De Acuerdo numero 4

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Publicación del movimiento Acuerdo Institucional Sanmarquino

Marzo - Abril 2010, Nº 4

San Marcos en la encrucijada

EDITORIAL

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an Marcos vive momentos difíciles como resultado de una nefasta gestión rectoral que, instalándonos entre escombros físicos y morales, ha producido un grave deterioro de su imagen y vida institucional, afectando también con ello al conjunto de las universidades públicas, cuyo liderazgo ha abandonado ensimismada en el frívolo juego de reparto de cuotas de poder a los incondicionales, que insulta la dignidad de docentes, estudiantes y trabajadores de la primera universidad del país. Esto ocurre en un contexto de abandono de la educación, la salud y la seguridad por parte del Estado a favor del sector privado, traducido en el agresivo crecimiento de las universidades privadas con fines de lucro, con algunos de cuyos promotores ma-

www.acuerdosanmarcos.edu.pe fiosos la actual gestión manifiesta visibles señales de complicidad (ver Págs. 15 y 16). La mercantilización de la educación impacta la universidad pública, generando graves distorsiones en el cumplimiento de sus funciones, ante el silencio cómplice de nuestras autoridades embarcadas en oscuros proyectos con operadores de mafias que han merecido el rechazo de la opinión pública (ver Pág. 14). El clientelaje y el reparto de prebendas han pasado a ser el eje de un estilo de gestión reñido con la transparencia y la democracia. Ninguna palabra sobre los más graves problemas nacionales, incluyendo el abandono estatal de las universidades públicas. Nula interlocución

en defensa de la universidad pública frente al Estado y los poderes fácticos que la agraden, y nula incidencia en cuanto al justo reclamo de homologación de los docentes. Lo más grave es que los responsables de esto, convertidos en adictos al poder, aspiran a prolongar su control de nuestra universidad. Para eso, buscan a toda costa ganar las próximas elecciones a los decanatos y la Asamblea Universitaria. Ya han dado suficiente muestra del uso que pueden hacer de mecanismos como la cooptación de la precaria representación estudiantil, secuestrada por operadores corruptos, o el control total del Comité Electoral. En estas circunstancias, señalamos que San Marcos no puede sopor-

tar cinco años más de continuo y sistemático deterioro; que es un imperativo ético detener esta espiral de caída, enfrentándola con un proyecto universitario de alcance nacional, cuyo núcleo programático es la defensa de la universidad pública. En horas aciagas, San Marcos ha sabido ser “nudo de inquietudes, plaza de victorias.” Esa reserva moral está viva, manifiesta en el repudio estudiantil al nefasto convenio Izquierdo-Castañeda; en el rechazo electoral a los operadores mafiosos; en la producción intelectual de nuestros docentes; en el compromiso de los mejores trabajadores. Nos corresponde abrirle amplio curso, para con el aporte de todos afirmar la honestidad y la eficiencia, reconstruyendo el liderazgo nacional de San Marcos.


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ZENÓN DEPAZ TOLEDO*

¿Estamos terminando la autoevaluación o terminando con ella? L a universidad es una institución cuyo encargo social básico es el cultivo del saber, actividad que a su vez tiene como principio regulador y valor supremo la búsqueda de la verdad.1 Este propósito remite a dos viejos mandatos enunciados por un oráculo de la Grecia antigua en que surgió la filosofía, matriz epistémica del saber que cultivamos en la universidad contemporánea. Aquellos mandatos, concebidos y venerados como fuente y meta de la sabiduría, son “Conócete a ti mismo” y “Sé lo que eres”. La comprensión del sentido de la autoevaluación y la acreditación universitarias, no podría perder de vista aquella orientación originaria del saber, sin correr el grave riesgo de limitar severamente su horizonte hasta reducirlo a la condición de mero procedimiento técnico, inconsciente de las opciones políticas que pone en juego. Con ello quiero decir que el tema de la acreditación es eminentemente político (en el sentido más relevante de este término, que es el de la disputa de sentidos de vida, de definiciones de lo que debemos2 ser), y secundariamente técnico. Perder de vista ello puede ser fatal para la definición de un rumbo autónomo de la universidad, así como para el cumplimiento cabal de sus funciones sociales. Y eso es precisamente lo que viene ocurriendo en San Marcos, por una distorsión en el manejo de ese tema durante la presente gestión, que entre otras consecuencias ha conducido a la marginalidad de nuestra universi1 Aún cuando la verdad pueda ser sólo un ideal, con lo cual nuestros saberes (nos referimos, obviamente, a los que proveen las ciencias empíricas, referidas a la realidad) tendrían un carácter conjetural y, por tanto, estrictamente provisional, tal como tiende a suponer la epistemología contemporánea 2 Una vez propuesto un fin o meta (como es la búsqueda de la mayor calidad), elección que corresponde a definiciones de orden político o ético, recién entonces entra en juego la técnica, que se ocupa de proponer los medios más expeditivos para el logro de aquella meta.

dad y de la comunidad universitaria pública en su conjunto en la definición de la institucionalidad, la orientación y el manejo de la acreditación en nuestro país, a través del SINEACE y el CONEAU. Lo que la acreditación universitaria busca evaluar es fundamentalmente la calidad académica, lo cual exige también juzgar la calidad de la gestión y la estructura institucional. Por tanto, el tema medular es en qué consiste la calidad, y ese no es –insisto- un tema técnico, como ingenua o interesadamente creen algunos. El viejo mandato, “sé lo que eres” resume bien la búsqueda de lo que en lenguaje tecnicista se denomina ahora “calidad” y los griegos llamaron “areté” (virtud), que consiste en llevar a su cabal cumplimiento aquello que se presume ser. Esto supone también que no siempre se es lo que se presume ser. ¿Alguien duda de ello ahora que en el Perú tenemos alrededor de un centenar de instituciones que se llaman universitarias, cuando es notorio que apenas unas pocas de ellas merecen tal denominación? ¿Basta llamarse universidad para serlo? ¿Qué es ahora ser una universidad? Ese tipo de preguntas nos confrontan con la otra antigua indicación, “conócete a ti mismo”, pues bien podríamos llamarnos universidad cuando nunca lo fuimos, o estamos dejando de serlo o simplemente ya dejamos de serlo. Un proyecto serio de autoevaluación universitaria

requiere, por tanto, una discusión -con participación de la comunidad universitaria- de lo que supone ser una universidad en la denominada sociedad del conocimiento y en un país como el nuestro; una discusión honesta sobre cómo nos hallamos y qué nos falta para ser realmente lo que creemos ser; una discusión política, en el más alto sentido de esta palabra. Como podrá notarse, esto es ajeno a aquella frívola campaña electorera, manifiesta en enormes banners exultantes de falso entusiasmo, colgados en todas las facultades de San Marcos por disposición rectoral, para decirnos que aquí la evaluación de la calidad académica va de maravillas. La voluntad de engaño es la negación del conocimiento de sí mismo; está en las antípodas de la autoevaluación cabal; y, ciertamente evidencia la total ausencia de definiciones políticas básicas sobre qué hacer para responder a nuestra condición de institución universitaria y sobre qué tipo de universidad queremos ser, definiciones sin las cuales la autoevaluación no tiene sentido o deviene en un mero ejercicio burocrático de llenado de fichas, o de manipulación grosera de la información, como ocurre, lamentablemente, ahora en San Marcos.

Precisamente por manejar –más bien manipular- así la acreditación, nuestra universidad ha perdido todo protagonismo en la definición de ese tema en el ámbito nacional, que de eso se trataba en este periodo y no de andar maquillando certificaciones provisionales otorgadas por acreditadoras que ni siquiera se hallan entre las más confiables de la región. ¿Cómo pueden entonces decirnos desde la OCCAA que todo va de maravillas para nosotros en ese tema? ¿Por qué no nos explican más bien la razón por la que la universidad pública emblemática de nuestro país no está siquiera representada en el CONEAU, órgano que tiene el encargo de acreditar a las universidades peruanas? ¿Qué incidencia ha tenido San Marcos, a través de la OCCAA, en la definición de los lineamientos y matrices de autoevaluación en el CONEAU, que son los que se nos van a aplicar? Ninguna. También en esto, una gestión carente de una visión de qué hacer con la universidad, tomando en cuenta lo que ocurre en el país y el mundo; una gestión demasiado ocupada en la repartija de mezquinas cuotas internas de poder, ha perdido de vista el escenario en que se definen realmente las cuotas de poder de las universidades, relegándonos a la marginalidad.

La acreditación universitaria

busca evaluar fundamentalmente la calidad académica, lo cual exige también juzgar la calidad de la gestión y la estructura institucional.

* Profesor Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, UNMSM. Secretario General de AIS.

Año 2 Nº 4 Marzo - Abril, 2010 En una publicación del movimiento docente Acuerdo Institucional Sanmarquino

Comité Editor Zenón Depaz Toledo Carlos García-Bedoya Maguiña Harold Hernández Lefranc Hugo Sánchez Díaz Editor Marcelo López Torres

Email: acuerdo.institucional.unmsm1@gmail.com

Pag. Web: acuerdosanmarcos.edu.pe

Los textos se pueden reproducir citando la fuente y consignando los créditos. Las fotos de esta edición pertenecen a Shessira Sánchez S. y Raúl Arriarán G.


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HUGO SÁNCHEZ DÍAZ*

El destino histórico de San Marcos L

a historia parece haber reservado a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos un paradójico destino. La ubica en su origen, a inicios de la Era Moderna, como la primera universidad de la cuenca del Pacífico, zona que en el ápice de la modernidad, cuando esta se ha extendido a escala planetaria, ha pasado a ser el centro de la geopolítica global. Este sólo hecho le otorga de por sí un valiosísimo capital simbólico del que aquí no parecemos ser conscientes, precisamente en el momento en que el despliegue de la lógica de vida que caracteriza a la modernidad otorga un valor decisivo al capital simbólico, así como al conocimiento. En efecto, en sus inicios San Marcos tiene un papel protagónico en la gestación de uno de los fenómenos decisivos de la Era Moderna: la colonialidad, tanto en el ámbito de la transmisión del saber, como en el de la formación de elites para administrar ese orden. No obstante, la persistencia de la opción por un posicionamiento subordinado –colonial- en el escenario global, por parte de los sectores dominantes de nuestro país, ha permeado la vida institucional de San Marcos y la universidad peruana en su conjunto, afectando su autonomía en múltiples dimensiones, que van desde el terreno decisivo del saber hasta el de su gestión.1 Cuando la modernidad parece estar llegando al pleno cumplimiento de sus potencialidades (entre ellas el incremento vertiginoso de la producción tecnocientífica como clave de poder) y a la vez muestra sus límites como forma de organizar la vida humana, en San Marcos parece haberse perdido la vocación -esencial a la condición universitaria- de auscultar lo que Mariátegui llamara la escena contemporánea, para situarse en ella con el mayor margen de autonomía e iniciativa.2 Se trata de una preocupante señal de la pérdida de autonomía, en un terreno mucho más decisivo que el de la gestión.

la defensa de la autonomía universitaria requiere el ejercicio riguroso del pensamiento para comprender el curso de los acontecimientos en el escenario global, a fin de situarnos en él con un proyecto propio, funcional a los intereses de la comunidad nacional de la que formamos parte. En efecto, hoy en día la defensa de la autonomía universitaria requiere el ejercicio riguroso del pensamiento para comprender el curso de los acontecimientos en el escenario global, a fin de situarnos en él con un proyecto propio, funcional a los intereses de la comunidad nacional de la que formamos parte. Lo contrario es mantener el juego autista de intereses particulares que se han apoderado de nuestra universidad, bloqueando sus posibilidades de desarrollo y favoreciendo la mercantilización de la educación superior; es convertir la autonomía universitaria en coartada para repartirse la universidad, sin tener que dar cuentas al país. El crecimiento del sector privado en la universidad peruana es manifestación visible de la mercantilización de la educación superior. Pero este fenómeno se deja sentir igualmente en todas las esferas de actividad de la universidad pública. Se ha mercantilizado el acceso -con el centro preuniversitario-; ocurre también con la graduación y titulación -a través de la generalización de programas con alto costo que han afectado la producción de tesis-; la actividad docente se ha dispersado, convirtiéndose en algunos casos en un acto furtivo, subordi-

nado a otros compromisos laborales. Todo esto ha venido a ocurrir con anuencia de las actuales autoridades, que han añadido la sistemática destrucción de la imagen institucional de la primera universidad del país, hoy identificada con escombros y anomia, no obstante lo cual quieren perpetuarse en el poder, hacia el que han desarrollado adicción,3 habiendo alcanzado el control de la universidad sobre la base de la creación de clientelas y corrupción de la representación estudiantil secuestrada por operadores mafiosos. San Marcos tiene un destino histórico que cumplir como referente del conjunto de universidades públicas, hoy sometidas a una feroz ofensiva del sector privado con fines de lucro, fenómeno ante el que la actual gestión ha carecido de opinión explícita, habiendo guardado un silencio cómplice.4 Esa ausencia de liderazgo e interlocución ante un Estado que impone como política el abandono de responsabilidades sociales básicas en educación, salud y seguridad, a favor del sector privado, ha sido un factor decisivo para la derrota de la huelga docente, que exigía la homologación volviendo al viejo esquema inoperante de enfrentar la tecnocracia del MEF con la burocracia sindical, en un diálogo de sordos.

Una gestión carente de definiciones sobre qué hacer con San Marcos para fortalecer su vida institucional y recuperar la iniciativa en el ámbito universitario nacional,5 nos conduce a la marginalidad. En un contexto de agresivo crecimiento del sector privado, nuestra universidad no puede soportar cinco años más de sistemático deterioro como el que esta gestión ha producido, sin cruzar una línea irreversible. Detener esta espiral de caída constituye un imperativo moral. Es preciso enfrentarla con un proyecto cuyo núcleo programático es la defensa de la universidad pública, objetivo que exige una apuesta radical por el mejoramiento continuo de la calidad académica, entendiendo que la democratización de la educación pasa por el acceso a una educación de calidad: lo contrario refuerza las brechas sociales. La calidad de los procesos y resultados académicos debe juzgarse por referencia a su pertinencia a las necesidades del desarrollo social, el impulso de la investigación y la afirmación del trabajo interdisciplinario. A ese propósito deben subordinarse los procesos administrativos. Una gestión honesta, democrática, deberá desarrollar este programa, para reiniciar el proceso de recuperación institucional de San Marcos y de la universidad pública en nuestro país.

* Profesor Asociado de la Facultad de Ciencias Económicas, UNMSM. 1 Cabe hablar de colonialidad del saber, en ausencia de una vocación genuina de producirlo; cuando nos limitamos a consumir de segunda mano saberes producidos por otros, y cuando además esos saberes no dialogan con aquellos otros que se hallan en nuestras tradiciones culturales originarias. 2 Todavía hasta la década de los 80 los debates políticos en la universidad peruana solían empezar por el reconocimiento de la situación internacional, pasando luego por el de la situación nacional, escenarios sin los cuales no se creía factible un juicio objetivo sobre la situación de nuestras universidades. No obstante, es de notar que en aquellas polémicas sobre las claves del poder, se hallaba ausente la relación entre el poder y la capacidad de producir saber, hecho muy sintomático de la pérdida de horizonte, tratándose de debates ocurridos en el ámbito universitario. 3 Tal parece ser el caso de quienes desde el Consejo Universitario controlan a su favor la universidad, y hoy -impedidos de reelegirse- quieren convertir las próximas elecciones de representantes ante la Asamblea Universitaria en plataforma para migrar a ella para mantener ese control. 4 Patética muestra de aquella complicidad es el homenaje brindado en ceremonia solemne por el propio rector Izquierdo, conjuntamente con el decano de la Facultad de Educación y el director del postgrado de esa facultad, a Fidel Ramirez Prado, dueño de Alas Peruanas, institución privada involucrada en graves acusaciones de corrupción (ver artículo al respecto, en esta misma edición). 5 Durante la gestión anterior, a cargo de AIS, se constituyó la Alianza Estratégica de Universidades (UNMSM, UNI, UNALM), como un referente nacional de las universidades públicas, espacio que debió haberse ampliado con participación de otras universidades emblemáticas de este sector, para generar una representación universitaria alternativa a la de la ANR, hoy copado por el sector privado académicamente más deleznable.


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MARCEL VELÁZQUEZ CASTRO*

La Universidad en el Perú o el matrimonio del cinismo y el autismo

Universidades chatarra”, “false university”, “universidades bamba”, son algunos de los nombres genéricos que delatan que la universidad como un espacio de saber universal, de reunión multiclasista y de producción de nuevos conocimientos e investigaciones, se encuentra en un franco declive en nuestra sociedad. El sistema universitario en el Perú ha colapsado y se ha convertido en una inmensa fábrica de producción de títulos a precio de liquidación. Actualmente, existen 100 universidades (65 privadas y 35 públicas; 40 en Lima y 60 en provincias), se estima que son más de 700 mil alumnos matriculados en más de 600 facultades y en más de 400 escuelas de posgrado. Durante estas dos décadas de crecimiento económico, no solo se ha ampliado geométricamente

la universidad pública como el de la universidad privada. La informalidad ha derrotado a la institucionalidad, la ilegalidad se ha legalizado, la estafa a nombre de la nación ha sustituido a la formación seria y laboriosa, la trasgresión es la norma (alumnos plagian trabajos monográficos o “peluquean” tesis ajenas, los profesores callan y las autoridades cobran). Sin embargo, también ha habido efectos de otra índole: los más pobres tienen más opciones de acceder a una educación superior, la competencia por captar a los mejores alumnos es más intensa y el ocaso de la universidad pública ha obligado a pensar sus limitaciones actuales.

EL REINO DEL CINISMO O LA MORALIDAD AL SERVICIO DE LA INMORALIDAD

La informalidad ha derrotado a la institucionalidad, la ilegalidad se ha legalizado, la estafa a nombre de la nación ha sustituido a la formación seria y laboriosa, la trasgresión es la norma (alumnos plagian trabajos monográficos o “peluquean” tesis ajenas, los profesores callan y las autoridades cobran). la oferta universitaria sino que esta se ha diversificado extendiéndose horizontalmente en el ámbito geográfico y verticalmente en las clases sociales. Esta nueva multitud ha transformado radicalmente tanto el panorama de * Profesor Asociado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. UNMSM.

En el capitalismo tardío, todas las ilusiones han quedado desenmascaradas, pero no nos atrevemos a vivir sin ellas; por ello, el autoengaño y el cinismo se convierten en estrategias de supervivencia y sociabilidad. Requerimos todavía de máscaras ideológicas o relatos que repetimos sin convicción: “la universidad es un medio de ascenso social”, “la educación universitaria trabaja para resolver los problemas nacionales”. Sin embargo, lo que sabemos, pero no decimos es que el miedo al ascenso social alimenta la destrucción de universidades públicas de carácter nacional y que muchos de los más graves problemas (la corrupción, la burocracia, la sanción al mérito, la mentira y la “politiquería” de prebendas y clientelaje) se han incubado en la universidad. El cohesionado conjunto de enunciados “políticamente correctos” sobre la universidad con-

forma una moralidad discursiva que esconde vanamente la inmoralidad del sistema. La indiferencia y el pragmatismo de miles de estudiantes universitarios han permitido su conversión en mercadería, alumnos descartables o meros clientes de un negocio que se basa justamente en su propia deshumanización. Por otro lado, los profesores solo ven en la proliferación de universidades una posibilidad de multiplicar sus ingresos con el dictado por hora. Los jóvenes universitarios que estudian en una universidad bamba saben que están siendo engañados, pero no lo aceptan y se refugian en la fantasía; sus padres saben que no pueden exigir un servicio de calidad, pero se consuelan con cemento fresco y computadoras por doquier; las autoridades se desgañitan pregonan-


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LA UNIVERSIDAD EN EL PERÚ O EL MATRIMONIO DEL CINISMO Y EL AUTISMO

do que sus instituciones son universidades que satisfacen una demanda popular legítima, pero ellas saben que el único interés que resguardan es el de los accionistas o el de los rectores eternos. Así todos comen jurel, pero les sabe a lenguado. El daño generado por un amplio grupo de universidades que funcionan al amparo del DL 882 es inconmensurable: decenas de miles de profesionales no calificados, el título profesional convertido en cheque sin fondos, los grados de magíster y doctor envilecidos y la perversión de la educación a distancia son solo algunos de sus efectos. Pese a las críticas del propio presidente Alan García, todo indica que no hay decisión política de enfrentar el problema por los inmensos costos sociales que significaría una verdadera evaluación de las universidades y el cierre inmediato de decenas de ellas.

EL IMPERIO DEL AUTISMO O LA MUERTE LENTA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA El derecho a una educación pública de la más alta calidad forma parte de los pilares del sistema republicano y democrático. En casi todos los países, la universidad pública constituye el axis del sistema universitario. Los Estados mantienen y desarrollan estos espacios que se convierten así en el encuentro entre las elites intelectuales y los jóvenes más calificados. En el Perú, el Estado ha abandonado a la universidad pública y esta se encuentra dominada por mezquinos intereses corporativos. San Marcos, otrora universidad nacional y lugar de encuentro multiclasista se ha convertido en una

universidad exclusiva de estudiantes de clase media baja o sectores populares. Más del 80% de su población proviene de los distritos de Lima Este, Norte y Sur. Su alta tasa de selectividad todavía garantiza alumnos con condiciones y talento crítico, pero ya se ha reducido su carácter de comunidad sociocultural plural que garantice la movilidad social, o prácticas de integración nacional. La autonomía, inherente a la naturaleza de la universidad, ha devenido, en mucha ocasiones, en un aislamiento radical y, en algunos casos, en una autarquía con rasgos autistas. Queriendo mantener legítimamente al Estado fuera de las decisiones universitarias, se ha terminado, en muchos casos, expulsando a la sociedad. Por otro lado, la universidad pública ha cerrado los ojos ante las nuevas demandas del mercado, la pertinencia se ha extraviado y el diálogo con la empresa, debilitado. La universidad pública está regida por la ley 23733, ley que ya olía a rancio en 1983 y que hoy se muestra absolutamente incapaz de responder a los retos de una universidad eficiente, pertinente, moderna y global. La compleja y burocrática gestión de la universidad pública y los mecanismos corporativos de elegir autoridades devienen con mucha facilidad en parálisis, clientelismo y corrupción. Por ello, San Marcos vive su hora más sombría, rodeada de escombros, enferma de errores: un concierto de desconciertos –como diría Baltazar Gracián. Las mejores universidades públicas y privadas deben liderar esta transformación antes de que el cinismo y el autismo terminen de aniquilar al laboratorio de nuestras esperanzas.

La autonomía, inherente a la naturaleza de la universidad, ha devenido, en mucha ocasiones, en un aislamiento radical y, en algunos casos, en una autarquía con rasgos autistas. Queriendo mantener legítimamente al Estado fuera de las decisiones universitarias, se ha terminado, en muchos casos, expulsando a la sociedad.

En casi todos los países, la universidad pública constituye el axis del sistema universitario. Los Estados mantienen y desarrollan estos espacios que se convierten así en el encuentro entre las elites intelectuales y los jóvenes más calificados. En el Perú, el Estado ha abandonado a la universidad pública y esta se encuentra dominada por mezquinos intereses corporativos.


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MANUEL BURGA DÍAZ*

Nuevo debate, viejos temas

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Manuel Burga escribió un artículo en el diario La República, el pasado jueves 4 de febrero, texto que adjuntamos. Ante este texto, un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal, que se articula bajo el nombre de Centro de Investigación Qantu, le escribe y manifiesta la misma preocupación respecto a la educación en el Perú, especialmente la universitaria. (Ver pág, 13). Esto nos obliga a pensar que el tema de la educación universitaria no se limita a las universidades nacionales o que se resuelve con estrategias sectarias o parroquiales. Involucra concepciones políticas sobre la economía y la política mundiales y sobre el proyecto de país que queremos o necesitamos. En esto debemos acordar profesores y estudiantes, preocupados no por nuestro quiosco, sino por un proyecto que involucre a la sociedad.

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a pregunta que cualquier peruano se puede hacer, mirando al país o a sus propios hijos, es: ¿Podemos salir de la situación actual, alcanzar el desarrollo, con un “sistema educativo quebrado”, como el nuestro? Todos conocemos la respuesta y actuamos en consecuencia. Fue necesario que esta respuesta la enuncie Michael E. Porter, economista de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, durante el Seminario Internacional “Claves de una Estrategia Competitiva”, el 30 de noviembre pasado, para que nuestro primer mandatario se sienta aludido y ofrezca una desafortunada réplica: “¿Por qué aceptamos lecciones de personas que no conocen el Perú?” Otro producto interesante de esta visita es el debate que se ha suscitado alrededor del artículo del economista Waldo Mendoza, En Defensa del neoliberalismo, del 20 de enero pasado, que en lo esencial nos dice que el Perú, en este momento, se encuentra en el buen grupo (Brasil, Chile, México y Colombia) y no entre los que están perdiendo la oportunidad (Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela). Como si los resultados que se pueden ver en estos países fueran consecuencia de las dos últimas décadas. La respuesta técnica la han ofrecido Humberto Campodónico, Oscar Dancourt, Pedro Francke y Félix Jiménez, insistiendo en que el modelo de desarrollo neoliberal más bien nos empobrece y reproduce una nefasta estructura primario exportadora de viejo cuño. El mismo Porter, el domingo pasado,

Brasil, Chile o México siempre han estado delante de nosotros en los últimos 100 años. Si no cómo explicamos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de macrouniversidades, de 70. en El Comercio, profundiza algunas de sus agudas reflexiones y sin dejar de reconocer el avance del rendimiento económico en nuestro país, pasa a decirnos que este es consecuencia del buen precio de los commodities que exportamos, y esto es lo que debería preocuparnos: “Si se continúa dependiendo de los ‘commodities’ como impulsores de la economía, se acabará en un callejón sin salida”. Cuando trata de señalarnos el buen camino, nos indica el impedimento mayor: “El sistema educativo está quebrado” en el Perú. “Además de las debilidades relacionadas al capital humano, se invierte de manera insuficiente en ciencia y tecnología”. Recomienda profundizar la descentralización: “Cada región del Perú necesita una estrategia clara para construir una economía propia y única basada en

* Profesor Principal de la Facultad de CCSS, UNMSM. Presidente de AIS. 1 Texto aparecido en el diario La República, Lima, del jueves 4 de febrero de 2010.

las fortalezas locales”. Es decir, hacer casi todo lo que el gobierno no hace. M. Porter no está desinformado. Todo lo contrario, su trabajo es estar bien informado sobre lo que sucede en AL; si no, quién contrata las consultorías de su Instituto para la Estrategia y la Competitividad en Harvard. Hay que escucharlo, sobre todo cuando cuestiona una realidad tan evidente como el modelo de desarrollo con una estructura económica primario exportadora, con lo cual Campodónico, Dancourt, Francke y Jiménez lógicamente coinciden. Decir que el Perú está en el buen grupo y que tenemos el modelo correcto nos podría dejar la imagen de que estamos como Brasil, Chile o México; o que, embarcados en el mismo modelo, pronto estaríamos como ellos. Esos países siempre han

estado delante de nosotros en los últimos 100 años. Si no cómo explicamos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de macrouniversidades, de 70. El presidente García habla mucho de sus obras públicas, de las del alcalde Castañeda, pero cuando uno atraviesa el poco transitado puente del intercambio vial sobre la avenida Universitaria y contempla el campus de San Marcos mutilado, sin cerco perimétrico, me pregunto: ¿Es esta una inversión en infraestructura vial que nos vuelve más competitivos? La afirmación de Porter, “El sistema educativo está quebrado”, la puede suscribir cualquier peruano responsable. ¿No es esta una consecuencia del modelo de desarrollo de las dos últimas décadas en nuestro país?


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ENTREVISTA

Una mirada de San Fernando: cómo enfrentar la crisis

Entrevista al Dr. Ulises Núñez Chávez, urólogo, connotado Profesor Principal y ex Decano de San Fernando, en que hace diagnóstico de la Facultad de Medicina, y plantea propuestas concretas de solución. 1. ¿Cómo se manifiesta la crisis actual de la universidad en San Fernando? Pude conocer San Fernando, cuando era la única Facultad de Medicina en Lima. Auténtico crisol de la medicina nacional; reunía en sus claustros a verdaderos paradigmas de la docencia universitaria y la investigación científica, quienes estimulaban en el alumno el conocimiento, la investigación y los valores éticos y morales que son inherentes a la condición de médico y su ejercicio profesional. La renuncia de la mayoría de nuestros maestros a San Fernando en 1961, marcó un hito en la vida universitaria en el país. El cogobierno, no siempre bien entendido, en ocasiones mal representado y a veces peor utilizado, ha sido a mi criterio uno de los motivos de confrontación más negativos en el avance de nuestra Facultad. El esforzado grupo de profesores que pudo reconstruir San Fernando después del cisma, demostró el grado de preparación con que contaba la Facultad; mas no pudo mantener el nivel alcanzado en investigación, como lo demuestra el estado actual de los Institutos. El notable y vertiginoso desarrollo científico y tecnológico alcanzado en los últimos decenios obliga a una puesta al día permanente de los procedimientos de prevención, diagnóstico y tratamiento en medicina. 2. ¿Cómo era antes el Campo Clínico, digamos hacia los 60s u 70s, y cómo es ahora? Campo Clínico es el ambiente físico de una institución de salud en el que los estudiantes de medicina desarrollan sus prácticas clínicas. Para el estudiante de medicina, cada paciente es un libro abierto, en el que bajo la tutoría de un docente, aprende, desde la forma de acercarse e interrogar a un paciente, hasta la manera adecuada de examinarle, llegar a un diagnóstico de enfermedad y curarle. Esto hace de los campos clínicos el elemento fundamental de la enseñanza médica. Hasta 1961, San Fernando

no sólo utilizó los campos clínicos de los hospitales más importantes, sino que incorporó a la docencia universitaria, como profesores permanentes, a los profesionales más distinguidos de los diversos hospitales, quienes conformaron la mejor, más completa y más experimentada plana docente en medicina en el país. Hizo además, ingentes inversiones en aulas, laboratorios, camas hospitalarias y anfiteatros en cada uno de los hospitales de propiedad de la antigua Sociedad de Beneficencia. Con la creación de la Cayetano Heredia (privada) y la Federico Villarreal (pública), fueron tres las facultades que compartieron los campos clínicos. Cuando se autorizó por el DL 882, la creación de Universidades Empresas, y con ello, la súbita y desordenada proliferación de universidades privadas con fines de lucro, sobrevino un auténtico caos. 3. ¿Qué vías de solución hay para la universidad pública al respecto? Es evidente que el profesor permanente de nuestra facultad que acepta un contrato de una universidad privada e incumple con su obligación con San Fernando, lo hace, en primer lugar, por evidentes razones

económicas. Este hecho, sumado a la creciente proporción de alumnos intelectualmente capaces, pero que desafortunadamente no tienen los medios materiales para estudiar en igualdad de condiciones, ameritan una permanente defensa de la universidad pública. En este sentido, en un país como el nuestro, con marcadas diferencias socioeconómicas y evidentes muestras de corrupción, la universidad pública debe ser no sólo el ámbito de análisis y denuncia de los grandes problemas del país, sino por sobre todas las cosas, el lugar donde se formulen las vías de solución. Somos conscientes de que cualquier esfuerzo del Estado será insuficiente. Una forma de conseguir recursos propios importantes está en propiciar proyectos de investigación que sean productivos y hacer del Estado un socio y promotor ante la industria privada nacional y extranjera. En el momento actual lo viene haciendo en pequeña escala una universidad privada. ¿Por qué no hacerlo en la escala e importancia que nos corresponde por derecho? 4. ¿En principio, por dónde van los caminos de solución para la Universidad Pública?

Como primera medida: adecentar la política universitaria nacional; sobre todo en el acceso a los cargos académicos y administrativos. Que sean cubiertos por concurso público abierto, haciendo de la meritocracia y de la rendición de cuentas, principios fundamentales. Segundo, y no menos importante: desarrollar y cumplir a cabalidad el Plan Estratégico Institucional, base de un desarrollo armónico. Como tercera y fundamental medida está la generación de recursos propios. Universidad que no investiga no cumple con su rol fundamental que es la creación de conocimiento. Los estudiantes deben colaborar como invita la Constitución: “La gratuidad de enseñanza, es para quienes teniendo buen rendimiento académico, no cuenten con los medios económicos suficientes”. En la actualidad en San Marcos y ante el aparente silencio cómplice general, se ha dispuesto la generalización de tal medida, que más bien es injusta con aquellos estudiantes que no tienen recursos. Finalmente, debe mejorar la oferta y calidad de los estudios de postgrado en nuestra universidad, haciéndolos competitivos a nivel nacional e internacional. Para concluir debo expresar que a pesar de todas las deficiencias expuestas, nuestros alumnos del pregrado de la Facultad de Medicina de San Fernando son de una calidad comprobada, ya que han alcanzando el primer puesto en el Examen Nacional de Medicina, que desde hace cinco años convoca con carácter obligatorio la Asociación Peruana de Facultades de Medicina, y en el que participan todas las facultades públicas y privadas del país.

Cuando se autorizó por el DL 882, la creación de Universidades Empresas, y con ello, la súbita y desordenada proliferación de universidades privadas con fines de lucro, sobrevino un auténtico caos.


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ENTREVISTA

La Universidad Pública: diversos rostros de una crisis Entrevista al Dr. Manuel Burga Díaz*

1. Profesor Burga, ¿puede hacer un breve diagnóstico de la universidad pública en el país?

Las universidades de absorción de la demanda, donde ingresan todos los que se presentan, pero que realizan ese viejo anhelo de los postulantes, de ingresar a una universidad, a como dé lugar. Este es un hecho importante. Pero lo malo es que ellas han incrementado el número de vacantes, sacrificando la calidad y mercantilizando los servicios educativos, sin importar nada, argumentando que ofrecen lo que la demanda requiere.

Quisiera referirme a la universidad en general: la universidad peruana, tanto pública como privada, atraviesa una profunda crisis. Pero hay que advertir que esta crisis no afecta a todas de la misma manera. Las privadas tradicionales, las que se organizan de acuerdo a la Ley 23733, como la PUCP y la UPCH, por sus fortalezas institucionales, por sus relaciones internacionales y su acceso a fondos de la cooperación internacional, resisten bien y aún se han fortalecido en la última década. Ambas ocupan lugares preeminentes en el ranking universitario peruano de 2005, tanto en docencia como en investigación, y casi asoman en los rankings internacionales. Entre las públicas, justamente la vigencia de esa misma norma jurídica es lo que las ha conducido a situaciones de extrema vulnerabilidad, como por ejemplo el deterioro de la calidad académica, tanto a nivel de la docencia, de la investigación, como de la proyección hacia la comunidad. Los concursos públicos, en los últimos 20 años, en realidad se han limitado, en muchos casos, a regularizar la condición de los docentes contratados, que han esperado 20 años, o más, para ser nombrados, porque no encontraban trabajo fuera. Esto ha sucedido en la mayoría de universidades públicas y se ha dejado de lado un principio fundamental: la exogamia, el ingreso de profesores de fuera para fortalecer sus equipos docentes. Esto lógicamente ha permitido que algunos de los profesores beneficiados por estos concursos se conviertan en los principales defensores de la cerrazón hacia fuera de la universidad. Esta endogamia es una consecuencia de la forma de gobierno que construye clientelas para perennizarse en el

control de las facultades y de la universidad. Las mismas autoridades en el poder organizan promociones o concursos públicos para “cambiar la correlación de fuerzas”, sin ninguna consideración por el futuro de la universidad. Pero estas universidades, como San Marcos por ejemplo, tienen una enorme fortaleza: una gran afluencia de postulantes, cuya ratio llega a ser en promedio 12 alumnos por vacante, en el caso de San Marcos. En Medicina, hasta 35 por vacante. Este indicador, y no otro, al igual que a la Universidad del Alti-

* Reconocido intelectual, ex rector de San Marcos y experto en el tema de la universidad.

plano de Puno, nos permitió ocupar buenos lugares en el ranking mencionado y esta ratio es la que nos da una enorme fortaleza. 2. Más allá de la crítica pertinente al Estado por su desinterés frente a las universidades públicas ¿qué piensa de las universidades del DL 882? Bueno, frente a los modelos de universidad nacional y universidad particular tradicional, algunas universidades creadas al amparo del DL 882

sólo apuntan a la rápida obtención de utilidades económicas. Son universidades de absorción de la demanda, donde ingresan todos los que se presentan, realizando ese viejo anhelo de los postulantes, de ingresar a una universidad, a como dé lugar. Este es un hecho importante. Pero lo malo es que ellas han incrementado el número de vacantes, sacrificando la calidad y mercantilizando los servicios educativos, sin importar nada, argumentando que ofrecen lo que la demanda requiere. Algunas de ellas tienen mucho poder político y de ninguna manera se aprobará una ley universitaria que vaya contra sus intereses. El ex rector de la Universidad San Martín de Porres, José Antonio Chang, sin saber siquiera lo que es la educación pública, es el Ministro de Educación más estable, porque su socio en la misma universidad es el presidente de


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LA UNIVERSIDAD PÚBLICA: DIVERSOS ROSTROS DE UNA CRISIS

la República. El dueño de la USIL, Raúl Diez Canseco, es un político importante que se dio el lujo de tener a Lourdes Flores, Presidenta del PPC, como aparente rectora. César Acuña, osado empresario y alcalde trujillano, es el dueño de una red de universidades en todo el país y en el extranjero, y se precia de haber convertido a la educación superior en un negocio rentable que le abre un futuro político. Fidel Ramírez Prado era el voceado ministro de educación, pero le ganaron por puesta de mano; y vea el escándalo de hace pocas semanas. Luego vienen los menores, los topos, los que se apropian de la Comisión de Educación en el Congreso de la República, los Calderón, Núñez, Guevara, que son los operadores de universidades, como Alas Peruanas. Pero hay otros pequeños consorcios, más invisibles, pero no menos usureros y mercantilistas, como los que controlan la Universidad de Ciencias y Humanidades, que tienen todo un proyecto político que defender, y sólidas conexiones con academias preuniversitarias y hasta poseen una floreciente editorial. 3. ¿En síntesis? En síntesis, una universidad pública convertida en botín de clientelas; y una universidad privada tradicional de gran prestigio que es empujada casi al abismo por las universidades 882; y éstas que no tienen límites para convertir a la educación superior en un buen negocio, a veces, lamentablemente, sucio, como hemos visto hace pocas semanas, con tráfico de influencias. 4. ¿Qué se puede hacer para salir de esta situación? Sin duda, una nueva ley universitaria, que resuelva los problemas más graves y se oriente a la construcción de un nuevo modelo de universidad, con calidad, valores, investigación y pertinencia para con el país. Hay que promover los dos primeros modelos, invertir en la educación pública, aprobar un escalafón para la carrera docente, estimular la movilidad docente en el país, calificar la participación de los alumnos en los órganos de gobiernos y premiar a la investigación y el buen desempeño. 5. Un problema serio es el de la homologación. ¿Cómo deberíamos actuar los docentes, considerando que los estudiantes universitarios son afectados por las constantes paralizaciones?

Pensábamos que la solución se había iniciado con la homologación; pero ésta ha sido detenida por algunos representantes de la universidad negocio. Las autoridades de las universidades públicas, en los últimos tres años, dejaron que la homologación se convierta estrictamente, por ignorancia o incapacidad, en una lucha salarial. Era una buena oportunidad para una reforma institucional. Mejores salarios para una mejor universidad: eso es lo que se podía esperar y hacer. Ahora no hemos conseguido casi nada; los tramos de homologación no se sienten en la mejora de los docentes; sigue la anomalía de concursos públicos. La desgracia es que los estudiantes están descontentos; pues sienten que la mejora salarial no implica necesariamente mejor calidad en los docentes, sumando a ello el costo de la paralización y la ausencia de clases. 6. ¿Cómo ve el tema de la investigación en la universidad? Los docentes universitarios tienen que investigar y creo que así lo hacen en los dos primeros modelos. Son ellos los que ganan los premios que organiza la ANR anualmente a nivel de tesis de postgrado y del libro universitario. La investigación no de-

pende estrictamente de la remune- público y casi privatizado. México ración, del sueldo, sino de la aptitud tiene una enorme inversión en educientífica del docente, de su voca- cación superior, como resultado de ción y de su disciplina. El gobierno su historia del siglo XX; de José Vasmilitar de Velasco la sacó de la uni- concelos, de los inmigrantes republiversidad para crear los institutos su- canos españoles, y de la participación periores, como IPEN, CONCYTEC, de científicos y académicos en la gesIMARPE, SENHAMI, INIA y otros. tión de las políticas públicas. Todos ellos en México, hasta la Biblioteca Nacional y el Archivo Ge- 8. ¿Cómo ve San Marcos en 2011? neral, el centro de vulcanología y Espero que prime la sensatez docente estudios marinos, están dentro de la y estudiantil en 2011 y que San MarUNAM. Aquí están fuera. El gobier- cos retome su liderazgo tradicional, no los sacó cuando la universidad se de primera universidad peruana, por politizó hasta perder el rumbo, sin la calidad de sus alumnos y docentes, considerar que la investigación es la sus institutos de investigación y sus meta final de ella. ¿Ahora estamos principios espirituales que dan vida en una situación diferente? Algunos a una comunidad propia. Un grupo de los líderes políticos estudiantiles de profesores, vinculados a Acuerdo han pasado a ser operadores políticos Institucional Sanmarquino, trabajaque medran y que nunca dejan de ser mos y pensamos en ello. estudiantes; nunca serán requeridos en un empleo por sus capacidades y competencias, casi nulas, salvo el Las autoridades de las chantaje y a negociación por botín universidades públicas, en los con algunas autoridades amorales y últimos tres años, dejaron que corruptas.

la homologación se convierta

7. ¿Hay en América Latina algunos estrictamente, por ignorancia ejemplos que podamos tener como o incapacidad, en una lucha referente para salir de esta situasalarial. Era una buena ción? Brasil es el mejor ejemplo. Chile también; pero con un modelo menos

oportunidad para una reforma institucional.


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HAROLD HERNÁNDEZ LEFRANC*

Sobre Reforma Universitaria del Cusco, de 1907-1909: recensión de un librito, y actualidad de las taras del clientelismo y el nepotismo de la Universidad pública

E

n 2009, el antropólogo cusqueño, Oscar Paredes Pando, publicó un breve pero interesante libro, Crónica de la primera Reforma Universitaria del Perú y auroral de América del Sur. En él evidencia que entre 1907 y 1909 los estudiantes de la actual Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC) fueron protagonistas de un proceso de reforma universitaria, liderado por Demetrio Corazao, presidente de la Asociación Universitaria del Cusco. Paredes Pando critica el hecho de la escasa importancia atribuida a este proceso por parte de algunos historiadores de los procesos de reforma universitaria o de la historia de la universidad peruana. Evidencia la pretensión soberbia que entiende que Lima es el Perú, y que lo que se produce fuera de esta ciudad, viene del “interior” del país o de “provincias”, términos anacrónicos, por decir lo menos. El autor dice: “Los hechos sociales o acontecimientos de naturaleza social, política y cultural, fuera de Lima, simplemente, es, desestimada, o en su defecto, se considera como intrascendente”. Sin embargo, observa complicidad cusqueña; afirma que los cusqueños investigan poco sobre su propia historia y realidad. El sustento de la idea general del libro es el carácter de programa del proyecto del movimiento estudiantil y las consecuencias que este trajo, concretadas en la presencia innovadora y reformadora de Alberto Giesecke. Solo ver, por ejemplo, el memorial de los alumnos enviado al rector Araujo, en 1907, lección para los profesores de hoy: Asistencia obligatoria a clases de los catedráticos y sanción para los faltones; concurso público de las cátedras y no simple designación en Consejo Universitario, dando así oportunidad a todos los Doctores, entre otros puntos. Merece ser citado in extenso un segmento del libro. Lamentablemente algunas prácticas propias de una uni-

versidad nacional hace más de cien años son cotidianas en el presente: “Finalmente llegó abril, la práctica de siempre: ‘Apertura del año de Estudios de la Universidad del Cuzco’ […] bajo la presidencia del vicerrector Dr. D. Juan A. Escobar, en ausencia del Rector Titular que se encontraba en Lima, atendiendo sus funciones como Diputado. […] Los alumnos esperaban que el Vicerrector o el Prefecto dieran a conocer algo sobre la implementación de Suprema Resolución, promulgada el 16 de octubre de 1907, con motivo de la huelga de aquel año, por cuanto durante el año 1908, nada se había cumplido. El Rector Eliseo Araujo ya de retorno, convocó el 26 de abril de 1909, a una sesión del Consejo Universitario, como siempre para dar a conocer ‘las novedades limeñas’. Asimismo, pensaba que hacer advertencias sobre supuestas amenazas de cierre de la Universidad era una buena estrategia, pues llamaba a preocupación de todos los profesores y alumnos. […] También en aquella Sesión, se informaba que el Consejo Universitario, se había ocupado varias veces del asunto el concurso de las Cátedras, señalando, que una vez sancionado el Reglamento, se procedería al concurso, que de prolongarse el debate sobre el Reglamento, ‘… por lo menos se sacase a concurso las cátedras que regentaba su hijo Ernesto Araujo’...” El Consejo Universitario, continuaba con su práctica de designar mediante votación, como se dice en el argot popular “a dedo” a quienes debían asumir las cátedras. No había garantía alguna

* Profesor Auxiliar de la Facultad de CCSS. UNMSM.

sobre la capacidad de aquellas personas. No había voluntad de cambio, dice al respecto Valcárcel: “La Universidad cusqueña era aún una institución colonial, con un cuerpo docente incompetente y rutinario, y gobernada por un grupo reducido de personajes que se repartían los cargos impidiendo el acceso de elementos jóvenes y renovadores. Imperaba el más descarado nepotismo, con un rector como el Dr. Eliseo Araujo… quien había hecho de la Universidad su propio feudo, nombrando catedrático a su hijo, a sus sobrinos y a su capellán…”

Lamentable actualidad tiene esta práctica del más descarado nepotismo, extendida a las máximas autoridades de San Marcos en el presente, execrado por Luis E. Valcárcel, que vivió los hechos como estudiante. Y la caracterización de la universidad, hace más de cien años, tampoco pierde presencia: feudo. Paredes Pando descubre que durante su tercer mandato, el rector Araujo, eligió a su hijo, Julio Ernesto Araujo

“como Catedrático Principal, luego de una ‘astuta movida’.” Y añade: “¿Acaso y, luego de un siglo, tal vicio no continúa en las universidades?” Paredes Pando refiere que este rector tenía en el Consejo Universitario a ocho parientes, de quince miembros, además del Secretario General, su ahijado. En el San Marcos de hoy, quizá Izquierdo no tenga parientes en el Consejo Universitario; pero tiene anuentes profesionales, cuyo negocio es el clientelismo, y que descaradamente consintieron y protagonizaron el trámite vicioso de permitir que se nombre al hijo del rector en la empresa familiar Oftalmo Salud, en el “concurso” para nombramiento docente en Medicina. La actualidad del descaro y el silencio cómplice y cobarde exigen conocimiento, denuncia y reforma de las condiciones que permiten que medren mediocres y anuentes.


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ALFONSO MELFI Y SHOZO MOTOYAMA*

La educación superior en el Brasil

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Breve mirada a la historia de la educación superior en Brasil, donde la USP, fundada en 1934, que ocupa el puesto 94 en el mundo y el primero en AL en el ranking de la JiaoTong University, destaca por su contribución al desarrollo del Brasil.

U

n evento importante que contribuiría de manera decisiva a la implantación de la enseñanza superior en la colonia portuguesa fue el traslado de la familia real en 1808. La instalación de la Corte determinó la necesidad de una organización política, exigiendo la formación de personal para atender las demandas del Gobierno y de la sociedad. Para ello, se organizó formalmente la enseñanza superior a través de la implantación de cursos de ingeniería, medicina, química, agricultura, economía, política y bellas artes. Creada en 1934, la Universidad de São Paulo se erigió en paradigma de la enseñanza superior brasileña. La nueva universidad se crea a partir de la reagrupación de las facultades ya existentes en el Estado de São Paulo y de la creación de la facultad de filosofía, ciencias y letras, “célula máter” de la nueva institución y donde se imparten todas las disciplinas básicas para la formación de los futuros científicos y docentes del país. En el periodo de posguerra llega la industrialización que trae consigo un aumento de la demanda de plazas en la enseñanza superior y la creación de nuevas universidades públicas. En 1964, Brasil poseía un total de 37 universidades: 28 públicas y nueve privadas. El régimen dictatorial implantado por el golpe militar de 1964 —perduraría hasta 1985— tuvo un papel relevante en la definición de los modelos educativos. El Gobierno militar, tal vez para minimizar los problemas políticos generados por los movimientos universitarios, contrarios a las injerencias y restricciones impuestas por el régimen, promovió una política vigorosa que transformaría la enseñanza superior. Para ello, asignó a la educación considerables recursos financieros, destinados a la contratación de personal y modernización de las infraestructuras. La polémica y deseada modernización de la enseñanza se realizó siguiendo

el modelo norteamericano con la firma del acuerdo entre el Ministerio de Educación y Cultura y la United States Agency for International Development, que sería rechazado por la mayoría de estudiantes y profesores progresistas. Evidentemente, no se oponían a la reforma, dado que se sentía la necesidad de superar el anacronismo de las universidades. Sin embargo, se apostaba por una reforma impulsada desde dentro del país y no impuesta por injerencia externa. En este periodo se amplió la enseñanza superior, respondiendo a una demanda creciente de la sociedad provocada por el aumento de la clase media, fruto de una coyuntura económica favorable cuya duración va de finales de la década de 1960 hasta comienzos de los años ochenta. El modelo de enseñanza universitaria ya no se destina exclusivamente a las élites, sino al conjunto de la sociedad. El número de matrículas aumentó de manera significativa sobre todo en el sector privado. Un hecho destacable de esta etapa fue la implantación, en 1965, del posgrado, siguiendo los modelos de las graduate schools. Hoy, la enseñanza superior en Brasil se encuentra consolidada dentro del modelo del periodo dictatorial, con pequeños cambios introducidos por la Constitución Federal de 1988 y por la Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional (LDB), de 1966. En la última década, el número de alumnos matriculados pasó de 2,1 millones a más de 4,8 millones. Sin embargo, a pesar de ese aumento, el número de estudiantes con edades comprendidas entre los dieciocho y los veinticuatro años es bastante bajo. En 2008, para una población de cerca de

23 millones de jóvenes, en esta franja de edad, apenas el 12,1 por ciento se encontraban matriculados en algún curso de educación superior. Considerando el número de matrículas, independientemente de la franja de edad, el porcentaje alcanza el 20 por ciento frente al 50 a 60 por ciento de los países desarrollados. Mientras que la enseñanza superior en el nivel de graduación es extremadamente compleja y heterogénea, el posgrado consiguió organizarse en un sistema armónico, homogéneo y eficiente, controlado por una legislación clara y única. La Coordenaçao de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES), principal agencia de formulación de políticas y de fomento para la educación, creó una sólida estructura de funcionamiento que posibilitó el desarrollo de los cursos de posgrado. Los excelentes resultados alcanzados responden a los puntos siguientes: participación de representantes de la comunidad en los procesos de formulación y decisión de la política de posgrado en el país; implantación de un sofisticado sistema nacional de evaluación de los cursos, realizado por los pares; establecimiento de una política nacional de apoyo financiero a los programas de estudio; amplio programa de becas dentro y fuera del país y en el exterior; fuerte política de internacionalización, facilitando asociaciones de programas nacionales con re-

nombrados centros de investigación internacionales, etcétera. La evolución del sistema ha sido bastante rápida, como demuestran el aumento del número de programas de posgrado y de alumnos matriculados y titulados en los programas de máster y doctorado. En los últimos diez años, el número de los primeros se ha duplicado y triplicado el de maestros y doctores. Esta mayor eficiencia del posgrado se debe a la aplicación continuada de un riguroso proceso de evaluación, ligado a la financiación continua del sistema y a un importante programa de concesión de becas. En 2008, el sistema recibió de las agencias federales (CAPES y CNPQ) 55.785 becas, siendo 33.518 para los programa de maestría y 24.267 para los de doctorados. El posgrado tuvo un papel fundamental para el desarrollo científico de Brasil, ya que más del 85 por ciento de la investigación científica realizada en el país se realiza dentro de las instituciones de enseñanza superior, y en especial en las universidades públicas. En la década de 1980, la participación brasileña en la ciencia mundial era del 0,2%; actualmente es del 2.1%. Los artículos publicados en 2008 por investigadores brasileños en revistas especializadas superaron los treinta mil, lo que sitúa al país en el décimo tercer lugar en un ranking de 183 países.

Sede de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.

* Adolfo J. Melfi, geólogo, ex rector de la USP, y Shozo Motoyama, profesor de la Historia de la Ciencia de la USP, autores. 1 Este texto que nos hemos tomado la libertad de segmentar, aparece en La universidad. Una historia de la transmisión del conocimiento, libro que publicará UNIVERSIA este año en la editorial de Turner de España, pp. 211-215.


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NICOLAS LYNCH GAMERO*

Lo que el aprofujimorismo decidió no discutir el 11 de marzo de 2010

Comentarios al anteproyecto de Ley Universitaria

CONSIDERACIONES PREVIAS

La universidad peruana se encuentra en crisis, con severas limitaciones para cumplir sus funciones básicas de producción de conocimientos, formación profesional y proyección social. El crecimiento de los últimos 40 años, que ha multiplicado por diez la cantidad de universidades, nos presenta un conjunto hipertrofiado, producto de una masificación sin proyecto y sin recursos, que no responde a las demandas del mercado de trabajo ni a las necesidades sociales de la población. Esta masificación se ejemplifica con dos hechos perversos. Por una parte, una multiplicación de carreras con mercado saturado que casi todas las universidades quieren ofrecer, lo que responde a una distorsión de expectativas más que a una demanda real. Por otra, el declive de los gastos en investigación como porcentaje del PBI, que caen en un 70% en los últimos treinta años. Frente a esta situación hay necesidad de una reforma que ataque los problemas de fondo y tenga un alcance de conjunto, planteando una nueva ley que incluya los diferentes tipos de universidades. El objetivo que debe guiar esta reforma es crear y recuperar para el Perú un nivel de producción de conocimiento adecuado a las crecientes exigencias de nuestro desarrollo y de la globalización en curso. Esto significa poner a la investigación como la actividad fundamental del sistema universitario peruano, de manera tal que las otras dos funciones, la enseñanza y la proyección social, se articulen creativamente con la primera. Para esto hay que recuperar el concepto de “sistema universitario”, que entienda a las universidades peruanas no como islas o un archipiélago de entidades independientes, lo que ha sido estimulado a partir de la ley de 1983 y otras normas sucesivas, sino como un conjunto articulado que responda a una planificación adecuada y que estimule la emulación y la cooperación entre las distintas universidades.

La noción de sistema universitario lleva a variar necesariamente el concepto de autonomía que se ha venido manejando en las últimas décadas. Esta no debe reposar más en cada universidad, sino en el sistema universitario. Ello no significa que cada universidad no pueda decidir sobre los asuntos académicos y administrativos que le competen, pero lo debe hacer como parte de un conjunto y no aisladamente. El aislamiento actual ha llevado en muchos casos a la autarquía, con consecuencias lamentables. MODIFICACIONES PLANTEADAS Se plantea que la comunidad universitaria (art. 3) está integrada por docentes, estudiantes y graduados, porque son estos los estamentos que cumplen funciones directamente relacionadas a la naturaleza de la universidad. Se propone la constitución de un sistema universitario (art. 7), como un conjunto autónomo dentro de la sociedad y el Estado peruanos, atendiendo a las necesidades de la actividad universitaria. Se ponen criterios similares (arts. 9-12) para la creación, evaluación, acreditación y cierre de las universidades. Así se señala que todas las universidades deben ser creadas por ley, para frenar la multiplicación habida en los últimos años; que todas forman parte del sistema y están sometidas a la autoridad del sistema; que todas deben contar con una comunidad universitaria, para lo cual deben tener el número suficiente de profesores ordinarios de tiempo completo. Se señala, asimismo, que las privadas deben también contar con un sistema colegiado de gobierno. Por último, se deja abierta la posibilidad de que cualquier universidad pueda ser cerrada si no supera las evaluaciones respectivas. En cuando a la organización académica, se incluye el nivel de estudios generales (art. 13) para, siguiendo

* Profesor Principal de la Facultad de CC.SS., UNMSM. Ex Ministro de Educación.

una tendencia internacional, reforzar los cimientos de la educación universitaria en los estudiantes. Se señala la obligatoriedad de la tesis de bachiller, como un trabajo de investigación sencillo, pero indispensable para culminar la formación profesional. Se fija, asimismo, el creditaje mínimo para optar por los diversos grados académicos de postgrado (art. 15). Las universidades dan grados y títulos a nombre de cada entidad (art. 17) y sólo las debidamente evaluadas y acreditadas lo hacen a nombre de la Nación. Esto es muy significativo porque señala que las universidades deben ganarse el derecho a dar títulos a nombre de la Nación y que ello no puede suceder automáticamente por el solo hecho de existir como tales. Se establece la prioridad de la actividad de investigación (arts. 19 y 20). Para ello se plantea la carrera de investigador. Asimismo, para las universidades públicas, se crea el Sistema Nacional de Investigadores Universitarios, a fin de financiar a los profesores investigadores, y el Fondo Nacional de Investigación Universitaria (art. 22) para financiar los proyectos de investigación.

Se plantea una forma de gobierno obligatorio para las universidades públicas e indicativo para las privadas (art. 23). Buscando que sea ágil y eficiente, se propone separar la labor ejecutiva de la deliberativa, dando énfasis a las autoridades elegidas de rector y decano en cada uno de sus ámbitos. La Asamblea Universitaria se define como un órgano esencialmente deliberativo (arts. 24 y 25), el Consejo Universitario como el “gabinete” del rector para que gane en eficiencia (arts. 26 y 27). Asimismo, se trata de que los decanos se concentren en su facultad; por ello, se plantea que no estén en la Asamblea Universitaria y sólo una representación de ellos en el Consejo Universitario. Las elecciones para rector, vicerrector y decano (arts. 29 y 33) son por

El crecimiento de los últimos 40 años, que ha multiplicado por diez la cantidad de universidades, nos presenta un conjunto hipertrofiado, producto de una masificación sin proyecto y sin recursos, que no responde a las demandas del mercado de trabajo ni a las necesidades sociales de la población. el sistema de voto universal y ponderado, de acuerdo a los estamentos y categorías docentes. De esta manera, se saca a las elecciones de autoridades de los órganos, como Asamblea Universitaria y Consejo de Facultad, que pasan a ser órganos deliberativos de gobierno de la universidad. En el caso de los docentes, las decisiones de nombramiento, ratificación, promoción y separación (art. 61) son ratificadas en última instancia por el Consejo Nacional de Universidades. Por otra parte, los docentes que no cumplan (art. 62) con tener los grados académicos respectivos para enseñar en un determinado nivel de estudios al darse la presente ley, tienen cinco años para adecuarse a este requisito; de lo contrario perderán la categoría y eventualmente tendrán que dejar la carrera docente. Para las elecciones de representantes estudiantiles solo pueden ser candi-


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COMENTARIOS AL ANTEPROYECTO DE LEY UNIVERSITARIA

datos los estudiantes que pertenezcan al quinto superior (art. 75) en rendimiento académico. De igual forma, para que la elección sea válida, la mitad más uno de los estudiantes hábiles para votar debe de emitir su voto por alguna de las alternativas inscritas (art. 75). Asimismo, los representantes estudiantiles no podrán recibir dinero (art. 76) por ningún concepto de la universidad durante el ejercicio de su mandato ni un año luego de terminado.

La autoridad del sistema universitario es el Consejo Nacional de Universidades (art. 81). Lo nombra una votación calificada de 2/3 del Congreso de la República, escogido de ternas de candidatos que presentan las universidades públicas y privadas más antiguas (cuatro miembros), las academias y colegios profesionales (dos miembros) y el Poder Ejecutivo (un miembro). El Consejo Nacional de Universidades (art. 80) planifica, autoriza,

evalúa, acredita y cancela el funcionamiento de las universidades. En este sentido (Novena Disposición Transitoria) asume la función de acreditación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria del SINEACE. Esto es muy importante porque devuelve a la universidad al sistema universitario en este caso, una función que le es inherente. Además, con la ventaja de estar fuera de cada universidad, pero permanecer dentro del sistema universitario como conjunto.

Si este anteproyecto se convirtiera en ley podríamos contar con una legislación que permita llevar adelante una reforma universitaria en el Perú. Seguramente que toda ley será insuficiente, pero es indudable que una herramienta de este tipo podría ayudar al empeño de cambio. La posibilidad de hacer viable tal reforma dependerá, en buena cuenta, de que seamos capaces de construir una potente voluntad política de cambio en la comunidad universitaria.

EXTRACTO DE LA RESPUESTA AL ARTÍCULO DE MANUEL BURGA, PUBLICADO EN LA REPÚBLICA (04/02/2010)

Estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal opinan sobre la educación en el Perú

D

r. Manuel Burga, reciba el caluroso saludo del Centro de Investigación Qantu de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Conformamos un colectivo de estudiantes de diversas especialidades, entre ellas la especialidad de Historia. […] El motivo de estas palabras es que compartimos su preocupación con respecto al rumbo de la educación en el Perú y consideramos oportuno el intercambio de algunos comentarios, pues nos permitirá comprender mejor la situación actual del sistema educativo, al ser usted catedrático de la UNMSM, intelectual renombrado que aporta con sus conocimientos a la comprensión de nuestra historia y conocedor de este tema tan importante para el desarrollo del país. Nosotros como estudiantes universitarios, desde la humilde condición de alumnos conscientes y comprometidos del devenir de nuestro país, queremos una mejora sustantiva en el plano educativo. Con respecto a su artículo publicado en La República el 04/02/2010, “Nuevo debate, viejos temas”, nos parece acertado el título, pues lamentablemente “la crisis del sistema educativo” no es nada nuevo, sino recordemos que en el 2001 el Perú quedó en el último lugar en un ranking de 41 países evaluados en el mundo, como parte del programa PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes). Aquella vez obtuvimos el nivel mas bajo en comprensión de lectura (Nivel 1) y quedó además demostrado que el 80% de los adolescentes peruanos de 15 años no podía comprender un texto simple, y no era capaz de resolver un problema sencillo de matemáticas. Con respecto al

presupuesto para las Universidades, recordamos que año tras año algunos estudiantes realizan diversas manifestaciones con el fin de exigir el incremento del presupuesto universitario, pero este mismo se ve mermado por dos factores cruciales. Primero, el poco interés de los estudiantes para hacer prevalecer sus derechos, producto de la apolitización implantada en los 90s. Y segundo, la constante represión de parte del Estado y de sus lacayos a los estudiantes que logran organizarse y salen a las calles a exigir sus derechos. Ahora, el Estado muchas veces ha buscado hallar como responsables de la crisis educativa a los propios estudiantes con el propósito de desentenderse de este sector. Para los especialistas con los ojos bien abiertos, el principal responsable de esta crisis es el Estado, pues las políticas de educación desarrolladas en nuestro país no han dado resultados beneficiosos. A esto hay que sumar que somos uno de los países que menos invierte en educación, pues desde hace más de 30 años no superamos el 3% del PBI en inversión para la educación. A propósito de esto, el Perú es firmante del Acuerdo Nacional y del Programa Educativo Nacional (PEN) y como tal debe destinar el 6% del PBI a la educación; sin embargo, hasta la fecha no sobrepasamos el 3%. Nos preguntamos entonces ¿cuáles son las razones fundamentales para que el Estado no decida invertir en la educación contando con los recursos para hacerlo? ¿No se fundamenta con todo esto la puesta en marcha de la privatización de la educación pública? ¿Hasta cuándo vamos a ser uno de los países con el más bajo

índice de desarrollo educativo? ¿Es necesario llevar a cabo una nueva reforma universitaria? ¿La crisis de la educación representa la crisis del sistema capitalista y del modelo neoliberal? ¿Hace falta una verdadera toma de consciencia del alumnado para defender y conquistar nuestros derechos, como nuestros compañeros lo hicieron en heroicas jornadas de lucha? ¿La tan mencionada “Ley de acreditación y certificación” resuelve el problema de la educación superior o es sólo parte de la estrategia de su privatización? ¿Es necesario llevar a debate la ley de acreditación a fin de conocer sus beneficiosos para los estudiantes? En fin, muchas de estas preguntas se pueden resolver sólo entendiendo que el sistema económico que tenemos no pondera la inversión tanto en el sector Educación como en el de Salud, que paradójicamente son los pilares fundamentales de toda sociedad que aspira a un desarrollo integral. Una vez más los sectores más necesitados son los golpeados por los interés desmedidos de los potentados en nuestro país; el sistema actual ha demostrado en teoría y práctica no tener futuro, pues acrecienta cada vez más la bre-

cha entre pobres y ricos y generaliza la desigualdad social. Con todo esto cabe hacer una pequeña reflexión sobre lo que nos decía José Carlos Mariátegui: “el problema de la educación radica en su naturaleza ideológica y económica, que tiene sus raíces en el sistema político social del país”. Nos despedimos de usted, Dr. Manuel Burga, y esperamos su apreciación con respecto al tema, a fin de nutrir y poner en debate constantemente el tema de la educación para poder encontrar alternativas a la crisis.


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CRÓNICAS DE SAN MARCOS*

Una cita non sancta con el Rector de San Marcos ¿Sabía usted que el 24 de mayo de 2007, mediante Resolución Rectoral N° 02864 se aprobó un “Convenio para la constitución (sic) del Hospital Docente de la UNMSM”, cediendo a PROYASA la “representación de la universidad ante entidades de cooperación internacional y otras instituciones nacionales e internacionales”, y plenos poderes para “diseñar las estrategias y ejecutar las actividades” del caso? Pues entérese. Y sepa también que según la Oficina de Registros Públicos (Partida Electrónica Nº 11242498), PROYASA era en esa fecha una empresa individual de responsabilidad limitada, lo que significa que estaba constituida para el desarrollo exclusivo de actividades de pequeña empresa. Más aún, el domicilio que PROYASA había consignado era el Jirón Tacna Nº 608, Magdalena del Mar, Lima. Pero, ¡oh sorpresa!, para entonces había allí un terreno baldío. Más sorpresas: el capital de PROYASA era de “S/. 5,000.00 nuevos soles, constituido por el aporte de los bienes capitales” y según SUNAT, esa empresa declaraba en aquel año sólo dos trabajadores en planilla… Sin embargo, las autoridades de San Marcos no vieron (o no quisieron ver) nada de esto, ni se tomaron el trabajito elemental de averiguar a quién cedían plenos poderes. Del expediente judicial del tristemente recordado caso de los petroaudios, extraemos esta sabrosa conversación entre Rómulo León y su secretaria Paola, ocurrida el 1 de

febrero de 2008: R.L: ¿Novedades? P: Ha mandado un fax nuevamente “Indiana”, ¡del ingeniero! (Fortunato Canaan) R.L: ¿Qué dice ahora? P: Voy a leerlo: Rómulo tenemos varios asuntos pendientes para dejarlos resueltos entre lunes, martes y miércoles de ser posible: • Cita con el Presidente… • Seguimiento en funciones de instituciones. Firma de Carta de Intención… • Cita con César Gutiérrez… • Obtención de documentos, exploración futura concesión… • Cita con el Rector de la Universidad San Marcos… P: Ya hablé con la secretaria (del rector Luis Izquierdo) R.L: ¡Ya! P: Me ha dicho que la llame a las seis en punto porque...eh, para que me dé la hora exacta del martes en la mañana… R.L: El día domingo llega Fortunato... El viernes 8 de febrero, con celeridad digna de mejores causas, el Consejo Universitario (es decir los actuales decanos, ¡próximos candidatos a la Asamblea Universitaria!... allá quien los elija) acordó delegar atribuciones al rector para la firma del “Acuerdo

Imagen extraida de http://carlincaturas.blogspot.com * Grupo de Investigación y Análisis de AIS.

para la ejecución Llave en Mano del Nuevo Hospital Universitario de la UNMSM” con las empresas Consulting Group, PROYASA e ICUATRO. El 12 de ese mismo mes se emitió una Resolución Rectoral designando a ICUATRO como Contratista Principal en la ejecución de ese proyecto, siguiendo las indicaciones de PROYASA (todas empresas fantoches de la dupla Canaan – León Alegría). Una vez destapado el escándalo de los petroaudios y ratamails, el informe de los congresistas Abugattás y Reymundo recomendaba “solicitar al Ministerio Público iniciar las investigaciones respecto a las presuntas responsabilidades de los funcionarios de la UNMSM, en la emisión de la Resolución Rectoral 0043-R-08- del 12.02.08, por la cual se aprueba la contratación de ICUATRO como ejecutora de la construcción del Hospital Docente, pese a no estar registrada en CONSUCODE como Ejecutor de Obras; en el marco del convenio suscrito entre la UNMSM y Proyasa Consulting.” Como sabemos, el caso de los petroaudios, como otros escándalos de corrupción, ha sido completamente

soslayado por el gobierno aprista, pues tocaba las más altas esferas del poder, y casi todos los involucrados se hallan libres; uno de ellos recientemente instalado en la Secretaría General de ese partido y aspirando a la Presidencia de nuestro sufrido país. Rómulo León también salió libre. Tuvo que regresar a la cárcel por la indignación que su salida generó entre la opinión pública… En cuanto a San Marcos, no cabe duda que nos damos maña para seguir siendo “reflejo del país”: Los responsables de aquel “arreglo” con Canaan y sus secuaces, no sólo andan libres y orondos, sino que pretenden seguir controlando nuestra universidad, a la que han convertido en su coto privado, conduciéndola a la triste situación en que se halla… Consignamos los hechos para refrescar la memoria adormecida por la rutina, la indiferencia o a veces –hay que decirlo- por favores recibidos, y apelamos a la reserva de dignidad de los sanmarquinos, a fin de que en las próximas elecciones no perdamos de vista estos antecedentes, pues, como sabemos, quienes no guardan memoria de lo acontecido están condenados a sufrir su repetición.

Por un puñado de dólares

Atendiendo a una entrevista radial en que se le preguntó, como responsable de la gestión del estadio, cuánto había obtenido San Marcos por el millonario concierto de Metallica, para lo que se suspendió por dos días las actividades académicas y administrativas, el señor Carlos Barriga, decano de la Facultad de Educación, contestó orondo, para sorpresa nuestra y del entrevistador, que siete mil dólares (!?)… ¿What?, pareció pensar su interlocutor, y el señor Barriga se deshizo en curiosas explicaciones, como que había que considerar lo invertido por la empresa promotora en refaccionar las mallas y verjas de ingreso (pasando por allí las vemos igual de ruinosas) o en baños portátiles (¡!),… un poco más y propone indemnizarla por los gastos de alquiler del escenario, el pago a la gente de seguridad o la impresión de boletos… Pero centremos nuestra atención en su versión sobre lo obtenido, pues nos plantea un grave dilema: ¿Le creemos o no? (antecedentes suyos

aparte). Considerando su Licenciatura en Pedagogía, con mención en Filosofía y Lógica (que sí es verdadera), atengámonos a la pura lógica. Primera opción: ¡Le creemos! Entonces habrá que concluir, inevitablemente, que estamos frente a un incompetente de atar, y dado el dinero perdido por la universidad -y el país que la financia- durante esos dos días de para, que sólo en salarios de docentes y administrativos sobrepasa ampliamente los 400,000 soles, habría que someterlo a un proceso administrativo sumario. Segunda opción: Para no ofender su inteligencia -ni la nuestra-, mejor no le creemos. Ingresamos entonces, también inevitablemente, al reino de la especulación (no precisamente filosófica): ¿Excedentes pro-bolsillo? ¿De quién o quienes? ¿Lubricante para aceitar voluntades, ad portas de elecciones que decidirán el futuro gobierno de San Marcos? Mejor saque usted mismo sus conclusiones,… Así se está manejando San Marcos.


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LA PALABRA DEL MUDO

Hijito de Papá Cuando el rector Izquierdo fue elegido, había pasado de los setenta años, siendo por tanto jurídicamente inimputable (es decir irresponsable por sus actos). Tal vez por eso comete flagrantes delitos sin pestañear siquiera (con anuencia de su cohorte de decanos); entre ellos el de nepotismo,

en esa condición irregular y, habiéndole gustado la cosa, resuelve hacerse elegir en el cargo para el periodo siguiente… Sólo que había un “pequeño” problema: no tenía postgrado alguno… Como para eso están los amigos decanos, en el actual Consejo Universitario le otorgaron el grado de Doctor sin que tuviera maestría, convalidando una ilegal

morables aportes, desde que sin más grado que el de Bachiller capturó el rectorado de la UNFV con ayuda de la bufalería aprista. Sus hazañas (entre ellas haber convertido los procesos de admisión a esa desventurada universidad en una subasta, con privilegios para los “compañeros” del partido) han pasado a engrosar la historia de la infamia en la universidad peruana… Que culpa estare-

Ramirez Erazo Consultado sobre por qué habría seleccionado entre los candidatos a ser miembros del Tribunal Constitucional a quien la prensa señala como un delincuente (¿de qué otro modo llamar a un chantajista y calumniador profesional, promotor de repugnantes pasquines como El Confidencial y La Nación?), que para vergüenza nuestra se mantiene como influyente docente de la Facultad de Derecho; el señor Falla La Madrid, presidente de la comisión evaluadora, remitió a sus credenciales académicas, entre ellas cuatro doctorados (¿!), tres de ellos otorgados por nuestra universidad y otro por la UNFV… Revisan-

al nombrar a su hijo como docente titular de nuestra univermos pagando para que sea presidad. Padre previsor, firmó antes un decisión que él mismo –y sus otros cisamente un hermano suyo (el convenio con su propia clínica, para amigos del Consejo de Facultad que mismo que presidió la Comisión que el nombrado ni siquiera tuviese él dirigía- había ya tomado… Total, Técnica del Convenio Vial que que venir a la universidad a dictar dicen que Napoleón se coronó a sí ha dejado San Marcos lleno de sus clases, pudiendo desarrollarlas mismo, ¿por qué no el señor Barriga? escombros) quien ahora “lidere” allí mismo, o al menos se supone que el variopinto bloque del rector lo hace… De tal palo, tal astilla. do las tesis presentadas por este Izquierdo (donde todos se muerimpresentable sujeto, hallamos ¡Doctor! ¡Doctor! den pero no se pasan) y aspire sendos mamarrachos y, ¡cuando Emérito disparate Una despistada aspirante a Contra- a sucederle en el rectorado... Alno!, más de un actual decano lora General de la República quedó guien los cría y ellos se juntan. Enterados de que para afrontar la frustrada en sus propósitos y puesta o aspirante a serlo, compromeacreditación necesitaban contar con en ridículo, por haber consignado un tido con haber sido jurado suyo postgrados suficientes, los miembros inexistente título de una universidad (cómplice, habría que decir)… Alias “los operadores” de la Asamblea Universitaria de la UNSA aprobaron otorgar el doctorado a todos los que en esa universidad tenían cierto número de años ejerciendo la docencia. Siguiendo ese inspirado ejemplo, nuestros actuales decanos, próximos candidatos a la Asamblea Universitaria, acordaron

en el Consejo Universitario del 24 de febrero, que todos los que hayan sido rectores, vicerrectores y decanos de San Marcos obtengan automáticamente la condición de Profesor Emérito, que es,

española (puse Ing, no por ingeniera sino por Ingrid, diría después, aumentando el ridículo)… Como San Marcos tiene que ser “reflejo del país” (materialistas dialécticos dixit), Ingrid ya tiene un aprovechado émulo: el Licenciado Edgardo Figue-

roa, hoy director de la DIGA y siempre prototipo de personaje incondicional de quienes estén en el poder (por ahora el rector Izquierdo, mañana el dios de turno dirá), quien firma todos los docu-

como sabemos, una distinción académica muy selectiva… De mantenerse esa disparatada decisión tendremos como Profesores Eméritos personajes igualmente disparatados.

mentos oficiales como “doctor” sin ruborizarse… Mejor que sus

Para eso están los amigos

Un pericotillo en la UNFV

De hecho Kafka o Artaud serían en San Marcos escritores costumbristas.

En esto de que la universidad sea “reflejo del país”, un personaje apellidado Cotillo –más conocido como “el negro Cotillo”- sí que hizo me-

Veamos: un decano “encargado” se pasa todo el periodo decanal

amigos aprueben también, por votación, otorgarle el doctorado, aunque tampoco tenga la maestría.

¿Ha oído usted de los “operadores”? No, no se trata de replicantes, ciborgs o algo por el estilo, aunque sí de transformers, de mercenarios de la política que han secuestrado la representación estudiantil… Andan por

allí haciendo malabares con por lo menos tres celulares comprados por ya adivinará quién, para “armar” listas espurias que ofrecerán al mejor postor (el mismo de los celulares y las cenas en el Club Ancash) … Uno de ellos, que hizo elegir al actual rector, anda en París, enviado por su me-

Cada oveja con su pareja.

“Irregularidades” en La Casona Andrés Mego y Verónica Rodríguez, ex trabajadores del área de cine y televisión del Centro Cultural de San Marcos, denuncian serias irregu-

laridades ocurridas durante la gestión del señor Mario Pozzi Escot, funcionario de esta gestión rectoral… “Trata de cuadrar tu cuenta ahí con lo que puedas”, habría ordenado a la señorita cenas, hoy encaramelado con el rec- Rodríguez, que se negó a convatorado cual tierno infante, quien, para lidar gastos injustificados, por lo no dejar dudas de su “generosidad”, que fue despedida… Vea el video otorgó al supradicho (un tal Herbert Saenz), a su hermanita Ethel y su noviecita Ana becas provistas por la Alianza Estratégica de Universidades, creada en la anterior gestión rectoral con mejores propósitos, que alumnos de verdad (los que sí estudian) ya quisieran… Favor con favor se paga.

entero de esta joyita, que suma lo suyo a la descomposición generalizada de esta gestión, en http://lamula. pe/2010/03/denuncian-corrupcionen-la-casona/

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GRUPO DE INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE ACUERDO INSTITUCIONAL SANMARQUINO

El abrazo de la corrupción y la mediocridad (o cuánto vale un doctorado en San Marcos)

E

n una ceremonia sui géneris, el rector Luis Izquierdo Vásquez, atravesado por una zalamera sonrisa, condecoró el 19 de diciembre de 2007 con una medalla de honor a Fidel Ramírez Prado, dueño de Alas Peruanas, en el Salón de Grados de la Casona. Este histórico lugar, teatro de las más significativas actividades académicas de nuestra institución, se convirtió en escenario de la entrega del diploma de Dr. en Educación al controvertido personaje. La tesis “Validación y confiabilidad de un modelo de autoevaluación de la Facultad de Educación de la Universidad Alas Peruanas”, presentada por Fidel Ramírez Prado, para optar el grado de Doctor en Educación en 2007, merece ser sometida a una revisión sistemática. Aquí solo adelantamos algunos aspectos que provocan asombro y llaman a cuestionar seriamente la calidad de la tesis, la legitimidad del grado conferido y la lisonjera ceremonia. En la introducción de la tesis se encuentran perogrulladas como estas: “cuando se examina el abanico de sistemas de evaluación de la educación superior que se ha establecido en el siglo XX, mayormente en la última década, se encuentra uno, frente a una fascinante paleta de condiciones y formas de enfoque”; “cualquier institución que aspira a conducir un proceso de autoevaluación que sea de utilidad se ve, por supuesto, afectada por muchas condiciones y variados factores”. El sentido común convertido en vacío conceptual. La hipótesis de la tesis hace honores a la envergadura del proyecto: “la encuesta de autoevaluación para docentes tiene un alto índice de confiabilidad”. Dividida en cuatro capítulos, esta tesis está constituida por una inmensa cantidad de citas de especialistas y de secciones íntegras de documentos preparados por la ANR y la UNMSM sobre el tema de autoevaluación. El propio autor declara que sus objetivos específicos son elaborar una encuesta de autoevaluación de los docentes, alumnos, administrativos y egresados de la Facultad de Educación, validar las encuestas y hallar los índices de

La trayectoria del Dr. en Educación Alas Peruanas tiene más de 100 procesos judiciales en curso. Fidel Ramírez Prado ha obtenido 47 denuncias; solo en la Corte de Lima, tiene tres procesos penales. En la Fiscalía, acumula nueve investigaciones por falsedad genérica, estafa y delito contra el orden económico. En uno de sus procesos ante el 7mo Juzgado Penal de Lima, es acusado por los delitos de Falsificación Documentaria, Falsedad Ideológica y Falsedad Genérica en agravio del Estado Peruano, la Asamblea Nacional de Rectores, el Colegio de Abogados de Lima, la Dirección de Recursos Humanos de la Policía Nacional del Perú, la Corte Superior de Lima y personas particulares. (Fuente: Rosario Hurtado de Ideele y Ernesto Gamarra de Radio Miraflores). confiabilidad; y también realizar otra encuesta para las instituciones educativas públicas o privadas relacionadas con Alas Peruanas. En buen romance, la tesis de doctor de Fidel Ramírez Prado equivale a seis encuestas orientadas a elaborar una matriz de autoevaluación. La validez del contenido de estas encuestas fue determinada en base al juicio de 15 expertos: 3 docentes de la UNMSM, 2 de la

PUCP, 5 de la URP y 5 de Alas Peruanas. Ellos siempre sugieren mejorar la redacción de algunos ítemes, lo cual es siempre aceptado por el tesista; y así se reformula la respectiva encuesta. ¡No queda duda del debate teórico que se produjo entre estos especialistas! Las conclusiones de este documento administrativo, disfrazado de tesis doctoral, son irrisorias. Aquí algunas perlas: “el modelo de autoevaluación

cumple con la validez de contenido según los jueces expertos en la materia”; “la confiabilidad de modelo de autoevaluación es significativa”; “la encuesta de evaluación para estudiantes cumple con la respectiva confiabilidad”. Finalmente, el aporte (?) central: “El modelo de autoevaluación elaborado y expuesto en la presente investigación, cumple con todos los requisitos necesarios para ser considerado como un instrumento que nos permita conocer el nivel de calidad de la Facultad de Educación”. La asesora de esta tesis fue Edith Reyes Rojas; el presidente del jurado, nada menos que Carlos Barriga (Decano); los informantes, Ángel Peralta, Elías Mejía (Director de la UPG) y Julio Martinat. El caso de la Universidad Alas Peruanas ha revelado que algo se pudre detrás de los edificios nuevos, las lunas polarizadas y los abundantes equipos multimedia de los modernos locales que impresionan a incautos. Que su rector obtenga el más alto grado académico de nuestra universidad y además sea premiado en ceremonia pública, demuestran que la corrupción y la mediocridad son dos caras de la misma miseria.

De izquierda a derecha: Carlos Barriga (Decano de Educación), Fidel Ramírez Prado (dueño de Alas Peruanas), Luis Izquierdo Ríos (Rector de San Marcos).


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