Carta al señor do

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Junio 2016

Equipo de trabajo: Carolina Ramírez Chica. Estudiante de Archivística Editora Sección académica Programadora y diseñarora

Colaboradores externos: Mariana Jiménez Álzate Bibliotecóloga

Martín L. Rocha Rincón Bibliotecólogo

Solangy Carrillo Pineda.

Estudiante de Bibliotecología Editora Sección Cultural Programadora y diseñarora

Juliana Sepulveda Hurtado Estudiante de Bibliotecología

David Carazo Parra

Estudiante de derecho

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Medellín, octubre 12 de 2011

Muy respetado señor Do. Espero que al recibo de la presente se encuentre muy bien, aunque no me cabe la menor duda que ya le resultará difícil la lectura de esta misiva dadas sus múltiples ocupaciones por ocupar en la música tan alto lugar y por ende, tan alta responsabilidad. No es de extrañar que su nombre aparezca a lo largo y ancho de la historia del mundo entero, ya que prácticamente desde que el hombre es hombre, ha acudido a sus servicios para poder confeccionar ese arte maravilloso conocido como la música. Pero no fue hasta que don Guido de Arrezo (995 d.C.-1050 d.C.) un monje benedictino que es considerado el padre de la música occidental, quien acertó a darle a usted su nombre, aunque inicialmente se le conoció como UT. Pero sin lugar a dudas, ha sido usted y sus compañeras de lides, las otras seis notas musicales, las encargadas de armonizar ese mundo maravilloso de la música, misma que ha cautivado a grandes y chicos en el transcurso de los tiempos. Y es que sería sumamente difícil hacerle aquí un reconocimiento completo, ya que en todas las latitudes se han dado manifestaciones musicales de diversa índole. Solo por nombrar algunos géneros y estilos musicales en reconocimiento a su labor tenemos el canto gregoriano, la música sacra, la clásica, el hip hop, la salsa, el reggae, la música rock,


la música universal, la electrónica, y en nuestro país la cumbia, el vallenato, la guabina y el bunde, por mencionar algunas. Como le digo, resulta muy difícil darle a Ud. y a sus colaboradores los créditos correspondientes, por ser la música algo tan extenso y en constante evolución, pero sin lugar a dudas, su colaboración ha permitido sacar lo mejor del genio humano y ha permitido expresar un sinfín de sentimientos. Cuantos de nosotros no hemos conquistado a nuestras parejas ayudados de una melodía, o cuantos más no se han servido de las notas para expresar sus pesares, sus frustraciones, odios, tristezas, alegrías e incluso alabanzas a aquello en lo que creen… Gracias a su papel en la música, muchos recordamos las tonadas que nuestras madres nos cantaban en nuestras camas antes de dormir, o evocamos lugares y personas con solo escuchar una melodía. Como puede ver, me resulta bastante difícil plasmar en palabras todas las sensaciones que Ud. causa en mí, ya que en ellas se entremezclan la alegría, la tristeza, el romanticismo, la emoción, la ternura y un largo etcétera, y podría decir que a la mayoría del género humano le sucede algo similar, porque lo queramos o no de una u otra manera, todos nos involucramos con ese mundo maravilloso de la música y las notas musicales en donde resalta su quehacer con bombos y platillos. De verdad espero que tenga tiempo para leer estas líneas. Son un sencillo homenaje y un elogio a una labor denodada y


desinteresada que Ud. ha tenido a bien llevar a cuestas durante mucho, mucho tiempo. Por favor, expréseles mis saludos, reconocimiento y agradecimiento a sus compañeras de equipo, con las cuales muy difícilmente se podría ejecutar la música, también a aquellos otros silenciosos colaboradores como lo son las claves musicales, el puntillo, los bemoles y los sostenidos, y a todas aquellas grafías musicales que haya podido dejar olvidadas en el tintero. Sin más, me despido de Ud., deseándole mucha prosperidad y durabilidad en el tiempo, cosa de la cual no me cabe duda. Muy seguramente no me podrá responder de su puño y letra, pero tengo la certeza de que cada vez que oiga una melodía, o que tararee una canción, Ud. estará ahí respondiendo estas sencillas líneas que solo pretendían, le repito, brindarle un homenaje muy, muy sencillo. De Ud. muy atentamente Sueño de Libertad.

Martín L. Rocha Rincón. Bibliotecólogo. Escuela Interamericana de Bibliotecología



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