REVISTA G SEPTIEMBRE 2009

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La necesidad es tal que domina los aspectos básicos de tu vida y te impide ser quien eres con plena libertad y confianza. Una persona cae en esta situación cuando ambos miembros de la pareja se requieren de una manera enfermiza. Aunque ya no hay amor permanecen juntas para cubrir carencias emocionales, dando pie a un contacto nocivo. Tienden a ser uniones conflictivas, producto de la frustración de ambos, ya que no son felices con la compañía pero tampoco sin ella. Si tienes sospechas de ser parte de una relación de codependencia, te invito a que resuelvas el siguiente test que nos regala Silvia Olmedo.

CÓMO SABER SI SOMOS CODEPENDIENTES •Pierdes tu individualidad, sólo estás centrado en tu pareja. •Te gusta ejercer control sobre tu pareja. •Necesitas ser el centro de atención de tu pareja, de lo contrario sientes que no te ama lo suficiente. •Vives en constante estado de ansiedad al pensar en tu pareja. •Buscas provocar reacciones en tu pareja constantemente. •Si de los puntos antes mencionados cumples con un mínimo de tres, puede que vivas una relación adictiva. Las relaciones de dependencia no siempre van a conformarse por las dos partes. Se puede dar el caso de una relación en donde sólo uno de los miembros mantiene la adicción hacia el otro. En una pareja los niveles de admiración y enamoramiento deben ser parecidos y basados en un equilibrio. Cuando aparece el desequilibrio y uno ama más al otro o se presenta un exceso de idealización, se pone en riesgo la permanencia de la pareja, porque el dependiente ejerce la presión sobre la relación y ello provoca que el amado se aleje. En otras situaciones, al no generarse una relación de igualdad, la persona necesitada empieza a abusar del poder que tiene sobre el otro. Cuando el desequilibrio se apodera de la relación, ésta deja de ser saludable. De igual manera, cuando uno de ellos no ama lo suficiente a la pareja, el otro se obsesiona con ganar el amor y se vuelve controlador provocando que el otro huya del compromiso. Si crees estar en alguno de los casos ya mencionados, es buena idea consultar a un psicólogo que pueda ayudarte a establecer hasta qué punto tú o tu pareja padecen un problema de autoestima, alguna carencia emocional o simplemente, hacerte notar que las formas de convivencia o comunicación no son las adecuadas. Recuerda que más allá de complementarse, los dos son individuos que están dispuestos a crecer juntos. Una relación exitosa se basa en el respeto y el amor, no en la necesidad de llenar vacíos personales. El amor a uno mismo es la clave para poder iniciar una magnifica convivencia en pareja.

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