Revista Nómade - Sofia Maciel

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EDICION N°1 AGOSTO 2018 $120

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DÓNDE IR

DOS DÍAS ACÁ

Ranking de los mejores lugares para recorrer en tu estadía

Si tenés solo un fin de semana, esta guía para el viajero te va a ser de mucha ayuda. No te vas a perder de nada.

ANIKO VILLALBA La travel blogger nos cuenta alguna anecdota parisina

GASTRONOMÍA

INFO PRÁCTICA Todo lo que necesitas saber para entrar al pais, y lo que no te debes olvidar.

STREET ART La calle mas graffitteada de París

Los platos mas populares en Francia

IDIOMA Algunas palabras y frases para poder desenvolverte en el país

CAPITAL ARTÍSTICA

DORMIR Los mejores hostel para jovenes

N

ómade es un concepto construido a partir de lo que se conoce como cultura nómada, la de aquellas comunidades que se trasladaban de un lugar a otro. La persona nómada pertenece así misma, no pertenece a ningún lugar. El nómada es capaz de recrear el propio hogar en cualquier parte. Quizás ser nómade es una forma más sostenible, respetuosa y armónica de vivir. En esta revista encontraras todo lo necesario para ser de tu estadia en el luhar que elijas, tiempo totalmente aprovechado. Seleccionamos ciudad por ciudad para que no te pierdas ningun rinconcito de estos grandiosos lugares. Queremos acompañarte donde sea que vayas, enseñarte cosas nuevas. Todos tenemos un sueño, tal vez no sea viajar, pero puede ser pintar, escribir o cantar. Y no hay nada que nos impida hacerlo. . No hay nada que nos impida vender todas nuestras cosas y sacar un boleto al primer micro que nos crucemos. Y la plata no es el problema, porque en tu cabeza están todos los recursos necesarios para cumplir tus sueños. Es solo cuestión de animarse a vivir la vida, dejando atras los prejuicios que tenemos.

Recorre los museos y paseos con nosoros Directora General Marisol Camiroaga Editora Ejecutiva Francisca Vives Editora de Contenidos
 Silvia Peña Editor Internacional y de Cultura Franco Fasola @FrancoFasola Periodistas Lenka Carvallo @LenkaC Paula Palacios

Coordinadora creativa y diseño: Isidora Sotomayor Diseñador Gráfico
 Carlos Ávila Gerente de Ventas
 Alejandra Labbé Jefe de ventas digitales y proyectos Giannina Moyano Venta digital Carla Maldonado

Editora creativa y diseño Carolina Jarpa

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Considerada como la ciudad más romántica del mundo y un lugar lleno de lugares encantadores, es para nosotros una de esas ciudades que debes visitar antes de morir. Pasear por la orilla del Sena, tomarte un café en sus bonitas terrazas, son algunos de los muchos lugares que visitar en París imprescindibles.

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arís es la capital de Francia y su ciudad más poblada. Capital de la región de Isla de Francia (o “Región Parisina”), es constituida en la única comuna unidepartamental del país. Está situada a ambos márgenes de un largo meandro del río Sena, en el centro de la cuenca parisina, entre la confluencia del río Marne y el Sena, aguas arriba, y el Oise y el Sena, aguas abajo. La ciudad de París, dentro de sus estrechos límites administrativos, tiene una población de 2 273 305 habitantes.​Sin embargo, en el siglo XX, el área metropolitana de París se expandió más allá de los límites del municipio de París, y es hoy en día, con una población de 12 405 426 habitantes en 2013, la segunda área metropolitana del continente europeo. La región de París es junto con la de Londres, uno de los núcleos económicos más importantes de Europa. Durante el siglo XIX y XX junto con la ciudad de Londres, ​París fue el centro de

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desarrollo de proyectos arquitectónicos dentro del marco de la Revolución Industrial y sus famosas exposiciones. Ejemplos de ello son: el Mercado de la Madeleine, en 1824; las Grandes Halles iniciadas en 1853 , las Galerie des Machines y la Torre Eiffel ambas realizadas en la exposición de París de 1889. Es conocida también como la “Ciudad Luz” (la Ville lumière), es el destino turístico más popular del mundo, con más de 42 millones de visitantes extranjeros por año.10​Cuenta con muchos de los monumentos más famosos y admirados del orbe: la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el Palacio de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier o el barrio de Montmartre, entre otros. También alberga instituciones de reconocimiento mundial: el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural

de Francia, así como un extenso sistema de educación superior de prestigio internacional. París ocupa un lugar importante en el ámbito de la cultura, la gastronomía, la moda y el lujo de todo el mundo consumista. París es una ciudad que parece diseñada para el disfrute del viajero. Sus calles, plazas, edificios, jardines y monumentos parecen ideados para que cualquier persona que la visite, desee volver a visitar estas tierras Tras conocer los lugares más interesantes de París, los principales museos, las mejores zonas para alojarse y los platos más típicos, sólo falta hacer las valijas y prepararse para disfrutar de una de las ciudades más románticas del mundo y bella por donde la mires . Ofrece innumerables lugares para visitar y rincones para perderse. A continuacion les dejaremos una lista de 15 lugares que creemos que no te podes perder cuando la visites. 5


SAINTE CHAPELLE

TOUR EIFFEL Con un diseño creado por Gustave Eiffel, la construcción de la Torre Eiffel duró poco más de dos años y en ella trabajaron 250 obreros. Inicialmente la torre fue objeto de controversia: los artistas del momento la consideraron monstruosa y, dada su baja rentabilidad al terminar la exposición, se planteó la posibilidad de derruirla en diferentes ocasiones pero al final todo salio bien. A principios del siglo XX, con la llegada de las guerras mundiales, las autoridades encontraron su utilidad como antena de radiodifusión y con ella captaron mensajes que ayudaron a los aliados de forma decisiva. Actualmente y gracias al auge de París como destino turístico internacional, la Torre Eiffel es el monumento más visitado del mundo con más de 7 millones de visitantes por año, y el numero siempre aumenta. Apodada “La dame de fer” (la dama de hierro) este emblemático monumento ostentó el titulo de la estructura hecha por el hombre más

La Santa Capilla es nuestra iglesia favorita de París y (al menos para nosotros) una de las más bonitas del mundo. Esta iglesia gótica se construyó para guardar varias reliquias. Lo que más destaca son sus impresionantes vidrieras de la capilla superior, donde es difícil no quedarse boquiabierto, mientras admiras semejante maravilla. La Sainte-Chapelle fue durante un tiempo el lugar sagrado más importante del mundo entero y también la obra arquitecta más maravillosa de su época. Construida durante la segunda mitad del siglo XIII por Louis IX, la iglesia Sainte-Chapelle es un lugar extraordinario de simbolismo religioso. Residiendo dentro de Palais de la Cité, la capilla es una obra de arte de la arquitectura gótica; el tejado parece estar soportado por

mundo durante 41 años, hasta que el edificio Chrysler fue construido en NY. Durante la ocupación alemana los franceses cortaron los cables del ascensor para que Hitler tuviera que subir por las escaleras, pero no llego a hacerlo y al acercarse las tropas aliadas a París, ordenó que la torre fuera destruida junto con el resto de la ciudad y, como bien sabemos, fue desobedecido. En sus instalaciones funcionan antenas de emisión de F.M y de TV y son necesarias 50 toneladas de pintura. En un principio los parisinos no estaban muy entusiasmados con este monumento, pero con el tiempo se ha convertido en un símbolo representativo del que están orgullosos. Pesa 10.000.000 de kilos o lo que es lo mismo, 10.000 toneladas. Sin embargo, es bastante ligera, algo propio de los monumentos clasificados como más modernos. Si comparamos este monumento parisino con un gran transatlántico que alcanza las 70.000 toneladas no se ve tan pesado.

Dirección

8 boulevard du Palais Paris 1ER

Horarios

De 9:30 a 13:00 y de 14:00 a 18:00 horas.

Dirección

Avenue Gustave Eiffel, París

Cómo llegar

Metro línea 6. Estación Bir Hakeim RER : línea C, estación Champ de Mars Autobuses : 42, 69, 72, 82,87 También el autobús turístico con paradas libres por París pasa por aquí.

Horarios para subir a la torre

Todos los dias desde las 9.30 am hasta las 11.00 pm

Tikets

Comprar tu billete para subir a la Torre Eiffel con anticipación, te ahorrará tiempo de espera en largas colas. Podes adquirirlos por internet o al

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tintado para que el mágico espacio parezca el interior de una joya. El edificio mismo es una reliquia gigante, construida para guardar las reliquias del rey, incluyendo la corona de espinas de Cristo y una pieza de la cruz verdadera, y para demostrar que este lugar es digno de conservar estas reliquias. En el centro del Saint Chapelle se encuentra un magnifico santuario de oro y plata que contiene mucho valor. Este edificio es una obra maestra del gótico radiante, al punto que algunos consideran que señala el apogeo de este arte. Se superponen en ella dos capillas, la inferior para la gente común, y la superior para la corte del rey, como era costumbre en las construcciones de los palacios reales de la Edad Media.

Tikets

Normalmente se compran por internet o al llegar a la iglesia.

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CHAMPS ÉLYSEÉS

Los dos kilómetros que unen la Plaza de la Concordia con el Arco del Triunfo forman una de las avenidas más famosas del mundo: los Campos Elíseos. El paseo por la gran avenida transcurre viendo escaparates de tiendas y restaurantes, además de recorrer una de las zonas más concurridas de la ciudad. A medida que te vayas acercarnos a la parte alta podrás ver como las tiendas se van volviendo más y más lujosas. Si queres llevarte una buena foto, con la mejor perspectiva de los Campos Elíseos, no dudes en subir a la azotea del Arco del Triunfo. Estamos seguros que no te vas a arrepentir.

Dirección

Av des Champs-Élsées 75008 Paris

Importante Podes contratar un tour con audioguía en español para no perderte ningún detalle.

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MONTMARTRE & BASILIQUE DU SACRÉ-COEUR

Montmartre, nuestro barrio favorito de Paris junto a Le Marais, y uno de los lugares que visitar en París más imprescindibles. Aunque a día de hoy es muy turístico, todavía conserva cierto aire bohemio de antaño cuando vivían pintores como Picasso o Van Gogh. Además de pasear por sus bonitas calles y edificios, destaca su Place du Tertre, llena de artistas pintando o vendiendo sus cuadros, y también la Basílica del Sagrado Corazón, uno de los lugares más visitados de la ciudad. Al encontrarse en la parte alta, su visita es también la excusa perfecta para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad francesa.Su construcción fue decidida por la Asamblea Nacional en 1873, como un edificio religioso a perpetuidad en a la

Horarios de la Basílica

Todos los días de 6:00 a.m a 22:30 p.m

Cómo llegar

Para llegar hasta aquí puedes coger el metro y después el funicular

Pasear al atardecer desde la Catedral de Notre Dame hasta la Torre Eiffel bordeando el Sena es uno de los paseos más románticos del mundo y uno de los mejores consejos para viajar a París. Durante el trayecto cruzarás varios de los puentes más bonitos de la ciudad como el Puente Nuevo, el Puente de las Almas o el Puente de Alejandro III. Le Pont Neuf es el puente más antiguo y nuestro preferido, que une la Île de la Cité con la ciudad y nos regala unas vistas únicas de los alrededores. Una buena opción para conocer esta zona es también recorrer el Sena en barco al anochecer y ver París iluminada desde otra perspectiva. Una experiencia única que seguro tardarás en olvidar, si es que consigues olvidarla. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, junto con toda la ribera del río parisino. 8

Dirección

75001 Pont Neuf, París.

Dirección

15 Rue de Vaugirard, 75291 Paris.

Cómo llegar Metro: Palais Royal - Musée du Louvre, líneas 1 y 7.

Acceso Gratuito

7 ILE SAINT- LOUIS 1 Parvis du Sacré-Cœur, 75018 Paris

PONT NEUF Y RÍO SENA

JARDIN DU LUXEMBOURG

Los Jardines de Luxemburgo son los más bonitos de París además de un lugar perfecto para desconectar de la ciudad. Situados frente al Palacio de Luxemburgo, cerca del barrio latino, es un lugar muy popular por los parisinos para hacer un picnic o charlar con amigos tumbados en el césped, sobre todo cuando hace buen tiempo. En los jardines encontrarás varias esculturas a las que merece la pena dedicar unos minutos, entre todo tipo de plantas y árboles. Te recomendamos que no dejes de buscar hasta encontrar la Fuente Médici, uno de los rincones más bonitos

de los numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra franco-prusiana. Una vez allí, podes subir andando por las escaleras, que aunque supongan un esfuerzo, son una forma única de empezar a adentrarse en uno de los barrios más increíbles de París. Lo único malo de Montmartre, al menos según nuestra experiencia, es la ausencia de restaurantes en los que la calidad-precio resalte, ya que la gran mayoría de ellos están demasiado enfocados al turismo, sus precios son altos. Una buena opción para recorrer este barrio conociendo su historia y curiosidades es reservar este tour con guía en español, que te ayudara a no perderte ningun detalle de la zona que recorras.

Dirección

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Situada en el corazón de la ciudad, junto a la Île de la Cité, la pequeña Île Saint-Louis es uno de los distritos más tranquilos y encantadores de París. A diferencia de la Isla de la Cité, habitada desde tiempos inmemoriales, la Isla de San Luis estuvo dedicada al pasto del ganado y funcionó como almacén de madera hasta el siglo XVII, momento en que se realizó una planificación urbana que aún se conserva. La isla fue poblada por los ciudadanos de mayor riqueza de la ciudad, que aprovecharon el oasis de tranquilidad para instalar sus suntuosas residencias y palacetes. Mucho más pequeña y acogedora que su vecina Île de la Cité, en la Isla de San Luis se puede disfrutar de una tranquilidad poco usual en París. Aunque la mayor parte de la isla es una zona residencial, también abundan las pequeñas tiendecitas con cuidados e

caparates, además de los restaurantes que ofrecen una variada gastronomía francesa. La Isla de San Luis fue un asentamiento celta Parisii, como ocurrió con toda la ciudad, fundada en 250 A.C. Por marineros y comerciantes. En el año 52 D.C, los romanos la dejaron desierta al fundar la ciudad que llamaron Lutetia. Se mantuvo en esas condiciones hasta finales del siglo XVI, ya que el Tribunal Real de París no la apreciaba como correspondía. Este lugar insospechadamente hermoso comenzó a cambiar su rostro cuando se lo incluyó dentro de los planeamientos urbanísticos de la ciudad, a fines del siglo XVII. En ese momento es que nace un sitio tranquilo, casi todo lo contrario a lo que ocurre en el resto de París. La Isla de San Luis luce casi igual como ha sido concebida cuatro siglos antes, si bien en el IX fueron añadidos cuatro

puentes adicionales que conectan las orillas con la Isla de la Cité, con la Rue Jean y el Boulevard Henri IV. Nueve de sus edificios han sido declarados como monumentos históricos y casi 30 están en el inventario de edificios históricos. La Île Saint-Louis no es una de las visitas obligadas o típicas de París y es por ello que no hay tantos turistas en sus calles (de un sólo sentido de circulación). Es un sitio más que apacible, tranquilo, un relicto para descansar los oídos del bullicio del centro de la capital francesa. Se puede caminar por las orillas del Sena, contemplar sus edificios y sobre todo, deleitarse con la majestuosa vista hacia Notre Dame. En un paseo por la Isla de San Luis se pueden encontrar muy bonitos restaurantes y pequeñas heladerías para disfrutar de un gelato (helado) en la Rue Jean du Bellay y Quai D’Orleans.

Cómo llegar

Metro Pont Neuf

Dirección

En el centro de París

Cómo llegar

Metro: Pont Marie, línea 7.

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10 LE MARAIS

QUARTIER LATÍN

El Barrio Latino de París (Quartier Latin) se encuentra ubicado al sur de la Île de la Cité y es una de las zonas más concurridas y animadas de la ciudad. El Barrio Latino debe su nombre a la Época Medieval, cuando los habitantes de la zona eran estudiantes que utilizaban el latín para comunicarse. Desde la Edad Media los estudiantes del Barrio Latino tuvieron una gran influencia sobre Francia, y durante los siglos XIX y XX llevaron a cabo movimientos estudiantiles de gran trascendencia política. El Barrio Latino fue uno de los puntos calientes durante la Revolución de los estudiantes de Mayo de 1968 Tras atravesar la Plaza de Saint Michel, en la que se encuentra una enorme

fuente con la figura de San Miguel luchando con un dragón, se entra en el entramado de pequeñas y encantadoras callejuelas que componen el Barrio Latino. A partir de este punto todo son restaurantes y cafeterías que ofrecen agradables terrazas con precios bastante accesibles. Aunque hay varias calles con restaurantes muy agradables, una de las principales arterias del barrio es la Rue Huchette, una calle muy peculiar. En el barrio además de encontrar mucho ambiente puedes dedicar un tiempo a ver la plaza y la fuente de Saint Michel, entrar en la preciosa librería de Shakespeare & Co, o visitar el Panteón. Estamos seguros que querrás volver.

Dirección

Al sur de la Île de la Cité.

Cómo llegar

Metro: Saint-Michel, línea 4. RER: Saint-Michel Notre-Dame, líneas B y C.

Tras la construcción de la Place Royale (actual Plaza des Vosges), la zona comenzó a atraer a las clases más selectas de la sociedad, que construyeron las más exquisitas residencias y palacetes. En la actualidad aún se pueden visitar algunos de ellos convertidos en museos, como es el caso del Museo Carnavalet, el Museo Picasso, el Museo Cognacq-Jay o la Casa de Victor Hugo. Hoy en día el barrio continúa siendo una zona muy agradable y tranquila en la que se puede encontrar una gran variedad de restaurantes y tiendas. En la zona reside la comunidad judía más

grande de Europa, además de conformar el barrio gay de la ciudad. Plaza des Vosges Inaugurada en 1612 con la fiesta de celebración del matrimonio entre Luis XIII y Ana de Habsburgo, la Plaza des Vosges es la plaza más antigua de París. Con unas dimensiones de 127X140 metros, la plaza está rodeada por un conjunto de 36 pabellones de ladrillo rojo construidos de forma simétrica. En el centro de la plaza se encuentra un agradable jardín repleto de tilos, decorado con algunas fuentes y una estatua ecuestre de Luis XIII. En la planta baja de

los pabellones se sitúan algunos cafés y diferentes tiendas de arte. La Casa de Victor Hugo En el número 6 de la Plaza des Vosges se encuentra la que fuera la casa de Victor Hugo entre los años 1832 y 1848. Se trata de un apartamento organizado siguiendo las tres principales etapas que articularon la vida del escritor: su historia antes, durante y después del exilio del mismo. Se trata de un apartamento perfectamente decorado y amueblado que ofrece visita gratuita, por lo que podéis dedicar unos minutos para recorrerlo.

Dirección

Junto a la Plaza de la Bastilla.

9 PLACE VENDOME Rodeada en su práctica totalidad por imponentes y sobrios edificios, en la Plaza Vendome se encuentran diversas tiendas de gran prestigio como Dior, Chanel o Cartier. La plaza, anteriormente conocida como la Plaza de Luis el Grande, Plaza de las Picas, Plaza de las Conquistas o Plaza Internacional, es en la actualidad uno de los máximos exponentes del lujo y la opulencia que se pueden encontrar en la ciudad. Para que todo fuera perfecto, en la Plaza Vendome se construyeron las fachadas antes que los edificios que la rodean. En el centro se colocó una estatua ecuestre de Luis XIV que sería destruida durante la Revolución Francesa. Durante el periodo de la Revolución la plaza cambia su nombre al de Plaza des Piques. Posteriormente, en el lugar que antes ocupaba la figura de Luis XIV se colocó una enorme columna (con un bajorrelieve que imita la Columna Trajana de Roma. En la actualidad la Plaza Vendome acoge las joyerías y tiendas de moda más prestigiosas de París. 10

Cómo llegar

Metro: Bastille, líneas 1, 5 y 8.

11 ARC DE TRIOMPHE El Arco del Triunfo es, junto a la Torre Eiffel, el monumento más representativo de París. Con unas dimensiones de 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros, el Arco del Triunfo representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. La construcción del Arco del Triunfo duró treinta años: Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la bata-

lla de Austerlitz y el Arco se concluyó durante el mandato de Louis-Philippe. El arquitecto fue Jean-François Chalgrin.El Arco del Triunfo ha sido testigo de innumerables momentos históricos entre los que podríamos destacar: el paso de los restos mortales de Napoleón el 15 de diciembre de 1840 y los desfiles militares de las dos guerras mundiales entre los años 1919 y 1944.

Dirección

Al norte de los Jardines de las Tullerías.

Cómo llegar

Metro: Opéra, líneas 3, 7 y 8; Tuileries, línea 1.

Dirección

Plaza Charles de Gaulle.

Cómo llegar

Metro: Charles de Gaulle Etoile, líneas 1, 2 y 6. 11


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ILE DE LA CITÉ

La Île de la Cité es, al igual que la Île Saint-Louis, una de las islas naturales que se encuentran en el Sena. “La Isla de la Ciudad” es el corazón de la capital y el lugar de fundación de París. Alrededor del año 200 a.C. la tribu celta de los Parisii se estableció en la isla para fundar la ciudad de Lutecia. La ciudad creció y fue prosperando, hasta que en el año 506 se convirtió en la capital del reino y adquirió el nombre de Cité.

Tras convertirse en una ciudad fortificada, la isla tuvo que soportar los ataques continuos de las tropas normandas. Durante la Edad Media la ciudad ya poseía un importante núcleo de población, y se convirtió en el centro político, cultural y espiritual de Francia. La Île de la Cité es una de las zonas más agradables de París, y allí se encuentran algunas de las principales atracciones de la ciudad, como es el caso de la Cate-

dral de Notre Dame, la Sainte Chapelle o la Conciergerie. Además de los edificios históricos, la Île de la Cité ofrece agradables calles y plazas para pasear en las que se pueden encontrar hermosos lugares como el mercado de las flores de la Place Louis Lépine. Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón.

Dirección

En el centro de París.

Cómo llegar

Metro: Cité, línea 4. RER: Saint-Michel - Notre-Dame, líneas B y C.

JARDIN DES TUILERIES

Con una ubicación excepcional entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia, el Jardín de las Tullerías fue el primer jardín de París que tuvo carácter público. En la actualidad el Jardín de las Tullerías es uno de los más concurridos y encantadores de la capital. En 1564 comenzaron las obras de construcción del Palacio de las Tullerías, el cual, bajo las caprichosas órdenes de Catalina de Medicis, iría acompañado por unos preciosos y extensos jardines de estilo florentino. El palacio y sus jardines deben su nombre a las fábricas de “tuilles” o tejas, que antes se encontraban situadas en ese lugar. Los jardines se convirtieron en el lugar de celebración de lujosas fiestas en las que los invitados disfrutaban entre los

verdes parajes, fuentes y esculturas. En aquella época los jardines se encontraban rodeados por altos muros que protegían la privacidad de la alta sociedad. Tras el traslado de la Corte a Versalles, el palacio y los jardines quedaron en el abandono y no volvieron a recuperar su esplendor hasta su vuelta. Posteriormente Napoleón ordenó la construcción del Arco de Triunfo del Carrusel. En 1870 el Palacio de las Tullerías fue destruido a manos de la Comuna de París, pero los jardines lograron salvarse y sobrevivir hasta nuestros días como jardines públicos. En la actualidad los jardines han dejado de ser el lugar en el que en el pasado las clases altas acudían para ver y ser vistos, para convertirse en un agradable paseo rodeado de jardines de

carácter público en los que cientos de parisinos y turistas pueden tomarse un descanso de la ajetreada ciudad.Resulta un verdadero placer disfrutar de un paseo por los Jardines de las Tullerías recorriendo la avenida central repleta de árboles y esculturas, mientras los típicos edificios parisinos con tejados grisáceos que la rodean nos recuerdan que estamos en el centro de París. Al contrario que la visita a otros jardines de la ciudad puede resultar opcional y tal vez no queráis visitarlos, los Jardines de las Tullerías resultan de visita obligatoria gracias a su excelente ubicación en el corazón de la ciudad, uniendo dos puntos tan importantes como son el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia.

Dirección

Entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia.

13 LA DEFÉNSE Situado al oeste de París, la zona de La Defensa (La Défense) es uno de los distritos de negocios más importantes de toda Europa, comparable al de la amada ciudad de Londres. En la zona de La Défense se agolpan cientos de torres y rascacielos que pertenecen a las empresas más importantes, tanto de Francia como a nivel mundial. El barrio La Defensa ofrece un panorama diferente al del resto de París. Repleto de rascacielos y grandes construcciones con aire futurista, ofrece una amplia oferta de ocio y restauración en el centro comercial Quatre Temps, que tras su construcción en 1980 ostentó el título del mayor centro comercial de Europa. Además de las grandes torres de cemento y cristal, el barrio ofrece

Cómo llegar

Metro: Tuileries, línea 1, Concorde, líneas 1, 8 y 12

una exposición de más de sesenta obras de arte contemporáneo a cielo abierto, plazas, fuentes, e incluso cuenta con unos curiosos jardines colgantes. El Arco de la Defensa El Gran Arco de la Fraternidad (Grande Arche de la Fraternité), más conocido como el Arco de la Defensa o Grande Arche, es una de las principales edificaciones que se erigen en el distrito de La Défense. El Arco de la Defensa, inaugurado en 1989, es un enorme cubo hueco de 110 metros de altura construido en mármol y granito recubierto con placas de vidrio. El arco se encuentra abierto al público y permite contemplar París desde las alturas, ofreciendo unas vistas excepcionales del eje histórico de la ciudad tras elevar a sus visitantes a 110 metros en sus ascensores panorámicos

Lugares próximos

Museo de Artes Decorativas (271 m) Museo de Orsay (389 m) Plaza Vendome (497 m) Museo de la Orangerie (504 m) Museo del Louvre (549 m)

15 PLACE DE LA CONCORDE

Dirección

Final de la Avenida Charles de Gaulle.

Cómo llegar

Metro: La Défense, línea 1. RER: La Défense, línea A. Tranvía: La Défense, línea 2. 12

La Plaza de la Concordia (Place de la Concorde) se encuentra situada entre los Campos Elíseos y los Jardines de las Tullerías y, gracias a su historia, es una de las plazas más representativas de París. La Plaza de la Concordia adquirió su aspecto actual entre 1836 y 1840, cuando se colocó en el centro un enorme obelisco proveniente de Lúxor de más de 3.000 años de antigüedad donado por el virrey de Egipto. Enmarcando el obelisco se encuentran dos fuentes monumentales de estructura romana, que presentan esculturas en las que se mezclan figuras humanas con animales marinos.

Dirección

Entre los Campos Elíseos y los Jardines de las Tullerías.

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Itinerario del primer día

Si tenés poco tiempo en la ciudad y querés conocer lo imprescindible de la capital francesa, vení a descubrir nuestro itinerario para visitar París en un fin de semana.

E

n Europa hay ciudades monumentales, culturales, comerciales, de animado ambiente callejero o de sorprendente vida nocturna. París reúne todos estos aspectos a partes iguales. Nuestro itinerario para ver París en 48 horas recorre los principales monumentos, jardines y arterias comerciales de

la ciudad francesa para que puedas recorrerla traquilamente en un fin de seman. Dependiendo de tus gustos podes detenerte a hacer compras, visitar los monumentos, sentarte en un café, disfrutar de los jardines o adentrarte en los museos. Todo queda en tus manos.

Día de llegada Para empezar bien la visita nada mejor que visitar la Torre Eiffel, el símbolo de París. La mejor impresión la tendras llegando en metro a la parada Trocadero, desde donde se aprecia la magnitud de la torre y los Campos de Marte, el jardín donde se asienta este bellisimo monumento. Bajando por el Trocadero llegaras a la base de la Torre Eiffel, donde se encuentran las taquillas para acceder a la misma. Hay diferentes billetes para subir a distintas alturas, recomendamos animarse y subir a la tercera planta, donde se encuentra el mirador más elevado. Después de la visita podes

dirigirte al Barrio Latino, uno de los lugares más animados y económicos para cenar. Tenés que tomar el RER en Champs de Mars – Tour Eiffel y bajarte en Saint-Michel – Notre Dame. Desde el momento en que bajes del tren sabras adonde dirigirte para seguir el recorrido. Después de cenar podés tomar una copa por la zona o dar un paseo para ver los monumentos iluminados. Cruzando a la Île de la Cité desde el Barrio Latino por cualquiera de los puentes del Sena llegaréis a Notre Dame. Si cruzás la isla apareceras en el Hotel de Ville, el ayuntamiento de París.

Primer día completo El itinerario de hoy es algo cansado, pero servirá para recorrer los lugares más importantes de París. Empezando a las 10:00 en Los Inválidos y llegando a las 20:00 a Montmartre, tendrás unas 3 horas de paseo a pie y 7 horas para ver o hacer lo que quieras. Comenzaremos a las 10:00 en Los Inválidos. Las paradas de metro más cercanas son Invalides, Varennes y La Tour-Maubourg. Junto a Los Inválidos se encuentra el Museo Rodin, muy cómodo de ver y altamente recomendable. En su jardín se encuentran las principales obras del escultor. Cruzando la explanada de Los Inválidos llegarás al puente de Alexandre III, el más bonito de París. Siguiendo rectos pasarás entre el Grand Palais y el Petit Palais. Continuando por la Avenida Churchill llegarás a los Campos Elíseos y podrás divisar el Arco del triunfo a mano izquierda. Desde nuestro punto de vista el Arco del triunfo ofrece las mejores vistas de París. Subir hasta su cima es bastante recomendable para cualquiera que guste hacerlo. Retrocediendo por los Campos Elíseos y tras caminar algo más de media hora, llegarás a la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor. Desde el centro de la plaza podrás ver al oeste los Campos Elíseos, al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional y al norte la Iglesia de la Madeleine. Caminando en sentido a la Madeleine recorrerás la Rue Royale, una de las calles comerciales más famosas de París. Siguiendo Saint Honoré verás a mano izquierda la Plaza Vendome, presidida por la famosa columna copia de la de Trajano, en Roma. Saliendo de la plaza por el mismo camino y siguiendo rectos llegarás a los Jardines de las Tullerías. Recorrelos hasta llegar al Museo del Louvre, al que podés dedicar tanto tiempo como quieras. Trata de ser selectivo. 14

Saliendo del museo por su parte norte deberás tomar la Avenida de la Ópera hasta llegar a la susodicha. Esta importante calle comercial fue construida por Napoleón III para comunicar el Louvre con el Palacio Garnier, nuevo edificio de la Ópera que el mismo comenzó a construir. Rodeando el edificio llegarás al Boulevard Haussmann, donde se encuentran las Galerías Lafayette y Printemps, dos grandes almacenes para presupuestos poco ajustados. Adentrate en Lafayette aunque sólo sea por ver su cúpula. Si querés conocer mejor esta zona, camina en dirección este hasta el metro Grandes Boulevares, donde se encuentra el Hard Rock Café y el Museo de Cera Grévin. La siguiente parada es Montmartre, para llegar podés tomar el metro (Blanche) o caminar por la Rue Montmartre hasta llegar a la plaza Blanche, donde se encuentra el mundialmente conocido Moulin Rouge. El Boulevard de Clichy es una zona bohemia, con bastante vida nocturna y tiendas que hacen pensar que te encuentras en el Barrio Rojo parisino. Pensándolo bien, así es. Caminando hacia el este por el Boulevard de Clichy llegarás hasta la parada de metro Anvers, donde verás indicado el Funicular de Montmartre. Una vez en la parte alta de Montmartre no dejés de visitar la Basílica del Sagrado Corazón y de recorrer sus calles. Siguiendo el flujo de turistas llegaréis hasta la Plaza du Tertre, uno de los mejores lugares de París para cenar tranquilo a un precio económico para los turistas. Después de cenar te recomendamos asistir al espectáculo del Moulin Rouge de las 23:00 horas. Si no querés pagar el alto precio de la entrada, encontrarás en la zona muchos locales donde poder tomar una copa.

Segundo día completo El segundo día por la mañana visitaremos Notre Dame. Si tenés pensado subir a las torres y no querés esperar más de una hora de cola, te recomendamos madrugar para estar en la fila a las 9:45 de la mañana (abren a las 10:00). Después de fotografiar las famosas gárgolas adentrate en la catedral, no se tarda mucho en acceder, es gratis e imprescindible. Al salir de Notre Dame cruza la plaza y, girando por la Rue de la Cité, dirigite a la Place Louis Lépine, donde se celebra todos los días el mercado de las plantas. Si hacéis la visita en domingo, también podréis ver puestos de pájaros. Tomando el Boulevard du Palais y cruzando el Puente de Saint Michel llegaréis al Barrio Latino, donde ya estuvistes el día de llegada. Tendrás que recorrer el animado Boulevard Saint

Michel hasta llegar a la Rue Soufflot, donde se encuentra el Panteón, otra de nuestras visitas imprescindibles en París. Retrocediendo de nuevo por la Rue Soufflot llegarás a los Jardines de Luxemburgo, los más bonitos de París. Aprovecha para dar un paseo, tomar un helado o, si hace bueno, sentate al sol como los parisinos o como un buen turista. Cuando te canses de los jardines retrocede por el Boulevard Saint-Michel hasta las calles más animadas junto al Sena. Este es un buen lugar para comer. Si aún te queda tiempo, podés aprovechar la tarde para visitar el Museo de Orsay, llegarás caminando hacia el oeste por la orilla sur del rio Sena, es un camino muy bello de recorrer.

Itinerario del segundo día Museo de Orsay

Fin

Mercado de flores

Inicio

Fuente de Saint-Michel

Notre Dame

Jardines de Luxemburgo

Barrio Latino Bolueva rd de Sa int Mic helle

Panteón

¿Cómo voy del aeropuerto hasta el centro de la ciudad? París tiene 3 aeropuertos cerca de la ciudad: Charles de Gaulle, Orly y Beauvais. El aeropuerto Charles de Gaulle es bastante grande y cuenta con 3 terminales. Para moverse entre las distintas terminales existe un autobús gratuito. El Aeropuerto de Orly cuenta con dos terminales: Sur y Oeste. El Aeropuerto de Beauvais es un pequeño aeropuerto en Tillé. En estos dos últimos aterrizan las compañías lowcost. Para llegar al hotel desde el aeropuerto tenes varias opciones: autobús, tren, taxi o un transfer directo al hotel donde te alojes.

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Desde el 2008 se dedica a viajar. Después de recorrer varios paises decidió registrar todas sus experiencias. Hoy en día, tiene su propia editorial y publica libros de viajes.

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engo 32 años y nací y crecí en Buenos Aires, Argentina. Mi familia es mitad húngara —de ahí mi nombre, que no es japonés— y mitad argentina-española, y mi marido es francés, así que me siento un poco de cada lugar. Mi vocación y mi trabajo es escribir y de eso vivo. A los 22 años, cuando terminé de estudiar Comunicación Social, decidí que iba a vivir viajando. Eso hice durante 10 años, hasta que decidí frenar por un tiempo. No fue fácil ni fue inmediato, pero logré hacer de la escritura mi principal fuente de ingreso y me convertí en una nómada digital, es decir que puedo trabajar desde cualquier lugar del mundo a través de internet. En este blog hablo de eso, entre otras cosas. Mi primer viaje largo fue por América Latina. Me fui nueve meses sola, de mochilera, por tierra, sin rumbo fijo y sin pasaje de vuelta. Me llevé un cuaderno y una cámara de fotos y salí a probar si podía convertir cualquier lugar del mundo en mi espacio de trabajo. Durante ese viaje escribí otro blog —antecesor de este— y publiqué crónicas en revistas. Creé Viajando por ahí en el 2010 y, unos años después, empecé a tener oportunidades laborales que nunca se hubiesen dado si me quedaba en mi casa: sponsors y empresas se interesaron en mis viajes y mis textos, me invitaron a dar una charla TEDx, escribí para la revista VIAJES de National Geographic. Participé en viajes de prensa organizados por oficinas de turismo, empecé a dar talleres de escritura y creatividad, expuse mis fotos y publiqué tres libros. Entre el 2008 y hoy viajé por más de cuarenta países de América, Asia, Europa y África, a veces sola y a veces acompañada, a veces rápido y casi siempre muy despacio. Volví varias veces a Buenos Aires y viví en Indonesia y en Francia. Todavía sigo explorando el concepto de hogar y me pregunto si seguiré en movimiento toda la vida o si algún día encontraré un lugar en el que quiera quedarme para siempre. Durante estos diez años de vivir viajando pasé por varias etapas: me fui de mochilera, viajé sola, con amigos, en pareja, con mi familia, dormí en casas de gente, acampé, me invitaron a hoteles de lujo, anduve en barco, en tren y en helicóptero, crucé países en velero, recorrí continentes en autobús, viajé a dedo, me quedé poco tiempo en algunos lugares y mucho tiempo en otros.

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Hoy, después de haber probado varias opciones, elijo el slow travel: me gusta viajar lento, caminar y conocer los lugares según mis intereses y no según lo que me sugiera una guía. Lo que más me gusta es ver cómo es la vida cotidiana de la gente en otras partes del mundo. Soy bastante urbana, me encanta la vida de ciudad, sentarme a tomar un café, mirar a la gente ir y venir, encontrar vidrieras raras, hacer actividades culturales, pasarme tardes enteras en librerías y hacer fotografía callejera. Soy compradora compulsiva de cuadernos, postales, stickers, papel de carta, washi tapes y journals. Soy fanática de la papelería y Japón es mi paraíso. Me encanta documentar mi vida y mis viajes y lleno un cuaderno por mes, lo cual atenta contra mis intentos de seguir viajando liviana. Pero no me importa, es lo que le da sentido a mis días y no puedo no hacerlo. Soy introvertida. Me gusta más escuchar que hablar. Después de una década de vivir como una nómada digital me cansé de no tener un lugar fijo y elegí quedarme quieta —primero en Francia, ahora en Amsterdam— y dedicarme a proyectos más offline. Hoy tengo mi propia editorial y publico libros de viajes, dicto talleres de escritura, creatividad y documentación y, de vez en cuando, doy conferencias.

En un portarretratos con forma de corazón, en la casa de una señora en los suburbios de París, hay una foto donde aparezco yo. Hasta hace unos días, esa señora y yo no nos conocíamos en persona y yo sabía menos de ella que ella de mí. Sin embargo, cuando entré a esa casa y la señora me llevó del brazo y me mostró que tenía enmarcada una foto del día que L y yo nos casamos por civil en Buenos Aires, se me hizo un nudo en la garganta. El portarretratos tenía varias fotos familiares y stickers navideños pegados en el marco, estaba apoyado sobre una estufa, al lado de un mueble con elefantitos de adorno, una lámpara de mesa y una estampita de la Virgen. En el living de la casa había alfombras, una cama de

una plaza con almohadas de Marilyn Monroe y una biblioteca con cajas de lata con dibujos de la Belle Époque en los estantes. La tele estaba prendida sin sonido en un reality show, en la mesa donde estábamos sentados había una bandejita con tazas de té, vasos con borde dorado y una pecera con forma de bowl y, en la ventana, una bandera de Francia. La señora, abuela paterna de L, me agarró la mano y me preguntó en francés cuándo íbamos a tener hijos. Y yo sentí, de repente, que volvía a tener abuela. L y yo habíamos volado hacía unos días desde Bali y estábamos viviendo en las afueras de París, a unos 50 minutos del centro, en la casa de uno de sus tíos. Durante los primeros días, el desajuste horario del jet-lag y el hambre atrasada de queso y baguette nos convirtió en dos salvajes que solo salían de la cueva en horarios raros y cuando no había nadie cerca para comer sandwiches de brie a oscuras en la cocina. Yo aproveché el cansancio como excusa para interactuar poco —la verdad es que me daba muchísima vergüenza hablar en francés con gente que no fuese L— hasta que la inmunidad de los primeros días se me terminó y no me quedó otra que intentar comunicarme en un idioma que entiendo bastante pero que me cuesta mucho hablar. Lo primero que me animé a decirle al tío de L fue que el café lo quería con leche (avec du lait), pero se ve que hablé con la boca demasiado abierta (no

a la manera francesa) y mi pronunciación latina fue el hazmerreír de toda la semana. Pasamos los días siguientes en familia —L tiene 14 tíos y a muchos no los conocía— y nos fuimos acercando a París de a poco. El primer domingo fuimos a un cumpleaños familiar en un departamento del arrondissement (distrito) 13 y, cuando L y sus primos salieron al balcón a fumar yo salí detrás de ellos, aunque no fume, para no quedarme sola entre tanta gente nueva y terminar siendo “la mudita” que solo sonríe (o que se comporta como en este video). (En mi defensa: no estaba preparada para conocer a tantos franceses de golpe, L me vendió el plan como “vamos a tomar un petit café a lo de mi primo” y cuando llegamos vi que era un cumpleaños infantil, que había como 20 personas, que no teníamos regalo y que yo era la peor vestida del lugar, y “la nueva”, además.) El sol de invierno pegaba contra los edificios y la gente nos miraba desde la vereda: seis hombres en fila, fumando, y una chica en la punta, mirando para abajo. Vi hombres con la baguette bajo el brazo, vi pasar el camión de la basura, vi a una señora paseando al perro, vi un domingo parisino y por primera vez me sentí parte de la ciudad. De golpe empecé a sentirme en casa en un país que nunca me había interesado demasiado conocer. Es rara (y linda) la sensación de saber que ahora Francia es parte tan importante de mi vida como Argentina y que acá también tengo una familia.. Cuando se me fue el jet-lag salí a dar paseos offline por el centro de París. Como no tengo 3G en el teléfono en Francia, pude caminar sin caer en la mala costumbre de preguntarle todo a google. París me pareció distinta a las otras veces que

“Mi pronunciación latina fue el hazmerreír de toda la semana...” vine: más vacía, más amable, más colorida. Esta vez la recorrí siguiendo uno de mis mapas subjetivos —la ruta de las papelerías— y entre una parada y otra encontré arte callejero en casi todas las paredes y pequeños momentos cotidianos para guardar en mi cuaderno: una familia alimentando a los cisnes del Sena, un señor dándole de comer a las gaviotas en la fuente del Jardín de las Tulerías, un pato que le tiraba de la manga del pantalón para que le diera comida a él, un perrito ladrándole a los caballos de la policía, policías enojados y dos hombres cantando Hakuna Matata en francés en una plaza de Montmartre. Esta fue la primera vez que estuve en París y entendí el 85 por ciento de lo que me decía la gente. Eso, para mí, es tener un superpoder. Cuando lo conocí a L yo no hablaba una palabra de francés, apenas sabía decir bonjour y merci y ahí se terminaba mi co17


nocimiento del idioma. Esta vez, además, vine de mucho mejor humor, sin esa tristeza que no me dejaba ver, y los parisinos me parecieron muy simpáticos: los del correo me hablaron en español cuando compré estampillas para Argentina (“Prefiero el español que el inglés”, me dijo uno), en el metro me reí en complicidad con un francés cuando anunciaron por el altoparlante (y entendí) que se habían subido “tres pickpockets” al tren, una mujer me contó toda su vida y sus dramas en un negocio (y yo hice mi mejor fake French). No hubo una vez que no sintiera que estaba caminando por una ciudad de película. “Qué linda que está París”, me repetí cada pocas cuadras, y después me pregunté “¿que está o que es?”. Eso que a los extranjeros les cuesta tanto cuando aprenden español es para mí una de las cualidades más lindas de nuestro idioma: la sutil (y existencial) diferencia entre “ser” y “estar”. Si digo que linda que es París estoy hablando de algo aceptado universalmente, de algo definitivo e inmutable, pero si digo qué linda que está París estoy hablando del momento presente, del ahora, de mi mirada, y en esta visita lo que definió a la ciudad fue eso: mi manera de verla. La primera vez que vine a París, la ciudad no me encantó. Y como estaba mundialmente aceptado que París es una ciudad que encanta, supuse que el problema lo tenía yo. Unos meses después, haciendo carpooling con un francés-vietnamita, me enteré de la existencia del síndrome de París —la desilusión que sufren algunos japoneses cuando visitan París por primera vez— y me pareció una metáfora aplicable a mi experiencia —tanto con la ciudad como con los viajes— y al momento por el que estaba pasando. Escribí un libro con ese título —“El síndrome de París”— y siempre hice énfasis en que no era un libro acerca de París, sino acerca de la desidealización, la maduración, el desenamoramiento y el yin-yang de los viajes y la vida. Y así como durante una época pensé que yo jamás dejaría de ser la de “Días de viaje”, durante otra pensé que nunca dejaría ser la de “El síndrome de París”, que esa era la nueva Aniko que había llegado para quedarse y que París nunca estaría entre mis ciudades preferidas. Tampoco pensé que el libro tuviera algo de París más que el título, hasta que volví a París después de haberlo publicado y entendí que la ciudad estaba mucho más ligada a mi proceso interno de lo que yo pensaba. Esta vez París me encantó, pero tenía que volver para darme cuenta de que esa era una posibilidad y para dejar ir el pasado y las desilusiones. Esta vez vine acompañada, sin duelo, sin tristezas existenciales y con un rumbo claro. Y el círculo se cerró una tarde lluviosa en una papelería de Pa18

rís. Mientras miraba cuadernos hechos a mano escuché a tres japonesas diciendo “ohhh kawaiii” (“ay, ¡qué lindo!) y entendí que el síndrome no lo sufren todas, que hay muchos japoneses que vienen por primera vez a París y les encanta, que todo este tiempo me había sentido identificada con una japonesa que nunca conocí y que acá había tres que me demostraban lo opuesto de lo que yo venía pensando. Entendí que todos tenemos una París personal que nos hace soñar y nos desilusiona, pero así es la vida. Una mañana se me ocurrió ir a pasear al cementerio de Père Lachaise (que acá también es un atractivo turístico) para visitar las tumbas de Jim Morrison, Edith Piaf y Oscar Wilde, entre otros. Caminé tranquila, siguiendo un mapa y disfrutando del día. Estar frente a las tumbas de famosos no me generó demasiado: esas personas no están ahí sino en sus creaciones, en su arte, en su música, en sus libros. Después de pasar más de una hora dando vueltas (es un cementerio grande), salir al mundo y ver todo tan vivo fue un poco abrumador. Me bajé del metro en una estación al tuntún y me puse a caminar: aparecí en una zona de inmigrantes con peluquerías, puestos de comida de Medio Oriente, tiendas de teléfonos celulares y muchos tipos reunidos en las esquinas. Seguí caminando, no tengo idea por dónde, y me encontré con esta declaración: l’amour est mort (“el amor está muerto”). ¿Te parece? Yo creo que está tan vivo como siempre. (Ya que estamos, les recomiendo esta charla TED, para que vean que lo que sentimos es lo más universal del mundo). Si caminás por París sin rumbo podés encontrarte librerías, tienditas de cosas lindas, panaderías, artistas callejeros y un montón de cafés con las mesas orientadas hacia el mismo lado: vas a ver que los parisinos se sientan mirando hacia la calle y no mirándose entre ellos. Es que (y me lo dijo una parisina) mirar a la gente es uno de los pasatiempos favoritos de la ciudad. Si caminás por París vas a encontrarte, quieras o no, con la Torre Eiffel y puede que te pase como a mí y pienses: ah, ahí está la Torre, ya la vi tantas veces… ¿será la real? Tal vez si no fuese tan parte de la cultura popular mundial, mi reacción al verla hubiese sido ohpordios qué es esa belleza, pero ya la tengo tan sabida de memoria. Cada cinco o diez minutos, además, te encontrás con una escalera que te invita a bajar: es la entrada a una de las 303 estaciones del metro. Y cuando empezás a pensar que ya era suficiente con la París de arriba vas a ver que hay otra París que se despliega bajo tierra, y en ese mundo subterráneo también pasa de todo.

La tarjeta Paris Pass permite el acceso gratuito y sin esperar colas a más de 60 atracciones turísticas y museos en París. Además, incluye el uso ilimitado del transporte público y otras ventajas.

Atracciones incluidas

La tarjeta Paris Pass incluye, además de todas las atracciones incluidas en la Paris Museum Pass, las siguientes visitas y actividades: Paris Pass Tarjeta Paris Pass,Ópera de París, Palacio GarnierMuseo de cera Grévin,Autobús turístico (Les Cars Rouges),Paseo en barco por el Sena (Bateaux Parisiens),Torre Montparnasse,Basílica de Saint-Denis, Espacio Dalí, Cata de vino en la bodega Ô Château, Transporte ilimitado Al comprar la tarjeta Paris Pass se incluye la tarjeta Paris Visite, con lo que podréis usar el transporte público de forma ilimitada en las zonas 1-3 de París, es decir, podréis moveros por todo el centro de la ciudad.

¿Es rentable?

Esta tarjeta tiene un público muy definido: si el objetivo de tu viaje es ir de compras por los Campos Elíseos o llevar a los niños a Disneyland, evidentemente la tarjeta no es rentable. En cambio si quieres explorar París a fondo, podrás ahorrar dinero. Respecto a si es mejor comprar esta tarjeta o la Paris Museum Pass más la tarjeta Paris Visite para el transporte, dependerá de si queréis utilizar el autobús turístico, dar un paseo en barco por el Sena o hacer alguna de las visitas adicionales (Ópera, Museo de Cera, Espacio Dalí...).

¿Dónde comprar la Paris Pass?

Podéis comprar la tarjeta directamente en nuestra web. Una vez en París podéis pasar a recogerla por el punto de entrega “Paris Pass Desk”, rue de Cléry, 74 (metro Sentier).

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Si estás empezando a planear tu viaje a París y tenes algunas dudas encontrarás en esta sección las respuestas a las preguntas más habituales para poder planear tu viaje con mayor seguridad.

SEGURO DE VIAJE Accidentes, enfermedad, pérdida de equipaje, cancelaciones de vuelos y otros muchos imprevistos pueden convertir un viaje en una auténtica pesadilla. Los planes de asistencia en viaje son la mejor forma de evitar que estas circunstancias imprevisibles nos destrocen el viaje o puedan llegar a arruinarnos ya que, dependiendo del país, una noche de hospitalización puede llegar a salir muy cara. Los ciudadanos pueden solicitar de forma gratuita la Tarjeta Sanitaria, que les otorgará los mismos derechos que los residentes del país a la hora de utilizar su sanidad pública (no tiene por qué ser gratuita). Podés solicitarla acudiendo a cualquier centro de la Seguridad Social. Teniendo en cuenta que la tarjeta no cubre la sanidad privada, los vuelos de regreso, ni la pérdida de equipaje o de vuelos, es interesante protegerse con un seguro de viaje, ya que resultan sorprendentemente económicos. También es recomendable contratar un seguro de cancelación que además del vuelo cubra los servicios adicionales en destino. Al utilizar una tarjeta de crédito para comprar un billete de avión se obtiene automáticamente un seguro de viaje, aunque las coberturas suelen ser muy básicas y en caso de accidente o enfermedad no suelen cubrir apenas los gastos. Para una estancia menor a 90 días con el visado Schengen y su seguro de viajes podrás viajar sin problema a los siguien-

tes países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Suecia y Suiza. Además de los anteriores, el seguro generalmente también cubre Reino Unido, Irlanda, Rumanía, Bulgaria y Chipre, aunque en estos casos las coberturas disminuyen. Generalmente estos seguros tienen una tarifa según el destino y la cantidad de días del viaje y suelen cubrir un determinado monto de dinero para: Asistencia médica en caso de accidente, Asistencia médica en caso de enfermedad,Medicamentos, Odontología, Días de internación,Gastos de hotel por convalecencia, Traslado de un familiar en caso de hospitalización, Viaje de regreso por enfermedad, Repatriación de restos. Actualmente algunos países exigen, como condición para ingresar a su territorio, disponer de un seguro de salud. Por eso, solicitá información en las agencias de turismo. Una vez emprendido el viaje llevá en el equipaje de mano una copia del certificado del seguro junto con los demás documentos. Si tenés obra social o prepaga, podés consultar a la entidad si incluyen este tipo de cobertura dentro de sus prestaciones.

DOCUMENTACIóN NECESARIA En virtud del Acuerdo de Exención de Visas de Turismo vigente entre Argentina y Francia, los ciudadanos argentinos titulares de pasaportes comunes no requieren visa para ingresar a Francia por motivos de turismo, para estadías no superiores a los 90 días (dentro de un plazo de 180 días corridos). Este plazo es aplicable a todo el espacio Schengen. La exención de visa no exime de la verificación migratoria realizada en el punto de ingreso a Francia donde el ciudadano argentino deberá acreditar su condición de turista. A tal efecto, deberá contar con la siguiente documentación al momento de su ingreso a Francia: • Pasaporte vigente hasta 3 meses después de la salida del espacio Schengen • Pasaje de regreso dentro del plazo de 90 días desde el primer ingreso al espacio Schengen. • Comprobante de seguro médico: cobertura individual o colectiva por un monto mínimo de 30.000 € para repatriación y hospitalización, durante toda la estadía y valido para todo el espacio Schengen 20

• Comprobantes de solvencia económica suficientes para la totalidad del período de su estadía, debiendo acreditar como mínimo 65€ (euros) por día o 32,50€ (euros) por día en caso de estar alojado por un particular • Comprobante de alojamiento, según el caso: - Particular: original de la “attestation d’accueil” emitida por la municipalidad del lugar de residencia del hospedador, copia de su documento de identidad o de su “carte de séjour” vigente. - Hotel: reserva del mismo para toda la estadía en el lugar en el espacio Schengen. Si usted esta sometido a visa de larga estadía y desea establecerse en Francia por más de 3 meses, debe necesariamente tramitar el visado de larga estadía correspondiente a su situación antes de viajar. NO se podrá obtener una visa de larga estadía una vez en Francia y tendrá que volver a su país de origen para tramitar la visa.

No es posible decir que la capital de Francia es una ciudad asequible, ya que los precios en París suelen ser bastante elevados en relación a otras urbes. Sin embargo, no está entre las más costosas (como es el caso de Londres, Edimburgo o Ámsterdam). Si se comparan los costes de la bella París con Barcelona o Madrid, sí son más elevados. Todo depende de lo que se realice, el presupuesto que cada uno tenga y hasta cuanto es posible gastar. Los precios en París pueden variar un poco de un año a otro, sin embargo se suelen mantener bastante. Conociendo los valores de lo más básico para una estancia en la ciudad Luz, será más sencillo saber si puedes viajar o no, cuántos días permanecerás y qué actividades realizarás. Los valores para comer en París van desde los 2 euros un café o una cerveza (según la zona), pasando por los bocadillos por 5 euros o los menúes en los restaurantes, por un valor de 20 euros aproximadamente (más las bebidas). Es válido destacar que no es lo mismo comer frente al Museo del Louvre que en una zona alejada del centro, por ejemplo. En lo que se refiere al alojamiento, hay para todos los gustos. Los más económicos siempre son los hosteles. Si quieres ir a un hotel, deberás pagar entre 50 euros (los más lejanos), 80 euros (céntricos) o más de 150 euros (los de lujo). Encuentra aquí hoteles económicos en París.

El transporte en París puede ser algo costoso si no se aprovechan los pases semanales, por ejemplo, o se hacen combinaciones entre metro, autobús y RER. Un billete de 90 minutos Ticket+ cuesta 1.70 euros; un pack de 10 billetes, 12.70 euros. El trayecto habitual en taxi por el centro de París puede costar unos 10 euros y desde y hasta el aeropuerto Charles de Gaulle, al menos 50 euros. Por último, vale la pena destacar los precios en Paris para los atractivos turísticos. Para los monumentos o edificios, habrá que pagar entre 5 y 15 euros y para los museos más importantes, entre 7 y 9 euros. Recuerda que los menores de 18 años no pagan y que los ciudadanos de la Unión Europea menores de 25 años tampoco. Una buena manera de ahorrar dinero en Paris y disfrutar de todos los atractivos turísticos es adquirir un pase. Hay diferentes opciones, como el Paris Museum o el Paris Pass. Este último además, evita hacer filas para ingresar en los museos y se puede adquirir por dos, cuatro o seis días consecutivos. Por último, los amantes de la Ópera que también desean conocer los Precios en París, deben saber que desde el año 2005 se pueden comprar lugares de a pie a solo 5 euros, las butacas cuestan entre 15 y 25 euros. Para acceder a este beneficio, es necesario ir a la billetería quince minutos antes de que se levante el telón.

Conoce el tiempo en la capital francesa en todas las estaciones para poder planificar tu viaje en el momento perfecto. París posee un clima continental caracterizado por veranos calurosos y sofocantes e inviernos fríos. Las lluvias son frecuentes, con unos niveles medios de precipitaciones algo superiores a los de Londres, y se encuentran repartidas a lo largo de todo el año. Verano en París La temperatura en París es muy similar a la de Madrid con máximas algo menores. Durante los meses de verano es posible encontrar temperaturas entre 15 y 30 grados, que pueden llegar a resultar agobiantes a la hora de visitar parques .

Invierno en París Los inviernos en París son fríos pero no demasiado duros. Se pueden ver temperaturas mínimas inferiores a los 0ºC y máximas de alrededor de 10ºC. Durante el invierno existe una probabilidad algo mayor de que llueva y casualmente puede nevar, aunque no es algo demasiado común. Mejor época para visitar París Aunque París es precioso en cualquier época, si tuviéramos que elegir cuándo viajar nosotros elegiríamos el verano. Durante esta época las probabilidades de lluvia son inferiores a las del resto del año y se pueden aprovechar el sol

Al igual que en el resto de Francia, el idioma oficial de París es el francés y, al contrario que en otros países, el uso del inglés no es muy común (y mucho menos del español). A pesar de que el inglés no está muy extendido, en la mayoría de los lugares relacionados con el turismo (hoteles, tiendas y restaurantes) no tendrás ningún problema para que los entiendan. Al contrario de lo que puede suceder en otros países de Europa o del mundo, los residentes, aún los que están en contacto con los turistas, no suelen hablar en otras lenguas para hacerse entender. Esto quiere decir que cuando se viaja a la capital francesa (o a cualquier localidad del territorio), no podemos pretender comunicarnos en inglés ni mucho menos en la lengua española.

Es cierto que los guías turísticos y los folletos de algunos museos están escritos en varios idiomas, pero en lo que se refiere a la vida cotidiana, son pocos los franceses que hablan otro idioma en París que no sea el francés. Igualmente, esto no quiere decir queno podrás entender ni hacer que te comprendan, todo depende de las intenciones de ambas partes. Es probable que en el hotel algún empleado hable otro idioma o mediante señas y gestos podamos comprender y explicar lo que necesitamos. Una buena idea para poder encontrar un lugar es caminar con el plano en la mano. Cuando nos acercamos a alguien, simplemente marcamos con el dedo dónde queremos ir. Tambien podemos i con algunas frases anotadas para mas comodidad. 21


No laborales o feriados. • 1° de Enero: Año Nuevo • 1° lunes después de Pascua: Lunes de Pascua • 1° de mayo: Día del trabajo • 8 de mayo: Día de la victoria de 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) • 14 de julio: Día de la Toma de la Bastilla (cuando comenzó la Revolución Francesa) • 15 de agosto: Día de la Asunción de la Virgen • 1° de noviembre: Fiesta de Todos los Santos • 11 de noviembre: Día del Armisticio de 1915 (cuando se firmó el acuerdo de paz para terminar la Primera Guerra Mundial) • 25 de diciembre: Navidad Además se debe añadir dos fechas que son variables según el año: Jueves de la Ascensión y Lunes de Pentecostés. Es bueno consultar en el calendario para conocer los días exactos.

Eventos especiales Además de los feriados en la capital de Francia, también se llevan a cabo diferentes eventos a lo largo del año, que vale la pena destacar. Son Días festivos en París pero laborables: • Principios de Abril: Maratón de París. Reúne cada año a 30 mil participantes de diferentes países, quiénes recorren lo 42,195 km del centro de la ciudad. Comienzan en la Avenida de los Campos Elíseos, pasan por atractivos como la Bastilla, la Plaza de la Nación, Vincennes, el Jardín de las Tullerías y terminan en la Avenida Foch. • Entre fines de marzo y fines de mayo: Feria del Trono. Su primera edición data del año 957 y hasta 1965 se celebró en el paseo Vincennes, cerca de la Avenida del Trono. Hoy en día se puede disfrutar en el distrito 12, más precisamente en el Reuilly. • Fines de junio a principios de julio: Goutte d’or en fiesta. Es un festival que celebra la diversidad cultural y étnica, en el distrito 18, con obras de teatro, conciertos de música, exposiciones. • Principios de julio: Lavagem do Sacré Coeur. Es una procesión por el Montmartre, organizada por la comunidad brasileña. Todos van vestidos de blanco y llevan muchas flores. • Fines de septiembre: Jornadas del patrimonio. Son una gran oportunidad para visitar los monumentos de París, muchos de los cuáles no suelen estar abiertos al público. • 1° o 2° fin de semana de octubre: Fiesta de la Vendimia. También en Montmartre, en el último viñedo que se mantiene.

A diferencia de lo que ocurre en otros países, el Horario comercial en París suele ser menos extenso, tanto para las entidades bancarias como las tiendas. En el caso de los atractivos turísticos o centros comerciales, puede variar según la época del año (temporada alta o baja). Conocer el Horario comercial en París es vital durante una estancia, para evitar llegar antes de la apertura o una vez que el negocio ya haya cerrado sus puertas. Es bueno tener en cuenta que durante los días festivos no laborables, la mayoría de ellos no abren al público. La única excepción a la regla es la Torre Eiffel, que se puede visitar los 365 días del año. Bancos, oficinas de cambio y correo A lo largo y ancho de la capital francesa podrás encontrar bancos con cajeros automáticos de diferentes compañías. El horario de atención es de lunes a viernes entre las 9 de la mañana y las 5 y media o las 6 de la tarde. Ten en cuenta que algunas sucursales pueden cerrar entre las 12,30 del mediodía y las 2 de la tarde y que hay otras que abren los sábados por la mañana (están cerradas los lunes). Y recuerda que el Banque de France no hace cambio de divisas. Para ello, puedes ir a las oficinas de cambio, sobre todo a las que se encuentran en el centro de París, ya que están abiertas todos los días, hasta los domingos. Las oficinas de correo están abiertas de lunes a viernes desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde y los sábados entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía. Ofrecen máquinas

automáticas para pesar la correspondencia, evitando así las filas en ventanilla. También se pueden comprar sellos allí y luego depositar los sobres o encomiendas en los buzones amarillos de varias esquinas céntricas. Tiendas y mercados Si bien no hay un horario estipulado, la mayoría de las tiendas abre a las 9,30 de la mañana y cierra a las 19,30 de la noche, de lunes a sábado. En el caso de los grandes almacenes, como es el caso de Printemps o Lafayette, se extienden hasta las 8 u 8 y media de la noche. Un día a la semana (puede ser miércoles o jueves) amplían el horario hasta las 9 de la noche. Los supermercados y las panaderías abren más temprano. En este último caso, también las encontrarás abiertas los domingos por la mañana, a diferencia de las demás tiendas que este día no abren directamente. Cada vez es menos frecuente que las tiendas locales cierren entre las 12 y las 14 horas (almuerzo), sin embargo puedes consultarlo para evitar ir en vano. Las tiendas que se sitúan en las zonas turísticas como ser los Campos Elíseos quizás abran los domingos entre las 11 de la mañana y las 7 de la tarde Museos y atracciones La mayoría de los museos de París abren a las 9,30 o a las 11 hs y cierran aproximadamente a las 18 hs (un poco más tarde en temporada alta). El Museo del Louvre permanece hasta las 21,45 hs los miércoles y viernes y el Museo Orsay los jueves cierra más tarde.

En total, los Días festivos en París son 11 en todo el año y se caracterizan porque tanto los bancos como las tiendas permanecen cerradas a residentes y turistas. Los museos y atracciones turísticas (a excepción de la Torre Eiffel) también se cierran al público, lo mismo que la mayoría de las empresas. Sabiendo cuáles son estos días Días festivos en París será más sencillo organizar un viaje. Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la temporada en la capital francesa: la baja está comprendida entre el 1° de noviembre y el 31 de marzo y la alta entre el 1° de abril y el 31 de octubre.

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París en una de las capitales gastronómicas más reputadas.La cocina francesa es muy rica y variada gracias a la calidad de las materias primas y a la enorme diversidad cultural que posee Francia.

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uando se habla de arte culinario sin lugar a dudas viene a nuestra mente Francia como país sinónimo de la gastronomía que va desde la más simple hasta la de mayor elaboración. País por excelencia donde muchos chef profesionales vienen a perfeccionar técnicas culinarias en general y de la repostería más fina y selecta en particular.Entre las delicias de esta tradicional cocina se encuentran el famoso foie gras, los mariscos más variados, quesos excelentes como el roquefort y sus delicadas trufas bañadas en chcocolate. La comida cotidiana es sin embargo simple, entre las comidas típicas de Francia nos encontramos con el conocido y delicioso croissant acompañado de una humeante taza de café recién preparado, la sopa de pescado, los estofados más variados y la sabrosa tarta de manzana, son sólo algunos ejemplos de la cocina cotidiana. Conocida por ser una de las mejores del mundo, a continucion ellas. Entre las delicias de esta tradicional cocina se encuentran el famoso foie gras, los mariscos más variados, quesos excelentes como el roquefort y sus delicadas trufas. La comida cotidiana es sin embargo simple, entre las comidas típicas de Francia nos encontramos con el conocido y delicioso croissant acompañado de una humeante taza de café recién preparado, la sopa de pescado, los estofados más variados y la sabrosa tarta de manzana, son sólo algunos ejemplos de la cocina cotidiana. Los vinos y licores también se distinguen por su magnífico sabor, siendo los primeros considerados como los mejores del mundo. Por otra parte, la gastronomía ocupa un lugar destacada en cada región de Francia, donde hallaremos platos típicos cada uno con su particularidad especial dependiendo de la zona. La llegada del Renacimiento significó para Francia la aparición de nuevos ingredientes traidos de la mano de los descubrimientos de continentes lejanos que aportaron diferentes sabores, texturas y colores dando lugar a una transformación importante en la cultura francesa. En el pasado esta culinaria se distinguió por ser elegante y suntuosa y como un elemento de ponderación a su rey. Posteriormente y con la llegada de la Revolución Francesa la gran cocina francesa, antes limitada a la corte y al rey, sale a la calle y se hace popular, con la aparición de gran cantidad de

restaurantes abiertos por aquellos que eran cocineros de aristócratas y que se quedaron sin empleo por la fuga que debieron emprender muchos de ellos con la llegada de Napoleón. A través de los siglos esta cocina selecta fue evolucionando a través del agregado de alimentos típicos como las anchoas y las trufas. Una culinaria que debió recorrer un largo camino hasta la aparición de la nouvelle cusine, donde la característica fundamental se da por la innovación en los platos tradicionales como las salsas más ligeras y el respeto por el sabor de los productos. Asimismo, como ingredientes clásicos de esta alta cocina se encuentra las patatas, puerros y nabos, entre las frutas su utilización tanto en platos salados, haciendo un contraste perfecto, como en los dulces por medio de tartas de todo tipo de frutas, siendo las más utilizadas las ciruelas, melocotones, uvas y peras, y demas frutas de estación. Entre las carnes se distingue la elaboración de platos guisados y asados como el pavo, pollo, cerdo, conejo y venado y de los pescados la especialidad son las preparaciones con truchas, mejillones, ostras y camarones ingredientes de altísima sofisticación y elegancia. Un país que ofrece una diversidad de platos tanto de su cocina más tradicional como la del nuevo movimiento con una culinaria mucho más sencilla y natural. 23


Ratatouille

PLATOS TÍPICOS

La Tartiflette Uno de nuestros platos favoritos, se prepara en la región de Savoie y se cocina en el horno. Sus ingredientes principales son la patata, el queso reblochon (indispensable en la tartiflette), tocino cortado en cuadraditos y cebolla. Es un plato muy fácil de preparar y práctico cuando tienes muchos invitados. El secreto para preparar una deliciosa tartiflette son el queso y las patatas. Siempre que podáis, utilizad queso Reblochon, aunque con queso Emmental también queda delicioso. Las papas en este plato son muy importantes: compra unas patatas de calidad.

Plato vegetariano tradicional de la región de Cote d’Azur, se prepara con pimentón rojo y verde, cebolla, berenjena, tomate, hiervas y calabacín. Nota curiosa: Entrando en temas de platos tradicionales y divertidos, te invito a ver la película que lleva el nombre de éste delicioso plato ratatouille

Las Crepes Tortillas que se consumen como plato principal o como postre en Francia, Bélgica y Québec. Su preparación consiste en una base de harina de trigo o de alforfón, huevo, leche y azúcar. Se acompaña con ingredientes dulces como mermelada, crema de chantilli, chocolate, azúcar, miel, crema de castañas (creme de marrons) ,miel , sirop d’érable (proveniente de Québec), azúcar y algunas gotas de limón. Entre los ingredientes que se utilizan para prepara las crepes salados encuentras el queso rallado, el jamón en trocitos, o para los más osados, un huevo frito. En Francia la bebida que acompaña las crepes es la sidra (le cidre). Esta bebida espumosa proviene de las regiones de Normandía y Bretaña y se prepara con manzanas fermentadas. Existen casi 30 variedades de cidre en Francia divididas por categoría: existe el cidre doux (sidra dulce) , que contiene un grado de alcohol de menos de 3°, la cidre demi-sec (medio seca) con un grado superior a 3° y la cidre brut (al bruto) que tiene un grado de alcohol de más de 4°.

El Foie Gras Es un entrante de textura suave, generalmente utilizado como acompañamiento del plato principal. Se prepara con hígado fresco (generalmente de pato) y se acompaña con pan de campaña cortado en rodajas y un buen vino blanco. El Magazine Oficiel du Foie Gras, cuenta que éste delicioso plato se remonta al antiguo Egipto, cuando los egipcios descubrieron que las aves que atravesaban el Nilo guardaban demasiada energía en su hígado para mantenerse activos durante su largo viaje de migración. La tradición de alimentarse de Foie Gras llegó a los griegos, romanos y finalmente a los franceses hacia el siglo XVIII. Hoy en día es un plato tradicional de lujo de la cocina francesa.

Boeuf Bourguinon La raclette Plato típico de la región de Savoie (aunque se come también en Suiza y en Canadá), para hacer una raclette necesitas un recipiente especial llamado« four a raclette » que sirve para fundir los quesos. La raclette se prepara en familia, o en una fiesta con varios amigos y cada uno prepara su plato. En una mesa, se ponen a disposición de los invitados diferentes quesos de leche cruda, patata cocinada al vapor y jamones. Antes de servir se funden los quesos en unas paletas especiales y cuando el queso está completamente derretido se dispersa el queso encima de la patata. ¡Está buenísimo! . Este plato de invierno es muy consistente y se acompaña con vino y una ensalada fresca. Se prepara en familia, o en una fiesta con varios amigos para su plato.

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El buey a la borgoñona es un plato tradicional de la región de Bourgogne, se prepara con carne de buey y se caracteriza por su cocción muy lenta en vino tinto, preferiblemente en «vin de Bourgogne » que le da un excelente sabor. Sus ingredientes principales son la zanahoria, la cebolla, tocineta en trocitos y cebolla. Este plato se sirve en fiestas o en reuniones familiares.

Los Quenelles Son pequeños rollitos de sémola de trigo, harina, huevos y leche. Se cocinan en el horno y se acompañan con una salsa de tomate o con salsa bechamel. La palabra quenelle se refiere a una manera de presentar los alimentos con una forma redondeada que asemeja a la de las croquetas. Para que adopte esa forma, el alimento se suele moldear cuidadosamente con dos cucharas. 25


A tiro de piedra de la estación de Belleville, el lugar de visita obligada en París para contemplar el graffiti es Denoyez Street.

E

n el Café des Délices, en la esquina de la Rue Dénoyez y la Rue Lemon, un hombre se para en la puerta y examina la escena frente a él. Qué rápido pueden cambiar las cosas, debe pensar para sí mismo mientras usa su cigarrillo. Enfrente del café está el Piscine Alfred Nakache. “Una piscine en la Rue Dénoyez!” La gente se burló (“ Dénoyez “ suena como “el ahogado” en francés), pero broma urbana o de lo contrario, la piscina ha traído a más personas a la calle, quizás hoy una de las más fotografiadas en la ciudad.Arte callejero Hace unos pocos años, el hombre en el café habría visto a nadie caminando por aquí.

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Las unidades de la tienda estaban encerradas y cerradas, y la calle era poco más que una vía pública de muros derruidos y ventanas rotas. Poco de hecho para recordarle a la gente su pasado más glorioso de aquella epoca. En 1830, los diversos bares situados aquí estaban constantemente llenos. La calle era parte de la ciudad de Belleville, a las afueras de los antiguos límites de la ciudad de Fermiers Généraux , y a salvo de los fuertes impuestos de París. La gente venía de la ciudad para beber y bailar en La Folie Dénoyez o el cabaret Ramponeau , aprovechando el vino más barato. Cuando, en 1860, estos límites fueron eliminados y la Rue Dénoyez fue absorbida en París, rápidamente entró en declive. Con bebidas al mismo precio que en otras partes de la ciudad, ya no había ninguna razón para venir. A través de los largos años de decadencia, solo bares como el Café des Délices proporcionaron fuentes de vida en el barrio . Se convirtió en un lugar donde los hombres tunecinos se reunían para tomar café, jugar a las cartas o mirar partidos de fútbol en las parpadeantes pantallas de televisión. Al mismo tiempo, había hoteles sin estrellas con habitaciones alquiladas a largo plazo para familias sin otras opciones, y unidades de tiendas que ofrecían líneas telefónicas de larga distancia de bajo costo. Pero luego los artistas comenzaron a llegar. Pintada Uno al principio, un escultor o pintor tal vez, aprovechando una unidad de tienda en desuso. Otros lo siguieron y pronto pintaron las unidades en colores brillantes y pegaron conchas y azulejos en las paredes del exterior. Los lugareños curiosos comenzaron a pasar de esta manera otra vez, deteniéndose de vez en cuando para mirar por las ventanas. Sin embargo, no fue hasta que llegaron los artistas del graffiti que la calle renació realmente llena de color. Agrupados alrededor del colectivo Frichez-Nous la Paix , una gran pared en la parte superior de la calle ha sido en-

tregada a estos artistas. La pared es un mural en constante evolución, con imágenes multicolores y nombres ahora cientos de capas rociadas de profundidad. El hecho de que esté situado junto al siempre popular café Aux Folies ciertamente ha ayudado a difundir su fama, y ​​hoy los artistas de grafitti son artistas para las multitudes que constantemente llenan la terraza de la cafetería. La calle ahora se asemeja a un zoco con su sucesión de fachadas de colores brillantes. “Este es el verdadero Belleville”, dice un hombre, señalando el interior oscuro y desordenado de una unidad de tienda. Parece ser un café clandestino, escasamente amueblado con sillas y mesas de segunda mano y con botellas de plástico de Coca-Cola en el mostrador. Tal vez esta calle es, de hecho, todos los Belleville. Los chinos en la Rue de Belleville a un lado, y los africanos en el otro lado de Ramponeau de la calle. En el Boulevard de Belleville, al lado, los tunecinos y los argelinos con antepasados ​​ judíos y musulmanes han vivido lado a lado durante 50 años en un silencio y respeto mutuo. Recientemente han llegado artistas y familias de clase media, aprovechando pies cuadrados adicionales a precios más bajos. La belleza de la Rue Dénoyez es que no pertenece a nadie, sino que es compartida por todos. Eso, uno espera, es el verdadero Belleville. En una ciudad como París, donde el paisaje sonoro está dominado por una capa de contaminación acústica causada por el tráfico incesante, se puede suponer que un cambio en el paisaje, a menos que implique una mayor redirección del tráfico, es poco probable que haga una gran diferencia en el paisaje sonoro . Pero para el oyente atento hay ejemplos en los que un cambio en el paisaje sonoro puede cambiar el carácter de un lugar tanto como un cambio en su paisaje. Una vez una parte muy deteriorada de la comuna de Belleville en el este de París, Rue Dénoyez se revivió en la segunda mitad del siglo XX con la llegada de artistas que vieron las paredes en descomposición y las fachadas vacías como un gran lienzo sobre el cual mostrar sus talentos convirtiendo la calle en una galería de arte plein-air en constante cambio . La comuna de Belleville es particularmente rica en sonido, así que voy allí con frecuencia para capturar diferentes aspectos del paisaje sonoro multicultural y cada vez que voy llamo a la rue Dénoyez para mirar y escuchar a los artistas en el trabajo. Cuando fui hace dos años, en noviembre de 2014, descubrí

que bajo la pancarta ‘ Sauvons la rue Dénoyez ‘ - ‘Save rue Dénoyez’, se había elaborado una petición para impugnar un plan de la autoridad local para demoler parte de rue Dénoyez y reemplazar los talleres y galerías de artistas con viviendas subsidiadas y un centro comunitario. La propuesta de desarrollo exigía la demolición de los edificios entre los n ° 18 bis y 22 bis y su sustitución por 18 viviendas subvencionadas y una guardería, así como la remodelación del n ° 24 y n ° 26 de la calle Dénoyez y el n ° 10 de la rue de Belleville en 29 unidades de viviendas subsidiadas. A pesar de que la petición se oponía a que el desarrollo recibiera 10.000 firmas en seis meses, el trabajo estaba programado para comenzar en el verano de 2015. La comuna de Belleville es particularmente rica en sonido, así que voy allí con frecuencia para capturar diferentes aspectos del paisaje sonoro multicultural y cada vez que voy llamo a la rue Dénoyez para mirar y escuchar a los artistas en el trabajo. Cuando fui hace dos años, en noviembre de 2014, descubrí que bajo la pancarta ‘ Sauvons la rue Dénoyez ‘ - ‘Save rue Dénoyez’, se había elaborado una petición para impugnar un plan de la autoridad local para demoler parte de rue Dénoyez y reemplazar los talleres y galerías de artistas con viviendas subsidiadas y un centro comunitario. La propuesta de desarrollo exigía la demolición de los edificios entre los n ° 18 bis y 22 bis y su sustitución por 18 viviendas subvencionadas y una guardería, así como la remodelación del n ° 24 y n ° 26 de la calle Dénoyez y el n ° 10 de la rue de Belleville en 29 unidades de viviendas subsidiadas y un centro comunitario. A pesar de que la petición se oponía a que el desarrollo recibiera 10.000 firmas en seis meses, el trabajo estaba programado para comenzar en el verano de 2015. Cualquier proyecto sumido en la burocracia francesa es probable que permanezca allí durante mucho tiempo, pero cuando llamé a la rue Dénoyez en julio de este año, descubrí que, aunque el trabajo aún no había comenzado, los estudios y galerías de artistas estaban vacíos y el obturador y la aparición de barreras verdes de aspecto ominoso parecían un presagio de una construcción inminente, o más apropiadamente, de destrucción.. Avance rápido hasta noviembre de este año, la semana pasada de hecho: ahora la bola de demolición ha hecho su trabajo y los estudios y galerías de artistas han desaparecido para ser reemplazados por una barra en el paisaje. onociendo la Rue Dénoyez tan bien como lo hago, debo admitir que ver este nuevo paisaje por primera vez me sorprendió, más de lo que esperaba en realidad, y tardé un tiempo en absorber el dramático cambio de escena. Por supuesto, este corte en el paisaje es solo temporal: la brecha se cubrirá con el nuevo proyecto de viviendas, pero para mí, como archivista de los paisajes sonoros contemporáneos 27


de París, la fugacidad de esta brecha es importante porque no solo cambia el paisaje sonoro. de la calle, pero también nos da una idea de lo que puede ser el futuro paisaje sonoro de la calle Dénoyez.Decidí capturar el paisaje sonoro de la rue Dénoyez completo con su nueva brecha temporal. Comencé mi caminata sonora en el extremo sureste de la calle Dénoyez, el extremo opuesto al sitio de demolición. El sonido de las hojas secas de otoño recorriendo el camino, un joven encendiendo su motocicleta, pasos que pasaban, puertas que se abrían y cerraban, niños haciendo piscine local y vecinos chismorreando llenaban el aire en esta parte de la calle . Pero a medida que me acercaba al extremo noroccidental de la calle y el corte en el paisaje (8 ‘51 “en mi paseo sonoro), el paisaje sonoro de la calle Dénoyez cambió notablemente de lo que había sido hace dos años. En lugar del sonido de los artistas en el trabajo sacudiendo sus latas de aerosol llenas de pintura y espectadores viendo y comentando con sus cámaras haciendo clic, ahora había un silencio inquietante roto solo por el sonido distante de un cuervo y el sonido bastante melancólico de un lavado en ruinas máquina transportada. Para comparar los sonidos de la Rue Dénoyez como estaban antes de la demolición con lo que es ahora, escucha los últimos cuatro minutos de mi reciente recorrido grabado en el sitio de demolición y luego escucha los sonidos grabados en el mismo lugar en 2014: Y el cambio al paisaje aún no ha terminado. El edificio de abajo, hasta hace poco un bistró, en la esquina de la rue Dénoyez y la Rue de Belleville, se reurbanizará en 29 unidades de viviendas subsidiadas y un centro comunitario, cambiando aún más el paisaje y el paisaje sonoro. Comencé diciendo que cuando cambia el paisaje urbano parece que todos tienen una opinión al respecto, pero cuando el paisaje sonoro que los acompaña cambia muy pocos parecen darse cuenta, y esto es cierto para el desarrollo de la calle Dénoyez. El trabajo de demolición en la calle es imposible de perder y sin duda todos tienen una opinión al respecto, pero el cambio en el paisaje sonoro es sutil y requiere tanto una escucha atenta y un conocimiento de la calle como lo fue una vez para reconocer que ha habido una cambio. Mi exploración sónica de lugares en París generalmente consiste en buscar dos tipos de sonidos: los sonidos “característi28

cos”, los sonidos cotidianos que existen en un lugar pero que no son necesariamente únicos, y luego los sonidos “únicos”, los sonidos que realmente define o ayuda a definir un lugar. En su apogeo, la rue Dénoyez tenía sus sonidos cotidianos “característicos”, pero lo más importante era que tenía sonidos “únicos”: los sonidos de los artistas agitando sus latas de aerosol llenas de pintura, que de vez en cuando explotaba, y los sonidos de los espectadores viendo, comentando y haciendo clic en sus cámaras. Estos fueron los sonidos que definieron Una vez que se complete el desarrollo de la vivienda, tal vez los sonidos cotidianos de la calle no cambien demasiado: las hojas secas de otoño todavía se moverán por la carretera, los pasos seguirán pasando, las puertas seguirán abriéndose y cerrándose, los niños seguirán haciendo piscine local y los vecinos seguirán cotilleando en la calle, pero ¿qué pasa con los sonidos “únicos”, los sonidos que una vez definieron esta calle?Las autoridades locales dicen que dejarán algo de espacio para el arte plein-air en la calle, pero con los estudios y galerías de artistas ahora demolidos, parece que el alma artística de la calle y su original paisaje sonoro se han perdido. Al llegar a Belleville evoca una gran cantidad de sentimientos y emociones. Por un lado, se encuentra en medio de un colorido y vibrante enclave multicultural que ofrecen la mayoría de las grandes ciudades, pero se combina con la inconfundible peculiaridad del paisaje parisino de Haussman. Belleville es el hogar de uno de los dos barrios chinos de París (el otro está en Place D’Italie), y en los últimos años se han establecido nuevas oleadas de inmigrantes, predominantemente del norte y el África subsahariana. Lo interesante de este barrio es Rue Denoyez, una pequeña calle que ha sido completamente ocupada por graffiti y artistas callejeros. Esto se atribuye en gran parte a que es uno de los pocos caminos legalizados para el graffiti en la ciudad, que trae un caleidoscopio de murales en constante cambio en sus paredes. Varias galerías y cafés están escondidos en su medio y definitivamente vale la pena explorar este lado de la ciudad. Las calles están llenas de jardineras que son cuidadas por los residentes y decoradas individualmente con poemas y mosaicos.

Al igual que en el resto de Francia, el idioma oficial de París es el francés y, al contrario que en otros países, el uso del inglés no es muy común.

CORTESÍA

Hola Adiós Buenos Días Buenas Noches Bienvenido Por Favor Gracias De Nada Disculpe Perdón

Bonjour Au Revoir Bonjour Bonne Nuit Bienvenue S’Il Vous PlaÎT Merci De Rien Excusez Moi Pardon

EXPRESIONES

Sí Oui No Non Tal vez Peut-être ¿Qué? Qu’est-ce? ¿Cuándo? Quand? ¿Por qué? Pourquoi? ¿Dónde? Où? Mucho Beaucoup Poco Peu Demasiado Trop Todo Tout Nada Rien

NÚMEROS

Cero Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Siete Ocho Nueve Diez

Zero Un Deux Trois Quatre Cinq Six Sept Huit Neuf Dix

DIAS DE LA SEMANA

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo

Lundi Mardi Mercredi Jeudi Vendredi Samedi Dimanche 29


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MUSEO DEL LOUVRE Formado a partir de las colecciones de la monarquía francesa y las expoliaciones realizadas durante el imperio Napoleónico, el Museo del Louvre abrió sus puertas en 1793 mostrando un nuevo modelo de museo, que pasaba de las manos de las clases dirigentes al disfrute del público general. El Museo del Louvre se encuentra alojado en el Palacio del Louvre, una fortaleza del siglo XII que fue ampliada y reformada en diversas ocasiones. Antes de que se convirtiera en museo, algunos monarcas como Carlos V y Felipe

II utilizaron el palacio como residencia real en la que acumulaban sus colecciones artísticas. Tras el traslado de la residencia real al Palacio de Versalles, el impresionante edificio de 160.000 metros cuadrados comenzaría su proceso de transformación en uno de los museos más importantes del mundo. En 1989 se construyó una pirámide de cristal rompiendo la monotonía de los grandes bloques grises del museo. La colección del Louvre comprende cerca de 300.000 obras anteriores a 1948, de las que se exponen aproxima-

damente 35.000. La inmensa colección está organizada de forma temática en diferentes departamentos: antigüedades orientales, antigüedades egipcias, antigüedades griegas, romanas y etruscas, historia del Louvre y el Louvre medieval, pintura, escultura, objetos de arte, artes gráficas y arte del Islam. El Louvre es enorme y los amantes del arte podrían pasar varios días recorriéndolo. Para hacerse una idea general y ver las obras más destacadas, es necesario dedicar al menos una mañana completa para recorrer el museo. UBICACIÓN Place du Palais Royal.

PRECIO Adultos: 15€. Menores de 18 años: entrada gratuita. Ciudadanos UE entre 18 y 25 años: entrada gratuita. Entrada gratuita con Paris Pass y Paris Museum Pass.

Cualquiera que sea tu idea de unas vacaciones la Ciudad de la Luz te hará soñar. Recuerda que si quieres visitar alguno de sus lugares más populares puedes comprar las entradas con antelación. Ah, ¡y no te olvides la cámara de fotos! París es siempre una buena idea.

TRANSPORTE

NOTRE-DAME En sus ocho siglos de historia, la Catedral de Notre Dame ha sido reformada en varias ocasiones, siendo la más importante la de mediados del siglo XIX. A lo largo de estos años se sustituyeron los arbotantes, se insertó el rosetón sur, se reformaron las capillas y se añadieron estatuas.Notre Dame tiene dos torres de 69 metros en su fachada. Accediendo a la parte superior de las torres, además de apreciar las fantásticas

vistas, podréis visitar el campanario en el que vivió el mítico Jorobado de Notre Dame y ver de cerca las múltiples gárgolas. Para visitar las torres se accede a través de la entrada del lateral izquierdo de la catedral y se suben 387 empinados escalones a pie, ya que Notre Dame no dispone de ascensor. La mejor opción es madrugar y llegar antes de las 10 de la mañana para ser de los primeros en la cola.

Para los viajeros que visiten Notre Dame durante el fin de semana y quieran aprender más sobre la catedral, se ofrecen visitas guiadas gratuitas en español todos los sábados a las 14:30 horas. Si no podés ir un sábado, también podés disfrutar de visitas guiadas en inglés los miércoles y jueves a las 14:00 horas o bien alquilar una audio guía.

UBICACIÓN 6 Parvis Notre-Dame. Place Jean-Paul II

PRECIO Adultos: 8,50€. Menores de 18 años: entrada gratuita. Ciudadanos UE entre 18 y 25 años: entrada gratuita. Entrada gratuita con Paris Pass y Paris Museum Pass. 32

Metro: Palais-Royal - Musée du Louvre, líneas 1 y 7. Autobús: líneas 21, 24, 27, 39, 48, 68, 69, 72, 81 y 95.

HORARIO De lunes a viernes: de 8:00 a 18:45 horas. Sábados y domingos: de 8:00 a 19:15 horas.

TRANSPORTE Metro: Cité, línea 4 (morada). RER: Saint-Michel - Notre-Dame (líneas B y C). Autobús: 21, 38, 47, 85, 96.

HORARIO Lunes, jueves, sábados y domingos: de 9:00 a 18:00 Miércoles y viernes: de 9:00 a 21:45 horas. Martes: cerrado.

MUSEO DE ORSAY El Museo de Orsay se ubica en una antigua estación de tren que fue inaugurada en el año 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París. La estación contaba con un elevado tráfico de trenes hasta 1939. Desde finales de la Segunda Guerra Mundial la estación fue quedando en abandono y en 1960 se planeó derruirla. Fue en el año 1977 cuando la estación

se libró de su fatal destino gracias a que se planteó la transformación del edificio en un museo, que se vería inaugurado en 1986. En la actualidad el edificio aún conserva el antiguo encanto de la estación de trenes. El Museo de Orsay contiene pinturas impresionistas y post-impresionistas, además de una gran colección de escultura, artes decorativas y elementos

arquitectónicos. En las salas laterales de la planta baja del extenso edificio se muestran obras pertenecientes al periodo de 1848 a 1870, mientras que en la zona central se pueden ver llamativas esculturas. En la planta superior se muestran las obras pertenecientes a la época floreciente entre 1874 y 1886, donde se pueden encontrar las obras de grandes 33


maestros como Renoir, Cézanne, Gauguin o Monet. En esta planta se pueden ver algunos elementos decorativos

además de una preciosa sala de fiestas decorada con todo lujo de detalles. El Museo de Orsay resulta cómodo de

visitar. Todo esto unido al ambiente especial que le otorga el antiguo edificio de la estación de trenes HORARIO

UBICACIÓN

De martes a domingo: de 9:30 a 18:00 horas (jueves hasta las 21:45 horas). Lunes: cerrado.

62 Rue de Lille.

PRECIO Adultos: 12€. Menores de 18 años: entrada gratuita. Ciudadanos UE entre 18 y 25 años: entrada gratuita.

TRANSPORTE Metro: Solferino, línea 12. RER: Musée d´Orsay, línea C. Autobús: líneas 24, 63, 68, 69.

MUSEO RODIN Las colecciones están compuestas por 6.500 esculturas que incluyen trabajos en mármol, bronce, terracota y escayola, y cerca de 10.000 dibujos entre estampas, acuarelas y grabados. Además de las obras de Rodin, el museo también contiene las colecciones reunidas por el escultor, entre las que se cuentan 1.700 pinturas, cerca de 7.000 fotografías y más de 6.400 esculturas y objetos antiguos. El extenso jardín de 3 hectáreas es una

CENTRO POMPIDOU Inaugurado en 1977 en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, el Centro Pompidou fue una obra pionera de la arquitectura contemporánea, capaz de crear un gran contraste con el gris paisaje urbano de la zona gracias a los tubos de colores situados en el exterior del edificio. Además del Museo Nacional de Arte Moderno, el Centro Pompidou alberga un centro de investigación musical y acústica y una biblioteca pública. El edificio está dividido en seis plantas

de 7.500 metros cuadrados cada una, de las cuáles la cuarta y la quinta acogen las exposiciones permanentes del Museo Nacional de Arte Moderno. La quinta planta está dedicada al arte moderno, desde comienzos del siglo XX hasta 1960, destacando especialmente los trabajos de Matisse, Picasso, Kandinsky o Miró. En la planta cuarta es posible realizar un recorrido a través de las obras contemporáneas realizadas desde 1960 hasta la actualidad, entre las que abun-

Biron continúan las exposiciones, donde se pueden ver emblemáticas esculturas como la de El Beso. Una de las salas del museo está dedicada a la obra de Camille Claudel, la que fuera alumna, colaboradora y amante del artista. El Museo Rodin es uno de nuestros museos preferidos de París. Con enormes esculturas diseminadas por el agradable jardín, es posible disfrutar del arte del escultor por un módico precio y sin necesidad de entrar en el edificio. HORARIO

UBICACIÓN dan los trabajos minimalistas. El edificio del Centro Pompidou es uno de los más extravagantes de París debido a los conductos de aire, tuberías, ascensores y escaleras mecánicas pintadas de colores que se encuentran situados en el exterior del edificio. Su aspecto es tan peculiar que bien merece una visita, tanto si os gusta el arte moderno, para disfrutar de sus colecciones, como si no os gusta demasiado y preferís verlo desde el exterior. UBICACIÓN Place Georges Pompidou.

PRECIO Adultos: 12 o 14€ (en función de la temporada). Personas entre 18 y 25 años: 10 o 11€. Menores de 18 años: entrada gratuita. Primer domingo del mes: entrada gratuita. Entrada gratuita con Paris Pass y Paris Museum Pass.

TRANSPORTE Metro: Rambuteau línea 11, Hôtel de Ville líneas 1 y 11, Châtelet líneas 1, 11 y 14. RER: Châtelet - Les Halles Autobús: líneas 29, 38, 47 y 75.

HORARIO De miércoles a lunes: de 11:00 a 21:00 horas 34

de las partes más agradables del museo. Allí se mezclan con la naturaleza algunas de las esculturas más célebres del artista, como es el caso de La Puerta del Infierno, Balzac, Los Burgueses de Calais o El Pensador. Resulta especialmente agradable recorrer los jardines durante la primavera, cuando muchos ciudadanos franceses y turistas deciden comprar únicamente la entrada para recorrer el artístico jardín.En el interior del edificio del Hotel

De martes a domingo: de 10:00 a 17:45 horas (miércoles hasta las 20:45). Lunes: cerrado

79, rue de Varenne.

PRECIO Adultos: 9€. Menores de 18 años: entrada gratuita. Ciudadanos UE entre 18 y 25 años: entrada gratuita.

TRANSPORTE Metro: Varenne , línea 13. RER: Invalides, línea C. Autobús: líneas 69, 82, 87 y 92

MUSEO DU QUAI BRANLY La colección del museo, reunida en parte por viajeros del siglo XIX, incluye elementos de culto a los antepasados procedentes de Nueva Guinea, esculturas de piedra de Sumatra, instrumentos musicales, muebles, objetos de madera, trajes y joyas entre muchos otros elementos. El recorrido por el museo

se encuentra señalado con flechas que van guiando al visitante a través de las distintas culturas y diferentes lugares del mundo mostrándole obras. El Museo Quai Branly es muy recomendable, su colección es sorprendente y resulta muy cómodo de visitar. Al contrario que otros museos de carácter

más serio, Quai Branly es un lugar capaz de conquistar a todos los públicos gracias a los variados y curiosos objetos de sus exposiciones. Para nosotros es uno de los mejores museos en París.

UBICACIÓN Place Georges Pompidou.

PRECIO Adultos: 12 o 14€ (en función de la temporada). Personas entre 18 y 25 años: 10 o 11€.

TRANSPORTE Metro: Rambuteau línea 11.

HORARIO De miércoles a lunes: de 11:00 a 21:00 horas 35


ARTY PARIS Situado en Brancion, un barrio compacto y lleno de personalidad en el sur de la ciudad, Arty Paris es un hostal de bajo costo que no ha escatimado en su presupuesto de diseño. Los espacios sociales y los dormitorios, tanto los privados como los dormitorios, están bien decorados, pero con el ambiente claramente industrial que tanto se desea en este momento. En las inmediaciones, encontrará librerías independientes y mercados de alimentos, así como el tranquilo Parc Georges-Brassens . Un poco más lejos (a no más de 20 minutos a pie) se encuentran los restaurantes, bares, tiendas y cines de las bulliciosas calles de Gare Montparnasse.

París es una de las capitales europeas con mayor número de plazas hoteleras. En un radio de 5 kilómetros se pueden encontrar más de 1.000 hostels. Hicimos una seleccion de los mejores para ustedes

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arís es una ciudad muy extensa y los puntos de interés están bastante alejados unos de otros. Si queréis alojaros en el París más elegante, los Campos Elíseos, la Plaza de la Concordia, el Louvre y la zona de la Ópera Garnier son apuestas seguras. Si por otro lado preferís el ambiente callejero y queréis disfrutar de la vida nocturna, el Barrio Latino es la opción ideal. De todos modos, podemos resumir diciendo que ambas orillas del Sena, desde la Isla de la Cité hasta la Torre Eiffel son zonas céntricas, seguras e ideales para alojarse. Si querés ahorrar y no te importa tener que coger el metro todas las mañanas, encontraréis hoteles más baratos algo más alejados del centro. Pensándolo fríamente, como París es una ciudad tan extensa, estéis donde estéis tendréis que recurrir al transporte público en múltiples ocasiones. Durante generaciones, alojarse en un albergue de París significó ahorrar unos pocos dólares a expensas de la privacidad, la higiene, la seguridad, el confort y hasta el más leve soplo de estilo. Pero para el nuevo conjunto de viajeros jóvenes y brillantes, la historia es muy diferente. Entrar en uno de los

GENERADOR Idealmente situado a poca distancia del Canal Saint-Martin , el Parc des Buttes-Chaumont , y Gare du Nord, el generador de París está liderando la revolución parisina albergue. Cada centímetro del albergue , desde la brillante recepción hasta el impresionante bar en la azotea con vistas a Montmartre y al Sacré-Coeur, ha sido diseñado para maximizar la experiencia de sus huéspedes. En su brasserie, Café Fabien, por ejemplo, puede cenar desde las siete de la mañana hasta las 10 de la noche. El ambiente contemporáneo y cinematográfico se extiende desde las áreas comunes hasta las habitaciones, una mezcla de alojamiento privado y compartido con capacidad para hasta personas. Cada centímetro del albergue , desde la brillante recepción hasta el impresionante bar en la azotea con vistas a Montmartre y al Sacré-Coeur, ha sido diseñado para maximizar la experiencia de sus huéspedes. En su brasserie, Café Fabien, por ejemplo, puede cenar desde las siete de la mañana, 36

albergues destacados a continuación significa obtener un sabor de diseño de lujo, restaurantes e instalaciones a un precio que sigue siendo increíblemente bajo. Además de reservar el vuelo y el hotel con antelación, hay muchas formas de ahorrar dinero en París, una ciudad que no es nada barata. Te damos consejos para estirar tu presupuesto. Seguro que nadie se escandaliza al escuchar que París no es una ciudad barata. Si queréis visitar los principales lugares, dormir en una buena zona y comer en buenos restaurantes tendréis que pagarlo. No obstante, haciendo las cosas bien siempre se puede ahorrar bastante dinero. s del Sena, desde la Isla de la Cité hasta la Torre Eiffel son zonas céntricas, seguras e ideales para alojarse. Si querés ahorrar y no te importa tener que coger el metro todas las mañanas, encontraréis hoteles más baratos algo más alejados del centro. Pensándolo fríamente, como París es una ciudad tan extensa, estéis donde estéis tendréis que recurrir al transporte público en múltiples ocasiones.

ST CHRISTOPHER’S INN Anteriormente votado como el “albergue más popular de París” y el “mejor albergue de Francia” por Hostelworld, el St Christopher’s Inns en el Bassin de la Villette ofrece una gran cantidad de instalaciones a precios inmejorables. Este albergue grande pero acogedor tiene su propio bar y restaurante Belushi, así como una terraza frente al mar. También está perfectamente situado para los viajeros de presupuesto entre los 18 º y 19 º distritos, ambos relativamente barato para los estándares de París. El alojamiento viene en una variedad de arreglos, incluidos dormitorios solo para mujeres y habitaciones privadas. Incluso en las habitaciones compartidas, las camas con compartimentos con cortinas brindan un poco de privacidad adicional.

VINTAGE HOSTEL GARE DU NORD La misión del personal del Vintage Hostel es ayudar a sus huéspedes a salir lo más posible de París en el menor tiempo posible, desde las vistas convencionales hasta sus propias recomendaciones personalizadas sobre el lado secreto de la ciudad. El albergue está en la cúspide de Montmartre, uno de los destinos más populares para los turistas, y el prometedor barrio de South Pigalle , lleno de bares y restaurantes elegantes pero asequibles. La decoración vívida se combina con la actitud optimista y el entusiasmo de los equipos para garantizar que los huéspedes disfruten de una estancia agradable. 37


OOPS! HOTEL A 250 metros del Barrio Latino, y conectado con los lugares más turísticos mediante tres líneas de metro y varias de autobús, el Oops es un hostel de París donde sentirse como un auténtico local. Ubicado en un típico edificio haussmaniano del siglo XIX, con la mayor parte de sus de habitaciones mirando al Panteón o a la bulliciosa avenida des Gobelins, destaca por su diseño y económico precio. Sus dormitorios dobles o con literas para cuatro personas, todas con su propio baño, incluyen Wi-Fi y desayuno gratuitos. A un corto paseo encontrarás varios mercados donde comprar productos frescos para preparar en la cocina común, equipada con quemadores, microondas y horno eléctrico.

MONTMARTRE & BUDGET HOTEL En pleno centro de la capital, a tan sólo 10 minutos de la Basílica del Sagrado Corazón, Le Montclair destaca entre los hostales en París por sus coloridos cuartos, privados o pensados para compartir en grupos de 3, 4, 6 u 8 personas, algunos de ellos con su propio baño. El Wi-Fi es gratuito, al igual que el desayuno parisino al que se invita cada mañana, y la recepción está abierta 24 horas para atender viajeros a cualquier hora del día o la noche. El lobby es una de las zonas más animadas del establecimiento, con futbolín, cartas y otros juegos de mesa, y en el bar se puede disfrutar todo tipo de bebidas.

DUKS BOUTIQUE Completamente renovado en 2014, este hostel de París del distrito 15 es el más antiguo de la nación. Con 30 años de trayectoria a sus espaldas, el 3 Ducks está ubicado en una antigua oficina de correos del siglo XVIII, considerado monumento histórico y protegido por Les Batiments de France. A sus 20 estancias, pensadas para parejas, familias o grupos de amigos, no les falta detalle: camas ya preparadas, enchufes y puertos USB, luces de lectura individuales, secador de pelo, mapa de la ciudad y desayuno incluido, a base de cereales, bollería o fruta fresca. En una antigua oficina de correos del siglo XVIII, considerado monumento histórico 38


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