TRANSPARENCIAS 52

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Transparencias (Ciudad Juárez, Chih., México 1969), poeta transfronterizo. Recientemente Pecan Grove Press publicó la edición bilingüe de su Río vertebral/Vertebral River publicado originalmente en español en la colección Flor de Arena de la Universidad de Chihuahua en 2002. Libros anteriores: Ceremonial de viento/Ceremonial of Wind (2006), Santuarios desierto mar (2004), Lluvia de lunas (1999). Además coeditó la antología Canto a una ciudad en el desierto (2004), una denuncia poética contra el femicidio.

Ju a n

Ar m a n d o

R o j a s


INDICE DE AUTORES

número 52

T

ransparencias

Edita: A.T.T. Idea, Diseño y Dirección Antonio Torres Tripiana Redacción Luís Parra Montserrat Torres Martínez Guillermo de Jorge Antonio García Vargas Servicios Técnicos Jesús Criado Fernández Francisco Junquero Ufarte Recepción de Originales Tlf.: 617-42-11-17

D.L.: AL-285 / 2004 ISSN: 1699-3322

email:a.t.t@ono.com antonio.torres.tripiana@juntadeandalucia.es WEB:www.almeriavoz.com

FEBRERO/2010

LETICIA RAMONA GIMÉNEZ 18 FRANCISCO RUÍZ 18 A.T.T. (foto) 18 VÍCTOR MORATA CORTADO 19 INMACULADA MUÑOZ GONZÁLEZ 20 LIDIA PRADO 21 JOSÉ LARA RUÍZ 21 JOSÉ LUÍS MUÑOZ COLOMER 22-23 STELLA MANAUT 24 JOSÉ PÓMEZ 24-28 MARIANA TONIOLO 24 OLGA OROZCO 24 DARIO VILAS 25 ANDRÉS RUBIA 26 ANA AJMÁTOVA 26 ALFONSO LÓPEZ MARTÍNEZ 27 PABLO KERSZ 28 BLANCA ANDREU 29 MARIELA LOZA NIETO 30 EL CALERO 30 NOTICIAS CULTURALES 31-32-33-34-35

PAULO COELHO 2 JUANA CASTILLO ESCOBAR 3 MARÍA CRISTINA AZCONA 4 JOSÉ LARA RUÍZ 4 XENIA MORA 5 CONSTANTINO DÍAZ 6-7-8 PILAR QUIROSA-CHEYROUZE 9 BERN. MONTALBO 9 PATRICIA PÉREZ MADRID 9 PACO URRUTIA 10 LUÍS CAÑADAS 11 ANTONIO J. QUESADA 12 ANÓNIMOS 12 JUAN ARMANDO ROJAS 13 FRANKLIN BRIONES ALCÍVAR 14-15 SALVADOR MORENO VALENCIA 15 ANTONIO GARCÍA VARGAS 16 ANA FERNÁNDEZ MONTES 17 FEDERICO GARCÍA LORCA 17 JUAN A. LÓPEZ OLVERA 18 CLAUDIA PERALES 18 JUAN MANUEL MÉNDEZ 18

ISSN: (Internet) 1699-3772

LA VASIJA CON RAJADURAS Cuenta la leyenda india que un hombre transportaba agua todos los días a su aldea usando dos grandes vasijas, sujetas en las extremidades de un pedazo de madera que colocaba atravesado sobre sus espaldas. Una de las vasijas era más vieja que la otra, y tenía pequeñas rajaduras; cada vez que el hombre

aun sabiendo que aquellas rajaduras eran el fruto de mucho tiempo de trabajo. Estaba tan avergonzada que un día, mientras el hombre se preparaba para sacar agua del pozo, decidió hablar con él: -Quiero pedirte disculpas ya que, debido a mi largo uso, sólo consigues entregar la mitad de mi carga, y saciar la mitad de la sed que espera en tu casa. El hombre sonrió y le dijo: -Cuando regresemos, por favor observa cuidadosamente el camino. Así lo hizo. Y la vasija notó que, por el lado donde ella iba, crecían muchas flores y plantas. -¿Vés como la naturaleza es más bella en el lado que tú recorres? –comentó el hombre-. Siempre supe que tú tenías rajaduras, y resolví aprovechar este hecho. Sembré hortalizas, flores y legumbres, y tú las has regado siempre. Ya recogí muchas rosas para adornar mi casa, alimenté a mis hijos con lechuga, col y cebollas. Si tú no fueras como eres, ¿cómo podría haberlo hecho?

El editor/director, de esta publicación, se limita a recoger la opinión y contenidos de los Autores, por lo que no se hace responsable de los mismos.

recorría el camino hasta su casa, la mitad del agua se perdía. Durante dos años el hombre hizo el mismo trayecto. La vasija más joven estaba siempre muy orgullosa de su desempeño, y tenía la seguridad de que estaba a la altura de la misión para la cual había sido creada, mientras que la otra se moría de vergüenza por cumplir apenas la mitad de su tarea,

Revista de Literatura y 2-TRANSPARENCIAS

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"Todos nosotros, en algún momento, envejecemos y pasamos a tener otras cualidades. Es siempre posible aprovechar cada una de estas nuevas cualidades para obtener un buen resultado".

(Autor:

Paulo Coelho

Publicado en "El Semanal", nº 729.)

Dirección: Antonio Torres Tripiana

Febrero/2010


Juana Castillo Escobar Había comenzado a anochecer. Por momentos las nubes se teñían de tonos que iban del coral al violeta. Hiela. El otoño se ha presentado antes de tiempo y mucho más desapacible de lo habitual. Cuando el parque quedó vacío de los escasos niños que aún jugaban en él, Adán permaneció sentado en uno de los bancos de madera. Observa el entorno. Su entorno. Ahora lo envuelve un fantasmagórico silencio que él rompe con su voz entrecortada y gangosa: - Ya puedo acercarme hasta mi contenedor. Con parsimonia Adán se levanta del asiento. Camina encorvado y se acaricia las barbas. Sonríe mientras contempla como de las ramas, ya casi desnudas, se van desprendiendo las hojas secas. Enajenado baila con ellas que caen al suelo al compás de la música que les marca el viento. Este, al principio, es fina brisa; instantes después sopla con fuerza y barre, inmisericorde, el mullido y policromo tapiz que poco antes él mismo ayudó a formarse. Pero el cambio le viene muy bien a Adán pues las hojas están ahora amontonadas junto al contenedor, a su contenedor, en el que intenta encender una fogata. Encorvado sobre el fuego lo remueve con ramas secas que después echa en la hoguera. Las llamas, altas, hacen bailotear la sombra de su nariz prominente por toda su cara. Continúa sonriendo. A través de sus finos labios se adivinan unos dientes pequeños y amarillos de sarro. De improviso el sol cayó y todo quedó a oscuras.

OCASO Bueno, cinco, porque se acerca por ahí enfrente una vieja cargada con la casa a cuestas. Adán continúa con su tema: - Los he visto. Tal y como te veo a ti y a la sucia de tu novia… - No te consiento… - No me consientas lo que quieras, pero los he visto. Han salido de la hoguera para decirme que debo volver a casa y hacer valer mis derechos. Que todo esto es mío… Pero al escuchar los ladridos, de repente me han hecho burla y se han ido. - Joer…, y luego dicen que yo alucino cuando me meto un pico. Tío, tú no te quedas atrás. Estás peor que yo. Al decir esto Adán monta en cólera. Grita frenético: - Yo no estoy mal. No estoy loco como quieren hacerme creer mi padre, mi madrastra, médicos, enfermeras y, ahora, también vosotros. Los he visto… Si no me crees márchate a otro lado con tu novia y el sarnoso de tu perro. El fuego lo he encendido yo. Es mío. Largo. Largo. - Vale, tío, no avasalles, ya nos abrimos. ¡Que pases buena noche con la vieja, ah, y con los fantasmas! - ¡Yo no veo fantasmas, drogata de mierda! Han estado aquí. Juro que han estado aquí… - Nos largamos. Bajo los pinos pasaremos la noche. Vamos, Leo. Chiqui, muévete, nos fumaremos un par de porritos y a dormir en la gloria…

Un quejoso ladrido rompe el creciente silencio y hace que Adán se yerga y mire hacia atrás.

Leo, el perro cojo y matalón que acompaña a los recién llegados, se acerca a Adán con lentitud (hay que tener en cuenta, querido lector, que el animalito es cojo de la pata trasera izquierda, además de presentar múltiples heridas y bocados que luce su piel enferma por lo que, es obvio, su salud es más que precaria y no le permite, por tanto, correr). Como decía, Leo se acercó a Adán con lentitud y restregó su lomo, cariñoso, contra el viejo abrigo del primero. Este grita enloquecido:

Febrero/2010

- Yo los veo hace años. Antes no olía mal…, me bañaba todos los días…, me perfumaba…, gustaba a los hombres…, alternaba con ellos. ¿Sábes que fui famosa? - ¿Y a mí qué? Yo sólo sé que, cuando mi madre murió, comenzó mi fin. Primero dejé de hablar a todo el mundo. Luego llegaron mis amigos silenciosos… Mi padre se casó y vendió el parque, mi parque, el parque de mi madre, de mis abuelos… Porque este parque es mío, era mi herencia… Pero yo veía y hablaba con mis amigos silenciosos. Ellos me aconsejaban… Y asusté a mi madrastra. Ella consiguió encerrarme y yo me escapé… - Te entiendo. Yo también viví bien... Fui una famosa artista de varietés. La vieja ríe. Tras decir esto alza los brazos y baila; intenta que sus movimientos sean sensuales pero resultan patéticos. Fatigada continúa su explicación: - Dilapidé verdaderas fortunas en noches de excesos… Ah. Ah. El asma no me deja hablar. Me acurrucaré en este banco, junto a tu fuego… Muchacho, no me gusta dormir sola… Pasaremos la noche en compañía… Si te apetece un trago de aguardiente…, no es coñac francés, pero entona los huesos y me ayuda a conciliar el sueño, a soñar…

Adán continúa de pie, junto a su fuego. Habla solo. Está decidido: con las primeras luces del día regresará a casa junto con sus amigos los fantasmas, ellos le apoyarán y le servirán de guía ante la intransigencia de los suyos.

Uno de los recién llegados silba y Leo deja sus carantoñas para otro momento.

- ¿Quiénes han desaparecido, tío? Aquí sólo estamos nosotros cuatro.

- ¡Déjame en paz, vieja! Hueles mal.

Las farolas hace tiempo que alumbran los rincones más alejados del parque. Despiden una luz amarillenta que alarga los volúmenes y los vuelve indefinidos. La laguna, situada en el centro del jardín, despide aromas a humedad y yerba recién cortada, de ella se desprende una débil neblina.

- ¡Quitarme esta bestia sarnosa de encima o lo aso para la cena!

- Estaban aquí. Hace un momento estaban aquí mismo. Los habéis asustado y han desaparecido.

- ¿Tú también ves apariciones en el fuego?

- Dejo que te quedes, vieja, con una condición: siéntate de forma que el viento no traiga tus hedores hasta mi nariz. Yo charlaré con mis amigos silenciosos, por eso no quiero aguardiente, deseo estar lúcido durante nuestra reunión. Quizá mañana regrese a casa en busca de lo que me pertenece…

- ¡Ya vienen estos apestados! ¿Acaso no saben que el parque es mío? ¿Qué es propiedad familiar?… Y, como siempre, querrán calentarse en mi fogata.

Se trata de una pareja de unos veinticinco años, tal vez menos, de mugrosos drogadictos. Caminan hasta el contenedor y saludan a Adán. Éste no se digna a levantar la vista. Mueve la cabeza de uno a otro lado. Ha dejado de sonreír. De repente exclama:

instantes, alarga unas manos artríticas y renegridas sobre el fuego, luego las restriega para, un poco después, recorrer con ellas su cara tan arrugada como una pasa. Con ojos vidriosos y voz aguardentosa se dirige a Adán:

- No, en la gloria no, en mi parque. - ¡Que te den, loco de mierda! El viento arrecia. Las ramas, como brazos nudosos, entrechocan. La batalla ha comenzado. La mendiga, una mujer de edad indefinible, casi calva y desdentada, se acerca hasta el contenedor; empuja un carro de hipermercado en el que van todas sus pertenencias. Después de titubear unos

La pareja de drogadictos, fuertemente abrazados, duerme bajo los pinos. Leo, el perro sarnoso, descansa a su lado hecho un ovillo. Mañana, así lo han decidido ellos también, regresarán a su barrio, en él tienen amigos y una chabola en la que guarecerse del relente de la noche. La niebla se va espesando y el frío se hace cada vez más intenso. La vieja, a pesar de llevar falda sobre falda, sonríe al escapársele el último aliento de vida perseguido por un soplo de viento. TRANSPARENCIAS-3


Inter Espiritual Niveles sub labiales recónditos, Estrambóticos ámbitos virtuales. Códigos de soslayo imponderables Sutiles aleteos, símbolos intangibles. Vestigio cimbrea sortilegios magos. Alma indecible amaga el habla imperceptible. Taumaturgia elude el óbice corpóreo. Escaleras de caracol de mármol ilusorio. Preludio sutil, inviolable, dúctil. Cristal de beatitud inter- espiritual Sublime instante amable de paz universal.

Inter-spiritual Recondite sub labial levels Virtual ambits beyond belief Imponderable codes in oblique Soft wing folds, intangible symbols Vestige agitates magic sortileges. Unspeakably soul starts imperceptible speak. Thaumaturgy eludes corporeal obstacle. Caracole stairs made of illusory marble. Soft, inviolable, ductile prelude A crystal of inter spiritual beatitude Sublime instant of universal peace

"Vasco argentino" de su libro MUNDO POSMODERNO

El agro se esfera, esmeralda del agro... en los ojos preclaros del abuelo vasco. La boina es al sesgo, las cejas son pueblo, ideas rectas planean milagros. Severa figura de porte fornido, las manos, acero, el corazón, estío. Temperamento de estirpe tribal. Guerrero en la vida, referente en el hogar. Un día, blandiendo designios partió aquella nave. Estrella nativa colmó sus anhelos con brillo tan suave. Hoy crece aquí, valiente y sincera, la flor de raíces criolla y euskera. Familia y trabajo es el norte. Es férreo su temple y mismo es el porte. Pasado, presente y futuro destino. Abuelo que alienta en la sangre del vasco argentino.

por

María Cristina Azcona

LA MEMORIA Y LOS DÍAS ¿Dónde fueron mis cantares, mis amores y sus gozos, tantas risas y alborozos, tantas dichas y pesares?

Y mis juegos infantiles, y mis sueños juveniles, y mis locos años mozos con entuertos y alborozos.

¿Dónde fueron mis pasiones, mis sueños y mis anhelos, las lágrimas en los duelos y mis grandes ambiciones?

Y lo que han visto mis ojos y han oído mis oídos, y los días ya vividos, que son verdad y no antojos?.

¿Adónde se fue mi dama, su lozanía y su amor, y su fortuna y su fama, su recato y su pudor su belleza deseada, sus susurros y caricias, sus mimos y sus delicias, y su alma enamorada?

¿Dónde fue mi sentimiento y mi forma de callar y mi manera de hablar y mi iluso pensamiento? ¿Dónde fue aquel desvivirse y aquel largo no vivir, y las ansias de vivir y el pánico de morirse?

¿Dónde se fue la elegancia, la ternura de mi madre; la voluntad, la constancia, la experiencia de mi padre?

¿Dónde se fue tanta gloria, tanta alegría y hastío?. Sólo queda la memoria de un pasado ya vacío.

¿Dónde fueron los consejos excelentes que me dieron -yo joven mas ellos viejosy todo el bien que me hicieron?.

¿Dónde se fue la belleza y la gracia y la sonrisa, y mi asombro y mi pureza?

¿Adónde se van los muertos, su mentira y su verdad, sus errores, sus aciertos, sus deseos, su caridad?.

¡Todo se fue tan deprisa!. Disfrutemos lo presente, ahora que estamos aquí, que siempre no será así, y amemos más a la gente.

¿Dónde se fueron los días y lo que más detestaba y aquello que más deseaba y lo que yo más quería?.

Si toca morir, muramos, cuando hayamos de morir.

¿Dónde aquella primavera, con trinos de ruiseñores, las fragancias de las flores que antaño tanto yo oliera.

Si toca vivir, ¡vivamos mientras nos toque vivir!. De una forma vigilante,

Y las mañanas de abril con su dulce despertar y aquel azul tan añil del cielo sobre la mar

Presentes en el sosiego lúcido, en cada instante, En la alegría el juego de vivir de al manera que sublime ya lo vivo,

Y los días de verano con la siega y la calor y mi primer desamor con su sufrir, ahora vano.

En la paz que nos libera de caer en lo excesivo.

Y aquel paisaje otoñal con sus múltiples colores, sus murmullos y rumores de hermosura sin igual.

Lucidez de la alegría de vivir en los sentidos conscientes de lo vivido,

Y aquellas noches de invierno, con su nieve y sus heladas, y aquel febrero tan tierno, regresando a mi morada.

A la clara luz del día. Ascesis que vivifica, que optimiza lo querido con gozo que cualifica,

Y aquellos atardeceres y aquellos bellos albores, y aquellos caros quehaceres, con desvelos y temores?

Dando a la vida sentido. atentos con tal pasión.

¿Dónde fue mi valentía, mi destreza, mi afición, mi gracia y mi ironía, mi bondad y mi obsesión, mis dudas, mis devaneos, mis derrotas y conquistas, con sus charlas y paseos y aquellos puntos de vista?.

Atentos con tal pasión como quien pone su alma en lo sensible, y en calma degusta la sensación entregado por entero en el acto de sentir que revela el verdadero interior del existir.

¿Dónde se fue mi poder y aquella maledicencia? 4-TRANSPARENCIAS

¿Dónde se fue mi inocencia y aquella forma de ser.

por

José Lara Ruíz Febrero/2010


XENIA MORA RUCABADO ÚLTIMO HÁLITO La infinitud del universo me acompaña: aunque sienta esquirlas en mi cosmos, mi verso aletee ya sin voz y mis cantos sean gemidos de gorrión resistiré el hielo del silencio. La infinitud del universo me acompaña: aunque me zambulla el dolor hasta los huesos y el espejo de la vida me deje sin rostro sin el manantial de una mano amiga resucitaré las hojas muertas. Caminaré y caminaré hasta que salga el sol: aunque sienta mis huellas en un hálito y un cabestrillo sostenga mi cuerpo aun así me mantendré de pié porque estaré arrullando a mis pájaros.

anhelando tu sosiego y torna pronto ribera de mi espalda que está tiritando ausencia.

VERSOS EN GARÚA Silencian los versos en garúa quedando ateridos los verbos aulla la rosa su herida último mendrugo de luna. Atraviesa el hielo sus latidos las esquirlas desfiguran su faz se expande un perfume y agoniza el poema en la grieta del sueño.

Así atizas tu sueño día a día e ilumina tus ojos una sonrisa.

Semilla a la deriva estepa sin dueño añejando tiempo enraizada al suelo espera en calma: predestinada. Recuerdo, pared, sombra, rostro y manos alucinadas, bocas que se beben la vida en un sorbo. Dos miradas proyectan los ardores del cenit, colores indelebles gravitan hábitat de una piel. Embriagada de luz difusa abro las ventanas y penetra en mi , muy suavemente el elíxir más exquisito del vino de a dos.

RENACERME

REVERDECERÉ LA HIERBA

Fui sepultada viva por una mano sutil que ahogó mis sueños. Emerjo de las sombras cementerio de mi tristeza. Elevo los brazos busco una luz arrastro cadenas de pájara herida. Tengo que renacerme me estoy pariendo desde la cuna de mi útero duelo, crujo y sangro. El mal abrigo tirita mi ser aún así; desnuda en soledad -canto con orgullo mi nombre-.

Raída incertidumbre del madero de mi cruz. Si no lleva candados: -¿Por qué no arranco de cuajo estos clavos que mi mano atrapan? Si nadie escucha el clamor de mi pecho: -¿Por qué insisto en sangrar las venas del alma? Si en vano intento encerrar la verdad del viento en un abrazo solitario entre las sombras. -¿Por qué no dejo en libertad el alegre batir de mis alas y les abro las puertas desde adentro de mi ser? Expandiré una luz tan grande que reverdeceré la hierba y soltaré a volar a la calandria que habita en mí.

EQUILIBRISTA DEL SENTIMIENTO Equilibrista de tu nostalgia y tu alegría, entrelazas las mareas y la calma en la espera de llegar a tu puerto y nutrirte de arpegios en conciertos. Separas el cuerpo del dolor de distancia: palmeras, ríos y tardes con paredes vestidas de esmeraldas. Separas de tu mente el ansia y el lamento, aunque insistan en las rutas de tu memoria. Adormeces en el crepúsculo la espera del alma, mientras sueñas con el albur de chapotear descalza, Sueñas con aquella lluvia y con recostarte sobre la hierba.

DIBUJAN MIS OJOS TU ROSTRO Dibujan mis ojos tu rostro en la última luz de la tarde. Voy con mis pies descalzos sangrando esquirlas de congoja. Me estremece la duda desde el pedregal del río, añoro la caricia de los sauces vastedad de tus manos puras. Se humedece el jazmín de mis versos sin poder encontrar tu huella. Un tristísimo presagio me espanta y aquieta mis latidos. Solaz de mi vida, en tu arbolar acúname que soy hoja a la deriva Febrero/2010

LA HERIDA Gravita mi esencia peregrina latitud de ojos en lontananza . Sola, en silente ceremonia de dolor mutuo en desgarro mis huesos y desangra lentamente la herida mezcla de estupor, sangre y tu engaño. Transcurro el tiempo del cáliz impuesto por mi propia mano. Te entregué hasta la piel del alma con lirios que rebalsaban de mis manos. Quise aferrarme a tu ramaje pero tú quebraste mis alas . Hoy, que aprisiono el dolor en estos versos me diluvian los brazos extendidos y llaga el clamor de mi pecho contemplando mi muerte en tu partida.

TRANSPARENCIAS-5


Constantino Díaz 1.- Introducción.El conjunto de poetas que se escalonan de Salinas -nacido en 1891- a Altolaguirre -nacido en 1905- ha recibido varios nombres. El más desafortunado de ellos es el de "Generación de la Dictadura", con la que estos poetas no tuvieron nada que ver o de la que discreparon ideológicamente. "Generación de la REVISTA DE OCCIDENTE -otra denominación- estaría más justificada, tanto porque en dicha revista se dieron a conocer algunos de estos poetas como por la influencia que el director de la misma, Ortega y Gasset, ejerció sobre ellos. "Nietos del 98" es un tercer nombre, aceptable hasta cierto punto, aunque todos se sienten poco ligados a Unamuno y Antonio Machado, máximos líricos de tal generación, cuyos afanes sociales les fueron ajenos. Preferimos, pues, a las expresiones citadas la de "GENERACIÓN DEL 27". Luís Cernada llama a este grupo "Generación de 1925", por representar ese año un término medio en la aparición de los primeros libros de sus autores: del "Libro de poemas" de García Lorca (1921), a "Cántico" de Jorge Guillén (1928). Quedan excluidos Domenchina, que, aunque 6 años más joven que Salinas, se anticipa con su libro "Del poema eterno" (1917), y Gerardo Diego: "Romancero de la novia" (l920). Pero, fecha aparte, ¿fórman estos poetas una "generación"?. Nos parece que no, si usamos esta palabra con el mínimo rigor historiográfico que posee. No sólo los catorce años que separan el nacimiento de Pedro Salinas del de Manuel Altolaguirre son muchos, sino que no hay entre ellos un poeta que pueda ser considerado jefe espiritual de todos. Su mentor es Juan Ramón Jiménez, nacido en 1881 y que pertenece a la que Eugenio D'Ors llamó "Generación novecentista". Fuera de la poesía, los inspiradores de este grupo son otro novecentista, el citado Ortega y Gasset (nacido en 1883) y Ramón Gómez de la Serna (nacido en 1888). Obsérvese que, por la edad, Salinas está mucho más cerca de este autor, y aún de Ortega y Juan Ramón Jiménez, que de Altolaguirre. Téngase en cuenta, por otra parte, que en la época en que escriben dichos poetas la evolución literaria es muy rápida, por lo que pueden bastar unos años para que se produzca un cambio de clima. Es lo que, de hecho, ocurrió, y no es así extraño que L. Cernuda estime que " Salinas, lo mismo que J. Guillén, es más bien poeta de transición" con respecto a sí mismos: tanto ha cambiado el modo de entender y hacer poesía en el curso de las últimas cuatro décadas. En

efecto, comparando el primero y el postrer libro de cualquiera de ellos, podría dudarse que fueran obra de un mismo autor. No digamos si la comparación se hiciese con Gerardo Diego o Rafael Alberti, que son los que más se han dejado ganar, a lo largo del tiempo, por las distintas solicitaciones de cada momento. La nómina del grupo la formó Gerardo Diego en su "Antología" de 1932, y para tan temprana fecha la selección, además de justa, ha resultado profética. Los poetas de esta generación -y sus antecesores, de Unamuno a Juan Ramón Jiménez- constituyen un plantel de tal fuste que la crítica ha hablado de un "nuevo siglo de oro" de la poesía española. No es, desde luego, frecuente la aparición coetánea de tantas figuras importantes, todas con voz propia. Porque la afinidad generacional y, dentro de ella, la curiosa bipolaridad muchas veces señalada (Salinas-Guillén, Lorca-Alberti, Aleixandre-Cernuda, Prados-Altolaguirre) es secundaria. Lo destacable es la personalidad de cada uno de estos poetas. El grupo de 1927 aparece como consecuencia de una doble situación históricoliteraria, la española y la europea, hacia 1920. En esa fecha, el Modernismo, que nunca tuvo en España la importancia que suele dársele, estaba definitivamente superado. Sólo siguen cultivándolo algunos poetas -los "posmodernistas"- que no están a la altura de los tiempos. En su mismo momento de sazón, el Modernismo no había atraído profundamente a ningún gran poeta -excepto Manuel Machado y Francisco Villaespesa- ni a Antonio Machado, ni a Unamuno, ni a Juan Ramón Jiménez. Este último, sobre todo, se siente pronto impulsado por un afán innovador que lo convierte en el inmediato maestro de la llamada "Generación del 27". Junto a este magisterio está el de Ramón Gómez de la Serna. Si el famoso autor de "Platero y yo" bebió en fuentes extranjeras, que a través de él influyeron en sus seguidores, el inventor de las "Greguerías" fue uno de los primeros autores que en Europa, no sólo en España, practicaron el arte de vanguardia. De otro lado, lo mismo que Juan Ramón Jiménez que González de la Serna deben mucho a la tradición literaria española, con lo cual la nueva poesía que trae consigo la generación de 1927, aunque en conexión y con dependencia respecto a Europa, toma rumbos propios. España se comporta en esta coyuntura como en tantas otras de su historia: sin extremar la posición novedosa, conjugando tradición y revolución, desarrollándose a su modo, aunque el impulso inicial venga, en parte, de fue-

ra. En Europa, en Francia sobre todo, soplan aires nuevos. La expresión arte de "vanguardista" expresa bien la actitud combativa de sus corifeos. Históricamente, la literatura de vanguardia es la que corresponde a la posguerra que siguió a 1918, aunque algún movimiento, como el futurismo o el cubismo, sea inmediatamente anterior. Durante unos diez años, el viejo continente disfruta, como suele ocurrir tras los grandes conflictos bélicos, una visible prosperidad y reina el optimismo. Se siente el deseo de olvidar los horrores pasados y se práctica una literatura de "evasión". Estamos en el momento de lo que Ortega y Gaste llamó" la deshumanización del arte”. El clima es semejante en España, que había permanecido neutral en la contienda europea. Los poetas más representativos de la llamada "Generación del 27" son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Juan José Domenchina, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Luís Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, José María Hinojosa Lasarte, Concha Méndez, Rosa Chacel, Ernestina Champurcina, Fernando Villalón, Juan Rejano, etc..........

2.- El flamenco en la Generación del 27 Es difícil comprender que significó el arte flamenco en la Generación del 27, sin echar antes una mirada retrospectiva a poetas anteriores. Miguel de Cervantes (1547-1616) fue pionero en el conocimiento del mundo gitano, y el primero que habla de Villancicos, Romances, Zarabandas y Seguidillas. Le seguirán Lope de Vega, Luís de Góngora, José Cadalso Vázquez, Gustavo Adolfo Bécquer, Cecilia Böll de Faber "Fernán Caballero", don Juan Valera, Demófilo y algunos de la Generación del 98, que por lo general, fue antiflamenquista. Manuel Machado fue el primero que confió sus creaciones poéticas a los cantaores, a la gente del pueblo. "Lo jondo" fue el elemento fundamentalísimo de su forma de ser y ver el mundo. De Manolo Machado veneran los "Poetas del 27", cuando ellos mismos ven los valores poéticos y culturales de las coplas flamencas. José Moreno Villa (Málaga, 1887-México, 1955) estaba en esta misma línea, al decirnos: “...Yo no creo que sin Manolo Machado hubieran conseguido Lorca y Albeé la desenvoltura y la emoción gitana que consiguieron. Otro puntal será su hermano Antonio, que recibió influencias de Salvador Rueda, profundo conocedor del mundo flamenco". (continúa en página 7)

CANTE Y POESÍA

El flamenco en los poetas del 27 6-TRANSPARENCIAS

Febrero/2010


Constantino Díaz históricas inmediatas se clavan en Manuel Machado. Apenas diez años median entre la publicación de "CANTE HONDO" (1912) del poeta sevillano y la composición del "POEMA DEL GANTE JONDO" (1921) de Federico García Lorca.

(viene de página 6)

El flamenco ya no es simple referencia a lo eternamente andaluz, sino vehículo de valores poéticos, culturales y sociales. Y esto es lo que distingue, al tiempo que los dignifica, a los Poetas del 27. El con-

Manuel Machado

A partir de Manuel Machado, el flamenco seguirá otros caminos: el vernaculista y el neopopularista, según don Anselmo González Climent, con algún que otro poeta ocupando zonas intermedias: Josa Moreno Villa. Será el neopopularismo el que marque más flamencamente a los Poetas del 27 por su carácter eminentemente andaluz, y porque en ningún otro folklore se dan las posibilidades estéticas en relación con los nuevos postulados literarios. Este neopopularismo, sin abandonar lo ya adquirido por la nueva lírica, conformado también de copla y música sería guía y norte de los poetas que saben qué significa, ónticamente, "el ser andaluz". El neopopularismo fue una salvación, ciertamente, temática y una brillante ocasión de empleo para las corrientes de vanguardia, pero sin olvidar que sus raíces

flamenco no fue un capricho generacional, sino una estrecha vinculación entre una poesía sin claro destino temático y un campo tan sorprendente y enigmático, en formas y contenidos, como es el flamenco, que sedujo plenamente a los Poetas del 27. Y muchos de ellos fueron amigos entrañables de los toreros, bailaores, guitarristas y cantaores de la época. No obstante, hubo críticos que negarían la trayectoria de este movimiento poético, y muy especialmente su expresión flamenca. Normal, por otra parte, en todo movimiento histórico y literario. Los poetas del 27, andaluces o no, supieron ahondar en la verdad de "lo flamenco" reivindicando el flamenquismo que dio, generosamente, don Manuel Machado y culminándolo con la genial veta lírica de Lorca, quien llegó a la forma íntima de "lo flamenco", como diría Dámaso Alonso. Y esto se dio porque Lorca miró dentro y fuera del cante, y nada le pareció -dijo Anselmo González Climent en su "Flamencología"- inútil para ahondar sus sugestiones y enriquecer sus asociaciones con lo que no es cante.

García Lorca

cepto "flamenco" no será restringido, sino multiforme; lo que les llevó a combinar las formas de vanguardia con las mismas formas populares, de manera que el "flamenquismo "que no era algo circunstancial en nuestros poetas. No haya duda, pues, en decir que el

Porque Lorca, así lo creo yo como aficionado al cante, fue, más que al cante por el cante, a la más escondida galería de lo flamenco, hurgando su razón existencial. El sentido poético y cultural de esta brillante "Generación del 27" se ha ido extendiendo a lo largo del tiempo en los poetas continuadores: José Luís Tejada, Ricardo Molina, Rafael Montesinos, Antonio Murciano, Aquilino Duque, Manuel Ríos Ruiz, etc., etc..........

*************************************************************** SOLEARES: Gerardo Diego

TIENTOS: F. García Lorca

Desde que te conocí (bis) nunca tan lejos te viera nunca tan cerca te vi. Soleá de los espejos (ay) que si cerca que si lejos que si lejos que si cerca válgame Dios compañera que si lejos que si cerca. Me arranco por soleares tengo soleá de tí pero tu ni te compares (bis) compañera de mi alma pero tú ni te compares.

El Río Guadalquivir (bis) va entre naranjos y olivos los dos ríos de Granada Bajan de la nieve al Trigo (bis) Ay amor.

Para ver bien como eras me fuí a la costa brava y eras como yo te quise como yo te imaginaba (bis). Y el cantar ya es compañía (bis) se rompen todos los ejes y era tu voz la que yo oía. .

Tiene las barbas granates el río Guadalquivir tiene las barbas granates los dos ríos de Granada . uno llanto y otro sangre (Ay amor...). Para los barcos veleros Sevilla tiene un camino (bis) por los ríos de Granada sólo reinan los suspiros (bis) (Ay amor). Guadalquivir alta torre viento por los naranjales Darro y Genil torrecillas. Muerta sobré los estanques. (Ay amor...).

VERDIALES: J. B: Manuel Altolaguirre Sólo sé que estoy en mí y nunca sabré quien soy sólo se que estoy en mí tampoco se donde voy y hasta cuando estaré aquí y hasta cuando estaré aquí.

VERDIALES: Juan Breva Vestido con vida o muerte o desnudo sin morir. Vestido con vida o muerte en los muros de este fuerte castillo de mi vivir (bis). No se que causa espera ni la libertad que ansió no sé que causa me espera ni a que sueño irá al rió de mi alma cuando muera (bis). (continúa en página 8)

CANTE Y POESÍA

El flamenco en los poetas del 27 Febrero/2010

TRANSPARENCIAS-7


Constantino Díaz (viene de página 7)

CANTES MINEROS: José Mª Hinojosa Ay a tu vera siempre que estoy a tu vera siento correr la alegría eres sangre de mis venas y pienso que ya no eres mía cuando te tengo a ni vera. Florece la primavera siento que cuando me miras florece la primavera y pienso perder la vida cuando de mi te alejas pero eres mi alegría y pena.

yo quisiera subir ay, ay... quisiera subir a cojer aceitunas (bis) como luna de miel... Albolito del campo lo riega el roció como yo riego, la tierra de tu calle con el llanto mío.

Yo creí que la puerta estrecha del alma pero ya no tenía que entrar en ella. Me quedé por siempre sentao en la paga (bis) libre de tu alma alma de gitana (bis). Ay gitanilla cantar y bailar Tonás, Corríos y Alboreá (bis).

VICENTE ALEIXANDRE

FERNANDO VILLALÓN

Con tu dos perras podencas y tu urona en el cestillo con tus dos perras podencas tu busca de siete cuartas su cuando y su capotillo tu bichero en el cinto. No le tires a la perdiz que tiene en el cardo el nío no le tires a la perdiz, tírale a los conejos que se están comiendo el trigo y a la liebre en el entisco. Tira la escopeta al monte y esconde bien el cestillo tira la escopeta al monte y silva a la perra que venga y siéntate en el camino que ya oigo del caballo su relincho.

MALAGUEÑAS: Rafael Alberti PETENERAS: Jorge Guillén Cante jondo cante jondo, (bis) un ay, se aleja y esconde con el alma le respondo a donde vas a donde, cante jondo cante jondo que te alejas que te escondes. RAFAEL ALBERTI

Ay lo que más quería ya se la llevan de España (ay) era lo que más quería Adiós murallas de Ardales Ay, Corona de Andalucía campanario de mi Cádiz (bis) Ay, que dolor tanto quería La que tanto quería (ay).

SERRANA: Juan Rejano Ay, a la sierra del Miño a la sierra del Miño (bis)

LIVIANAS: Vicente Aleixandre

FANDANGOS DE HUELVA: Fernando Villalón

ALBOREÁ: Pedro Salinas El alma tu tenias tan clara y abierta pero yo nunca pude entrar en ella (bis). Tú por los atajos estrechos los pasos altos y difíciles y tu alma se iba por esos caminos caminos anchos.

ni hasta donde he de seguir (bis) ni escondío en mi alma estoy yo para no sentir la muerte que me amenaza.

La voz a campo traviesa. Ay, la voz a campo traviesa, que el mundo ya no es redondo de lamentarse no cesa, madre de mi corazón por un campo nunca verde (bis) que se quiebra, que se pierde.

RONDEÑAS: Emilio Prados Ando y ando perseguío sin saber que me persiguen (bis) nada pregunto ni espero que nadie pueda decirme que camino es el que quiero. No se lo que me acompaña

Este valle y su cuenca (ay) abre entre lomas (bis) verde son con el alba, en las frescas horas. El valle resonante (ay) donde están todas las voces del día graves y redonda. Y entre la limba de la fresca hora las voces agudas se calan y se mojan.

POLO: Concha Méndez Que me pongan en la frente una completa oración (bis) y me nombre capitana, de una nave sin timón. Por los mares quiero ir (apolá) corriendo entre sur y norte porque yo quiero vivir sin leyes ni pasaporte (bis).

TONÁS: Luís Cernuda

LUÍS CERNUDA

Ay Tierra. Dolor y muerte en vano es el destino junto a las aguas revueltas sueño y pienso, que vivo. Ay el tiempo... en las estrellas desterrada la historia, del cuerpo que se adolmece aguardando su aurora.

CANTE Y POESÍA

El flamenco en los poetas del 27 8-TRANSPARENCIAS

Febrero/2010


PLIEGO DE DESCARGO Del libro, “El Lenguaje de la Hidra”

Pregúntate cuántos pétalos deshojaste para cubrir les expectativas y las vanas apariencias.

la indecisión masiva, de una sala del café. Apurando el último sorbo, te marchas con el sabor de haber sabido expectante, cuestionar la timidez en un absurdo instante, no han controlado una vez y allí estas intrigada, en la barra del placer. por

BERN. MONTALBO

Cuántos días navegaste insomne y las horas esquemáticas que nutrieron los momentos de luz. Considera si tan livianamente confundes holgadas realidades e impías derrotas cuántas dudas y qué horizontes estallaron en las fauces del camino. Y si andando la vida en la improbable gestión de amar haces balance -por aquello de las deudas contraídasentre el Debe y el Haber, tendrían que existir -querido amigo míoprecisos y necesarios reajustes.

Pilar Quirosa-Cheyrouze PATRICIA PÉREZ MADRID Violación en casa TU Estoy envuelta en rencores aludiéndome en jirones como plumas de algodón. Mujer que tu has conocido, estuvo hablando contigo, y muy cerca de ti supiste por ella misma, aunque sin querer oír. Que a pesar de tus temores, quiso sacar sin fin. De algún sentimiento visible, surgiera aún sin herir.

El alcohol de su aliento, le reventó en el rostro. La tomó por los pelos, la arrastró hasta la cama. Sumisa, evitando los golpes, fue ultrajada. Se deslizó bajo el cuerpo adormilado.

SILENCIO Has cambiado tu poema, has encontrado tu calma. Esas cosas que exasperan, que olvidarlas quisieras, cuando tan fuerte te agarran. Era la frase indicada, que impaciente esperabas. ¡Disfrutas de nuevo! Recuperas el sentido, y vas marcando distancias. Ellas son las que te hieren, sin precisión en el alma encerrándote en ti mismo, vuelves a estar contigo, con tu yo, lo mimas con cariño, es de ti, lo más digno.

PALABRAS Me quedan sólo tus letras, no quiero leer sus palabras compones frases que hieren, llegando cargadas y amargas. Reiterado desafío, quiero, permanecer al alba. En cualquier noche tranquila, de esas que soplan calma. Y, cuando luce el primer rayo, sigo aludiendo palabras, de esas que ni el alba admite, porque les falta el sosiego. Te niegas mirar al alba.

OBSERVAR

Fue a su cocina, tomó un cuchillo y s lo enterró en su espalda.

Ser mujer No tengo un pene como el tuyo. Ni millones de espermios en mi cuenta corriente. Esto no me inhibe de votar asistir a la universidad y menos ocupar cargos públicos. Si elijo ser madre, es tan difícil tener tiempo para crecer y desarrollarme, oportunidad para estudiar y un salario igualitario. No tengo un pene como el tuyo. Sólo un vientre cálido y fecundo. Ni millones de espermios.

Hay absurdas percepciones, intentando no temer, no piensas, actúas, controlas, lo que a ellos no importa, se abandonan sin saber, llevados por la ironía, por ese maldito estrés. Desde la distancia, fija, disfrutas porque controlas Febrero/2010

Sólo un óvulo, un mundo.

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Paco Urrutia - LETRAS PARA CANTES De los atochares se escapa la alondra pá los olivares. Yo bebí de tus manos agua del río y entre redes de amores quedé prendió. Este amor, recién nació, en la cuna de tus manos tengo que verlo creció. Entre las hojas verdes de un olivico brotan lágrimas negras por Federico. Entre la noche, lloraba, una estrellita perdía y al llegar la luz del día su lagrimita quedaba sobre una rosa dormía. (Premio internacional de Letras Flamencas - La Unión 2.OO3 )

JINETE SIN MONTURA (del libro " Gotas de rocío)

Voy con prisa, por el mundo que me arrastra, entre adioses de improvisadas sonrisas. Voy de prisa, sin darle tiempo a mi todo, cuando, todo, quisiera darlo sin prisas. Quiero pararme en la esencia de las cosas que, fulgentes, de mi mente se deslizan. Voy con prisa, mas llevo mis pies descalzos, para hacer, de mi andadura, lenta brisa. No quiero el viento, de presura indiferente. Quiero llegar saturado a mi cornisa, vivir, lo bello de la vida, intensamente, y cubrir mi singladura de esta guisa: Poder volver, la prisa, perezosa... Pasar, despacio, las páginas de mi aliento... ceder, feliz, mi puesto en la carrera y ser jinete, sin montura, en este cuento.

RÉQUIEM PARA UN HOJA DESTELLOS EN REBELDÍA ¿Qué ha quedado de ti, pobre hoja muerta? Relampaguean furtivas dos miradas que se buscan y un trallazo de silencio rompe prejuicios y normas abriendo cauces repletos de ansiedades reprimidas.

SED DE TI Abre los brazos para mi sed y enciende los rastrojos de mi corazón con la cálida tersura de tu piel y la brisa perfumada de tu aliento. Cuando de noche te sueño, me aventuro tembloroso, como un niño, por la mórbida floresta de tu juventud, saboreando, insaciable, la dulce frescura de tus labios tiernos.

¿Qué fue de tu verdor y tu tersura? ¿Qué ha sido de la altura, en que mimada, al viento despreciabas, tan segura? ¿Qué va ha ser de ti, pobre hoja muerta, que añoras desde el suelo la alta rama? ¿Qué gota, limpia y pura, de rocío, querrá besar tu piel, seca y manchada? Qué vas a presumir, pobre hoja muerta, si el barro ha puesto ya sucia tu cara y el viento irá arrastrando tu despojo lejos de tu lugar, hacia la nada.

EL DRAMA DE LAS PATERAS (del libro "Arroyo flamenco y...)

En las horas de vigilia, algo se abre paso, por el túnel de mis propios pensamientos, con premura de alma abierta, para fundirse en la luz que emana de tu persona. (del libro " Arroyo flamenco y Abriendo colores")

LÍRICA PARA UNA ROSA (del libro " Arroyo Flamenco...)

Bajo la bella noche de Almería, con esperanza, me someto al reto de aflorar, mi recóndito soneto, por la fragante causa de porfía. Dispuesto, a conquistar la alegoría, a la crin, de la norma, voy sujeto por hacer, en el prístino terceto, el canto argumental de mi poesía: Cautiva de traslúcida envoltura, con la mirada perdida en el ayer, una flor a su poeta esperaba... Prendado, de tan frágil hermosura, el juglar alza su voz, por merecer la Rosa Natural de la Alcazaba. (Primer Premio 1.990) 10-TRANSPARENCIAS

El mar no es azul, ni verde, ni blanco ni rosa. El mar es, en esta singladura, tenebrosamente negro. Es el abismo semoviente, despiadado y frío sobre el que, pares de " negros luceros", perforan la noche buscando la tierra y rogando a la Luna que hoy no les muestre su cara coqueta, porque les delata su pálida luz de escarcha. ...Esta noche prefieren, en su interior, la quimérica luz de la esperanza. Una esperanza embargada por la angustia, el temor y el frío, en aras de su propia subsistencia... -¡Oh, Dios de los Siete Cielos! No permitas que la Luna se asome y alumbre sus sombras furtivas, agazapadas en la frágil cuna que mecen las olas, porque, enfrente, como inalcanzable sueño, está la tierra; la tierra de España. La puerta de Europa. El paraíso del trabajo y la justicia... el futuro bienestar para su gente... ¡Ay, su gente! Atrás, en su lugar de origen, les esperan sus hijos, padres, esposas y hermanos, devorados de ansiedad y de zozobra. Atrás quedaron, engullidos por las procelosas aguas, sueños, truncados en carne mojada, hijos sin padre, esposas vacías y padres amargos. Aún, por detrás, sigue llegando el testimonio rezagado de los muertos, inmóviles y callados, que el mar vomita en la orilla, ahito de sueños rotos. ¡Oh, Dios! Haz que la Luna, esta noche, no se contemple en el mar, que en seno de sus olas navegan sueños furtivos que buscan trabajo, paz y un lugar abierto de brazos amigos. Febrero/2010


a

Luís Cañadas Estoy aquí tumbado en el suelo, en la ladera de la montaña, con la pierna herida en alto, para mitigar el dolor, esperando que en un par de horas vengan a recogerme. Mientras tanto sólo puedo pensar... pensar en esta desgraciada caída que puede dar al traste con uno de mis más deseados proyectos.

al control de la reserva instalado en el refugio de montaña.

Comenzó todo cuando recibí la carta. Siempre que cojo una carta experimento una sensación de ansiedad, de desasosiego, porque esos mensajes aportan buenas, malas o regulares noticias, que podrían alterar el curso de nuestras vidas. Abro los sobres como quien abre la caja de Pandora, esperando que de ella surjan todos los males del mundo.

Allí nos esperaban. Nos ofrecieron un café caliente, recién hecho, que tomamos al calor de la chimenea. Donde ardían troncos de roble; revisaron nuestros papeles y volvieron a repetirnos las instrucciones: deberíamos seguir la senda hasta alcanzar el portillo, que da acceso a la otra vertiente de la montaña. Allí iniciaríamos las bajada hasta aproximarnos al río, donde instalaríamos nuestro puesto de observación. Bajo ningún concepto podríamos permanecer de noche en toda esa zona, porque eran peligrosos, muy peligrosos y con la oscuridad muchas veces cruzaban el río, llegando incluso al portillo.

En esta ocasión miré el membrete del sobre, que decía: "Ministerio de Agricultura. Sección de Parques y Reservas Nacionales", se me comunicaba en esta misiva, el permiso para visitar la reserva y estudiarlos durante cuatro días. Adjuntaban una lista de instrucciones muy estrictas que debería cumplirse rigurosamente. Tendría que presentarme dentro de diez días, en el refugio de montaña donde estaba instalada la Oficina de la reserva.

Después de este breve descanso continuamos el camino. La senda se interna por un bosque de robles, hayas, algún enorme pino, una luz verdiclara se filtra entre las hojas nuevas, limpias, recién brotadas, los troncos, como cabelleras, poblados de liquenes, musgos y el suelo cubiertos de helechos entre los que aún quedan algunas hojas secas que en el pasado otoño han caído. Brúscamente acaba el bosque para dar paso a la roca desnuda.

Llamé a mi mujer, porque ella me acompañaría, y le dije que por fin podríamos verlos e incluso fotografiarlos en su propio medio, en su hábitat.

Y entre una maraña de calabones, piornos y retamas llegamos al portillo que es una escotadura en la cima.

Miro el reloj, son las diez de la mañana, aún no han venido para recogerme, pero es pronto, y estoy tranquilo. Mi afición a los animales viene de lejos, desde mi infancia. Me recuerdo a mí mismo como un niño solitario, en aquella guerra incompresible, refugiados en el campo y con la única compañía de mi cabra, la chota, como la llamaba. Aún hoy recuerdo su pelo lustroso, negrísimo, los cuernos, las pezuñas como de pizarra, el color miel de sus grandes ojos. Yo sentía la bestia feroz del hambre, en la barriga, mientras la cabra se saciaba de verdes y jugosos trigos, o de hierbas que crecían a las orillas de las acequias, o se empinaba para triscar las hojas tiernas de un almendro, o los últimos brotes de un granado. Cuando acabó aquel vendaval de odios, de venganzas, vinieron mis estudios, la universidad, biología, mi especialización en zoología; después mi matrimonio, sin hijos, con muchas aficiones y gustos compartidos; ecología, la naturaleza, la montaña, la fotografía, los animales. Y comenzamos los preparativos para este proyecto que tanto habíamos esperado: primero los mapas, donde estaban señalados los senderos, los caminos, los arroyos, las fuentes, las cotas con su altura. Luego la brújula, prismáticos, cámaras, teleobjetivos, calzado de montaña, para no dejar nada a la improvisación, al olvido. Yo se que los viajes proporcionan tres placeres distintos: el placer de prepararlos, el de realizarlos y por último el de contarlos a los amigos, víctimas propiciatorias, que a veces soportan la superficialidad de algún turista; ¿Egipto? ¡ah, sí!, un camello que se escapó. ¿Japón?, claro, un tren a cuatrocientos Km. por hora . ¿y Méjico?, Méjico, el tequila. Vuelvo a mirar la hora, son las once y cinco, ya deberían estar aquí, quizás se han retrasado, que remedio, seguiré recordando. Salimos muy temprano, con un tráfico endiablado, que no mejoró hasta que entramos en una intrincada red de carreteras secundarias. Al atardecer y por un empinado comino de tierra llegamos al pueblecito perdido en la montaña, que era nuestro destino. Al bajarnos del coche, lo primero que se siente, porque aquí se puede sentir, es el silencio, después el olor a humo de leña de encina, a hierba recién cortada. Pronto encontramos nuestro alojamiento, casa rural, cenamos y nos dormimos ilusionados por la jornada del día siguiente. Ya pasó bastante tiempo, son las doce y cuarto, la inquietud, la angustia se están apoderando de mí. Seguiré tratando de rememorar esta historia como remedio a esta angustiosa espera. Salimos al amanecer, cruzamos el río por un puente de madera. La bruma se agarraba, perezosa a los valles, a las barrancas, al cauce del riachuelo. El aire húmedo y frío. Llegamos

Hemos parado un momento, sorprendidos, anonadados por el esplendor, la grandiosidad que despliega la naturaleza. Desde aquí la montaña desciende a un amplio valle; en el fondo, como una cinta de plata serpentea el río, riachuelo o más bien torrente de montaña, entre rocas, pequeñas praderas, álamos blancos o el verde brillante de las hayas. Al otro lado el bosque sombrío, extenso, impenetrable; más arriba la macha oscura de los abetos, y más alto aún la roca sola, que asciende en algunos picos, salpicados de nieve resplandeciente al sol de la mañana. Iniciamos la bajada, difícil, entre calabones, retorcidos, piedras sueltas, fragmentadas por la nieve del invierno. Al poco intento saltar a una roca, engancho el pié en una raíz y caigo de bruces, retorciendo el tobillo, y me encuentro en el suelo, aturdido, con un dolor intenso en el tobillo. Y aquí me encuentro, solo, preocupado. Mi mujer marcha a buscar ayuda. Calculamos que tardaría una hora en llegar al refugio, donde tenían caballerías, otra hora en volver, como la caída ha sido a las nueve, a las once deberían haberme recogido. Vi a mi mujer trasponer el portillo, su silueta contra un cielo azul. El camino, la senda hasta el refugio es buena. No tiene explicación esta tardanza. Son las dos de la tarde y nadie ha venido. Ante lo inexplicable uno intenta mil hipótesis posibles, pero todas las deshecho; que no hubiese nadie en el refugio., pero si el pueblo está a media hora de él... que mi mujer se perdiese., pero si el sendero era clarísimo, directo, sin bifurcación alguna... en fin, seguiremos esperando. Las cuatro y diez, la desesperación va creciendo. Se levanta una ligera brisa que trae el olor amargo de los piornos, y sigo esperando. De pronto la brisa cesa, todo se paraliza, es como si el universo entero, se tomase una pausa, un respiro, para al momento seguir latiendo; son las cinco. Pienso que si un día se acabase el mundo sería en este momento, a las cinco. Las sombras invaden la montaña, que poco a poco adquiere un color violeta, rojizo. En las cumbres refulge la nieve ya rosa. Al rato miro el reloj y son las ocho, imperceptiblemente la noche ha caído. Grito, pido socorro pero mis voces, en aquel bosque infinito, se pierden como un eco. Y es entonces, en ese momento cuando los oigo, primero como un lejano lamento, después más cerca, un aullido. Se que han cruzado el río, que suben por la ladera, que se acercan, y recuerdo, son peligrosos, muy peligrosos. Bajo ningún pretexto permanezcan de noche. Y se apodera de mí esa certeza resignada que precede a las tragedias, como la calma que antecede a la tempestad. Y siento los piornos aplastarse por algo que avanza cercano, en la oscuridad.

EL AMIGO DE LOS ANIMALES Febrero/2010

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La semana pasada afronté una de esas duras experiencias vitales por las que todos debemos pasar, antes o después (mejor después que antes, cierto, pero ¡ay del que no la pasa nunca! En fin, qué duro es todo…): la pérdida de mi padre. No es necesario decir más, ni esto es cuestión literaria, sino íntima: ya sabes o intuyes, lector, lo que es perder a un padre. Punto. Pero sí quiero hoy rendir homenaje a mi amigo Arturo Calvo, sabio, sacerdote y compañero de trabajo que tuvo la gentileza de dirigir el oficio religioso que se dedicó a mi padre, hombre

Homenaje agradecido a mi amigo Arturo. Sacerdote de creencias religiosas. Y quiero hacerlo en mi columna de cada lunes y de modo expreso con nombres y apellidos, es esencial para mí que sea así. Cuando creo que debo criticar a la Iglesia me pronuncio aquí, lo hago en mi columna, no me corto un pelo y mis líos me cuesta (lo hago siempre que considero que alguien de la Iglesia traspasa la delgada línea que separa el pronunciarse sobre cuestiones morales, legítimo derecho y deber de la institución, de ejercer la oposición política que se supone que debiera liderar Rajoy, Losantos o quien sea), así que es imprescindible que sea también aquí donde celebre el detalle cariñoso de ese amigo sacerdote que supo acompañarme en un momento tan duro con el tesoro más preciado que me consta que tiene: su fe en lo sobrenatural y su cercanía personal. Si algo me ha impresionado de mi reciente estancia en Corea ha sido su manera de vivir la religión como ese modo íntimo de beneficiar el libre desarrollo de la personalidad, como un modo de crecer como persona, y eso sentí el otro día junto a mi amigo y junto a otras personas. Suelo decir que ese descreído que soy se sentiría bastante cómodo dentro de un hábito franciscano, aunque habrá quien no me crea (en el fondo a lo mejor soy algo así como un cristiano sin iglesia o un socialista sin partido, como Sciascia, ese referente), y me sentí muy agradecido con ese regalo que mis amigos con fe dedicaron a mi padre, pues supieron compartir conmigo esa virtud valiosa de la que hoy día carezco: la fe. Ya sé que la Iglesia, como todas las instituciones, se compone de hombres, pero… ¡qué fácil sería entenderse con una iglesia plasmada en personas así, tan de buena fe! ¡Qué fácil convivir! Querido Arturo, amigo, ya compartimos en Roma momentos únicos y pude conocer a tu lado, además de otras facetas artísticas de la ciudad, esa Roma religiosa que no era mi fuerte. Ahora volviste a acompañarme, Arturo, en uno de los momentos más duros de mi vida y regalándome lo más valioso que tienes: tu fe y tu cariño. Eso convirtió tu gesto en inolvidable, buen amigo. Muchas gracias, Arturo, por ese regalo impagable que tuviste con mi padre, ese buen hombre que, desde arriba (él era creyente: sin duda está arriba) estará encantado de ver a su hijo bien acompañado por personas como tú.

Borges, su cuñado y mi vecino de al lado Es conocido por todos que Borges, ese genio insoportable, era ciego. No sé si es tan conocido que su cuñado, Guillermo de Torre, ese insoportable (que le pregunten a Gabriel García Márquez), era sordo. En cierta ocasión le preguntaron a Borges si se llevaba bien con su cuñado. Le dieron en bandeja el comentario, siendo Borges alguien tan chispeante: “Sí, nos llevamos muy bien. Ni yo lo veo ni él me oye”. Posiblemente sea el secreto de la relación perfecta. “¿Una cama o dos camas?” se planteaba algún filósofo de bar a la hora de meditar acerca de cómo iría mejor un matrimonio. Es evidente: dos camas, pero en dos casas diferentes. Así no cabe problema alguno. Comenzamos el año 2010, año nuevo, pero la vida no es nueva: heredamos todas las miserias del año pasado (a lo mejor, también alguna grandeza, que de todo hay). Las pocas ganas de aguantar al fulanito tal, la necesidad de huir del menganito cual, los mares del sur siempre como meta (leer hasta entrada la noche y, en invierno, viajar hacia el sur, ya se sabe), y todo eso en lo que desperdiciamos nuestra vida, siguen iluminando nuestra existencia. Soy un filósofo: me hago el loco para no tener que saludar a mi vecino de al lado por la calle, pero me llevo la sorpresa de que también él es filósofo y se hace el loco para evitarme. Redondo: somos la pareja metafísicamente perfecta. Escribí alguna vez que “no se puede conocer, realmente, a ninguna otra persona, como a lo mejor es imposible conocer, en realidad, incluso a uno mismo. Somos islas, generalmente vírgenes, sin posibilidad de formar un archipiélago”, y cada día estoy más convencido de ello (la vida, esa tramposa, me da la razón). No necesito a Pessoa, ese genio, para saberlo. Borges, su cuñado, mi vecino y yo estamos convencidos de todo esto y sabemos cómo se puede convivir en armonía.

POEMAS Y CANTOS ANÓNIMOS «DON CLAVEL, VÁLGAME DIOS...» Anónimo (s. XVI) ¡Don clavel, válgame Dios, qué bellos olores tenéis! Don clavel, verde y florido, mi señora os ha cogido. ¡Qué bellos olores tenéis! Don clavel, verde y granado, mi señora os ha segado. ¡Qué bellos olores tenéis!

«EL MAL DE AMOR, PASTORA...» Anónimo (segunda mitad del s. XVI) El mal de amor, pastora, voluntad lo ha de causar; de lo que el querer se duele, ni el querer lo dejará. Tan pronto te descubrí, del Amor supe la maña; turbome el corazón, en viéndote en la montaña. Y, queriendo, no hubo tiempo de poderme retirar: de lo que el querer se duele ni el querer lo dejará. Bien sabe Dios que yo quise poder aquello rehuir, más la voluntad primera no lo quiso consentir. Amar la hiciera traidora pero no hará desamar: de lo que el querer se duele, ni el querer lo dejará. Cuanto tengo ya te he dado, pues voluntad ha vencido; ya no está en mi libertad no querer lo que he querido. Si más pudiese, pastora, como te lo iba a negar: de lo que el querer se duele ni el querer lo dejará. Aunque ingrata tu me fueras, no podría desamarte, que no quiere mi querer sino poder contentarte. Descontento yo estuviera si no viniera a pensar: de lo que el querer se duele, ni el querer la dejará.

ANTONIO J. QUESADA 12-TRANSPARENCIAS

Febrero/2010


Juan Armando Rojas Joo bajo la lluvia esta mañana los árboles llovieron sobre el pueblo un cielo gris atisba el pardo amanecer del río en el santuario se colocan las cruces de perfil sobre este cielo las aves de luna visten de azul bajo las nubes un canto se fija en el invierno rayos de luna desplegándose en las sábanas de seda la noria dormido bajo el cuenco de mi cuerpo junto al agua y el vuelvo circular de las estrellas despiertas abrazado consultas el amor y partes

L U N A A Z U L

viajas por las venas del árbol que me hospeda caminas bajo el vértice del pozo sobre el viento yace el rostro de la aurora bebes del río tu sed tu sueño tu noche la superficie de la luna durante la sequía un cielo brama en el vacío

vuelves a refrescarte hurgas en la miel de los sahuaros grabas sobre piedras los nombres del desierto

abrir con la llave el croa distante de la rana amanece y llegan a la isla unos hombres de latón acrisolado se esconden tras los muros de la casa te arrojas a la noria llueve y tras de ti saltan las ranas el pozo en la última noche del diluvio el cielo se desploma y al escucharse el canto de las ramas se extiende el firmamento en su peregrinaje la nube empuja barcos de cristal y suben por la noria las ranas que se ocultan en el pozo pescador

por donde el pueblo cruza los desiertos anzuelos tiras pescador ahí vuela un cometa las aves flacas en su migración los vientos y el molino a la deriva calles inundadas que evitan plenilunios ahí donde se forma el remolino y gira el cuerpo ahogado de la luna anzuelos tiras pescador en el pozo hay tal profundidad que la próxima tormenta bendice los desiertos avienta la carnada pescador las redes y el rizo de las velas que el mar no los separe ve y tira los anzuelos en el pozo descubrirás que al fondo de la noria el colibrí y la luna se enamoran lluvia escarlata brote do rosas fuego tu cuerpo al contacto de tu rostro con la arena

la tormenta hoy llegas al invierno al triste callejón de las estatuas que entre la arena lo dejaron todo bajo la lluvia perderás la sombra debajo de las huellas del leve manantial de tus visiones sabía que eras tú quien se fugaba pues olvidaste el libro de las horas y el salmo de los vientos ya no querrás saber de cierto mar olas y dunas fragmentos de una crónica distante y no querrás volver más al desierto al silencio que se adhiere al musgo después de la tormenta isla en la memoria poco antes del amanecer quieres contemplar tu isla en la memoria desenterrar la caja de juguetes Febrero/2010

cielo escarlata frío de tus manos el rebumbio de diluvio tus pupilas lluvia escarlata sangre la arena un hombre escribe la historia de su pueblo la carta en este suelo extraño la vida continúa sólo que ahora no para de llover cerca de la ventana un hombre está sentado en una silla toma su pluma y la carta escribe intermitente frío aún no deja de llover no para de llover la gente ya no asoma a las ventanas en un país que nunca ha sido el mío observo un hilo de agua entrar al cuarto como río intempestivo hay lunazul inicia el invierno TRANSPARENCIAS-13


Franklin Briones Alcívar Cuando metí una ficha por primera vez en la ranura de una máquina tragamonedas, tuve la suerte del principiante y gané cuatrocientos sesenta dólares. Aquel premio me animó a seguir probando suerte. Hoy, algún tiempo después, maldigo aquella noche pues me he convertido en un adicto y mi economía es un desastre. Pero ni hacerme vicioso ni estar en dificultades económicas es lo peor que he ganado en los casinos. Al juego le debo también la desintegración de mi familia y, finalmente, mi divorcio. Aún así, creo que la he sacado barata. Y es que cuando voy al casino (ayer fue la última vez. Lo juro), me encuentro con gente que da pena.

Crónica de un jugador de tragamonedas

Por ejemplo, la Profesora, una anciana que se jubiló el año pasado. No hay ocasión en que yo entre al casino y ella no esté. Incluso ayer, que llegué apenas cinco minutos después de abierto, ya estaba frente a la máquina del gato Félix, la única en la que la he visto jugar. Yo fui a una máquina cercana y saludé a la anciana mientras metía mis primeros veinte dólares del día en aquella traga billetes. -¿Durmió aquí? -le dije, en son de broma. -Estos mala gente no dejan -respondió seria, molesta. -¿Cuánto ganó anoche? -Déjese de burla -me dijo, sin despegar los ojos de la máquina-. Este gato burlón, igual que usted, se me tragó todo. Ni para el taxi me dejó. Hasta tuve que pedir prestado -dijo en voz baja-. Pero ya fui al banco y aquí estoy. Hoy sí recupero todo. -Suerte entonces -le digo. Y me dedico a lo mío, es decir a lo mismo que la viejita. Quince minutos después veo a Zambrano, cuya historia ya me la se completa. Fue él mismo quien me confesó que llegó a perder tres mil dólares al mes. Hasta que descubrieron el faltante en la empresa familiar y lo echaron a la calle. A la cárcel no, por suerte En cuanto me ve, se me acerca. -¿Cómo va esa suerte? ¿Paga o no paga? -Estoy a un paso de seguir tus pasos -le digo, para defenderme con anticipación del sablazo. -Mire lo que revela mi horóscopo -me dice, y me muestra un recorte de La Marea, con un signo zodiacal subrayado. Como estoy en el casino no sólo para perder plata, sino para encontrar personajes, leo lo que le pronostican los astros a través de aquel diario: "Hoy es su día. Todo lo que invierta le será multiplicado." Claro, digo yo: como los panes, los peces, el vino, y los diezmos del Señor. -Présteme sólo diez dolaritos, hermano -me ruega-. Y haré fortuna. Se lo juro. Un tipo así me da malas energías, de modo que le doy cinco para que se vaya volando. -Juega suave -lo aconsejo (yo que nunca aconsejo a nadie). Después de todo, es mi dinero el que va a desaparecer. Cuando lo veo persignarse frente a la máquina, darle un beso a la pantalla y al billete antes de hacerlo desaparecer en la ranura, siento asco. Un asco que a veces tengo por mí mismo. Y estoy tentado a retirarme del casino. Me quedo únicamente porque concluyo que yo no soy igual a estos pobres diablos. Yo estoy aquí por otras razones. Busco personajes para mis futuras novelas o películas. Después de que pienso esto, me río de mí mismo. Me río tanto que me equivoco y pongo el dedo donde no debo. En Máxima Apuesta. Lo que me quedaba de crédito se me 14-TRANSPARENCIAS

esfuma en un santiamén. Así que meto otro billete de veinte. El último que jugaré pues tengo que llevar a Sebastián al shopping. Palabra. De jugador. Mientras tomo esta decisión, de reojo miro a la profesora. O mi mirada le da suerte, o a la máquina le toca vomitar algo de lo tanto que ha tragado. Ochenta de cada cien, en los EE. UU. Del diez al treinta por ciento aquí, donde no hay ni ley ni autoridad que controle el robo. Lo cierto es que la viejita pega tal grito que la curiosidad me mata y voy a mirar su máquina. Cinco gatos en línea, dentro de una tanda de juegos gratis. Cinco gatos que le hubiesen pagado algunos miles de dólares de haber hecho la máxima apuesta. Pero apenas está jugando quince por uno. Quince centavos que le pagan por esa línea sesenta dólares. En total, cuando termina la tanda de los juegos gratis, noventa y tres con cincuenta y dos. Nada malo para otros. Pésimo para esta anciana que en menos de un año ha hecho feria los treinta mil dólares de su jubilación en este casino. En esta máquina donde el gato Félix parece burlarse de la suerte. De nuestra mala suerte.

II A la una de la tarde, me llama mi hijo para recordarme que prometí llevarlo al shopping. -En quince minutos paso por ti -digo-. Espérame listo. -Ya estoy listo, pa -me dice-. Me dijiste a las doce. Total que después de quince minutos continúo allí, clavado frente a la máquina. Igual estoy dos horas y algunas llamadas después. Y la última, la madre de mi hijo. -Se lo prometiste -me reclama-. Es un niño. -Llévalo tú -le digo-. Yo tengo una emergencia médica. Se le reventó el apéndice a mi hermano. (continúa en página 15) Febrero/2010


Franklin Briones Alcívar (viene de página 14)

Desde luego que no me cree y me manda al diablo. Pero eso qué importa. Lo único que me preocupa ahora son los doscientos dólares que ya he perdido. Doscientos dólares que eran para pagar el departamento. Saco unos billetes que llevo aparte: es el dinero para la comida de los próximos quince días. La verdad es que antes de meter el primer billete, lo pienso un instante: O me voy o me quedo. Si me voy, habré perdido para siempre los doscientos dólares. Si me voy, vendrá otro jugador, pondrá unas moneditas, y se llevará lo que es mío. Si me quedo, no sólo que los voy a recuperar, sino que ganaré suficiente para comprar el play station que mi hijo quiere. Veo que no me mire nadie porque antes de meter el billete quiero persignarme y besar la máquina. Pero este casino ya está lleno y más de uno está esperando que me quede sin plata para caerle a mi máquina y llevarse lo que es mío. Notan mi desesperación. Qué importa. No me persigno, pero la beso tres veces. Todos tienen sus supersticiones. Todos son unos perdedores. Bueno, casi todos.

del casino. Pierdo la noción cuando veo traseros, tetas y piernas. Mientras he pensado todo esto, he seguido perdiendo. Billete tras billete. La angustia se apodera de mí cuando saco el último de veinte. No debí haber venido hoy. Debí haber visitado a mis padres. Compartir con mi familia. Salir con mi hijo. Divertirme con él. Gastarme el dinero con él. Las manos me tiemblan al poner el billete en la ranura. Antes de que pueda arrepentirme la máquina lo engulle, lo traga. Ahora sí es el todo o nada. Le subo la apuesta. Diez por quince líneas. Fantástico: tres scatters me dan 15 juegos gratis. Qué buena decisión fue quedarme. Si me hubiera ido, el primer mirón en meter unas monedas se habría llevado mi dinero. Me acomodo para disfrutar la caída de los rodillos. Una sola línea buena y recuperaré como mínimo trescientos dólares. Y me iré de inmediato. Doce horas aquí dentro ya es demasiado. Mi corazón late a mil, me froto las manos, beso la pantalla, hasta me persigno en corto y cierro los ojos para no oír más música que la de la máquina, pero cuando terminan los quince juegos gratis, el premio no llega ni a ciento cincuenta dólares. Así no puedo irme.

Mi hermano no es un perdedor. El gana casi siempre. Es que no se deja llevar de las emociones. Es frío y calculador cuando está frente a la máquina. Tiene su propio método para jugar. Se programa. Igual que la máquina que tiene un ciclo largo para tragar todo lo que pueda y un ciclo cortísimo para vomitar. Entonces él apuesta lo mínimo durante largo tiempo y con variaciones hacia arriba cuando calcula que ya es la hora. Casi siempre le atina. Y cuando no, se va con una pérdida mínima. Nunca se queda más del tiempo que se impone al entrar al casino. Nunca hace una apuesta de más. El es cerebral. Yo soy emotivo. Me gusta la adrenalina. El todo o la nada. Además me dejo seducir por la música, los tragos y las chicas

De modo que continúo dale que dale hasta que el casino se va vaciando y los empleados empiezan el cierre de las máquinas. La profesora jubilada se me acerca y me dice: -Ya son las cinco. ¿Va a quedarse a dormir aquí? Simpática la viejita. -Esta mala gente no deja -le digo-. -¿Cuánto ganó? -No se burle -le digo-. Y tengo ganas de apretarle el cuello. Miro mi crédito en la máquina. Tres dólares. Justo para el taxi. O para una máxima jugada. La última porque nunca más volveré. Lo juro. Lo juro...

Don Agapito el aristócrata El servicio ha hecho sus maletas. El lavavajillas no funciona, el mayordomo se fugó con la vecina del quinto, veinte años menor que él, por tópico que parezca, así es. La señora ama de llaves se ha casado con un magnate de las finanzas. La mujer de la limpieza ha montado una gran empresa servicios integrales. Y así estoy, quiero decir mi casa. Hecho un pobre hombre, tan aristócrata y tan desgraciado. ¿Qué voy hacer sin servicio? Busco personal para el servicio de la casa y no encuentro a ninguno porque ahora se denominan técnicos de asistencia a domicilio para personas con dependencia, y mi única dependencia es la aristocracia.

por salvador

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moreno valencia

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Antonio García Vargas Y allí estaba yo. Quieto en la cruz que el mundo había dispuesto para mí. La historia es un corsé interpretativo sujeto a coyuntura y conveniencia. No existen puntos medios. Blanco. Negro. Arriba. Abajo. Bueno. Malo. ¿Peor? Soy un virus extraño. Error maligno. Exégesis del miedo. Soy maldad.

Y allí estaba yo, quieto en la cruz, como simple animal embalsamado oculto a la mirada transeúnte muy lejos de la vida y de la muerte. Icono de amenazas y temores ¿Vivo? ¿Muerto? Mas eso ¡Qué más da!, postrado en el misterio de un pentágono cual archivo infectado que contagia, que puede destruir la humanidad.

En el Osama clavo herida cruz hay siempre una pregunta sin respuesta. ¿Quién puede pronunciarse ante un madero donde el cuerpo quebrado es siempre estigma? Hoy me ha tocado a mí, chivo expiatorio en este sacro mundo occidental.

Soy la moderna espada de Damocles. Y allí estaba yo, quieto en la cruz, lucía recién clavado en el madero mi rostro de Jesús crucificado.

Poema a Almería en Hexámetros Castellanos

Figuras de arcilla —a Almería, mi ciudad— Vi solitario tu huerto y planté mi primera poesía, tierra dorada de seco desierto, un lago sediento, versos de azúcar y crema tostada, capullos de viento, lágrima rota, pasión de una rosa que al fin florecía. Sobre las dunas te puse la mano, tu vientre latía, mientras posaba mi labio en tu flor asomaba un lamento, pálpito azul de tu mar, zozobrabas en puro tormento cuando sentiste que dentro de ti el firmamento se abría. Lirio auroral que en el molde se aloja y deshoja la brisa cual maravilla silvestre que fluye y construye una estancia donde alojar nuevas vides y hacer que germinen sin prisa. Somos figuras de arcilla, paisaje lunar, reluctancia dentro de un sol travestido de noche en jazmín y hierba luisa entre jardines de piedra y esencias de ignota fragancia.

Si en lo oscuro Si en lo oscuro recorre mi mano el tao de tu cuerpo pudiera parecer que ejecuto un acto complejo. Para el observador puede ser que la mano trace una serie de puntos en su trayectoria cual pausas constantes que llevan al pecho el incontenible candor del tacto de la mano. Mas para mí que ejecuto el movimiento sin más relación espacio temporal que rozar de tu seno el calor que despide, explicar la simple percepción de un momento supremo será como pretender andando de puntillas rozar la simplicidad de lo inabarcable partiendo de lo utópico de un verso.

Síndrome de Estocolmo Le digo al ojo que mire para otro lado y la mente queda advertida, ¡nada de pensar!, ¡nada que oponer! he vuelto a abrir la herida, amor, para que no cicatrice 16-TRANSPARENCIAS

Laden

y pintado mis pezones lastimados maquillé el ojo para que no te sientas mal al recordar las bofetadas mi coño reluciente te aguarda depilado en el clítoris el piercing que ayer me regalaste coloqué ya tu ropa en el armario y envié los niños a casa de mi madre puse el látigo bajo la almohada y las esposas por si te place azotarme o destrozarme las muñecas quedo aquí como siempre despatarrada, esperándote en esta eterna postura abierta y prostibularia que tanto te seduce.

Rumores Apenas si hay puñales en mis manos ni una mala memoria entre las cinco y las once. Si acaso algún ladrido, la inútil cuadratura de un hexámetro entre la piel o al menos una estrofa, la oscura cicatriz entre las piernas, algún verso, no sé, algo recíproco, orgasmos bajo sábanas de arena mientras muestra el espejo algún desnudo o a una ninfa de pubis rumoroso en la vieja postal de algún burdel. Transcurre un día, dos, un par de siglos, hay un reloj de agua en la pestaña y pienso en ti, de pronto, sin quererlo, me dejo ir, me caigo, desconecto, ya soy punto de luz, me fundo, vuelo, te tomo, te sacudo, te penetro… Junto al seco peral hay una charca y en esa charca un cisne que se ondula al saberse memoria pasajera varada en el sopor de algún no tiempo.

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Ana Fernández Montes DANZA Y SUEÑO

Estábamos a oscuras, sólo negrura en aquel teatro, y de pronto surgiste en el centro, como la Venus del cuadro, aunque no había agua, sólo el escenario. Una tenue luz azul acarició tu cabeza, tu figura arrodillada comenzó a erguirse, te desprendiste de la capa y ¡zas!, comenzaste a moverte. Y mis ojos se agrandaron, desperté de mi letargo, rebulléndome en mi asiento y preguntándome si eras tú aquel mismo del que hablaba una chica en las escalinatas de la entrada. "Vengo expresamente a verle a él". Bah!,

había pensado, una mitómana. Pero qué "bah!" y qué narices, allí estaba él, allí estabas tú, y ¡dios bendito, cómo te mueves!. De un lado a otro, con pies ligeros, alargando hacia el techo una de tus manos, como el desperezo de un cisne. Y después la otra, con grácil despego, mientras el eje de tu cintura barría el aire. Pongo atención a la música, bonita melodía de no recuerdo qué autor español. El tintineo melancólico del piano arrastra tu cuerpo sobre el escenario, despacito primero, después violento. Luego acabas sentado en una silla y observo tu torso desnudo desasosegado, mientras tu hermoso rostro expresa angustia. Eres un hombre solo sobre una silla de mimbre, que mira de un lado a otro buscando un asidero. La música es suave, el piano ronronea acompañando el aislamiento de ese ser. Y por un momento, yo también me veo en una silla como esa, de espaldas a la tuya, soportando mi soledad a ciegas, hasta que descubro que estás ahí, pero que es inútil, pues no me ves. Te levantas y con un único gesto gritas tu amargura. La danza continúa y ahora es rabia lo que aúllas con cada uno de tus movimientos sobre la madera. Volteas la silla con una mano, girando y gi-

Al oído de una muchacha No quise. No quise decirte nada. Vi en tus ojos dos arbolitos locos. De brisa, de risa y de oro. Se meneaban. No quise. No quise decirte nada.

Adelina, de paseo la mar no tiene naranjas, ni Sevilla tiene amor. Morena, qué luz de fuego. Préstame tu quitasol. Me pondrá la carne verde -zumo de lima y limón-, tus palabras -pececillosnadarán alrededor. La mar no tiene naranjas. ¡Ay!, amor. ¡Ni Sevilla tiene amor!

Alma ausente No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos ni hormigas de tu casa. No te conoce el niño ni la tarde porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra, ni el raso negro donde te destrozas. No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. El otoño vendrá con caracolas, Febrero/2010

rando, desahogando tu agonía... y el pum pum del piano te guía. Y el tan tan de mi corazón enloquecido licúa mi sangre enardecida. Eres rebeldía, eres sueño... quizás... sí, quizás me visitastes en algún sueño, y por eso te reconozco como hermano, como héroe y como amor. La furia te extenúa y vuelve la calma. La silla queda quieta en el centro, mientras tu cuerpo se ondula de aquí para allá, ejecutando las últimas piruetas del repertorio. Y siento mis ojos humedecidos y que mi alma está en un recuadro de ese escenario, que la tienes tú agarrada en un puño con cada paso que das, con cada gesto de tus brazos. Tu figura se derrumba sobre la silla, vencido de nuevo por el mismo mal, pero sin saber que yo también me he rendido, a tus pies. Tomas tu cabeza áurea entre las manos en un último gesto de abatimiento y no me ves como me alzo para ser tu consuelo, para posar mi palma sobre tu cabello, mientras deslizo la otra por tu cuello, antes de dejar un beso en esa boca. Los aplausos vibran a mi alrededor y me despiertan de mi mágico sopor. Sigo aquí sentada en mi butaca y sólo una palabra ronda mi cabeza: !Hermoso!

uva de niebla y montes agrupados, pero nadie querrá mirar tus ojos porque te has muerto para siempre. Porque te has muerto para siempre, como todos los muertos de la Tierra, como todos los muertos que se olvidan en un montón de perros apagados. No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. Yo canto para luego tu perfil y tu gracia. La madurez insigne de tu conocimiento. Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca. La tristeza que tuvo tu valiente alegría. Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura. Yo canto su elegancia con palabras que gimen y recuerdo una brisa triste por los olivos.

Ay, voz secreta Ay voz secreta del amor oscuro ¡ay balido sin lanas! ¡ay herida! ¡ay aguja de hiel, camelia hundida! ¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro! ¡Ay noche inmensa de perfil seguro, montaña celestial de angustia erguida! ¡Ay silencio sin fin, lirio maduro! Huye de mi, caliente voz de hielo, no me quieras perder en la maleza donde sin fruto gimen carne y cielo. Deja el duro marfil de mi cabeza apiádate de mi, ¡rompe mi duelo! ¡que soy amor, que soy naturaleza!

FEDERICO GARCÍA LORCA TRANSPARENCIAS-17


¿Qué pasó con el amor? tan sólo ayer caminabas de la mano conmigo, tan sólo ayer me decías te quiero al oido, tan sólo ayer me besabas con ternura, tan sólo ayer decías quererme con locura, dime mi vida que pasó con el amor que por mi sentías, que paso con todas esas cosas lindas que tanto me decías, mi princesa no puedo entender como es que ya no me amas si estuvimos juntos y felices el día de ayer dime cariño, dime que yo no puedo entender como de la noche a la mañana me dejaste de querer como de la noche a la mañana tus ojos dejaron de brillar por mi como de la noche a la mañana no me quieres volver a ver como es que hoy me dejas si me dijiste te quiero el dia de ayer explícame mi vida que por más que lo pienso no lo puedo entender como es que ayer me amabas y hoy me pides que te olvide que me quede con mi amor y se lo de a alguien más me pides un imposible porque en ti he puesto toda mi capacidad de amar no entiendo, no entiendo como es que hoy me dejas si decías amarme ayer dime corazón que pasó con el amor?

(Juan Antonio Lopéz Olvera)

foto A.T.T.

BORRACHERA DE AMOR Me paseo como un perro enloquecido por tu vida. Quiero saberlo todo, quiero tenerlo todo. La muerte en las calles no me importa nada, las muertes en los diarios no me importan nada. Nada tampoco las estadísticas, ni los ataques sexuales y las revoluciones abortadas. Mucho menos el precio del dólar. Solo tú me interesas, tú y tus ojeras shakesperianas. El amor transforma al mundo en una lata oxidado arrojada por la marea en una playa que no existe.

(Francisco Ruiz)

BELLEZO Me has dicho "belleza", y tú, que eres la Venus como hombre, que resplandeces en la luz cerúleo como un ser divino y te mueves en la oscuridad cuan sombra vertiginosa, quiero devolverte con la contracara y hacer justicia; Pues de ahora en más para mí serás "bellezo"

(Claudia Perales)

NO ENTIENDO No entiendo a las mujeres, e intentarlo se parece al Mito de Sísifo es pretender encender una cerilla en un recinto sin atmósfera

(Juan Manuel Menéndez, México)

OLVIDO Te amo tanto que me duele. Pero así y todo el dolor es dulce y suave y es mejor que estar bien sin tenerte. Cuando te vi brillabas como un cometa. Yo estaba rodeada de noche y las voces del mundo me susurraban al oído inmundicias. Algo pareció quebrarse en el medio de la oscuridad. Lo último que recuerdo es que me diste tu teléfono. Después dejé de ser quién era.

(Leticia Ramona Giménez, Perú) 18-TRANSPARENCIAS

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Víctor Morata Cortado Henchido de orgullo por la victoria sobre la tribu rebelde que intercedía en la felicidad de su pueblo, Túpac Yupanqui, el hijo del Sol, celebraba alegremente la caída de sus oponentes.

ser conducido a una muerte segura. Recordaba la chica, mientras era conducida hacía el conquistador, el momento en que fueron salteados y amenazados con fuertes macanas.

tiempo había intercedido entre el agresor y la potencial agredida. La pena se instaló presta en el corazón de la joven cautiva que no hizo más que dejarse arrastrar de nuevo hacia el poblado, viendo como el cuerpo de su amado quedaba relegado a las sombras entre la maleza. Túpac Yupanqui entonces emitió su veredicto y ordenó la muerte inmediata de la infiel e infame esclava.

Con sus gentes danzando al son de los tambores y el fuego ardiendo en pequeños círculos esgrimidos en el suelo, los vencedores cantaban y vitoreaban sin medida a aquel que les guiara, su príncipe. El suelo, cubierto por un blanco manto de espesa nieve, se hundía bajo sus pies y recordaba el frío que antecedía a la frescura del agua y sus manantiales brotando por entre las rocas de las montañas circundantes. No bastaba la helada para paliar a los férvidos danzantes, orgullosos de mostrar lo mejor de sus cualidades a Túpac. En el momento más álgido de la celebración, sucedió que un buitre herido cayó del cielo, desde lo más alto de la cima de una montaña y vino a aterrizar en busca de la muerte junto al príncipe, manchando la blancura en derredor con el rojo brillante e intenso de su sangre.

La cautiva inca

Aquello no paralizó ni mucho menos la fiesta, pero el sacerdote que allí estaba no pudo contener el mal presagio que aquel acontecimiento vaticinaba y, dirigiéndose al príncipe le advirtió seriamente sobre aquel mal agüero. -Príncipe Túpac –dijo con gran pesareste incidente acusa grandes desgracias para tu pueblo, la llegada de un pueblo invasor será el origen de tal ineluctable hecho y se retiró cabizbajo. Túpac Yupanqui asintió sin el más mínimo atisbo de preocupación, bausán como a veces se mostraba, diluyó las palabras del sacerdote apurando de un trago el licor que mantenía entre sus manos y dejó que las últimas gotas cayeran del cuenco junto al cadáver del pájaro, generando unos pequeños surcos que pronto fueron rebosados por el hilo de sangre. -No estropeéis la fiesta –dijo Túpac con cierta sorna– y retirad este inmundo estropicio cadavérico. La conmemoración de la batalla ganada no fue interrumpida y, como era costumbre, se agasajó al príncipe con una bella cautiva para saciar sus más privados placeres. La tomó agradecido sin apenas percibir la tristeza que de la muchacha emanaba. Arrebatada de los dulces arrumacos de su amado, no podía más que mostrarse abatida y dolida. Cuando fue entregada a Túpac no pudo contener el llanto al ver que su amado también se encontraba prisionero y, si bien, a ella le esperaba la obligación de complacer a un vástago real, sabía que su amado no correría más suerte que la de Febrero/2010

Una sonrisa nació repentina mente en el rostro de la bella pues sabía que aquel sacrificio no significaba otra cosa que la certeza de reunirse con su amado para siempre y saborear las mieles que este amor les otorgaría por toda la eternidad. Así la chica fue inmolada, bajo la imperturbable mirada del hijo del Sol, ignorante de la leyenda negra que a partir de ese momento subsistiría en aquel lugar. Bien es sabido que, desde entonces, una roca con la forma de la esclava señala el lugar de su muerte y previene a los viajeros de la desgracia. Pues aquel que osa atravesar aquel camino una vez la noche cae, es devorado sin piedad por el fantasma de la piedra que allí mora.

========== Extraído del libro “Senderos de Mitología Olvidada”

========== En ese momento les separaron y no volvieron a verse hasta que entre la muchedumbre se cruzaron sus angustiadas miradas. Cuando la fiesta fue menguando y las brasas se fueron consumiendo, los amantes se sorprendieron cautivos muy cerca el uno del otro.

Túpac Yupanqui

Esta visión les profirió fuerzas de donde no las tenían y consiguieron escapar del yugo de la esclavitud que les había sido impuesta. Cogidos ahora de la mano corrieron como nunca, pero pronto los guardias fueron alarmados y persiguieron con tesón a los renegados. No tardaron en darles alcance. Sin escapatoria posible, acorralados, los fugitivos giraban sobre sí mismos alertas ante el posible ataque de sus adversarios. Uno de los persecutores entonces se abalanzó sobre la muchacha y acabó matando al chico, que a TRANSPARENCIAS-19


Inmaculada Muñoz González UN SUEÑO MÁGICO Ya que hablamos de sueños, supongo que todos los tendréis ¿verdad? Yo me imagino un despacho todo "fashion" con mi ordenador todo el día dándole a las teclas y hablando por teléfono… Luego en mi casa, siempre limpia, siempre impecable y yo igual... siempre impecable. Un mes al año de vacaciones. .... No pido más... en serio...y que todos los míos estén bien... Pues como prometí... me voy a dedicar a escribir, no a daros la vara así que... ahí va... si queréis, podéis soñar un minuto y contarlo… SOÑADORES... ESOS LOCOS MARAVILLOSOS No voy a hablar de príncipes y de princesas tampoco de dragones ni de mazmorras (lo que soñaban los niños hasta no hace mucho) hoy en día, niños y niñas con superpoderes al estilo japonés manga... con su picachu ese sí molaba un montón… Voy a hablar de esos sueños interiores, profundos, casi místicos. Esos sueños que se cobijan a la luz oscura de la almohada, cuando sólo estamos nosotros y morfeo llamándonos. Hoy en día no nos dejan soñar, nos dicen que quienes soñamos estamos locos, que tenemos que tener los pies en la tierra... que la vida es muy dura y no podemos vivir en un mundo de sueños irrealizables. Los grandes soñadores del día a día, son los que creen que por encima de todo, nunca se debe perder la ilusión, la fé infantil en la inocencia y en la bondad innata del ser humano. Cuando soñamos que hay que comenzar el día con ilusión, cuando creemos que la sonrisa vale más que el mejor despertador y un sueño, el mejor de los café matutinos. Cuando un "buenos días" te hace levantar la mirada para admirar el amanecer ... esa es la mayor de las locuras... el soñar… Cuando soñamos que merecemos ser queridos y respetados como si fuésemos la más esbelta dama del país más medieval… Cuando soñamos que somos bellos, por dentro y por fuera y que queremos dar lo mejor de nosotros mismos, aunque no sepamos ni cuándo ni por dónde llegará la recompensa… Cuando somos nosotros mismos aceptándonos aunque no siempre nos alaben y sí nos critiquen sin piedad... Cuando queremos la paz y el amor, aunque sea dentro del peor bombardeo conocido… Cuando nos secamos nuestras propias lágrimas para consolar al que está llorando al lado de nosotros… Cuando amamos y somos amados y lo que es mejor... somos conscientes de ello… Somos los más locos de los más maravillosos soñadores del mundo nunca dejéis de soñar.

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LLUEVE EN ALMERÍA El agua penetra en mi vida sigilosa pero implacable, no cesa de buscar su camino y me persigue como en una terrible pesadilla. ¡Quiero despertar! mis párpados se niegan a separarse, pero incluso despierta su presencia no detiene su acoso. Fríos muros de moho refugio de mi húmedo aposento, tras los cristales el mundo se distorsiona y el alma se llena de melancolía y nostalgia Destellos de luces reflejados en espejos de asfalto llenan mis ojos de una soledad callada y mi espíritu amedrentado mira a un futuro triste y apagado. Melancolía de un día de lluvia esperando al sol que envuelva en luz esta impavidez cansina.

LIDIA PRADO

ETERNIDAD DEL INSTANTE Ante el rumor de la fuente todo un instante se para cual si el tiempo no pasara ni yo estuviera presente. La rana salta a la alberca, retumba el ruido en la calma. Lo eterno está ya tan cerca que no tiene fondo el alma. El agua sigue corriendo a lo largo de la zanja. El cielo se va tiñendo de crepúsculo naranja.

viendo las hojas caer en su rápido volar.

Silencio por un instante, luego un "!chrip-chrip!" sostenido.

Quedándome en este estar de esta tarde de luz breve viendo como cae la nieve lentamente, sin parar.

Acude un gorrión moruno, emite un "¡chop!" rico y lento y después de uno en uno acuden más al centeno.

RANA BERMEJA

Y sin parar sigo andando a lo largo del sendero, me cruzo con un viajero que viene feliz cantando.

Brilla en el cielo la luna, un "¡gruk...gruk!" áspero y sordo se oye en la laguna. Es la rana temporaria croando en el mes de julio, sumergida y solitaria.

QUEDÁNDOME EN ESTE ESTAR

EL PASEO

Quedándome en este estar de esta tarde luminosa oliendo el aroma a rosa que viene de otro lugar.

Ha pasado el chaparrón. Desde el zarzal del cibanto, gárrulo y variado canto el del macho de gorrión.

Quedándome en este estar de este lento atardecer viendo al agua sin para en su rápido correr.

Un "¡chirsip!" recio, primero, y ya a unas notas raspantes le siguen otras chirriantes, sin dejar el posadero.

Quedándome en este estar de este limpio amanecer

Tras las notas gorjeantes, un "!trrri-trrri-trrri...!" repetido.

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Posado en su posadero, al borde de la vereda, que atraviesa la alameda lanza el gorrión molinero, tras un "¡chit-chup!" repetido, su gorjeo cloqueante mientras pasa el caminante por debajo de su nido. Un rechinangte "¡be-hii!" emite un gorrión chillón, posado sobre tocón. Y el día se acaba así.

José Lara Ruiz

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José Luís Muñoz Colomer D. Pablo Iglesias, capitán de Cazadores

¿MARSELLESA SI, MARSELLESA NO?... Pues miren Vds., no es deshojar ninguna margarita de importación de más allá de los Pirineos, ni tampoco es la fecha apropiada para hablar de este asuntillo, pero precisamente por esto, por esto segundo principalmente, vamos a confeccionar esta crónica para evitar, si la escribiéramos en ese momento en que los ánimos suben y las gentes se acaloran, el que alguien, de un extremo o de otro, me quisiera correr desde la Plaza Vieja, de la Constitución se llama hoy, y años atrás también se llamó con ese sonoro y maravilloso nombre de Plaza de la Libertad, me pudieran correr, digo, calle Mariana abajo huyendo de sus imprecaciones. Ya se ha escrito mucho, basándose en documentos, sobre si se cantó o no la Marsellesa en la conmemoración del aquel casi quijotesco episodio de "Los Colo22-TRANSPARENCIAS

raos". Y digo quijotesco, aunque quizá la expresión que más podría cuadrarle sería de "romántica aventura", pues unos pocos hombres, quizá pensando que serían auxiliados por tropas mayores, se lanzaron en la lucha contra el despotismo. Pero cuando se combate contra un ejército mayor y mejor equipado, siempre se acaba lo mismo, inmolados contra el paredón. Pero las gestas heróicas se han repetido a través de la Historia. Quizá esa sea la grandeza del género humano. En Almería da fe de esta acción, el "Monumento a Los Coloraos", ante el cual cada año rendimos el homenaje, que suscita esta crónica de "Marsellesa si, Marsellesa no". Pero tampoco está en mi ánimo pronunciarme, en esta ocasión, si se debe o no cantar la Marsellesa, o el Himno de Riego,

pero a cambio de estas dos admirables composiciones, voy a proponer, ahora que no estamos en el período álgido de las acaloradas controversias políticas, remedando, humorísticamente, al gran periodista y escritor Mariano de Cavia, lo que a continuación voy a someter al juicio de todos ustedes. Era Cavia un excelente escritor, maestro en el arte de las crónicas periodísticas, un auténtico purista del idioma. En su honor, el ABC tiene instituido un premio anual para el mejor trabajo periodístico. Y dándole vueltas a mis libros, en ese repaso amoroso que me suscita el acariciar sus lomos y empaparme en sus páginas, en el intitulado "Chácharas", del citado maestro de las letras Mariano de Cavia, en el prólogo escrito al ...... (continúa en página 23) Febrero/2010


José Luís Muñoz Colomer (viene de página 7)

mismo por otro eminente hombre del periodismo, director durante muchos años del "Imparcial", José Ortega Munilla, lo comienza así: "Al regresar de un corto viaje me dan la terrible noticia. Mariano de Cavia ha muerto." Y a continuación desgrana una serie de recuerdos de su vida en añoradas vivencias de una estrecha amistad, de quien hace el recordatorio en frases como "destacóse sin dificultad, como el primero de cuantos hemos escrito en la Prensa. Tenía cultura poliforme, ingenio inagotable, un estilo sin par, mezcla de lo castizo y lo novísimo."

escribió cuando el entonces presidente de la República francesa, M. Loubet, nos visitó. Véase la copla que está de puño y letra de Mariano:

espacio abierto, desde donde se pueda contemplar sin necesidad de sufrir de tortícolis. Ahí está dicho, por si quieren recoger lo apuntado los urbanistas del excelentísimo Ayuntamiento capitalino y le

Trae dos citas, una de Fernández Florez que "llamó a Mariano "la perla de El Liberal. Y Castro y Serrano -añadeenmendó y aumentó el elogio diciendo: "Cavia es la joya exquisita de la Prensa española." Pues bien, lleguemos al grano de este asuntillo. Allá vamos con la última cita, clave del engranaje de mi artículo de hoy. Y en ese prólogo a las "Chácharas" de Mariano de Cavia se pone de relieve el "donosísimo ingenio" del genial baturro. "Entre los mil papeles de Cavia que conservo -nos dice Ortega Munilla- y que estimé siempre como lo mejor de mi desordenado archivo, hay una copla que

"Como ya estarás cansado de oír tanta Marsellesa, déjame que te salude con la jota aragonesa. A la jota, jota de los presidentes patriotas, amables, rectos y prudentes. A la jota, jota de Emilio Loubet, que en lo campechano ¡paice aragonés!" Tuvimos en Almería un músico modesto, quizá olvidado por muchos, pero que nos vendría muy bien recordarlo con este motivo, aunque una de sus composiciones, quizá la que ha prevalecido entre las otras que compuso, el carillón del reloj de nuestra Casa de la Villa expande al aire sus notas. Nos referimos al "Fandanguillo de Almería". Y como el acto de reconocimiento a los "Coloraos" se celebra en la plaza donde está el Ayuntamiento, pues tampoco viene mal recordar también aquí que su monumento no está en el sitio adecuado; primero, por ser de mármol, material que no "pega ni con cerilla ni con cerote" en ese entorno de piedra y soportales. Y en segundo lugar, porque su espigada columna no puede lucirse en el espacio reducido de una plaza no muy amplia y además porticada. Necesita un

Febrero/2010

buscan el sitio para que su majestuosa silueta se eleve a su fácil contemplación. Y, remedando, he dejado dicho renglones arriba, al maestro de periodistas Mariano de Cavia, pero reconociendo mi modestia, allá van dos quintillas de rima libre, que ojalá pudieran calar en la opinión de todos los almerienses y prosperar su inclusión en los actos conmemorativos, dejándonos la monserga de los himnos, uno, extranjero, y el otro, aunque español, a ambos los consideramos demasiado rimbombantes. Creo que nuestro admirable "Fandanguillo", y esto ya lo digo en serio, sería el motivo musical relajante que evitaría enconadas discusiones políticas. Dejemos a los franceses que canten la Marsellesa. Que estamos en Almería la tierra del "Fandanguillo" que compuso Gaspar Vivas. Honrar a "Los Coloraos" en acordes musicales nacidos en esta tierra sin marchas de son guerrero, es desearles la paz.

TRANSPARENCIAS-23


Esa que vuelve, a su hembra gemela de mí más aquí y prende incienso a los nogales derramando el vacío de sus mascaras. Esa que quema y se repite por los costados por el agua que se vierte alunecida y la calle de piedra barro, que se marchita y se corre y se refuerza, y escucha la tormenta preparada para el rayo, huérfana de ser huérfana mutila cada colonia de soledad, idealiza pájaros, y clava rosales en el paso equivocado, (la regla dice que ya no se puede equivocar) camina descalza para atrás, traza caramelos en sus labios dos escalones, cuesta arriba, cada paso, y se mira en el espejo... Sigue siendo oscuro este silencio sin la frase que le indique su milagro…

Calle Algunas calles rompen pensamientos, duermen solares cincelando alondras, piel y deshielos, permeables a la constelación, que habla de nudos, de muros y ciudades, que danzan batallas navales de astrólogos y risas que ríen de la muerte y su suicidio. Ocultan vértices milenarios y ociosas caricias de invierno... Pero otras, transforman lo gris en pura fiesta, mecen la ausencia del olvido ruborizan las piernas y llaman a la razón con el nombre mojado de los labios. Entonces imprimen su caricia a pesar del puño que golpea la puerta, cerrada ==================== Eclipsada, la sombra no sabe si la tibieza es buena, si conjugar sus manos con el celo, el insomnio enamorado, y un ajuar de rostros en las uñas, dolida por el dolor manso del recoveco donde el agua es vacío sin mas sed... Y esa deuda del amor-hombre sabiendo del solar de sus mañanas y de los amaneceres, por distancias. Beso de buenas noches para su mascara por

Mariana Toniolo

Todavía me pregunto por qué las negras lianas de aquellos árboles centenarios me traen recuerdos de recónditos perfiles. Por qué la sombra del sauce me llora lágrimas de canela en la memoria. Debería preguntarme también el por qué de los recuerdos en la noche de la duda.

NIÑA DE MAYO Como niña de mayo, te sueño: la añoranza a flor de espera; el vértigo de los sentidos latiendo en oleadas de sol. Como niña de mayo, te presiento: la ilusión reverdecida en las esquinas de mi piel, navegando por mis cauces. Como niña de mayo,

te espero: la eternidad de un segundo en el ansia de las horas que ya viven tu aliento. ¡De nuevo niña de mayo en mis años gastados! por Stella Manaut ===================== Toda la vida va con vuestros actos, balancea la mar los corazones, y hasta cuando revisan las uniones con lava de promesa dan intactos. Con emoción suspiro los contactos... ¡Vengan de regreso esos portalones para regular las palpitaciones y poder mejorar todos los pactos! El objetivo va con la palabra, con ni alma en vuestros pechos os deseo hermanos voluntarios: tened eco. Se parece a vosotros su palabra chiquilla con sonrisa y os ondeo suerte cuando el mirar queda reseco. por

José Pómez

Aquí están tus recuerdos... Aquí están tus recuerdos: este leve polvillo de violetas cayendo inútilmente sobre las olvidadas fechas; tu nombre, el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras; el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio; mi infancia, tan cercana, en el mismo jardín donde la hierba canta todavía y donde tantas veces tu cabeza reposaba de pronto junto a mí, entre los matorrales de la sombra. Todo siempre es igual. Cuando otra vez llamamos como ahora en el lejano muro: todo siempre es igual. Aquí están tus dominios, pálido adolescente: la húmeda llanura para tus pies furtivos, la aspereza del cardo, la recordada escarcha del amanecer, las antiguas leyendas, la tierra en que nacimos con idéntica niebla sobre el llanto. -¿Recuérdas la nevada? ¡Hace ya tanto tiempo! ¡Cómo han crecido desde entonces tus cabellos! Sin embargo, llevas aún sus efímeras flores sobre el pecho y tu frente se inclina bajo ese mismo cielo tan deslumbrante y claro. ¿Por qué habrás de volver acompañado, como un dios a su mundo, por algún paisaje que he querido? ¿Recuérdas todavía la nevada? ¡Qué sola estará hoy, detrás de las inútiles paredes, tu morada de hierros y de flores! Abandonada, su juventud que tiene la forma de tu cuerpo, extrañará ahora tus silencios demasiado obstinados, tu piel, tan desolada como un país al que sólo visitaran cenicientos pétalos después de haber mirado pasar, ¡tanto tiempo!, la paciencia inacabable de la hormiga entre sus solitarias ruinas. Espera, espera, corazón mío: no es el semblante frío de la temida nieve ni el del sueño reciente. Otra vez, otra vez, corazón mío: el roce inconfundible de la arena en la verja, el grito de la abuela, por Olga la misma soledad, la no mentida, y este largo destino de mirarse las manos hasta envejecer.

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Orózco Febrero/2010


HIJOS DE EDUARDO Cuando el teléfono de casa sonó, Cristian estaba viendo “Eduardo Manostijeras” por quinta vez en esa semana. Su mamá estaba al otro lado, como se había imaginado, haciéndole las advertencias de siempre: -No comas porquerías, y si vas a poner alguna película en el DVD que no sea otra vez la del tipo de las cuchillas, que luego sabemos lo que pasa. No se te ocurra tocar las tijeras de la cocina, mira que están de limpiar pescado y Dios sabe qué puedes pillar con ellas. -No mamá, no las toco –le respondió apáticamente, mientras jugueteaba con las mismas tijeras que ella le pedía que no usara y, en la pantalla, Eduardo cortaba el pelo con destreza a una mujer del barrio.

por Darío

atraer y repeler a partes iguales, la fuente de su indudable carisma.

Tras el esfuerzo inicial, finalmente las pequeñas fauces le hablaron. Le pidieron que se fijase en como se extendían las raíces de su poder, desde la herida hacia el resto del cuerpo; pequeñas hebras negras que se iban entremezclando entre sí, dejando la piel de un tono pardo pálido a su paso. Le contaron que pronto sería un no muerto, un zombie, y que tendría una misión como primero de la nueva especie, que consistiría en reclutar para la causa a todo aquel que se cruzase en su camino. Corrió al cuarto de baño, a mirarse en el espejo. La imagen que le devolvió lo dejó extasiado de placer. Su rostro era ahora de un sano color verdoso, con ve-

-En un par de horas estoy en casa, y si te has portado bien te llevaré alguna golosina.

Vilas

desde la nuca hasta la mitad de la columna. La sangre, que caía a borbotones, comenzó a volverse verdosa a los pocos segundos, confirmándole así su plena transformación. Cuando se hubo cerciorado de que le acompañaría en su odisea zombie, lo envió a la cocina a por las tijeras de su madre. Las palabras eran innecesarias entre los dos seres, ya que su nuevo idioma era algo más primitivo, una especie de mentalidad de manada. En pocas horas habían contagiado a casi todos los niños del vecindario, y Cristian decidió reunir su horda de infantes putrefactos en el descampado de las afueras. La funesta comparsa atravesó el pueblo, sembrando el pánico entre los vecinos, que observaban horrorizados cómo sus hijos caminaban como autómatas, dejando a su paso pedazos de sus propios cuerpos; señales para encontrar el camino de vuelta, como una versión gore de Hansell y Gretell.

-Vale mamá. Él no quería golosinas, ni ningún otro juguete que no fuese aquellas fantásticas tijeras, pero como las madres tienen la capacidad de convertir sus advertencias en maldiciones que se cumplen irrevocablemente, en un mal movimiento se clavó la punta de la parte más fina en la palma de la mano izquierda. Un pequeño hilo de sangre comenzó a manar perezosamente de la herida. Lo observó curioso durante unos segundos, hasta que se dio cuenta de que varias gotas habían caído ya en el sofá. Apresuradamente, se fue a la cocina, puso un trozo de papel absorbente sobre el minúsculo corte y agarró el jabón lavavajillas y un estropajo, dispuesto a eliminar las manchas antes de que su madre las viese. Enseguida sabría por qué estaban allí, y no tenía ganas de escuchar la perorata de siempre, que le quitase el DVD de su película favorita y le castigase sin consola ni libros. Para su propia sorpresa, la mancha de sangre salió sin problemas, dejando apenas unos pequeños cercos que al secarse pasarían desapercibidos hasta para la infalible vista de águila (buitre) de su progenitora. No fue hasta varios minutos después, mientras disfrutaba del mágico final de la película, cuando empezó a notar el cosquilleo en la heridilla. Apartó el trozo de papel, que inconscientemente todavía mantenía apretado en la palma de la mano, y se sorprendió al observar que los bordes del agujerillo habían cobrado la forma de unos carnosillos labios que boqueaban frenéticamente, como si perteneciesen a alguien que intentaba en vano coger aire, o más bién mamar de una tetina invisible. Ante esta visión, no sintió repulsión ni asco, sino más bien una sensación de bienestar gratificante. Esa boca había sido engendrada por su más preciado utensilio, por la herramienta que otorgaba a Eduardo la capacidad de Febrero/2010

Cuando hubieron llegado a su destino, la letanía de quejidos perezosos de los muertos vivientes cesó por completo. Todos centraban su atención en el guía, mientras mantenían un brazo en alto, con las tijeras aferradas, que se hundían en las palmas de sus manos hasta adherirse a los huesos.

nillas negras que lo adornaban como un hermoso tatuaje tribal. Abrió la boca y comprobó que tenía la lengua negra e hinchada, enmarcada por unos dientes que habían perdido todo su brillo marfileño en beneficio de un amarillo mostaza mucho más atractivo. Cuando uno de sus incisivos calló en la pileta, con un coágulo de sangre pegado, decidió que era mejor mantener la boca cerrada. Los pequeños labios de su herida continuaron moviéndose y hablándole, describiendo el proceso que ahora se desencadenaba. Le explicaron que debía alimentarse o, de lo contrario, pronto su cuerpo entraría en un proceso vertiginoso de deterioro, y lo que había pasado con su diente podría suceder con brazos, piernas o incluso la cabeza. Aunque la idea de que su madre llegase a casa y se lo encontrase completamente desmembrado le resultaba morbosamente seductora, Cristian aceptó su nuevo cometido y, empuñando con firmeza las tijeras, que enseguida se incrustaron en la carne de su mano, fundiéndose en ella, salió de casa resuelto a cumplir con su destino. El primero en unirse fue Raúl, su vecino de la casa de al lado. Durante mucho tiempo le había atormentado con sus bromas de mal gusto, llamándole friki y amedrentándolo con amenazas y torturas psicológicas injustificadas. Sintió un aguijonazo de placer cuando le ensartó las tijeras por la espalda, rasgándole la piel

Allí parado, como líder provisional de la congregación, les explicó que su poder no debía extenderse a los adultos, que ellos jamás les comprenderían. No obstante, tampoco se podían permitir el lujo de dejarlos con vida y que pudiesen acabar con ellos. Si no continuaban pronto su camino, tarde o temprano comenzarían a pudrirse, mermando su capacidad de desarrollo, lo cual supondría el fin de su misión. El colectivo consultó la finalidad de la misma, y entonces Cristian les reveló el nombre del que debía liderarlos en el nuevo orden: Eduardo Manostijeras. Unos pocos asintieron, comprendiendo al instante la lógica de aquella revelación, pero otros muchos se miraron entre sí, dubitativos. Entonces, Cristian enfureció, entendiendo que aquellos pobres desgraciados todavía no habían pasado por el sagrado ritual de visualizar la nueva Biblia que había despertado en él el poder con el que ahora les estaba obsequiando desinteresadamente. Sin más dilación, tomó rumbo hacia el cine del pueblo, en el cual tenía constancia de que se guardaba con celo la única copia en pantalla grande que había podido disfrutar de la obra suprema en toda su vida. Y allí, sin prestar atención a su propia descomposición, los niño-zombies presenciaron el milagro del Nuevo Testamento, y al terminar, con las mejillas cubiertas de purulentas lágrimas, se hicieron la promesa de encontrar a aquel Mesías de cabello desordenado que poseía el gran don en sus propias manos. TRANSPARENCIAS-25


por Navidad. Te puedo hacer una cazoletada con altavoz, eslogan y pancarta, o simplemente, por el mero hecho de quererte, un streep tease en una playa desierta mientras caricia en mano, me aceptas el currículum de amante feliz con ansiedad. Y es que los amores secretos no son los de vicaría o casa consistorial, ni los que duran toda la vida, viaje de bodas incluido, cava, resaca y hotel en Punta Cana con vistas a la eternidad.

ODA EN PROSA BAJO PLENILUNIO Autor: Andrés Rubia Lo peor no es el tiempo en la sala de espera de la providencia, ni la impaciencia al ver que la vida transcurre de Noviembres a Eneros con villancicos desafinados

Llegué a visitar al poeta

Bendito sea el alzeimer bribón de los calendarios. Distinto es que poco a poco nos asociemos sin agravio en sociedad limitada para aceptarnos bajo la lluvia, el frío, con los atracos de los años y los pecados carnales con respeto y venia de esa individua irrespetuosa de nombre llamada distancia, soledad de primer apellido. Si no te fías, yo sí te fío mi ilusión.

Además: pongo lavadoras. Lo peor de las damas como tú es la fobia

Ya sabes como soy y por eso voy rumbo al borde de un día nuevo: por ejemplo hoy, otra vez aunque me duela. No me pidas que me muera por ti, entre otras razones porque estreno por cada vez que no te veo una nueva resurrección. Te acuso de haberme suicidado en tus labios, de haberme ahogado en los cafés con leche que no me tomo contigo, de hasta la asfixia con Luna llena, a la orilla del mar (brindis incluido) después de una cena sin miedo al amor. Te acuso de tropezarme de bruces hasta caer al abismo más de una noche tras vagar por las aceras solitario, por entre las arrugas de las sábanas de mi lecho de asfalto malherido porque los sueños, sueños son. Podría hacerte una declaración de amor, pero por esta noche, por cortesía y mientras fumando espero, prefiero aguardar a esa Luna que nunca me falla, la que quizá por osadía al desespero te contagia de la fuerza y valentía para darme suerte cuando gano algún partido, obtengo indigente donativo por aparcamiento, e incluso, a veces, alguna propina de madrugada a esa hora en que indecentes ángeles enfermos acuden con sus alas despeinadas mientras tú abandonas el hospital. Ella nunca me falla. Siempre me quedará ella. La amo. Ella nunca me falla... menos mal.

Ana Ajmátova

A Alexander Blok

Llegué a visitar al poeta exactamente al mediodía, un domingo. En el cuarto espacioso reinaba el silencio afuera, en la calle, hacía frío. Un sol agradable se paseaba sobre el tupido humo grisazul... El poeta me miraba fijamente, en silencio, como un gran anfitrión. Es mejor ser cuidadosa y no mirar nunca a sus ojos; son ojos tan extraños que jamás se pueden olvidar. No olvidaré ese encuentro aquel brumoso mediodía de domingo a las orillas del Neva en una casa grande y gris. Versión de Jorge Bustamante García

La musa Cuando en la noche oscura espero su llegada, Se me antoja que todo pende de un hilo. ¿Qué valen los honores, la libertad incluso, cuando ella acude presta y toca el caramillo? Mira, ¡ahí viene! Ella se echa a un lado el velo 26-TRANSPARENCIAS

Ninguna relación cuando comienza, bien por error, por destreza o azar –líbreme el cielo con sus faros de llama– avisa con fecha de extinción.

a lavar de nuevo unos calzoncillos de esos cuales mejor no ver siquiera en un escaparate de boutique o mercadillo, o sin ir más lejos, a turbar tu ritmo de vida de mujer liberada como alma en pena y espíritu ante mis ojos de poeta, por si tu corazón de acero es roto por la flecha de una saeta que a modo de verso arrancase en carne viva un mimo, un abrazo y un beso.

Y se me queda mirando larga y fijamente. Yo digo: "¿Has sido tú la que le dictó a Dante las páginas sobre el infierno?" Y ella responde: "Yo soy aquella." Versión de María Teresa León

La canción de la última cita Se enfriaba, desvalido, mi pecho, pero eran ligeros mis pasos. Me puse en la mano derecha el guante de la mano izquierda. ¡Me pareció que había muchos peldaños aunque sabía que eran sólo tres! Un murmullo otoñal entre los arces me pidió: “¡Muere conmigo! ¡Oye: una suerte penosa, inconstante y mala me engañó!” Le contesté: “¡Querido mío: a mí también. Contigo moriré!” Esta es la canción de la última cita. Eché una mirada a la casa sombría. Tan sólo en la alcoba ardían las velas con una llama indiferente y mustia. Versión de Jorge Bustamante García

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Alfonso López Martínez

LIBERTAD PARA EL CABRERO Amigo José Domínguez: Tú, blasfemo, de Aznalcóllar, porque te hicieron blasfemo las mentiras mentirosas. Yo voy contigo en el barco que navega entre las sombras por ese mar de esperanza que sueña las luces todas. Las tinieblas nos persiguen en esta tan alta hora de tan largo predicar auroras para la aurora. Por una palabra vieja, vieja y revieja de sobra, te han encerrado en la cárcel sin pensar que no lo logran. ¡Tú estás en la calle todo! Alma, razón y memoria. Si alguien dijera que no, es que es viento de otra ola. Amigo, me siento triste. Amigo, ¿quién no te nombra? Amigo, tanta mentira nos pone lumbre en la boca. ¡Arriba Miguel Hernández! ¡Arriba García Lorca! ¡Arriba los hombres libres por libertarse con honra!

LA MAR, DEFIENDO LA MAR ¡Por qué nos matan la mar si es enemiga del fuego! El fuego es muerte por siempre, y el agua es vida y recreo. ¡Por qué nos matan los ríos vertiendo en ellos veneno...! La lluvia también la matan los humos de nuestro tiempo. ¡Qué galopar de mentiras galopa por los cerebros de los que dicen que son, el futuro y el progreso! Yo convoco a los que aman la vida de nuestro suelo para que griten conmigo ese ¡NO! que tanto siento. ¡NO! a los residuos fecales que vierten a ritmo fiero por donde las aguas pasan recorriendo su trayecto. ¡NO! a los fosos donde entierran materias de mal recuerdo... que contaminan las aguas Febrero/2010

que corren por los veneros. Y ¡NO! a todo el que maltrata el más vital alimento de la vida cotidiana de seres, bosques y sueños. La mar, defiendo la mar, aunque los ríos defiendo. La mar, defiendo la mar, aunque la lluvia la siento. ¡¡La mar, defiendo la mar con un defender sin freno, porque de la mar naciera la vida del Universo!!

CARTA Mejor que el mejor quisiera ahondar en tu tierra el surco recio de rima y compás igual que un poeta puro. A ti que tanto mereces dedicarte hoy procuro este acróstico en romance lejos de falsos arrullos. Canción eres y eres voz amante de lo profundo. Ramo de todas las flores, mensaje que rompe yugos, estanque cristal y quieto, nave que surca mil mundos, gaita que canta y que llora, unión de los rotos nudos, zambra que baila la noche, manjar de frutos maduros, alba del alba más blanca, norte de infinitos rumbos, viento que vibra en los vientos, ola brillante en lo oscuro, zarza enredada en los pechos, espacio donde me sumo, navegable mar y remo, espada con punta y puño, lazo que une distancias, término de tantos puntos, iglesia donde yo rezo, espera que espera mucho. María del Carmen Guzmán poeta de cien futuros, obra gigante y genial.

QUE NADIE PONGA OTRO NOMBRE Tempestad de muchos vientos en su vida cotidiana, sufre el hombre cada día porque es causa de su causa. Remedio intenta poner

al dolor que le quebranta, pero se pierde en proyectos desde una patria a otra patria. Clarines de la verdad ofrecen sus resonancias sin salvas que los distingan en su labor de bonanza. Humilde razón del justo, gran luchador sin espada que hace la guerra del bien con el don de la palabra. Que nadie ponga otro nombre a la sangre de esta llaga, porque el que tiene es tan viejo como el hombre y su desgracia. ¡Que nadie ponga otro nombre que con el que tiene basta a la historia que el hombre hace sin prisa, pero sin pausa! ¡¡Que nadie ponga otro nombre, porque se llama ignorancia. Ignorancia de los pueblos, por no desarmar las armas. Ignorancias de los hombres, por no hablar con la palabra!

POR ANDALUCÍA TODA -RomanceSangre andaluza caliente llevo por mis venas rotas; y mi sangre se desangra por Andalucía toda. Soy andaluz de Almería y quiero decir ahora, que la voz que ahora levanto es voz andaluza honda. Veintiocho de Febrero por la luz y por la sombra. ¡Libre de antiguas cadenas! ¡Cada vez más autonómica! Un recuerdo a Blas Infante merece ahora esta hora. Andaluces bien nacidos, mantener la trayectoria. Yo con mis versos me siembro para dejar mi persona por esas ocho provincias que con sus nombres me honran. Ocho palomas muy blancas que bien vuelan y reposan por el alma del que ríe, por el alma del que llora. El sol con ancho sombrero todas las torres las toca, y las murallas reflejan muchas culturas remotas. Cuando la luna se esconde y las estrellas asoman, la noche puesta de pie, quiso hacerse cantaora. ¡Quién sabe si soleá, cantó la noche más mora! ¡Quién sabe si por fandangos empezara nuestra historia! ¡No me preguntéis nada!... Soy andaluz, y me sobra. Sangre andaluza caliente llevo por mis venas rotas, y mi sangre se desangra por Andalucía toda.

(del Libro: Romances, Cuentos y Sonetos)

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Hoy Sentís claramente lo cerca que estás de volverte loco mientras caminas en la oscuridad absoluta por entre las habitaciones de tu casa, en busca de nada, salvo, del paso del tiempo. Pasás en una cama revuelta y sucia la mayor parte del día y, el resto del tiempo, lo dedicás a deambular lentamente por la casa, caminando a ciegas, durante gran parte de la noche. Recostado en el piso en posición fetal, escuchas Chopin. Un mismo disco, una y otra vez, durante horas. Sabés que estás a punto de llorar pero sólo te lo permitís de tanto en tanto y, mientras tu garganta seca se cierra, tu estómago pide algo que no sea nuevamente café. Casi no tenés motivos para no colgar los guantes de una vez, pero no soportas la idea de que alguien vea y manipule tu cuerpo después haberlo hecho. Desearías poder irte de modo tal que jamás te encuentren, siendo, como Glenn Miller, un absoluto misterio. Y mientras escuchás por entre las persianas bajas el siempre agradable sonido de las ruedas de los autos pasando por sobre el asfalto mojado, te preguntás, una vez más, en que fallaste. por

Pablo Kersz

Toda la vida va con vuestros actos, balancea la mar los corazones, y hasta cuando revisan las uniones con lava de promesa dan intactos. Con emoción suspiro los contactos... ¡Vengan de regreso esos portalones para regular las palpitaciones y poder mejorar todos los pactos! El objetivo va con la palabra, con ni alma en vuestros pechos os deseo hermanos voluntarios: tened eco. Se parece a vosotros su palabra chiquilla con sonrisa y os ondeo suerte cuando el mirar queda reseco.

por

José Pómez

100 Pasos Hablo de tenerte firmemente atada con cables, a un árbol seco más viejo que vos. Te desnudo casi por completo, con inmensa ternura y respeto. Finalmente, puedo mirarte a los ojos sin que me devuelvas mares de odio. Quedo fascinado al observarte: recordaba como eras, pero no los pequeños detalles. El viento helado que agita nuestros cabellos rubios en la oscuridad nos impregna con sal marina. Nunca te pregunté si te agradaba este aroma. Y si lo hice, ya no lo recuerdo. Son las 2:34am y estamos a unos 100 pasos de una ruta blanca repleta de lunares de brea. Pierdo noción del tiempo, mientras te hablo perdidamente al oído. Te cuento cosas mías.

Me tomo un respiro y te beso suavemente una y otra vez, bajo un manto de nubes negras y bruma que nos sumergen en la más inmensa de las oscuridades. Algunos fluidos densos gotean ahora de tu abdomen. Me arrodillo y me atrevo a lamerlos. Un sucio sabor metálico penetra en mi boca. Recorro las heridas con la punta de mi lengua una y otra vez, buscando sanarte. Siento una profunda envidia de los peces más pequeños que en pocas horas se introducirán en tu cuerpo, nadando a ciegas hasta llegar a tu útero virgen, para comerlo sin piedad. Quisiera ser uno de ellos, frío y anónimo, pequeño como un meñique, viscoso y enérgico como el pene de un perro mediano. Mientras camino hacia mi auto negro, noto como el viento costero seca mis lágrimas casi tan rápido como estas surgen. Ojalá fuese tan valiente como para llevarse mi nostalgia. Sin pensarlo, abro el baúl y extraigo algunas pocas pinzas y bisturís que hundiré, con inmenso placer, hasta tocar los huesos del cuerpo de alguien que alguna vez me amó.

Nada importante, sigo siendo el mismo chico triste sin grandes emociones que conociste años atrás. Te peino con mis manos y te miro una y otra vez. Extraigo de mi saco negro un brillante y delicado instrumento quirúrgico con el que me adueño de tu fertilidad al cortar delgadas rebanadas de tus senos y, casi sin mirarlas, las arrojo al mar embravecido que te reclama. Hundo mi pulgar izquierdo en tu boca, aquella que dejó de desearme hace tiempo, para abrir tu mandíbula.

por

Pablo Kersz

Luego, acaricio suavemente tus encías. No se lo que estoy haciendo, pero lo necesito. 28-TRANSPARENCIAS

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Blanca Andreu Amor de los incendios y de la perfección... Amor de los incendios y de la perfección, amor entre la gracia y el crimen, como medio cristal y media viña blanca, como vena furtiva de paloma: sangre de ciervo antiguo que perfume las cerraduras de la muerte. "De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitriolo... Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitriolo y mi garganta de cicuta jónica, mira la perdiz de ala rota que carece de casa y muere por los desiertos de tomillo de Rimbaud, mira los árboles como nervios crispados del día llorando agua de guadaña. Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril, también en la capilla del espejo esto veo, y no puedo pensar en las palomas que habitan la palabra Alejandría ni escribir cartas para Rilke el poeta. "De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto... Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto voy hablando del trozo de universo que yo era, de subcutáneas estrellas de sangre cazadas por el ángel de la anemia en el cielo arterial, diciendo leucocitos del alba y rio de linfa, o bien de lo que quise: el ligero Mediterráneo, la prohibición de envejecer, la gavilla del sueño barbitúrico, y sobre todo, sobre todas las cosas, Mozart anfetamínico preámbulo de pájaros, Mozart en ala y aeropuerto, arco de violín principe o piloto: Mozart el Músico. "De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Desde Irak Respóndeme, político, ¿por qué quieres desfigurar la faz del mundo? ¿Por qué quieres cortar las cabezas azules de mis templos? ¿Por qué quieres salpicar con mi sangre a tu pueblo inocente? ¿No sabes que si envías la muerte a visitarme volverá sobre ti, boomerang en retorno? ¿Por qué quieres matar mi casa romper mi niño quemar mi perro? Di que querías ser caballo esbelto, nombre...

Di que demasiadas veces astrolabios, estrellas, el nervio de los ángeles, vinieron a hacer música para Rilke el poeta, no para tus rodillas o tu alma de muro. Mientras la marihuana destila mares verdes, habla en las recepciones con sus lágrimas verdes, o le roba a la luz su luz más verde, te desconoces, te desconoces. "De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Dame la noche que no intercede... Dame la noche que no intercede, la noche migratoria con cifras de cigüeña, con la grulla celeste y su alamar guerrero, palafrén de la ola oscuridad. Dame tu parentesco con una sombra de oro, dame el mármol y su perfil leve y ciervo, como de estrofa antigua. Dame mis manos degolladas por la noche que no intercede, palafrén de las más altas mareas, mis manos degolladas entre los altos cepos y las llamas lunares, mis manos migratorias por el cielo de agosto. Dame mis manos degolladas por el antiguo oficio de la infancia, mis manos que sajaron el cuello de la noche, el destello del sueño con metáforas verdes, el vino blasonado que se quedó dormido. Amor de los incendios y de la perfección, amor entre la gracia y el crimen, como medio cristal y media viña blanca, como vena furtiva de paloma: sangre de ciervo antiguo que perfume las cerraduras de la muerte. "De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Mantua Qué bandada de horas hacia nunca más aprovecha el viento a favor, qué brusco aleteo cuando todas las aves han callado, cuando de las acacias risas secas escapan huyendo hacia el final o ese hombre entre las estatuas entristecidas y las fuentes que vigilan su honra mientras el agua desenreda su elocuencia y la luna quebrada juzga tu quehacer. Cuando callaron los vencejos un ladrón volvió al cruce de calles dirigiendo a la luna inéditas súplicas, llamándola hoja de olivo y sal de la noche, extrañas invocaciones que ignora el poeta, entre piedras, sobre el pavimento, caído al costado del hotel Wellington donde declina su porvenir asombrado por la luna bajo un pálido claro de letra. Esta era la escena. Y vio cómo la flota de las horas naufragaba en la noche, en el agua oscura, entre las estrellas, con todas las velas sueltas se hundía entre las sábanas, negaba hasta tu lecho. "Capitán Elphistone" 1988

Di que querías ser caballo esbelto, nombre de algún caballo mítico, o acaso nombre de tristán, y oscuro. Dilo, caballo griego, que querías ser estatua desde hace diez mil años, di sur, y di paloma adelfa blanca, que habrías querido ser en tales cosas, morirte en su substancia, ser columna. Febrero/2010

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Oho chugui iñe’ë” (Relato en 200 palabras)

Mariela Loza Nieto El camino de la montaña No confundir, somos poetas que escribimos desde la clandestinidad en que vivimos, no somos, pues, cómodos e impunes anonimistas, de cara estamos frente al enemigo. Roque Dalton

A la montaña me trajo el dolor, el himplar que se extingue de un yaguar, el alarido en la quebrada, los desgarrones de los días, sollozos de niña por el camino, huellas de mujer por las veredas. A la montaña me trajo el dolor, la noche que noche no es, un lamento desbordante en la cañada, la espalda del uyar ztotzok, el rezumar de primavera desterrada. A la montaña me trajo el dolor, el llamado entristecido de la muerte, lontananza menstruando el sufrimiento, arrebatada una sonrisa, la milpa sumida en desolación. El dolor me trajo a la montaña, martirizada la luna, destazado el arco iris en la tierra, no llegó el beso del girasol. A la montaña me trajo el dolor, los versos libres despojados al nacer, saqueadas las alas, zarandeado el cuerpo, roto el pincel. Descalza, desnuda, zaherida por la espalda la esperanza. A la montaña me trajo el dolor, buscando el rugido en la mirada, hurgándole a las piedras un retazo de alegría, la ternura que quedó despellejada. Como al desplazado, como la que sufre eterno exilio, como un maldecido lagarto chorreando sangre por los gemidos. Como la mariposa se revuelca en la red del cazador. Así me trajo a la montaña. Me trajo a la montaña el dolor.

Nacerá como arco iris …tan alta es su dignidad en la búsqueda del tiempo en que florezca la tierra por los que han ido cayendo en que venga la alegría a lavar el sufrimiento… ¡Dale, que la marcha es lenta, pero sigue siendo marcha! Alí Primera

Tormentosas contracciones, inconcluso el parto, y sin embargo, entre los escombros y la sangría, abre brecha la esperanza: el vientre de la tierra está preñado, y a pesar de los pesares, nacerá como arco iris la alegría. TRANSPARENCIAS-30

Empezó la travesía, a su paso encontraba los árboles y las lianas que crecen en ellos. Y quiso ser el viento. Traía el rostro aun manchado por el carbón de la fábrica y esa tristeza que le recorría las venas desde hacía tiempo. Caminó hacia el monte sudándole lágrimas por los poros, iba a buscar el lugar donde el agua y la planta medicinal no tienen dueño. Llegó a lo mero alto del monte, hizo cantar la congoera y su sonaja se mezcló con el vuelo de las aves. Miró hacia el cielo y apretó sobre el corazón los huesos de sus ancestros. Volvió la vista hacia la tierra del estanciero, los bosques que, presumen, hoy tienen dueño… y otra vez la flauta, y la sonaja, y quiso lanzar una lluvia de flechas y piedras para liberar de aquella miseria, esclavitud a su gente. La tristeza le recorrió el alma, el cerebro; tomó la soga que llevaba en el morral, la lanzó sobre la rama y ató su cuello. “Nos despojaron de la tierra”, gritó… y se suicidó otro guerrero. Oho chugui iñe’ë”, “se le fue la palabra”, dijo el padre del guaraní mientras bajaba su cuerpo.

TANGOS DE GRANÁ Estoy buscando una niña por las calles de Graná, por las calles de Graná. Tiene la cara morena y muy dulce la mirá y muy dulce la mirá. Tiene los ojillos negros y el pelillo recogío, y el pelillo recogío. Madre mía de los Remedios que voy a perder el sentío que voy a perder el sentío. Dicen que se oye cantar muy cerquita de la Alhambra y que los chorros del agua le van haciendo compás. Ay, leeré ay quien pudiera estar contigo mientras viviera. Entre el Darro y el Genil le voy preguntando al agua y me dicen por ahí por ahí cerquita canta.

Yo la tengo que llevar si se viene junto a mí al Sacromonte a bailar y al barrio del Albaicín. Ay, quien pudiera estar contigo mientras viviera.

te lo juro por mi madre, si no me caso contigo yo no me caso con nadie yo no me caso con nadie. Anoche me la encontré, que de la Alhambra salía, y en el Paseo de los Tristes le pedí que fuera mía, y en el Paseo de los Tristes le pedí que fuera mía ay, lerele, ay lerele. Hay quien pudiera estar contigo mientras viviera.

GRANAÍNAS; Y MEDIA Se oye por Graná un quejío, de madrugá cuando canta, se oye por Graná un quejío. Se escucha desde la Alhambra un eco cruzando el río que sale de su garganta. Ni con toda la blancura que tiene Sierra Nevada, ni con toda su blancura no le quitará hermosura a los ojos de tú cara ni a tú cante la dulzura. Empaque de emperaora con embrujo y señorío, empaque de emperaora, granada cristiana y mora desde la nieve hasta el río tú eres reina y cantaora.

Que no hay en el mundo entero cosa que me guste tanto que esa niña que yo quiero, que esa niña que yo quiero, y esta tierra con su encanto.

Cuando yo te conocí a la luz de los faroles, cuando yo te conocí, en una reja con flores del barrio del Albaicín Granada de mis amores.

Mira bien lo que te digo, te lo juro por mi madre,

(El Calero) Febrero/2010


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Los alumnos de Bellas Artes salen a la calle Alumnos/as de la Escuela de Arte de Almería salieron a la calle para recoger firmas con el fin de solicitar la implantación de los Estudios Superiores de Diseño, Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la capital. Los alumnos de Diseño y del Ciclo Formativo tomaron la calle y mostraron su indignación al tener que marcharse fuera de Almería para poder optar a hacer sus estudios superiores. Estos estudios superiores no han llegado a Almería, ni a toda Andalucía. Actualmente en todas las Comunidades Autónomas de España, excepto Andalucía y Navarra, este régimen de estudios superiores está impartiéndose desde hace varios años.

NOTICIAS CULTURALES

“PRÓCERES” Y “MINENCIAS”

Tijeretazo a la Cultura Almeriense CajaGranada, de la mano de Paco Ortega, ha ofertado durante los últimos siete años la colaboración y mecenazgo de la Poesía y Literatura de Almería, con las presentaciones y edición bajo el nombre de “TRANSPARENCIAS”, han dado lugar a que los amantes de la Cultura conocieran en vivo lo mejor de los Autores almerienses. En el Centro Cultural de CajaGranada-Almería, lo más interesante de la cultura alme- riense, conseguía mes tras mes, tener su punto de encuentro. Pero lo que son las cosas, vino la crisis y se inició el recorte presupuestario. El responsable del Área Cultural de CajaGranada (o quien le corresponda), cuyo nombre ignoro y no deseo saber, extrajo de un cajón unas enormes tijeras y ha cortado en seco -aunque haciendo sangre a los adictos a heptasílabos y endecasílabos, a los adictos del relato, a los adictos de la fotografía, a los adictos de la pintura en definitiva a los adictos a la Cultura- las presentaciones (por cierre del Centro Cultural) y la edición en papel de “TRANSPARENCIAS”. Nosotros continuamos en la brecha editando en PDF, mes tras mes en www.almeriavoz.com El hombre cuyo nombre deseo no saber, con las tijeras en sus manos habrá pensado, quiero creer, por donde

En Andalucía, incomprensiblemente, los mismos no se han desarrollado; el alumnado de las escuelas, que puedan permitírselo económicamente, tienen que emigrar a otras Comunidades y poder cursarlos.

TRANSPARENCIAS

recortar el gasto. Como debe ser hombre de muchos números y pocos sesos, se habrá dicho a sí

mismo, voy a cortar la Cultura por donde menos duele, por los que son menos, por estos que sueñan con versos y otras zarandajas, por los débiles y soñadores. Buscó y rebuscó entre papeles y números y se encontró con una presentación y edición cada mes, que desde la utopía, brindaba a los almerienses. Y como un buen sastre, pero mal gestor cultural, cortó el tejido cultural de las Letras, o sea, la Poesía y Literatura (además de pintores y fotógrafos), y durmió plácidamente el sueño de los que se creen iniciadores de una auténtica hazaña económica, a saber, salvar la economía de su empresa. Y se quedó tan pancho. Pensando que sus superiores por esta hazaña económica conseguida le regalarían otras tijeras y le ordenarían ir cortando los poemas, relatos y fotografías de aquellos auto-

res que pasaron (y siguen pasando) por “TRANSPARENCIAS”, y de esta forma acabar con el “estorbo” de la poesía, el relato, la pintura, la fotografía… almeriense.

AUTORES QUE PASARON POR NUESTRA REVISTA: entre otros, Lidia Prado, Antonio García Vargas, Pilar QuirosaCheyrouse, José Haro Martínez, Mar de los Ríos, Guillermo de Jorge, Carmen López, Rosa López Ramón, Antonia Bocero, Luís Parra, Mª de los Ángeles Lonardi, Antonio J. Quesada, José Luís Muñoz Colomer, Luís Cañadas; pintores como Andrés Ibáñez, Antonio Torres, Luís Gordillo, Juan Ruíz Miralles, Manuel Domínguez, José Fresneda, Alberto del Castillo, Julio Visconti, Abrahan Lacalle, Isabel Toresano; fotografía de Manuel Falces, Carlos Barrante, Eduardo García, Miguel Ángel Martínez… podría enumerar algunos cientos de nombres más de poetas, escritores de relatos, investigadores, fotógrafos y pintores… pero creo que con esta muestra puede valer para dar la dimensión que “TRANSPARENCIAS” (edición papel) a lo largo de estos años a conseguido dentro y fuera de nuestras fronteras provinciales, nacionales y otros países. Pero de todas formas gracias. por

A.T.T.

JUAN ARMANDO ROJAS edita Río vertebral/Vertebral River El poeta Juan Armando Rojas (Ciudad Juárez, 1969), uno de los escritores más importantes de la frontera, edita su poemario Río vertebral / Vertebral River, en una edición bilingüe que obedece su traducción al inglés a Jennifer Rathbun. Juan Armando es autor del poemario Lluvia de lunas, publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro en 1999. La Universidad Autónoma de Chihuahua publicó Río vertebral en 2002. Textos de su autoría aparecen en la Antología de

la poesía latinoamericana del siglo XXI: el turno y la transición (Siglo XXI, 1996), compilado por Julio Ortega, y en Cuentistas de Tierra Adentro III (1997), compilado por Lazlo Moussong. También es coautor de la antología, Canto a una ciudad en el desierto: encuentro de poetas en Ciudad Juárez, publicada mediante la beca PACMYC (Cuadrilla de langosta, 2004). Es doctor en Letras Hispanoamericanas por la Universidad de Arizona. Febrero/2010


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Desde el año 2002, esperando una respuesta ¿cuándo se le dará...?

NOTICIAS CULTURALES

EL CORTIJO DEL FRAILE

El creador del grupo en la red social, Antonio Sánchez Zapata -Salvemos el Cortijo del Fraile- manifestó que 'he pedido reunirme con la delegada de Cultura, Yolanda Callejón para ver que salida tiene la situación por la que atraviesa el cortijo puesto que cada día que pasa se va viendo el deterioro. Cada vez es más ruina”. El Cortijo del Fraile fue el escenario que motivó la obra Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, así como otros títulos posteriores entre los que se halla la novela Puñal de claveles, de Carmen de Burgos. La concentración en este caso, se trata de la primera de las medidas de protesta que prevé el grupo, el cual piensa en realizar otras actividades a favor de la conservación de este espacio. "Si no obtenemos una respuesta satisfactoria, seguiremos convocando periódicamente a las personas que se encuentran en la Plataforma, con el fin de ver si a alguien le da vergüenza, viendo como día a día se va cayendo el cortijo".

Bodas de sangre -¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta! Que si matarte pudiera, te pondría una mortaja con los filos de violetas. ¡Ay, qué lamento, qué fuego me sube por la cabeza!

Sánchez Zapata, exponía que "queremos que se arregle y que se haga un museo etnológico para el disfrute de todos los ciudadanos". "Arquitectónicamente el Cortijo es precioso pero luego tiene algo especial, y aparte es escenario de unos hechos ocurridos en 1928. La gente que viene del extranjero y lo ve se queda fascinado y no entiende como puede estar cayéndose y nadie hace nada".

-¡Qué vidrios se me clavan en la lengua! Porque yo quise olvidar y puse un muro de piedra entre tu casa y la mía. Es verdad. ¿No lo recuerdas? Y cuando te vi de lejos me eché en los ojos arena. Pero montaba a caballo y el caballo iba a tu puerta. Con alfileres de plata mi sangre se puso negra, y el sueño me fue llenando las carnes de mala hierba. Que yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra y de ese olor que te sale de los pechos y las trenzas.

Tenemos que recordar que esta concentración es la segunda actuación de este tipo que se organiza en torno al Cortijo del Fraile, donde un grupo de intelectuales almerienses pidieron a la Junta de Andalucía en 2002 mediante un manifiesto la adquisición y reconstrucción del monumento así como una “mayor implicación” de la Administración en la recuperación de este espacio lorquiano. ¿Respuesta 8 años después…? NINGUNA.

-¡Ay qué sinrazón! No quiero contigo cama ni cena, y no hay minuto del día que estar contigo no quiera, porque me arrastras y voy, y me dices que me vuelva y te sigo por el aire como una brizna de hierba. He dejado a un hombre duro ya toda su descendencia en la mitad de la boda y con la corona puesta. Para ti será el castigo y no quiero que lo sea. ¡Déjame sola! ¡Huye tú!

TRANSPARENCIAS

(fragmento) No hay nadie que te defienda. -Pájaros de la mañana por los árboles se quiebran. La noche se está muriendo en el filo de la piedra. Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importa la gente, ni el veneno que nos echa. -Y yo dormiré a tus pies para guardar lo que sueñas. Desnuda, mirando al campo, como si fuera una perra, ¡porque eso soy! Que te miro y tu hermosura me quema. -Se abrasa lumbre con lumbre. La misma llama pequeña mata dos espigas juntas. ¡Vamos! -¿Adónde me llevas? -A donde no puedan ir estos hombres que nos cercan. ¡Donde yo pueda mirarte! -Llévame de feria en feria, dolor de mujer honrada, a que las gentes me vean con las sábanas de boda al aire como banderas. -También yo quiero dejarte si pienso como se piensa, pero voy donde tú vas. Tú también. Da un paso. Prueba. clavos de luna nos funden mi cintura y tus caderas. Febrero/2010


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NOTICIAS CULTURALES

Contra el viento Autor: Ángeles Caso

El pacto de los asesinos Autor: Max Gallo

CAÍN Autor: José Saramago TRES VIDAS DE SANTOS Autor: Eduardo Mendoza

La rosa escondida Autor: Reyes Monforte

COMITIVA DE EMBUSTEROS Autor: Karen Mai LA BAILARINA Y EL INGLÉS Autor: Emilio Calderón

LO QUE EL DÍA DEBE A LA NOCHE Autor: Yasmina Khadra

EL PRÍNCIPE DE LOS OASIS Autor: Fernando Schwartz

UN ASUNTO SENSIBLE Autor: Miguel Barroso

EL LAMENTO DEL PEREZOSO Autor: San savage

LA NOCHE DE LOS TIEMPOS Autor: Antonio Muñoz Molina TRANSPARENCIAS

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NOTICIAS CULTURALES

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El Museo Arqueológico de Almería incrementa un 11,2 por ciento más de visitantes con respecto a 2008 El Museo Arqueológico de Almería recibió durante 2009 un 11,2 por ciento de visitas, un porcentaje superior a las cifras registradas en el año anterior de forma que, a lo largo de los últimos 12 meses acudieron al centro 56.299 personas frente a las 50.631 de 2008 que visitaron las diferentes exposiciones. Así se desprende de los datos ofrecidos desde la Consejería de Cultura, en los que se refleja que del total de visitantes de 2009, 43.040 son ciudadanos de la ciudad de Almería, lo que indica que más de 76 por ciento de los usuarios se corresponden al ámbito local. En este sentido, la directora del centro cultural, Ana Navarro, apuntó que el carácter de las actividades culturales que oferta el Museo, y demandadas por el propio público almeriense están dirigidas "a disfrutar en familia". "Son las más aceptadas y valoradas por el público, siendo el visitante el que nos obliga a renovar continuamente y a ofrecer actividades culturales de calidad", indicó Navarro quien valoró el aumento de público experimentado con respecto al año anterior en el centro museístico "de referencia" en la provincia. De esta forma, los datos también indican que de los 13.259 visitantes no locales, 9.819 son de procedencia andaluza y española mientras que los 3.440 restantes provienen del exterior de las fronteras nacionales, un hecho que viene dado en parte por las investigaciones del centro, que indica tener "muy buenas relaciones con el ámbito universitario, desarrollando y apoyando iniciativas científicas". EXPOSICIONES TEMPORALES Y 'DÍA TOPE' Por otra parte, además de la exposición permanente de carácter arqueológico que muestra el museo, el centro también mantuvo un total de siete exposiciones temporales a las que acudieron 41.506 personas, de las cuales, 11.132 contemplaron la muestra más visitada: 'Música Mecánica. Los inicios de la Fonografía Música Mecánica'. Así, el mes de mayo destacó por ser el periodo temporal en el que más personas acudieron a las instalaciones culturales, con 6.930 visitas, un mes en el que además también se registró el día de mayor afluencia de público, que fue el sábado 16 de mayo con 1.079 visitas, coincidiendo con la presentación del Primer Museum Music Festival Rock, del que disfrutaron 979 personas.

Almería no olvida a José Ángel Valente esta fecha bajo el epígrafe “Desde la experiencia celeste”. El grupo de las actividades están coordinadas por José Andújar y Antonio Lafarque. Hay que recordar que Valente se estableció en Almería en 1986 e hizo del Cabo de Gata y los paisajes de la tierra su inspiración.

El 18 de julio se cumplirán diez años del fallecimiento en Ginebra de José Ángel Valente, poeta gallego que se hizo almeriense. El Instituto de Estudios Almerienses con la colaboración del Centro Andaluz de las Letras ha programado una serie de conferencias y actividades para conmemorar

TRANSPARENCIAS

El presidente de la Diputación de Almería, Juan Carlos Usero, la delegada de Cultura, Yolanda Callejón, el director del IEA, Miguel Naveros y la propia Marcela Romano presentaron la actividad y detallaron que se pretende un acercamiento a la obra de Valente pero también una reflexión de lo que ha aportado a la poesía española, sobre su per-

sona y su figura como poeta, prosista, crítico, etc., con la participación de grandes autores. Juan Carlos Usero, dio a conocer una extensa lista de especialistas en la obra de Valente que pasarán durante 2010 por Almería para hablar del poeta gallego y su obra. Entre estos autores se encuentra Antonio Gamoneda, que participará en septiembre, Andrés Sánchez Robayna, Fernando García Lara, Jordi Doce, José Andújar, Lorenzo Oliván, Francisco Calvo Serraller, María Payeras, Aurora Luque, José Luis López Bretones, Ramón Crespo, Juan Carlos Mestre que ofrecerá un recital y también se proyectará el documental “El lugar del poeta”,

de David del Águila. Marcela Gloria Romano, Doctora en Letras, señalaba además el gran aporte de Valente a la generación del 50 y posteriores, su afán lector que le hizo introducir lecturas en lenguas no españolas a su poesía y “extraños anaqueles” procedentes del misticismo más variado. Por último, la delegada de Cultura, Yolanda Callejón recordó que la Junta ha financiado con 345.000 euros, a través del Plan Proteja, la restauración de la casa en la que residió José Ángel Valente, en el casco histórico, que lleva a cabo el Ayuntamiento de Almería.

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Wang Qingsong, por primera vez en España-Almería El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), organismo dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, inaugurará el 15 de febrero en su sede de Almería la primera restrospectiva que se presenta en España del artista Wang Qingsong bajo el título 'Follow me'. Según informó el CAF a través de una nota, la fotografía de Qingsong destaca por la "ingente" cantidad de personas que aparecen involucradas en sus instantáneas, así como las dimensiones de los platós, que llegan a ser tan espectaculares "como las producciones de Hollywood". La obra del artista asiático se fundamenta en conceptos que abarcan ideas complejas y generales y que se plasman sobre lienzos de grandes dimensiones, puesto que sus trabajos fotográficos en ocasiones superan los 20 metros de longitud. Así, Qingsong trabaja en documentalismo, fotografía, imágenes generadas por ordenador, vídeo y escultura, de manera que utiliza la fotografía para reflexionar sobre la transformación y los rápidos cambios por los que atraviesa China y se concentra en las contradicciones de la realidad social contemporánea china generada por el acelerado desarrollo económico del país. De este modo, su fotografía es una crítica al culto de iconos globales que define en gran medida la sociedad consumista y la pérdida de espiritualidad en la China de hoy. Sin embargo, su integridad artística "brilla con luz propia", pues se muestra igualmente riguroso en su crítica al tradicionalismo regresivo y a quienes tratan de rechazar presiones culturales externas. TRANSPARENCIAS

NOTICIAS CULTURALES Andalucía, segunda CCAA con menor índice de lectura en 2009 Andalucía es la comunidad autónoma española con el segundo índice de lectura con un 50,2 por ciento, superando sólo a la región de Extremadura, que cuenta con el 49,4 por ciento, según los resultados del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), patrocinado por la Dirección General del Libro, Archivo y Bibliotecas del Ministerio de Cultura. En este sentido, Andalucía se queda a 4,8 punto por debajo de la media nacional, 55 por ciento de la población mayor de 14 años en 2009. Madrid se mantiene como la comunidad con población más lectora (64,4%), mientras que Castilla - La Mancha (50,5%), Andalucía y Extremadura cierran la parte baja de la tabla. Además de Madrid, otras ocho comunidades, tienen índices de lectura por encima de la media española como son La Rioja (58,4%), Aragón (58,3%), Cantabria (57,8%), Navarra (57,7%), Canarias (56,9%), Comunidad Autónoma Vasca (56,8%), Cataluña (55,6%) y Baleares (55,3%). Por su parte, a Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura le acompañan, entre las comunidades que no superan el índice de lectura medio están Castilla y León (55,0%), Galicia (54,9%), Comunidad

Valenciana (54,6%), Murcia (54,3%) y Asturias (52,9%). Asimismo, el barómetro resalta que el número medio de libros comprados en España en 2009 se sitúa en 10,5 libros por persona, con lo que se mantiene la tendencia en torno a este valor en los últimos tres años. LARSSON, MÁS COMPRADO Y LEÍDO “'El niño con el pijama de rayas”, de John Boyne, ha sido el libro más leído en 2009, pero Stieg Larsson lidera la clasificación por autor más leído y comprado, según los resultados del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). El barómetro también revela que un 55,6 por ciento de los entrevistados compraron libros en último año, y de ellos, un 40,4 por ciento compró li-

bros no de texto, mientras que un 31,7 por ciento compró algún libro de texto. LA LITERATURA, MATERIA MÁS COMPRADA La literatura es la materia más comprada (79,9%) y dentro de esta las novelas y los cuentos lideran las adquisiciones (94,1%). Le sigue a mucha distancia la materia de humanidades y ciencias sociales (10%). Las novelas históricas (35,1%) son las más compradas seguidas de las de aventuras (20,8%), las de intriga y misterio (18,8%) y las de ciencia ficción y fantásticas (15,8%). Las librerías son el lugar habitual de compra de libros no de texto para el 69,4 por ciento de los lectores compradores, seguidas de grandes almacenes (21,6%), las cadenas de librerías (16,1%) e hipermercados (15,5%).

Un porcentaje mayor de mujeres, leen más que los hombres Un año más y al analizar el perfil del lector, el barómetro pone de relieve que el porcentaje de mujeres lectoras (58,4%) es superior al de los hombres (51,3%). El nivel de estudios es determinante en el hábito lector y a mayor nivel de estudios se detecta mayor porcentaje de lectores. La tasa se dispara al 82 por ciento entre los que tienen estudios universitarios, se sitúa en el 60,5 por ciento entre los que tienen estudios secundarios y cae al 31,1 por ciento entre los que sólo tienen estudios primarios. En cuanto al porcentaje de lectores por sexo según su nivel de estudios, en todos los casos las mujeres presentan también un porcentaje superior al de los hombres. Esta diferencia es mayor entre los

que tienen estudios secundarios (67,9% frente a 53,8%) y disminuye entre los que tienen estudios universitarios (84,8% frente a 79,3%). Según la ocupación, los estudiantes (73,7%), los que tienen trabajo (60,7%) y los parados (59,3%) son los que acaparan el mayor porcentaje de lectores, mientras que los jubilados (35,4%) y las amas de casa (44,5%) son los que menos leen. MÁS HORAS DE LECTURA A LA SEMANA El informe 2009 hace referencia a la intensidad lectora de los españoles y destaca que el 58,2 por ciento de los entrevistados mayor de 14 años declara haber leído algún libro en el último año. Entre los lectores frecuentes, el 41 por ciento

de los entrevistados, leen por término medio en una semana 6,2 horas. Por sexos, tanto hombres como mujeres prefieren las novelas históricas, pero las mujeres prefieren las de intriga o misterio y las románticas y los hombres las de aventuras o ciencia ficción y fantásticas. Al analizar el idioma habitual de lectura, el informe señala que el 93,3 por ciento de los entrevistados leen habitualmente en castellano, seguido por un cuatro por ciento de lectores que leen habitualmente en catalán, un 0,5 por ciento en gallego, un 0,3 por ciento en euskera y un 0,1 por ciento en valenciano. Además, el 1,1 por ciento lee en inglés y el 0,2 por ciento en francés. Febrero/2010


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