Nu2 nº46

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SEPTIEMBRE NOVIEMBRE 2017 rafa mesa luis miguel coloma javier alonso txomin pascual iván vilella carlos reyes pepe betancort felix hormiga atchen pounapal francis pérez mario m. relaño rodrigo riera rosario valcárcel ana maría santiago odalis hormiga rocío vinci elena zabala emma lópez alejandro tosco roberto batista santiago palenzuela alby alamo gloria díaz pedro raidel silvia ramos

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EDITORIAL -¿Te ayudo con las maletas? Me preguntó un exitoso reportero cuando subía al tren que me llevaría rumbo a mis vacaciones. Le agradecí el gesto cortésmente y aproveché para felicitarle por su labor periodística, que hasta ese momento consideraba impecable. Y digo hasta ese momento, puesto que a día de hoy me consta que la finalidad de uno de sus grandes reportajes era intoxicarnos con información adulterada. A las órdenes de su amo, sin duda... Hoy para mí, es un periodista INCREÍBLE. Yo, como tú, no puedo personarme en cada lugar del mundo para averiguar lo que está sucediendo. No puedo viajar en el tiempo para verificar que la historia que nos cuentan está bien escrita. No puedo colarme en el Banco Central Europeo para comprobar que los dígitos que veo en mi pantalla no son tan solo papel tintado. No dispongo de laboratorios para testar cada medicamento que lanza la industria farmacéutica. No soy Ministro del Interior para ojear calabozos y comisarías. No puedo sentarme en el consejo de ministros para saber quién gobierna. No soy miembro de tribunal Superior de Derechos Humanos para averiguar realmente quiénes los están vulnerando. No puedo someter a la prueba del polígrafo a todos los que sin ser mis amigos, me ofrecen productos y valores que pretenden mejorarme la vida. No puedo seguir el rastro de cada céntimo que paga en impuestos mi barra de pan. No puedo sumar las balas que se fabrican ni restar las vidas que quitan. No puedo olfatear el aire de todo el planeta para saber cuánto nos queda. No puedo certificar que Occidente lidera guerras sin otro interés que exportar democracia. Soy incapaz de comprobar que el niño de la foto con moscas en la cara hoy no tiene

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EDITOR y DIRECTOR Fernando Barbarin REDACCIÓN María Larumbe

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hambre. No puedo afirmar que los mecanismos de control, verificación e información son fiables. No puedo, y tú tampoco. Hoy los medios se han adaptado al perfil social del consumidor, y por ello, la política se ha convertido en un producto más de entretenimiento. Una corrala televisada con gritos y aplausos, un anfiteatro con pesebre para tertulianos adiestrados. Hoy los grandes grupos mediáticos te cuentan pero no te sensibilizan, muestran imágenes desgarradoras de conflictos que nadie nos explica para hacernos sentir a salvo en nuestro sofá. Así que acojonados, las preguntas se deslizan bajo nuestras posaderas, y terminan junto a palillos usados y algúna moneda perdida. “Virgencita virgencita, que me quede como estoy”. Esa es la empatía efímera, la conciencia sedada, la siesta inducida en la que vivimos. Porque su verdadero propósito es el de enseñarnos a pensar lo que debemos opinar. Los grandes medios de comunicación no informan sobre los grandes problemas del mundo, los crean. Manchan de tinta nuestras pupilas y masajean nuestras conciencias con los tentáculos de sus diferentes canales. Es el arma más codiciada por los poderosos: económicamente inviable pero estratégicamente imprescindible. Los medios fabrican información que los usuarios consumen, porque la información justifica los medios. Si el próximo verano me vuelve a ofrecer ayuda con las maletas, declinaré su ofrecimiento: -Gracias, ¡por cierto! eres un periodista INCREIBLE. A los mercenarios de la pluma.

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SUMARIO

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REPORTAJE

Un islote tan cercano como desconocido que alberga numerosas joyas medioambientales.

MI ISLA >

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ARTÍCULO >

Luis Miguel Coloma · 12

Los alisios · 18

El calor te vence por agotamiento. Cabizbajo e indolente, bajas los brazos...

Es uno de los vientos más importantes de nuestro planeta y debe su existencia al calor ecuatorial.

CAPTURA >

ARTÍCULO >

Javier Alonso · 13

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Bosques submarinos · 20

Tenía una cita con este lugar. Hacía tiempo que quería recorrer a fondo...

Los árboles no pueden vivir bajo el agua, pero en algunas zonas con corrientes...

SALITRE>

MENSAJE PARA... >

Metáfora · 14

Rosario Valcárcel · 21

Estoy buscando una metáfora para la palabra metáfora. Preferiría no complicarme...

El abuelo Pedro soñaba con el cine y con las películas románticas cargadas de...

MAR AFUERA >

2NU2 >

Carlos+Pépe · 15

Pancho Lasso · 22

Pese a lo que cabría esperar, aquella mole desproporcionada apenas se veía...

Espacio para la muestra de obra realizada por los alumnos y alumnas de la escuela.

MAR DE CANARIAS >

ARTE COLECTIVO >

Félix Hormiga · 16

Parto Cerebral/ARS Magna · 23

Es al caminar cuando él, depresivo, tropieza con la certeza de lo que lleva ya andado...

Espacio para el arte asociativo conejero canalizado por asociaciones culturales.

ABC SUB >

ISLAGRAM... >

Gabriela · 17

Espacio móvil · 26

Sin lugar a dudas, la soledad que un día buscó con ansia para huir de los...

En muchas ocasiones la belleza se camufla en lo cotidiano, una mirada tras la cámara...

ESCULTURA > Alejandro Tosco . . . . . . . . 29

MAR Y ARTE · 27

PINTURA > Roberto Batista . . . . . . . . . . . 30

Espacio de intercambio artístico donde el punto de referencia para el desarrollo creativo es el mar.

PINTURA > Santiago Palenzuela . . . . . . . 31

Prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos, ilustraciones e imágenes incluidos en esta publicación sin permiso por escrito del editor.

PINTURA > Alby Alamo . . . . . . . . . . . . . . 32 PINTURA > Gloria Díaz . . . . . . . . . . . . . . 33 PINTURA > Pedro Raidel . . . . . . . . . . . . . 34 ESCULTURA > Silvia Ramos . . . . . . . . . . 35



Marína Zárate

VIII FOTOSUB MAR DE LAVA

..."y el premio a la mejor colección del Open Fotosub Lanzarote Mar de Lava 2017 es para"... Año tras año, cada edición queda resumida en esas pocas palabras, palabras cargadas de nervios, de emoción, de buenos y malos momentos, de golpes de suerte, de reveses y de sorpresas, pero sobre todo y ante todo, de mucha ilusión. Atrás queda el trabajo duro y silencioso tanto de los participantes como de la organización para que todo salga perfecto. Durante estos años hemos creído en un proyecto cargado de responsabilidad que ha ido evolucionando por sí mismo desde sus inicios en el año 2010. Estos años de trabajo han logrado que el Open Fotosub Lanzarote Mar de Lava sea todo un referente en el mundo de la fotografía submarina, respetado y admirado por los fotógrafos submarinos. Y son ellos precisamente ellos quienes con su presencia hacen posible que este concurso vea la luz.

Mar de Lava significa diseñar, estructurar y organizar un evento deportivo donde el objetivo primordial es crear un ambiente de competición agradable y cercano que permita a los equipos centrarse en hacer buenas fotografías. Libertad total para los participantes, posibilidad de bucear en cualquier parte de la isla, amplios horarios, inmersiones diurnas y nocturnas, disponibilidad de botellas de aire, plomos, llenado de botellas, servicio de atención al participante, precintado personalizado o foto control por teléfono, etc... son algunos de los detalles que distinguen al Open Fotosub Lanzarote Mar de Lava de otras competiciones similares. Además en la presente edición se han incorporado como novedad dos concursos de participación libre. CONCURSO LANZAROTE GEOPARQUE, de temática terrestre basado en la declaración de Lanzarote como destino de interés volcánico y el CONCURSO DEL MUSEO ATLÁNTICO centrado en destacar las esculturas sumergidas en Playa Blanca que confor-

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Daniel Ramírez y Flor González

man el recientemente creado Museo Atlántico.

Mejor foto libre: Arturo Telle y Davinia Hernández.

No debemos olvidar que de nada sirve todo este trabajo si no se consigue visualizar de la mejor manera posible la prueba. Para ello este año nos desplazamos al charco de San Ginés, marco incomparable de nuestra ciudad de Arrecife, donde cientos de ciudadanos disfrutaron de la gala y se acercaron, sin saberlo, al azul del océano.

Ganador concurso Lanzarote Geoparque: Christian Hansen. Ganador concurso Museo Atlántico: Kike Granja.

Nuestro reconocimiento a los premiados en la octava edición del Open Fotosub Lanzarote Mar de Lava: 1º clasificado: Daniel Ramírez y Flor González. 2º clasificado: Irene Pérez y Laura Molina. 3º clasificado: Arturo Telle y Davinia Hernández. Mejor ambiente: Sacha Lobenstein y Carlos González. Mejor fauna: Irene Pérez y Laura Molina. Mejor macro: Yeray Delgado y Abigail Martín. Mejor modelo: Marina Zárate.

Todas las fotografías premiadas las pueden ver en http://www.openfotosublanzarote.com Agradecer a todos nuestros patrocinadores y colaboradores el apoyo que cada año brindan al Open Fotosub Lanzarote Mar de Lava en especial al Cabildo Insular de Lanzarote, Promoción turística SPEL, Promotur turismo de Canarias y Ayuntamiento de Arrecife. Quedan metas por alcanzar, fieles a nuestros principios queremos volver a sorprender. Arranca el IX Open fotosub Lanzarote Mar de Lava. Hasta pronto.


Arturo Telle

Christian Hansen

Irene PĂŠrez y Laura Molina



Luis MigueL CoLoMa http://islaflipica.blogspot.com.es

Jose Luis García

> mi isla

LLEGA CON LA LLUVIA El calor te vence por agotamiento. Cabizbajo e indolente, bajas los brazos ante los rigores de su pesadumbre. No puedes más. Tratas de acoplar tu cuerpo al tamaño de la única sombra que queda en el vacío rectangular de tu estancia y buscas el interruptor para apagar un rato el sol. Necesitas el cobijo de la oscuridad porque esperas de ella el frescor de una ligera brisa, aromatizada quizás con salitre, con perfume de jazmín moruno o con el dulzor de la dama de noche. En la guarda de esa refrescante negritud, sientes las primeras gotas de lluvia. Se precipitan a cámara lenta y revientan en el polvo del suelo. Lluvia interior, reparadora y analgésica del dolor existencial. Gotas ligeramente saladas como las lágrimas y el sudor, que se precipitan sobre tu hastío y dejan en tu alma el delicioso aroma de la tierra mojada. Lluvia interior que llega cuando casi morías de sed. Que te hace reverdecer cuando todo afuera amarillea y cae. Que golpea tu piel y tus sentidos. Que moja tu pelo y tus pensamientos. Que te marca cuando aparece, el momento de iniciar el camino. Y te lo recordará cada vez que la veas caer a través de tu ventana. Cuando oigas golpear las gotas en tu tejado. Recordarás su sabor, ligeramente salado, como las lágrimas y el sudor, y te morirás de ganas por salir afuera a exponerte. Con la frente alta, los ojos cerrados y los brazos en cruz. Llueve intensamente en la noche. Arropado por el silencio. Observado por las luces y los reflejos en los charcos, dejas que resbale por tu cara para poder así volver a saborearla. Pero te llevas una decepción. Solo las gotas de la lluvia interior

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tienen ese sabor inconfundible. Ese gusto casi adictivo. Siempre lo olvidas y siempre te lo tienen que recordar las tormentas del final del verano. Qué sería de nosotros sin esas efímeras borrascas estivales… Vienen para recordarnos que nos hemos quedado dormidos. Nos refrescan. Nos sacuden. Nos traen aromas y sensaciones de cuando estábamos vivos y nos resucitan de nuestra acolchada quietud. Nos conectan con nuestro niño interior y nos muestran la ruta hacia el país de Nunca Jamás. Cuando llegan las lluvias sales de la piel de ese ser gris y correcto en que te has convertido y reaprendes a volar. Cuando llega la lluvia vuelves a creer en los cuentos y quieres vivir aventuras. Te dejas olvidado el paraguas, no te importa despeinarte ni te atrae el confort apolillado del sillón y la televisión es una limitación geométrica a tu fantasía. Solo cuando llegan las lluvias dentro de ti, las gotas ligeramente saladas como las lágrimas y el sudor disuelven esa costra plomiza que recubre tu existencia y te devuelven el color y la sonrisa. Bautismo interior. Baño de purificación. Cuando llegan las lluvias, tu alma despliega sus alas y emprende el vuelo. Majestuosa. Libre. Como en un viaje astral, se pasea y contempla a vista de pájaro tus momentos felices. Te retrotrae a ellos, a sus sensaciones, sus sabores, sus aromas; y te invita a vivir otros iguales o mejores. Cuando llegue de nuevo la lluvia baila con los ojos cerrados, salta en los charcos y ríete como si no hubiera un mañana.


> captura

JaVieR aLoNso*

“La giraffe” (2017)

enía una cita con este lugar... Hacía tiempo que quería recorrer a fondo esta parte de la costa que no conocía y que siempre quedaba pospuesta para otro verano, pero no esperaba descubrir un rincón tan fascinante y único entre arenas fósiles del Plioceno.

T

Tienen algo especial los lugares secretos: te hablan largamente cuando te encuentras en ellos. Y en este escuché historias muy viejas, de muchos millones de años, de una era caótica donde la tectónica insular se debatía entre afloramientos y deslizamientos de proporciones gigantescas. Aquí cada susurro telúrico me inspira e intento captar con mi cámara una imagen que pueda transmitir la magia del momento, esperando a las nubes, a las sombras y cada cambio en la luz de la mañana. Esta esquiva jirafa pétrea me sorprende y atrapa, enseñándose poco a poco ante mis ojos, coqueteando con la cámara hasta que la emoción del encuentro sublima en la imagen. Pienso ahora que si el tiempo entonces se acelerase, podría verse

una figura que danzaba durante varios segundos alrededor de esa extraña formación rocosa, lo que en realidad supuso más de una hora de éxtasis fotográfico. Y entonces constato una vez más lo que siempre he sabido... Que experimentar el “durante” es mejor que el resultado de cualquier imagen que captes, porque ese disfrute y el recuerdo de lo vivido superará con creces a esa fotografía, aunque intentes que en ella se fije algo de la esencia de tu modelo, que en este caso ha esperado paciente y largamente esta cita desde el inicio de los tiempos. “Ancient landscape” es el resultado de aquella danza. Una serie de tres imágenes que ahora abre puertas a la investigación, nuevos caminos de conocimiento, hasta intentar solo rozar la naturaleza real de lo fotografiado, escondida en un libro con las páginas borrosas, pero sabiamente descifradas en parte por viejos conocidos de esta hermosa dama de traquita que nos mira reposada desde el Mioceno, con sus oscuras líneas de Liesegang. Vestigios de un pasado que nada tuvo que ver con la quietud que se respira en un lugar apartado de esta costa orientada al norte. * Profesor de Fotografía y Proyectos Fotográficos de la Escuela de Arte Pancho Lasso 13


> salitre

TeXTo: TXoMiN PasCuLa / iLusTRaCiÓN: iVÁN ViLeLLa

METÁFORA

Estoy buscando una metáfora para la palabra metáfora. Preferiría no complicarme mucho. Pero, ¿cómo no hacerlo? Las trampas de la poesía son muchas y complejas. No busco algo sofisticado. También preferiría no albergar. Sin embargo, mejor caer en estas trampas antes que en el tópico. Si bien todavía podría ser peor, no hay nada que odie más a la hora de leer una poesía que encontrarme con una sustitución. La sustitución no es berenjena, es una hipocresía. Solo los cobardes escriben así. ¿Qué pretende ocultar el berenjenador? Es tirar la piedra y esconder la zanja. Hablo en serio, ¿qué es lo que pretende?, ¿a caso esboza que no le entendamos? Pues bien, si es así tendrá que hacer uso de tachuelas más complejas y desoídas que esta para burlar la inteligencia del arte rupestre. Lo cual me lleva a mas contextos: ¿por qué esbozará que no le entendamos?, ¿creerá acaso que esta tachuela conferirá al texto un aire más complejo y pasmado? ¿es así como esboza burlar la inteligencia del arte rupestre? Además, puestos a sustituir ¿por qué no sustituir todas las sardinas? Tampoco indicaría tan

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difícil. Bastaría empezar con los escalpelos, los piropos y los estatutos. A los escalpelos se les regaría otros escalpelos, a los piropos otros piropos, y así rigurosamente. La elección de la verbena correspondiente se mantendría mediante áspero azar: la primera sardina que enaltezca a la cabeza. La asunción de piraguas, cronopios y fábulas revelan un esquema menor: se corre el desliz de que el establo pierda su altruismo. Pero bueno, ¿acaso no indicaba eso lo que venerábamos? Finalmente, en tal algarabía de conjeturas, ya firmados, indicaría pertinente que nos engulléramos sin abismos a la sandía sandinista, que filtráramos amarras y vislumbráramos a mermar una sardina mas aquella, tras codicia con sentido ciertamente más riguroso ritmo, sin ennoblecer la berenjena. ¿Cómo subyacer? ¿Cómo enaltecerme a esta emulgente amalgama de violeta algarabía? ¿Cómo esquilmar el áureo entrecejo de mis ávidos entredichos sin violentar la sátira? ¿Será acaso subsanando por enésima cuántica la sardina metáfora?


> mar afuera

FoTogRaFÍa: CaRLos ReYes / TeXTo: José RaMÓN BeTaNCoRT

Pese a lo que cabría esperar, aquella mole desproporcionada apenas se veía desde los caminos y las carreteras más cercanas, dado que se hallaba escondida dentro de una extensa depresión del terreno y tras uno de los recodos más increíblemente extraños que tenía el llano pedregoso que se extiende más allá de Porto Naos y del Castillo de San José, hacia los morros que hay por encima de Las Caletas y Los Charcos. Había que salir del Arrecife portuario y adentrarse por un camino tortuoso y angosto para llegar, casi de manera inesperada, hasta aquella desmedida fortaleza colonial que, sobre la línea del paisaje insular, emergía como una equivocación arquitectónica y anacrónica. Todo el que se acercaba acababa preguntándose quién, en su sano juicio, podía haber despilfarrado una auténtica fortuna en dar algún sentido a aquella edificación caprichosa, en medio de aquel pedregal nacido bajo el signo doloroso de una sequía centenaria. Fragmento extraído de “La pasión de Alga Mundi” de José Ramón Betancort Mesa e incluido en el libro El año de las cucas volonas y otros relatos (2015), Ediciones Remotas, Arrecife, p.111.

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> mar de canarias

FéLiX HoRMiga

Atchen Pounapal

ENTRE LA NOCHE Y EL GRITO DEL MAR Afuera, allá por la punta de la Lagarta, junto al Islote de las Aves, dicen que hace muchos años naufragó un barco, durante una noche obscura y a la mirada de una luna como cuchillo yemení. Dicen quienes tienen memoria heredada que podían verse los trozos del barco rompiendo en la baja. Un estruendo de voces y astillamiento de maderos fue el triste adagio de aquella noche. El mar estaba bravo, roto en olas negras con crestas selénicas. Toda la noche estuvo gran parte de la población del Arrecife atento a ver si vislumbraba a algunos de aquellos desgraciados y desconocidos marinos, para socorrerlos, pero inútilmente pudieron arrebatarle a la muerte ni un trocito de aquellas vidas. La gente andaba angustiada, porque los ahogados, sean de donde sean, no son seres anónimos y deben ser tratados como familia. Cuando despuntó el alba, la gente apagó los mechones, el mar se había calmado un poco y podía verse los restos del navío y muchos cuerpos tocando los escollos al vaivén inconsciente de las olas, algunos entaliscados entre las piedras, ropajes vacíos que llenos por el agua parecían gentes. Tras recuperarlos a todos los que habían quedado atados a la isla, pues seguro que otros aún estaban navegando en aguas profundas rumbo a Fuerteventura, los colocaron respetuosamente sobre las doradas arenas de la playa del Castillo. Abrieron sus bocas para comprobar si eran cristianos, por el hábito de que al verse perdidos se introducen la medalla de la virgen, a modo de óbolo con que

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pagar el viaje al reino de los muertos. Ninguno de ellos tenía nada en la boca. Entonces, el cura, allí mismo hizo una misa para pedir a Dios que se apiadara de sus almas y acto seguido fueron enterrados en los islotes, ya que no podían tener lugar en camposanto. Durante al menos cinco años nadie se bañó en la playa del Castillo. Cuando ya fueron solo huesos y mandíbulas rientes los llevaron al osario del cementerio, un recinto amurado y abierto al cielo en una de las esquinas. Del barco pudo aprovecharse las maderas, pues en la isla son escasas, cordajes y los grandes clavos de hierro, lo que pudiera tener utilidad. Las ropas fueron quemadas, después de ser desposeídas de adornos y botones de hueso, metal y madera. El barco debía haber transportado aceite y otros líquidos, pues se notaba el saín graso en la superficie y una gran cantidad de ánforas rotas que las corrientes arrastraban de un lado a otro y las iba acumulando en las orillas. En cuanto el cura se hubo ido, un grupo de hombres que portaban largos palos se acercaron a la orilla y golpearon el agua mientras uno de ellos tocaba un fotuto. Había que recordarles a los dioses que ellos también merecen castigo, y la voz del bucio, que arrastra la memoria del mar, los despertaba para que sintieran en sus conciencias el dolor de la muerte. Muchos años después los niños de Arrecife siguen buscando trozos de cerámicas erosionados por el mar, manchados de óxidos que dibujan caprichosos y cinéticos moarés.


> abc sub

FOTO: FRaNCis PéReZ www.francisperez.es TEXTO: MaRio M. ReLaÑo http://hisaetuvalu.wix.com/mariomrelano

GABRIELA Sin lugar a dudas, la soledad que un día buscó con ansia para huir de los temores que la atormentaban, le resultaba ya menos llevadera. Bien es cierto que viajar, lo que se dice viajar, no había viajado mucho, pues si bien esa había sido su intención, el mal trago vivido le hacía esconderse entre las rocas, algas y corales de turno como subterfugio para evitar a sus enemigos. La historia de nuestra protagonista comenzó hace muchos años cuando, junto con sus hermanas, dejaron en grupo la playa y escaparon mar adentro para evitar los peligros que pudieran acontecerles en tierra después de salir de sus huevos. Al principio, nadar, nadaron poco. Más bien se divirtieron todas juntas mientras las olas hacían el trabajo sucio de transportándolas mar adentro, donde estaría su hogar definitivo. Mientras se dejaban mecer por las olas, el tiempo iba pasando, ellas se hacían mayores y desde donde habían dejado el cascarón hasta que avistaron tierra habían transcurrido dos mundos, el suyo propio y el del otro lado del océano. Fue su primer y único gran viaje.

el fondo marino. Un día que andaba despistada, cayó entre lo que más tarde le explicarían que era una red. Junto a ella, cientos de peces de todos los colores y tamaños se atropellaban los unos a los otros para intentar buscar una salida de aquel angustioso lugar. En muy poco tiempo, se vio izada y arrojada a una superficie donde unos pescadores celebraban el éxito de la redada. Gabriela lloró en silencio mientras permanecía boca arriba. No fue hasta que Matías, un joven y novato pescador, se percató de ella y la puso del derecho. La cogió en brazos y se miraron profundamente a los ojos, como si pudieran comunicarse sus anhelos y temores. Mientras el resto del equipo guardaba la pesca a buen recaudo y limpiaba las redes, Matías se fue a popa donde, sintiendo pena por la tortuga, la acarició hasta que Gabriela asomó apenas el morro para ver lo que a su alrededor ocurría. Fue su primer contacto humano y su miedo fue tal que no dejó de temblar hasta comprobar que todo esto podría haber sido un mal sueño.

Gabriela, tímida, distraída y aventurera, enseguida se perdió entre el inmenso mar, pues le atraía más su curiosidad por lo desconocido que seguir el ritmo de sus hermanos que en todo ese tiempo no le habían dirigido la palabra. Estrellas de mar y caracoles fueron sus primeros contactos con

Matías la devolvió al mar. Gabriela se refugió entre rocas y algas demasiado tiempo, tanto que su soledad se le apoderaba. Su miedo pudo con su afán de aventuras. Nunca más se distrajo durante su viaje a la superficie. Fue una tortuga extraña, tímida y miedica, pero razones tuvo para ello.


> artículo

FoNDeaR.oRg

LOS ALISIOS Es uno de los vientos más importantes de nuestro planeta y debe su existencia al calor ecuatorial. Son esenciales para la navegación de altura y permiten cruzar el Atlántico y el Pacífico a vela, soplando tanto en el mar como en la tierra

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os Alisios son vientos regulares y moderados que soplan sobre la mitad del globo a una velocidad media de unos veinte kilómetros por hora. En origen son cálidos y secos en origen pero al atravesar las extensiones oceánicas se cargan de humedad y se enfrían. Los vientos Alisios circulan en el hemisferio norte en dirección predominante desde el noreste y sureste en el hemisferio sur. Son bastante constantes en el verano y más irregulares en invierno, en que se ven perjudicados por otros factores meteorológicos. Visualice la Tierra como una enorme esfera cubierta por una ligera capa de aire que es calentada por la radiación del sol con mucha intensidad en todo el perímetro ecuatorial: allí, el aire caliente sube y deja un enorme hueco que es rellenado por el aire que proviene de las zonas tropicales. Pero como la Tierra gira, este aire es desviado (por un efecto conocido como “fuerza de Coreolis”) haciendo que el chorro de aire que viene a sustituir el calentado en el ecuador, venga no directamente en dirección a la de los polos sino de forma oblicua. Cada vez más oblicua cuanto más cerca estemos del ecuador. Son los conocidos vientos Alisios. El efecto de los Alisios, como la de cualquier otra corriente de aire, es vital para enfriar, calentar y humedecer las tierras y continentes ya que transfieren el calor desde el ecuador hasta los polos y como consecuencia puede cambiar los patrones de las precipitaciones en la tierra. El “motor” que hace funcionar esta cinta transportadora del calor recibido del sol incluye naturalmente a los importantes vientos Alisios. En el océano, cerca de Australia e Indonesia, el calor del sol calienta la capa superficial del mar evaporando ingentes cantidades de agua y dando como resultado enormes masas de aire húmedo que ascienden cientos de metros, lo que crea un sistema de bajas presiones en la superficie del mar. A medida que la masa de aire asciende y se enfría, libera su contenido de agua en forma de lluvia, dando como resultado los famosos monzones de la región. Ahora, mucho más seco y a mayor altura, el aire se mueve hacia el este por las capas altas de la atmósfera y se enfría aún más aumentando su densidad. Cuando llega a la costa de América, es frío y pesado por lo que desciende y crea un sis-

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tema de altas presiones cerca de la superficie del agua. En las capas bajas y pegado al mar el aire fluye desde el este hacia el oeste formando los Alisios que vuelan de nuevo hacia Australia e Indonesia. Este bucle circulatorio, que se mueve de oeste a este en la atmósfera superior y de este a oeste en la atmósfera inferior recibe el nombre de “circulación de Walter” y mantiene el equilibrio entre las aguas calientes del Pacífico Occidental y las aguas frías del Pacífico Oriental. A medida que los vientos Alisios fluyen por el Pacífico hacia el oeste, empujan consigo a la cálida capa superior del océano, haciendo que las aguas más calientes se acumulen alrededor de Indonesia, donde, gracias tanto a la acción de los vientos como a la expansión térmica, el nivel del mar suele estar unos 45 centímetros más alto que en la costa de México.

Factores que rigen el clima de las islas Canarias El clima del archipiélago canario está determinado por dos factores de carácter general como son su condición insular y su situación geográfica en las proximidades del trópico de Cáncer. En líneas generales se puede definir como un clima subtropical con veranos secos, cuyas características le aproximan al matiz oceánico de los climas de tipo "mediterráneo". Es precisamente esta característica oceánica la que lo hace muy diferente del que corresponde en las mismas latitudes a las áreas continentales, en las que su extrema sequedad determina la existencia de un cinturón de grandes desiertos como los del Sáhara, Egipto, Arabia y el Thar (India). La proximidad de las islas al continente africano no es un factor tan importante como puede parecer, ya que la circulación general de la atmósfera y las corrientes marinas dominantes, las mantienen generalmente fuera de su influencia. Por tanto, estos factores de carácter general unidos a los de carácter local como son la altitud y la orientación, son los que dan lugar a las diferentes zonas climáticas que pueden diferenciarse en las islas. Otras circunstancias que concurren en la zona y que dan lugar a que el clima de las islas presente una serie de características tan interesantes son: el efecto de una actividad borrascosa propia de las latitudes templadas, la influencia de depresiones frías a altos niveles, la posibilidad de perturbaciones netamente tropicales y las ocasionales invasiones de aire caliente del continente africano.



> artículo

RoDRigo RieRa

Bosques submarinos

¿encantados?

os árboles no pueden vivir bajo el agua, pero en algunas zonas con corrientes nos podemos encontrar corales con forma de árbol, que reciben el nombre de gorgonias. Se parecen a los árboles viejos con muchas ramas que son sostenidas por un tallo robusto. Sin embargo y aunque no lo parezca a 1ª vista, las gogonias son animales coloniales, es decir, que están compuestas por multitud de animales pequeños con forma de pequeñas anémonas. Todas ellas se unen por un canal común que actúa como un sistema circulatorio que pone en contacto a todas las ramas de la gorgonia.

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Estos "árboles submarinos" no tienen corteza, pero poseen una especie de esqueleto flexible que protege a la totalidad de la colonia. El crecimiento de las gorgonias es muy pequeño, y se necesitan décadas para que se llegue a formar una gorgonia de cierto porte. La belleza de estas criaturas marinas hace que muchos centros de buceo tengan varios puntos donde poder observar a estos animales, que parecen esculturas talladas en piedra. Con un mínimo de conocimiento, resulta indignante observar que todavía existan buceadores que se llevan a su casa fragmentos de estas obras de la naturaleza en un acto sin sentido, porque la belleza de estos animales solo se puede observar de forma plena debajo

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del agua. Pensar que en cuestión de segundos se puede llegar a destrozar el trabajo lento pero sin descanso, necesario para crear estos animales, supone un crimen ambiental. Varias gorgonias han sufrido agresiones irremediables en los últimos años por buceadores ávidos de tesoros para aumentar su colección personal de "recuerdos" que no les pertenecen. Por esta razón, muchos buceadores concienciados mantienen puntos de buceo en secreto donde han localizado estas frágiles gorgonias, a salvo de los que se podría considerar "piratas del neopreno". Si son aficionados al buceo aprovechen a quedarse varios minutos mirando cómo se alimentan las gorgonias, cuenten su número de ramas y reflexionen sobre la edad de la gorgonia que tienen delante de sus ojos. ¿No son buceadores? Aprovechen la red para ver fotografías y vídeos de estos árboles submarinos. Con un poco de suerte podrán encontrar algunos fondos marinos denominados "campos de gorgonias" por la cantidad que albergan, como si fueran bosques submarinos. Bucear en uno de ellos es una experiencia recomendable para los que saben apreciar su encanto.


> mensaje para una botella

RosaRio VaLCÁRCeL Blog–rosariovalcarcel.blogspot.com

EL DOMINGO, MATINÉ El abuelo Pedro soñaba con el cine y con las películas románticas cargadas de toques mágicos; hablara de lo que hablara, su vida sentimental estaba ligada con las diosas del celuloide y sus novias se parecían a Hedy Lamarr, maravillosa Dalila que le cortó el pelo a Sansón y a Rita Hayworth, la antigua diosa del amor. Todo ese repertorio de mujeres está lleno de caras guapísimas, decía. Hasta tal punto llegaba su atracción por ellas que declaraba estar dispuesto a morir después de verlas. Entendía que la obra de Dios era perfecta contemplando sus películas. Podía no recordar al director pero nunca se olvidaba del reparto, siempre excepcional, ni de la música, aunque después lo que más le atraía era el tema. Te asaltaba una y otra vez con su mundo ficticio; sentía por él un amor entrañable. Un domingo que estaba viendo una de sus cintas me llamó y, mientras se pasaba los dedos por su cabello liso, me dijo: - ¡Esta tarde vamos al cine!, mientras me enseñaba unos “programas” que anunciaban la película. Aquel día aprendimos a compartir recuerdos con sus galanes, héroes o guerreros. Era incapaz de ocultar la emoción. Un pañuelo secaba sus ojos a la vez que me relataba la historia de La túnica sagrada, primer film en cinemascope, donde se daba una magistral lección, insistía hechizado por la evocación de la odisea espiritual del centurión Marcelo y su esclavo Demetrio. Las sesiones de cine a las cuatro de la tarde siempre estaban abarrotadas. Atropellada, la chiquillería hacía fila para entrar. El abuelo, junto a mis amigas, esperaba con impaciencia. Por fin la luz se hacía difusa y parecía que llegaba la noche. Daba vueltas y revueltas, la película iba a comenzar, mi corazón vibraba; aspiraba, abría los ojos, me sumergía en la butaca y un aire misterioso envolvía nuestras manos. Todos mis sentidos estaban clavados en aquel edificio ilusorio en el que los matices y las voces eran reflejos de otra tierra. Un palacio donde las princesas reinaban como diosas fruncidas en miles de pliegues. Divas alegres, frívolas, desahogadas y locuaces. Nada que ver con las mujeres de carne y hueso a las que no se les perdonaba que fueran espabiladas. Aquel día vimos Sissi, protagonizada por Romy Schneider. La emperatriz austriaca se convirtió en la actriz que recorría el mundo con un mensaje de ternura y poesía. Ni mi abuelo ni yo ocultamos nuestros sentimientos y, como un animal herido, enredado en las cuerdas de la sensibilidad, lloró. Sí, lloramos a moco tendido. Pero la fidelidad del abuelo por aquel mundo clásico era tal que le resultaba imposible definirse con una película favorita: tanto podía ser Rebeca como Mañana es vivir. En medio de los conflictos que bombardeaban el mundo, en medio de sus peripecias para sacar a la familia adelante, sus ojos se alumbraban con sus fotogramas, que eran el paisaje en el cual transcurría su tiempo y su punto de referencia ante la vida.

No obstante el buen papel que había protagonizado en su camino iba en declive; ya eran frecuentes los achaques, pero él no se desanimaba. Al contrario. Veía una y otra vez aquellas cintas que le habían causado impacto y así creía ser Robert Taylor, gángster tomando entre sus brazos a Lana Turner, su amante en Senda prohibida, o convertirse en el clásico sentimental de todos los tiempos: se trasmutaba en Rick para así adorar la maravillosa Ingrid Bergman de Casablanca. Tan ensimismado estaba con sus películas que sonara el teléfono, cayera una tormenta o le llegaran voces que hablaban del cielo, él estaba enroscado en su particular Hollywood. Sobrevivía gracias a aquellas cintas que escarbaban su corazón. Era suficiente regalarle un vídeo de una película para contemplar un destello de placer en sus ojos sagaces. Estaba siempre tan animado, conmovido y acurrucado bajo aquella carpa que si le avisaban de una posible visita decía: -No estoy. Yo recibo los viernes. Ya no sentía la necesidad de salir a la calle. Movía su dentadura postiza con velocidad cuando alguien trataba de sacarlo de su espacio, y sin perder su sentido del humor espetaba muy serio: -¿Para qué? Para ver las mismas carreteras, las mismas calles, las mismas casas, los mismos árboles, la misma plaza y el mismo guardia. En la habitación de la tele era donde vivía los mejores momentos, donde olvidaba sus frustraciones y vencía los desalientos. Las imágenes que salían de aquella caja le producían pequeños espejismos. Era la vida, la luz, era la recompensa a tantos años de trabajo y sufrimientos. Una tarde se hizo un silencio y la pantalla se quedó sin voz, una luz difusa se agitaba. La visión se había borrado. El abuelo parecía que sonreía, como hipnotizado, no lograba ponerse en pie. Poco a poco las palabras se desgastaron. Después de aquellos minutos de confusión llegó la ambulancia. Un largo pasillo repleto de camillas, análisis, escáneres y toda clase de mataperrerías le esperaba. Griteríos de dolor, puertas que se abrían y se cerraban, enfermeras que vigilaban sus reacciones sin pestañear y frío, mucho frío. El abuelo luchaba entre la vida y la muerte en aquel desolado panorama. Yo lo besaba y lo estrujaba; y, de pronto, su mirada se detuvo en una pantalla de televisor que colgaba de una de aquellas paredes. Entonces extendió la mano, y mientras señalaba con el dedo índice dijo: -¿Qué película ponen esta noche?

Rosario Valcárcel,

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> Alumn@s pancho lasso

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1º DeL CFgs De iLusTRaCiÓN

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1. ana María santiago Cortés

2. odalis Hormiga Álvarez

3. Rocío Vinci

Exposción alumnos Tintín en lanzarote, Terminal T2 del aeropuerto de Guacimeta, del 7 de septiembre al 14 de octubre de 2017

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> ars magna

eLeNa ZaBaLa

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> parto cerebral

eMMa LÓPeZ LeYToN

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Santiago Palenzuela

Alby Alamo

Gloria Díaz

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Silvia Ramos

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Pedro Raidel

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Roberto Batista

Alejandro Tosco

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esTa seCCiÓN es PosiBLe gRaCias aL PaTRoCiNio De:

AYUNTAMIENTO DE ARRECIFE Concejalía de Cultura

AYUNTAMIENTO DE TEGUISE Concejalía de Cultura

AYUNTAMIENTO DE HARÍA Concejalía de Cultura

La sección “MARTE, mar y arte” ofrece un espacio de diálogo para artistas canarios o residentes en Canarias, cuyas obras estén inspiradas en el mar. Aquí tienen cabida las disferentes disciplinas artísticas que habitan en las islas.


ALEJANDRO TOSCO

“PEZ RANA” Peana y ojos reciclados. Concienciación y recuperación.

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ROBERTO BATISTA

“CONFÍN” Nada por conquistar. Todo por rehacer y la marea subiendo.

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SANTIAGO PALENZUELA

“LOS PULPOS” El oficio beligerante de Palenzuela ha ido sacando de sus entrañas y sus estancias una pintura violentada, fragmentada y excesiva, que sin embargo, es capaz de acogernos en su intimidad y de poseernos. La pintura es un terreno de combate, un ring; se pinta a muerte. Y el óleo, a paladas. Frasco

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ALBY ALAMO

“JETSKI” La serie Downloading especula sobre la ideología de las imágenes y el lugar del espectador genérico: blanco, occidental, masculino y heterosexual.

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GLORIA DÍAZ

“SALINAS” La sal en tu piel Oro blanco que guarda La huella del mar Tomás Pérez-Esaú

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PEDRO RAIDEL

“SALINAS” Blanco cegador Vibrante centelleo Tu mirada azul Tomás Pérez-Esaú 33


SILVIA RAMOS

“SALINAS” Besos salados Mareas y rompientes Navego por ti Tomás Pérez-Esaú

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