El molí de paper (1977)

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Membrete que tenía la fábrica en el que se especifican las distintas marcas registradas.

elmolí de paper Desde tiempos no muy lejanos a todo lo largo del barranco de los molinos fluía agua por todas partes, pero con más profusión en la zona alta, agua que procede de una cisura abierta en el cauce del Río Blanco que. según el técnico D. Salvador González de Haro. procede de las lagunas de Ruidera. pasa por debajo de Bañeres y desemboca en e! Mare Nostrum Inteligentes nuestros remotos antepasados, quizás posiblemente los árabes. no existen datos precisos sobre eflo. tuvieron la feliz idea de aprovechar dicha corriente de agua e instalar varios molinos para la trituración de los cereales de cultivo en la zona, pues su actividad maquilera no se limitaba. A lo largo del tiempo ese paraje del Barranco de los Molinos fue. para los sencillos ibenses. lugar de esparcimiento por su belleza y tipismo que deleitaba con el murmullo de sus aguas cantarinas saltando de risco en risco infundiendo una paz difícil de describir en éste último cuarto del siglo XX. Aun hoy se contempla y se disfruta de este bello rincón, pero le falta el bullicio y el cantar del agua, por que. la mano del hombre enmarco sus rutas y han desaparecido sus bellas cataratas naturales.

Vista, del molino con varios de los trabajadores que quisieron hacerse visibles.


nunca debiera entrar por el molino ya que en varias tandas de riego servía para llenar los aljibes de las masías; incluso se trato de negarle la utilización de la sexta parte de! caudal que se le había concedido en propiedad por el hecho de realizar las obras de conducción y lavadero.

D. Francisco Company y Dña. Eugenia Martínez en el parral del Molin. Ibi siempre fue agrícola, pero de una agricultura dura por el clima y por la tierra y sus habitantes supieron instalar en el Barranco de los Molinos varios de éstos que. sirviéndose de unos entubados de mampostería producían la fuerza que hacía mover sus molinos. El suave repiquiteo de las aguas, el ruido de las muelas al destrozar los granos y el choque de los cascos de las caballerías por el agreste camino daban al lugar una altivez industrial dormilona e inquieta quizás soñando en lo que pudiera ser Ibi en el futuro. Siguiendo el curso del agua y del tiempo llegamos al filo de nuestro objetivo, el Molino Papel. D. Francisco Martínez que era fabricante de papel en la vecina población de Bañeres tuvo un serio percance el prenderle fuego a su fábrica uno de sus más allegados y ante un trance desesperado de su vida optó por alejarse de su tierra. El reclamo de la fuerza motriz que le ofrecía el agua del descrito barranco de los molinos le indujo a instalar su nueva factoría en el ya existente edificio del Molino que había servido anteriormente para otros menesteres, pero en construcción más modesta. Era hombre de mucho ingenio, pues en su anterior factoría había revolucionado con sólo haber doblado el tamaño de la "nuez", pieza clave en el movimiento rotativo de la instalación, contraveniendo así todos los usos y técnicas de la época, lo que le sirvió para doblar la producción. Esto hoy hubiese sido muy sencillo, pero él, en su época, tuvo la satisfacción de haber realizado con éxito un sueño abrigado en su mente y que, obstinado, le obligaba a proseguir. Uno de sus no muy lejanos descendientes, D. Jesús Company. también resulto un parecido; pues en la Empresa Paya en donde se colocó después de abandonado el Molino, muchos de los compañeros de taller que aun viven conocieron de sus genialidades. Este Sr. Martínez realizó inteligentes gestiones con la comunidad de regantes del agua del barranco, consiguiendo el poder canalizar el agua desde la parte más alta, fuente del Progreso, hoy cedida a la masía Biscoy, hasta el propio Molino y con ello impulsar la rotación de la maquinaria instalada. Todo ello le obligó a costosas obligaciones, tales como construir a sus expensas el lavadero de arriba y que posteriormente tuvo que techar dándose por inaugurado en 1903. Problemas los tuvo y muy gordos, pues algunos de los "poderosos" regantes de la época montaron una fuerte oposición tratando de que el agua

En la trayectoria de todo lo antedicho, indirectamente, se presupone, tuvieron gran influencia las decisiones y proyectos de D. Emilio Pérez Alegret; hombre inquieto, militar de profesión y combatiente en la guerra de Cuba, emprendedor y original, pues siendo uno de los regantes influyó cerca de sus compañeros y casi llegó a conseguir el acuerdo de construir un muro a la entrada del barranco y convertir éste en un pantano: pero el Ayuntamiento no accedió al proyecto mirando el peligro que corría la población en caso de rotura. Salvadas estas discrepancias, lo que sí consiguió el Sr. Pérez Alegret es poner una cerradura o "paleta" al manantial que en su día fue excavado y que tanto dio que hablar, pues cuantos no recuerdan aquello de "Diguen que han exit tonynes de la excavasió...". Digo esto por que. al poner la "paleta" en el nacimiento del agua, hubo épocas en que se cerraba para embalsarla dentro del mismo manantial en las existentes cavernas subterráneas, y fué entonces cuando llegaron serias penalidades para el Molino. Para salvar estas tremendas dificultades la Empresa del Molino tuvo que realizar una fuerte inversión adquiriendo una caldera de vapor continuo con la cual mover la maquinaria en que procediese al cierre del agua. Dicha caldera fue adquirida a la factoría Aznar de Alicante, llegando a esta población el 17 de Enero de 1914 a eso de las 3 de la tarde entrando por la Pl. de San Vicente en el preciso momento en que se estaban subastando los regalos que habían proporcionado los devotos de San Antonio, cuya festividad se estaba celebrando; siguió hacia la calle Conill y como era uno de los más grandes carretones que se habían visto en el lugar, resultó ello un complemento de fiesta. En la calle Conill tuvo dificultades de paso por la montañeta existente en mitad de la calle adosada a la casa núm. 51, casa que anteriormente fue posada y después pajar de la Posada la Palla. Luego descargó la preciada mercancía en el plantío y en varios viajes fue subida al molino, ya que la carretera de Bañeres no existía, su medición se efectuó el 1905 y su ejecución fué muy laboriosa debido al solo empleo de mano de obra y algún que otro carro y caballería. Como dato curioso diremos que los hombres percibían un salario diario de 1*50 y hombre, carro y caballería 3,50 diarias. Al ir juntándose y ligándose familias el Molino se constituyó en Sociedad y que últimamente era compartida por tres conocidas familias, Company, Albero y Martínez. El último de los referenciados, su antecesor se casó de segundas con la dueña del Hostal que estaba ubicado en la casa de la calle San Blas (Ravalet), hoy propiedad de los hermanos Anguiz Pajarón. D. Francisco Company apareció en la Sociedad al contraer matrimonio con la hija de D. Francisco Martínez. Este Sr. Company era pariente directo del Arzobispo Company. célebre en la Diócesis levantina. El referido matrimonio tuvo su anécdota ya que el padre de la novia exigía de su futuro yerno la condición de saber leer y escribir, cosa difícil en la época: pero como el amor no tiene barreras, el Sr. Company adquirió tales conocimientos que llegó a ser el contable de la sociedad, más luego formando parte de la sociedad. Desde el siglo pasado había establecido un acuerdo de sociedad por el que. cada año le correspondía dirigir el negocio y habitar la vivienda del molino, y allí vio ia luz primera la que luego fue propietaria de Casa Rogelia. hoy Casa Blasco. Las relaciones laborales eran tan armónicas que lo demuestra el hecho de rebautizar a cada persona que ingresase en la plantilla. La ceremonia se efectuaba al constituirse a modo de tribunal los más viejos, empresarios o trabajadores, a tal efecto se le imponía un nuevo nombre, y la gracia era tal que a dos hermanos, (es un ejemplo). a uno le pusieron Ploró (llorón) y al otro Alegría. Hubo un ingresado que al verse delante del "tribunal" no pudo menos de exclamar: "Ha dicho mi madre que me pongan un nombre muy "bonico", y Bonico le pusieron, tal como lo deseaba su madre. A la hora de "dinar" al medio dia los trabajadores se juntaban o esparcían por la sierra según fuese el estado climatológico. De ello se cuentan varias anécdotas. El tío "Talau padre, todos los días a esa hora de la comida, le preguntaba a Talau hijo: "¿Qué quieres comer de la sardina, cap (cabeza) o cua, (cola) y el chico siempre decía lo mismo, cap, hasta que sus compañeros le hicieron ver de que con solo la cabeza tenía menos parte de sardina; y un buen día a la sucedicha pregunta del padre le dijo: "Hoy quiero cua"; ésto sorprendía en gran manera a su padre que no pudo desimular la sorpresa, le dijo: "Pues por sinvergüenza toma, cap", y el chico quedó conforme y asustado con el "banquete" tradicional. El Molino tuvo un auge bien logrado y uno de los socios, D. Francisco Martínez Bañó era el viajante de la casa realizando desplazamientos a centroeuropa con lo que intercambiaba mercancías, de ello da fé los varios relojes de caja y péndulos existentes en la localidad, yo he podido comprobar en casa de los hermanos Company Martínez uno en perfecto funcionamiento, también los referidos hermanos cuentan con una verdadera joya de museo


En 1900 el Molino era el mayor contribuyente de rústica de Ibi y figuraba éste a nombre de D. Francisco Martínez Bañó con un importe de 416- Pts. anuales. Los problemas económicos, los del agua que acarrearon éstos y las desavenencias familiares forzaron la marcha en picado por aquello de donde no hay pan todos riñen La solución la esperaban de un pariente cercano que. desde América debía remitir o prometió la remisión de fondos, pero que no llegaron. Había una deuda contraida para la adquisición de la caldera de gas continuo que. en parte, se estaba amortizando, luego se tuvo que vender la caldera y con su importe redujeron la deuda; pero como el agua seguía creando problemas y la competencia alcoyana iba en aumento, por 13.000 Pts. el Monte de Piedad de Alcoy optó por cobrar y vino la quiebra, el embargo y la subasta. Con el piorno de las tuberías que habían instaladas hubo suficiente para el montaje del embargo, todo lo restante fué negocio cantante y sonante. Antes de todo este proceso habían intentado asociarse con papeleras de Alcoy, pero cuando les llegó la confirmación interesándoles el Inventario-Valance la cosa estaba ya rematada. El Molino había adquirido tal fama que hasta 1939 se recibieron pedidos, el último fué de Nicaragua. Ya en el último periodo de funcionamiento hubo un accidente mortal que vino a agravar las cosas, el infortunado trabajador era hermano de Miguel "El F Después de todas las vicisitudes el edificio de! Molino pasó a propiedad de D Migue. Pina "El Pintor' . pues aunque dominaba muy bien la fotograbe, con la brocha nos dejó el zócalo de la Parroquia todo él imitación mármol y con la paleta unos preciosos lienzos en posesión de sus familiares, dignos todos ellos de figurar en un museo local. Después el edificio fué acondicionado por los actuales propietarios como zona residencial con el acondicionamiento de varias viviendas, todo ello actualmente en desuso. Al cierre del Molino la incipiente industria local de cuchillería y juguetería y la desaparecida industria del vidrio que estaba instalada en donde hoy está la Caja de Ahorros de A.M.. no pudieron dar cabida al personal en paro y muchos tuvieron que emigrar a Barcelona. Si Ud., amable lector, que ha tenido la curiosidad de escrutar estas líneas para la historia, ha sentido esa tranquilidad de espíritu que se precisa para gozar de las pequeñas cosas que engrandecen nuestro contorno, si alguna vez ha sentido la curiosidad de lo bello, escrute los bellos rincones que ofrece el barranco que queda a espaldas de "nuestro" Molino Papel.

Una de las cubiertas de librito de papel de fumar

consistente en un curioso manubrio a modo de órgano gramofónico, importado igualmente que los referidos relojes. Ya quedó dicho la inexistencia de la actualmente carretera de Bañeres. por lo cual, la mercancía fabricada en el Molino era transportada hasta Ibi los burros de los hornos de pancocer para ser entregada a Rafael "el Coche", ordinario de Alcoy y a Rosendo Fresol ordinario de Villena. Es de suponer que la factoría contaba con innumerables clientes, algunos con exclusiva, como el de Los Santos (Badajoz), a este cliente se le mandaba la mercancía en balas o fardos, al resto de los clientes se les mandaba la mercancía completamente encuadernada y terminada y con las marcas de la casa que eran varias como puede comprobarse por el grabado que se acompaña. Cuentan los que allí trabajaban que era sorprendente la blancura de las tinas en donde se amasaba la pasta del papel en contraste con la materia prima empleada, alpargatas y trapos viejos que un gran carretón traía de Elda cada quince días: al igual que con la maquinaria tenía que descargar parte de la mercancía en el plantío y subir al Molino por etapas. Las distintas categorías profesionales estaban debidamente limitadas, los encargados de hacer la pasta se denominaban "ponedores, otros como el padre de D. Ramón Sanjuan era "pilero", y así sucesivamente; todos los oficiales cobraban a 2- Pts. los ayudantes a 1.50 y los niños a 0.25 Pts. . Había 6 tinas a tres oficiales por tina, un ayudante y un niño que hacía de pinche. Se llevaban la comida para el medio día ya que no les daba tiempo para ir al pueblo y lo hacían dentro de una cesta redonda de mimbre con tapadera, era igual que la que usan los de la Renfe, pero con la forma redonda. La señal para empezar a terminar la jornada se daba con hacer sonar un caracol de mar. de esos que se hacían sonar, tiempo ha. La plantilla, últimamente, era de 32. La jornada era bastante larga, regularmente de 12 horas, para ello la empresa disponía de un alumbrado propio a base de gas.

BARRAVIDO

Datos complementarios facilitados por Dña. Carolina Verdú. Dña. Julia Gómez. D. Tomás Sanjuan. D. Ramón Sanjuan y los hermanos Company Martínez.

D. Ramón Sanjuan Serra con sus dos nietas mellizas, es uno de los contados trabajadores del molino que aún sobrevive.

Referència bibliogràfica de l'article: Barravido (1977): "El molí de paper". A: Revista de les Festes de Moros i Cristians. Ibi: Comissió de Festes.


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