Revista spes unica nº 37 noviembre 2013

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Año 5 Nº 37

Spes Unica

Escriben y colaboran en este número:

Horacio Otheguy Riveira; Mariano Liébana; Elisa Pérez; Guillem de Rubenhor; Chabela Ximénez; Paula Alfonso; Ana Riera; Oscar Ramentev; Roberto Langella NOVIEMBRE 2013


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Sumario Editorial

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La hormiga, por Marco Denevi

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Paciencia limitada, por Guillem de Rubenhor

6

La cabina número cuatro, por Ana Riera

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3 breves, por Roberto Langella

8

Viaje en autobús, por Paula Alfonso

10

Por qué no soy vegetariano (última parte), por William T. Jarvis

15

Canelita o el paso de azúcar amarga (11º entrega), por Chabela Ximénez

18

La mujer en llamas, por Horacio Otheguy Riveira

21

Se me cayeron las alas

24

La religión, por María de la Paz Reyes Peña

26

La prueba, por Elisa Pérez

28

¿Quimicontás?, por Mariano Liébana

30

Los signos del horóscopo chino (Perro)

32

Batman desencadenado (8º parte), por Oscar Ramentev

37

Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

40

El arte de Juha Helminet

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Horóscopo

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Sumario de números anteriores

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Las emancipaciones

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l sueño de la casa propia, o ―el casado casa quiere‖, se decía cuando yo era chico. Las emancipaciones, las independencias. En estas latitudes siempre nos asombramos de que los adolescentes alemanes, por ejemplo, abandonaran tan tempranamente los hogares paternos, cuando por aquí—oh, tierra de postergaciones—una persona puede vivir con los padres hasta los treinta años y más. Las casas. Las casas que se pierden en algunas partes del mundo, las casas expropiadas, las casas vacías, mientras en otras partes florece el crédito para la construcción, la refacción o la compra de inmuebles. A esta altura del partido todo el mundo debe tener su lugar en el mundo. ―A las cosas hay que ganárselas‖, dice alguien, con todo lo que eso sugiere en un mundo de sistema de consumo. La gente debe ganarse la vivienda, la comida, la salud, la educación, la vestimenta, el recreo; ―nadie te regala nada‖, dice mi vecina, no sin un dejo de satisfacción. Un mundo, también, de influencias. El cine de Hollywood ha modelado nuestras formas de vida, con esas películas que excepto que se pretendan testimoniales o estén dirigidas a un ―público familiar‖, sus protagonistas parecen todos salidos de huevos, carentes de filiación, de padres, de tíos, de primos, hermanos y sobrinos, apenas con pareja e hijos, si no van a obstaculizar demasiado la trama. Ya se sabe, los héroes del cine no van al baño ni tienen demasiadas necesidades primarias. Uno se ha encariñado por identificación con todas esas personas, que terminan siendo más de nuestra familia que nuestros propios abuelos. Recuerden la serie de TV, Los invasores. El arquitecto David Vincent se perdía una noche, cuando venía conduciendo por la carretera; iba a parar a un descampado donde presenciaba el arribo de extraterrestres que venían a invadir la Tierra, situación la cual luego nadie iba a creerle. Bueno, de

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ahí en más Vincent se la pasaría yendo y viniendo de una punta a otra del país en persecución de aliens, sin reclamo de familias ni de obligaciones laborales, sin saberse nunca cómo se financiaba tanto periplo, si bien nunca se le veía almorzar o dormir, con lo que debía ahorrar bastante en bares y hoteles. Otro tanto el caso del Dr. Richard Kimble, de El fugitivo, a quien a su único familiar—su esposa—se la asesinan en el primer capítulo. Esas series no trataban de persecuciones ni de fugas, tanto como de la libertad de un hombre de hacer y deshacer a su antojo, aún bajo el pretexto de ―la responsabilidad‖, en el primer caso, o de defender esa misma libertad del riesgo de la condena, en el segundo. Como fuere, quien no hubiera querido tener el tiempo y un auto que parece funcionar a energía solar, para inventarse el pretexto de andar a la deriva por el mundo. Pero empezamos hablando del derecho de todo el mundo a su propio lugar, sedentarismo vs. nomadismo. Da igual, los extremos siempre se tocan. No obstante, los seres humanos estamos sometidos a la misma cantidad de leyes físicas, que serán veinticuatro, cuarentaiocho o las que sean, las que sean, ni una más ni una menos.

Roberto Langella, Noviembre, 2013.


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Paciencia limitada limitada, por Guillem de Rubenhor

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oy la he adorado con caricias sorprendentes, sí, que a mí mismo me han sorprendido, mis dedos no parecían los mismo, atravesaban su piel con una corriente eléctrica fuera de toda sospecha, y mi lengua la recorría produciendo un sinfín de escalofríos compartidos. Sí, le he leído párrafos de mis antiguas leyendas de las cruzadas, claro que sí; sí, sí, sí, mancomunión absoluta, en efecto, aquellos episodios de allende los tiempos, tan antiguos enclaustrado en sus páginas amarillas y con letras tan gastadas que parecen deslizarse por el papel y acabar en el suelo de la cocina o en el barro del jardín cuando llueve, no, no, seguimos en sequía, el agua del cielo es una fantasía, no cae ni gota, pero a veces me hace ilusión dejar escapar la manguera cuando riego, y todo parece volver a empezar como en aquellos sueños fantásticos donde la lucha por imponer al dios verdadero llenaba de nobles pasiones nuestra fe, y toda tortura e invasión parecían pocas a tus ojos.

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ues sí, leyéndole me fui dormitando con una gran paz. Ahora llevo un rato largo observándola, duerme como un ángel, tan preciosa que parece una virgencita muerta antes de conocer las veleidades del mundo, pero en realidad sólo duerme en plena inconsciencia, una especie de idiota a la que le encanta dormir. Estarás conmigo en que es una muchacha espléndida en todos los aspectos. No veas lo bien que interpreta el miedo y la alegría de vivir. Por supuesto que eso no tiene nada que ver.

Nada. En absoluto. Hablo con el corazón: es una preciosa preciosidad, si me permites la redundancia. Y es que supera todo frenesí. Más allá del deseo carnal, más allá del placer que provoca con tanta generosidad, toda ella invita a una fiesta sublime sin desdoro de concupiscencia y lascivia. Estarás conmigo en que estos muslos que se besan entre sí a expensas de su bello sexo rasurado y exhausto, son una obra de arte. Y mira, mira, mira, ¡por Dios!, el vientre graciosamente volcado y esos senos en reposo, tan orondos y ágiles cuando se tercia una posición u otra, siempre dispuestos al sacrificio de mi boca mis labios mi lengua. Ya, ya me detengo, ya sé que no soportas los detalles. Por lo demás ya lo sabes yo aquí felizmente desnudo después de haberla conquistado en plenitud con mayor intensidad que las veces anteriores y más aún que entonces sin otro ánimo que el de gozosa posesión con eficacísima liberación de libido y pérdida consecuente de deseo de matar; con decirte que en el clímax final no tengo la menor nostalgia de los buenos días perdidos y ni siquiera suspiro por aquellos estertores de

antaño, ya ni echo de menos los estrangulamientos ni los derroches sanguinolentos que tantos quebraderos de cabeza nos dieron, como bien recordarás. Ya te digo, esto marcha, sin duda es el camino de la reconciliación definitiva con mis partes y las de ellas. Esta vez es otra cosa. Imagínate. Bueno, lo sabes, no necesitas imaginar nada. Tres años deseándola, sin un solo beso entre penumbras hasta que llegó la hora en que todos los impulsos se dejaron llevar y aquí la ves, qué hermosa, qué apetecible. Todo está muy bien y no veo la hora de volver a ver sus ojos abiertos mientras me desnudo, me preparo, me alisto como un soldado en la batalla más hermosa para volver a vestirme después de recorrer sus labios en la cara, y su pubis angelical, y sus muslos deliciosos, sin hacerle mal alguno, no lo quiera Dios nuestro Señor.

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odo está muy bien, claro, pero también ya está bien por tu parte, parece que te estás quedando conmigo, sí, nada de falta de respeto, es así. No hay peor cosa que afe-


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rrarse al silencio por toda respuesta. Me inquieta tu silencio al respecto. Sólo hablas de banalidades, no haces ninguna referencia a lo principal. ¿Qué he de hacer con tan fascinante belleza? Porque, claro, lo primero es lo primero, he conseguido gozarla y reprimido el ansia de matar, pero ahora ha de haber continuidad, la pasión reclama otros encuentros, una continuidad, un suburbio permisivo más que un reino limi-

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tado. Ya. Ya veo que te recoges en el cruel silencio de los poderosos. Pues bien: lentamente me visto sin culpa alguna, me dispongo a partir para buscar alimentos gratos a su paladar, con amplio deseo de repetir sin arriesgar posición ni prestigio, y a misa iré mañana con mi clásica sotana. Tú tranquilo, Señor, seguiré esperando tu respuesta en brazos de mi niña, que ha de ser cuidada con más esmero que

aquellas que ejecuté con tu beneplácito. A la espera quedo y con Dios os veo, mas desde luego humildemente os digo que desconozco los límites de mi paciencia.

ubén y Lucía eran jóve-

vo. Enchufada a una máquina, pro-

Un jueves decidió seguirla. Cuando

nes y atractivos, forma-

tegida por el anonimato del aparato

la vio entrar en esa especie de sex

ban una de esas parejas

gris y neutro, se atrevió a hacer

shop light y meterse directamente

que despiertan sentimientos de envi-

cosas y experimentó sensaciones

por una de las puertas no daba

dia. Pero no sabían pasárselo bien

que jamás había deseado o recono-

crédito. Cruzó al bar de enfrente y

en la cama.

cido como propias. Tuvo su primer

se liquidó una Voll-dam en dos

Una noche en que ella no se excita-

orgasmo.

tragos. Luego se coló en el sex

ba porque no dejaba de pensar que

Lucía quedó tan encantada con el

shop y sin hacer caso de los gritos

no se excitaría y en que él no alcan-

ordenador que empezó a visitarlo

de la recepcionista abrió la puerta

zaba la erección porque no podía

periódicamente. Se encontraba con

de la cabina cuatro.

sacarse de la cabeza que no debía

él los martes, que era cuando

Lucía estaba conectada a una

parecerle muy atractivo, terminaron,

Rubén tenía clase de inglés en el

máquina y la abrazaba, sudando y

como otras muchas veces, dándose

británico, y los jueves, que era el día

jadeando. Nunca la había visto tan

por vencidos y dejándolo para otro

que se habían reservado para salir

excitada. Rubén volvió a cerrar la

día.

cada uno a solas con sus amigos. Y

puerta con cuidado y salió a la calle.

Lucía se fue al salón y se sentó en el

así, tecla a tecla, función a función,

Todavía se sentía turbado cuando

sofá. Se sentía vacía por dentro y

su cuerpo se fue tiñendo con los

entró en una tienda cercana y pidió

enfadada con su cuerpo traidor que

matices y los aromas de la sensuali-

que le recomendaran un buen orde-

se bloqueaba, que se negaba a dis-

dad.

nador.

frutar sin más. Se puso a hojear una

También Rubén fue consciente de

revista para intentar no pensar. Y de

los cambios que estaba expe-

pronto se topó con un extenso artí-

rimentando Lucía. Advirtió

culo que daba todo tipo de detalles

que a su chica últimamente

sobre el sexo virtual, incluida una

le brillaban los ojos y que

dirección. Al día siguiente, desde la

cuando salía sin él se arregla-

oficina, pidió día y hora.

ba con mucho esmero y

El primer contacto fue muy positi-

hasta se maquillaba un poco.

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3 breves,

LA COSA

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stá ahí, en el otro cuarto, hace tiempo la habría sacrificado, de no dudar si no he sido yo quien la creó. Está sobre el sillón, hediendo, sollozante; no puedo abrir las ventanas, y con este calor. Me parece eterna, a veces pienso que nos va a enterrar a todos. Ya lo ha hecho, lo ha empezado, los enterramientos; la escucho andar en el fondo por las noches, oigo la pala chocar contra la tierra, y me desespera. Pero voy a matarla, no le tendré más consideración. Después de todo, no tengo moral. Yo soy la cosa.

por Roberto Langella

Y arrastrando consigo primero el césped que le rodeaba, y luego las plantas, las flores, los enanos de mampostería que decoraban mi jardín. Y a mi fiel “Buki”, mi perro. Y a la medianera, y a la casa detrás de la medianera, y a Felisa, mi vecina, y a mi propia casa. Y luego se llevó mi barrio, mi ciudad, mi país, cinco continentes, siete mares y tres océanos. Fue el apocalipsis.

*

LOS HOMBRES NO MERECEN A LAS MUJERES

*

EL ALJIBE

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os expertos me lo habían advertido, los cimientos del aljibe se estaban desmoronando. Y finalmente su estructura cedió, hundiéndose todo hacia su interior.

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os hombres no merecen a las mujeres, pero evidentemente, ella no lo sabía. “Es cuestión de tiempo”, se dijo él, o quizás se tratara de una de esas chicas a las que parece faltarles un tornillo, por lo que jamás se enteraría de que no hay hombre que merezca alguna mujer, y con lo que (con esa ig-

norancia) iba a signarse la vida, pobre tipa. Hacía años él no esperaba se le acercara ninguna mujer, ¿para qué?, en nada le aventajaba conocer la diferencia. Y no era un hombre de pulsiones sexuales fuertes, lo que le permitía abstraerse del sexo complementario (jamás había tolerado la idea de “sexo opuesto”), no, en todo caso, sus urgencias siempre habían sido emocionales. Pero ahí estaba la mujer, una linda mujer, sonriente, viéndole a mitad de la calle cargando sus bolsas de compras, ella, sentada al volante de su camioneta, mirándole fijamente. Llegando ya casi a los cincuenta años de edad, Osvaldo había perdido la costumbre de que las mujeres se acercaran a él, le dirigieran la palabra más que para lo concretamente necesario, se había invisibilizado de ellas, por lo que se quedó viendo a la mujer con cierta perplejidad. -¿A mí? -¿Vivís al lado de mi casa, verdad?, vamos, que te alcanzo. Osvaldo dudó un instante. Estas cosas pasan solo en las películas, se dijo. ¿Pero cuáles cosas son las que pasan nada más que en las películas?, ¿que una mujer alcance a un tipo a mitad de camino hasta su casa con su vehículo?; joder, que no te está invitando a meterte en su cama, la actitud de esta mujer tiene más que ver con la piedad o la compasión que con cualquier


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gesto romántico, se dijo. De cualquier manera, nunca le había ocurrido. Que una mujer detenga su marcha en su vehículo, para llevarlo a ninguna parte. Pensó en invitarla a entrar a su casa al llegar, a tomar unos mates, no como pretexto de nada, claro, nada más tomar mates, quizás charlar. Hacía tanto tiempo que Osvaldo no compartía un momento con una mujer. ¿Pero qué significa para un hombre compartir un momento con una mujer?, se preguntó al instante. Nadie piensa en tomar mate y conversar, eso puede hacerse también con alguien del mismo género. No, no hay modo de pensar en términos de mujeres, siendo hombre, y que no implique una connotación sexual. Además, ¿de qué podrían conversar dos extraños? Volvió en sí cuando la mujer detuvo la marcha. Se quedó mirándola, perplejo, ella también lo miraba. Había estado absorto todo ese tiempo, no habían dicho nada en todo el trayecto, un techo de apenas tres cuadras. El miró al frente de su propia casa, luego dijo. -¿Hace poco te mudaste al barrio, no? -Tres años-. Respondió ella y lo miró como si de pronto desconfiara, como midiéndolo. -Ah… Pasa rápido el tiempo… Osvaldo comprendió que esa mujer no iba a aceptar una invitación a entrar a su casa, por ningún motivo. Y ya era ridículo estirar la charla, la mujer estaba a escasos metros de la entrada a su garaje. -Bueno, gracias… Por alcanzarme. La mujer hizo un gesto con

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la cabeza, significando un “de nada”. Osvaldo bajó de la camioneta con sus bolsas de compras y se quedó viendo ir a la mujer, que ya pareció olvidarse de él, concentrada en guardar su vehículo en el garaje. Cuando lo hizo, se oyó el silbido de la puerta automática cerrándose, y la mujer no volvió a verse. Entonces Osvaldo entró a su casa. Era poco después del mediodía. No dejó de pensar en el episodio hasta la noche, cuando finalmente se durmió.

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ueno, aquí estoy en el autobús, camino ya de Madrid. Casi todas las semanas me desplazo en mi coche hasta un pueblo de Toledo para visitar a mi madre, pero esta mañana como llovía, me dio pereza y opté por ir en el de línea. Recuerdo que cuando era pequeña coger la Sepulvedana, así se llamaba entonces la empresa que cubría la ruta MadridTalavera, era toda una experiencia. Las maletas, las carreras, y mi madre diciéndome todo el rato - Venga niña date prisa que perdemos el autobús-. Para mí era realmente emocionante, primero porque a esos años todo cambio hace mucha ilusión, pero además subirme en este autocar significaba que nos íbamos al pueblo, que volvería a encontrarme con mi pandilla, que podría pasar todo el día en la calle y que el colegio, las clases, los profesores…. quedarían a 120 km de distancia. Del viaje lo único que me importaba entonces era que el conductor se diera mucha prisa para llegar cuanto antes, fue después, al hacerme mayor y viajar sola, cuando el trayecto en sí comenzó a tener su protagonismo. Tenía curiosidad por saber quién sería mi compañero de asiento; tal vez alguien a

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quien no hubiera visto nunca, pero con que el podría iniciar una conversación, que con suerte derivaría en una amistad, que después en un flirteo y... ¡Vamos, que a lo mejor ligaba! Sin embargo, hoy al subirme en el autobús todo ha sido muy distinto, con mis años, lo único que me ha preocupado ha sido encontrar un asiento en el que pudiera ir cómoda, que el de al lado no lo tuviera invadido con su volumen (la verdad es que el espacio que nos dejan es cada vez más pequeño, bueno, o yo ocupo más, vale…). Según avanzaba por el pasillo he ido haciendo mis descartes; aquí no que la anciana ésta seguro que me da palique y no me deja leer; aquí tampoco que ese niño no va a estarse quieto y acabaré harta de patadas; ¡uf!, aquí tampoco que éste tiene mala pinta, y así, cuando he querido darme cuenta, se acababa el autobús y yo sin decidirme. A la desesperada encontré un asiento ocupado sólo por el abrigo de una chica de melena lacia que en el de al lado parecía dormir (o se lo hacía) ¡qué astuta!, así, si no la despierto todo el espacio será para ella. Y como en el fondo soy buena, he preferido pasar de largo dejarla tranquila. Finalmente acabé junto a un chico joven de apariencia latinoamericana, bastante corpulento y con el que tras recolocarnos varias veces para conseguir

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que nuestras piernas no se rozaran (insisto, muy complicado en tan reducido espacio) la cosa ha ido bien. Oía música con unos cascos conectados a su teléfono y llevaba unas gafas oscuras, ¡qué tontería! he pensado, si el día está más gris que un entierro de tercera, pero lo que más me gustó de él fue que su ropa olía magníficamente a suavizante. Me he puesto a leer e, igual que mi compañero, he ido dando alguna que otra cabezadita. De pronto le sonó su teléfono, descolgó y no pude evitar enterarme de todo. La persona con la que hablaba parecía despertarle mucho respeto, porque tras contarle que estaba ya subido en el coche de línea en dirección a Madrid y que se quedaría en la urbe hasta el domingo, le confesó que no sabía qué hacer, que estaba hecho un lío y que acudía a él para pedirle consejo. Cuando la cosa prometía y después de pasar unos segundos en silencio oyendo lo que el otro le decía, para frustración mía acabó con la conversación con un -Le volveré a llamar cuando haya llegado. A partir de ahí mi imaginación se desbocó, bueno mi imaginación y mi sentimiento maternal que no sé cual de los dos tengo más abundante. ¿Qué le podía


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haber pasado a este pobre chico? ¿En qué dilema estaría metido? Parecía tan majo, tan seriecito y aseado, con aquel olor a suavizante que salía de su ropa… Me hubiera encantado poder decirle -¿Qué te pasa?, cuéntamelo, porque a lo mejor puedo ayudarte. Pero no sé cómo lo hubiera interpretado, así que opté por callar y poner en práctica mis aprendizajes en el curso Conciencia y Energía; cerré los ojos y le envié mentalmente toda la positividad que pude.

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ientras, nos adentrábamos ya en la Comunidad de Madrid. En el último asiento viajaban tres chicos, que esos sí eran “unos figuras”, aprendices de skinhead diría yo, porque ni siquiera era completo el estúpido rapado que se habían hecho en sus cabezas. Hablaban tan alto que nos hicieron partícipes a todos de que a uno “le rugía la tripa de la gusa que tenía”, que otro estaba “hasta los cojones de ir metido en aquella lata de sardinas y que quería llegar ya” – Conductooooor, písele, hombre, písele– bramaba de vez en cuando. Un tercero parecía estar muy indignado porque había llamado a “la piba esa, pero la muy puta no se ha querido poner”. Se bajaron en la parada de Móstoles. ¡Qué alivio! Otro personaje que me tuvo entretenida fue el que viajaba en el asiento de delante, pero en la fila de mi

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compañero y como había echado su respaldo totalmente hacia atrás, me dejó un ángulo de visión por el que pude seguir todos sus movimientos. Se trataba de un hombre de pelo blanco y aspecto pueblerino, llevaba una pelliza bastante gastada y botas de militar que pedían a gritos una buena limpieza. Era evidente que estaba nervioso, se aplastaba en el asiento como si se fuera a dormir, pero enseguida se incorporaba, sacaba su móvil, uno de estos pequeños con tapa, la levantaba, iba a la agenda, recorría todo el listado, se detenía en un nombre, pensaba, y, como si se arrepintiera, bajaba de golpe la tapa; de nuevo se echaba con fuerza sobre el respaldo, al poco rato otra vez para arriba, pero en esta ocasión se rascaba la cabeza, miraba por la ventanilla, se hurgaba la nariz. ¡Qué

asco!, otra vez el teléfono, la agenda, repaso por todos los número y a cerrar con fuerza; al asiento, para arriba… Hasta que en una de éstas se decidió. Le vi apretar sobre uno de los nombres de la agenda, apareció la ventana con los datos del contacto, y

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tras cerciorarse unos instantes de que efectivamente era la persona con quien quería hablar, se llevó el auricular a la oreja -Espero hombre, que no ha completado el proceso, que se olvidó de darle al simbolito verde con el auricular que da paso a la llamada.

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stuve a punto de gritarle desde atrás, pero el sentido común me aconsejó ser discreta y me callé. De todas formas, su decisión debía ser ahora tan firme que insistió varias veces hasta que finalmente lo consiguió. ¡Ajá, era esto!, Así que viene a Madrid a echar una canita al aire. Su interlocutora era una mujer, eso estaba claro y a pesar de que bajó mucho su tono de voz, no sé si para que no le oyéramos o para parecer más interesante, me pude enterar de que tenía muchas ganas de verla, que la última vez que estuvieron juntos lo pasaron realmente bien y que cuando llegó a su pueblo estuvo varios días sin poder dormir acordándose de todo. Bueno, realmente en cuanto a conversación no hubo mucho más, pero entonces, echando mano a mi imaginación, y como iba aburrida, me encargué de


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poner el resto. Se trataría del típico hijo de terratenientes toledanos que se habría quedado en casa cuidando de los padres, mientras el resto de los hermanos se fueron casando y marchando a la ciudad. De pronto un día, casi por casualidad, descubre en el espejo que su pelo ya no es rubio y espeso sino cano y escaso, que a su cara se le cayeron los mofletes y ahora la surcan un sinfín de arrugas y que a pesar de los años todavía se mantiene soltero y entero. Alguien le habla de los bares de alterne que hay en Madrid, de mujeres a las que no les va a importar su inexperiencia, y que a cambio de unos cuantos billetes están dispuestas a hacerle muy feliz. Habló con sus hermanos, de acuerdo con ellos metió a los ancianos en la residencia del pueblo no sin antes asegurarles que él iría cada día a visitarlos y sus hermanos se turnarían los fines de semana y el siguiente sábado se levantó temprano, se duchó, se puso muda nueva y tomó este mismo autobús hasta la capital. Llegó, probó y aquí le tenemos otra vez dispuesto a repetir. ¿Está lloviendo? Pregunté a mi compañero de asiento cuando ya entrábamos en Madrid. La verdad es que con su corpulencia tapaba casi toda la ventanilla y no me dejaba ver, pero también confieso que fue el ardid que encontré para entablar conversación. A partir de ahí todo fue fácil, era boliviano y

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muy educado. Hablamos de muchas cosas, de la reciente muerte de Chávez, del presidente de su país, Evo Morales, y cómo no, de la crisis que sufrimos en España. ¿Pero cómo han dejado que les ocurra esto con todo lo que tienen? Me preguntó señalando a una Madrid que ya empezaba a perfilarse entre la bruma de la contaminación, grande, industrializada, avanzada y aparentemente rica. – No hemos sabido evitarlo, demasiados chorizos juntos para luchar contra todos y se lo han ido llevando. Hasta aquí mi momento reivindicativo, después comencé con las preguntas. Me contó que llevaba seis años en España, y al principio le costó muchísimo adaptarse, añoraba su país, sus amigos, sus padres y varias veces estuvo a punto de arrojar la toalla. Ahora, con sus papeles en regla y un contrato laboral, trabajaba en un pueblo perdido de Extremadura como “responsable-guarda de un campo de frutales”. -Qué bien, con la que está cayendo y tienes un contrato, eso es estupendo. -Ya, pero me paso solo en el campo seis días a la semana, no veo a nadie, ni hablo con nadie y empiezo a estar muy cansado. Mis hermanos (tenía cinco) por el contrario viven todos aquí y de vez en cuando se reúnen, charlan de sus cosas, se ayudan, pero yo estoy solo. Salvo los meses en los que están los jornaleros, si quiero estar entre la gente tengo que recorrer 10 kilómetros hasta el pueblo, y digo gente,

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en realidad son los mismos de siempre. Estoy casi decidido a dejarlo. Ahí ya mi instinto no era sólo maternal, era también de abuela, de tía, yo qué sé. Me inspiraba tanta lástima que le hubiera abrazado fuerte y colmándole de besos le habría dicho que no se preocupara, que aguantara un poquito más, sólo unos meses hasta que la puñetera crisis ésta hiciera también su crisis. Pero tuve que comedirme. -A veces vienen momentos difíciles, pero con paciencia se superan ya lo verás. Aunque conocía de antemano la respuesta, le pregunté si podía consultarlo con alguien, me contestó que sí, que venía a Madrid para ver qué le aconsejaban sus hermanos. Finalmente nos bajamos del autobús y fuimos juntos hasta el metro, allí nos despedimos, me tendió la mano pero me adelanté y le di un beso en cada mejilla, él se sonrió y me los devolvió -Adiós, señora, encantado de conocerla. -Adiós, y que las cosas te vayan bien. Ojalá, pobre chico, con lo majo que parecía y lo bien que olía a suavizante


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Informe de vidas pasadas: Nuevo servicio de Spesunica

Los eclipses solares y lunares prenatales nos brindan información acerca del karma de un individuo, las características en conjunto de sus vidas pasadas y el correlato que de ello puede deducirse respecto de su vida actual. Esquemáticamente, podemos decir que por el signo zodiacal de su eclipse solar es que se indica las lecciones que ha venido el individuo a impartir a sus semejantes, mientras que el signo de su eclipse lunar es la guía de lecciones que necesita aprender para una ulterior evolución del karma. Un resumen de esto se agrega en el informe convencional de carta natal que nosotros brindamos desde nuestros inicios. Ahora ofrecemos una versión extendida, con una información realmente profunda, detallada, y lo más importante, de uso práctico, complementaria a la de la carta natal, por lo que, podemos agregar, ni siquiera es necesario para el consultante creer en la reencarnación ni en la teoría del karma. El informe se divide en dos partes: la referida al eclipse solar y la respectiva al eclipse lunar, ambos según el signo en que hubieran ocurrido. Por cada parte se detallan las expresiones consciente, inconscientes y transpersonales de sus influencias, y una valorable información acerca de la integración física, que brinda un pormenorizado detalle de la forma que tenemos de somatizar nuestras cuestiones kármicas, es decir, una valorable información acerca de las causas de nuestros problemas de salud, física y psicológica. Para la adquisición de este servicio no es necesaria la realización de la carta natal, pero insistimos que en absoluto esta información reemplaza a la de la carta astral, sino que la complementa y profundiza. Se trata de un informe de entre 15 y 20 páginas en formato A4, tipo de letra tamaño 11. Para ver un modelo de este informe, hacer click aquí. Para mayor información acerca de este servicio, por favor comunicarse a robertolangella@spesunicastrologia.com.ar.

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Por qué no soy vegetariano (última parte) William T. Jarvis Traducción castellana: Dr.José Luis Torres Carbonel La versión original en inglés está disponible aquí: http://www.acsh.org/publications/priorities/0902/vegetarian.html

"PETAismo" Fuerte

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n el último siglo, el movimiento pacifista era vegetariano debido a la creencia de que por comer carne los animales eran feroces y los vegetarianos, dóciles. El poeta británico Percy Bysshe Shelley clamó que la revolución francesa había sido sangrienta y la revolución inglesa incruenta porque los franceses comían más carne que los ingleses1. Tales planteamientos han sido desacreditados, pero no se han abandonado. Algunos boxeadores todavía comen carne cruda o beben sangre antes de una lucha para aumentar su agresividad. Las personas que se imaginan moralmente superiores a menudo se otorgan la misión de convertir a la humanidad a su propia visión del mundo. Los mas violentos ideólogos vegetarianos son los activistas de los Derechos Animales que han destruido los medios de investigación animal y han amenazado la vida de los investigadores. Los grupos de Derechos Animales como son las Personas para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) consideran a los animales equivalentes a los seres humanos. El 24 de abril de 1996, la miembro de PETA, Ingrid Newkirk, aparecía en la revista noticiosa de televisión Day & Date oponiéndose al deporte de la pesca. Ella empezó su argumento bus-

cando conmiseración para el pez que se asfixia. Después dijo que los peces eran comida insana porque contenían mercurio y otros contaminantes medioambientales. La solución, según Newkirk, era el vegetarianismo. Su antagonista, un organizador del debate de TV, la presionó para reconocer el credo de PETA. La organizadora del debate describió un encuentro en directo que había tenido con otro representante de PETA. Se había sido presentado un escenario en que la hija de representante necesitó un órgano vital de un querido animal doméstico de la casa para sobrevivir. La pregunta ética había sido si la vida del niño merecía más la pena que la del animal doméstico. El representante de PETA había sostenido que el niño no tenía más valor que el animal doméstico. Newkirk no discutió la aserción de que PETA no considera la vida de un niño más valiosa que la de un animal doméstico. Cuando el equipo médico de LLU trasplantó el corazón de un mandril a un infante de quien el seudónimo era "el Bebé Fae", los activistas de los Derechos Animales estaban de protesta frente al centro médico. Parecían desilusionados con los Adventistas del Séptimo Día, los cuales no tuvieron náuseas para priorizar a los humanos por encima de los animales. En octubre de 1992, después de que el hígado de un cerdo se había trasplantado a una mujer de 30 años para hacerle posible sobrevivir, hasta un hígado humano fue

asegurado, un representante de la PCRM se comprometió en un debate televisado con uno de los médicos que tenían realizado el trasplante. El representante lamentó que el consentimiento del cerdo no había sido obtenido. La PCRM parece ser un foro personal grande para su líder, Neal, Barnard, M.D., y se dice que es substancialmente fundado por PETA. (En el año fiscal 1994, las donaciones y concesiones a la PCRM ascendieron a más de un millón de dólares, según informes recibidos2. Barnard exalta el valor longevo del vegetarianismo. Ha afirmado: "No es la genética o destino lo que les da a las personas largas vidas, salud y a otras personas las corta brevemente; para aquellos que quieren cuidarse, todo se reduce a la dieta." El cirujano sostuvo que los cerdos se mataban diariamente para carne, incluyendo sus hígados. El doctor de PCRM respondió que el consumo de grasa animal (que es altamente saturada) era el responsable de la mayoría de las muertes en la sociedad moderna. Citó un estudio dirigido por Colin Campbell en China. Campbell había enfocado la morbilidad relativa de ciertas enfermedades sin señalar que la esperanza de vida en China (66 años) es más baja que en EE.UU. (75 años)3. Como se consideran moralmente superiores, muchos vegetarianos no muestran reserva alguna


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contra el uso de técnicas de control de la mente o terrorismo para actualizar su agenda. El control de la mente incluye usar información selectiva para "educar" a las personas sobre la alegada superioridad del vegetarianismo. Puede incluirse también el trauma emocional como método para condicionarlos contra el uso de alimentos animales. En mi experiencia temprana en la enseñanza, asistí a una reunión de escuela secundaria Adventista del Séptimo Día, de maestros de salud, muchos dijeron que convirtieron a estudiantes al vegetarianismo llevándolos en viajes al campo a los mataderos para dar testimonio del derramamiento de sangre. Esta estrategia me ofendió aunque yo era un vegetariano práctico en ese momento. Habiendo estudiado durante años cómo las personas han sido manipuladas por cultos y charlatanería, ahora está claro para mí que eso del matadero táctico es una forma de control de la mente —que es tan falto de ética como desalentar a niñas pequeñas a tener sexo induciéndolas a ver un parto difícil. El terrorismo trata de obligar a las personas a comportarse de la forma en que los perpetradores deseen. En diciembre de 1994, para impedir a las personas tener pavo en la cena de Navidad, los descritos a sí mismos como terroristas por los Derechos Animales divulgaron que habían inyectado veneno de rata en los pavos del supermercado en Vancouver, Columbia Británica. El susto causó la destrucción de más de un millón de dólares en pavos. Al parecer, los activistas no

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habían previsto la matanza resultante de pavos como reemplazos.

Descubrimiento

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a investigación dentro del vegetarianismo por vegetarianos siempre supone por lo menos un prejuicio inconsciente. Todos los humanos se han atrincherado en creencias —creencias cuyo arraigos hacen a toda investigación científica necia e imprudente. Kenneth J. Rothman, Dr. P.H., se refirió al Adventismo del Séptimo Día en una reciente discusión de conflictos de interés en investigación: Podríamos esperar el surgimiento de la preocupación del conflictos de intereses, por ejemplo, sobre los Adventistas del Séptimo Día que están estudiando la salud y los efectos del estilo de vida comparativamente abstemio de su compañero Adventista. Considerando las políticas en [the Journal of the American Medical Association] y The New England Journal of Medicine enfatizan los conflictos financieros, la revista Science pide a los autores que divulguen "cualquier relación que ellos crean que pueda ser la causa de conflicto de intereses, si el individuo cree o no que es realmente así". En otras palabras, para cumplir con las políticas de la publicación los autores tienen la obligación de informar a los editores de su orientación religiosa y sexual, así como su situación financiera4. Aunque Rothman argumenta en favor de permitir que el trabajo muestre su propio mérito en lugar de

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juzgar alguna posible conexión a una fuente de financiamiento, su ejemplo hace pensar que motivaciones más poderosas que el dinero pueden distorsionar los datos. El fraude en la ciencia puede ser sumamente difícil de descubrir, porque los perpetradores controlan la información. Como Mark Twain observó, "¡Las figuras no mienten, pero los mentirosos figuran!" Yo no creo que toda la investigación hecha por vegetarianos es poco fiable. Mi experiencia con los Estudios de Salud de los Adventistas del Séptimo Día (SDAHS), una serie de estudios dirigidos por la Escuela de Salud Pública de la LLU, ha sido marcadamente positivo. Su investigador principal, Roland Phillips, M.D., Dr. P.H., era un científico excelente de cuya objetividad yo tenía suma confianza. Él reconoció el problema de la influencia de las expectativas sociales en los Adventistas del Séptimo Día que responde a las preguntas sobre su estilo de vida. El grupo de pensadores de los Adventistas lo hace probablemente, pueden no reportar las actividades desfavorables por la comunidad de la iglesia (por ejemplo: comer carne, beber café, y bebidas) y encima de los informes, aquellos que son aceptados (por ejemplo, cenar sin carne y hacer ejercicios). Phillips parecía sentir que los beneficios de el vegetarianismo por sí mismo se están limitado, y en eso uno debe tener en cuenta la herencia, el estado socio-económico, y el estilo de vida del Adventista en total. La abstención de fumar, acceder al cuida-


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do innovador de la salud, y el fuerte apoyo social probablemente son los responsables para la mayoría de los beneficios de salud que los Adventistas disfrutan. El principal problema con la ciencia vegetariana adventista es cómo se usa la información científica. Para parafrasear un viejo refrán holandés de Pennsylvania: Entre Adventistas del Séptimo Día, cuando las noticias son sobre vegetarianismo y salud son buenas, "nosotros las oímos siempre"; pero cuando las noticias no son buenas, "nosotros nunca las oímos." He recibido numerosos informes de adventistas profesionales de la salud, y tengo conocimiento personal de otros casos en que el exceso de confianza en el vegetarianismo de miembros de la Iglesia les impidieron obtener un cuidado médico eficaz. Algunos informes han implicado a los verdaderos creyentes en vegetarianismo que eran miembros de familias de médicos. Algunos negaron síntomas, y su rechazo les impidió buscar eficaz intervención a tiempo. Otros rechazaron el cuidado médico por los "remedios naturales" que dieron énfasis a la dieta. Las actitudes evidenciadas son consistentes con aquellos identificados en pacientes de cáncer que se habían vuelto al charlatanismo porque ellos creyeron que ellos habían producido la enfermedad en ellos y podían curarla por las prácticas "naturales"5. La Iglesia del Adventismo del Séptimo Día ha hecho lo imposible por documentar los beneficios del estilo de vida del Adventismo y para persuadir a los miembros para que adopten dietas

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vegetarianas. Me habría gustado ver a la iglesia exponer el serio daño que las enseñanzas vegetarianas han causado a sus miembros. Desafortunadamente, ese es el problema con al vegetarianismo ideológico: en el proselitismo, la objetividad siempre queda relegada. Los datos sugieren que la mayoría de los Adventistas son razonables en su acercamiento al vegetarianismo. En los años setenta, el Adventismo reveló que sólo un 1 por ciento eran veganos6. Esto puede cambiar en la medida que el vegetarianismo se populariza entre la población. Los adventistas tienden a ser excesivos. Si consideramos algo como "bueno", nos esforzamos por adoptarlo completamente. Si consideramos algo "malo", lo evitamos completamente. Los Adventistas evangelistas vegetarianos se han vuelto más agresivos en los años recientes debido a la creencia extendida en la comunidad Adventista de que el día del juicio final esta cerca. Yo recuerdo a un adventista líder de la Iglesia respondiendo a la pregunta de si él comió carne: "¡Como la suficiente para evitar volverme un fanático!"

Un "ismo" menos

D

ejé el vegetarianismo porque encontré que ese compromiso significó rendirse a la objetividad, la cual es esencial para la integridad personal y profesional de un científico. Como un educador de salud, siento tener la obligación de esforzarme por adherirme a los hechos sin barni-

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zar cualquier investigación científica descubierta. Puedo apoyar el vegetarianismo pragmático, pero yo creo que la cruzada de los vegetarianos ideológicos es peligrosa para ellos y para la sociedad. El Dr. William T. Jarvis Ph. D., autor de este artículo, es consejero de ACSH (Consejo Estadounidense sobre Ciencia y Salud), profesor de salud pública y medicina preventiva en la Universidad de Loma Linda, fundador y presidente del Consejo Nacional Contra el Fraude en la Salud, y co-editor de The Healt Roberts: Una Mirada Íntima al Charlatanismo en América (1993). Este artículo es una adaptación de uno publicado por Prometheus Books (Amherst, Nueva York) en el November/December 1996 volante del problema de Nutrición & Noticia del Foro de Salud. 1.

2.

3.

4.

J. Whorton. "Tempest in a Flesh-Pot: Development of a Physiological Rationale for Vegetarianism," Journal of the History of Medicine, April 1977, pp. 119-120. Good Medicine, Spring 1995. The Population Reference Bureau, Inc., Washington, D.C., 1988. K. Rothman. "Conflict of Interest: The New McCarthyism in Science," JAMA 1993; 269 (21):2782-4. B. Cassileth et al. "Contemporary Treatments in Cancer Medicine," Ann Intern Med 1984; 101:10512. "Researchers Release Adventist Health Study Results," Pacific Union Recorder, March 12, 1979.

(*) From Raso J. The Dictionary of Metaphysical Healthcare: Alternative Medicine, Paranormal Healing, and Related Methods. 2nd ed. Atlanta: The Georgia Council Against Health Fraud; 1997.


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Un ica

Canelita o el paso de azúcar amarga Cerrar los ojos

L

os mejores días eran los jueves. Los jueves eran otra cosa: Los chicos del campamento de verano recibían la visita semanal de sus padres y se esperaba avalancha en la terraza. El campamento estaba situado justo detrás de los pinares, en una pequeña loma antes del parque natural. Realmente era un enclave privilegiado. El frescor de los pinos, la fuente natural de agua clara que llegaba directamente de la sierra y aquel paisaje de pájaros protegidos y árboles frondosos, era mucho más de lo que un niño de ciudad podía llegar a imaginar. Llegaban como hormigas a la miga, con los pies entumidos de los calcetines largos y la piel ansiosa de calor. Venían de todos los puntos de España y dejaban la reserva hecha para el año siguiente. Aquella fue una de las pocas buenas ideas del ayuntamiento de la localidad. La de aprobar el proyecto, claro, no la del proyecto en sí, que había sido obra de un par de alemanes ecologistas que llevaban años pre-

sentándolo. Tuvo que llegar un anciano concejal lleno de ideas, para batallar por él y dar el voto de gracia en un pleno desierto por las vacaciones de verano. Por descontado el ayuntamiento acogió el proyecto votado a traición, como suyo, buscó de entre sus adeptos la financiación y lo puso en funcionamiento. Tuvo además la deferencia de contratar a los alemanes como guardasmonitores-responsables de mantenimiento y colocó como director-figurante a un primo del alcalde, para la administración y recaudación del negocio. Todo muy legal. Fuera como fuese, el campamento se convirtió en un éxito de público y en una fuente inagotable de ingresos. En verano los chicos de hasta doce años disfrutaban del calor de sus instalaciones y en invierno, los bungalós de madera eran alquilados a familias completas que gustaban del contacto con la naturaleza de fin de semana. Todo ello reportaba un enorme beneficio en forma de clientela constante a los restaurantes y ventas cercanos, a los que se podía acceder a pie por las rutas y caminos colindantes, en un cómodo paseo que no rompía el carácter natural de sus vacaciones.

Luego estaba el camping, mucho más cerca de la playa y de la zona comercial, lleno de juventud ruidosa de esa que va dejando a su paso un reguero de vidrio y lata, que en nada favorece a la naturaleza. Esos eran los esporádicos en la venta, preferían los chiringuitos de la playa y las discotecas y ningún empresario de la zona lo lamentaba. Lo suyo era una clientela más familiar y tranquila, nada que ver con aquellos niñatos comehamburguesas, que jamás apreciarían la calidad de una buena cocina casera. Canelita observaba a María Antonia mientras preparaba las cremas para el menú del jueves. Generalmente hubieran servido arroz con leche al estilo del norte, largamente elaborado y muy cremoso, pero la afluencia de clientes que se esperaba con la visita al campamento, obligó a cambiarlo por la siempre bien acogida tarta a los tres chocolates. No eran complicadas de hacer pero, ante su más que probable tardanza, la chica prefería dejar parte preparado. En ello estaba, mirando a su jefa y preguntándose si sería conveniente avi-


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sarla en aquel momento de que era el sábado siguiente el día fijado para la boda de su hermana, o debía esperar a la comida. Aún no había decidido si iría o no al evento, pero estaba claro que de una u otra forma, iba a faltar al trabajo. No había forma de dejar solos a sus padres en casa mientras todos celebraban el banquete en el piso de abajo. Era impensable que ambos utilizaran las sillas de rueda que Sara había traído de la asistencia social, entre otras cosas porque Canelita no iba a permitir que vieran su panadería de más de un siglo convertida en cafetería de pueblo. Ya hacía tiempo que ninguno de los dos andaba. Quizás más por atrofia muscular y desgana, que por cualquier otra consecuencia directa de sus respectivas enfermedades. Desde que su madre sufriera la apoplejía, ambos parecieron decidir al unísono que no se levantarían más. Ella sufría desde entonces la paralización de la parte izquierda de su cuerpo y fácilmente hubiera podido recuperar movilidad con la ayuda de un fisioterapeuta, pero no quiso ni oír hablar del tema. Ya se me pasará, dijo. Desde entonces su mente dormitaba en una apatía constante, que la convertía en un mueble más de la casa, siempre observando un punto indeterminado del

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espacio, mientras la televisión emitía día y noche un mismo canal.

Él pareció culparse del estado de su mujer y se encerró al otro lado de la casa, en una habitación fría y con poca luz, que hasta entonces se utilizaba para guardar trastos inservibles. Nunca se quejó de una dolencia, ni tampoco cruzó el pasillo una sola vez para preguntarle cómo estaba. Sencillamente no quiso ser testigo de su decisión de dejarse morir y así mismo decidió que en aquello la seguiría sin hablar, caminando como siempre un paso detrás de ella. Tal vez fue el frío, que ya se había instalado en su corazón, lo que le provocó la afección pulmonar que lo condenó a vivir entre silbidos y toses toda la vida de silencios que había escogido a voluntad. Claro que habían pensa-

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do que un centro sería lo más apropiado para ellos, el médico que los visitaba, sin ir más lejos, no dejaba de recomendarlo. Pero ésta vez fue Canelita la que no quiso ni oír hablar del tema. No van a salir de aquí, dijo, no han salido en veinte años y no van a hacerlo ahora. Con todo consintió en contratar a una señora con conocimientos de enfermería, para que los atendiera durante el día, cuando ellas trabajaban. Aquello les reportó un poco de libertad de acción y pudieron llevar a cabo algunas de las ideas innovadoras de Canelita, como la de repartir ellas mismas el pan que elaboraban o comenzar a utilizar algunos conservantes naturales para poder distribuir la pastelería tradicional a los pueblos colindantes. En poco tiempo el negocio familiar prosperó y pudieron pagar muchas deudas contraídas desde la enfermedad de sus padres. fue entonces cuando decidieron comprar una furgoneta y contrataron a un repartidor y fue entonces cuando Francisco apareció en sus vidas para trastornarlo todo. Ni siquiera sabía en qué momento su hermana había comenzado a hablar de un cambio de negocio. De la noche a la mañana la panadería se había convertido a sus ojos en un negocio obsoleto que había que trans-


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formar para atender a la demanda turística que dominaba la zona. Un bar era una opción perfecta. Podrían turnarse, cerrarían un día a la semana para descansar y tendrían la clientela asegurada durante todo el año. La presión a la que la sometía era constante. Día y noche la inundaba de razones y más razones por las que debían abandonar el negocio anticuado y esclavizante de la panadería. Canelita escuchaba de la boca de Sara palabras que jamás antes había pronunciado. Llegó un momento en que la manipulación a la que era sometida era tan evidente, que aquello rompió en una discusión tan acalorada que ambas se dijeron más cosas de las que hubieran deseado y terminaron por retirarse la palabra. De aquello hacía más de un año. Canelita supuso que, dejándole el camino libre, Sara recapacitaría y comprendería que Francisco la estaba utilizando para hacer el negocio de su vida. Decidió marcharse y, como no tenía a quien comunicarle su baja laboral, se limitó a hacer un balance de beneficios y a retirar su parte de la cuenta común que tenían. Liquidó los préstamos que se pidieron a su nombre y con lo que quedó compró una motocicleta de segunda

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mano, atravesó los pinares y pidió trabajo en El Paso de Azúcar. Fue una buena decisión. Al menos aún no se había arrepentido de haberlo hecho. Por su parte Sara accedió a los deseos de Francisco e invirtió su parte de las ganancias en la reforma del negocio. Ahora no era más que un bar de tapas, regentado por Francisco, en el que su hermana se dejaba las manos cocinando y despegando grasa de los azulejos. Canelita se preguntaba qué harían cuando el embarazo le impidiera seguir aquel ritmo de trabajo y él tuviera que encargarse de todo. Seguramente contratarían a alguien a quien no podrían pagar y volverían a endeudarse hasta los ojos. No podía dejar de ver a su futuro cuñado como un vividor que buscaba quedarse con el local de sus padres y con el trabajo de toda una vida. Apenas había sabido del ofrecimiento que hizo para la celebración de la boda, aprovechando el incipiente acercamiento entre las hermanas, le había lanzado una propuesta para comprarle su parte del negocio con el dinero que recaudaran en la boda. Desde luego que no participaría en aquella encerrona, no pensaba aceptar su opción de compra y no iba a bajar a celebrar la destrucción personal de su única hermana. Diría que tenía trabajo y dejaría a sus padres a cargo de Rosario, su cuidadora.

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Y en lo referente a Francisco, tendría que armarse de paciencia y esperar a que su mujer heredara para ser co-propietario de algo en su vida. Al fin y al cabo sus padres aún vivían y ella no era quién para vender algo que no le pertenecía. De esta forma su hermana tendría algo a lo que agarrarse cuando su matrimonio se fuera al traste y Francisco quisiera reclamar su parte ganancial del negocio. Decidida, retiró las cremas del fuego y lo dispuso todo para marcharse. Primero puso en funcionamiento el lavavajillas y luego a buen recaudo los dulces recién hechos, para evitar su trágica desaparición o merma ante una inesperada bajada de azúcar de Bienvenido. Sonrió a su pesar imaginando la desesperación del cocinero, en su infructuosa búsqueda nocturna. (CONTINÚA EN EL PRÓXIMO NÚMERO) También pueden leer esta historia en el blog de la autora.


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N

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o se recuerda ena-

por una sola de carne y hueso

zo de una melodía muy románti-

morado

que

que ha de compartir territorio

ca que al doctor le suena en la

algunas

con la que siempre lleva en su

cabeza durante un buen rato,

horas con muchachas de pago.

mente.

hasta que pone en marcha el

No repite ningún encuentro. Ig-

Contrata, paga por adelantado,

coche y antes del amanecer se

nora los mecanismos de su de-

habla un poco de esto y aquello

lanza a la carretera rumbo al

seo. Sólo sabe que un día cual-

otro, observa, toca, acaricia, be-

hospital donde se le espera con

quiera, al abandonar el quirófano

sa, pellizca, pícaro y bien inten-

admiración.

y acercarse al lavabo para enjabo-

cionado, y por lo general habla

nar las manos bajo el agua calien-

mucho de cualquier cosa que

te, le sobreviene un cosquilleo en

recuerde o asuntos apuntados en

la nuca, los vellos de los brazos

servilletas de cafetería metidas

se le erizan y ha de cerrar los

entre páginas de libros que lleva

P

ojos para sentir una invisible ca-

en los bolsillos. Algunas veces el

ricia en la espalda que le obliga a

horarios y gran seguidor del

ritual es muy largo porque se

llamar por teléfono para reservar

confort de las bibliotecas donde

encuentra especialmente excita-

un festín de señorita a 200 kiló-

se regocija con libros de riguro-

do y poco o nada locuaz, capaz

metros de su lugar de residencia

so interés profesional alternando

de recuperar envión juvenil y de

y de su actividad profesional.

con obras literarias. Un mundo

sostener un encadenado de fabu-

de orden en el que la mayor par-

Todo lo que desea que ocurra

losas erecciones, bien guiado por

te del tiempo se dedica a salvar

sucede en un confortable chalé

las habilidades de una amantísi-

vidas o recomponer cuerpos,

donde pasa noche con una joven

ma señorita que calla cuando

hasta que sucumbe al cosquilleo

profesional que le entretiene con

debe callar y gime cuando debe

en la nuca y ha de ir en busca de

espléndidos aditamentos y mane-

gemir. Finalmente, deposita el

dama. Sin embargo, no volverá a

ras. A veces le basta con mirar a

dinero en el florero de costum-

sucumbir a ese deseo. Acaba de

la escogida andando por la habi-

bre mientras le guiña el ojo a la

conocer a una mujer diferente a

tación: blusa transparente y pier-

joven que le sonríe exhibiendo

todas las demás, superior incluso

nas desnudas sobre finos taco-

un cuello digno de mordisco que

a la imaginaria que comparte

nes. Con cualquiera que escoja

no ha sabido dar. Coloca los bi-

con las guapas chicas de alquiler.

tendrá siempre asegurado doble

lletes con buena propina y deja

encuentro: el real y el imaginario,

caer unas cuantas monedas, no

porque por muy variadas que se

más que para escuchar el sonido

le presenten, siempre se decide

metálico sobre el cristal, comien-

durante

más

or sus propias responsabilidades

médicas

siempre ha sido un

gran amigo de la rutina

de

En realidad la desconocida está muy deformada. Ha llegado a la Unidad de Quemados con un porcentaje muy alto de destro-


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Un ica

zos, excepto en muslos y pelvis

a empezar… El dolor que as-

quedaba la felicidad del dolor

milagrosamente salvados, lo mis-

ciende como una espiral de lla-

entregada a su Señor como si

mo que una parte de su cara por

mas inclementes. Su piel desnuda

fuera un dios salvaje de los incas

donde asoman unos labios con

es protegida de infecciones por

o los aztecas, pero con beneplá-

los que de inmediato el doctor se

una especie de tienda de campa-

cito papal. Divaga y padece. En

ha puesto a soñar. Pronto no

ña. Sufre y goza: cree que merece

algún momento se le pasa y dor-

echará de menos el cosquilleo en

este sufrimiento que provocó

mita ensoñada entre jardines

la nuca ni las palpitaciones acele-

ella misma, empapándose en

acogedores.

radas, desde ahora sólo se sentirá

gasolina hasta colmarse de llama-

atraído por el espantoso dolor de

radas, salvada de milagro por una

los primeros tiempos para quien

vecina que detestaba su tenden-

los calmantes están muy limita-

cia a la depresión.

dos, contraindicados para el pro-

Ahora que sabe tanto de sí mis-

E

ceso de cicatrización, y el torbe-

ma es cuando empieza a dudar

llino de imaginarla hermosísima,

un alta relativa. La lleva en am-

de su deseo de morir. Lleva me-

dueña de una belleza secreta que

bulancia a una lejana casa entre

ses ingresada, a merced de cirug-

se ha propuesto inmortalizar.

montañas, bordeada por un río

ías e intervenciones. Ahora lo

moderadamente caudaloso, pro-

Llegó medio muerta y allí se la

más importante en su vida, más

piedad de la familia de este ciru-

resucitó hasta ponerla en manos

aún que su recuperación, es que

jano con el que apenas habla, un

del más experto. Lo demás fue

en medio del dolor percibe la

hombre silencioso que además

resultado de un plan que com-

mirada de un médico desconoci-

de instalarla en una vivienda

binó experiencia e improvisa-

do que se ha obsesionado en

confortable, pagará todo lo que

ción. Un movimiento de especia-

salvarla.

sea necesario, bien informado de

listas que parecían bailarines in-

A ratos regresa un dolor agudo

su penosa situación económica.

terpretando una coreografía muy

muy fuerte, como el que imagi-

Lo pagará todo, incluidas las

rigurosa, nada librada a la impro-

naba en su hermana monja que

enfermeras diurnas y nocturnas,

visación: rasgar, sangrar, injertar,

andaba sobre cristales rotos y de

así como la criada-cocinera que

operar, repetir, cicatrizar, volver

su sangre salía la impureza y se

le preparará los zumos naturales

l doctor Marcial Legarè continúa atendiéndola después de

veintidós intervenciones y le da


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Un ica

que beberá con una cánula espe-

la tranquilizan padeciendo juntos

de licor.

cial y los alimentos que tomará

unas llamaradas feroces que les

Llega muy agotado, pero se re-

hechos puré, sólo libre nariz y

retuercen la piel, que destrozan

compone en cuanto la ve junto a

labios en un cuerpo todavía ven-

todo buen ánimo hasta recular y

la ventana, observando todos

dado con labios carnosos que él

dejarles bajo una lluvia de aire

sus movimientos: aparca el co-

besa cuando duerme y no puede

frío. La mujer en llamas ha em-

che, y en la acera se acomoda la

rechazarle ni responderle. Pero sí

pezado a cercenar su tormento

corbata, se pone la chaqueta con

reacciona, esparciendo deliciosas

de fuego desde que él se ocupa

los bolsillos deformados por

humedades con sólo acariciar sus

de ella y se abrasan juntos y jun-

libros de poemas, calza el som-

muslos.

tos lo superan.

brero en su cabeza, y camina

El doctor la visita, la controla, la

despacio como si no supiera que

puras y aquellas otras con abun-

H

un bastón bajo el sol que acaricia

se asombra al verla por primera

dantes cicatrices. Pronto su ros-

el jardín. En su silla de ruedas se

vez de pie junto a la mesa bien

tro y sus pechos adquieren una

hace cargo de la cocina con la

servida, muy elegante, señalando

belleza superior entre las reduci-

colaboración de la criada. Entre

con una mano los manjares que

das huellas de sus heridas. Deja

risas, nervios, torpezas y una que

preparó ―casi sola‖. Él se acerca

de fruncir el ceño y se relaja pro-

otra copita de oporto para sere-

muy despacio. Necesita saborear

fundamente cuando le besa los

narse, es la máxima responsable

este momento en el que ante sus

pechos y desliza los labios hasta

de la mesa bien surtida con que

ojos desaparecen por arte de

lograr que se derrame en un flujo

le recibirá: té negro con frutas

magia las últimas señales de su

exquisito.

rojas y chorrito de whisky,

cuerpo. Ella besa sus manos y

cura, la asea, observa cómo se reduce su dolor, cómo se dulcifica su sonrisa, y besa sus zonas

Después descansan

oy Eloísa Benamejí

le está mirando. Una vez en la

camina durante me-

casa deja en el perchero el som-

dia hora sólo con

brero, la corbata y la chaqueta y

por separado, como si se

las coloca sobre su cara y

trataran de usted en un

luego sobre sus pechos;

siglo lejano. La convale-

Marcial la toma en brazos

ciente en su lecho, el

y la lleva a la cama donde

médico enamorado en el

la besa entera, cicatriz a

sofá-cama de la habitación

cicatriz, paseándose con

contigua.

esmero por su piel mal-

El doctor aprovecha su

trecha y por los paisajes

amor correspondido para experi-

sándwiches de mantequilla y pe-

mentar con exitosos procedi-

pino y de queso Emmental con

mientos que permiten una me-

pimientos asados, además de

joría más rápida de lo esperado.

canapés de salmón y de ibérico

Cada tanto la asaltan pesadillas

con tomate de la huerta; de post-

que él resuelve con abrazos que

re: bombones helados rellenos

nunca lastimados por el fuego.


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Se me cayeron las alas (parte 22) A la memoria de Eduardo Daniel Melgar

#393 28-nov-2010 21:29 Roberto Langella Los perros calientes salen bien con chucrut. #394 28-nov-2010 21:30 Roberto Langella Y hablando de muertos y de soledad, el Melgarejo falleció de pena, de que usté ya no aparecía por acá. #395 28-nov-2010 21:42 Simón Domínguez Barahona Pobre don Melgar, se le rompió el corazón… es que sin alma no hay como vivir... #396 28-nov-2010 21:49 Roberto Langella También necesitamos flores para la tumba de Melgar. #397 29-nov-2010 4:36 Alma Delia Chávez Rojas ¡¡¡Que no me comí a los perritos!!! Les dije que son unos mal pensados... es más, soy de la sociedad protectora de animales. En cuanto a lo de las flores... ¿no se les ocurrió otra idea?, qué originales. Antonio: no sé hacer muchas salsas, solo la mexicana picada y la mexicana asada, de tomate y jitomate, así que no puedo ayudarte mucho. Saludos a todos.

#398 29-nov-2010 18:17 Roberto Langella Ahora yo también soy colaborador experto, así que más respeto ;p #399 29-nov-2010 21:29 Alma Delia Chávez Rojas Huy, huy, huy, antes me habla y me dirige la palabra Don Capitán Roberto... Pero de a cuates, muchas felicidades Cap. Beto, ahora si que empezará a cosechar, centimillos, pero cosechará más que antes. Un abrazo sincero y mil felicidades nuevamente, cuando llegue el maese se sorprenderá con tantos cambios. #400 29-nov-2010 21:49 Simón Domínguez Barahona Yo quiero ser colaborador expeeeerto (parezco guagua como decimos acá) jajá, mejor sigo escribiendo, saludos y un abrazo Alma a los años, ¡se te extrañaba! #401 29-nov-2010 21:55 Roberto Langella Gracias, mis chichipíos, y es así, cuando resucite el don Sueñero se encontrará con que le hemos revuelto todos los banderines celestes. Y don Simón el mago, nada más tiene que solicitar a algún redactor jefe algún rubro que esté disponible y le convenga; después tiene que

esperar a que el nombramiento se efectivice, nada más. #402 29-nov-2010 21:57 Simón Domínguez Barahona Pero me dijeron que debía escribir 30 artículos referentes al apartado, ¿o entendí mal?, bueno, si es así me falta bastante por escribir. #403 29-nov-2010 22:00 Roberto Langella Ah, es posible, hay que averiguarlo. Cuando yo solicité que me nombraran ya tenía muchos artículos subidos. #404 29-nov-2010 22:13 Antonio del Olmo Creo que debes tener 20 artículos publicados, en cualquier sección. Eso sí, que muchos de ellos sean correspondientes al apartado que solicitaste. Venga, al ataque. Ponte en contacto con el RJ y si hay hueco allí encontrarás ese subtítulo subrayado que tanto nos gusta tener a todos. Suerte, tío. #405 29-nov-2010 22:28 Roberto Langella Es verdad, desde que soy colaborador experto me noto menos calvo.


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#406 02-dic-2010 3:08 Alma Delia Chávez Rojas chicos, ¿aún no llega el maese? En fin, que esto está mas solo que el desierto... #407 02-dic-2010 5:44 Simón Domínguez Barahona No tanto, es un silencio orgánico, como dicen en actuación.... Je, je, ¿de qué hablábamos? ya me olvidé... Bueno, en todo caso les cuento que ando medio de mal humor por las fiestas taurinas que son en diciembre. #409 02-dic-2010 16:49 Roberto Langella Para mí que el maese se hace el tonto y nos observa en silencio. Sufre de "síndrome de Dios" y nos contempla como a su creación. #410 02-dic-2010 16:52 Roberto Langella Ups, no sabía que en Quito hubiera corridas de toros. #411 02-dic-2010 17:47 Simón Domínguez Barahona Es espantoso, no sé cómo siguen haciendo eso... si hasta en las Españas ya andaban quitando esa barbarie… mmm... haré un artículo sobre eso, jajá. #412 02-dic-2010 18:00 Roberto Langella Sí, es buena idea lo del artículo. Desde acá es difícil entender el tema de las corri-

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das, pero imagino también tiene mucho que ver con el folklore de México, España, y ahora que me entero, también Ecuador. Eso, además del interés que puede representar por el turismo. Creo que en la mayoría de los países de Sudamérica no hay corridas, desde la época la colonia, al menos. Por eso me sorprendió que ustedes tuvieran.. En fin, escríbase su artículo, maese Simón el mago. #413 02-dic-2010 18:18 Antonio del Olmo Hola, Simón. Publiqué hace varios meses un artículo acerca de las corridas de toros y su reciente prohibición en Cataluña. Acabo de releerlo (cosa que no suelo hacer con mis artículos) y veo que era una auténtica mierda, se nota que lo hice a toda prisa por alguna razón que no recuerdo, pero... Bueno, he pensado que quizá te resulte interesante. Si finalmente decides escribir acerca del tema, pues ya tienes uno de esos links internos tan jodidos de encontrar... #414 02-dic-2010 18:21 Simón Domínguez Barahona Si es horrible, me pondré a escribir; oiga, don Beto capitán, me acabo de dar cuenta de que usted viene a ser mi sempai (persona superior y casi maestro en japonés) con lo de esoterismo y magia, ¡que nos disputamos el top 3 en esoterismo y magia!, ja.

Un ica

#415 02-dic-2010 18:22 Simón Domínguez Barahona ¡Gracias! en verdad eso es lo más difícil de hacer aquí, ya me pasaré por tu artículo. #416 02-dic-2010 18:38 Roberto Langella Jaaaaaaa, yo también tengo algún articulillo de esos, de los que te quedás pensando ¿en qué estaba cuando escribí esta porquería?; pero en mi caso, ni siquiera el tema valía la pena. Bueno, así se queda. En el futuro, la crítica dirá "Langella era un escritor algo ecléctico", ja. #417 02-dic-2010 18:40 Roberto Langella Soy como el maestro Poh, de la serie "Kung Fu"; ¿te acordás?, ¡mi pequeño saltamontes! #418 02-dic-2010 18:53 Simón Domínguez Barahona ¡Claro!, cómo olvidarlo si crecí con eso... Gracias, sensei.


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La religión, por María de la Paz Reyes Peña

C

uando pienso en la infancia, siempre pienso en mi bisabuela, porque ella era la que estaba a cargo de las enseñanzas de cosas como bordar, tejer y las cuestiones religiosas. Ella me enseñó a persignarme, y rezar aquello de: Ángel Santo de mi guarda, dulce enviado del Señor, Que bajaste desde el cielo para ser mi protector, Ilumina mi camino, ni te apartes de mi lado, Se mi custodio divino, oh, mi ángel bien amado.

Y

lo hacía con mucha fe, me hacía sentir realmente protegida y sin miedos en la oscuridad cuando me despertaba en la noche por cualquier motivo. Si me pongo a pensar, tenía yo mis arrebatos de religiosidad, como mi hermana Martha, que cuando le tocaba examen y tenía miedo de reprobar, guardaba en la libreta de la escuela una estampa de la Virgen María a la que le pedía con mucha desesperación que la hiciera aprobar la prueba. Yo veía con mi bisabuela la telenovela de René Muñoz donde personificaba a San Martín de Porres, y hasta lloraba con gran sentimiento con todas las pruebas que tenía que pasar en su duro camino hacia la santidad. Hasta me daba por fantasear con ser llamada por ese camino y me portaba de lo más tierna y obediente, hasta hacía los quehaceres que me tocaban con resignada bondad y me sentía como con aureolita sobre la frente cuando rezaba el rosario con mi bisa Mary. Claro que la

santidad se me desaparecía al poco rato, porque de pronto me aburría de ser tan niña mártir. Era cuando me peleaba con alguna niña de mi salón, en la escuela, o cuando les pegaba a mis hermanos porque me enojaba con ellos. Ahí se me olvidaba mi deseo de seguir el camino de los santos y volvía a la normalidad. Sobre todo cuando llegaba el domingo y mi padre nos mandaba a acompañar a la bisabuela a la misa de siete de la tarde. ¡Noooo! Ese era el horario de mi programa favorito, el Teatro fantástico de Cachirulo. Odiaba ir a la misa en vez de ver ese programa de cuentos infantiles, de princesas y hadas y brujas y príncipes... Pero con mi padre no había excusas ni berrinches que valieran, así que me ponían el velito y junto con mi hermana Rebeca nos agarrábamos de la mano de la bisa y ahí íbamos a la iglesia que estaba, para mi mayor disgusto, a la vuelta de mi casa. ¡Ni cómo hacer que ella no escuchara los llamados celestiales del campanario!; cada toque de campana llamando a misa era para mí una sentencia de que no vería mi programa. Te confieso, Silvia, que cuando la bisa no podía ir, fuera por el motivo que fuera, visitas, ella en el pueblo, o incluso enferma de la garganta o del estómago o de lo que fuera, yo le agradecía a los santos y era una fiesta porque nos dejaban ver el famoso programa. Cuando no me salvaba, yo ponía empeño en escuchar la misa, pero la voz del padre era tan monótona, tan arrulladora, que hacía un efecto somnífero y me empezaba a mover en el asiento, a voltear para todos lados, a mirar los techos decorados, y las imágenes para detectar cual de ellas tenía más veladoras enfrente. Si mi

favorito, San Martín de Porres, no tenía muchas, me disgustaba y así como no queriendo me iba hacia allá. ¿A dónde vas?, me cuestionaba la bisa enojada; ―a ver a San Martín‖, contestaba con cara de angelito inocente. ―No te tardes, deja de andar jugando‖, me amenazaba con voz susurrante. ―Voy a besarle los piececitos‖, argumentaba con cinismo; ni los podía alcanzar, y menos con las veladoras prendidas de por medio. Y ya ahí me escurría a los santos más cercanos y le pasaba una que otra veladora para equilibrar, y cuando no podía porque alguna señora santurrona no me quitaba la severa mirada de encima, disimuladamente las apagaba. Además hacía otras visitas a los otros santos para verles las caras de sufrida bondad y no aburrirme tanto. La bisabuela siempre me pegaba mis coscorrones o pellizcos por andar danzando por la iglesia y no poner atención a la misa. Una vez le amarré las trenzas a mi hermana Rebeca a uno de los gariboleados respaldos de la banca de la iglesia, y es que ella era muy obediente y se quedaba quieta hasta el final de la torturante ceremonia. Ella ni cuenta se dio hasta que se quiso levantar y se le jaló la cabeza dolorosamente. La bisa batalló furiosa para desatar el nudo y me coscorroneaba a intervalos amenazándome con que Dios me castigaría por semejante crueldad en su propia casa. Eso me ponía muy mal. La idea de un Dios que todo lo ve, yo le preguntaba angustiada a la bisabuela: ―¿aunque me esconda?‖, ―a donde te metas, Él tiene el poder de verlo todo y en todos los lugares, aún los más ocultos y oscuros‖. Esa sentencia me


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ponía a temblar, sobre todo cuando hacía travesuras que me salían genial y nadie se daba cuenta, como comerme la fruta cuando se descuidaban las cocineras: mi bisa y mi madre, o cuando les rompía los juguetes a mis hermanas, no se daban cuenta y yo lo escondía para que apareciera días después. Se me quedaba el remordimiento de que aunque no daban con la culpable, Dios sí lo sabía, y eso era terrible para mi conciencia infantil. Hasta llegué a tener vergüenza cuando iba al baño o cuando me duchaba, ¡qué feo eso de defecar y que Dios te viera! Ahora me da risa, pero de niña no era gracioso. Cuando me tocó tomar el catecismo para prepararme para la primera comunión, mi maestra era una viejecita tierna, dulce, que me regalaba dulces y me felicitaba por hacer bellos dibujos de nacimientos y del niño Dios. Me encantaba ir a tomar esas clases, pero un día me acababa de bañar y ya me apuraban mi madre y mi bisabuela para que llegara a tiempo. Así que salí corriendo con mi librito de catecismo y llegué a la entrada de la iglesia con la terrible sorpresa de que me entraba el aire por debajo del vestido y se me había olvidado ponerme los calzoncitos. Quise regresarme a mi casa a ponerme la prenda, estaba a la vuelta, pero la maestra me pescó y me dio pena decirle. Me llevó al interior del templo y me sentó con los otros niños. Me sentí muy pecadora, ¡en la iglesia, sin calzones! Y lo peor es que mi piel desnuda se pegó a la madera y cuando me dejaron levantarme para irme, me dolió horrible la despegada. Ya más grande, me entró la etapa de leer Freud, Marx, leí ―Jalil el loco‖ de Gibrán Jalil Gibrán, mi favorito junto con Kafka, dejé de creer en la religión. Dejé de rezar por las noches, y dejé de ir a las iglesias. Cerré ese ciclo de confiar

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en lo que me enseñó la bisabuela porque era muy joven y estaba llena de ideas nuevas y me sentía que lo sabía todo al descubrir nuevos argumentos y filosofías, nuevos mundos a través de escritores y pensadores que me deslumbraron y me abrieron otros mundos. Cuando se estrenó en el cine el musical ―Jesucristo Superestrella‖, me encantó, compré un cromo a todo color del actor protagónico caracterizado como Jesús. Lo coloqué en la pared, arriba de mi cama. Una vez descubrí divertida que la bisabuela se persignaba y rezaba enfrente de la imagen con muchísima fe. Me hizo tanta gracia que no la saqué de su error, fui mala, y me apena decirlo, me reía cada vez que lo hacía mi pobre viejita. Hasta que un día la vio mi madre y le aclaró que ese no era Jesús, era un melenudo rocanrolero. ¡Ella estaba furiosa! Ahora sé que todo son ciclos, que todo se compone de luz y sombra y que todos hemos sido buenos y malos en algún momento, por turnos o con diferentes personas y situaciones.

Un ica


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Un ica

La prueba, por Elisa Pérez

Quizás

no

que

hablar, poco tiempo después

Mi instinto paternal no estaba

haber doblado el so-

me encontraba con ella en la

tan despierto como el de mi

bre… quizás el doblez

cama. Era una chica muy deci-

mujer pero tampoco me sentía

caiga sobre la línea donde se

dida, bastante poco convencio-

con fuerza como para impedirlo

diga el resultado y no pueda

nal y muy apasionada. La situa-

y discutir por ello, ahora que la

leerlo. Bueno esperaré llegar

ción al principio me gustó, pero

mala racha se había termina-

a casa para abrirlo, para saber

luego las complicaciones pro-

do. Sucedieron meses de mu-

de una vez la verdad.”

pias de un trío, el fin de la nove-

cha cercanía entre nosotros, mi

Cuando el otoño pasado tuve

dad y los remordimientos hicie-

mujer se sentía muy satisfecha

una relación fugaz con una

ron que todo aquello me pesara

con mi actitud favorable ante

chica compañera de trabajo,

demasiado, con lo que decidí

un posible embarazo y ponía-

no llegué a pensar que aque-

dejarla. Para mi tranquilidad,

mos verdadero empeño en

llo iba a convertirse en algo

Irene se lo tomó bastante bien.

ello.

más serio.

Diríase que no era una situación

Cuando vi el nombre de Irene

En esos momentos mi mujer y

nueva para ella.

reflejado en el móvil, me sor-

yo pasábamos por una etapa

-De acuerdo, Javier, tampoco yo

prendió que aquella mujer aún

rara de nuestra relación. Ella

me había hecho demasiadas

se acordara de mí. Hacía dos

viajaba mucho por su trabajo y

ilusiones. Estuvo bien mientras

meses que había dejado la

yo

duró y ahora ha terminado, ya

fábrica y no sabía nada de ella

está.

desde nuestra última cita. La

M

había borrado de la cabeza de

permanecía

tenía

bastantes

horas en la fábrica. Entre las chicas que había en la cadena de producción, estaba Irene. Era muy atractiva, debajo de su ropa de trabajo, desde el primer día, me pare-

i mujer no llegó a

un plumazo. “Al fin y al cabo,

saber que aquello

no había significado nada para

había

mí”, pensé.

sucedido.

Ella era confiada e inteligente.

Dudé en coger la llamada...

ció que escondía un cuerpo

Durante un tiempo vivimos una

pero al final lo hice. Escuchar

muy insinuante. En mi mente,

etapa bastante buena, la ilusión

la voz de Irene que me antici-

comencé a imaginarla con

se instaló en nosotros de nuevo

paba una noticia, me impactó.

curvas precisas: hombros defi-

cuando me comunicó emociona-

-Vas a ser papá, estoy embara-

nidos, cintura marcada, pe-

da que iba a dejar de tomar la

zada de tres meses, me dijo

chos firmes. Nunca antes hab-

píldora porque quería tener un

con cierta ironía, según deduje

ía tenido una aventura con

hijo.

de sus palabras.

mujer alguna. Pero esta vez,

-Es el momento, Javier, me ape-

-¿Cómo es posible? Yo pensa-

no podía resistir la tentación.

tece mucho, Bueno... - dijo titu-

ba que habíamos puesto todas

¡Era tan joven!

beante-

tengo que confesarte

las precauciones, aquello no

Un día coincidimos en el co-

que ya he hablado con el doctor

podía pasar, menos con ella…

medor

para prepararlo todo.

No, no era posible… La deses-

y

comenzamos

a


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peración me invadió súbita-

nacimientos, Irene me llamó

dad.

mente.

tan solo para confirmar nuestra

Con gran parsimonia, produc-

Mi mujer pensó que la impa-

cita en la clínica prevista para

to del impacto causado por la

ciencia de los días siguientes

la prueba de paternidad.

incógnita del encuentro, co-

se debía a la espera. Había

“Quédate tú mismo con el re-

mienzo a leer el texto del nue-

tenido un retraso y se había

sultado y sólo si no es tu hijo

vo documento. Mientras, el

hecho la prueba hacía dos

me llamas”, me dijo mientras

otro papel empieza a insinuar-

días en la farmacia, con lo que

se despedía de mí una vez

se

esperábamos el resultado que,

que habíamos dejado la mues-

para ganar protagonismo en

para ventura de ella,

tra de sangre para el análisis.

esta absurda carrera por bus-

ser favorable.

Nunca olvidaré la cara de Ire-

car la buena o mala noticia.

Así viví a mi manera dos em-

ne, con el pelo recogido hacía

Dejo el primero para abrir el

barazos; el de mi mujer con

atrás en una pinza, parecía

sobre de mi mano derecha.

mucha angustia. Más de una

más joven aún. Estaba enfada-

Nada de lo esperado, nada de

vez estuve a punto de contarle

da, pero no quería demostrar-

lo deseado. El niño de Irene

toda la historia con Irene y las

lo.

es mi hijo, la prueba resulta

consecuencias que ahora ten-

Mientras tanto, mi mujer, igno-

positiva.

ía.

rante de este tema, vivía con

Y el de Irene, con gran dosis

verdadera pasión su papel de

de escepticismo. Había toma-

madre. Yo me limitaba a se-

do una decisión, me haría la

guirla.

prueba de ADN. Aun no podía

Ahora, todo está en mi bolsillo,

E

creer que estuviera embara-

tengo el papel. No me he atre-

hace un papel semejante en la

zada de mí, sólo fueron tres

vido a abrirlo antes. Esperaba

cartera de mi mujer? Ella nun-

meses de relación, me repetía.

que Irene me llamara, a pesar

ca ha tenido dudas de mi pa-

Se lo hice saber a ella que

de todo. Al llegar a casa mi

ternidad, ¿o sí? Yo ni me lo

reaccionó de forma violenta

mujer y la niña no están. Mien-

imaginaba absorto en mis pre-

pero, como estaba muy segu-

tras me quito la chaqueta en la

ocupaciones... pero ¿por qué

ra, accedió a la prueba cuando

habitación,

descubro que mi

no?... al fin y al cabo yo he

el niño naciera.

mujer se ha dejado su cartera

pedido la prueba por una

Mi mujer se puso de parto an-

de cuero de cabra, del cual

aventura absurda. Ya, con

tes de lo previsto: La niña na-

sale retador el extremo de un

calma contenida, dejo la habi-

ció

papel muy fino, de color amari-

tación y la casa sin saber muy

hecho, por coincidencias de la

llento.

bien hacía dónde. El papel

vida –o de las lunas, como

Me siento en la cama para co-

amarillento cae al suelo, arru-

dicen algunos- provocó que, a

menzar a leer el papel de mi

gado.

la vez, en una clínica una y en

bolsillo, pero me detengo so-

un hospital otro, nacieran dos

bre el documento encontrado

presuntos hijos míos: un niño y

cuando leo el encabezamiento

una niña

en letras negras: Clínica de la

En los primeros días tras los

Buena Nueva. Test de paterni-

resultó

a los siete meses. Este

cogido de mi otra mano

n ese momento recupero el otro documento en mis manos,

despacio, con temblor. ¿Qué


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Un ica

¿ PRESTIDIGITACIONES MATEMÁTICAS

¿

Cuál es la utilidad de la nueva escala? Que, medida la temperatura en grados Kelvin, la proporcionalidad entre la temperatura y el volumen de un gas tiene Ordenada al Origen cero. (Para cero de X, Y también vale cero). O sea: las dos variables de la función, de la RELACIÓN, arrancan JUNTAS desde la NADA). Y desde los tiempos de Euclides -hace mucho- se sabe que una recta con ordenada al origen cero se calcula con una sencillísima fórmula matemática: Y=K•X Que dice: Y, la ordenada, es directamente proporcional a X, la abscisa. Con K, un número

constante. Es siempre el mismo, si no cambio lo que dejé invariable (presión y masa). Que es la fórmula que usas cuando planteas una regla de tres simple DIRECTA (la INVERSA es la que usás con la Ley del Petiso). En vez de ponerlo en formita abstracta vamos a ponerlo en este experimento concreto, para visualizarlo mejor: Volumen del gas = K • Temperatura del gas. O sea: V = K x T. Fijate en el gráfico y vas a ver que es cierto, si usás como lado T el que llega hasta 0º Kelvin. Si la temperatura Kelvin aumenta al doble, el volumen también tiene que aumentar al doble, para que la proporcionalidad entre X e Y se mantenga siempre constante. Por ahí lo ves más claro si pasamos X al otro término de la igualdad, dividiendo. ¿Recuerdas cómo se hacía? Tienes Y = K • X Si a ambos términos de la igualdad los divides por X, la igualdad no se altera. La ecuación no se altera. De un lado te queda Y / X y del otro te queda K • X / X, que puedes simplificar. O sea que al final el resultado es: Y / X = K. Que es otra forma de poner la ecuación de la recta que hallaste experimentando. Pero que muestra claramente que X e Y son proporcio-

nales. Si aumenta X al doble, Y TIENE que aumentar al doble, para que siempre la división te dé una constante K. Porque si Y / X = K entonces 2 Y / 2 X también será igual a K. Vamos a ver, dijo un ciego. Cuando Y vale 4 mililitros, X vale 273 º Kelvin. O sea que Y / X = 4 ml / 273 º Kelvin. Y eso es igual a una constante K. Saco la cuenta. ¿Cómo era que se dividía sin calculadora? Esperá un cachito que voy a comprar pilas. Bueno, ¿me podés creer que no conseguí? (Es tardísimo). Le quise sacar la del reloj, pero no coincidían. Así que, perdido por perdido, me puse a hacerla. Que divisor, que dividendo, bajo una y me llevo cuatro, y me da, mato grosso, 0,011. O sea que K = 0,011 mililitros / º Kelvin, para ESA masa dada de ESE gas. Y para ESA presión de una atmósfera. Es decir, a presión y masa constantes (y sustancia, TIPO de gas). Lo bueno es que esa cuenta no hay que volver a sacarla si le cambio la temperatura o el volumen. Porque el cociente dará siempre lo mismo, como decía Euclides. A ver. En el punto B, Volumen de gas: 8 mililitros (cuando lo puse en el calefactor). Temperatura del gas al lado del calefactor, en grados Kelvin, medida en mi flamante termómetro… (mido)… 546 ºK. ¿Cociente? 0,011. Te lo firmo. ¿Y en el punto C, por ejemplo? Tienes el volumen, que era de 5 mililitros (marca 5). ¿Tienes ahora la constante K, de 0,011 ml / ºK. ¿Cuál era la temperatura cuando el volumen del gas pasó por ese punto? Despejas la temperatura T y sacas la cuenta. Despejando, veo que T = V / K.


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Bueno, lo que te dé. Igual para los puntos D y E. ¿Te coinciden con las temperaturas que MEDISTE en tu flamante termómetro? USANDO EL GRÁFICO

S

i ni siquiera tienes ganas de seguir experimentando, podrías obtener tus resultados usando una simple cuenta. Suponte que deseas saber a qué temperatura el émbolo de la jeringa llega hasta la marca 10, por ejemplo, amenazando con salirse del casquete. Pero no tienes un calefactor tan potente, porque no pasa de los 300 º Celsius (o sea ¿cuántos º K?). Entonces, ¿cómo harías para sacarlo fácilmente usando la constante K? Ese cociente, esa proporción, será inalterable. Y dará siempre 0,011 mililitros/ º Kelvin. Que quiere decir que, para cada º Kelvin de aumento de temperatura, el volumen de tu gas se agranda 0,011 mililitros. Y por cada º Kelvin que enfrías, el volumen del gas se achica 0,011 ml. O sea que, cuando el volumen del gas llega a esos 10 mililitros, la cuenta que lo interprete sería: 10 ml = 0,011 ml / ºK x Temperatura (desconocida) (medida en º kelvin). Y, por lo tanto, despejando T, te dará T = 10 ml / 0,011 ml/º K. Esta vez la división te la dejo a vos, pero seguro que te da más de 546 ºK ¿cierto? Fijate que en el resultado las unidades también se simplifican. Mililitro con mililitro se van, quién sabe adónde, quedando el resultado en ºK, que está en el denominador del denominador, o sea en el numerador. No quiero abrumarte encima con matemáticas, así que creeme, nomás. AUTOEVALUACIÓN

B

ien, te voy a hacer algunas preguntas de autoevaluación. O de hete-

S pe s

roevaluación, si querés entretener a tu mujer, que está cocinando. O a tu novio que está viendo el partido. Para integrarlos, digo. 1º): ¿Qué hubiera pasado si, en vez de usar la escala Celsius para sus experimentos hubiera usado otra cualquiera? ¿La Remur, por ejemplo, que llega a los 80 ºR cuando hierve el agua? (Pregunta medio estúpida). 2º): ¿El AUMENTO de 1 ºK es exactamente igual que el de 1º C? ¿Entonces son INDISTINTAS para medir intervalos de temperatura? ¿Tan fácil era? 3º): Si usaras el gráfico en º Celsius, también obtendrías una recta, pero que no pasa por el origen. (Es decir, para cero de X, Y no es cero) ¿Cómo solucionarías el problema, ya que la ecuación de una recta que NO PASA por el origen también tiene una formita, una fórmula? (Pregunta optativa). 4º): En el sol, las estrellas, las galaxias ¿habrá algún lugar donde la temperatura sea menor que -273 ºC? 5º): El lado V y el lado T del gráfico, si los mides con una regla ¿siempre te darán la misma proporción? ¿Tanto en el punto B, como en el C, como en el D? 6º): Si hubieras puesto de abscisa a V y de ordenada a T ¿te hubiera seguido dando una recta? ¿Qué relación tendría la constante que obtendrías con la que calculé? 7º): ¿Todos los gases describirán la misma recta si LA MASA es la misma y la presión es la atmosférica? Si experimentas y descubres, SORPRENDIDO, que NO, que cada TIPO de gas tiene pendientes muy distintas, ¿se te ocurre algo? (tomate un whisky). (O un Amargo Obrero, si querés hacer un descubrimiento Argentino). 8º): La presión atmosférica ¿será la misma adentro de una heladera que al lado de un calefactor?

Un ica

Digo. 9º): Si el doble de temperatura absoluta significa sí o sí el doble de volumen de gas ¿eso significa también el doble de bailongo de las moléculas del gas? ¿Qué será el bailongo? ¿Más parejas bailando? ¿El doble de velocidad de baile? ¿Las pelotitas más flaquitas rebotarán como las más gordas? (Para pensar) 10º): ¿El aumento de volumen del mercurio será DIRECTAMENTE PROPORCIONAL al aumento de temperatura en TODO el rango de tu escala? Si así fuera ¿qué temperatura obtendrías mezclando, por ejemplo, un kilo de agua líquida a 0ºC y otro kilo de agua líquida a 100 ºC? ¿Y dos kilos de mercurio a 300 ºK y un kilo de mercurio a 600 ºK? (¿Por qué no te conviene medirlos en litros?).

PARA COMUNICARSE CON EL AUTOR ESCRIBIR A maria-

noliebanabiog@hotmail.com.


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ó ( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .

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n la demosofía oriental se habla de las edades del Perro (infancia, juventud, madurez y vejez), como de los cuatro aspectos a tener en cuenta para un criterio objetivo de definición simbólica de este animal emblemático. Según las interpretaciones de las distintas corrientes astrológicas, sólo la infancia gozará de cierta calma estable, pero siempre que exista la protección de sus progenitores. En cambio, las otras tres edades - juventud, madurez y vejez- serán portadoras de tristeza y hastío. Para el Perro transcurrirán plenas de sinsabores y amarguras, y vivirá atormentado y acongojado. Por esto se dice que, en muchas ocasiones, los nativos del signo emblemático representado por el Perro, permanecen como ajenos y ausentes. Para los antiguos, el Perro simbolizaba la fidelidad y se le reconocía como el mejor guardián y guía para el hombre; se le representaba en casi todas las ocasiones al lado de ciertas estatuas y figuras mitológicas. Así, en el Medievo se encuentra frecuentemente la figura de un perro formando parte de ciertas composiciones en mausoleos, criptas y cenotafios. Por su parte, el cristianismo primitivo lo asocia al sacerdote que guarda y guía el rebaño y los pueblos egipcios pensaban que era un símbolo del sometimiento, el acatamiento y la obediencia, especialmente cuando mantenía su cabeza baja y en dirección a su propio collar. En la mitología clásica aparece en numerosas ocasiones la figura del Perro detentando diversas y variadas significaciones emblemáticas: un perro negro simbolizaba el poder oculto, magia y hechicería, detentado por la misteriosa diosa

Hécate. Pero para la Astrología china, la figura del Perro representa al undécimo animal que acudió a la llamada de Buda. Los años del Perro y los cinco elementos (Cada uno de estos tipos se repiten cada doce años). PERRO-TIERRA Las personas pertenecientes al signo representado por el animal emblemático Perro, siempre que hayan nacido 1910 y 1970, tendrán por elemento a la Tierra. El afán de alcanzar renombre presidirá cualquier acción; por tanto, en esta simbiosis todo es proyectado hacia fuera, hacia el público reconocimiento de la valía que detentan. No obstante, el Perro-Tierra, también necesita reflexionar sobre sus propias acciones y buscar refugio en caso de que se encuentre indefenso y debilitado. PERRO-FUEGO Los Perro que hayan nacido en los años 1922 y 1982 tendrán por elemento al Fuego. Se trata de una tendencia Yang, detentada por el Fuego, sobre la tendencia Yin del Perro. Esto significa, en principio, que lo más importante es avanzar y sobreponerse a cualquier tipo de apatía. El elemento Fuego es portador de energía y fuerza transformadoras, por lo que los individuos nacidos bajo su influencia, siempre que pertenezcan a este signo emblemático, no cejarán en su empeño de

cambiar una determinada situación social... PERRO-MADERA Todas las personas nacidas en el año 1958, si pertenecieren al signo emblemático representado por el Perro, tendrán por elemento a la Madera lo que significa coherencia y seriedad. Algunas corrientes astrológicas interpretan la acción de la Madera sobre el Perro, como una tendencia hacia la calma total que será difícil de romper. Esto se deberá a que valoran más la tolerancia y la armonía que cualquier otro valor. PERRO-AGUA Los Perro nacidos en los años 1946 y 1996 tienen por elemento al Agua, lo que significa una doble tendencia Yin que les llevará a evadirse de su inclinación a la angustia y al pesimismo; otra cosa es que logre resultados positivos en semejante empresa. Tal vez por ello se dice que los nativos de esta unión tienden a dramatizar casi todos los asuntos y proyectos que inician. PERRO-METAL Los Perro nacidos en los años 1934 y 1994 tendrán por elemento al Metal; lo que les dotará de una sequedad de trato y una dureza del gesto. A esta situación les llevará su carácter retraído y lleno de represión. En general, todos los astrólogos coinciden en apuntar esta unión como negativa y poco beneficiosa.


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El signo perro y el amor

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a fidelidad y lealtad de los Perro es algo que se tiene que tener presente siempre. En el amor, como en todo, estas profundas convicciones sientan la base de su actuación, sin ellas el Perro no comprende el principio de ninguna relación. Puede ser que no sean, en general, unos grandes amantes, pero tienen a su favor la ventaja de serlo para siempre. Salud

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ntiguamente, se daba mucha importancia al carácter para determinar cuestiones relacionadas con el binomio saludenfermedad. En este caso, los Perro hubiesen sido los melancólicos por naturaleza, los dueños del humor negro. Este talante nostálgico les pronosticaría, siguiendo la ciencia antigua, toda clase de males y todo género de desgracias. Los Perro son, en una acepción más moderna, algo melancólicos, sin duda porque el pesimismo y la angustia tienen una parte importante en su vida y presiden muchas de sus reacciones. Son aprensivos y sus temores derivan generalmente hacia el convencimiento de que el mal se va a apoderar de ellos sin remisión. Como si estuvieran predispuestos para lo peor desde su nacimiento, como si tuvieran un pararrayos negativo que atrajese al dolor. Trabajo

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os Perro son gente especialmente trabajadora, que se afana y desvive por hacer la tarea pactada de antemano, y hasta que no consigue rematarla no levanta la cabeza del trabajo. Si fueron tan poco rápidos en su respuesta a Buda, tal vez se debiera a otras consideraciones, a ciertas dudas entre distintas fidelidades y a ese timbre de pesimismo que marca a los Perro. Seguramente, si la leyenda hubiera sido cierta y real, su tardanza se hubiera debido

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a que se detuvieron a olisquear el ambiente para evitar el engaño, para terminar con la desconfianza inicial que les caracteriza y ese recelo que enseguida da paso a una lealtad a prueba de catástrofes y desgracias. En el trabajo, como en todas las partes de su vida, el Perro es afanoso y serio. Cumple a la perfección con su deber, pero suele tener una sombra permanente de pesimismo que viene a nublar un poco la maravillosa sensación de lealtad y nobleza. Aventura

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os Perro suelen ser sedentarios y la aventura les gusta, pero vista desde fuera. Como si tuvieran marcado el camino y bien señalados los linderos de su actuación, como si no pudieran separarse ni un milímetro de un papel extrañamente asignado en el momento de nacer. Son gente que se ha forjado un duro destino particular lleno de cargas y bastante vacío de alegrías; las aventuras, que a ellos les sirven para gozar en la tranquilidad del hogar y de un modo intelectual, no podrían ser de interés más que para el esparcimiento autorizado por encontrarse en un período reconocido de ocio. Para ellos la aventura porque sí, es un camino vacío de utilidad colectiva y lleno de posibles equivocaciones, de decisiones apresuradas que luego se pueden demostrar erróneas. A los Perro les desagrada profundamente la posibilidad de tener que hacer frente a cambios bruscos, a innovaciones profundas y repentinas. Compañeros de camino del signo Perro PERRO/RATA Todos los nativos del signo emblemático Perro, siempre que hayan nacido entre las once de la noche y la una de la madrugada, tienen por compañero de camino a

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la Rata. Esto supone, en un principio, cierta desazón interior, pues se suele considerar a la Rata como un animal que simboliza las más insondables profundidades. Las personas nacidas bajo el signo emblemático simbolizado por el Perro, cuando tienen a la Rata como compañía, se guiarán por su afán perfeccionista. Esto puede acarrearles conflictos con sus amigos y colaboradores ya que, esta búsqueda de la superioridad presidirá gran parte de sus acciones. Su mundo anímico se convertirá en el único criterio válido de discernimiento y de aquí a la soledad y al ostracismo sólo hay un paso. Algunas corrientes astrológicas, interpretan esta actitud introvertida de los nativos del Perro como un indicador de su timidez y una huida de ciertas responsabilidades públicas, pues parece ser que prefieren moverse en la sombra del anonimato. PERRO/BÚFALO Quienes perteneciendo al signo emblemático Perro hubieren nacido entre la una y las tres de la madrugada, tendrán indefectiblemente por compañero de camino al Búfalo. Esta simbiosis que nos ocupa suele conocerse como la fusión muy especial pues se trata de una mezcla, la detentada por el Perro (cuajada de apatía y nihilismo), con la actitud austera, pesada y lenta del Búfalo. El resultado encierra un gran valor, pues contiene en sí mismo la inacción, bien considerado supremo por las diversas escuelas astrológicas chinas. Sin embargo, otras corrientes astrológicas afirman que los nativos del signo emblemático Perro, cuando se encuentran en esta situación vuelven una y otra vez sobre sus pasos y rehacen lo que sea de forma ininterrumpida y sin cansancio. Esta experiencia y la virtud de aprender de sus errores, hacen de ellos buenos consejeros, sinceros y desinteresados.


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PERRO/TIGRE

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Según todas las interpretaciones, la presente simbiosis apunta hacia el mundo de lo sublime y, con cierta asiduidad, los nativos del signo emblemático Perro se evadirán de la realidad, especialmente si ésta les resulta desagradable y adversa. Cuando el Perro tiene por compañero de camino al Tigre, es idealista, desinteresado y siempre preferirá lo utópico a lo evidente. Su desapego por los bienes materiales suele acarrearles no pocos problemas, que se traducen en desengaños; a pesar de todo, siempre conservan esa actitud característica de quienes no han perdido la capacidad de asombro. Uno de sus puntos débiles será su eterna melancolía por los tiempos pasados y esta actitud va minando su energía de manera considerable. No obstante, estos nativos pertenecientes al signo emblemático Perro, se recuperan con relativa facilidad y suelen superar la apatía y el daño moral que se les haya infringido.

Todos los nativos del signo emblemático Perro nacidos entre las siete y las nueve horas, tendrán por compañero de camino al Dragón. Esta simbiosis entre ambos animales emblemáticos constituye uno de los pilares de la astrología oriental, al menos en el sentido connotativo; es decir, se trata de una fusión que produce solidez y que expande confianza entre colaboradores y amigos. Estas característica hacen del Perro/Dragón una persona muy sociable y dada a organizar reuniones sociales. Son grandes amigos de los que uno puede fiarse y raramente defraudan y suelen cumplir su palabra por encima de cualquier otro avatar o evento.

PERRO/GATO Los nativos del signo emblemático representado por el Perro, siempre que hubieren nacido entre las cinco y las siete, tendrán por compañero de camino al Gato. Al contrario que los Perro/Tigre, los que reciben la influencia de este otro felino, se caracterizan por el olvido del tiempo, tanto si es pasado como presente o futuro. Esto no significa que lo hagan deliberadamente, más bien lo que les ocurre es que a causa de su ensimismamiento, se concentran sólo en un único asunto y prescinden de todo lo demás; por esto, también suele tachárseles de despistados y desentendidos, al menos en lo concerniente a cuestiones sociales y públicas.

PERRO/SERPIENTE Todos los nativos del signo emblemático representado por el Perro, siempre que hayan nacido entre las nueve y las once, tendrán por compañero de camino a la Serpiente. Semejante circunstancia producirá en los que gocen de esta influencia, cierto poder de atracción sobre los demás. Su intuición, que se puede clasificar como relevante y única, los capacita para la crítica y el continuo cuestionamiento; a veces, la comprensión y el conocimiento de la realidad resultan de tal clarividencia, que se tornan hoscos y hasta escépticos. Esto les resta capacidad para la consecución de ciertos proyectos que con anterioridad se habían trazado, todo lo cual hace decididamente infelices a los Perro/Serpiente. PERRO/CABALLO A las personas nativas del signo emblemático Perro, siempre que hubieren nacido entre las once y una de la mañana, les corresponde por compañero de camino al Caballo.

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Muchos estudiosos de la astrología interpretan esta unión como el inicio de la búsqueda ininterrumpida de uno mismo; así, las personas que se hallen en esta situación, se moverán en todas direcciones, en todo tiempo y lugar, con la intención de conocerse mejor. Lo interior prima sobre todo lo demás y modera la impaciencia y el orgullo. PERRO/CABRA Quienes pertenezcan al signo emblemático representado por el Perro, siempre que hubieren nacido entre la una y las tres de la tarde, tendrán por compañero de camino a la Cabra. Lo más destacado de la presente unión parece ser la necesidad de relacionarse con sus semejantes, y la dificultad de vivir en soledad. Como consecuencia de esa búsqueda de compañía, en determinadas ocasiones puede sucederle que la única moneda con que le paguen sea el rechazo a sus peticiones; en estos casos, el Perro/Cabra se verá obligado al retraimiento de sus actos, pensamientos e ideas, con el consiguiente perjuicio para su mundo anímico. PERRO/MONO Los nativos del signo emblemático que representa al Perro, siempre que hubieren nacido entre las quince y las diecisiete horas, tendrán por compañero de camino al Mono. Ello conlleva, en primer término, cierto afán por hallar entre la confusión algo a lo que agarrarse. Según las distintas corrientes astrológicas, el Caballo/Mono siempre encontrará la salida, siempre tendrá soluciones para esos problemas tan difíciles de resolver, pues son producto de malentendidos y de tergiversaciones de la realidad. Esta unión produce cierto deseo por superar viejas rencillas y olvidar malos recuerdos. Además, no es fácil engañar a un


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Perro/Mono, pues su inteligencia es sumamente aguda y, sin lugar a dudas, esto le crea muchos enemigos que no podrán hacerle la vida imposible, debido a su capacidad para recuperarse de sinsabores, desazones y desarmonías. PERRO/GALLO Las personas nacidas bajo el signo emblemático representado por el Perro, siempre que ello hubiera ocurrido entre las diecisiete y las diecinueve horas, tendrán por compañero de camino al Gallo. Esta unión producirá efectos benéficos en el nativo del presente signo; por ejemplo, mermará su afán por resolver los asuntos empleando más la pasión que la razón y por lo mismo, se mostrará mucho más preocupado por convencer y que por vencer. Sin embargo, no podrá salir con facilidad de la incertidumbre en la que se halla inmerso bastante a menudo; y es que el nativo del signo emblemático Perro, cuando tiene al Gallo por compañero, se caracteriza por una especie de contradicción. En sus gestos, tanto como en sus acciones, estará siempre presente la luz y la sombra, el triunfo y el fracaso.

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PERRO/JABALÍ Aquellos nativos del signo emblemático Perro que hubieren nacido entre las nueve y las once de la noche, tendrán por compañero de camino al Jabalí. Según todas las corrientes astrológicas, la presente fusión hace que el gusto por la reflexión del Perro se fortalezca y se extienda incluso a la hora de tomar decisiones nimias. La destacada individualidad de los Perro/Jabalí, lejos de ser un obstáculo en su vida de relaciones sociales, afianza más su prestigio y les dota de cierto magnetismo que les hace inmunes a cualesquiera malintencionadas críticas.

PERRO/PERRO Los nacidos entre las siete de la tarde y las nueve de la noche y pertenezcan al signo del Perro, tendrán como compañero de camino al propio Perro. Esta simbiosis produce en los que viven esta dualidad, cierta clase de ansiedad que se proyecta en su vida íntima, tanto como en su acción exterior y pública. Las consecuencias son evidentes: se encontrarán sometidos a la presión de su propia conciencia y de su atormentado espíritu y deberán luchar contra su exacerbado egoísmo si quieren conseguir una vida social satisfactoria.

Kirsten Dunst, Perro de 1982

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Batman desencadenado novela por entregas, 8ºparte por Oscar Ramentev

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n el interior de aquellas instalaciones, el Guasón, el Acertijo, Harvey Dos Caras, Hiedra Venenosa y el Capitán Frío, se hallaban reunidos; el Pingüino se encontraba afuera, era su turno de montar guardia. -A esta hora debiéramos estar robando bancos, no encerrados aquí, ¿qué está pasando con nosotros?, ¿no debiéramos ser más fuertes unidos?-. Protestaba Harvey Dos Caras. -Se juegan horas decisivas, idiota-. Le Respondió el Capitán Frío. –La hora de nuestra posible redención... -Están muy tensos amigos, procuraré relajarlos con un cuento-. Dijo el Guasón. – Sobrevolaba Superman el cielo de Metrópolis, cuando de pronto, vio a la Mujer Maravilla desnuda, tomando sol en la terraza de un rascacielos. Superman se excitó al verla, y pensó que gracias a su supervelocidad podría violarla sin que ella se diera cuenta; entonces se zambulló sobre la mujer, con la velocidad de un rayo. “¿Qué fue eso?”, preguntó la Mujer Maravilla. “No sé, pero me rompió el culo”, respondió el Hombre Invisible. De pronto apareció el Pingüino, dando graznidos. -¡Argh!, ¡alguien se acerca!. -¿Batman?-. Preguntó el Guasón. -No lo sé, está oscuro. -¡Prepárense, tomen sus armas!. -Tengan calma, chicos-. Se oyó decir a Gatúbela, que se hallaba encaramada sobre una marquesina. –Quien nos visita no es otro que ese Dr. Stowell, el criminólogo de la Universidad. -¿Stowell?-. Se sorprendió el Guasón. El Acertijo sonrió. Se oyeron unos pasos, y pronto Brad estuvo frente a ellos.

Se lo veía desmejorado, sucio, cansado. -¿Qué ha ocurrido contigo, muchacho?-. Se rió el Guasón. – Pareces un guiñapo. -Debo hablar con usted, señor Guasón, tengo algo importante que decirle; y no hay tiempo que perder. -¿Algo que me agradará escuchar... O que me desagradará?-. El hombre parecía no poder despojarse de sus “tics” más característicos. -Algo que, estoy seguro, también interesa oír a sus socios. -Vamos, Guasón, déjale hablar-. Intercedió Dos Caras. –Si luego no te gusta lo que el muchacho tiene para decir, puedes hacer cualquier cosa con él. -Muy bien, muchacho, habla. Brad se tomó un momento antes de empezar, esperó a que estuvieran concentradas todas las atenciones. -Hace cincuenta años usted era un adolescente desesperado, ¿recuerda?; la gran depresión hacia estragos y debía hacerse un gran esfuerzo para poder sobrevivir. Lo más inmediato para chicos de su edad era terminar uniéndose a alguna pandilla, para operar en los bajos fondos. Pero ya usted era un individuo muy particular. Decidió no unirse a nadie, operar solo, porque pensaba que de cualquier manera la situación dada era solo contingente, que las cosas cambiarían y usted podría volver a una vida normal. No obstante, por el momento solo quedaba acechar en los callejones, a la espera de alguna viejecita incauta, provista de cartera, o a algún desprevenido de billetera abultada. No había grandes oportunidades tampoco para un joven delincuente, el asalto a bancos, joyerías, los grandes atracos, eran exclusivos de los mayores. Pero entonces, un día, a usted le surgió una gran oportunidad, la que torcería su destino, definiría su camino ya irremediable-

mente, algo que ojalá jamás hubiera ocurrido. Alguien lo interceptó y le ofreció una fuerte suma a cambio de realizar el trabajo de eliminar a un par de personas, lo que debía simularse bajo la apariencia de un robo. Las víctimas: el Senador Thomas Wayne y su esposa; es más, le advirtieron claramente, el niño no debe salir lastimado. El trabajo fue realizado por usted con limpieza. Años más tarde, usted era ya un delincuente mayor y consumado, y un día aparece Batman, el vengador... En su primer encuentro con él, el encapuchado lo arroja a un arroyo de aguas servidas de ácidos, y de ese incidente, y de las espumas de la escoria, nace el Guasón. -Me sé esa parte de la historia-. Interrumpió el Guasón, cortando un bostezo. -¿Qué sigue?. -Lo que sigue ya también es de su conocimiento-. Respondió Brad. –Pero hay un detalle, un par de detalles en medio de la historia, que a usted siempre se le pasaron por alto. Desde los inicios respecto de la aparición de Batman, usted no tuvo la menor idea de quién se trataba, ¿verdad?. -¿A qué se refiere?. -Sr. Guasón, ¿cuántos años pasaron hasta que usted se enteró que Batman y Bruce Wayne, aquel niño al que usted había dejado huérfano, eran la misma persona?. -OK., muchos, ¿y qué?. -Que sigue habiendo un detalle que se le pasa por alto, señor Guasón, ¿quién fue la persona que lo contrató para asesinar al matrimonio Wayne?. -¿Cómo puedo recordarlo?, han pasado tantos años... Fue por un motivo de política, Wayne tenía que desaparecer del Senado... -Usted fue engañado, señor Guasón, el motivo para matar a los Wayne era personal del sujeto que lo contrató; de otro


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modo, ¿para qué matar a la esposa?. -No debían quedar testigos... -¿Y por qué no mató entonces también al niño?; ¿no fue porque le encomendaron también encarecidamente, que el niño no debía sufrir ningún rasguño?. El Guasón se enfureció, extrajo una pistola y apunto contra Brad. -Muy bien, sabelotodo, dime entonces qué fue lo que ocurrió, y el nombre de la persona que me contrató. -Alfred Pennyworth. Los criminales quedaron azorados. -¿Y quién es ese?-. Preguntó el Guasón. -El aún actual mayordomo de Bruce Wayne. Alfred Pennyworth comenzó desde muy joven como chofer del padre de Thomas Wayne, el abuelo de Bruce. A la muerte de aquel, Thomas lo contrató como mayordomo. Al crecer Bruce, el matrimonio pensó en contratar a una institutriz, entonces debió ser que Alfred concibió la idea. La familia Wayne no se extendía más allá de los límites de la mansión, Bruce no tenía más ascendientes que a sus propios padres. Ya Thomas había dejado sentada una cláusula en su testamento, que de ocurrirle algo a él y a su esposa, Alfred quedaría como apoderado de la inmensa fortuna de Bruce, hasta su mayoría de edad. ¿Aún no entiende?. Muertos los Wayne, Alfred se encontraría manejando una inmensa fortuna, casi como si fuera propia, y con la posibilidad de educar a Bruce, casi como si se tratara de su propio hijo, y nutriendo un sentimiento filial con él, para el futuro. El mayordomo ha estado jugando con usted y con Batman, durante todos estos años, se ha transformado en el padre de Bruce, y casi en dueño de su fortuna... Pero Alfred no puede permitir que Batman muera, porque al morir Bruce, y sin existir descendientes, todo su patrimonio pasaría al estado, y él se quedaría nada más que con una pensión mínima.

-A menos que Bruce ya haya pensado también en eso, y haya puesto a Alfred como heredero-. Dijo Gatúbela. -Es probable, pero quién sabe... -. Respondió Brad. –Porque ya antes que yo alguien más descubrió esta verdad que les digo; fue Vicky Vale, quien se lo dijo a Bruce, pero él no quiso creerle... Aunque, quién sabe, quizás le haya quedado alguna duda. No, solo el Guasón puede convencer a Batman de la verdad del caso. Entonces se oyó una carcajada. Era el Capitán Frío. Todos lo miraron. -¿No es gracioso?-. Dijo entre risas. –Al final, el mayordomo era el asesino. El Guasón levantó su pistola y le estalló la escafandra de un disparo. El Capitán Frío cayó al suelo en un gritó, y murió horriblemente con la cabeza quemada por la temperatura ambiente. -¡Idiota!, ¡yo soy el que aquí hace las bromas!. ¡Ahí tienen a este cubito derretido!, ¿no es mucho más gracioso?. -Ya está bien, Guasón, debemos concentrarnos en qué hacer-. Dijo el Acertijo. -En primer lugar, debemos secuestrar al viejo mayordomo, y cuando Batman venga a rescatarlo, resolveremos todo este problema-. Concretó Gatúbela. -Primero debemos intentar aplazar la llegada de Batman el mayor tiempo posible-. Dijo Brad. –Estuve pensando... Bruce Wayne llega desde Europa. ¿Puede él regresar como Batman?. Si no es así, tendrá que pasar por el aeropuerto, como cualquier persona normal. Hace cinco años un arquitecto japonés remodeló el aeropuerto de la ciudad, transformándolo en un moderno hibernadero gigante, una inmensa cúpula de cristal, que contiene cascadas y estanques artificiales, y todo tipo de plantas exóticas. Hiedra Venenosa puede infestar el lugar, y ponerlo en cuarentena, antes que Buce llegue.

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Los criminales se miraron sorprendidos. -¿Quién es este tipo?-. Preguntó Dos Caras. – Debiéramos ponerle un disfraz y llamarlo “el pájaro loco”, o algo así. -Bien, no hay tiempo que perder-. Dijo el Guasón. – Vete ya al aeropuerto y has tu trabajo, Hiedra Venenosa, y luego ve y emponzoña los jardines de la Mansión Wayne; quiero que cuando todos estemos allí, nadie pueda entrar ni salir, y tener a la policía a distancia. Tú vendrás con nosotros-. Le dijo a Brad. -Pero, ¿a dónde?, ¿cómo?. El Guasón le sonrió. -Nos vamos como corresponde, por la puerta grande, directamente al infierno. * * *

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levaron a Brad a través del parque abandonado, hasta unos galpones donde habían unos montacargas, y por medio de estos, todos bajaron a unos subniveles donde se guardaba una increíble parafernalia de equipos, vehículos y armamentos. Subieron a un camión blindado, provisto de armas poderosas, y partieron


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raudamente de allí, hacia la Mansión Wayne. Al llegar allí, encararon hacia los altos portones, donde fueron recibidos con ráfagas de ametralladora. Harvey Dos Caras, quien conducía el camión, aceleró a fondo y se estrelló contra el inmenso portón, que se abrió de par en par. Se dirigieron hacia la mansión. Ya sobrevolaban los helicópteros de la Fundación Wayne. Los vigiladores que los persiguieron a pie, fueron alcanzados por las hojas infectadas de los árboles, y murieron casi al instante, víctimas de una extraña peste. Alfred trabajaba en su escritorio, sobre unos papeles, cuando fue advertido por el intercomunicador, pero no tuvo tiempo de hacer nada; las puertas del despacho se abrieron de par en par y pronto todos estuvieron dentro. -Volvemos a vernos, pá-. Le dijo el Guasón, a manera de saludo. Alfred los miró a todos, uno por uno; entonces también vio a Brad. -¿Usted?... -Relájese-. Le sugirió el Guasón. –La fiesta no empieza hasta que llegue Batman. Acertijo, tú, Dos Caras y el Pingüino, lleven los morteros y las bazookas a las terrazas, y quédense allí. Alfred se dejó caer en su sillón, extenuado. Luego miró a Gatúbela. -Miau-. Le ronroneó la mujer. Capítulo IX El Regreso de Batman.

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l avión sobrevolaba Ciudad Gótica, siendo ya inminente su aterrizaje. Bruce Wayne templaba sus nervios con un whisky, con el periódico doblado en su regazo; un ejemplar viejo, el que informaba en su primera plana, y con títulos de los llamados “catástrofes”, la inesperada fuga de los lunáticos del Asilo Arkham. Había decidido jugar su destino a suerte y verdad; no iba a darle oportunidad esta vez a el

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Guasón, lo aplastaría como una aplanadora, lo atacaría de improviso, por la espalda, aún lo mataría encontrándolo dormido, si el criminal no lo mataba antes a él. Por fin, todas las cartas estaban ya sobre la mesa. Bruce empujaría a Batman por el precipicio, llevándose a el Guasón con él, aunque después de eso ya no quedara nada, y aunque cayeran víctimas inocentes en el camino. Porque ya a este punto podía reconocer que sus diferencias con el Guasón se habían estrechado, hasta no quedar ninguna, era lo que tanta gente había estado intentando decirle durante todos estos años, Vicky, Selena Kyle... Y hasta el mismo Guasón. Sí, cuando estuviera frente a él, le daría la razón, y luego lo asesinaría; las cosas serían así, como todo el mundo había querido. Una voz por los altoparlantes lo sacó de su ensimismamiento: “Señores pasajeros, informamos que desde la torre de control nos advierten que el aeropuerto de Ciudad Gótica ha sido clausurado por tiempo indeterminado, por lo que deberemos dirigirnos al de Nueva York; tengan a bien disculpar la demora...”. Bruce se puso de pie y se dirigió al baño. Una azafata se dirigía a la cocina, a buscar una aspirina para un pasajero. Al entrar allí, casi se desmaya del susto. Batman estaba adentro. -Lléveme a la cabina del piloto-. Le dijo el encapuchado. La mujer lo guió a través del avión, hasta donde se hallaba el capitán de la nave, quien se sorprendió de descubrir que transportaba al Caballero Oscuro, tanto como sus compañeros. -¡Batman!. -Regrese a Ciudad Gótica. El avión hizo un viraje, y Batman se dirigió entonces a la bodega de equipaje del avión. Antes le dio instrucciones al piloto, de que cuando estuviera nuevamente sobre Ciudad Gótica, sobrevolara la pista del aeropuerto y abriera la compuerta de carga. En la torre de control estaban enloquecidos.

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-El vuelo 503, que desviamos a Nueva York hace media hora... Parece que vuelve, señor... -. Dijo el encargado del radar. -¿No se le dijo que estamos en cuarentena?-. Preguntó quien estaba al mando. -Seguro... No me explico qué hace de vuelta. -A ver, la radio, repítales la orden... Pero Batman también había dado indicaciones al piloto, de ignorar la radio; en ese momento, el avión sobrevolaba la pista, casi al ras, y Batman saltaba al asfalto por la compuerta abierta. -¿Qué hace?. -Está retomando el curso, señor, de nuevo se aleja. -¡Alerta de violación al sector 7, señor!-. Dijo alguien más, un poco luego. -¿Cuál es el sector 7?-. Preguntó alguien. -Es secreto de estado. El hangar subterráneo donde Batman esconde su batiplano. El hombre a cargo tomó la radio. -A quien se halle en el sector 7, le hemos detectado; abandone el lugar con las manos en alto, la policía militar ya le tiene rodeado... Batman... ¿Eres tú?... Sabes que necesitas permiso para despegar. Pero entonces se oyó una gran explosión del lado de la pista. Grandes trozos de asfalto saltaron, esparciéndose por todos lados, y del interior de la tierra surgió una nave con forma de murciélago, que a gran velocidad se disparó verticalmente hacia el cielo.

CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO NÚMERO


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, Por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

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í, bueno, luego hizo películas tan espantosas que Canuto Cañete queda para mandarla a Cannes. En la dictadura era el que le ponía la cuota "alegre", él y Palito Ortega, a la propaganda militar. Como fuere, siempre le gustó vestir uniforme a Carlitos. Sí, me encuentro tendiente a los finales abruptos, ahora, me parece, corto el texto al final, apenas acabo lo que me propongo decir, que la imaginación del lector le ponga el firulete decorativo final. Sí, es misterioso por lo burocrático, jajajaja, se trata de un milagro burocrático. Dios atiende en una escribanía debiera llamarse, te abre una cuenta en el Banco, te desliza un chiste en el cartel "acá están las putas llaves". El cuento carece de religiosidad, al menos en lo aparente, pero es gente a la que imagino habiendo vivido suplicando por mucho tiempo, como si ese aislamiento y rutina en el cual se vieron sometidos, en el fondo les constituyera una oración, una plegaria, una comunión consigo mismos. Dios te ama y te lo regala todo, parece ser el mensaje final. Tiene algo de estúpido también, algo de tontería inmensa, empieza como un malentendido, y creo que lo que se resuelve al final es ese malentendido. El tipo dormido no había tenido intención de asustarla, estaba igualmente que ella inconsciente del fenómeno por el que atravesaban. El tipo dormía indefenso. La tipa rompió una ventana, para escapar. Otra, en pánico, le hubiera clavado un cuchillo por la espalda, una tragedia en medio del milagro. No son títeres de Dios, Dios nada más los pone en escena, les cambia el escenario, pero ellos son responsables de qué van a hacer con eso. No sé si el cuento tiene final feliz, depende de ellos. R. L. *

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o sabía que estos dos se habían apañado bien en la dictadura. Qué lástima, siempre lo recuerdo como el bepi del barrio sin ambiciones. No sé si oíste hablar de un cómico, Pepe Arias, fue un gran monologuista en los teatros de revistas hasta que llegó Juan Domingo, otras de las maravillas del peronismo, y se cargó el humor político en las revistas que pasó a ser de chistes verdes. Pepe Arias era el Enrique Pinti de los primeros cuarenta que luego se recicló pero con muy poca gracia, lo suyo era meterse con los políticos de cualquier tipo, y lo hacía con gracia inigualable. En general hay grandes humoristas que se dicen de derechas porque la izquierda no tiene sentido del humor y le censura todo. Así sucedió en España durante la República, el corto tiempo de la República del Frente Popular, del 32 al 36, y algunos humoristas geniales se afianzaron con el régimen franquista. Aún hoy les considero maravillosos y sus obras teatrales y novelas en absoluto las puedo asociar a los conceptos de la derecha… H. O. R. *

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h, no creo que Balá haya apoyado la dictadura por ambicioso, creo que lo hizo de convencido. A Pepe Arias lo he visto en películas, que nunca me gustaron mucho. Pero entiendo que su cine no tiene nada que ver con lo que hacía en teatro, y sí, entiendo que fue un referente fuerte por aquellos años. No sé, el humor de derecha me parece nunca se salió mucho de la cosa revisteril, de poner a una mina en bolas y hacer humor de eso, pienso en Porcel y Olmedo, en Calabró, en gente de esa época. Hoy tienen el stand-up, una especie de monólogo de café concert, pero temáticamente referido a cuestiones cotidianas y

personales del monologuista, con quien se supone el público se va a sentir identificado en "esas pequeñas cosas". No sé, a mí el stand-up no me llega por ningún lado. R. L. *

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o me parece que OlmedoPorcel y los cómicos de revista fueran de derechas, para nada: es un humor dislocado, lindante con el absurdo, ¿por qué mis amados Olmedo-Porcel van a ser medio fascistas si me hicieron reír tanto de buena ley? Bueno, tendrían los tópico de las minas en bolas, de dos torpes navegando entre hermosas tetas, pero eso era el boom de la época, pero su discurso no me parecía reaccionario. Aquí pasó lo mismo con Esteso-Pajares: a mí me encantaban. Cuando llegó la transición, Mariano Ozores dirigía sus películas que llenaba los cines como en mis tiempos OlmedoPorcel. El director era de derechas, se reía en buena ley del aluvión socialista, y realizó una comedia estupenda: Que vienen los socialistas! En esta no trabajaba el dúo, estaba José Sacristán, que siempre fue y sigue siendo un mitinero de la izquierda, y muchos otros. Era brillante, dentro de su modestia de un cine muy directo. Lo ingenioso es que sabía manejar cosas populares, sentires a pie de calle. Mucha gente temía la llegada de los rojos como si fueran a imponer el comunismo en la Rusia Zarista y se iban a incautar todo. Te partías de risa, y al mismo tiempo daba en la tecla del aburguesamiento de los socialistas... H. O. R. *


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las dictaduras argentinas, al menos, nunca les interesó que sus artistas tuvieran un discurso adoctrinador, sí más de propaganda; por ejemplo, Palito Ortega y Carlos Balá te hacían una película que podía llamarse "la brigada más loca del mundo", que podía tratar de un grupo de paramilitares secreto conformado por unos payasitos de uniforme muy despistados, al estilo Super agente 86, mientras los grupos de tareas se cargaban en serio a la gente, a fuerza de picana y submarino seco, en el mismo momento en que se exhibían esas películas en el cine. ¿Se entiende? Ok, Super agente 86 era una parodia de James Bond, que siempre me pareció algo aterrador que un personaje como Bond (pensando en los "bond" reales) pueda publicitarse como a un superhéroe. Lo que la dictadura esperaba de la cultura y sus actores es que tuviera un efecto aturdidor en el público. Mirá culos y tetas, reíte del gordo pelotudo que encarna Porcel, pero por sobre todas las cosas, no pienses". Tampoco Niní Marshall jamás tuvo un discurso reaccionario a favor de ninguna ideología, ¿por qué la combatían entonces?, porque su humor te obligaba a pensar, a analizar las cosas, a comparar. No todo el humor que se hacía en sótanos de café concert era político, bastaba con que fuera inteligente para tener que recluirse. Ojo, que a mí de chico me encantaba Balá, tenía programas infantiles en que te lobotomizaba a base de eaeaeapepé, sumbrudule y qué gusto la tiene la sal. Pero bueno, zafabas viendo a Chaplin, porque los dictadores argentinos siempre fueron lo suficientemente estúpidos como para no advertir que el humor de Chaplin y el de Balá no eran lo mismo. La censura en la Argentina nunca fue férrea dada la enorme imbecilidad de los censores. Charly García estaba prohibido, entonces Badía te lo pasaba en la radio anunciándolo como a Carlos García Moreno, esas cosas pasaban. R. L.

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o entiendo por qué Bond sea aterrador: durante la guerra fría luchaba contra los feroces comunistas, y los de izquierda les daba rabia, pero a muchos nos daba risa, era inverosímil. Hoy Bond, ya elaborado por artistas de fuste, trabaja duro contra perversos y sufre amores contrariados y sí, es un súper-héroes al que el maldito de turno le rompe los huevos literalmente. Yo amo al Bond de las últimas películas. Las de Sean Connery, que con el tiempo se convirtió en un gran actor, nunca las aguanté. Eran aquellos tiempos de zurdos, anarco festivos y lobeznos solitarios que era yo, cuestionado por unos y por otros: cuando me interesaba por la reforma luterana y me leía auténticos tochos no encontraba con quien polemizar; cuando descubrí a Camus, Joyce, Ionesco, Beckett y una pléyade de escritores creadores de antiteatro y antinovela, por no seguir las normas establecidas, también me trataban de manejar conceptos burgueses del hombre aislado en la sociedad, eso me decían los de la izquierda porque tenía que ir a Brecht y todos los escritores del realismo socialista donde el desasosiego del ser humano era una enfermedad burguesa; y lo hice, y tenían razón, pero también tenían razón los otros y en todas partes fui un intruso, entonces me ocupé de crear mis propios grupos de debate donde todas las teorías se adoraban como en una plácida orgía y funcionó durante un tiempo, pero es difícil y fui perdiendo la posibilidad. Hoy ya no me interesa. Me conformo con discutir contigo que sos muchos en uno, lo mismo que yo, jajaja. En Argentina viví toda clase de censuras y manipulaciones desde los años 60 con el primer tirano después de Perón (sí, yo tengo más juicios en contra del peronismo que a favor, y me parece que te repatea cuando digo algo porque te recuerdo a tu padre, no creo que tuviéramos la misma mirada crítica, pero tendríamos, como diría el PC, a un enemigo común), me refiero al general Onganía. Los subtítulos de las películas en aquella Argentina que aparentemente no tenía censura se saltaban escenas enteras cuan-

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do no se cortaban directamente. En el gobierno Cámpora hubo un censor ultracatólico repugnante. Insólito que el gobierno más progresista que tuvieron, a priori, los peronistas, trajera a aquel tipo, Tato, se apellidaba. Llegó a hacer algo increíble: cortar el final de una película porque ganaban los malos. Yo fui a verla, no me lo podía creer. En la puerta del cine de la calle Lavalle la gerencia puso un cartel explicando que la sala no tenía responsabilidad. Cuando iba a acabar, una especie de película de acción y terror bastante original, flash, saltaban los títulos de crédito. La huida, de Peckinpah termina con el éxito de la parejita de ladrones después de cargarse a un montón de policías malos y mafiosos. Pues bien, en las copias de Argentina, el final quedaba abierto, no se sabía que pasaba con ellos. El último tango en París fue secuestrada el mismo día del estreno. Pero como se estrenó a las 13 horas, las grandes colas hicieron posible que la viera mucha gente hasta eso de las 19 que la secuestraron. Secuestro de películas era normal: llegaban unos funcionarios con la policía y se llevaba la lata, aunque estuviese el cine lleno. La manipulación en tiempo de tiranía es lógico y normal. Y también en tiempos normales, ya que el consumismo imperante y otras lacras se mantienen por un constante devenir de imágenes para que nadie piense y todos consuman. No entiendo cómo pueden entrar en un cine y devorar esa cantidad ingente de palomitas y beber. No pueden estar dos horas sin consumir lo que sea. La televisión es otro comecocos feroz. En eso sí, pensar al margen del sistema siempre ha sido una tarea de minorías... con la esperanza de que las minorías avancen y logren victorias. Y en muchos aspectos se va consiguiendo. H. O. R.


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Consultorio Astrológico Spesunica Curso Práctico de Tarot a distancia Inauguramos nuestro Curso Práctico de Tarot a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de tiradas y lecturas y sobre todas las nociones relativas a nuestra materia. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como tarotista. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella. Mazo de cartas de Tarot Marsellés, de Botta (para imprimir). Mazo de cartas Zenner (para imprimir). Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, manual de Tarot. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas. www.spesunicastrologia.com.ar


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Horóscopo de Noviembre Noviembre, por Roberto Langella

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Aries Mes en que gozarán mucho de su sexualidad, de no ser así se hallarán un tanto ensimismados, con conflictos emocionales respecto de los significados del plano más social de la vida. Mes también de mucho trabajo.

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Tauro El eje de la atención está puesto en temas de pareja, mucha comunicación con ella. Es posible realicen un viaje de placer. Placeres refinados. Mucha creatividad, se recomienda practicar deportes.

c

Géminis La atención está puesta en el trabajo, en la higiene y la salud. También en ustedes la sensualidad se verá acrecida. Sin embargo, se prevé discusiones y pequeños problemas domésticos.

d

Cáncer Mes de mucha creatividad y diversión, relacionada con todo lo que es oculto y misterioso. También de mucha emocionalidad con la pareja estable. Una época muy fecunda para los escritores, de otra manera, podrían surgir discusiones con hermanos y parientes.

e

Leo El eje está puesto en asuntos de hogar y en el estudio de la genealogía de la propia familia. Cuestiones del pasado de la familia, que salen a la superficie. Las mujeres

de este signo, en particular, a cuidar su salud, puede que se sientan algo agotadas. Se dinamizan las entradas y salidas de dinero, las ganancias y los gastos.

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Virgo El eje está puesto en el entorno más inmediato, en hermanos y parientes (se facilita el diálogo con estos), y en los escritos. También para ustedes un mes de mucha creatividad, mayormente artística, de suerte en los juegos de azar y de grandes placeres. Es posible que se hallen muy sexuales, de otro modo estarán un poco pendencieros y tendientes a sufrir accidentes, canalicen las energías por medio de prácticas deportivas.

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Libra El eje puesto en las ganancias, en todo lo referido a dar y recibir. Mes ideal para decorar la casa, para embellecer el lugar donde se vive. Alguna agresividad está siendo reprimida, canalícenla con actividad física.

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Escorpio Mes de cumpleaños para la mayoría de los de este signo. Empatizan con el entorno inmediato, hermanos y amigos y es también una buena época para los escritos artísticos. Peleas con los amigos (a menos que se compartan actividades deportivas con estos).

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Sagitario Mes de cumpleaños para los del primer decanato. Cuidado con el derroche de dinero. Problemas con todo aquello que represente autoridad.

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Los amigos y los proyectos pasan a primer plano. Se encuentran más emocionales y afectuosos que de costumbre, y muy sensuales. Posibles viajes al extranjero, o tiempo de estudio de ciencias o artes superiores.

Acuario

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Problemas con todo aquello que represente autoridad. La afectividad se halla un tanto ―encapsulada‖, se sentirán bastante introvertidos. Lo mejor de este mes es la sexualidad.

Piscis

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La atención está puesta en lo extranjero, y en las cuestiones abstractas y científicas superiores. Muy buena relación con los amigos, no así con la pareja, cuídense de no pelear con ésta.


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Sumario de los números anteriores (La lista completa de números anteriores la hallarán aquí). Revista Spes Unica nº 13 - Noviembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: La mejor manera de derribar un gobierno (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; ¿Existe el alma gemela? (Roberto Langella); Pantalla del mundo nuevo (Pappo); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser filosofo y que no se diga que usted ha perdido el contacto con la realidad (Roberto Langella); Dime que me necesitas / Tu sombra (Kenny Delgado Fragoso); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 14 - Diciembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El mito de Lilith y el conflicto primordial de la humanidad (Roberto Langella); Aforismos (Raúl Gustavo Aguirre); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser un escritor de derechas con sentido del humor (Roberto Langella); Misceláneas interrumpidas (Otheguy RiveiraLangella); Todo mi desayuno / Se vuelca la sopa (Facundo Aguirre); Onomancia; Horóscopo; Historia de animales (Domingos Pellegrini). Revista Spes Unica nº 15 - Enero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (2) (Reyes Peña-Langella); Crónica de una presentación anunciada (Mary Paz Reyes Peña); Valerie Solanas, una mujer anatemizada (Roberto Langella); Sé tú mismo (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista al banquillo; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Los signos del zodiaco en la historia (Aries); Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Renata Schussheim; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 16 - Febrero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La hoguera de las vanidades (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; Cartas Zenner: Una forma de medir la pes (Roberto Langella); O Crux Ave, Spes Unica (G. F. de Palestrina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Facebook como sucedáneo… ¡de todo! (Roberto Langella); Los signos del zodiaco en la historia: Tauro; Nuestro presente (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Tu léxico (Yoselem Divincenzo); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 17 - Marzo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La inercia (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La adolescencia (Yoselem Divincenzo); El sacerdote (William Faulkner); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Adhiera a una nueva corriente literaria y que no se note que ud. escribe para el orto (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Géminis; Rock: Música dura. La suicidada por la sociedad (Luis Alberto Spinetta); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Norman Rockwell; Onomancia; Horóscopo.


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Revista Spes Unica nº 18 - Abril 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: 29 de febrero, perdón y después (Roberto Langella); Noticias del mundillo literario; La juventud (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Las acólitas de Carrie Bradshaw (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Cáncer; De la musa al poeta / Pecado / Desterrada / La muerte le sienta bien (María Ester Rinaldi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Pilar Giménez Bret; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 19 . Mayo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: De atenuantes y agravantes (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La madurez (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Malvinas en Madrid (Guillem de Rubenhor); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Los poetas malditos (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Grandes poemas muy breves en español del siglo XX (Jorge David Alonso Curiel); Los signos del zodiaco en la historia: Leo; Compumanía (Mary Paz Reyes Peña); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Eva Besnyö; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 20 - Junio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Las flechas del tiempo, la aljaba de la edad (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (3º parte), por Bram Stoker; Norman Cousins, la risa es cosa seria, por Guillem de Rubenhor; El suicida, por Enrique Anderson Imbert; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (8º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Acerca de las naturalizaciones, por Roberto Langella; La poesía de Charles Bukowski, por Jorge David Alonso Curiel; Admirable, por Fabiana Villafañe; El Astrólogo y la Tarotista; Los signos del Zodíaco en la Historia (Virgo); Golpes bajos, por María de la Paz Reyes Peña; Garganta de sombras, por María Ester Rinaldi; Tom Traubert’s Blues, por Tom Waits; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Edward Hooper; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 21 - Julio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Noche de horror (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (última parte), por Bram Stoker; Margarita Landi, señora del crimen, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (9º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Escuchame, por Horacio Otheguy Riveira; Tres poetas españoles que apuestan por la claridad, por Jorge David Alonso Curiel; El Astrólogo y la Tarotista; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Princesitas muertas, por Thomas Czarnecki; Los signos del zodiaco en la historia (Libra); Los viejos de mierda, por Roberto Langella; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 22 - Agosto 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Cortinas de humo (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El marciano (1º parte), por Ray Bradbury; No está escrito en ninguna parte, por Horacio Otheguy Riveira; La voz de un pueblo dormido, por Fabián Gutiérrez Reyes; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Damas del crimen en primera línea de fuego, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (10º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; El Astrólogo y la Tarotista; Recordando ―Nueve Reinas‖, de Fabián Bielinsky, por Jorge Alonso Curiel; Los signos del zodiaco en la historia (Escorpio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Pablo Scalise, de Llavallol para el mundo; Lo mejor (y lo peor) de Facebook; Onomancia; Horóscopo.


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Revista Spes Unica nº 23 - Septiembre 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Vamos por todo, por Mary Paz Reyes Peña; Noticias del mundillo literario; El marciano (2º parte), por Ray Bradbury; Suzanne Leperrier, la trapèziste, por Horacio Otheguy Riveira; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (11º parte), por Armando Rey; La pareja perfecta del siglo XXI (1º parte), por Simón Domínguez Barahona; Se me cayeron las alas; Poesía (El descubrimiento / De Dios / Él (Yo) / Resurgir primario / Miserando), por Daniel Grustán Isabela; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El astrólogo y la tarotista, por Ñapi; Súbitos (El último suspiro de Narciso Ibáñez Menta), por Guillem de Rubenhor; Los signos del zodiaco en la historia (Sagitario); Tumbas de la gloria, por Fito Páez; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; La escultura hiperrealista de Ron Mueck; Lo mejor de Facebook; Lo peor de Facebook ; Onomancia; Horóscopo Revista Spes Unica nº 24 - Octubre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por María de la Paz Reyes Peña; Dos años, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; El marciano (última parte), por Ray Bradbury; Súbitos (Cuando ellas se desnudan), por Guillem de Rubenhor; La pareja perfecta del siglo XXI (última parte), por Simón Domínguez Barahona; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (última parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; La Pastora / Florencio: el maquis hermafrodita, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía, por Daniel Grustán Isabela (El ayeante primigenio, En menos de un millón de años, Tú que me lees); Lesiones del buen escribir, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir 2, por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Divagaciones pelotudas 2, por Roberto Langella; El Tarot de la Tarotista, por Ñapi; Los signos del zodiaco en la historia (Capricornio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Scott Davidson; Lo Mejor de Facebook; Lo peor de Facebook; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 25 - Noviembre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por Roberto Langella; Calaverita para mi flaco, por María de la Paz Reyes Peña; Introducción a Gritos desde el Hades, por María de la Paz Reyes Peña; Semillas, por Jorge Dossi; Aventuras de una tarotista alocada (Los trabajos negros de Gina), por María de la Paz Reyes Peña; María de la Paz en Veracruz, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía (Qué dirías / Vivir / Descubrimiento / Lo gris / Los villanos / Una promesa), por María de la Paz Reyes Peña; Poesía (Canción de amor para Mary Paz / A Mary Paz / Ouroboros consumada / Inventario / Escribir tu nombre con sangre), por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; La galería de arte del Astrólogo y la Tarotista, por Ñapi; El Facebook de Mary Paz; Lo efímero y lo perdurable, por Roberto Langella y María de la Paz Reyes Peña; Los signos del zodiaco en la historia (Acuario); Onomancia ; Horóscopo ; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 26 - Diciembre 2012 (Comprar versión impresa) Seguir viviendo sin tu amor, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; Los amantes, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (1º parte), por Jorge Luis Borges; El fantasma de la tía Guillermina, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amargo (1º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas (parte 11); Sobre la astrología predictiva, por Eloy R. Dumond; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El Elegido, por María de la Paz Reyes Peña (1962-2012), por Guillem de Rubenhor; Esperando a Godot, por Ñapi; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Bruno Torfs; Lo mejor de Facebook; Los signos del zodiaco en la historia (Piscis); Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 27 - Enero 2013 (Comprar versión impresa) Editorial; La soledad, por Bersuit Vergarabat; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (2º parte), por Jorge Luis Borges; Tres cervezas, dos tintos y un vermouth con ginebra, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (2º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; Valientes mujeres con pene, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Rata); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El


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arte de Winsor McCay; Escritoras; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 28 - Febrero 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Hic et Nunc, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (3º parte), por Jorge Luis Borges; Deja que te enseñe, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (3º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; El silencio de Lorna, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Búfalo); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Cristian Kocak; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 29 - Marzo 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Se apaga la vista, por Arseni Tarkovski; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (4º parte), por Jorge Luis Borges; Laureano y Eleonora, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (4º entrega), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones de astrología, por Roberto Langella; Médicos, enfermos y payasos, por Guillem de Rubenhor; El arte como ansia de lo ideal (1º parte), por Andrei Tarkovski; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Tigre); Batman desencadenado (1º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Erwin Olaf; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 30 - Abril 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Soneto 126, por Lope de Vega; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (última parte), por Jorge Luis Borges; La visitante, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (5º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; Magníficos borrachos con su placentera amargura, por Guillem de Rubenhor; El arte como ansia de lo ideal (2º parte), por Andrei Tarkovski; Las Horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Gato); Batman desencadenado (2º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Sven Fennema; Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 31 - Mayo 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Parad los relojes, por W. H. Auden; Seco estudio de caballos, por Clarice Lispector; No escaparás de ésta, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (6º entrega), por Chabela Ximénez; Marie Mollins, funámbula, por Guillem de Rubenhor; Se me cayeron las alas; El arte como ansia de lo ideal (3º parte), por Andrei Tarkovski; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Dragón); Batman desencadenado (3º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Dan Mountford; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 32 - Junio 2013 Contenido: Editorial; El murciélago rubio, por Spencer Holst; Serafín y sus mujeres, por Horacio Otheguy Riveira; La euforia, por Roberto Langella; Canelita o el paso de azúcar amargo (7º entrega), por Chabela Ximénez; Una historia de amor que viaja en tren, por Guillem de Rubenhor; Se me cayeron las alas; El arte como ansia de lo ideal (última parte), por Andrei Tarkovski; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Serpiente); Batman desencadenado (4º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Maya Kulenovic; Horóscopo; Sumario de números anteriores.


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Revista Spes Unica nº 33 - Julio 2013 Contenido: Editorial; No es fácil enamorarse de una mujer que tiene freezer, por Juan Sasturain; La noche de los feos, por Mario Benedetti; El hombre del traje gris, por Horacio Otheguy Riveira; ―Tom Waits. Conversaciones, entrevistas y opiniones‖, de Mac Montandon, por Roberto Langella; Canelita o el paso de azúcar amargo (8º entrega), por Chabela Ximénez; Por qué no soy vegetariano (1º parte), por William T. Jarvis; Se me cayeron las alas; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Caballo); El otro lado (1º parte), por José Luis García Ortego; Batman desencadenado (4º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Antonio Berni; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 34 - Agosto 2013 Contenido: Editorial; La mala, por María de la Paz Reyes Peña; Aroma, sabor y sonrisa, por Horacio Otheguy Riveira; Facepopular, la nueva red social latinoamericana, por Roberto Langella; El alacrán, por Elisa Pérez; Por qué no soy vegetariano (2º parte), por William T. Jarvis; Canelita o el paso de azúcar amarga (9º parte), por Chabela Ximénez; Una mujer fatal, por Guillem de Rubenhor; Amaría viajar en tren, por Roberto Langella; Traición inesperada, por Ana Riera; La ceremonia de los peces, por Ana Riera; Se me cayeron las alas; El elegido, de María de la Paz Reyes Peña (19622012), por Horacio Otheguy Riveira; El otro lado (2º parte), por José Luis García Ortego; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Cabra); Batman desencadenado (6º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Paolo Roversi; Horóscopo; Sumario de los números anteriores Revista Spes Unica nº 35 - Septiembre 2013 Editorial; La decadencia de la amistad, por Alejandro Dolina; Una visión extraordinaria, por Horacio Otheguy Riveira; Sobre el feminismo y otras militancias, por Roberto Langella; Por qué no soy vegetariano (3º parte), por William T. Jarvis; Mancha de vino rojo, por Chabela Ximénez; Tom Ripley, el gran amor de Patricia Highsmith, por Guillem de Rubenhor; Se me cayeron las alas; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; El otro lado (última parte), por José Luis García Ortego; Apareció María Teresa, la protagonista (real) de un corto de ficción, por Roberto Langella; Textuales; Prohibido fumar, por Chabela Ximénez; ¿Quimicontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (mono); Batman desencadenado (6º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Otto Dix; Horóscopo; Sumario de números anteriores Revista Spes Unica nº 36 - Octubre 2013 Editorial; Llorar a lágrima viva, por Oliverio Girondo; El misterio de Guadalupe Cisneros, por Horacio Otheguy Riveira; El duelo, por Roberto Langella; Viscosa realidad, por Elisa Pérez; Por qué no soy vegetariano (4º parte), por William T. Jarvis; Canelita o el paso de azúcar amarga (10º entrega), por Chabela Ximénez; Una Málaga entre velas, por Paula Alfonso; Se me cayeron las alas; Francisco González Ledesma: novela negra en las calles de Barcelona, por Guillem de Rubenhor; El hombre evidente, por José Luis García Ortego; Los libros, por María de la Paz Reyes Peña; Bienvenidos al paisaje de mar con olivos, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimicontás?, por Mariano Liébana; Los signos del horóscopo chino (Gallo); Batman desencadenado (7º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Alexander Bolotov; Horóscopo ; Sumario de números anteriores El Astrólogo y la Tarotista (edición única y definitiva) (Comprar versión impresa)


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Consultorio Astrológico Spesunica Curso Integral de Astrología a distancia Inauguramos nuestro curso de astrología a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de la confección e interpretación de la carta natal astrológica, Revoluciones Solares, cartas combinadas y sinastrías, y todas las técnicas complementarias que hacen al quehacer del oficio de astrólogo. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como astrólogo. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella Tablas de Efemérides Planetarias para los siglos XX y XXI Tablas de Casas Otras diferentes tablas Plantilla para la confección de mapas astrales Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas de astrología para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía email. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, tratado de Astrología. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.

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A la memoria de María de la Paz Reyes Peña (1962-2012) co-fundadora de esta revista y del consultorio astrológico Spesunica. Por siempre.

Spes Unica. Año 5 nº 37. Noviembre de 2013 Editada por el Consultorio Astrológico Spesunica Dirección: Roberto Langella Registro de Propiedad Intelectual: En trámite. Impreso por Peecho B. V., Amsterdam, Netherlands Colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira; Elisa Pérez; Mariano Liébana; Chabela Ximénez; Paula Alfonso; Guillem de Rubenhor; Ana Riera; Oscar Ramentev; Ñapi.

Otros sitios de interés: Roberto Langella Faquin Blog Roberto Langella Faquin Poesía

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