Galera #30

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GALERA INTELECTUAL Y FRÍVOLA Número 30, octubre 2011








quiénes somos Propietario y director comercial Marco Simeone marco@intelectualyfrivola.com

editorial treintañero

Director editorial Esteban Feune de Colombi esteban@intelectualyfrivola.com Director de arte Juan Moreno juan@intelectualyfrivola.com Coordinación Andra Sitt andra@intelectualyfrivola.com Colaboran Wally Diamante, Facu Garayalde, Hernán Corera (fotos Trastienda de tapa), Malena Gagliesi (ilustración Moondog), Dick DeMarsico (foto Volver), Ana Bugni (foto Lugares) y Javier Velasco (Grandes vestimentas).

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T enemos, con ésta, 30 ediciones detrás R ogamos con fortuna por treinta más E n tiempos durísimos en los que ser I ngeniosos significa no dar el brazo a torcer N o queremos aburrirnos ni adormecer T odavía nos queda mucha tela que cortar A hora es hora de un porrito y ¡a descorchar!

Muchas gracias Oscar Fernández, Emmanuel Horvilleur, Dante Spinetta, Ever Miguez, Martín Brenna, Luciana Dolmen, Ignacio Figueredo, Soledad Carranza, Julieta Venegas, Gustavo Castagnino, Lucila Crivocapich, Felicitas Salvador, Matías Barouille, Eliana López, Luciano Supervielle, Babasónicos, Andrés Gobbi, Sergio Vera, Lucía Irazusta, Juancho Cane, Paula Suárez, Claudia Akian, Sol Maunier, Aníbal Ohanian, Matías Garda, Marina Vivian y a todos los que nos conocen. Galera se consigue en: Novecento, Hotel Faena, Tea Connection, Tienda Malba, Felix, Ruth Benzacar, Pic Nic, Milagros Deco, Isidro Miranda, Kabinett, Il Ballo del Mattone, Proa, El Postigo, Miau Miau, Roho, Nucha, Crespín, Florencio, Laura O y Farinelli.

Número 30, octubre 2011 Tirada: 10.000 ejemplares Foto de tapa: Hernán Corera Concepto y arte: Oscar Fernández Peinó: roho.com.ar Make Up: Fabiana Molina Zuviría para Estudio Novillo con productos Yves Saint-Laurent

Prensa y relaciones públicas Grupo Mass PR info@masspr.net Impresión Akian Gráfica Editora Clay 2992 / 4773-6245 Distribución y logística Intersexion SRL inter-sexion.com.ar GaleraGalera @GaleraGalera

Galera Intelectual y Frívola es una publicación de Marco Simeone (CUIL 20-93923078-6), French 3112 (Ciudad de Buenos Aires). Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente a opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.

lo fabuloso, lo croto o lo tenue a galera@intelectualyfrivola.com


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Aquí se la ve a la gran pianista argentina 09 Martha Argerich con poco más de 20 años y recién llegada a New York.


Francis Btesh y Facundo Pieres en Tequila.

Sarita Smith Estrada, Florencia Braga Menéndez y Alejandro Corres en la muestra de Ernesto Neto en el Faena Arts Center.

Ceci Glik en la apertura del Faena Arts Center. Alexia Mallmann en la exposición de Eduardo Pla en Paseo Alcorta.

10 Fresia Carnota, Domitila Bedel y Sil Alberdi en la comida de Nicola Costantino en Forum Alcorta.

Eduardito Costantini y su hija, Camila, en la muestra de Neto.

Victor Bournaud y Nat Sly en el Faena Arts Center.

Julia Converti, Fiona White y Maia Güemes en el Faena Arts Center.

Marina Belaustegui en la presentacion de Ernesto Neto.

Rosa Bustamante en la fiesta de Chandon Rosé en Tequila.

Nuria Quintela, Alice Fernández, Jessica Trosman y Julieta Kemble en la comida de Nicola Costantino. Chocolate verano 2012. Jackie Smith verano 2012. Florencia Bas y su hija, Clarita, en el desfile de Las Oreiro.


Patricia Della Giovampaola en en el desfile de Las Oreiro.

Teresa Anchorena en la presentación de Ernesto Neto en el Faena Arts Center. Dolores Trull en el festejo de Chandon Rosé.

Leonora Balcarce en Allô Martínez.

María Cher colección verano 2012.

Juancho Cane y Pablo Massey en el evento de Stella Artois.

Delfina Blaquier y Nacho Figueras en “20 años, 20 mujeres” por Sebastián Correa.

Julieta Cardinali en la presentación de “20 años, 20 mujeres” de Lancôme.

Ana Paula Dutil y Julieta Ortega en el evento de Lancôme.

Florinda Pacheco en la fiesta de Chandon Rosé en Tequila.

Guillermo Kuitca en Puerto Madero.

Florencia Binder y Rafael Olarra en el Faena. Carioca Fernández y Manuel Lamarca en la muestra de Neto.

Ian Nicholson y Ximena Caminos en la inauguración del Faena Arts Center. Manu Viale aprende los 9 pasos de Stella Artois.

Mariana y Cora Reutemann en el Faena Arts Center.

Sabrina Garciarena en Allô Martínez.

ciencias sociales

Romina Senesi para Lancôme.

Anita Pérez Bustos y Andrea Martínez en Forum Alcorta.

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visionario

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V

ino al mundo con el nombre de Louis Thomas Hardin. Antes de morir en Alemania en 1999, había nacido en Estados Unidos en 1916. Pasó a la historia como Moondog, aunque también se lo conocía como “el vikingo de la 6ta avenida” porque durante dos décadas fue, a pesar de tener su propio departamento en Upper Manhattan, el mendigo más célebre de New York, ciudad que trajinaba vestido como el dios noruego Odín. Ciego desde la adolescencia, era músico, compositor, poeta e inventor de instrumentos musicales curiosísimos. Proveniente de Kansas, se instaló a la Big Apple en 1943 y allí conoció a cracks de la música como Arturo Toscanini, Benny Goodman, Leopold Bernstein o Charlie Parker. Unos años más tarde, adoptó el pseudónimo que lo haría famoso –en honor a un perro callejero del Central Park que le aullaba insistentemente a la luna– gracias a canciones en las que mezclaba infinidad de sonidos grabados en la calle: bocinazos, niños llorando, pasos, sirenas de ambulancias, subtes… En 1974 se instaló en Alemania y, salvo una vez, nunca más volvió a su país de origen.


se llama, en realidad,

Gabriel Fernández Capello

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nte la propuesta “hartos de: ¿…?”, formulada en nuestra página en Facebook, nos contestaron, entre otras cosas, lo siguiente: 1) Esperarlo; 2) Los cínicos y los boludos; 3) La rutina; 4) Del materialismo de nuestra sociedad; 5) Estar harta; 6) Escuchar a Kristina; 7) La ignorancia; 8) La inorgánica; 9) La falta de compromismo y de palabra; 10) La TV; 11) Mí y mis otros yo; 12) La gente hueca; 13) Los psicópatas y los resentidos; 14) Del burro con poder; 15) La ola de neoperonistas mantenidos por mamá y papá; 16) Las mujeres ordinarias que se pasean sin bombacha; 17) Tanto horroooor; 18) Los kilos de más; 19) Fumar; 20) No fumar.

E L

as famosísimas notas Post-it surgieron tras un olvido de un empleado de la fábrica 3M que no agregó un componente de un pegamento en una partida de papel. El stock era demasiado valioso como para ser tirado, mismo si casi no tenía poder adhesivo. A su vez, uno de los ingenieros de la empresa estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la iglesia. Como se le caían todo el tiempo, pensó en fragmentos de hojas que tuvieran un poco de pegamento que no fuera muy fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas, muchísimas veces. La vieja partida salió del stock y el resto es historia.

patadas de chancho

Vicentico

D

icen los que saben que se viene otra fiesta Galera… Dicen los que saben que todos los gatos toman agua del bidet. Dicen los que saben que los psicólogos están del bonete. Dicen los que saben que sólo una vez nevó en Porto Alegre: fue en 1984. Dicen los que saben que la locura es más sana que la cordura. Dicen los que saben que la guerra de Irak le costó a USA 3 trillones de dólares. Dicen los que saben que Lacan manejaba a los pedos. Dicen los que saben que en Córdoba ya se venden terrenos “con vista al mar”. Dicen los que saben que escuchen por internet la radio Modular, musicalizada por SRZ. Dicen los que saben que un polígono de treinta lados se llama triacontágono. Dicen los que saben que nos copa la palabra “mermelada”. Dicen los que saben que garpa el Pinot Noir. Dicen los que saben que existe una canción que se llama “Dicen los que saben” (la canta un tal Julio Jaramillo y empieza así: “dicen los que saben que debo esperarte”). Dicen los que saben que a la belleza se opone la tristeza, no la fealdad (Ernesto Neto dixit). Manténganse atentos a lo que dicen los que saben.

scribió el “pensador digital” estadounidense NipatadCarr as deenchsuancho cholas libro Superficiales: “Cuando almacenamos nuevos recuerdos a largo plazo, no limitamos nuestros poderes mentales sino que los fortalecemos. Con cada expansión de nuestra memoria viene una ampliación de nuestra inteligencia. La web proporciona un suplemento conveniente y convincente para la memoria personal, pero cuando empezamos a usar internet como sustituto de la memoria personal, sin pasar por el proceso interno de consolidación, nos arriesgamos a vaciar nuestra mente de sus riquezas”.

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D

ice Wikipedia: el término “serendipia” deriva del inglés serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento tradicional persa llamado “Los tres príncipes de Serendip”, en el que los protagonistas solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades. El término “chiripa”, mucho más utilizado en lenguaje coloquial, podría considerarse sinónimo de “serendipia”; si bien se tiene como un modismo no muy corriente entre hispanoparlantes, se usa con una connotación más bien festiva y se refiere a casualidades o eventos fortuitos en la vida cotidiana de cualquier persona.

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top cinco visitante

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Estas son las cinco imperdibles recomendaciones de Luciano Supervielle, quien acaba de lanzar su disco Rêverie. 01

Un disco: Histoire de Melody Nelson, de Serge Gainsbourg. Se trata de un álbum revolucionario para la época y súper vigente hasta el día de hoy.

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Un libro: los de la serie Wallander, de Henning Mankell. Los libros van mucho mas allá de lo estrictamente policial y tienen un alto contenido sociológico.

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Un festival: elijo el Coachella, adonde tocamos con Bajofondo; al terminar nuestro concierto, nos fuimos corriendo a ver el de Paul McCartney.

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Un show: The Who (Live On Smother’s Brothers) en 1967. Me hubiera encantado presenciar este momento histórico para el rock; dicen que Pete Townshend perdió el 90 % de audición con la explosión de la batería al final.

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Un Youtube: Comanche + Gwen Stefani + Black Eyed Peas. Elegí este video, pero podría haber elegido cualquiera de los que hacen Porno Mash-up, puro humor y excelencia musical.


U

sted probablemente no lo conozca. Se llama Marius Bercea y es uno de los pintores rumanos jóvenes más cotizados del momento.

top cinco residente

M

oviéndose está Leandro Fresco: armó un mix para el sitio A Strangely Isolated Place y el 12 de noviembre se subirá al main stage de Creamfields.

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S

encilla, pero increíble y fantasiosa es esta casa flotante de madera, ideal para lagos, que idearon los arquitectos del estudio estadounidense MOS.

I

nicien ya los entrenamientos a tope pues en enero de 2012 se viene el octavo Campeonato Mundial de Dardos; esta vez, en la capital de Mozambique.

C

uriosa y cómica es, cuantimenos, La piel que habito, la nueva película de Pedro Almodóvar que se estrena en estos lares bien pronto.


trastienda de tapa

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ALUMNOS DEL SONIDO

Emmanuel y Dante empezaron tocando juntos a los 10 años. Al poco tiempo armaron la banda Pechugo y en 1990 formaron Illya Kuryaki and The Valderramas, proyecto con el que rompieron todos los esquemas habidos y por haber. Tocaron durante los ’90, se separaron 10 años, se curtieron como solistas y ahora retoman el gen kuryakiano con todo. Texto: Esteban Feune de Colombi

¿Cuál es el recuerdo más fresco que tienen de la primera vez que tocaron juntos? Emmanuel: Me acuerdo de un grabador, de esos que sólo tienen play y rec, con el que grabábamos encima de un casete usado al que le poníamos un toque de papel para tapar los agujeritos. Dante: ¡Me había olvidado de esa técnica! E: Recuerdo perfectamente esa situación. Grabábamos temas de esa manera. Sería increíble si aparecieran esos casetes. D: Armábamos una especie de radio en vivo en la que éramos los locutores, pero también ha-

cíamos las canciones. Algunos temas estaban pre-organizados y otros, no. De ahí salieron “El mono tremendo”, “El Gordo rapado”, “La gitana”, “Mabel”… Parecen personajes de cómic. E: Y sí. Los temas tenían letras muy descriptivas. [Canta] “El Gordo rapado, pelado, critica a su familia…” o “La gitana entró, cocinaba…”. Eran cómics musicales, de alguna forma. D: Teníamos mucha influencia de los cómics. En nuestras casas siempre circulaban las revistas Heavy Metal, Fierro… Nos re cebábamos con leer historias de ese tipo. También nos influencia-

ron películas como Razorback, cuyo protagonista era una suerte de búfalo gigante que nos quemaba la cabeza. ¿Esas influencias siguen vigentes? D: Sí. Creo que tuvieron que ver con el humor de la banda, que en algún punto se relaciona con el de nuestros viejos. E: También definió nuestro humor frente a las drogas. Por un lado, respeto, y, por otro, cagarnos de risa de cierta quemazón. D: Básicamente nos reíamos de los volcados que nos rodeaban. A todo esto, ¿qué edad tenían? E: Éramos chiquitos, tendríamos 10 años. ¿Y cómo era el humor frente a los volcados? D: Muy real. “Este está hecho mierda”, “ese está duro”, “aquel tiene la nariz más grande de un lado que del otro”… Ya sabíamos. E: Hacíamos esa clase de experimentos sociológicos. D: Creo que todo eso repercutió en el estilo de música que salimos a hacer. La energía del rap se relacionaba mejor con dos chi-

cos, como nosotros, porque era mucho más activa que la energía de bandas de rock que nos parecían… “uh, mirá estos hippies, ¡están rotos!”. Entonces, la onda de Michael Jackson se vinculaba más con los niños, con la actividad física, con la manija. Éramos muy manijeros. Eso definió el camino musical. ¿Qué sigue vigente de todo ese universo que describen? E: En esta nueva etapa que comienza estamos crecidos. Ya somos hombres. Fueron diez años de no tocar juntos en los que adquirimos mucho conocimiento. Por suerte nos mantenemos jóvenes porque conservamos cosas de cuando éramos niños, ciertas visiones que no dejamos de lado ni tachamos. D: Nos hicimos en el camino y nos seguimos haciendo en el camino. Es nuestra manera. Desde que arrancamos, nos tiramos a la pileta. O al mar. En ese tiempo de nado, de inmersión, ¿cómo cambió el vínculo de ustedes con la música? D: A pesar de todo el conocimiento adquirido con los años


de oficio, nunca dejamos de ser alumnos del sonido ni de experimentar con la humildad de siempre. Si no sabemos tocar un instrumento del todo bien, nos mandamos igual porque creemos que, en muchos casos, la verdad se encuentra en perder el conocimiento, ¿no? ¿Cuánto evolucionó ese “conocimiento” desde que arrancaron hasta hoy? D: Por ejemplo, muchas de las melodías del primer disco las hacíamos con la boca: “tan”, “taaan”, “tan”. Al fin y al cabo es lo mismo, son notas. Ya para el segundo disco estábamos tocando un poco más y en el cuarto tocábamos todo. Cada vez les adheríamos cosas a los álbumes por una necesidad de expresar con nuestras propias manos lo que sentíamos. Eso sigue pasando. No tenemos el prejuicio de quedar en ridículo. Hay que hacer y, en el camino, algunas cosas suenan más raras que otras y todo bien. Me parece que en el estudio hay que entregarse al experimento sin tener vergüenza. Tiene que ver con algo así como convertirse en X-Men de uno mismo: ser el doctor y auto-operarse. Hablando de experimentos, en el comienzo de la banda no había teléfonos celulares y actualmente todo parece demasiado virtual. ¿Cómo influye eso a la hora de componer, de grabar y de tocar? E: Cambió todo, pero el sexo o la inspiración no. Si bien se renuevan las plataformas, la magia es la misma. Los códigos son idénticos aunque haya otras herramientas, como el i-Pad, que resulta muy divertido para trabajar. D: En comparación con otras épocas, cuando hacía falta todo un estudio para grabar un disco, hoy se puede sonar mejor con menos. La esencia de la creación

E. HORVILLEUR: “YA SOMOS

HOMBRES. FUERON DIEZ AÑOS DE NO TOCAR JUNTOS EN LOS QUE ADQUIRIMOS MUCHO CONOCIMIENTO. NOS MANTENEMOS JÓVENES PORQUE CONSERVAMOS COSAS DE CUANDO ÉRAMOS NIÑOS”. sigue siendo una buena idea. De algún modo, la tecnología siempre termina resumiendo la energía que le pongamos. Lo que cambió es el vínculo de la gente con la música y el negocio. E: Hoy, es raro que alguien compre un disco y lo escuche. D: Nosotros todavía pensamos en hacer álbumes conceptuales. Seguramente sigamos trabajando así porque nos parece la mejor manera de dejar una obra. Los discos de Illya Kuryaki y de nuestras carreras solistas son conceptos, por más que después mucha gente se baje el single. Está bueno no perder eso. También estamos muy inmersos en la movida de lo digital, de la imagen y los contenidos. Ahora la música es 3D: alguien escucha un tema y se mete en Youtube porque además quiere ver algo. Eso te obliga a buscar, a crear y a relacionarte con un montón de personas para generar más creatividad. Después tenés que ver que hacés con todo eso; ahí vuelve la buena idea. Ojo, yo sigo comprando y escuchando CDs, soy de esa generación y no lo pienso cambiar.

¿Por qué decidieron reactivar el gen kuryakiano? E: Desde el momento en que nos separamos, sabíamos que íbamos a volver a juntarnos. De hecho, cuando dejamos de tocar juntos, impusimos la idea de que Illya Kuryaki no se separaba más. Es como una entelequia que va a estar siempre latente y de la que podemos salir y entrar. Después de haber hecho cuatro discos solistas, juntarme con Dante implica un desafío artístico. Al margen de eso, hay otras movidas de esta vuelta que son muy seductoras. ¿Cuáles, por ejemplo? E: Tocar en plazas más grandes, tener mejor presupuesto para hacer un disco –aunque no teníamos uno malo–… D: Todo se dio de manera bastante natural. Si bien sabíamos que en algún momento nos íbamos a juntar, se acomodaron un montón de cosas en nuestras vidas, a nivel personal y profesional, que dieron pie para pensar que era un buen momento para arrancar con esta movida. Nos fuimos de vacaciones a Brasil con nuestros hijos. Ya estábamos mentalizados en hablar del tema. La idea

D. SPINETTA: “ENTRE LOS REALITYS Y LA CANTIDAD DE ARTISTAS ‘DISNEY’ QUE ESTÁN SURGIENDO, EXISTE UN PEDAZO DE GENTE QUE PIDE OTRA COSA, ASÍ QUE ES MOMENTO DE ALIMENTAR ESAS CABEZAS”.

era alejarnos un poco del ruido de ofertas que había en el aire e ir al grano. Nos llevamos unas guitarras y empezamos a cranear un poco el escenario. Ahí tomamos la decisión. Volvimos de viaje en enero y empezamos a activar todo. ¿Activar esa movida resulta muy complejo? D: Sí. En realidad, creo que Illya Kuryaki está más grande que antes. Y eso es groso. La banda tomó fuerza, tiene nuevos fans… Hay una pelota gigante y debemos responder a muchas cosas a una escala bastante grande. Para tocar, también es un tema: armar banda, componer, encontrar nuevos conceptos, acordarse de las letras de temas viejos. Como decía Emma, se trata de un desafío y la idea es armar un quilombo terrible. Da la sensación de que vuelven en el momento indicado. D: Totalmente. Se dieron un montón de situaciones que nos hicieron pensar que era el momento justo. E: El otro día leí un tweet que decía que el mundo está más preparado que antes para recibir a Illya Kuryaki. Hemos sido cultores de una fusión de estilos en una época en la que eso no se veía tanto y ahora parece muy natural. D: Uno ya se acostumbró a esa suerte de orgía sónica. En su momento no era tan normal mezclar hip hop con rock y una estética medio deforme. Tal vez uno escucha una canción como “Latinoamérica”, de Calle 13, y ya no suena tan raro. E: Es loco que no haya más gente haciendo música de ese estilo. Hay tantas canciones que carecen de raíz. Las FM están llenas de [canta] “yo quiero sonar en la raaaaadio”. Temas hechos, justamente, para sonar en la radio.

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Todo bien, pero se puede aparecer en la radio con otro tipo de propuestas. D: Se percibe una necesidad de cosas buenas. Nos acostumbramos a estar bañados en una ola de arte que es una mierda y los medios reflejan eso. Lo que se ve, en su gran mayoría, es un desastre. Nosotros podemos llegar a la gente con muy buen apoyo e invadir los medios con otras iniciativas. Hay un montón de personas haciendo cosas de calidad, pero no tienen la oportunidad de salir a la luz. Entre los realitys y la cantidad de artistas “Disney” que están surgiendo, existe un pedazo de gente que pide otra cosa, así que es momento de alimentar esas cabezas. Si bien lo veníamos haciendo, Illya Kurya-

ki toma una fuerza épica que nos permite abarcar algo más grande. Eso implica una responsabilidad que está buenísima. ¿Cómo están componiendo el nuevo disco? E: Uno trae un beat o unos acordes y la letra se escribe entre los dos. Ahora se armó así. Por supuesto, después habrá temas de cada uno. D: Venimos con una cosita en la guitarra o con algo más programado. La idea es respetar la iconografía y la mística de la banda y eso no hace falta forzarlo porque, cuando estamos juntos, sale naturalmente. Siempre sonamos de manera diferente entre disco y disco y ahora estamos buscando la versión 2012. Ya está confirmada una gira

por América Latina y Estados Unidos. ¿Adónde radica el mayor entusiasmo de tocar en vivo? D: En el motor que se genera con la gente. La banda suena duro y cada show tiene su clímax. Tocar en vivo es lo mejor. ¿Cuál es el peor recuerdo que tienen de un concierto? E: Me viene a la cabeza un festival solidario que se llamaba Maestrock y que se hacía en la carpa docente. De pronto, me explotó a un metro una botella de cerveza de litro que me podría haber dejado… Era una época mucho más mierda. D: Nos tiraron de todo y nosotros los recontra puteamos también. Hubo un ida y vuelta durísimo. Ese día terminamos el

show como estaba previsto porque Illya Kuryaki no iba a dejar de tocar. Los del público eran una bola de descerebrados que no entendían para qué mierda estaban ahí. E: ¡Me acordé de ese concierto y me calenté! D: Era un momento más facho. Nosotros salimos vestidos con plumas y peluches de colores, parecíamos unos Dragon Ball Z porno-funk. La gente quería música y choripán, pero nuestro choripán era de otro color. E: ¡Era un chorizo violeta, radioactivo! ¿Qué expresión elegirían para definir esta nueva etapa? [Se miran un rato, piensan, se ríen y cierra Emmanuel] ¡Una segunda pija!



prode

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EL PRODE DE GALERA CONCURSO Nº 30 DEL MES DE OCTUBRE 2011 NOMBRE Y APELLIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P

EQUIPO

P

EQUIPO

P

L DE GIRA

E EN CASA

V

L MTV

E MUCHMUSIC

V

L ACORDEÓN

E GUITARRA

V

L BUENOS AIRES

E TIJUANA

V

L FAST FOOD

E COMIDA CASERA

V

L CHARLY GARCÍA E PRINCE

V

L TWITTER

E FACEBOOK

V

L EN LAS NUBES

E PIES SOBRE LA TIERRA V

L SMALL

E XL

V

L AHORRAR

E GASTAR

V


adivina adivinador

Solución del enigma anterior: Hugh Laurie.

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E

s tan fiel a sus orígenes como lo indica su apellido. Es tan británica como rolinga. Es tan amiga de Jagger como de Richards. Es tan canchera que, en su paso por Buenos Aires, cantó en una comida exclusiva en el Faena Arts Center. ¿La descubrieron?


el manifiesto

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Escrito en forma de carta por el pintor italiano Luigi Russolo en 1913, el Arte de los Ruidos es uno de los tantos manifiestos que produjo el Futurismo, una de las vanguardias más resonantes del siglo pasado.

Querido Balilla Pratella, gran músico futurista, En Roma, en el Teatro Costanzi lleno de gente, mientras escuchaba con mis amigos futuristas Marinetti, Boccioni y Balla la ejecución orquestal de tu arrolladora Música Futurista, me vino a la mente un nuevo arte: el Arte de los Ruidos, lógica consecuencia de tus maravillosas innovaciones. La vida antigua fue toda silencio. En el siglo 19, con la invención de las máquinas, nació el Ruido. Hoy, el Ruido triunfa y domina sobre la sensibilidad de los hombres. Durante muchos siglos, la vida se desarrolló en silencio o, a lo sumo, en sordina. Los ruidos más fuertes que interrumpían este silencio no eran intensos, prolongados ni variados ya que, exceptuando los movimientos telúricos, los huracanes, las tempestades, los aludes y las cascadas, la naturaleza es silenciosa. En esta escasez de ruidos, los primeros sonidos que el hombre pudo extraer de una caña perforada o de una cuerda tensa asombraron como cosas nuevas y admirables. El sonido fue atribuido por los pueblos primitivos a los dioses, considerado sagrado y reservado a los sacerdotes, que se sirvieron de él para enriquecer el misterio de sus ritos. Nació así la concepción del sonido como cosa en sí, distinta e independiente de la vida, y la música resultó ser

un mundo fantástico por encima de la realidad, un mundo inviolable y sagrado. Se comprende con facilidad que semejante concepción de la música estuviera necesariamente abocada a ralentizar el progreso, en comparación con las demás artes. Los mismos griegos, con su teoría musical matemáticamente sistematizada por Pitágoras en base a la cual sólo se admitía el uso de pocos intervalos consonantes, limitaron mucho el campo de la música, haciendo casi imposible la armonía, que ignoraban. La Edad Media, con las evoluciones y las modificaciones del sistema griego del tatracordo, con el canto gregoriano y con los cantos populares, enriqueció el arte musical, pero siguió considerando el sonido en su transcurso temporal, concepción restringida que duró siglos y que volvemos a encontrar ahora en las más complicadas polifonías de los contrapuntistas flamencos. No existía el acorde; el desarrollo de las diversas partes no estaba subordinado al acorde que dichas partes podían producir en su conjunto; la concepción, en fin, de estas partes era horizontal, no vertical. El deseo, la búsqueda y el gusto por la unión simultánea de los diferentes sonidos, o sea, por el acorde (sonido complejo) se manifestaron gradualmente, pasando del acorde perfecto asonante y con pocas disonancias a las complicadas y persistentes disonancias que caracterizan la música contemporánea.

El arte musical buscó y obtuvo en primer lugar la pureza y la dulzura del sonido, luego amalgamó sonidos diferentes, preocupándose sin embargo por acariciar el oído con suaves armonías. Hoy, el arte musical, complicándose paulatinamente, persigue amalgamar los sonidos más disonantes, más extraños y más ásperos para el oído. Nos acercamos así cada vez más al sonido-ruido.

a las de entonces). En cambio, nuestro oído se complace con ellos pues ya está educado por la vida moderna, tan pródiga en ruidos dispares. Sin embargo, nuestro oído no se da por satisfecho y reclama emociones acústicas cada vez más amplias.

Esta evolución de la música es paralela al multiplicarse de las máquinas, que colaboran por todas partes con el hombre. No sólo en las atmósferas fragorosas de las grandes ciudades, sino también en el campo, que hasta ayer fue normalmente silencioso, la máquina ha creado hoy tal variedad y concurrencia de ruidos que el sonido puro, en su exigüidad y monotonía, ha dejado de suscitar emoción.

Por otra parte, el sonido musical está excesivamente limitado en la variedad cualitativa de los timbres. Las orquestas más complicadas se reducen a cuatro o cinco clases de instrumentos, diferentes en el timbre del sonido: instrumentos de cuerda con y sin arco, de viento (metales y maderas), de percusión. De tal manera que la música moderna se debate en este pequeño círculo, esforzándose en vano en crear nuevas variedades de timbres. Hay que romper este círculo restringido de sonidos puros y conquistar la variedad infinita de los sonidos-ruidos.

Para excitar y exaltar nuestra sensibilidad, la música fue evolucionando hacia la más compleja polifonía y hacia una mayor variedad de timbres o coloridos instrumentales, buscando las más complicadas sucesiones de acordes disonantes y preparando vagamente la creación del Ruido Musical. Esta evolución hacia el “sonido ruido” no había sido posible hasta ahora. El oído de un hombre del 18 no hubiera podido soportar la intensidad inarmónica de ciertos acordes producidos por nuestras orquestas (triplicadas en el número de intérpretes respecto

Cualquiera reconocerá por lo demás que cada sonido lleva consigo una envoltura de sensaciones ya conocidas y gastadas, que predisponen al receptor al aburrimiento, a pesar del empeño de todos los músicos innovadores. Nosotros, los futuristas, hemos amado todos las armonías de los grandes maestros y hemos gozado con ellas. Beethoven y Wagner nos han trastornado los nervios y el corazón durante muchos años. Ahora estamos saciados de ellas y disfrutamos mucho más combinando idealmente los ruidos de tren, de motores


de explosión, de carrozas y de muchedumbres vociferantes, que volviendo a escuchar, por ejemplo, la “Heroica” o la “Pastoral”. No podemos contemplar el enorme aparato de fuerzas que representa una orquesta moderna sin sentir la más profunda desilusión ante sus mezquinos resultados acústicos. ¿Conocéis acaso un espectáculo más ridículo que el de veinte hombres obstinados en redoblar el maullido de un violín? Todo esto hará chillar a los melómanos y tal vez avivará la atmósfera adormecida de las salas de conciertos. Entremos juntos, como futuristas, en uno de estos hospitales de sonidos anémicos. El primer compás transmite enseguida a vuestro oído el tedio de lo ya escuchado y os hace paladear de antemano el tedio del siguiente compás. Saboreamos así, de compás en compás, dos o tres calidades de tedios genuinos sin dejar de esperar la sensación extraordinaria que nunca llega. Entre tanto, se produce una mezcla repugnante formada por la monotonía de las sensaciones y por la cretina conmoción religiosa de los receptores ebrios de repetir por milésima vez su éxtasis más o menos snob y aprendido. ¡Fuera! Salgamos, puesto que no podremos frenar por mucho tiempo en nosotros el deseo de crear al fin una nueva realidad musical, con una amplia distribución de bofetadas sonoras, saltando con los pies juntos sobre violines, pianos, contrabajos y órganos gemebundos. ¡Salgamos! No se podrá objetar que el ruido es únicamente fuerte y desagradable para el oído. Me parece inútil enumerar todos los ruidos tenues y delicados que provocan sensaciones acústicas placenteras. Para convencerse de la sorprendente variedad de ruidos basta con pensar en el fragor del trueno, en los silbidos del viento, en el borboteo de una cascada, en el gorgoteo de un río, en el crepitar de las hojas, en el trote de un caballo que se aleja, en los sobresaltos vacilantes de un carro sobre el empedrado y en la respiración amplia, solemne y blanca de una ciudad nocturna; en todos los ruidos que emiten las fieras y los animales domésticos y en todos los que puede producir la boca del hombre sin hablar o cantar. Atravesemos una gran capital moderna, con las orejas más atentas que los ojos, y disfrutaremos distinguiendo los reflujos de agua, de aire o de gas en los tubos metálicos, el rugido de los motores que bufan y pulsan con una animalidad indiscutible, el palpitar de las válvulas, el vaivén de los pistones, las estridencias de las sierras mecánicas, los saltos del tranvía sobre los raíles, el restallar de las fustas, el tremolar de los toldos y las banderas. Nos divertiremos orquestando juntos el estruendo de las persianas de las tiendas, las sacudidas de las puertas, el rumor y el pataleo de las multitudes, los diferentes bullicios de las estaciones, de las fraguas, de las hilanderías, de las tipografías, de las centrales eléctricas y de los ferrocarriles subterráneos. Tampoco hay que olvidar los novísimos ruidos de la guerra moderna. Recientemente el poeta

Marinetti, en una carta que me envió desde las trincheras de Adrianópolis, describía con admirables palabras en libertad la orquesta de una gran batalla: “Cada 5 segundos, cañones de asedio destripar espacio con un acorde ZANG-TUMBTUUUMB amotinamiento de 500 ecos para roerlo, desmenuzarlo, desparramarlo hasta el infinito. En el centro de esos ZANG-TUMBTUUUMB despachurrados amplitud 50 kilómetros cuadrados saltar estallidos cortes puños baterías de tiro rápido violencia ferocidad regularidad esta baja grave cadencia de los extraños artefactos agitadísimos agudos de la batalla Furia afán orejas ojos narices ¡abiertas! ¡Cuidado! ¡Adelante! Qué alegría ver oír olfatear todo todo taratatatata de las metralletas chillar hasta quedarse sin aliento bajo muerdos bofetadas traak-traak latigazos pic-pac-pum-tumb extravagancias saltos altura 200 metros de la fusilería Abajo abajo al fondo de la orquesta metales desguazar bueyes búfalos punzones carros pluff plaff encabritarse los caballos flic flac zing zing sciaaack ilarí relinchos iiiiiii pisoteos redobles 3 batallones búlgaros en marcha croooc-craaac (lento) Sciumi Maritza o Karvavena ZANGTUMB-TUUUMB toctoctoctoc (rapidísimo) croooc-craaac (lento) gritos de los oficiales romper como platos latón pan por aquí paak por allí BUUUM cing ciak (rápido) ciaciaciacia-ciaak arriba abajo allá allá alrededor en lo alto cuidado sobre la cabeza ciaak ¡bonito! Nosotros queremos entonar y regular armónica y rítmicamente estos variadísimos ruidos. Entonar los ruidos no quiere decir despojarlos de todos los movimientos y las vibraciones irregulares de tiempo y de intensidad, sino dar un grado o tono a la más fuerte y predominante de estas vibraciones. De hecho, el ruido se diferencia del sonido sólo en tanto que las vibraciones que lo producen son confusas e irregulares, tanto en el tiempo como en la intensidad. Cada ruido tiene un tono, a veces también un acorde que predomina en el conjunto de las vibraciones irregulares. De este característico tono predominante deriva ahora la posibilidad práctica de entonarlo; o sea, de dar a un determinado ruido no un único tono sino una cierta variedad de tonos, sin que pierda su característica, el timbre que lo distingue. Así, algunos ruidos obtenidos con un movimiento rotativo pueden ofrecer una completa escala cromática ascendente o descendente si se aumenta o disminuye la velocidad del movimiento. Todas las manifestaciones de nuestra vida van acompañadas por el ruido. El ruido es por tanto familiar a nuestro oído y tiene el poder de remitirnos a la vida misma. Mientras que el sonido, ajeno a la vida, siempre musical, cosa en sí, elemento ocasional no necesario, se ha transformado ya para nuestro oído en lo que representa para el ojo un rostro demasiado conocido, el ruido en cambio, al llegarnos confuso e irregular de la confusión irregular de la vida, nunca se nos revela enteramente y nos reserva

innumerables sorpresas. Estamos pues seguros de que escogiendo, coordinando y dominando todos los ruidos, enriqueceremos a los hombres con una nueva voluptuosidad insospechada. Aunque la característica del ruido sea la de remitirnos brutalmente a la vida, el Arte de los Ruidos no debe limitarse a una reproducción imitativa. Esta hallará su mayor facultad de emoción en el goce acústico en sí mismo, que la inspiración del artista sabrá extraer de los ruidos combinados. He aquí las 6 familias de ruidos de la orquesta futurista que pronto llevaremos a la práctica, mecánicamente: 1) Estruendos, truenos, explosiones, borboteos y bramidos; 2) Silbidos, pitidos y bufidos; 3) Susurros, murmullos, refunfuños, rumores y gorgoteos; 4) Estridencias, chirridos, crujidos, zumbidos, crepitaciones, fricaciones; 5) Ruidos obtenidos a percusión sobre metales, maderas, pieles, piedras y terracotas; 6) Voces de animales y de hombres; gritos, chillidos, gemidos, alaridos, aullidos, risotadas y estertores.

de su timbre sino que sólo ampliará su textura o extensión. 5. Las dificultades prácticas para la construcción de estos instrumentos no son serias. Una vez hallado el principio mecánico que produce un ruido, se podrá modificar su tono partiendo de las propias leyes generales de la acústica. Se procederá, por ejemplo, con una disminución o un aumento de la velocidad si el instrumento tiene un movimiento rotativo y con una variedad de tamaño o tensión de las partes sonoras si el instrumento no tiene movimiento rotativo. 6. No será a través de una sucesión de ruidos imitativos de la vida sino que mediante una fantástica asociación de estos timbres variados, y de estos ritmos variados, la nueva orquesta obtendrá las más complejas y novedosas emociones sonoras. Por lo que cada instrumento deberá ofrecer la posibilidad de cambiar de tono y habrá de tener una extensión mayor o menor.

En esta lista hemos incluido los más característicos de entre los ruidos fundamentales; los demás no son sino las asociaciones y las combinaciones de éstos. Los movimientos rítmicos de un ruido son infinitos. Existe siempre, como para el tono, un ritmo predominante, pero en torno a éste también se pueden percibir otros numerosos ritmos secundarios.

7. La variedad de ruidos es infinita. Si hoy, que poseemos quizá unas mil máquinas distintas, podemos diferenciar mil ruidos diversos, mañana, cuando se multipliquen las nuevas máquinas, podremos distinguir diez, veinte o treinta mil ruidos dispares, no para ser simplemente imitados sino para combinarlos según nuestra fantasía.

CONCLUSIONES

8. Invitamos por tanto a los jóvenes músicos geniales y audaces a observar con atención todos los ruidos, para comprender los múltiples ritmos que los componen, su tono principal y los tonos secundarios. Comparando luego los distintos timbres de los ruidos con los timbres de los sonidos, se convencerán de que los primeros son mucho más numerosos que los segundos. Esto nos proporcionará no sólo la comprensión, sino también el gusto y la pasión por los ruidos. Nuestra sensibilidad, multiplicada después de la conquista de los ojos futuristas, tendrá al fin oídos futuristas. Así, los motores y las máquinas de nuestras ciudades industriales podrán un día ser sabiamente entonados, con el fin de hacer de cada fábrica una embriagadora orquesta de ruidos.

1. Los músicos futuristas deben ampliar y enriquecer cada vez más el campo de los sonidos. Esto responde a una necesidad de nuestra sensibilidad. De hecho, en los compositores geniales de hoy notamos una tendencia hacia las más complicadas disonancias. Al apartarse del sonido puro, casi alcanzan el sonido-ruido. Esta necesidad y esta tendencia no podrán ser satisfechas sino añadiendo y sustituyendo los sonidos por los ruidos. 2. Los músicos futuristas deben sustituir la limitada variedad de los timbres de los instrumentos que hoy posee la orquesta por la infinita variedad de los timbres de los ruidos, reproducidos con apropiados mecanismos. 3. Es necesario que la sensibilidad del músico, liberándose del ritmo fácil y tradicional, encuentre en los ruidos el modo de ampliarse y de renovarse ya que todo ruido ofrece la unión de los ritmos más diversos, además del ritmo predominante. 4. Al tener cada ruido en sus vibraciones irregulares un tono general predominante, se obtendrá fácilmente en la construcción de los instrumentos que lo imitan una variedad extensa de tonos, semitonos y cuartos de tono. Esta variedad de tonos no privará a cada ruido individual de las características

Querido Pratella, yo someto a tu ingenio futurista estas constataciones mías, invitándote al debate. No soy músico de profesión: no tengo pues predilecciones acústicas ni obras que defender. Soy un pintor futurista que proyecta fuera de sí, en un arte muy amado y estudiado, su voluntad de renovarlo todo. Y en consecuencia, más temerario de lo que pudiera llegar a serlo un músico profesional, como no me preocupa mi aparente incompetencia y estoy convencido de que la audacia tiene todos los derechos y todas las posibilidades, he podido intuir la gran renovación de la música mediante el Arte de los Ruidos.

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árbol genealógico

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RIOSÍSIMOS U C S E L A IC S U M S O 9 INSTRUMENT

BALALAICA: esta suerte de guitarra triangular de tres cuerdas y de distintos tamaños surgió en Rusia a principios del siglo 18.

DIDGERIDOO: este largo tubo de madera de eucalipto era soplado una y otra vez por nativos australianos hace más de dos milenios.

STEELPAN: son tambores metálicos originarios de Trinidad y Tobago fabricados mediante la percusión de tapas de bidones de petróleo.

BANDURA: se trata de un instrumento ucraniano de cuerda pulsada que combina los elementos de la caja de la cítara y el laúd.

MBIRA: creado en el siglo 16, se trata de un grupo de lengüetas de metal adheridas a un tablero que se presionan con los pulgares.

THEREMÍN: inventado en 1919, consiste en una caja con dos antenas que se ejecuta acercando y alejando la mano de cada una de ellas.

CUICA: llegó a Brasil desde África, adonde se lo usaba para cazar leones pues el sonido se asemeja al rugido de las hembras.

SICU: de origen preincaico, es una flauta formada generalmente por dos hileras de tubos de caña de bambú de diferentes longitudes.

ZANFONA: se asemeja a un violín mecánico en el que varias cuerdas vibran por la fricción de una rueda que gira con un manubrio.


lugares En otra época se decía que los verdaderos caballeros contaban con su propio sastre, así como, por ejemplo, con un médico de cabecera o un abogado. Ahora bien, no todo se desvanece en este mundo de propuestas fútiles y huidizas. Fundada en 1975, la sastrería Cheverny se dedica apasionadamente a la confección de trajes, camisas, smokings, jaquets, fracs y sobretodos para clientes que van desde aristócratas franceses –uno de ellos, Emmanuel de Saint-Cézaire, posa en la foto junto al maestro Elio D’Alessio, quien aprendió el oficio en Italia a los 8 años– hasta destacados entrepreneurs argentinos, pasando por diplomáticos, turistas y aficionados al buen vestir. Apostando a la calidad, la consistencia y la personalidad, en Cheverny la noción de “clásico” ha ido evolucionado con el correr del tiempo para mantenerse vigente, un poco a la manera de la famosa frase de El Gatopardo: “Algo debe cambiar para que todo siga igual”.

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de la galera

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BABASÓNICOS


de la galera

¿Cuál es vuestro estado mental más frecuente? Hipnosis. ¿Qué fue exactamente lo último que rompieron? Un teclado. ¿Quién o qué los pone nerviosos? Los autos.

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¿Con qué personaje histórico harían el amor hasta el cansancio? Con María Antonieta. ¿Cuál es su mayor extravagancia? Dormir. ¿Qué les hubiera gustado inventar? Un sabor de helado. ¿Cuál es vuestro objeto más preciado? Los instrumentos. ¿Adónde viajarían en este instante? A ningún lado. ¿Cuáles son sus conciertos preferidos? Los de rock. Si fueran magos, ¿qué harían salir de la galera? Muchos conejos. ¿En qué proyecto están trabajando actualmente? En crear música.

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E

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vidriera triple


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L

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l 25 de octubre inauguró en Braga Menéndez una nueva muestra de Eduardo Capilla, que sigue sumándole obras –en este caso, se trata de temperas de corte geométrico– a Noción, el proyecto artístico que comenzó hace 25 años.

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asta fines de mes puede visitarse en la galería Popa la exposición Tres, de María Médica, que reúne fotos y videos y cuyo curador es, casualmente, Eduardo Capilla, con quien la artista lleva adelante el proyecto Ego x Geo.

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os dioramas lumínicos de Luna Paiva participan de Paraguay Rapé (Camino paraguayo), la muestra curada por Victoria Verlichak que se presentó en el Centro Cultural Recoleta y viajó al Museo del Barro, en Asunción.


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