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NOVIEMBRE ANUARIO 2010
MARTES 25/01/2011
NUEVA ALCARRIA
Fallece Édgar Paris, un histórico del fútbol de Guadalajara
20/11/2010
Jugó 15 campañas en el Azuqueca, del que fue su capitán El pequeño comercio de Guadalajara ‘bautiza’ a su mascota con el nombre de ‘Colorines’ tras un consurso con 200 propuestas.
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Aparecen nuevas pintadas contra el alcalde de Loranca El edil relaciona estas pintadas amenazantes con la quema de la vivienda del anterior regidor de este municipio.
21/11/2010
José Sánchez cumple 19 años al frente de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara a punto de jubilarse.
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Se benefician del programa de termalismo 4.862 guadalajareños La Consejería de Salud ya ha asignado para 2011 al Balneario de Carlos III de Trillo 783 plazas, pero los guadalajareños también se desplazan a otros balnearios.
22/11/2010
El Patronato de Deportes alquila el Multiusos a tres gimnasios para realizar actividades deportivas.
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Abánades descubre un nuevo polvorín de la Guerra Civil Tras las excavaciones del CSIC el Ayuntamiento ha continuado esta labor de recuperación de su historia local más cercana.
23/11/2010
El Ayuntamiento de Guadalajara ha intensificado la limpieza de solares sin edificar para no causar problemas a los vecinos.
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Los centros de interpretación de La Riba y el Cardoso, para 2011 La Junta tiene previsto que el centro de La Riba de Saelices explique el Alto Tajo como geoparque .
Édgar Paris, un histórico del fútbol guadalajareño, fallecía el sábado 13 de noviembre a causa de un cáncer. Había jugado en el Sporting Cabanillas, en el Marchamalo y en el Azuqueca, club del que se convirtió en su bandera tras competir con la camiseta rojinegra durante nada más y nada menos que 15 temporadas. Hacía dos campañas que había decidido retirarse para dejar paso a los jóvenes y por incompatibilidad entre su vida profesional y su vida personal, debido a su reciente paternidad. Como jugador se fue haciendo poco a poco un símbolo, convirtiéndose en una pieza importante, con peso futbolístico y anímico en la plantilla, y en una de las claves de un club que ha ido creciendo, lento pero seguro, en los últimos tiempos. En el césped destacaba por su colocación, su desplaza-
Édgar militó también en otros clubes, como el Marchamalo o el Cabanillas.
miento de balón y su golpeo, que le llevó incluso a marcar algún gol desde el centro del campo; fuera de él los que le conocen destacan su calidad humana, que a nosotros nos dejó ver en las entrevistas que le hicimos.
En el mes de marzo, en la última edición de la gala de los Populares de Nueva Alcarria, se había llevado el premio en la categoría de Deportes. Un galardón merecido no sólo por su contribución futbolística, sino por su valía personal.
Una lección de las ganas de vivir
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odavía recuerdo el día que regresé al Club Deportivo Azuqueca, hace ya 5 años. Después de andar y recorrer otras tierras por fin volvía a mi casa y al club que me vio nacer. Allí te encontré, ya te conocía, pues ambos somos de este pueblo de toda la vida, pero sólo de manera superficial. Fue en estos años cuando te empecé a conocer bien y ver lo que significaba la palabra amistad y compañerismo. Nuestros comienzos no fueron fáciles pero en cuestión de dos meses hicimos una amistad irrompible. Entre Raúl Grande y tú se empezó a construir un equipo que a día de hoy está empezando a conseguir éxitos, en gran parte por vuestra dedicación al club. Vi claramente lo que significaba Édgar Paris para el Azuqueca pues ya que no sólo era su capitán sino que se había convertido en un estandarte, en un reflejo en el que mirarse, en un chaval que empezó en la categorías inferiores y que fue creciendo en el club de su pueblo y que se había hecho un hombre de los pies a la cabeza, cuyos valores principales para él siempre fueron el valor de la amistad y del compañerismo de toda la plantilla para el bien del equipo. Yo ya creía haber visto bastante en mi vida en lo que a personas se refiere, unas de una manera y otras de otra, pero de verdad que conocer a Édgar fue como un soplo de aire fresco. Él me descuadró completamente. Era un chico diferente a lo que yo había conocido con una manera de ver la vida y de vivirla con una intensidad como deberíamos hacerlo la mayoría, o al menos esa es ahora mi manera de pensar porque Édgar daba su amistad a quien quería y era muy exigente con sus amigos. Siempre debías dar el máximo y os juro que a mí me cambió, de hecho me cambió hasta el nombre, yo para él ya no era Jesús era “Jusus” y así con el resto de la plantilla y de sus amigos, “Patas”, “Cara sucia”, “Pelo paja” …pues así con todos. Esas cosas eran las que te hacían que llegaran las ocho y media de la tarde y tuvieras ganas de ir a entrenar pues sabías que te lo ibas a pasar bien y que te divertirías. Con tu marcha del club me dejaste a la capitanía y una gran responsabilidad pero había tenido un buen maestro e intenté seguir con tu manera de llevar el equipo, seguir la línea que tú marcaste dado que yo la daba por buena. En este club siempre se intentará que en las plantillas que nos sucedan el compañerismo sea el valor principal para conseguir triunfos. En ese sentido, amigo, puedes estar tranquilo de que tu estela permanecerá durante años. Tu recuerdo está garantizado pues dicen que las personas que fallecen están con nosotros mientras no las
olvidemos y eso es algo que nunca pasará. Tú ya eres un mito en el Club Deportivo Azuqueca y los que fuimos tus compañeros te sacaremos en cada conversación porque tenemos tantas historias que compartir, tantas aventuras que contar que sólo hablando de tí y recordándote nos sale una sonrisa. Fuiste único. En el Club Deportivo Azuqueca sólo tenemos palabras de agradecimiento para tí por tu entrega, sacrificio, lucha y esfuerzo que una vez más quedó demostrado cuando te diagnosticaron esa terrible enfermedad. Fue un gran mazazo para todos y nadie se explicaba cómo podía pasarte eso a ti. Recuerdo nuestra conversación, yo tratándote de animar te decía que al fin y al cabo era en un gemelo que no era un órgano vital y que saldrías adelante. Tu familia y amigos se volcaron contigo como no podía ser de otra manera. Conociéndote yo sabía que así sería. Ahí comenzó tu batalla y otra vez nos enseñaste a todos que tus ganas de vivir y tu esfuerzo eran máximos y que lucharías con todas tus fuerzas.Tras varias operaciones en el gemelo y algunas complicaciones parecía que ibas ganando esa guerra pero entonces las perores noticias posibles nos llegaron. Nadie se lo podía explicar ni entender, también estaban afectados los pulmones … Te logramos ver en varios partidos del Azuqueca pues para eso daba igual cual fuera tu estado o la debilidad que pudieras tener, y que sin duda tenías. Te armabas de valor y venías a vernos. No faltaron los apoyos del Azuqueca en nuestras camisetas haciéndote ver que estábamos contigo, que no te quedarías solo. Pero esta enfermedad, cuando te coge como lo hizo contigo, poco se puede hacer y mira que tú lo intentaste con todas tus fuerzas dándonos una lección de lo que es querer vivir. Cuando Raúl nos dijo que todo se había acabado a todos se nos partió el corazón, se nos quedó un espacio vacío que nunca se llenará. Por cierto una mención especial merecen Juanele y Raúl Grande. Amigos como vosotros son los que merecen la pena tener al lado. Édgar, todos te despedimos y te lloramos como te merecías, tú que lo fuiste todo: hijo, hermano, marido, padre, amigo y nuestro eterno capitán. Nunca te olvidaremos. Édgar Paris gracias por todo lo que hiciste por el Club Deportivo Azuqueca, gracias por todo lo que hiciste por todos nosotros. Descansa en paz amigo. JESÚS TRIGUEROS Director deportivo del C.D. Azuqueca