Manifiesto internacional para leer

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Publicación del Comité de Enlace Partido de la Causa Obrera y CSR El Topo Obrero Abril 2015 N°1

causaobrera.com.ar crs-eltopoobrero.org Causa Obrera Csr El Topo Obrero eltopoobreo27@gmail.com causaobrera@hotmail.com

indice DECLARACIÓN SOBRE LA CONSTITUC

IÓN

DE UN COMITÉ DE ENLACE CSR-ETO/P

CO

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DECLARACIÓN SOBRE UCRANIA

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México:

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

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CRITICA A LA CONSIGNA DE ASAMBLEA CONSTITUYENTE PARA MÉXICOag.14

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EE.UU:

Opresión racial y lucha de clases en EE.UU. g. 17

pa

Cuba

¿Reapertura de relaciones o profundización de la Restauración capitalista? pag.21

UCRANIA:

LA INSURRECCIÓN DEL DONBASS

BA Y LA NATURALEZA DE CLASE DE CU ISTAS EL PROGRAMA DE LOS TROTSK .

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SOBRE YIHADISMO Y FASCISMO

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Argentina: FIN DE CICLO DEL “PROGRESISMO” BURGUÉS

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VENEZUELA DEL PAQUETAZO, AL GOLPE DE ESTADO; DE LA INVASIÓN, A LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS

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EE.UU

RACISMO Y LUCHA DE CLASES


CONSTITUIMOS

EL COMITE DE ENLACE

E

situación genera en el frente burgués y por las luchas de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos por el imperialismo, plantea la necesidad urgente de que los grupos que reivindicamos los principios marxistas revolucionarios y venimos de duras batallas contra las corrientes revisionistas hagamos los mayores esfuerzos para confluir en una organización revolucionaria internacional. La intensificación de la lucha de clases y la decadencia imperialista nos presentará nuevamente la posibilidad de confluir con camadas de obreros de vanguardia si somos capaces de forjar un núcleo revolucionario que siendo firme en sus principios descarte el sectarismo y el ultraizquierdismo estéril. Como una herramienta al servicio de esta tarea es que presentamos nuestro primer número de la Revista Manifiesto Internacional.

ste es el primer número de la Revista Manifiesto Internacional, una publicación del Comité de Enlace Internacional integrado por el PCO (de Argentina) y el CSR-ETO (de Venezuela). Nuestro objetivo es aportar elementos a la caracterización de la situación internacional, y aportes programáticos que ayuden al desarrollo de la lucha de la clase obrera internacional y a la discusión entre corrientes internacionales y grupos o partidos, organizaciones de la clase obrera y la juventud revolucionarios, en pos de la construcción de un reagrupamiento internacional de los revolucionarios sobre las bases principistas de la fundación de la Cuarta Internacional. La situación internacional caracterizada por una profundización de la crisis de la economía mundial del capitalismo imperialista, por los antagonismos crecientes que esta misma

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Declaración sobre la constitución de un Comité de Enlace CSR-ETO/PCO y la necesidad de construir una nueva internacional obrera revolucionaria La crisis del capitalismo imperialista Estamos transitando el séptimo año de la crisis mundial del capitalismo imperialista, la más profunda y extendida desde la crisis de los años '30, y como aquella, esta crisis indicó que la sobreacumulación capitalista ha llegado a un nuevo límite. La burguesía imperialista intenta superar este límite aumentando la explotación de la clase trabajadora y la expoliación de los países coloniales, semicoloniales y dependientes. Para salvar a los grandes bancos y consorcios, los gobiernos capitalistas aumentan el endeudamiento estatal, arrojan a millones de trabajadores a la desocupación, rebajan los salarios, recortan los presupuestos estatales destinados a la salud y la educación e intentan liquidar todas las conquistas sociales. Los EEUU descargan parcialmente su crisis en el resto del mundo con una continua devaluación de la moneda, mientras que el imperialismo europeo, con Alemania a la cabeza, aumenta la presión sobre los países de Europa del este y los más débiles del oeste. Y aún así la crisis en los principales centros del capitalismo imperialista no sólo no encuentra salida, sino que tiende a profundizarse y extenderse al abarcar también a los llamados “emergentes” BRICS. Por su parte Japón, a pesar de haber penetrado con sus capitales en China, no consigue salir del estancamiento que con pocas oscilaciones arrastra desde la década del 90. Fue la crisis en el centro imperialista estadounidense de principios de este siglo (2000-02) la que impulsó a EE-UU y sus aliados a ocupar Afganistán con la excusa de los atentados a las Torres Gemelas y luego a invadir Irak con el engaño de las armas de destrucción masiva. Como consecuencia de la resistencia al invasor, en el marco de un descontento creciente en los propios países de las potencias agresoras, las tropas imperialistas tuvieron que retirarse totalmente de Irak y parcialmente de Afganistán. Una segunda ola de intervención militar imperialista se produce para contener y controlar el ascenso de las revoluciones de los pueblos árabes en Libia, y más veladamente a través de terceros países en Siria, mientras se impulsaba el golpe del Ejército en Egipto. Pero en períodos de crisis la política imperialista es como una cobija corta. Ahora EE-UU ha tenido que volver a bombardear Irak, para detener el avance de la milicia del Estado Islámico, e intervenir directamente en Siria, lo cual pone en cuestión los preacuerdos alcanzados con Irán sobre su desarrollo nuclear y con ello puede agravar la inestabilidad que ya existe en toda la región. Es que la persistencia de la crisis y el ascenso de las masas que, controlado por sus direcciones burguesas, se expresa en el Medio Oriente (Siria, Irak, Palestina), en Ucrania y en varios países de Africa agudiza los conflictos por el control de esas áreas del mundo decisivas por su riqueza en recursos energéticos o por su ubicación geoestratégica, llevándolas al plano del enfrentamiento militar, y agrava las tensiones en el sudeste asiático, en donde EE-UU trata de contener la influencia de China en ese espacio vital para la economía imperialista. 

De esta manera se pone de manifiesto la actualidad y la plena vigencia de los análisis y caracterizaciones de Lenin sobre la época imperialista como una época de crisis, guerras y revoluciones.

Impulsos revolucionarios de las masas, resistencia obrera y contraofensivas imperialistas El aumento de la desocupación y la miseria, en el marco de la opresión de dictaduras decenales, provocaron en varios países del mundo árabe un alzamiento revolucionario de las masas populares, que derrocaron a los gobiernos proimperialistas de Túnez, Egipto y Libia, que por la traición de las direcciones de la clase obrera y la inexistencia de partidos revolucionarios, no pudieron avanzar hacia la revolución socialista. Siendo contenidos en el marco de una democracia burguesa extremadamente retaceada en Túnez, mientras que en Egipto, la disputa por el poder entre el partido burgués islámico de la Hermandad Musulmana y el Ejército, terminó en un golpe de estado que provocó un retroceso reaccionario. Luego del derrocamiento revolucionario del régimen de Kadafi en Libia, la revolución estalló en Siria, en donde tras dos años de combate se desangra, mientras EE-UU negocia con Rusia e Irán el reemplazo del régimen de Al Assad y el reparto de influencias en todo Medio Oriente. Esta lucha ha sido tergiversada, así como lo fue la de Libia, al señalarlas como acciones provocadas por el imperialismo para derrocar gobiernos antiimperialistas y progresistas, cuando el de Kadafi era y es el de Assad, terribles dictaduras al servicio de los capitales imperialistas europeos, ambos hacía años que habían abandonado todo rasgo nacionalista que alguna vez tuvieron. El aislamiento de la lucha del pueblo sirio del conjunto de la clase obrera mundial le ha impuesto un terrible sufrimiento con más de 190 mil muertos y millones de refugiados. Sin embargo, en Siria continua una dura lucha entre las fuerzas militares del régimen de Al Assad y las milicias que surgieron durante los alzamientos populares del 2011-12, a la par que se desarrolla una guerra civil entre estas milicias y el Estado Islámico. En Libia la burguesía proimperialista no ha podido desarmar las milicias surgidas durante la lucha contra Kadafi y por ello mismo no han logrado estabilizar un nuevo régimen político, en el marco del agravamiento en los últimos meses de los enfrentamientos entre las milicias que se disputan el poder. En Europa, después de ser contenidas las primeras manifestaciones del ascenso obrero en países como España, Italia, Portugal y sobre todo en Grecia, por la política de la socialdemocracia, el stalinismo, las burocracias sindicales, la izquierda reformista y centrista, que jugaron a la victoria de las burguesías de cada país, la clase trabajadora sigue dando muestras de combatividad con manifestaciones y luchas aisladas como en Grecia y España, mientras que en la capital de Bosnia y en otras ciudades hubo un importante alzamiento obrero y popular, que nos dicen que las batallas decisivas entre el gran capital y la clase trabajadora aún no se ha librado. En otros países como India, Bangladesh,

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Sudáfrica, China, la lucha contra el aumento de la explotación, la miseria y la desocupación que le imponen las burguesías locales, aliados del gran capital internacional ha tenido importantes expresiones en trabajadores del sector textil-confección, del automotor, mineros y otros importantes contingentes obreros. La polarización política provocada por la crisis ha fortalecido a frentes electorales reformistas, pero también y en algunos casos con más fuerza a grupos de extrema derecha o directamente nazi-fascistas, como el Tea Party en EE-UU, el Frente nacional de Marie Le Pen en Francia, “Amanecer Dorado” en Grecia, Svoboda (Libertad) y Pravy Sektor (Sector Derecho) en Ucrania, los que han llegado a ocupar ministerios en el nuevo gobierno proimperialista de Porotschenko. La crisis, que ya se ha instalado definitivamente en América Latina, como en el resto del mundo, no será coyuntural, pasajera, ni superficial, está desnudando ante los trabajadores y las masas populares a los gobiernos que como el de Argentina se decían “nacionales y populares”, o el de Venezuela con su falso “socialismo del Siglo XXI”, y al “progresismo” socialdemócrata de la “tercera vía” del PT. El giro hacia un “ajuste” neoliberal ortodoxo que ha emprendido el gobierno de Cristina Kirchner fue elogiado –aunque con críticas parciales y exigencias de profundización- por los representantes de la burguesía argentina e imperialista como Rattazzi de la Fiat y Aranguren de la Shell. El acuerdo del gobierno con la gran burguesía argentina se basa en la rebaja de los salarios de la clase trabajadora frente a la inflación, y en la sumisión a los organismos de crédito imperialistas como el FMI y el Club de París. La fallida negociación con los fondos “buitres”, que el gobierno kirchnerista quiere utilizar a favor con una retórica de pretendida defensa de los intereses nacionales, fue un “accidente” en el desarrollo de su política proimperialista, como reiteradamente manifiesta CFK al considerarse “pagadora serial” de la deuda externa. Por su parte el gobierno venezolano de Maduro (designado por Chávez como su heredero) está consolidando el acuerdo antiobrero con la oposición política (MUD) y las principales cámaras patronales (Fedecamaras y Empreven) para descargar la crisis sobre los trabajadores, organismos patronales que han saludado las medidas económicas del gobierno como los primeros pasos en una buena dirección. Por encima de los anuncios demagógicos que pretenden engañar a los trabajadores, las sucesivas devaluaciones del bolívar y la inflación desatada, que en el curso de los últimos 12 meses fue del 65 %, liquidan el poder adquisitivo de los salarios, mientras se mantiene el desabastecimiento de productos de consumo popular superior al 28%. El descontento obrero y popular con el gobierno de Maduro va creciendo, pero ante la ausencia de un partido de trabajadores revolucionario que sea un polo de referencia para la clase obrera, ese descontento es capitalizado parcialmente por la oposición patronal, o no termina de romper con el chavismo. Enfrentar y derrotar el paquete económico de Maduro – Fedecámaras y la MUD es la tarea central de la clase obrera para lo cual tiene que reconstruir su unidad impulsando un Gran Congreso de Trabajadores con delegados electos desde las bases, que apruebe un programa clasista, verdaderamente socialista, y un plan de lucha que culmine en un PARO GENERAL que derrote el ajuste económico en curso y permita abrir cauces hacia un verdadero gobierno de los trabajadores sin patronos, generales, burócratas ni corruptos. El retardo en el cumplimiento de esta tarea le dará nuevas oportunidades a la

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burguesía fedecamarista y a la boliburguesía roja rojita de ir produciendo derrotas de mediana o gran importancia como la de Sidor, que le permitan acelerar la imposición de todo el paquete económico diseñado en las “Mesas de paz”, a cuya sombra dirige el imperialismo sus políticas de rescate de todo el mercado nacional, que hundan a los trabajadores y el pueblo en hambre y miseria y donde la represión jugará papeles cada vez más importantes. En Argentina la ruptura con el kirchnerismo va mayoritariamente -aunque dispersa- hacia los partidos patronales de la oposición, pero una franja importante de 1,2 millones de trabajadores y jóvenes votaron por el FIT (POPTS-IS) en las pasadas elecciones. Sin embargo este frente integrado por tres partidos que se reivindican trotskistas se muestra incapaz de levantar una política adecuada a la situación que permita desarrollar la movilización de la clase trabajadora y la construcción de un Partido de Trabajadores independiente de todos los partidos de la burguesía que impulse y organice un frente único de todos los sectores de la

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vanguardia obrera clasista y antiburocrática en los sindicatos, revelando el carácter centrista de los mismos. La clase trabajadora está dispuesta a enfrentar el “ajuste” que está imponiendo el gobierno kirchnerista, como lo demostró con la huelga general de 17 días de los docentes de la provincia de Buenos Aires, y con el alto acatamiento al paro general del 10 de abril. Pero la burocracia sindical encabezada por Moyano, Barrionuevo y Micheli, que convocó al último paro del 28 de agosto, no logra una adhesión activa de la mayoría de la clase trabajadora que intuye que no pretenden desarrollar la lucha hasta derrotar el “ajuste”, y que sus intereses particulares están vinculados a los partidos patronales de la oposición. Estos partidos, aunque mantienen críticas parciales por razones electorales, apoyan la política antiobrera del gobierno, al igual que la mayoría de los grandes sectores patronales cuyos intereses representan. En la medida en que crezca la predisposición a la lucha de la clase trabajadora y para que ésta pueda avanzar contra el “ajuste” del gobierno, habrá que derrotar a todos los sectores de la burocracia sindical, tanto a la oficialista de Caló y Yaski, como a la opositora de Moyano-Barrionuevo-Micheli. Pero la derrota del plan del gobierno kirchnerista que es apoyado por la mayoría de la patronal, y la lucha por una salida obrera a la crisis no se puede limitar a la lucha sindical. Por eso la tarea fundamental que tiene planteada la vanguardia clasista es

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organizar un Partido de Trabajadores que levantando un programa obrero revolucionario, movilice al conjunto de la clase obrera y a los sectores explotados y oprimidos del pueblo hasta conquistar un Gobierno de los Trabajadores, porque o la salida a la crisis la imponemos los trabajadores contra los capitalistas, o éstos nos hundirán en un pozo más hondo de miseria y desocupación.

La socialdemocracia, los par dos comunistas, el nacionalismo burgués, la nueva izquierda y la burocracia sindical Las luchas que en todo el mundo libran la clase trabajadora y las masas populares se desarrollan entre avances y retrocesos, ante la ausencia o extrema debilidad de los partidos revolucionarios de la clase obrera. Esta debilidad, producto de las derrotas sufridas por la clase trabajadora en las últimas cuatro décadas, es la que le permite a los diversos partidos patronales, con la colaboración de las burocracias sindicales y la izquierda reformista y centrista, encausar las luchas dentro del marco del régimen burgués y mantener la ofensiva por imponer mayores grados de explotación contra las masas obreras y populares. Los partidos socialdemócratas y laboristas, se han transformado en partidos directamente burgueses. Ya no mantienen lazos orgánicos con la clase obrera como ocurría durante el siglo pasado. Hasta han abandonado las vagas referencias programáticas al socialismo. La restauración del capitalismo en los ex-estados obreros les ha permitido reemplazar ese engaño por la fórmula no menos mentirosa de la “democracia participativa”. Uno tras otro, el laborismo de la “tercera vía” de Tony Blair/Milliband, el PSOE de Zapatero/Rubalcaba, el PS de Hollande, y el PASOK de Papandreu/Venizelos han demostrado claramente a la clase trabajadora que son incondicionales defensores de los intereses de las burguesías imperialistas. Lo mismo que en los países semicoloniales “emergentes” el CNA de Sudáfrica y el PT brasilero (principal representante del Foro de San Pablo y del Foro Social Mundial) reprimen duramente a los trabajadores para sostener los intereses de la gran burguesía capitalista ligada al imperialismo mundial. Frente al desgaste político de los partidos socialdemócratas europeos han surgido nuevas formaciones políticas pequeñoburguesas reformistas, como el Syriza griego y el Podemos en España, con un discurso que se ubica a la izquierda de estos, y que se suman a las ya preexistentes IU español, el Frente de Izquierda francés, La izquierda (Die Linke) alemana, o el Bloco de Esquerda portugués, para encausar electoralmente la polarización política que se va incubando en las masas trabajadoras. La gran mayoría de los PC stalinistas hace años que se han “socialdemocratizado”, transformándose en organizaciones pequeñoburguesas, mientras sólo una pequeña minoría de ellos, como el KKE griego, mantiene todavía una estructura con base obrera, aunque igualmente al servicio de la burguesía “nacional”. La burocracia castrista misma, que siempre ha sido una dirección pequeñoburguesa, siguiendo los pasos del stalinismo mundial, es la que encabeza la transformación de Cuba, que fue el primer estado obrero de América, en una Cuba capitalista, que está en vías de consolidar una nueva burguesía surgida del propio seno del PC, a contramano de la historia, en momentos en que el imperialismo atraviesa la peor crisis de los últimos 70 años, y cuando la clase trabajadora de América Latina está enfrentando en varios países los gobiernos que el castrismo se empeñó en hacer pasar como “progresistas” “populares” o “socialistas”. Indudablemente, el desarrollo de la lucha de la clase trabajadora latinoamericana, que recién está en sus inicios, impactará en los obreros y los jóvenes cubanos, creando las 

condiciones, también en Cuba, para la construcción de una dirección obrera revolucionaria y socialista. Un nacionalismo burgués senil reapareció de la mano del chavismo, y con la crisis capitalista se extendió a Argentina, Bolivia y Ecuador, para engañar a las masas trabajadoras y campesinas llevándolas a la vía muerta del falso “socialismo del siglo XXI”, el “capitalismo andino” o el “capitalismo serio con inclusión social”. Pero la crisis que lentamente se profundiza en América Latina, ha desgastado a la mayoría estos gobiernos, los que parcialmente desenmascarados ante las masas se acercan al fin de su ciclo político. Todos estos partidos se han apoyado en la burocracia sindical, que ha resultado la gran barrera para desorganizar y desmovilizar a los trabajadores. Sectores de esta burocracia para no verse directamente enfrentada a sus bases, debe ceder de tiempo en tiempo a las presiones de la clase trabajadora y convocar a paros pacíficos, que sólo sirven para descomprimir la voluntad de lucha de la clase obrera y desmoralizarla. Otros directamente apelan a bandas de matones fascistas para reprimir al activismo obrero, mientras el aparato judicial del Estado burgués abre contra la vanguardia causas penales para limitar su actividad. Las principales corrientes de la IV Internacional han cristalizado como reformistas y centristas Los avances y las derrotas del proletariado mundial han marcado su historia. La fundación de la IV Internacional fue la última gran tarea de León Trotsky antes de su asesinato a manos de un agente stalinista. Tanto los avances teóricos, como la experiencia estratégica y táctica que los bolcheviques leninistas aportaron al marxismo extraídas de las enseñanzas de las luchas revolucionarias de las primeras décadas del siglo pasado, fueron su extraordinario legado. La dirección de la IV Internacional que sobrevivió a las persecuciones del nazismo y el stalinismo, no logró orientarse en la nueva época de postguerra, en la cual la destrucción provocada por la guerra y el surgimiento del imperialismo yanky como hegemónico dio lugar a un boom económico, el stalinismo salió reforzado en la URSS, los países de Europa del Este se transformaron en estados obreros deformados, y la revolución encabezada por direcciones pequeñoburguesas campesinas y urbanas terminaban en la expropiación del capitalismo, mientras que en otros países semicoloniales surgía con fuerza el nacionalismo burgués. La IV Internacional se dividió se reunificó y se volvió a dividir en distintas tendencias, pero todas capitularon a algún sector de las direcciones burguesas o pequeñoburguesas que dirigían al movimiento de masas. El proceso de restauración capitalista terminó por transformar a su corriente más importante el Secretariado Unificado (SU) y al Lambertismo en directamente reformistas, al abandonar formalmente la estrategia de la dictadura del proletariado y la construcción de un partido leninista. Otras de las corrientes más importantes como la TSI, con presencia principalmente en Europa, mantiene un programa formalmente trotskista corrompido por las posiciones centristas y una práctica política de adaptación al régimen “democrático burgués”. Mientras la CMI (Ted Grant-Alan Woods) capitulaban abiertamente al laborismo inglés y al nacionalismo burgués en los países semicoloniales, la LIT y la UIT reivindican la herencia morenista de la revolución democrática, revisión oportunista y etapista de la revolución

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permanente. La CIT (en inglés CWI) por su parte, le capitula al imperialismo al hacer prevalecer en sus análisis el carácter del régimen político por encima del carácter imperialista o semicolonial de un país, y al admitir de hecho la política de los “dos estados” para Palestina e Israel. Hace largo tiempo que estas corrientes han cristalizado en estas posiciones revisionistas, lo que determina que ya no son recuperables como tales para el marxismo revolucionario. Lo que no implica que en determinadas circunstancias puedan surgir de su seno tendencias de izquierda. El comité de enlace CRS-ETO/PCO, como un paso en el reagrupamiento de los revolucionarios hacia la constitución de una nueva internacional De la descomposición de estas corrientes principales se han derivado rupturas de una gran cantidad de grupos que pretendemos retomar el camino del marxismo revolucionario. Algunas no han podido romper totalmente con su herencia revisionista y repiten algunos de los viejos errores y capitulaciones de sus corrientes “madres”. Sin embargo mantenemos la expectativa que dadas las características del nuevo período abierto con la crisis imperialista, podamos confluir con las que se orienten hacia el marxismo, en un reagrupamiento revolucionario internacional. El mismo proceso objetivo impulsa a nuevos sectores de la vanguardia obrera a una búsqueda de una dirección política marxista revolucionaria. Se abren entonces nuevas posibilidades para la construcción de partidos obreros revolucionarios de vanguardia. La construcción de partidos obreros revolucionarios en todos los países y de una Internacional obrera revolucionaria que igual que la III Internacional de Lenin y la IV Internacional de Trotsky, organice y dirija la lucha a nivel mundial, es una necesidad planteada con urgencia por toda la situación actual. Por lo tanto la tarea más urgente de los núcleos y partidos que se reclaman marxistas revolucionarios es impulsar un reagrupamiento internacional basado en la unidad programática, estratégica y metodológica expresados de manera clara en el método del programa fundacional de la IV Internacional, el Programa de Transición, que permita establecer la vinculación estrecha entre la vanguardia, los trabajadores y las masas pobres y oprimidas para desarrollar la lucha revolucionaria por el derrocamiento de la burguesía y la instauración de la dictadura del proletariado, es decir, gobiernos obreros revolucionarios que, acaudillando a las masas oprimidas, avancen hacia el socialismo. En pos de ese objetivo es que constituimos el Comité de Enlace

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entre la Corriente Socialista Revolucionaria-El Topo Obrero (de Venezuela) y el Partido de la Causa Obrera (de Argentina). La burguesía imperialista es poderosa: domina la economía, los estados y sus ejércitos. Pero el sistema económico-social que gobierna y sobre el cual asienta su poder está en bancarrota. Sus contradicciones internas van en aumento y amenazan con nuevos enfrentamientos interimperialistas, que de desarrollarse al máximo hundirán al mundo en la barbarie de guerras más sangrientas que las del siglo XX. La clase trabajadora es una clase internacional y por encima de las divisiones nacionales que nos impone la burguesía, somos hermanos con los mismos intereses, porque somos la clase que produce y la que sufre la explotación de todos los capitalistas. En el pasado hemos sido capaces de unirnos, luchar internacionalmente por las reivindicaciones que dieron origen a las gloriosas jornadas del 1° de mayo, y protagonizar el primer gran ensayo histórico de tomar el poder y construir el primer estado obrero en la URSS, luego degenerado por el stalinismo. Debemos retomar ese camino revolucionario, aprendiendo de las derrotas y errores del pasado, porque la alternativa histórica que nos plantea la decadencia del capitalismo de luchar por el socialismo o caer en la barbarie, hoy se está volviendo una realidad presente e ineludible. Llamamos a los trabajadores conscientes, a la juventud y a las mujeres explotadas y oprimidas, a tomar junto con nosotros la gran tarea de construir un nuevo partido mundial de la revolución socialista. CSR-ETO/PCO 25/9/14

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DECLARACIÓN SOBRE UCRANIA Antecedentes Las manifestaciones en la Plaza Maidán, que comenzaron en noviembre del año pasado, reclamaban la firma de un tratado de libre comercio (llamado Acuerdo de Asociación) con la Unión Europea. Protagonizadas por sectores de las clases medias acomodadas de la capital (Kiev) reflejaban su ilusión de salvarse de la crisis apelando a esta relación con el imperialismo europeo occidental. La represión por parte de la policía del gobierno del proruso Yanukovich contra estas manifestaciones, contrariamente a lo buscado, provocó el repudio generalizado y la incorporación a las movilizaciones de miles de ucranianos, que rechazaban no solo los ataques a las libertades democráticas, sino también y sobre todo la desocupación y los padecimientos sociales consecuencia del hundimiento de la economía Ucraniana. Efectivamente, la crisis económica mundial se cobraba en Ucrania una nueva víctima que como antes Grecia, España, etc., caía en el profundo pozo de la depresión, con un derrumbe de más del 15% de su PBI. Sin embargo la espontaneidad de las masas populares y las expectativas de la clase media en encontrar la salvación arrojándose a los brazos del imperialismo europeo, le dieron la hegemonía política a los partidos de derecha (como el partido Patria de Yulia Timoshenko), a los que se sumaron los grupos fascistas que actuaron como grupos de choque contra el gobierno de Yanukovich. Así el justo repudio al gobierno corrupto de Yanukovich que privilegiaba a la oligarquía vinculada a los capitales rusos, fue capitalizada por los partidos burgueses que pretenden entregar a los trabajadores y el pueblo ucraniano a la explotación del imperialismo europeo y norteamericano, actuando como sus agentes y socios menores en las ganancias. Tras la caída de Yanukovich, el gobierno interino de Turchinov, al cual fueron incorporados varios ministros de los grupos fascistas Svoboda (Libertad) y Pravy Sektor (Sector de Derecha), comenzó la implementación del plan de ajuste que el FMI y el imperialismo europeo pusieron como condición para aportar unos 17 mil millones de dólares destinados al “salvataje” de la economía ucraniana. Una devaluación de la moneda del 50%, aumentos de las tarifas del gas y la electricidad, medicamentos, y de todos los productos esenciales del consumo popular. Este nuevo golpe a la situación ya insoportable que vivían las masas ucranianas, así como el reemplazo de los gobiernos provinciales por conocidos y repudiados oligarcas, y la derogación de la ley que considera al idioma ruso como segunda lengua oficial, terminaron por detonar el repudio y la movilización de los trabajadores y el pueblo de las regiones del sudeste ucraniano. Este sector de la población que habla mayoritariamente la lengua rusa y cuyas tradiciones culturales y sus vínculos comerciales están más relacionados con Rusia, se sintieron avasallados por el nuevo gobierno al que no reconocen. Crimea, antiguo e histórico territorio ruso, cedido en 1954 por Krushchov a Ucrania, que además contiene la principal base 

militar rusa en el Mar Negro, fue ocupada por Rusia, y con el apoyo popular manifestado por una muy amplia mayoría en un referéndum, fue incorporada a ese país. Hasta allí las cosas parecían conformar a todas las potencias intervinientes. EE-UU y UE consiguieron un gobierno favorable a sus intereses que debería ser ratificado en una votación el 25 de mayo. Rusia lograba mantener su base militar. Alemania -que tiene grandes inversiones e intereses geopolíticos comunes con Rusia, además de depender de sus provisiones de gas como el resto de Europa-, llegado a este punto actuó de mediador para lograr un status quo. La prueba del avance de las negociaciones en curso y del acuerdo que se estaba forjando la daban las “sanciones” que tanto Europa como Estados Unidos imponían con cuentagotas, no a Rusia en general sino a determinadas personas vinculadas al gobierno de Putin. Sin embargo la intervención de los trabajadores y el pueblo de la región oriental cambiaron radicalmente la situación. La rebelión se extiende en el este y sur de Ucrania y proclama las repúblicas populares del Donbass (Lugansk y Donetsk) Es poco conocido que en la zona minera del Donbass el año pasado los obreros tomaron las minas exigiendo mejores condiciones de trabajo, lo cual preanunciaba que la situación ya estaba al borde del estallido. La alza generalizada de los precios fue el principal detonante. El pueblo del sudeste ucraniano se levantó contra el gobierno provisorio de Kiev. De las manifestaciones callejeras avanzaron a la ocupación de edificios gubernamentales y en Lugansk y Donetsk anunciaron la creación de sus propias repúblicas populares. De las tomas participaron tanto la población insurreccionada, como grupos armados formados por ex miembros de las fuerzas especiales de la policía (que habían sido dados de baja por el nuevo gobierno de Kiev) y tropas del ejército que desertaron. Así como la clase media de Kiev cree que su situación económica puede mejorar si Ucrania se subordina a la Unión Europea, la población del sur y el este de Ucrania cuyos lazos económicos y culturales son mucho más estrechos con Rusia, tienen la ilusión de que la relación con este país es la única que les puede permitir escapar al duro ajuste que promueven el FMI y la UE. Pero el pueblo Ucraniano no debe confiar ni en las fuerzas pro imperialistas llámense Unión europea o los EEUU, o pro capitalistas rusas. El gobierno de Putin no tiene ninguna intención de intervenir militarmente en apoyo de un movimiento que no controla. Se conforma con la anexión de Crimea y negocia con EE-UU y Alemania que -a lo sumo- le sea reconocida una cierta autonomía a las regiones rebeldes. En todo caso prefiere sacrificar los intereses del sudeste ucraniano, para conservar su base militar en Crimea, como quedó demostrado con el acuerdo entre Rusia, el gobierno

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si quieren convivir como una república independiente o en Federación con Ucrania o con Rusia. Pero la lucha por el derecho a la autodeterminación de las regiones del Donbass y el sur de Ucrania no está motivada solamente por causas étnicas o culturales, sino principalmente por la creciente miseria y desocupación a la que son sometidos para hacerles pagar con una mayor explotación la crisis del capitalismo ucraniano y del imperialismo europeo y mundial. Con la separación y la federación con Rusia no escaparán a este problema porque el gobierno capitalista reaccionario de Putín aplicará contra el pueblo ucraniano la misma amarga medicina de opresión y explotación para sostener las ganancias de sus grandes burgueses. Para encontrar una salida a la crisis favorable a los intereses de los trabajadores ucranianos, la clase obrera del sudeste necesita crear sus propios organismos democráticos que les permitan centralizar la lucha y ocupar el lugar de vanguardia de todo el pueblo levantando un programa de medidas anticapitalistas que marquen el camino hacia el socialismo. Un programa obrero y antiimperialista que incluya el no pago de la deuda externa adquirida con la banca imperialista de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional; la expropiación sin pago y bajo control obrero de la banca, la gran industria (apropiadas por los ex burócratas del PC, transformados después de la restauración capitalista en la nueva oligarquía burguesa aliada a los capitalistas rusos ó a los imperialistas de la UE y de los EEUU) y todas las tierras cultivables (y entre ellas las tierras entregadas a la Monsanto y otras transnacionales).

de Kiev y el imperialismo yanky y europeo en Ginebra el 17 de abril, en el cual llamaba al desarme de todas las organizaciones armadas “ilegales”, a la desmovilización del pueblo y a entregar los edificios gubernamentales ocupados a “sus legítimos dueños”, siendo que estos son los oligarcas odiados por el pueblo nombrados por la “junta de Kiev”, otra de las causas que dieron impulso a la revuelta. Y esta capitulación de Putin, hecha sin ningún tipo de consulta en nombre del pueblo sublevado del Donbass, solo tenía como contrapartida una vaga promesa de reforma constitucional que reconozca sus aspiraciones a la autonomía. Apoyados en este acuerdo, el gobierno de Kiev lanzó una contraofensiva para recuperar el poder en la regiones del sudeste ucraniano. Pero el acuerdo, en cuya discusión no participaron, fue rechazado por el pueblo de Donetsk y cuando fueron confrontados por la población enardecida, los tanques enviados por Kiev se negaron a reprimir. El gobierno de Kiev, ante las muestras de debilidad de las fuerzas armadas por retomar rápidamente el control de las provincias rusófilas del sur y el este del país, ha mandado bandas de asalto fascistas para enfrentar la rebelión de las masas, las cuales incendiaron “La Casa de los Sindicatos” (en Odessa) asesinando a 43 e hiriendo a más de 170 personas que se habían refugiado en la misma, tras duros y desiguales enfrentamientos en las calles. Ante el repudio mundial y en un intento de aproximación a los pueblos rebeldes del sudeste, ahora sale el gobierno norteamericano -quien ha tomado ventaja en su puja por el control del nuevo gobierno de Kiev ante sus pares de la Unión Europea- a pedir una investigación a fondo de los hechos, cuando fue el propio director de la CIA, John O. Brennan quien viajó a Ucrania para instruir sobre esta ofensiva.

La lucha de los trabajadores y los pueblos de Ucrania solo puede tener perspectiva de victoria si se vincula orgánicamente a la lucha de los trabajadores de la UE y da impulso a la lucha de los trabajadores rusos, contra sus gobiernos burgueses. El pueblo ucraniano que está en la línea de Kiev ya está viviendo también el paquetazo económico que el FMI ha ordenado imponer para que le sean cancelados los “préstamos” que significan un golpe más duro que el recibido por los trabajadores griegos. Hay que ganar para este programa obrero en primer lugar a los trabajadores del sector oriental y a las capas medias plebeyas, llamándolos tanto a ellos, como así también a los trabajadores de la UE y Rusia a luchar juntos, contra los planes de austeridad que imponen tanto el Banco Central Europeo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en Ucrania y en toda Europa, como el gobierno de Putín en Rusia.

Por la unidad de la clase obrera europea y rusa contra la explotación y la opresión de las burguesías y el imperialismo El gobierno de Kiev ya ha enviado al ejército y a sus bandas fascistas (ahora incorporadas a la Guardia Nacional) contra varias ciudades del sudeste (Slaviansk, Mariupol, Odessa). Las tropas siguen al acecho y volverán al ataque en cualquier momento, porque Kiev no está dispuesto a reconocer la voluntad separatista de estas regiones, por más masivamente que se haya expresado en el referéndum. La ofensiva contrarrevolucionaria sólo podrá ser derrotada si se centralizan las milicias armadas constituidas por el pueblo en las ciudades insurrectas. Las primeras deserciones producidas en el ejército regular ucraniano hay que profundizarlas con la multiplicación de la propaganda y la agitación revolucionaria a las bases del ejército en toda Ucrania, a la par de demostrar con las milicias que se está dispuesto a combatir hasta la victoria total. También deben llamar a los trabajadores rusos a que formen comités de apoyo, se movilicen y le reclamen al gobierno de Putín que demuestre que realmente es solidario con el pueblo rebelde ucraniano y les entregue armamento y municiones suficientes para resistir y ganar la batalla al gobierno de Kiev; a los soldados rusos a pasar armamentos de todo tipo a los rebeldes ucranianos. Sin esperar a que esto ocurra deben llamar a los trabajadores rusos mismos a buscar las vías para hacerles llegar las armas que puedan conseguir. Apoyamos decididamente el derecho de los pueblos del sudeste de Ucrania a su autodeterminación y a que decidan

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Este programa obrero, el único que puede derrotar la política imperialista para terminar con la miseria, la desocupación y la opresión, no se puede aplicar dentro de los marcos del capitalismo por eso la lucha debe culminar en la instauración de un gobierno obrero y popular basado en consejos de delegados obreros y populares que luche por una Ucrania Socialista, en la que se respeten los derechos de las minorías nacionales y ¡POR LA FEDERACIÓN DE LAS REPÚBLICAS SOCIALISTAS DE EUROPA y RUSIA! Para impulsar esta lucha es vital construir el partido leninista de combate, el partido de la clase obrera ucraniana, del partido de la clase obrera europea y rusa que tiene que ser parte del partido mundial de la revolución socialista. Corriente Socialista Revolucionaria – El Topo Obrero (Venezuela) Partido de La Causa Obrera (Argentina) 12-05-2014

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Reproducimos el comunicado de los compañeros de la organización Borotba que fueron detenidos y deportados injustamente por las autoridades de la República Popular del Donetsk, siendo que los militantes de Borotba han demostrado saber ubicarse “del lado correcto de la barricada” tanto en la lucha contra el fascismo como al apoyar el derecho a la autodeterminación de los pueblos del Donbass; y por ello nos solidarizamos con su reclamo para que se levante la orden de prohibición de entrada al territorio de las Repúblicas Populares a los activistas de Borotba.

DETENIDOS EN DONETSK Comunicado de Maria Muratova, Maxim Firsov, Alexei Albu y Victor Shapinov Nosotros, los activistas de Borotba Muratova, Albu, Firsov y Shapinov, llegamos a Donetsk el 18 de diciembre para establecer contactos con los representantes de la República Popular de Donetsk (RPD) y aportar toda la asistencia posible en la lucha antifascista del pueblo de Donbass. También disponíamos de información de que iba a producirse un intercambio de prisioneros a finales de diciembre que incluiría a nuestros camaradas Vlad Wojciechowski y Nikolai Popov atrapados en las mazmorras del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) acusados de “crear una organización terrorista”. Nos reunimos con una serie de activistas de la DPR, concretamente con los comunistas Alexander Smekalinym y Andriy Yakovenko. También habíamos concertado citas con el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de Donetsk Alexander Kofman, con el líder del Partido Comunista de Donbass Boris Litvinov y con el vicepresidente del Soviet del Pueblo Denis Pushilin. El domingo 21 de diciembre, tres de nosotros, Muratova, Firsov y Shapinov, salimos para conocer las zonas de Donetsk que han sufrido por culpa de la artillería del Ejército Ucraniano. Un coche en el que viajaban soldados de la división “Esencia del Tiempo” del Batallón Vostok, nos dio el alto en el distrito del Bulevar del Mariscal Zhukov. Tras revisar nuestros documentos, exigieron que entráramos en el coche. Obedecimos y fuimos trasladados al cuartel central del Batallón Vostok en los alrededores del aeropuerto de Donetsk. Allí nos entregaron al comandante, que a su vez nos llevó a la División Especial de la Brigada Vostok (cuarta base de Vostok en la zona de la calle 

Elevatornaya). El personal de la División Especial nos retiró los teléfonos móviles y nuestros efectos personales afirmando que seríamos puestos en libertad tras el registro. En la División Especial, no se nos permitió contactar con amigos o familiares para informarles de nuestra ubicación y el personal se negó también a informarles. De hecho, el personal de la División Especial negó nuestra detención incluso a preguntas directas de oficiales de la RPD. Tras unos días detenidos, conseguimos, en secreto, informar a nuestros camaradas de nuestro paradero. Al conocer nuestra detención, Alexei Albu escribió una carta al vicepresidente del Soviet de la RPD Denis Pushilin y al presidente del comité parlamentario Boris Litvinov. Posteriormente, Albu acudió a la División Especial portando una carta de Boris Litvinov en la que exigía la liberación de los activistas de Borotba, pero en lugar de ello, Albu también fue detenido. La Brigada Vostok recibió peticiones para la liberación de los activistas de Borotba de oficiales de la RPD (Denis Pushilin, Boris Litvinov, “Gloomy”), figuras públicas opositoras a la junta (Boris Rozhin (Colonel Cassad), Oleg Tsarev, Konstantin Dolgov, Igor Dimitrov, Alexander Vasilyev, Vladimir Rogov, Daria Mitin, Anatoly Baranov, Boris Kagarlitskiy, Victor Tyulkin entre otros), políticos y activistas de izquierdas rusos (Yulia Polukhina, los miembros del Partido Comunista Valery Rashkin, Kazbek Taisaev, etc.). Pero ningún testimonio convenció al personal de la División Especial de que éramos activistas de la resistencia al régimen de Kiev. En ningún momento de nuestra detención se nos

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contra la oligarquía se mantendrá o si quedará enterrado en favor de los intereses comerciales y políticos de los diferentes grupos que operan en las repúblicas.

mostró cargo alguno. El personal se limitaba a dar la extraña respuesta de “necesitamos tiempo para comprobar”. Tras dos semanas detenidos en la División Especial, se presentaron miembros del Misterio de Seguridad de la RPD, que nos informaron de que seríamos dirigidos inmediatamente a la frontera rusa, deportados de la RPD. También nos informaron de que nos prohíben el acceso a los territorios de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. A la pregunta de los motivos de la deportación, los representantes del ministerio contestaron: “ahora estáis con nosotros, pero no sabemos qué querréis hacer después”. Aparentemente, existe el temor de que, como representantes de un movimiento comunista, podríamos empezar un movimiento de oposición a las actividades del liderazgo de la RPD.

Durante nuestra detención, los miembros de la División Especial y de la milicia mostraron hacia nosotros la mejor actitud. No presenciamos ningún tipo de maltrato o uso de fuerza contra los prisioneros, incluyendo los soldados del Ejército Ucraniano y de los batallones punitivos territoriales. Nos alimentaron tres veces al día, igual que a las milicias. Teníamos oportunidad de lavarnos y lavar nuestra ropa. Los prisioneros de las fuerzas ucranianas y milicianos que han cometido delitos se encuentran en esas mismas condiciones. Se permite a los prisioneros las visitas de familiares. Presenciamos cómo educaban a los soldados ucranianos sobre la naturaleza agresiva de la guerra en Donbass y el régimen de Kiev.

Por el momento no disponemos de suficiente información para llegar a una conclusión definitiva sobre lo que hay detrás de nuestra detención y expulsión de la República Popular de Donetsk: la excesiva vigilancia de las agencias de inteligencia de la República, una denuncia política o algún tipo de orden política. En cualquier caso, este tipo de acciones hacia los amigos de la rebelión de Donbass solo dañan la reputación de las Repúblicas Populares.

Vamos a luchar para levantar la orden de prohibición de entrada al territorio de las Repúblicas Populares a los activistas de Borotba. Agradecemos a todos los amigos y camaradas que han buscado nuestra liberación. Maria Muratova, Alexei Albu, Maxim Firsov, Victor Shapinov

Pese a este desafortunado incidente en el que hemos sido involuntarios participantes, nuestra actitud con respecto a las Repúblicas Populares y la rebelión antifascista de Donbass no ha cambiado. Seguimos siendo enemigos acérrimos del régimen de fascistas y oligarcas de Kiev y seguimos siendo amigos de aquellos que se oponen al fascismo. Pero tenemos legítimas preocupaciones, debido a recientes acontecimientos, incluido nuestro arresto y deportación, sobre si el espíritu original antifascista y

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México:

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡Abajo el gobierno burgués proimperialista de Peña Nieto! El 26 de septiembre 43 estudiantes de primero y segundo año de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (escuelas de formación de maestros rurales del Estado de Guerrero, una de las 15 "normales rurales" que aún quedan de 29 que había en México) fueron secuestrados por fuerzas policiales de Iguala y Cocula junto con sicarios del grupo narco Guerreros Unidos, y desde ese entonces están desaparecidos. Previamente los autobuses de los estudiantes y otros vehículos (uno que transportaba a estudiantes y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, otro en el que viajaba el equipo de futbol de tercera división “Los Avispones”, que desbarrancó y otro que llevaba un contingente del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres) sufrieron un feroz ataque que dejó seis muertos (tres estudiantes y otras tres personas) y 25 heridos. Y es que el gobierno mexicano en representación de la burguesía nativa y los intereses imperialistas en este país se ha enseñado contra el estudiantado normalista de Guerrero pues fueron la vanguardia combativa contra la reforma educacional requerida por las transnacionales para fortalecer la dependencia semicolonial de México ante el imperialismo norteamericano. Los estudiantes habían ido a Iguala a hacer una colecta que utilizarían para viajar a la Ciudad de México para participar de la conmemoración de la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, como parte de la campaña que desarrolla el movimiento estudiantil en contra de las reformas educativas impulsadas por el gobierno de Peña Nieto. Algunos días más tarde, se descubrieron una serie de fosas comunes en las inmediaciones, con alrededor de 28 cuerpos que habían sido torturados y la mayoría quemados vivos. A pesar de que hasta ese momento no se había confirmado que se tratase de los “normalistas”, el 7 de noviembre, el Procurador del Estado declaró que los 43 estudiantes desaparecidos habían sido ejecutados y sus cuerpos calcinados y arrojados al río San Juan. Sin embargo, los familiares, más que justificadamente, desconfían del gobierno, que declarando muertos a los estudiantes, pretende terminar con las movilizaciones que reclaman su aparición con vida. Esa desconfianza se agudizó al conocerse el resultado de los estudios hechos por un grupo argentino de especialistas forenses quienes dictaminaron que los restos hallados no son de los estudiantes de Ayotzinapa. Efectivamente, la desaparición de los estudiantes, y lo que con el paso de los días se teme que podría ser una de las mayores matanzas de los últimos tiempos, provocaron una enorme indignación en Guerrero y en todo México, y desde los primeros días de octubre se ha desatado y fue creciendo una gran movilización popular, en particular del estudiantado universitario y secundario. En el curso de la movilización, con los compañeros y familiares de los desaparecidos, fueron confluyendo los estudiantes que venían levantando otras reivindicaciones, como los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional que han estado tomando los colegios en protesta por el cambio en sus planes de estudio que les rebaja el título de ingenieros a técnicos, para que puedan servir como mano de obra barata a las patronales. O como los estudiantes del estado de Guanajuato que se manifestaban por el asesinato de uno de sus compañeros, luego de que fuera apresado por la policía. El 22 de octubre se realizó la mayor movilización estudiantil 

de las últimas décadas, con más de 100.000 manifestantes reclamando la aparición con vida de sus 43 compañeros, la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, a la vez que denunciaban a los tres principales partidos (PRI, PAN y PRD) por su vinculación con las bandas de narcotraficantes. Al día siguiente, los estudiantes también bloquearon las principales vías de acceso a la capital. Mientras que en el estado de Guerrero los manifestantes destrozaron y quemaron varios edificios, incluidas las oficinas del alcalde de Iguala, y ocuparon estaciones de radio y 22 alcaldías. El 5 de noviembre se volvió a repetir una multitudinaria movilización que cruzó la ciudad de México. Tras las declaraciones del procurador Jesús Murillo Karam del 7 de noviembre dando por muertos a los 43 normalistas desaparecidos y descargando la responsabilidad en el grupo narco “Guerreros Unidos”, en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, en el marco del paro convocado por la Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero, cientos de personas, principalmente estudiantes pero también maestros y otros trabajadores, apedrearon la sede del gobierno estatal e incendiaron unos 20 vehículos y el edificio del PRD y en la ciudad de México, tras una manifestación, un grupo prendió fuego a una puerta de Palacio Nacional. El 11 y 12 de noviembre nuevas manifestaciones en la capital de Guerrero quemaron el local del PRI y la sala de sesiones del Congreso y en Morelia (Michoacán) la sede del PAN. El 20 de noviembre, en ocasión del aniversario de la revolución de 1910, otra nueva y multitudinaria movilización nacional confluyó en el zócalo capitalino y otra más el 1 de diciembre coincidiendo con el tercer año de gobierno de Peña Nieto. El estado de Guerrero es el epicentro del movimiento de masas que se extiende por ondas como las de un sismo por todo México hasta llegar a su capital, pero en particular repercute en los estados pobres del sur. Es allí, en Michoacán y Guerrero donde se manejan con total impunidad las bandas narcos, pero donde surgieron también a principios de 2013 las autodefensas populares integradas en su gran mayoría por campesinos indígenas para combatirlos, dando lugar a un doble poder armado, que llegó a tomar alrededor de 60 municipios, y que si bien ha retrocedido por la política de cooptación del gobierno que busca disolverlos en policías rurales controladas por el estado y de represión a los que se resisten (300 miembros de autodefensas confinados en cárceles de máxima seguridad, entre ellos varios de sus dirigentes como José Manuel Mireles y Nestora Salgado), que no han sido totalmente reabsorbidos por la política de Peña Nieto. Dos grupos armados de las autodefensas organizadas por la población principalmente campesina para combatir a las bandas narcos que actúan en Guerrero han apoyado las protestas, mientras que un grupo guerrillero de izquierda local también ha prometido vengar a los estudiantes. Entre el amplio conjunto de organizaciones que apoyan a los familiares y estudiantes, se ha pronunciado también el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pero limitando sus reivindicaciones a las demandas democráticas mínimas), llamando a actuar “en apoyo a la comunidad de la escuela Normal de Ayotzinapa y por la demanda de justicia verdadera” sin levantar un programa que impulse la movilización hacia su desarrollo revolucionario. El TLC, las reformas del “Pacto por México” y el gobierno norteamericano

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enfrentamientos entre matones del alcalde y los estudiantes. Los ataques contra los estudiantes ocurrieron cuando volvían de hacer una colecta en la plaza de Iguala, en donde María de los Ángeles Pineda Villa se sintió “agredida” por la presencia de los normalistas mientras hacía un discurso como parte de su campaña electoral para suceder a su marido en la intendencia. En sus declaraciones los policías detenidos indicaron que fue Abarca quién les ordena reprimir con apoyo de la policía de Cocula, a los que se sumaron los grupos sicarios del narco.

El TLC es el principal generador de la destrucción del campo mexicano y la expulsión de millones de mexicanos hacia las ciudades y a los EEUU; es el principal factor de la descomposición social que hoy vive México. De la misma manera las reformas para “modernizar” México, son políticas reaccionarias contra la clase obrera (como la reforma laboral) y contra el conjunto del pueblo trabajador, como la reforma educativa, de salud, y sobre todo la reforma energética para entregar la electricidad, el gas, el petróleo a los capitales imperialistas norteamericanos.

Los acontecimientos de Iguala han puesto en evidencia algo que si bien ya era harto sabido, ahora emerge con la fuerza que le confiere la dramática desaparición de 43 jóvenes estudiantes: la relación cada vez más estrecha de las bandas de narcos con los gobiernos mexicanos y con los tres partidos burgueses que son el principal sostén del régimen, y lo que tantas veces han denunciado las organizaciones obreras y populares: que el gobierno utiliza indiscriminadamente a la policía y al crimen organizado como herramientas represivas.

Los EEUU vienen desde hace años manteniendo acuerdos de entrenamiento especiales con las diferentes policías mexicanas y el ejército para que repriman al pueblo mexicano. Es el gobierno norteamericano el principal protector de las multinacionales y el capital financiero, principalísimo factor de apoyo al narcotráfico del cual se alimenta, que vienen ensangrentando a México, por lo que expropiar a las multinacionales y la Banca y ponerlas a funcionar bajo control obrero, es una tarea básica para debilitar la fuerza del capital y para generar beneficio para los trabajadores y pueblo mexicano, que sólo podrán realizar los trabajadores y el pueblo pobre una vez conquistado el poder del estado a través de sus organismos de tipo “soviético”.

La crisis política abierta por las masivas movilizaciones golpea principalmente al PRD –considerado en México un partido de la “izquierda democrática”-, dado que Abarca y su esposa pertenecen a las filas de la Nueva Izquierda, la corriente que dirige el PRD, y al tomar estado público nacional el hecho de que durante el gobierno de Ángel Aguirre varios miembros de organizaciones campesinas, ambientalistas, de las autodefensas, han sido víctimas de desapariciones (53) y ejecuciones (18), bajo el manto de impunidad garantizado por los demás partidos del régimen y las autoridades del estado nacional. Inclusive Cuauhtémoc Cárdenas -fundador del PRD- fue abucheado al presentarse con cinismo en la marcha de la plaza del Zócalo, por lo que al poco tiempo tuvo que presentar la renuncia a su partido para evitar hundirse con él.

La lucha que hoy recorre México por la aparición de los 43, debemos extenderla levantando las banderas de los intereses de la clase obrera y pueblo todo, por el derrocamiento revolucionario de Peña Nieto y la construcción de un México socialista. Para poder triunfar en nuestros objetivos hay que enfrentar el aparato represivo, las fuerzas policiales y militares del estado mexicano y para ello hay que fortalecer, multiplicar y coordinar las milicias existentes con las organizaciones obreras y populares combativas; sólo si los trabajadores y el pueblo oprimido conquistan el poder del estado se podrá disolver el aparato represivo y constituir tribunales obreros, campesinos, estudiantiles y populares para juzgar a los responsables intelectuales y materiales de la desaparición de los 43 y de las masacres que se han denunciado y a todos los asesinos del pueblo mexicano. Esa sería la única “justicia verdadera”.

Las grietas en el PRD empiezan a aparecer a partir de los que quieren salvar su pellejo político como Silvano Blanco de Aquino (diputado federal del PRD) quien el 7 de octubre, declaró: “Se tiene que reconocer que en México hay un narcoestado. Se tiene que reconocer que hay narcopolítica. Se tiene que reconocer que desde la Presidencia de la República, en los gobiernos locales y en los gobiernos municipales, efectivamente la delincuencia organizada aporta recursos económicos para estas campañas. Eso se tiene que reconocer por parte del país”.

Impulsemos la huelga general indefinida por la aparición de los 43, contra el TLC, las reformas del pacto y por el derrocamiento revolucionario de Peña Nieto

El desenmascaramiento del falso carácter izquierdista del PRD, y que se trata de un partido más del régimen burgués empezó a hacerse más evidente para el conjunto de los trabajadores y el pueblo a partir de que el año pasado firmó el “Pacto por México”, un acuerdo con los dos principales partidos burgueses mexicanos (PRI y PAN) que le da sustento a “las reformas estructurales” impulsadas por Peña Nieto, en especial la privatización de la industria petrolera, exigidas por el imperialismo norteamericano y avaladas por la gran burguesía mexicana.

La movilización golpea al régimen El primer efecto político de las manifestaciones fue la renuncia del gobernador del estado de Guerrero Ángel Aguirre Rivero (quien había sido antes gobernador por el PRI y luego se pasó a las filas del PRD), el 23 de octubre, tras casi un mes resistiéndose a dejar su cargo, con el apoyo de la mayoría de su partido. A su vez eran detenidas 74 personas, en su mayoría agentes de la policía de Iguala y del municipio vecino de Cocula. Y el 4 de noviembre fueron arrestados los acusados de ser los autores “intelectuales” de la desaparición de los estudiantes, el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, quienes estuvieron más de un mes prófugos hasta su detención, tras la cual el Procurador Murillo Karam, declaró que ambos eran operadores del cártel Guerreros Unidos. Ya en diciembre de 2011 dos estudiantes del normal de Ayotzinapa habían sido asesinados por la policía en una manifestación que reclamaba por la ampliación de cupos y contra la designación de un director reaccionario, y durante otra manifestación en junio de 2013 se produjeron nuevos

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Mientras el PAN trata de salvarse manteniéndose al margen, el PRI y el presidente Peña Nieto no logran escapar a la crisis política con su silencio cómplice ante los sucesos de Iguala. En ese marco y apenas iniciado su viaje a la reunión de la APEC, medios periodísticos dieron a conocer que había adquirido una mansión de 7 millones de dólares a un grupo chino ampliamente favorecido en las licitaciones de obras de infraestructura por Peña Nieto desde cuando era gobernador del Estado de México y actualmente durante su presidencia. Antes de viajar, sabiendo que estaban por hacerse públicas las denuncias de corrupción, tuvo que dejar sin efecto la obra de construcción de un tren de gran velocidad contratada con

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otro de los grupos chinos favorecidos por el gobierno.

campesino-popular, y por un México Socialista.

Mientras Peña Nieto viaja a China y a la reunión del G-20 en Australia, el gobierno nacional, espera que con el paso del tiempo amainen las manifestaciones por puro desgaste, e intenta calmar los ánimos con la vaga promesa de un nuevo pacto entre los partidos del régimen para luchar contra el narcotráfico.

Para desarrollar una lucha revolucionaria contra el gobierno y el podrido régimen burgués, los estudiantes –que son sin duda la vanguardia del movimiento- tienen que orientarse a ganar a la base de la clase obrera e impulsar su organización a través de delegados por fábrica y barrios, incorporando a las reivindicaciones democráticas, sus propias reivindicaciones económicas y sociales. Las autodefensas campesinas no deben entregar sus armas y deben coordinar sus acciones con el movimiento obrero y el estudiantado, para defender las luchas y movilizaciones contra la represión estatal y las bandas narcos. Así la unidad del movimiento obrero, estudiantil y campesino irá adquiriendo un carácter político de conjunto dirigido contra el gobierno y el régimen burgués.

Por su parte López Obrador (AMLO), quien fuera dos veces candidato a la presidencia por el PRD y que recientemente rompió con amables elogios hacia la camarilla dirigente de ese partido para formar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), está tratando de esquivar los golpes de esta crisis política, para preservarse como recambio de izquierda al PRD. Sin embargo, el apoyo político brindado en la campaña electoral y los estrechos lazos que lo vinculan al renunciado gobernador de Guerrero Aguirre Rivero, también lo salpican. Buscando reubicarse y canalizar la crisis en el marco del régimen burgués, quiere orientar los reclamos de ¡Fuera Peña! que gritan los manifestantes hacia el pedido de elecciones adelantadas. El movimiento obrero Si las movilizaciones de estudiantes, maestros y otros sectores populares no han logrado asestar un golpe más contundente contra el gobierno y el régimen se debe a que la clase obrera no se ha incorporado a la movilización. Los dirigentes sindicales agrupados en la mayoritaria CMT son burócratas recalcitrantes vinculados al PRI, que por supuesto le han dado la espalda a las manifestaciones. Pero tampoco otras direcciones sindicales que se dicen independientes del gobierno como la Unión Nacional de Trabajadores- Frente Amplio Social se han jugado a fondo por la movilización. La Nueva Central de Trabajadores, encabezada por el Sindicato Mexicano de Electricistas está convocando a un encuentro para el 20 de noviembre para coordinar la lucha. Pero en el 2009 los dirigentes del otrora poderoso sindicato de electricistas dejaron pasar sin una lucha seria la disolución de la empresa pública LyFC (Luz y Fuerza del Centro), el despido de 44 mil trabajadores, y el avance en la privatización del sistema de electricidad. Por lo tanto, aunque la convocatoria puede servir para centralizar y coordinar más ampliamente las acciones de lucha, no se puede depositar ninguna confianza en esta dirección sindical. La movilización de los estudiantes con el apoyo de sectores de los maestros es multitudinaria y poderosa. Pero por sí sola no podrá producir un cambio de raíz en la situación que vive el pueblo mexicano, producto de la descomposición del régimen capitalista semicolonial y de la profundización de la entrega de los recursos básicos –como el petróleo- al imperialismo, y del aumento de la explotación de la clase trabajadora y los campesinos pobres en beneficio de la gran burguesía. Ni las elecciones anticipadas –como propone A. M. López Obrador-, ni la convocatoria a una Asamblea Constituyente –como proponen varias corrientes que se reivindican trotskistas- pueden reformar el régimen burgués; en esta época imperialista, época de reacción del capitalismo, no pueden hacerlo retroceder en el tiempo a su período histórico democrático.

El movimiento obrero mundial y sus organizaciones tenemos que sumarnos al pueblo mexicano exigiendo la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos ¡VIVOS SE LOS LLEVARON, QUE LOS REGRESEN VIVOS! Si ayer contribuimos a la victoria del pueblo palestino contra la maquinaria asesina sionista, hoy tenemos que contribuir con la victoria de los estudiantes y pueblo mexicano.

¡Esclarecimiento de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa! ¡Castigo a los culpables de la represión, las seis muertes y las desapariciones! ¡Abajo las reformas estructurales y las privatizaciones de Peña Nieto! ¡Por la unidad del movimiento obrero con el movimiento estudiantil! ¡Por coordinadoras de delegados de base del movimiento obrero, el estudiantado, las organizaciones campesinas y las autodefensas para impulsar la lucha! ¡Por un congreso de delegados de base que unifique la lucha contra el gobierno y el régimen burgués! ¡Abajo Peña Nieto y el régimen del PRI-PAN-PRD! Por un gobierno obrero, apoyado en el pueblo y el campesinado pobre!

Comité de Enlace CSR-ETO/PCO (4/12/14)

Si los trabajadores, campesinos y estudiantes quieren un profundo cambio democrático y social, y llevar hasta su consecuencia final la lucha por ¡Fuera Peña Nieto!, tienen que preparar la lucha por el derrocamiento de todo el régimen burgués, por la instauración de un gobierno obrero y 

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CRITICA A LA CONSIGNA DE ASAMBLEA CONSTITUYENTE PARA MÉXICO generales de representantes en las escuelas, que sean permanentes, democráticos y muy representativos de la base estudiantil. Que se construyan comités de base entre los trabajadores, que logren escapar al control de los sindicatos charros y vayan generando cada vez mejores condiciones para su participación política.

Ante la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y las multitudinarias movilizaciones reclamando su aparición con vida, que rápidamente escalaron hasta reclamar ¡Fuera Peña Nieto!, casi todas las corrientes que se reivindican trotskistas se pronunciaron con declaraciones en las que fijan su posición. Quizás la excepción ha sido el Partido Obrero de Argentina. En una nota publicada en su periódico Prensa Obrera del 6/12/12 todavía escribe: “La tarea más importante en México es hoy la elaboración de un programa, que señale las fuerzas motrices de la revolución en el cuadro de la quiebra del Estado y del entrelazamiento del estado quebrado con los cárteles de la droga y el capital internacional.” Estamos de acuerdo con lo dicho, pero se supone que esa es la tarea de un partido revolucionario, sobre todo si se pretende ser internacionalista. ¿El PO no tiene nada que aportar a ese programa? ¿A quién le deriva la tarea que ese partido debería cumplir? Otra mención especial merece la LIT-CI, que es la corriente trotskista con presencia en la mayor cantidad de países de AL, la cual en una declaración firmada por Alejandro Iturbe del 26/11, dice: “El actual proceso de movilización comienza a plantear, entonces -junto con el esclarecimiento del crimen de Ayotzinapa y el castigo a sus responsables- la renuncia de Peña Nieto y la apertura de un profundo proceso de discusión democrática sobre cómo debe ser dirigido el país.” La posición de la LIT-CI es tan propia de un partido burgués que coincide con la del Morena de A.M. López Obrador, por más que después a modo ritual, separando el “programa mínimo” del “programa máximo” como la socialdemocracia de antaño, le agrega que: “Nosotros creemos que sólo un gobierno de los trabajadores podrá acabar con las lacras que afectan el país, originadas en un capitalismo semicolonial atado al imperialismo gringo, incluido el narcotráfico y la connivencia de la burguesía y el estado burgués con él.” (Resaltados nuestros)

Es necesario, construir la fuerza social, entre los trabajadores y los jóvenes que haga posible lo que es un clamor creciente, más fuerte y extendido en las movilizaciones: la renuncia de Peña Nieto y de toda la clase política que detenta el poder. Con esa fuerza movilizada será posible lograr también la realización de una Asamblea Nacional Constituyente, con base en una ley electoral verdaderamente democrática, en la que los diputados electos por los jóvenes y los trabajadores discutan y acuerden un nuevo proyecto de país, que barra con los partidos políticos corruptos, con el gobierno y el régimen entreguistas y represores, donde los socialistas defenderemos que se elija una gobierno de los trabajadores, basado en nuevas instituciones de poder popular, construidas desde abajo, para que sea realidad una nueva política económica y la marcha atrás de las contrarreformas impuestas.” Pos-UIT (7/11) (resaltados nuestros) Como se puede apreciar, no se propone una caída revolucionaria del gobierno, su derrocamiento, sino que la presión de la movilización obligue a renunciar, tanto a Peña Nieto como a toda la clase política (¿?). Esta movilización forzaría también la “realización” de la Asamblea Constituyente. Traducido, esto significa que la movilización obligaría al gobierno a convocar a una Asamblea Constituyente, y ante su realización todos los políticos y funcionarios de los tres poderes del régimen renunciarían a sus puestos, cediendo el poder pacíficamente a la Asamblea Constituyente. Socialismo o Barbarie es una pequeña corriente internacional orientada por el Nuevo Mas de Argentina. Su posición se puede leer en el periódico SoB 314 (20/11): “Para que el pueblo trabajador mexicano tenga la posibilidad de esclarecer lo sucedido y castigar a sus responsables, pero también para que pueda acabar con el actual narcoEstado y sus aberraciones, para que pueda establecer instituciones que estén bajo su poder y control, es imprescindible una salida revolucionaria. Eso se resume hoy en imponer mediante la movilización revolucionaria una Asamblea Constituyente. Que esa Constituyente revolucionaria decida sobre todos los problemas para reorganizar el país y sus instituciones, en beneficio del pueblo trabajador y no del puñado de 50 multimillonarios como sucede hoy. Que termine con el terror del actual narco-Estado, disolviendo los cuerpos represivos y organizando el armamento de la clase trabajadora y los sectores populares. Que decida si hay que entregar el petróleo, como hace Peña Nieto. Si hay que seguir adelante

Otras corrientes plantean como consigna la convocatoria a una Asamblea Constituyente. En el presente artículo nos proponemos polemizar con las corrientes que levantan esta política. El razonamiento básico parece ser: dado que se trata de una movilización “popular”, de un “movimiento democrático”, encabezado por estudiantes –mayoritariamente- docentes, y sectores populares, sin que la clase obrera participe como tal, con sus propias organizaciones, y dado que las reivindicaciones son democráticas, entonces corresponde levantar una consigna democrática, la más democrática en el marco del régimen burgués. Veamos: La UIT-CI, que es otra de las principales corrientes trotskistas en América Latina, tiene un partido en México, el POS-Movimiento al Socialismo, que dice: “Es necesario que desde abajo se construyan organizaciones verdaderamente representativas de los sectores populares movilizados, que se construyan consejos

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con el desastre del Tratado de Libre Comercio o acabar con él. Y así, disponer sobre las cuestiones capitales que hoy enfrentan la clase trabajadora, el pueblo y la juventud luchadora de México, refundando el país sobre nuevas bases.” (resaltados nuestros) Por su parte el MTS de México integrante de la FT-CI (corriente internacional dirigida por el PTS de Argentina) empezó planteando la Asamblea Constituyente (sin la caída de Peña Nieto), explicando que debería ser impuesta por la movilización revolucionaria encabezada por la clase trabajadora, y proponiendo en concreto sólo un paro nacional. “Desde el MTS, llamamos a la más amplia lucha contra esta democracia bárbara del PRI-PAN-PRD, para lograr la aparición de nuestros compañeros y para imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Una Asamblea con representantes electos por voto universal y sin ninguna restricción para las organizaciones obreras y populares, donde se discutan las grandes demandas de la población: la lucha contra la represión y la militarización, la ruptura con el imperialismo y el conjunto de las reivindicaciones de la clase trabajadora y la juventud. Imponer esta Asamblea no vendrá de los partidos del Congreso: será con la movilización revolucionaria, para lo cual es fundamental que la clase trabajadora encabece la lucha. Por lo cual llamamos a los sindicatos a que le pongan fecha a un gran paro nacional contra esta democracia bárbara del PRI-PAN-PRD y en solidaridad con los normalistas.”. PTS- LVO 589 (23/10), Pablo Oprinari. Como se ve la posición del SoB y el MTS (FT-CI) eran similares al principio. Llaman a “imponer” la Asamblea Constituyente con la “movilización revolucionaria”, pero ninguno de los dos explicaba en que debería consistir el carácter revolucionario de la movilización, y el MTS-FT apenas propone “un paro nacional de solidaridad con los normalistas”: no plantean el derrocamiento del gobierno, ni que se debería hacer con el Estado y en particular con sus FFAA. Luego el PTS corrigió su posición, primero agregando la caída de Peña Nieto y del régimen (PTS- LID-13/11, P Oprinari), y en una nota posterior (PTS-LVO 591, 20/11, Pablo Oprinari), articulando la consigna de AC con la huelga general y el gobierno provisional: “Huelga General Política para echar a Peña Nieto “…desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas decimos que hay que preparar el camino para una gran Huelga General Política que ponga contra las cuerdas y derrote al gobierno. Es fundamental que los trabajadores y sus organizaciones entren a escena, al frente de una gran alianza obrera, campesina y popular, haciendo propia la “agenda” de la movilización.(…) La acción de los trabajadores daría a la movilización la fuerza que requiere acumular para lograr -mediante la Huelga General Política-, la caída del gobierno, imponiendo un gobierno provisional de las organizaciones obreras, campesinas y populares en lucha. Gobierno provisional y Asamblea Constituyente La primera medida de este gobierno provisional debería ser la convocatoria a una Asamblea Constituyente Libre y 

Soberana,…” (PTS-LVO 591 (20/11) Pablo Oprinari) Que la UIT levante la consigna de la Asamblea Constituyente y la LIT todavía menos, se quede apenas en proponer una “discusión democrática sobre cómo debe ser dirigido el país” (¡?), no puede extrañar ya que ambas corrientes provienen del morenismo y reivindican toda la elaboración teóricoprogramática de esta corriente. Moreno durante los '80, al revisar la teoría de la revolución permanente, utilizó la consigna de la Asamblea Constituyente como eje de la “revolución democrática”, una concepción etapista de la revolución, la cual consolidó la adaptación al régimen democrático burgués de la corriente internacional que fundó y dirigía, la LIT-CI. Originalmente formulada para los países en que había dictaduras, luego pasó a plantearse para todos los estados “totalitarios” incluidos los estados obreros burocráticos (sí, una consigna del régimen burgués para los estados obreros) y finalmente para todos los países en donde había regímenes más o menos bonapartistas, en los que, según Moreno, también estaba planteado “ampliar” las libertades democráticas. Los intentos de referenciar esta política en la tradición de Lenin y Trotsky son para hacer pasar como una política bolchevique esa vulgar revisión oportunista. Moreno decía en 1984, que había que voltear la dictadura capitalista “aunque sea” para que venga un régimen burgués democrático, e insinuaba en ese marco la posibilidad de “cambiar la estrategia” en relación a los partidos oportunistas o directamente burgueses que se oponían a la dictadura. Una revisión total del Programa de Transición, el cual plantea que los regímenes fascistas no cambian el carácter burgués del Estado y que, por lo tanto, las consignas democráticas sólo son episódicas para la movilización permanente en la lucha por la dictadura del proletariado, y en donde además se advierte sobre el carácter contrarrevolucionario del frente popular antifascista. Lo que llama la atención es que tanto la FT-CI (PTS) como el SoB-Nuevo Mas que cuestionan la revisión de Moreno, levanten la consigna de Asamblea Constituyente para países con regímenes democrático-burgueses, en las más variadas situaciones políticas. El FT-CI (PTS) la levantó en Argentina (2001), en Chile, en Bolivia. Mientras que el SoBNuevo Mas –que estuvo en contra de esa consigna en Argentina 2001-, la levantó como un eje de campaña en el reciente proceso electoral de Costa Rica, y ahora en México. En primer lugar, ni Lenin ni Trotsky utilizaron la consigna de Asamblea Constituyente para un régimen democrático burgués. Cuando el POSDR levantó como una consigna eje la Asamblea Constituyente, en Rusia había un régimen monárquico –el zarismo-, herencia política del pasado feudal. En ese momento Lenin pensaba que la revolución debería atravesar por una etapa de desarrollo económico burgués, para que recién después estuviera planteada la revolución socialista. La Asamblea Constituyente, según Lenin, debía resolver las tareas estructurales del desarrollo burgués que estaban pendientes, como una revolución agraria que liquidara los resabios del régimen feudal de la

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tierra, y la instauración de una amplia democracia que permitiera la organización y el avance de la conciencia de la clase obrera y su elevación a dirigente revolucionario de las masas oprimidas. Lenin en 1905 planteaba ya que, contra el acuerdo entre la burguesía “constitucionalista” (Kadetes) y el zarismo alrededor de una Asamblea Constituyente pactada, había que impulsar la vía revolucionaria. Que ya no bastaba con levantar la consigna de Asamblea Constituyente, sino que había que indicar qué poder debía convocarla: Abajo el Zar!, Gobierno Provisional Obrero y Campesino, apoyado en el pueblo en armas, que convoque la Asamblea Constituyente. Esa era el sistema de consignas que levantaba Lenin para la revolución rusa de 1905! El mismo contenido es el que le da Trotsky para España a la Asamblea Constituyente Revolucionaria contra la convocatoria a las Cortes de Berenguer. “La consigna de la república es también, claro está, la consigna del proletariado. Pero para él no se trata simplemente de reemplazar al rey por un presidente, sino del baldeo radical de toda la sociedad, destinado a limpiar a ésta de las inmundicias del feudalismo. En este sentido ocupa un lugar preeminente la cuestión agraria…Esto no excluye de ningún modo la táctica del boicot con respecto a las cortes ficticias de Berenguer, del mismo modo que los obreros rusos boicotearon con éxito la Duma de Buliguin en 1905 y consiguieron hacerla fracasar. La cuestión táctica relativa al boicot debe resolverse sobre la base de la correlación de fuerzas en una etapa determinada de la revolución. Pero aun boicoteando las cortes de Berenguer, los obreros avanzados deberían oponer a las mismas la consigna de Cortes Constituyentes Revolucionarias. Debemos desenmascarar implacablemente el charlatanerismo de la consigna de las Cortes Constituyentes en los labios de la burguesía de “izquierda”, la cual, en realidad no quiere más que unas Cortes de conciliación por la gracia del rey de Berenguer para hacer un trato con las viejas camarillas dirigentes y privilegiadas. Unas verdaderas Cortes Constituyentes pueden ser convocadas únicamente por un gobierno revolucionario, como resultado de la insurrección victoriosa de los obreros, de los soldados y de los campesinos.” (La revolución española y la táctica de los comunistas, León Trotsky). (resaltados nuestros) Así que mientras la LIT, la UIT y el SoB-Mas siguen con la fórmula morenista, el FT-PTS por primera vez (antes y en otros países mantuvo la misma formulación que los morenistas), luego de balbucear un mes, se acerca a la posición de Lenin y Trotsky para el derrocamiento de un régimen monárquico, para un país que no había atravesado la etapa parlamentaria democrático burguesa, ¡pero la utilizan para un régimen democrático burgués con 100 años de parlamentarismo!. Posteriormente Trotsky destaca la utilización de las consignas democráticas para países con regímenes fascistas, y para países coloniales o semicoloniales “como

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China o India” (es decir, países con dictaduras militares burguesas, o que no pasaron por el régimen parlamentario burgués y/o estaban sometidos por una dominación militar del imperialismo), como consignas episódicas para impulsar la movilización de las masas. Pero cuando el régimen burgués está en crisis y sus partidos desprestigiados ante las masas movilizadas, en lugar de ir a fondo contra el Estado burgués con una política de clase, se propone sustituirlos por otra institución burguesa, la AC. Si un sector importante de las masas, dirigida por un partido reformista, hubiera sido ganada por la consigna de AC, podríamos plantear como Trotsky en Francia, que “Somos, pues, firmes partidarios del estado obrero-campesino, que arrancará el poder a los explotadores. Nuestro primordial objetivo es el de ganar para este programa a la mayoría de nuestros aliados de la clase obrera. Entre tanto, y mientras la mayoría de la clase obrera siga apoyándose en las bases de la democracia burguesa, estamos dispuestos a defender tal programa de los violentos ataques de la burguesía bonapartista y fascista. Sin embargo, pedimos a nuestros hermanos de clase que adhieren al socialismo “democrático”, que sean fieles a sus ideas: que no se inspiren en las ideas y los métodos de la Tercera República sino en los de la Convención de 1793.” Es decir, en lugar de la lucha reformista por una AC, dentro de los marcos del régimen, los llamaríamos a imponer un “programa democrático” consecuente y con los métodos revolucionarios. Pero en México no hay hoy ningún sector de masas que levante la consigna de AC. ¿Qué sentido tiene en un país con 100 años de parlamentarismo levantar la consigna de gobierno provisional obrero y campesino para convocar la AC? En lugar de agitar los organismos de tipo “soviético”, agitan los organismos de la democracia burguesa. El gobierno “provisional” de obreros y campesinos sólo puede tomar el poder si está apoyado en sus propias organizaciones y en su armamento. ¿Por qué no plantear que convoque a un congreso de delegados obreros y campesinos de todo México para que sobre esa alianza de clases se instaure un Estado Obrero?. Pero no, la FT-PTS insiste con la AC como su consigna “estratégica”, demostrando plenamente su carácter centrista al reemplazar el programa y la política de la revolución permanente por una perspectiva Kautskista. 12/1/15

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EE.UU:

Opresión racial y lucha de clases en EE.UU. A diario los jóvenes negros y latinos pobres de Estados Unidos son víctimas del acoso constante por parte de la policía en su enorme mayoría blanca. Abuso de poder, arrestos arbitrarios, golpizas y muerte a tiros son moneda corriente en las barriadas pobres. La muerte de un joven desarmado a manos de la policía desató una oleada de indignación y masivas movilizaciones como hacía años no se veía en Estados Unidos. Michel Brown, de 18 años, fue ultimado a balazos el pasado mes de agosto a manos de Darren Wilson, un policía blanco que fue absuelto por la justicia yanqui. Su muerte provocó desde el 10 de agosto una serie de enfrentamientos entre policías y jóvenes en Ferguson, una localidad de 21.000 habitantes cerca a Saint Louis, en donde miles de manifestantes se lanzaron a las calles y fueron fuertemente reprimidos. Policías con armas de guerra, helicópteros con fuertes reflectores apuntando hacia la multitud, y vehículos blindados avanzando por las calles, parecía una ocupación militar extranjera. “Las imágenes de la represión en la ciudad sorprendieron a Estados Unidos e instalaron un debate en Washington sobre si una Policía de un condado (de la ciudad de Saint Louis) de menos de 320.000 habitantes debía vestirse como una fuerza militar y utilizar armas de guerra y vehículos de combate, como un camión blindado anti minas de 360.000 dólares.” (María Laura Carpineta, 17/11/14, Telam) Como una clara expresión de que la opresión y el odio racial es una realidad presente, el Ku Kux Klan (KKK) la organización racista de extrema derecha comenzó a recaudar fondos para asistir al policía criminal, asegurando que “las donaciones serán de 10 dólares o más, y estarán destinadas al agente que hizo su trabajo contra ese negro criminal”. Los llamados huecos a la paz y a la calma que Obama dirigió a la enardecida comunidad negra de Estados Unidos cayeron en saco roto al conocerse nuevos casos de “gatillo fácil” por parte de las fuerzas represivas. El 20 de noviembre, en el barrio de Brooklyn, un policía asesinó de un tiro al afroamericano Akai Gurley, sin mediar palabras. Dos días después, en Cleveland otros policías asesinaron a Tamir Rice un niño negro de 12 años que jugaba en un parque de la ciudad con una pistola de juguete. El año pasado había quedado en libertad el policía que, en febrero de 2012, asesinó a Trayvon Martin, un joven negro de 17 años que volvía a su casa en una noche de lluvia tras comprar unas golosinas, cuyo caso tuvo una gran repercusión. Y la gota rebalsó el vaso, cuando a principios de diciembre de 2014, el gran jurado de Staten Island decidió no presentar cargos contra el policía que en julio de ese año ahorcó hasta la muerte a Eric Garner, un vendedor ambulante que se negó 

a que los agentes le quitaran sus medios de vida. La impunidad del policía asesino provocó una ola de manifestaciones, las más recientes y numerosas se registraron el 13 de diciembre en Nueva York (más de 30 mil) y en Washington (10 mil) frente al Capitolio, pero también en otras ciudades del país, como Boston, Los Ángeles y San Francisco. En Washington, el reverendo afroamericano Al Sharpton,

líder de la National Action Network (Red de Acción Nacional), una de las organizadoras de la protesta, reclamó reformas efectivas para que “la Constitución sea igual para todos”. Al igual que la Liga Nacional Urbana, un grupo defensor de los derechos civiles, también ha pedido a las autoridades una reforma de la Policía y la designación de fiscales especiales para investigar los abusos de las fuerzas de seguridad. Pero esto es más de lo mismo, expresiones de deseos y gotas de agua reformista en el mar de la opresión racial. Tras el velo liberal que supuestamente garantizaba el fin de la segregación racial, del “apartheid” en Norteamérica, se manifiesta con gravedad la brecha entre los derechos democráticos conquistados (en los papeles) y la realidad en la vida cotidiana de la enorme comunidad negra: altas tasas de desempleo, de pobreza e indigencia, la brutalidad policial, el sistema judicial clasista y racista, sumado a la falta de perspectivas de una mejora económica y social. El contenido social de la opresión racial queda en evidencia en los siguientes datos oficiales que publicó el diario El País: El desempleo real en Ferguson supera el 25%, mientras que el número de familias que pidieron ser consideradas en programas de vivienda pública se ha triplicado en los últimos años. Uno de cada cuatro residentes de Ferguson y de las localidades vecinas se halla por debajo de la línea de pobreza, pero el 53 % de los pobres que viven en estas ciudades son de raza negra. Los datos revelan también el racismo del sistema judicial

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deportó 438,421 personas, el número más grande de deportaciones en la historia de los EEUU. La Casa Blanca de Obama ya ha deportado más gente que ninguna otra presidencia, y más del doble que el gobierno de Bill Clinton”.

yanqui: un hombre negro tiene seis veces más posibilidades de ser encarcelado que uno blanco. En 2013, un 3% de los hombres negros estaba preso, frente al 0,5% de los blancos. Por último, los negros de entre 15 y 19 años tienen 21 veces más probabilidades de morir por disparos de un policía que los blancos, según datos oficiales del periodo 2010- 2012.

Hay que agregar que entre la multitud de deportados se encuentran los cerca de 70 mil niños que, solos, sin la compañía de sus familiares adultos, intentaron traspasar la frontera en el último año. Estos niños sufren toda clase de abusos y están a merced de los traficantes de todo tipo.

Un presidente negro al servicio de la burguesía imperialista Ante la creciente presión popular, Obama anunció una serie de medidas para combatir la "creciente desconfianza" de las comunidades y especialmente de las minorías raciales hacia las policías locales. Dijo pedirá al Congreso invertir 75 millones para que unos 50.000 agentes más lleven cámaras incorporadas a su uniforme o su cuerpo, con el fin de grabar su “interacción” con civiles. ¿Eso es todo lo que un presidente negro del país “más poderoso de la tierra” puede hacer para combatir el racismo? Al asumir su mandato Barack Obama, el primer presidente negro en la historia del país, despertó en la comunidad negra, latina y en importantes sectores de trabajadores, significativas simpatías que con el correr del tiempo se transformaron en desilusión. Porque la cuestión no es el color de piel sino los intereses de clase que defiende. Y Obama está al servicio de la gran burguesía imperialista norteamericana. Sus intereses están opuestos por el vértice a los de la clase trabajadora. La burguesía exacerba cualquier diferencia –la raza, el sexo, la religión- que sirva para separar a un grupo de trabajadores de otro. El racismo es una de las maneras con que busca dividir a los obreros, separando artificialmente trabajadores negros y blancos (como sucede también con los inmigrantes latinos) para debilitar su capacidad de organización y de lucha.

Obama ha dicho que esto constituye una catástrofe humanitaria. Pero la única “solución” que tiene para ellos son las deportaciones y el reforzamiento de la guardia fronteriza, 40 millones de dólares para la vigilancia aérea más un adicional para incorporar drones militares. Por si esto fuera poco, el gobierno norteamericano piensa instalar un gran “centro de detención familiar” en el sur de Texas, de veinte hectáreas de extensión y una capacidad de dos mil cuatrocientas camas, es decir un verdadero campo de concentración para inmigrantes, que además le servirá para que alguien haga algún negocio, ya que será administrado por Corrections Corporation of America, la mayor compañía de prisiones privadas del mundo.

La campaña yanky contra el fundamentalismo islamista, que se ha incrementado para justificar los bombardeos en Irak y Siria contra el Estado Islámico, ha dado sus frutos racistas en el recrudecimiento de la persecución contra los habitantes musulmanes en EE.UU. El resultado: tres jóvenes estudiantes musulmanes asesinados el 10 de febrero en Carolina del Norte y otro de origen irakí, recién llegado a EE.UU., que acaba de ser asesinado en Dallas Texas el 5 de marzo. La represión contra los inmigrantes “ilegales” es otra manifestación de la decadencia del imperio americano, que agobiado por la crisis es incapaz de absorber los nuevos contingentes de latinos que ofrecen su mano de obra barata con la esperanza de encontrar una vida más tolerable que la mísera y oprobiosa que sufren en sus países de origen. Las promesas de Obama de flexibilizar la política migratoria que le permitió ganar el voto latino han quedado en la nada. Incluso retrocedió, ante una orden judicial contraria de un tribunal de Texas, en la implementación del último parche prometido, que consistía en aplazar por tres años las deportaciones para los ilegales que tuvieran familiares con ciudadanía o residencia permanente. Obama, que se presenta como un defensor de los inmigrantes, incluso para la concesión de esta prórroga de deportación, exigía que los inmigrantes reconocieran que son delincuentes que han violado la ley norteamericana. La realidad es que Obama es el “campeón” de las deportaciones: Según el Word Socilist Web Site “En 2013, el único año en el cual son disponibles los datos, el gobierno de Obama

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La clase obrera mueve sus músculos Este año 2015 ha comenzado con varias huelgas importantes en EE.UU. En febrero unos 20 mil trabajadores portuarios de la costa oeste organizados en la Unión Internacional de Trabajadores de Puertos y Almacenes (ILWU en inglés), iniciaron una serie de medidas de fuerza, principalmente consistente en el trabajo a “reglamento” o a desgano, para presionar por sus demandas en el marco de la discusión de un nuevo convenio colectivo. Se trata de unos 29 puertos ubicados principalmente en las bahías de Los Angeles y San Francisco por donde se calcula que pasa entre el 40% y el 50% del comercio marítimo de EE.UU y el 70% de las importaciones de Asia, lo que representa el 12,5% del PBI del país. Las acciones de los portuarios provocaron el colapso de las operaciones, lo que obligó a la patronal a cerrar los puertos por varios días. Este sindicato tiene una larga tradición de lucha. Para citar solamente sus últimas acciones: en marzo de 2008 se votó en asamblea de delegados de todos los puertos de la costa

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oeste, un paro de 24hs para el 1° de mayo de ese año, exigiendo el cese inmediato de la guerra y la ocupación en Irak y Afganistán, así como el retiro de las tropas norteamericanas de Medio Oriente (también se incluían entre sus consignas: por los derechos de los trabajadores y de los inmigrantes). Aunque finalmente, por las maniobras burocráticas de su dirección y las amenazas patronales, el paro fue de 8hs, pero acompañado por manifestaciones en Seattle y San Francisco. Respondiendo a la inicativa del ILWU, “la Unión General de Trabajadores Portuarios de Irak llevó a cabo un paro de una hora en los puertos de Umm Qasr y Khor Al Zubair. En una declaración a los “Hermanos y hermanas del ILWU”, la unión dice: “Su valiente decisión de hacer un paro el Primero de Mayo para oponerse a la guerra y ocupación de Irak hace avanzar nuestra lucha contra la ocupación y para lograr un futuro mejor para nosotros y para el resto del mundo”. La declaración de los estibadores de Irak también habla de lo que la ocupación estadounidense significa para ese país: “Los cinco años de invasión, ocupación y guerra no han traído sino muerte, destrucción, pobreza y sufrimiento para el pueblo”. (Extraído de la pág web “A las barricadas”). En noviembre de 2011 los trabajadores del ILWU se solidarizaron con el movimiento de los “ocuppy” de Oakland. Y el año pasado impulsaron la campaña “Block the Boat" (bloquear el barco) contra los ataques sionistas a Gaza. En el mismo mes de febrero, unos 5mil obreros de 11 refinerías en California, Texas, Kentucky, el Estado de Washington, Indiana y Ohio, organizados en el sindicato United Steelworkers (Trabajadores del Acero Unidos- USW en inglés) realizan la primera huelga nacional de la industria del petróleo desde 1980. Dirigentes sindicales explicaron que las razones del paro están vinculadas a las prácticas laborales abusivas y a la falta de seguridad en el trabajo: horas extras abusivas; niveles inseguros de dotación de personal; condiciones peligrosas de trabajo que diariamente provocan incendios, emisiones, fugas y explosiones, las que no sólo amenazan la seguridad de los trabajadores, sino también de las localidades vecinas; etc.; y contra el reemplazo de los trabajadores sindicalizados por contratistas cuando se van o se jubilan. Además de la discusión salarial y otras condiciones laborales, la cuestión de la seguridad en el trabajo es fundamental ya que en los últimos años hubo una seguidilla de “accidentes” que provocaron una gran cantidad de muertes de obreros: en una refinería de Tesoro en Anacortes, Washington, siete trabajadores murieron en una explosión en el 2010; un derrame de petróleo de BP Deepwater Horizon mató a 11 trabajadores; y una explosión en la refinería de Texas City en la que murieron 15 trabajadores y hubieron decenas fueron heridos. Los piquetes de huelga de los petroleros frente a las refinerías son apoyados por delegaciones de activistas de otros gremios como los maestros, carteros, de la industria automotriz, que acuden a solidarizarse. Estas huelgas de sindicatos “pesados” de la clase obrera yanky, estuvo antecedida por las huelgas de los empleados de WallMart, que reclaman un mínimo de 15 U$D la hora, originalmente planeada como una huelga de un día en unas 1.600 tiendas. Sin embargo la combatividad del movimiento negro que impulsó el Boicot Viernes Negro (El viernes negro en EE.UU. es el día en que comienzan las ofertas navideñas) 

o movimiento #BlackoutBlackFriday, en solidaridad con Ferguson y contra el racismo, empalmó con la huelga por salarios de Walmart, y se convirtió en tres días de huelga de brazos caídos y otras protestas que en algunos lugares se unificaron. También se desarrollaron huelgas a nivel nacional en Wendy's, McDonald's y Burger King en las que miles de trabajadores de comida rápida abandonaron sus puestos de trabajo el 4 de septiembre de 2014 en más de 150 ciudades de Estados Unidos. Más 400 trabajadores fueron arrestados durante la huelga de un día por participar en actos que bloquearon las calles alrededor de varios establecimientos de comida rápida. Este fue el décimo día de huelgas desde que comenzó la campaña por un salario mínimo de U$D 15 la hora, y que se mantiene desde hace más de 2 años. El aparato militarizado de represión interna La brutal represión policial que se ensaña contra los pobres y en particular contra negros y latinos, es sólo una de las caras

del enorme aparato de represión estatal. Hace pocos meses se conoció el Informe del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos. El resumen de unas 524 páginas de un total de 6.700, sobre las torturas realizadas por la CIA es una galería del horror que ha provocado una gran conmoción entre los que todavía ingenuamente creían en la “democracia” del “gran país del norte”. Las torturas se realizaban en centros de detención en diferentes países con la autorización de sus gobiernos, entre ellos la Libia de Muamar Kadafi, lo que deja bastante mal parados a los que defendían ese régimen diciendo que era “antimperialista”. La justificación de George W Bush para legalizar las torturas fue la lucha contra el terrorismo, mientras que la “Ley patriota” (Patriot Act) permitía la detención de cualquier sospechoso sin prueba alguna, a la par que se montaba el Departamento de Seguridad Nacional con más de 200 mil empleados para vigilar a cualquier persona que se quisiera, tuviera o no vinculación con el terrorismo. Este régimen de tortura y control sobre la población se continuó durante el gobierno de Obama, por la misma lógica con la que el presidente demócrata continuó las guerras del republicano Bush: la defensa por cualquier medio de los intereses de su burguesía imperialista. Sectores de la gran burguesía norteamericana están realmente preocupados por la situación económica del país. Temen que termine por estallar la gran burbuja de la crisis

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un margen económico para hacer esas concesiones e integrar hasta cierto punto a una parte de la población marginada racialmente. Ahora el reforzamiento del aparato represivo está dirigido contra los pobres en general, aunque se ensañe particularmente con los negros y los inmigrantes latinos; y mañana esa fuerza represiva del estado se utilizará contra las luchas de la clase trabajadora. La burguesía yanky, se considera a sí misma predestinada a dominar el mundo, y en aras de ello no vacila en atacar y masacrar millones de personas en cualquier país que haga falta. Desde hace tiempo se prepara también para una “guerra interna”. Porque es imperialista, la burguesía mantiene y alimenta los prejuicios racistas, y las bandas armadas de los supremacistas blancos como núcleos de las bandas fascistas que serán arrojadas contra el conjunto de los trabajadores cuando sea necesario. La lucha de clases en Norteamérica no será nada pacífica. La juventud y los trabajadores negros, que en este momento están en la mira de la represión policial (como queda en evidencia con el asesinato de Tony Robinson el 6 de marzo en Wisconsin), deberán desde ya preparar la organización de sus propias autodefensas, empezando en los barrios en que estén más concentrados. Sin embargo, como demuestra la experiencia de las Panteras Negras, la autodefensa en sí misma no lleva a ningún lado si no es parte de una estrategia que unifique a la clase trabajadora y a los jóvenes oprimidos en una lucha por el poder. Para ir a fondo contra el racismo, hay que ir contra el estado dominado por la burguesía y su sistema de explotación, que es el que genera la desigualdad social, la pobreza y la opresión. Esto implica que los trabajadores deben romper definitivamente con los partidos de la burguesía, demócratas y republicanos y organizarse en su propio partido, independiente de todos los sectores burgueses, que sea capaz de agrupar y convocar a todos los sectores explotados y oprimidos. Sólo un partido de trabajadores podrá hermanar a los obreros de distintas razas porque tendrán la perspectiva política unificada que da su pertenencia a una misma clase social, para imponer por medios revolucionarios un gobierno obrero y del pueblo pobre y oprimido, que luche por socialismo. Sólo de esa manera se podrán eliminar las desigualdades sociales que impone la burguesía yanqui y se sentarán las bases para erradicar el racismo y todas sus lacras, pasando de la “igualdad legal”, es decir “en los papeles”, a la igualdad real, material, bajo el socialismo. Cuando la clase obrera norteamericana, se levante junto a los jóvenes negros, al proletariado inmigrante y a todos los pobres y oprimidos por la burguesía yanky, hará temblar hasta sus cimientos al imperialismo capitalista. Y si un partido marxista revolucionario logra dirigir sus luchas hasta la toma del poder, no sólo se terminará con el racismo y la pobreza, sino que una nueva era nacerá para la humanidad entera.

que ha sido aplazada hasta ahora inyectando “estímulos” e imprimiendo una gran cantidad de dólares para impulsar la reactivación económica. Más que por los atentados de los fundamentalistas islámicos, están aterrados de que la gran desigualdad social que alcanzó los mayores índices históricos, termine provocando una rebelión de las masas empobrecidas, cuando estalle la crisis. Kara Dansky del Centro para la Justicia de la Unión para los Derechos Civiles de Estados Unidos (ACLU) asegura que la militarización de las fuerzas policiales se profundizó desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001: “Cada año, los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional y Justicia destinan miles de millones de dólares y equipo militar a las corporaciones policiacas estatales y locales para ayudarles a acumular arsenales de armas listas para el combate, según nuestro reporte War Comes Home: The Excessive Militarization of American Policing (la guerra llega a casa: la militarización excesiva de las fuerzas policiales estadounidenses). …. Se calcula que unos 600 departamentos de policía recibieron vehículos protegidos para emboscadas y resistentes a las minas, que son tanques construidos para soportar el embate de las bombas callejeras que perforan el blindaje.” No se trata solo del sobrante de los armamentos utilizados en Irak y Afganistán del Programa 1033 del Departamento de Defensa, que permite al Pentágono entregar armas y otros elementos de guerra a la policía. “Al menos una tercera parte de las armas que fluyen hacia las policías estatales y locales son nuevas”, dice K.D. La militarización de la policía estatal y las policías locales, fue justificada primero con el argumento de la lucha contra el terrorismo y después, diciendo que es una necesidad para luchar contra la droga. “Como ocurre siempre con la guerra contra las drogas, hay una cantidad desproporcionada de campos de batalla en las comunidades de color.” “cuando el gobierno arma a los policías como si fueran soldados, les da capacitación en contrainsurgencia y les dice que están combatiendo al enemigo, deberíamos esperar este resultado trágico e incendiario.” (Kara Dansky, 20/8/14) Por un partido de trabajadores que agrupe a la clase obrera junto a los jóvenes negros y latinos Los asesinatos y abusos contra los jóvenes negros pobres no son errores ni excesos policiales. Es una política consciente de la burguesía imperialista y sus representantes políticos, tanto demócratas como republicanos, de fortalecer el aparato represivo interno y de reforzar el control sobre el pueblo pobre y oprimido, para prevenir y reprimir las acciones del movimiento de masas ante la creciente desigualdad social y el aumento de la pobreza. La estrategia reformista y pacifista del movimiento negro por los derechos civiles encabezado por Martin Luther King en la pasada década del '60 -en la que parecen referenciarse las organizaciones convocantes de las actuales movilizaciones- consiguió derechos democráticos formales importantes, porque en el marco del boom económico de postguerra, la burguesía yanky todavía tenía

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¿Reapertura de relaciones o profundización de la Restauración capitalista? ¿La revolución cubana está en peligro, está siendo entregada por sus dirigentes del PC o la situación internacional los obliga a hacer concesiones al capital transnacional por su supervivencia? Esta pregunta se la hacen hoy miles de trabajadores y jóvenes estudiantes que creen que la dirección castrista es un faro de la lucha revolucionaria en América y el mundo después de la caída del muro de Berlín y la restauración capitalista en China. Numerosas organizaciones de izquierda y que se reivindican revolucionarias han señalado las conversaciones entre Cuba y USA como un triunfo de la revolución cubana en la cual Obama ha cedido debido a las presiones mundiales contra el bloqueo y en ese sentido ello sería una conquista revolucionaria. Pensamos que no es así. Creemos que las medidas tomadas en los últimos años por la dirección del PCC han dado continuidad a la restauración capitalista en Cuba camino que ya se ha venido transitando y el imperialismo está de acuerdo, aún con diferencias, con el rumbo en curso. Desde gobiernos como el de Maduro en Venezuela y otros en Latinoamérica se aplaude esta política de aparentar reformas y compromisos con la clase obrera y los oprimidos para mantener a las masas confundidas y desviar sus energías revolucionarias por el camino de la conciliación y la sumisión a las relaciones de producción capitalistas. El 18 de diciembre pasado Maduro expresa, en nota del portal Aporrea, un saludo a la normalización de las relaciones Cuba - Estados Unidos y manifiesta el fracaso del criminal bloqueo. Cuando en realidad el bloqueo sostenido después de la restauración en Rusia y China, es el que allana el camino para que Cuba inicie la culminación de su proceso de años hacia la restauración capitalista. Veamos. La revolución cubana triunfa en medio de largas luchas de los trabajadores y pueblos americanos contra las dictaduras que plagaron Centroamérica en las décadas de 1930 al 1960. En El Salvador, Nicaragua, en la propia Cuba. En un primer momento la revolución nacionalista y antiimperialista, que con la eliminación de la propiedad privada en Cuba se da paso a la realización de las primeras tareas anticapitalistas, hechos estos que cimentan a inicios del 60 la primera revolución (de este tipo) triunfante en América latina, demostrando que la burguesía aun asociada al imperialismo puede ser derrotada en nuestro continente. La dirección cubana, rápidamente, ante el bloqueo imperialista y los ataques a su revolución se alinea con la URSS y el PC ruso, en un proceso de años, donde la guerrilla y el movimiento de masas en LA sufren severas derrotas que le hacen peso y que junto a la ayuda económica y militar, llevan al PC cubano a adherir a la política estalinista de la 

revolución por etapas y se convierte en agente de la misma a nivel internacional. Tras el triunfo de Allende en Chile, el PC cubano apoya totalmente la política de la Unidad Popular de frenar y desviar al proletariado chileno bajo la tesis reformista de la vía pacífica al socialismo, alimentando en la vanguardia de la clase obrera internacional y de las masas explotadas que la vía electoral y la reformas progresivas al estado burgués serian respetadas por los empresarios imperialistas. Costosa nueva derrota para el proletariado internacional. En la década de los ´80 la dirección fidelista apoya la revolución sandinista en tanto no sea una nueva Cuba, en el sentido de no eliminar la propiedad privada ni implementar medidas socialistas en el país.

Las reformas económicas en Cuba, de apertura a las inversiones extranjeras vienen sucediéndose desde décadas atrás; en 1982 con el decreto Ley 50 se autorizó dicha inversión como un complemento de los proyectos nacionales y los que se realizaban con los países “socialistas” europeos. Posteriormente a partir del año ´89, tras la caída del muro de Berlín y la implantación del periodo especial, se incrementa progresivamente la inversión extranjera en áreas como el turismo, petróleo, níquel, telecomunicaciones, alimentos, exportación de tabaco y ron, lo que debilita el embargo norteamericano. Con vaivenes económicos, las inversiones extranjeras en Cuba ya están instaladas y se diseñan políticas para incrementarlas. En 2010 se inicia la construcción del nuevo puerto de aguas profundas en la zona de Mariel, y se decreta la nueva zona especial de desarrollo de Mariel, en la que se establecen a partir de su entrada en funcionamiento condiciones más favorables a la inversión extranjera que las vigentes en la época, entrando en competencia directa con los capitales que funcionan en la zona comercial del Canal de Panamá.

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personas naturales; al mismo tiempo, otros estimados calculan que alrededor del 50% de las remesas funcionan como capital de trabajo o inversiones para el sector privado o cooperativo, que sienta un soporte a una economía capitalista en forma.

“La Zona Especial de Desarrollo Mariel acogerá los primeros proyectos de inversión. La directora general de la Oficina Regulatoria de la ZEDM, Ana Teresa Igarza, aseguró en el marco de la Feria Internacional de La Habana que unos 30 países –entre los cuales se encuentran España, Italia, China, Rusia, Francia, Vietnam, Brasil, México, Holanda y Canadá, estaban dispuestas a invertir en Cuba.

Por otro lado, se han aprobado ya 498 cooperativas no agropecuarias, de las cuales se encuentran funcionando 329. Se destaca en este ámbito el programa de transferencia a esta forma de gestión de 12.988 pequeños negocios estatales en la esfera de la gastronomía y los servicios menores, de los cuales ya se ha reconvertido el 27%, en un esquema que contempla un proceso que puede durar hasta el 2016 e incluso más allá. En todos estos casos el Estado continúa manteniendo la propiedad sobre los medios de producción fundamentales, que se entregan en arriendo.

La funcionaria recordó que esta zona franca de 465 kilómetros cuadrados se rige por un régimen de exenciones impositivas a la fuerza de trabajo y las utilidades que permanecerá en vigor durante diez años. La normativa prevé que una vez transcurrido este plazo se impondrá un tributo del 12% sobre las utilidades. Igarza añadió que los costos de la mano de obra se decidirán a través de una negociación entre los inversionistas y una entidad empleadora estatal.” A los trabajadores se les niega el derecho a discutir sus propias contrataciones con el capital transnacional, reforzando la dependencia al aparato estatal.

Finalmente, durante 2014 continuó adelante la descentralización de la gestión en las empresas estatales, proceso que posibilitará un aumento salarial significativo en la medida en que se avance, y que tiene como límite un coeficiente salarial de 0,33 en relación al nuevo valor creado para retribuir a los trabajadores por los aumentos de productividad.” Este proceso es fuente de desigualdades en el seno de los trabajadores y a su vez de pérdida de la capacidad por parte del estado, de centralizar la evolución de los planes económicos.

Todo este proceso de promover las inversiones extranjeras viene acompañado desde el año 2008 por un proceso importante de reformas económicas y sociales para adecuarse en la línea de la apertura cubana a una economía de mercado, impulsada bajo el control del aparato burocrático de PCC. ..."En diciembre hablé del exceso de prohibiciones y regulaciones, y en las próximas semanas comenzaremos a eliminar las más sencillas. Muchas de ellas tuvieron como único objetivo evitar el surgimiento de nuevas desigualdades, en un momento de escasez generalizada, incluso a costa de dejar de percibir ciertos ingresos". Raúl Castro Ruz 24 de febrero de 2008

La noticia del posible restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adornada por la liberación de presos de parte y parte y de los acuerdos que están desarrollándose entre ambos gobiernos se nos ha presentado como una victoria de la revolución cubana cuando visto el proceso degenerativo de la dirección de PCC y la alta burocracia del estado cubano, estas conversaciones son más bien una acta compromiso de llevar a Cuba a mayores transformaciones económicas procapitalistas que faciliten no solo la vuelta en grande del capital imperialista norteamericano, sino la preservación de los privilegios de los altos funcionarios del PCC, vía a estructurarse, ya no como una capa burocrática, sino como una nueva clase burguesa dueña de los medios de producción que hoy administran. Su compromiso es de entregar la disciplinada y cualificada mano de obra cubana a las manos del capital transnacional, para incorporarse ellos como flamantes neoburgueses de la zona de las Antillas, en alianza con las transnacionales en calidad de socios menores o con los burgueses cubanos residente en los EEUU, que acepten las negociaciones desarrolladas.

En enero de 2009 se reformó la Ley de Seguridad Social elevando la edad de jubilación a 60 años para las mujeres y 65 años para los hombres Desde octubre de 2009, los comedores obreros, otro de los subsidios a la clase obrera, fueron cerrándose y a cambio se les dio la cifra de 15 pesos diarios extra, para su almuerzo o merienda. El 10 de octubre de 2009 Lázaro Barredo, director del diario Granma del Partido Comunista Cubano, anunció que la libreta de abastecimiento habría sido borrada y las ayudas en alimentos concedidas solamente a los pensionados y personas con rentas bajas.

La necesidad económica de Cuba en definitiva es un sub producto de la política estalinista adoptadas por sus dirigentes desde la década de los ´60; esta política en todos los procesos revolucionarios triunfantes como Rusia, China y Cuba de construir el socialismo en un solo país o la concepción de la revolución por etapas, junto a la conducción burocrática del aparato estatal, han culminado con la restauración capitalista en esos países y ahora Cuba está en grave peligro de culminar y consolidar el proceso de restauración ya iniciado hace años, haciendo evidente que Cuba hace tiempo que ha dejado de ser un estado “obrero” –que lo era, aunque burocrático-, lo que significaría poner de manifiesto que con este último clavo en el ataúd se ha

En su valoración del año 2014 el economista cubano José Luis Rodríguez expone en un artículo de enero de 2015 aparecido en el portal Cuba debate: “De igual modo, continuó el crecimiento del pequeño sector privado urbano, en el que se computaron más de 477.000 trabajadores por cuenta propia al cierre del año, para un crecimiento de más de 30.000 nuevos emprendimientos durante el ejercicio. En este sector se registra todavía una baja participación del crédito bancario en el financiamiento de las operaciones, ya que solo le correspondió el 2% de los créditos otorgados a

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producido –lo que muchos trabajadores y estudiantes ya advertían- una derrota muy importante para la clase obrera mundial y en particular la latinoamericana. Ya, antes de los acuerdos con la Casa Blanca empresas como Cargill han manifestado su disposición hacer inversiones importantes en la isla. Lo que les afecta son las restricciones financieras y hace sus movimientos para que se finalice el bloqueo, como ya lo lograron los agricultores norteamericanos. Claro que el bloqueo sigue en parte vigente y sanciona y encarece las inversiones en La Habana, pero la sutil mano del "mercado´" que ha sido reintroducida lenta y progresivamente, pronto resolverá esa situación con la ayuda conveniente de Raúl, Fidel y sus amigos en el gobierno. Hasta la Ley de Herencia ha sido preparada para cuando los altos dirigentes del PCC se lancen al reparto frontal de las propiedades del estado, como lo hizo la burocracia del PCC y lo desarrolla la del PCCH. Nosotros podemos entender que sectores obreros y campesinos cubanos tengan ilusiones en que la reanudación de las relaciones con los EEUU y el levantamiento del bloqueo, tal y como lo ha planteado la dirección fidelista, mejorará sus condiciones de vida, pero corta será su ilusión. Las empresas imperialistas no van a Cuba a realizar ninguna obra de caridad, sino para aprovecharse de la calidad de su Fuerza de Trabajo, a explotar las riquezas mineras y a apoderarse del sector farmacéutico de primera línea que existe en Cuba. Van para terminar de reinsertar a Cuba en el mercado mundial capitalista con una mano de obra calificada y barata. Para los obreros y campesinos y pueblos latinoamericanos y del mundo que aún ven la dirección del PCC como una dirección revolucionaria, tal vez les cueste asimilar que esta ya no es la dirección revolucionaria que derrocó a Baptista y cimentó la construcción del primer estado obrero deformado en el continente americano; les cueste asimilar que esta dirección condujo la revolución cubana a una derrota que se suma a la caída de la Unión Soviética, a la de los estados obreros burocráticos de Europa y de China, y tenemos que responder a esta nueva realidad de la única manera posible que es construyendo partidos leninistas de combate en cada uno de los países del continente americano incluyendo Cuba, e impulsando la lucha por los derechos reivindicativos y democráticos de nuestro proletariado y pueblos, y por el socialismo, sin los cuales será imposible sostener y consolidar esos derechos, que -en el marco de su crisis general- a cada paso la burguesía y el imperialismo quieren arrebatarnos para sostener sus ganancias. Tenemos que impulsar las luchas de los pueblos del norte de África, del

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proletariado minero de Sud África y Zimbawe, de los trabajadores y pueblo griego, de las masas explotadas y oprimidas del Irak, Siria y Yemén, pues son ellas las que fortalecerán la conciencia del proletariado cubano, debilitando al imperialismo. Junto a las peleas en nuestros países, debemos levantar las banderas contra los acuerdos que amarran las manos del proletariado cubano frente a las transnacionales y la burocracia del PCC; contra los acuerdos con el partido Internacional que es la Iglesia Católica; por el derecho a organizar sindicatos clasistas, independientes y autónomos del PCC y del gobierno Cubano; Por el derecho a manifestación y huelga; Por los derechos laborales en las empresas del estado y las privadas; Por un salario digno; Contra el despido de los 500.000 trabajadores estatales; Por el control obrero en todas las empresas; Por el derecho a construir partidos obreros independientes. ¡Abajo la restauración capitalista!; Por un Estado Obrero basado en organizaciones democráticas de tipo soviético en las empresas y toda Cuba, coordinadas y centralizadas por los propios trabajadores; Por la construcción de un Partido Leninista de Combate, parte integrante de una Internacional marxista Revolucionaria; Por la revolución hacia el socialismo. Por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de la América Latina Construyamos la Internacional Comunista, en la tradición de Lenín y Trotsky. 18/02/2015 Partido de la Causa Obrera Corriente Socialista Revolucionaria - El Topo Obrero

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Reproducimos a continuación una nota publicada en el Boletín Internacional de la LSI en diciembre de 2008, ya que no ha habido cambios esenciales ni en el carácter de clase del estado cubano, ni en las posiciones de las organizaciones trotskistas con las que polemizamos abajo.

LA NATURALEZA DE CLASE DE CUBA Y EL PROGRAMA DE LOS TROTSKISTAS El traspaso del poder de Fidel Castro a su hermano Raúl, y el anuncio de reformas reabrió entre las corrientes que se reivindican trotskistas la discusión sobre cuál es el actual carácter de Cuba y el programa que deben levantar los revolucionarios en esta situación, discusión que no es nueva pero recobra actualidad ante los nuevos hechos. El proceso de restauración en Cuba de reformas procapitalistas empezó hace tiempo, durante la pasada década de los 80 y se profundizó durante la década del 90, tras la caída de los regímenes stalinistas en la URSS y el este de Europa. En aquel momento los propagandistas del capitalismo lanzaron una campaña mundial anunciando la muerte del socialismo. Sin embargo, en ninguno de los países en los que se expropió a la burguesía nunca hubo socialismo. La burocracia stalinista que tomó el poder en la URSS después de la muerte de Lenin, para asegurar sus privilegios, internamente mantuvo con represión el control sobre la clase obrera, y traicionó la revolución socialista en el plano internacional para mantener la “coexistencia pacífica” con el imperialismo. Tras la segunda guerra mundial, la extensión de los regímenes stalinistas al este de Europa, aunque creó estados obreros deformados burocráticamente, no significó un impulso a la revolución internacional, sino el sojuzgamiento de la clase obrera este-europea bajo la dictadura de la burocracia, y el establecimiento del pacto de coexistencia pacífica con el imperialismo. Por otro lado, el PC maoísta, tomó el poder en China en base a la guerra campesina, luego de que el stalinismo llevara a la derrota a la joven clase obrera en Shangai y Cantón. El maoísmo, hijo del stalinismo, impuso desde el principio una férrea dictadura burocrática apoyada en el partido-ejército campesino. El carácter nacional de las burocracias pequeñoburguesas, impidió la integración de los estados obreros degenerados y deformados que dirigían, en una federación de estados obreros que potenciara el desarrollo conjunto de sus fuerzas productivas. El stalinismo y el maoísmo no sólo no fueron el “socialismo real”, sino que bloquearon toda posibilidad de desarrollo socialista. Tanto Lenin como Trotsky, basándose en el marxismo, entendieron que el socialismo nunca podría conquistarse en las fronteras de un solo país, sólo se podía alcanzar con la derrota del imperialismo en el plano internacional. El capitalismo en su fase imperialista, transformó las economías nacionales en partes subordinadas e interdependientes de una única economía mundial. La propiedad privada de los medios de producción y los estados nacionales son una traba históricamente absoluta al desarrollo de las fuerzas productivas. Las sucesivas crisis económicas y dos guerras mundiales lo confirman.

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Un nivel de desarrollo económico capaz de asegurar la desaparición de la división de la sociedad en clases, y capaz de dar a cada cual según sus necesidades y reclamarle su aporte a la sociedad según sus posibilidades y capacidades, es decir, el socialismo, sólo es posible si se expropia a la burguesía en los países imperialistas más importantes y se liquida la traba de las fronteras nacionales por medio de una federación libre de estados socialistas. Los estados obreros transitorios solo podían ser jalones, palancas en la lucha por la revolución mundial. Sin embargo los regímenes stalinistas a la par que defendían sus prebendas, sus privilegios como casta burocrática, socavaban las bases económicas para la transición al socialismo y traicionaban la revolución internacional pactando el status-quo con el imperialismo. La expropiación de la burguesía posibilitó un gran desarrollo de las fuerzas productivas, pero que inevitablemente, con la dirección de la burocracia stalinista, habría de agotarse en sus límites nacionales y ante la presión del imperialismo. Finalmente el pronóstico alternativo de Trotsky que indicaba que, o triunfaba la revolución obrera contra el stalinismo y contra el imperialismo en el plano internacional o la restauración capitalista se impondría en los estados obreros burocráticos, se cumplió por la negativa. A fines de los 70 las economías nacionales burocráticamente planificadas comenzaron a declinar, durante los 80 se estancaron y al final llegó su derrumbe. Las derrotas de la revolución política contra los regímenes stalinistas en Alemania, Hungría, Checoslovaquia y Polonia, entre el 50 y el 80, y del ascenso obrero en Europa Occidental del 68, paralelamente a la liquidación de la IV Internacional a causa del revisionismo, abrieron paso a la restauración del capitalismo. Los procesos que llevaron a la restauración fueron diferentes en la URSS-Europa del Este que en China. En la URSS, un ala de la burocracia apoyada en el descontento de las masas llevó a la caída del régimen del PCUS, para imponer un régimen burgués parlamentario con fuertes rasgos bonapartistas. En China la burocracia del PC, apoyada en la unidad del ejército, derrotó a las tendencias “democráticas” restauracionistas en Tien An Men, para conducir la restauración con mano de hierro desde el poder controlado por el aparato del PC apoyado en las FFAA. Si es imposible el socialismo en un solo país, es menos posible todavía llegar al socialismo en una pequeña isla como Cuba. Si estados obreros burocráticos de incomparablemente mayor desarrollo económico sucumbieron a la restauración capitalista, sólo el triunfo de una revolución política, con una dirección obrera marxista revolucionaria, impulsando la revolución socialista internacional, hubiera sido capaz de sostener el estado obrero cubano. Pero la burocracia castrista nunca fue ni obrera ni marxista. Su carácter pequeñoburgués los llevó a ir por el camino de la restauración capitalista, a la vez que tratan

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de sostenerse en el poder para asegurarse un lugar privilegiado dentro de la nueva burguesía emergente. A fines de los 70, la burocracia cubana, dependiente de la burocracia soviética, fue plenamente consciente de que la situación estaba cambiando. Por eso cuando los sandinistas tomaron el poder les aconsejó no hacer una nueva Cuba en Nicaragua, es decir que no expropiaran a la burguesía. Ya durante los 80 implementaron algunas tibias reformas, las que se fueron profundizando en los 90. Las principales concesiones se le hicieron a las inversiones de capital imperialista.

Fuente: Estadísticas del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración. Febrero 2001.

estatales y con ello la posibilidad de planificación económica y se eliminó el monopolio estatal del comercio exterior. Con ello las empresas estatales producen según las normas del mercado y no según un plan elaborado centralmente por el estado. Por eso, el hecho de que una gran parte de las empresas sigan siendo estatales no puede ser el elemento determinante para establecer el carácter de clase del estado. Es el mercado el que guía la producción de las empresas estatales y no un plan económico (sea bueno o malo) centralizado, basado en el control estatal de las principales palancas productivas. Es por esto que afirmamos que Cuba ya es un estado capitalista. Sin embargo, agregamos que la restauración no está totalmente consumada, por una razón fundamental: no hay libre derecho de propiedad privada, por lo cual no hay una burguesía nacional ya consolidada como clase, con todos los derechos sobre la propiedad que ello implica. El estado es el que autoriza la instalación de empresas privadas. Y solo se autorizan explotaciones pequeñoburguesas (pequeños comedores llamados “paladares”, taxis, alojamientos para turistas, pequeñas tiendas y negocios, etc., es decir cuentapropismo, pequeñas industrias y comercios familiares). Los campesinos pueden comercializar en el mercado una parte importante de la producción, pero no pueden comprar ni vender la tierra que en su gran mayoría sigue siendo propiedad estatal. En el plano de la inversión extranjera, se les garantiza la propiedad de sus inversiones, pero en la mayoría de los casos se trata de concesiones de explotación a un plazo definido, aunque en general sea por muchos años o renovable.

El programa: En este sentido, como la restauración no está consolidada, el programa de los revolucionarios socialistas no puede ser el de la “democratización” de Cuba (como plantea, por ejemplo, la LIT) que es el programa del imperialismo. Sin embargo, la restauración avanzó lo suficiente como para cambiar el carácter social del estado por lo que Fuente: Estadística del Ministerio de Inversiones Extranjeras. tampoco se trata sólo de un programa de (Extraído de “La inversión extranjera en Cuba. Peculiaridades”, de revolución política como propone el PTS. El Omar Pérez Villanueva, con datos de fines de los 90) programa debe expresar los antagonismos de la estructura social, y las tareas que se le plantean a la clase obrera: una combinación de tareas de la revolución política y de la revolución socialista. Es decir: no democracia en general ni para todos los partidos Las inversiones extranjeras en asociación con empresas políticos, sino democracia sindical y libertad política sólo para estatales (empresas mixtas), contratos de administración, y la clase obrera; por la formación de consejos obreros de base empresas de capital totalmente extranjero, fueron ocupando para administrar las empresas estatales y para establecer el las principales ramas de producción, e incluso el sector control obrero en las empresas extranjeras; por la inmobiliario y financiero. expropiación de las empresas imperialistas, que sea la clase Aproximadamente el 50% de la tierra estatal fue cedida en obrera la que decida democráticamente que concesiones se usufructo privado de las cooperativas de campesinos (UBPC) hacen al capital extranjero y bajo que condiciones; por la y a campesinos individuales, quienes aportan el 60% del total reimplantación del monopolio del comercio exterior; por de la producción agropecuaria, una parte de la cual puede ser granjas colectivas estatales para el campo; por la formación comercializada en los mercados libres agropecuarios. de comités de soldados que elijan a los oficiales y por el Otras reformas fueron destinadas a favorecer la acumulación armamento general de la clase obrera. Por una revolución privada de una capa de la burocracia, al permitir el obrera y socialista que derroque a la camarilla burocrática del establecimiento de pequeñas industrias y comercios PC, las FAR, el consejo de estado y la asamblea nacional “de (pequeños negocios familiares). poder popular”, y establezca un gobierno obrero basado en Pero además se liquidó la centralización de las empresas un consejo general de obreros de la industria y el campo. 

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-------------------------------------------Alrededor del carácter de clase del estado cubano y del programa que los revolucionarios deberíamos levantar en la nueva situación, hay diferencias sustanciales entre las corrientes que se reivindican trotskistas. Analizamos a continuación algunas de estas posiciones.

PTS (FTCI): el último estado obrero, o el estado obrero... en una sola isla El PTS, en cambio, dice que Cuba todavía es un estado obrero. Sería el último de los estados obreros ya que consideran que tanto en China, Vietnam, etc., ya triunfo la restauración. Pero no en cuba. Estamos en presencia de un raro fenómeno. Como se explica esto, que el capitalismo sea restaurado en todas partes menos en Cuba, que los estados obreros burocráticos que se derrumbaron en todos lados se mantiene en una pequeña isla. Como fundamenta el PTS su posición?: Dice el PTS que a pesar de que las medidas adoptadas por la burocracia castrista durante el período especial debilitaron las bases del estado obrero deformado cubano, no se produjo todavía un salto de calidad. La propiedad nacionalizada se mantiene, el 81,8 % de los trabajadores está ocupado en el sector estatal, contra sólo un 18,2% en el sector no estatal (5,4% en cooperativas, 3,2 % cuentapropistas y 9,6 % en el sector privado). Y polemizando con el PSTU agrega: “Esto es lo que no puede explicar el PSTU sencillamente porque las concesiones al capital extranjero imperialista, los joint venture y la reintroducción de ciertas medidas de mercado, todavía no han cambiado las relaciones sociales en las que se basa esencialmente el estado, en la que sigue predominando la propiedad nacionalizada de los medios de producción, lo que hasta el momento ha impedido que se recree una clase propietaria y explotadora. Y esto constituye una diferencia cualitativa entre la estructura social cubana y cualquier otro país semicolonial de América latina, incluido Venezuela.” Es notable el esfuerzo del PTS por minimizar el impacto de las concesiones al capital extranjero u obviar que el 77 % de la producción agrícola proviene de la actividad privada (según sus propios datos), o la importancia de la liquidación del monopolio estatal del comercio exterior, o peor aun la omisión de que desde hace tiempo no existe una planificación de la economía, que la actividad de las empresas estatales está descentralizada y se rige por los parámetros capitalistas, de la “eficiencia” para autofinanciarse, manteniendo una relación directa e independiente con el mercado interno y el comercio internacional. En cambio el artículo escrito por el dirigente del PTS Eduardo Molina en septiembre de 2003 es mucho más serio al analizar la profundidad que ha alcanzado el proceso de restauración. Para empezar describe con amplitud el alcance que han tenido las inversiones del capital extranjero, no sólo en el sector del turismo (el más conocido), sino también en la industria, la minería, los servicios (telecomunicaciones, electricidad, agua), energía (petróleo), financiero, el comercio exterior, señalando que al cierre del 2001 unas 784 firmas tenían una “creciente participación en el intercambio comercial total del país, el cual ascendió al 40% en el año 2000”. En ese artículo citando un estudio de Massip, García y Obregón, Molina dice que: Surgió un importante sector privado junto a - y a expensas de - la propiedad estatal,

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aunque ésta es todavía predominante. “El período especial ha significado el desarrollo de las relaciones de mercado entre las empresas socialistas, la disminución de la carga regulativa para un grupo importante de ellas, el desarrollo de la propiedad cooperativa y de la pequeña y mediana empresa privada (bajo el manto del trabajo por cuenta propia, el sector privado de la agricultura y el arrendamiento de tierras), así como de la inversión del capital extranjero.” Más abajo, luego de enunciar los diferentes tipos de propiedad existentes en Cuba según Alfredo G. González, Molina agrega: El autor deduce, lógicamente, que “al existir diversas formas de propiedad se hace necesario que las relaciones económicas se desarrollen sobre una base mercantil”. Y por supuesto, justifica la necesidad de “Personalidad jurídica de las entidades económicas y facultades para su desempeño mercantil; fortalecimiento de los contratos y mecanismos de pagos: Formas de propiedad estatal, compatibles con su operación mercantil”. Molina también es mucho más categórico en relación a la cuestión del monopolio del comercio exterior: Bajo el subtitulo de: “El monopolio del comercio exterior ha sido completamente desmantelado”, escribe: “No sólo por la autorización al sector capitalista de importar y exportar, y de manejar y repatriar incluso sus ganancias, sino por la liberalización de los controles de las empresas y entes estatales, que operan prácticamente bajo su propia responsabilidad en las importaciones y exportaciones.” (...) “Actualmente son más de 1.700 las empresas e instituciones estatales, mixtas o privadas que intervienen en el comercio exterior. El monopolio del comercio exterior es esencial como salvaguarda frente a las presiones del mercado mundial capitalista sobre la débil economía de transición. Su desmantelamiento introduce enormes presiones para la reestructuración del conjunto de la economía sobre la base de criterios capitalistas de “competitividad” y “rentabilidad”, hacia una inserción cada vez más independiente y subordinada a la dinámica del sistema capitalista imperialista.” Más adelante, Molina, describiendo como “se está desintegrando” la planificación centralizada de la economía, dice que: Anteriormente, los recursos se asignaban centralizadamente a l p r o d u c t o r, b á s i c a m e n t e e n f o r m a m a t e r i a l , y posteriormente se distribuía también centralizadamente a los consumidores, todo ello conforme a un Plan, a precios fijos. (...).y luego cita a Elena C. Alvarez González quien afirma que: “En la actualidad, la planificación a nivel nacional establece los aportes en divisas que deben realizar las entidades que generan ingresos en esas moneda; a su vez, los aportes captados centralmente, son utilizados para financiar las necesidades de la población y de aquellas actividades que no tienen ingresos en divisas con los cuales financiarse. De esta manera, la capacidad de compra en divisas la tiene hoy el demandante final de los productos, bien sea porque las genera directamente o porque las obtuvo por asignación centralizada, lo cual implica que este demandante puede adquirir el producto de un productor nacional o importarlo directamente, en función de dónde le sea más eficiente, y dónde obtenga mayor calidad y precio competitivo. Es decir, está presente un proceso de concurrencia en que los agentes económicos funcionan con arreglo a las reglas de los mercados y están en estrecho contacto con las condiciones de la competencia internacional”.

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Por otra parte Molina refiriendo estadísticas de la “estudiosa cubana” Angela Ferriol, da una visión más realista de la distribución de la fuerza laboral: “Así, el peso de la clase obrera ocupada en el sector estatal ha caído del 61% de la PEA en 1988 a sólo el 42,1% en 1994, mientras en el mismo lapso los trabajadores por cuenta propia pasaron del 1% al 19% y los sectores intermedios (campesinos, cooperativistas, etc.) saltaron del 6% al 30,2%.” A pesar de estas contundentes descripciones Molina llega a la misma conclusión que los autores del folleto especial sobre Cuba: El núcleo fundamental de la economía sigue estando en manos del estado, Cuba sigue siendo un Estado obrero deformado. Como se puede apreciar en la propia descripción de Molina, la planificación económica no sólo se está “desintegrando”, sino que ya no existe y fue reemplazada por la elaboración de un presupuesto estatal similar al de cualquier país capitalista, del cual el estado cubano se diferencia por una mayor cantidad de empresas estatales, que sin embargo no producen según “un plan centralizado”, sino en base a los requerimientos del mercado interno e internacional, es decir, sobre bases capitalistas. En otras palabras, las empresas estatales funcionan igual que bajo un régimen capitalista de estado. Evidentemente el PTS tiene un problema en su concepción de estado obrero. La nacionalización de los medios de producción es indispensable para establecer una planificación económica centralizada que permita el desarrollo de la economía de transición en dirección al socialismo. La nacionalización es una condición esencial, pero lo que le da la calidad de economía “obrera-transicional” es la planificación económica, es decir que la producción se rige según un plan centralizado por el estado y no por las leyes del mercado capitalista. Es la economía planificada lo que distingue la economía obrera, de la economía capitalista, y no un tal porcentaje de empresas estatales. Según Trotsky la liquidación de la planificación lleva a la restauración de la propiedad privada: “La caída del régimen soviético provocaría infaliblemente la de la economía planificada y, por tanto, la liquidación de la propiedad estatizada.”(La revolución traicionada, capítulo IX). Pero además indicaba que: “Si una contrarrevolución burguesa tuviese éxito en la Unión Soviética, por un largo período de tiempo el nuevo gobierno tendría que basarse en la economía nacionalizada.”(¿Ni un estado obrero, ni un estado burgués?, Escritos Tomo IX Vol 1, 1937-1938). Es decir, la sola existencia de la propiedad nacionalizada no determina el carácter de clase del estado. Sin embargo, el objetivo de la restauración, su consumación, implica la restauración del derecho de propiedad, la creación de una nueva clase propietaria. [Si] “la burocracia soviética es arrojada del poder por un partido revolucionario (...) Continuaría y ahondaría la experiencia de la economía planificada. Después de la revolución política, después de la caída de la burocracia, el proletariado realizaría en la economía importantísimas reformas sin que necesitara una nueva revolución social. Si (...) un partido burgués derribara a la casta soviética dirigente (...) El objetivo principal del nuevo poder sería restablecer la propiedad privada de los medios de producción. Ante todo, debería dar la posibilidad de formar granjeros fuertes a partir de granjas colectivas débiles, y 

transformar los koljoses fuertes en cooperativas de producción de tipo burgués o en sociedades anónimas agrícolas. En la industria, la desnacionalización comenzaría por las empresas de la industria ligera y las de alimentación. En los primeros momentos, el plan se reduciría a compromisos entre el poder y las “corporaciones”, es decir, los capitanes de la industria soviética, sus propietarios potenciales, los antiguos propietarios emigrados y los capitalistas extranjeros.”(...) Sin embargo, admitamos que (...) La burocracia stalinista continúa a la cabeza del Estado. La evolución de las relaciones sociales no cesa. Es evidente que no puede pensarse que la burocracia abdicará a favor de la igualdad socialista. (...) en el futuro será inevitable que busque apoyo en las relaciones de propiedad. Probablemente se objetará que poco importan al funcionario elevado las formas de propiedad de las que obtiene sus ingresos. Esto es ignorar la inestabilidad de los derechos de la burocracia y el problema de su descendencia. (...). Los privilegios que no se pueden legar a los hijos pierden la mitad de su valor; y el derecho a testar es inseparable del derecho de la propiedad. No basta ser director del trust, hay que ser accionista. La victoria de la burocracia en ese sector decisivo crearía una nueva clase poseedora.”(León Trotsky, “La revolución traicionada”, capitulo IX). En otras palabras, con las sucesivas reformas, la burocracia castrista ha colocado jalones fundamentales en la transformación de las relaciones sociales en Cuba, ya ha provocado un vuelco cualitativo en el carácter de clase de su economía al quebrar la planificación económica, al liquidar el monopolio del comercio exterior, al hacer que las empresas estatales se rijan por las leyes del mercado, al promover un sector privado en la economía. La restauración ha llegado al punto en que no existe más una “economía obrera” en base a la planificación económica de la producción. Sin embargo, todavía no ha llegado al punto de restablecer el derecho de propiedad. No se ha consolidado una clase burguesa autóctona. La burocracia restauracionista todavía se basa en una parte de la propiedad nacionalizada. Esta situación en la que la restauración ha liquidado el estado obrero transformándolo en un estado capitalista, pero en la que no ha terminado su obra, su objetivo final de restablecer la propiedad privada de los medios de producción y de constituir a la burocracia en una nueva clase propietaria, es la que determina las características del programa. En base a su caracterización según la cual todavía sobrevive el “Estado obrero” en Cuba, el programa del PTS (1) se restringe al programa de la revolución política. En el plano de las tareas económicas menciona revisar las concesiones hechas al capital extranjero; plantea la necesidad de “abrir el camino” a una planificación democrática, como si hoy existiera todavía alguna planificación aunque burocrática; y recuperar el monopolio del comercio exterior seriamente “socavado” durante las últimas décadas. Pero, si un partido revolucionario del proletariado derrocara a la burocracia del poder no podría “continuar y ahondar” la planificación económica, ya que esta no existe. Para restablecer la planificación económica se encontraría además ante la necesidad de cumplir tareas de la revolución social en el terreno de la propiedad: la expropiación de las inversiones imperialistas, el restablecimiento paulatino del trabajo estatal colectivo en el campo, el restablecimiento del

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Prácticamente una dictadura militar o “cívico-militar”. En base a esta caracterización sobre la naturaleza social de Cuba argumentan que hay que levantar un programa democrático burgués, cuya única consigna conocida es “democratización”. Para la LIT el programa que hay que levantar es el mismo programa que propone el imperialismo: “democratización”. Al igual que el imperialismo, apenas disimulando un poco las palabras dice que Cuba es una dictadura capitalista y que hay que luchar por la democracia burguesa. Luego apelan a la confianza en el “pueblo” cubano, en su madurez política y su capacidad de luchar contra la burguesía y el imperialismo. Este tipo de apelaciones morales no tiene nada que ver con el marxismo. En todo caso la madurez y capacidad de lucha a la que apela la LIT no fue suficiente para impedir la restauración capitalista y el alto grado de semicolonización actual de Cuba. Nosotros tenemos confianza en la clase obrera, pero es una confianza “científica”, basada en el rol histórico que le asigna su ubicación social. Pero sabemos bien que la clase obrera necesita la dirección de un partido revolucionario, ya que por su condición de clase explotada no puede llegar espontáneamente al programa marxista. La apelación de la LIT a “la madurez del pueblo” es idealismo pequeñoburgués, o adulación demagógica para justificar su capitulación. La LIT dice que al plantear la “democratización” del régimen político sus objetivos son opuestos a los del imperialismo y los gusanos. Pero no se trata de intenciones. “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones” Se trata de las consecuencias que provoca en la lucha de clases el hecho de levantar determinados programas que la ubican en la misma trinchera con el enemigo que dicen combatir. Ya a principios de los 90, basados en la concepción teórica de la “revolución democrática”, la consigna de “asamblea constituyente” ubicaba a la LIT en el mismo frente que las fuerzas restauracionistas proimperialistas en la URSS y en el Este de Europa. La LIT está en lo cierto cuando dice que las reformas en Cuba no tienen nada que ver con la nueva política económica (NEP) aplicada en la URSS por Lenin y Trotsky. Que las reformas impulsadas por la burocracia castrista significaron un salto cualitativo ya que eliminaron la planificación estatal centralizada. El problema es que si bien Cuba ya no es más un “estado obrero”, ya que la economía se rige por las leyes del mercado capitalista, todavía no se ha establecido el libre derecho a la propiedad privada de los medios de producción. La burocracia, a pesar de sus privilegios, no se ha transformado en una clase capitalista. Y a pesar del usufructo que el capital privado hace de los recursos y las fuerzas productivas, no es propietario de los principales medios de producción. Por otra parte al elaborar el programa hay que tener en cuenta el origen histórico del actual estado, la herencia que aún subsiste del “estado obrero” anterior, tanto en la estructura económica, como en la conciencia de las masas. El programa de “democratización” es un programa para un régimen dictatorial en un estado capitalista plenamente consolidado. Pero en Cuba todavía está por resolver la cuestión de la propiedad, todavía en gran medida en manos del Estado. Por otra parte “democratización” significa que llaman a luchar por una Cuba capitalista pero con un régimen que sea

monopolio estatal del comercio exterior. Es posible que -así como los bolcheviques plantearon el control obrero como una medida de transición hacia la expropiación completa de la gran burguesía-, sea correcto plantear que (imponiendo el control obrero sobre todos los medios de producción) sean los consejos obreros que centralicen el poder estatal, quienes determinen qué concesiones al capital se mantienen y cuáles deben ser expropiadas. Tal vez, dada la situación económica de la isla y el marco de conjunto de la situación internacional, se deban mantener algunas concesiones al capitalismo e inclusive al imperialismo. Pero serán los trabajadores en defensa de sus intereses los que lo determinen. Es decir no se trata sólo de una revolución “política”, sino de una revolución que además derribar a la burocracia del poder, tiene que cumplir tareas de la revolución social, aunque se encontraría todavía con una parte importante de la propiedad nacionalizada y en manos del estado. Por otra parte, el propio programa de la revolución política es confuso: Por empezar no plantea la necesidad de derrocar a la camarilla burocrática castrista que tiene el poder en Cuba. Indica que los consejos obreros, campesinos y soldados, son necesarios para “tomar las medidas necesarias en beneficio de los trabajadores, los campesinos y las masas populares cubanas, abriendo el camino a la planificación democrática de la economía.”. Pero en primer lugar son la organización que unificará a las masas en la lucha contra la burocracia. Y sólo luego de derrocar a la burocracia, cuando se constituyan en los organismos democráticos del poder estatal, podrán cumplir la función que indica el programa del PTS. Otra cuestión de importancia es cómo se plantea la cuestión de la libertad política: El PTS dice: Garantizar la libertad de organización sindical y política de los trabajadores y los campesinos, y legalizar a todos los partidos que “demuestren” que defienden las conquistas de la revolución cubana. De esta formulación surgen varios interrogantes: ¿Quién va a garantizar “la libertad de organización sindical y política de los trabajadores y los campesinos”?. Y ¿Quién determina cuales son los partidos que deben ser legalizados?. El PTS no nos dice. Sólo una revolución política de la clase obrera contra la restauración capitalista, que derroque a la burocracia del poder, puede garantizar la libertad de las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera. Serán los consejos de obreros y campesinos revolucionarios los que determinen con su voto cuáles partidos serán considerados legales. Por otra parte, no se trata en todo caso de la “libertad sindical”, sino de que los sindicatos y la CTC sea organizaciones independientes del Estado y en las cuales sean los obreros de base los que elijan democráticamente a sus dirigentes. Si el programa no se explica de esta manera se puede creer que el PTS abriga alguna esperanza en que la burocracia castrista, bajo la presión de las masas, legalice la actividad de un partido revolucionario o renuncie a controlar férreamente a la clase obrera a través de los sindicatos.

LIT: La “democratización” de Cuba, un programa proimperialista La LIT por su parte considera que el capitalismo ya se restauró. Con lo cual Cuba sería una dictadura controlada políticamente por el PC pero apoyada en el aparato militar.

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democrático, aceptando que es imposible que un ascenso de la clase obrera y el pueblo pobre pueda revertir el curso restauracionista actual. PO: eclecticismo democratista El PO dice estar también por la revolución política y en contra de la restauración. Sin embargo el programa que plantea es por demás parcial y confuso. ”En oposición a toda forma de restauración capitalista, democrática o totalitaria, y frente a la impasse del inmovilismo, planteamos un programa - la responsabilidad y revocabilidad de todos los funcionarios del Estado, la paridad de salarios con la burocracia, la libertad de deliberación, de asamblea y de manifestación; la apertura de los libros de las empresas extranjeras y estatales, el control obrero- y la perspectiva de una estrategia socialista internacional para defender a la revolución cubana.” (2) No sabemos a qué se refieren con la “responsabilidad”. Pero la “revocabilidad” de todos los El PO dice estar también por la revolución política y en contra de la restauración. Sin embargo el programa que plantea es por demás parcial y confuso. ”En oposición a toda forma de restauración capitalista, democrática o totalitaria, y frente a la impasse del inmovilismo, planteamos un programa - la responsabilidad y revocabilidad de todos los funcionarios del Estado, la paridad de salarios con la burocracia, la libertad de deliberación, de asamblea y de manifestación; la apertura de los libros de las empresas extranjeras y estatales, el control obrero- y la perspectiva de una estrategia socialista internacional para defender a la revolución cubana.” (2) No sabemos a qué se refieren con la “responsabilidad”. Pero la “revocabilidad” de todos los funcionarios del estado, sólo es posible con un régimen estatal obrero democrático, después de derrocar a la burocracia del poder. Sin embargo el PO, tanto Altamira como Oviedo, lo formulan junto con la “reivindicación” de paridad de salarios con “la burocracia”. A la burocracia hay que derrocarla del poder, no se los puede democratizar ni rebajarle los salarios, es decir, mientras tengan el poder no dejarán de ser burócratas. Por otro lado la libertad de deliberación, de asamblea y de manifestación no está restringida a la clase obrera y en función de un programa revolucionario. Con ello, el PO se desliza a “escondidas”, hacia el mismo programa de “democratización” en general que levanta la LIT y el imperialismo.

MAS: Cuba, Estado burocrático: ni obrero ni burgués Un párrafo aparte merece el MAS, para el cual en Cuba hubo y sigue habiendo, un estado burocrático, que no es ni capitalista ni obrero (3). Como es posible que en la época imperialista de máximo desarrollo y polarización de las clases exista un estado que no es de ninguna clase, ni obrero ni burgués, un estado burocrático comparable a los de la época en las que las clases todavía no existían (como en la llamada sociedad asiática de riego) es algo que el MAS no puede explicar. Como ya planteó Trotsky ante una posición similar, es una teoría reñida con el marxismo. Quizás es por ello que la formulación de su programa es totalmente abstracta. El MAS se pronuncia en contra de la restauración capitalista y dice que lo que hace falta es un régimen de democracia obrera socialista. Pero si sólo hace falta un cambio de régimen político ¿significa esto que para el MAS las bases económico-sociales de Cuba son (o eran) las 

de un estado obrero de transición al socialismo? Hasta ahora no hemos podido encontrar una respuesta a esta contradicción en las elaboraciones teóricas de los dirigentes del MAS. Por otra parte el propagandismo abstracto del MAS se manifiesta en el poco esfuerzo puesto en desarrollar un programa para intervenir en la situación actual que se presenta en Cuba, dejando en manos de la libre “autodeterminación” de la clase obrera la tarea de decidir los destinos de Cuba y cómo defender las conquistas que subsisten de la Revolución. Notas: 1) El programa de esta revolución política debería incluir medidas elementales como: Revisar exhaustivamente las medidas del “período especial”, las concesiones hechas al capital extranjero (empresas mixtas, zonas especiales), la política monetaria y de precios. Sólo la discusión democrática de los consejos de obreros, campesinos y soldados permitirá tomar las medidas necesarias en beneficio de los trabajadores, los campesinos y las masas populares cubanas, abriendo el camino a la planificación democrática de la economía. Para esto es indispensable el control obrero de la producción y de las empresas, hoy en manos de la burocracia y los altos mandos de las FAR. Terminar con los privilegios de funcionarios estatales, permitiendo así un aumento general del salario obrero que, junto a la eliminación de la dualidad monetaria, disminuya las desigualdades sociales. Recuperar el monopolio del comercio exterior, seriamente socavado durante las últimas décadas, para contrarrestar las fuertes presiones del mercado mundial capitalista. Garantizar la libertad de organización sindical y política de los trabajadores y los campesinos, y legalizar a todos los partidos que defiendan las conquistas de la revolución cubana. Apelar a la solidaridad activa de los millones de trabajadores y campesinos de América Latina y a las oprimidos del mundo contra el imperialismo y en defensa de las conquistas de la revolución. Para llevar a cabo este programa es necesaria la construcción de un partido obrero revolucionario internacionalista, es decir trotskista, que enfrente todas las falsas opciones que se le presentan al proletariado cubano tanto desde el imperialismo como de la propia burocracia gobernante. (Suplemento especial sobre Cuba) 2) Prensa obrera 1026 y 1027 3) “Como decíamos en un artículo anterior sobre Cuba, “en últimas, esa es la clave: cómo va a responder la clase trabajadora cubana. Por nuestra parte, sostenemos que la única salida favorable a los trabajadores y las masas cubanas es un cambio revolucionario del régimen político, que tendría también consecuencias sociales para los privilegios de la burocracia. Es decir, un quiebre del estado burocrático, del poder de la burocracia, y el establecimiento de uno basado realmente en la democracia obrera y socialista (un semi-estado proletario), donde la clase trabajadora sea quien realmente tenga el poder, y pueda decidir con total libertad los destinos de Cuba y la defensa de las conquistas que subsisten de la Revolución”. (Periódico Socialismo o Barbarie, Claudio Testa, 21/02/08)

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SOBRE YIHADISMO Y FASCISMO Tras los ataques yihadistas de París pudimos constatar que varias corrientes que se reivindican trotskistas basan su posición política en la caracterización de que el yihadismo es un movimiento fascista o “semi-fascista”, o un agente del imperialismo. Así lo escriben en sus declaraciones sobre esos hechos: CIT: “Estos terroristas que dicen defender una "religión" no son mejores que los islamófobos reaccionarios.” Gauche Revolutionnaire (CIT en Francia) 8/1/15. Alan Woods de la CMI: “A pesar de su aparente oposición, los nacionalistas de derecha y los islamistas se apoyan el uno al otro y se alimentan mutuamente. De hecho, son la cara y la cruz de la misma moneda reaccionaria.” LIT-CI: “Este atentado no fue en defensa de una “causa justa” con una metodología equivocada. Fue una expresión de los que defienden un autoritarismo semifascista, con una metodología desastrosa.” PO: “La masacre de Charlie Hebdo y el atentado antisemita tienen que ser condenados sin apelación. La libertad de expresión y la vida de los trabajadores y de la población tienen que ser defendidos sin condiciones. Se trata de métodos y políticas fascistas.” <Roberto Gramar (desde París) 15/1/15 (Prensa Obrera N° 1347)> “El accionar criminal de los gobernantes franceses no puede ser soslayado con el pretexto de una masacre perpetrada por un terrorismo de clara connotación fascista, de cuyo desarrollo y crecimiento no son ajenos. En definitiva, el terror fascista de EI es un resultado de las conspiraciones de la Otan para estrangular la revolución árabe.” Pablo Heller 15/1/15 (Prensa Obrera N° 1347) FT-CI/PTS: “Recibimos con estupor y dolor la noticia del atentado ocurrido esta mañana en las oficinas de Charlie Hebdo, un semanario satírico progresista de renombre…La conmoción crece en estos momentos en la población y en los círculos progresistas a los que estaban ligados estos periodistas… Estos individuos y sus posibles cómplices, encarnan principalmente el obscurantismo más reaccionario y retrógrado. Obscurantismo financiado, directa o indirectamente, por las petro-burguesías y las petromonarquías de Golfo, aliadas de las potencias occidentales, pero que intentan sacar provecho propio a la crisis económica y geopolítica, que caracteriza la situación internacional. Este obscurantismo es a su vez alimentado por los imperialistas que, desde el 2001, intensificaron, en nombre de la "democracia", una ofensiva reaccionaria en toda la línea, a través de sus intervenciones militares, sus ocupaciones criminales y su apoyo a la política racista y colonial del Estado sionista de Israel. Juan Chingo de la FT desde París 9/1/15 SoB- Nuevo Mas: “Este ataque aberrante es una expresión de las peores ideas reaccionarias y lo condenamos firmemente…estas corrientes reaccionarias que se reivindican del Islam, han puesto en pie gobiernos ultra reaccionarios allí donde se encuentran en el poder…. estas corrientes no son para nada anti-imperialistas. Una gran parte del financiamiento de los movimientos

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reaccionarios de Medio Oriente proviene de las petromonarquias del Golfo, reaccionarias hasta la medula y aliadas de las potencias imperialistas occidentales, o de la venta de petróleo a Turquía o a otras potencias imperialistas”. GMI (CoReP): “El yihadismo no es la única corriente fascista, como lo demuestra el asesinato de un militante antifascista por un grupo nazi en Francia, los múltiples

 asesinatos de turcos por un grupo nazi en Alemania, la masacre de los jóvenes socialistas por un nazi en Noruega, las palizas a inmigrantes y el asesinato de un cantante a manos de Amanecer Dorado en Grecia, etc.” (negritas nuestras) Es decir, algunos los caracterizan directamente como fascistas, otros lo hacen indirectamente diciendo que los grupos fascistas europeos y los yihadistas son lo mismo, y otros los describen como grupos al servicio del imperialismo. Con esta caracterización algunas de estas corrientes se suman a la democracia pequeñoburguesa proimperialista europea que adhiere a la “lucha contra el terrorismo”. Mientras que otras adhieren a la teoría de “los dos demonios” por la cual, aún cuando el yihadismo se enfrenta militarmente al imperialismo, toman una posición neutral, ni con uno ni con otro, rechazando a los dos, es decir, como una variante del satchmanismo (1).

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“Los nombres en política sirven para diferenciar, y no

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para echarlo todo en un mismo saco” (L. Trotsky, La lucha contra el fascismo en Alemania) Las masacres cometidas por el EI/ISIS (o Boko Haram) contra determinadas etnias y/o adherentes a determinadas religiones consideradas por los yihadistas como infieles (como los yazidíes y los kurdos), con el objetivo de expulsarlas del territorio a conquistar, la opresión recalcitrante sobre las mujeres, los asesinatos de homosexuales, no pueden sino causar repulsión. El control dictatorial que imponen sobre la población trabajadora del territorio conquistado indudablemente está al servicio de la explotación capitalista. Por lo tanto, cualquier partido que se reivindique obrero y marxista debe considerar a estas organizaciones yihadistas categóricamente como enemigas de la clase trabajadora y de la revolución socialista. Acá no sólo no estamos discutiendo darle apoyo político al yihadismo (2), sino que por el contrario, creemos que la clase obrera y los campesinos y sectores populares pobres deben organizarse y armarse para derrotar sus intentos de imponer estados teocráticos, es decir, una dominación dictatorial. Lo que estamos discutiendo es en qué campo militar nos ubicamos en la guerra desatada entre las masas sublevadas y las organizaciones yihadistas, por un lado, y las fuerzas militares del imperialismo y sus aliados, por el otro. Porque lo que hacen las organizaciones yihadistas no es más que llevar hasta las últimas consecuencias un nacionalismo bonapartista sectario-religioso, que puede adquirir un carácter “sui generis” como todo régimen burgués de un país semicolonial. Y los marxistas tienen que distinguir cuando ese bonapartismo sui generis se apoya en el imperialismo contra las masas, de aquel que se apoya en las masas contra el imperialismo. Como diría Lenin, hay que distinguir entre el nacionalismo de una nación oprimida que lucha contra la opresión, de aquel que trata de imponer la opresión contra su pueblo u otras nacionalidades. Estas corrientes que se reivindican marxistas y trotskistas no hacen un análisis de clase del fenómeno yihadista, ni lo ubican como parte de la lucha de clases a nivel internacional. No parten de reconocer que en Irak, Siria, Libia, Malí y Yemen hay insurrecciones de masas, que se continúan en guerras civiles y de liberación nacional. Que una coalición imperialista encabezada por EE.UU y Francia ha desatado una nueva guerra con bombardeos y tropas terrestres en esos países, y que el yihadismo es parte de la lucha de los pueblos musulmanes contra el imperialismo (3), al mismo tiempo que tratan de imponer su estado teocrático. Se guían por la “forma” brutal de imponer sus concepciones religiosas a la población del territorio que logran controlar y por la utilización del método terrorista contra objetivos civiles, pero ignoran deliberadamente que son parte del frente militar que lucha contra el imperialismo, y que en gran medida es por eso que son tolerados sus abusos y su yihadismo radicalizado por las masas sunitas. Efectivamente, el EI/ISIS era una organización yihadista hasta hace poco desconocida, pero últimamente, en cuanto se transformó en el nuevo y principal enemigo de EE-UU y del gobierno proimperialista irakí, por intermedio de la campaña de propaganda imperialista se ha hecho la organización más 

conocida. Y lo que más se conoce, es que intenta imponer su dominación por métodos brutales y despreciables. Los medios de prensa internacionales dan amplia difusión de sus actos que sólo pueden causar repugnancia como cuando recientemente arrojaron a homosexuales desde un edificio para que terminen su vida estrellados contra el piso, o condenar a muerte a un grupo de adolescentes porque estaban mirando un partido de futbol, la brutalidad de la opresión de las mujeres, o el hecho mismo de pretender imponer su concepción religiosa, en el marco de un estado teocrático con un régimen dictatorial. Pero caracterizar a estas organizaciones como fascistas no sólo no es marxista, sino que es funcional a la campaña imperialista, que pretende ubicar la lucha contra el “terrorismo” yihadista en el plano de la lucha de la democracia contra el fascismo, cuando en realidad lo que busca el imperialismo es imponer su dominación en los territorios controlados por el yihadismo y en todas las naciones semicoloniales del Medio Oriente y Africa que se han levantado contra los gobiernos proimperialistas. El yihadismo no es ni más ni menos que el programa burgués teocrático que se ha impuesto en otros países como Irán (aunque en Irán domina el clero chiíta y el yihadismo es sunita), pero llevado a la práctica con los métodos de la pequeñaburguesía radicalizada y armada. Los que caracterizan al EI/ISIS como un “demonio” igual o peor que el imperialismo, al mismo tiempo apoyan la lucha de los grupos palestinos que actúan en la Franja de Gaza. El 31 de enero un tribunal de El Cairo ilegalizó al brazo armado del grupo palestino Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, acusándolo de estar implicado y de financiar atentados terroristas en territorio egipcio en la ciudad de El Aris, en la región del Sinaí, en los que murieron 30 personas. El atentado ha sido reivindicado por el grupo Ansar Beit al Maqdis, afiliado al Estado Islámico. ¿Hay una diferencia cualitativa entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) o la Yihad Islámica de Palestina con el Estado Islámico? Desde el punto de vista militar esas organizaciones tienen en común que las dos primeras se enfrentan al sionismo, principal ariete del imperialismo en la región, mientras que el EI/ISIS apoyado en el levantamiento de las masas suníes se enfrenta militarmente al gobierno proimperialista de Irak y sus aliados kurdos y a la propia coalición imperialista encabezada por EE.UU. En Siria durante un tiempo fueron también parte de la lucha armada contra Al Assad. Si Hamás ha aceptado participar en elecciones (las cuales ganó en el 2006), fue obligado por las circunstancias histórico-concretas que dieron lugar a su surgimiento, y a su enfrentamiento político con los integrantes de la OLP, pero conquistó su dominio en Gaza, aunque en otro marco, con un método similar al yihadismo, a partir de la organización de sus milicias y de una amplia red de asistencia social a la población. Por estas condiciones, y tradición más secular del pueblo palestino, es que el Hamás se adaptó e impuso una versión menos radical de la Sharia. ¿Y qué diferencia hay entre el EI/ISIS y los talibanes? ¿Acaso no había que ubicarse militarmente del lado de los talibanes contra la invasión de Afganistán por parte de la coalición

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imperialista? Errores similares de caracterización ha cometido en la historia el stalinismo, cuando caracterizaba a la socialdemocracia alemana como socialfascismo. O el PC y el PS argentinos, que caracterizaban al peronismo como fascista. En el primer caso, esa caracterización llevó a abrirle el paso al triunfo de Hitler, el verdadero fascismo. Y en el segundo caso llevó al PC y al PS a ponerse del lado del frente burgués proimperialista, la Unión Democrática, contra las masas trabajadoras dirigidas por el peronismo. Las corrientes trotskistas se horrorizan con los métodos “bárbaros” del yihadismo, pero olvidan que la verdadera barbarie viene de la mano del imperialismo, que ha arrasado pueblos enteros, que asesina a mansalva a la población civil en sus campañas “civilizadoras”, que destruyó con bombas racimo, y bombas con químicos letales, ciudades enteras como en Fallujah (Irak). Que secuestra y tortura en cárceles clandestinas. ¿Hace falta que recordemos más atrocidades imperialistas? No sólo es portador de la “barbarie” en su intervención directa, sino indirectamente apoyando dictaduras feroces como la Junta Militar argentina o la dictadura de Pinochet, para nombrar sólo dos de las más conocidas en América Latina, pero podríamos seguir la lista. Las corrientes trotskistas que pretenden justificar su posición argumentando el financiamiento imperialista al yihadismo, desconocen conscientemente las contradicciones entre el imperialismo y las burguesías nacionales de los países semicoloniales. Para poner un solo ejemplo, de los innumerables que hay en la historia. ¿Acaso la dictadura militar argentina no fue un agente directo del imperialismo yanky? ¿Y acaso no fue una política justa la unidad de acción militar de los trotskistas argentinos con la dictadura militar encabezada por el general Galtieri cuando esta se enfrentó contra el imperialismo inglés (apoyado por EE.UU) en la guerra de Malvinas, aún cuando la dictadura había torturado y desaparecido-asesinado a 30 mil activistas obreros y populares, y reprimido las huelgas obreras? ¿El yihadismo es fascismo? ¿Qué es el fascismo? “El fascismo es un medio específico de movilizar y organizar a la pequeñoburguesía en interés social del capital financiero.” (L. Trotsky, “Bonapartismo y Fascismo”) “Los comunistas italianos, que se han enfrentado desde hace mucho tiempo al problema del fascismo, han protestado más de una vez contra la utilización muy extendida y errónea del concepto. En la época del VI congreso de la Internacional Comunista, Ercoli (seudónimo de Palmiro Togliatti) desarrollaba todavía posiciones sobre el problema del fascismo que son consideradas ahora como <trotskistas>. Definiendo al fascismo como el sistema más consecuente y más acabado de la reacción, Ercoli explicaba: <<Esta afirmación no se basa ni sobre los actos terroristas y crueles, ni sobre el gran número de obreros y campesinos asesinados, ni sobre la ferocidad de los diferentes tipos de tortura ampliamente empleados, ni sobre la severidad de las condenas; está motivada por la destrucción sistemática de todas las formas de organización de las masas. En esto Ercoli tiene totalmente razón: la esencia y el papel del

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fascismo consiste en liquidar completamente todas las organizaciones obreras e impedir el renacimiento de las mismas”. (L. Trotsky, “Democracia y fascismo”, en “La lucha contra el fascismo en Alemania”) Si bien comúnmente los fascistas lanzan sus bandas armadas para atacar a las minorías étnicas o religiosas, en realidad este es un objetivo “secundario” de sus ataques, ya que en esencia el fascismo está dirigido a aplastar al movimiento obrero al servicio del imperialismo. Organizaciones como Amanecer Dorado (Grecia) o Svoboda y Pravy Sektor (Ucrania) son directamente fascistas. Sus bandas armadas son utilizadas para atacar a la clase obrera o a los inmigrantes y opositores “marxistas” con métodos de guerra civil. Otras organizaciones con forma de partido electoral, como el Frente Nacional de Marine Le Pen, tienen un carácter pre-fascista porque todavía no han organizado sus bandas armadas, tal como era el movimiento nazi de Hitler cuando se presentaba a elecciones y juraba que iba a defender la democracia. Pero se postulan para cumplir su

función de aplastar al proletariado al servicio del capital financiero imperialista, cuando llegue la hora. Este es el verdadero fascismo. Estas corrientes que se reivindican trotskistas son incapaces de distinguir bajo la forma política, el contenido económico y social. Trotsky afirmaba que si se prescindía del carácter social de la URSS, por sus métodos, la burocracia soviética no se diferenciaba en nada del fascismo. Podríamos decir lo mismo del yihadismo islamista. Sus métodos no se diferencian de los del fascismo. Pero se trata de un movimiento de base social pequeñoburguesa de países semicoloniales, no sólo oprimidos por el imperialismo en general, sino en los cuales el imperialismo actualmente está interviniendo militarmente. Es totalmente opuesto por el vértice al fundamentalismo cristiano del Tea Party. Eso sí que es el huevo de la serpiente fascista. Para darle cierta coherencia a la caracterización de fascismo se ha insistido mucho en que el yihadismo es un agente directo del imperialismo. ¿Qué raro, no? Porque en Irak la coalición imperialista encabezada por EE.UU está bombardeando al EI/ISIS y tratando de restaurar la autoridad del gobierno irakí, y fortalecer su ejército con tropas de elite norteamericanas para combatirlos en tierra. En Siria, a pesar de que el imperialismo quisiera derrocar al régimen de Al Assad, indirectamente lo ha fortalecido al atacar con sus

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bombardeos las posiciones del EI/ISIS, no solo en las cercanías del Kurdistán sirio, sino también en los alrededores de Alepo. Los propios kurdos sirios de Kobane han reconocido que si no fuera por los bombardeos imperialistas no habrían podido recuperar su ciudad (4). EE.UU ejerció presión diplomática sobre Turquía para que permitiera pasar a tropas peshmergas para fortalecer la lucha de los kurdos de Kobane. En Libia la coalición de milicias musulmanas Fajr Libia (Amanecer de Libia), que han instalado su gobierno en Trípoli, y la yihadista Ansar al Sharía, enfrentan a las del general Jalifa Heftar que defiende al gobierno de Tobruk reconocido por “la comunidad internacional”. El imperialismo francés envió su fuerza aérea a bombardear las milicias islamistas (Ansar Dine y Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental-MUYAO y Al Qaeda en el Magreb Islámico-AQMI) que combaten en el norte de Malí, y reforzó con tropas terrestres la capital Bamako para sostener al gobierno de Ibrahim Keita, quien participó en primera fila en la marcha contra el ataque a Charlie Hebdo en París. Cuando el yihadismo se enfrenta militarmente contra el imperialismo o sus agentes directos, estas corrientes que se reivindican trotskistas apelan a teorías maquiavélicoconspirativas. Por su adaptación a la pequeñaburguesía, son incapaces de ver el carácter contradictorio de estas organizaciones, determinado por su carácter burgués de un país oprimido por el imperialismo. “En política, lo más importante y, en mi opinión, lo más difícil es definir por un lado las leyes generales que determinan la lucha a muerte que se libra en todos los países del mundo moderno, y por otro descubrir la combinación especial de estas leyes para cada país. Toda la humanidad actual, desde los obreros británicos a los nómades etíopes, vive atada al yugo del imperialismo. No hay que olvidarlo ni un solo minuto. Pero esto no significa que el imperialismo se manifiesta de la misma manera en todos los países. No. Algunos países son los conductores del imperialismo, otros sus víctimas. Esta es la línea divisoria fundamental de los estados y naciones modernos. Desde esta perspectiva y solamente desde ella, hay que considerar el problema tan compleja de fascismo y democracia.” “Del mismo modo, tampoco podemos hablar del fascismo en “general”. En Alemania, Italia y Japón el fascismo y el militarismo son las armas de un imperialismo ambicioso, hambriento y por lo tanto agresivo. En los países latinoamericanos el fascismo es la expresión de la dependencia más servil del imperialismo extranjero. Tenemos que ser capaces de descubrir, bajo la forma política, el contenido económico y social.” “En conclusión, es imposible combatir el fascismo sin combatir al imperialismo. Los países coloniales y semicoloniales deben luchar antes que nada contra el país imperialista que los oprime directamente, más allá de que lleve la máscara del fascismo o de la democracia.” (L. Trotsky, Combatir al imperialismo para combatir al fascismo) La posición de Trotsky, en relación a que ubicación había que tener en un enfrentamiento militar entre una nación oprimida y el imperialismo, no deja lugar a dudas. “En todos los casos en que ella (la burguesía nacional) 

enfrenta directamente a los imperialistas extranjeros o a sus agentes reaccionarios fascistas, le damos nuestro pleno apoyo revolucionario, conservando la independencia integra de nuestra organización, de nuestro programa, de nuestro partido, y nuestra libertad de crítica.” (L. Trotsky, Discusión sobre América Latina) “No conozco suficientemente la situación de cada uno de los países latinoamericanos como para permitirme una respuesta concreta a las cuestiones que usted plantea. De todos modos me parece claro que las tareas internas de estos países no se pueden resolver sin una lucha revolucionaria simultánea contra el imperialismo. Los agentes de Estados Unidos, Inglaterra, Francia (Lewis, Jouhaux, Toledano, los stalinistas) tratan de sustituir la lucha contra el imperialismo por la lucha contra el fascismo. En el último congreso contra la guerra y el fascismo fuimos testigos de sus criminales esfuerzos en este sentido. En los países latinoamericanos los agentes del imperialismo “democrático” son especialmente peligrosos, pues tienen más posibilidades de engañar a las masas que los agentes descubiertos de los bandidos fascistas. Tomemos el ejemplo más simple y obvio. En Brasil reina actualmente un régimen semifascista al que cualquier revolucionario sólo puede considerar con odio. Supongamos, empero, que el día de mañana Inglaterra entra en un conflicto militar con Brasil. ¿De qué lado se ubicará la clase obrera en este conflicto? En este caso, yo personalmente estaría junto al Brasil “fascista” contra la “democrática” Gran Bretaña. ¿Por qué? Porque no se trataría de un conflicto entre la democracia y el fascismo. Si Inglaterra ganara, pondría a otro fascista en Río de Janeiro y ataría al Brasil con dobles cadenas. Si por el contrario saliera triunfante Brasil, la conciencia nacional y democrática de este país cobraría un poderoso impulso que llevaría al derrocamiento de la dictadura de Vargas. Al mismo tiempo, la derrota de Inglaterra asestaría un buen golpe al imperialismo británico y daría un impulso al movimiento revolucionario del proletariado inglés. Realmente, hay que ser muy cabeza hueca para reducir los antagonismos y conflictos militares mundiales a la lucha entre fascismo y democracia. ¡Hay que saber descubrir a todos los explotadores, esclavistas y ladrones bajo las máscaras con que se ocultan!” (L. Trotsky, La lucha antimperialista es la clave de la liberación) “Los marxistas no guían una guerra basándose en consideraciones morales o sentimentales, sino en su concepción social de un régimen y de sus relaciones con los otros. Apoyamos a Abisinia no porque el Negus fuera "moral" o políticamente superior a Mussolini, sino porque la defensa de un país atrasado contra la opresión colonial es un duro ataque al imperialismo, que es el principal enemigo de la clase trabajadora de todo el mundo.” (L. Trotsky, En defensa del marxismo, Balance de los acontecimientos en Finlandia) “Desde luego, somos partidarios de la derrota de Italia y de la victoria de Etiopía y, por consiguiente, debemos hacer todo cuanto esté a nuestro alcance por impedir que el imperialismo italiano reciba apoyo de las demás potencias imperialistas y, a la vez, facilitar en lo posible el envío de armamentos, etcétera, a Etiopía. Sin embargo, queremos subrayar que no se trata de una lucha contra el fascismo sino contra el imperialismo. Existiendo una guerra de por medio, para nosotros, no se trata de determinar quién es "mejor", si el Negus o Mussolini, por el contrario, es un problema de las relaciones entre las clases y de la lucha por la independencia de una nación subdesarrollada frente al imperialismo.” (L.Trotsky, El conflicto ítalo-etíope) El carácter del yihadismo El yihadismo es una organización nacionalista burguesa, de

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sectores burgueses desplazados, que moviliza a la pequeñoburguesía empobrecida y sectores de las masas pobres, marginales o desocupados. Intenta establecer su propio Estado (el califato), fundado no en una determinada nacionalidad o etnia, sino en una comunidad religiosa, la Umma sunníta. Refleja varios fenómenos y se desarrolla en medio de las contradicciones que atraviesan la región: la lucha entre la burguesía chiíta de Irán y la burguesía sunita de Arabia Saudita por el predominio regional; la intervención militar del imperialismo yanky en la región; el fracaso de los “partidos” musulmanes “moderados” como la Hermandad Musulmana, la bancarrota del stalinismo y la inexistencia de partidos trotskistas revolucionarios; la profundización de la crisis

económica mundial; la capitulación al imperialismo del viejo nacionalismo-burgués secular árabe. El carácter dictatorial-bonapartista del yihadismo es común a todos los nacionalismos burgueses de los países semicoloniales. El nacionalismo en sí mismo es reaccionario porque la economía hace ya mucho tiempo se ha transformado en una unidad mundial. Pero mientras que el nacionalismo de un país desarrollado, que ya ha constituido su estado nacional, es absolutamente reaccionario, el nacionalismo de un país semicolonial puede cumplir un rol progresista en la medida que se enfrente a la dominación imperialista. Porque desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas, un país semicolonial todavía tiene que alcanzar la independencia de la dominación imperialista para alcanzar su pleno desarrollo nacional. Por eso, en los países semicoloniales, la lucha que episódicamente puedan emprender organizaciones nacionalistas burguesas contra la opresión imperialista o de sus gobiernos lacayos es progresiva. La lucha antiimperialista no puede ser llevada hasta el fin por las organizaciones de la burguesía nacional, porque para ello deberían movilizar y armar al proletariado, lo que implicaría de hecho un cuestionamiento a su propia dominación. El yihadismo, por eso, no pretende librar una lucha consecuente contra el imperialismo en la región, sino sólo arrebatar una porción del territorio, y con ello de la renta petrolera, en beneficio del sector burgués que representa. El intento de establecer un estado teocrático (califato) es reaccionario, y doblemente reaccionario cuando este estado se trata de imponer por medio de una limpieza étnico-

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religiosa. Por eso la lucha antiimperialista sólo puede triunfar si el proletariado logra arrebatar a la burguesía la dirección de las masas populares e instaurar la dictadura del proletariado. Pero el interés nacional burgués del yihadismo, lo lleva a enfrentarse militarmente contra el imperialismo. Y cuando esto ocurre, como en Irak, debemos combatir en el mismo frente militar junto con las masas sunitas contra el imperialismo y la opresión del gobierno irakí. Algunas corrientes trotskistas alegan que el yihadismo no es antiimperialista. Vaya descubrimiento. Trotsky, luchó contra el stalinismo que le capitulaba al Kuomintang de Chiang KaiShek; negó que fuera antiimperialista, sin que por ello debiera renunciar a la posibilidad de establecer “acuerdos circunstanciales estrictamente prácticos para un fin claramente definido” con el partido nacionalista burgués (Ver “La naturaleza de la burguesía colonial” en “Stalin el gran organizador de derrotas. La III Internacional después de Lenin”). En consecuencia Trotsky planteó la unidad en el campo militar con Chiang Kai-Shek contra el invasor imperialista japonés, aún después de que este había masacrado a los militantes del PC chino. “Participar activa y conscientemente en la guerra civil no significa “servir a Chiang Kai-shek” sino servir a la independencia del país colonial a pesar de Chiang Kaishek. Y las palabras dirigidas contra el Kuomintang son los medios para educar a las masas para el derrocamiento de Chiang Kai-shek. Al participar en la lucha militar bajo las órdenes de Chiang Kai-shek, puesto que desgraciadamente él tiene el mando de la guerra por la independencia, nos preparamos políticamente para el derrocamiento de Chiang Kaishek... esa es la única política revolucionaria. Los eiffeistas contraponen la “política de la lucha de clases” a esta política “nacionalista y socialpatriota”. Lenin combatió esta política abstracta y estéril durante toda su vida. Para él, los intereses del proletariado mundial dictaban el deber de ayudar a los pueblos oprimidos en su lucha nacional y patriótica contra el imperialismo. Quienes no lo hayan comprendido aún, casi un cuarto de siglo después de la guerra imperialista y veinte años después de la revolución de octubre, deben ser rechazados implacablemente por la vanguardia revolucionaria como los peores enemigos internos. ¡Éste es el caso de Eiffel y sus compinches!” (L. Trotsky, Sobre la guerra chino-japonesa) El nacionalismo de un país semicolonial “sui generis” (de izquierda) se apoya en la clase obrera contra el imperialismo mientras trata de utilizar al campesinado o las clases medias, al aparato militar y a la burocracia sindical para imponer un control contra el proletariado. Dado que el yihadismo se ha expandido en países -o sectores de ellos- de un desarrollo industrial burgués retrasado, no se apoya en la clase obrera sino en la pequeñoburguesía y en las milicias reclutadas en la población pobre y desclasada en general, lo cual le da de entrada un carácter más reaccionario, ya que no tiene que hacer concesiones progresistas al proletariado. Esto tiene que ver también con que aspiran a vivir de la renta petrolera y no de un desarrollo industrial. Esto mismo es lo que le da un

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carácter reaccionario general al conjunto de las burguesías árabes de la región. La diferencia está en que mientras algunas burguesías ya han llegado a acuerdos con el imperialismo desde hace décadas, como la saudí, estos sectores desplazados de la burguesía buscan su lugar bajo el sol, que tienen que obtener rompiendo la actual división-reparto del Medio Oriente, y conquistando su parte por medio del enfrentamiento armado con el imperialismo y sectores de la burguesía regional. El/ISIS en Irak Esto hace que las acciones del EI/ISIS tengan un carácter contradictorio. En Irak se enfrentan al gobierno proimperialista de Al Maliki y su sucesor Haider al Abadi, apoyado por los kurdos que son sus aliados y sostienen ese régimen proimperialista, y con el mismo imperialismo que bombardea sus posiciones y reenvía tropas para combatirlos en tierra. Nos ubicamos militarmente contra el EI/ISIS cuando estos buscan desplazar a los kurdos de Irak de su territorio histórico. Pero si los kurdos junto con el ejército irakí y el imperialismo atacan al EI/ISIS y a la población sunita para mantener el régimen proimperialista estamos en el bando militar con estos últimos. Mientras que desde los medios de propaganda burgueses y varios sectores de “izquierda” se quiere instalar la idea de que el EI/ISIS es sólo una banda de mercenarios, otros se ven obligados a reconocer que tienen alguna base de masas y que en ese sentido expresan la lucha del pueblo sunita de Irak contra la opresión del gobierno proimperialista. “En 2011, Estados Unidos terminó de retirar sus tropas de Irak. Esto tuvo como resultado la apertura de la “caja de Pandora” de los enfrentamientos étnico-religiosos. El Estado irakí agudizó aún más su carácter sectario, desalojando a los sunitas de los pocos espacios de poder que ocupaban. Sectores importantes de la población sunita irakí finalmente estallaron en una revuelta abierta bajo el influjo de la “Primavera Árabe” en toda la región, exigiendo el fin de las políticas sectarias, la discriminación y la corrupción del gobierno. El gobierno de Maliki respondió con una fuerte represión con decenas de muertos. El aplastamiento de estas protestas de carácter laico, la dio la oportunidad al islamismo más reaccionario. Las tribus sunitas declararon entonces a principios de 2014 el comienzo de la insurrección armada. Es allí donde se forjó la coalición político-militar hegemonizada por el “Estado Islámico”, que hoy se expande por el país y amenaza con tomar Bagdad.” (…) A esto se le suma el apoyo local que obtienen de parte de los sectores empobrecidos, especialmente los rurales, de la población sunita. Tribus enteras le declararon lealtad a ISIS en ambos países. Por último, pero nada menor, en el caso sirio se suman a las filas de ISIS combatientes que provienen de guerrillas más “moderadas” pero cuyas brigadas dejaron de ser viables por falta de envergadura político-militar. (Ale Kur, Socialismo o Barbarie, 19/06/14) Antes de que el PO se sumara a las corrientes que caracterizan como fascistas al EI/ISIS, hacía esta descripción del proceso de movilización y el levantamiento insurreccional de las masas sunnitas en Irak. “El grupo islamista EIIL (Estado islámico de Irak y del 

Levante) declaró la creación de un nuevo “Califato Islámico”, basado en la ley islámica, en la totalidad de los territorios que controla desde el noreste sirio hasta el oeste iraquí. Sin embargo, la insurgencia en Irak es protagonizada por sectores heterogéneos. Si bien la potencia militar la aporta el EIIL, la estabilización y soporte territorial son sostenidos por las tribus o los consejos locales en cada pueblo o ciudad enfrentada al gobierno de Bagdad. “Milicias sunnitas locales (y no el EIIL) mantienen la defensa de las localidades tomadas por los rebeldes. Entidades gubernamentales podrían ser formadas en Mosul, Salah Ad-din y Anbar, para formar una región autónoma sunnita similar a la kurda en el noreste iraquí” (Executive Intelligence Review, 20/6). Sectores 'baathistas' (partido secular de Saddam Hussein) junto a otras agrupaciones tribales sunnitas son coordinadas por el Consejo de Insurgentes de Anbar, que, a su vez, coordinaría con EIIL y con el servicio de inteligencia saudí (Stratfor, 17/6). Los que hoy combaten junto a los islamistas están motivados por la lucha contra el gobierno central y no por la conformación de una teocracia. El levantamiento de la minoría sunnita viene desde finales de 2012, con movilizaciones populares contra el desempleo, la corrupción, el 'sectarismo' (atribuido a la alta influencia iraní) y los miles de presos políticos. Al-Maliki desarrolla una política de persecución étnica; 10 mil jóvenes sunnitas se encuentran encarcelados y se vale de una ley anti-Baath (que prohíbe la participación política de los seguidores del antiguo régimen de Saddam) para atacar y perseguir a todo el arco político sunnita en su conjunto, al que acusa de colaborar con el terrorismo. Las protestas en la provincia de Anbar (mayoría sunnita) fueron fuertemente reprimidas por el Ejército y Mosul bombardeada, generando una gran cantidad de expulsados, que desde enero de este año, escaparon del embate gubernamental (Al Jazeera, 2/7). Estados Unidos presiona a Al Maliki para la conformación de un gobierno de 'unidad nacional' de shiítas, sunnitas y kurdos, como un modo de sostener el orden político. Sin embargo, esto pende de un hilo: Maliki no puede juntar quórum y la sesión parlamentaria para formar el nuevo gobierno, debía sesionar la semana pasada, se pospuso para agosto (ídem, 7/7); porque los partidos sunnitas y kurdos la boicotearon. La dirección kurda quiere aprovechar la crisis para avanzar en una mayor autonomía con respecto a Bagdad, incluso baraja la posibilidad de un referéndum de independencia para los próximos meses. El 'sectarismo' oficial del gobierno de Maliki es dejado de lado a la hora de atacar a los trabajadores. La ley laboral que rige Irak se mantiene desde la época de Saddam Hussein, la que prohíbe a los trabajadores estatales la asociación sindical independiente del Estado (maestros, portuarios, petroleros y el 80 por ciento de la industria iraquí dependen del Estado) y declara ilegal la organización de cualquier protesta. Los pulpos petroleros que explotan los yacimientos del país mesopotámico -como Exxon, Chevron y British Petroleumestán chochos con una ley hecha a su medida. La regulación de la protesta social es una garantía que los incentiva a la hora de invertir en cualquier parte del mundo. La resistencia sunnita no fue lo único que le dio trabajo al aparato represivo de Bagdad en los últimos años. Movilizaciones obreras por mejores condiciones de trabajo, contra la discriminación, por la igualdad laboral entre hombres y mujeres, y por la libre organización de los trabajadores por fuera del Estado y las patronales recorrieron el país en los últimos años, según consta en el informe 2012 de la Confederación Internacional de Sindicatos (http://cor.to/califatoirak) Más que nunca, es esencial la irrupción revolucionaria de las masas explotadas contra todos los sectarismos y contra

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todos los gobiernos pro-imperialistas, por una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente que incluya una república palestina en sus territorios históricos. (Los alcances del Califato Islámico, Federico K., 10/7/14, Partido Obrero) Tanto la nota de SoB, como la nota del PO, expresan en general correctamente la dinámica del proceso de ascenso e insurrección de las masas sunitas de Irak, que a su vez fortalecieron las milicias yihadistas. El EI/ISIS creció a caballo de la insurrección sunita contra la opresión del gobierno proimperialista de Al Maliki y en la lucha junto con otras milicias sirias contra Al Assad. Esa es la realidad, que no encaja con la caracterización de esas mismas corrientes trotskistas y otras, de que se trata de organizaciones fascistas agentes directos del imperialismo. Por su parte en la declaración de repudio contra los ataques a Charlie Hebdo, la UIT/IS, escribió: “Repudiamos a las organizaciones reaccionarias como Al Qaeda e ISIS, que buscan instaurar dictaduras teocráticas, que fueron financiadas por el imperialismo yanqui y se encuentran amparadas y ligadas a monarquías como Arabia Saudita y otros estados pro imperialistas. Estas organizaciones con sus acciones criminales perjudican la causa palestina contra Israel, la lucha del pueblo kurdo por su autodeterminación, la revolución siria por sus libertades y no hacen más que generar confusión en los pueblos del mundo. Lamentablemente la adhesión de sectores juveniles a estos grupos reaccionarios y ultra religiosos que recurren a estos métodos criminales, tiene sus causas más profundas en el rechazo a la histórica intervención imperialista en Medio Oriente y en los países del mundo árabe, del cual el estado sionista y genocida de Israel es parte fundamental.” Es decir, la UIT/IS reconoce que “sectores juveniles”, incluyendo a jóvenes musulmanes de los países imperialistas, se unen al yihadismo como un “rechazo a la histórica intervención imperialista en Medio Oriente y en los países del mundo árabe, del cual el estado sionista y genocida de Israel es parte fundamental”. A estos jóvenes que se unen al EI/ISIS, la UIT/IS no podrá convencerlos de que son agentes directos del imperialismo, porque las milicias que integran se enfrentan militarmente al imperialismo. En Siria-Kobane En Siria, el EI/ISIS cumple ahora un rol netamente reaccionario, pues pasó de combatir a Al Assad junto a otras milicias opositoras al régimen (como el ELS o Al Nusrah), a combatirlas a ellas para conquistar su propio espacio territorial y luego a los kurdos del norte (Kobane), que han intentado mantenerse neutrales en la guerra civil en Siria, aislándose y en algunos casos llegando a acuerdos con el régimen, pero sin combatir de su lado. En la lucha del EI/ISIS contra los kurdos de Kobane, estamos plenamente del lado de estos últimos y saludamos que hayan logrado defender su ciudad de los ataques reaccionarios del EI/ISIS. En este caso, vemos como el PTS/FT-CI ha cambiado totalmente la posición equivocada que sostuvo en Libia, cuando durante los bombardeos imperialistas, acusaba a las milicias que combatían contra Kadafi, de ser las “tropas de tierra” del imperialismo, aun

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cuando la defensa de Kobane sólo fue posible por la combinación de los ataques aéreos de la coalición imperialista, junto con el valeroso combate de las milicias kurdas, incluyendo las YPJ que son integradas por mujeres (5). El funcionamiento con una democracia de base de su municipio-cantón y los derechos alcanzados por las mujeres son una gran conquista del pueblo de Kobane-Rojava. Sin embargo no adherimos a la caracterización impresionista de Convergencia Socialista por un Partido de Trabajadores (CPT), organización que se reivindica trotskista, la cual afirma que en Rojava-Kobane habría triunfado ¡¡la primera revolución socialista de este siglo!!, que es como decir que en la selva Lacandona de Chiapas (México), también habría triunfado el socialismo dirigido por el EZLN. ¿Sería una variante del socialismo por la vía pacífica en un solo municipio-cantón? Han confundido el “municipalismo libertario” y el “confederalismo democrático” (una variante de la teoría de “cambiar el mundo sin tomar el poder”), con una revolución socialista. Los límites de esta ilusión pequeñoburguesa anarco-ecologista son evidentes al quedar hechos el “jamón y queso” del sándwich entre los conflictos internacionales de la región, de los cuales es imposible abstraerse, como si no existieran, para dedicarse a la autogestión municipal. Insólitamente, además, caracterizan que los kurdos sirios derrotaron la “ofensiva imperialista” del EI/ISIS, que (según la CPT) intentaba aplastar la revolución socialista de Kobane, cuando en realidad las milicias kurdas lograron hacer retroceder a los yihadistas gracias al apoyo de los bombardeos de la coalición imperialista franco-yanky!! El interés del EI/ISIS en Kobane no era aplastar una inexistente revolución socialista, aunque su interés era igualmente reaccionario al pretender desplazar al pueblo kurdo de su territorio histórico, ya que ocupando esa Kobane lograrían el control sobre una gran parte de la frontera de Siria con Turquía. El interés del imperialismo al combatir al EI/ISIS, no es “evitar un genocidio” ni luchar por la “democracia contra el fascismo” o por la “civilización contra la barbarie”. Es que en Irak quiere sostener al régimen proimperialista, y en Siria es que prefieren negociar una salida política con Al Assad, que un triunfo yihadista que les permitiera desarrollar su expansión hacia otros países del Medio Oriente (como Jordania y Líbano, por ejemplo), cuestionando la ya extremadamente precaria estabilidad de la región. ¿Apoyamos la formación de un Estado sunita? Tal como apoyamos la formación de un estado kurdo independiente, apoyamos el derecho a la autodeterminación de los sunitas, es decir a la constitución de un estado propio, si esa es su voluntad de la mayoría, y aunque ello implique la reconfiguración de las fronteras de varios estados, que por otra parte han sido establecidas artificialmente por el imperialismo después de la I Guerra mundial. La identidad religiosa tiene aquí el mismo peso que la nacionalidad o aun mayor. Los sunitas en Irak ocupan una parte muy definida del territorio que se continua –frontera de por medio- en Siria. Muy probablemente la idea de los sunitas de tener su propio Estado ha ganado peso a partir de la opresión y la represión

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desencadenadas por los gobiernos de Irak y Siria, y ese es también un factor adicional de su adhesión al EI/ISIS. Si eso fuera así, para disputarle la dirección al yihadismo hay que comprometerse a defender el derecho a la autodeterminación de los sunitas. Pero nos opondríamos con todas nuestras fuerzas a la instauración de un Estado teocrático porque implica ipso facto la persecución u opresión de las minorías nacionales o religiosas, sexuales, a la opresión de la mujer, o a la imposición forzada de la práctica o adhesión a una determinada creencia religiosa. Al mismo tiempo que apoyamos el derecho de los sunitas a su autodeterminación (incluyendo la formación de su propio Estado), nuestra política es llamar a la clase obrera, los campesinos y el pueblo pobres, a que independientemente de sus creencias religiosas, se unan para luchar contra el imperialismo y contra las distintas camarillas burguesas, que utilizando las divisiones religiosas, han oprimido a unos y otros –primero los sunitas a los chiitas y kurdos con Sadam; y ahora los chitas y los kurdos a los sunitas.

La lucha contra el imperialismo y la revolución socialista El Medio Oriente volvió a entrar en ebullición. Si las revoluciones en los países árabes sufrieron una importante derrota con el golpe de estado proimperialista en Egipto encabezado por Al Sisi, y con el empantanamiento de la lucha de las milicias populares contra Al Assad, el levantamiento de las masas sunitas en Irak encendió nuevamente la lucha anitiimperialista, dio lugar al ascenso del EI/ISIS, y obligó a una nueva intervención militar del imperialismo. Sólo

ubicándose en el campo militar de las masas musulmanas en la lucha contra el imperialismo se puede desarrollar una política revolucionaria, que combatiendo a la reaccionarias tendencias teocráticas sectarias religiosas, organice la alianza obrera campesina y popular de las masas insurreccionadas, y luche por instaurar gobiernos obreros y campesinos que expropien a la gran burguesía y al imperialismo, defiendan la igualdad de derechos de los pueblos, el derecho a la autodeterminación nacional, la igualdad de derechos para las mujeres y todos los sectores oprimidos por el imperialismo y las burguesías nacionales. La liberación definitiva del imperialismo no se podrá conseguir con estados teocráticos ni con una confederación de municipios autonomistas. Solo podrá ser efectiva si, desarrollando ese programa se logra establecer una Federación de Estados Obreros del Medio Oriente. Y sólo con esta ubicación en el campo militar contra el imperialismo, junto a las masas musulmanas, y con este programa que combine la lucha antiimperialista con las reivindicaciones democráticas y el programa socialista, se podrá construir un partido revolucionario internacionalista que encabece la revolución obrera en todo el Medio Oriente. 13/2/15

Notas: 1) El Satchmanismo fue una corriente pequeñoburguesa revisionista que rompió con el SWP norteamericano, y al caracterizar a la URSS como un estado imperialista sostuvo la posición de que en una guerra entre EE.UU y la URSS no había que apoyar ni a uno ni a otro. 2) JC Beica, dirigente de Convergencia Socialista por un Partido de Trabajadores (CSPT), escribiendo en su cuenta de facebook, nos atribuye una “defensa” del EI/ISIS, recortando burda e intencionalmente la declaración que de manera conjunta suscribimos con los compañeros venezolanos de la CSR-ETO. Evidentemente al cro Beica, con el que compartimos muchas luchas, nuestra declaración, que se ubica en el campo militar de la lucha de los pueblos oprimidos contra el imperialismo, contrariamente a la posición de su organización, le ha provocado una súbita indignación, tanto que se equivocó y le atribuyó nuestra posición al PCO de Brasil. 3) <Los misratíes son en general conservadores y muy practicantes, pero los predicadores violentos no son bienvenidos, y tampoco los militantes de organizaciones radicales como Ansar al Sharía. “Hemos detenido a un pequeño grupo de gente que iba por la calle con las banderas negras de Ansar al Sharía”, recalca el alcalde, Mohamed Eshtwi. “Cuando asumí mis funciones en agosto, dije que no toleraríamos la presencia de esa gente peligrosa en la ciudad, y he pedido a nuestro Gobierno, en Trípoli, que tome medidas para desmantelar ese grupo en todo el país”. La petición del alcalde no ha sido atendida hasta ahora por las autoridades de Trípoli y su coalición de milicias, Fajr Libia. “Es una cuestión de prioridad: tenemos que vencer primero a Heftar y luego deshacernos de la gente de Ansar al Sharía”, explica Hisham Dow, director del canal privado Misrata TV y excombatiente en la guerra contra Gadafi. “Combatimos el mismo enemigo pero no somos aliados”, matiza Fathi Bashagha> (Misrata da la batalla por Libia, El País, 17 de enero 2015) 4) El Comandante en Jefe de las YPJ /YPG, M.Berxwedan tomó la palabra, declarando que se trataba de un día histórico, subrayando que la victoria había llegado un día antes del aniversario de la declaración de la instauración del cantón de Kobanê, agregando lo siguiente: “Seguiremos resistiendo mientras que exista un solo metro cuadrado de nuestra tierra ocupada. Queremos agradecer a todas las personas que nos han ayudado y muy particularmente a aquellas que han mantenido las vigilias en la frontera.” El Comandante en Jefe también agradeció a la coalición internacional que apoyó a la resistencia desde el aire, así como a las fuerzas de los peshmergas que suministraron armamento pesado. “Las YPG han rodeado a los combatientes del EI en las áreas rurales del sur de la ciudad, mientras los aviones de combate de la coalición están golpeando los bastiones del EI”, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los bombardeos de la coalición internacional liderada por EE UU han tenido un papel muy importante a la hora de detener el avance yihadista iniciado el pasado 16 de septiembre y que, en apenas unas semanas, redujo el territorio controlado por el Gobierno cantonal a apenas unos pocos barrios de Kobane, pero, según reconoció el vicealmirante John Kirby, portavoz del Pentágono, la victoria no hubiese sido posible sin “un socio de confianza sobre el terreno” que “ayudó a calibrar esos bombardeos”. (El País, 28 de enero 2015). 5)

Ver la nota de Jazmín Bazán, “Las guerreras de Kobane”, en La Izquierda Diario, del 7 de febrero.

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Argentina:

FIN DE CICLO DEL “PROGRESISMO” BURGUÉS slogan de campaña decía “por un capitalismo serio”. Alrededor de estos partidos-movimientos netamente burgueses, se ubican de manera concéntrica y apoyando más o menos abiertamente, un amplio abanico de organizaciones “sociales” dirigidas por elementos pequeñoburgueses, que le dan a los partidos gobernantes una cobertura “izquierdista”. Las ilusiones de sectores de base de estos partidos-movimientos, en que era posible una reforma paulatina del capitalismo, en que -a partir de alcanzar por vía electoral el poder del estado, y sin una revolución obrera que afectara la propiedad capitalista, ni cambiara las relaciones de producción-, se pudiera producir un desarrollo económico y social, se van derrumbando frente a los hechos. La ilusión de “humanizar” al capitalismo, controlar los “capitales concentrados”, de que “otro mundo es posible sin tomar el poder” se enfrentan con la cruda realidad. Entre el capitalismo salvaje y la revolución socialista no hay una salida intermedia e indolora que permita superar la miseria, la explotación, la opresión de las grandes masas trabajadoras. Las condiciones económicas políticas y sociales que dieron lugar al surgimiento de estos partidos movimientos e ilusiones en América Latina, más rápida o más lentamente según las particularidades nacionales, están llegando a su “fin de ciclo”.

Introducción: En la última década del siglo pasado se produjo el derrumbe del stalinismo y los triunfos de la restauración capitalista en los ex estados obreros (URSS, Europa del Este, China, etc.). A la derrota objetiva que esto significó para la clase trabajadora mundial, con el consecuente avance del capital imperialista contra los trabajadores y los países semicoloniales (el llamado “neoliberalismo”, que en Argentina, por ejemplo, significó con el gobierno de Menem la privatización de las empresas estatales, y una profundización de la penetración del capital imperialista), se reflejó en la conciencia de amplios sectores de vanguardia (tanto de la clase obrera como de sectores de la pequeñoburguesía radicalizada) en una derrota de las posiciones clasistas revolucionarias. La derrota del stalinismo -que era considerado como el “socialismo real”, el único “posible”- con la ayuda de la propaganda imperialista apareció como una derrota del auténtico socialismo marxista, cerrando toda posibilidad de una transformación revolucionaria de la sociedad. De allí es que proviene el auge

de una “nueva” ideología reformista, en donde confluyen las posiciones de sectores de ex-stalinistas (inclusive algunos renegados del trotskismo), con amplias capas medias (que en otra época dieron base a movimientos guerrilleros, con los que simpatizaron los Kirchner o Chávez, y de donde “están de vuelta” el vicepresidente de Bolivia García Linera, la propia Dilma Rousseff o el Pepe Mujica) y sectores de la burguesía afectados por el neoliberalismo. La socialdemocracia internacional se adapta a esta nueva situación reflotando la idea de una “tercera vía”, y abandonado incluso las referencias formales al socialismo democrático -que sólo servían de taparrabos para confrontar con el stalinismo-, las que son reemplazadas por el programa de la “democracia participativa”. En América Latina, la línea de la tercera vía adaptó su discurso en cada país según la tradición nacional, y el momento de la lucha de clases en que le tocó asumir el poder, pero su programa básico es la intervención estatal para “reasignar recursos” entre las distintas fracciones capitalistas y el imperialismo, una orientación “desarrollista” de la burguesía nacional sobre la base del respeto al funcionamiento básico del mercado capitalista y sin romper con el capital imperialista, como se sintetizaba en el programa de los Kirchner en 2003, cuyo

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De la crisis del “neoliberalismo” al proyecto “nacional y popular” El “kirchnerismo”, que está por terminar su mandato a fines de este año, después de 12 años de gobierno, es una de las corrientes políticas que llegó al poder como resultado de las movilizaciones obreras y populares que desde principios de este siglo pusieron en crisis los regímenes estatales en varios países latinoamericanos. La crisis económica del año 2001, con una caída en picada del PBI, provocó un salto en la desocupación que venía creciendo aceleradamente desde fines del gobierno peronista de Menem, llegando a un 40 %. Y así como la hiperinflación obligó al retiro anticipado del gobierno al primer presidente desde la “recuperación de la democracia” Raúl Alfonsín, la “hiperdesocupación” provocó el estallido popular que forzó la huida de la Casa Rosada (casa de gobierno) en helicóptero del presidente De La Rúa. En la Plaza de Mayo y los alrededores del centro porteño, así como en Rosario, la represión ordenada por De La Rúa, luego de decretar el Estado de Sitio, dejó 33 muertos, que sin embargo no lograron frenar el “argentinazo”, como fue bautizada aquella rebelión popular. Cinco presidentes provisionales se sucedieron en el transcurso de dos semanas, hasta que con la asunción de Duhalde la burguesía pareció encontrar una vía para estabilizar su régimen y salir de la crisis. Duhalde, uno de los

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principales dirigentes peronistas, integraba junto con el radical Alfonsín, y la UIA (la organización de la burguesía industrial local) el llamado Grupo Productivo, que al igual que la burguesía agraria exportadora, y el dirigente del movimiento sindical opositor Hugo Moyano, desde hacía un tiempo reclamaban el fin de la convertibilidad, y una devaluación que permitiera la recuperación de la industria y diera impulso a las exportaciones agropecuarias. Tras hacerse cargo del “costo político” de devaluar el peso en un 300%, con lo que el salario de los trabajadores cayó abruptamente a la mitad, Duhalde esperaba cumplir el resto del mandato presidencial del renunciado De La Rúa. Pero las movilizaciones seguían, sobre todo de los movimientos de trabajadores desocupados. Duhalde intentó quebrar ese movimiento, que no se conformaba con los miserables planes asistenciales, por medio de la represión en el puente Pueyrredón que une el municipio de Avellaneda (en el conurbano bonaerense) con la ciudad de Buenos Aires (capital federal). La muerte de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, y una gran cantidad de heridos durante esa represión, provocó como respuesta una nueva y masiva movilización. El fracaso de la vía represiva para frenar la movilización obrera y popular obligó a Duhalde a cambiar de orientación, adelantando el llamado a elecciones presidenciales, para por ese medio encausar el movimiento que se desarrollaba en las calles hacia la vía electoral. Finalmente Néstor Kirchner (un dirigente político del PJ prácticamente desconocido), gobernador de la provincia de Santa Cruz, una provincia ubicada bien al sur del país y con poca población, fue el elegido por Duhalde como “su” candidato a la presidencia, el que ganaría las elecciones con apenas el 22% de los votos y asumiría el poder en el año 2003. Es así que el “kirchnerismo”, que en ese momento no existía como corriente nacional (sólo se limitaba al aparato político vinculado al gobierno de Santa Cruz), y por lo tanto no tuvo nada que ver con el movimiento obrero y popular que obligó a renunciar a De La Rúa y por último a Duhalde. Es decir, no llega al poder como dirección de esas movilizaciones -ni siquiera fue parte de las mismas-, sino que llega al poder como parte de la maniobra de la burguesía representada por Duhalde para frenar y desviar el movimiento obrero y popular, para sacarlo de las calles y llevarlo vía las urnas adentro del marco de las instituciones resquebrajadas del régimen burgués. Néstor Kirchner y la entonces “primera dama” Cristina Fernández de Kirchner, prometieron hacer de Argentina un país (capitalista) normal, y restablecer la credibilidad popular en las instituciones del régimen. Asumieron así, con plena conciencia, su tarea de salvar al régimen semicolonial capitalista argentino de su crisis, para lo cual era necesario desmovilizar a las masas obreras y populares, apagar “las brazas del argentinazo”, reconstituir la estabilidad política y las instituciones burguesas. Como explicaba Lenin, la burguesía domina por medio del engaño o por medio de la represión. Como De La Rúa y Duhalde probaron con la represión y la respuesta de las masas trabajadoras fue contundente, se imponía la línea del engaño. La gran ventaja comparativa de los Kirchner era que, 

a pesar de su pasado inmediato, como aliados de Menem y su política proimperialista -por ejemplo en la privatización de YPF-, gracias a sus años de militancia juvenil en la izquierda peronista, podían interpretar mejor cual era el “discurso” más apropiado para dirigirse al movimiento de masas (que venía de gritar “que se vayan todos”) y cuáles concesiones formales habría que hacer para acumular la base social y el poder necesario para estabilizar la situación y recomponer las instituciones puestas en crisis por la movilización popular. En este sentido eran los más adecuados para implementar esta articulación de engaños que cerraría el proceso de movilización que culminó con el “argentinazo”. Durante su gobierno, cada medida destinada a restablecer las instituciones de dominio burgués y a recuperar las ganancias de la burguesía, sería acompañada por alguna concesión menor a las masas y presentada por el discurso kirchnerista como una política “nacional y popular”. El kirchnerismo en el poder El ejemplo paradigmático de la política de engaño y con la cual se ha embanderado el kirchnerismo, es la llamada política de los derechos humanos, el procesamiento de los principales responsables de la dictadura militar. Las FFAA son el pilar fundamental del Estado burgués. La crisis económico-social provocada por el plan económico de la Junta Militar -resistido en el último período no sólo por el movimiento obrero, sino también por sectores de la burguesía industrial-, la crisis política provocada por las movilizaciones repudiando la rendición y la derrota de Malvinas, y el odio a los militares que fue creciendo al quedar al descubierto para la mayoría de la población la feroz represión y el asesinato de miles de activistas obreros y populares, obligaron a la dictadura a abandonar el poder convocando a elecciones tras un breve período de transición. Esta situación produjo una gran crisis en el conjunto de las FFAA. Alfonsín intentó superar esa crisis, por un lado haciendo concesiones a las aspiraciones democráticas de las masas, con el juicio a la Junta Militar, y luego con concesiones a las FFAA mediante las leyes de obediencia debida y el punto final. Menem trató de completar el cierre de esa etapa con la amnistía a los comandantes de la Junta Militar. Sin embargo año tras año, las movilizaciones del 24 de marzo en conmemoración y repudio al golpe de estado, mantenían su carácter masivo. Al acceder al gobierno con apenas un 22% de apoyo electoral, el kirchnerismo, para fortalecerse políticamente, respondió a ese proceso de movilización democrática cambiando de orientación, y tomando las banderas que proclamaban que sin justicia no podía haber reconciliación, impulsó los juicios a los principales responsables de la dictadura, es decir sacrificó a un puñado de represores retirados, que ya no tenían mando de tropas, pero con el objetivo estratégico de restablecer la autoridad de las Fuerzas Armadas como institución. Y ahora proclama que estas ya son “otras” Fuerzas Armadas, al servicio de los intereses del pueblo y de la nación, llegando al colmo de colocar a un oficial imputado en la represión, al general Milani, como jefe del Ejército. Por otra parte, los Kirchner que desde Santa Cruz habían

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apoyado tanto al gobierno “neoliberal” proimperialista de Menem hasta el '98, como a Duhalde (que fue vicepresidente de Menen, pero ahora se pronunciaba por la devaluación) en la campaña electoral de ese año, se transformaron rápidamente en los paladines de la lucha por el “proyecto nacional y popular”, contra el “modelo neoliberal”. El kirchnerismo vino también para responder a las necesidades económicas de los sectores de la burguesía del Grupo Productivo. Néstor Kirchner asumió el gobierno cuando Duhalde ya había hecho el “trabajo sucio” de la devaluación del peso (del 1 a 1 al 3 a 1). La devaluación de la moneda provocó una caída del salario a la mitad y redujo relativamente todos los costos internos para la patronal (se congelaron relativamente las tarifas de los servicios), que en esas condiciones volvió a producir. El tipo de cambio

–entonces muy competitivo a nivel mundial- dinamizó las exportaciones (sobre todo las primarias) y gracias a las retenciones, se pudieron recomponer las cuentas públicas; produjo un fenómeno de sustitución de importaciones como consecuencia de la protección generada por el tipo de cambio, y los productos agropecuarios (sobre todo soja y cereales) alcanzaban precios elevados, lo que le permitió al conjunto de la burguesía obtener altos márgenes de ganancias. Esto le dio gran estabilidad al “modelo” kirchnerista durante los primeros años hasta el 2008. En sus inicios la alta desocupación, que restringía las posibilidades de consumo de la clase trabajadora, fue un límite objetivo a la inflación, pero, en la medida que se fue recuperando el empleo y el salario de los trabajadores, la inflación volvió a recorrer el camino ascendente, que sólo se interrumpió parcialmente con la recesión de 2008-2009. “Relato” y práctica kirchnerista Los intelectuales y propagandistas de la burguesía nacional dijeron que lo que había entrado en crisis era el “neoliberalismo” o el capitalismo especulativo y salvaje. La intervención del Estado en la economía, la vuelta a “la cultura de la producción”, se levantó como alternativa “ideológica” antagónica al neoliberalismo salvaje, al que se le oponía este capitalismo “productivo y humano”. A diferencia de los gobiernos bonapartistas de las décadas del 40 y 50 del siglo pasado, que tenían como eje de su

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política económica la estatización de importantes sectores de la economía, los movimientos que se reivindican ahora “nacionales y populares del siglo XXI”, se limitan a cobrar una cuota más elevada al imperialismo por el saqueo de los recursos naturales (como el gas en Bolivia o el petróleo en Venezuela), o en el caso argentino, elevando las retenciones a las exportaciones agropecuarias, para subsidiar a la burguesía local. Los Kirchner levantaron como programa recrear una burguesía nacional por medio de la transferencia de recursos del campo a la ciudad, en el marco de un “capitalismo serio”. Pero, la estructura económica argentina posee un alto grado de concentración y extranjerización, hechos que ponen de manifiesto la inexistencia de una burguesía nacional independiente de los capitales extranjeros. De las 500 mayores empresas, el 90% de las utilidades se concentran en aquellas que poseen más del 50% de capital extranjero. Esto no significa que no exista una burguesía local, sino que esta burguesía se halla subordinada en gran medida al capital imperialista. Aunque la decadencia económica de EE-UU, las disputas interimperialistas por el dominio del mercado mundial y la irrupción de los mercados emergentes alternativos (China, India, Brasil y Rusia) dejaron un margen para negociar en mejores condiciones la subordinación de las burguesías nacionales al imperialismo, la profunda crisis económica mundial pone un límite a los arrebatos nacionalistas. El kirchnerismo siendo la expresión política de la burguesía industrial, no sólo no tomó ninguna medida que afectara seriamente los intereses del imperialismo y dejó intactos los intereses que se favorecieron en la década de los 90 (no reestatizó ninguna de las principales empresas privatizadas por el menemismo), sino que abrió las puertas y/o favoreció a los capitales imperialistas en importantes ramas económicas (a mineras como la Barrick Gold y Chevron), telecomunicaciones y automotriz; permitió la concentración de tierras productivas en manos de magnates extranjeros, como Soros, Benetton, etc. Además, luego de la renegociación favorable con una quita importante, pero aceptada por la mayoría de los acreedores, el kirchnerismo fue un puntual pagador de la deuda externa. El tan mentado “proyecto nacional y popular” no ha sido más que una ilusión de patas cortas. La famosa “redistribución de la riqueza” ha consistido en “retener” parte de las ganancias de la burguesía agraria, para favorecer a los sectores de la burguesía industrial, mientras que tras ocho años de alto crecimiento del PBI, la “inclusión social” generada por medio de la disminución de la desocupación se sostuvo por una estructura salarial que garantizaba elevadas ganancias al capital concentrado, y por la precarización del empleo. La recuperación salarial de los trabajadores –que sólo en algunos sectores apenas alcanzó los niveles anteriores a la crisis-, más el aumento del consumo sobre todo de las clases medias, empujó el crecimiento del PBI, pero apoyándose en la burocracia sindical, mantuvo la fragmentación salarial en la clase obrera que en promedio no alcanza la mitad de una canasta familiar, con un 40% de trabajo en negro y trabajo precario con salarios muy

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inferiores, y con un 15% entre la desocupación y la subocupación. El parate económico que comenzó a fines de 2012 y se transformó en recesión en los años posteriores, todavía no provoca despidos masivos en el sector privado (salvo en la industria de la carne en la que se perdieron 15 mil puestos de trabajo desde el 2009), pero sí despidos “hormiga”, “retiros voluntarios”, recortes de horas extra, y ya no se crean nuevos puestos de trabajo, y la inclusión de los “desposeídos” sólo es el reparto de algunas migajas asistenciales. Y mientras la inflación degrada el poder adquisitivo de los salarios y crecen los índices de pobreza, los gobiernos provinciales, tanto oficialistas como opositores, aumentan tasas, impuestos, tarifas del transporte, recortan presupuestos y en algunos casos despidieron empleados públicos. Esta realidad objetiva, cada vez más distante del discurso oficial, explica el creciente “desencanto” de los trabajadores con el gobierno de Cristina. La situación actual El kirchnerismo ha cumplido su ciclo, porque ya no existen las condiciones económicas y políticas que hicieron necesaria su ascenso al poder del estado. A la crisis del neoliberalismo, que los llevó a la presidencia, se sucede ahora la crisis del estatismo burgués, y resurge la necesidad de la burguesía de recurrir al mercado mundial de capitales. Es el mismo periplo que cumplió la “burguesía nacional” entre 1945 y 1952, bajo el gobierno del General Perón. No fue la muerte de Evita lo que llevó a Perón a firmar el contrato petrolero de La California con la Stándar Oil, como figura en el recuerdo de los viejos obreros peronistas. Fue la necesidad de la burguesía de recurrir a los capitales extranjeros la que llevó a Perón a buscar una nueva inserción en el mundo dominado por el imperialismo yanky. A Perón, el cambio de orientación no le alcanzó para merecer la confianza de la nueva potencia imperialista dominante, y terminó tras el golpe de estado, exiliado en Paraguay. Respondiendo a las necesidades económicas de la gran burguesía, Cristina F K trató de cerrar las deudas pendientes con los acreedores imperialistas para acceder el mercado mundial de capitales, es decir, conseguir préstamos internacionales a tasas “normales” en beneficio de la burguesía. Sin embargo, el fallo del juez Griesa a favor de los “holdouts” (los llamados fondos buitres) llevó al kirchnerismo a la conclusión de que ya no habría tiempo para operar esa línea de volver al “endeudamiento” con los capitales financieros imperialistas. Se lo deja al próximo gobierno. Mientras tanto, trata de que la situación económica no se desmadre, de llegar, aunque sea con recesión y alta inflación, pero sin estallidos económicos ni sociales, a la entrega del mandato a fin de año. Faltando tan poco para las elecciones y sin las condiciones políticas y sociales necesarias, ni la gran burguesía, ni tampoco el imperialismo piensa en preparar un golpe, ni duro ni blando. Es en ese marco, en el que le resultaba imposible acceder a los mercados de créditos tradicionales, que el gobierno kirchnerista apeló al salvavidas de plomo con los acuerdos con China, para conseguir el financiamiento que le permita finalizar con relativa 

tranquilidad su gobierno, a costa grandes y onerosas concesiones al gobierno chino. Entonces la situación actual se caracteriza por el intento del kirchnerismo de llegar en las mejores condiciones posibles a la elección de octubre, manteniendo las principales políticas de asistencia social, disfrazando la rebaja salarial frente a la inflación con discursos destinados a sostener la influencia política sobre un núcleo electoral todavía importante ya que entre un 20% y un 30% del electorado todavía tiene confianza política en el gobierno de Cristina o, por lo menos, lo ve como el “mal menor”. Aunque el retraso cambiario está afectando gravemente la “competitividad”, la gran burguesía todavía no está en una situación desesperada desde el punto de vista económico, pero no acepta que el kirchnerismo –por pura necesidad de mantener su base electoral- se transforme en un obstáculo político para los “ajustes” (es decir, la ofensiva contra las condiciones de vida y laborales de la clase trabajadora) que el próximo gobierno inevitablemente intentará aplicar. Es por eso que la oposición política burguesa, con el apoyo del imperialismo, hace todo lo posible por debilitar el poder que quedará en manos del kirchnerismo después de las elecciones. Los ejes de ataque son la corrupción gubernamental, y en el último período las denuncias y posterior muerte del fiscal Nisman. Esta campaña seguirá su tarea de desgaste político del kirchnerismo hasta las elecciones. La muerte de Nisman desató una crisis política, alrededor del enfrentamiento entre el poder judicial y el ejecutivo. Desde hace unos meses hay una escalada judicial contra altos funcionarios del gobierno –incluyendo al vicepresidente Amado Boudou-, que ya llega hasta la propia presidente y su familia. El gobierno contraatacó tratando de imponer sus fiscales “militantes” a partir de nombrar a la procuradora Gils Carbó, miembro de la agrupación Justicia Legítima, la agrupación declaradamente kirchnerista que milita en el ámbito del sistema judicial. El gobierno abrió otro frente de tormenta al cambiar la cúpula del servicio secreto (SI, ex SIDE), ya que sospechaba que de allí partían los informes que alimentaban las causas en su contra. Ahora el gobierno también se cree –y es muy probable que sea así- que ha sido Stiuso (uno de los principales cabecillas desplazados de la ex-SIDE) el que alentó la presentación judicial del fiscal Nisman contra la propia presidente acusándola de encubrimiento en la causa AMIA. Al desplazamiento de la cúpula de la ex-SIDE, le correspondió a su vez el ascenso del general Milani como jefe del ejército, siendo éste jefe del servicio de inteligencia de esa arma. Milani es duramente cuestionado por varias organizaciones de derechos humanos por haber actuado en la represión durante la última dictadura militar, y en concreto por la desaparición de un soldado que estaba bajo su mando. Es decir, el gobierno aparece acorralado políticamente por las acusaciones de corrupción y por la sospecha de estar involucrado en la muerte del fiscal (que según los peritos de su familia acaban de declarar, no hay ninguna duda de que fue asesinado). Después de unos primeros días de confusión y estar a la

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defensiva, el gobierno ensayó algunas respuestas políticas a manera de contraataque. Intentó retomar la iniciativa con la reforma de la Secretaría de Inteligencia (SI), transformándola en la Agencia Federal de Inteligencia, apenas un cambio cosmético. Pero tras la fachada del “relato” de “democratizar” los servicios de inteligencia, aprovechó para ubicar, junto a la gran mayoría de los servicios de la SIDE que seguirán activos, una camada de incondicionales que se incorporarán a los servicios secretos procedentes de La Cámpora y para transferir a la Procuración General de la Nación, organismo bajo su control, el sector clave de las escuchas telefónicas. Para contrarrestar la movilización del 18F, impulsada por la oposición patronal junto a los fiscales, organizó una movilización que acompañó el último discurso de Cristina Kirchner ante la Asamblea Legislativa correspondiente a la apertura de sesiones de este año, logrando neutralizar políticamente la movilización opositora. Si el gobierno tiene todavía alguna capacidad de respuesta, ello se debe a que la situación en el movimiento obrero es todavía de pasividad. Si bien es evidente que el poder de compra del salario va perdiendo terreno frente a la inflación, y esto aumenta el malestar de los trabajadores, esta situación no se ha traducido en luchas y movilizaciones, salvo en el sector de la docencia en algunas provincias, en el marco de las discusiones paritarias anuales. La burocracia sindical no está interesada en movilizar a los trabajadores. Los gremios del transporte han llamado a un paro para el 31 de marzo, reclamando que se eleve la base imponible del impuesto a las ganancias que “gracias a Cristina” desde hace unos años pagan los trabajadores con mejores sueldos, pero apenas por encima del costo de la canasta familiar. El paro fue convocado con el tiempo suficiente para negociar su levantamiento. Pero no hubo ninguna concesión por parte del gobierno, lo que hizo que se sumaran no solo las centrales sindicales opositoras, sino que inclusive sindicatos de la central oficialista también adhirieran, o dejaran en “libertad de acción” a sus afiliados, como resolvió la UOM (uno de los pilares de la CGT oficialista), con lo que el cumplimiento de la medida de fuerza será prácticamente general. La burocracia sindical, que está dividida en cinco organizaciones sindicales nacionales (CGT-Moyano, CGTCaló, CGT Azul y Blanca-Barrionuevo, CTA-Micheli, CTAYasky), se orienta a ubicarse en los distintos frentes políticos patronales que se están armando para disputar la presidencia en las próximas elecciones nacionales. El paro del 31 y la promesa de Moyano de darle continuidad en un paro de 36hs con movilización, si bien responde a un descontento real de una franja de trabajadores, se da en un marco general de pasividad que le permite a la burocracia sindical estas maniobras aisladas para reubicarse frente a

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sus bases y a la vez posicionarse como un factor importante en la definición de las listas de candidatos para las próximas elecciones. Si por la base todavía hay calma, y es muy probable que la situación de la lucha de clases siga achatada hasta las elecciones, sin embargo, en la superestructura política todo hace prever que seguirá la agitación y el “cascoteo” mutuo entre los partidos de la “oposición” y el kirchnerismo. Es decir, con más o menos sobresalto político, todo indica que la situación se encamina a desembocar en las urnas, en

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mayor medida porque ya empezaron las elecciones primarias en varias provincias y en muchas de ellas las elecciones son desdobladas, es decir, se eligen candidatos provinciales y nacionales en elecciones separadas en el tiempo. Hoy por hoy aparece encabezando las encuestas un frente recién constituido entre la derecha “moderna”, el PRO de Macri (que gobierna la Ciudad de Buenos Aires) con la UCR (los radicales, tradicional partido burgués con base electoral en la clase media) y la Coalición Cívica (un desprendimiento del tronco radical). Todavía no se ha definido cuál será el candidato del kirchnerismo (si Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, o Randazzo actual ministro de interior y transportes), y alrededor de ello se tejen una serie de especulaciones que, dependiendo como se resuelvan, pueden alterar los alineamientos políticos actuales. De todas maneras, sea cual fuere el próximo gobierno burgués, intentará profundizar la ofensiva contra la clase trabajadora para restablecer las condiciones de inversión y sostener las ganancias capitalistas ante la profundización de la crisis que ya se desarrolla en toda la región. En estas elecciones, nuestro partido, el Partido de la Causa Obrera, va a apoyar críticamente al FIT, por ser este un frente de partidos de la clase obrera, que se presentan de manera independiente de cualquier partido patronal, y presentan un programa que mantiene un carácter general de independencia de clase. Nuestro apoyo es crítico, porque consideramos que los tres partidos integrantes de este frente, son partidos centristas, con tendencias oportunistas. Sin embargo, el voto al FIT representa para los trabajadores, que durante décadas han sido peronistas o han votado otros

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partidos patronales, un paso progresivo muy importante, que indudablemente expresa una búsqueda de independencia política. Nuestras diferencias con los partidos del FIT Tenemos diferencias con el FIT en los tres planos, en el programático, en el político y en de las tácticas. En relación al programa la diferencia más importante es lo que el programa no tiene: una posición en relación a las Fuerzas Armadas y de seguridad, nada menos que ante el pilar fundamental del Estado burgués. Tanto la “Declaración programática del FRENTE de IZQUIERDA y de los Trabajadores” publicada a mediados de 2011, como las posteriores, no contienen ningún punto programático en relación a las FFAA y de seguridad. Esta omisión significó que ante el motín de la Prefectura y la Gendarmería en 2012 y de las policías provinciales un año más tarde, tanto Izquierda Socialista como el PO, apoyaron las reivindicaciones salariales de los uniformados y hasta llegaron a considerarlos parte de la clase trabajadora. Mientras que el PTS se opuso y levantó en su propaganda la consigna de disolución de los aparatos represivos, pero sin explicar la conexión de esta consigna con la lucha revolucionaria de los trabajadores por el poder y el Estado Obrero, es decir, la planteó como una forma de democratización del estado burgués. Este mismo carácter se sostiene en el programa que levantaron en ocasión de la movilización del 24 de marzo (conmemoración del “día de la memoria” en el aniversario del golpe de estado de 1976). Es decir, retroceden no solo del programa de transición que plantea la necesidad de organizar milicias obreras, sino incluso del programa mínimo democrático que levantaban en su época Marx y Lenin que planteaba la disolución de las FFAA regulares y su reemplazo por el “armamento general del pueblo”. En relación al programa transicional para combatir la desocupación proponen “Prohibición de despidos y suspensiones”, como si por una ley del parlamento burgués se pudieran anular las relaciones de producción capitalistas sobre las que se asienta el Estado burgués. Luego a la hora de hacer concreta esta consigna se propuso en un proyecto de ley parlamentario prohibir los despidos y suspensiones “por un año”. Esta consigna así formulada en concreto no atenta contra el régimen burgués, y tanto es así que en años anteriores (2009) donde hubo un pico de crisis con una cantidad significativa de despidos, hubieron legisladores burgueses que presentaron proyectos de ley de iguales características. A los proyectos de parches reformistas votados en el parlamento, nosotros en cambio, contrapusimos el llamado a la lucha de clase obrera por las consignas transicionales de estatización bajo administración obrera de toda fábrica o empresa que cierre o despida masivamente, y el reparto general de las horas de trabajo, sin pérdida de salario.

En el punto 19 de la mencionada declaración programática del 2011, plantean “Que todo legislador gane lo mismo que un obrero especializado o directora de escuela con diez años de antigüedad. Revocabilidad de los mandatos 

por los propios electores. Abolición del Senado y de la institución presidencial con poderes de monarca. Elección directa de los jueces. Por jurados populares”. Nuevamente tenemos aquí una consigna para democratizar y abaratar el estado burgués, pero no se plantea en ninguna parte que están a favor de un estado obrero de tipo soviético. El PTS, que es uno de los que más propagandizó esta consigna de “que los funcionarios ganen como una maestra” pretende hacerla pasar como una consigna principista al asociarla con el programa de la Comuna de París. Olvidan lo principal, que como planteara Lenin, estas consignas “sólo adquieren su pleno sentido e importancia en conexión con la 'expropiación de los expropiadores´ ya en realización o en preparación, es decir, con la transformación de la propiedad privada capitalista sobre los medios de producción en propiedad social”. ¿Por qué? Porque “estas medidas atañen a la reorganización estatal, puramente política, de la sociedad”, y “sirven de puente que conduce del capitalismo al socialismo”, una vez que el estado burgués ha sido derrocado y sustituido por un estado del tipo de la comuna, es decir por la dictadura del proletariado. Es un programa para un estado obrero, que tiene sentido en conexión con la expropiación de los expropiadores. En cambio levantar este programa para un estado burgués solo crea la ilusión de que los funcionarios políticos, judiciales, etc., no gobiernan a favor de los trabajadores porque no viven sus privaciones, y se induce a pensar que si ganaran igual que una maestra podrían entender las necesidades de los trabajadores y gobernar atendiendo sus intereses. No exageramos, basta con ver los spots de la campaña electoral de 2013. En ese sentido es interesante también ver cómo van adaptando sus caracterizaciones. Dicen que los políticos y jueces son una “casta” separada de la sociedad, pero olvidan decir que son la casta política de una determinada clase social, la burguesía, y que como tal no cambiarán su carácter porque el sueldo que les pague estado sea más bajo. A las deficiencias centristas de este programa, que se expresan claramente en los planteos en relación al Estado, hay que sumarle que la propaganda electoral de los partidos del FIT es sumamente oportunista y en general no pasa más que de proponer las reivindicaciones mínimas. Desde el punto de vista político, el FIT no ha sido nada más que un frente electoral, y fuera de las elecciones son contadas las ocasiones que pudieron elaborar alguna declaración política en común ante algún hecho político trascendente. Inclusive solo pudieron organizar en común los actos del 1° de mayo. Pero a la hora de intervenir en las luchas de la clase trabajadora, cada uno ha actuado por su lado, sin siquiera haber podido establecer organismos obreros conjuntos de frente único, y hasta dividieron a la vanguardia clasista en dos agrupamientos sindicales coyunturales controlados por los aparatos partidarios (uno por el PTS e IS y otro por parte del PO), es decir sin que pudiera expresarse democráticamente el activismo obrero de base. La intervención de los partidos tres partidos del FIT en la clase obrera va desde las capitulaciones parciales a sectores de la burocracia y a partidos pequeñoburgueses conciliadores, tanto en algunas elecciones sindicales como en determinadas luchas reivindicativas, hasta la concepción

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kirchnerismo haya planteado que no está mal que haya una principalmente electoralista del PO de su inserción en la derecha “democrática” (representada por el PRO de Macri), clase obrera, la concepción puramente economicistajunto con el kirchnerismo como polos de alternancia en el sindicalista de IS que separa acción sindical y política poder. Por otra parte, organizaciones menores que (entendiendo a esta como puramente electoral), y las últimas promueven la conciliación de clases con políticas intervenciones del PTS en las que se aprecia un pronunciado reformistas, buscan una vía para integrarse al FIT a fin de vanguardismo y sustituísmo de la clase por el aparato transformarlo en un Syriza o en un Podemos, para que en partidario, a la vez que un evidente oportunismo legalista. lugar de que entrañe el peligro de ser un canal para el La otra gran crítica que les planteamos a los partidos que desarrollo político de los trabajadores, sea una trampa que integran el FIT, es que no han planteado una táctica de los lleve nuevamente a la rastra de ilusiones reformistas de construcción de partido a la altura de las condiciones que se conciliación con el capital. ha expresado en las últimas elecciones y en el propio Mientras que el PTS todavía resiste la idea, el PO e IS ya proceso de surgimiento de una camada de activistas de coquetean abiertamente con la posibilidad de constituir “un vanguardia de la clase trabajadora. Siendo que su propia amplio polo anticapitalista”, que es el rótulo que se utiliza caracterización (por lo menos a la que han llegado en los últimos meses del 2014, expresada en varios artículos de sus prensas) es que la votación al FIT expresa una ruptura de franjas amplias de trabajadores con los partidos patronales, en particular con el peronismo, no han tenido para esos trabajadores y activistas de vanguardia ninguna línea para organizarlos políticamente, salvo la de captarlos para cada uno de los partidos integrantes del FIT. En cambio nosotros hemos propuesto que el propio FIT convoque a la constitución de un Partido de Trabajadores en base al programa del FIT como punto de partida. Un partido donde se agrupen decenas de miles de trabajadores, con libertad de tendencias para que la lucha política interna al calor de las experiencias de intervención unitaria en la lucha de clases, permita ir decantando los elementos revolucionarios de los (la campaña del PTS, que al igual que la de los demás partidos centristas y reformistas, para que pueda tener lugar del FIT, hemos criticado por oportunista) el surgimiento de un verdadero partido revolucionario. Pero el centrismo de estos partidos para que los militantes clasistas se traguen el va acompañado de un régimen centralista burocrático, y por frentepopulismo. Si en las próximas elecciones se mantiene lo tanto son refractarios a una línea de organización o se acrecienta la tendencia de una franja importante de progresiva y audaz, que le permita a la clase obrera dar un trabajadores y jóvenes hacia la independencia de clases, primer paso que sería histórico en la Argentina, que se expresada en el voto al FIT, la única forma progresiva de constituya un gran partido de trabajadores independiente de enfrentar las tendencias reformistas, y derrotarlas, es con la los partidos tradicionales de las patronales, el peronismo y línea de construir un Partido de Trabajadores, en base un los radicales. programa clasista partiendo del actual programa del FIT. La Presiones reformistas pequeñoburguesas sobre el FIT posibilidad de hacer cristalizar las tendencias oportunistas para convertirlo en un Syriza del FIT en un frente abiertamente frente populista recién ¿Cómo desarrollar el FIT en un sentido clasista y asoman. Pero a nivel mundial es la tendencia que viene progresivo? creciendo para contener la radicalización política de los Al régimen político de conjunto se le presenta un problema. El explotados, en los países de Europa en los que la crisis kirchnerismo ha representado para un sector de los mundial ha golpeado más fuerte. Por eso no se la puede trabajadores y del progresismo pequeñoburgués la vía descartar. Si esta tendencia se fortaleciera dentro del FIT, no posible para atenuar las desigualdades sociales. Inclusive ex bastaría con una ruptura de los sectores políticos que quieran militantes trotskistas desmoralizados con las posibilidades defender un programa de independencia de clase, porque de una revolución socialista se han unido al carro de “lo esa sería una vía pasiva para combatir el frentepopulismo y posible”, de una reforma del capitalismo que atenúe las por lo tanto, le allanaría el camino hacia su desarrollo. En desigualdades. Si en las elecciones el FIT mantiene o cambio, un llamado a que se incorporen a la militancia incrementa su caudal electoral, una desintegración del política, a la vanguardia obrera clasista y sectores más kirchnerismo liquidaría la barrera política con la que la amplios de trabajadores que están girando hacia la burguesía contiene por izquierda a esos sectores sociales. independencia de clase, a que se integren en un único Quedaría abierto un camino para el crecimiento del FIT. Partido de Trabajadores, daría la oportunidad para combatir Quizás por eso, Verbitsky, que es uno de los estrategas del por la constitución de un partido revolucionario, en el marco

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de una organización unificada, por medio de la experiencia común en la lucha de clases y la lucha política de las tendencias internas. Si la perspectiva es la de un mayor ataque contra los trabajadores, con la consecuencia de una exacerbación de la lucha de clases y de la polarización política, esta línea permitiría una delimitación entre las tendencias revolucionarias y las reformistas, obligando a definirse a las tendencias centristas. Una ruptura en base a una experiencia común en la lucha de clases sería mucho más clara para los trabajadores y su vanguardia, que una ruptura prematura en base a discusiones políticoideológicas. El FIT ante la crisis política por la muerte de Nisman Como explica el periódico de IS, El Socialista N° 284, “Ante la muerte dudosa del fiscal Nisman y su impacto político, las fuerzas del FIT hemos tenido amplias coincidencias pero también algunas diferencias. Esto ha llevado a que, lamentablemente, haya impedido lograr una declaración común”… Es decir, el FIT como tal, ante la crisis política desatada con la muerte de Nisman, no ha logrado no sólo presentar una posición unificada, sino que y por ello mismo, no pudo tener una acción política común, como viene ocurriendo en la gran mayoría de las situaciones políticas en las que hubiera resultado indispensable. Tanto el PO como el PTS, reclaman el esclarecimiento de la muerte de Nisman, lo cual es correcto ya que esa política apunta a desnudar el rol de los servicios secretos que dependen del gobierno, y de otras instituciones del Estado burgués. Aunque propagandística, ya que no hay ninguna movilización popular que pueda imponerla en la situación actual (la movilización del 18F fue una demostración de la oposición burguesa al gobierno, oportunista, sin intenciones de continuidad, ni con ningún objetivo de “luchar” por un esclarecimiento), el PTS levanta la consigna de una comisión independiente para esclarecer la muerte de Nisman, a la cual no hacemos objeciones de principio porque va en el sentido de profundizar la desconfianza actual de sectores amplios de la población contra el poder judicial y el gobierno kirchnerista. Pero el PTS, de manera oportunista, insiste en levantar también el reclamo de esclarecimiento del atentado de la AMIA, cuando nunca ha sido un eje ni siquiera secundario de su programa. El olfato electoral del PTS se está afinando, a la misma velocidad que su sensibilidad de clase se atrofia. Proclama la constitución de una comisión de investigación independiente, con la participación de familiares de las víctimas de la AMIA, organismos de derechos humanos y “personalidades”. En los editoriales de sus últimos periódicos, tanto el PTS como el PO reclaman también el esclarecimiento del atentado a la embajada de Israel, después que la presidente de la nación lo mencionara en su discurso de apertura de las sesiones del Congreso. Esa comisión independiente que reclama el PTS, de composición democrático-pequeñoburguesa no tendría facultades judiciales, sino sólo investigativas ¿Sería un organismo de la clase?, de ninguna manera, ¿A quienes presentaría el resultado de sus investigaciones? El juzgamiento quedaría en manos de los tribunales burgueses.

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¿En dónde quedó la consigna de tribunales de clase, obreros y populares? En cambio, ahora el PTS levanta la consigna de que los jueces y los fiscales sean elegidos por “el pueblo” en general, en las elecciones burguesas, y ganen como una maestra, como si eso fuera a cambiar el carácter de clase del Poder Judicial, una de las instituciones del Estado burgués. ¿Es principista pedir el esclarecimiento del atentado de la AMIA y el de la embajada de Israel? La embajada de Israel es una institución del Estado sionista-colonialista de Israel, que oprime al pueblo palestino. En el marco de la guerra de liberación del pueblo palestino puede ser considerado como un objetivo político de guerra válido a ser atacado. En cambio, no justificamos el atentado contra la AMIA porque se trataba de una organización civil de la colectividad judía, y no se puede hacer responsable a todo el pueblo judío por las acciones de su burguesía sionista. Sin embargo, aunque rechazamos el método del terrorismo indiscriminado, no podemos reclamar que instituciones burguesas proimperialistas, como los tribunales argentinos, sean los que juzguen esos atentados. Acá no se trata de estar contra la “impunidad” en general. No existe una impunidad en general, como tampoco una democracia en general o una dictadura en general. La impunidad tiene también un carácter de clase, tanto como la democracia y la dictadura. Luchamos contra la impunidad de los crimines cometidos por la burguesía y el imperialismo, y las instituciones y aparatos represivos de sus estados, contra los trabajadores, los jóvenes, los pueblos oprimidos. No luchamos para llevar a juicio en los tribunales de la burguesía y el imperialismo a los activistas miembros de organizaciones obreras y populares sea de nuestro país o de otros pueblos oprimidos que luchan por su liberación, aunque no compartamos sus métodos y en particular aunque rechacemos y repudiemos políticamente los atentados contra objetivos civiles. Por el contrario, siguiendo la tradición marxista siempre hemos exigido la libertad de los luchadores contra la opresión aunque repudiáramos sus métodos. Pero estos métodos sólo deben ser juzgados por la clase obrera, por sus organizaciones democráticas de lucha. Si la comisión que propone el PTS se llegara a constituir y encontrara que los responsables del atentado son el Hezbollah, como brazo ejecutor, e Irán como autor políticointelectual, ¿Qué haría el PTS? ¿Reclamaría cárcel a los asesinos? ¿Reclamaría en España una comisión investigadora de los atentados de la ETA? ¿Es que la campaña antiterrorista de la coalición imperialista encabezada por EE.UU. ha calado tan hondo en el PTS? El reclamo de “esclarecimiento” del atentado a la AMIA y por ende juicio y castigo a sus autores en los tribunales burgueses, no es coherente con la defensa de las organizaciones armadas nacionales, militantes del PRT, de Montoneros, las FAR, las FAP, MTP y todas las organizaciones que actuaban en la guerrilla urbana y practicaban actos terroristas. En los libros que escribe, el PTS desarrolla una crítica sobre esta cuestión de principios al PST fundado y dirigido por Nahuel Moreno:

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víctimas del atentado (APEMIA), a la cual intenta acercarse ahora el PTS. La diferencia, secundaria, consiste en que el PO no está a favor de la comisión independiente y hace eje en que los funcionarios del estado comparezcan ante una sesión abierta del Congreso para ser interpelados por los diputados del PO. Por último, Izquierda Socialista, que también se pronunció no sólo por el esclarecimiento de la muerte de Nisman, sino también por el esclarecimiento del atentado a la AMIA, planteó que “Mientras seguimos nuestra lucha estratégica por un cambio de fondo y por un gobierno de los trabajadores, la postura de la izquierda debe pasar por denunciar la responsabilidad del gobierno en lo sucedido y mostrar que es parte de su política de criminalización de la protesta”. Para que nadie se lleve a engaño, hay que aclarar que, de la primera parte de su planteo: la “lucha estratégica por un cambio de fondo y por un gobierno de los trabajadores” no hay señales de existencia en la política de IS, que se caracteriza por un sindicalismo puramente economicista y por un oportunismo político de los más consecuentes de entre los partidos del FIT.

“…el morenismo profundizará su seguidismo a la oposición patronal y reformista cuando llegue, incluso, a romper con el principio elemental de defender a los militantes de las organizaciones armadas frente al Estado burgués. En noviembre de 1975, la corriente se negaba a considerar presos políticos a los militantes de la ultraizquierda y la guerrilla y, en consecuencia, a exigir su libertad: “para nosotros los guerrilleros no son presos políticos. Son 'conexos', como los llama la propia guerrilla. No actúan políticamente sino militarmente. Y no son apresados en acciones políticas sino en acciones militares. Incluso, los miembros de una de las organizaciones guerrilleras exigen ser tratados de acuerdo con la Convención de Ginebra de los prisioneros de guerra. ¿Qué tiene que ver esto con la condición de preso político? Por eso, como presos, son indefendibles desde el punto de vista político y nuestro Partido no reclama su libertad como tales”. Es claro que, romper con una política de clase conlleva, en algún momento, a la ruptura con los principios revolucionarios. Para un marxista revolucionario, la defensa de un perseguido por el enemigo de clase no depende de lo acertada o errada que pueda ser su estrategia. Exige incondicionalmente la libertad o el cese del hostigamiento, aunque someta la política sostenida por el afectado a la más enérgica de las críticas; porque en su cárcel o persecución ve al aparato represivo actuando contra la clase trabajadora y la izquierda.” (Insurgencia Obrera en la Argentina, 1969-1976, de Werner-Aguirre) Seguramente el PTS estará a favor de defender y reclamar la libertad de los presos palestinos en el Estado de Israel, incluyendo a los miembros de las organizaciones “terroristas” como Hamás y Hezbollah. ¿Qué haría entonces si la comisión investigadora que proponen llega a la conclusión que los autores de los atentados pertenecen a alguna de esas organizaciones? La posición del PO no se diferencia en su contenido oportunista con la del PTS, sino que por el contrario han sido más consecuentes en reclamar el esclarecimiento del atentado de la AMIA y de la embajada, e incluso integran (o han integrado) una de las organizaciones de familiares de las

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Par do de la Causa Obrera (Argen na) 30/3/15

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...viene de contra tapa sectores populares en la misma medida que decrece la influencia del PSUV. La agresión injerencista de Obama en vez de ayudarle a cohesionar las fuerzas internas en Venezuela, le ha generado la explosión de algunas de sus fisuras que han declarado abiertamente estar en contra de dichas declaraciones y hasta un diputado de La Causa R del estado Bolívar llegó a plantear que no se le enviase ni una gota de petróleo a los EEUU. La MUD sacó una declaración de equilibrista que refleja su falta de cohesión política, sino que sigue siendo un frente lleno de contradicciones, pues no apoyaba la política injerencista, pero le responsabilizaba al propio Maduro de lo dicho por Obama. De las agresiones de Obama, se puede concluir que el imperialismo ha salido debilitado de esta confrontación, pero por las perspectivas -con la aplicación de medidas como el aumento de la gasolina y un aceleramiento de la inflación-, esa ventaja adquirida por el gobierno pudiera como no hacerlo llegar hasta diciembre y así garantizar su triunfo electoral, lo cual no sería del total agrado de las clases dominantes, pero que no la obligaría automáticamente a una salida militar. Pero la no consolidación de la MUD como alternativa burguesa al PSUV y un debilitamiento extremo de este por un ascenso de las luchas obreras y populares con radicalización sin salida institucional, puede hacer sonar las alarmas en Washington para que busque una salida golpista. El tiempo de una crisis en este sentido no se mide por el calendario gregoriano sino el político. U N A O P O R T U N I D A D PA R A E L M O V I M I E N T O REVOLUCIONARIO El descontento crece en las masas e importantes sectores del movimiento obrero organizado están expresando la presión de sus bases como en el Encuentro Obrero Sindical de Valencia donde se aprobó el llamado a un Congreso de Trabajadores integrado por Delegados electos desde las bases; esta tendencia tiene bases objetivos de poder crecer y allí están los educadores de básica y media, que las direcciones burocráticas para responder a las presiones de las bases, mal convocaron a los 600.000 educadores el pasado 18/03 a un Paro Nacional que se desarrolló en por lo menos en 9 estados. La presión de los educadores sigue en ascenso, la posibilidad que engarce con otros sectores del movimiento obrero y popular están dadas y los sectores revolucionarios que nos identificamos con el movimiento obrero tendremos oportunidades de ser un factor decisivo para que ello ocurra y así repotenciar el ascenso de las luchas obreras y populares. Debemos estar claros que este año esta posibilidad tiene algunos escollos que pueden dificultarla, pero es importante trabajar en este sentido, para postularnos como una dirección real del movimiento obrero y de masas. Cuando el gobierno llama a recoger firmas y a concentraciones regionales y por sectores sociales, en rechazo a la injerencia norteamericana, es innegable la respuesta positiva que ha recibido, no solo por la base roja rojita sino también de sectores de base que se identifican con la MUD. Allí hay un reflejo de la fuerza contenida que se mantiene y que puede desarrollarse. Si no dan más, -como organizarse en círculos, en cada barrio, en cada empresa, en

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cada comunidad, ejercitarse y prepararse militarmente es porque el gobierno se cuida de que todos los pasos que se den estén controlados de allí el llamado a fortalecer las milicias, por ello desvía el espíritu antiimperialista en una recolección de firmas en vez de impulsar la expropiación de los capitales gringos. Los revolucionarios tenemos que llamar a movilizarnos en la calle contra la injerencia norteamericana y de todos los monopolios, contra la entrega de la faja unido al llamado contra las amenazas y juicios a dirigentes sindicales, denunciando el pacto de doble tributación, por la expropiación de la banca, sin indemnización y bajo control obrero, por el monopolio estatal del comercio externo y aprovechar el llamado a fortalecer las milicias para abrir la discusión en el seno de la clase para que esta aprenda el manejo de las armas y ciertos conceptos militares, así sean básicos. Las elecciones son otro frente de batalla que se nos presentan este año donde tenemos que seguir aportando para defender la autonomía e independencia del movimiento obrero. Los camaradas del PSL, son los únicos que hoy tienen la posibilidad de presentar candidatos con tarjetas propias; los otros camaradas son los de Marea Socialista, hoy tendencia interna del PSUV quienes no terminan de definir su situación dentro del PSUV y si presentan programa y tarjeta propia. Trabajar por seguir levantando un programa de independencia de clases frente a las opciones burguesas del PSUV y la MUD sigue siendo una tarea de primer orden para los revolucionarios. Participar o no en las elecciones pasa por la defensa de ese programa clasista, anticapitalista y socialista, sin ninguna vinculación con las organizaciones políticas burguesas. Construir un Partido de la Clase obrera de corte leninista es vital y el programa revolucionario con el método del programa de transición es la base de dicha construcción. Desde la Corriente Socialista Revolucionaria-El Topo Obrero nos hemos comprometido a aportar nuestro grano de arena a ese proceso de construcción, que está estrechamente vinculado al fortalecimiento de nuestras raíces en el seno del proletariado y lo estamos cumpliendo. ¡¡¡Por la derrota del paquetazo de Maduro, MUD, Fedecámaras!!! ¡¡¡Por la unificación en la lucha del movimiento obrero y popular!!! ¡¡¡Por un Congreso de Trabajadores con delegados electos por las bases!!! ¡¡¡Por la construcción del partido leninista de combate que impulse la revolución socialista!!! ¡¡¡POR UN GOBIERNO OBRERO Y POPULAR EN UNA VENEZUELA SOCIALISTA!!! ¡¡¡CONTRA LA OFENSIVA IMPERIALISTA QUE ES MUNDIAL, CONSTRUYAMOS UN PARTIDO MUNDIAL DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!!!

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DEL PAQUETAZO, AL GOLPE DE ESTADO; DE LA INVASIÓN, A LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS Sobre la posibilidad de que se desarrolle en este momento una invasión norteamericana, tampoco lo vemos con claridad y más bien pensamos que la misma de poder darse le va a generar más problemas que soluciones al imperio, y no es precisamente lo que necesita dentro de sus planes de reconquista de sus espacios perdidos en América Latina ante sus competidores capitalistas. La primera pregunta que surge es ¿para qué invadir si el gobierno que dirige las

A principios de año, cuando dándole continuidad a la reunión realizada en diciembre entre el gobierno y la MUD, se instalaron las Mesas de Paz, integradas por el Gobierno, la MUD y FEDECAMARAS, todo aparentaba que se iba a normalizar una gestión de gobierno acordada entre dichos actores, solo que la ultraderecha representada por Voluntad Popular, María Corina Machado y Antonio Ledezma, creyendo que el gobierno se caía con un soplido de lobo, calentaron de nuevo las calles con algunas guarimbas que apenas si alcanzaron al 20% de las del año 2014; desde un primer momento los principales partidos de la MUD se declararon en contra de esta "salida" y expresaron que la alternativa eran las elecciones parlamentarias. El aislamiento de la ultraderecha se profundizó, no sin golpear al conjunto de la oposición burguesa por el rechazo de la violencia aplicada. Todo esto se daba parejo al desarrollo de los acuerdos en las Mesas de Paz que se empezaban a aplicar como una acelerada escalada de aumentos de precios, que incluso llegaron a los Mercales con aumentos de precios de hasta el 100% en varios de los productos. Pero el desarrollo del Nuevo Pacto de Punto Fijo a nivel del gobierno y la MUD, la Iglesia, las FAN y la Federación oficialista CSBT tiene un reto aún no cumplido a plenitud: discapacitar al movimiento obrero para que no confronte el paquetazo que nos hará pagar la crisis del capital, cuestión que está aún por verse. ¿GOLPE DE ESTADO? El gobierno, sabiendo el tamaño de la tarea que se ha propuesto, viene implementando una guerra sicológica que consta de 2 partes. La primera es poner al descubierto "un golpe de estado" fraguado por oficiales al servicio del imperio y en segundo plano y coherente con el primero, una invasión norteamericana, alimentada con un discurso injerencista imperialista del propio Bush tiznado de Obama. Maduro tiene que intentar fortalecer su base social pues las medidas que faltan van a causar un descontento más grande que el existente y la develación de un supuesto golpe de estado le viene como anillo al dedo, pues acerca a parte de sus bases que se han alejado descontentos por las medidas aplicadas. Sobre la veracidad del golpe, son unos cuantos e importantes elementos que nos hacen dudar del mismo como posibilidad real, siendo los más importantes el que Maduro viene aplicando todas las medidas que el imperialismo expresaba necesarias a través de su excandidato Capriles, y el movimiento de masas hasta ahora no ha generado ninguna desestabilización social e institucional que preocupe a los amos del capital, aparte de que Maduro, con ayuda de la central sindical CSBT, construida de acuerdo a las necesidades del gobierno y de algunos de los dirigentes de la UNT, a los que se le suman los dirigentes sindicales de la MUD: CTV, FADESS, que actúan en consonancia de la política de mantener frenado a los trabajadores para que se le apliquen las medidas del paquete anticrisis burgués, ha propinado importantes golpes al movimiento obrero, caso Sidor, eléctricos, petroleros, educación, Brahma. ¿INVASIÓN IMPERIALISTA?

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políticas en el país está aplicando las medidas económicas que requiere, incluso el de crear zonas de recolonización como son la Zonas Económicas Especiales?, ¡aah!, ¿Que no se aplican a la velocidad deseada?, La burguesía imperialista sabe que no siempre se puede actuar a la velocidad que se quiere, sino a la que se puede y que a veces tiene que ceder y hasta dar pasos atrás como en Afganistán y en Irak para no perderlo todo. La segunda reflexión tiene que ver con que hoy el imperialismo, primero ha tenido que tocar retirada de la guerra de Afganistán y la de Irak, segundo: se le ha reabierto la guerra en Irak y tiene un frente inconcluso en Ucrania donde sufrió una primera derrota. Un tercer elemento es que aunque Maduro ha perdido fuerza en el seno de los trabajadores, ello no significa que este sector social se haya derechizado como para apoyar una invasión y la mayor muestra de ello ha sido el rechazo que ha levantado las declaraciones injerencistas norteamericanas por parte del pueblo, tanto el chavista como en amplios sectores de la oposición. Por último debemos mencionar que a nivel internacional también han causado un rechazo las declaraciones de Obama. Estos elementos nos hacen decir que una invasión puede causarle a los gringos más problemas que soluciones en su búsqueda de una mayor genuflexión del gobierno de Maduro y de otros de la América Latina. Los gringos miden sus fuerzas y consideramos por varios indicios que han decidido jugársela en las elecciones parlamentarias de diciembre y no a un golpe o una invasión militar. LA MUD Ese frente de partidos burgueses y pequeño burgueses sigue siendo un "saco de gatos" que no logra acordar un plan coherente en donde todos asuman sus ejes fundamentales, no cumple un requisito vital para ser totalmente bien visto por el imperialismo como para imponerlo por la fuerza y es que no logra enraizarse en la clase obrera y crecer en los

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