Refutacion a lo escrito por Carlos Marx sobre el Libertador

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TALLER CRITICO

REFUTACION A LO ESCRITO POR CARLOS MARX SOBRE EL LIBERTADOR (166
aclaraciones
a
las
falacias
de
su
artículo
sobre
Simón
Bolívar,1858)
 Por:ROBERTO LOVERA DE-SOLA

EL BOLIVAR DE MARX Muy buena idea tuvo Leonardo Milla(1942-2008) el culto editor de El Bolívar de Marx.(3ra.ed.Caracas: Alfa,2010. 105 p.), que ahora aparece en su tercera edición, de imprimir en este libro el controvertido artículo de Carlos Marx(1818-1883), fundador del materialismo histórico, sobre el Libertador. Este, pese a ser uno de los textos más deleznables del gran pensador germano, una de las mayores figuras de la filosofía occidental, sabio que contó entre nosotros al menos con dos grandes estudiosos: el maestro Juan David García Bacca(1901-1992) quien se graduó con una tesis sobre él(Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx.2ª.ed.México: Fondo de Cultura Económica,1974. 92 p.) y luego le dedicó un capítulo esclarecedor en sus Lecciones de historia de la filosofía(Caracas: Universidad central de Venezuela, 1973. 2 vols). Fue él quien empujó a uno de sus mejores discípulos, Ludovico Silva(1937-1988), a estudiarlo con pormenor. Se convirtió así Silva en nuestro primer marxólogo. En El Bolívar de Marx se reproduce el artículo “Bolívar y Ponte, Simón(1858)”(p.9-25) del autor de El capital(1867): texto disputado(el Libertador que está aquí no es el de la historia), discutible(por colarse en él todos los prejuicios de una Europa que ayer como hoy no entiende a la América Latina) y está lleno de errores históricos(el primero está en la primera línea: Simón Bolívar no fue Ponte sino Palacios(p.9); el error final está en el último renglón,p.25), tantos que sería interesante añadirle al libro, en sus próximas salidas, una edición crítica y anotada del artículo que Marx escribió para la New American Cyclopedia(1858,t.III), el cual tanto ha


inquietado a los marxistas latinoamericanos que nunca han sabido que hacer con él, quienes en vez de pasarlo por el tamiz de la crítica histórica hasta tiempos muy recientes quisieron justificarlo, cosa imposible. Hasta ahora contamos con magníficas refutaciones: la del historiador venezolano Angel Francisco Brice(1894-1969): Bolívar visto por Marx. (Madrid: Letra,1961.87 p.), escrito dentro de los cauces de la escuela lecuniana: el documento por delante. Es un magnífico ejercicio de crítica histórica como fueron en general los del doctor Brice. Manuel Caballero(1931-2010) en Por qué no soy bolivariano. (Caracas: Alfadil, 2006, p.191-199) también refuta el escrito de Marx. La grave incomprensión de Marx hacia Simón Bolívar(1783-1830) evidente aquí, no lo podemos llamar estudio porque no es certero ni cierto como la mayoría de los escritos de Marx, la corrigen en muy buena parte en este volumen dos de nuestros historiadores: Inés Quintero en “Bolívar dictador, Bolívar revolucionario”(p.27-47) y Vladimir Acosta en “El Bolívar de Marx”(p.49-97), aunque en el caso de este último no nos explicamos, conociendo sus obras, es hoy, entre otras cosas, uno de nuestros dos principales medievalistas, el por qué de sus adulancias al presidente Chávez que incluye. Es increíble aun que la izquierda venezolana siga considerando al Comandante Presidente un radical cuando si filiación política es fascista. Inés Quintero rebate y explora los dos conceptos aplicados por Marx a Bolívar explicándolos con mucha luz. Y Acosta pone a Marx frente a Bolívar, enjuicia, rebate e impugna lo que dice Marx sobre el Libertador que es todo erróneo, para luego colocar a estas dos grandes figuras en su lugar en la historia porque lo escrito por Marx sobre Bolívar fue un grave error del siempre gruñón alemán. Los elementos para el proyecto de esa edición crítica del artículo de Marx son los que proponemos en las notas que siguen: más arriba hemos señalado que lo único que le falta a El Bolívar de Marx es ofrecer a los lectores de historia venezolana, de aquellos que se interesan en la personalidad de Bolívar, una edición crítica y ampliamente anotada del artículo de Marx. Esto no se ha hecho hasta ahora nunca en Venezuela, pese a las algunas reacciones que ha dado lugar el conocimiento de trabajo de Marx entre nosotros. Y ello lo que ofrecemos ahora, trabajo hecho a partir de la traducción de Nora López que se nos ofrece en El Bolívar de Marx. He aquí los elementos que hay que señalar, hecho dentro de un extenso ejercicio de crítica histórica. Ojala sea útil todo esto, lo que siempre es el sueño continuo de todo aquel que realiza trabajos intelectuales. ¿MARX EUROCENTRICO? Sin dejar de lado que el artículo de Marx sobre el Libertador debe ser considerado como un grave error en un intelectual de su talla; que debe ser


considerado como deleznable, hecho para ganar unos dólares, estando en el estado de pobreza en que estaba en aquellos años en Londres, donde él y su familia sobrevivió gracias al dinero que les daba su amigo Federico Engels(1820-1895), persona de buena posición económica. Pese a todo es necesario señalar unos hechos básicos, que se encontraran sugeridos más adelante. Claro, en ningún momento nosotros escribimos como un marxista, cosa que no somos, ni mucho menos como un militante de la actual izquierda latinoamericana, ya sin banderas, totalmente distorsionada en estos tiempos por la influencia del presidente venezolano Hugo Chávez(1954), hombre de muy escasa formación intelectual. Lo que aquí se encontrara es una refutación de las ideas de Marx desde el punto de vista de la historia, siempre fundamentadas en la documentación conocida sobre Bolívar, que fue el tema de Marx en este caso. Lo primero que debe tener en cuenta el lector, para poder entender lo que se expone, fue que Marx fue siempre un eurocentrista, quien escribió como europeo y para los europeos y especialmente dirigió sus análisis a las sociedades de capitalismo avanzado del Viejo Mundo, Inglaterra, Francia, Alemania y en escaso grado hacia los Estados Unidos de su tiempo. Pero él no pudo ni siquiera soñar que donde cuajarían sus ideas sería en la Rusia feudal y atrasada de su tiempo para la cual no concibió sus obras. Fue el eurocentrismo el que le hizo ver con buenos ojos la dominación colonial europea en la India y en la China de sus días. Fue ese eurocentrismo, que no le criticamos sino que exponemos como base para entenderlo, lo que hizo no entender en su hondo sentido lo que significaba América Latina y su revolución emancipadora. Por ello al escribir de Simón Bolívar se equivocó tanto, no pudo darse cuenta de que en aquel convivían el político, el militar, el hombre de ideas, el redactor de Constituciones, las cuales mira Marx con ironía, el proyectista de la educación y el diplomático avezado quien estudiaba cada día los sucesos del mundo. Fue ese desconocimiento lo que llevó a Marx a comparar al Libertador con el tiranuelo haitiano post independentista, de la época del caudillismo, Fuastin Soulouque(1782-1867), que nada tenía que ver con él. Y fue su desconocimiento de la historia de América Latina, que bien pudo estudiar en el Museo Británico de Londres, lo que le impidió comprender el suceso de la revolución de independencia en América Latina. Ante el texto de Marx le izquierda latinoamericana ha oscilado, no ha sabido que hacer, y se ha equivocado. Algunos de ellos, incluso figuras connotadas del marxismo latinoamericano como Anibal Ponce(1898-1938), han tratado de salvar a Marx por lo escrito, lo que no tiene sentido, tratando de buscar en Bolívar lo que Marx, el ideólogo de ellos escribió, lo cual tampoco existe. Otros lo ha negado pero con dolor. En verdad lo que único que se podía hacer era analizar a la luz de la historia, con los elementos de la crítica histórica que es la que nos lleva a comprender la serie de errores


en los que incurre Marx al concebir un texto sobre un tema que desconocía, exhibiendo verdadera animadversión hacia Bolívar personaje que cuando el redactó su escrito ya era una criatura de la historia y es dentro de ella que él debe ser tratado, examinando en su día y hora, en su lugar y en su tiempo. CITAS DE BOLIVAR Citamos a Simón Bolívar, a todo lo largo de este estudio, de las fuentes que indicamos a continuación desde su primer documento conocido, que data del 14 de octubre de 1795(en él aparece junto a su firma la de su maestro don Simón Rodríguez), hasta el 31 de agosto de 1824, fecha en que se cierra la edición de los Escritos del Libertador. (Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela/Academia Nacional de la Historia,1964-2007.29 vols), todavía en proceso de publicación. Las citas desde el 1 de septiembre de 1824 y hasta el 11 de diciembre de 1830, fecha de su último documento(no hubo otros entre el 11 y el 17 de diciembre día este último en el cual falleció) utilizaremos: sus Obras completas. (2ª.ed. La Habana: Editorial Lex, 1950. 3 vols.); las Cartas del Libertador.(2ª.ed.aum.Caracas: Fundación Vicente Lecuna/Banco de Venezuela,1964-70-8 vols.); los Decretos del Libertador.(2ª.ed.aum. Prólogo: Cristóbal L.Mendoza. Los Teques: Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos, 1983. 3 vols) y Proclamas y discursos del Libertador.(2ª.ed.Los Teques: Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos,1983. 455 p.). El texto de Carlos Marx(18181883) en el cual nos basamos para esta edición anotada y crítica de su artículo “Bolívar y Ponte, Simón” es aquel que está en el volumen de Varios Autores: El Bolívar de Marx.(Caracas: Alfa, 2010.106 p.). Allí el texto de Marx(p.9-25) fue traducido al castellano por Nora López e incluye además de la reproducción facsimilar del escrito de Marx(p.99-106) junto a los estudios interpretativos, a los cuales haremos referencia más adelante de los historiadores venezolanos Inés Quintero y Vladimir Acosta. FUENTES DE MARX Se puede, y debe, señalar hoy que no obstante los numerosos errores históricos y las distorsionadas y maléficas interpretaciones que hace de Simón Bolívar en su artículo Carlos Marx, en el cual siempre supone que el Libertador cada vez que actuaba lo hacía con intenciones malas, aviesas, deformadas y perversas y nunca, o casi nunca, con el sentido afirmativo que siempre tuvieron porque constantemente Bolívar, pese a las equivocaciones que debió cometer como hombre y político que fue, lo que le hace más humano, fue una persona que buscó un nuevo orden para la sociedad en la que actuó y fue siempre un antimonárquico y


anticolonialista. Es por esto que el texto de Marx es deleznable como interpretación sobre Bolívar y lo es también dentro de la propia producción escrita por Marx. Todas las falacias que encuentra el lector contemporáneo de este texto de Marx, quien además conozca el verdadero sendero provienen de las tres fuentes utilizadas para redactarlo, tres obras escritas por adversarios del Liberador, los tres verdaderamente enconados como lo fueron Henry L. Fayette Villaume Ducoudray-Holstein(Memoirs of Simón Bolívar. Boston: S.G.Goodrich & Co., 1829. 384 p.), el coronel Gustavus Matías Hippisley(Narrative of the expedition to the rivers Orinoco and Apure, in south America...London:Jonh Murria, 1819. 656 p.) y el también coronel John Miller(Memoirs of General Miller, in the service of republic of Peru. London: Longman, Ref., Orme, Brown and Green,1828. 2 vols). Sobre estos memorialistas hay que indicar que solo fueron testigos de apenas una parte de la vida del Libertador, a veces muy pequeña: Ducoudray(1772-1839) del período que va del año 1814, fue dos años después cuando conoció a Bolívar en Haití, ese mismo año 1816 dejó de estar en las tropas republicanas; Hippisley(1766-1831) apenas entre 1817 y 1818 y Guillermo Miller(1796-1861), solo estuvo cerca del Libertador entre 1823, cuando llegó al Perú hasta que el Caraqueño dejó ese país en 1826. Miller, sin embargo, estaba junto al Libertador en el momento en que este recibió la noticia de la victoria de Sucre en Ayacucho, de aquel instante de inmensa euforia para Bolívar el coronel Miller nos legó su relato. Miller, a diferencia de Ducroudray y Hippisley si fue uno de los héroes de la independencia sudamericana, aunque en verdad no es para nada veraz en muchos de los hechos que narra si comparamos sus aseveraciones con la documentación sobre esos sucesos que conocemos, que es generalmente bastante extensa. Miller peleó con las tropas patriotas en batallas decisivas como fue Junín(Agosto 6,1824), que dirigió el propio Libertador. En Ayacucho(Diciembre 9,1824) no estuvo, estaba en Lima. En Ayacucho se selló la independencia latinoamericana, cuya conducción estuvo en las manos del general Antonio José de Sucre(1795-1830), gracias a cuyo triunfo aquel día en la pampa de Quinua el propio Libertador lo ascendió a Mariscal(Diciembre 27,1824). Sobre las tres obras que usa Marx ver los comentarios que sobre ellas traza Manuel Osorio Jiménez en su libro Bolívar y sus detractores. (Caracas: Librería Piñango, 1979,p.144145,225-227,294-295), esta es la segunda edición, con cambio título y ampliada, de la originalmente llamada Bibliografía crítica de la detracción bolivariana. (Prólogo: Angel Francisco Brice. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1959. 331 p.). LO QUE MARX NO LEYO


Es una verdadera lástima, lo sentimos hoy, que Marx no se hubiera acercado en los días que hizo la investigación para fundamentar su escrito en las fuentes veraces sobre la independencia que ya existían en 1857, su escrito apareció en enero de 1858 y no gustó para nada a su editor neoyorkino, tiempo en el cual ya se había publicado la famosa recopilación organizada por los próceres Francisco Javier Yanes(1777-1842) y Cristóbal Hurtado de Mendoza(1772-1829), conocida en los anales bibliográficos venezolanos como “La colección Yanes/Mendoza”. Nos referimos a la Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador...(Caracas: Devisme Hermanos,1826-1833. 22 vols.) que fue la primera serie documental aparecida sobre él, impresa en Caracas, claro está, en castellano, idioma que Marx manejeba. Allí estaba por ejemplo un documento capital del pensamiento de Bolívar como lo es la Carta de Jamaica(Septiembre 6,1815) nunca impresa en castellano hasta ese momento aunque originalmente había aparecido, en 1818, en su traducción inglesa, hecha por el prócer canadiense John Robertson(1867-1815), en una revista de Jamaica. También había para el momento en que Marx escribió, aunque nunca lo cita, la versión inglesa del Discurso de Angostura. Nos referimos a Speech of his excellency General Bolívar at de the instalation of the Congress of Venezuela, in Angostura, on the the 15th day of february, 1819. (Traslated by James Hamilton. Angostura by Andrew Roderick, Government Printer, 1819. 27 p.), de la cual había un ejemplar en el “Museo Británico” donde se encontró en nuestro tiempo y fue reimpreso facsimilarmente en Caracas(Speech of his Excellency General Bolívar at the instalation of the Congress of Angostura....Caracas: Comandancia General del Ejército, 1974. 26 p.) y esto es muy importante, desde los días de la propia acción del Libertador la prensa europea había venido comentado sus acciones, insertado sus documentos y obervado el modo de ser de su personalidad. Bolívar fue un hombre tan prominente en su tiempo que el propio periódico The Times(Febrero 19,1831) publicó su necrología al conocerse en Londres la noticia de su deceso(Verla en John Lynch: Simón Bolívar. Barcelona: Editorial Crítica,2006,p.371). Y en el mundo hispánico sólo Simón Bolívar y el pintor Francisco de Goya y Lucientes(1746-1828) fueron las personalidades más destacadas de su tiempo. Y además ya en 1818 se había publicado en Europa, en Italia para ser más precisos, la primera biografía de Simón Bolívar, texto entusiasta hacia su persona(verla en Alberto Filippi:Bolívar y Europa. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República,1986,t.I,p.500-502). Y ello a poco de la toma de Guayana por el Libertador y de la organización por él allí del gobierno patriota, un año antes de la instalación del Congreso de Angostura ante el cual Bolívar pronunció(febrero 15,1819) su célebre Discurso de Angostura, que fue inmediatamente traducido al inglés, impreso en Angostura(Ciudad Bolívar desde 1846) y distribuido


rápidamente en Inglaterra y en los Estados Unidos. Existe también una traducción al francés hecha en París el mismo año 1819. Ese mismo 15 de febrero de 1819 Bolívar también presentó su Proyecto para la Constitución para el país, aun Venezuela porque la Gran Colombia(Venezuela, la Nueva Granada y Ecuador) sólo se constituiría a finales de ese mismo año(Diciembre 17,1819) y Ecuador no se incorporaría a la nueva nación hasta 1822 cuando el venezolano Antonio José de Sucre le dio la libertad en la batalla de Pichincha(Mayo 24,1822). Y todo esto que anotamos pudo consultarlo Marx en la biblioteca del “Museo Británico” en Londres en periódicos, revistas, folletos y libros sobre el Libertador, sus acciones y su época en el mismo lugar donde él hizo las grandes investigaciones que lo llevaron a fundamentar las obras, como El Capital(1867), que lo convirtieron en una de las grandes figuras del pensamiento occidental, de la filosofía y la economía, en uno de los grandes sabios de todos los tiempos. Entre las refutaciones del texto de Marx existentes debemos citar las dos que están en El Bolívar de Marx que son el de Inés Quintero:”Bolívar dictador, Bolívar revolucionario”(p.27-47) y el de Vladimir Acosta: “El Bolívar de Marx”(p.49-97). Pero también hay que tener en cuenta el análisis del artículo de Marx que hace Manuel Caballero en su libro Por qué no soy bolivariano(Caracas: Alfadil, 2006,p.191-199) que es ejemplar y nos hace mirar cuál fue la influencia que tuvo en la redacción de su artículo sobre Bolívar aquel gran opúsculo de Marx, considerado su mejor análisis histórico, El 18 Brumario de Luis Bonaparte(1852), en su redacción del texto sobre Bolívar. De El 18 Brumario de Luis Bonaparte hay numerosas ediciones, en castellano entre otras de la editorial barcelonesa Ariel(1968) que es la que hemos tenido a la vista. Piensa Caballero que Marx le atribuyó también al caribeño muchas de las características que él encontró en otro dictador, el haitiano Faustin Souloque(1782-1867), quien si bien llegó a la presidencia de su país(1847) después se hizo proclamar emperador del mismo(1849) y mas tarde, debido a sus crueldades una revolución derrocó del poder(1859) y salió al exilio. Marx creyó, muy equivocadamente, que este dictador y Bolívar podían ser presentados como dos vidas paralelas, craso error. También hay que tener en cuenta el examen que del texto de Marx hizo el historiador venezolano Angel Francisco Brice(1894-1969) en su libro Bolívar visto por Carlos Marx.(Madrid: Gráficas Letra,1961. 87 p.) que es un espléndido estudio de crítica histórica como en general fueron los del doctor Brice. LAS 166 ACLARACIONES A MARX Ya hemos señalado que el artículo de Carlos Marx “Bolívar y Ponte, Simón” se inicia con un error en su primera línea y se cierra con otro en la última línea. Así el primero es que los verdaderos apellidos de Simón


Bolívar fueron Bolívar y Palacios. Juan Vicente Bolívar y Ponte(17261786) fue su padre. En ello se equivoca Marx. Marx pone entre comillas la palabra “Libertador”, casi como burlándose de ella. Este apodo lo recibió Bolívar en 1813. Una persistente tradición oral, la cual que no tiene respaldo documental alguno, señala que fue la ciudad de Mérida la que le concedió por vez primera este título. Sea este el lugar para corregir tal error. El recibió este sobrenombre como consecuencia de sus triunfos militares. El 23 de mayo de 1813, al entrar en Mérida al frente de sus tropas, durante la “Campaña Admirable”, fue “aclamado” libertador por los residentes de la ciudad. Pese a esto Mérida no concedió a Bolívar titulo alguno. En la ciudad andina Bolívar fue solamente saludado como libertador de la ciudad. Podemos afirmar esto porque no ha llegado hasta nosotros ningún documento que nos permita afirmar que los merideños nombraron a Bolívar Libertador. Fue la ciudad de Caracas la que le otorgó el título de Libertador el 14 de octubre de 1813. Aquel día había regresado Bolívar triunfante de las batallas de Bárbula(Septiembre 30) y Las Trincheras. Ese mismo día, en sesión de la municipalidad de Caracas, el gobernador político, Cristóbal Hurtado de Mendoza(1772-1829), propuso conceder a Bolívar el cognomento de Libertador. Así lo aprobó la Asamblea. En este caso conocemos el Acta de la sesión del Ayuntamiento como las palabras pronunciadas por Bolívar al agradecer el título. Estos documentos corren insertos en un folleto publicado en aquellos días. El Congreso de Angostura ratificó la decisión de los munícipes caraqueños al decretar el 6 de enero de 1820 que, desde ese momento, Simón Bolívar usaría antes de su nombre el título de Libertador. Disponía que lo utilizara “en todos los despachos y actos del gobierno anteponiéndolo al de Presidente y lo conservara como una propiedad de gloria en cualquier destino, y en el retiro de los negocios públicos”. Nuestra apostilla se apoya en las siguientes papeles: Título de Libertador y Capitán General de los Ejércitos de Venezuela, por las autoridades de Caracas en nombre de los pueblos al General Simón Bolívar. (Caracas: Imprenta de Juan Baillío, 1813). Consultar también la Gaceta de Caracas(n/ 10, octubre 28,1813). Los documentos a los cuales hacemos referencia están incluidos en “Selección de documental de la prensa contemporánea, 1808-1813” en el volumen por varios autores: Tres testigos europeos de la Primera República. (Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1974,p.241-245). Sobre el título que se dice otorgó Mérida se debe consultar el esclarecedor artículo de Manuel Pérez Vila(1922-1991): “¿Recibió Bolívar en Mérida el título de Libertador?” (en Revista Nacional de Cultura, Caracas, n/ 250(1983),p.108-120). En lo relativo a lo expresado por el Congreso de Angostura consultar Actas del Congreso de Angostura(Caracas: Universidad Central de Venezuela,1969,p.382). Se puede leer también el libro de Vicente Lecuna(1870-1954): Catálogo de


errores y calumnias en la historia de Bolívar.(New York: The colonial press,1956, t.I,p.309-310). Ver también el trabajo de Edecio La Riva Araujo: El Libertador. (Mérida: Imprenta del Estado,1982.60 p.) y nuestro comentario: “¿Por qué Libertador?” (en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, N/ 269(1985),p.246-249), avalado también por numerosa documentación que se cita allí. Sobre el significado de la palabra “Mantuano”, consultar: Angel Rosenblat: ”El Mantuano y el mantuanismo en la historia de Venezuela “ (en Nueva Revista de Filología hispánica, México, El Colegio de México, t.XXIV, n/ 1(1975),p.63-88) e Inés Quintero: Los nobles de Caracas. (Caracas: Academia Nacional de la Historia, 2005.77 p.). En verdad, distinto a lo que dice Marx, Bolívar tenía quince años al salir por La Guaira en 1799, cumplió los 16 ya en Madrid ese 24 de julio de 1799. En verdad en 1802, fecha de su primer paso por Francia y de su primera visita a París, ciudad que lo dejó deslumbrado para siempre, Simón Bolívar no estuvo años como dice Marx sino sólo un mes: entre el 13 de enero y el 16 de febrero, cuando recibió el pasaporte que le permitió regresar a Madrid donde el 30 de marzo firmó sus “Capitulaciones matrimoniales” y se casó, con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza(1781-1803), el 26 de mayo. En verdad Bolívar, al contrario de lo que dice Marx, no regresó a Venezuela en 1809 sino en el mes de junio de 1807, el día exacto no ha podido ser precisado. José Félix Ribas(1775-1815) no era primo de Bolívar, como se repite varias veces Marx, sino su tío político por estar casado con su tía María Josefa Palacios. Esta dama desde el momento en que su marido fue sacrificado por los realistas en la región del llano, en Tucupido(Enero 31,1815), se encerró en su casa con la decisión, que cumplió, de no salir de ella mientras los suyos, los patriotas, no ocuparan el poder otra vez en Venezuela. Así recluida estuvo por años. Ni siquiera un mensaje enviado por el Libertador en 1820 logró sacarla de su encierro. Al parecer estuvo allí encerrada hasta la victoria de Carabobo y subsiguiente entrada de las tropas republicanas a Caracas. Bolívar no rehusó sumarse a la Revolución del año diez, como falazmente dice Marx, en verdad no participó en los hechos del 19 de abril de 1810 por estar fuera de Caracas, estuvo en desacuerdo con la llamada “Conspiración de los Mantuanos”(1808), pensaba más bien que, dice Tomás Polanco Alcántara(1927-2002),”ante la crisis española causada por Napoleón(1769-1821) y que había roto el Imperio, no era posible someterse a los franceses sino proclamar la absoluta independencia de la Provincia”(Simón Bolívar. Caracas: Ediones GE, 1994,p.189). Bolívar, era en ese momento más bien un extremista, el jacobino que aparecerá en la


“Sociedad Patriótica” en su discurso del 3 de julio de 1811(Escritos del Libertador, t.IV,p.81).Bolívar, hay que indicarlo, sólo será Jacobino, o puede ser llamado así, por algunos años. Más tarde tras graves experiencias renegará de Maximiliano Robespiere(1758-1794) y de su partido absolutamente, así podemos verlo en una misiva al general Francisco de Paula Santander(1792-1840) que se lee en sus Cartas del Libertador,t.II,p.372 en lo cual, quizá sin saberlo, coincide con Francisco de Miranda(1750-1816), cuyos escritos citamos a través de Colombeia. (Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1978-2007. 20 vols). La edición de Colombeia no ha culminado aun, se inicia el 3 de enero de 1771 y llega hasta el 31 de diciembre de 1803. Faltan todavía recoger los papeles relativos a los años 1804-1816. Consultar en los casos citados Colombeia: t.XVIII,p.70-72. Ver especialmente la p.71 y t.XIX,p.222-224, en este caso ver especialmente la p.224. Bolívar estaba en ese momento del 19 de abril de 1810 en su hacienda de Yare, al este de Caracas. A poco vino a Caracas y se incorporó al nuevo estado de cosas, al nuevo gobierno, logró que le encargara la misión diplomática ante Inglaterra. Para dirigirse a Londres salió de La Guaira el 6 junio de 1810. El 5 de diciembre de ese mismo año estaba de regreso en La Guaira y dos días después, el 7 de diciembre, presentó ante el gobierno el informe sobre su gestión en la capital británica. Sobre el verdadero significado de la misión cumplida por Simón Bolívar, Luis López Méndez(1758-1841) y Andrés Bello(1881-1865) en Londres en el verano de 1810 y las reuniones que tuvieron con el ministro Lord Richard Wellesy(1760-1842) el 18 y el 19 julio y el 3 de septiembre, la documentación que tenemos hoy es bastante precisa, y refuta en casi todos los puntos lo dicho por Marx, entre otras cosas porque que ninguno de los autores que utiliza como fuente fueron testigos o conocieron los aspectos centrales de aquella importante misión diplomática, no sólo la primera enviada por Venezuela a Inglaterra sino la primera de una nación latinoamericana ante un país europeo. Incluso la afirmación que hace Marx de la compra de armas por parte de los miembros de la misión fue sólo una insinuación de aquella misión(Cristóbal L. Mendoza: Las primeras misiones diplomáticas de Venezuela. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1962,t.I,p.261) contestada diplomáticamente de otra forma por los británicos: no les ofrecieron armas sino protegerlos con su propia marina(Cristóbal L. Mendoza: Las primeras misiones diplomáticas de Venezuela,p.268). Consultar sobre la misión Simón Bolívar: Escritos del Libertador, t.IV,p.27-80; Cristóbal L.Mendoza(1886-1978): Las primeras misiones diplomáticas de Venezuela, ya citada por nosotros, la cual publica también cada una de las piezas documentales a las cuales se refiere al hacer su preciso estudio sobre este asunto; José Luis Salcedo Bastardo(19262005): Crisol del americanismo. (Caracas: Cuadernos Lagoven, 1980,p.40)


y Pedro Grases(1909-2004): “Bolívar:¿diplomático atolondrado?” (en sus Obras. Barcelona: Seix Barral,1981,t.IV,p.464-477). Error de Marx en la fecha que da sobre la actividad castrense de Bolívar durante la Primera República(18101-1812). Ya el 20 de julio de 1811 Bolívar se había incorporado al Ejército que mandaba el general Francisco de Miranda(1750-1816) en Valencia. Esta campaña constituyó el bautizo de fuego de Bolívar y fue sellada por un triunfo militar el 13 de agosto. El mando de Puerto Cabello se le encargó no en 1811, como dice Marx, sino el 4 de mayo de 1812. Hay animadversión de Marx en casi todo lo dicho sobre los sucesos de Puerto Cabello en 1812. En verdad el Castillo se alzó el 30 de junio de 1812 pero Bolívar no abandonó precipitadamente Puerto Cabello. Lo hizo, después de la larga espera de los refuerzos que pidió con urgencia a Miranda en varias cartas. Dice Ángel Francisco Brice que dejó Puerto Cabello después de haber atacado a los realistas y haberse llevado a cabo el encuentro contra ellos en San Esteban(julio 5,1812), allí fue detenido el general Diego Jalón(c1785-1814) que Bolívar en una carta de esos días consideró había muerto(Escritos del Libertador,t.IV,p.89), en verdad estaba preso y continuaría activo en el bando patriota, pese a ser español, hasta el año 1814, después de la derrota en la batalla de La Puerta(Junio 15) cuando el coronel José Tomás Boves(1782-1814) lo hizo ejecutar en Villa de Cura. En la región porteña estuvo el Libertador, según el reputado historiador venezolano Brice hasta el 6 de julio(Bolívar visto por Marx,p.26) Pasó entonces a La Guaira donde llegó el 7 de julio(John Lynch: Simón Bolívar,p.81). Tras los sucesos de Puerto Cabello Bolívar no se fue a sus haciendas como asienta Marx. Permaneció en Caracas, desde donde se dirigió varias veces por escrito a Miranda explicándole lo sucedido en Puerto Cabello. En Caracas estuvo hasta que bajó a La Guaira el 30 de julio. En la madrugada del 31 fue cuando los patriotas, entre los cuales se encontraba Bolívar, detuvieron a Miranda y lo entregaron al Jefe Político del puerto coronel Manuel María de Las Casas, este, sin que lo supieran los oficiales patriotas, se había pasado al bando realista y fue él quien entregó a Miranda a Monteverde. Por este acto de deslealtad fue denunciado por el propio Libertador(Agosto 6, 1821), acusación que nunca ha podido ser desmentida ni rebatida hasta hoy (Escritos del Libertador,t.XX,p.616-617). Domingo de Monteverde(1773-1832) no entró en el momento que dice Marx en Puerto Cabello, después de recuperado el puerto por las manos realistas, porque en ese momento se encontraba en otra zona de la misma región distante de Puerto Cabello. A esta rada llegó después del 31 de julio de 1813. El 28 de diciembre de 1813 dejó Puerto Cabello a bordo de un barco que lo llevó a Puerto Rico. Ya no retornó más a Venezuela.


La capitulación, llamada de Miranda, fue firmada en San Mateo el 25 de julio de 1812 y no el 26 de julio como dice Marx. No creemos, como anota Marx, que fuera aprobada por el Congreso de Venezuela porque en ese momento todos los funcionarios de la República estaban en desbandada. Como ya lo advertimos, refutando a Marx, quien entregó al general Miranda a Monteverde fue el coronel venezolano Manuel María de las Casas y no los oficiales patriotas quienes lo detuvieron. El coronel de Las Casas ejerció cargos en el gobierno realista de Caracas hasta 1818. Miranda estuvo preso en La Guaira, en Puerto Cabello y en Puerto Rico antes de ser enviado a Cádiz, a la prisión de La Carraca, a donde fue llevado en el año 1814. Allí falleció dos años más tarde(Julio 14,1816). Miranda estuvo en algún tiempo encadenado pero luego pudo hacer una vida bastante libre dentro de la prisión: tenía un criado, tuvo acceso a libros de su admiración, casi todos clásicos los cuales a él siempre le gustó leer, tuvo también una Biblia e incluso estuvo preparando su fuga con la ayuda de sus fieles amigos ingleses de Londres. La idea de Miranda siempre encadenado es más bien el resultado de la imagen que del preso más ha pervivido entre los venezolanos: el famoso cuadro “Miranda en La Carraca” del destacado pintor venezolano Arturo Michelena(1863-1898). Para revivir la apuesta figura de Miranda posó para Michelena don Eduardo Blanco(1838-1912), el autor de Venezuela heroica(Caracas: Imprenta Sanz,1881. XII, 266 p.), hombre también muy bien plantado y alto, como lo sabemos por los testigos de su época, cosa que recogió el maestro Santiago Key Ayala(1874-1959) en un estudio suyo(Eduardo Blanco y la génesis de Venezuela heroica. Caracas: Tipografía Americana, 1920. 43 p. que también está en su libro Bajo el signo del Avila. Caracas: Ávila Gráfica,1949,p.31-66, ver las p.55-58). Por la historia conocemos que si bien Monteverde otorgó el pasaporte a Bolívar para salir de Venezuela el año doce, sabemos que ello fue más gracias a don Francisco Iturbe(1769-1847), realista pero querido amigo de Bolívar, quien fue quien lo defendió cuando Bolívar se enfrentó a Monteverde el año doce, en el momento de ir a buscar el pasaporte que le permitió viajar a su primer exilio(1812-1813), dejando claro que él no había entregado a Miranda a los españoles ni había hecho ningún favor al rey de España. No hay que dejar de lado que Monteverde era primo del Libertador por la rama de sus tíos Herrera Ribas, canarios como él. Esto está bien documentado. Iturbe en aquel momento, pese a ser realista, probó la autenticidad de su afecto por Bolívar al ofrecerse a Monteverde como responsable de la conducta del joven coronel revolucionario. Y como Bolívar era hombre de honor, según su también amigo Robert Sutherland, lo cual fue uno de los más grandes elogios que se le hayan podido dar, protegió a Iturbe después de la guerra, impidió que se lo expulsara por desafecto a la causa patriota y que se le embargaran sus bienes(Escritos del


Libertador, t.XX,p.617-617). En 1827, durante el último paso de Bolívar por Caracas, se encontraron plácidamente aquellos dos queridos amigos. En un momento en que Iturbe salió al exilio, en 1829, al enterarse de ello Bolívar inmediatamente le escribió diciéndole que regresara al seno de su familia a Caracas. Cartagena, al contrario de lo que dice Marx, no era una república: se denominaba entonces Estado. Ya hemos señalado que José Félix Ribas no fue primo sino tío político de Bolívar. La supuesta expedición, que dice Marx, no tuvo lugar ni Bolívar estuvo en Bogotá en 1812 ni en 1813 sino el 12 de diciembre de 1814. Estuvo hasta el 23 de enero de 1815. La única movilización que tuvo lugar ese año de 1813 fue la llamada “Campaña Admirable”, comandaba por el Libertador y en la cual José Félix Ribas participó en forma connotada. El Congreso de la Nueva Granada sesionada en ese momento en la ciudad de Tunja no en Bogotá. Bolívar fue ascendido en marzo a Brigadier, General de Brigada, por el Congreso de la Nueva Granada. José Félix Ribas no fue ascendido por la misma corporación como dice Marx. Todavía era coronel el regresar a Caracas en 1813 tras sus victorias militares como se puede leer en la Gaceta de Caracas(agosto 26, 1813,p.4). Fue el ejército republicano el que le otorgó en 1814 el título de mariscal que él prefirió cambiar por general de división. Las tropas de la “Campaña Admirable” no fueros divididas en dos columnas como afirma Marx. Antonio de Tiscar(17??-1845), Juan Manuel de Cagigal (c1854-1823) y Manuel Fierro(1752-1828) eran oficiales de escuela no unos forajidos como trata de insinuar Marx, algunos de ellos recibieron elogios del Libertador, su adversario, por sus conductas como oficiales actuando en la guerra. El general Santiago Mariño(1788-1854) no era ningún “iletrado” como dice Marx. Como hijo de una familia rica y pudiente de la provincia de Margarita había recibido selecta educación tanto en su lugar de nacimiento como especialmente en colegios de la cercana isla de Trinidad, hablaba varias lenguas entre ellos el inglés con gran perfección como lo indica su gran biógrafo Caraccciolo Parra Pérez(1888-1964) en su Mariño y la Independencia de Venezuela.(Madrid: Ediciones Cultura Hispánica,19541957.5 vols) y en su Mariño y las guerras civiles.(Madrid: Ediciones Cultura Hispánica,1958-1960. 3 vols). Quien dirigió la batalla de Taguanes(julio 31,1813) y fue su vencedor fue Simón Bolívar. Ribas no participó en ella, como señala Marx. A quien Marx llama “el general Fierro” es a Manuel Fierro Sotomayor.


La capitulación con las tropas de Monteverde fue firmada en La Victoria el 4 de agosto de 1813. Es verdad que Fierro huyó a Curazao(Vicente Lecuna: Catálogo de errores y calumnias en la historia de Bolívar,t.I,p.275). La cantidad 1500 soldados, es cantidad que no hemos podido comprobar, es la cifra de soldados dada por Marx. La entrada de Bolívar en Caracas el 3 de agosto de 1813 fue pomposa pero no tuvo para nada los oropeles de una ceremonia real como la que imaginó Marx. Tal llegada está descrita en el único periódico que se editaba en Caracas en aquel momento: la Gaceta de Caracas(Agosto 26,1813,p.4). También está descrito en el mismo periódico, el mismo día citado y en la misma página, los tributos rendidos al coronel José Félix Ribas a su entrada a Caracas también con los laureles de la victoria en el campo de Marte. El tributo otra vez es hermoso pero escrito con sinceridad aunque con emoción. La Gaceta de Caracas lo llama Coronel lo cual nos indica que todavía no era general y por lo tanto, en contra de lo que dice Marx, no había sido ascendido a ese grado por el Congreso de la Nueva Granada. Al contrario de lo que afirma Marx el título del Libertador durante este tiempo, época de la “Campaña Admirable”, era “General en Jefe del Ejército del Norte”, así se lee en un “Discurso” suyo perorado en Mérida(mayo 31,1813) que se puede leer en los Escritos del Libertador(t.IV,p.286-287). El título del general Santiago Mariño era “General en Jefe del Ejército de Oriente” (Simón Bolívar: Escritos del Libertador,t.IV,p.358). También se le menciona, en otro documento, como “General de Oriente”(Escritos del Libertador,t.IV,p.301). En 1813 no se creó ninguna “Orden del Libertador” como dice Marx. La condecoración que fue creada fue “La orden de los Libertadores”(Octubre 22,1813). El decreto de Bolívar está en los Escritos del Libertador(t.IV,p.237-239. Ver también Ezequiel Urdaneta Braschi: Bolívar en la numismática conmemorativa y en la condecoraciones. Caracas: Banco Central de Venezuela/Comité Ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar,1983,p.273-276). “La orden de los Libertadores” fue la única condecoración creada por el Libertador. La guardia especial del Libertador, en contra de lo que afirma Marx, nunca fue creada. Este y otros ejemplos contra el Libertador que cita Marx son los típicos prejuicios raciales europeos que desde muy atrás se han endilgado a los hispanoamericanos. La vida de Bolívar lo contradice en todo momento. Se pueden consultar al respecto para saber con exactitud como era, además de sus biografías bien conocidas, los testimonios de sus contemporáneos recogidos por José Luis Busaniche en Bolívar visto por sus contemporáneos.(2ª.ed. Prólogo: Mariano Picón Salas. México: Fondo de Cultura Económica, 1981. 338 p.) y Anibal Noguera Mendoza/Flavio de


Castro: Aproximación a Bolívar. (Prólogo: Pedro Gómez Valderrama. 2ª.ed. Bogotá: Plaza y Janés, 1983.351 p.). Y claro está para escuchar al Libertador hablar en su propia voz, como si fuera una entrevista de nuestra época, hay que asomarse a sus conversaciones recogidas por Luis Perú de Lacroix(1780-1837) en su Diario de Bucaramanga. (Caracas: Tipografía Americana, 1935. XV,450 p.). Esta es la modélica edición crítica de monseñor Nicolás Eugenio Navarro(1867-1960) en la cual se insertan sus dos primeras versiones conocidas. Rotundamente al revés de lo que dice Marx los años de 1813 y 1814 fueron para Bolívar de grandes e intensas campañas militares por ello si se sigue su biografía lo veremos en esos años entrando y saliendo de Caracas constantemente a enfrentarse con los realistas muchas veces con sonados éxitos bélicos, en otros instantes con derrotas marcadas por el normal discurrir de la guerra. Y ello, claro, sobre todo hasta la gran derrota en la batalla de La Puerta(Junio 15,1814) en donde los patriotas fueron vencidos por José Tomás Boves quien ya era en aquel momento la figura central del ejército del Rey, pese a estar en absoluta rebeldía contra las autoridades de la corona en Venezuela. También 1813 y 1814, al menos hasta el mes de julio de este último cuando abandonó a Caracas al mando de la “Expedición a Oriente”(julio 7-agosto 2,1814) el Libertador, ahora si lo era, había sido nombrado así desde el 14 de octubre de 1813, realizó una serie de acciones para la organización del Estado. Lo hizo consultando a una serie de personas muy preparadas quienes le presentaron una serie de proyectos para establecer las bases del gobierno republicano. Así recibió Bolívar las opiniones de los más capacitados, actuando un poco más allá de su condición de “Jefe Supremo”, dictador como le gusta llamarlo a Marx a cada paso, sino como un dirigente liberal, él usó pocas veces la palabra democracia, que consultaba las acciones que iba a realizar, quien auspiciaba que otros le dieran sus opiniones las cuales, en muchos casos, siguió siempre. Por ello ni siquiera cuando fue un “Dictador” pleno como en el Perú(1824-1826) o en Colombia(1828-1830) dejó de consultar. En el Perú a varios de sus sabios ministros como José Faustino Sánchez Carrión(1787-1825) e Hipólito Unanue(1755-1833) le aconsejaron muchas veces y en Bogotá lo hicieron los miembros del “Consejo de Gobierno” por él formado. Y su dictadura de 1828 tuvo una característica, que no se ha dado nunca en las autocracias latinoamericanas, desde su primer momento el Libertador señaló en qué momento exacto aquel régimen de “emergencia”, como lo denomina Salcedo Bastardo(Bolívar: un continente y un destino. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República,1972,p.149-152), concluiría. Y cumplió con su palabra. La “Dictadura” de 1828 finalizó cuando se abrieron las sesiones del Congreso(Enero 20,1830), el llamado “Congreso Admirable” ante el cual


incluso renunció a la presidencia definitivamente a la presidencia(Abril 27,1830) al revés de lo que afirma Marx más adelante en su artículo. Desde fines de 1813 comenzó a sentirse el empuje de las tropas y acciones del ejército del coronel José Tomás Boves sobre las fuerzas republicanas. Fue Boves, y su segundo, el también cruel Francisco Tomás Morales(1781 o 1783-1845), los que exterminaron la llamada “Segunda República”(18131814). Para el momento de la batalla de Úrica(Diciembre 5, 1814), donde los españoles vencieron pero también aquel día Boves perdió la vida gracias al empuje de una lanza patriota, ya Bolívar había dejado el territorio de Venezuela desde Carúpano(septiembre 8,1814) en compañía del general Mariño. Juntos llegaron a Cartagena el 19 de septiembre. La asamblea celebrada en Caracas no se llevó a cabo el 1 de enero de 1814 como asienta Marx sino al día siguiente, el día 2 de enero. En ella, entre otras personas, tomó la palabra el Libertador varias veces(Escritos del Libertador,t.VI,p.4-12). Y sólo pidió se le permitiera servir a su país, no quiso ser electo ni tirano ni dictador. Entre otras observaciones leemos en sus palabras expresiones que por si solas bastan para contradecir a Marx. Dijo Bolívar aquel día: “Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos. Vosotros me tituláis Libertador de la República, yo nunca seré el opresor”(Escritos del Libertador,t.VI,p.9). La intervención de Cristóbal Hurtado de Mendoza, Gobernador Político, son verdaderas pero ni tan breves ni tan escuetas como dice el padre del marxismo sino mucho más conceptuosas, elaboradas y analíticas. Están en José Felix Blanco/Ramón Azpurua: Documentos para la historia de la vida pública del Libertador.(2ª.ed.aum. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1978,t.V,p.48 y 53). El Acta de esta sesión fue rubricada por el propio doctor Cristóbal Hurtado de Mendoza y por secretario de la misma José Tomás Santana. Más que una “Dictadura”, como dice Marx, si no atenemos a la letra de lo que dicen los documentos que antes hemos citado, le fue conferida una “Jefatura Suprema” en lo militar y en lo político de la parte liberada de Venezuela para aquel trágico momento, decimos dramático porque en pocos meses el gobierno republicano caería ante la avalancha de las tropas realistas, encabezadas por Boves aquel año de 1814, en el cual aquel caudillo, considerado casi la encarnación del mal y del diablo, también perdió la vida, posiblemente gracias a la lanza del oficial Pedro Zaraza(1775-1825), a quienes todos denominaban el “General cordillera” por sus prematuras canas, pensando sin duda al ponerle el sobrenombre en el hielo de las cumbres montañosas. Sobre todo la carnicería realizada por Boves en Venezuela, en especial contra la clase de los blancos, expresó el Libertador(Agosto 15,1815) desde su exilio de Jamaica: “La pluma resiste a describir las execrables atrocidades del archimostruo Boves, el


desvastador de Venezuela”(Escritos del Libertador,t.VIII,p.57). En ese momento le atribuye el asesinato de 80.000 personas. Bolívar no huyó de la batalla de La Puerta como indica Marx: fue ampliamente derrotado y con lo que se pudo salvar de las tropas, pocas porque la matanza practicada por Boves fue muy grande, pasó a Caracas. Mariño tampoco huyó desde La Puerta sino que también derrotado pasó a Oriente a preparar lo que debía seguir en la lucha contra los hispanos. Ese González que nombra Marx no era otro que el bárbaro Chepino González, hombre de las tropas de Boves (ver Tomás Pérez Tenrreiro: José Tomas Boves, primera lanza del rey. Caracas: Ministerio de la Defensa, 1969. 203 p.). Marx no logró averiguarlo entre otras cosas porque quienes redactaron las fuentes que utiliza no estuvieron presentes allí, pero se trató de la célebre “Emigración a Oriente”(julio 7,1814) encabezada por el propio Libertador que lo llevó desde Caracas hasta el este del país. No creemos que se puede considerar que la “Emigración” terminó en Barcelona porque mucha gente siguió a las tropas tanto hasta Aragua de Barcelona(Agosto 17,1814) en donde hubo una batalla donde el Libertador fue otra vez vencido. Pero también muchas personas siguieron a las tropas hasta Úrica, en lo que es hoy el estado Monagas, en donde el ejército republicano fue vencido en la batalla de Úrica. En sus alrededores quedaron personas muy distinguidas como el licenciado Miguel José Sanz(1756-1814), llamado por sus grandes conocimientos jurídicos “El Licurgo venezolano”, quien se dice murió luchado en la batalla pese a ser hombre muy mayor, tenía aquel día cincuenta y ocho años, edad provecta para la época, había nacido en 1756, seis años después de Miranda y era trece años mayor que Simón Rodríguez, nacido en 1769 como ahora sabemos con precisión. Francisco Javier Ustáriz(1772-1814), jurista destacado, el fundador de la famosa tertulia literaria caraqueña en los años finales de la colonia, el mismo gran amigo de don Andrés Bello(quien lo evoca en su poema “Alocución a la poesía”,1823), fue ajusticiado por esas tierras(Diciembre 11,1814) seis días después de Urica(Diciembre 5,1814). De la batalla de Aragua de Barcelona, llevada a cabo antes de Urica, el Libertador pasó a Barcelona, a Cumaná, a Margarita y mas tarde a Carúpano en cuyo puerto, después de haber dejado redactado su célebre “Manifiesto de Carúpano”(Septiembre 7), pasó otra vez, exilado, en compañía del general Mariño, a Cartagena. ¿Esta “Araguita” que dice Marx no será más bien la batalla de Aragua de Barcelona?. Allí Bolívar fue derrotado(sobre todo por las intemperancias del coronel José Francisco Bermúdez(1782-1831) quien no lo escuchó ni acató ese día) pero no fue derrotado por José Tomás Boves sino por Francisco Tomás Morales, el segundo del asturiano, otro monstruo como aquel.


Las protestas de Ribas a las que se refiere Marx no fueron hechas en Cumaná, en donde Bolívar pasó sólo algunas horas, sino días mas tarde en Carúpano. No existió nunca tal barco “Bainchi” como dice Marx sino la persona del marino genovés José Bianchi, cuya nave era la goleta “Atrevida” en donde estaban, desde que los sacó de La Guaira, los tesoros de las iglesias de Caracas que Bolívar le había entregado, pensaban venderlos para poder con ese dinero adquirir armas para el ejército patriota. Bianchi se apropió de ellos. Fue por ello que Bolívar y Mariño subieron al barco de Bianchi en Cumaná(Agosto 15,1814) y este navegó hacia la isla de Margarita mientras los próceres negociaban con Bianchi la entrega de ese tesoro, o de parte de él, para restituirlo a la república. Al llegar a Pampatar, a la mañana siguiente, la negociación se había hecho pero los altos oficiales patriotas no pudieron bajar en aquel puerto porque el general Manuel Carlos Piar(17741817) disparó sus cañones contra la embarcación de Bianchi en la cual venían Bolívar y Mariño. Allí sin duda, aunque no ha sido reconocido bien por nuestra historia, se inició el grave conflicto que se llevó a cabo entre el Libertador y Piar, enfrentamiento que terminó cuando Piar fue fusilado, por soldados patriotas, en Agostura el 16 de octubre 1817. Aquel día 26 de agosto de 1814 de la isla de Margarita los dos libertadores, Bolívar y Mariño, pasaron de Pampatar a Carúpano a bordo del barco de Bianchi. Así tampoco es cierto lo que afirma Marx que fue el general Juan Bautista Arismendi(1770-1841) quien disparó contra el barco en el cual venían Mariño y Bolívar(Ver sobre José Bianchi los Escritos del LIbertador,t.VI,p.159 y Nota principal del documento número 794 y p. 359 del mismo tomo). El general José Antonio Páez(1790-1873) no se encontró nunca en ese lugar del oriente de Venezuela el año de 1814,como afirma Marx, en ese momento estuvo en Mérida y pasó luego al llano. Esto se puede ver en el libro de Tomás Polanco Alcántara sobre este caudillo(José Antonio Paéz, fundador de la república. Caracas: Ediciones GE,2000,p.82). Ya hemos señalado que el autor de estos hechos contra Mariño y Bolívar no fue el general Juan Baustista Arismendi, como dice el tudesco, sino el general Manuel Carlos Piar y esos hechos no se llevaron a cabo en Juan Griego, como dice Marx, sino en Pampatar. Esto nos demuestra a la vez que los conocimientos de Marx sobre la geografía venezolana eran más que escasos. Cuando Bolívar y Mariño llegaron a Carúpano el 3 de septiembre de 1814 encontraron un grave enfrentamiento contra ellos de parte del general José Felix Ribas y el coronel José Francisco Bermúdez. Ello hizo que los dos generales dejaran Carúpano y se trasladaran como desterrados a Cartagena. Antes de salir el Libertador dictó su célebre “Manifiesto de Carúpano”(Septiembre 7,1814) en donde está claramente expresado su


pensamiento en aquella grave hora, tan expresamente que ha considerado el historiador Salcedo Bastardo al “Manifiesto de Carúpano” como uno de los siete documentos fundamentales de Bolívar. (Verlo en los Escritos del Libertador,t.VI,p.390-395). Ante lo sucedido con Piar en Margarita y los hechos protagonizados por Ribas y Bermúdez en Carúpano comprendió claramente el Libertador la grave crisis de liderazgo que padecía la Revolución, se dio cuenta que sin una jefatura única no se lograría la independencia de ninguna forma. Por ello se dedicó a trabajar denodadamente por obtenerla a través de una serie de actos que si bien fueron duros y recios eran los únicos que podrían permitir el logro de la libertad e independencia de España tanto en Venezuela como en los diversos países de la América Latina de aquellos días. Todavía tuvo que tener otras controversias para ponerse al frente de aquel proceso: el grave enfrentamiento que en pocos meses sufrió en la Nueva Granada con el coronel Manuel del Castillo y Rada(¿1795?-1816), situación tan difícil que lo obligó a tomar la decisión de salir al exilio otra vez en 1815. Fue allí cuando pasó a Jamaica. Desde allí estableció comunicación con el general Alejandro Petion(1770-1818), presidente de Haití (Escritos del LIbertador, t.VIII,p.289-290). También envió desde Jamaica a Haití un oficial venezolano de su confianza, Miguel Carabaño(1786-1816), para que apoyara las gestiones que allí realizaba el almirante Luis Brion(1872-1821) quien había traído un gran parque de armas, que puso en manos del Libertador, estas permitirían armar mejor la expedición de Los Cayos(Escritos del Libertador,t.VIII,p.49). Esta se pudo organizar gracias al grande apoyo que desde su llegada a Haití el día de navidad año de 1815 le dio el presidente Petion y el comerciante Robert Sutherland, a quien Petion le confió las gestiones. Pero el enfrentamiento entre los dirigentes patriotas se volvió a presentar en Haití cuando se estaba preparando la expedición de Los Cayos. Petión y Brión intervinieron de forma decisiva para asegurar el liderazgo de Bolívar en el regreso, con abundantes pertrechos, a Margarita y Tierra Firme. En Santa Ana de Norte Bolívar y Mariño fueron acatados allí en 1816 pero el período pasado por el Libertador en Carúpano, apenas estudiado con pormenor hasta ahora, pese a la preciosa documentación que hay, fue muy difícil, Mariño y Piar lo dejaron solo y él tuvo que enfrentar solo todos los diversos avatares en aquel “país de godos” como llamó a Carúpano. La situación de abandono fue tal que Bolívar pasó, sin tener suerte alguna, a seguir la lucha en el occidente de Venezuela, por Ocumare y su región aledaña. Debió prohibir enfáticamente a Bermúdez sumarse a las tropas patriotas. Debió pasar a Bonaire, retornó a Choroní y a Chuao. Volvió a las islas del Caribe y se presentó en Guiria en donde otra vez fue desconocido, pistola en mano debió abandonar Guiria. Se dirigió a Haití. Allí, gracias otra vez a Petion y a Sutherland, se armó la “Expedición de Jacmel”(Diciembre 18, 1816) y


pese a llegar el 31 de diciembre de 1816 de Barcelona con sus barcos repletos de armas, que era la razón para ser en verdad acatado, como lo demostró Guillermo García Ponce(Bolívar y las armas en la guerra de independencia. Prólogo:J.L.Salcedo Bastardo. Caracas: Congreso de la República, 1983. 254 p.), el tiempo en Barcelona, tampoco ha sido analizado con precisión para echar luz, fue muy complejo y si bien logró hasta organizar y fortificar “La Casa Fuerte”, y pese a que Bermúdez pidió perdón y se unió a él, no logró que Mariño lo respaldara plenamente. Por ello pasó a Guayana, llamado allá por el general Piar. Fue allá, tras la toma de Angostura, que logró establecer su poder. Lo hizo férreamente, durísimamente y sólo hasta el fusilamiento de Piar(Octubre 16, 1817) y la sumisión de Mariño(Diciembre 30,1817) logró establecerlo plenamente. La muerte de Piar fue un hecho controvertido, uno de los hechos del “Bolívar terrible”: el mismo de la prisión de Miranda(Julio 31, 1812), del Decreto de Guerra a muerte(Junio 15,1813) y fusilamiento de los quinientos diez y ocho presos realistas en La Guaira y los trescientos que estaban en Caracas(Febrero 13, 14 y 15,1814). Pero no vaciló, sin “jefatura única”, estaba convencido, no podía haber independencia y ese era su ideal y su propósito. Todo ello nos enseña, y no lo vislumbró Marx para nada, que los sucesos de 1814 desde su salida de Caracas, en la batalla de Aragua de Barcelona, en Margarita y en Carúpano, todos sucesos del año catorce, que mucho hicieron pensar y cavilar al Caraqueño. En verdad si bien es cierto lo que dice Marx, que Bolívar y Mariño, redactaron varios documentos sobre la situación de Venezuela lo cierto es que en ellos, sobre todo los tres primeros, fueron más explicativos y nada vindicativos de la personalidad de Mariño y Bolívar(Verlos en los Escritos del Libertador,t.VII,p.1-9). Bolívar no participó en la conjura para derrocar el gobierno de Cartagena, hecho que le atribuye Marx, sino que desde el primer momento comenzó a reunir las fuerzas venezolanas asiladas en la Nueva Granda para organizar una nueva expedición sobre Venezuela. A la vez se integró a las luchas por la libertad de la patria que de nuevo, por segunda vez(1814-1815), lo acogía en su seno. Todo lo que decimos está claramente documentado(Escritos del Libertador,t.VII,p.10) hasta su salida hacia Jamaica, la cual fue hecho para evitar, a como diera lugar, el enfrentamiento que con las tropas de la Nueva Granada y en especial aquellas que el coronel Castillo y Rada había asomado claramente. Bolívar entre la posibilidad de una guerra civil entre hermanos y seguidores de una misma causa prefirió tomar el camino de la proscripción. Esto fue lo que hizo el 10 de mayo de 1815 al salir de Cartagena y dirigirse a Jamaica. En Tunja el Congreso neogranadino lo nombró General en Jefe. La misión militar que recibió fue tomar a Bogotá cosa que realizó después de la necesaria campaña para llegar allí(Diciembre 12,1814).


Los saqueos a Bogotá, tras la toma de Bolívar de esa urbe, que dice Marx, no se llevaron a cabo en ningún momento. La actitud que Bolívar iba a seguir y siguió al tomar Bogotá están claramente trazados en los documentos que hizo circular antes de la toma de la ciudad y los que firmó estando ya en ella. Pueden verse en los Escritos del Libertador(t.VII,p.6970). Santa Marta no fue liberada por el ejército patriota hasta el 11 de noviembre de 1820. El enfrentamiento entre el Libertador y el brigadier Castillo y Rada ya ha sido descrito. No fue como lo señala Marx. Hay numerosa documentación en los Escritos del Libertador para entender el grave enfrentamiento entre ambos y lo que hizo Bolívar para evitar el enfrentamiento, pese a su convocatoria a Castillo a conversaciones, asunto que fue renovado varias veces por el propio Libertador. Fue esta una triste historia. Con el tiempo Castillo fue detenido y fusilado por las tropas realistas. El hermano de Castillo, don José María del Castillo y Rada(17761833), fue hombre siempre fiel a Bolívar, su ministro, miembro del Consejo de Gobierno y uno de sus más destacados consejeros. La situación de Santa Marta en 1815 la estudia John Lynch(Simón Bolívar,p.119-120). Marx se equivoca nuevamente por atribuirle al Libertador siempre malas intenciones en todos sus actos. Lo que hizo Bolívar al llegar a Jamaica fue redactar un documento explicativo, muy meditado y sustancioso, sobre sus actividades en la Nueva Granda durante el período de su paso por ella durante los años catorce y quince(Mayo 27,1815). En esos renglones brilla su preocupación por la necesidad de que la dirigencia republicana tuviera una sola autoridad central. Antes de escribir esta memoria le había dirigido otra carta a su querido amigo jamaiquino Maxwell Hislop(1783-1857) sobre los mismos asuntos que eran los que más le angustiaban en ese momento. Ver estos papeles en los Escritos del Libertador(t.VIII,p.1-7,8-10) y especialmente el documento que está, en sus dos versiones, en el mismo tomo VIII,p.17-48. Pese a las dificultades del momento, sobre todo en los años de 1815 y 1816, las tropas patriotas sobrevivientes continuaron la lucha contra los españoles casi siempre en forma de guerrillas. Distintos oficiales se distinguieron en ellas. Así la idea y la estrella de la libertad no pereció ni Urica ni con la expedición de Morillo. Y en el llano ya subía la presencia del general José Antonio Páez a quien siguieron casi todos los antiguos soldados de José Tomás Boves. Es falsa la fecha que da Marx de las llegada de la expedición del mando del general Pablo Morillo(1778-1837). Esto sucedió el 7 de abril de 1815. Se equivoca Marx de nuevo: José Felix Ribas no fue detenido en Maturín tras un combate(diciembre 11,1814), sino hecho preso y ejecutado en Tucupido, ciudad del actual estado Guárico, el 31 de enero de 1815.


En contra de lo que dice Marx el marino curazoleño Luis Brión(1782-1821) se incorporó desde muy temprano a las luchas por la libertad en Venezuela. Desde mucho antes, desde que se conocieron en Caracas, en fecha que no ha podido ser precisada con exactitud, en todo caso en los inicios del proceso revolucionario, Brión sintió verdadera admiración por Simón Bolívar, siempre lo apoyó con constancia y siempre le fue fiel, sobre todo durante todos los años de la acción decisiva del Libertador en el Caribe, sobre todo desde 1815, cuando pasó a Jamaica, durante las expediciones del año diez y seis y durante todo su período en Guayana hasta el triunfo de Bolívar en Carabobo. Ese mismo año de 1821, tiempo de la victoria de Carabobo, también Brión murió. El único momento en el cual Brion hizo algo en contra el Libertador fue cuando participó en el “Congresillo de Cariaco”(mayo 8-9,1817) y ello por creer que Bolívar apoyaba aquella escuálida reunión. Al darse cuenta de la oposición de Bolívar a ella se separó. La carta del Libertador dando el pésame por la muerte del Almirante a un amigo suyo, comunicación extensiva a las hermanas del Almirante, no dejan duda del afecto que los unió, de las actividades que hicieron juntos y de los deberes de gratitud que tuvo contraída la libertad de Venezuela y Colombia con este fiel servidor de la causa liberadora de nuestros pueblos. La bella y conmovedora carta del Libertador está en los Escritos del Libertador,t.XXI,p.356-357 y el lector no debe sólo emocionarse al leerla por el alto y bello tono de aquella epístola llena de agradecimiento sino saber que todo el contenido literario de aquella carta expresa en elevado grado, gracias al bello estilo, lo hecho por Brión. Allí, como en otras cartas antológicas de Bolívar, en hondo y precioso estilo, expresa en palabras lo hecho en la realidad. No son solas metáforas, no podrían serlo. La verdadera fecha de la salida de la Expedición de Los Cayos, al mando del Libertador, no es la que da Marx sino el 31 de marzo de 1816. Se equivoca Marx otra vez: Brión no fue nombrado Almirante de la flota republicana en Haití sino el 2 de mayo de 1816, en plena Expedición de Los Cayos, tras su combate naval victorioso en el islote de Los Frailes. Se equivoca Marx en lo que dice del general Juan Bautista Arismendi con relación a Bolívar. En verdad al llegar a la isla de Margarita, a Juan Griego para ser precisos, el Libertador no tuvo que ganarse el apoyo del general Juan Bautista Arismendi porque este era desde tiempo atrás, desde los inicios de la revolución, no sólo un convencido de la causa patriota si uno de sus sin iguales participantes. Lo que si hizo Bolívar en Margarita fue ascender(Mayo 7,1816) al grado de general de división al general Arismendi (Ver Escritos del Libertador,t.IX,p.134-135). En verdad la fecha exacta de la partida de la expedición de Los Cayos desde Haití es la que hemos dado. El convoy se detuvo en el fondeadero de La Beata para esperar la llegaba de Josefina Machado, novia del


Libertador, exilada en St.Thomas, y varias personas de su familia. Fue entonces cuando se inició la travesía el 31 de marzo de 1816. La ruta de la expedición siguió a través de las llamadas Antillas Menores hasta llegar al territorio insular de Venezuela. La pequeña iglesia de Santa Ana del Norte, que aun existe, no era una “Catedral” como dice Marx. Era, seguramente, el único lugar en donde se podían reunir los oficiales patriotas para discutir sobre la causa que movía sus vidas. Por ello se juntaron allí. Esa asamblea fue muy importante para el desarrollo de la guerra y todavía una placa en la puerta de la iglesia de Santa Ana del Norte recuerda al viajero lo que allí se celebró el 6 de mayo de 1816. Y claro esta, hierra Marx otra vez, no fue el general Arismendi quien reconoció la jefatura de Bolívar en la Asamblea de la entonces llamada “Villa del Norte de la Isla de Margarita”. Quienes lo reconocieron fueron todos los oficiales que lo acompañaban desde Haití o estaban presentes aquel día en aquella reunión. En la misma se reconoció al general Santiago Mariño como el segundo jefe patriota, el primero después de Bolívar. La documentación existe, es muy clara y sostiene lo que afirmamos(verla en los Escritos del Libertador,t.IX,p.123-132). En verdad fue Bolívar, en contra de lo que dice Marx, quien tras su toma de Carúpano(junio 1,1816), envió a Mariño a Guiria y a Piar a Maturín. Luis Brión, como nos lo muestra su más autorizado biógrafo, estuvo en desacuerdo con la expedición del Libertador al occidente de Venezuela que lo llevó a tomar Ocumare de la Costa. Bolívar no llegó a Ocumare de la Costa en la fecha que dice Marx sino el 6 de julio de 1816. Por esas casualidades en las cuales es tan rica la historia el Libertador invadió esta parte de Venezuela por el mismo pueblo en que lo había hecho el precursor don Francisco de Miranda el 28 de abril de 1806 en su expedición. Miranda falleció, en la cárcel militar de La Carraca, en Cádiz, España, siete días mas tarde(julio 14) de la entrada de Bolívar por Ocumare. Comenzaba así el Libertador a hacer verdad lo planeado por Miranda con tanta anticipación. Y pese a que ya merodeaba la parca a Miranda este comenzó, gracias a la acción de Bolívar en Ocumare, a ser verdaderamente el Precursor y el hombre que había inventado la independencia de América Latina como dice Parra Pérez (Discursos. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, 1961, p.382) Es impreciso Bolívar en dar el número de navíos que lo acompañaban. No creemos que sea posible la cifra que da Marx porque nos parece exagerada. El Libertador combatía en aquel momento con las uñas, con lo poco que había logrado acopiar en Carúpano. Además no podía decirle por razones políticas obvias la verdad sobre todo lo dispuesto para esta invasión, entre otras cosas porque sus comunicaciones podían caer en manos de los españoles. Bolívar sólo dice a Arismendi, no en la fecha que da Marx sino


otra días después(Junio 26,1816), que va junto con mil hombres (Escritos del Libertador,t.IX,p.314). La libertad de los esclavos la había proclamado el Libertador en Carúpano(Junio 2,1816), la reiteró en Ocumare(Julio 6), en Barcelona(Enero 9,1817) y en Villa de Cura(Marzo 11,1818). El 15 de febrero 1819 la “imploró”, esa fue la palabra utilizada, al Congreso de Angostura en su célebre peroración(Escritos del Libertador,t.XV,p.32). La convicción de Bolívar de que había combatir y abolir la esclavitud era muy vieja en él, estaba inserta en el ideario de la “Ilustración” y en su caso se puede datar de su estadía en Londres en 1810 cuando Miranda le inculcó ese principio en el cual militaba en él desde muchos años antes. Pero no le bastó a Miranda esto sino que le presentó a los bisoños diplomáticos a William Wibelforce(1759-1833) la gran figura de la lucha contra la esclavitud en la época. Sobre este decisivo asunto, sobre el cual tan mal se ha comprendido al Libertador, sobre todo por los historiadores aparecidos en Venezuela desde los años sesenta del siglo XX consultar el estudio de Salcedo Bastardo(Crisol del americanismo,p.50). Las palabras precisas del Libertador en Ocumare, de las cuales se conservan dos borradores, no fueron exactamente citadas por Marx. Son estas: “Tomada la capital convocaremos a los representantes del pueblo en un congreso general para que restablezca el gobierno de la República”(Escritos del Libertador,t.IX,p.316). Y en el primer párrafo escribió: “Un ejército, una escuadra, y un inmenso parque de artillería, fusiles y municiones, vienen conmigo a libertaros. Los tiranos serán destruidos o expulsados y vosotros disfrutaréis de vuestros derechos, de vuestro país, y de la paz”(Escritos del Libertador,t.IX,p.315). En verdad, en contra de lo que afirma Marx, quien se enfrentó con Morales en Los Aguacates no fue el Libertador sino el general Carlos Soublette(1789-1870) quien logró vencer a los realistas(Julio 10). Bolívar fue vencido por Morales en un segundo encuentro(Julio 14). Aquella expedición del Libertador desde Carúpano hacia el occidente de Venezuela en 1816 no logró lo que se propuso, solo en parte logró derrotar a los españoles por momentos pero no fue un logro militar. En un momento hasta el Libertador pensó suicidarse para evitar que las tropas hispanas lo detuvieran, salvo la vida gracias a Juan Bautista Bideau(c1780-1817). Soublette participó, casi inmediatamente, bajo las órdenes del oficial escocés Georg MacGregor(1786-1845), en la llamada “Retirada de los Seiscientos”, toda una hazaña, que los llevó desde Choroní hasta Barcelona atravesando, burlando el ejército del Rey, a través de los llanos hasta llegar a Oriente. Fue por ello que Soublette pudo participar en la batalla de “El Juncal”(Septiembre 27,1816), librada bajo las órdenes de Piar, primo de Soublette. Se volvió a encontrar con el Libertador a fines de ese mismo año 1816 en Barcelona. Todo esto nos explica que todos los sucesos de nuestra


guerra patriótica fueron mucho más complejos y dificultosos que como lo sospechó Marx. Marx de hecho para nada comprendió el verdadero sesgo de la guerra de emancipación hispanoamericana(1810-1826), es bien sabido que la guerra de Independencia no terminó ni en Carabobo en 1821, ni en Ayacucho en 1824 sino en 1823 con la Toma de Puerto Cabello en Venezuela y en 1826 como la rendición de El Callao en el Perú. Por ello tampoco pudo entender Marx a su máximo líder, Simón Bolívar, en el cual se mezclaron el activista y el pensador. Sobre todo su conjunto se debe consultar hoy el libro del historiador británico John Lynch: Las revoluciones hispanoamericanas. (Barcelona: Ariel,1976. 430 p.) que es esclarecedor. Marx confunde la ciudad de Cumaná con la de Guiria en los sucesos de 1816. Lo que dice ocurrió en Cumaná, ciudad en poder de los realistas hasta el 16 de octubre de 1821, sucedió en el puerto de Guiria al cual se presentó otra vez derrotado Bolívar después de sus acciones en el occidente de Venezuela. Fue en Guiria en donde se llevó a cabo la rebelión de varios oficiales en su contra, encabezada por el general Bermúdez(Agosto 22), a quien Bolívar no había permitido sumarse, con palabras durísimas, a la expedición a Ocumare y lugares cercanos (Escritos del Libertador, t.IX, p.323-324). Dada la situación y el desconocimiento de que fue objeto Bolívar salió a Guiria, pistola en mano, y se dirigió otra vez a Haití en donde encontró otra vez el patrocinio y el estímulo de Petión y pudo armarse la expedición de Jacmel(Diciembre 18,1816). Bolívar siempre fue jefe militar y político, cosa que siempre escapa a Marx. Sin embargo, si se lo pidieron en Haití que organizara el parlamento, en el momento que dice Marx, cosa que no creemos, lo convocó dos años después, lo (octubre 1 y 22,1818) e instaló el Congreso en Angostura cuatro meses más tarde(Febrero 15,1819) cumpliendo el deseo de todos de dar una organización legal a la República. En su inauguración pronunció el llamado Discurso de Angostura y presentó el Proyecto para la Constitución concebido también por él y aprobado por el congreso el 11 de agosto de ese mismo año 1819, de hecho el Discurso de Angostura constituye la exposición de motivos del proyecto de constitución presentado aquel día. Esta Constitución tuvo escasa vigencia porque a fines del mismo año diez y nueve, como consecuencia de sus propios triunfos militares, fue creada la Gran Colombia(diciembre 17) y se convocó un nuevo congreso que redactó la Constitución de 1821 o de la Gran Colombia(agosto 30,1821). Bolívar estuvo siempre en desacuerdo con esta Carta pero la respetó, acató y cumplió. La realización del Congreso de Angostura, fue un deseo de la elite civil y militar de la nueva república. Sin embargo, Bolívar no convocó el Congreso de Angostura hasta estar sólidamente asentado el gobierno patriota en esa ciudad y creadas algunas de sus instituciones. Pese a ello militarmente la suerte no lo había acompañado el año anterior, la campaña


de 1818 había sido frustrante para los republicanos. En cambio ese año, tras el Congreso iniciado a las diez y media de la mañana del 15 de febrero de 1819, como se lee en el Acta respectiva(p.95), el Libertador debió pronunciar su dircurso, según esto, después de las once de aquel mañana, se iniciarían sus grandes éxitos militares, la república se consolidaría, él dejaría de ser el “jefe de una hermosa y desesperada causa” que dijo Arturo Uslar Pietri(La otra América. Madrid: Alianza Editorial,1974,p.71) sino que se iniciaría para él aquel año, el mismo de la inauguración del Congreso y el de su certero discurso, lo que el mismo maestro Uslar Pietri llamó su “tiempo de triunfar”(Letras y hombres de Venezuela.2ª.ed.aum. Caracas: Edime,1958,p.60). De allí en adelante, y hasta 1824, con él como cabeza indiscutida, Colombia, Venezuela y Perú establecerían su independencia. De ese proceso surgiría también una nueva república, fundada por el mariscal Antonio José de Sucre, Bolivia(Agosto 6,1825). Y Panamá se uniría a la Gran Colombia(1821). También aquel mismo año 1821 Santo Domingo, la actual República Dominicana, expresó su deseo de sumarse a la Gran Colombia. No existe el nombramiento de Bolívar en Barcelona en enero del año diez y siete al que alude Marx. De hecho la determinación sobre cual era su posición personal en el proceso de la guerra ya se había tomado en Santa Ana del Norte, isla de Margarita, meses antes del mismo año diez y seis. En contra de lo que dice Marx el general Arismendi había sido enviado por Bolívar a reunirse con los generales Piar, Monagas, Zaraza, Sedeño y otros. Y el Libertador sólo salió de Barcelona en su intento de penetrar en la provincia de Caracas y llegar a su capital. Fue entonces cuando fue vencido por los realistas en la acción Clarines(Enero 9,1817). Regresó entonces a Barcelona en donde estuvo dedicado a fortificar la ciudad, organizar el ejército y llamar a los jefes patriotas como Mariño a reunirse con él para reanudar la guerra. Mariño llegó a Barcelona el 20 de marzo. Bolívar no salió entonces de Barcelona, desde su derrota en Clarines, hasta cuando pasó el 25 de marzo a Guayana a donde había sido llamado por el general Piar. Bolívar llegó a la orilla izquierda del río Orinoco el 3 de abril, al día siguiente, 4 de abril, se encontró con Piar quien sitiaba en aquel momento a Angostura, urbe que sería tomada por los patriotas después de su evacuación por parte de las fuerzas realistas y civiles el 20 de julio de 1817. En el interin, entre la llegada de Bolívar a Guayana y la toma de Angostura se llevó a cabo la batalla de “San Félix” en la cual triunfaron las tropas al mando del general Piar el 11 de abril. No estuvo reunido nunca, como dice Marx, tal conjunto de tropas formado por cien mil hombres. Sólo mil logró reunir el Libertador en Barcelona, mil quinientos hombres(Escritos del Libertador,t.X,p.145).


La verdadera fecha de la toma de Barcelona por los españoles no es la que dice Marx sino el 7 de abril 1817, día también de la toma de la “Casa Fuerte”. El nombre verdadero de la edificación no es “Casa de Misericordia” como dice Marx sino “Casa Fuerte”. El 5 de abril de 1817, al contrario de lo que afirma Marx, ya Bolívar no estaba en Barcelona, había llegado a Guayana, había cruzado el río Orinoco y estaba en ese momento cerca de Angostura. Todo lo contrario de lo que dice Marx, el Libertador no abandonó sin decirlo a Barcelona y si es verdad que le transfirió el mando al general Pedro María Freites(1790-1817) este actuó con gran valentía enfrentando el ataque realista a “La Casa Fuerte”. Allí fue herido, apresado por los españoles, llevado a Caracas y fusilado en la Plaza Mayor(Abril 17,1817). Sobre Piar es bueno señalar que un acta de nacimiento suya, encontrada por el historiador Asdrúbal González(1938), su biógrafo, en un archivo de Amstedam, Holanda, dice que Piar nació en Curazao y quienes fueron sus padres, dice que se le califica allí de mulato(Manuel Piar. Valencia: Vadell,1979,p.17). Las lejanas voces de la tradición oral caraqueña señalan otra historia de este trágico personaje de la historia de Venezuela: no era mulato, como dice Marx, sino blanco. Esos antiguos recuerdos de los mantuanos caraqueños deben ser examinados porque incluso en los papeles de Bolívar aparece sugerida parte de la verdadera historia de este infortunado oficial. Consultar los Escritos del Libertador(t.X,p.333-342. Ver especialmente las p.333-334 y 338). Piar conocía que era hijo de un príncipe de la Casa Braganza. ¿Sabía que Belén Arististiguieta era su madre? Marx confunde, por falta de conocimientos y documentación precisa, el llamado “Congresillo de Cariaco”(Mayo 8-9,1817) en el cual no participó el Libertador, reunión que Bolívar adversó y en la cual participó Brión, con el Congreso de Angostura, convocado por el Libertador y el cual se reunió en Angostura a partir de 15 de febrero de 1819, día en el cual el Liberador lo inauguró. Marx confunde también el “Consejo supremo de la nación” que dice fue establecido por el “Congresillo de Cariaco” con el “Consejo de Estado Provisional” creado por el Libertador en Angostura(Octubre 30,1817) y el “Consejo de Gobierno” también establecido por Bolívar en la misma ciudad(Noviembre 5,1817). Sobre todo el proceso que llevó a la condena a muerte del general Piar hay que consultar los documentos que están en los Escritos del Libertador(XI,p.63-66,91-92,152,240-241,252-254) y el minucioso y cuidadoso análisis, político y jurídico de todo esto, que hace el historiador y abogado Asdrúbal González en su libro Manual Piar, el mismo volumen que antes hemos citado.


El general Santiago Mariño terminó aceptando el liderazgo pleno del Libertador, como ha sido estudiado con pormenor y excelente documentación, toda ella citada por completo en su libro, por el doctor Parra Pérez en su fundamental Mariño y la independencia de Venezuela(t.II,p.371-420). Pero sin embargo, Mariño, hombre auténtico y de gran señorío personal, en ningún momento actuó como dice Marx equivocadamente. De este episodio, fusilamiento de Piar y acatamiento de Mariño por cuya cabeza no pasó nunca la idea, como él mismo lo dice, de declarar una guerra civil, si salió completamente consolidado, ahora para siempre, el liderazgo de Bolívar y el ejercicio de la jefatura única por su parte. La expulsión de los españoles de Guayana no fue solamente el resultado de una proclama del Libertador como escribe Marx sino de un enfrentamiento bélico por tierra, a través del río y el mar. Para esto último fue fundamental la presencia y acciones del almirante curazoleño Luis Brión. Sin embargo, la proclama del Libertador(Julio 17,1817) existe en sus Proclamas y discursos del Libertador(p.157-158). Ni el Boletín desde Calabozo(febrero 12,1818) ni el Mensaje al “Consejo de Gobierno” en Angostura(febrero 13,1818) usan las palabras que utiliza Marx. La derrota en aquel aciago año 1818 fue en la llamada “Campaña del Centro” la cual permitió, sin embargo, a Bolívar y sus tropas entrar incluso a la “Provincia de Caracas”. Pero los llanos y las provincias cercanas a Guayana estaban en poder los patriotas. Por ello el Libertador se retiró a Guayana a tomar una serie de decisiones políticas, como la inauguración del Congreso de Angostura, y planear la campaña de 1819, la cual pese a sus evidentes dificultades, fue ganada por los patriotas y se logró con ella dar la libertad a la Nueva Granda y preparar así las campañas que llevarían, dos años después, a darle la libertad política a Venezuela. De la campaña de 1819 y, sobre todo, de su “Paso de los Andes” Bolívar salió convertido en uno de los grandes capitanes de la historia universal, sólo comparable con Anibal(c247-183aC), César(100-44aC) o Napoleón Bonaparte(17691821) cuando atravesaron los Alpes. Santander si estuvo en Angostura como sostiene Marx. (Ver Pilar Moreno de Angel: Santander. 3ra.ed. Bogotá: Planeta,1990,p.167). Para comprender con precisión este hecho, la presencia de los soldados europeos en Venezuela, que Marx exagera tanto, incluso numéricamente, hasta pretender que la independencia se logró gracias solamente a los legionarios extranjeros que fueron conocidos como “Legión Británica”, sin tomar en cuenta incluso, en varias de sus observaciones a lo largo de su artículo, al propio y aguerrido ejército patriota. Sobre esto se debe consultar el artículo de Eric Lambert, verdadera autoridad en la materia(en Varios


Autores: Diccionario de historia de Venezuela.2ª.ed.aum. Caracas: Fundación Polar, 1997,t.II,p.921-924). Con relación a este punto hay que señalar que el doctor Juan Germán Roscio(1763-1821) llegó a Angostura en 1818. Marx por no conocer la verdadera vida de Roscio, el gran ideólogo de la emancipación, le atribuye hechos en los cuales no participó sobre todo en los militares, ocupación preferente del Libertador. Sin embargo, su presencia fue muy importante para Bolívar en Angostura desde el punto de vista político, desde el ángulo administrativo, como uno de los redactores del Correo del Orinoco, como jurista, como consultor de algunos de sus documentos como el Discurso de Angostura, como figura prominente del Congreso de Angostura, que llegó a presidir, en la redacción de la Constitución de 1819, que se basaba en el Proyecto presentado por el Libertador el 15 de febrero de 1819. También Roscio tuvo singular actuación en la creación en la Gran Colombia(Diciembre 17,1819) y en la preparación del proyecto de la Constitución para la nueva república que se convirtió en la Constitución de 1821. Roscio no pudo participar ni en su discusión ni en el Congreso de Cúcuta donde aquella Carta surgió por haber fallecido, en Cúcuta, antes de la instalación de aquella asamblea(Marzo 3,1821). Roscio, hay que decirlo siempre, fue el autor del mas hondo alegato a favor de la independencia en su clásico libro El triunfo de la libertad sobre el despotismo(Filadelfia: Imprenta de Thomas H. Palmer,1817. XIII,406 p.) esta obra, sillar del pensamiento latinoamericano, fue impresa varias veces en el siglo XIX: 1817,1821,1824,1828,1847 y 1857. Fue publicada por primera vez en Venezuela en 1953, y en sucesivas ediciones en 1983 y en 1996. No se ha podido precisar con exactitud la fecha de la salida de Bolívar de Angostura en los días posteriores a la instalación del Congreso de Angostura. Lo único que se sabe es que el 16 de febrero trató de convencer al vicepresidente de que se encargara de la presidencia y el 10 de marzo apareció inesperadamente en Apure(ver Escritos del Libertador,t.I,p.471), dato que tomamos de la cronología de su vida establecida por el doctor Vicente Lecuna que en este caso fue ampliada por los profesores Pedro Grases y Manuel Pérez Vila, grandes especialistas en todo lo relativo al Libertador, está en el primer tomo de los Escritos del Libertador. Es una exageración de Marx pensar que el ejército que participó en esta arriesgada campaña como fue la de 1819 desde Venezuela hasta la Nueva Granada estaba formado sólo por oficiales extranjeros. En verdad el grueso del ejército lo constituían soldados y oficiales nativos de Venezuela y de la Nueva Granada quienes actuaron, incluyendo a los oficiales inmigrantes, bajo las órdenes del Libertador y del general Francisco de Paula Santander. Sin embargo hay que reconocer que dos de las más excelentes descripciones de esta marcha, del paso de los Andes y de las tres batallas, Gámeza(Julio 11), El Pantano de Vargas(Julio 25) y Boyacá(Agosto 7),


que concluyeron en victoria las debemos a dos legionarios británicos: el inglés Richard Vowell(1795-c1837) y el irlandés Daniel Florencio O’Leary(1801-1854). En 1819 no hubo la batalla de Achaguas a la que se refiere Marx ni el general Santiago Mariño estuvo en ningún momento en la región llanera(ver Varios Autores: Diccionario de historia de Venezuela,t.III,p.57 y p.466). Ese año si fue el triunfo de Mariño en la batalla de Cantaura(junio 12,1819). Así la campaña del Libertador y Santander en 1819 logró sellar la independencia de la Nueva Granada gracias a las batallas de Gámeza(julio 11), el Pantano de Vargas(julio 25) y Boyacá(agosto 7). En verdad hubo dos entradas de Bolívar en Bogotá después de la batalla de Boyacá: la primera, el 9 de agosto de 1819, estaba con la piel quemada, mal vestido como consecuencia de la durísima campaña. Estos detalles los conocemos gracias a un joven que se encontró con él ese día en la entrada de la ciudad y lo acompañó hasta el Palacio de Gobierno, el futuro pintor José María Espinosa(1796-1883), uno de los grandes retratistas del propio Libertador, quien confió sus recuerdos en sus Memorias de un abanderado. (Bogotá: Imprenta de “El Tradicionalista”,1876.XIII,279 p. Ver en este caso José Luis Busaniche: Bolívar visto por sus contemporáneos,p.86-89). La segunda entrada fue para los grandes festejos organizados en su honor días después de su llegaba a la capital del virreinato que sus tropas habían liberado del yugo español. Mompox fue uno de los lugares de huida de las tropas realistas después de la batalla de Boyacá. En verdad el Libertador nombró a Santander primero Comandante General, más tarde lo ascendió a General de División y luego lo nombró Vicepresidente(Septiembre 11,1819), según indica su biógrafa Pilar Moreno de Ángel (Santander,p.201 y 204) En contra de lo que dice Marx el paso del Libertador por Pamplona en 1819 fue brevísimo, nunca de varias semanas y menos de festejos sin término. Bolívar estuvo en Pamplona muy brevemente entre el 4 y el 19 de octubre, tiempo durante el cual también estuvo en San Gil, Barichara, Girón, Bucaramanga y Pamplona. No hay constancia del paso de Bolívar por Mantecal, ya en Venezuela, en este momento, al que alude Marx. Sólo sabemos que estuvo el 5 de diciembre en Achaguas y el 11 de diciembre ya estaba en Angostura. Los recorridos para pasar desde Bogotá hasta Angostura eran largos y tortuosos y parte había que hacerlos navegando por los ríos. En verdad el Libertador si estuvo en Mantecal del 23 al 27 de abril de 1819 al inicio de la campaña que terminó en la batalla de Boyacá. No está probado que el Libertador haya reunido tan grandes cantidades de dinero en aquel año como consecuencia de empréstitos forzosos hechos tras


su triunfo en Boyacá. En verdad el año siguiente, que estaba por comenzar, 1820, fue tiempo de gran carestía para los patriotas e incluso el propio Libertador vivió muchas veces, podía comer incluso, gracias a lo que el oficial Leonardo Infante(1798-1825) ganaba cada noche jugando a los dados. Aquel fiel oficial negro, hombre de verdad del pueblo de Venezuela, uno de los Centauros de Las Queseras del Medio(Abril 2,1819), era tan fiel a Bolívar que cada día le entregaba lo ganado para su general pudiera sobrevivir(ver Escritos del Libertador,t.XVII,p.371). Todo esto que refutamos debe ser o un invento de Marx o, sobre todo, de algunos de los enconados enemigos de Bolívar autores de los libelos en los cuales se basó el pensador alemán para vertebrar su artículo. El dato sobre los nueve mil hombres que Marx dice que tenía Bolívar en aquel momento de 1819, después de la campaña de Boyacá, no ha podido ser comprobado. Sólo sabemos que al iniciar la campaña sólo tenía tres mil soldados, estando todavía en Mantecal, lugar de donde inicio la arriesgada campaña que lo llevó a cruzar los Andes y llegar primero hasta el sitio de Boyacá, cercano a Tunja, y luego tomar Bogotá y establecer allí el gobierno republicano. Como siempre exagera Marx la presencia de las tropas extranjeras dentro del ejército patriota. Fueron importantes pero no al nivel que sólo a ellos se deban los triunfos. La afirmación se basa en prejuicios europeos que considera a los allá nacidos como a los únicos capacitados para estar en los ejércitos y hacer la guerra. No hay que olvidar que al llegar de Europa estos hombres, cuyo número abulta Marx, se incorporaron a las tropas populares del ejército republicano. Ni en 1819, como ya lo hemos señalado, ni en 1820 hubo tal enfrentamiento con las tropas españolas en Calabozo, al contrario de lo que afirma Marx. Todo indica que esto que sostiene Marx, relativo al año 1820, no estaba dentro de la estrategia patriota en ese momento. La mira estaba puesta en lograr la independencia de Venezuela. Ello se lograría al año siguiente después de una serie de pasos muy meditados que haría el Libertador a cabeza de su ejército siempre apoyado, desde Bogotá, por el general Santander. Es Falsa la afirmación de Marx según la cual los enfrentamientos bélicos duraron en Venezuela cinco años. La guerra se extendió en ese momento por diez y ocho meses más, no por cinco años como dice, hasta la batalla de Carabobo ganada por el ejército patriota bajo la dirección de Bolívar(Junio 24,1821). En el interin entre Carabobo y el fin de la contienda realizaron los realistas, al mano del mariscal de Campo Francisco Tomás Morales, un hombre tan vesánico como Boves, una serie de actividades en la llamada “Campaña de occidente” región de Coro, Zulia, Trujillo y Mérida. Pero la suerte ya estaba echada para los patriotas. La guerra se cerró plenamente en


1823 con la victoria en la batalla naval del Lago de Maracaibo(Julio 24,1823) logro del almirante José Prudencia Padilla(1788-1828) y con la toma de Puerto Cabello dirigida por el general José Antonio Páez (Noviembre 7-8,1823). Esto sucedió durante el golpe de estado llevado a cabo en Angostura el 14 de septiembre de 1819 por los más altos oficiales del ejército, llamado de los “libertadores” por Antonio Arellano Moreno(Guía de historia de Venezuela. Caracas: Ediciones Centauro,1977,p.252). Podría denominarse mejor como dice John Lynch el golpe de los “caudillos”(Simón Bolívar,p.180). Casi todo, relacionado con el golpe de los próceres en Angostura el año diez y nueve, es pura fantasía de Marx. La verdad histórica tiene otras aristas: Bolívar no retornó de esa manera, volvió tras la campaña sin avisarlo como lo señalada el Correo del Orinoco(diciembre 11,1819,p.4). Al llegar restituyó a Zea a su puesto y no castigó a Arismendi. La victoria obtenida en su campaña era suficiente argumento. En verdad aquel golpe de estado, porque lo fue y así ha sido calificado por los historiadores, pese a que al parecer fue un proceso pacífico, se sucedió porque todos creían, sin tener información, que los tantos meses de ausencia del Libertador de Angostura(marzo 10-diciembre 11,1819), necesarios para aquella arriesgada campaña, implicaba que él había desaparecido, había muerto y no regresaría. Por ello decidieron tomar el poder y quitar de su puesto a Zea: extranjero y civil. Debieron desconcertarse cuando vieron aparecer a Bolívar vencedor de su más importante campaña y de su más singular batalla. En ese momento todo volvió a su lugar. Bolívar era el presidente, el jefe indiscutido y el que había llevado al país a la victoria plena. El 14 de diciembre el Libertador dio cuenta el congreso de la campaña realizada y de los triunfos obtenidos por el ejército. Ver sus palabras en los Escritos del Libertador,t.XVI,p.425-427,433-439 y se encargó otra vez de la presidencia. Hay muchas exageraciones por parte de Marx con relación al doctor Roscio. Bolívar lo conocía desde muy atrás, seguramente desde antes de proclamarse la Independencia, aunque su presencia frente a él está documentada desde el momento en que Roscio como Secretario de Relaciones Exteriores, Canciller en verdad, de la Junta Suprema le confió la misión diplomática a Inglaterra(junio 6-diciembre 7, 1810). El trato fue en aquellos años muy cercano. Y la presencia en Angostura del viejo prócer, porque era uno de los hombres de mayor edad que se había adherido al pronunciamiento de Caracas del 19 de abril de 1810 del cual Roscio fue su principal ideólogo. Roscio había nacido en 1763, era el tercero en edad de la generación de los libertadores porque Miguel José Sanz era siete años mayor que él. Miranda era trece años mayor que él. Simón Rodríguez seis años más joven que Roscio. Roscio es una figura tan


grande, como pensador y como hombre de gobierno, que su biógrafo Benito Raul Losada(1923) lo llamó “ilustrísimo patricio”(“Biografía de Juan Germán Roscio” en Varios Autores: Venezolanos eminentes. Primera Serie. Caracas: Fundación Mendoza, 1983,p.176). Tener a Roscio en Angostura fue muy útil para Bolívar pero más para la república por sus grandes conocimientos, gran preparación, el mejor alegato a favor de la emancipación ya publicado, su libro El triunfo de la libertad sobre el despotismo. De tal manera que la fascinación de Bolívar por Roscio no se sucedió desde el momento en que este llegó a Angostura sino desde mucho antes. Se equivoca otra vez Marx. Hay que refutar también la idea de Marx de haber sido Roscio el que le inculcó a Bolívar la idea de la formación de la república de Colombia, la llamada después Gran Colombia, porque ello estaba en sus planes desde muy atrás, incluso la idea ya aparece en sus papeles desde de 1810 y además, sin duda, la fue inculcaba por el propio Precursor don Francisco de Miranda durante el verano de 1810 cuando ambos se encontraron en Londres y hubo como especie de cambio de poderes en los cuales el mayor, el Viejo Girondino, le entregó al joven, Bolívar tenía entonces 27 años, los planes que para la emancipación había formado en largos años de estudio y de acción, al menos desde 1784 en Nueva York. Sobre todos estos puntos además de estudiar los documentos de ambos, los de Bolívar en el tomo IV de los Escritos del Libertador y los de Miranda en el Archivo del General Miranda.(Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1929-1950. 24 vols) donde están sus papeles relativos a los años 1804-1816, Colombeia, la edición anotada de sus escritos solo llega aun hasta 1803. Hay también que seguir el itinerario de encuentro de ambos, con Bello también(el libertador espiritual de Hispanoamérica) en Londres en 1810, hay que leer el documentado estudio del historiador Salcedo Bastardo, que hemos citado varias veces en estas apostillas, Crisol del americanismo. Bolívar no estuvo en ese momento en San Fernando de Apure sino en San Juan de Payara y no en la fecha que dice Marx sino el 11 de enero de 1820. La “Legión extranjera” que dice Marx es la llamada “Legión Británica” y nunca fue retirada de las operaciones militares cumplidas en esa época, de hecho muchos de sus oficiales acompañaron primero a Bolívar, hasta la batalla de Junín(agosto 6,1824) y al general Sucre hasta Ayacucho(diciembre 9,1824). Hubo cinco O’Donell en la historia de España. En este caso Marx, que no sabía ni investigó la existencia de ellos, no precisa que fue José Enrique O’Donell(1769-1834) como se lee en Varios Autores: Diccionario de historia de España. (Madrid. Alianza Editorial,1979,t.III,p.80-81) pero este fue relevado del mando de la expedición por el propio Fernando VII(17841833). De tal manera que de haber venido la expedición a Venezuela, cosa que impidió la revolución de Rafael del Riego(1785-1823) y Antonio


Quiroga(1784-1841), llevada a cabo el 1 de enero de 1820, esta hubiera sido jefaturada por otro alto oficial. Ver el mismo Diccionario de historia de España, antes citado en esta misma apostilla, el t. III,p.381. Fue en la isla de León donde se llevó a cabo el levantamiento de Riego y Quiroga, en un lugar llamado “Cabezas de San Juan”. Cartagena cayó definitivamente en manos patriotas el 1 de octubre de 1821. Panamá resolvió pasarse a depender de la Gran Colombia(noviembre 28,1821), fue así una provincia de Colombia hasta principios del siglo XX cuando, por influencia, decisión y apoyo de los Estados Unidos, se convirtió en república autónoma(1903) para facilitar a los unisenses la construcción del Canal de Panamá, inaugurado en 1920. Tanto Maracaibo como Coro estuvieron bajo el dominio realista durante casi todo el período emancipador desde el año diez hasta tiempos muy cercanos a la batalla de Carabobo(junio 24,1821). Ambas pasaron a la República el año 1821, el mismo del gran combate, Maracaibo el 28 de enero y Coro el 3 de mayo. Bolívar, en contra de lo que dice Marx, en ningún momento se dejó seducir por Morillo, de este hecho fue este quien comenzó los contactos con el jefe patriota. Las negociaciones para los tratados de “Armisticio” y “Regularización de la guerra” formaron parte de la estrategia que preparó para los patriotas la campaña de Carabobo. Sí se hacía mención a la república de Colombia no sólo en los tratados sino en la correspondencia enviada por Bolívar a Morillo, por ejemplo su carta del 3 de noviembre de 1820(Escritos del Libertador,t.XVIII,p.649-651). Ver también en el mismo tomo la palabra “Colombia” constantemente utilizada(p.672), en contra de lo que dice Marx ,Colombia, no hay que olvidarlo, tenía existencia jurídica desde el 17 de diciembre de 1819 y su presidente, el general Bolívar, no podía dejar de referirse a ella, menos ante su adversario español, sino llamando a la nueva nación por su nombre propio. Si es verdad que por ejemplo en el tratado de “Armisticio”(noviembre 25,1820) se denomina a Colombia “Gobierno disidente”(Escritos del Libertador,t.XVIII,p.711) en el “Tratado de regularización de la guerra”(noviembre 26,1820) está explícitamente dicho, en su primera línea,”deseando los Gobiernos de España y Colombia”(t.XVIII,p.713). Cuando Bolívar ratifica el “Tratado de regularización de la guerra” también dice explícitamente: “Libertador, Presidente de la República de Colombia”(t.XVIII,p.717). Bolívar no rompió el “Armisticio” firmado con las tropas españolas en la fecha que dice Marx. La ruptura fue posterior: el 17 de abril de 1821. Pero mientras tanto fueron constantes las cartas que sobre la continuación de la paz dirigió el Libertador al mariscal La Torre, estas pueden leerse en los tomos XIX y XX de los Escritos del Libertador. Se trata en todo caso, Marx no pudo percibir los matices de un proceso mucho más complejo y


difícil de lo que el muestra en su artículo. En los meses anteriores a la ruptura del “Armisticio” tanto Maracaibo(enero 28, 1821) como Coro(mayo 3,1821) se adhirieron al proceso emancipador y al mando encabezado por Bolívar. A todo lo largo de la correspondencia Bolívar La Torre, y en la muy nutrida, tenida tras la batalla de Carabobo se puede ver el señorío de estos dos educadísimos oficiales. La Torre, además, había casado en Caracas, en los años de la guerra, con una prima del Libertador, María de la Concepción de Vegas y Toro, prima también de don Fermín Toro(1806-1865). Marx confunde, cuando escribe “Carabobo, un caserío situado a medio camino entre San Carlos y Valencia”, el nombre de la provincia que un poblado inexistente. Exageración de Marx: en la batalla de Carabobo sólo participaron 2786 individuos(Hector Bencomo Barrios:”Cababobo, batalla de” en Varios Autores: Diccionario de historia de Venezuela, t.I,p.662-663). Ese nuevo “Armisticio” no lo propuso Bolívar en ese momento ni por el miedo que le atribuye Marx. La petición fue hecha por Simón Bolívar desde Bogota el 25 de enero de 1821 para ampliar el ya firmado en Trujillo en 1820. Ver la carta del Libertador en los Escritos del Libertador,t.XIX,p.123-125. El general La Torre era un hombre de alta respetabilidad y un oficial de gran decoro y no huyó como dice Marx. Se retiró al frente de sus tropas, siendo perseguido por el general Páez después de la batalla de Carabobo hasta Valencia. La Torre pasó a Puerto Cabello, ciudad realista, y allí se refugió en espera de tratar con Bolívar todo lo relativo a la paz, lo cual implicaba el reconocimiento del triunfo patriota. Las cartas que se cruzaron Bolívar y la Torre después de la batalla de Carabobo nos hablan claramente de la hidalguía de ambos militares. Las de Bolívar pueden ser leídas en el tomo XX de los Escritos del Libertador. La Torre a poco dejó Venezuela. Durante la guerra casó en Caracas con una venezolana de alta alcurnia. Fue por esas casualidades de las cuales está llena la historia que en la casa madrileña de La Torre, él ya había fallecido, el lugar en donde se residenció, en 1845, don Fermín Toro cuando fue a firmar ante la corona el tratado de reconocimiento por parte de España de la Independencia de Venezuela. Fue allí en la residencia del jefe militar hispano, vencido con honores en Carabobo por el Libertador, el lugar en donde se hizó por vez primera la bandera de Venezuela en España(ver Tomás Pérez Tenreiro: Don Miguel de La Torre y Pando, relación de sus campañas en Tierra Firme. Valencia: Edición del Ejecutivo del Estado Carabobo, 1971. 573 p.; José Antonio de Armas Chitty: Fermín Toro y su época. Caracas: Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes,1966,p.78-79 y nota 14 de la misma p.79 y Tomás Polanco Alcántara: El reconocimiento de Venezuela por España. Caracas: Banco de Venezuela, 1980. 186 p.).


El Libertador, en contra de lo que dice Marx, pasó con tanta celeridad desde el Campo de Carabobo a Valencia primero y a Caracas después que en verdad no hubo mucho tiempo para esos inmensos festejos que dice Marx imaginándose escenas principescas. Del paso por Valencia nos queda larga correspondencia del Libertador lo cual nos muestra que estuvo muy ocupado allí. Llegó a Caracas el 29 de junio, cinco días después de la batalla, fue vitoreado por la gente en las calles mientras se dirigía a su casa de habitación en la esquina de Gradillas, la llamada “Casa del vínculo”, en el lado sur de la plaza que hoy lleva su nombre. Pero tampoco en Caracas estuvo muchos días porque el 9 de julio ya estaba otra vez en Valencia. Y no retornó a Caracas sino seis años más tarde después de las Campañas del Sur(1822-1823), del Perú(1823-1826) y de la fundación de Bolivia(1825). En su momento de llegar a Caracas después de la batalla de Carabobo no había tiempo para más. La Campaña del Sur lo esperaba. Error de Marx: Cartagena no capituló ante el general Santander sino ante el general Mariano Montilla(1782-1851). Así mismo se lo comunicó a Santander el propio Libertador(octubre 15,1821) quien encomió y elogió en otra carta al propio Montilla lo logrado al tomar el importante puerto(octubre 30,1821). Ambas cartas están en los Escritos del Libertador, t.XI,p.268-269,290-291. La verdadera fecha de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo fue 24 de julio de 1823. La toma de Puerto Cabello fue la noche entre el 7 y el 8 de noviembre de 1823. En contra de lo que dice Marx sólo la Batalla Naval del Lago de Maracaibo fue lograda por el almirante Padilla. Puerto Cabello fue tomado bajo la dirección del general José Antonio Páez. En contra de lo que dice Marx la revolución de “Riego y Quiroga” en la península sí ayudó al triunfo patriota. En tal logro las tropas británicas ayudaron pero su aporte fue conquista del ejército formado en su mayor parte por venezolanos. Es una falsa suposición de Marx, que el repite una y otra vez a lo largo de su artículo, que nuestra independencia fue ganada gracias a las tropas extranjeras, suposición claramente europea, presunción de los que creen en la inferioridad de los pueblos hispanoamericanos. El ejército que formó el Libertador eran tropas de nativos de nuestras tierras, un ejército proveniente del pueblo en cuyas filas pelearon indios, negros, mulatos y blancos, incluso personas, como el propio Libertador, venidas de lo más alto de la sociedad antes colonial. Era de tal forma popular el “Ejército Libertador”, como también era llamado, que al llegar Bolívar a lugares del Ecuador o Perú, por ejemplo, era comentario generalizado escuchar decir a las gentes: “Allí llegó Bolívar con su ejército de mulatos”. El Congreso de Colombia, llamado en este caso “Congreso de Cúcuta” por sesionar en esa ciudad colombiana, no inició sus sesiones en enero de 1821


como dice Marx, pese a haberlo decidido así el Congreso de Angostura, sino el 6 de mayo de 1821(Pilar Moreno Angel:Santander,p.262). La nueva Constitución fue aprobada el 30 de agosto de 1821(Ver Pilar Moreno de Angel: Santander,p.266). El Libertador le puso el ejecútese el 6 de octubre de 1821. En contra de lo que dice Marx en verdad el Libertador renunció ante el Congreso de Cúcuta a la presidencia de la república. El 7 de septiembre de 1821 fue electo otra vez por mayoría. Sus palabras al juramentarse(octubre 3,1821) están en los Escritos del Libertador,t.XXI,p.170-171. La expulsión de los españoles es un hecho comprobado(Escritos del Libertador...,t. XXI,p.182). Falsa la aseveración de Marx: fueron el Libertador y el general Sucre los jefes y cabezas de toda la campaña que culminó con el vencimiento de los realistas en Pichincha, con la anexión de Guayaquil a la Gran Colombia y con derrota de los enemigos de la independencia en Pasto. Los triunfos del ejército republicano, la llamada “Campaña del Sur”, tanto en el sur de Colombia como en Ecuador y Perú se debieron al Ejército Libertador y no sólo y absolutamente, como sostiene Marx falsamente, a las tropas británicas, muchos de cuyos oficiales participaron en ella. Los prejuicios europeos de creer que no podría haber derrota de los españoles sin que esta fuera hecha por las tropas europeas es uno de los constantes errores que exhibe Marx en su texto. Al coronel Sandes, en contra de lo que dice Marx, si bien participó en todo el tejido de la campaña del sur y llegó al Perú en las tropas republicanas peleando incluso Ayacucho, no se le deben todos los triunfos obtenidos por los patriotas, él dio una contribución generosa, pero nuestros ejércitos tuvieron siempre sus jefes y lideres a quienes siguieron en todo momento: el Libertador y el general Sucre. Ver sobre este destacado oficial irlandés, un héroe sin duda de la independencia hispanoamericana, el Diccionario de historia de Venezuela,t.III,p.1074-1075, artículo escrito por la historiadora Miriam Blanco Fombona de Hood. Otra vez aparece aquí la manía de Marx de atribuir los éxitos guerreros sólo a los oficiales europeos. El Libertador estuvo en todo momento, pese a que Marx afirme lo contrario, al frente de sus tropas: fue el quien capitaneó la batalla de Junin(Agosto 6,1824), que fue el último choque que dirigió. Pero él quien estableció las directrices de la campaña que culminó felizmente con la victoria de Ayacucho(diciembre 9,1824). Sino estuvo presente, conduciendo esta última batalla, la cual debió confiar a Sucre(octubre 6 y 24,1824) fue por obedecer a una decisión del Congreso de Colombia(julio 28,1824), que él recibió tres meses después(octubre 24,1824), que lo privó, ese mismo año 1824, de la autorización para conducir la guerra fuera de los límites de la Gran Colombia. El Libertador, fiel a la leyes siempre, acató, seguramente contra sus deseos en este caso, y entendiendo como político


que se trataba de una maniobra malintencionada contra él, la decisión del Congreso de Bogota. El propio ejército protestó la decisión bogotana y elevó plenamente a Bolívar como su jefe verdadero. El Libertador, pese a ello, no se insurreccionó contra Bogotá y acató la decisión. Sobre todo esto, examinado con pormenor, ver Tomás Polanco Alcántara: Simón Bolívar,p.726-729; también John Lynch: Simón Bolívar,p.259. La misiva de adhesión del Ejército Libertador(Pichirgua, Perú: noviembre 10, 1824) en contra de la inicua medida, firmada por sus más altos oficiales encabezados por el general Sucre, a su verdadero Jefe y Líder puede leerse en el Archivo de Sucre. Caracas: Fundación Vicente Lecuna/Banco de Venezuela, 1976, t.IV,p.439-442. El 10 de febrero de 1823 el Libertador no se encontraba en el Perú, como dice Marx, sino en Ecuador. Bolívar no llegó al Perú, por vez primera, sino el 1 de septiembre de ese mismo año 1823. Bolívar fue nombrado “Dictador” del Perú no en la fecha que dice Marx sino mucho después: el 10 de febrero de 1824. En contra de lo que dice Marx el 22 de diciembre de 1822 Bolívar envió a Bogotá su renuncia a la Presidencia de la República al senado bogotano. El 30 de junio de 1825 volvió a renunciar a la presidencia de Colombia ante el poder ejecutivo. No le fue aceptada la dimisión. El Libertador, en nuevas elecciones celebradas en Colombia(marzo 15,1826), fue otra vez reelecto presidente y Santander Vicepresidente(ver Pilar Moreno de Angel: Santander,p.357). En primera instancia lo que Inglaterra envió fue Cónsules no Encargados de Negocios. Pero aquello fue una ventana que se abría y que ratificaba el apoyo de Inglaterra a la independencia en los países liderados por Bolívar. El Alto Perú no fue exactamente invadido por Sucre como dice Marx: el mariscal llevó hasta allí la guerra y derrotó a los generales españoles que se resistían a aceptar la independencia ganada en la batalla de Ayacucho. A poco el Alto Perú decidió separarse de Perú y constituirse en república independiente: nació entones la República Bolívar o Bolivia(agosto 6,1825) la cual pidió al Libertador que le redactara su Constitución. Esta fue presentada por Bolívar al año siguiente(mayo 25,1826). Fue el documento constitucional más controvertido de toda su carrera política por proponer en ella la llamada “Presidencia Vitalicia”. Lo que Marx llama el “Código boliviano” es el Proyecto de Constitución que Bolívar redactó para la república de Bolivia. Se la envió a Sucre desde Lima, precedido de un discurso explicativo, el 25 de mayo de 1826. Fue un texto siempre controvertido, pese a ello fue aprobado por el congreso de Bolivia haciendo una serie de cambios, algunos sugeridos por el propio general Sucre. Sucre fue por ello el primer “Presidente Vitalicio” que esa constitución preveía pero él mismo estuvo, con ser el mariscal Sucre, el creador de Bolivia, poco tiempo en el poder, nunca fue un “Presidente


Vitalicio” por toda su vida. Nada tenía que ver el Proyecto para la constitución de Bolivia con el Código Napoleónico(1804) que era propiamente el Código civil de la nación gala, con vasta influencia en el mundo, aprobado por Napoleón Bonaparte(1869-1821). Sobre el Código napoleónico creemos es imposible no lo conociera Marx en su verdadero significado(ver André Maurois: Napoleón. Barcelona: Destino,1965,p.66). El Libertador era todo lo contrario de lo que expone Marx aquí. Más de una vez, como fue el caso de su Proyecto para la Constitución presentado en 1819 en Angostura o el enviado a Bolivia en 1826 Bolívar no esperó el pleno acatamiento, como si fuera un dictador o un César, sino que sus ideas fueran discutidas. En ambos casos las Constituciones aprobadas distaban mucho de los proyectos originalmente presentados. Incluso hubo ideas proyectadas por el que fueron dejadas de lado por los parlamentos como sucedió en Angostura en 1819 con su concepción sobre el Poder moral. Por cierto que lo que establece la constitución venezolana de 1999 sobre el Poder moral nada tiene que ver con la idea del Libertador presentada en Angostura el 15 de febrero de 1819. Bolívar era un liberal, un ser tolerante, nunca usó ejércitos para imponer sus ideas, así estas, como sucedió en el proyecto para Bolivia, las creyera las mejores, porque eran producto de sus experiencias y vivencias durante todos los difíciles años en los cuales condujo la guerra, desde principios de 1813 por lo menos, hasta la victoria de Ayacucho. Ese suceso, el juicio al general José Antonio Páez, no fue apoyado en ningún momento por el Libertador, hombre lejano a tales actitudes que sin embargo la endilga Marx exhibiendo un gran desconocimiento de la historia de la Gran Colombia. El juicio a Páez, que no llegó a celebrarse por nunca haberse presentado él en Bogotá, formó parte de lo que varios historiadores han llamado la “crisis de 1826”, popularmente conocida como “La Cosiata”, que podría denominarse más precisamente la “crisis constitucional de 1826” o el inicio del fin de la “Gran Colombia”. Bolívar no asumió la dictadura en contra de lo que dice Marx sino el 27 de agosto de 1828 y después de haberse agotado todas las posibilidades de entendimiento entre los dos partidos que habían surgido en la Gran Colombia: los bolivarianos y santanderistas. Fue el fracaso de la Convención de Ocaña lo que lo obligó a asumir la dictadura que fue un régimen de “emergencia”, como dice el historiador Salcedo Bastardo(Bolívar: un continente y un destino,p.149-150), porque el Libertador desde el primer momento señaló cuando acabaría aquel régimen: al abrirse las sesiones del congreso el 20 de enero de 1830 . Y cumplió con su palabra. Sacar soldados peruanos para su protección en 1826 hubiera sido por parte de Bolívar una imprudencia imperdonable. Y él era suficiente agudo y avizor para no darse cuenta de ello. Por ello hierra Marx en su afirmación.


Y olvidó algo que es fundamental para estudiar a Bolívar: siempre fue un político prudente. Y para examinarlo hay que tener todos los documentos de Bolívar sobre cada hecho frente a nosotros, conocer todos los pasos de su biografía, no pasar por encima de los hechos e instantes psicológicos que vivió y tener siempre al lado, en nuestra mesa de trabajo, cerca de donde estamos sentados, examinando a Bolívar, un ejemplar de El príncipe(1513) de Nicolás Maquiavelo(1469-1527). Hay quien ha añadido que hay que tener a la vista también El contrato social(1762) de Juan Jacobo Roussau(1712-1778), que es la obra donde está expresa su concepción de la sociedad que deseaba ver edificada en nuestros pueblos, pero a lo que nos hemos referido antes es al día a día de la acción política en donde los consejos del Florentino son esenciales. Sin olvidar nunca que Bolívar siempre poseyó las cualidades del buen gobernante, que según el historiador Polanco Alcántara, son “claro talento, serenidad de espíritu, voluntad de trabajo, conciencia del interés colectivo, recta intención patriótica, valentía ante los peligros, decisión ante la adversidad”(Venezuela y sus personajes. Caracas: Italgráfica,1997,p.6). La insurrección de Páez en 1826, “La cosiata”, y las actitudes Bolívar en su viaje a Venezuela a fines de ese año y su conducta ante Páez y todos los insurrectos requiere una análisis muy menudo, es asunto complejísimo sobre el cual hay numerosa documentación que consultar, cosa que Marx no realizó. Y además Bolívar no asumió la dictadura sino dos años después, ante el fracaso de la Convención de Ocaña, el 27 de agosto de 1828. El documento a través del cual el Libertador convocó el Congreso de Panamá(diciembre 7,1824) es la mejor refutación de la disparatada interpretación de Marx(Verlo en Cartas del Libertador,t.IV,p.211). Las tropas grancolombianas, una vez lograda la independencia, lo que deseaban era retornar a su país. Esta es la razón de esta insurrección(1826), la cual fue auspiciada desde Bogotá por el propio general Santander cuyas relaciones con el Libertador estaban profundamente agriadas desde tiempo atrás, prácticamente desde la víspera de las batallas de Junín y Ayacucho. La correspondencia del Libertador en ese tiempo y en los años sucesivos, 1825 y 1826, hasta su frío encuentro en Bogota el 14 de noviembre de 1826 así nos lo indican(ver John Lynch: Simon Bolívar,p.306). El Nuevo presidente del Perú fue el mariscal Andrés de Santa Cruz(17921865) y no el general José de La Mar(c1778-1830), como dice Marx quien lo fue después(1827) y también fue derrocado(1829). La dictadura de Bolívar en 1828 se inició como consecuencia del fracaso de la Convención de Ocaña. La guerra entre Perú y la Gran Colombia que terminó con el triunfo de Sucre en la batalla del Portete de Tarqui(febrero 21,1829) no fue ganada por los peruanos. Fueron derrotados en ella. Aunque Sucre fue quien actuó militarmente en ese momento también el Libertador se encontraba en Ecuador, fue el suyo un devastador viaje para


su muy maltrecha salud para aquellos días de 1829. Quien estudie este asunto se puede preguntar perfectamente, cosa que para nada hace Marx, de donde sacó fuerzas Bolívar para realizar aquel periplo cuando ya era prácticamente la “sombra” que dice el inglés John Lynch(Simón Bolívar,p.360). Sobre La convención de Ocaña es sustancioso el examen de Polanco Alcántara(Simón Bolívar,p.946-967). Sobre los pormenores de la dictadura de Bolívar han escrito con precisión J.L.Salcedo Bastardo(Bolívar: un continente y un destino,p.149-151); Tomás Polanco Alcántara(Simón Bolívar,p.968-1015) y John Lynch(Simón Bolívar,p.337-361). Sobre el sentido de la “dictadura” en la época de Bolívar y sobre las ejercidas por los fundadores de la repúblicas independientes hispanoamericanas consideramos que siempre se debe tener en cuenta esta gráfica explicación del politólogo chileno Fernando Mires(1943) cuando apunta:”es evidente que esos grandes libertadores representan símbolos positivos, como por ejemplo, energía, valor, honor...Pero esos símbolos, al corresponder justamente con la pre-historia de sus naciones, son nopolíticos y predemocráticos...símbolos de guerra y no pueden ser trasladados al espacio democrático a menos que se quiera convertirlo en uno de guerra interna. Los grandes libertadores fueron grandes dictadores, y no podían sino serlo. Hoy en día las naciones latinoamericanas no precisan de símbolos dictatoriales por muy grandes que hayan sido los portadores de esos símbolos en el momento histórico que les correspondió vivir...las permanentes recurrencias a personificaciones autoritarias son inocultables intentos de regreso a estadios no-políticos que, como ha sido dicho, constituyen el momento originario de nuestras naciones. Muchas veces tales recurrencias se presentan como revoluciones. En realidad, se trata de simples involuciones”(Al borde del abismo. Caracas: Mondadori/Debate,2007,p.43-44). A los dirigentes de nuestras luchas independientes a los cuales se refiere Mires es a Simón Bolívar, José de San Martín(1778-1850), Antonio José de Sucre y José Martí(1853-1895). Fue este último quien remató más con su pensamiento que con su acción la obra de nuestros libertadores al poner las bases de la independencia de Cuba de España. Murió en una de las acciones iniciales de esa guerra y era como intelectual, como un hombre impreparado para la lucha bélica, no porque no tuviera ideales y valentía(sentía cada día que debía dar su vida como escribió en su última carta a su amigo Manuel Mercado el día antes de morir en combate), por ello fue fácil blanco del tiroteo hispano en la emboscada de “Dos Ríos”(Jorge Manach: Martí el apóstol. Puerto Rico: Edciones Mirador, 1963,p.279-282). Tiene razón por ello Mires al precisar el sentido que tuvieron aquellas “dictaduras” de comienzos del siglo XIX, tan distintas a las de los caudillos que aparecieron tras las guerras de liberación de España. Y tan diversas


también a las más contemporáneas, incluso a las del siglo XXI, que no son revoluciones sino contrarevoluciones porque el sentido de la historia y el progreso va hacia delante y para nada pueden retroceder los pueblos, ello es imposible, es así atrás a donde las hemos visto ir. El hombre a caballo pasó, el que se bajó del corcel dejó de existir, el caudillo del siglo XIX fue liquidado. Los neo-caudillos actuales no tienen ningún sentido ni cabida en ningún lugar, los que desean que se rectifique la noticia de la “Caída del Muro de Berlín”(Noviembre 10, 1989) viven dentro de un contrasentido, en la anti-historia. Las “Dictaduras” de la época de la independencia, como las que encabezó Bolívar en dos oportunidades, en el Perú primero(1824-1826) y más tarde en la Gran Colombia(1828-1830), incluso en el período llamado del caudillismo(1813-1819) por Augusto Mijares(La evolución política de Venezuela.4ª.ed.Caracas: Academia Nacio nal de la Historia,2004,p.27) pueden también englobarse dentro de lo que exponemos. Pero la del final de la vida de la Gran Colombia y también al término de la existencia del propio Bolívar son distintas, tuvieron otro sentido. Bolívar, como lo hemos mostrado en estas notas críticas, no fue dictador tras la “Campa Admirable”(1813-1814) sino “Jefe Supremo”, tenía ministros que administraban la cosa pública, asesores que opinaban sobre la formas de gobierno, distinguidas personalidades que le daban consejos a los cuales él escuchaba. Dejó de ser “Jefe Supremo” al salir al exilio desde Carúpano en 1814, desconocido por varios altos oficiales entre los cuales se encontraba su tío político José Felix Ribas, al fin de la “Segunda República”. Volvió a ser “Jefe Supremo” en 1816, en la elección que le hicieron los oficiales patriotas en Margarita. Fue “Jefe Supremo” hasta que entregó el poder al Congreso de Angostura. Este lo nombró presidente de la República por votación de sus miembros. Igual lo hizo el Congreso de 1821, que ya lo era de la Gran Colombia, quien lo autorizó para dirigir la guerra incluso fuera del territorio de la República, lo que le permitió pasar al Perú(1823-1826). Fue ratificado presidente en las elecciones de 1826. Fue “dictador” cuando ante la crisis constitucional de 1828 asumió la “Dictadura”, con el único fin de salvar la Independencia, como lo reconoce Germán Carrera Damas(El asedio inútil. Caracas: Editorial Libros Marcados, 2009,p.7), la cual acabó al abrir las sesiones del llamado “Congreso Admirable” en Bogotá(Enero 20,1830). Fue ante esta asamblea ante la cual renunció a la presidencia(Abril 27,1830). Hay que tener todos estos hechos en cuenta para comprender el sentido de la “Dictadura” aplicado a Bolívar que no es precisamente aquel que considera Marx con relación a él. Y distintas a las “Dictaduras” que se iniciaron cuando los “caudillos”, vaticinados con antelación por el propio Libertador(Mayo 24,1821), fue el primero en hacerlo, coparon la escena pública prácticamente durante todo el siglo XIX. La mejor muestra de su presencia fueron las “guerras civiles” que en Venezuela sólo acabaron el 22


de Julio 1903, terminadas precisamente por el último caudillo verdadero y real que tuvimos. En cambio Bolívar quien gobernó como presidente electo en comicios(1819,1821,1826), con parlamentos, buenos gabinetes y siempre escuchando a los más preparados como en Caracas en 1813, en Angostura desde 1817, en el Perú desde 1823, en Bogotá desde 1828, fue un autócrata de particular cuño, tan peculiar como fueron muchos de los actos que llevó a cabo a lo largo de su carrera política. Es interesante sobre este punto, que toca algunas observaciones falsas de Marx, conocer las dos caras de un hecho: se puede decir que Simón Bolívar fue presidente de Venezuela, es una cara de la moneda. Ello lo explicó Guillermo Morón(Los presidentes de Venezuela. Caracas: Meneven,1981,p.41-52). En cambio nosotros oponemos otro criterio basándonos en las observación de Salcedo Bastardo según la cual las tres principales ocupaciones de la vida de Bolívar fueron la guerra, la diplomacia y la educación(Historia fundamental de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela,1970,p.312) ya que prácticamente durante casi toda su carrera política, al menos entre 1811 y 1825 su tarea fundamental fue la bélica, no estaba, al menos desde 1821, en Bogotá para gobernar, por él lo hizo el vicepresidente Santander, a veces contra él. Por ello “Seguía siendo presidente de la Gran Colombia pero estaba lejos. Y aunque intervenía con sus ideas, con sus proyectos constitucionales, con sus concepciones sobre educación, con sus directrices para la diplomacia, no gobernaba. Otros lo hacían por él. A veces contra él. Por ello es difícil sostener que durante esos años haya gobernado” como hemos escrito nosotros(Crónica de los presidentes de Venezuela. Caracas: RJLDS Editor,1993,p.12). Más bien, siguiendo a Salcedo, hemos pensado que la comprensión de las tareas del Libertador fueron con más precisión las que también dice Morón al anotar que Bolívar “fue quien hizo la guerra, perfiló pueblos, creó Estados, modeló pueblos”(Los presidentes de Venezuela,p.51). Tras el intento de asesinato al Libertador no hubo las acciones de terrorismo que refiere Marx. Lo que hubo fue una investigación sobre los implicados, esta fue dirigida por el general Rafael Urdaneta(1888-1845), como indica Polanco Alcántara(Simón Bolívar,p.983-992). La pena de muerte impuesta al general Santander, por los sucesos del intento de asesinato del Libertador(Septiembre 25,1828), le fue conmutada, por el propio Bolívar, por destierro perpetuo del territorio de la república, hasta el momento de salir al exilio estuvo detenido tanto en Bogotá como en Cartagena. Verdad es también que nunca se pudo probar con sólidas pruebas la participación de Santander en el atentado aunque si escuchó y habló con los conspiradores. El almirante Padilla había cometido varios actos de indisciplina en Cartagena por lo cual fue detenido y sometido a juicio. Escapó de la prisión el día del intento de asesinato al Libertador. Fue otra vez hecho preso, le


aplicaron la Ley de Conspiradores y lo condenaron a muerte. Fue fusilado el 2 de octubre de 1828(ver Varios Autores: Diccionario de historia de Venezuela, t.III,p.462-463, entrada redactada por el general Héctor Bencomo Barrios y el teniente Francisco Alejandro Vargas, ambos historiadores militares). Hay que insistir que el Libertador siempre pidió consejos a los más capacitados. Estos consejos los empieza a pedir como era su costumbre, ya lo había hecho en Caracas en 1813, apenas inició la Dictadura en 1828. Y no sólo en 1829 como dice Marx(ver Tomás Polanco Alcántara: Simón Bolívar,p.965). Sobre los consejos que pidió a varias personalidades tras entrar en Caracas, al final de la Campaña Admirable, ver el libro compilado por Pedro Grases: Simón Bolívar y la ordenación del Estado en 1813. (Caracas: Colegio Universitario Francisco de Miranda,1979. 108 p.) en donde están todos los textos presentados a su consideración porque no sólo fue Francisco Javier Ustariz el único en opinar. Ver sobre este punto también el libro ya citado Tomás Polanco Alcántara(Simón Bolívar,p.346, nota 17). Importante fue la asamblea reunida en el Templo de San Francisco de Caracas el 25 y 26 de noviembre de 1829, allí se tomó la decisión de la separación de Venezuela de la Gran Colombia, hecho que sucedió plenamente en Valencia el 13 enero de 1830 estando aun vivo el Libertador. Todo esto que dice Marx con relación a una serie de supuestas renuncias del Libertador y sus vueltas por aclamación no sólo es falso sino que ni siquiera sucedió. Y el Libertador ese año de 1830 sólo renunció una vez al presidencia, en forma definitiva(Mayo 3,1830). Todo esto que dice Marx con relación al año 1830 en la vida del Libertador es falso y no sucedió en ningún momento: Cúcuta nunca fue invadida, ni Bolívar se dirigió a Maracaibo en 1830, pese a pensar hacerlo como se lee en una carta suya. Lo único ocurrido en Cúcuta en 1830 fue la reunión con una comisión del Congreso de Bogotá, encabezada por el mariscal Sucre, en búsqueda de que la unión gran colombiana prosiguiera, cosa imposible porque el cuando llegó a Táriba el 14 de marzo 1830, junto al obispo José María Esteves(1780-1834) y el licenciado Francisco Aranda(1798-1873), ya en Venezuela se había tomado la decisión secesionista el 13 de enero de 1830. De lado del gobierno venezolano presidió la reunión el general Santiago Mariño. No hubo en ningún momento de 1830 el enfrentamiento con Páez que dice Marx. Y este no estuvo ese año en Maracaibo, de hecho no salió de Valencia en donde sesionaba el Congreso Constituyente de 1830 que el fue que separó a Venezuela de la Gran Colombia por medio de la Constitución aprobada en esa ciudad ese año(Septiembre 22,1830). Tampoco el Libertador se movió de Bogotá desde su regreso del Ecuador. Estuvo todo


el tiempo allí hasta que salió con destino a la costa atlántica el 8 de mayo de 1830, último día de su vida en que estuvo en Bogotá. Ni siquiera Manuelita Saenz(1797-1856) lo acompañó hasta el llamado Caribe colombiano. Bolívar en ningún momento fue presionado a salir de Colombia. Su viaje hacia Europa, que no llegó a realizar, fue decisión suya. La fecha en que Bolívar presentó su renuncia, que resultó definitiva, fue el 3 de mayo de 1830. Cinco días más tarde dejó la capital colombiana. El lugar donde murió el Libertador no se llama “San Pedro” como escribió Marx sino hacienda “San Pedro Alejandrino”, lugar cercano a la ciudad de Santa Marta, aquella, por esas casualidades de la cual está llena la historia, era la residencia rural de un ciudadano español, don Joaquín de Mier(17871861). Murió así el Libertador en una casa hidalga como había sido la suya en Caracas en el momento de ver la luz. La casa se conserva aún como museo de devoción al Héroe, ningún venezolano puede visitarla sin sentir grande emoción, todo allí concita la admiración al más grande héroe latinoamericano, el titán por excelencia. Allí está la pequeña cama en donde dejó de existir, el reloj que el general Mariano Montilla rompió en la hora que el Libertador murió para conservar para la posteridad el momento exacto en que Bolívar dejó el mundo de los vivos. El Libertador, todo lo contrario de lo que dice Marx, no murió repentinamente sino devorado por una larga enfermedad que posiblemente llevó consigo desde su infancia: tuberculosis. Pudo haberlo contagiado su propia madre doña María de la Concepción Palacios y Blanco de Bolívar(1758-1792). Pudo también trasmitírsela su novia y amante Josefina Machado, quien murió de ella en Achaguas el año de 1820 cuando lo seguía a Bogotá. Al año siguiente Bolívar fue a Achaguas(Marzo 22,1821) y visitó la tumba de Pepita, una de las cuatro mujeres fundamentales de su vida. Las otras tres fueron su esposa, la española de raíces caraqueñas, María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza(1781-1803), a quien conoció a Madrid en 1799. El matrimonio contraído en Madrid en 1802 no llegó a durar un año porque la débil María Teresa murió en Caracas en la Casa del Vínculo, en la esquina de Las Gradillas(Enero 22,1803) afectada por una enfermedad tropical. Le siguieron: en Paris, entre 1804-1806, la francesa Fanny Du Villars; entre 1813-1820 la caraqueña Pepita Machado quien fue su pareja en un agitado período de su vida, quien fue la única que pudo ser su segunda esposa por las otras dos eran mujeres casadas. La cuarta fue la ecuatoriana Manuelita Saenz con quien estuvo durante los ocho años finales de su vida(1822-1830) en Ecuador, Perú y Colombia. En cuanto al decreto del Congreso de Colombia también se equivoca Marx, así concluye por ello la última línea de su artículo con un error de la misma forma que comenzó su escrito con otro error en la primera línea. El dislate es que fue el poder ejecutivo colombiano, y no el congreso de esa


república, como dice Marx, quien autorizó(agosto 31,1840) el traslado de los restos de Simón Bolívar a Caracas. Fue dos años más tarde que reiteró el Congreso de Venezuela la decisión del traslado de las cenizas del Libertador a Caracas(Abril 22,1842) en cumplimiento de la cláusula número 10 de su testamento(San Pedro Alejandrino: diciembre 10,1830). El testamento del Libertador puede leerse en sus Escritos del Libertador(t.III,Vol.II,p.287-292). Al tomarse ese decisión en Caracas en Bogotá el gobierno colombiano ratificó la decisión(Agosto 4,1842). Los documentos citados, y otros relacionados con este asunto que hemos tenido a la vista, los recopiló el historiador Manuel Pérez Vila en su libro Bolívar, el libro del sesquicentenario,1830-1980. (Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1980,p.159, 166-167 y 175). Con el traslado de los restos del Libertador a Caracas se puede decir que se inició el culto oficial a su memoria a través del ensayo narrando todos los actos celebrados que hizo el escritor, parlamentario y político don Fermín Toro titulado Descripción de los honores fúnebres consagrados a los restos del Libertador Simón Bolívar, en cumplimiento del Decreto Legislativo del 30 de abril de 1842 hecha por orden del gobierno por Fermín Toro.(Caracas: Imprenta de Valentín Espinal,1843. 53, XLVII p.). El elogio de Toro también se puede leer en el libro de Pérez Vila que hemos citado(p.338376). En verdad al publicarse la Descripción... de Toro quedó fundada una tradición: al cumplirse, en 1942, los cien años del traslado de los restos del Libertador a Caracas le fue encomendada al maestro Santiago Key Ayala(1874-1959) la preparación de un escrito sobre las celebraciones de aquel año: Reseña de las ceremonias consagradas por el gobierno y pueblo de Venezuela a honrar la memoria de Simón Bolívar, Libertador y Padre de la Patria, en los días 16,17 y 18 de diciembre de 1942, para solemnizar el centenario de la trasladación de los restos del Libertador a la ciudad de Caracas, Escrita por orden del gobierno...(Caracas: Tipografía Americana, 1943. 61 p.). Y durante el bicentenario del nacimiento de Bolívar(Julio 24,1983) le tocó hacerlo al historiador José Luis Salcedo Bastardo, de allí su libro: Acción al futuro. El bicentenario de Simón Bolívar,17831983:Memoria. (Caracas: Comité Ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar,1995. 301 p.). Sin embargo, a esa devoción fundada sin duda en 1842 se adelantó el mayor prosista del romanticismo venezolano Juan Vicente González(1810-1866) al imprimir ese mismo año 1842 su libro Mis exequias a Bolívar. (Caracas: Imprenta de El Venezolano, 1842. 104 p.) obra que es en verdad, y sin duda alguna, la iniciadora, antes que la Descripción...de Toro, de la admiración nacional a Simón Bolívar, entre otras cosas porque Mis exequias a Bolívar recogen textos de admiración bolivariana escritos desde 1831, momento en que nadie escribía en Venezuela sobre el Libertador ni se atrevía hacerlo, el único valiente ante aquella inicua marea antibolivariana fue el licenciado González. Para


comprender las diversas caras de este complejo asunto es obligatoria la lectura y estudio del notable libro del historiador Germán Carrera Damas: El culto a Bolívar. (Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1969. 303 p.). Claro está que grandes elogios recibió siempre el Libertador a todo lo largo de su vida, tanto de la prensa venezolana como de la europea y de las de los Estados Unidos. El primer gran encomio que se escribió lo encontramos en la Gaceta de Caracas, en el número publicado a los pocos días de su entrada a Caracas tras la “Campaña Admirable”(Agosto 26,1813,p.4). Todo lo escrito en loa a Bolívar en la prensa internacional está ahora cerca de nosotros gracias a la recopilación documental de Alberto Filippi(1941): Bolívar y Europa en las crónicas, el pensamiento político y la historiografía. (Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República/Comité Ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, 19861995. 3 vols). EL PRIMER VENEZOLANO Para nada comprendió el padre del marxismo a Simón Bolívar, como se ve claramente en su exposición, tampoco comprendió la especial peculiaridad hispanoameriaca, necesaria para entenderlo. Fue Simón Bolívar una de las más altas figuras de la América Latina, hombre tan grande como lo fue el Precursor don Francisco de Miranda, nuestro Libertador Cultural don Andrés Bello, el pedagogo don Simón Rodríguez, maestro de Bolívar, todos caraqueños. A este cuarteto hay que unir también, como los grandes venezolanos más representativos, al mariscal cumanés Antonio José de Sucre quien estaba llamado a ser el sucesor de Bolívar sino hubiera sido alevosamente asesinado(Junio 4,1830) el mismo año en que Bolívar dejó de existir. A estas cuatro personas hay que unir como la sexta, quien nacida en Caracas en 1853 fue mundialmente famosa, a la pianista Teresa Carreño, por cierto sobrinanieta de don Simón Rodríguez, la primera mujer venezolana universalmente conocida gracias a sus celebradas dotes artísticas frente al teclado, con sus manos sobre el piano. Teresa Carreño murió en Nueva York en 1917. De allí en adelante los venezolanos universales serían nuestros grandes escritores(Rómulo Gallegos, Teresa de la Parra, Mariano Picón Salas, Enrqiue Bernardo Nuñez, Arturo Uslar Pietri, Guillermo Meneses, Alfredo Armas Alfonzo, Francisco Herrera Luque) y nuestros grandes artistas plásticos, en especial los cinéticos(Jesús Soto, Carlos Cruz Diez, Alejandro Otero). Pero el Libertador siempre está por encima de todos, es el venezolano por excelencia de todos los tiempos, el primer venezolano. Marzo 14,2010


Abril 3,2011


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