uma bica com dulce simoes

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Pocos saben que el singular pueblo barranqueño jugó un papel decisivo para muchos refugiados extremeños y andaluces, durante la Guerra Civil Española. Que su filantropía supera cualquier frontera geográfica o política (Barrancos acogió personas huídas de ambos bandos, en las distintas fases del conflicto). Que pueden representar la masa crítica que suponga el deshielo de muchos desencuentros en muchas otras fronteras. Dulce Simões ha llevado todo el peso de esta investigación, poniendo voz a quienes nunca se les permitió tenerla.

DULCE Uma bica com...

SIMÕES

¿E

Texto: José Luis Fernández | Fotografía: Juanjo Bolaño y Fran de la Cruz

n qué otro café del mundo podrá uno sumirse en este despacioso discurrir del tiempo, entablar una conversación con algún antiguo furtivo del contrabando? Nos cuenta Isabel que su cafetería “Currito” es la más antigua de Barrancos, mientras aguardamos sentados alrededor de una mesa camilla, al calor del brasero y las enaguas, la llegada de Dulce Simões. Así es el café Currito, que no tiene mesas individuales sino grandes camillas donde uno puede tener la suerte de tomar café con personas como Antonio, padre de Isabel y contrabandista en tiempo de posguerra. Detrás de su aspecto lozano y su ágil elocuencia, tiene muy bien ocultas casi 9 décadas de vida; le preguntamos en un torpe portugués y él, viendo nuestra dificultad, responde velozmente en castellano: “pueden hablarme en portugués o en castellano, como quieran”. Y hablando, hablando, se pasa el tiempo. Recuerda Antonio que tenía muy buenos amigos en España, en Oliva de la Frontera: los Perdigones, ¿sabe si aún viven?, le explico que ya hace unos años que no ando mucho por Oliva. Oh, sí, los Perdigones venían mucho a las fiestas de Barrancos y Antonio era igualmente convidado a disfrutar las ferias de Oliva. Me cuenta entonces

cómo se tenía que refugiar de los guardias fiscales y hasta qué punto había aprendido a sortear el alto – quién va de los carabineros. En este mismo local, nos cuenta, cargaban café los contrabandistas, tomaban una copa o dos y partían de madrugada para España. Había que cruzar el río Ardila, y a veces venía tan revuelto que te llevaba con la mercancía y todo. Animados, contagiados, decidimos, tal como hace él, aventurarnos con una copita de bagaço; la verdad es que se nos ha esfumado el desasosiego de la espera. Y, justo entonces, aparece Dulce. Todos los barranqueños le profesan un cariño enorme. Antonio, también, pero: Es la hora de su siesta, todos los días, a la una y media, le toca dormir unos minutos, nos explica Isabel. “Ya estoy mayor, disculpen”, nos dice con una sonrisa pícara. Entretanto, en alguna parte del pueblo que aún no nos hemos decidido a visitar, un grupo de amigos de diversa edad deben andar repartiéndose las fichas para comenzar una partida de dominó. Subimos todos hasta la plaza. Y Dulce, qué tal está. Que Dulce, otra vez aquí. Que si hacía mucho frío donde el castillo (de Noudar). Que quédese a comer… Es que, en Barrancos, todos quieren a Dulce. Y, ojo con este cariño, que ya ha comenzado a extenderse por


Uma bica com... España. Dice ella que le encanta comer acompañada de gente, conocida o no, y luego, charlar, y tomar café… Y es que Dulce no tiene necesidad ni ambiciones de promesas materiales, o de subir escalones sociales que enaltezcan su figura. De hecho posee andares y sonrisa de estudiante universitaria, de las que aprovechan el tiempo. Nos dirigimos a La Sociedad. LA SOCIEDAD Y LA PARTIDA Sobre las encimeras de las mesas de La Sociedad se vierten gruesos rayos de humo batido con el sol. Pero en aquella mesa del fondo, donde no llega la luz, ha quedado extendida una partida de dominó cerrada al seis. No tardan en regresar los jugadores, que hablan una lengua graciosa, salpicada de proverbios y locuciones. Sus manos curtidas vuelven ahora las fichas y las ponen de cara a la encimera, tan llena de arañazos en círculo, que parece un descomunal y cuadrado disco de vinilo blanco, un extraño concepto artístico. Las ocho manos revuelven los dorsos de las fichas como si invocasen la presencia de un espíritu bonachón. Del disco que decíamos asciende hacia las bóvedas un rumor que recuerda

al transitar de antiguas carretas sobre calzadas de piedra. Aunque ensordece, no me incomoda, porque Dulce tiene una voz que se balancea en otra onda mucho más delicada y que, sin molestar, traspasa el entendimiento, por encima de escándalos y alharacas. Toda mi vida trabajé para la televisión, la RTP, ya sabes, he sido productora y realizadora de documentales para esta cadena. Fuma Dulce haciendo aún más densos los rayos oblicuos de pequeños mediodías que se posan sobre las mesas blancas de La Sociedad. El ruido de las fichas no enmascara la pesadumbre de la doctora, que atraviesa la decepción de ese flashback de su vida. Sí… ese mundo me desencantó. Pero poco tarda en lucir de nuevo su bella sonrisa por detrás del humo de nuestras bicas. Recupera su contagioso optimismo y su energía femenina para recordarnos que esta desazón supuso la catarsis que la llevó a aventurarse… Así que comencé a caminar por otros derroteros, otras libertades… para intentar contribuir a poner voz en la historia a aquellos a quienes no se les dejó tenerla. La primera vez que “desperté” para la cuestión de la memoria de la guerra en esta zona de la raya fue en el 86. Trabajaba en la RTP cuando el histo-


“...poco tarda en lucir de nuevo su bella sonrisa por detrás del humo de nuestras bicas. Recupera su contagioso optimismo y su energía femenina para recordarnos que esta desazón supuso la catarsis que la llevó a aventurarse por… Yo comencé a caminar por otros derroteros, otras libertades… para intentar contribuir a poner voz en la historia a aquellos a quienes no se les dejó tenerla...”

riador César Oliveira propuso a la TV una serie de 6 episodios documentales sobre Portugal y la Guerra Civil Española (GCE). César Oliveira ha sido el primer historiador que trabajó e investigó las relaciones entre Salazar y la GCE. Para llevar a cabo su proyecto, fue necesario hacer una entrevista técnica con las gentes que vivieron esa faceta, los testimonios vivos del momento. Yo le acompañé en toda la tarea que supuso venir a estos pueblos, conocer sus vivencias, sus memorias… Hicimos dos viajes, uno a la frontera luso – extremeña (Barrancos – Ouguelas) y otro a la frontera luso – gallega. Pero este viaje primero, en particular, me impresionó muchísimo, especialmente porque observé en las personas una gran necesidad de hablar [de la guerra]. Todos se habían enfrentado, en mayor o menor medida, a una realidad compuesta de violencia, de represión, que les marcó para siempre… Fue algo que traspasó la rutina de lo cotidiano para unos pueblos tan pacíficos. Después de la Guerra Civil española, ya nada volvería a ser igual para estas gentes, porque habían presenciado cosas que serían determinantes para la construcción de su propia identidad. Ah, yo era muy joven cuando escuchaba todos estos testimonios… Dulce da una ansiosa calada al cigarrillo que le alumbra los pómulos en el instante mismo de esbozar una leve sonrisa… pero, enseguida, ese mínimo atisbo de alegría vuelve a abatirse. Los fotógrafos pululan entre las mesas y miran y curiosean en sus palabras, pero nada puedo escuchar, salvo el silen-

cio de Dulce… Los invitados a una boda atraviesan el pasillo de la sociedad, unos músicos soplan sus relucientes trompetas, pero yo sólo puedo escuchar el silencio de Dulce… Pronto… Desde arriba decidieron no emitir esos documentales… no los consideraron oportunos o políticamente correctos… Una delicada onda de humo surge de su boca y vuelve a sonreír de nuevo, como si hablase de una fortuna enterrada en el lecho de los mares del Sur, … pero yo guardé todas aquellas conversaciones, todo aquel deseo de expresarse de la gente, aquellos contactos… Llené toda una cartera de información, porque no estaba dispuesta a que algo tan emocionante, tan lindo para la historia, [habla de la acogida de los los refugiados de la guerra por los barranqueños] pudiera olvidarse para siempre… Uno de los jugadores se toca compulsivamente la gorra de tweed, hasta se la quita y se mesa los cabellos. Parece ser que está perdido. Sus compañeros son buenos expertos en el arte de disponer y seleccionar las fichas de cada jugada y él observa el engaste de los rectángulos como si se tratase de un designio cifrado en petroglifos blancos y negros que, por supuesto, no logra entender. Así, decidí ir a la universidad y especializarme en antropología, concretamente, en la rama de historia oral, y me lancé a trabajar en las memorias de la guerra. Saqué de mi vieja cartera los datos de las personas que en su día habían prestado testimonio, así como otros contactos que entonces me facilitaron... Pero la mayoría de ellos ya había muerto. De este modo, fue necesario iniciar nuevos contactos para poder trabajar es tema. En mi visita del 86 yo había conocido a Carlos Durão, alcalde de Barrancos (1er alcalde de la democracia, después del 25 de abril) y ésta fue la persona que después, en 2002 me nombrraría a dos personas fundamentales en mi investigación, se trataba de un propietario y un trabajador de las fincas en que se improvisaron los campos


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de refugiados: dos perspectivas diferentes para observar una misma realidad. Fue así como, al margen de mi trabajo de investigación para la universidad y alentada por los profesores, decidí ir recuperando todas esas memorias. EL TENIENTE SEIXAS La figura del teniente Seixas surgió en el proceso de investigación sobre los sucesos acontecidos en la raya durante la guerra. Y es que, por algo que no sabemos, lo sucedido en estos campos de refugiados no tuvo parangón en ninguna otra parte de la frontera, pues (salvo que los perseguidos tuvieran fieles amigos portugueses dispuestos a acogerles en sus casas – no olvidemos que Portugal también atravesaba un periodo de dictadura, en el que Salazar no permitía la acogida de personas huidas de la dictadura española) el destino de quienes eran apresados huyendo del conflicto, una vez devueltos a España, era morir fusilados o engrosar la lista de presos en las abarrotadas cárceles españolas. Aquella concentración tan grande de refugiados no sólo fue única por el acontecimiento en sí, sino por la connivencia de Salazar hacia esta cuestión, dado que su política en estos casos, y como ya hemos señalado, era la de devolver a los huidos. Ambos aspectos me parecieron fundamentales para centrar mi investigación en

Barrancos, que, de alguna manera, se convertiría en el “laboratorio” donde estudiar el efecto que supuso un enfrentamiento bélico de semejantes dimensiones en la vida cotidiana de las gentes de un pueblo apenas desarrollado, social y económicamente, un enfrentamiento al que solamente les vinculaba la proximidad: Los barranqueños estaban unidos a los españoles (Oliva de la Frontera, Encinasola) por un largo tiempo de relaciones de vecindad. Así investigué nombres, datos, informaciones de refugiados, de vecinos que presenciaron lo ocurrido, de militares destinados aquí, etc. Conseguí los datos de hijos de aquella gente implicada... Así que, bueno, busqué en… “Las Páginas Blancas(*)” para ver si a través de los apellidos…, pero nada… Sin embargo, recordé que había descartado a uno de aquellos descendientes por haber nacido en 1914, ya que consideraba más alta la probabilidad de que hubiera fallecido. Se llamaba de apellido Valadares... Pues bien… No lo vais a creer… Aquel hombre estaba vivo… pero es que además vivía en Almada… ¡¡Era vecino mío!! Pero aquí viene el guiño de un anciano compañero que quizá muestra cierta connivencia ante el desesperado. A un movimiento pausado, las fichas han sido dispuestas de forma que nuestro inexperto jugador logra, a cada mano, ensartar, una por una, todas las fichas que le


“... recordé que había descartado a uno de aquellos descendientes por haber nacido en 1914, ya que consideraba más alta la probabilidad de que hubiera fallecido. Se llamaba de apellido Valadares... Pues bien... No lo vais a creer... Aquel hombre estaba vivo... pero es que además vivía en Almada... ¡¡Era vecino mío!!” restaban. Obrigado, senhor! suspira como en una alabanza el jugador de la gorra, sin saber si su victoria se debe a ese principio de la sincronicidad o que realmente se trataba de su compañero de juego, quien, desde su silencio, le ha facilitado su camino hacia ella. El anciano compañero sonríe satisfecho, camuflado por el contraluz que me ofrece la perspectiva. Obrigado!, susurra de nuevo el ganador, sintiendo que, más que la victoria, lo que le llena el alma es esa complicidad que para nada esperaba. Llamé a su casa, pero me encontré con una triste situación: aquel señor Valadares que yo tanto había buscado, padecía alzhéimer y se encontraba muy mal. Sin embargo, tuve una agradable charla con su mujer y su hija en la que me facilitaron el teléfono de su hermano; el número pertenecía a una residencia de jubilados del Algarve. Llegada allí, me encontré con él, Gentil Valadares, un hombre lúcido y con una memoria espléndida. Contó que había acompañado a su padre durante su estancia en estas tierras, por el tiempo de la guerra

y, lo mejor de todo era que este señor tenía escritas sus memorias y me las facilitó para realizar mi trabajo. Fue realmente fantástico, estaba todo muy detallado y muy bien redactado. En él comprobé la fortaleza humana del sr. Seixas, lo interesante de un comportamiento tan arriesgado, que de hecho supuso su destitución: había aceptado acoger dos numerosos grupos de refugiados de la GCE, en las fincas de Coitadinha y de Russianas, se había jugado el puesto para salvar muchas vidas… No, esto no podía guardarlo solamente para mi trabajo de universidad... ¡Era necesario que todos lo supieran! Sin perder más tiempo, contacté enseguida con el historiador Francisco Espinosa, le envié las memorias de Gentil y le propuse, entonces, recoger toda la investigación en un libro. “Vamos a abordar el tema desde tres perspectivas fundamentales: la de la experiencia [por la persona que vivió el suceso], la de la historia y la de la antropología”, le dije. La Cámara Municipal de Barrancos, se mostró en todo momento muy interesada en recuperar lo acontecido en esta zona


durante aquel tiempo. Antonio Tereno, el actual alcalde, ha sido uno de los que más ha apoyado este proyecto. La acogida de la propuesta fue sensacional. Vuelven a rodar las carretas cargadas del entretenimiento antiguo de las sociedades, de cachivaches que probablemente no resucitarán para otros usos. Y nosotros abandonamos La

Sociedad para comer en el Miradouro; entretanto, observo que el misterioso anciano que antes tenía a contraluz, selecciona ahora sus siete fichas y, sorpresa: deja abierta la partida con el seis doble. Es curioso, ¿no?, cómo, a lo largo de la historia, entre más intentan los estados retener a sus ciudadanos, más empeño ponen ellos en relacionarse.

BIOGRAFÍA Maria Dulce Antunes Simões (Feijó, 1957), licenciada em Antropologia pelo ISCTE, Pós-Graduação em Antropologia dos Movimentos Sociais na Faculdade de Ciências Sociais e Humanas da Universidade Nova de Lisboa. Trabalha sobre a memória da guerra civil espanhola na fronteira do Baixo Alentejo/Estremadura/Andaluzia, para tese de doutoramento em Antropologia na Universidade Nova de Lisboa. Bolseira da Fundação para a Ciência e a Tecnologia. Investigadora do CEEP/CRIA (Centro em Rede de Investigação em Antropologia), do Grupo de Estudios Sociales Aplicados da Universidad de Extremadura, e membro do grupo de investigação do projecto: “El Discurso Geopolítico de las Fronteras en la Construcción socio política de las Identidades Nacionales: El caso de la frontera hispanoportuguesa en los siglos XIX y XX”, Universidad Complutense de Madrid. Publicações: · Livros 2008 – Barrancos en la encrucijada de la Guerra Civil Española. Memorias y testimonios, 1936, Editora Regional de Extremadura, 2007 - Barrancos na Encruzilhada da Guerra Civil de Espanha. Memórias e Testemunhos, 1936, Câmara Municipal de Barrancos, Edições Colibri. · Livros colectivos 2009 (no prelo) – “O contrabando em Barrancos; memórias de um tempo de guerra”, in O contrabando na fronteira luso-espanhola. Práticas, memórias e patrimónios, Lisboa, Edições: Nelson de Matos. (Setembro) · Artigos 2009 (no prelo) – “Memórias e Silêncios; solidariedades transfronteiriças no pós-guerra de Espanha”, Revista de Estudios Extremeños, (Setembro) 2008 – “Fronteras estatales y relaciones sociales en la frontera hispano-portuguesa. El caso de Barrancos y Oliva de la Frontera”, Gazeta de Antropologia, nº 24, texto 52. 2008 – “Cooperativa Piedense: exemplo de resis-

La recuperación de la memoria histórica. Una perspectiva transversal desde las Ciencias Sociales, Arquivos da Memória, 4 (nova série), CEEP, pp.90-93 2007 - Francisco Espinosa Mestre, Contra el Olvido. Historia y memoria de la guerra civil, Arquivos da Memória, 1 (nova série), CEEP, pp. 81-83.

tência”, in Os Anos de Salazar, vol.9, pp.130-139. 2007 - “O caso dos refugiados espanhóis em Barrancos; poderes e resistências”, in Iberismo. Las relaciones entre España y Portugal. História y tiempo actual. Y otros estudios sobre Extremadura, Actas de las VIII Jornadas de Historia en Llerena, pp.195-208. 2007 - “Os Refugiados da Guerra Civil de Espanha em Barrancos. A acção e o tempo do acontecimento”, Revista de Estudios Extremeños, Tomo LXIII, nº III, Septiembre/Diciembre. 2007 - “Cooperativa de Consumo Piedense. Memórias de uma Biblioteca; cultura e resistência”, História, nº 95, pp. 42-48. 2006 - “Memórias da guerra de Espanha, na raia alentejana”, Revista História, nº 92, pp. 44-51. 2005 - “Memórias e Identidades da Cooperativa de Consumo Piedense” 2005 - “Carnaval de Lazarim”, Revista História, nº 81, pp. 42-47. 2005 - “Guerra Civil de Espanha; Jornadas da Memória”, Revista História, nº 74, pp. 44-50. · Recensões 2009 (no prelo) - Valcuende, José María (coord.), Historia y Memorias de las Tres Fronteras; Brasil, Perú y Bolivia, Editor Oscar Pando, Cusco, Perú, Arquivos da Memória, 5 (nova série), CEEP. (Junho). 2008 - Gonzalo Acosta Bono, Ángel del Río Sánchez e José María Valcuende del Río (coord.)

· Comunicações em encontros científicos 2009 - “A Antropologia e a História perante o acontecimento; memórias e silêncios”, Congreso Internacional Extremadura y la Guerra civil 70 años después (1939-2009), organizado pela Universidad de Extremadura, Proyecto Memoria Histórica del Siglo XX en Extremadura, Badajoz, 25 e 26 de Março. 2009 - “A fronteira política e a fronteira quotidiana; ambiguidades e ambivalências na fronteira tripla Baixo Alentejo/Estremadura/Andaluzia”, Encontro Internacional A fronteira Hispano-Lusa nos séculos XIX e XX, organizado pela Universidade Complutense de Madrid e UTAD, Chaves, 5 a 7 de Março. 2008 – “Fronteras estatales y relaciones fronterizas; el caso de Barrancos y Oliva de la Frontera”, VI Ciclo de Conferencias Historia de Oliva de la Frontera, 6 de Setembro. 2007 - “O caso dos refugiados espanhóis em Barrancos; poderes e resistências”, VIII Jornadas de Historia de Llerena, organizadas pela Sociedad Extremeña de Historia, Llerena, 27 de Outubro. 2007 - “Cooperativa de Consumo Piedense; percursos de um estudo antropológico”, Encontro sobre Associativismo e Investigação: Práticas, Produção de Conhecimento e Divulgação, organizado pelo Museu da Cidade de Almada, 12 de Maio. 2006 - “Memórias, poderes e resistências na fronteira de Barrancos”, Congresso Internacional A Raia (1936-1952); Represión, resistencia e memoria, organizado pela Associação Raiaviva e UTAD, Chaves, 15 a 17 de Dezembro. 2006 - “A recuperação da memória”, Homenaje a la Dignidad, Oliva de la Frontera, 21 de Setembro.


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