Boletín número 17

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Fin de semana en Arévalo Boletín mensual de cultura y patrimonio de Arévalo A Ñ O

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E n e l a n ive r s a r i o d e D o n Eulogio Florentino Sanz. En el Museo Universal número 9 de fecha 15 de mayo de 1857, se publicaron 15 canciones de Enrique Heine, traducidas del alemán al castellano por Don Eulogio Florentino Sanz. El impacto causado por estas traducciones en nuestra poesía ha sido reseñado por numerosos autores. Particularmente, Bécquer y Rosalía de Castro, los dos principales poetas españoles de la época, experimentaron la influencia de Heine a través de la forma que le da Sanz. Hemos encontrado copia digital de dicha revista en la que podréis apreciar, si así os place, la hermosa traducción de los versos del alemán por parte de nuestro poeta arevalense. La podéis descargar en nuestra bitácora “Fin de semana en Arévalo” La fiel castellana (balada) I.

Y la pobre castellana ¡siempre a la estrecha ventana! Las hebras del oro perdidas al viento, y al par que del alma suspira un adiós, cuán triste murmura con trémulo acento: - Dos años, dos!!

A la lid partió el caudillo contra las huestes morunas, y éranse ya doce lunas III. sin que tornase al castillo. Ajó el llanto su beldad, Y la pobre castellana y en inútiles gemidos, ¡siempre a la estrecha ventana! eran tres años cumplidos De noche y de día, la frente a las de su amarga soledad. rejas, Y la pobre castellana por ver si un penacho distingue ¡siempre a la estrecha ventana! quizá, cuán triste murmura, con flébiles Sin toca en la frente, de luto vestida, quejas, y ornado el cabello de adelfa y ciprés, cuán triste murmura con voz - Un año ya! extinguida: - Tres años, tres!!! II. Mustias las flores cayeron, IV. y otras lozanas brotaron; Diz que un búho cantó un día, y las aves que emigraron y a su aciago clamoreo a sus nidos se volvieron.

vínose a tierra un trofeo del castillo en la armería. ¡Y aún espera en la ventana la infelice castellana! Y al par que murmura, la frente a las rejas, “Oh! cuándo a mis brazos amante vendrás?” parece que el viento responde a sus quejas: - Jamás, jamás! V. Servidores del castillo sepultan a su señora...: y al llegar tan a deshora dice a la turba el caudillo: - “¿Cómo la fiel castellana no me aguarda en la ventana?” Mas fija en la huesa los ojos inmobles, y tarde!, murmura, ¡muy tarde volví!! y en torno repiten pecheros y nobles: - Muy tarde... sí!!!


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Noticias de cultura y patrimonio. Programa de visitas de la Universidad de Salamanca a la Sala de Tortugas de la Usal. La Universidad de Salamanca tiene el siguiente programa de visitas para la Sala de las Tortugas: en el mes marzo las visitas están programadas para los días 3, 10, 17 y 24 mientras que en abril las jornadas se celebrarán el 21 de abril y en mayo los días 5 y 12. Aunque las visitas se dirigen especialmente a los escolares, están abiertas a todo el público, que podrá participar con tan sólo presentarse en la Facultad de Ciencias a las 10.30 horas en las fechas programadas. En dichas visitas podemos contemplar las famosas tortugas fósiles encontradas en Arévalo.

Los prestamos de la biblioteca de Arévalo subieron un 20 % en 2008. Según podemos leer en Diario de Ávila de fecha 9 de marzo de los corrientes, los prestamos de libros realizados por nuestra biblioteca Municipal se han incrementado en algo mas de un 20 %, pasando de 3.689 prestamos en 2007 a 4.595 en el año 2008. El número de socios de la citada biblioteca, también se ha incrementado en casi un 5 %.

La rehabilitación del castillo de Arévalo finalizará en verano. El Diario de Ávila de fecha 02 de marzo de los corrientes, informa que según el FEGA, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, se tiene previsto que acaben las obras de restauración del castillo de Arévalo antes del mes de junio, tal y como confirmó Teresa Sanz, jefa del servicio de asistencia técnica del citado organismo. Según la noticia se está trabajando en el proyecto de accesos y la valla alrededor de los restos arqueológicos. La Alhóndiga, asociación de cultura y patrimonio, celebró su asamblea anual de socios. El pasado día 20 de marzo de 2009, la Alhóndiga de Arévalo, asociación de cultura y patrimonio ha celebrado su Asamblea General de socios, en la cual se han detallado entre otros asuntos las actividades desarrolladas a lo largo del año 2008 y se ha propuesto un plan de actividades para este año en curso 2009, entre las que destacan una velada Poética en colaboración con el Colectivo de Poetas Arevalenses y Morañegos, prevista para el próximo 23 de abril, día del libro y una exposición de fotografía costumbrista titulada “Memoria Fotográfica de Arévalo” a celebrar entre el día 30 de abril y el 31 de mayo en la iglesia de Santa maría la Mayor de Arévalo. De igual forma se debatió profusamente sobre las propuestas efectuadas a las distintas administraciones en torno a la reivindicación para evitar la inminente ruina de la iglesia de San Nicolás de Bari y las dependencias de lo que fue colegio de la Compañía de Jesús. Nota de Prensa sobre la basura depositada en el Convento de Extramuros de Madrigal. Desde la Asociación Amigos de Madrigal, como personas de pleno derecho de este país, han instado a las autoridades pertinentes para que obren en consecuencia con las funciones que les han sido encomendadas por sus electores y asuman su función y responsabilidad en lo que afecta a poner solución al vertido incontrolado de sacos de cebollas en estado de descomposición que llevan mas de seis meses en el entorno del monumento declarado BIC del convento de Extramuros de Madrigal de las Altas Torres. (Mas en Diario de Ávila y medios digitales.)

Exposición de PASCUALE CAPRILE en el espacio cultural SAN MARTÍN de ARÉVALO. Del 5 de febrero de 2009 al 29 de marzo de 2009 en el Espacio Cultural San Martín de Arévalo, situado en la Plaza de la Villa s/n se nos propone una muestra fotográfica de Pasquale Caprile. El horario de la exposición está comprendido entre las 11´00 a 13´00 y de 17´00 a 20´00 horas. La muestra está organizada por la Obra Social de Caja de Ávila.


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La tortugas arevalenses del Mioceno. Miles de alumnos disfrutan cada año de la Sala de Tortugas de la Usal. Las 15.000 piezas de este tesoro paleontológico están consideradas la mejor colección fósil de España de quelonios. La Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca es uno de los mayores tesoros paleontológicos de Castilla y León, considerado además el más importante de España en este tipo de reptiles, formado gracias a la labor del profesor Emiliano Jiménez, quien desde el año 1995 ha desarrollado numerosas investigaciones en busca de fósiles en las provincias de Salamanca, Zamora y Ávila. A pesar de ser un conjunto científico de valor incalculable, pasa desapercibido para la mayoría de los ciudadanos de Castilla y León. Para muchos, salvo para los escolares, ya que numerosos centros educativos han incluido en sus rutas didácticas desde hace varios años esta sala situada en los bajos de la Facultad de Ciencias de Salamanca. Según destaca Emiliano Jiménez, casi tres mil niños pasan cada año por estas instalaciones, sorprendiéndose «por la antigüedad de unos fósiles que en algunas ocasiones alcanzan los 40 millones de años». Destaca la colección de tortugas halladas en Arévalo, en la provincia de Ávila, con casi 120 centímetros de longitud, que habitaron la zona hace 12 millones de años. Un recorrido único por la aventura de la historia y de la evolución de las especies guiado por atractivas explicaciones. La Universidad de Salamanca acaba de reiniciar el programa de visitas escolares para difundir este tesoro. En el mes marzo las visitas están programadas para los días 3, 10, 17 y 24 mientras que en abril las jornadas se celebrarán el 21 de abril y en mayo los días 5 y 12. Aunque las visitas se dirigen especialmente a los escolares, están abiertas a todo el público, que podrá participar con tan sólo presentarse en la Facultad de Ciencias a las 10.30 horas en las fechas programadas.

Los fósiles de tortugas arevalenses del Mioceno. En el semanario “Democracia”, publicado en Arévalo en fecha 7 de mayo de 1933, encontramos la reseña adjunta que se refiere a los hallazgos de restos arqueológicos encontrados por Don Álvaro Martín Alonso, profesor del Instituto Elemental de Segunda Enseñanza de Arévalo, y por sus alumnos en los escarpes de los ríos Arevalillo y Adaja. En el archivo del Museo Nacional de Ciencias hemos encontrado diversos documentos que pueden descargarse en nuestra bitácora, y en los que se describe en detalle las piezas encontradas en esa excavación y que lamentablemente desaparecieron en la guerra civil. Es de destacar la referencia a los caparazones de Testudo Bolivari , las famosas tortugas del terciario que fueron donados por el profesor al citado Museo Nacional de Ciencias.

Reseña de los hallazgos en el semanario Democracia de 7 de mayo de 1933.

Portada del boletín de la Sociedad Española de Historia Natural y dibujos de las tortugas efectuados por el profesor José Royo y Gómez, entre 1933 y 1935.


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Rincones en fin de semana.(I) El puente del Cementerio, justo un año después. Justo hace un año pusimos la última entrada referida a este sufrido y degradado puente en: http://fdarevalo.blogspot.com/2008/03/respectoal-puente-del-cementerio.html Bueno pues, no está igual que entonces. Mucha mas basura, escombros, porquerías, desechos, se acumulan en todo el entorno, sin que hasta hoy, 365 días después, y que sepamos, nadie haya hecho nada. Esperemos que la propuesta de urbanización que dan en llamar Ronda del Castillo, se ponga lo antes posible en marcha y solucione, limpie, sanee de una vez por todas esta deteriorada zona de Arévalo. duenderojo

Rincones en fin de semana.(II) ¿Esta vigente el PDMA? En nuestros paseos de este pasado fin de semana nos hemos puesto a reflexionar sobre la vigencia del PDMA. ¿Otra vez con la Muralla, os preguntareis muchos? No queríamos tocar este asunto en mucho tiempo, pero la realidad se presenta francamente pertinaz a nuestros ojos. En la memoria justificativa del citado Plan Director de la Muralla de Arévalo, en su página 5, apartado correspondiente a los Tramos 05 y 06 - Callejón del Diablo y Puerta e Iglesia de San Juan, leemos “Este tramo —se refiere al tramo de muralla existente en el callejón del Diablo—, corresponde al encuentro entre el lienzo Oeste y el Sur. Es una zona deteriorada en la que se propone la consolidación de los restos existentes y labores arqueológicos para determinar elementos perdidos…”. Mientras se destinaron en su momento partidas económicas muy suculentas, procedentes del erario público, en reconstrucciones y simulacros murarios de dudoso resultado y peor gusto, estos fragmentos, que corresponden a tramos originales de la antigua muralla medieval se han dejado de lado y ahora están a punto de caer ladera abajo y, lo que es peor, prácticamente sin solución. Queremos creer estas cosas son producto del desinterés y la torpeza. Y no vamos a ir más allá. Por cierto esta es también una zona muy degradada y parece que también, sin ningún tipo de expectativa. Y lo que es peor, a escasos 150 metros de la plaza del Arrabal y teniendo a sus pies el hermoso puente de los barros, digno de ser visitado, salvo por las basuras y desagradables olores que se acumulan en el entorno y el abandono a que el mismo puente esta sometido. duenderojo


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De cofradías y caballeros andantes.

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oldado en Lepanto, bien pudo Miguel de Cervantes contarse entre los «arbitrantes» o arbitristas que aconsejaron a Felipe II, en 1572, que ordenara la creación en cada ciudad y villa de una cofradía de caballeros hidalgos que, con el pretexto de celebrar la festividad de su santo patrón, practicaran los juegos de la guerra (torneos, justas, correr la sortija o las cañas...) y se entrenaran para mejor defender el reino si algún día era atacado. Años más tarde, don Quijote hará suyo, a su manera, el arbitrio ofrecido al monarca español: «¿Hay más sino mandar su Majestad por público pregón que se junten en la Corte para un día señalado todos los caballeros andantes que vagan por España, que aunque no viniesen sino media docena, tal podría venir entre ellos, que solo bastase a destruir toda la potestad del turco?»

El rey no convocó a los caballeros andantes para hacer frente al turco; Felipe II sí hizo caso a sus consejeros y se dirigió a las ciudades y villas del reino para exponerles la idea y pedir consejo práctico para llevarla a cabo. El monarca pide que se reúnan los regidores y caballeros, discutan la propuesta, decidan la advocación de la cofradía, redacten sus ordenanzas, señalen cómo se ve la creación en el lugar, qué apoyos precisan para que la cofradía funcione; en qué puede colaborar el monarca y qué está dispuesta a poner la villa de sus bienes de propios; qué ejercicios piensan hacer, y cualquier otra sugerencia que lleve al fin propuesto: «que los caballeros y nobleza estén armados, encavalgados, usados y exerçitados». Los regidores y caballeros de la villa de Arévalo piden al rey autorización para pagar con cargo a las penas de cámara los gastos que originaría una cofradía de caballeros situada bajo la advocación del apóstol Santiago. Si así se autorizase todos los años habría juegos de cañas, justas y torneos. En la villa de Arévalo a diez y ocho días del mes de nobienbre, año del señor de mil y quinientos e setenta y

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dos años. Estando en consistorio los illustres señores Justiçia e regidores de la dicha villa por su magestad, conviene a saver: el señor liçengiado Barrientos e Diego de la Cárçel e Juan de Arévalo e Juan Dávila e Hernando Altamirano y don Rodrigo Ronquillo e Alonso Dávila y Montalvo e Pero Briçeño de la Vega regidores y en presençia de mí Francisco López, escrivano del dicho ayuntamiento por su magestad, hordenaron e mandaron lo siguiente: Este día se juntaron en el dicho consistorio los cavalleros que para ello fueron llamados que son don Luís de Badillo e Pero de Río e don Françisco de la Cárçel e Lope de Río e Luís de Cardenal y Bartolomé Muñoz e se conformaron los señores Justiçia e rregidores e rrespondieron lo que se sigue:

C.R. Magestad. Vista una çédula de vuestra magestad fecha a seis de setienbre, refrendada de Juan Vázquez por la qual mandades a la dicha villa, regidores, cavalleros Della platiquen e confieran qué horden se podría tener para que en esta villa se hexerzitasen la gente noble ansí haziendo juegos de cañas como haziendo justas e torneos, si para esto conbendría hazer ynstituiçión de alguna cofradría e adbocaçión de algún santo, dizen que suplicando vuestra magestad a su santidad dé liçençia para que se corran toros e mandando que en esta villa aya menistriles e tronpetas e atavales e torneos e lançero e aya tela, e mandando vuestra magestad que en esta villa ubiese tela e arneses para todo lo qual esta villa no tiene posibilidad a causa de tener propios tan tenues que para qualquier edifiçio que quiere hazer se pide liçencia a vuestra magestad para que se hechen los dichos gastos en sisa cuya causa esta villa tiene carta executoria con que la Tierra della quando vuestra magestad manda se agan algunos gastos ansí de regozixos e nacimientos de reyes proxenitores de vuestra magestad, como para qualquier contribuçion de gastos, de fuente o puente, salarios de médicos zuruxanos, preçeptores de Gramática, las aldeas de la Tierra desta dicha villa de çinco partes contribuyen con quatro partes e la quinta parte solamente la Villa e haziendo vuestra magestad merçed por la orden executoria la quinta parte que viniese a pagar la villa sería gran vien e merçed para ella mandase vuestra magestad se pagase de penas de cámara atentando la pro-

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beça de propios e se haría cada año una cofradría de gente noble de dicha villa a la adbocaçión del apóstol Santiago y se haría cada un año el dicho día juegos de cañas y abría una justa e torneos una vez en el dicho año por donde ubiese cunplido e fecho lo que vuestra magestad manda. Yo Francisco López, escribano del consistorio e ayuntamiento de la dicha villa de Arévalo, por su magestad, fui presente a lo que dicho es y lo fize escrevir; e por mandado y acuerdo del dicho ayuntamiento lo saqué del dicho libro e quaderno e fize mi signo atal. En testimonio de verdad Françisco López (signo)

S.C.R.M. Esta villa de Arévalo reçibio una çédula de Vª Magestad fecha de 6 de setiembre refrendada de Juan Vázquez de Salaçar, por la qual Vª Magestad manda que esta villa en su regimiento e cabildo con otros caballeros desta villa que para ello se juntasen, tratasen e confiriesen qué orden se tendría para que la cavallería y caballeros se exercitasen en hazer juegos de cañas, justas y torneos, y en recibiendo la dicha çédula e mandato de Vª Magestad solos los hize juntar en su cabildo y a él hize llamar algunos cavalleros de la dicha villa y como personas de no mucha espiriençia y celosos de servir a Vª Magestad quisieron ver lo que los lugares comarcanos respondían a Vª Magestad y ansí responden la orden que les pareçe tendrán en hazer juegos de cañas y justas y torneos y siéndoles mandado por Vª Magestad, más lo acen como sus leales vasallos cuya muy poderosa persona nuestro Señor guarde con acrecentamiento de maiores reynos y señoríos como los leales vasallos de Vª Magestad desean. De Arévalo a 20 de nobienbre de 1572. S.C.R.M. Humilde vasallo de Vª Magestad que sus pies besa. El Licenciado Barrientos. Extractado de Cofradías de Caballeros en la Castilla del quinientos. El caso de Ávila. JOSÉ LUÍS MARTÍN


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Soneto triste para la Plaza de la Villa.

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Caminantes.

Torres gemelas velan tu agonía, tus heridas lamidas por el viento, muñones desgajados del cimiento de casas donde Arévalo vivía.

Rosa y oro en el cielo y el ladrillo, el ocaso del sol se hace mudéjar, bella entre las espigas , Lugareja, el corazón enciende con su brillo.

Madrugad, salid ya, despunta el día, se aleja la niebla de los caminos: alegres marchad, como peregrinos, no os apresuréis, la meta es la vía.

El tiempo se llevó tu algarabía, el fuego devoró el entablamento sin que nadie escuchara tu lamento ni la campana de Santa María.

A lo lejos, la torre del castillo, fuerte sin laberinto y sin madeja, entre el Adaja y el Arevalillo que llevan sus romances y su queja.

Juntos afrontad la mañana fría; los rayos del sol dorados y finos filtrarán su luz entre nuestros pinos, las aves serán vuestra sintonía.

Alegre encrucijada de caminos, entre los dos Arévalo palpita día a día tejiendo sus destinos.

Paso a paso , ligeros de equipaje, los senderos hacéis al caminar; con pan y vino os alegráis el viaje

Ahora tu presencia solicita. Verás amanecer sobre los pinos y el viento llevará tu voz escrita.

y alguna otra cosilla de yantar. Con el azul del cielo de hospedaje, la tierra se convierte en vuestro hogar.

Aquí hubo festejos y mercados, toros, torneos, músicas y danzas, príncipes, nobles, reyes y soldados; aquí se dieron reales ordenanzas. Ahora reinan silencios desolados, gritos de mis perdidas esperanzas. . MARÍA JESÚS ELETA SALAZAR

MARÍA JESÚS ELETA SALAZAR

A mis amigos del Club de senderismo MARÍA JESÚS ELETA SALAZAR

DOS TERCETOS A MI

Poetas de Arévalo y de tierras de “Moraña”. RECORDANDO A LUQUERO (Soneto)

Sencillo y elocuente poeta castellano, supo amar a las gentes de nuestro pueblo llano. En sus dedos la pluma, obediente y ligera, cantó a la blanca luna; cantó a la primavera. De la hermosa Castilla supo elogiar los campos, a la siega, a la trilla ... Una bandera al viento eleva a las alturas el alma de un soneto. María Patrocinio

Escrito por ti.

CIUDAD: ARÉVALO. De una Ciudad blasonada juglar por vocación me siento... Que no hay título que más me plazca, ni Ciudad que más ennoblece. Segundo Bragado

Quieres un verso, así, sencillamente. La vida es breve Y me lo pides tú, ¡cón esos ojos! Beberé todo el vino de la bota, No es tan fácil apresar el aire, si es en vaso tampoco lo desdeño ni retratar el alma a la sonrisa. y también en porrón pondré mi empeño en apurar hasta la última gota. Continúa mirando como miras Comeré, mientras tanto, la matanza: y tendrás un poema y mil poemas. torreznos, lomo de olla, longaniza..., Sonríe como lo haces cada instante con ello el engranaje se agudiza y y rimarás palabras casi mágicas. la andorga agradece la alabanza. Quieres un verso y en nardo los derrochas El comer y el beber son dos placeres como el goteo de la fuente el agua. que si los ejercitas cuanto quieres Y si yo, de verdad, fuera poeta, difícil te será llegar a viejo; Pero, como asegura algún galeno: sólo tendría que copiar tu cara. Si todo lo que tomas está bueno... ¿Quieres un verso?, mírate al espejo come, bebe y ahórrate el consejo. y te dirá un soneto de cristales. Eugenio Conde Sáez

Juanchi Roldan


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Notas privadas para un diario de vacaciones.

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e recogido, a las ocho de la mañana, a Nicasio Hernández Luquero, de su casa de la Plaza de la Villa. Hace ya mucho tiempo que están alborotando las campanas del Real y el día parece que está maduro; sin embargo acaba de aparecer; lo que sucede es que las monjas tienen un noble e importante oficio casero en Arévalo: descorren las cortinas en la noche, con la parsimonia y delicadeza suficientes para que entre el amanecer con su ritmo admirable, sin notarse, imponiendo discreción y modestia a los soberbios resplandores del sol. Cuando la luz entra casi de lleno en esa gran plataforma que es la ciudad, las monjas, hacen sonar las campanas con una santa indiscreción que no hay quien pare. * * * El poeta Nicasio Hernández Luquero va a estas horas a por una botella de agua a un manantial que hay en el camino de Montejo. El agua, que tiene atribuciones curativas, es para su hija. Para Aurorita. En la plaza de la Villa hiere la luminosidad; el ciprés parece uno de ésos centinelas de Dragones que hacen guardia delante de las verjas de Buckingham, y detrás de las ventanas más de una docena de pupilas siguen hasta que nos perdemos por el caño. Empiezo ya a sentir en esta entrañable plaza, —el gran patio de armas de mis primeros años— ésta picante curiosidad: Cuándo la terminan? ¿Qué quieren hacer con ella? ¿Pero qué pasa aquí? Tengo algún miedo a mi curiosidad, porque no me resigno como otros a no contestarme. * * *

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busto, atezado por humos de tren, por brasas de locomotoras antiguas, por todos los temporales. Pero come el pan con más tranquilidad y más apetito que yo el «sanwich» en Frigo. El tiene una visión de la vida, y del contorno, entre el tren que llega y el tren que se aleja. Es decir: trescientos metros. Yo, periodista, soberbio, curioso, tengo todo el mundo por contorno. El teletipo envía a mi mesa a toda hora, la noticia próxima y la noticia remotísima. Yo me asomo al mundo diariamente. Así estoy yo de horrorizado. Y así está este hombre de la casilla de tranquilo.

El manantial está en una situación de poza abandonada. ¿Pero tan escaso respeto tienen mis paisanos a su hígado? La extracción del agua requiere una gran experiencia. Nicasio ha atado su cayada al cuello de la botella; ha pagado ésta con suavidad por la superficie del agua, esperando ansiosamente el «glu, glu», primera noticia de que las cosas van bien; pero la botella tiene que inclinarse cuarenta y cinco grados para coger el venero. El poeta está rojo por el esfuerzo y por la noble responsabilidad; yo estoy más pálido que de costumbre, porque, ciertamente, me entristecería que él poeta se sofocara más por el hallazgo de una botella de agua que por una Musa. ¡Oh, la, la! —como dicen, los franceses—. Ya ha conseguido la botella los cuarenta y cinco grados. De repente, se sitúa sola verticalmente, en el agua. ¡Ya está llena! A Nicasio se le abrillantan los ojos y me dedica una discreta sonrisa de triunfo (me da la sensación de que ha logrado el ultimo terceto de un espinoso alejandrino).

Hemos visto la actividad de los conejos y hemos sentido la monotonía de las norias. Hemos aspirado el paisaje de Arévalo desde aquí, con tierna fruición, y hemos exaltado a la mujer de la casilla (a quien no hemos visto) porque tiene la puerta, de su hogar —tan humilde, tan ingrata— llena de flores y de enredaderas.

* * *

* * *

Nicasio conoce estos parajes muy bien. Salimos al puente del ferrocarril que construyera mi bisabuelo, el francés Santiago Bergonier. Nos recibe la perra de la casilla — infortunada carne de tren— con reglamentario mal humor. (La RENFE tiene educados en la severidad hasta a los perros. Si un revisor, casi siempre, tiene cara de perro, esta perra de la casilla del puente de Bergonier tiene cara de revisor.) Pero todo esto sucede hasta que conoce al poeta. Los perros y los revisores tienen también su corazoncito. Saluda a Nicasio con alborotada efusión, y a mí me dedica una atención correcta y digna. Me huele los pantalones y se va con alguna decepción. ¿Pensará, acaso, con tristeza, que en Madrid hay muy pocos perros? El hombre de la casilla está tomando un buen pedazo de pan con algo indefinible. Es un hombre ro-

El final ha sido dramático. Al cruzar las vías, se ha roto la botella del agua. Nos hemos mirado con alguna perplejidad. Enseguida, nos hemos reído con ganas. El caminero nos ha dado una botella, y hemos emprendido el regreso al manantial. Acabo de hacer mis primeras y duras experiencias en la extracción de agua de ese manantial. (A nuestro regreso nos hemos preocupado de la botella más que de nosotros mismos.) Cuando llegamos a la Plaza de la Villa ya vocean los tomates y los pimientos. Las monjas del Real ya han tocado todo lo qué tenían que tocar, y hasta es posible que se dispongan a hacer la comida del mediodía. Todavía con el aceité de los churros en la calle.

* * *

Emilio Romero Septiembre de 1952


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La calle Arco de Ávila

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stá dedicada a honrar la memoria de la única puerta que antiguamente daba entrada al Arrabal viniendo por los caminos de Ávila. Esta puerta, de medio punto rebajado, era el broche de las tapias del antiquísimo hospital de San Lázaro y las del convento del patriarca San Francisco, mandada levantar por Alfonso X para que los vecinos del Arrabal pudieran también librarse de la gente maleante y de las alimañas, que tanto abundaban en aquellos lejanos y peligrosos tiempos, y que por adornarla, un arco de ningún mérito artístico, que luego hubo de derribarse para dar más ensanche a aquellos lares, la calle, al formarse, tomó el nombre de calle de Arco de Ávila. Ya hemos dicho al tratar del desaparecido convento de San Francisco que una de sus tapias corría por la diestra mano de la vía que nos ocupa, a cuya pared algunos menestrales del Arrabal fueron adosando sus raquíticas viviendas, con la condición impuesta por los frailes de que los tejados tenían que ser dos varas más bajos que la albardilla de la tapia. Los regidores del siglo XIV y XV se reservaron los espacios necesarios para calles, plazas y servicios comunales; y el año 1630, don Juan de Tapia adquiere un solar y levanta la casa número 11 de la mencionada calle, disfrutan-

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do de la espléndida posesión muchos descendientes de tan ilustre linaje. En la antañona casa estuvo aposentada la Guardia Civil unos treinta y tantos años, hasta el 1930, que se trasladó al edificio construido por el Ayuntamiento para tales fines en la carretera MadridCoruña, habiéndose convertido la señorial residencia en carpintería mecánica y fábrica de aserrar maderas. Otra casa de aquel siglo es la construida por el regidor don Carlos de Montalvo Moncaraz. Se colocó la primera piedra en abril de 1615 y se terminaron las obras tres años después. La amplitud de sus habitaciones, altura de techos y lindo jardín la hacían considerar como una de las principales moradas del Arrabal. Fue don Pascual Herráiz quien, en 1870, instaló en el vejestorio casurón una fábrica de tejidos, llegando a tener empleados en su industria textil de veinte a veinticinco operarios. En la mansión que estamos describiendo vivió muchos años la distinguida familia Herráiz-Regúlez. Ausentada ésta de nuestra ciudad, la casa pasó a propiedad de los señores Álvarez Carpizo. A la entrada de la calle, que la tiene por la plaza de doña Ángela Muñoz, hay dos bares, el del «Miejas» y el de Paco; dos bares nuevos, juveniles, jaraneros, a los que da alegría y animación la Sociedad La Esperanza; y ya que ha salido a relucir tan bailarina sociedad la dedicaremos unas líneas, que coincidirán con el cincuenta y ocho aniversario de su plausible fundación. Hemos dicho en programas y escenarios que la Sociedad La Esperanza nació en los Baños de Tartas y que los principales fundadores fueron, entre otros, Natalio Antonio, Marceliano Blasco, Avelino Martín y Claudio Revilla, impulsados por Pepe “el Montañes”, que dicho sea sin reparos, fue el verdadero fundador y primer presidente. Este puñado de jóvenes arevalenses, en colaboración con don Marcelino Cermeño, alcalde enérgico, y justiciero, corrigió las malas costumbres dio la batalla al repugnante matonismo, organizó veladas teatrales, acabó con aquellos sangrientos bailes de tamboril y dulzainas, enseñó a vivir en sociedad a la clase media y baja y, después de tropezar con «guapos» y perdonavidas, consiguió que se abrazaran los mozos hurones y pendencieros de San Pedro y Adoveras.

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Todavía alcanza mi memoria aquel destartalado saloncillo de techo bajo, cubierto por una sucia y abolsada arpillera, sin más decorado que unos faranduleros retratos pegados en las mohosas paredes. Para entrar en el salón, se hacia por un corralillo a media luz y empedrado con canto pelón hasta donde llegaban las lánguidas y regocijantes notas del rutinario e insoportable organillo. Los trabajos de reforma, llevados a cabo el año 1913, se deben a don Macedonio Astorga, entonces propietario de la finca, y al pintor Pedro Donis, autor del proyecto. Construyeronsé los palcos, las plateas, el café, el guardarropa y el escenario. Pintó el techo de la sala tal y como hoy está, resaltando en los ángulos cuatro medallones representativos del Baile, la Música, la Literatura y la Tragedia. En medio de las cuatro musas está Apolo Pegaso, dios de las Artes, y a los lados una alegoría con el escudo antiguo de Arévalo y otra con la de la poética y maravillosa primavera. Mantengamos el aserto de que La Esperanza toda su vida se la ha pasado bailando, bebiendo, trasnochando y haciendo obras de caridad. Lo mas gracioso y divertido de todo cuanto se ha celebrado en ella –que ha sido mucho– eran las juntas generales, en las que los mas chungones y analfabetos censuraban la actuación de la directiva, poniendo de relieve las notorias cuchipandas y las insidiosas virulencias de «más eres tú», mientras los más atrevidos azuzaban a los contendientes y reían las delaciones y las frases oportunas e ingeniosas de aquel alborotado «gallinero», no cesando los improperios hasta ver presentada la dimisión de todos o de parte de la junta directiva, sustituida inmediatamente por los más gritadores de la general; de ahí que no haya habido en Arévalo un joven de mediana cultura o amigo de discutir que no haya pertenecido siquiera una sola vez a la junta directiva de tan artesana sociedad. Cuenta en la actualidad con setecientos socios solteros, socios que dan a la calle de Arco de Ávila el ruido, la jarana y el buen humor que caracteriza a una juventud acogedora, expresiva y noble. Nos dicen que la calle la van a asfaltar y a enlosar sus aceras. Se lo merece, entre otras razones, porque es el paso obligado del centro de nuestra ciudad al mercado de ganado.

Marolo Perotas

Cosas de mi pueblo


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