Número sobre Animales

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Río Arriba & Digital

Enero - febrero 2013, año ll, número 3

Río Arriba & Digital

Río Arriba & Digital

Animales


Ediciones

Gaceta Digital


Editorial Animales Este número de la Gaceta Río Arriba sobre Animales, en primer lugar, nos sorprendió por convertirse en un arca de especies y formas textuales muy variadas; tuvimos una convocatoria que rebasó con mucho la posibilidad de espacio dentro de la embarcación. En consecuencia la selección requirió de mucho cuidado. El tema nos ofrece una muestra vital de las preocupaciones estéticas y discursivas de los autores gráficos y literarios. Se percibe un respeto por la vida de pequeños seres que tradicionalmente son repugnantes: dos sonetos, uno a la chinche, otro al a cucaracha, un réquiem a una tarántula. Tenemos, por otra parte, autores que nos convierten en testigos privilegiados del acecho del jaguar o nos acercan al nervioso venado, quizá como la última forma de poder contemplarlos antes de su extinción. Otros conciben a los roedores como una presencia tortuosa de sus culpas. Por supuesto en la gaceta hay un lugar para los perros de la calle, víctimas del abandono y de los autos, pero lo increíble es que no se trata de los relatos de sus desgracias sino de la valentía y fuerza que los caracteriza para sobrevivir a pesar de una pata cercenada o de la suerte de unos cachorros al nacer al amparo de mujeres piadosas que también se reconocen hembras y madres. Todo esto nos invita a reflexionar sobre el papel que los animales tienen actualmente en la literatura, motivo de este congreso. La gaceta Río Arriba nos permite asomarnos a la relevancia de la mascota como un familiar más, cuando no como única compañera de almas solitarias, sin que se trate de un perro necesariamente (curioso que los gatos brillan por su ausencia, a pesar de ser el tópico tradicional de las mascotas de los solitarios). Conviene entender que lo fantástico ya no reside en esos seres de los bestiarios, sino en la supervivencia y adaptación de los animales a pesar de nuestra gran capacidad para destruirlos. Se cambia el elogio de la fiesta brava, gran tradición de la poesía castellana, por la denuncia a un espectáculo que es censurado por su crueldad. Donde el torero es un asesino, no un guerrero, y el toro, un animal sacrificado a la diversión en franca desventaja, donde no tiene otra salida más que defenderse con desesperación. En resumen tenemos una perspectiva discursiva, mediante la prosa o el verso, que enarbola una postura ética frente a las víctimas del hombre. Ya no encontramos, como, por ejemplo, en los poemas épicos de la tradición occidental, el asombro y el terror ante seres nunca antes vistos provenientes de tierras inexploradas. No hay relatos hermosos de la infancia sobre los circos, sin que estén impregnados de esa indignación del autor hacia el maltrato en aras de la diversión. Y también terminó la lucha romántica del capitán con la ballena, del pescador contra el inmenso pez espada porque ambas especies están desapareciendo perseguidos por buques inmensos. Lo literatura contemporánea de los autores jóvenes, que tiene por tema a los animales, a decir de los más de 50 textos que llegaron para este número, penetra en la vida de los seres del microcosmos, cuando no en la tragedia de ser los últimos de su especie o las infaustas mascotas del hombre. Río Arriba


Índice NARRATIVA Y POESÍA Tripié por Lirio Garduño-Buono

3

GRÁFICA Especie extinta por Víctor Argüelles

1

Bitácora de los perros por Beatriz Vignoli

5

Sin título por Juan Machín

3

Réquiem a Goldmundo por Ari Ben Ramírez Villegas

9

Melancolía: King Kong en el siglo XXI por Dulce Aguirre

6

Fue una terrible por Jesús Rito García

10

Gueperado por Manuel Fonz

7

Leda por José Alfonso Pérez Martínez

10

Águila por Pilar Hinojosa

Yagúl por Yahir Alonso Ortiz

10

Escarabajos por Javier Herrero

11

Jaguar (Panthera onca) por Adán Echeverría

13

“Nos vamos haciendo viejos…” por Dulce Aguirrea

14

Sangre de Fuego por Rosa María Sánchez García

14

Especie extinta II por Víctor Argüelles

16

Fábula del silencio por Mary Jose Ocampo

15

Chanul II por Miguel Jesús Escalona

17

Sueño de pesanta por Melina Ángelica Pérez

18

Un orgullo desmedido y un aprecio excesivo por Melina Angélica Pérez

20

La cucaracha Soneto a la chinche (CimexLectularius) Por Luis Miguel Rubio Domingo Venado cola blanca por Adán Echeverría

17

18

AL LECTOR “Lo que se lee no es viejo” por David Corona

Editores: Sergio Osorio y Claudio Vázquez Pacheco Consejo Editorial: Javier Gónzalez, Gerardo Altamirano, Laura Lezama y Carlos Alvahuante Web: Cristhian Salas y Kracko Logística y operación: Andrea Barranco y Dínamo Nava Diseño Revista Digital: Sergio Osorio y Cristhian Salas Río Arriba Puebla: David Corona Río Arriba Guanajuato: Carlos Velázquez

9

19


Río Arriba revista digital

Foto de portada: “Simiesco” por Javier Herrero Río Arriba recibe colaboraciones de obra gráfica y literaria, próximo número: Ciencia (marzo - abril - mayo), lineamientos en: http://gacetarioarriba.blogspot.com/. Descarga el pdf de este número en www.rioarriba.com.mx Los autores y artistas gráficos son responsables de su contribución, la cual no refleja la opinión de Río Arriba. Esta publicación digital no persigue fines de lucro. Escríbenos a: rioarribaporlacultura@gmail.com


Al lector

Especie extinta por Víctor Argüelles

Página - Uno


Animales

Pรกgina - Dos


Al lector

Tripié por Lirio Garduño-Buono El perro de tres patas tiene el color sabroso de la cocoa caliente con canela. Tiene ojos de pistache, hocico largo. No sabe que sus huellas son un múltiplo impar no sabe lo que no puede y por eso puede subir veloz los cerros y correr el maratón canino; vibrar con los olores del tlacuache y del tejón, mojarse con el agua del apantle -ese milagroEl perro de tres patas es alegre; no se lo ocurre otra manera de ser feliz ¿así nació o así lo hicieron? Poco importa, el perro impar vive su vida como el más completo como el más amable de los canes inmortales.

Página - Tres


Animales

Sin título por Juan Machín Página - Cuatro


Animales

Bitácora de los perros por Beatriz Vignoli Hace una semana que nacieron los

inteligencia y comunicaciones entre las

perritos.

alimentadoras.

Con la tormenta de días atrás aflojó el

roles: las historiadoras (una vecina me

calor,pero también se voló la cucha de

cuenta: el padre de los perritos, no sólo

cartónque le habían hecho las vecinas a

en la noche de la tormenta, sino la noche

la perra color ceniza que vive en la plaza

en que los perritos nacieron, los estuvo

deenfrente. Ella enseguida halló un cubil

cuidando) y las encargadas (nueva

enuna cavidad del cemento de nuestro

versión de las constructoras de cucha) de

edificio:

poner una media sombra en la entrada

el

antiguo

incinerador.

Merodeaba, alerta, el padre de los

Surgieron

nuevos

de la cueva.

perritos, unmestizode husky y de ovejero alemán que tiene un ojo color

Anteayer fui a juntar un cachorro y ahí

jaspe y otro celeste hielo.

estaba su papá perro, echado a la puerta de la carpa, con la cabeza erguida. Hay

Hace varios días que las vecinas se

otro rol nuevo: el Malo de la Película, un

ocupan de que la madre perra siempre

vecino que esta mañana amenazaba con

tenga agua y comida. Como les oigo el

matarlos a todos. Asumí un rol más:

llantito cada vez que gritan, asumí la

retaguardia de la fuerza defensiva. Al

tarea de bajar a poner de nuevo con su

cierrede esta edición, mi gato atacaba al

mamá a cada cachorro que se cae de la

cable del mouse.

cueva.

Parecehaberse

creado

una

división del trabajo espontánea entre el vecindario: estamoslas juntadoras de cachorros y están las alimentadoras de madre. Las juntadoras que coincidimos ante la eventualidad del cachorro caído cumplimos

el

Página - Cinco

rol

secundario

de


Animales

MelancolĂ­a: King Kong en el siglo XXI por Dulce Aguirre

PĂĄgina - Seis


Animales

Gueperado por Manuel Fonz

Pรกgina - Siete


Animales

Pรกgina - Ocho


Animales

Réquiem a Goldmundo por Ari Ben Ramírez Villegas (Tres glosas y una espinela para la muerte de mi animal-amigo, Goldmundo, una tarántula)

La cuerda que, Vida, liga y que la muerte desata

El amanecer se ahoga, y el

¿dónde irás con ocho patas

universo se ha afligido:

si es que ya no las animas?

que es la muerte de un amigo

¿Qué verás con tantos ojos,

lo que el cielo tanto llora.

víctima de mil despojos?

Son las afluencias dolientes,

¿Para qué tejiste en vida

de las lágrimas celestes

si la muerte es fugitiva? Y

lo que en mi ventana choca,

mientras el tiempo me mata

derramando, gota a gota,

¿dónde irás con ocho patas?

lo que, con dolor, suspiro:

Afligido por tu fin

que es la muerte de un amigo.

e infeliz, ya no vivía

Si no estás, Goldmundo, di

que tu muerte fue la mía,

¿quién se quedará conmigo?

aunque yo jamás morí.

Si tan rápido te has ido

Y en este dolor tan grave,

¿qué curará el frenesí?

trastornado por mis males,

Y si ya no estás aquí

a tu sepultura fui.

¿con quién vivirá mi alma?

Con ojos llorosos vi

Si no está por quien clamaba

que en tu sepulcro decía

¿qué será de quien te implora? Y

que tu muerte fue la mía.

¿con qué jugarás ahora siendo amigo de la nada?

Águila por Pilar Hinojosa

Página - Nueve


Animales

Fue una terrible por Jesús Rito García El cuarto inundado de ratas que corrían por toda partes Salían y entraban del ropero, caminaban como malabaristas entre los ganchos de ropa, saltaban de un librero a otro. Se detenían ante títulos como: “o futuro da saudade” Y se reían de la “Historia de la literatura portuguesa” Fue una terrible noche, El mundo está inundado de ratas prietas que mordisqueaban mis sábanas y mis pensamientos.

LEDA por José Alfonso Pérez Martínez

Yagúl por Yahir Alonso Ortiz

Flamea la seda y el tul:

Por las veredas

Es Leda que se enreda

capullo sónico

Con un cisne en la luz.

el colibrí

http://www.youtube.com/watch?v=xjSz-8vSC08&feature=youtu.be

jilgueros lo circundan azuzantes aletean golondrinas en delirio Prometeo el colibrí breve peñasco soplo inmutable vaina que corta el tiempo

Página - Diez


Animales

Escarabajos por Javier Herrero

Pรกgina - Once


Animales

Pรกgina - Doce


Animales

Jaguar (Panthera onca) por Adán Echeverría ¿Qué sentido puede tener la selva si el jaguar no la recorre? Miedo de encontrarse al acecho. Ser presa indeterminada. El viento trae los olores de la sangre hasta enarbolar rugidos en el eco de las calles vegetales. Giran las hojas de los ficus atrapando la sensual sombra de este dios de ámbar. Hay que buscar en la agonía del venado esa furia que desprende en la carrera. Persecución de muerte sobre el cuello: líquido jaguar de la memoria. En el malestar de los cenotes, la verde duermevela extiende sus finos pasos por las enramadas: jaguar sin destino de quimera. Y ese dios que nos asiste, tuerce la cola pero no desespera sobre las ramas del cedro, reposando la violencia del enigma se transformó en piedra. En el artesanal jade se ha establecido el destino de su historia, y caerá la estrella de su época hasta la oscuridad abierta del cenote. Enmohecido silencio, dactilar presencia: el jaguar camina arrastrando sombras. Levanta la vista, trepa el orgullo hasta la despedida de la lluvia..., ¿y las garras?, imploración de sangre herbívora.

Página - Trece


Animales

SANGRE DE FUEGO por Rosa María Sánchez García Al preludio de la flamígera aurora Surge el rito al cobijo del árbol sacro. En la cumbre, un hábito blanco se eleva corta el muérdago verde con su hoz de oro. En la cuna del solsticio de verano, el Toro de Guisando vigila el culto. Sangre de Dragón, eres fuego sagrado, luz perpetua, sabiduría infinita.

“Nos vamos haciendo viejos…” por Dulce Aguirre

Página - Catorce


Animales

Fábula del silencio por Mary Jose Ocampo Un Grizzly, un Hipopótamo y un Perro caminaban por el desierto, se detuvieron frente a un abrevadero. Los tres se acercaron y comenzaron a beber y comer algas, el Grizzly de pronto paró y dijo: <<Momento, estas son algas de agua salada y esta es agua dulce, además, yo ni como algas>> ¡Puf! el Grizzly desapareció.

El abrevadero desapareció. El Hipopótamo y el Perro se sentaron a jugar conquián. El Hipopótamo paró cuando ya tenía en el suelo dos tercias y dijo: <<Espera, la baraja debió aparecer de pronto, mágicamente, porque no llevamos ropa, ni bolsas, no tenemos en dónde guardarla…>> ¡Puf! el Hipopótamo desapareció. La baraja desapareció.

El Perro abrió el hocico, pero no emitió ningún sonido, pensó en hablar del calentamiento global, del misterio de su español espontáneo, pero calló. ¡Puf! un roble apareció y el Perro se tendió a su sombra el resto del día. http://www.youtube.com/watch?v=5NOKbi8hHag&feature=youtu.be

Página - Quince


Animales

Por Luis Miguel Rubio Domingo La cucaracha

Soneto a la chinche (CimexLectularius)

¡Ni que fuera un ratón! La cucaracha

Hematófaga okupa de las camas,

sale de su escondrijo, intempestiva,

nocturna huésped del entorno humano,

pone a la recepción patas arriba,

la penitencia del turista urbano,

tarda y medrosa, pero vivaracha.

la que llena de sangre los pijamas.

Grita una vieja, llora una muchacha subida al mostrador; la fugitiva

Dejas medallas en la piel que inflamas

llega culta a la prensa deportiva

sin despertar al buen samaritano,

apóstata del hueco y la covacha.

pues tienes la cautela del troyano,

la vestimenta de los monjes lamas.

Busca su trascendencia entre las losas

como quien del amor de los efebos

Tus ninfas de cristal serán rubíes,

busca la descendencia de las rosas.

traslúcidos joyeles, en el lecho

decorado con tramas carmesíes.

Busca las suelas de zapatos nuevos

que le sirvan de lápidas viscosas

Cuando regreses al lugar estrecho

donde escribir el triunfo de su huevos.

que el cabezal te dio para que críes, serás madre de nuevo, bajo techo. http://www.youtube.com/watch?v=Xbdt918jDws&feature=share

Chanul ii por Miguel Jesús Escalona

Página - Diecisiete


Animales

Especie extinta II, 2013 por Víctor Argüelles

Página - Dieciséis


Animales

Venado cola blanca por Adán Echeverría Hay que situarse entre las astas que huyen a través de la enramada, para comprender la violencia de la persecución; lucha continua contra el cazador, que permanece sentado al borde de los álamos tejiendo las líneas de hambre sobre el rostro. ¡Oh venado de ágata! Recorre los prados, la sabana, el manantial de la amargura. La sed traicionera te acerca a la quilla de la muerte. El filo de luna persigue tu sombra. Eres voluntad de viento aroma de olvido espacio cerrado hacia la quietud de la agonía. Apresado por el odio y el hambre el venado se condena a ser alimento: manjar de la pobreza.

Un orgullo desmedido y un aprecio excesivo

por Melina Angélica Péres

Página - Dieciocho


Al lector

Lo que se lee no es viejo por David Corona Río Arriba Puebla Cuando recibí la invitación de participar en el proyecto cultural Río Arriba, tuve la concatenación mental-inmediata de las revistas literarias con las que me he relacionado e incluso, con las que sólo me he vinculado como su activo lector y nada más. Entonces pensé en dedicar unas líneas al consejo editorial que encabeza este proyecto y por qué no hacerlo, si además, los buenos deseos, los impulsos regidos por la complicidad son siempre un aliciente común en las bienvenidas culturales, y más todavía cuando se trata de esos propósitos que tienen por camino las letras; todo como si nosotros – los que deseamos las buenas cosas- apadrinásemos el rol de la madre protectora, el rol del centinela que guarda la luz de la sombra, como si tarde y noche pensáramos en las responsabilidades que requiere la publicación entera, en este caso, de una revista. De sobra sele decir que no es así, deseamos pero, no velamos pero ese deseo. Deseo que ustedes, actores primarios, sigan velando por nuestros deseos Quiero dejar muy en claro que, cuando el proyecto Río Arriba se presentó en la ciudad de Puebla por aquellos días de noviembre de 2010, y que aquí se debe apuntar: los señores del Distrito Federal traían entonces a la ciudad angelopolitana de esos años, una gaceta llamada La Pira Literaria, no pensé integrarme ni remotamente a ellos como un navegante más en la barca de Ulises, menos como uno de esos matones con piedra en mano que deseaban aniquilar a Magdalena, tampoco imaginé que ellos crecerían así como han crecido, ni siquiera ahora espero que los de Río Arriba lleguen a viejos con este proyecto echado a andar desde hace ya algún tiempo. Lo que sí espero es que su trabajo siga cayendo en manos de lectores que como yo, en las noches o en los días de asueto, tome una de esas viejas revistas, de esas que uno se resiste a perder y entonces la hojee, ponga particular interés en sus imágenes, en los créditos, en algún poema que atrape la atención y de pronto, llevado por la insólita carencia de poder compartirlo con alguien, se ponga a pensar lentamente para sí mismo: Algún día me gustaría hacer algo así.

Página - Diecinueve


Un orgullo desmedido y un aprecio excesivo

por Manuel Fonz


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