Revista Medicina Vol 10 No. 1

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De la mente y sus demonios

intergeneracional de traumas. Main sostiene que el apego desorganizado implica la construcción temprana en la mente del infante de representaciones múltiples, incoherentes, desagregadas, de aspectos de la realidad (el self y el cuidador) que en el caso de los apegos organizados (seguro e inseguros) son únicos y coherentes. Liotti propuso que el apego desorganizado es la primera etapa de un proceso que puede desarrollarse en diferentes vías: 1. Adaptación satisfactoria (por ejemplo cuando no hubo traumas severos y posteriores apegos seguros ejercieron influencias correctivas sobre IWMs tempranos desorganizados, 2. Perturbaciones relativamente menores implicando sólo una propensión hacia la disociación (en ausencia de traumas posteriores pero también falta de experiencias emocionalmente correctivas) o 3. Trastornos disociativos (por ejemplo, cuando traumas posteriores confirmaron y amplificaron las características disociativas de los apegos tempranos. Este sería el caso visto en la disociación de los trastornos fronterizos y en el estrés postraumático. El modelo de psicopatología disociativa que surge de la teoría del apego está a favor de la idea de que el self no es una unidad prístina que usa defensas que tienen el efecto de desagregar esa unidad, como parece sugerirlo la teoría psicoanalítica, sino que una falla del proceso intersubjetivo de integración impediría, durante el primer año de vida, la creación normal de un sentido de unidad del self (self que está ausente al momento de nacer). Las teorías contemporáneas de la conciencia neonatal sugieren que en la organización cerebral del self del recién nacido los procesos que tienden a crear un sentido unitario del self y más tarde una representación unitaria del self ya están operantes, pero sólo en un nivel de procesos mentales implícitos. En el primer año de vida la representación unitaria del self sólo se conseguiría en un apego seguro y, en menor grado, en apegos inseguros. Si el apego es francamente desorganizado falla la tendencia a integrar la información múltiple en una representación unitaria del self. Esto se traduce en la aparición de una mente disociada. Así, la búsqueda y proporción de cuidados entre infantes y padres estarán altamente influidos por el proceso disociativo y vinculado a traumas y pérdidas no resueltas del cuidador. La tendencia innata de los procesos mentales hacia la unidad no desaparece en los infantes desorganizados. 29

Artículo

Antes de que alcancen la edad escolar la mayoría de los niños que fueron desorganizados adquieren un tipo de conducta interpersonal unitario hacia sus cuidadores y una representación del self unitaria aunque inestable. Estos niños intentan controlar la relación con los cuidadores a través de actitudes que son típicas de los padres hacia sus hijos (actitudes dominantes, punitivas o de cuidado). La conducta del niño sirve primariamente como defensa contra la disociación. En otras palabras, siempre que el dolor mental activa el sistema de apego, el proceso disociativo ligado al IWM desorganizado emerge en la conciencia e impide su poder integrador como consecuencia de la falla de las estrategias defensivas de control contra el dolor mental. La disociación puede usarse secundariamente como una defensa contra el dolor mental en estadios posteriores del desarrollo. Inspirado en Howel pueden describirse 3 formas generales de pensar la disociación: 1. Disociación Janetiana. La mayoría de las teorías actuales sobre el TEPT se adecuan a las teorías de Janet. Esta categoría incluye las teorías neodisociativa de Hilgard, la teoría de la disociación estructural de Van der Hart et al. y las teorías de la disociación somatomorfa. 2. Una amplia categoría de disociación con base en la teoría del apego. 3. Como represión a la manera freudiana. La lógica disociativa Un panda entre en un bar, se sienta y ordena una ensalada y cerveza. El barman lo atiende, el panda termina su consumo, saca una pistola y mata al hombre que está a su lado. Luego se levanta y tranquilamente sale del bar. El barman, recuperado del shock, le grita al panda: Oye, ¿a dónde crees que vas? Tú no puedes venir aquí, comer, dispararle (shoot) a alguien y simplemente irte (leave)!. El panda lo mira con justa indignación y le contesta: Hombre, déjame tranquilo. Eso no importa. Sólo hacía lo mío. Por Dios, yo soy un panda. Investígalo!". Y se va. El barman, todavía en estado de shock, busca el diccionario y lee: Panda, oso herbívoro, nativo de Asia. Típicamente, de pelaje blanco y negro. Se alimenta de retoños (shoots) y hojas (leaves). El chiste lo incluye el Dr Bromberg en un artículo muy Revista Medicina Vol. 10 No. 1 De la mente y sus demonios Pág. 8 de 16


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