo de la expresión.

este tipo de eventos con una

mucha confusión y distorsion

visión mas analítica. Separa-

en su significado y su función.

Es cierto por ejemplo (y de

da de sentimientos personales

esto se hablará mas a detalle

a

fin de lograr una retroali-

La segunda parte de este en-

en este ensayo) que la Bienal

mentacion que propicie nuevas

sayo abordará el tema de las

de Arte Paiz muestra desde al-

visiones y mejores resultados

Bienales que se celebran en el

gunas ediciones pasadas mu-

en la percepcion de la obra. país. Su influencia mediática y

cha pobreza en su propuesta

su incidencia en el quehacer

artística. Y está bien iniciar un

Este ensayo se compone de

expresivo. Se abordará a la vez

análisis de los factores que han

dos partes. La primera aborda-

el panorama artístico desde la

propiciado la devaluación de su

rá el tema del arte y la curadu-

visión de las nuevas generacio-

propuesta y el desgaste que ha

ría. Y dentro del arte se aborda-

nes. Algunos de los sentimien-

tenido desde ediciones atrás. rán particularmente las nuevas

tos que propician el victimismo

Pero cuestionarla desde la

expresiones artísticas que para

y el resentimiento. Y algunas

perspectiva personal como mu-

fines de este articulo llamare-

ideas sobre el por qué a veces

chos artistas suelen abordar la

mos arte conceptual aunque

cuesta llevar a cabo una discu-

discusión, ciega cualquier argu-

engloba muchas mas formas

sión inteligente en Guatemala.

mento sobre su validez y con-

que la propiamente llamada

vierte cualquier discusión en

conceptual. El fin es entender

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La Crisis Conceptual del Arte

PRIMERA PARTE

SOBRE EL VALOR DEL ARTE Y LA FUNCIÓN DE LA CURADURÍA “La obra conceptual deja de ser funcional cuando necesita de muletas y

toda una ortopedia intelectual para que pueda entrar en la percepción del observador. Todo, absolutamente todo podría justificarse como obra. Pero no todo puede afectar al observador universalmente .

El

problema inicia con el cuestionamiento eterno de ¿qué es el arte? y sobre todo ¿Es arte el arte conceptual? Y luego se secunda con: ¿Dónde están los límites y principios del arte y con ello del arte conceptual? A partir de ahí las derivaciones se pierden en el infinito de la incontestabilidad debido a que cada una de estas preguntas primordiales se apoyan en un relativismo patológico del que no se quiere ni se pretende salir. Es de por sí relativo. Y es a partir de ahí que trataremos de hacer el siguiente discernimiento no con el fin de contestar estas preguntas sino para ampliar

nuestra visión de lo que es la percepción de la obra artística y el papel que juega en el rol humano de la expresión. Para esto va a ser importante tener presente la relación Autor – Obra – Observador porque es en este triángulo de relaciones donde se desarrolla todo el tema. Fuera de él están los contextos. Pero la cuestión del arte y su apreciación giran directamente alrededor de la simbiosis entre estos tres elementos los cuales giran y pasan a ocupar cada una de las posiciones en el triángulo según el punto desde el cual se esté analizando la apreciación de la obra. El tema de la apreciación del

arte en pleno siglo XXI no debería abordarse desde una visión anacrónica sustentada únicamente en valores estéticos y formales. Sobre todo si consideramos que contra esta visión se postularon en su momento muchas de las vanguardias de principio del siglo pasado que trajeron como consecuencia la expansión de los límites a partir de los cuales se podía entender la expresión artística. De aquí empiezan a surgir propuestas que replantean la expresión y la desvinculan de los aspectos formales, técnicos, estéticos y académicos que venían prevaleciendo desde muchos siglos atrás. Preci-

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Cristian Cojulún

samente la cuestión sobre “Que es arte y que no es arte” ante los ritos académicos que acapararon la escena expresiva durante siglos, llevó a muchos artistas a confrontar los paradigmas estéticos y expresivos prevalecientes con cuestionamientos que al día de hoy se siguen sosteniendo. Es por esto que la discusión sobre el arte se vuelve reduccionista si únicamente se centra en su validez y no en los mecanismos de cómo actúa en su papel de instrumento de expresión y el mensaje que transmite. La estética en buena medida, queda relegada a un papel secundario si no ornamental. Válido

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siempre, pero ya no absoluto. dimensiones del símbolo sensorial y explorar otras dimensioEl valor de la obra artística o nes menos tangibles de las cuael quehacer artístico no se ejer- les vamos haciendo conciencia ce en cuanto a su fruición sino a lo largo de nuestra evolución en cuanto a su capacidad de como humanos. Y para hacer impactar en el observador y la conciencia o ser conscientes de eficiencia con que habla y co- esto, cobra importancia fundamunica en el presente y en el mental la percepción. Esa capafuturo. Cuando Joseph Kosuth cidad que tenemos los humanos presenta su obra “Una y tres de interpretar todo aquello que Sillas”, la cual consiste en una estimula nuestros sentidos. La silla, la foto de una silla y la des- percepción del observador decripción según el diccionario de terminará los juicios y la interuna silla, está cuestionando pre- pretación que se hará de la obra. cisamente este valor semiótico Y esta interpretación suele estar de la obra. El peso de la obra supeditada a distintos factores, de arte radica precisamente en tanto sociales como temporales, la capacidad de trascender las culturales, contextuales e indi-


Joseph Kosuth Una y tres sillas 1965 viduales. Esta percepción o capacidad de interpretar cualquier tipo de expresión se encuentra en una constante evolución y es determinante en los nuevos mecanismos expresivos. Nuevas formas de percibir implican nuevas formas de expresar. Y esta evolución no debe considerarse una evolución dirigida a mejor o peor, o más o menos. Simplemente es diferente. Si es más rica, mas dirigida, menos compleja o más sofisticada no importa. Evoluciona como parte de nuestra capacidad de transformar nuestra percepción. Esta es una condición que se cumple en la individualidad y se cumple en la colectividad. Y se manifiesta en una línea cronológica histórica en el sentido que lo que hoy percibimos y el cómo lo percibimos no habría podido ser posible hace 500 años. Es decir evoluciona hacia adelante en la línea histórica. Un ejemplo sencillo para explicar esto pueden ser los primeros estudios sobre la perspectiva en la pintura durante el Renacimiento. La perspectiva hoy en día nos puede parecer un hecho obvio. Sin embargo no significaba un elemento primordial en la pintura antigua y no se utilizó hasta hace 500 años época en la que se investigan e implementan estudios, técnicas y métodos para aplicarla a la obra con un

La Crisis Conceptual del Arte

valor simbólico y estético. Cabe preguntar ¿Por qué algo tan obvio como la perspectiva no tuvo un valor significativo en la pintura antigua y por qué si lo tuvo hasta hace apenas 500 años?

percepción. Pintar o no pintar con perspectiva, utilizarla o no utilizarla no fue una acción condicionada al descubrimiento de la técnica como podría pensarse que fue. Al contrario de esto,

El valor de la obra artística o el quehacer artístico no se valora en cuanto a su fruición sino en cuanto a su capacidad de impactar en el observador y la eficiencia con que habla y comunica en el presente y en el futuro.

¿Por qué le llevó a la expresión visual mas de 5000 años incursionar en este detalle e implementarlo de forma constante en la producción artística de los últimos 500 años. ¿Había algo que no veíamos como humanidad y empezamos a ver hasta hace 500 años? ¿Eran otros nuestros juicios de valor antes? ¿Cuáles son entonces nuestros juicios de valor al día de hoy? Haber o no haber utilizado la perspectiva no se limita a una cuestión técnica sino abarca una cuestión de

fue un cambio en la percepción y los juicios de valor con los que se quería expresar el mensaje manifiesto en la obra artística lo que llevó al desarrollo de la técnica y su instauración en la obra. Y es aquí donde se hace la analogía respecto a los juicios de valor que ahora atañen a las necesidades que el artista busca cumplir por medio de la expresión y a los cuales está capacitado el espectador a ver. De esta forma, la percepción ha evolucionado en tantos otros te-

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mas como la luz, la forma o la deconstrucción. La conciencia se transforma y el arte refleja esta transformación. Pero tiene que ver esta constante evolución de la percepción en la transformación de la expresión. En como se ve, como se expresa, como se entiende. Muchas de las nuevas formas de expresión que hoy en día se plantean en el medio artístico son parte de esta transformación donde se trascienden los medios y se trabaja a partir del concepto y el valor del símbolo. Ese elemento tan sutil e intangible que al punto de hoy no termina de cuajar o incidir en todos los es-

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pectadores. Pero debe entenderse que responden precisamente a este cambio de la percepción. Una condición humana propia de su evolución constante.

artística. El observador siempre será al final de cuentas el primer y más importante juez de la obra. Su criterio la delimita y su percepción la define. Es importante entender que la Ahora bien, al abrirse tanto relación autor-obra-espectador, el espectro de incidencia de la es un dialogo constante sin inobra de arte y trascender las termediarios más que ellos tres. barreras de la técnica y de los La percepción del arte debe gisentidos y colocarse en la di- rar en este sentido, en el cual pomensión del símbolo, de lo fi- demos situarnos en cualquiera losófico, de lo subjetivo y re- de los extremos: En el del autor, lativo, los juicios de valor con del espectador o incluso (como que se pueda validar una obra muchos de los happenings y empiezan a tornarse borrosos, performances lo sugieren) en el casi invisibles, y queda a crite- de la obra. La libertad con que rio del observador considerar- nos entregamos a la percepción la o no considerarla una pieza de la obra será determinante


La Crisis Conceptual del Arte

(A la izquierda) La Anunciación. Obra de Giotto. Obra Al Fresco.1445. Giotto fue de los primeros artistas en proyectar la dimensión espacial en sus obras. El valor de la perspectiva fue adquiriendo mayor importancia en cuanto se buscó una mejor representacion de la realidad. para expandir los alcances de la creación y de la sensibilización. Entonces estamos en ese terreno vasto que al día de hoy incluye en el arte todo tipo de medio, método, forma y sentido. El arte contemporáneo al día de hoy se encuentra en una constante metamorfosis. Una constante transformación que difícilmente se detendrá en algún punto. Entonces la percepción final de la obra corresponde al observador. Esto es importante tenerlo a consideración porque no entenderlo así conlleva a la creación de juicios distorsionados acerca de que y quien valida la obra de arte y que es arte y que no es arte. Las vanguardias de principios del siglo pasado abordan estos temas y confrontan los paradigmas existentes en ese entonces y entran en juego a raíz de ello corrientes como el Dadaismo, el Cubismo, el Expresionismo y el Arte Conceptual entre otros. Hay un momento en el movimiento expresivo artístico en que se provoca a la percepción y se busca trascender los medios convencionales haciendo alarde con esto de la im-

portancia de la idea antes que la distintos puntos de vista. Joseestética. (Este se vuelve el tema ph Beuys con su famosa obra eterno que se discute en la obra) :Como hablarle de arte a una liebre muerta. Joseph Kosuth con su obra Una y tres sillas, John Cage, con su música experimental y sus conceptos aleatorios de composición. Movimientos como el Ready Made, los performances y happenings estallan como medios de expresión anárquicos que liberan al arte de la cárcel del papel, de la pintura, de la escultura. Lo liberan del mercado, del tabú y del fetiche. Y este espíritu es el que inunda la creación artística manifestándose en movimientos que rompen los esquemas tradicionales y provocan a las preconcepciones del mainstream. Hoy en día sigue existiendo (y parece que seguirá existiendo por mucho tiempo) esa brecha entre la obra artística puramente formal, académica, “tradicional” y las nuevas formas de expresión artísticas. Estas últimas aún es demasiado temprano clasificarlas, etiquetarlas y categorizarSurgen pensadores y filósofos las. Están sucediendo. Se están que escriben manifiestos y en- formando y apenas destruyendo sayos tratando el tema desde algunas. Será el tiempo el que a

Cabe preguntar entonces ¿ Por qué algo tan obvio como la perspectiva no tuvo un valor significativo en la pintura antigua y por qué si lo tuvo hasta hace apenas 500 años? que habla y comunica en el presente y en el futuro.

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la distancia de la historia nos pueda dejar ver el verdadero valor de lo que está sucediendo. Hoy en día podemos llamar Renacimiento al Renacimiento

desde la distancia histórica. Igual será con el arte contemporáneo. Con la expresión artística que se ha estado dando en los últimos cien años. Que-

no tangibles de la obra y ser sobre todo, cada uno de nosotros como observador el único juez y validador que le ponga la etiqueta a la obra artística.

o Ilustración a la Ilustración da por tanto ampliar nuestra porque conocemos sus con- capacidad de percibir la obra. Dentro de este escenario que secuencias y las entendemos Tratar de entender los valores entremezcla la obra artística,

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La Crisis Conceptual del Arte Eva Hesse Sin titulo 1970

la percepción y todo el mundo subjetivo detrás de él, también ha surgido una figura que muchas veces pareciera situarse en el intermedio de la obra y el observador. Entre el artista y el mainstream. Entre el arte y su significado. Esta figura es la del “curador”. Muy vinculada a la validación de la obra y a eventos artísticos como Bienales, subastas, colecciones y exhibiciones. La figura del curador suele ser denostada por un gran público debido a lo ambigua que parece ser su función y lo dictatorial que pueden resultar sus validaciones sobre la obra de algún autor o autores. El aura de autoridad y la frialdad con que este asume la percepción de la obra ha generado un constante rechazo por parte de muchos artistas y analistas del medio. Sobre todo si los parámetros de apreciación estética se relegan y son sustituidos por los parámetros subjetivos de la idea. Del símbolo. De la metafísica de la obra.

El observador al final de cuentas es el primer y mas importante juez de la obra. Su criterio la delimita. Y su percepción la define El curador se plantea entonces como una especie de personaje que está a mitad de camino entre un crítico, un académico, un galerista y un apreciador de arte. Un ser universal capaz de fungir como director, critico, analista, museógrafo, cronista, juez, intérprete y revelador de la obra. Hoy en día acapara la escena del arte y se constituye como máximo influyente para validar una u otra obra o exposición o colección de arte. La figura del curador se ha vuelto tan polémica porque se ha mitificado, sacralizado y tergiversado su papel, convirtiéndose en un título pomposo que termina de ponerle la tilde al glamour intelectual con el que se muestran muchas obras de arte y muchos espacios culturales. Sin embargo existen muchas distorsiones con respecto a estos juicios emocionales y apresurados que se hacen cuando se critica su función. Antes de levantar sospechas y emitir este tipo de juicios, trataremos

de entender adecuadamente el significado y la función del curador. Entenderlo en sus aspectos básicos y quitar las capas y disfraces que se le ha colgado a esta figura, más por ignorancia y sentimientos emocionales que por conocimiento de su verdadera función. Para empezar es importante entender el término “curador” desde su raíz. Si le quitamos la connotación de título, la palabra “curador de arte” hace referencia a la persona que tiene las herramientas y capacidades para investigar, analizar, conservar o armar una colección, una exposición o un patrimonio artístico entre otros. Esta persona debe tener la suficiente preparación empírica y académica para poder emitir juicios y análisis críticos sobre una obra específica, colección o cualquier otro tipo de actividad de carácter artístico. Cuando alguien se autodenomina o es validado como curador, la primera pregunta que se

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Domestizierung einer Pyramide Magdalena Jetelová 1992

debe hacer es: ¿Curador de qué? Porque curador no puede ser un título que se gana en un taller, un diplomado o incluso en una licenciatura (a pesar y es importante mencionarlo, que muchas instituciones ofrecen estos estudios) Decir voy a estudiar para ser curador es como decir voy a estudiar para ser licenciado. ¿Li-

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cenciado en qué? Hoy en día el termino se utiliza con mucha ignorancia y ligereza. Y preocupa la presteza con que instituciones, galerías y centros culturales acuden a esta figura para montar sus eventos y armar sus exposiciones sin estar muy seguros de quienes están aptos para desempeñar esta función y qué es exac-

tamente lo que hacen o quisieran que hiciera. Y así, muchas veces su función termina resumiéndose en seleccionar y colgar la obra en los pasillos del salón. Pongamos un ejemplo para comprender mejor su función y entender en muchos aspectos su contexto. Etimológicamente “curar” en todas sus acepciones con-


La Crisis Conceptual del Arte duce a la idea de protección, cuidado y conservación de algo. No es exclusivo del arte como podría imaginarse. Puede (si así fuera el caso) ser aplicado a cualquier tipo de objeto o actividad. Un médico “cuida” la salud de un paciente. Es un “curador” en el campo de la salud. Entonces, la capacidad de “curar” o digámoslo de otra forma, de cuidar, proteger y conservar algo, implica la tenencia de conocimientos, capacidades y metodologías que propicien esta acción. Si usted fuera por ejemplo, un “curador” de automóviles, quizás lo sería por sus amplios conocimientos de mecánica, de diseño automotriz, de marcas, de historia de la industria, etc. que le daría potestad para desempeñar actividades relacionadas con los automóviles. Lo mismo ocurre con el arte. Y siendo tan amplio el campo del arte, el termino curador no debiera usarse si no está precedido de un objetivo específico. Es decir, el qué o de qué. Hoy en día instituciones en muchas partes del mundo ofrecen cursos, seminarios y talleres de curaduría. Esto puede servir como una base. Sin embargo es la experiencia, el expertaje y la capacidad de crear criterios y juicios sobre la percepción del arte, lo que otorga de forma fundamentada la capacidad de ser curador de una colección, o de cualquier tipo de evento artís-

tico. Antes que ser curador, por lo general se es historiador, museógrafo, filósofo, artista, gestor cultural, galerista etc. Es decir, la curaduría es una función y no precisamente un título. Una función que se otorga a una persona o personas específicas para proyectos específicos porque cumplen con los conocimientos y las capacidades necesarias para llevar a cabo ese proyecto específico. Cuando no se tiene claro el termino, en el medio empiezan a surgir curadores “mil-usos”, montando exposiciones de todo y cualquier tipo, curadores amateur que lo son de si mismo, curadores privados (que ofrecen sus servicios para validar una obra) y la deshonestidad de la función empieza a manifestarse por todos lados. Entonces se envía un mensaje al público de una completa especulación de la obra artística guiada caprichosamente por intereses minúsculos y “elitistas”. Sucede como sucede en cualquier otro oficio. Y el medio artístico no se salva.Al contrario de muchos otros oficios, sus mismas condiciones ofrece todo tipo de salvoconducto para poder transgredir la ética y la honestidad con que debiera concebirse cualquier oficio. Por otro lado empiezan a surgir “curadores” que no se sabe exactamente de que son o por qué lo son. Y muchas veces suelen sacar a relucir estudios, diplomados,

El observador al final de cuentas es el primer y mas importante juez de la obra. Su criterio la delimita y su percepción la define.

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Nueva pulidora de esponja Jeff Koons 1987

técnicos o talleres de “curaduría” y creo que esto es precisamente lo que desmerita el oficio. Desmeritan esta función con respecto a quienes si tienen capacidad de desempeñarla. Es ahí donde está la distorsión del término. Armar eventos culturales, visitar exposiciones, sacar uno que otro taller o seminario, y montar exposiciones de arte no hace a un curador. Ni siquiera sacar una licenciatura en “Curaduría”. Ser culto y entendido tampoco lo hace. Como se menciona anteriormente, ser curador más que un título es una función. Y detrás de esta función de curar algún proyecto, colección o exhibición de arte, existe toda una actividad de carácter profesional, académico y/o empírico que capacita a esta persona a tener todas las herramientas que permiten darle el tratamiento y proyección apropiado a la actividad, a la obra o la colección en cuestión. En Guatemala hay muchos especialistas en distintas áreas del arte que podrían ejercer la función de cura-

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La Crisis Conceptual del Arte

dores en esas áreas específicas que conocen y de las que tienen gran capacidad de abordar con fines “curatoriales” de investigación y análisis. Pero también, antes que puedan ser proclamados como curadores por alguien o por ellos mismos, serán historiadores, artistas, investigadores, filósofos y muchas otras cosas más que es lo que realmente les confiere esa capacidad para serlo. Un médico es antes médico que curador de enfermedades. Un curador de arte deberá antes de ser curador de arte, alguien que cuente con todas las herramientas profesionales, académicas y empíricas para ejercer esta función en el área en la que está especializado. Por último, es fácil entender tanta animadversión contra las nuevas corrientes de expresión artística y del papel de la curaduría si observamos como entran en escena, amparados por toda esta coyuntura, obras de muy pobre lenguaje, calidad e incidencia. Abusando de la dialéctica con la que tratan de justificarse, muchas obras y exposiciones completas resultan siendo burdos intentos de expresión. Sin contexto, sin fundamento y con planteamientos en muchos sentidos errados

semióticamente y conceptualmente. Muchas veces explotando los clichés intelectuales y sensacionalistas que están en auge en el “mainstream”. Ni diez curadores pueden levantar una obra conceptual mal concebida. Y esto sucede mucho en el medio al punto que el rechazo del público es unánime. ¿A quién tratar de engañar entonces? ¿Por qué muchos se empecinan en defender lo indefendible? Mi experiencia como observador y artista a lo largo de más de una década, me habla de negligencia y mediocridad en muchas obras que da la impresión de cierto oportunismo en ese relativismo con el que se toma hoy en día el valor de la expresión. Ese famoso: “Hoy en día todo es arte” se vuelve la muleta con que se apoyan obras que cojean desde su concepción y que tratan de incidir a costa del prejuicio del arte y no de un juicio crítico del mensaje. Sin embargo, si volvemos al triangulo con el que iniciamos este ensayo, podemos ver que todos somos responsables de todo lo que está pasando. Como artistas, como observadores y como obra. Dependiendo de dónde nos encontremos parados seremos responsables de los resultados. El arte y la propuesta

expresiva hablan mucho de la sociedad que la sostiene. Si el publico se siente estafado y engañado por la propuesta expresiva de eventos como la Bienal de Arte Paiz o la del Istmo. Si el público y la comunidad artística habla de un abuso y elitismo en sus jurados y curadores. Si se quejan de discriminación para ciertos grupos que no son tomados en cuenta. Si acusan a la obra de ser un fiasco y que no conmueve en lo absoluto. Entonces, bien valdría la pena detenernos a pensar un poco y analizar si no estamos reflejándonos y actuando en el arte como nos vemos en la sociedad. Quizás por eso hasta en el arte sale a relucir esa cultura de linchamiento hacia todo lo que no tolera nuestra intolerancia. A final de cuentas, hacer este tipo de reflexiones, hace que el arte cumpla su papel de servir de espejo. De catarsis y de retrato para cada vez entendernos un poco mejor. Terminarnos de convencer qué somos para decirdir si queremos seguir siéndolo.

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AP

Revista Arte Pancarta


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