PASTORAL SIGLO XXI / SEPTIEMBRE 2014

Page 1

PASTORAL

SIGLO XXI AÑO: 7 No: 66

COSTO DE EDICION: $10.00

CONOCE> CAPILLAS ANTIGUAS / P. 4

MEDITA> DIOS NOS LLAMA / P. 10

SEPTIEMBRE 2014

LA VOZ DE LA IGLESIA EN MONTERREY

COMPROMETETE> SOLO SE QUE ERA CIEGO Y AHORA VEO / P.12, P.13

NUEVOS SACERDOTES Y DIÁCONOS PARA LA IGLESIA DE MONTERREY


CONOCE

SER VOZ DE LA IGLESIA

CONOCE > EDITORIAL

Pastoral Siglo XXI > p.2

EN MONTERREY

En el número 87 de la exhortación apostólica ‘EVANGELII GAUDIUM’, Su Santidad el Papa Francisco centra su atención en la importancia de los actuales instrumentos de comunicación para crear comunión: “Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en una santa peregrinación. De este modo, las mayores posibilidades de comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos. Si pudiéramos seguir ese camino, ¡sería algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan esperanzador! Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien”.

Esa es precisamente la vocación de cada uno de los instrumentos de comunicación con los que cuenta la Iglesia regiomontana: servir al descubrimiento y transmisión de una “verdadera experiencia de fraternidad, una caravana solidaria, una santa peregrinación” eclesial. Esa es la vocación de esta publicación diocesana, una vocación que en su cumplimiento “se traducirá en más posibilidades de encuentro y solidaridad entre todos”. Como parte de esta vocación delineada por la enseñanza del Santo Padre, “Pastoral Siglo XXI” quiere ponerse al servicio de la comunidad eclesial diocesana en el presente como garante de una memoria viva del acontecer diocesano para las generaciones venideras. La formación y la información son las dos vías sobre las cuales queremos guiar nuestro rumbo, que se dirigirá siempre hacia el encuentro con el Señor. Nos sentimos verdaderamente llamados a ser ‘La voz de la Iglesia en Monterrey’, una voz que haga resonar en todos los lugares a donde llegue, las palabras del Evangelio, que son palabras de consuelo y alegría para un mundo que necesita hoy más que nunca el mensaje de esperanza que Dios envía a todos. Esta labor formativa e informativa, de memoria y servicio, queremos hacerla patente con un trabajo renovado de comunión, marcado por un fraterno compartir. Queremos atender el llamado del Santo Padre y “salir de nosotros mismos para unirnos a los demás”. De esta manera “Pastoral Siglo XXI” no sólo será una publicación diocesana estática sino un medio realmente dinámico que asuma un carácter eminentemente discipular y misionero. Todas estas propuestas y deseos, solamente serán posibles a través de una labor conjunta de comunión y fe, la cual tenemos confianza ser irá haciendo realidad en esta nueva etapa que apenas iniciamos. Dios nos acompaña y Nuestra bendita Madre la Virgen Santísima del Roble nos cubre con su manto. ¡Bienvenidos nuevamente a “Pastoral Siglo XXI”, la voz de la Iglesia en Monterrey! Pbro. Eliezer Israel Sandoval Espinoza Director Editorial


CONOCE

CONOCE > LA VOZ DEL PASTOR CONTENIDO CONOCE EDITORIAL / p.2 LA VOZ DEL PASTOR / p.3 CAPILLAS ANTIGUAS / p.4 MEDITA FRASES MATONAS DEL PAPA FRANCISCO / p.5 SOBRE EL ARCOIRÍS… / p.6 RECIBIR A LOS NIÑOS / p.7 ENCUENTRO DE RELIGIONES / p.8 POR LOS QUE SE HUNDEN / p.9 DIOS NOS LLAMA / p.10 COMPROMETETE LOS PADRES BRILLANTES NUNCA SE RINDEN/ p.11 SÓLO SÉ QUE ERA CIEGO Y AHORA VEO Jn 9,25 / p.12, p.13 VIVE SEIS NUEVOS DIÁCONOS PARA LA IGLESIA DE MONTERREY / p.14 NUEVE NUEVOS SACERDOTES PARA LA IGLESIA DE MONTERREY / p.15 NUESTRA IGLESIA EN ACCIÓN / p.16

DIRECTORIO

Director General Mons. Rogelio Cabrera López Subdirector Pbro. Juan José Martínez Segovia Director Editorial Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Coordinación Lic. Juan Pablo Vázquez Rodríguez Consejo Editorial Lic. Yolanda Ruiz Martínez Lic. Jorge Rodríguez Tueme C.P. Hernán Jasso Pbro. Juan José Martínez Segovia Pbro. Walter F. Gómez Olvera Pbro. Javier Hernández Raygoza Pbro. Francisco Gómez Colaboradores Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis. Representantes Parroquiales. Redacción y Revisión Departamento de Comunicación Diseño LDGP Daniel García Impreso Grupo Publicitario Distribución Mensajería y Paquetería Galgo S.A. de C.V. Contabilidad Jasso Silva y Asociados S.C. Directorio Revista Mensual Septiembre de 2014. Editor responsable: Pbro. Walter F. Gómez Olvera. No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 042007- 072412073100-01. No. de Certificado de lícitud de Título: 13903. No. de Certificado de licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C.P. 64000, Monterrey N.L. Imprenta: Grupo Publicitario Calle Chapala 147-1 Col. Mitras Sur, Monterrey, N.L. México Distribuidor: Mensajería y Paquetería Galgo, Calle 16 de Septiembre 413 Ote. Col. Independencia C.P. 64720 Monterrey, N.L.

Pastoral Siglo XXI > p.3

INTRODUCCIÓN DEL CATECISMO «SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO»

“Los obispos son los catequistas por excelencia y los primeros responsables de la catequesis” (CT 63b); siendo, entonces la catequesis una de las tareas básicas de su ministerio (cfr. CT 12a). De ahí que sea una de sus obligaciones fundamentales asumir “la alta dirección de la catequesis.” (CT 63c) Así lo preceptúa la ley de la Iglesia: “Siguiendo las prescripciones de la Sede Apostólica, corresponde al Obispo diocesano dictar normas sobre la catequesis y procurar que se disponga de instrumentos adecuados para la misma, incluso editando un catecismo, si parece oportuno; así como fomentar y coordinar las iniciativas catequísticas” (CIC can 775,1).

De acuerdo con este espíritu, el propósito del presente Decreto es ejercer esta responsabilidad. Me respalda el caminar de esta querida Iglesia de Monterrey, desde la realización del primer Sínodo donde se recordaba, que dentro de otras limitaciones, la catequesis aún no es comprendida como un proceso integral y permanente que abarque las distintas edades y etapas en el camino de la vida cristiana y, por lo mismo, se le identifica, principalmente, como el momento de preparación pre-sacramental para los niños que van a hacer la primera comunión (Sínodo 2001). Este nuevo impulso catequético es consecuencia del Concilio Vaticano II, que alienta a los pastores a “buscar siempre el modo más apropiado de comunicar la doctrina a los hombres de nuestra época, porque una cosa es el depósito mismo de la fe, o sea sus verdades, y otra es el modo de formularlas, conservando el mismo sentido y el mismo significado” (GS 62b). Este catecismo es un instrumento que ha de integrarse en el conjunto de elementos y de acciones que constituyen el acto catequético. Ofrecer la Palabra de Dios, evocar la experiencia humana, cristiana y eclesial, celebrar la fe, favorecer el testimonio coherente de la misma en la conducta diaria, son los aspectos de un rico y denso proceso que no puede quedar reducido a la presentación del mensaje cristiano. Por ello, el catecismo no agota todos los elementos que forman parte del acto catequético. De hecho, un buen catecismo puede ser anulado en muchos de sus valores si es usado con una deficiente pedagogía de la fe. La Sagrada Escritura y el Catecismo de la Iglesia Católica son los documentos doctrinales de base en el proceso de catequización. Sin embargo, siendo ambos los instrumentos primordiales, no son los únicos: se requieren otros instrumentos de trabajo más inmediatos (cfr. DGC 132), entre ellos el testimonio y las habilidades del catequista, el método de transmisión, la relación que se establece entre catequista y catequizando, el respeto al ritmo interior de recepción por parte de éste, el clima de amor y de fe en la comunicación, el compromiso activo de la comunidad cristiana, etc. Siguiendo la inspiración del acontecimiento de Aparecida, he querido tomar el modelo del itinerario de formación de discípulos misioneros, iluminándolo con el proceso catecumenal, donde la entrega de signos fortalece y compromete el caminar de los catequizandos. Con este itinerario, se ofrece una catequesis familiar, donde los papás se vean involucrados en la formación cristiana de sus hijos, así mismo, deseamos crear una cultura vocacional, para que desde la infancia se conozcan las formas de realización humana en una vocación particular. La pedagogía que se sigue en cada ENCUENTRO (sesión), es a través de la Palabra de Dios, con la metodología de la Lectio Divina, donde el culmen es la oración y se aterriza en una actividad práctica. Todo el proceso esta dividido en pre-iniciación cristiana, iniciación y post-iniciación cristiana, está pensado en la forma escolar, para adaptar los tiempos, tanto en las comunidades parroquiales como en las escuelas de inspiración cristiana. Este año comenzamos con el primer libro de iniciación cristiana, porque desde este año la formación para recibir los sacramentos es de 3 años. Seguiremos con la secuencia que tenemos: Bautismo y Confesión, en el primer año (kerigmático), Confirmación, en el segundo año y Primera Comunión, en el tercero. Se pide a los Párrocos, Directores de escuelas católicas y Catequistas que este Catecismo llegue a manos de los niños, de manera que, junto con la Sagrada Escritura, sea considerado como el auténtico y principal libro de la fe para esta edad. Con respecto al uso de materiales complementarios, se ha de procurar que esté garantizada su solidez doctrinal y pedagógica. Siguen vigentes en nuestra Diócesis el proceso anterior, 1 y 2 del Tesoro de mi fe católica, en tanto no sean sustituidos de forma completa por el Catecismo de Monterrey: “Señor Mío y Dios Mío”. Encomendando al Señor los frutos pastorales de estas disposiciones, y después de manifestar la gratitud de la Diócesis y del Obispo a todos los fieles implicados en la Catequesis, Papás, Catequistas y Sacerdotes, a todos les envío mi saludo fraterno y cordial y mi bendición. . Mons. Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey


CONOCE

CAPILLAS ANTIGUAS

Pastoral Siglo XXI > p.4

CONOCE > ARTE SACRO

Con esta entrega comenzamos la tarea de hacer un listado de las capillas (no parroquias) antiguas (anteriores al siglo XX) que existen en nuestra Arquidiócesis. Mes tras mes presentaremos la información que sea posible reunir de cada una de ellas.

I. Santa Rita, Los Lermas, Cd. Guadalupe, N. L. El Capitán Valentín de la Garza “(…) este caballero fue quien construyó la capilla hacia 1730. Devoto de Santa Rita, así se llamó el modesto templo (…)” [CAVAZOS, Israel, en Nuevo León (…) , tomo II, Ed. Milenio, p. 226] . En este breve texto Israel Cavazos nos proporciona el dato de qué tan antigua es esta capilla y a quien debemos su origen. Acerca del mencionado Capitán de la Garza tenemos los siguientes datos “(…) había nacido en Monterrey el 21 de febrero de 1685. Sus padres fueron don José Salvador de la Garza y doña Juana Gutiérrez de Valle, Casado en primeras nupcias con doña Beatriz de Elizondo, procrearon a sus hijos José Ignacio y José Joaquín, entre otros. Viudo de doña Beatriz, don Valentín se casó con doña Juana de Escamilla, de quien nació don José Simón de la Garza. Don Valentín murió en 1744, doña Juana en 1749.” [CAVAZOS, Israel, Cd. Guadalupe (…), Ed. Grafo Print, p. 46] Llama la atención que la capilla más antigua de la exhacienda de san Sebastián de Los Lermas esté dedicada a santa Rita y no al santo que da el nombre a esta población cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. La capilla es pequeña como para unas 50 personas; su construcción es algo irregular, esto pudiera deberse a que se realizó en varias etapas constructivas o a alguna ampliación realizada hace muchos años. Analizando la imagen de 1946 que aparece en los escritos de Israel Cavazos antes citados y que aquí se presenta, se nota de inmediato que la fachada ha cambiado. Las antiguas puertas de madera ya no están en su posición original. Los señores Agustín y Margarita Acevedo, vecinos y feligreses de la capilla desde hace muchos años, me comentan que la imagen original de santa Rita era muy antigua: fue solicitada hace algunas décadas por descendientes de las familias Treviño y Garza, quienes en alguna época fueron propietarios de la capilla, para restaurarla pero la antigua imagen no ha regresado a su templo hasta el día de hoy. La imagen actual de la santa estuvo antes en el Hospital Muguerza, fue traída de Italia; en tiempos del Sr. Arzobispo Alfonso Espino y Silva fue llevada a esta ubicación. Destaca además la campana de 1926 que posee una inscripción y la cruz que corona el campanario que ya se distingue en la imagen de 1946 aquí reproducida. El 17 de marzo de 1989 la capilla fue quemada por unos vándalos, en la página web elnorte.com con fecha del día siguiente aparece la crónica de este lamentable acontecimiento en el cual se dañaron gravemente varias piezas de uso litúrgico incluyendo la imagen de santa Rita que tuvo que ser restaurada y que es la misma que continúa expuesta al culto público. En este acto se destruyeron también algunas piezas antiguas. Cabe destacar que la capilla no está considerada como monumento histórico en los Catálogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pero por su antigüedad es un Monumento Histórico y debe de ser conservada como tal. La capilla de santa Rita está localizada en la calle central entre la Av. San Sebastián y la calle Lermas. Es atendido actualmente por la Parroquia de san Marcos en Cd. Guadalupe. Se celebra a la santa en su capilla el 22 de mayo.

Pbro. Lic. José Raúl Mena Seifert Comisión de Bienes Culturales de la Iglesia jmena@arquinetmty.com / En facebook: difusiondeartesacro


MEDITA

Pastoral Siglo XXI > p.5

MEDITA > EXHORTACIÓN APOSTÓLICA

FRASES MATONAS DEL PAPA FRANCISCO 5ta Parte

“Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza”. 2 Cor. 8, 9 1) “Quiero una Iglesia pobre para los pobres” La historia eclesiástica nos dice que, durante mucho tiempo, la Iglesia se ocupó tanto en las cosas del mundo y en los bienes materiales, que descuidó lo esencial del Evangelio. Cuando la Iglesia se presenta ante la sociedad como una entidad rica y poderosa comienza a perder credibilidad. El pueblo de Dios entiende más lo espiritual y evangélico en el compromiso con los pobres, y en esto, el pueblo no se equivoca. Por tal motivo, en tiempos difíciles, surgen hombres y mujeres que, con su vida y ejemplo, nos recuerdan que el Señor nos invita a una vida más sencilla y humilde, donde la pobreza se manifiesta como el valor que nos debe distinguir. Jesús nos enseñó a poner toda nuestra confianza en Dios y nos lo enseñó de muchas maneras y en muchas ocasiones; por ejemplo, encontramos en el evangelio: “Busquen primero el Reino de los Cielos y su justicia y todo lo demás se les dará por añadidura”. Quien confía en las riquezas prescinde de Dios y, si la Iglesia pone todo su potencial evangelizador en su capacidad económica, sabemos que los resultados serán desastrosos porque el Señor es nuestra fuerza y motivación, nuestra alegría y escudo. En el breve pontificado del Papa Francisco aparece nuevamente este llamado a reordenar nuestras prioridades. La prioridad del Papa es una Iglesia como la que fundó Jesús y nos dejaron los Apóstoles, rica en carismas, servicios, ministerios, pero sobre todo, rica en amor para con todos, sin hacer exclusiones de personas, donde la caridad sea la principal y mayor expresión. En pocas palabras, el Papa pide una Iglesia pobre para los pobres. Pero, ¿qué nos quiere decir con esto? Tenemos que recordar que el Señor Jesús nació, vivió y murió pobre. Nació en el seno de una familia humilde y sencilla, en un pequeño portal del pueblo de Belén. Vivió pobre, tanto en su infancia, como en su juventud y en su ministerio. Murió desnudo, despojado de todo y fue sepultado en un sepulcro que no era propio, sino prestado. Los Apóstoles recibieron la encomienda del Señor de vivir en una total y absoluta confianza en Dios, donde se dependa de Él al cien por ciento, tanto nuestra seguridad, como nuestro tesoro deben estar en el cielo donde el ladrón no entra ni la polilla carcome. Una Iglesia pobre para los pobres es tener como destinatarios, principalmente, a los más alejados, a los marginados y rechazados por la sociedad, a aquellos que han perdido la esperanza y el deseo de vivir. En el mundo hay mucha gente que no tiene un pan qué comer y lo más lamentable, que no tienen a alguien que les tienda la mano para ayudarles en sus necesidades básicas. El Papa quiere que cada cristiano se ciña su túnica y se ponga a lavar los pies a estos hermanos nuestros que sufren y que “están lejos de Dios”. Ante la crisis de un compromiso comunitario, los cristianos de hoy debemos salir a las calles a anunciar el Evangelio sabiendo que nuestra recompensa está precisamente en anunciarlo. El Señor NO nos abandonará, NO nos soltará de su mano porque Él es el Dios de los pobres, de los que no tienen voz, ni voto. Dios está más comprometido con los pobres que lo que nosotros nos podemos imaginar y Él desea que, por nuestro medio, su acción poderosa llegue a todos. Pbro. Roberto Figueroa Méndez Secretario Ejecutivo de la Dimensión Episcopal del Clero


MEDITA

MEDITA > REFLEXION

Pastoral Siglo XXI > p.6

P

uede parecer que no es fácil ser feliz y amar. Muchas experiencias pasadas nos hacen difícil continuar en este propósito humano inscrito en nuestro corazón. A todos nos pasa: buscamos un lugar donde nuestros deseos de amar se hagan realidad. Eso mismo buscaba el hombre de hojalata en la historia del Mago de Oz, quería un corazón para sentir Muchas veces cuando escucho a personas que se sienten deseosas de bienestar, de felicidad, algunas veces ansiosos o desconcertados porque esos a quienes aman (y no digo amaron) les hicieron daño. No hablo en pasado al decir `esos a quienes aman’ porque estoy convencido que el amor nunca, nunca, nunca, ¡ni con la traición o el resentimiento!... el amor nunca termina… por esa razón misma… a veces se vuelve contra nosotros, pues la traición, las heridas, las malas experiencias en el ejercicio del amor, nos hacen no querer arriesgarnos más. Hasta tenemos dichos: ¨la burra no era arisca, la hicieron¨, decimos. Así, poco a poco, cuando acumulamos desamores, traiciones, desconfianzas o celos, cuando no somos correspondidos o nos ha ido mal, poco a poco, vamos envolviendo nuestro corazón en un traje de hojalata, que no permite que nos lastimen más… pero tampoco nos permite descubrir el amor que nos rodea. Cuando un novio traiciona, cuando una novia elije una vida sin nosotros, cuando un amigo, Dios o la vida no nos dan lo que esperamos, cuando nos entregamos sin reserva y recibimos a cambio males… entonces envolvemos nuestro corazón en hojalata, para que ya no nos duelan las heridas.

Luego, por mucho que buscamos, por mucho que anhelamos llega un momento donde el corazón ya no siente… no se enamora, no se compromete, no quiere alegrarse o no alcanza a apasionarse con vivir… porque no le deja la hojalata. Al principio nos parece sensato ¿qué acaso esta hojalata no nos defiende del dolor? ¿qué acaso no nos ha protegido contra otras heridas? ¿a poco no es cierto que la pusimos para defendernos? ¡Sí! … era para nuestro bien… pero al tiempo viene un vacío, el corazón requiere reír, apasionarse, dar amor, dar perdón, dar, dar, dar… pero con la hojalata ni entra ni sale amor… y no es que no queramos, incluso lo intentamos, pero no podemos. Este sinsabor toca un día la mente… me doy cuenta que requiero dejar entrar, dejar salir, compartir, ser, involucrarnos… sonreír… estar bien… ¡vivir!… y así este deseo llega al corazón mismo, desde dentro nace el anhelo: quiero sentir… quizá no tenga corazón… ¡quiero un corazón! ¡no quiero ser de hojalata!... Entonces comienza la búsqueda, entonces emprendemos el camino en busca de un Mago, un alguien que nos ayude para recuperar lo que una vez fuimos… o más bien: lo que somos. Porque sabemos que en algún lugar sobre el arcoirís… allí encontraremos la respuesta que buscamos, allí alguien nos dará el corazón que anhelamos. El camino amarillo, el camino que hay que seguir en esta búsqueda es nuestro propio interior, ese camino nos lleva al sitio donde se nos dará un corazón nuevo. Como en todos los cuentos, algunas brujas nos repetirán: ríndete, no existe lo que buscas, ya no se puede, así es la vida, todos son iguales. Pero hay que seguir adelante, con la esperanza de alcanzar nuestros deseos… Ya saben lo que sucede en la historia de Oz, al final Dorothy, el hombre de hojalata y sus amigos se dan cuenta que el mago no es lo que esperaban, y éste resuelve sus deseos con sentido común: al espantapajaros le da un diploma, al león cobarde una medalla al valor y al hombre de ojalata un reloj en forma de corazón… No es que les conceda su deseo, sino que les reconoce lo que cada uno es y lleva en el interior… El lugar sobre el Arcoirís donde puedes ser feliz es aquí mismo, no hay un lugar a donde fugarse en busca de una vida mejor, es aquí; y ya no hay tiempo, el tiempo es ahora… tal cual la vida es, tal cual están las cosas, tal cual son las personas… No te rindas, date la oportunidad de tomar el riesgo. Podría pasar lo mismo, podrías ser herido, eso no lo sabemos, también podría ser diferente. Piensa esto, cada persona es una historia única, si una vez te fue mal no tiene porque ser así siempre, quizá te vaya mal una segunda o incluso una tercera vez… pero quizá no, vuelve a intentarlo, no pierdas la esperanza… no dejes que tu corazón se envuelva de hojalata, al principio puede parecer seguro, pero tu corazón siempre busca la entrega, el darse, el amar. Pbro. Rodolfo Antonio Martínez García Estudiante en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, Italia


MEDITA

MEDITA > REFLEXION

Pastoral Siglo XXI > p.7

RECIBIR A LOS NIÑOS

¿Tú estás a favor del aborto? Si tu respuesta es ¡ Sí !, tu opinión es muy importante, pero temo decirte que probablemente tú no sabes lo que estás diciendo... ¿Sabes? La afirmación de Jesucristo sobre el recibir a los niños, y en ellos recibirle a Él, nos debe dar la pauta para que en este espacio reflexionemos objetivamente sobre la realidad del aborto así como sobre todas las víctimas que están en torno a esta situación tan compleja. Desde nuestra comprensión cristiana, nuestra vida es un regalo de Dios que se inicia desde la misma gestación, por lo que es necesario respetarla desde este momento hasta su fin natural. ¿Sabes? El doctor Thomas Verny ha escrito un libro sobre “La Vida secreta del niño antes de nacer” en el cual nos refiere la importancia de los cuidados y de la vida prenatal: Él trabaja en una casa de maternidad que dirige. Menciona que los descubrimientos recientes en la neonatología se conocían por intuición desde los años cuarenta, pero que los medios actuales permiten ver y demostrar lo que en aquel entonces sólo se intuía y conjeturaba. El caso más interesante de los que presenta es el del director de la Hamilton Philarmonic Symphony de Ontario, Boris Brott. En el ejercicio de su oficio como director de orquesta, le llegó el momento de dirigir conciertos de violonchelo y orquesta, entre los cuales se ubicaban los del célebre Franz Joseph Haydn, Luigi Boccherini, Antonin Dvorák, Charles Camille Saint Saëns y Eduard Elgar. Menciona que en el mundo de la dirección musical el dirigir una nueva obra, con un solista que tiene su propia reputación, estilo e incluso caprichos, requiere del director mucho estudio, atención y dominio antes de enfrentarse a los ensayos, y Brott lo hizo de manera concienzuda y segura. Cada concierto le llevó un buen tiempo hasta dominarlo, pero notó una cosa curiosa: El concierto de Antonin Dvorák que no es precisamente uno de los más fáciles, le resultó sumamente sencillo, de tal manera que casi a una primera lectura se encontró listo para el ensayo. ¿De dónde le vino esta facilidad? Él mencionó su perplejidad a su madre, que era profesora de violonchelo, y entonces ella se lo explicó. Ella había estado aprendiendo precisamente ese concierto cuando estaba embarazada de él. De ahí le venía su habilidad en los ensayos y en la ejecución, fue a través de la memoria pre-natal que adquirió la facilidad de dominar la complicada partitura. Había empezado pronto el aprendizaje. El Doctor Verny dice que el bebé en gestación es el mejor alumno por dos razones: porque no tiene otra cosa que hacer y porque no tiene prejuicios ni defensas ni distracciones que le impidan el aprendizaje. Él mismo menciona que los autores favoritos de los no-nacidos son: Antonio Vivaldi es el que se lleva la palma por sus ritmos alegres, sencillos, inocentes, que les llevan a disfrutar de las cuatro estaciones, cada una en su estilo y en su belleza, como para decirnos que desde el calor del verano hasta el frío del invierno pueden resultarnos artísticos si los sabemos acoger cada uno a su tiempo. Ludwig van Beethoven menciona que les asusta a los niños, y dice que hay razón en ello porque expresa traumas y extremos aunque sean artísticos, y ¡claro! que la música rock destroza a los niños. Menciona también el médico que fumar no le ayuda al bebé en gestación, por química y por reducción de oxígeno. El doctor menciona que el bebé pasa un mal rato cuando su madre fumaba. Y es que surge la sensación prenatal de estar en una zozobra que provoca también la ansiedad prenatal: ¿Cuándo volverá este mal rato? ¿Cuánto tardará? ¿Cuánto durará? ¿Hasta cuando tendré que aguantarlo? ¿Y si aumenta? La espera incierta provoca ansiedad al bebé en gestación. Kristina es el nombre de una niña recién nacida que le presentó al doctor Verny un caso difícil. Sencillamente, ella se negaba a recibir el alimento del pecho de su madre. Kristina no se amamantaba en absoluto. La bebé tomaba el biberón con gusto, pero rechazaba la leche materna. El médico en el desconcierto le pidió a otra madre en lactancia que probase a darle pecho a la niña, y sucedió lo inesperado: la bebé tomó leche del pecho de aquella otra mujer. Ahí había algo que investigar, y el doctor lo hizo con mucha delicadeza pero con firmeza. Él le preguntó directamente a la madre: ¿Quería tener usted a la niña?. Ella contestó que no, que no quería un hijo, y que cuando se supo embarazada se decidió a abortar. En cambio, su marido intervino a favor de tener al niño, y fue así que nació Kristina. La vida se inicia desde el vientre materno, ojalá que nunca lo olvidáramos. Yo sé que el nacimiento de una nueva vida es como el abrir una puerta desconocida: tiene el vago sabor de lo desconocido, y despierta la sensación de pasar a un momento nuevo, en el que se manifestará de manera impredecible la confusión mundana. ¡Cuánta razón tiene Jerome Lejeune el médico francés que ha mencionado lo siguiente: “Es mucho menos pesado tener a un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia”. Felicidades por el doble regalo recibido de Dios en el nacimiento de tus hijos. Pbro. Rogelio Narváez Martínez Párroco Natividad Señor / Santa Catarina N.L.


MEDITA

MEDITA > CON NUESTROS OBISPOS

Pastoral Siglo XXI > p.8

ENCUENTRO DE RELIGIONES

Anécdota y gran enseñanza en ocasión del Encuentro de Religiones por la Paz en la Cd. de México.

Sucedió hace algunos años, en un Encuentro de religiones, efectuado en la Conferencia Episcopal de Montalban de Caracas en Venezuela. Estuvieron presentes unas 250 personas de distintos países, y de distintas expresiones de la fe cristiana. Samuel un Pastor evangélico había expuesto su senda posición acerca del bautismo y luego se abrió la sesión a preguntas y respuestas. Después de una media hora, una monjita católica tomó la palabra para preguntar: “Qué es lo que ocurrió en la historia que nos haya separado y nos haya mantenido en una situación de tanto rechazo y en momentos, de violencia”. La pregunta fue dirigida al Pastor, quien le preguntó si le podía contestar “con toda franqueza y libertad”; su respuesta fue afirmativa. El Pastor le explicó con un lenguaje muy sencillo y preciso, de esta manera: “nuestro rechazo mutuo viene desde el tiempo de la reforma y de la contrarreforma. A partir de allí nuestras posiciones se endurecieron, y nuestras interpretaciones caminaron y se convirtieron en murallas de piedra. Para nosotros, a causa de lo que se nos enseñaba, la gran ramera del Apocalipsis era la Iglesia Católica Romana y por ello no se podía comulgar con ella, pues no tenía nada de Dios. Y para ustedes los católicos, nosotros éramos herejes y apóstatas. Y por ello nos cerraban la puerta, se caminaba por la acera de enfrente de nuestros templos para no entrar ni contaminarse”. La lista de vejámenes era larga. Cuando el Pastor terminó de compartir estas palabras (se podía oír el ruido de una aguja al caer, pues el silencio, la expectativa y el dolor eran tan profundos), se puso de pie el amado Monseñor Terán del Ecuador, y pidió la palabra… Tiene razón hermano Pastor, es mucho ya lo que nos hemos lastimado, por lo que, lo único que nos queda por hacer, es “pedir perdón y perdonarnos” por el terrible pecado del pasado. Al final todos lo hicieron, y reinó una gran alegría en los corazones que todos juntos alabaron al Señor. Esta anécdota fue contada directamente a un servidor, por parte del Pastor Samuel Olson, Presidente del Consejo Evangélico de Venezuela, en la IV Sesión Plenaria del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos, organizado por el Movimiento Internacional Religiones por la Paz, celebrado en la Ciudad de México, del 1 al 3 de septiembre de 2010, a la que tuve la gracia de asistir acompañando al Emmo. Sr. Cardenal Don José Francisco Robles Ortega, entonces Arzobispo de Monterrey.

PASTORAL SIGLO XXI

Mons. Alfonso Gerardo Miranda Guardiola Obispo Auxiliar de Monterrey


MEDITA

MEDITA > CON NUESTROS OBISPOS

Pastoral Siglo XXI > p.9

POR LOS QUE SE HUNDEN

U

n día una persona compartía una experiencia: un esposo joven, profesionista, con dos hijos, 14 y 10 años, su esposa también joven, dejó de trabajar cuando nació su segundo hijo; en el lapso de tres meses le sucedió lo siguiente: su padre sufrió un accidente de tráfico, perdió la vista; su mamá enferma de la presión, entró en crisis emocional fuerte por el accidente de su esposo; se dio cuenta de que su hija de 14 años fumaba, tenía novio y había faltado muchas veces a la secundaria; su hijo de 10 años presentó problemas de conducta en la escuela, su esposa empieza a reclamarle su falta de presencia en la familia, su jefe es cada vez más hostil hacia él y ya piensa abandonarlo, aunque por lo pronto no tiene alternativa para un nuevo empleo; este hombre quiere lanzar un grito desde lo más profundo de su corazón: ¿qué hago?. La vida es muy compleja, son tantas cosas que hay que atender, en ocasiones no es posible que todos los círculos de vida estén equilibrados y nos sean favorables, a veces nos falta la decisión, otras la fortaleza, por momentos uno piensa en “salir corriendo” y dejarlo todo; en ocasiones todo se nos junta, problemas emocionales, relacionales, biológicos, laborales, familiares, escolares, espirituales ¿será que la salud es más bien una excepción?¿será que en la vida pasamos más tiempo enfermos que sanos? Y, a pesar de todo, aquí seguimos; y nos encontramos ante la, muchas veces angustiante, necesidad de actuar, de hacer algo y no dejar que el monstruo de mil cabezas nos devore. El sentir que nos hundimos al enfrentar problemas fuertes de la vida, me hacen pensar en nuestras depresiones. La depresión es un grave problema de salud mundial y nacional, relacionado con factores biológicos, mentales y sociales, que discapacita a las personas para desarrollarse con una buena calidad de vida, al hacerles difícil la realización de sus actividades cotidianas; en el mundo se estima que están en depresión más de 350 millones de personas; en México se estima que 9 de cada cien personas la han padecido en su vida, y ocurre más en las mujeres que en los varones; entre las mujeres es la primera causa de enfermedades de pérdida de calidad de vida y entre los varones es la novena causa. En México, las personas más propensas a la depresión son: ser mujer, ser mujer que cuida a un enfermo o anciano, ser mujer que se dedica sólo a labores del hogar; tener bajo nivel socioeconómico; estar desempleado; vivir aislado de la sociedad; tener problemas legales; sufrir violencia; consumir sustancias que provocan adicción; ser migrante. Se da más entre los adolescentes, y las personas mayores a los sesenta y cinco años, especialmente entre los desempleados, viudos y solteros; además necesitan atención las mujeres en etapa perinatal. El problema se agudiza si consideramos que no pedimos ayuda a tiempo, la mayoría de las personas minimiza el problema y dejan pasan mucho tiempo antes de atreverse a abrir su corazón y pedir la ayuda necesaria. (Datos tomados de la Revista Salud Pública de México Vol. 55, 2013). Para una persona en depresión todo empieza a ser confuso y es difícil tomar decisiones y realizar acciones, a veces las más elementales. Muchos las viven en silencio o incomprendidas por sus familiares y amistades; muy pocos reciben tratamiento. La depresión es una experiencia humana de la que no podemos salir solos, necesitamos la mano de otro, la mano caritativa de alguien que nos escuche y nos ayude a salir adelante; en último término de la mano de Jesús que es quien puede levantar y sanar desde el interior. La fe cristiana tiene mucho que aportar a este tema de salud pública, pues la espiritualidad de fe es la gran luz que ilumina la cuarta vigilia de la noche, aunque la veamos de manera borrosa y la escuchemos muy apenas: ahí está Jesús caminando sobre las aguas y gritándonos que no tengamos miedo, que Él nos puede librar de la zozobra. Esperamos políticas públicas que promuevan campañas generalizadas de atención a quienes se hunden y esperamos disposición de nuestras comunidades eclesiales para fomentar la información, el conocimiento y la atención espiritual que nuestra fe puede aportar, permitiendo y facilitando que quienes se hunden en el mar de la depresión puedan encontrarse con el amor, con el único remedio capaz de sanarlos el amor de Dios y de los hermanos. Elías y Pedro fueron salvados porque escucharon una voz de vida, la voz de quien los ama, la voz de Dios.

@pastoralsiglo21

Mons. Juan Armando Pérez Talamantes Obispo Auxiliar de Monterrey


MEDITA

DIOS NOS LLAMA

MEDITA > CON EL PAPA

Pastoral Siglo XXI > p.10

H

oy comienzo un ciclo de catequesis sobre la Iglesia. Es un poco como un hijo que habla de su madre, de su familia. Hablar de la Iglesia es hablar de nuestra madre, de nuestra familia. La Iglesia no es una institución finalizada a sí misma o una asociación privada, una O.N.G. ni mucho menos se debe restringir la mirada al clero o al Vaticano... «La Iglesia piensa...». La Iglesia somos todos. «¿De quién hablas tú?». «No, de los sacerdotes...». Ah, los sacerdotes son parte de la Iglesia, pero la Iglesia somos todos. No hay que reducirla a los sacerdotes, a los obispos, al Vaticano... Estas son partes de la Iglesia, pero la Iglesia somos todos, todos familia, todos de la madre. Y la Iglesia es una realidad mucho más amplia, que se abre a toda la humanidad y que no nace en un laboratorio, la Iglesia no nació en un laboratorio, no nació improvisamente. Ha sido fundada por Jesús, pero es un pueblo con una historia larga a sus espaldas y una preparación que tiene su inicio mucho antes de Cristo mismo. Esta historia, o «prehistoria», de la Iglesia se encuentra ya en las páginas del Antiguo Testamento. Hemos escuchado el libro del Génesis: Dios eligió a Abrahán, nuestro padre en la fe, y le pidió que se ponga en camino, que deje su patria terrena y que vaya hacia otra tierra, que Él le indicaría (cf. Gn 12, 1-9). Y en esta vocación Dios no llama a Abrahán solo, como individuo, sino que implica desde el inicio a su familia, a sus parientes y a todos aquellos que estaban al servicio de su casa. Una vez en camino —sí, así comienza a caminar la Iglesia—, luego, Dios ampliará aún más el horizonte y colmará a Abrahán de su bendición, prometiéndole una descendencia numerosa como las estrellas del cielo y como la arena a la orilla del mar. El primer dato importante es precisamente este: comenzando por Abrahán Dios forma un pueblo para que lleve su bendición a todas las familias de la tierra. Y en el seno de este pueblo nace Jesús. Es Dios quien forma este pueblo, esta historia, la Iglesia en camino, y allí nace Jesús, en este pueblo. Un segundo elemento: no es Abrahán quien constituye a su alrededor un pueblo, sino que es Dios quien da vida a ese pueblo. Normalmente era el hombre el que se dirigía a la divinidad, tratando de colmar la distancia e invocando apoyo y protección. La gente rezaba a los dioses, a las divinidades. En este caso, en cambio, se asiste a algo inaudito: es Dios mismo quien toma la iniciativa. Escuchemos esto: es Dios mismo quien llama a la puerta de Abrahán y le dice: sigue adelante, deja tu tierra, comienza a caminar y yo haré de ti un gran pueblo. Este es el comienzo de la Iglesia y en este pueblo nace Jesús. Dios toma la iniciativa y dirige su palabra al hombre, creando un vínculo y una relación nueva con Él. «Pero, padre, ¿cómo es esto? ¿Dios nos habla?» «Sí». «¿Y nosotros podemos hablar a Dios?». «Sí». «¿Pero nosotros podemos tener una conversación con Dios?». «Sí». Esto se llama oración, pero es Dios el que hizo esto desde el comienzo. Así Dios forma un pueblo con todos aquellos que escuchan su Palabra y que se ponen en camino, fiándose de Él. Esta es la única condición: fiarse de Dios. Si tú te fías de Dios, lo escuchas y te pones en camino, eso es hacer Iglesia. El amor de Dios precede a todo. Dios siempre es el primero, llega antes que nosotros, Él nos precede. El profeta Isaías, o Jeremías, no recuerdo bien, decía que Dios es como la flor del almendro, porque es el primer árbol que florece en primavera. Para decir que Dios siempre florece antes que nosotros. Cuando nosotros llegamos Él nos espera, Él nos llama, Él nos hace caminar. Siempre se adelanta respecto a nosotros. Y esto se llama amor, porque Dios nos espera siempre. «Pero, padre, yo no creo esto, porque si usted lo supiese, padre, mi vida ha sido muy mala, ¿cómo puedo pensar que Dios me espera?». «Dios te espera. Y si has sido un gran pecador te espera aún más y te espera con mucho amor, porque Él es el primero. Es esta la belleza de la Iglesia, que nos lleva a este Dios que nos espera. S.S. PAPA FRANCISCO


COMPROMETETE COMPROMETETE > PASTORAL FAMILIAR

Pastoral Siglo XXI > p.11

LOS PADRES BRILLANTES

NUNCA SE RINDEN

I

ncluso si sus hijos los desilusionan, cometen errores, no los valoran. El mundo puede no tener fe en sus hijos, pueden pensar que no lograrán nada en la vida, pero si son padres brillantes y creen en ellos, verán lo que nadie ve y buscaran el oro detrás de sus fracasos. ¿Es usted capaz de encontrar esto? Los padres brillantes son sembradores de ideas y no son dominantes con sus hijos. Labran el terreno de su inteligencia y esperan que un día sus semillas germinen. Puede haber desolación durante la espera, pero si las semillas son buenas, un día germinarán. Quizás algunos padres estén llorando mientras leen este escrito. Llorando porque sus hijos están pasando por crisis profundas. Algunos de ellos no se dejan ayudar. ¿Qué deben hacer?

¿Rendirse? ¡No! Un magnífico ejemplo a seguir se ilustra en la parábola del hijo pródigo. El comportamiento del padre fue de una sabiduría única. Veamos. El hijo abandonó al padre, pero el padre nunca abandonó al hijo. El padre rogó a su hijo que se quedara. Sus lágrimas no lo conmovieron. Se fue y poco a poco gastó su fortuna. El padre no lo criticó, y simplemente esperó por él. Cada día esperaba que su hijo aprendiera en la escuela de la vida las lecciones que no había aprendido de él. Finalmente el dolor, la pérdida y la inseguridad del muchacho rompieron la cáscara de las semillas que el padre había sembrado. ¿El resultado? Regresó. Había adquirido profundas cicatrices en el alma, pero era más maduro y experimentado. El padre. Corrió a su encuentro. No lo condenó, no dijo nada, sabía que las palabras eran innecesarias. Estaba seguro que las experiencias que había tenido su hijo gritaban en su interior. Sólo lo besó y dio una fiesta en su honor. El amor es incomprensible. El hijo nunca volvió a ser el mismo. Papás en la batalla de la crianza pueden llorar, pero nunca deben desalentarse. Pueden ser heridos, pero nunca deben dejar de luchar. Deberán ver lo que nadie ve: un tesoro enterrado en las piedras del corazón de sus hijos. Nunca en la historia habíamos visto a los adultos ser tan dominados por los niños y los jóvenes. Los hijos se comportan como reyes cuyos deseos deben ser cumplidos de inmediato. En primer lugar, los padres deben aprender a no tener miedo de decir “no” a sus hijos. Si ellos no escuchan un “no” de sus padres, no estarán preparados para escuchar un “no” de la vida. No tendrán oportunidad de sobrevivir. En segundo lugar, cuando los padres dicen “no” a sus hijos, no deben ceder al chantaje y a la presión que éstos ejercen. Si son inestables y chantajistas en un medio social, serán excluidos del mismo. En tercer lugar, los padres deben dejar muy claro que puntos son negociables y cuales no. Por ejemplo, irse a la cama después de medianoche durante la semana de escuela es inaceptable y, por lo tanto, no negociable. Vivimos en tiempos difíciles. Las reglas y el consejo ya no parecen ser eficientes. Aquellos que dicen “yo sé” o “no necesito la ayuda de nadie” ya han sido derrotados de antemano. Para educar, siempre debemos aprender y conocer la palabra paciencia en toda su plenitud. Quienes no tienen paciencia se rinden; quienes no pueden aprender, tampoco pueden encontrar rutas inteligentes. La vida es una gran escuela que enseña poco a poco a aquellos que no saben leer. Pbro. Benito Ramírez Márquez Párroco en San Pedro Apóstol, Allende N.L.


COMPROMETETE COMPROMETETE > VIDA CONSAGRADA

Pastoral Siglo XXI > p.12

SÓLO SÉ QUE ERA CIEGO Y AHORA VEO Jn. 9 ,25

Al iniciar esta artículo quisiera invitarte a que hiciéramos una breve prueba, te invito a que pongas atención a la pequeña imagen que se presenta a un lado de este texto ¿qué ves? ¿estas seguro de ello? ¿podrá ser otra cosa? quizás podrás sorprenderte que donde muchos ven un conejo tu ves tan solo un pato o viceversa, ¿has podido ver las dos? espero que sí..

Este pequeño ejercicio pudiera hacernos pensar que en ocasiones nos perdemos de algunas cosas que hay en nuestra vida al obstinarnos en verlas de una manera cuando en realidad hay más por ver, la realidad es más amplia de lo que nuestra mente por sí misma puede reconocer. Esta imagen busca ser sólo una excusa para platicar de cosas mucho más trascendentes: nuestra vida, la comunidad, vislumbrar cómo es que Dios la ve y cómo contempla el futuro en ella. Y para hacer esto necesitamos recordar lo que han sido estos años y ver nuestro camino, el gran reto es atrevernos a mirar cada uno de los acontecimiento no como hechos aislados, no como experiencias sin sentido sino como lo que en realidad son, esto lo logramos con la mirada que permite dar sentido a lo que nos ha podido parecer indiferente, pasajero o tan doloroso que aún podemos en determinados momentos clamar al cielo buscando una explicación, la mirada a la que me refiero es la mirada cristiana, la mirada de la fe. Esta mirada de la fe no consiste como muchos pueden pensar en una salida ingenua o en un mecanismo de defensa para sobrevivir la vida con los dramas que puede llegar a tener, es asumir la vida como un verdadero camino en el que el Dios vivo camina con nosotros para llevarnos a la plenitud a la que estamos llamados, que consiste en asemejarnos a Cristo o en otras palabras a vivir en santidad. El reto es que tu y yo podamos hacer memoria como hizo el pueblo de Israel, los primeros cristianos y todos los santos, hacer una “memoria creyente que lee en su historia los acontecimientos de Dios, que igual que le amó, protegió, perdonó, unió a Él, sedujo y salvó; y sigue haciendo ahora lo mismo con todas sus criaturas” es decir contigo y conmigo.1 Si contemplamos los pasajes del Evangelio están llenos de momentos en que Jesús se encuentra con personas que se miran a sí mismas enfermas, excluidas, lastimadas, condenadas ¡pero Jesús no las ve así! ¡El Padre no las ve así! Tienen muy claro que fueron hechas a su imagen y semejanza y Cristo les ayuda a que por medio de la fe en Él se atrevan a confiar en que con su gracia las cosas pueden ser distintas y ¡mejor aún! que a lo que no se le encontraba sentido ahora iluminado por Cristo se vea integrado en la propia vida, sin ya más dolor, dejando solamente paz, agradecimiento y esperanza. Hay un pasaje tremendamente dramático en el que Jesús ayuda a ver las cosas como son en realidad: Según caminaba, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: Maestro ¿quien pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?. Respondió Jesús: Ni él peco ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Jn (9, 1-3). En este texto extenso formado por todo el capítulo 9 del Evangelio de san Juan, los discípulos no hacen sino evidenciar lo que la sociedad de aquel entonces pensaba sobre personas como este ciego de nacimiento y los fariseos no harán sino mencionárselo aún después de la curación “Tú eres puro pecado”. Imaginemos la vida de este pobre hombre cuyo dolor no consistía solamente en no poder ver la luz del sol, maravillarse con esta hermosa tierra, contemplar el rostro de sus padres sino que cargaba con el estigma de pecador, lo único que le habían hecho “ver” toda la vida es que él era puro pecado. Pero Jesús se acerca, unta con barro sus ojos, lo manda lavarse y recobra la vista. Ahora su padecimiento, su dolor, que nunca fue propiamente voluntad de Dios, cuando Cristo se acerca obtiene sentido, su ceguera se convierte en causa para que se manifieste la gloria de Dios y para que este ciego le contemple y le diga: “Creo, Señor “y se postre ante Él”. CENCINI, Amadeo, Los sentimientos del hijo, Sígueme, Salamanca, 2005 p. 109

1


COMPROMETETE COMPROMETETE > PASTORAL FAMILIAR

Pastoral Siglo XXI > p.13

Nosotros como familia humana también estamos viviendo un momento dramático, basta estar atentos a lo que sucede: En Iraq miles de cristianos y minorías religiosas son exiliadas, obligados a huir de tierras en las que habitaban desde hace 1,700 años, en las que miles de personas han sido asesinadas cruelmente por profesar su fe lo cual ha sido calificado ya como un genocidio, el cual está sucediendo ahora, frente a nosotros; pero también está la guerra en la franja de Gaza entre grupos israelíes y palestinos que ha traído por consecuencia cientos de muertes, además del brote de la enfermedad del ébola en África Occidental, por sólo mencionar lo más conocido y alarmante. Pero pensemos en las circunstancias de nuestra ciudad, la realidad que viven algunas de nuestras familias: problemas económicos, laborales, violencia física-psicológica y desintegración; las circunstancias a las que se enfrentan nuestros niños y jóvenes: abandono, indiferencia, falta de educación, no sólo en el sentido académico, sino sobretodo en el de su dignidad, el valor de su persona y la sublimidad a la que están llamados, mientras algunos medios de comunicación local reducen el concepto de plenitud a lo superficial, erótico, material y placentero y se expone a la persona al descrédito y a la burla, sin reconocer que la falta de respeto al otro es la causa de gran parte de nuestros males. Estas y otras circunstancias que giran entre nosotros pueden absorber nuestra mirada y hacernos sentir que vivimos entre tinieblas o que enfrentar todo esto no tiene sentido, pero en esta y cada una de las circunstancias de nuestra vida esta Jesús diciendo: “Yo soy la luz del mundo” Jn 8,12a. Todo esto que tu ves, todo esto que tu vives si lo ves con mi mirada, si lo vives con la fe obtiene una razón, tienen un sentido, la realidad nunca será lo que tú miras si no la miras con mis ojos. “Es para que se manifiesten en él las obras de Dios” es el sentido que Cristo le da a la ceguera del ciego del nacimiento y ¡así fue! después de que este hombre se dejo tocar por Él. ¿Cómo puede Dios manifestar su obra en ti? ¿Qué tendrás que hacer para enfrentar la circunstancias que vives en tu familia o en nuestra sociedad de modo que seas causa para dar gloria a Dios? Recuerda que hay que ver todo como en realidad es, es decir, parte de nuestra historia personal de salvación, por tanto es una oportunidad para acercarnos a Él, recibir su amor incondicional, dejarnos ungir nuestras heridas, aceptar su perdón, aprender a verdaderamente amar y perdonar como Él lo hace con nosotros y continuar nuestra vida con esperanza. No olvidemos que nuestra historia de salvación está unida a la historia de cada hermano que se encuentra a nuestro paso, pero también a aquel que físicamente esta lejos de nosotros, siempre hay algo que podamos hacer por los demás. Piensa que en este momento hay verdaderos mártires, que están dando su vida verdaderamente por Cristo; el mal nunca es voluntad de Dios, pero en este momento muchos hermanos como en los primeros siglos de cristiandad están muriendo con el nombre de Jesús en sus labios, oremos por ellos, elevemos nuestra voz para pedir que su vida sea respetada y que nuestra propia vida dedicada a seguir a Cristo sea nuestra mejor ofrenda. No continuemos ciegos, no permanezcamos mirando sin la luz de su mirada, que el Señor nos conceda decir como al ciego de nacimiento: “Sólo sé una cosa. que era ciego y ahora veo”.

Pbro. José Francisco Gallardo Viera Estudiante en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, Italia

Envíanos tus comentarios y sugerencias: pastoralsiglo21@arquinetmty.com


VIVE

VIVE > NOTICIAS

Pastoral Siglo XXI > p.14

SEIS NUEVOS DIÁCONOS PARA LA IGLESIA DE MONTERREY

MONTERREY, N.L. (Pastoral Siglo XXI) 15 agosto 2014.- La Iglesia de Monterrey se llenó de júbilo y bendición con la ordenación de 6 nuevos diáconos que fueron ordenados por el Arzobispo de Monterrey Mons. Rogelio Cabrera López.

Los jóvenes Francisco Javier Alanís Páez, Sebastián Bautista Vásquez, Ernesto Castillo Torres, Luis Fernando Mejía Zaragoza, Héctor Manuel Roble Roque y Francisco Villa Hernández recibieron el Sagrado Orden en la Basílica de Nuestra Señora del Roble. Durante la homilía el Arzobispo de Monterrey invitó a los sacerdotes y obispos renovar su consagración: “En esta ocasión los presbíteros y los obispos también renuevan ese carácter indeleble del sacramento en el nombre de los Diáconos, los sacerdotes y nosotros los obispos seguimos siendo diáconos. En la Iglesia no hay escalera, todo implica carácter, por eso los obispos somos diáconos y tenemos que ser honestos en el nombre sacerdotal, yo invito a mis hermanos obispos y a mis hermanos sacerdotes a renovar ese carácter indeleble de nuestro servicio diaconal”. Mons. Rogelio explicó que es el diaconado: (es) “el antídoto sobre la muerte, ¿cómo podemos nosotros hoy adelantar la victoria sobre la muerte? Amando a nuestros hermanos. Como dice san Juan, sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida cuando amamos a nuestros hermanos. Esa es la victoria de nuestro Mesías que amo hasta el extremo. En la cruz está el servicio mayor, ahí está el diácono, el diácono por excelencia a quienes ustedes y nosotros tenemos que ejemplificarnos, este servicio mayor de Él mismo, subir a la cruz, dar la vida”. Además Mons. Rogelio resaltó la importancia de servir a las más necesitados: “somos protectores de los pobres, de los enfermos, de los que sufren, ahí tenemos la misión, ahí tenemos la responsabilidad. El diaconado es el mejor kerigma, es el mejor anuncio de la vida y de la resurrección. Porque, ¿qué es el kerigma?, si no hablar de que Cristo ha vencido a la muerte. El kerigma es anunciar al pueblo que junto con Cristo podemos vencer la muerte y aspirar a la vida eterna”. “Deben hablarle al pueblo con su vida, de que hay bienes mayores en el cielo, de que vale la pena dar la vida por la comunidad y renunciar a algo tan bello y valioso, tan sacramental ante la presencia de Dios como es el matrimonio, para no tener un corazón divido y entregarlo completamente al servicio de Dios. Si el celibato trajera como consecuencia el egoísmo, no sería válido y no tendría sentido”, apuntó.


VIVE

VIVE > NOTICIAS

Pastoral Siglo XXI > p.15

NUEVE NUEVOS SACERDOTES PARA LA IGLESIA DE MONTERREY

M

ONTERREY, N.L. (Pastoral Siglo XXI) 16 agosto 2014.- Los presbíteros son tomados de entre los hombres y constituidos en favor de los mismos en las cosas que miran a Dios para ofrecer ofrendas y sacrificios por la salvación de las almas. La Iglesia de Monterrey se llena de júbilo porque a partir de hoy cuenta con nueve nuevos sacerdotes que por la imposición de las manos y la oración consecratoria del Arzobispo de Monterrey Mons. Rogelio Cabrera López recibieron este inmerecido don. Ante una Basílica de Guadalupe pletórica los jóvenes: Jorge Cavazos Ábrego, Darío Torres Rodríguez, José Luis Campos Moya, Gonzalo Luna Limón, Pedro Castillo Bernal, Luis Santoyo García, Serafín Villarreal, Francisco Cantú Garza y Jaime Garza Morales, recibieron el sacerdocio en segundo grado. Durante la homilía Mons. Rogelio exhortó a los sacerdotes a tener cuidado de las tentaciones actuales: “Los agentes de pastoral corremos el peligro de ser vencidos por las tentaciones, una de ellas muy grave es la mundanidad, irnos asimilando al mundo sin distinguir aquello que nos identifica con Jesús y aquello que nos saca de su vida, el sacerdote que se hace mundano que piensa solo en su propia comodidad, que tiene como privilegio en el ministerio el dinero, el éxito personal, se va alejando paulatinamente de la esencia misma de su ministerio. La vida de hoy nos pone en mayor riesgo de fallarle a Cristo, de fallarle al Señor, el ambiente no es favorable para la virtud, para la ascesis y la entrega cotidiana al Señor, solo en Cristo, solo con Él permanece uno fiel”. Además exhortó a los presbíteros a nunca sentirse solos: “Ánimo no están solos, tienen a su obispo, tienen a sus hermanos presbiteros, a sus hermanos diáconos, al pueblo de Dios que tanto nos quiere, que tanto ruega a Dios por nosotros, pero que también hoy nos exige más, nos pide mayor entrega, menos mundanidad, más fidelidad al evangelio, más pureza de conciencia, pero esto no es posible por nosotros mismos, solo adheridos fielmente al Señor, solo estando con Cristo es posible esta fidelidad al ministerio”. El Arzobispo de Monterrey pidió a los fieles laicos querer y estar pendiente de sus sacerdotes: “Les pido siempre su comprensión hacia nosotros, pero sobre todo acompáñenos con su oración, con el consejo oportuno, con la palabra adecuada, ustedes papás, hermanos y amigos de estos nueve futuros presbíteros, ayúdeles a ser fieles al Señor. Ustedes papás mantienen la autoridad sobre ellos, la autoridad que da Cristo, la autoridad que les da el evangelio, como Pablo acudió a la autoridad de la abuela, a la autoridad de la mamá, nos hace mucho bien lo que ustedes nos dicen, nos hace mucho bien cuando ustedes nos señalan el peligro, el riesgo y cuando hay una equivocación seria, no hay que dejar nunca solo a nadie, nunca dejen solo al sacerdote, acompáñenlo con su cariño, su oración y su palabra correctiva, de esta manera los sacerdotes, los obispos, seremos mejores y serviremos de manera fiel y oportuna al pueblo de Dios. Mons. Rogelio aprovechó la oportunidad para felicitar al presbiterio de Monterrey: “Estoy muy contento y quiero aprovechar este final de la homilía para felicitar a tantos sacerdotes que cumple años de ordenados, algunos el 14, el 15, otros el 16, pero siempre el ministerio en torno a María nuestra Madre, en torno a este misterio de amor que es para todos nosotros la santísima Virgen María”. Finalmente, aconsejó a los ahora recién ordenados sacerdotes: “Quiero recomendarles dos cosas estimados muchachos, lo que una ocasión oí en una estación protestante, los católicos tienen dos oportunidades de vivir en armonía y en equilibrio, su amor a la Virgen María y la confesión frecuente. Tenemos esas dos fortalezas para permanecer adheridos a Jesús, no dejen su amor filial a la santísima Virgen María, pero también acérquense asiduamente al sacramento de la reconciliación”. Antes de concluir la eucaristía el neo sacerdote Gonzalo Luna Limón dirigió unas palabras para agradecer a nombre de sus compañeros: “Gracias por estar con nosotros este día, significa mucho para nosotros que estén las comunidades a las que hemos estado sirviendo como diáconos, las comunidades donde nuestra vocación creció, donde el Señor nos llamó”. “Sabemos que no nos van a dejar solos, lo estamos comprobando, lo estamos viendo, sabemos que el pueblo de Dios nos va acompañar, por eso estamos muy agradecidos, no sabemos cómo recompensarles esto más que con nuestra vida, nuestra entrega total a ustedes y pedirles que nunca dejen de orar por los sacerdotes”, señaló. Pastoral Siglo XXI


VIVE

VIVE > NOTICIAS

Pastoral Siglo XXI > p.16

NUESTRA IGLESIA EN ACCIÓN

Cielo Abierto 2014

Fiesta del Señor de la Expiración

Encuentro de Catequistas

Fiesta Patronal en Zuazua, N.L.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.