Edición 22 Boletín "El Cincel"

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Universidad Popular

Año 7 n° 22 Septiembre - Octubre 2011

de Valparaíso

Ahora más que nunca

¡ UNIDAD, ORGANIZACIÓN Y LUCHA !


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Editorial Comienza un mes tan significativo como Septiembre en un año que, no cabe ninguna duda, ha sido políticamente agitado. Desde las protestas en Punta Arenas provocadas por el alza en el precio del gas, pasando por la agitación generada tras la aprobación de mega-proyectos energéticos en distintas regiones del país, hasta la actual movilización de profesores y estudiantes por una educación pública, gratuita y de calidad, este 2011 nos presenta un escenario inédito en estos más de 20 años de “transición a la democracia”: un escenario interpretable como el inicio de un nuevo ciclo de movilización político-social del pueblo chileno. Si bien dicho escenario abre perspectivas insospechadas para el movimiento popular, también es cierto que las cartas no están marcadas y que nos equivocaríamos bastante si consideráramos la actual coyuntura como el punto de partida hacia un destino ineludible, determinado de antemano por el optimismo y el entusiasmo con que, en marchas y cacerolazos, el pueblo chileno ha enfrentado estos días tan agitados. Por el contrario, lo que la masividad de las movilizaciones ha demostrado es que no hay ningún destino ineludible, como muchas veces se trató de mostrar al neoliberalismo y su nociva presencia en diversas áreas de lo social (la educación, la salud, la vivienda, etc.). Toda construcción política, toda imposición de algún modelo económico está condicionada, en última instancia, por la correlación de fuerzas que existe en la sociedad en un momento dado. Por lo mismo, la consolidación de la actual movilización en un proyecto político de mediano y largo plazo, cuyo objetivo sea un radical reemplazo del modelo existente, requiere comprender que “la historia la hacen los pueblos” es, más que un slogan, una responsabilidad, con todos los desafíos y dificultades que ello implica. ¿Qué desafíos se le presentan entonces, en la actual coyuntura, al campo popular? En primer lugar, el problema de las alternativas. No cabe ninguna duda de que actualmente el modelo políticoeconómico está en crisis: si en Chile dicha crisis se manifiesta hoy como un conflicto de legitimidad político-institucional, en Estados Unidos y en gran parte del mundo desarrollado lo está siendo bajo la amenaza de una nueva recesión, arrastrando al planeta hacia una reedición de la reciente crisis económica. Lo anterior, sin embargo, obliga no sólo a pensar un modelo global de sustitución del capitalismo, sino también a entregar respuestas concretas: ¿qué tipo de educación queremos hoy día en Chile? ¿Cómo deberíamos afrontar, desde la perspectiva popular, el problema de la vivienda? ¿O el problema de la salud pública? El desafío es superar la lógica de la denuncia a la mercantilización de la sociedad, e iniciar la construcción de un proyecto contra-hegemónico amplio, pero a la vez denso, con contenidos concretos que le otorguen

credibilidad como una alternativa realista y concreta. En segundo lugar, el problema de la masividad: ¿Cómo lograr que las perspectivas de transformación social logren conquistar las mentes y los corazones de la gran mayoría de chilenos que, de un modo u otro, se han convertido en víctimas del actual modelo económico y que solo ocasionalmente (como en las actuales marchas y cacerolazos) han manifestado su profundo descontento al respecto? Porque es evidente que cualquier proyecto político de este tipo está condenando al fracaso si recae en las manos de una minoría “iluminada”, sin conexiones con las bases de la sociedad y sin una participación activa de las mismas. Todo lo anterior obliga a una reflexión acerca de los canales de comunicación necesarios para fortalecer cualquier proyecto político del campo popular (superando el monopolio mediático y la indiferencia política de gran parte de la población), acerca de la educación política e ideológica que el pueblo debe darse y acerca de las formas de organización en torno a las cuales congregarse. La reciente realización de una “Asamblea Popular” en Valparaíso demuestra que el problema de la masividad y la inserción social está, al menos, comenzando a plantearse. Y en tercer lugar, el problema de la represión: ¿Cómo debería el campo popular enfrentarse a los instrumentos institucionales y represivos con que el bloque dominante cuenta para frenar la movilización social? El asesinato de Manuel Gutiérrez, los recientes casos de violencia (e incluso tortura) policial y las acusaciones injustas que han llegado al encarcelamiento (gracias a la figura legal de la “prisión preventiva”), dejan en claro que éste no es un problema menor y que debe ser afrontado con claridad y perspectiva política. Recientemente, diversos analistas han interpretado la actual movilización como un fenómeno de “clase media”, resultado del colapso de las expectativas de “ascenso social” de ciertos sectores del país. Esta interpretación insiste en la perspectiva neoliberal de tratar a los sujetos como entes individuales, cuyo único proyecto es su “proyecto de vida”. El desafío es canalizar el actual descontento hacia un proyecto colectivo y popular, capaz de demostrarse como alternativa real y concreta al actual bloque dominante.

La lucha no ha hecho más que comenzar.


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ACERCA DE LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL

¿Nueva recesión? Por Luis Valenzuela Miembro de la universidad Popular de Valparaíso

Durante Julio y Agosto se recibieron varias noticias decepcionantes en el plano económico, tanto en Estados Unidos como en Europa, las cuales se sumaron a la lenta recuperación del crecimiento y a la insuficiente creación de empleo de dichas economías. La rebaja en la nota crediticia de Estados Unidos por parte de Standard & Poor's (por primera vez en su historia) agregó aún más incertidumbre al escenario económico global, lo que se ha manifestado con fuerza en el mercado financiero. El oro, la plata y los bonos del gobierno de Estados Unidos (a pesar de la rebaja en su rating), han sido los principales refugios, tal como en otras ocasiones. El precio del petróleo y otras materias primas energéticas han caído drásticamente, fenómeno que suele ocurrir ante expectativas de menor demanda global. No olvidemos que estamos en un contexto de fragilidad fiscal producto de déficits públicos elevados y enormes deudas públicas. Standard & Poor's (S&P) es una agencia de calificación de riesgo, dedicada a la elaboración y publicación periódica de calificación de riesgos de acciones y bonos, que fija la posición de solvencia de los mismos.

¿Estamos ante una nueva recesión? Para responder esto hay que repasar primero la anterior recesión de 2008-2009. En base al análisis de Marx sobre las crisis capitalistas, la razón subyacente de la recesión de 2008-2009 no es otra que la sobreproducción, reflejada principalmente en un enorme crecimiento inmobiliario y el endeudamiento de los individuos, producto -entre otras cosas- de las

tasas de interés bajas del período. Fueron entre 5 y 6 años, desde 2001, de un enorme incremento en los precios de las casas y en la construcción de éstas. Cuando la burbuja explotó, condujo a bancos, entidades hipotecarias y aseguradoras a pérdidas enormes, permeando al resto de la economía real. Lo clave acá es que la recesión que se produjo no fue de la magnitud suficiente como para eliminar esta sobreproducción y dar los incentivos correctos a los capitalistas para iniciar un nuevo ciclo alcista sostenido. ¿Por qué la recesión no fue de la magnitud que debía ser? Básicamente porque el tamaño de la burbuja, junto con el grado de interdependencia que alcanzó el sistema financiero hizo que dicha crisis fuera tan profunda que, en aras de la “estabilidad del sistema”, se realizó un enorme rescate a importantes instituciones privadas desde el sector público sin precedentes en la historia capitalista. Este rescate trasladó parte importante de los costos de la crisis hacia el sector público, y con ello hacia el pueblo, en la actualidad como también hacia el futuro. Tanto en EEUU y en los países europeos, la deuda se elevó velozmente hasta niveles históricos. A esto se suman los enormes déficits presupuestarios producto de los menores ingresos (por la recesión) y los mayores gastos sociales anti-cíclicos (como los seguros de desempleo). Esto explica las presiones que sufrieron los países ricos para realizar recortes sociales. Por ende, es muy probable que estemos viviendo una continuidad de la crisis anterior que simplemente fue detenida por la intervención gubernamental. La excesiva sobreproducción –verdadera causa de la crisis-, sigue existiendo (parcialmente) hoy en día. Es de esperar entonces que surjan nuevos datos negativos que aceleren el espiral descendente. La crisis será probablemente agravada por la situación fiscal, con varios países entrando en “default” ante la incapacidad de conciliar el pago de la deuda con las demandas populares ante los recortes sociales. Algunas instituciones financieras pueden quebrar, lo que desde el punto de vista capitalista global será “sano”. La palabra inglesa default puede ser traducida como “demora en los pagos” o “moroso”.

La probabilidad de que no haya nueva recesión depende principalmente de que los gobiernos europeos y de E.E.U.U. sean capaces de sostener sus deudas ante ataques especulativos, para lo cual deben minimizar sus conflictos políticos y cooptar los movimientos sociales. Las nuevas reformas neoliberales en curso


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pueden elevar la tasa de ganancia del capital y con ello reforzar la acumulación y el crecimiento. En este escenario, podría continuar la producción por unos años más, hasta que germine la siguiente crisis. Respecto a los movimientos dentro de la clase política dominante, ya se ha visto un reordenamiento hacia la derecha, triunfos derivados de los impopulares recortes sociales realizados por gobiernos socialdemócratas. Ejemplos son el Tea Party de EEUU, el Partido Popular en España, los conservadores en Inglaterra, la derecha Finlandesa, etc. La agenda neoliberal europea ha estado creciendo (y probablemente lo seguirá haciendo) de la mano de éstos y futuros gobiernos capitalistas liberales, como un triunfo más de la clase dominante que recompone la rentabilidad del capital a costa del bienestar y los derechos básicos del pueblo. La confianza en la economía de EEUU, dado su elevada deuda y los conflictos políticos internos, es probablemente el elemento más importante a observar en los próximos años. Su moneda está perdiendo valor respecto a las principales monedas, incluyendo el peso chileno, estando ad portas de alcanzar un mínimo histórico. Es de esperar que el dólar siga debilitándose, aunque limitado por el mundo financiero unipolar en el que todavía vivimos. En efecto, no se observa hoy un país cuya economía sea alternativa a EEUU y al dólar,

Marcelo Barrios Andrade En su memoria Hoy vivimos una de las movilizaciones y luchas más importantes que el pueblo chileno ha levantado en el último tiempo, y reconocemos que esto es también posible porque antes, no hace mucho, existieron luchadores y revolucionarios incansables, que a pesar de lo dura que fueron las tareas y los desafíos, y esquivando acomodos y traiciones, fueron capaces de entregarlo todo para que el país y el pueblo pudiera vivir con justicia, dignidad y libertad plena. Entre esos m i l e s d e luchadores, hoy recordamos a Marcelo B a r r i o s Andrade, compañero estudiante de Historia

tanto por riesgos políticos, sociales, y/o bajo crecimiento. Si bien la hegemonía económica de EEUU va a seguir disminuyendo, es más probable que el mundo se torne multipolar (aunque desequilibrado) a que surja una nueva hegemonía financiera. En medio de este contexto, Chile no está blindado de la situación internacional, como quiere hacernos creer el gobierno intentando aplacar la alarma de los inversionistas. Dada nuestra fuerte apertura comercial, nuestra base productora de materias primas (cuyos precios internacionales son muy cíclicos) y lo diminuto de nuestro mercado interno, una nueva recesión implicará nuevas alzas en el desempleo, en la informalidad y precariedad del empleo, caídas en el Producto Interno Bruto (PIB), menores ingresos cupríferos y un nuevo déficit fiscal. En conclusión, es esperable que entremos en una nueva recesión, parte de la misma crisis anterior, y q u e p o n e n e n ev i d e n c i a l o s m e ca n i s m o s contradictorios del capitalismo. Los movimientos sociales pueden verse fortalecidos en cuanto los costos son de nuevo pagados por la clase trabajadora. Ante este panorama, creemos férreamente que la única solución radica en la suplantación global de este sistema por uno nuevo, donde no exista explotación, ni trabajo asalariado; avanzar al socialismo.

de la Universidad de Playa Ancha que, siendo militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez cayó asesinado brutalmente un 31 de Agosto de 1989 en su hogar del Cerro San Juan de Dios de Valparaíso a manos de infantes de Marina y de agentes de la CNI, convirtiéndose así en uno de los últimos caídos y muertos a manos de la dictadura pinochetista. Su compromiso por querer aportar a la lucha social y revolucionaria del país en momentos donde las fuerzas políticas se coludían ampliamente por mantener las mismas injusticias económicas, sociales culturales y políticas que la dictadura implantó de manera sangrienta sobre el pueblo trabajador, nos trae similitudes al presente, donde a fuerza de empeño, creatividad y sacrificios, miles de jóvenes se enfrentan con una amplia vocación revolucionaria y de lucha a las mismas fuerzas políticas que al igual que ayer, buscan de distintas maneras reprimir, dividir o ahogar en fracasos al movimiento estudiantil y social. Qué mejor homenaje hoy para Marcelo que ver que cientos de miles de chilenos han decidido tomar banderas de lucha y contribuir a que nuevamente el pueblo con su proyecto logre alcanzar la victoria. Porque su vida la llevamos en la fuerza que cada día se necesita para luchar y resistir.


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¿ Los grandes ausentes ?

Por Jose Ignacio Ponce Miembro del Taller de Historia Política, Universidad de Valparaíso Y de la Coordinadora por la Lucha de los Pueblos

Los trabajadores se suman como actor a la lucha social “La mayoría de este país, los asalariados, obreros y campesinos que forman el 75% de la población de Chile, somos capaces de derribar este Gobierno reaccionario... El pueblo empieza a darse cuenta que es necesario que con los puños crispados estemos dispuestos al sacrificio y a lucha callejera que dé el triunfo a la clase trabajadora chilena.” (Clotario Blest; 1960)

En la última semana se desarrolló el paro de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile. Esta movilización se desplegó en medio de la irrupción de la lucha estudiantil, la cual ha ido abriendo cada vez más puertas al conjunto de las demandas de las distintas organizaciones sociales y populares del país. De este modo, el Paro Nacional de la CUT tomó una enorme relevancia para los estudiantes en particular, como para el campo popular en general. Este contexto venía de la mano de un país en una profunda desigualdad social. Del mismo modo, a escala mundial se desarrolla una de las más extendidas crisis económicas, que repercute de distintas maneras en Chile, especialmente en la vida de los trabajadores. Por su parte, los partidos políticos tradicionales que viven la resaca de la fiesta de los Gobiernos Concertacionistas, no han podido ni querido reaccionar a la irrupción de rebeldía popular de masas. Es más, dichas organizaciones continúan cayendo en un precipicio peor que las bolsas de comercio de todo el mundo. Con ello, los grandes empresarios y las transnacionales comienzan a ver sus intereses tensionados por la lucha social. Todo esto se incubó durante los últimos 21 años en el país, la esperanza de que la alegría llegara de la mano de la Concertación terminó volviéndose en un descontento que hoy explota porque dicha coalición terminó gobernando al servicio de los empresarios y de las transnacionales, no del pueblo.

Así, la movilización de la CUT podía seguir abriéndole puertas al movimiento social en ascenso o cerrando alguna de las abiertas en los últimos 3 meses. Finalmente, ocurrió que el 25 de Agosto se vivió la protesta nacional más masiva durante los Gobiernos post-Pinochet, sumándose más de medio millón de personas en las calles Chilenas. El Paro también desarrolló -entre los días 24 y 25- actos culturales, cacerolazos y cortes de ruta, logrando una fuerte paralización de las actividades productivas del país. Sin duda este fue un paro masivamente exitoso donde trabajadores y trabajadoras de todas las ramas de la producción, funcionarios y funcionarias públicas, pobladores(as) y estudiantes coparon las calles. Ante esto, la respuesta del Gobierno buscó menospreciar el movimiento, minimizando su magnitud o acusándolo de “colgarse” de las demandas estudiantiles. La miopía del Gobierno queda claro con esto, puesto que cualquier ciudadano del país puede darse cuenta que la demanda por la educación gratuita y las distintas demandas sociales que han planteado los estudiantes son las mismas necesidades del mundo trabajador, puesto que debemos recordarle a Piñera y Compañía –por si se les olvidó o quisieron hacerlo-, que esos estudiantes son en un enorme porcentaje hijas e hijos de familias conformadas por padres y madres trabajadoras. Es decir, la lucha estudiantil adquiere una creciente vinculación con el campo popular, siendo también de los trabajadores y de las capas medias precarizadas. Aunque el Paro aglutinó al número más impresionante de personas en una movilización de los últimos 21 años, no podemos soslayar algunas cuestiones que siguen obstaculizando la organización de la clase trabajadora. Por un lado, no se instaló un discurso claro sobre las demandas concretas propias del mundo trabajador, para que éste se posicione como un actor central del movimiento social popular, lo cual si bien expresa la solidaridad y compatibilidad con el mundo estudiantil, también evidencia la falta de claridad que vienen teniendo las organizaciones


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sindicales durante los últimos años. Esto imposibilita que los trabajadores puedan unirse detrás de una misma demanda sectorial, que puedan identificarlos como actores de la escena política del país y que los aglutine en una lucha contra el sistema capitalista. Dando este paso podrá la clase trabajadora chilena sentirse nuevamente como constructores de su presente y futuro. Pero para dar este paso, necesita tener una columna vertebral bien firme y esto lo constituye un fortalecimiento de su organización interna. En efecto, hoy día el trabajo sindical tiene enormes debilidades, tales como la falta de democracia participativa interna, lo cual provoca una escisión entre sus representantes y representados. Todo ello genera recelos internos, descrédito no sólo de los dirigentes, sino de la organización colectiva. Esto se ha manifestado en la falta de organización y planificación de distintas actividades, cuestión que se mostró claramente en la Paralización Nacional. Pero también, se debe promover una ética de acción dirigencial, que tenga por horizonte a los representantes como los primeros en buscar, constantemente, la consulta a sus bases para enriquecer las posturas políticas de la organización, ser los más fieles representantes de las decisiones colectivas y trabajar por conseguir que se triunfe en cada una de las luchas de sus representados. Así, podemos concluir que efectivamente se dio un paso más en la consolidación de una nueva etapa en la política chilena, donde el movimiento social popular

despierta y juega un rol central en ella. Donde la “clase” política está altamente escindida de las necesidades de la mayoría del pueblo. En que los trabajadores se suman como actor político a la escena nacional; pero en que aún se debe avanzar en un proceso de construcción más potente del tejido organizacional de los sectores populares, forjar confianzas en base a la acción concreta entre los trabajadores, pobladores y estudiantes, así como entre los representantes y representados y entre cada uno de ellos. Todo en la perspectiva de levantar un proyecto de transformación social y desarrollo nacional que responda a la gran mayoría del país: los trabajadores, los sectores populares y las capas medias precarizadas. Por esto cada vez cobra más sentido la consigna:

¡Ha LLEGADO la HORA de los PUEBLOS, es TIEMPO de UNIRNOS, LUCHAR y VENCER!

Actividades Se retoman las Clases de Miércoles Todos los Miércoles 19:00-20:30 hrs

Orígenes del Pensamiento Crítico Europeo,durante el Siglo XVII-XIX Todos los Miércoles A partir del 7 de Septiembre (3 sesiones) 19:00-20:30hrs Casa central, Sala 1-2 Pontificia Universidad Católica de Valparaíso


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Mes Inaugural

Agosto

Departamento de Comunicaciones Universidad Popular de Valparaíso

de Dios), Jorge Peña (Presidente del Sindicato Interempresa de Trabajadores de la Gran Minería y Ramas Anexas) y Leonardo Jeffs (Director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso), en la Charla “El Desarrollo de la Educación Política en el Campo Popular y su Importancia para un Nuevo Proyecto Revolucionario”, vinieron a reafirmar este compromiso que hemos adquirido con nuestro pueblo.

Lo que hemos hecho Conferencia “El sindicalismo en el contexto de la subcontratación” Con la participación de Jorge Peña Maturana, Presidente del Sindicato Interempresa de Trabajadores de la Gran Minería y Ramas Anexas y Carla Amtmann, miembro de la Escuela Sindical de la Universidad Popular de Valparaíso, el día 18 de agosto se llevó a cabo la conferencia “El sindicalismo en el contexto de la subcontratación”. En dicha instancia los exponentes dieron a conocer importantes antecedentes de la realidad laboral de la subcontratación, que no sólo dan cuenta de una precarización laboral extendida actualmente, sino además, de la atomización y fragmentación que dicha realidad genera en la organización sindical. Se trata de dificultades a las cuales el Sindicato SITECO ha hecho frente; su experiencia nos entrega importantes luces del qué hacer, demostrando la reversibilidad de la derrota política del sindicalismo que se inicia en plena dictadura con la implementación del neoliberalismo. Sin duda, un tema en el que hay que seguir indagando experiencias de lucha.

En una emotiva y simbólica jornada, al calor de una gran movilización estudiantil -tal como ocurriese con la fundación de universidades populares en distintos países de nuestra América latina durante la década de 1920- y con cerca de trescientas personas, entre ellos compañeros, familiares, amigos, estudiantes, pobladores, trabajadores y trabajadoras que hemos conocido en estos 7 años de trayectoria política, el Ciclo de Charlas día 12 de agosto dimos el “vamos” a un proyecto en el que “La educación y el futuro de Chile” hemos estado trabajando hace ya harto tiempo en la región: Con el objetivo de contribuir al debate sobre las la Universidad Popular de Valparaíso. transformaciones en curso en la educación, socializando una mirada crítica de dichas transformaciones, así como también Educando y luchando con la intención de precisar las distintas miradas sobre la educación en Chile: bloque dominante y propuestas contra Con un vídeo que rememoró importantes momentos de lucha hegemónicas, el Grupo de Profesores de Valparaíso, se en la historia de nuestros pueblos y con una breve encuentra realizando el Ciclo de Charlas, titulado “La presentación del recorrido histórico de esta organización, educación y el futuro de Chile”. La última sesión será este Ximena Muñoz, directora de la Universidad Popular de viernes 02 de septiembre a las 19:00 hrs. en la Sede Comunal Valparaíso, nos recuerda una de las principales tareas que del Colegio de Profesores. En esta ocasión, bajo el título tenemos por delante: “promover la rearticulación y el “Balances y perspectivas de las movilizaciones por la educación”, expondrán un representante de la Federación de fortalecimiento del campo popular a través de la formación Estudiantes Universidad de Valparaíso, un dirigente nacional política e ideológica”. del Colegio de Profesores, y un representante del sector Las palabras de Víctor Cortés (dirigente vecinal Cerro San Juan estudiantil secundario.


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Por un

Septiembre Activo

Por Paulo Valdés Miembro Universidad Popular de Valparaíso

y Popular

En el actual contexto de movilizaciones sociales en ascenso, donde se abre un nuevo ciclo en la lucha política de insospechadas consecuencias para el campo popular, estos hitos históricos se presentan con mayores niveles de simbolismo y significación política para nuestro pueblo. El mes de septiembre viene a agregar una impronta histórica al desarrollo de la movilización política actual. Es en este marco de análisis que debemos comprender la importancia que posee este 04 de septiembre, pues no tan sólo será una nueva conmemoración de aquella histórica jornada donde el pueblo organizado llegase al gobierno con la Unidad Popular, sino que además, este 04 de septiembre se llevará a cabo el funeral del Presidente Salvador Allende Gossens, tras la reciente exhumación de su cuerpo en el marco del proceso judicial que investigaba las circunstancias de su muerte.

El mes de Septiembre desde siempre ha tenido una fuerte carga simbólica para nuestro pueblo. No sólo por la celebración del comienzo del proceso de Independencia, sino por dos hitos importantes que remecieron nuestra Historia reciente y cuyas consecuencias experimentamos hasta el día de hoy. El 04 de septiembre de 1970 Salvador Allende a la cabeza de la Unidad Popular, comienza su período presidencial. Y el 11 de Septiembre de 1973, la experiencia del gobierno popular en el poder político es interrumpida brutalmente por el Golpe de Estado organizado y perpetrado por la derecha política y militar.

Este acto simbólico ofrece la posibilidad a las nuevas generaciones de rendir un merecido homenaje con un fuerte sentido de respeto a quien encarnara en su figura los históricos anhelos de libertad y justicia de todo un pueblo. Esta es la significación y la trascendencia de su figura para nosotros, no su condición de héroe o mártir, sino lo que representa su imagen y su impronta para millones de chilenos. Pues más allá de los errores tácticos y estratégicos del proyecto, en Allende se referenciaron, y se siguen mirando, los nobles valores que constituyen aquel hombre y aquella sociedad nueva que Chile tanto necesita. El tono de esta conmemoración, junto con ser un acto de recogimiento, es una instancia política propicia para señalar masivamente que el pueblo de Chile ha vuelto a despertar tras el largo sueño al cual fue arrojado durante la triste noche del período dictatorial y su continuidad concertacionista. Debe ser


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el momento propicio para decir con fuerza: “Compañero Allende, acá está el pueblo chileno, recargado de vigor, anhelos y esperanzas, dispuesto a revertir la histórica derrota, dispuesto a levantar el Nuevo Chile, en libertad, justicia e igualdad”. A su vez, el 11 de septiembre nos posiciona nuevamente ante la memoria obstinada. Una nueva jornada de protestas populares se avecina. Con estos antecedentes, durante este año, el foco de crítica debe girar al menos en dos tópicos importantes. En primer lugar este día nos debe acercar al encuentro con la memoria viva de nuestro pueblo, recordando los hitos centrales del gobierno popular, así como los elementos propios de la barbarie desplegada por la Dictadura. Pues si bien, en cierto sentido como izquierda chilena, hemos superado la mirada lastimosa y ritualista de los noventa, aún hoy, no sólo es correcto, sino que es completamente necesario, rendir el merecido homenaje a todos los compañeros y compañeras que pagaron incluso con sus vidas el alto precio de asumir con seriedad la lucha revolucionaria en nuestro país. En segundo lugar, esta fecha nuevamente se presenta como la instancia para manifestar por todos los medios y formas, tanto el rechazo generacional al Golpe Fascista de 1973 y su barbarie desplegada, como el rechazo político al actual modelo de explotación del pueblo chileno, derivado de dicho

proceso histórico, y perfeccionado por veinte años de gobiernos social-liberales en la era concertacionistas. Finalmente la celebración de un nuevo aniversario patrio, al igual que el año anterior, debiese servirnos de instancia para colocar en la mesa elementos de debate político de gran trascendencia como lo son la efectiva soberanía sobre los recursos naturales en general y la autonomía política en materia de decisiones estratégicas como país. Basta observar el régimen de propiedad de los recursos estratégicos como el cobre para comprender la dimensión política del tema en cuestión. Es preciso insistir por todos los medios posibles que solamente llevando a cabo un proceso de Re-nacionalización del cobre y de todos los recursos naturales, junto con una serie de cambios políticos tendientes a crear condiciones propicias para un ejercicio pleno de la soberanía popular, lograremos una verdadera Independencia. Como vemos, Septiembre nos ofrece mucho más que un cambio de estación, el advenimiento de la primavera siempre ha traído consigo una fuerte carga simbólica, la cual, dotada de un profundo contenido político, y con miles de personas dispuestas a luchar con tenacidad por la reconquista de los derechos conculcados, nos brinda un escenario político más que interesante para considerar que Septiembre, será mucho más que cueca, empanadas, vino y volantines.


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¿Por la razón o la fuerza?

La represión policial, expresada con toda su crudeza con la muerte de Manuel Gutiérrez, no puede pasar inadvertida a la hora de comprender la totalidad del escenario que debemos enfrentar en el marco de la lucha de nuestro pueblo. Y son tantas las aristas que debiéramos abordar sobre este tema, que estos cortos párrafos parecen insuficientes para ello, por esto me pregunto ¿Qué sentido prioritario debiera tener lo aquí expuesto? Y surge la certeza: las premisas políticas desde las cuales entendemos la represión, y las tareas que entregan para futuros períodos de apertura de conflictos político-sociales. El recuento de los hechos de violencia de estos meses es extenso e intenso, necesario de difundir y denunciar. Detenciones masivas, persecuciones selectivas, agresiones físicas y encarcelamientos producto de montajes, son todas acciones totalmente rechazadas a nivel nacional e internacional. Y junto al recuento y denuncia, aparece la exigencia de que sean respetados los derechos fundamentales de manifestación e integridad física, así como la demanda por juicio y castigo a los responsables directos de los crímenes, fin al uso de lacrimógenas, renuncia del Ministro Hinzpeter y encarcelamiento a los personeros de las fuerzas policiales que han herido y/o asesinado. Nos sumamos a todas esas denuncias y exigencias, e instamos a que todos así también lo hagan, ¡estas acciones son inaceptables! Pero hoy, tal como lo hemos anunciado, es preciso dedicar estas líneas a una comprensión global, optando por priorizar el tratamiento de la represión como un problema político. Hoy tenemos la certeza de que se ha abierto un nuevo escenario en el cual los niveles de organización, conciencia y movilización del pueblo y sus organizaciones aumentan. Pero sabemos también que en ningún caso estamos llegando al final de las grandes batallas que deberemos emprender para conseguir los cambios profundos que Chile y el mundo necesitan. Y por lo tanto, todos los aprendizajes acumulados históricamente y también en este período de movilizaciones, son cruciales a la hora de preparar las futuras luchas que nos esperan. Es preciso entonces observar las políticas represivas del Estado, analizarlas en su justa medida y sacar las lecciones necesarias. Y hoy ante el sentido común y la tergiversación difundida en los medios de información masivos, es que levantados las siguientes premisas: En primer lugar, la represión no es desplegada ante la violencia desatada sino que ante la lucha emprendida. No es a las acciones de violencia a lo cual el gobierno y la clase política le temen, sino al potencial movilizador de demandas tan profundas y sentidas que no son capaces de resolver sin traicionar sus propios intereses. La represión siempre ha sido una medida de fuerza ejercida por todos los Estados para mantener y/o instalar el sistema por ellos requerido. Esta

Por Carla Amtmann Miembro Universidad Popular de Valparaíso

premisa, demostrada históricamente en grandes masacres observadas en el siglo pasado, se ve hoy ratificada por el hecho de que Carabineros y las demás Instituciones que pueden realizar coerción, la aplican indiscriminadamente tanto en contra del pueblo movilizado por cursos pacíficos o más radicalizados. Históricamente, ante más lucha ha habido más represión. En segundo lugar, es preciso considerar que la violencia política popular es legítima, como respuesta a las agresiones recibidas y como método de autodefensa de las masas movilizadas. Sin embargo, dicha violencia legítima, no necesariamente es justificable y necesaria en toda circunstancia. Es preciso en este punto tener la claridad de juzgar cada forma de lucha en su contexto histórico, en su pertinencia política y sobre todo, en su legitimidad ante las masas, únicos jueces válidos en la lucha general de nuestro pueblo. En tercer lugar, nunca ni la represión del Estado ni la violencia política del pueblo serán los determinantes en la consecución de las conquistas populares. La fuerza central y por tanto garantía de triunfo, será siempre el más amplio y decidido apoyo y respaldo popular, la consciencia y claridad en las demandas y la consistencia y validez de la estrategia. Con estas afirmaciones, es necesario levantar dos tareas centrales. Por una parte el no perder jamás de vista la necesidad de que exista una preparación consciente y organizada para enfrentar periodos de álgidas movilizaciones donde la represión se desata. La espontaneidad sólo lleva al descalabro y ante las certezas de la historia es deber estar preparados. Por otra parte, es tarea también ampliar por todos los medios y formas el apoyo masivo del pueblo en su conjunto; toda lucha particular será derrotada, todo movimiento alejado del pueblo será neutralizado, cooptado o destruido. Para nosotros y para ellos los medios son Por la razón o la Fuerza, pero el triunfo no radica ni en la fuerza ni en la razón, sino que en la conciencia, movilización y organización de todo el pueblo, y he ahí la tarea de esta generación.


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Entrevista Sebastián Farfán Secretario General FEUV Mmiembro del colectivo Estudiantes Movilizados Los estudiantes universitarios y secundarios han marcado jornadas históricas de movilización que nos permiten afirmar que una nueva etapa política se está abriendo en nuestro país. Dicha fase debiera estar marcada por un fuerte ascenso de la organización y la movilización social y junto a ello, por el surgimiento de nuevos proyectos para Chile. Hoy, las fortalezas de dicho movimiento radican principalmente en su carácter nacional, su gran respaldo social, su masividad y lo categórico de sus demandas, siendo éstos, por su parte, pilares fundamentales de resguardar. Con estas preocupaciones y la necesidad crucial de escuchar a los compañeros y compañeras que han estado involucrados directamente en el movimiento, quienes han estado en las movilizaciones, en los plenos y consejos estudiantiles, en asambleas y reuniones y que han estado levantando con decisión y sin vacilaciones las demandas más sentidas por los estudiantes de Chile, es que realizamos una breve entrevista a Sebastián Farfán, Secretario General de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, miembro del colectivo Estudiantes Movilizados de la misma universidad y también parte de la Unión Nacional de Estudiantes, espacio que hoy está naciendo como impulso de las actuales movilizaciones. ¿En qué está hoy la CONFECH? En estos momentos nos encontramos discutiendo con las bases estudiantiles, las circunstancias o condiciones en las que llevaremos a cabo los encuentros con el Presidente Piñera. Asimismo, se han presentado distintas iniciativas que buscan llevar adelante nuestros planteamientos, y por tanto, estamos entrando a una etapa de importantes definiciones respecto de cómo conquistar la Educación Pública y Gratuita que demandamos y que el pueblo chileno en general exige. Es en ese marco que, además, se está trabajando un documento político-técnico, en conjunto diversos estudiantes e intelectuales del país, dirigido a plantear distintas alternativas que le dan sustento y denotan viabilidad a la demanda política central que esta movilización ha instalado, es decir, la Educación Pública Gratuita en donde el lucro no tenga cabida. El objeto de esto es desmitificar la supuesta imposibilidad de aplicar un sistema educacional con esas características generales aludiendo a la incapacidad económica del país para financiarla, y por el contrario, es reafirmar política y técnicamente que éste sí es posible y que,

Departamento de Comunicaciones Universidad Popular de Valparaíso

en consecuencia, está sujeto, desgraciadamente, a la voluntad que una “clase política” para nada representativa -y no así el pueblo-, pueda poseer para ello. Claro está que la voluntad queda también supeditada a los márgenes neoliberales que nuestro Estado le da a la ya mencionada casta. Sabemos que hace un tiempo diversos colectivos estudiantiles del país se encuentran trabajando en la conformación de un referente nacional, la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) ¿Podrías contarnos en qué está esta instancia, cuáles son sus objetivos y quiénes participan en ella? La UNE pretende ser -pues aún está en proceso de constitución- una asociación de diversos colectivos y organizaciones políticas locales que desarrollan trabajo universitario, y que mediante la unidad, y sin perder nuestras particularidades, apostamos a generar un referente universitario de carácter nacional que se presente como una alternativa política para la organización de los estudiantes, por fuera de los marcos, juventudes y partidos políticos


11 por fuera de los marcos, juventudes y partidos políticos tradicionales. De esta manera, se está propiciando un proceso de acercamientos y crecimientos entre todos aquellos espacios y compañeros que, adhiriendo a principios comunes, tengan la voluntad de organizarse y articularse en un nuevo espacio nacional para la juventud universitaria, que pueda incidir y disputar, siempre en el marco de desarrollo de un trabajo de masas o bases, en los espacios formales del movimiento y organización estudiantil con el objeto de hacerlos más democráticos y participativos, y de propiciar una creciente vinculación con el conjunto del campo popular. Hace algunos días, el sábado 20 de agosto, vivimos en Valparaíso la primera Asamblea Popular, una instancia donde los estudiantes participaron activamente, ¿Cómo es que surge esta idea y de qué modo evalúas esta primera jornada? La idea de la Asamblea Popular surge a partir de discusiones tanto en las bases como en las reuniones de la CONFECH, que buscaban ir implementando mayores acercamientos no sólo con las organizaciones sociales formalmente establecidas, sino que además, con el pueblo en general. La idea inicial fue entonces producir encuentros con ese pueblo para que mediante los mismos se pudiese compartir el conflicto estudiantil; y es precisamente en ese ejercicio, que el horizonte se eleva, y entonces se entiende como una oportunidad con mirada de largo aliento, de iniciar un proceso de discusiones sobre los distintos problemas que aquejan hoy a Chile, y de cómo éstos deben comenzar a enfrentarse y articularse en un trabajo de paulatina

reconstrucción del tejido social, y con ello, de poder popular. En ese contexto, si bien evalúo positivamente la instancia del 20 de agosto en Valparaíso, pienso que debe entenderse sólo como un momento inicial y que el desafío se encuentra ahora en ser capaces de llevar adelante este proceso en cada cerro, territorio, población, comuna, etc., para que así pueda dotarse del sentido político e histórico que se le quiere impregnar a dicha asamblea. Obviamente generando nuevas instancias generales que permitan profundizar lo discutido y planteado. Finalmente, ¿qué se espera del movimiento estudiantil para las próximas semanas? Por lo pronto que las movilizaciones continúen. El ánimo y disposición de los compañeros a nivel nacional están en esa línea, y es normal que así sea, pues si bien han existido respuestas en puntos, hoy considerados menores, pero desde una perspectiva histórica de las luchas anteriores muy importantes, aún no obtenemos claridades respecto de cómo implementar nuestra demanda central. Ahora bien, como ya mencionaba, estas semanas de septiembre van a estar marcadas por importantes definiciones, pues no puede ser de otra manera en el contexto de acercamientos con el Ejecutivo; acercamientos -importante señala- que no significan negociación alguna, al menos hasta que las bases así lo definan en su momento. En síntesis, en estas semanas estaremos activamente movilizados, discutiendo lo más democrática y participativamente posible y tomando las definiciones que el momento histórico y el pueblo chileno exigen de nosotros.

Aproximaciones a la Salud Pública

Por Esteban Hadjez Berríos Miembro de la Universidad Popular de Valparaíso

“… En esas condiciones, ¿Cómo es posible que la clase pobre pueda disfrutar de buena salud y vivir mucho tiempo? ¿Qué otra cosa puede esperarse sino una enorme mortalidad, epidemias permanentes, y un debilitamiento progresivo e ineluctable de la generación de los trabajadores?..” La situación de la clase obrera en Inglaterra Federico Engels

Desde fines del año pasado, la Universidad Popular de Valparaíso ha iniciado un proyecto de estudio e investigación en Salud Pública, desde una perspectiva crítica e histórica, orientada al servicio de la lucha de los trabajadores y el movimiento popular. Este proyecto surge desde la necesidad de comprender los procesos de Salud en el contexto de las luchas sociales, en aportar al diálogo de las organizaciones sindicales y poblacionales y en reivindicar el carácter de ciencia social de esta disciplina. En el siguiente texto, compartimos algunas reflexiones sobre la situación de Salud en nuestro país que hemos desarrollado en este espacio.

La Salud de los individuos y las comunidades está íntimamente relacionada con las estructuras económicas, políticas y sociales en las cuales se desarrollan. No es casualidad que la mortalidad perinatal (tiempo anterior o posterior al nacimiento del bebé) se relacione con la pobreza y la cesantía en las comunas de Santiago, que exista una alta prevalencia de silicosis y asbestosis en los trabajadores de la minería y construcción, o que la infección por VIH - SIDA afecte cada vez más a mujeres y adolescentes en nuestro país. Por lo tanto, la Salud Pública no puede ser comprendida si no se analizan las contradicciones de clase existentes en la sociedad capitalista; si no analizamos la distribución inequitativa de la riqueza, si no reconocemos que la Educación es un bien de


12 Tasa de mortalidad materna (cada 100.000 nacidos vivos) en Chile, entre 1960 y 2009 350,0 300,0 250,0 200,0 150,0 100,0 50,0 0,0 1960

1965

1970

1975

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

Fuente: Ministerio de Salud e Instituto Nacional de Estadísticas

clase existentes en la sociedad capitalista; si no analizamos la distribución inequitativa de la riqueza, si no reconocemos que la Educación es un bien de mercado que perpetúa la desigualdad. Si no examinamos las condiciones de trabajo de la clase obrera de nuestro país, entonces el estudio de la Salud Pública resulta un ejercicio descontextualizado, sin fundamento histórico y por lo tanto, sin posibilidad de transformación de la sociedad. Los grandes avances sanitarios del siglo XX en nuestro país, es decir, la reducción de la mortalidad materna e infantil (ver gráfico), la desnutrición y la erradicación de las epidemias de sarampión, tuberculosis y cólera, implicaron un posicionamiento ideológico, político y sanitario revolucionario, que se expresó, entre otros, en la creación en el año 1952, del Servicio Nacional de Salud, impulsado por el entonces Senador Salvador Allende Gossens. A diferencia de lo que el discurso hegemónico(1) en Salud afirma, que “la

evolución y situación de la salud en general es concordante con el mejoramiento paulatino de la situación social y económica del país, ocurrido en las últimas décadas […] El Estado y la sociedad en su conjunto han contribuido históricamente al mejoramiento del nivel de salud y de sus factores determinantes…”, los avances sanitarios en Chile no son el producto espontáneo del crecimiento económico del país, sino que son el resultado de momentos históricos bien definidos, caracterizados por la lucha de los trabajadores y del movimiento popular. El actual perfil de Salud en Chile se caracteriza por la aparición de nuevos problemas sanitarios, íntimamente ligados al capitalismo neoliberal: alta prevalencia de obesidad, diabetes y tabaquismo en la población general, además de la desigual distribución de problemas sanitarios ya existentes (proceso denominado transición epidemiológica). No podemos seguir revisando permanentemente los indicadores sanitarios de mortalidad materna e infantil, de esperanza de vida al nacer y compararnos con los otros países latinoamericanos. Tenemos un perfil de Salud distinto, que requiere de la construcción de nuevos indicadores sanitarios y de una comprensión profunda de la relación dialéctica entre la Salud y los determinantes económicos, políticos y sociales. Desde esta perspectiva crítica e histórica, es que la Universidad Popular de Valparaíso se ha atrevido a pensar la Salud Pública, como una ciencia social al servicio de los trabajadores y el campo popular. (1) El concepto de Hegemonía puede ser entendido como el “proceso de dirección político cultural de un segmento social sobre otro. Generalización de los valores culturales propios de una clase para el conjunto de la sociedad. Hegemonía = cultura, pero con el agregado de relaciones de dominación y de poder.” Kohan, Néstor. Aproximaciones al Marxismo. Ocean Sur, 2008.

III Encuentro Nacional de Consejos de Salud,Caldera Participación de Esteban Hadjez y Vania Cardenas


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Actividades Identidad, Memoria e Historia de la Población Indus Exposición Fotográfica

Sábado 10 de sept 17:00hrs Sede del Club Deportivo Social y Recreativo Cerro América, calle Álvaro Santa María s/n (esquina Agustín Edwards), Población Indus, Forestal, Viña del Mar

Comisión difusión USM ( Universidad federico Santa María)

Asamblea Popular Sábado 3 de Septiembre

15:00 hrs Casa Comunal Villa Berlín Los Lirios 74, Cerro Placeres, Valparaíso Taller de Historia Política Mesas de Discusión e integrantes del Seminario Democrático y Popular. “Chile después del Bicentenario: Un análisis Crítico”.

Lugar: Federación de Estudiantes Universidad de Valparaíso, Edwars # 648 (a pasos de la Plaza Victoria), Valparaíso. Sesión Inaugural: Jueves 1 de Septiembre 2011, 18:30 horas. Nombre: “Las explotaciones del sistema capitalista. Las clases sociales, la mujer y los recursos naturales” Sesión II: Viernes 9 de Septiembre, 18:30 hrs. Nombre:“La dominación Estatal. Represión y violencia política del movimiento popular y el caso del pueblo mapuche”. Sesión III: Viernes 23 de Septiembre, 18:30 hrs. Nombre: “Economía y política en Chile durante los últimos 20 años”. Sesión IV: Viernes 30 de Septiembre, 18:30 hrs. Nombre: “Construyendo un proyecto de transformación social para Chile. Aprendizaje, vigencia y caminos”.


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Asamblea Popular Por Eva Osorio Miembro Universidad de Valparaíso

El sábado 20 de agosto se realizó en el gimnasio de la PUCV la Asamblea Popular de Valparaíso, instancia que reunió a más de 600 personas –entre pobladores, trabajadores, estudiantes, padres y apoderados, tanto de bases como representantes- en una fructífera jornada de conversación respecto al movimiento social que hoy en día acapara la agenda política nacional. La Asamblea Popular de Valparaíso surge como una propuesta desde el movimiento estudiantil –respondiendo a la propuesta surgida en la CONFECH– con la intención de generar espacios de discusión abiertos a la población; como espacio de convergencia y reconocimiento entre diversos grupos, colectivos y personas; y que se proyectase como un espacio en que el pueblo debate sobre la realidad. La jornada comenzó temprano con la organización de 10 grupos de trabajo que tenían la tarea de discutir sobre tres temáticas: qué se espera del espacio y cuáles debiesen ser sus lineamientos; cómo aportar en la democratización de los espacios políticos; y finalmente qué transformaciones político-sociales vemos como necesarias ante el actual escenario nacional. A partir de esos ejes, la discusión dada en cada uno de los grupos –siempre en un contexto de respetopermitió un reconocimiento de quiénes éramos los participantes, qué posturas nos definían y cómo entendíamos el proceso que se vive. A nivel general se evidenció un gran entusiasmo por la iniciativa, pues se reconocía como falencia la atomización político-social hoy existente y la instancia de la Asamblea Popular fue vista como un primer paso hacia el proceso de reconstrucción del tejido social, profundamente dañado por los largos años de represión de la Dictadura de Pinochet y continuada durante los gobiernos de la Concertación. Como segundo elemento a destacar, está el reconocimiento hecho por los asistentes d e p ro y e c t a r t a n t o t e m p o ra l c o m o espacialmente la iniciativa de la Asamblea Popular, lo cual se explica también a partir del análisis anterior: es necesario seguir aunando demandas y propuestas, y para lograr eso, es

necesario que el pueblo se junte y debata. Con este análisis, se manifestó la voluntad de los asistentes de seguir participando de las asambleas, pero con el objetivo de masificarlas y replicarlas en diversos espacios: plazas, juntas vecinales, poblaciones, etc. El resto de la jornada estuvo marcado por el debate de propuestas en torno al conflicto estudiantil, recalcando la demanda por educación gratuita y de calidad, y resaltando la propuesta por la renacionalización del cobre o la posibilidad de un plebiscito y una asamblea constituyente. Todas estas ideas fueron parte de la larga conversación, que finalizó con una instancia de reunión de todos los grupos, quienes tuvieron la posibilidad de exponer los resultados de sus discusiones. Como Universidad Popular de Valparaíso tuvimos el agrado de participar en la organización de esta primera Asamblea Popular, que marcó un pequeño hito en el proceso de recomposición de las fuerzas sociales de la región al abrir un espacio de conocimiento, debate y de una incipiente reagrupación de las diversas demandas. La posibilidad de replicar la instancia de Asamblea Popular fuera de las murallas universitarias y a nivel nacional, junto con el trabajo y debate continuo, surgen como un profundo desafío por el cual apostamos. Creemos férreamente en la necesidad de ampliar los espacios de convergencia que permitan aunar las demandas que durante décadas se han alzado dispersas, y hoy en día es la Asamblea Popular el espacio que nos entrega las mayores posibilidades de realizarlo. El llamado es entonces a participar, a darse el tiempo de reunirse, conversar y acordar, porque necesitamos ahora, más que nunca, Unidad, Organización y Lucha.


ENTRETENIMIENTO "No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante." Ernesto “Che” Guevara

Sitios Interesantes de Visitar www.elciudadano.cl www.elmostrador.cl www.biobiochile.cl www.rebelion.org www.sindicatositeco.cl www.nuevagenda.cl www.cubadebate.cu www.archivochile.com www.tallerhistoriapoliticauv.blogspot.com www.lacorriente.cl www.estudiantesmovilizados.tk www.laotrausm.blogspot.com www.mancomunalvalpo.wordpress.com www.amauta.lahaine.org www.telesurtv.net

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