Revista Exceso edicion nº 8 agosto 1989

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Edición N28 Agosto 1989

EXCES

Depósito Legal pp. 89-00-13

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Portada.A ndrés E.Castro

Foto Portada: Vasco Szinetar DIRECTOR Ben Amí Fihman JEFE DE REDACCION Fanor Díaz REDACCION Ewald Scharfenberg Hugo Prieto Valentina Marulanda Elizabeth Zamora DIRECTOR DE FOTOGRAFIA Vasco Szinetar FOTOGRAFIA Juan Carlos Oropeza DIRECTORA DE ARTE Kataliñ Alava (Montaje electrónico) CORRESPONSALES Matilde Daviu, New York Rosario del Castillo (Camándula), Bogotá Alejandro Reig, Buenos Aires Thierry de Bechade y Gustavo Morales, París Carol Prunhuber, Madrid SERVICIOS ESPECIALES EFE, Sygma, Kipa y VU COLABORADORES Juan Liscano José Ignacio Cabrujas Pablo Antillano Rubén Monasterios Margarita Zingg de Blohm Marcelle Jaye Guillermo Pérez Schael Juan Sánchez Peláez Jaime Manrique Rafael Sylva María Sol Pérez Schael Marta Canelón de Henríquez Mara Morillo Marcos Tarre Luis Britto García Jaime Ballestas Isaac Chocrón Frank Baiz ILUSTRACIONES Marcos Pereira GERENTE GENERAL María Sol Pérez Schael PUBLICIDAD Marta Canelón de Henríquez CORRECCION DE PRUEBAS Malena Sánchez Peláez FOTOLITO E IMPRESION Editorial Primavera DISTRIBUCION Distribuidora Continental S.A. EDITORIAL EXCESO Residencias Piñalva, 1 4-15, Avilanes a Mirador, La Candelaria, Caracas.

España, reputada de anacrónica y en el olvido del mundo civilizado durante tanto tiempo, ha repuesto de súbito y con tanto éxito su imagen internacional, que hasta las eternas muecas de su folklore han sido retapizadas para la exportación. No sólo Pedro Almodóvar, Manuel Vásquez Montalbán y Felipe González resisten el viaje transatlántico y la incorporación continental -- y aun la traducción al ruso (como acaba de ocurrir con la novela El pianista)-, sino que el jeroglifo del cante fondo, de la noche a la mañana, se ha convertido en ostensible nuevo esperanto musical. El flamenco rejuvenece en Madrid incitando al público a la participación en locales como El Portón, aunque eso entre apenas dentro de lo razonable y previsible. No es otra cosa que el consumo, previo remozamiento, de un producto local de tradición. Pero insólito resulta, en cambio, que haya logrado vencer el desdén de los franceses o la gélida indiferencia anglosajona. Las sevillanas y la guitarra andaluza recorren en estos momentos las grandes capitales, de París a New York, y a rastras llevan, en guisa de estela, desde la fiesta brava hasta las tapas. La gente encopetada y los próceres del jet set han dado su anuencia y ahora se considera de buen tono aprender a zapatear al ritmo de meridionales palmadas en el mismo estudio de danza donde hasta ayer se sudaba bajo el imperio monopólico del jazz. Caracas, que nunca le ha sido del todo infiel, trata de sintonizar con la onda flamenca universal. Memorias de El Patio Andaluz o el Café de Chinitas, no obstante, deben confundirse en pies y corazones de más de un renovado adepto. Nostalgias, también, de aquel Madrid al alcance de la mano, hace nada, al ridículo precio de 4,30. El ritmo gitano que corre por nuestras venas, hijos ilegítimos todos de aquellos primeros conquistadores españoles, nos permite adoptar la moda con naturalidad. Y para quienes demoren algún pudor en la frente, Caballo Viejo, la composición de Simón Díaz, acaba de reencarnar en cadencia de rumba flamenca y sonido digital.. Ben Amí Fihman Exceso Agosto 1989 1


Epitafios. Encefalogramas. Cómo ganar enemigos. Los dardos de la redacción.

Sexto sentido El radar de los placeres de la carne y del espíritu.

Sudor 18 kilates La fatiga costosa y elegante.

24 Suma codicia Los objetos sobre los cuales se arquea la tentación de un consumidor muy especial.

38 Los 10 mejores Los peluqueros que mejor viven de la cabeza de la mujer.

ARTICULOS

26 El canto del cisne de los Maharajas La escritora Gita Mehta, dueña de dos mundos —Oriente y Occidente— y amiga de Jacqueline Kennedy, saca del opulento baúl de su memoria las últimas y espléndidas imágenes de la India colonial.

30 Gobiernos de facto en la casa del corazón Leonor Zarikian: las cuentas del amor (pag. 30)

Afortunada, Graciela Zarikian habla de sus amores, de los hombres que ha elegido amar desde que era una adolescente en Estados Unidos, como de una sucesión de golpes de Estado.

El pianista de los dedos duros

NOTAS

Hornero ciego, Beethoven sordo, ¿por qué no un Byron Janis inválido?

reincide en Londres. El recatado palo

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dar occidental consideraría una pesadilla algunos de los platillos que engalanan la carta de un pequeño restaurante de Ciudad de México. Los pecados de juventud de Fernando Botero le quieren cobrar derecho de autor. 2

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■ VAS C OSZI NE T A R ..m...m

La sopa, amargura de la infancia y consuelo de pobres, inspira delirios de porcelana y por carambola, hasta en la misma Montalbán, devociones de coleccionista. El travestismo, parecieran decir los miembros de una troupe argentina que vuelve a Caracas, es el caviar del espectáculo. ¿Algo más surrealista que un gallego surrealista? Respuesta: Un surrealista gallego en el Caribe. El centro del mundo, aunque resulte difícil de admitir, cambia de morada: se acaba de mudar al Cuzco. El escándalo embriaga, el arquitecto del Centro Pompidou

,..

Excesos

La moda del flamenco recaló en Caracas . (pag. 52)


60 Al encuentro de Funes Nada que le atraiga tanto a un europeo como un bárbaro latinoamericano. El Terror del Amazonas sedujo al afrancesado Atahualpa Lichy y Angela Molina dijo que sí a la película de su vida que se rueda en Puerto Ordaz.

MI ENTÁ no

68 Los Onassis: una tragedia griega

En Buenos Aires nació la insoportable fortuna de Aristóteles y en las riberas del Plata, cerrando el círculo la suerte mató, antes de tiempo,a Cristina, la Infeliz heredera.

COLUMNAS

77

La inferioridad femenina Uwe Mármol Viscardo

78

A un anónimo corresponsal Juan Uscano

El arca en Ararat Rafael Sytva

El dilema de la violencia Guillermo Pérez Schael

83 Claves no tan secretas

8 V1 3NIZSO'JSVA

Ruben Monasterios

PORTAFOLIO

86

Todas las mujeres son tuyas Gipsy Rangel

Angela Molina en la película sobre Funes (pag. 60)

CUENTO

42 La rebelión de los hijos naturales Algunos de los venezolanos más ilustres, así como muchos genios de la humanidad, tuvieron que conformarse con un padre en silueta. Los de hoy lo exigen contante y sonante.

90

Mujer en la sombra Georges - Oliver Chateureynaud

49 Los amos del valle Cuatro millones se pelean a la Caracas actual, ayer apenas le pertenecía a unos cuantos

52 Fatalidad andaluza El flamenco se puso de moda en todas partes y subió de clase. Venezuela le fue siempre fiel, ahora más.

JUEGOS oriM

Realeza y ralea Leopoldo Flores

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SOPERAS SIN CULPA

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Los niños de otras épocas, antes de la aparición de los sobres y cubos de caldo, odiaban la sopa. Por eso es dificil imaginar de dónde sacó su afición el venezolano Andrés Cordero, vecino de Montalbán, quien está orgulloso de su colección de 80 soperas, algunas antiquísimas, casi todas europeas. Un hobby que es casi como convocar los fantasmas de la infancia. Pero Cordero mira sus soperas, y las acaricia mientras desliza un argumento: torban, sobran, porque las vajillas se deterioran y

'En las condiciones de la vida actual las soperas es-

eiig5 permanecen",

En Cuba, son consideradas un perol de

buen agüero porque, según se cree, absorberían las influencias negativas. Como coleccionista, Cordero, productor de cine y TV, director de teatro infantil y paisajista dedicado a diseñar interiores de los bares, es también ecléctico: en su apartamento

amontona íconos rusos, elefantes de porcelana, abanicos y santos y hasta un Cristo colonial venezolano (siglo XVII), sin cruz y con sólo cuatro dedos en un pie. Pero en el bric-a-brac

las soperas lucen majestuosas y de pronto casi legendarias.

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Show píola Con su guiño travesti escandalizaron a la todavía letárgica Caracas de cinco años atrás. Regresa ahora el reparto franco-

argentino de Caviar, la compañía de teatro musical creada a fines de los 70, manteniendo aún intacta su misma capacidad para el delirio. En No problem, la obra que presentan en el Teatro Las Palmas capitalino —y también en La Guacharaca—, el sin sentido es asimilado con gozo por la vía de la parodia siniestra. Desentrañar el origen del universo y su fa-

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tídico sino de autodestrucción se erige como la preocupación fundamental del fecundo e imaginativo director Jean Franois Casanovas.Tal como lo ha señalado la crítica extranjera, aún dentro de las elásticas fronteras del muslo hall, No problem es un espectáculo de excepción, desconcertante en su originalidad, excesivo y de logros artísticos casi perfectos. La talentosa Renata Schussheim complementa a Casanovas en la puesta de escena, el vestuario y las máscaras.


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En el trópico todo se trario. Eugenio Grane

che velozmente pero con el surreali o, como cabía esperar, al cono de •s surrealistas, se ha conserv o en el Caribe. Com "TSInctede-Brish

ton y Duchamp, esto pítttór galleg

ió aperar 76 anos para hero r las glorias do Dall

ternacional, debió abandonar España al filo de la guerra civil y refugiarIe en Santo Domingo donde seln, corpora a la llamada segunda ola del surrealismo, latinoamericana en s médula, con Mana áffi lsrGlacometti como compañeros de abordo. Guatemala, Puerto Rico, México y lifornia fueron sucesi te sus moradas, hasta este 1989 cuando por fin —tras exponer, tardía mas no óstumamente, enitew -Vorie y París— vuelve a España para dar rienda suelta a la morriña acumulada du te medio siglo daexilio. 8

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"NO SOMOS UN PUÑADO DE ADVENEDIZOS CONGREGADOS EN TORNO A UNA TORRE DE PETROLEO. SOMOS UNA NACION HISTORICA DE ALTO RANGO. LO FUIMOS ANTES DEL PETROLEO CON HEROICA GRANDEZA, Y LO VAMOS A SEGUIR SIENDO DESPUES DEL PETROLEO. NO SOMOS UN ACCIDENTE DE LA ECONOMIA SINO UNA ANTIGUA E INCONTRASTABLE VOLUNTAD DE HACER NACION Y DE HACER PATRIA"

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EL OMBLIGO DEL MUNDO Si Vargas Liosa no es el Mesías Igugiálado, queda al menos para los peruanos otra posibilidad de redención: el Cuzco, la capital del antiguo cerio inca, ha pasado a ser, virtualmente, el centro del mundo. "Como el hombre, el mundo también tiene su plexo solar, su ombligo, un crisol energético", explica en Caracas José Hernández, director de estudios esotéricos de la Gran Fraternidad Universal. "Para esta era de Acuario, el magnetismo ter(éstré se está trasladando del Himalaya a los Andes, para manifestarse en lugares donde ha existido un mayor desarrollo espiritual". La ciudad serrana tradicionalmente fue venerada como una plaza sagrada, e incluso su nombre procede del quechua Coxco, ombligo. Su misterioso magnetismo, que ya había brindado antes coartada para la eludabración de invéstigadores de dudoso rigor como J suizo Erich werrOárilken, cautivó a la tripulación del Styleb estadounidense que, como lo reseñara la prensa mundial, detectó desde el espacio extraños fenémenos lumínicos en la zona. De cualquier forma, durante el último año un verdadero tropel de místicos, yoghis, artistasy psíquicos ha invadido el Cuzco y la vecina Machu Picchu, meta de peregrinaciones y asiento de nuevas colonizaciones, buscando una ración de energía cósmica a cambio de su dote de divisas.


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Siniestro en casa Antes de que los satélites espías y el monitoreo de radares restaran posibilidades a lo inesperado, :a más eficaz y confiable red de información era la de Lloyd's, la mayor empresa aseguradora del mundo. Desde hace 300 años, ningún buque terminaba de zozobrar en cualquiera de los siete mares, ningún desastre acaecía, sin que casi simultáneamente repicara en Londres la campana de Lloyd's, anunciando el suceso. El pasado 18 de noviembre, la inquietante señal debió retumbar en los oidos de la reina Isabel II de Inglaterra y de los demás asistentes a la ceremonia de inauguración de la nueva sede de la compañía, en Lime Street. A partir de entonces, la edificación ha desatado una de las más descarnadas polémicas que se recuerdan en la capital británica. "Inesperada monstruosidad", "una de las más aterradoras piezas de arquitectura levantadas en los últimos años", fueron los más benevolentes comentarios de la prensa londinense para la obra del diseñador inglés Richard Rogers, el mismo creador del Centro Pompidou de París. Como en Beaubour9, el nuevo edificio de 12 pisos muestra una fachada tupida con tuberías y mangueras de servicios, llevando a un cronista a ver en él una versión "de una plataforma de Cabo Cañaveral". La gracia costó a Lloyd's 163 millones de libras esterlinas —unos 10.000 millones de bolivares— y, lo peor, no hay cobertura de riesgo.



Recordatorio Ahora tiene 78 años. A los 60, después de casar a su primera hija, abandonaba silenciosamente su oficio, el más antiguo del mundo. María Duque vive, desde entonces, en las cercanías de Lovaina, no la antigua y conventual ciudad belga sino una zona de tolerancia de Medellín, donde ella ha instalado una bodeguita. Esposa a los 13 años y viuda a los 22, fue reina de la noche y administradora de su propia casa. En esas circunstancias la conoció el pintor Fernando Botero —era un muchacho que se inspiraba en las corridas de toros y en los renacentistas— que frecuentaba la casa de María Duque y la invitaba a ella y a sus tres hijas a pasear los domingos. Muchas veces salían de picnic, pero Botero llegaría a pintar a María, el ambiente de la casa y personajes que serían memorables. María cuenta que al verse tan obesa reclamaría a Fernandito que reía para consolarla con el argumento de que sólo era su estilo de pintar. Varios años estuvo el cuadro guindado junto a la nevera, hasta que alguien lo robó. A esta altura Botero, ya famoso, no se sabe si recibió una carta de María. La carta: "Yo soy María Duque, vivo en la calle 73, mi número es 51-19, Medellín. Vos me pintaste hace tiempo y estoy muy pobre. Cuando vos estabas pipiolito fuiste mío y oy (sic) necesito que me ayudes":

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"Quiero ser gobernador del Táchira para que los corruptos no lleguen al poder electos por el pueblo" (3-7-89)

ENCEFALOGRAMAS

"Una semana antes de los hechos me advirtieron que iba a ocurrir la masacre" (10-11-88)

WALTER MÁRQUEZ

"El comisado Jeremías de la Disip dirigió la masacre del caño La Colorada" (3-11-88)

"Yo no descansaré hasta ver al general Carnejo Arias y a López Sisco en la cárcel" (20-289)

"En El Amparo hubo homicidio intencional" (1012-89)

EPITAFIOS

1-50~1.

"El terreno de El Amparo tiene características especiales que hacen que la descomposición de los cadáveres sea más rápida, con lo cual desaparecen muchas pruebas" (19-11-89)

"El capitán de corbeta Alí Coromoto González, jefe de operaciones del Comando Específico José Antonio Páez, dirigió el operativo de El Amparo"(24-11 -88)

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SUSUKE UNO ./St.larxklri se lo hizo con una geisha. r E FIOIG ~ M* A la seman.,lidel patí llegó la cuenta. •MARGA511 ■ ■"*.‘,„ ervo4ura; qjoe se cértraer,..... Eb EAL `1-'--/:;46ft5nanqis nuestra deuda

el spstOn apoythilü talento. JAltr.43)51.14E,KENNEDY Aprendió a tiempo quelterlriudez es una invers NARCOTRAFICO Un hijo Ilegítimo, renegado por la revoluci ADNAN KASHOGGI Que me quiten lo bailan.


COMO GANAR ENEMIGOS Y CONSERVARLOS

UN AFICIONADO: ELIAS SANTANA Sin proponérselo, en las filas del movimiento Scout comenzó una meteórica carrera de aliento social. Convertido en un organizador nato, al bajar la manga de sus pantalones hubo de tropezar con la incomprensión más inesperada, sin que por ello sus enemigos se apiadaran de él.

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EL PRONOSTICO

EL ENEMIGO

EL EPISODIO

Miguel Santana Mujica, su padre.

¡A la praxis!

Agt.71: Obnubilado por la carga académica que desplegó Miguel Santana Mujica en las aulas de la Universidad Central de Venezuela, aún chamuscadas por las llamas de la renovación y las ideas revisionistas de Luis Althouser, Elías Santana, camuflado en su vestimenta hippie, decide ir a todas las clases de papá, hasta que un condiscípulo le susurra al oído: "¿A ti qué te parece el payaso de Santana Mujica?'. Confundido y amparado en un silencio estrátégico, Elías se retira a sus cursos en la escuela de Educación.

'Fue una Seco real" (E.S.)

Enseña a tus hijos.

¡Vuelvan Caras!

Mar.73. En el semillero de lo que posteriormente sería Facur, Elías Santana impulsa toda clase de actividades para anclar orgánicamente en los sitios de trabajo y vivienda. Cursos de repostería, corte y costura, periodismo vecinal y oratoria, le abren las puertas de casas y vecindarios. Pero pronto decae el entusiasmo hasta amilanar al más entusiastas de sus seguidores.

'Enfrentamos una crisis d crecimiento' (E.S)

El que persevera, vence.

"Ángel Zambrano

¡Vecinos al poder!

Set. 76: Una aguda crisis conmueve las estructuras del movimiento vecinal. Elías Santana, mostrando su pasta de líder, se pone a la cabeza de la tracción histórica, enemiga de toda injerencia partidista. 'No a la intromisión', parece su consigna. Pero el cáncer de la maquinaria adeca hace metástasis. En una clara maniobra, Zambrano pospone la renovación de autoridades para ganar tiempo a favor de su hijo, a la postre electo en la presidencia de Facur.

"Vamos a las urnas" (E.S)

Jalisco nunca pierde.

rankis Quintero

Volver a empezar

Feb. 89. Invitado por la embajada de Estados Unidos, Elías Santana y su más cercano colaborador, Frankis Quintero, formado en la universidad de la vida a su imagen y semejanza en un barrio de Margarita, parten rumbo a Georgia y a otros estados de la Unión para intimar con sus colegas norteamericanos. Lo pasan de lo mejor hasta el día en que estallan los sucesos del 27. Miles de llamadas telefónicas reclaman a Santana en Caracas para que se ponga a la cabeza de los vecinos. El presidente de Facur regresa de inmediato, mientras Quintero cumple como embajador itinerante, dándose la gran vida.

"Los sucesos del 27 nos agarraron por sorpresa" (Elías Santana y toda la dirigencia del país)

Cría cuervos que luego te sacarán los ojos.

Casa propia para todos.

Mar.89: El paquete económico del gobierno tiene por el cuello a miles de deudores hipotecarios, que asombrados por las altas tasas de interés protestan ante la inminencia de ver liquidadas sus viviendas. El presidente de Facur le sale al paso a esta medida del Ejecutivo que cuenta con el respaldo de la Central Hipotecaria, en cuyo directorio figura Juan Tomás Santana, ex-presidente del Banco Nacional de Ahorro y Préstamo (Banap). Pronto, tío y sobrino estarán frente a frente para representar a sectores antagónicos en una de las tantas negociaciones de la concertación.

'El que le pega a su familias°

Esta vez, de carácter reservado.

rupo MIC (Movilento de Integra*ón Comunal)

Juan Tomás Santana, su tío. ,

LOS DETALLES

UNA FRASE TIPICA

arruina' (Del refranero popular)

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SEXTO SENTIDO Aldemaro en acetato En Aldemaro Romero, músico de todos los registros, desde el compositor popular hastl el director sinfónico, pasando por experimentos y combinaciones, se conjugan también el productor, el hombre del espectáculo y las iniciativas. Aldemaro lanza ahora al mercado su último disco, en el cual se desempeña como autor de letras y música, arreglista, director musical con canciones como Rocicbolero, Ya no soy el mismo, La viuda negra, Como de costumbre, Elena no me paró, de ritmos y sabores variados.

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amos

En un ambiente confortable de adultos, lo cual reduce el suplicio de los padres por lo menos a la mitad, Mata de Coco realiza una jornada infantil, los domingos a lo largo de este mes, con dos espectáculos teatrales: Ni fu ni fa a las 11 am. y Blanca Nieves , a las 3 pm.

Cónclave del sibaritismo será la New York Wine Experiencie, organizada por la revista The WIne Spectator del 27 al 29 del próximo mes de octubre. Catas, seminarios, banquetes, conforman el programa del evento, al que asisten los mejores productores vitivinícolas del plano Sus momentos estelares: las dos grane tas libres y la cata vertical del Cháteau, on diez cosechas a partir de 1953, pr. ,e la de su mentora, Corinne Menr elopoulo. Reservaciones e información New York) Tel 2 ) 684.4224.

Próximamente se exhibirá la película Emula nnuelle en su sexta versión dela serie de Penturas eróticas un tanto insípidasi-perona-:"_ da desdeñables como regis1ro fotográfico. Ahora tienen como Marco, ltrgure Iii-patscgres._ de/ país; Ciudad Cifíctfidna, -"frriurnboldt„ la Gran Sobona, élWl ejérico 04141-a-casT, temporalmente habilitado para Ic~gi. Más sabor local en la actuación de al,L1....m, 4aoo guez. 1:-azrtj tagonik414 es- N

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LIBROS El libro menor, de la Academia Nacional de la Historia, es una colección sin mayores pretensiones, comenzando por su PVP de 72 bolívares. Ediciones modestas pero excesivamente pulcras y amables. Letra generosa, amplios márgenes, buena encuadernación, son cualidades no siempre notorias en ediciones populares. Muchos de sus 145 títulos abrigan buena lectura, en esos géneros nada menores que son la crónica, la narración, el ensayo. Historias cie nwhe l 91 mas reciente de la serle, es una antología, recopilada por el propio Otrova Go-

mas, de relatos breves, narrados en su mayoría en primera persona. Ajeno a la risa, el humor de Jaime Ballestas a través de una escritura descarnada, precisa, sustantiva, admite una sola lectura, como los expedientes de abogado. En una historia, MI personaje Inolvidable, asoma un sereno lirismo que se anula en la última lí-

nea: "MI personaje inolvidable, se me hábla olvidado decirles, señores, es la muerte". 18

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El escultor Esteban Hernández nació en Puerto La Cruz. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la ciudad oriental y desde hace cinco años se escapó a Margarita a esculpir en piedra y madera, pero su mayor orgullo son las esculturas de arena. Con la salida del sol se instala en la costa de Poriamar y de sus manos van surgiendo mujeres sensuales que superan el tamaño natural. Las apoya tiernamente en las rocas o en la misma arena, y sólo esperan el soplo divino para moverse. En su típico volumen evocan de alguna manera el estilo de Narváez. Allí, junto a sus mujeres desnudas, pasa el día como un camaleón, mientras los bañistas las admiran y depositan unos reales que Esteban Invierte en sus herramientas. Sueños de arena que viven sólo un día. Con la puesta del sol, el mismo artífice las destruye, antes de que otros lo hagan. Sólo permanece un montón de arena esperando el nuevo día. Marcelle „layé

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TABARET TV Acusados de un crimen que no han cometido, huyen de la justicia y se hacen pasar por los hermanos Tabaret. Mientras esperan que la verdad se imponga, montan un local de diversiones nocturnas, Tabaret Tv, adonde concurre gente de la farándula, empresarios, políticos, muchos de ellos deudores reales de la justicia y en donde cualquier cosa puede suceder, hasta la irrupción de un ejemplar lechero obsequiado por un tal "Reto final". Como todos los bares, Tabaret es el mejor pulso de la realidad del país. Los entretelones son revelados por los verdaderos anfitriones, Alonso Gamero y Claudio Nazoa, en un programa de tumor definitivao de la mediamente distinto, tod lo artes ca noche (11.30 pm.). ompañado d rag o, la me'or catarsis para ir do •r C nal

RARO Y Es una tiend especializad objetos que van de lo utilitario a lo inútil, pero siempre dentro de lo novedoso y original. Su nombre es Contre-Jour, en un pequeño local de la avenida Columbus de New York. Tienen allí, por ejemplo, relojes de pared y de mano, en los que ha sido cambiada la disposición de los números. Pero también candelabros, cajas, lámparas, con algún toque de singularidad, como el servicio de té en plata, cuyo diseño es una réplica de los usados en L'Orient Express. Insólitas tarjetas como la reproducida en la ilustración, de la serie de sillas diseñadas por Rochelle. 190, Columbus Avenue, New York 10023. Tel.: 212.877.7

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• • DeC11711a Que las nueve de Beethoven ya son diez es como aceptar de un

día para otro que los meses del año son trece o que madre hay más de una. Un ciclo, que se consideraba cerrado para la eternidad se ve ampliado ahora, 162 años después de la muerte del compositor, con una décima sirtfonia, en tonalidad de Mi bemol, completada a través de los esbozos que supuestamente dejó el más genial de los sordos. Una tarea realizada por el inglés Barry Cooper y que acaba de ser hasta ahora: con la sinfónica de lanzada al mercado del disco compacto en la única versión conocida Londres bcdo la dirección de Wyn Morris. La Discotienda de Oro en Sabana Grande trajo 10 ejemplares que, como era de esperarse, se vendieron de inmediato. Pero aseguran que ya llegan más.

LECTURA LEVE

WORLD PREMIERE

El dinero está asociado al trabajo y el trabajo a la fatiga, pero el axioma se quiebra cuando la fortuna llega a través del placer. Morris West, escritor de bestsellers (Las sandalias

del pescador, El abogado del diablo y La Salamandra) reaparece con una obra menor, pero igualmente distraída sobre el tema del comercio del arte: El legado de los Palombini. Una pintura de Rafael llega a manos de Maxwell Mather, amante de una rica mujer; luego de una banal e inequívoca inmoralidad, le brindará la inédita y fácil ocasión para alcanzar la fortuna. Los entretelones de un comercio ejercido por aves de rapiña, la intriga de crímenes pasionales, podría fácilmente entusiasmar al lector en vacaciones. Llévelo consigo debajo de una palmera y, sin complejo de culpa, entreténgase pensando que el placer puede ser altamente productivo.

N oches che lb Viernes y sábado desaparece el restaurante para dar paso a una gran pista de baile en el City Rock Café del Centro Comercial Chacaito. Su gerente, Alejandro Codón, asegura que la concurrencia es fija y no rebasa los 22 años. Pero quien haya sobrepasado esa cota y guste de bailar, que no se inhiba. Rock en vivo los viernes y miniteca los sábados. Allí mismo, los miércoles, el Beer Drink Contest, donde se gratifica a los que puedan tomar la mayor cantidad de cerveza con pitillo, en 30 segundos. El premio consiste en un pasaje a Margarita.

' Para otro tipo de aficionados está la pista de ese exquisito bunker de la noche que es Palladium, en el CCCT. Cada semana los ya tradicionales "Martes latinos", para bailar como Dios manda, con una gran orquesta, la de "Los Melódicos". Abierto a todos los rumberos, sin pagar entrada, sólo los martes. , 20

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CUIDADOS TROPICALES Pensando en la piel de la mujer venezolana, expuesta a las condiciones ambientales del trópico y también en las restricciones económicas, surgió la línea de cosméticos Kriss . Un cuidadoso análisis preliminar había puesto en evidencia que la piel de la mujer del trópico requería productos más livianos, de mayor absorción que los del mercado europeo, de modo que Kriss , a base de extractos vegetales (manzanilla, caléndula, pepino, ginseng, hamamellis, colágeno), es una cuidadosa adaptación al medio. "Estos productos", explica Cristina Guzmán, gerente,"que están en el mercado desde hace más de un año, han logrado mantener su PVP después del paquete de medidas del actual gobierno , con consecuencias obvias en el incremento extraordinario de ventas". Son varias líneas: Active, Souplesse, Control, Naturesse, Le Bain y Sand. La última está especializada en bronceadores y protectores. Se venden en las perfumerías de Maxy's y en clínicas especializadas de belleza. Las consultoras de Kriss atienden en los teléfonos 284.43.09, 284.94.43 y 941.14.47.


Tímida, la clientela, paganEl paladar* Caracas des- do con su fidelidad un tributo a pertó de un largo y eufórico sueen los últimos años ño el 27 de febrero. Un aire de ran a estas costas la ilumorosidad iba a empezar a recode una alta cocina pública, rrer entonces los comedores de a retornar a los restaulos restaurantes. Los mejores, rantes ujo. La noticia de la quizás y desgraciada e injusta-4 1 1 el chef Patrick Dweyer mente, han sido los más afecta- v.77Z privado Member's ha dos. El público había renegado logrado atraer en los últimos e pronto -por contricción?- de meses el favor de la clientela s refinamientos que adoptara culta, a pesar de las actuales durante una agitada década de circunstancias, hasta La Caste►

llana.

La alianza de un profesional indiscutible -secundado por Jean Luc Roucheray (souschef y repostero) y un vocacional discípulo de Armando Scannone: Franz Conde, en el garde manger y de un majestuoso decorado por fin después de un trabajo de refacción en el comedor, el primero y el segundo pisos en armonía- ha sido, po-d ría decirse, el más positivo acontecimiento en el panorama gastronómico caraqueño, este año. -

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Una cocina francesa moderna, sin aspavientos ni oropeles, bien vestida, ejecutada con destreza y con la necesaria dosis de imaginación para evitar la monotonía, impera en el Member's. El maravilloso hojaldre de Jean Luc Roucheray sirve de marco, tanto en algunas entradas -caracoles, mousse de hígado de pato- como en varios de los postres, para lucimiento del chef. La presencia del joven venezolano Franz Conde explica, es de suponer, la inclusión en el menú de platos tan criollos como la crema de apio, adornada,eso sí, por unos inéditos, felices y originalísimos croutons de yerbabuena. El Member's navega, así, tranquilo y opulento, con una tripulación y un pasaje de primera, en las aguas difíciles de estos tiempos de crisis. Teléfonos : 3232.93 - 32.24.27

La presencia simultánea de dos cabales caldos de la Bourgogne, de igual denominación y cosecha, pero distintos negociantes, es oportunidad que el aficionado caraqueño, en tiempos de escasez, agradece. Están circulando en estos días los ChassagneMontrachet blancos 1985 de Bouchard Pére & Fils (Boulton) y de Louis Latour (Chumaceiro). Ambos representativos de la denominación y de la cosecha, vibrantes, secos y profundos, reparten sus cualidades genéricas en divergentes versiones. La estructura y la virilidad predominan al ataque en el vino de Bouchard y la fruta aparece, móvil y fragante, en su seno, como un bello pájaro en una sólida jaula. El de Latour, en cambio, directamente frutal, arropa la metálica estructura que le da forma, con sus orcas y sabores de superficie. Dos excelentes vinos de contrastante personalidad.

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IMMYMARULL

SIN HO D PARIR Desde hace varias décadas existen en otras latitudes las play para tomar el sol como Dios nos mandó al mundo. Las hay has con licencia de funcionamiento y registro público; en algunas,1 cluso,corno en cualquier hotel, hay que inscribirse y dejar la cé la y los trapitos, para que no quepa sospecha de intención pe

sa. Así concebidas, como producto civilizado, es obvio que en Venezuela estamos todavía lejos de las playas topless , no obstante el avance vertiginoso del destape que permite mostrar la cola sin restricciones, reservando el tabú para áreas cada vez más restringidas. Los mil y tantos kilómetros nacionales de playa ofrecen lugares paradisíacos, gloriosamente agrestes y ocultos para entregarse a la lujuria del sol, con el atractivo adicional de la transgresión.Lo hacen quienes disponen de un yate o de una avioneta para trasladarse a esos lugares,inaccesibles por otros medios. A continuación una guía, cuyo autor es Jimmy Marull, para quienes sueñan con exponer al sol las partes pudendas: ORIENTE Muchas playas desiertas entre Tacarigua y Playa Pintada, Boca de Uchire al Hatillo, Puerto Píritu a Lecherías, Isla de Plata a islas cercanas, Chimaná, Isla de Arapo, Mochima (sólo en las islas). Estos sitios son aceptables tomando precauciones. ZONA CENTRAL Litoral central: a su propio riesgo; Tarma, Chichiriviche de la Costa: no, gracias; Vía Osma Chuspa-La Sabana: si está bien armado y alerta. OCCIDENTE Puerto Cabello y playas cercanas: preferiblemente no; Bahía de Cata: quizás en Catica o más lejos; Choroní: muy trillado, demasiados espectadores; Bahía de Patameno: se lo va a merendar la plaga; Morrocoy: sifrinamente posible,con precauciones; Chichiriviche-Falcón: sobre la costa hacia San Juan de los Cayos; Estado Falcón, toda la península, El Pico;EI Supí: poca gente; Estado Zulia: sin información, es casi otro país. !2

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Rally fluvial Johnny Obadía, médico dermatólogo, será el director técnico de la XVI Competencia Internacional de Motonáutica "Nuestros ríos son navegables", que se realizará este año entre el 12 y el 19 de agosto. Muchos ejecutivos, aficionados a este deporte, están sometiendo a chequeo sus poderosas lanchas para el recorrido de 1.800 kilómetros, en una semana, por los ríos Apure, Orinoco y Caroní. Con partida desde San Fernando de Apure y arribo a Puerto Ordaz, pasando por La Urbana, Caicara, Ciudad Bolívar, unos 120 competidores, entre venezolanos, norteamericanos, mexicanos y de otras procedencias harán roncar los motores.


SHOP1111LATES Garladora.

Un Country Club, al mismo tiempo hotel de lujo, en donde se juega golf y practican otros deportes. La combinación Doco usual, no ter.dría, sin embargo, nada de extraordinario si no fuera por las condiciones que hacen del Doral Resort Club de Miami, un complejo único en su género. Como escenario del evento golfistico ocupa el segundo lugar en el mundo, con sus 99 hoyos, majestuosas canchas,200 carritos para dese plazarse por ellas, idílicos lagos y frondosos árboles, en una naturaleza tropical. Cerca de cien super estrellas mundiales se dan cita anualmente para el Campeonato Abierto Doral Ryder, cuya bolsa asciende a USS 1.303.000, aunque no hay que ser campeón para aspirar a

pasar unos días a cuerpo de rey en el Resort de La Florida, donde también es bienvenido todo aquel que LF quiera jugar libremente, mejorar el swing o seguir las indicaciones técnicas del famoso Jimmy Ballard, el más acreditado de los entrenadores profesionales del mundo. Con la posibilidad de un tratamiento paralelo de rejuvenecimiento, belleza, salud, adelgazamiento en el Spa Doral Saturnia, situado allí mismo, en las inmediaciones de las canchas, a golpe de bola. Cuestión de tener tiempo, ganas y, eso sí, una generosa chequera en dólares. Doral Resort Country Club, 4.400 Northwest 87, Third Avenue, Miami, Florida.Teléfono: 800- 327.6334.

El título de licenciada en Administración que le otorgó recientemente la Universidad Metropolitana, será apenas uno más en el copioso curriculum de Ana María Carrasco. No será fácil para esta muchacha de 26 años manejar tantos compromisos derivados de su condición de ultra campeona de ski y administrar la celebridad. La escalada de triunfos la llevó a ocupar el segundo ranking mundial en figuras y combinado y el record, también mundial de figuras, con 8.350 puntos. Acaba de ganar el abierto de Miami y se prepara para otro título en el mundial de West Palm Beach, en setiembre, con una nueva acrobacia: la vuelta de campana.

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MILLONARIO

MIGLIETTI & ASOCIADOS ABOGADOS LUIGI MIGLIETTI CARLOS GUILLERMO AROCHA BRUNO CIUFFETELLI GENTILE CARLOS SEQUERA AÑEZ Av. Urdaneta. Centro Financiero Latino Piso Ofc, 9. Caracas 1011. Teléfonos: 563 26 89 - 26 84 7396-7416-7467-7487 Telex 28292 CODER VC, Fax 563 7925

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SUMA CODICIA VANIDAD DE VANIDADES Tina Brown, la exitosa editora de V anity Fair , acaba de incurrir para la edición de agosto, en la suprema coquetería de perfumar sus páginas con una embriagante y duradera fragancia de rosas. La habilidad que le ha permitido a la tremenda inglesita resucitar la vieja publicación arropando la frivolidad del gran mundo con los destellos de la inteligencia de sus redactores y colaboradores; se arroga, pues, una licencia editorial de gran dama. Envueltas en este número as!, en agua de rosas, las historias del diamantino tercer hombre en la vida de Jacqueline, de la caída del billonario genio que revolucionó la economía norteamericana de esta década: Michael Milken -quien se enfrenta a una feroz ofensiva de la justicia de su país- y la de los nuevos rostros rarnpant es del incontenible capitalismo italiano

irle Ricklbule and Aiong Carne Mattrike 1101".111» Ibrallilliall11111111111111111.1111•1

fin de siglo , son

a la lectura estival, lo que un principesco jardín a la francesa abierto al público, a un sencillo caminante.

Espléndidas joyas La odontología, ejercida por mas de 10 años, le reveló los metales y sus aptitudes para la motricidad fina. Pero de allí se escapó y no regresó nunca: su alma de artista necesitaba alas para volar. Entonces Lourdes Silva se dedicó a crear joyas, que son auténticas obras de arte: el arte de la orfebrería. Conoce múltiples técnicas que maneja con minuciosidad y precisión. Una intuición do-

cumentada guía los diseños de sus collares, zarcillos, brazaletes, prendedores, anillos. Cada cuenta, eslabón, cada elemento de estas piezas, por mínimo que sea, es realizado por ella misma, lo cual las valoriza aun más. La plata como elemento básico es uno de sus materiales preferidos que combina con marfil, cuerno de búfalo, perlas, ámbar, zafiros, lapizlázulli, vidrio. Sus trabajos más recien-

tes fueron mostrados individualmente hace poco tiempo en el Museo de Arte Contemporáneo. Ahora pueden ser admirados y adquiridos en la tienda del mismo museo o en el taller del orfebre. Teléfono 987. 83.01. 24

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Como el de Bolívar

Fuera del ejemplar que perteneció a la familia de El Libertador, son muy pocos los muebles Biedemeyer que llegaron al país. Uno de ellos lo exhiben en su colección de reliquias Francisco Alva y Sergio Vilaseca. De finales del siglo pasado, en madera de caoba y de 1.20 metros de largo, un poco más reciente que el de la Quinta de Bolívar, pero también inglés, como todos los de sus congéneres de ese apreciado estilo. Su valor comercial es de 120.000 bolívares; teléfono 74.43.65.


La precisión en el registro de la hora —de hecho ya en los límites de lo perfecto— re-

¿Un Agam?

sulta secundaria en los relojes de colección Movado diseñados por grandes artistas contemporáneos. El año pasado fue el Times 5 'firmado por Andy Warhol. Ahora acaba de lanzar al mercado europeo el Rainbow, de Jacob Agam, uno de los fundadores y exponentes del arte cinético y del Op Art. El Rainbow tiene tres semicírculos coloridos en el centro y un círculo en el borde de la esfera negra. Los semicírculos están aplicados sobre dos cristales de vidrio ultradelgados, los cuales giran de tal modo que a cada hora se forman un semicírculo y un círculo completo, mientras los minutos y las horas se indican en dos hileras de puntos. La edición completase limita a 250 ejemplares de cada modelo y el precio de la colección (los cuatro relojes), presentada en un estuche, es de 20.000 dólares. La firma Agam quizás no diga mucho a los atracadores; tampoco los efectos caleidoscópicos. Sin embargo, más valdría abstenerse de llevarlo en paseos peatonales. Para pedidos o cualquier información adicional, comunicarse con las señoras Monika Engel o Erika Rohner, teléfonos en Suiza, 065-52.53.01 y 021-943.34.44. En el mercado venezolano se pueden adquirir los Movado Museum, diseño realizado en 247 por Nathan Horwitt, en precios más accesibles que van de los 2.000 a los 78,000 bolívares.

On the Rocks

Para quienes prefieren en vacaciones un cambio radical de clima, son pocas las opciones que se presentan en estos meses de agosto y setiembre, calientes por igual en el trópico y en Europa. Precisamente una opción distinta, interesante y exótica, es la que proponen los cruceros Skorpios, en la zona austral de Chile. Para los viajeros a bordo del Skorpios, el barco de turismo mó s grande y confortable fabricado en Chile, las bajas temperaturas son un accidente exterior gracias a las ventajas de la calefacción y no se sufren. Quienes han hecho la travesía aseguran que es realmente füscinante, con sus paisajes de montañas, _fiordos, glaciares, lagunas, islotes, ríos, aldeas de pescadores y una asombrosafauna y flora. El crucero de seis días se inicia en Puerto Montt (1.100 kilómetros al sur de Santiago) , llega hasta el extremo austral y la laguna de San Rafael, con posibilidades de baños termales en elfiordo de Quitralco, compras artesanales y paseos en lanchas. Precios entre U$S 655 y U$S 1.800, sin incluir pasaje aéreo. Reservaciones en Lan Chile y Agencia Horizonte, teléfono :284.75.11 . EscesO

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econocido por la crítica internacional como Lo que el viento se llevó hindú, Raj (Simon & Schuster Inc., New York 1989) participa de la popularidad y la gloria de los best sellers. Gita Mehta, la autora del libro, revela sin pudor en un arranque de merecido cosmopolitismo, la indianidad de su origen aderezado con la vida intelectual de los 60 en Cambridge y el tráfago neoyorkino de hoy. Escritora, directora de cine y periodista, Gita tiene en su haber, además de un apellido célebre, todos los elementos profesionales que la hacen aparecer como una triunfadora nata. Ganó el premio Emmy en 1971 por Bangladesh, como el mejor film documental y después se hizo conocer con su primer libro, Karma Kola: marketing the Mystic East, como una escritora que despertaba comentarios por el chistoso uso del lenguaje y la crítica burlona que hizo de los valores religiosos en boca de falsos gurúes. En Raj, Gita Mehta revela la brutalidad imperialista sobre un naciente nacionalismo a través de la historia de una princesa hindú. En la India, han sido las mujeres quienes han mantenido viva la tradición imperial en el seno de las familias y no como un simple vasallaje imposible de tolerar por una monarquía que gobernaba desde hacía miles de años. Un príncipe hindú no puede ser considerado un súbdito, así lo disponga el Imperio Británico. Gita Mehta no . es feminista aunque los principales personajes de su novela sean mujeres rodeadas de eunucos y de hombres Pligiblifill. Alsma tia laya, la protagonista, convertida en una Maharani occidentalizada por un esposo que no la quería por considerarla demasiado "nativa" pa26

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ra sus gustos anglófilos, la escritora incorpora otras dos figuras femeninas que sirven de catalizadores a la inherente y resignada dualidad del pensamiento filosófico oriental: la madre y la guía, la primera en su versión de gurú y la segunda como intelectual revolucionaria. atcria y espíritu, el yin y yang, la pobreza y la riqueza, la vida y la muerte. En la India, el feminismo no tiene soportes pues las mujeres participan activamente en el mundo de la política y del poder gubernamental con los mismos derechos que tienen los hombres. Hija de un padre que estuvo preso por sus actividades pro independentistas en una cárcel inglesa, Gita no podía crecer ajena a esa experiencia. Ala edad de tres años la mandaron a un internado y más tarde, a una escuela dirigida por maestras estadounidenses. Fraguado su intelecto en las lecturas de Melville, 0'1 lenry y Faulkner, su madre consideró que era demasiado riesgoso exponer a Gita a las tentaciones occidentales y por eso la retiraron del colegio americano para meterla de cabeza en otro internado, ahora regentado por monjas irlandesas. Después vinieron los años de Cambridge, cuando se casa con Sony Mehta, actual presidente de Knopf, la número uno de las editoras norteamericanas y factoría de best sellers. Algunos sostienen que el éxito de Gita Mehta se debe a la influencia de su marido, pero quienes leen la novela de inmediato desechan la sugerencia para darse cuenta de que en sus pAginas aparecen, como en una buena fórmula química, los ingredientes necesarios para alcanzarlo. Raj fue concebido como un


libro que respondiese a las exigencias de la industria cinematográfica, del mercado, de los clubes de lectores y de los jugosos concursos literarios instituídos para novelistas primerizas como Gita. Las 442 páginas dan perfecta cuenta de ello. Reseñada por la prensa de los Estados Unidos como una novela de estilo ágil y moderno que, sin embargo, escoge su escenario en la India de hace 50 años, Raj se está vendiendo como pan caliente en su edición empastada, a pesar del precio: 19,95 dólares. 1 exceso de hombres aburridos, según dijo en una entrevista para el India Today, llevaron a Gita Mehta a escribir la historia de una princesa en la era del jazz, una versión humorística y satírica de la India hace medio siglo. De allí el sesgo estudiado y trabajado de Raj, en contraste con su primer libro, Karma Kola, espontáneo, fustigante y divertido. Para concluir Raj, Gita tardó ocho años haciendo investigaciones y hablando con mucha gente que había guardado diarios, cartas y documentos privados de la época. La necesidad de mostrar un mundo imperial en franca decadencia a contraluz con la contemporaneidad de las ideas y luchas independentistas, forzó a la autora a recurrir a un lenguaje ágil, apuntalado por el exotismo de las imágenes, la veraz reconstrucción de ciertos acontecimientos históricos, la posible identificación autobiográfica con el personaje de ficción y el rescate de la imagen de la mujer hindú (considerada por la mayor parte de los occidentales como una mera esclava), aciertos que apoyan el aplauso de la crítica. En un subcontinente como el indio, donde la población rebasa blis

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Portón principal del Palacio Real de Rajastán, donde se inicia la épica historia

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dad, pero aun asi para la protagonista de la un es consi ntesitvedelechow~so.


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ban a las escuelas sino que recibían instrucción en sus palacios. Mientras Tikka, el hijo varón, tiene como tutor a un inglés llamado Capitán Osborne —quien recomienda el envío de su pupilo a Eton a fin de convertirlo en un gentleman— Jaya, por el contrario, tiene a una tutora de origen parsi (la señora Roy), que le mete en la cabeza sus ideas nacionalistas y le habla de la explotación que ejercían los ingleses en la India. Viene la Primera Guerra Mundial y Tikka muere en batalla; el Maharajá también fallece, pero de influenza, y la Marahani, siguiendo la tradición hindú, se e-

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tiene que pagar una inmensa fortuna como chantaje; al Maharajá de Indore se le pide que abdique del cargo porque se vio involucrado en el asesinato de una prostituta; el Maharajá Víctor se suicida y el esposo de Jaya, el alcoholizado príncipe Pratap, se convierte en Maharajá de Sirpur. Después de siete años de matrimonio, el esposo borrachín la embaraza y Jaya tiene un hijo. Cuando el Maharajá muere, ella se vuelve la gobernante de Sirpur acompañada del viejo primer ministro, Akhbar, y de James Osborne, el hijo del Capitán, quien a su vez fuera tutor del príncipe Tikka. Su hijo

Vive en New York, pero Gita Mehta aún se estampa el tikka en la frente para advertir que es una mujer casada. los 500 millones de almas, azotado por hambrunas, pestes, inundaciones, y marcado por la huella de diversas invasiones desde el siglo XII (árabes, mogoles y 200 años de colonización británica que legaron un broken english, un sistema de correos envidiable y una red ferroviaria que lo cruza de norte a sur y de este. a oeste), Raj es el pasaje a las recámaras y la vida fatua de Maharajás convertidos en vasallos del Imperio Británico. a historia tiene como escenario el estado de Balmer en Rajastán, gobernado por el Maharajá Jai Singh, que somete a sus dos hijos, Tikka y Jaya, a una serie de pruebas con el propósito de que aprendan a gobernar sin miedo. Desde pequeños cazan animales salvajes, matan tigres, montan a caballo, y juegan polo y cricket. Los hijos de príncipes no i-

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xilia al enviudar y se convierte en una gurú tántrica, pero antes entrega a Jaya en matrimonio al príncipe Pratap de Sirpur, hombre disoluto y frívolo que pasa la mayor parte del tiempo fuera del país fornicando con prostitutas extranjeras. Mientras, su joven esposa se disimite a cortarse el pelo, a pintarse las uñas de rojo intenso, a aprender a preparar martinis secos y a bailar tango en un intento por complacer al príncipe europeizado. Después de una serie de eventos, entre los cuales la vemos jugar polo, ir de cacerías y otras hazañas de la cotidianeidad, Jaya se manifiesta en medio de una confusión de tradiciones, culturas y lenguas. Su esposo se enamora de una bailarina de cabaret, y su cuñado, gobernador de Sirpur, termina casándose con una artista del cine americano. Al Maharajá de Kastunir lo sorprenden in lraganti mientras retozaba con una mujer casada y

y el primer ministro son asesinados en una emboscada y Jaya tiene que recurrir a un abogado nacionalista, lo suficientemente atractivo como para conducirla hasta hacer el amor sobre el lomo de un elefante. La novela termina en unas oficinas, mientras Jaya firma los papeles que la convertirán en una candidata independiente. En New York, Raj ha ungido a Gita Mehta como la nueva estrella literaria, sumándola a la nepótica constelación que ya integraban Zubin, el director de orquesta, y Ved, el laureado poeta. Pero eso no la confunde: fiel a la tradición hindú, ella continúa estampándose el tikka en la frente para señalar su condición de mujer casada. Recibe a sus invitados enfundada en el secular sari, y rodeada de muebles angloindios diseñados, como su ancestral cultura, más para el confort que para la agitada vida que Raj le ha impuesto. ay-)

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ZARIKIAN

GIiIRDAÍCCTIAEDVA DEL CORA~O` Una mujer que ha recorrido la vida como un largo safari pasional contabiliza, a la vera de la madurez, sus innumerables trofeos masculinos. El dinero, el amor y el poder la mimaron desde pequeña. No le tembló el pulso ante un hijo del rey Faruk, un miembro del clan Kennedy o el animador más famoso que ha tenido Venezuela. Supo siempre retirarse a tiempo. Ewald Scharfenberg•

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n griego, tasa un proverbio

centroeuropeo las astucias balcánicas, vale por dos judíos, y un armenio por dos griegos.

Si la prejuiciosa y geométrica progresión de sagacidades requiere un corolario más terminante que la tesonera saga de la familia Zarikian, la historia que relata Graciela, hija de Raúl y sobrina de Esteban, es una premisa para reducirla al absurdo. Vecinos y amigos, como la teleserie, de Onassis en la marmita étnica de Esmirna, justo en las estribaciones del desfalleciente Imperio Otomano, emigraron para fundar otros imperios, nunca tan vastos como provechosos, en América. El griego en Argentina; los armenios, aventados además por la masacre turca, en Venezuela. Así, los viejos mercaderes ambulantes de telas devinieron —permítase la rusificación de la jerarquía— zares de la industria textil y consortes del poder: desde finales de los 40 hasta la muerte del patriarca Raúl, en 1972, pocas no fueron las testas coronadas de Miraflores que buscaron su bendición en la quinta Graúl de la primera avenida de Campo Alegre, la residencia familiar. La punta del lápiz con que se escribiera 30

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Fotos: Juan Oropeza

esta historia finalmente se quebró: un soso condominio se construye hoy sobre la ancestral parcela, mientras Graciela, la traviesa y consentida Gracielita, la mayor de siete hermanos, planea enmendar el curso de los acontecimientos remachando con un curioso loop narrativo: busca emigrar. Como nunca antes, ni siquiera durante la turbulenta posta gubernamental postperezjimenista, ni la crisis textil de 1979-1980, el mestizo cubículo que es Venezuela se había hecho tan estrecho para la Zarikian. Diseñadora de cierto renombre que en modo alguno se compadece con su magro éxito comercial desde hace seis años, a principios de junio se deshizo de sus empleadas y bajó las santamarías de su taller en Altamira: "Las venezolanas no quieren trabajar", se queja, mientras cuenta el rosario de desventuras de la confección criolla: "hasta Minouche cerró". El desaliento, herencia que ni siquiera dos disputados divorcios le legaron, la golpeó como un inclemente fardo, Sin embargo, el ultimátum de las circunstancias conjuradas no termina allí: Vytas Brenner, su marido actual, celebrado músico pop como ignorado en su última faceta clásico-académica, tropezó con la incomprensión del medio en el estreno de

su primera sinfonía, Oro Negro, "aunque los padres de Vytas", puntualiza Graciela, "eran vecinos de von Karajan en Salzburgo, y le dieron a escuchar la obra. Le gustó mucho". Bochinche y más bochinche, refrenda la frase de Miranda, tradicional epitafio de todo venezolano en trance de exilio. Mientras recoge sus bártulos, coto de la nostalgia, Graciela Zarikian Arratia, descendiente por diversos cauces genéticos de armenios, vascos, griegos e italianos, tauriana con ascendiente libra, hija del año del mono, destapa los fulgores de una biografía que se fragua un 25 de abril de 1944. —Nací un abril, el mismo día que Marcos Pérez Jiménez y Fidel Castro, o sea, pura dictadura...ja, ja, ja. —Entiendo que tu familia materna tuvo mucho que ver con el régimen de Gómez.

—Mis apellidos por parte de madre son Arratia Toledo. El primer ministro de Sanidad que tuvo Venezuela fue Enrique Toledo

Trujillo, hermano de mi abuela, que asumió en tiempos de Juan Vicente Gómez. O sea, que a mi familia, por el lado de los Toledo, se la puede tildar de gomecista, y por el lado de los Zarikian nos pueden llamar perezjimenistas. Como te digo, pura dictadura.



La faramallera conclusión no hace sino resaltar una de las contradicciones, que no son pocas, en la vida de Graciela, crepitante fluir del yin y el yang: su expediente fue poco menos que una anécdota a la hora, 15 años atrás, de hacer válida su inscripción en Acción Democrática. —Una vez, no en estas últimas elecciones presidenciales sino en las anteriores, me encontré con un viejo amigo de papá, Carlos Gámez, quien me reclamó que si yo estaba loca, que cómo se me ocurría votar por los adecos que eran los peores enemigos de los perezjimenistas, y que si mi papá estuviera vivo me ahorcaría. a estirpe se afirmó en costas caribeñas en los años 20. Los abuelos Zarikian, añorantes del monte Ararat pero más temerosos de la bayoneta de Kemal Ataturk, cruzaron el Atlántico para residenciarse, primero, en Colombia, y luego, en la fraterna Venezuela. Sus hijos, Raúl y Esteban, de nueve y ocho años, hicieron honor a la secular laboriosidad de las gentes de la media luna y adyacencias, lavando aceras y repartiendo helados antes de caminar las parroquias de Caracas con un muestrario de telas a cuestas. —Los armenios son gentes muy unidas. Así como muchos otros, los dueños de Bazar Bolívar por ejemplo, le deben su fortuna a los Zarikian, mi familia contó en ese entonces con la ayuda de un señor armenio, mi padrino, quien por cierto una

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vez me regaló un piano checoslovaco August Fórster de 1884 que todavía conservo. Así fue como comenzaron con un negocito de telas, de casa en casa, vendiendo con su maletica. Por32

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que el armenio no tiene vergüenza del trabagrandes bailes, él disfrutaba de eso. Mi tío no jo. El armenio es muy sencillo. Puede estar es así. Papá era un hombre muy amplio, muy bailando en monedas de oro como Rico generoso, que se quitaba lo que tenía para MacPato, pero no tiene que ver con esto, idártelo a ti. Mi tío te quita lo que tienes más gual se mete debajo de un carro y lo arregla. lo de los demás también. Es verdad. A Esteban no le gusta la gente débil. Y está casado La danza de los millones en casa de los con una mujer que te digo sinceramente, es Zarikian pronto alcanzó el loco giro de los mi tía pero...en la vida no se puede ser tan derviches. Si cuando adolescente sudó como duro y cruel. La gente paga karma. Yo me peatón por las adoquinadas callejuelas capillevo ahora bien con Esteban porque, te contalinas, cuando murió, a los 60 años de edad, fieso, a raíz de que mi padre murió, me disaccionista fundamental —junto a su hermatancié de él, porque uno siempre está creyenno Esteban— de un sinfín de empresas, con do que le quitaron, ¿no? Recuerda que cuanlos formidables Telares de Maracay como do papá murió éramos jovencitos, la mayor tronco de su grupo corporativo, Raúl dejó en era yo, ¿entiendes?, no sabíamos mucho de el garage dos Rolls Royce, ostentosos símbolos automotrices de poder uno plateado y la vida. Al lomo de su fortuna y avasallante don otro Corniche dorado. ¿Qué sucedió en ese de gentes, Raúl Zarikian fue abriéndose paintervalo? —Tú sabes, los armenios son terribles, y so entre la corta nomenclatura castrense vepara los negocios son...Parec lefa que todos se hubieran puesto de acuerdo en que lo que les gusta son los tex"El 23 de enero tiles, la ropa, la tela, los trapitos. saquearon nuestra casa de Aunque no es por eso que a mí me gustan los trapos, ja, ja, ja...sino por playa en Caraballeda. mujer, por coqueta. Pero tú ves a los La gente identificaba a los armenios en Argentina, en New York, en París, donde hay muchos, Zarikian con el régimen y todos se dedican al ramo textil. depuesto". —Se dice que tu padre, Raúl, fue el verdadero forjador del imperio Zarikian. nezolana. Recién nacida Graciela, la revoluSí, dicen que mi padre era el genio y ción del 18 de octubre lo pilla en las calles mi tío Esteban quien ejecutaba sus ideas. Edel centro, atrapado entre dos fuegos de llos tenían todo fifty-fifty. En los telares, en vuelta de una visita de cortesía al general el negocio de los carros, en todo. Nieto Bastos, jefe de la policía medinista. —Entonces, ¿por qué es Esteban quien Fiel a su consigna de que hay que estar con aparece con más alto perfil? Dios y con el Diablo, al cabo de un lapso —Quizás es que mi tío siempre ha esta- congenia con los nuevos kepis. Con Marcos do en un grupo totalmente distinto al de mi Pérez Jiménez, el joven oficial, la amistad se padre. Mis padres andaban mucho en el meentrabó casi hasta el compadrazgo; oportuna dio diplomático, el de los militares; mi tío filiación para los negocios. no. Quienes los conocieron, saben lo dife—El apogeo de tu familia fue durante el rentes que eran Raúl y Esteban. Porque Esrégimen de Pérez Jiménez. teban siempre fue un poco (baja la voz) co—No exclusivamente. Yo me acuerdo flo'e madre ¿no?, eso es lo que tengo entende las piñatas de nosotros, los bautizos, las dido. En cambio, mi papá siempre estaba primeras comuniones, los matrimonios, en ayudando a la gente. Esteban es más duro, general, todos los fiestones que nos hicieron mi papá no era duro. fueron grandiosos. Recuerdo que mi boda, —Quizás por ello se complementaron en 1969 durante el gobierno de Rafael Calcon éxito. dera, quien asistió como invitado, fue algo —No sé...Al que siempre veías en las tremendo, casi 5.000 invitaciones, los carros fiestas era a mi padre, que tenía todas las llegaban más allá del San Ignacio desde la amistades del mundo. Le encantaba inventar primera avenida de Campo Alegre. —

—Sin embargo, ningún mandatario estuvo tan cercano a tu padre como Pérez Jiménez. En esa época, ¿con qué frecuencia se veían? —No todos los fines de semana, pero casi todos. A nuestra casa de Campo Alegre iba muchísimo el presidente. Ose reunían en casa de Francisco Pérez Jiménez en el Country. O se encontraban en nuestra casa de playa en Caraballeda. O mi papá iba a La Guzmania. Eran muy amigos. —Desde que Gómez los fundara para hacer uniformes para el ejército, los Telares de Maracay pertenecían al Estado. Pero en 1954, la dictadura decide transferirlos al sector privado, y en una licitación se los vendió a los Zarikian. ¿No tuvo que ver la amistad con Pérez Jiménez el resultado de esa licitación? —Quizás, perfectamente puede haber sido, por la misma amistad que tenían Pérez Jiménez decidió vendérselos a mi padre. Si mi padre estuviera vivo y se le presentara una oportunidad como esa pero al revés, sé que preferiría venderle a un amigo. —Eras una niña entonces. En sus visitas, ¿jugueteaba el general contigo? —Tengo muy buenos recuerdos de él porque, como te digo, cumplo años el 25 de abril, el mismo día. Entonces siempre tenía un regalo del general Pérez Jiménez, una caja de peluches, una cesta de caramelos. Pero era un hombre muy serio. En la casa también se la pasaban Carlos Gámez Calcaño, Rafael Pinzón, Adolfo Ramírez Torres padre, Carlos Morales, el general Llovera Páez...Pedro Estrada nunca estuvo en mi casa. No recuerdo que mi papá lo haya tratado. Aunque sí sé que era amigo de Alicia, su primera esposa. Recuerdo cuando vino Somoza, el viejo Tacho, y aquel desfile que hubo allí en esa avenida, frente a mi casa. Somoza se hospedó al otro lado de la actual Casa Mar, a dos casas de la nuestra, en casa de los Gómez, nietos de Juan Vicente. Y también llegó a estar en mi casa. Si mal no recuerdo, su visita fue la razón de una de las fiestas más grandes, que fue cuando vino Magdalena Sánchez y bailó en mi casa, tocó la Billo's Caracas Boys, un fiestón increíble. También bastante que bailó en mi casa Yolanda Moreno. —Entonces fue un gran golpe para los Lil• EscesO Agosto 1989 33


Zarikian la caída de Pérez Jiménez. Sí. Esa noche daba miedo. Mi mamá, que había sido hija única, superprotegida, que había sido criada con sus primas en Italia, estaba muy asustada. Nos obligaba a estar en silencio, con todo cerrado, las luces apagadas, porque sabíamos que se había ido Pérez Jiménez. —La gente los identificaba con el régimen depuesto. ¿Tenían alguna protección? —Después tuvimos. Temíamos que nos atacaran, como en efecto ocurrió con nuestra casa de la playa. El pueblo de Caraballeda la saqueó: las puertas, la ropa, los muebles, cuadros, todo. Pero mi papá, que era muy dulce, pero a la vez tenía su carácter, bajó a Caraballeda, él mismo con su carro, aunque iba armado por supuesto, habló con los tipos y le devolvieron todo, íntegro, ¿tú puedes creer eso? Hasta le dieron cosas de otra gente que habían saqueado. —

izpireta y primogénita, Graciela, la colegiala de La Guadalupe, parte a Estados Unidos a estudiar bachillerato trasel fatídico 23 de enero. High school y los primeros semestres de una especialización universitaria en arquitectura licenciaron la coartada para una prolongada estadía de una década en New York. Liberada por la distancia, aunque sólo temporalmente, del gregarismo armenio y de la coercitiva égida paterna, Graciela, conducida más por la pasión antes que por la doctrina, estiró un poco los músculos de la desobediencia. En un colegio de señoritas, junto a una sobrina de Rockefeller ("Patsy, una marimacha") y una descendiente de Ferdinand Marcos ("cada fin de semana la venía a buscar una limusina impresionante"), engrosó su curriculum con travesuras de poca monta, como escaparse al poblado cercano para

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comprar pizzas que engrasaran alguna fiesta nocturna. Pero otras triquiñuelas, como un candoroso romance con el hijo del rey Faruk de Egipto, no pasaron bajo el tapete. —Khadi, uno de los hijos del rey Faruk, me iba a buscar en su carrazo al colegio. En realidad, él no me gustaba, era bajito, moreno, y con los dientes montados. Pero era una persona extremadamente fina, me llevaba a los mejores sitios, me atendía como a una reina, imagínate, yo iba a cumplir 19 y él tenía 45. Mi papá me veía vestida de pieles, y me preguntaba a dónde iba. "A las fiestas del colegio". Hasta que un día me descubrió. Se enteró porque a la habitación llamó el embajador ante las Naciones Unidas preguntando por "la princesa Grace". Así me llamaban allá, Grace. Pero fue mi papá quien atendió. Era que me estaban organizando una fiesta de despedida, porque yo estaba entonces regresando a Venezuela. No quiero ni contarte lo que pasó. —

Desde hace 15 años,j unto a los plásticos de crédito y las llaves de sus bancos, un carnet burdo en el diseño pero efectivo come ci que más, ci á Acción Democrática, se exhibe en la bille tera de Graciela. Su membrecía no ha sido pasiva: en 1983, llevó a suflamante conquista, Vytas Brenner, , a componer y grabar un single llamado Hasta Cuándo, en el que denunciaba la corraplana copeyana y exaltaba las virtudes del candidato Jaime LuExces0 Agosto 1989

—¿Qué dijo tu padre del divorcio? ¿Fue una crisis familiar? --No. Mi divorcio más bien fue una alegría para mi padre. Porque él sabía la vida que yo estaba llevando casada, y él realmente me quiso sacar de esa casa. Humberto era un figlio di mamma que atravesaba un

¿Tu padre te supervisaba mucho?

---Sí. Nos montaba en el avión a New York. Una vez, un viernes, al llegar al aeropuerto Kennedy, me escapé con mi hermana Lucy y nos alojamos en el Sheraton, donde mi padre siempre se quedaba. Pensábamos ingresar al colegio el domingo. Pero mi papá llamó al colegio y le dijeron que no estábamos. Puedes jurar que agarró el primer vuelo a New York. Llamaba casi todos los días a la directora del colegio. Era un régimen muy estricto. Sólo teníamos ocho fines de semanas para salir del internado. Las vacaciones de julio las descontaban de ese cupo. Pero era una temporada deliciosa, porque teníamos un grupo de amigos y amigas que estudiaban en los colegios de alrededor, corno el Mount Saint Mary, el Babson Instituto, una patota que se reunía todos los veranos y que nos veníamos juntos a Venezuela en el Santa Paulao el Santa Rosa, uno de los

HACIA LA GRAN VENEZUELA

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dos buques: mi hermana Lucy y yo, Los Rotemberg, los Zingg, los Imery, los Blohm. A los 25, la vuelta a la patria fue rubricada sacramentalmente en el matrimonio con Humberto Segnini Fernández —luego, marido de Mariela Capriles--, un tormentoso clinch cuyo inevitable veredicto, el divorcio, trajo al margen el nacimiento del único descendiente de Graciela, Umberto, hoy de 19 años. El vínculo, aunque efímero, dejó truncas sus carreras universitaria y de maniquí, que ya iniciaba en Alfa Boutique junto a Carolina Herrera.

Cinco mil fueron los invitados a la boda de Gradela. Luego su padre (a la derecha) intentarla sacar-

la de ese matrimonio.

sinchi. Regularmente, en cada torneo electoral, martilla entre sus amistades para la bolsa adeca, y hasta algún altercado ha enfrentado por su militancia sui generis. "Amo muchísimo a Ociavio Lepage, quien me parece un hombre excepcional. También soy amiga de Carlos Andres Pérez, a quien respeto y admiro. Y soy amiga, aunque no intima como sí lo es Milagros (Maldonado), de Cecilia. He estado en las piñatas de su hija, la chiquita. También la admiro mucho. Es una mujer fuerte e inteligente. No ha presionado a Carlos Andrés y sin embargo ha conseguido lo que ha querido".'


Estudió en New York con una sobrina de Rockefeller y una ¡descendiente de Ferdinand Marcos. Para redondear el linaje, se lió con Khadi, un hijo del rey Faruk.

Imagínate cómo estaba de contento. —Tu divorcio coincide con tu relación con Renny Ottolina, el hombre más exitoso de nuestra TV. ¿Cómo lo conociste? —Justamente yo había viajado a Madrid para pasar lo de mi divorcio. Y allá estaba Renny por el suyo. Yo me estaba quedando en un apartamento alquilado por una amiga mía, Nidia Cróquer. Y allí me llamó Renny. Yo creía que era un chiste de mi amiga porque, claro, yo sabía quién era Renny Ottolina, él era un hombre público, pero jamás imaginé que él supiera quién era yo, Graciela Zarikian. Atendí, y me invitó a salir. Nos vimos esa noche en El Gitanillo, donde, por cierto, estaban las dos hijas de Pedro Estrada. Empezamos a salir. Y nuestra relación duró un año. —Demasiado tiempo para un hombre con la fama de mujeriego de Renny Ottolina.

él? ¿La tenía encerrada en un cuarto? Pero lo más extraño es que los estuches de maquillaje me parecían conocidos. Pues bien, me quedó la incógnita. Después salimos más en serio; me fui con Renny a Roma, y a Londres. Un día, mucho más tarde, hablando aquí en Venezuela con una gran amiga mía, Olguita Ivanic, me confesó: "¿Tú te acuerdas de aquella famosa irlandesa que Renny tenía encerrada en aquel cuarto? Esa era yo. Yo oía una voz afuera en el salón que me sonaba conocida pero, pensaba, no podía ser". Me iba muriendo cuando me contó eso. ¿Renny era un hombre atormentado? —Jamás hablamos de sus temas sombríos, del divorcio, de la tragedia de sus hijas. Solamente lo vi alterado una vez; yo me estaba bañando y él entró, allá en Roma: "Coño de la madre", porque la mujer lo tenía hasta aquí, lo llamaba, lo fastidiaba. Y a mí tampoco me gustaba mucho la situación. Siempre me he conseguido con personas problemáticas pero no porque las buscara. Pero a Renny lo conocí en su cénit físico y económico. Me cuidaba como a una muchachita. Sabía que yo estaba recién divorciada, entonces salíamos y no me agarraba la mano delante de nadie. Y después, cuando terminamos, seguimos corito amigos. Yo creo, estoy segura, que él se mató con unas maletas que yo le escogí. ¿Fue difícil la separación? —En Italia tuvimos una pelea y yo lo dejé. Nos habíamos ido en un viaje hasta Puerto Hércules Milagros Maldonado, que entonces vivía en Roma, su novio italiano, que recuerdo cargaba un Ferrari precioso, Renny y yo. Llegamos como a las tres de la mañana a un hotel espectacular llamado Il Pellicano, y como nadie nos atendía, Milagros se metió por una ventana y nos abrió la puerta. No conseguimos, esa noche, dónde quedarnos, de modo que tuvimos que dormir los cuatro sobre el techo de la lavandería del hotel, hasta que al día siguiente nos asignaron las habitaciones. Cuando nos devolvimos a Roma, en el hotel se me quedó un anillo. Mandé a Renny a buscármelo. Pero pasó el tiempo y Renny no volvía. ¿Qué había sucedido? Ah, bueno, resulta que en el ratico que había ido a buscar la sortija, en la piscina conoció a dos gringas. Cuando vuelve a Roma, él llama a las dos gringas, que vienen al apartamento; en eso Renny sí era un descarado. Q! —

Un accidente que duró ocho meses: su matrimonio con Oswaldo Rivas Larrazábal.

mal momento, porque cuando nos casamos su padre y su hermano acababan de morir en un accidente con los Staccioli, los de Tiquire Flores. Entonces estaba la mamá, la cuñada, la tía, todo el tiempo vestidas de negro y con esa cara de tragedia metidas en la casa. No lo soporté. Por eso, el día que yo salí de esa casa mi papá me premió con un diamante blanco. Me dijo "pon la mano atrás", me sacó el anillo que tenía y me puso el nuevo.

—Sí, Renny era tremendo. La primera vez que hablamos empezó con una historia de una novia que tenía todavía, una irlandesa, a la que no le quería hacer daño, que estaba con él en el hotel pero que ya la iba a despachar a Roma. Pero un día voy al Meliá, donde él se quedaba, con Nidia y el torero Tomás Parra. Cuando voy al baño, me llaman la atención unos estuches de maquillaje. ¿Todavía estaba la famosa irlandesa con

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DIMENSION DESCONOCIDA La propensión esotérica de la hoy diseñadora fue ratificada hace algunos años por una peculiar cadena de acontecimientos cuyo examen retrospectivo sólo puede arrojar un resultado: fue un anuncio de la muerte de su padre, Raúl Zarikian, quizás el más espléndido anfitrión de la noche caraqueña, quien falleció como le correspondía, en una boite. "Una semana antes, yo había tenido un extraño sueño: mi padre estaba en el patio de la casa y mi hermano Rahn en la cocina preparaba pastentos griegos. Las puertas de mi casa rara vez se abrían de par en par, sólo en las bodas. Pero en mi sueño estaban así, de par en par, y yo salía corriendo hacia afuera para encontrar a unos niños que llorabais por alguien. Me devolvía! bar, todo esto en el sueño, y me tomé un brandy y le dije a mi papá: «Ahí está Renny». Este último detalle me confundió, porque entonces no supe si el sueño era con respecto a Re nny o mi papá". "En esos días, mi papá me pidió la cola. Cuando lo dejé en el semáforo del Country Club, realmente vi la muerte pintada en su espalda. Eso me puso más nerviosa. Después, en la noche, salí a Le Club con Gustavo Ramírez McGregor y un grupo, a ver a la niña Wells, la norteamericana Miss Universo 1972. Pues bien, cuando se prendieron las luces, yo sentí así como si me halaban por los pelos. Ahí fue donde yo me voltée y dije: «Mi padre se muere»". "Pues bien, el día que papá murió estaba sentado en la misma silla de Le Club donde yo había estado esa noche, cargaba el flux azul que llevaba cuando el episodio del semáforo, y en

ese mismo momento mi

km« no ¡latir'

estaba cocinando pastelitos griegos. Las puertas de mi casa se abrieron de par en par para el funeral de mi padre".• 36

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Pero estando las dos gringuitas sentaditas, una de ellas dice: "...no, porque estábamos en Puerto Hércules...". Y allí yo ato cabos. Me despedí de él en su oficina, lujosísima, en vía Veneto, y me vine a Venezuela. Con todo lo que de bochornoso siempre comprende el retorno, la nueva temporada venezolana de Graciela Zarikian rejonearía una difícil faena, pues a los pocos meses su padre, Raúl, se desplomaba fulminado por un ataque cardíaco a mediados de 1972, tras concluir una ardorosa ronda de danzas griegas en Le Club. La parca, implacable, segó el patrimonio familiar (por decisión de su hermano Rahn, los bienes paternos se rifaron entre los siete hijos; a Graciela le correspondieron las más codiciadas piezas de la colección de marfiles, entre otros supervaluados cachivaches) pero a la vez dio el pistoletazo de partida para la jarana: —Realmente, mi padre era sumamente estricto, sobre todo conmigo. Cuando él vivía, yo quería montar caballo y no me dejaban, porque me podía caer. Quería estudiar ballet y no me dejaban, porque me podía deformar las batatas. Después pude hacer varias cosas que deseaba. Aunque a mí me pe gó mucho su muerte. Y todavía me hace falta. on la honrilla que ha logrado instaurar Vytas Brenner — su compañero desde 1983—, de cualquier manera y sin dudas mayores, los matrimonios de Graciela Zarikian no han sido más que circunstanciales hors d' ouvres para borrascosos amoríos. Curro Girón, una de sus conquistas, le dedicó varias tardes; Gustavo Ramírez McGregor, el hijo del editor de la revista Momento ("uno de los amores de mi vida; me conoció el mismo día que se casó por civil con Flor Adela Coll, pero desgraciadamente siempre fue hombre de dos mujeres; preferí ser su amante antes que su esposa"), ocupó su agenda por cerca de un lustro; con Oswaldo Rivas Larrazábal sí se casó, pero fue un paréntesis de ocho fugaces meses; Alejandro Alcega ("su padre me atacaba desde muchos años antes, cuando tenía la galería en Sabana Grande") fue un partner de postín; un conde italiano, que perecería más tarde en un accidente en Lima, y hasta Martin, un banquero de Rosenthal & Rosenberg que termi-

naría consiguiendo un préstamo para el Banco Industrial de Venezuela, quemaron las naves por ella. Pero la relación que la vacunó contra probables romanticismos, "que me puso más mosca", fue el interinato de 20 meses de Espartaco Santoni. Lo conoció a fines de 1978, en casa de una amiga Aurita Siso; "Me lo voy a levantar, a ver hasta dónde llega", se juró, y a despecho de las advertencias amistosas de sus conocidas, y de las más beligerantes de su familia ("mis hermanos no me hablaron durante un año; y cuando mi mamá murió, en 1979, su gran dolor era mi relación con Espartaco"), llevó su test adelante. —No me puedo quejar de Espartaco como pareja, pues siempre me fue fiel. El gran problema con él vino por una cuestión de dinero, una vez que viajamos en el Queen Elizabeth 2 de La Guaira a New York. Quería impresionar a un exministro, y gastó no sé cuánto dinero en el casino. Pero además empezó a pagar con mi tarjeta Diners. Algunas veces yo firmé cuentas suyas. Pero otras

El vuelo de Graciela al fin aterrizó en una familia: Vytas, su esposo, y Umberto, su único hijo.

él falsificó mi firma en el voucher. Por ejemplo, se compró 300 dólares en corbatas de Yves Saint-Laurent. Y así metió una deuda de 150.000 bolívares en mi tarjeta. En el Regency me organizó la fiesta de cumpleaños más espectacular que se recuerde en ese hotel, más deslumbrante que la de Carolina de Mónaco, con los mesoneros con guantes blancos y champaña; pero yo tuve que pagarla. —¿Por eso terminaron? —Ya estábamos mal cuando una noche fuimos a casa de Isabel Liscano, que nos había invitado a ver la transmisión del Miss Universo que ganó Maritza Sayalero. Allí


estaba Naty de las Casas, que desde chiquita había estado enamorada de Espartaco. Ella empezó a atacarlo, y yo me mostré indiferente. Después quise irme a casa y él intentó dejar la chaqueta para poder devolverse. Dejó la chaqueta pero no volvió a la fiesta. Aunque al día siguiente debió ir a buscarla, porque la bendita chaqueta apareció en la casa. Allí empezó a salir con Naty, aunque me tenía a los dos hijos de Tere Velásquez en mi apartamento.

—Fuiste su socia en el MauMau. —No exactamente su socia. El socio en ese negocio era Luis Alfredo Freites, el actual comisionado de la concertación. A mí Espartaco me preguntó si quería meter unos 150.000 bolívares allí, y los recuperé antes de que él vendiera su parte a Freites.

"Soy la única mujer que le ha cobrado a Espartaco Santoni". Los otros 150.000 bolívares, los de la tarjeta de crédito, sí fueron más problemáticos. Yo dije que no iba a pagar esas cuentas que no eran mías, y me embargaron. Pero entonces yo embargué al Chucky-Lucky, que era el negocio de Espartaco y José Antonio de la Guerra. Le sacaron hasta los muebles. Por eso puedo decir que soy la única mujer que le ha cobrado a Espartaco Santoni. El desengaño de esta aventura impuso una cuarentena parcial de flirts a Graciela. Parcial, porque en el lapso -que expira cuando conoce a Vytas-- mantiene relaciones intermitentes en

New York con Hassan, un sobrino de Omar Shariff, y John Pat Fitzgerald, otro patronímico de la dinastía Kennedy. A instancias de este último, hizo su interpretación, no muy cabal mas ciertamente personal, de la frase de J.F., no preguntes qué puede

hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer por tu país. —John era primo hermano del presidente Kennedy. Era abogado, y trabajaba en Boston. Lo veía cada quince días, los fines de semana, en New York. Era 1980 y estaba la precampaña de Edward Kennedy contra Mondale. Entonces yo colaboré con las mujeres latinas de Kennedy for president a mi manera. Hicimos una fiesta en el Xenon e invité a los venezolanos que estaban en la ciudad. Fue un éxito. Por eso hice lo mismo con Bulgari, donde Hassan trabajaba como relacionista. Hacía fiestas sensacionales en Regine's con esos venezolanos prominentes, Diego y Tiqui, María Cristina Anzola que entonces estaba casada con Hans Neumann, Perucho Torres, con caviar, champaña, paté, y Bulgari pagaba todo. Claro, le interesaba porque yo le llevaba clientes, clientes que iban a las bóvedas donde no todo el mundo entra para ver y comprar las joyas más valiosas de Bulgari. Graciela resopla: "Ufff, tengo tantos cuentos que hechar que no sé por dónde empezar. En Londres tuve unos desayunos increíbles con Margarita, mi amiga, la hermana de la reina de Inglaterra...", pero Espartaca, la perrita Yorkshire bautizada así en irónica venganza, interrumpe con una incursión que amenaza con convertir una alfombra persa en una ciénaga de excreciones. "Tan malcriada como su tocayo", se lamenta, para repetir: "tengo tantos cuentos que echar..."cAjD

Torré C'enirá - v. Luis Ruche' Allumiru - Télf. 285.0.122

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1. LUIGGI BOVANINI Romano de 48 años con 33 en Venezuela; casado,con dos hijos que se orientan hacia el oficio del padre. Se declaro sin modestia el más clásico de los modernos y el más moderno de los clásicos. Su peluquería, la más grande del país, se despliega sobre 500 metros cuadrados y cuenta con 48 empleados. A ella dedica 14 horas. Sus hobbies: mecánica, carpintería, electricidad y plomería. En su casa de Colinas de La California dispone de seis carros; prefiere un Mercedes. Peina a las diputadas Ixora Rojas y Milagros González. Centro Comercial Chacaíto, tel. 72.70.18 y 72.59.42.

2. ANNETTE ROJAS LUGO Caraqueña de 45 años, vegetariana, no fuma ni bebe, practica yoga, gimnasia y meditación

trascendental. Aprendió el oficio viajando por el mundo. Trabaja un promedio de 15 horas diarias, contando las clases que dicta por las noches y fines de semana. Vive con sus tres hijos

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en Santa Fe Sur y dispone de dos carros: un Mercedes y un Sierra. Se califica vanguardista. Cobra por un corte entre 500 y 700 bolívares. Son clientas suyas Carmen Victoria Pérez y Bárbara Palacios. Edificio Galipán, Mezzafina, El Rosal, tel. 951.08.36 y 951.20.95.

res. Vive en Santa Paula y atiende en la Avenida San Felipe de La Castellana, teléfono 32.07.63.

4.RICARDO CHANG

aprendió el oficio en Madrid, con los hermanos Blanco. Trabaja 10 horas diarias y se considera un vanguardista. Está casado, tiene tres hijos, vive en Santa Mónica y se moviliza en un Renault 11. El promedio de un corte está en 320 bofívares. Por sus manos han pasado casi todas las misses, pero recuerda especialmente a Emma Rabbe. Ignora cuánto gana, lo cual hace pensar que no tiene que contar los reales. Centro Comercial Cada, Las Mercodes,teléfono 752.61.65.

De los muchos años que dice tener y no revela, ha vivido 35 en Venezuela. Nacido en Bari, se formó en Italia y trabaja casi 10 horas diarias. Maestro de pelu-

Caraqueño, 39 años, hijo de padre chino y madre venezolana. Formado en el país, se define como vanguardista y trabaja 14 horas diarias. Divorciado, tiene una hija, vive en El Rosal y maneja un Renault 21. La tarifa por corte oscila entre 250 y 300 bolívares. Dos de sus clientas más asiduas son las esposas de los generales (talo del Valle Alliegro y

queros, lo suyo es la 'pura C105e .

Contreras L'aguado. Edificio Go-

6. MOISÉS BEN101.0

y lo clásico, aunque domina todos los estilos. Peinó a la reina de Holanda cuando estuvo en Venezuela. Casado, cuatro hijos, dos nietos. El costo de un peinado oscila entre 180 y 400 bolíva-

lipón, planta baja, El Rosal; teléfono 951.16.94.

Nacido en Marruecos hace 40 años, se formó como peluquero en Francia. Dedica al trabajo 12 horas diarias y se ubica como vanguardista. Casado, dos hijos, vive en Macaracuay. Cobra

3.ISIDORO COLUCCI

5. JOSE LUIS FERNANDEZ Español, instalado en Venezuela desde hace 32 años. Tiene 48 y


LOS 10 MEJORES tasse cuenta Norka Sierratta. Prefiere callar el monto de las ganancias de su palacete, ubicado en la Primera Transversal de Los Palos Grandes.Teléfono: 283.57.68.

Fotos: Juan C. Oropeza

9. MARIETTA FERNÁNDEZ Maracucha de 45 años, peluquera autodidacta, se perfeccionó con Vidal Sassoon en Londres y en otras vueltas por el mundo. Con su estilo cree sintetizar lo clásico y lo moderno (es especialista en moños). Divorciada, cuatro hijos, vive en Santa Rosa de Lima. Su precio promedio por un corte es de 500 bolívares. En su lista de clientes figuran Maritza Pariente y la Muñeca Morales Bello. Dedica a su trabajo entre 10 y12 horas diariasTeléfono: 91.38.97.

un promedio de 250 bolívares por corte y 200 por peinado. Es dueño del negocio y gana entre 70.000 y 100.000 bolívares mensuales, Avenida Luis Roche, Altamira, teléfonos 262.06 27 y 261.47.17.

7. ARMANDO BENLOLO Marroquí de 33 años, formado en París. Se define como peluquero 'actual', trabaja entre 12 y 14 horas diarias y practica deportes. Espera un primer hijo, vive en la urbanización Manzanares y conduce un Renault Fuego. Cuenta entre sus clientas a la ex Miss Mundo y presentadora de televisión Pilín León. Sus ganancias mensuales las calcula entre 150.000 y 200.000 bolívares en su propio negocio del nivel planta

baja del Centro Comercial Tamanaco, teléfonos 261.22.32 y 261.90.39. 8. PAOLO DAVOL1 Parmesano de 49 años, instalado desde los siete en Venezuela. Aquí estudió con los estilistas Eduardo y Nazareno. Trabaja entre siete y ocho horas diarias y en sus ratos libres trota y practica Kung Fu. Casado, tres hijos, vive en la urbanización Miranda y prefiere los carros Fiat. Entre sus clien-

10. ALEJANDRO CARBAJALES Uruguayo de 37 años, con 12 en Venezuela. Estudió en su país, en Caracas y viajando por el mundo; casado, un hijo, vive en Prados del Este. Trabaja 15 horas diarias, de domingo a domingo.Se ubica en el vanguardismo, personaliza los trabajos y divide a su clientela en tres categorías: vanguardista, clásica y comercial. Las primeras, minoría, buscan lo audaz, atrevido, distinto. Las segundas no salen del mismo corte y las últimas siguen a los vanguardistas pero no se atreven a experimentar. Sus ingresos mensuales se ubican entre 80.000 y 100.000 bolívares. Mantiene dos negocios en el CCCT: planta baja y lobby (teléfonos 959.28.35 y 959.28.34).

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UN DRAMA ASUMIDO al B 'a nn componer s Mas, y una artritis ue mantiene sus manos casi, pdValizadas no ha conseguido ven-

cer el virtuosismo del norteamericano clamaartes.

LOS DEDOS DUROS Niño prodigio y famoso pianista norteamericano, Byron Janis haría llorar a soviéticos durante un concierto en Moscú, destapando quizás sentimentalismos soterrados en una época de grandes tensiones políticas, durante los años 60,y resolvería su torturado talento con un final heroico: el triunfo de su virtuosismo sobre un mal que lo agobia desde hace tiempo. El mal fue siempre un secreto para el público hasta que Nancy Reagan lo anunció en un concierto en la Casa Blanca: "Byron Janis", dijo: "ha estado luchando solo y en privado, contra la agonía física y el trauma emocional de una artritis, desde hace varios años". Pa40

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ra un pianista esta enfermedad es una maldición sobre una brillante carrera y sin embargo Janis ha regresado al escenario arrancando lágrimas, bravos y aplausos en el Carnegie Hall, en París, Moscú y otras ciudades, como en sus mejores tiempos. ¿Qué pasó? ¿Se curó de lo incurable? ¿Un milagro? "Yo tengo artritis", dice Janis, "pero la artritis no me tiene a mi' Mientras COnYCrSábamos , instalados cómodamente en un sofá del salón de su apartamento en Park Avenue, hizo una pausa para retomar el pasado, presente y futuro en un solo tiempo y confesar, con un tono profundo: "La música es mi vida y lo único que ten-

go para hablarle a Dios". Su frase cayó suplicante en medio de una sala donde dos pianos Steinway permanecían abiertos como los únicos testigos de su drama entre retratos autografiados del gran Toscanini, Horowitz, Picasso, Uri Geller y hasta el mismo Ronald Reagan, testimonios de su prestigiosa carrera y del reconocimiento mundial que obtuvo como el mejor intérprete de Chopin. Pero en la vida de un intenso como Janis no todo es color de rosa y mucho menos para un elegido de la música como él. Nacido en McKeesport, un pequeño pueblo en el estado de Pennsylvania e hijo de emigrantes ju- díos, Byron Yanks (después Janis) tuvo


he realizado mis mejores conciertos en esas que llevar desde pequeño la marca poco el zapatero, que hacía buenos zapatos, era condiciones, con dolor y sometido a un usual de niño prodigio y responder a los sa- tan genial como yo. ¡ Ese es su trabajo! ". crificios que la familia realizó por él. Por Janis sufriría su primer accidente en la ma- stress absoluto. Nadie se daba cuenta. Estos una de esas implacables premoniciones, re- no izquierda jugando con su hermana. El de- dedos no podían doblarse. La gente decía cibe a los cinco años de edad un xilófono de do meñique le queda atrapado entre dos que yo me había vuelto un neurótico, un ser juguete como regalo de Navidad. Lo lleva al puertas de cristal, requiriendo una urgente insoportable, que la fama me había cambiakinder y lo toca de oído tratando de imitar a intervención quirúrgica, pero para salvarle el do. Me hacía inyectar cortisona en los dedos dedo cortan el nervio y le deshabilitan un antes de subir al escenario. Traté todos los la maestra. "Me preguntó si podía hacer lo mismo con tendón. "Mantuve callado lo del accidente medios posible: hipnosis, acupuntura, quiroel piano y lo hice". El talento se había aso- tal como hice con la artritis que vengo su- práctica, curación por el espíritu. Estaba desesperado". friendo desde 1973.Toda mi carrera se hizo mado, pero nadie intuyó, ni siquiera el misJanis explica por qué continuó reamo Janis, el secreto que años más lizando conciertos y manteniendo tarde escondería en sus prodigioMan t. en secreto su mal. "Lo hice por dos sas manos. "La maestra le escribió razones. Una porque los secretos una nota a mi madre y recuerdo mi enfermeuvi,,,,, , porque siempre dan poder. Yo estaba conque me la prendió en la chaqueta fent nre da. centrado en una sola cosa: perder el con un alfiler.Yo estaba aterrado". miedo a perder mi habilidad como Seis meses después debutaba en poder ti el to quería que una estación de radio en Pittsmúsico y por lo tanto la posibilidad de comunicarme con lo eterno. Mi burgh. Al año, sus habilidades come considerara mo pianista sobrepasaron las de su vida es la música. La otra razón era propio maestro, quien asombrado que si lo decía, la gente, el público, por el singular talento de Byron, iba a verme como un inválido y eso decide traerlo a New York para tocar delande esa manera: sobreponiéndome al dono me gustaba. Prefería pasar por neurótico. te de los afamados Josef y Rosine Levine. Se lor".Byron tuvo que habituarse a no sentir No lo soy, pero la gente no entendía por qué recomendó su traslado a la ciudad para que la presión de las teclas en el dedo insensi- me encerraba". recibiera clases avanzachs de piano. bilizado. Janis suspendió sus medicamentos y su El sentido de responsabilidad por haber naapretada agenda de conciertos después de cido con talento, lo tuvo Janis desde la infana ausencia del padre se vio reem- sentir los efectos dañinos de la droga y'la nocia. Caminaba 40 cuadras para ir a recibir sus plazada por personajes famosos en che de la Casa Blanca le pareció que sería la clases de piano y ahorrar así a su familia el la música que hicieron de padres despedida de su carrera. Confesó que iba a dinero del pasaje. En aquellos años de la deadoptivos: Samuel Chotzinoff, di- sentirse liberado del secreto luego de la nopresión lo que sobraban eran desempleados rector de la orquesta de la NBC; ticia de Nancy Reagan y en cierto modo cuy larguísimas colas de gente ante los centros Toscanini, Heifetz y el mismo Horovitz, rado. Al cabo de un tiempo los dolores eran de asistencia pública, mientras la pobreza se quien decide, después de la brillante interinsoportables y entonces se encerró en la cainstalaba en todos los rincones y las restric- pretación que Janis hizo de Rachmaninoff sa durante ocho meses, asumiendo el fin de ciones económicas hacían de un país emer- en el Carnegie Hall, que sería su único alum- su carrera y de su vida. gente un verdadero foco de angustia social. no. Los críticos más exigentes lo colmaron Pero los últimos conciertos de Janis han siSamuel Yanks, el padre, sostenía a la fami- de elogios. A los 20 años Janis no sabía do calificados de extraordinarios por los crília desde una pequeña tienda de artículos de- qué hacer con la gloria. "Yo sabía cómo alticos. ¿Cómo lo ha logrado? ¿Con otro seportivos. canzar las metas con esfuerzo, me habían creto? "Yo creo en el poder de la mente", di"Mi madre, mi hermana y yo, nos habíamos educado así, pero la gloria, el éxito, eso es ce Janis, "por eso he vuelto a dar conciertos mudado a un apartamento en el Bronx. Mi diferente..." en Moscú, en París y aquí, como hace 40 padre tenía que permanecer en Pittsburg aDos semanas después de haber conocido a años. Einstein creía en la inmortalidad y yo tendiendo el negocio.Fueron tiempos difíci- una inglesa se casa con ella. "Mi único hijo, creo en el poder de la psiquis". La terapéules para todos.Yo me daba cuenta que la fa- Stephen, es de mi primer matrimonio.Once tica del pianista parece una ironía cuando la milia sufría por mi causa. Recuerdo todavía años más tarde me casé con María Cooper". ciencia propone el Retin-A como droga ami madre llorando cuando recibía cartas de María es hija del actor Gary Cooper y se coideal para conservar la juventud y aquí, en mi padre. Los sábados silía damos diez nocieron en París durante la luna de miel de New York, los Fitness Center, el squash y centavos a mi hermana y a mí para que fué- la madre de María. En 1973, mientras se enlos deportes más rudos como panacea de las semos al cine pero me negaba a aceptarlos. contraba en Londres, Byron percibe una hin- tensiones diarias, el stress, la impotencia seDe esa manera les pagaba los sacrificios que chazón de sus dedos. Su médico le diagnos- xual y los deseos reprimidos. hacían por mí. Cuando la gente le decí- tica artritis. Desde entonces decide mantener Matilde Daviu, a que yo era un genio, ella les replicaba que la enfermedad en secreto. Durante 13 años desde New York. CALE)

L

EscesO Agosto 1989 41


PADRE HAY UNO sec,c)

de los hijos naturales 42

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Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo k prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte". Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aún después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus

1 conciso arranque inicial de Pedro Páramo, la célebre novela de Juan Rufo, anuncio de una indiferente pesquisa de filiación, búsqueda del padre desconocido en un pueblo de extraños, tiene en oídos latinoamericanos la rutinaria resonancia de un registro civil donde la sangre reem-

a la tinta. Comala ha canjeado

Malla 11111éPhis.

plazó

Todavía antes me había dicho: —No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... —Así lo haré, madre.

nombre, para otros millones de hombres esparcidos en la extensión del continente, por el de Lobos, Santiago, La Virginia, Santa Elena, Aragua de Barcelona... Y


ha sido la espesura del cruce de razas en

un gran resentimiento. Un sentido lacri-

el desierto, como en Doña Bárbara, 'fru-

moso Ele la moral, presente en sus obras

to engendrado por la violencia del blan-

de éxito, se explica, quizás, en esa prime-

co aventurero en la sombría sensualidad

ra herida. Aunque después llegara a

de la india", según la concibió Rómulo

querer tanto al viejo Dumas que, descri-

Gallegos. Y sigue siendo, hasta hoy, el

biendo su carácter ingenuo y genial, di-

descarrilamiento del sexo en la vía fé-

ría: "Es un niño grande que yo tuve cuan-

rrea de la urbana sociedad de clases,

do era pequeño." Una cartita al aire, sin

cual en el indeleble melodrama de Félix

embargo, puede revelarse incómoda

B. Cagnet, El derecho de nacer, y cuan-

cuando concluye en embarazo. Carlos

to ofidio lo sucediera.

Marx, poco deslastrado de una heredada arrogancia de clase, obligó a Engels a

E

1 pecado remonta tan lejos co-

reconocerle una hija fecundada en el

mo el original y los primeros hi-

vientre de una sirvienta. En eso, al me-

jos naturales, uno bueno y

nos, no aprendió nada de Hegel, cuyo hi-

otro malo, se llamaron Abel y

jo Ludovico, testimonio de dialécticos de-

Caín. Los romanos dividieron

vaneos libertinos, fue abrazado con pa-

a los bastardos, para efectos

ternal responsabilidad y sentimiento.

de la ley, en noti , nacidos en el

Una parte considerable de la pobla-

concubirtato,y spurii , producto del acci-

ción venezolana se podría reconocer en

dente lúbrico e inintencional. Dueños de

las páginas de la novela de Rulfo o el

la mayor parte de los derechos ciudada-

poema de Juan Liscano: Hijo NaturaL Se

nos, ninguno debía aspirar a la herencia

trata de una tradición que en este siglo

paterna, aun cuando los noti pudieran

recibió, incluso, la bendición ejemplar de

reclamar manutención. El poder, en la

la autoridad más eterna que haya cono-

posterior historia occidental,

trataría en

cido la República: Juan Vicente Gómez.

forma harto distinta a los de sangre azul

Los Gómez, se repetía entonces, ni se ca-

y a los otros. Tanto que sin pudor algu-

san, ni se mueren, ni dejan de mandar.

no, Guillermo el Conquistador incorpora

De ahí la Importancia de un juicio recien-

la bastardía en guisa de título propio, y

te que se dirimió en camposantos y tribu-

Juan de Austria, hijo ilegítimo de Carlos

nales de Caracas. Los hgos extraoficia-

V y vencedor de Lepanto, no necesita re-

les del industrial Alfredo Gago, en efecto,

escribir su biografta para, derrotando a

llegaron al extremo de desenterrar el ca-

los turcos, disfrutar de la hazaña.

dáver de su padre, no conformándose

Las artes, las letras y la música

con fantasmas de Comerla para probar

montaron a menudo el baile de la cultu-

su ascendencia. Al final del camino, en

ra, indiscriminadamente y desde siem-

un proceso que sentójwisprudencia, de-

pre, con hombres cuyo talento había sido

berían toparse con el botín de una jugo-

sembrado en terreno baldío. El genio por

sa herencia. Nuevas técnicas, y la buena

excelencia, Leonardo Da Vinci, era hyo

pro de la ley harán dificil ,a partir de aho-

natural de un notario y una campesina.

ra, que nadie reniegue de su progenie,

Mas, dice Freud, la circunstancia no se

aun después de muerto, cuando ésta se

consideraba en aquella época como una

empeñe en oponerse con las armas de la

grave mácula. Alejandro Dumas hijo, por

ley y las pruebas de la ciencia. He aquí

el contrario, no soportaría la desdicha y

los pormenores del caso y un peculiar e

hasta ser reconocido por el autor de Los

inédito, aunque incompleto Who's Who

Tres Mosqueteros anidará en su corazón

nacional.

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Who's who

No acabó de gritar ¡tierra! Rodrigo de Triana, cuando él mismo y sus compañeros de aventura se abalanzaron sobre las costas de San Salvador para izar los estandartes del reino de Fernando el Católico, impregnados ahí mismo por la sangre de una violación. El parto de ese encuentro inevitable convirtió al concubinato en la progénesis social del Caribe, sembrado desde entonces por esa mezcla de razas que iniciaron sus hijos ilegítimos. El primogénito en Venezuela, Francisco Fajardo, por cuyas venas corría la sangre de una princesa guaiquerí, emuló a su padre conquistador en las costas del litoral, al fundar el pueblo de Caraballeda. Se hilvanó en este trágico continente un tramado tan complejo como difuso en la sucesión, que pronto habría de cortar lazos de sangre en episodios no tan reveladores de parentescos, como sorpresivos y violentos. El fusilamiento de Manuel Piar, ordenado por Bolívar en 1814, sirvió según la versión de algunos historiadores, no como castigo ejemplar a un acto de indisciplina, sino para lavar una vieja afrenta al honor . de la familia. De Piar, hijo ilegítimo, se dijo, era su primo. Poco antes, en un acto previsible pero magnánimo, Bolívar reconoció--quizás recordando el origen de su maestro, Simón Rodríguez—a los bastardos de suhermano J uanVicente , quien muriera ahogado en las aguas del Caribe, tras un naufragio en 1811. El entronque del apellido, menciona Francisco Vera Izquierdo, tiene hoy una

pina má

éh los avisos lumino-

sos de una tienda, la de González y Bolívar, como tributo histórico a un negocio de éxito emprendido por la descendencia. Uno de los sobrinos de El Libertador, Fernando, PAG. 45

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QUISO EL DESTINO CONVOCAR EL CADAVER A LA SUMA DE PRUEBAS QUE SUS HIJOS FUERA DEL MATRIMONIO, LUIS ALFREDO Y ALBERTO JOSE MARQUEZ, PROMOVIERON CONTRA LA SUCESION GAGO. orno suele ocurrir en los bufetes litigantes, a Roberto Hung, un abogado que no desprecia una causa justa, le llegó a los oídos una de las tantas versiones, deformada seguramente por las correas de transmisión, que daba por El tren del amor. El millonario Gago, Mirla Noeml hecho el desliz concubinario de Alfredo GaMárquez y un amigo confidente. go, un poderoso industrial del sector automotriz, que en vida paralela dejó dos hijos, huérfanos de todo reconocimiento, hundidos en la miseria y dispuestos a tomar una justa venganza. 1.11111111RENEESE Deshilvanar el ovillo de IREMEEEMZECISEEIE m Els esta historia, consumió un año y medio de averiguatnnYvm ciones, diligencias y contactos, no del todo útiles, que ahora reposan en los archivos del Tribunal VII de Primera Instancia en lo Civil, como el expediente número 54.605. La juez a cargo, María José Rodríguez —la misma que falló a favor del expresidente Lusinchi en su juicio de divorcio—habría de confirmar, en apenas 36 audiencias, la justicia expedita que imparte su tri- Mirla Noemi y sus dos hijos después de ganar el juicio bunal. De hecho, su sentencia irrebatible inaugura la reforma al Cóliar. Su cadáver fue exhumado la mañana digo Civil, bendecida por 11 Congreso Na- del 7 de agosto de 1987, para que un equipo

cional en 1982. Toda suerte de diligencias, averiguaciones y reclamos judiciales fueron aceptados para desbrozar el corredor clandestino de la paternidad, incubado por Alfredo Gago en un segundo frente fami-

de médicos y especialistas forenses practicaran, por primera vez en el país, pruebas heredobiológicas y antropológicas. Esa mañana fue fácil hundir la pala en la tierra húmeda que cubría la parcela D-38 del


María José Rodríguez: la justicia es anchaajena. La Juez, tras una sentencia record, patentó en la Corte una sentenda popular: hijo es hijo.

Cementerio del Este. Bajo la lápida, Alfredo Gago dormía el sueño de los justos en la estrecha pero confortable cabina de un féretro de caoba. A su nicho impasible, hermético y refrigerado, llegaron los sepultureros, esta vez para perturbar su descanso. Cavaron hasta desenterrarlo y cuando abrieron

la tapa del ataúd, su viuda Gladys, sus hijos, los abogados litigantes y la juez María José Rodríguez, lo encontraron intacto, encerado por el tiempo. Pequeños hongos devoraban los finos encajes de tafetán blanco y el traje que arropaba a este convidado de piedra. Incapaces de resistir los deseos que agitaban el interés por develar las causas de semejante conservación, más de uno se llevó la mano al tapaboca protector para descubrir una ranura por donde inhalar los gases comprimidos de la tumba, pero el olor de la yerba, de la tierra mojada, impregnaba el ambiente. Con toda seguridad, el cuerpo fue embalsamado, pero hay quien señala como causa benéfica un efecto criogénico, provisto por una corriente fría y subterránea. Quiso el destino, en una extraña cita, convocar al cadáver a la suma de pruebas que sus hijos fuera del matrimonio, Luis Al, fredo y Alberto José Márquez, promovieron contra la sucesión Gago en un juicio de inquisición de paternidad. Del cuerpo, un equipo médico tomó muestras de piel, uñas y cabellos; hit zo mediciones antropológicas y el estudio genético del sistema HLA (rasgos dominantes) se consumó sobre las huellas de sus restos. Por primera vez el parecido (aquella frase: eran como "dos gotas de agua", se repitió en el tribunal) se convierte en elemento probatorio de una paternidad furtiva. El testimonio de las personas llamadas a declarar permitió reconstruir esta historia en poco más de un año de pacientes averiguaciones. En el reverso de los episodios, todo comenzó en la avenida principal de Antím ano, cuando miles de obreros se aventuraban por las calles en busca de un colectivo que los regresara a casa. Mirla Nohemí Márquez peleaba su turno en medio de las colas, tediosas y puntuales, hasta que

tuvo en las márgenes de la legitimidad tres hijos varones y cuatro hembras, que habrían de recibir 15.000 pesos como herencia en 1895. Una de ellas, Margarita Mellon, contrajo nupcias con Natalio Moreno y de ese matrimonio se cuentan cuatro hijas, entre ellas, Helena Moreno Mello, convertida más tarde en la esposa de Rafael Silva Monasterios (Lino Sutil, un cronista que combinaba lainformaciónacRAFAEL SYLVA tualizada de un Omar Lares con el flash mundano de un Pedro J. Díaz), padre de Rafael Sylva, columnista de EXCESO y guionista del programa Nuestro Insólito Universo. El triunfo republicano alojó en las huestes del poder a una oligarquía más fiel a su destino por vocación que por dinero. Sin embargo, el entuerto de la filiación anónima turbó la lista de los presidentes; al ser ungido Francisco Linares Alcántara, tardíamente legitimado por su padre. Un venenoso pero sutil ánimo de revancha lo llevó a no permutar el orden de los apellidos. Mantuvo el de su mamá, a quien quería, precediendo en el puesto de honor al del guerrero de la independencia que había sido su padre. Otro político en mengua de paternidad, Antonio Leocadio Guzmán, supo no tanto saborear la victoria como engrandecer la derrota. Precursor por antonomasia de Jóvito Villalba, encumbró a través de las páginas de El Venezolano las ideas del Liberalismo Amarillo, del que aparecerá más tarde como su fundador. Grandilocuente en las palabras, guardó una mezcla de silencio y enigma frente a su nacimiento. Algo que compensará para sí su hijo y futuro presidente, Antonio Guzmán Blanco. Mácula que no impedirá a su rastacuera descendencia casarse con nobles vástagos del Segundo Imperio. La Venezuela afrancesada del Ilustre Americano conocerá, sin errzbarPAG. 48 Dir.EscesO Agosto 1989 45


Ola

go, la aguda crítica de un espósito opuesto a Guzmán. César Zumeta, notable ensayista y orador, marchó paradójicamente al destierro, benigno y luminoso, en París. Más tarde, Juan Vicente González seguirá sus pasos con la misma sorna. En Venezuela, más monte y culebra que otra cosa, quedaban intactas las estructurasfeudales donde la muchachera representaba un verdadero capital de trabajo. Una especie de continANTONIO 1. GU2 MAN gencia se repetía en las haciendas y presentaba a las dos ramas de la familia —os hijos legítimos y naturales— como herederos de la tierra, los ; primeros y de la mayordomía los segundos. "Caballo de mi hierro, peón de mi bragueta", resumía la conseja popular. Con la llegada de los andinos a Caracas, Venezuela entra en el siglo XX, sumergida en el concubinato. "Es un país disperso y desierto, cuya población se reparte en aldeas aisladas. No hay suficientes curas, ni jefes civiles para efectuar matrimonios", advierte Ramón J. Velásquez. El hacedor de la República, Juan Vicente Gómez, vivió una situación muy peculiar. Todos sus hijos —y hay quien le atribuye hasta 70—nacieron en plena intemperie matrimonial. Su primera mujer, Dionisia, ya había sido desposada por el doctor Torres. Por eso Gómez, soltero, salva la hoguera del casamiento, pero también lo rechaza cuando se empata con Dolores Amelia, y no lo hace por el gusto de una aventura, que es el caso de Cipriano JAIME LUSINCHI

Castro, sino por oIPIlit? th ?ID &Opilar a sus primeros hijos, ya mayores. "El Gómez concubino fue ejemplo en todo el país", alerta Vera Izquierdo. El general Velutini soportaría cinco P A a 47 lag»

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Alfredo Gago reparó en ella. Entonces, le ofreció llevarla en su carro y cumplió el destino: el viaje hasta Los Chaguaramos se convirtió en rutina a eso de las 5:00 pm. "Desde el comienzo él me aclaró sus propósitos, pero yo no quería enredarme con un hombre casado", confesó ella. Pero Gago sabrá vencer la resistencia con un galanteo persuasivo y paciente, probado en esas pequeñas circunstancias de la honradez. El frágil romance cubrió las estaciones de las pruebas desinteresadas, la lealtad y el contacto inocente de los labios. Segura y decidida, Mirla Nohemí renunció a su puesto de trabajo en los almacenes militares y le dio un golpe de timón a su vida. lla se retiró a casa y Gago asumió los gastos de su manutención. A lo largo de 13 años la visitó puntualmente entre las 8 y las 12 de la noche; los sábados en la tarde y uno que otro domingo. Sus días perdieron la estrechez de un ingreso ajustado, al contar con una tarjeta de crédito y la comodidad que brinda un carro. La intimidad de su nuevo hogar concitó el trato acaramelado. "Linda", le decía él, a lo que ella correspondía: "Lindo, eres tú". Compromisos en Cleveland, Detroit y otros puntos de Estados Unidos, hicieron de Alfredo Gago un viajero frecuente de las líneas aéreas. La expansión de sus negocios, el acceso a las innovaciones tecnológicas y la oferta de ventajas compartidas, agrandaron las escalas de sus plantas ensambladoras y su participación en el mercado. En compensación, eligirá siempre destinos mediterráneos para cubrir sus escapadas de ocio. Incursiones por las viejas calles de Lisboa y la fascinación del tablao flamenco, en pleno centro de Madrid, dan cuenta de su paso en compañía de Mirla Nohemí. La larga luna de miel fue interrumpida en julio de 1967, cuando el nacimiento de Luis Alfredo Márquez coronó los cinco años de la pareja. Esa noche, el champagne de toda Caracas no bastó para celebrar su

club, Alfredo Gago nombró a Germán Peroza, uno de sus ejecutivos de mayor confianza, y a su esposa Gisela, como padrinos de su hijo. Feliz en su mundo, el niño celebró su quinto cumpleaños en el lomo de una minimoto. Un viaje a Disney World premió el desempeño escolar del muchacho en las aulas del Colegio Cristo Rey, pero la emoción que brindó el parque de diversiones, las bromas del ratón Mickey y el pato Donald, nunca superaron el calor y la sencillez de unos helados a las puertas de la escuela, ni los co-

Alfredo Gago y los miembros de la sucesión Gago.

llegada. Crecientes compromisos, la crian-

rrientes viajes a casa en el carro de papá. Ni siquiera las visitas al médico resultaron traumáticas, pues el consultorio del doctor Rafael Pi s ani en la clínica Vista Alegre ofreció, para él y su hermano, un ambiente acogedor,

za de un bebé y la expedita ruta hacia La Guaira, convirtieron al club Puerto Azul y al Hotel Macuto Sheraton en los reservorios de un descanso corto, siempre reparador. En la fuente de soda, a la vera de la marina del

Pero un claro distanciamiento se incubó a mediados de los años 70. De pronto, Alfredo Gago se encontraba de viaje para sus hijos. Fue una época confusa que terminó para Luis Alfredo en la mesa de un restauran-


te. Durante el almuerzo, en franca conversación, su padre le explicó lo que pasaba. "Supe que las cosas serían distintas, pero eso sucede entre hijos y padres divorciados. Me pidió que lo llamara a su oficina cuántas veces quisiera, para cualquier cosa que me hiciera falta". Repetidos encuentros sirvieron para ajustar el ánimo de una relación cambiante y mejorar la logística frente a las nuevas realidades. Un centenar de cheques emitidos por cinco bancos darán cuenta de esos compromisos, cumplidos a cabalidad hasta el 21 de

V. •

gresar a la Facultad de Ciencias de la UCV. En un accidentado training lleno de altibajos,"más bajos que altis", se queja, hubo de retirarse para enfrentar el boquete que abrió en sus días cotidianos la pérdida del apoyo paterno. Vendió artesanía y pinos navideños, pero no hacía el mínimo. Once horas como mesonero en un restaurante aliviaron las cargas. Sin los medios para afrontar la querella judicial, Luis Alfredo solicita del tribunal los beneficios de la justicia gratuita. La juez los concede y el escritorio que lo representa se libra del pago de los aranceles, del papel sellado y de otras diligencias tribunalicias, mas las cargas probatorias de las experticias médicas y otras costas judiciales -cerca de un millón de bolívares- corrieron por su cuenta. Blio»-

FELIZ EN SU MUNDO, ALBERTO JOSE MARQUEZ CELEBRO SU QUINTO CUMPLEAÑOS EN EL LOMO DE UNA MINIMOTO.

-....,,,,,

""1111111111~11111~11111111111~

diciembre de 1984. Ese día, Alfredo Gago es sorprendido por un derrame cerebral. El industrial no testó, aunque varias de sus empresas -Reo Bus y Talleres Gago- apuraban el ensamblaje de la flotilla autobusera del Metro de Caracas. Sus últimos años los pasó encerrado en su oficina, trabajando duro. Como en los tiempos en que erigió su imperio automotor, a un lado de los antiguos almacenes militares de La Yaguara. Poco antes, Luis Alfredo habría de in-

Antonio Gago Domínguez, a cargo de las empresas ahora. El entuerto testamentario pasa por los abogados.

años de tormento al enterarse de los arios de su hija con Juan Liscano (hijo igítimo de Carlos Liscano y padre del futupoeta y ensayista). Un noviazgo contray siete años de matrimonio dejaron ulon geva huella en doña Clementina. cuenta años despues de enviudar —en ju*o de 1989—se • zo enterrar COA ti s cartas de i t r que su prier marido le scribiera dunte el tortuoso viazgo clandestino. MIGUEL RODRIGUEZ La institución familiar gomecista dejó tanto rastro que la presidencia de la República será rubricada, una vez más, por un hijo natural, Jaime Lusinchi, que en losforcejeos electorales de 1983, consignó un lema que moldearía entre los venezolanos el significado de su vida: "Jaime es como tú". Nombres conocidos en la política, en la economía, en la cultura y lasfinanzas , comparten la condición; Rafael Pizzani, Héctor Mujica, Pedro Tinaco, Rubén Corredor, Denzil Romero, Oscar Guaramato y Fucho Tovar, entre otros. Ciertos parecidos y la maledicencia acumulada en siglos, contrasta la figura de personajes famososos. Movidos por la curiosidad o por las ganas de bromear, la gente ha querido ver en Miguel Rodriguez, el planificador del paquete económico, una copia en rayos X del difunto Jóvito Pero es en los actos de fin de curso, donde unas palabras pueden revelar la presencia de un padre preocupado. Convertido también en ejemplo, la directora del kinder Eduplin elogió la presencia de un político que en medio de la campaña electoral de 1988, sobreponiéndose a los multiples compromisos que copaban su agenda, quitándole tiempo a su tiempo, estaba allí, a veces inmutable, a veces sonreído y atento al desempeño de sus pequeñas hijas.. A escasos meses, el favor de los votos lo llevó a Miraflores, mas no pudo, su acompañante, ser la Primera Dama. Cosas que pasan. COD

EscesO Aaosto 1989 47


n avance laboral lo llevó a la ca-

dena McDonald's, a los predios universitarios de la hamburguesa, donde hizo el pregrado en los servicios de atención al público, hasta convenirse en el jefe de estación La Castellana. El día del paro salió gustoso a guantear contra la comisión disuasiva de la CTV. "Fue duro para un hijo de mami", dice con un dejo de amargura, pero el tiempo ha hecho su trabajo. La cicatriz abre un surco de equidad en un litigio del que se sabe ganador. Para cerrar el capítulo, reflexiona en tono conciliador: "soy tan hijo de mi papá como ellos, ni más ni menos". El fallo, confirmado por el superior José Ramón Burgos (fallecido) y ratificado por la Corte Suprema de Justicia, sienta jurisprudencia en Venezuela. El expediente fue devuelto a los archivos del Tribunal VII Civil y la juez María José Rodríguez asiente: a su despacho llegan personas de todo linaje para enterarse de los pormenores del escrito. Gente que se deslizó en su primera juventud, muchachos que sospechan un legado de honores, ajeno y difuso, pero propio, tocan a la puerta y ponen las barbas en remojo. De entrada, la sucesión Gago tendrá que afrontar no sólo las costas del juicio, sino los honorarios de la parte acusadora. Posteriormente, habrá de cuantificarse la fortuna de Alfredo Gago para incorporar a sus hijos fuera del matrimonio a la herencia de sus bienes millonarios. En un primer conteo, a su viuda y acacia uno de sus hijos, les correspondió algo más de 700.000 bolívares por un paquete accionario en Reo Bus y otro tanto, estimado en 900.000, por Talleres Gago. Valores en libros que en ningún momento reflejan el precio de los activos fijos, los inventarios, la estructura física y los terrenos de esas empresas. "Yo espero que la otra parte presente un informe sincero de los bienes y se asesore debidamente", confió Osmar Vásquez, un abogado casacionista que litiga en la Corte porque es el foro donde se discute el derecho. Vaya si lo considera un triunfo. El expediente completo será publicado. Ya las primeras pruebas están en la imprenta.

H.P. Fotos de archivo y expediente judicial CGD 48

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AL NATURAL / ES COMO SABEN LAS COSAS Luis Britto García En las telenovelas de la pantalla venezolana, lo único natural son los hijos. El más célebre —si no el primero— fue el doctor Albertico Limonta, nieto natural de don Rafael del Junco y Albornoz, e hijo putativo del libretista cubano Félix B. Caignet. Toda teleculebra digna de tal nombre narra una aparente subversión del orden que termina consolidándolo. El hijo natural

Raúl Amundaray (Albertico !Antonia)

,

rina en Niña Bonita) y marginales, como Rubí Rebelde. Como so puede ver, es aplicable aquí

del tubo catódico —antecesor del bebé de

la cuarteta del Don Juan Tenorio de 7orri-

probeta— abandonado en la más abyecta

lla:

miseria, infringe las barreras clasistas lle-

De la pesca en ruin barca

gando a ser alguien (ser alguien, para la vi-

hasta una princesa real

deomitología, es tener dine.o y partida de

entera la lista abarca

matrimonio con gente bien) Pero el héroe televisivo llega a serlo, porque ya lo era: to-

toda la escala social

.

¿Será cierto que las sublimes teleno velas brasileñas nos desabonan porque

dos sabíamos desde el principio que un trono vacante, una corona, ena rica heredera (o herencia) esperaban a que don Rafael hablara para restaurar el orden familiar, o, lo que es lo mismo, el Orden.

de hija adulterina. En Niña Moza, ascien

La regla más arcaica de las telenove-

de a hermana do otro hijo natural (natural

promueven temas menos bastardos? L Esclava Isaura era hija natural. En Rond de Piedra, la misma Lucelia Santos hac.

las venezolanas requiere que tengan nom-

monte, de Rubens de I- alco) Cambala

bre de mujer. La inmediata, exige que esas

che narra la historia de la hija natural do-

mujeres sean (naturalmente) hijas de pa-

ña Leonarda, cuya obsesión es adopta

dres irresponsables. En primer lugar, los li-

hijos naturales abandonados. Rueda d

bretistas. Luego, los ausentistas progenitores de Lucecita, Rafaela, La señorita

Fuego gira sobre las candentes relacio-

-

:

nes entre el corrupto Renato Vilar y su hi

Elena, Milagros (y sigue un catálogo de 600 nombres más).

jo natural Pedro. El único milagro indiscu-

Para el que pensare que esta condición de bastardía pudiere ser monótona, están las variantes. Así, hay hijas naturales divinas ( Topacio, resultado del tropie-

ra, no haya aparecido en la trama ningún hijo natural (aunque se rumora de Yiló y e

tible de Roque Santero os que, hasta aho-

señor José de las Medallas). Azarosas estadísticas afirman que en Venezuela la filiación natural se aproxima

zo do un sacerdote), violentas (la de la violada Leonela), hípicas (la adulterina Isabel

al 40 por ciento. En las telenovelas, supe-

de Las Amazonas), legislativas (la Cons-

ra el 95 por ciento. Masoquismo, indefen-

titución Méndez de Señora), penitenciarias (su hijita Mary Carmen Regueiro),

sión, temor al rechazo por el prejuicio profunda conciencia de la desigualda•

hospitalarias (Rafaela), husband-swaping

son la moneda corriente en el mercado d:

(Ruddy Rodríguez y su hermanita adulte-

nuestra cotidianoidad emocional

.


inempos aqueLbs!

LOS /1110S DEL VÁLLE Cuando Diego de Losada 9 su hueste de conquistadores remontaron Los hombros de América -La Ladera norte del Avda, el pico Naiguatá 9 Los brazos de otras montañas que se ['tunden en el Caribe-, tropezaron con el apacible 9 refrescante valle de Caracas. Agobiados por el calor, sorprendidos por el brillo fascinante del trópico inexplorado, acamparon en el oasis primaveral de esta reducida comarca bañada por Las aguas del auaire Tal fue el encanto -una temperatura promedio de 18 grados Centígrados, ideal para conservar Los buenos vinos- que tos españoles rompieron en Las estrechas márgenes del río su visión futurista de alojar a Las grandes ciuda-

El Hatillo: antiguos dueños

des como Buenos Aíres, Santa Fé de Bogotá y 71,a-

ALTO HATILLO, José Maria Pérez Nanez; CANTARRANA, Sucesión Linares Dcnis et allia; CEMENTERIO DEL ESTE, Pedro

racaibo en gigantescas planicies. Caracas rompió el

Pablo Ruiz; CERRO VERDE, Domingo Páez; CURICARA-EL PEÑON Mateo Armas; EL CARMEN, Adrián Fagúndez; EL ENCANTADO, Level, Pena, Eraso Hnos., Figueroa Hnos., Alvizúa, Padrón, León, Manuel V. Yánez, Arvelo, Rodriguez, Serrano Hnos., Fernández, Félix Rivas, Larralcie, Fagúndez, Ricardo Zuloaga, Electricidad de Caracas; EL PAUJI, Román Amelo; EL VOLCAN, Luciano Pérez; LA BOYERA, Sucesión Delgado; LA CABAÑA, Rosa de Galindez y Ricardo Oropeza; LA CUMBRE, Carlos Naranjo; LAS ESMERALDAS, Cirila Carda y Sucesión González Rincones; LOMA LARGA, Luciano Pérez; LA UNION, Juan García et allia; LA LAGUNITA, Medardo Fagúndez et allia; LOS GE RAN IOS, Apolonia de Rodriguez; LOS MANANTIALES, Juan Ramón Machado; LOS NARANJOS, Julio Naranjo; LOS POMELOS, Familia Cotarro; LOS PINOS, Apolonia de Rcdriguez; POTRERO REDONDO, José Maria Nanez et allia; LOS CURUJULES, Juan Ramón Guevara; ORIPOTO, Luciano Pérez; LAS MARIAS, María Urrutia de Castillo; VISTA LINDA, Marcos Ruiz et allia.

celo de la planificación primitiva. Casi un centenar de trapiches 9 otras tantas haciendas de café, dispersas en Las accidentadas laderas de Los cerros pretorianos, abrieron el paso a Los encomenderos 9 a Los regidores colonia-

9ANIOS

les, que se ubicaron pronto en ese nudo que bordea La Catedral. Los Amos del Valle, como los llamara el escritor Francisco 3-lerrera Luque, tomaron posesión de Las tierras circunve-

Fuente: José Félix Peraza, Cronista Oficial de El Hatillo.

cinas. Pronto Los aventureros se perdieron en la pesadilla del Dorado, en Los eclipses del Potosí y en La impenetrable y descomunal selva amazónica. Quedaron Los virreyes 9 Los señoritos del cacao. Se quebró el manto monárquico y el catastro parroquial quedó intacto. Los Itibas fue el nombre de una hacienda dtsetninada en Las parcelas de Lo que hoy es Sebucán y el apellido del héroe caído en La Victoria. Los Palacio, herederos directos de La madre del Libertador , florecieron en zo,

nas aledañas a Chamo 9 en Colinas de Bello 71,onte. Otros, desprovistos de Linaje, se alzaron con títulos de propiedad, en medio de negociados dudosos 9 recompensas legítimas, repartidas en La intermitencia de Los recambios caudillescos. Pacientes hombres de negocios, incipientes industriales, sobrevivieron a Las marejadas guerrilleras para seguir ocupando el solaz de estas tierras. Otros, avisados por La efervescencia inmobiliaria, cambiaron radicalmente La faz de Caracas. En sucesivos traspasos de propiedad parcelaron desgastadas haciendas, disminuidas por Las quiebras del 28 9 La suerte petrolera. En La desfiguración de la geografía 9 en el desprecio al pasado, éste es, digamos, el asiento de los precursores. Los verdaderos amos del valle.

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Los Herrera Uslar se asentaron en La Vega, Bella Vista y Vista Alegre.

El Paraíso de los Echezuría.

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Los Mendoza Fleury y J.B. Arismendi

Los Volimer

De Tito Salas

comparten el centro de Caracas.

100.000 m2 en La Vega. 10.000 m2 en San Bernardino. Isi 20.000 m2 en la cuadra de la Cervecería Caracas.frente al Banco Provincial. Son propietarios de Caricuao y Montalbt

La Hacienda Tazón. Fuerte Tiuna. Coche y parte de El Valle.

Juan Bernardo Arismendi, terrenos en San Agustín. Los Rosales y parte del centro de Caracas.

La Hacienda Sosa

ocupó en mucho los terrenos de tanque hoy es El Valle.

naciendo La Trinidad. feudo de los González Contreras,


El Country Club. Bartolomé Blandín. Bernardino MOSQuera, Los Caobos.

Capriles y Guillermo Veloz Manceros.

Los Quintero La Castellana.

amos y señores de Prados del Este y zonas adyacentes.

Carlos Rodríguez Landaeta y Enrique Toro, son dueños de Las Mercedes y El Rosal, zonas que adquirieron de la

sucesión

Hacienda Pancerbar, Bello Campo. De los Sosa Baez.

La sucesión Sosa Rodriguez es propietaria de La Floresta Caurimare y El Cafetal en sociedad con

Emilio Eraso.

Ibarra. que a su vez es la dueña de Bello Monte y parte de Sabana Grande (También de los terrenos que ocupa hoy la Universidad Central de Venezuela), en parentesco con la sucesión Casanova.

Luis Roche

es propietario de Altamira (no en balde una Avenida que cruza de norte a sur esa urbanización lleva su nombre) y de La Florida.

De los Parra Camelo, ansestros de Teresa de la Parra Petare. Hacienda El Toboso.

POS SChilleCtCr, dueños de La Urbina (prácticamente de Petare). por un cambio de zonificación para s terrenos donaron la bicoca de 100 hects.para la Universidad Metropolitana.



-


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n la antesala de los 500 años (el medio milenio de este continente), la furia española parece inundar las venas del mundo. El impensable desembarco del clan Kennedy, o de unos cuantos ejemplares de la fauna del Village en las mesas del Delia's, un refugio gastronómico de la vanguardia neoyorkina, encajado en la mísera barriada de Lower East Side, parece complacido por la rumba flamenca y otros derivados, sin que el germen de la marginalidad perfore el parabrisas de las limusinas que anuncian su llegada. De pronto, suenan las castañuelas por el hilo musical, igual que en la cabina del ascensor del edificio Chrysler, o en el lujoso comedor del restaurante Sino, cuyas especialidades orientales se riegan con costosos caldos fran ceses,y tienen la misma aceptación que hasta hace poco tuvo Talkingheads. Ceñidas colas y profusos encajes aumentan el valor de los ya inalcanzables diseños de Oscar de la Renta. El grupo Gipsy King; convirtió Caballo Viejo de Simón Díaz en una canción flamenca, Bamboleo, de éxito en Estados Unidos. Es el sello malle in spain, en boga y en medio mundo. Sobre el terciopelo de las muchas salas de baile de París, Londres y New York, un extraño mimetismo ha prendido como fuego el cortejo, la audacia y la más elaborada coquetería del baile andaluz. También Caracas ha sucumbido a la seducción. La ceremonia del cortejo parece que brota al fin, en los delicados pies de las jóvenes bailarinas, los pasos incubados al calor de las tardes de agosto, el un-dos-tres que recorrió acorde y disciplinado las tablas frente al espejo. En los cortes del desplante, el cuerpo de estas muchachas deja ver la huella de las estiradas sobre la barra, sin que se note el fragor de un ejercicio cotidiano. Por eso, en una inusual proyección, sus movimientos besan como ellas quieren. El giro comercial de una puesta en escena que desfiló ingenuamente por los cauces filantrópicos del voluntariado social, terminó por impQ119191 rriMlíg gil 105 5111105 del Country _1 y La Lagunita, y más tarde en las apretadas agendas de los hombres de negocios. Gustavo Cisneros, Enrique Mendoza, Carlos Domingo, 12. Eduardo Visantini, Alberto Brewer y Gustavo ' 3

En el restaurante Annabel's, que fue casi destruido por un incendio, las llamas innocuas del flamenco encendían el entusiasmo de uno de sus dueños, Carlos Wilson

Tamyo,entrsviauconrtes 54

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Irene Sáez también se consolida en el baile andaluz, en una fiesta en casa de Alí Lazo.


Enviaron a sus consortes a las tablas, para alcanzarlas al cabo de cuatro meses, dispuestos al baile como auténticos señoritos. a las tablas, para alcanzarlas al cabo de cuatro meses, dispuestos al baile como auténticos señoritos. En la cruzada, Irene Sáez, Paola Ruggieri, Chelo y Mirla Castellanos, lideraron ala gente de la farándula, en esta suerte de concertación que terminó por exorcisar al tablao flamenco, hasta no hace mucho defenestrado con una mezcla de asco y snobismo. El cartel que se exhibe sin pudor alguno en los bastidores de La Girafe o La Jaiba hubiera sido una proclama subversiva en los años 50. No obstante, el tropel de aquella Caracas nocturna, fiel a la mala memoria, hundido en una profunda amnesia que a ratos encandila cuando tropieza con las tablas, aterriza invariablemente en los predios de El Patio Andaluz.

El ministro de Sanidad, Felipe Bello, en pleno destape flamenco.

En aquellos años, amparada por un potente reflector, la figura de Maribel Llorens deslumbró a un séquito de acólitos, que en las mesas del local deshojaban la margarita de un futuro incierto, pero prometedor. La futura élite de la gerencia insertaba en los negocios atraída por una vorágine de capitales que convirtió a Venezuela en un santuario de las ganancias rápidas, tan rápido como el hielo rebajaba una botella de whisky, al increíble precio de 35 bolívares. Las mesas de El Patio Andaluz, sus balconcillos privilegiados y su regular pista de baile concitaron siempre a un público joven, más tarde olvidadizo. Desde una de las mesas, Pastor Suárez Valera, ficha clave del perejimenizmo instalada en la prefectura de Chacao, tendió el puente para agraciar a la cúpula influyente del poder. La idea de un local atrevido y cosmopolita, se promovió en las instancias apropiadas del gobierno. Después, en horario cotidiano, sirvió F2 de anfitrión a las reducidas huestes del régile) men. El roce social de muchos, más tarde ino,1 portuno, despertó el miedo porque, caído PéJiménez, se olfateaban demasiado las hueLL llas del pasado. Valera, que los pedía dobles, alardeaba a ratos de su melancólica impostura a la cabeza del localcon la socorrida disculpa: cambian los presidentes, no los hombres. "Ya Lii ■ Exces0 Agosto 1989 55


se rascó Pastor", solía decir el barman. Hoy quisiera hacerse la vista gorda, pero su nombre figura en la lista de accionistas que reposa en el Registro Mercantil.Era un dueño de mampostería. Pero la gran orquesta del Pasapoga, el recambio esporádico de sus figuras, el brillo y la codicia que despertaban las vedettes cubanas en el casting de temporada, opacaron más de una vez el brillo de Maribel Llorens. No obstante, el acorde de su voz en Ojos Verdes, Dónde estará mi vida y A Ciegas dejó un sabor tan dulce que pronto gustó en la radio y más tarde en los espacios televisivos de Víctor Saume y Renny Ottolina. Su éxito pudo confirmar la corazonada que tuvo un scouter de la España franquista, al premiar su actuación en uno de los tan-

A un psoleconsagralsol l:111 tos festivales parroquiales organizados con urgencia para aliviar de algún modo, con colectas populares,el bloqueo que impuso Europa. Pero sería la voz de Raphael, con sus gestos ampulosos y ridículos, la que llenara el boquete dejado por la guerra. En esa ruleta del descarte, Maribel Llorens no iba a participar. Había sobrevenido como de golpe la idea de hacer América y la familia entera se embarcó rumbo a La Guaira. Y a poco andar el celo paterno la colocó en escena como un brillante que se podía tocar con

En Las Cuevas del Duque, en La Castellana, bailan Paloma Marín y su hermana. 56

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01011S renunció a su carrera para casarse con Marcos Branger los ojos, nada más. Sus 18 años, la furia de un baile misterioso, perdido en esa tradición medieval que es el cante jondo, anidó la idea en el público de que las sevillanas eran algo así como el arroz con leche del baile andaluz. Quemó las tablas y embrujó a más de uno. Pero la gente habría de llegar al paroxismo, cuando acodados en la barra, Dominguín, el Diamante Negro y otros del cartel, sucumbieran a los pies de la bailarina tras cortar orejas en el coso del Nuevo Circo. Entonces, el brillo de España podía verse desde el propio Madrid. Dicen que el preparador de caballos, Milliard Ziadie, descorchaba esas noches hasta siete botellas de champagne Llegó la apuesta de las luces con un contrato de dos semanas para actuar en el Sans Souci, un mágico salón de La Habana que a ratos opacó el brillo de Tropicana. En las páginas de Show, la más codiciada revista del Caribe, fue reseñado su encuentro con la troupe del espectáculo. Pero la cita con la fama habría de culminar con una vuelta de hoja. Así, sorpresivamente, a un paso de consagrarse, renunció a su carrera para contraer nupcias con Marcos Branger. Y fue cierto lo que él anunció, desafiante, en las propias tablas de El Patio Andaluz frente a unos suegros desconfiados: "Lo quieran o no, Maribel y yo nos vamos a casar". Su despedida mereció el luto oficioso de las estaciones televisivas y las emisoras de radio. Pero cierta audiencia propaló el escándalo en el cenáculo de los grandes apellidos. Escándalo de marca mayor en una Caracas que podía preservar los devaneos discretos de un Branger, nunca un matrimonio morganático. Ella, sin embargo, hizo mutis, aunque pasó un largo tiempo sin siquiera ver un programa. Más tarde grabó un disco de circulación restringida, una edición casi numerada para sus admiradores de siempre. Después vino un especial en el Show de Renny; y más tarde, Juan Ernesto Branger, el padre de Marcos, se reconcilió con su nuera, como en las sagas de Faulkner y le cedió la ganadería Tarapio (unos 500 toros de raza), LOB■ Exces0 Agosto 1989 57


SUENEN LAS CASTAÑUELAS El despegue a una órbita profesional de las sevillanas ocurrió hace dos años en el Members. Desde entonces, Siudy Quintero, que quiso ser bailarina, pero no pudo porque 'eso era mal visto", ha puesto a disposición de los empresarios de la noche una compañía de 15 artistas sobre el escenario, un vestuario de 25 piezas y toda la parafernalia del caso. Su academia, con un plantel de 400 alumnas, provee una sustitución inmediata. Ensayos de 8 horas semanales resuelven la ejecución de las más variadas técnicas definidas por el acorde de la guitarra. Las sevillanas pueden ser Fandangos, Alegrías, Romeras o Caracoles, entre otros estilos. "La idea es que ellas interpreten a su aire todo lo que han aprendido. Ese margen de libertad es lo que convierte al baile andaluz en algo muy propio de la persona. Es lo que embruja y encanta", dijo Quintero. Este baile es una especie de laberinto cuyos resquicios se pierden en una historia milenaria que ubican su popularidad en el año de 1300 en las provincias del sur de España. Un mosaico de culturas, amalgamadas después de una excepcional tolerancia, tiene en el cante jondo su expresión más cabal. Quintero le deja el privilegio de su ejecución a esa nacionalidad perdida en los parajes de Europa, los gitanos. Se cree que son tres raíces las que entroncaron en Andalucía, una siriaca, otra arábiga y finalmente una hebrea que contemporiza el día en que fueron destruidas las sinagogas. "Jom-Hois (Buen Día en hebreo) era su nombre, finalmente deformado en castellano. De su elenco, María Antonieta Sosa y Begoña Sánchez, quieren probar suerte en España. Una que ya lo hizo en solitario es Diana Patricia Cubillán en las tablas de LaJaiba, después de presentarse en Valencia y Maracaibo.

porque intuyó que era, Maribel Llorens, la candidata ideal para emprender una aventura mercantil en los vericuetos de la lidia. Y no se equivocó: "Lo mío es la ganadería y no quisiera desenterrar la historia de El Patio Andaluz a esta altura de mi vida, aunque no tengo nada de qué arrepentirme. A mi marido y a mis hijos no les gustaría", se justificó con EXCESO, que aspiraba a entrevistarla. Desde entonces ella comparte su vida familiar en La Castellana con los predios de la hacienda. Es un anonimato de 30 años que a veces la sorprende en medio de una fiesta donde bien podría copar todas las atenciones, si acaso se permitiera 11 lUi0 trar la mitad de lo que sabe. Pero son otros los que bailan bajo su mirada escrutadora. De nuevo está frente al baile andaluz por una cruel ironía del tiempo. Sumergido en salas de tercera, o bien, 58

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En La Girate l el elenco de expuesto sin rubor como una manifestación kitsch, el baile flamenco hubo de soportar, con el tiempo, la intromisión de Fedra López. El espectáculo que brindó como primera figura del conjunto de Juan Carlos y su rumba flamenca, hoy en giras por el Caribe, deprimió a los cultores de la especialidad, que entre vagos recuerdos añoraban el lustre de El Patio Andaluz. Acaso tenían que conformarse con la ya mítica vocación de una infaltable de esa época: Carmen Montoya, convertida por el azar en la decana de las tablas. En una de sus últimas rotaciones la Montoya actuaba en El Solar del Vino.

Luego, en

conexiones aéreas, Pspaila era el cobijo ineludible para avivar las llamas del flamenco. El Portón, nueva trinchera madrileña de las sevillanas, echó mano de las técnicas del marketing y en un relanzamiento agresivo del baile andaluz promovió la

participación del público, que bailaba y zapateaba en su enorme tablao . Desinhibidos clientes se animaron a saltar al ruedo, en un envite que fue ganando adeptos entre la corte del reino.Fue por simple iniciativa el gran abrebocas que empujó la moda de las corrientes hispanas cuando en Caracas aún se hacían bromas a propósito de esos espectáculos, concebidos como una exclusividad de adecos rascados que iban a refocilarse en los mesones de la calle Cuchilleros en Madrid. Todavía, en los 70, el flamenco estaba penalizado tanto como las evocaciones de El Patio Andaluz, admitido en una conversación entre hombres y en los salones, entre sonrisas de una deliberada complicidad, sólo como un pecado viril,pero de juventud. "¿Que más te puedo contar,chico? Eran buenos los tiempos de El Patio Andaluz...", dijo uno de los habitués bajo el pedido de que


81111c 011illtelOSI 1180118 del cante Habia esfuerzos, sin duda, para revivir los tiempos de oro. Una bailaora, como La Polaca, había montado un restaurante con su propio nom de guerre ,pero fracasó, aunque ella había alcanzado notoriedad por aventuras sentimentales que le atribuyeron los nimores de la década con Carlos Andrés Pérez. Más tarde, La Jaiba, un restaurante en solitario que intentaba sobrevivir jugó la carta usada de las sevillanas, coincidiendo por azar con su remozado prestigio foráneo. Hoy La Jaiba reproduce en Caracas aquel exitoso relanzamiento que emprendió El Portón y se ha convertido en un lugar in, donde abreva el columnista Omar Lares, una mujer financista de alto vuelo como Leonor Zambrano y La Polaca, cuando pasa por Caracas, leyenda viva de las insospechadas trasfiguraciones vernáculas del flamenco.

¿Cómo explicar la inesperada presentación en sociedad del otrora defenestrado baile andaluz? Ciertamente, lo que se consagra afuera es emulado rápidamente en estas playas.Aunque como consuelo, no sólo aquí llegan las modas con retraso. Una cosa tan banal como las tapas es reciente en los restaurantes de Les Halles y Saint Germain. Pero es en las milenarias arenas de Nimes donde resurge la tauromaquia gala bajo el hechizo del diestro Patrick Barin, contradiciendo así las viejas posturas europeas y sobre todo francesas, que aborrecían el toreo más, si cabe, que la cocina española. Barin se ha convertido en un verdadero producto de exportación y no hace mucho la música alegró sus faenas en la plaza merideña. Tal vez otra connotada escala de la transición caraqueña fue El Café de Chinitas, de uno de los dueños de Chocolate, donde el

flamenco cobró un segundo aire, que en paso itinerante animaría las salas de fiestas y los principales salones. Fue un semillero de bailaoras y un buen antecedente de esfuerzos por importar desde España a algunas notables del cante jondo. Carmen Mota y su grupo triunfa ahora cada vez que se presenta en la boite del Hotel Tamanaco, mientras la eterna Siudy Quintero desembarca en las tablas de La Girafe con su elenco para confirmar que es la institución y no la moda lo que vale. Aunque la moda arrasa: los mejores apellidos toman clases de baile andaluz y se visten con esos trajes ridículos,demasiado sobrecargados para el trópico; en fiestas se baila flamenco,como reseñan con fotos testimoniales las páginas sociales de los diarios y hasta un elegante bautizo,como el del hijo de Laura Otero y Andrés Duarte termina en una sevillana por todo lo alto. ¡Olé, Caracas!

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Un ,reparto rnuiltiriacional ancló en las riberas d aroní para hacer R Negrd: fílmica relación de los desmanes de Tomás Funes y los señores dP balatá. Co sea que la historia gusta repetirse, el rodaje siguió un libreto al que la realidad circundante hacía honor: cazadores de fortunas, aventureros y descendientes e personaje principal eran parte del paisaje.



Daniel Alvarado y Antonio Cuevas alistan sus caracterizaciones en el camerino improvisado bajo un techo de palma

Las mariposas lĂ­e su

padre embarcifon a Atahualpa Lichy en la aventura de RĂ­o Negro.


Imitando a sus compatriotas cinco siglos atrás, en el Caroní Angela Molina desembarcó para hacer la América.


E

l edificio Reggie del sector Altavista de Puerto Ordaz es la locación, quizás pósturno pesar de Truffaut, para una adicional secuencia del inextinguible, por renovable, argumento de La nuit americaine: la película dentro de la película. Doce apartamentos del multifamiliar —un cubo de hormigón, chato como el sueño de la Gran Venezuela que aquí quiso fundar su Arcadia de metalúrgica prosperidad— han sido alquilados para alojar a la troupe de Yavita Films, denominación mercantil que abarca a un muestrario humano tan variado como el género mismo. Subrayadas por la omnipresencia fluvial —referencia matriz de esta ciudad sin centro histórico— del Orinoco y el Caroní, las obvias equivalencias amazónicas apuntan hacia la más en boga anécdota de Roque Santeiro: el séquito técnico y artístico de un rodaje se recluye en un retiro de provincias, bordeando la húmeda selva tropical, y entre amoríos de efímero aliento, borrascosos desencuentros, y un ondulante bisbiseo que se aviva con los chismes de última hornada y la jerga cinematográfica zurcida con anglicismos, lleva adelante una producción. Pero las afinidades con la historia brasileña no se contienen en ese simple paralelismo; se desparraman hasta virtualmente pintar en su par venezolano la armazón de un juego de matriushkas, las múltiples muñecas rusas: relatos que contienen otros relatos que contienen otros relatos. Si en Assabranca la historia que se filma no ha concluido todavía y su desenlace involucra a sus propios fabuladores, en el balneario Flamingo, a orillas del

Funes & Funes: Frank Ramírez (al fondo), Manuel (en primer plano), quien vindica Amazonas. Caroní, la realidad es también espejo. En la playa —como muchas otras del bajo Caroní, desde el paso Caruachi hasta la confluencia de San Félix, cercada por las nuevas concesiones auríferas y las minas de arcilla y caolín— se recrea el siniestro ciclo de la fugaz bonanza del balatá y el caucho, am-


bientada a comienzos de siglo en torno a la figura —¿funesta?: jamás ningún apellido se ha prestado tan solícito a un juego de palabras— de Tomás Funes Andara, el terror del Amazonas, atrapada en el acetato de Río Negro, coproducción francocubana-venezolana dirigida por Atahualpa Lichy. Entretanto, a unos cuantos metros de la orilla, desde balsas sobre el caudal del río, los mineros rumian con azogue los sedimentos que arrojan los raudales cercanos, buscando destapar entre el limo la riqueza súbita del oro. sos tíos de allá harían un reportaje alucinante", sopesa con ademanes de veterano un francés en su castellano peninsular. Antes ya ha tomado un bongo hasta los pontones mineros, y de la inspección deduce que el tema podría ser un buen anzuelo para sus viejos empleadores de Sygma, la agencia fotográfica parisina. El hombre se llama Hervé Tirmarché y para casi todos en la película es el esposo, o el compañero para los progres, de Angela Molina. Un curriculum que incluye la estelarización de Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel, endilga a la Molina una venerable aureola que, aunque ella con sus maneras sencillas se empeñe en atenuado, punza algunas quisquillosas sensibilidades. Su rol no es el principal, pero Angela es la atracción. Los periodistas la solicitan, pasando por alto a astros del patio como Daniel Alvarado, Asdrúbal Meléndez, Julie Restifo, Domingo del Castillo, Abril Méndez, o, incluso, al colombiano Frank Ramí-

leño. Fotógrafo, realizador cinematográfico, director publicitario, mantiene en España una productora que, asegura, "es de las mejor equipadas de Europa". Los resquicios en su agenda le han permitido este verano seguir a Angela y sus tres "críos" por Nicaragua —el rodaje de la superproducción Sandino y Venezuela; luego la familia continuará el periplo hasta la Unión Soviética, donde la actriz —su esposa— examinará las posibilidades de participar en una próxima producción internacional. "Recién ahora estoy conociendo América Latina", se sorprende, "y veo que aquí hay una riqueza de recursos extraordinaria. No es como en Afric,a donde la miseria es parte del paisaje. Vosotros sabéis", explica la comparación, "que yo soy francés, y para los franceses la vocación es más africana". Y recuerda que muchos de sus reportajes gráficos transcurrieron en el Magreb y el Africa occidental francófona. Viene Hervé de una sesión fotográfica de tres días con la banda irlandesa U2 en Madrid; la nota le dio la vuelta al mundo. Es parte de una ligazón nada tangencial con la música que le ha llevado a crear videoclips para Angela —quien ya lleva dos elepés en su haber—, Mecano, Luis Cobos, Georges Moustakis, entre otros. "El videoclip me interesa mucho. Igual que los spots publicitarios. Son géneros muy libres, que te permiten aprender y experimentar". Ahora repasa lo aprendido para llevar la manija de lo que será su primer largometraje: Malditas chicas malas, una cinta en clave de humor muy a lo movida

?l protagonista colombiano, y José ;u parentesco con el mítico Terror del rez, el protagonista. Hervé es también constantemente arrastrado por el chubasco de preminencia que desata la que es su mujer desde hace 18 años. Pero lo agradece. De hecho, el rodaje representa una tregua para su de común agobiante tráfago madri-

madrileña. Mientras Angela, abrasada por un calor que frisa los 35 grados centígrados y exacerba los rigores térmicos del vestuario de época, sobrepasa con estoicismo las dilatadas pausas que preceden cada toma, su pareja hace turismo. Como

cualquier gastador de divisas, Hervé escudriña cada rincón tropical con sus cámaras 35 mm. Su única probable distracción es la de sus hijos. "Por el trabajo de Angela, no son pocos los pañales que he tenido que cambiarles". Cuando eran más pequeños, Angela, forzando su tortuguesca pretensión de llevar la casa a cuestas, exigía en cada contrato la disponibilidad de una niñera y una lavadora. Ahora cuando los chicos han crecido, la faena se ha facilitado. Lo que no dispensa de cualquier sobresalto. Martín, el menor de tres años, enfermó de fiebre y vómitos en la suite del Hotel Intercontinental Guayana, la penúltima noche de rodaje. Una consulta de emergencia en una clínica de Puerto Ordaz prescibió un récipe de antibióticos. Pero a la mañana siguiente Angela aún mostraba la demudada expresión de angustia que ha inspirado frases como aquella de madre sólo hay una. "Es natural", exorcizó el susto Hervé, "que viajando por tantos países el chico tenía que coger un virus". as peripecias de la pareja no son sino una esquirla de la saga de heroicidades y riesgos que se ha venido construyendo en tomo a Río Negro desde hace casi cuatro décadas, simultáneamente con las correrías del padre de Atahualpa Lichy, un pionero francés, profesor del liceo Fermín Toro y, sobre todo, entomólogo. "Donde se encontraban las mariposas más raras y en mayor número", rememora Atahualpa, "era, por supuesto, en el Amazonas. Por eso mi padre viajaba mucho allá, y también por eso desde pequeño conocí la historia de Funes, que siempre me fascinó". Tomás Funes, un veguero y capataz de San Fernando de Atabapo, a principios de este siglo y bajo el régimen de Juan Vicente Gómez pujante factoría de la explotaciones circundantes de caucho, se impuso como caudillo de la comarca usando el asesinato y la celada como táctica fundamental, hasta que otra montonera, la del general Arévalo Cedeño, acabó

L

con su vida. Aún teenager Atahualpa retornó la estirpe a Francia, donde ha residido las últimas décadas. Allá devino hombre de cine hasta sentirse preparado, hace nueve años, para afrontar su secular misión: traducir los signos de Funes a la pantalla. "Quería hacer una película densa pero también de aventura. La historia de Funes comprendía esos requisitos. Y me daba la oportunidad de hacer el cine que me ha gustado como espectador, dinámico, de aventura, y a la vez decir las cosas que yo quería decir". El guión fue elaborado "a la italiana", flexible, con varias alternativas, y al alimón con un equipo que incluyó al uruguayo Antonio Larreta, cuya semblanza del primer ministro Godoy en su novela Volavérunt le mereció el premio Planeta de 1981. La poda fue inclemente, sin embargo: hace un año el libreto daba aún para una película de casi tres horas de duración. Debió reducirse hasta un poco menos de 120 minutos. Blandiendo el guión como argumento irrebatible, Atahualpa fue pergeñando auspicios ofíciales en Francia para su producción. Durante 24 meses torció y retorció inextricables fórmulas financieras para consolidar ese financiamiento galo con el aporte de Foncine en Venezuela. Y poco después en Cuba recibiría un espléndido espaldarazo: como ganador del primer premio al Mejor Guión Inédito del Festival de La Habana, se hizo acreedor a un soporte técnico del ICAIC, que Lichy logró canjear por el concurso en su film de Mario González Joya, Mayito, laureado director de fotografía. Todos esos arrestos templaron su ánimo para salvar la última valla: el escepticismo general. Conocido mejor en Venezuela como promotor, scout y gestor de festivales cinematográficos —los de Lille, Grenoble y otros—, mucho menos como realizador a despecho de sus 70 corto y mediometrajes para cine y TV —algunos premiados en Cracovia y Biarritz—, Atahualpa debió persuadir con su proverbial benevolencia a muchos incrédulos sobre su capacidad para dirigir una producción Lao" Exces0

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Angela Molina

y su Hervé: él es aventurero, fotógrafo, director, creativo de éxito, pero las candilejas siguen siendo para ella.


tan ambiciosa como Río Negro, que debe estar en los cinemas para comienzos del año próximo.

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orillas del Caroní, colindando con el destartalado balneario Flamingo y la concesión Gorrín, al suroeste de Puerto Ordaz, el equipo de producción levantó una réplica del San Fernando de Atabapo de hace 70 años: la barbería, con prolijidad restauradora, incluye sillas de metal, remedos de corceles, de comienzos de siglo. Los árboles de caucho dominan la Plaza Mayor. Y a un costado, la churuata monumental circunscribe un coso ideal para las peleas de gallos. Una chanza que urticó ciertas conciencias patrioteras bautizó la colonia de utilería como San Fernando de Atahualpa; los vestuaristas coronaron el gracejo llamando lichy lichy al traje nacional, prenda esencial del ropero de Funes. Más allá del chiste, no obstante, quedaba un entuerto jurisdiccional por definir: "Yo le he dicho a la CVG que le dono este pueblo", juró Lichy. Pero nadie se atrevía a apostar si que daría como aditivo turístico del balneario, locación de futuras películas o simple pensión de ávidos mineros. -

a caravana de la muerte, llaman los lugareños a la seguidilla de autobuses que día y noche, a velocidades fulgurantes, transporta hasta las empresas básicas la carnada de obreros que nutren el cambio de turno. Sin ser nada comparable, la ristra de microbuses y autos particulares que cada mañana conduce al staff de Río Negro y los cientos de figurantes a campo traviesa por entre el polvo rojizo de las picas bolivarenses hasta la locación también pudo estampar su calavera: una de las unidades chocó sin infortunadas secuelas físicas. Pero este, probablemente más que cualquier rodaje promedio, ha sido una jornada tan peligrosa e impredecible como una bala dum dum; de ello dan cuenta los afanes y tribulaciones de Delfina

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Catalá, la productora. El compañero de Veronique, la francesa asistente de dirección, fue inhabilitado por un inusual percance al venirse abajo, en el precario hotel Dos Ríos, el lavamanos sobre el que se apoyaba; la balsa de la Casa Dorada, el burdel instaurado en San Fernando por el codicioso gobernador gomecista Osuna, armada también por los responsables de escenografía, encalló cuando una imprevista clausura de las com-

muestra ninguna cualidad redimible. Es absolutamente malo, trastornado por la locura progresiva, viviendo tras una burbuja que él mismo se ha creado. Me atraía, entonces, caracterizar a ese personaje sin apelar al cliché del malo, ese que se ríe como loco por cualquier cosa". El normalmente impasible Ramírez se estremeció, sin embargo, cuando en un aparte de la filmación lo abordó un hombre barbado y ca-

El cierre de las compuertas de Guri amenazó con frustrar la filmación de una de las escenas culminantes de la película. puertas de Guri, río arriba, bajó el nivel de las aguas, retardando el rodaje de su quema, una secuencia culminante; y como colofón, mala saña del destino, Frank Ramírez, quien hace el papel de Funes en la cinta, cayó sobre su brazo cuarteando un hueso en fractura. "La primera referencia que tuve de Funes fue hace muchos años, en La Vorágine de José Eustacio Rivera. Allí escribe una frase que dice «Funes es un estado del alma». Desde luego, esa mención me fascinó". La lejana lectura de Frank Ramírez, llanero colombiano, inspiró su heroica determinación: rehusó cualquier cabestrillo o férula y continuó en la filmación. De cualquier manera, nada menos se podía esperar de Fránk, quien en los 60 hizo las veces de torvo villano mexicano en varios westerns de Hollywood junto a Robert Mitchum, Glenn Ford, Víctor Buono, y que también llevó rudos papeles en teleseries de la época como Mannix, Las calles de San Francisco o La novicia voladora. "Lamentablemente uno corresponde al estereotipo del malo latino que aún predomina en Hollywood. Paradójicamente, ese fue uno de los atractivos que me sedujo para participar en Río Negro. Funes es un personaje que no

no, la hirsuta cabellera apresada por una gorra de béisbol, que se le presentó como su nieto. Cerrando el ciclo de trasvase de la ficción en la realidad, José Manuel Funes, nieto del legendario tirano, y uno de los más veteranos maquinistas del cine nacional —fue de la tripulación de ese hito llamado La Balandra Isabel llegó esta tarde , ficha actual del centro audiovisual de la Universidad Simón Bolívar, se acercó hasta el recóndito rodaje para conocer quién encarnaría a su ancestro. "El viejo Funes fue dejando descendencia según migraba por Venezuela", relata José Manuel. "Primero estuvo en Margarita, luego en Higuerote, hasta que bajó al Amazonas. En mi casa, cuando estaba pequeño, mi madre contaba las consejas de Funes. Y todavía en San Fernando de Atabapo vive un viejecito de 95 años, que fue su lugarteniente". Atizado por los recuerdos, borboteando en anécdotas y precisiones históricas sobre el personaje que los técnicos del film, sus compañeros de otras empresas y parrandas, no alcanzaban a tomar en serio, se pellizcó: "desde hace 25 años vengo oyendo sobre proyectos para contar la vida de mi abuelo. Aún no puedo creer que lo estén haciendo". E.S.-Fotos V.S.CW —

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edia griega de los Onassis

• Aristóteles Sócratgs Onassi uesu Niattlh etern retomo en la duda Buen s, donde armador, a comier del si. nzó la ue nieve de su fortun enda a. En el mismo escenar ría Cris• osigada de fármacos y ba a sospecha de un to anunciado. .

(ladro Reig, desde Buenos Aires.

Fotos: archivo del Bloque Dearnzas.


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a mirada del hombre trata de fijar los contornos borrosos de la ciudad que se dibuja al frente. Lentamente pero sin pausa, la pesada mole del barco que abre las aguas oxidadas del Río de la Plata lo va acercando hasta los edificios de piedra, a los silos de ladrillo, a las mansardas de pizarra de las casas, a los frontones de mármol de la ciudad, que se agranda frente a sus ojos hasta anular la distancia y tragarlo. Se ve parado en una calle empedrada por la cual cientos de inmigrantes como él se dispersan en todas las direcciones. Los sablazos insolentes de una lengua nueva le cruzan los oídos una y otra vez.Recoge su bolsa y camina, acaso sin rumbo, olisqueando el aire. Aristóteles Sócrates Onassis tiene 23 años, la edad del siglo, 200 dólares en los bolsillos y un futuro tan incierto como lleno de promesas por delante. Detrás suyo quedan la miseria, la muerte, el cielo de Anatolia oscurecido por el humo de los cuerpos quemados en la calle. Ha visto a los turcos tomar su ciudad natal -Izrnir-, encarcelar a su padre y a toda su familia. Sus tíos, griegos de Esmirna, han sido ajusticiados por las tropas de Mustafá Kemal Pashá y el patriarca de su iglesia ha sido descuartizado en la calle por turbas enfurecidas. Ha aprendido a sobrevivir entre el enemigo, a ponerse a sus órdenes y hacérsele indispensable. Ha logrado huir de la ciudad, reencontrarse con sus hermanas, madrastra y abuela en Grecia y luego liberar a su padre de la cárcel moviendo los hilos siempre tensos del soborno. Sócrates Onassis, antes rico comerciante, le ha devuelto el favor acusándolo de derrochador. Si hay una facultad que no le falta mientras pisa los adoquines de Buenos Aires es el instinto de supervivencia. Si hay un sentimiento que conoce perfectamente es el de pérdida. Sesenta y cinco años más tarde Cristina, última hija de aquel muchacho que con el tiempos Ismsniría uno de los hombres

en

más poderosos de la tierra, encontraba la muerte en la misma ciudad donde su padre comenzara a amasar la fortuna del imperio comercial que ella heredó. Su pequeña hija 70

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Athina -hoy la niña más rica del mundo- lleva el apellido del cuarto marido de Cristina: Roussel. La dinastía Onassis empieza y termina en Argentina. Compartiendo con un primo lejano un cuartucho sobre una sala de baile en el barrio de La Boca, Aristo vería muchas de sus noches desveladas por la cadencia borracha del

club elegante.Decide entonces que la vida no es otra cosa que un juego de ascensos calculados y dirige su mira hacia gente capaz de abrirle nuevas puertas. Con una energía inagotable, empieza a llevar una doble vida: telefonista por las noches, de día misterioso comerciante para sus camaradas del club.Seduce a Claudia Muzzio, cantante de ópera, y en el ambiente de la farándula se percata de la atracción que ejerce todo lo que viene de Oriente, con Valentino a la cabeza. Le escribe a su padre pidiéndole un cargamento de tabaco turco, para tratar de imponer la nueva hoja en el mercado femenino.Sus esfuerzos fracasan repetidas veces, pero haciendo uso de una tenaz personalidad logra interesar a algunos empresarios tabacaleros en sus planes.

EL PRIMER NEGOCIO, CON TABACOS TURCOS, SE LO FACILITA EL ENTONCES TENIENTE JUAN DOMINGO PERON : LO RECOMIENDA A UN FUERTE EMPRESARIO DEL RAMO Y LO INICIA EN SU CIRCULO DE AMIGOS QUE DANZAN AL COMPAS DE LOS FAVORES DE EVITA. tango y la milonga, ritmos de oscuro origen que bebieron en las fuentes de la música africana de los esclavos del Río de la Plata. Al principio trabaja como lavacopas y cona ce diversos empleos temporarios, pero en menos de un año consigue colocarse como telefonista nocturno en la British United River Plate Telephone donde escucha y toma

nota de diversas transacciones burdtiles con Londres y New York. Al poco tiempo gana sus primeros 500 dólares especulando con acciones de cuero y aceite, se compra un traje, zapatos y una suscripción de un año a un

esta época corresponde la historia narrada por el entonces teniente Juan Domingo Perón en sus memorias, quien dice haber suministrado los primeros contactos con las empresas tabacaleras al joven comerciante griego que se encontraba varado en una tienducha de la calle V iamonte con un gran cargamento de tabaco turco que no podía colocar en el mercado. "Gracias a mí, ganó los primeros mil pesos de su vida", recuerda Perón, que lo había recomendado a Virgilio


Greco, su amigo y el más fuerte empresario cigarrero del país.Lo cierto es que Aristo consigue montar su propia oficina y empleando a inmigrantes orientales como él comercializa los cigarrillos Primero y Osman. Después de un tiempo de trabajo duro gana lo suficiente para dejar la compañía telefónica y a su amante lírica. Es entonces cuando conoce a Alberto Dodero, prototipo del hombre que se hizo desde abajo, empresario uruguayo que pudo construir una fortuna partiendo de un manejo inteligente del dinero de un crédito y que daba suntuosas fiestas para la alta sociedad porteña. Ari, como lo rebautizó Dodero, queda tan impresionado por el poder del hombre de negocios que había comenzado a montar una flota de barcos para el transporte de pasajeros por el Río Paraná, que empieza a vestirse y a peinarse como Dodero, en una muestra de mimetismo arribista que luego se manifestaría una y otra vez a lo largo de sus carreras por el gran mundo.En esa época conoce a Costa Gratsos, otro griego en busca de su futuro, que pasaría a convertirse con el tiempo en el intelectual detrás de Onassis,de cuya vida dijo Gratsos que consistía en hacer tratos, porque el resto era sólo espera. acia 1928 Onassis se había instalado en el negocio de la importación de tabaco y su comercio con Grecia ascendía a dos millones de dólares anuales. Haciendo uso de una capacidad de seducción y negociación proverbiales, poco después consigue que el gobierno griego lo nombre cónsul suplente y encargado de negocios, posición desde la cual vende en el mercado negro dólares comprados al cambio preferencial de los diplomáticos. Nacionalizado argentino, reconquista entonces su pasaporte griego y mantiene ambas nacionalidades por el resto de su vida. En suma,consigue enriquecerse paulatinamente haciendo uso de la fórmula OPM (Other people's money) y con medios poco santos cuando le parecía necesario. Ya en 1931 un informe del FBI daba cuenta de un fraude comercial consumado por Onassis y sus primos con un cargamento de tabaco malogrado en Nápoles para cobrar el seguro. Molesto porque los dueños de los barcos ganaran casi tanto como él solamente por


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Con su tercer marido, el soviético Serpi Kauzov. Hizo temer las interferencias de la KGB en los negocios de Onassis, transportar sus mercancías, compra aun precio irrisorio seis barcos al gobierno de Canadá.Era el comienzo de su imperio naviero. El final de la segunda guerra mundial lo encuentra convertido en millonario emergente. Con la demanda creciente de petróleo de las economía europeas en proceso de reconstrucción, su flota de tanqueros, intacta por haber navegado bajo banderas neutrales, se convierte en una mina de oro. Empieza a vivir entre Londres, París y New York y se casa con Tina Livanos, hija del potentado naviero Stavros Livanos, que luego le daría dos hijos: Alejandro y Cristina. a luna de miel rioplatense lo haría encontrarse nuevamente con Dodero, esta vez en compañía de una llamativa mujer que interesa a Onassis y al traficante de armas austríaco Fritz Mandl para unir capitales en una corporación presidida por Dodero, bajo el paraguas del gobierno argentino. Pese al impacto que le produce la belleza de Eva Perón, Aristo pide tiempo para pensar sobre el proyecto.Unos meses más tarde Dodero haría de mediador para una cita íntima de Onassis y Evita en la Riviera italiana. Poco se sabe lo que logró Ari de la segunda esposa de Perón, aunque Eva narró el encuentro a su marido como un triunfo de su honestidad. Lo que consiguió de Onassis fue un cheque de 10.000 dólares para los niños necesitados de Argentina. Unos años más tarde el gobierno de Perón expropiaría buena parte de la fortuna de Dodero a cambio de una mínima indemnización. En la década de los 50 Onassis se convierte en el poder económico que sostiene al principado de Mónaco. Amante de la des

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mesura e indiferente a la mirada exterior, Onassis no vacilaba en invitar a un grupo de amigos acaudalados a contemplar las matanzas de ballenas desde uno de sus barcos, aplacando la excitación de la carnicería con champagne y caviar.Después de haber sido acusado de causar daños irreparables a la fauna ballenera y de ver sus barcos bombardeados por la armada peruana por violar aguas territoriales y cazar fuera de temporada, Ari se deshizo de su flota ballenera vendiéndola a Japón. "A las mujeres hermosas les gustan los excesos", diría luego recordando el cuerpo adolescente de Tina (al casarse tenía 17 años) vibrando bajo un vestido de algodón blanco en medio del fragor de la cacería. Paralelamente a la fama de Onassis crecían sus enfrentamientos con la justicia y los fracasos comerciales derivados de su ambición. Su amistad con Dodero, el nazi Mandl y el general Perón, que llegó a ofrecerle el ministerio de Economía, le costaron una severa vigilancia del FBI, que durante la guerra lo había considerado un probable espía fascista. Esto fue usado por el gobierno norteamericano en el juicio que se le siguió por la compra de una serie de barcos del gobierno reservados para adquirentes estadounidenses, que él había comprado creando empresas a nombre de sus dos hijos nacidos en Estados Unidos. En 1954, tras años de presiones, el gobierno norteamericano logró quebrar un acuerdo que Onassis estaba a punto de concretar con Arabia Saudita para la creación de Samco, una empresa naviera saudí para el transporte de su propio crudo, que habría de romper el monopolio de Aramco, su par norteamericana.

n la sangrienta batalla propagandística y diplomática que la transnacional y el vicepresidente Richard Nixon pusieron en marcha, salió a relucir una cláusula del convenio con los árabes según la cual Onassis se comprometía a excluir a cualquier judío de puestos de comando en la empresa. En 1957, con todas sus aspirwims de ascenso social cumplidas y con una fortuna que ascendía a 300 millones de dólares, se dedica a coleccionar personalidades famosas a bordo de su yate Christina , que se ha74

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ría célebre por su ostentación: grifos de oro en el baño, una piscina decorada con escenas de la mitología griega que subía de nivel hasta convertirse en pista de baile, paredes cubiertas por murales que representaban a la familia Onassis en escenas campestres, asientos del bar forrados con escroto de ballena...Winston Churchill, John Kennedy, Richard Burton, Greta Garbo, El izabeth Taylor, Margot Fonteyn y María Callas, la prima donna que pronto se convertiría en su amante, disfrutaron de sus cruceros. Poco después compró la isla de Skorpios, en el Mar Egeo, que se transformó en su feudo. us dos hijos crecieron rodeados del cariño profesional y bien pagado de niñeras, institutrices y secretarios, recibiendo postales de sus padres desde todos los confines del planeta. Allí donde la sobreabundancia mataba cualquier ilusión de tener algo que no se viera inmediatamente satisfecha, Alejandro y Cristina fueron niños problemáticos. En 1960 Aristo se divorció de Tina, sin casarse nunca con la Callas, a quien los niños, que en la intimidad llamaban "la cantante", siempre consideraron culpable de la ruptura entre sus padres. Ari, que procuraba estar siempre acompañado de una mujer hermosa, ya fuera una primera dama, starlette de Hollywood o bailarina del Crazy Horse, acostumbraba a dar palizas a sus amantes. Pero no sólo sus mujeres conocerían el lado oscuro de su amor: su hijo mayor sufrió desde temprano la vigilancia de un padre que, celoso de cualquier educación que lo pusiera en desventaja, lo sacó del colegio y se ocupó de impedirle la menor iniciativa que él no pudiera controlar. Ya en su juventud Alejandro se vio exigido y hostilizado de una manera poco común.Mientras Cristina gastaba fortunas en viajes y ropas, él ganaba un discreto sueldo de 1.000 dólares mensuales como director de Olympic Airlines, subsidiaria de charters de Olympic Airways, la compañía de aviación que el gobierno de los coroneles griegos había puesto al cuidado

de Onassis. En 1965 Ari se casaba con Jackie Kennedy, a quien sus hijos siempre conocerían por "la viuda". Alejandro describió así el matrimonio: "Era una unión perfecta; a mi padre le encantan los nom-

bres y a ella el dinero". Si su espíritu de comerciante levantino dominaba cualquier aspecto de su vida, manipular a la gente era una necesidad para Aristo. En 1971 fuerza a su hija Cristina a comprometerse con Peter Goulandris, heredero de una flota naviera griega. Esta le responde escapándose a Scorpios antes del compromiso y casándose luego intempestivamente con el californiano Joseph Bolker. Poco antes había muerto, por una sobredosis de barbitúricos, su tía Eugene Livanos, casada con S tavros Niarchos, archienemigo comercial de Onassis en la lucha por la supremacía sobre el comercio marítimo griego. Bolker no pensaba en una relación tan comprometida, hasta que tuvo que despertarla de un sueño profundo debido a una masiva ingestión de somníferos. " ¿No soy demasiado buena para ti? Seguiré haciendo esto hasta que te cases conmigo", le dijo Cristina. Bolker se encogió de hombros y poco después se casaron. La furia de Ari no tuvo límites (ni siquiera era un griego) y el ex-gangster Johnny Meyer, después de transmitir a la pareja el disgusto del armador por la boda y su decisión de cortar los fondos a su hija, recibió de Onassis el encargo de atacar de alguna forma a Bolker, no matarlo pero sí herirlo. Cristina se divorció antes de que hubiera nada que lamentar, siete meses después. Pa co antes, otro golpe había sellado el círculo de presiones que se cernían sobre su matrimonio: su madre, Tina, se casaba con Niarchos, a menos de dos años de la muerte de su hermana Eugenie, en un acto que parecía dirigido a vengarse de Onassis. Si este reaccionó, pese a los 10 años que mediaban desde el divorcio, Cristina consideró la boda una deslealtad y la persiguió la idea de que algo terrible saldría de ello. En 1973, mientras Ari planeaba con sus colaboradores un proyecto de divorcio para su unión con Jacqueline, Alejandro, su hijo mayor y virtual heredero del imperio, murió al estrellarse el avión que pilotaba contra la pista del aeropuerto de Atenas. A partir de ese momento se empiezan a notar en el ánimo de Ari los primeros síntomas de decaimiento moral. Amigos cercanos dibujaron una imagen del hombre visitando de noche la tumba de su hijo en la isla de Skorpios y conversando en susurros con él, en una actitud de cercanía que nunca tuvo cuando vivía.


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LA HEREDERA DEL IMPERIO NAVIERO,

Onassis, su primera esposa Tina, hija del poderoso armador griego Stavros Livanos, v los hijos del matrimonio, Alejandro y Cristina.

CRISTINA, PENSABA RADICARSE EN ARGENTINA DONDE PLANEABA UN QUINTO MATRIMONI PERO ANTES 1A-

LEGO SU INMENSA ~so FORTUNA THINA,SU HIJA DE TRES AÑOS.

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Alejandro Onassis poco antes del accidente aéreo en que perdió la vida (1973) y Fiona Thyssen, ex esposa del barón Heinrich von Thyssen.

En los años 60, Onassis y la gran diva María Callas.

LO DEMAS

FUE UN LARGO

Con Albina, en 1988, hija de su matrimonio con Roussel y heredera del imperio Onassis.

ADIOS. Agosto 1989

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Poco después crea la Fundación Alejandro Onassis, con fines culturales, cuyos fondos provienen de uno de los dos holdings en que se reparte su fortuna. En 1974 Onassis testa y Cristina se inicia en el manejo de los negocios familiares, pero ese mismo año, tras una crisis latente por la muerte de su hermano, ingresa en una clínica londinense para ser tratada por una sobredosis de barbitúricos. Su madre, cuyo matrimonio con Niarchos hacía agua por todos los costados, está a su lado para confortarla. Tres meses más tarde Tina, también adicta, muere de un edema pulmonar agudo. Ya en plena tragedia griega Aristo, con un diagnóstico de miastenia gravis , una enfermedad del sistema inmunológico, mucre el 15 de marzo de 1975, mientras su esposa Jackie volaba a Estados Unidos pensando que la última crisis había pasado. "No he sido más que un muchacho griego que aprendió su aritmética", le dijo a Meyer en su lecho de muerte,para después añadir: "pero no quiero vivir más con fantasmas". Sobre el velador un crucifijo y una calculadora sintetizaban toda una vida. Quizás en sus últimas horas recordara aquella frase de su abuela Getsemaní: "Cada pecado tiene su ángel vengador". res años después de la muerte de su padre, Cristina ya se había convertido en la cabeza visible de las empresas Onassis. Jackie fue desplazada del círculo familiar mediante el pago de 26 millones de dólares por su parte en la isla Skorpios y en el yate Christina Además de su fortuna, Chryso mou ,"la niña dorada" de Ari,recibió los cuadernos de notas y secretos con los que amasó su fortuna. Sin embargo sus tribulaciones no cesaron. Sobre la cubierta del yate-hogar un amigo la escuchó decir : "Si Alejandro no hubiera muerto yo no habría sentido el peso de ser una Onassis, pero nunca habría nacido del todo",mientras sus grandes ojos negros de reminiscencias mitológicas se perdían sobre un letrero azul de neón -"esta bolsa de palitos de citist) tiQ119 toda la Us.

ribotlainina que

ted necesita para un día de alimentación"-, y llevaba a sus labios una copa de cristal llena de Coca-Cola. Casada y divorciada del empresario griego Alejandro Andreadis, se 76

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unió luego al funcionario soviético Serguei Kauzov e intentó acostumbrarse a la ascética vida moscovita. El gobierno árabe saudí estuvo a punto de cancelar sus contratos de transporte de petróleo con las empresas Onassis, sospechando una ingerencia de la KGB en sus intereses. Poco después se divorciaría de Kauzov. Con la muerte de Costa Gratsos y de Johnny Meyer a comienzos de la nueva década, Cristina, buena amiga de tranquilizantes, antidepresivos, anfetaminas y demás cuentas de colores, rompe sus últimos lazos con la vieja estructura del clan. El barco queda bajo su comando. A comienzos de noviembre de 1988, Cristina llega a Buenos Aires—es la segunda visita en el año— con la manifiesta intención de quedarse y con el aparente propósito de casarse con el industrial textil greco-argentino Jorge Tchomlekdjoglou. Tres años antes ha nacido Athina, hija de su cuarto matrimonio con el empresario francés Thierry Roussel, también su cuarto divorcio. n la primavera porteña de 1988 exhibe un nuevo cuerpo, veinte kilos más delgado, quizás el último estrago de la alta tecnología química sobre su organismo. Atrás quedan los noventa kilos que ha llegado a pesar y las muertes que han signado una tras otra los últimos años, más los cuatro matrimonios fallidos, hijos de un interminable luto patológico.Ha llegado dispuesta a intentarlo todo, a traer a su hija y vivir con ella, a disfrutar las alegrías que las vastas tierras panipeanas ofrecen a los muy ricos. Alberto Dodero, nieto de aquel Dodero legendario a cuya sombra su padre aprendiera los primeros secretos del poder, junto a su esposa Marina — hermana de Jorge,el pretendiente de Cristina— la reciben en su casa campestre del Country Club de Tortuguitas, en los alrededores de Buenos Aires y uno de los tantos conjuntos urbanizados de fincas y villas vacacionales que la burguesía argentina disfruta más allá de los avatares de las crisis.

El viernes l de noviembre Cristina sale después de cenar con su amigo Jorge a dar un paseo por la cancha de polo del Country. Se queja primero de frío y luego de calor. De vuelta a la casa se despiden de los Dodero y

Jorge regresa a la vivienda que ocupa, vecina a la de su cuñado. La criada Eleni recuerda haber escuchado el ruido de agua corriendo en el baño de Cristina. A las 10 de la mañana del dia siguiente su amiga Marina entra al cuarto a despertarla y la encuentra sentada en la bañera con el agua hasta la cintura, las manos entrelazadas y la cabeza sobre el pecho, muerta. espués de una serie de confusos episodios entre los que se cuentan la llegada de un médico de la jurisdicción al que la familia le impide inspeccionar el baño en que apareció el cadáver, el traslado posterior, a manos de un médico amigo de los Dodero, del cuerpo a Buenos Aires en una unidad de auxilio coronario para ser internado en una clínica privada como si se tratara de un enfermo, y la desaparición de un pabullero de oro que ella siempre llevaba consigo, la muerte de Cristina Onassis se transformó en un caso para la justicia argentina. La autopsia daría como causa un "edema pulmonar agudo", lo que había provocado también las muertes de su madre y de su tía. Cristina estaba bajo una dieta combinada de derivados anfetamínicos para adelgazar y barbitúricos o sedantes. La combinación de un depresor del músculo cardíaco con otra sustancia capaz de producir un aumento del ritmo bien puede dar como resultado la filtración de sangre hacia los pulmones. El límite entre un suicidio y un accidente es impreciso cuando los fármacos de efectos diversos se hacen un hábito y en el equipaje de Cristina se encontraron una treintena de medicamentos. Una semana más tarde los restos eran enterrados en el cementerio familiar de Skorpios, junto a los de su padre y su hermano. Antes de viajar a Buenos Aiores esta mujer de 37 años había nombrado heredera universal de una fortuna de cientos de millones de dólares a su hija Athina, de tres años de edad. Quizás fue suya la voluntad de acabar con su vida o tal vez el azar tomó la decisión. Parecería que otra poderosa voluntad, superior a Cristina pero ligada a su sangre como un designio implacable cobró con su vida la última pieza de una partida de caza feroz que se inició a comienzos del siglo en el mismo lugar. CIIED


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UWE MARMOL VISCARDO

LA INFERIORIDAD FEMENINA esgraciadamente una buena parte de los estudios científicos que se han hecho hasta el presente para demostrar la inferioridad de la mujer en relación al hombre, han sido destruidos, boicoteados o cuando menos sufrido graves mutilaciones por parte de los grupos feministas, las organizaciones políticas populistas y los miembros de las ligas homosexuales. Esta lamentable actitud ha impedido al común de la gente hacerse una imagen imparcial y objetiva de tan importante tópico de la condición humana.

D

in tener que irse al refugio ideológico de los grandes pensadores de la antigüedad, ni buscar protegerse bajo los análisis científicos que abundaron hacia fines de los años 50, el hecho indiscutible de la inferioridad femenina se ha visto extraordinariamente tratado por el doctor Elbor Donath, de la Universidad de Wisconsin, en su obra El engaño femenino (1) , quien en 20 fabulosos capítulos pletóricos de

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estadísticas y pruebas de indubitable valor científico, desmorona el falso igualitarismo entre los sexos coincidiendo, curiosamente, con los resultados de un largo estudio realizado por el gobierno de la República Popular China, el cual estableció , según un portavoz autorizado, que una de las causas más importantes del fracaso de los programas del gobierno comunista se debe a la exagerada presencia femenina en los centros de trabajo. Tanta coincidencia entre dos ideologías tan disímiles no eG una cuestión de azar, es el resultado de una reflexión profunda sobre una mentira que ha venido produciendo irreparables

glas, la inferioridad de las mujeres también tiene sus excepciones. Es evidente que existen y han existido féminas notables que no tienen nada que envidiarle al común de los hombres, pero al hacerse un análisis retrospectivo de la historia, en las grandes actividades del mundo que nos conmueve, sea en el ámbito de las ciencias, de la religión, de las artes, y en el manejo de los momentos sublimes de la especie humana, los hombres demostraron siempre ser mejores, tener más capacidad y estar dotados de un genio y un talento a todas luces superior. Basta hacer un recorrido por las artes; allí donde se supone que la mu-

o un fracaso estrepitoso cuando se los compara con el sublime nivel de los grandes machios que el mundo ha dado. En la literatura, con la excepción de la poesía, el panorama también es desolador, y ni aún las dos poetisas más o menos destacadas desde que existe la palabra escrita llegan a la grandeza de un Cervantes, de un Shakespeare o de un Joyce, por no hablar del Dante o de Neruda, pasando por toda la gama de narradores esplendorosos que han llenado de desvelo nuestras noches dedicadas a la verdadera literatura. En el mundo de la ciencia, la ausencia femenina es notable al igual que en el de la filosofía, de la

daños a la humanidad en los últimos 70 años, al establecer, sobre bases falsas, el comportamiento y el manejo de los asuntos fundamentales de nuestro siglo. No vamos a caer en el extremismo desagradable de Elvio Pitaluga (2), que sostiene que todas las mujeres son taradas porque tienen una conexión nerviosa entre el hipotálamo y los ovarios y entre los ojos y los pezones de las mamas. Al contrario, creemos que como todas las re-

jer es la poseedora del privilegio natural de la sensibilidad, nunca o con rarísimas excepciones ha dado muestras de brillos esplendorosos o de notabilidad. En el campo de la música, la pintura, la escultura, por no hablar de otras manifestaciones secundarias, la ausencia femenina es preocupante. Sin duda que han habido intentos por imitar a los hombres, pero estos siempre han resultado de una lamentable mediocridad, una copia vergonzosa

guerra, de los inventos, las finanzas, la política o en la conducción y expansión de las grandes empresas de nuestro siglo, mientras que allí, una vez más, la presencia masculina es avasallante y conmovedora. ebemos ser justos, las mujeres por su innata condición de inferioridad fueron marginadas durante siglos, pero en los últimos 100 años, con el auge de talo.

(1) The female lay. Ediciones de la Universidad de Wisoonsin, 1985, 1380 p p. (2) ¡Mujeres, mujeres, hasta cuándo las mujeres! Editorial Orfeo, Buenos Aires 1987,134 pp.

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los famosos movimientos de liberación femenina quedaron completamente equiparadas al hombre, sin que hasta ahora hayamos visto logros de cierta relevancia. Muy por el contrario, al intentar ejercer las funciones propias de estos, que llegan hasta las ridículas pretensiones de esas físioculturistas a las que cualquier boxeador dejaría noqueada en dos segundos, las mujeres, con sus períodos menstruales, su volubilidad de caracter, su inconstancia y su ilogicidad, han causado pérdidas irreparables dela productividad en los centros de trabajo, a los que han vuelto antros de amoríos, intrigas, chismografías y envidias, al mismo tiempo que le han quitado la posibilidad a mucho padre de familia de llevar el diario sustento a su prole.

JUAN LISCANO

AUN ANONIMO CORRESPONSAL

o pretendemos humillar a las mujeres con estas reflexiones dolorosas pero ciertas; sólo queremos que comprendan que su función fundamental es la de procrear hijos, ocuparse del hogar, lavar y planchar, y cuando más, como una gracia muy especial, ayudar a su marido en la consecución de sus altas metas por vía del ejercicio de las dos únicas concesiones innatas con las cuales Dios las privilegió: el amor y la obediencia. Seguir con la mentira del falso igualitarismo de los sexos pone en peligro a la sociedad en la medida en que deteriora la célula fundamental del Estado: la familia; una institución inconcebible sin la cabeza rectora del padre omnipotente, tal como ha sido instaurada en todas las socie-

ardíamente leí la carta que un anónimo lector me despachó el 24 de marzo, en referencia con el Paralelo titulado "Esoterismo y Secreto", y resolví en esta oportunidad, dar alguna contestación porque se trata, evidentemente, de alguien muy digno de tomarse en cuenta. Precisa al final de su misiva que "siente mucho no poder firmar", porque teme "que otro artículo pueda dañarme por su ma-

Usan desde que el hombre

linterpretaci6n".

N

es hombre y como lo consagraron los romanos en ese monumento jurídico que le legaron a la humanidad llamado Código Civil. CIII) 78 Exces0 Agosto 1989

T

Cuando Ben Amí Fihman me invitó a colaborar en EXCESO, me precisó con claridad el carácter que tendría esta publi-

ARALEL

cación y me pidió escribir una columna sobre, como dijo, "esos asuntos que te interesan a tí de esoterismo, espiritualidad, mitos, etc." Tampoco me pidió ceñirme a un aspecto determinado. e contentó mucho esa invitación porque resultaba amplia y generosa dentro de las tendencias imperantes por conceder a la actualidad, a la información, al sensacionalismo, a lo inmediato, importancia exclusiva. En ningún momento se planteó para mí escribir en forma proselitista y mucho menos, como me pone en guardia el corresponsal anónimo, tratando de "transformar lo esotérico en exotérico" y dejándome tentar por una "verborrea libérrima". Además me recuerda que la verdad, "si es realmente esotérica", no puede estar al alcance de cualquiera y para precisar añade con cierta falta de elegancia: "Menos aún al alcance de un «poeta que fue precoz», que en algún momento «rondó las ideas de Gurdjieff», que sigue tanteando exotéricamente un lugar para sí mismo, sin atreverse a ir más al fondo en su búsqueda, a pesar de que tuvo y tiene oportunidades para ello".

M

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se planteamiento del anónimo autor de la

carta me parece importante, y por eso he querido dar alguna respuesta, sobre todo que estas discrepancias para el común de nuestros compatriotas metidos hasta el

cuello en lo in, la moda, en lo propio o lo chimbo, resulta teología que huele a alcanfor. Suscitar algún interés diferente me pareció loable. Supongo que si el anónimo autor de la carta siguió leyendo esta columna, habrá podido comprobar que mi intención nunca fue dar lecciones esotéricas, ni revelar verdades y secretos, ni describir rituales y prácticas, por razones obvias: nunca he pertenecido a organización ni secta alguna y, por lo tanto, no tengo materia que revelar o divulgar. esulta incómodo hablar de uno mismo en asuntos como este. En más de una entrevista, en mi charla de 157 páginas con Arlette Machado; en poemas como el primero de Edad Obscura, titulado "En el vestíbulo", y en mi libro Espiritualidad y Literatura está para quien sepa leer, mi actitud ante el inmenso mundo de la cultura del espíritu, de la interioridad, de la liberación, de la esoteria. Para mí es más una dirección, una vía a tomar, que una meta. No soy ni místico y mucho menos gurú. No he sido capaz de adherir a ninguna organización occidental esotérica y mucho menos, ocultista. Me limito a demoler ciertas seguridades de la modernidad o la ridícula postmodernidad, de la beatería futurista y tecnologizante, para recordar que existen posibilidades de trascendencia y realización distintas que el poder, la riqueza, el cultivo narcisístico, el libertinaje, la moda. Nada más. Y sitúo al místico, al liberado en vida, al erístico, en

el más alto grado de la condición humana. Elegí la escritura y la poesía como destino. Sirvan ellas para poner en el camino de alguna forma de trascendencia, a quien me lea. CV)


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RUBEN MONASTERIOS

CLAVES NO TAN SECRETAS eñor ejecutivo, a tí que te gusta la incógnita te invitamos a saborear las mejores frutas frescas al gusto de tu paladar. Somos frescas y estimulantes al máximo, de un rilax (sic) inolvidable, fresita para tu boquita..." Y a continuación, un númetelefónico. Antes estos avisos se veían, si acaso, en publicaciones underground, ahora es suficiente hojear las páginas de cualquiera de los periódicos respetables de una ciudad importante de Occidente para encontrarlos, usualmente en su sección destinada a "avisos clasificados". En Caracas aparecen en El Universal, que fue pionero en vehicular esas proposiciones; en El Diario de Caracas, en El Nacional y ocasionalmente en Ultimas Noticias. En El Diario son algo así como un complemento lógico del suplemento Playa y representan la vía más expedita para resolver las tensiones que se originan en el lector a partir de su recreación en la muestra de soberbios culos que exhibe todos los lunes. En El Universal figura la gama más amplia y diversificada de tales avisos, así como las proposiciones más explícitas: la citada arriba sale de sus páginas; lo cual tiene cierto sa-

DE 10191ANCIA

bor incongruente en cuanto esa publicación representa el punto de vista conservador y moralista en el diarismo nacional; tanto es así que la responsable de su sección literaria rehusó, escandalizadísima, publicar una simple nota informativa sobre mi libro

Encanto de la mujer madura. Pero seamos comprensivos: negocios son negocios. El Nacional trae algunas de esas proposiciones de sexo comercial redactadas en forma muy discreta. Ultimas Noticias dispone en su sección de avisos clasificados del apartado "Masajistas", donde suelen insertarse, pero rara vez aparece algún aviso en ella; será, se me ocurre, porque este periódico se dirige a un sector del público cuyo poder adquisitivo no da para esas satisfacciones. Revelador de ello es lo que, al desgaire, le escuché decir a un joven con la apariencia típica de ser un lector consecuente del mismo en uti cafetín multiclasista: "Uno no puede tener todo lo que le gusta", comentó el depauperado individuo; "por ejemplo, a mí me gustan las mujeres pero no tengo real para tener una..." Es evidente que en esta época de inopias al proletario inhábil para levantar alguna mujer dispuesta a hacerlo por amor, no le queda otro recurso que su mano derecha, ayudada la imaginación, quizás, por una película porro de a 30 bolívares la localidad en función continuada, o por una revista "de muchachas", y eso si la consigue de segunda mano. Comprada nueva, a su precio de

economía inflacionaria alcanza la elevada cota de los casi 300 bolívares, suma esta que en la Caracas actual apenas si es suficiente para tener acceso a una ratita feucha y con altos riesgos higiénicos. Es preferible la revista. as ofertas rara vez se hacen en el lenguaje pícaro y sala zmente explícito del aviso que encabeza esta nota; suelen utilizarse ciertas "claves" que sólo son secretas para los espíritus ingenuos. En los periódicos y revistas europeas y anglosajonas

la especialidad de la casa se da a entender mediante siglas; así "SM" significa que la oferente está dispuesta a deparar sesiones sadomasoquistas "duras", y que está provista del equipo necesario para ello; "Bd" es bondage, o masoquismo suave, de carácter simbólico, o casi; "TR" informa que el oferente es un travestista y las siglas "B V" manifiestan al interesado que el prestatario del servicio es bivalente, o sea, un hombre dispuesto a dar y a recibir; "2x1" quiere decir: "dos chicas para uno", o dos chicos, o una chica y un chico, ¡lo que usted quiera! "SW" significa que U».

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en el establecimiento se hacen shows pornográficos privados. n Venezuela se ha desarrollado un vocabulario de la oferta sexual un tanto diferente y menos económico: para empezar, servidoras y servidores del sexo se enmascaran bajo la apariencia de "masajistas"; recurso infortunado para los auténticos profesionales de esas técnicas fisioterapéuticas, pero poco menos que inevitable, en cuanto sexualidad y masaje han estado asociados históricamente; de manera que los avisos ofertan un atractivo arco de posibilidades de supuestos masajes: francés, inglés, thailandés, con pluma, entre otros. El llamado "francés" no es otra cosa que una exhaustiva fe¡ación; el "inglés" consiste en una variante del sadomasoquis-

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mo en la que el cliente es vigorosamente azotado con las ramas de un árbol cuya flexibilidad las haga adecuadas para ese propósito; en su forma clásica dichas ramas tienen que ser de abedul. El nombre le viene de la popularidad que tal práctica alcanzó en Inglaterra durante la época victoriana; la flagelación con ramas de abedul llegó a ser conocida como "el vicio inglés" en todo el mundo civilizado. El "thailandés" es un verdadero masaje, propio de la tradición cultural de ese misterioso país, que una mujer administra con todo su cuerpo estando tendida sobre el hombre; el masaje "con pluma" es lo que el nombre denota: los sibaritas del erotismo sustentan que la estimulación de los genitales y de otras zonas erógenas sólo debe hacerse con plumas de cola de faisán o de ave del paraíso; esta práctica exqui-

PUNTO

sita se origina en Italia, durante el Renacimiento, de aquí que viniera a ser conocida como "caricia a la italiana". Sugerimos ser muy cautelosos al solicitar el servicio bajo este nombre, en cuanto con facilidad puede confundirse con otra cosa llamada "hacer el amor a la italiana", uno de los tantos nombres dado a la sodomización a partir de la gozosa predilección que desde épocas remotas, hasta hoy, sienten los ítalos por el agujero terminal del tracto digestivo de sus compañeras; es obvio que la confusión puede dar lugar a la infortunada situación de que estando usted dispuesto a recibir los deleites de la pluma, de pronto vea entrar a un vigoroso individuo provisto de una dotación descomunal y animado por la maligna intención de insertársela por el rabo. Para identificar sus especia-

lidades los prestatarios del servicio sexual en nuestro medio se valen de algunos complicados subterfugios; así, para dar a entender que son varones travestistas en otro aviso entresecado de El Universal, leemos: "Erika, Sabrina, Pierina, lindas jovencitas de apariencia femenina..." (Subrayado nuestro). n esta materia quedan muchos tópicos pendientes: la antes aludida asociación histórica entre el masaje y la sexualidad; los precios de los "masajes" en Caracas, contrastados a las tarifas internacionales correspondientes a las distintas categorías de putas y putos; la participación varonil en el negocio; los "puntos de concentración" de la actividad putañesca en nuestra capital...Pero esos serán temas de otros artículos. CAE)

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El viernes 7 de Julio, tal como se anunciara con profética certeza, EXCESO, acatando las leyes del azar, sorteó entre sus

FIN

numerosos suscriptores un par de atractivos reloges Omega. La rifa tuvo lugar en los estudios de RQ 910 y fue trasmitida en vivo por el programa Nuestra Tarde. La suerte quiso premiar a Hernán Godoy y

Nelson Moreno con sendos relojes por la inteligente decisión de afiliarse a EXCESO. ¡Que cunda el ejemplo! Permiso del Ministerio de Fomento Nº 009202

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ban los pobladores de la zona. Mientras hacía la señal de la cruz, el pastor pensó que a lo mejor eran los restos del Arca construida por Noé. Para muchos que se enteraron del asunto, aquello no era más que una muestra de la ignorancia del pastor. Pero, con el tiempo, rumores del Arca en Ararat se hicieron más insistentes e investigadores, así como aventureros de distintas nacionalidades, se interesaron en comprobar si era cierto.

CABEZA RAFAEL SYLVA

EL ARCA EN ARARAT Dijo entonces Dios a Noé. He decidido el fin de toda carne; porque la tierra está colmada de violencia por culpa de ellos. Por eso he aquí que voy a exterminarlos juntamente con la tierra. Pero tú te harás un Arca de maderas resinosas, la cual dividirás en compartimientos y calafatearás por dentro y por fuera con betún. 300 cúbitos será su longitud, 50 cúbitos su anchura y 30 codos de altura. Harás en el Arca una abertura para la luz, la cual dispondrás arriba, a un cúbito del techo. La puerta del Arca pondrás en uno de sus costados y harás un piso primero, un segundo y un tercero. Pues he aquí que voy a traer un diluvio de aguas para terminar toda carne que tenga ex sí aliento de vida. Entrarás en el Arca tú y tus hijos, y tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todos los animales de toda carne, de toda clase introducirás parejas (de ellos) en el Arca para que tengan vida contigo. Serán macho y hembra; 20 de las aves según su especie; de las bestias según su especie, de todos los reptiles según su especie. Dos de cada cla-

se vendrán a ti para que les conserves la vida. Provéete de todo alimento que se come y acópiate de provisiones para ti y para ellos. (Génesis 7:7;12-21) Por espacio de 150 días se alzaron las aguas sobre la tierra. Acordóse Dios de Noé y de todas las fieras y las bestias que estaban con él en el Arca. Entonces se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas del cielo y se detuvo la lluvia. Poco a poco retrocedieron las aguas de sobre la tierra y cuando al cabo de 150 días empezaron a menguar, reposó el Arca sobre los montes de Ararat. (Génesis 8:2-4)

120 de junio de 1840, a la hora del crepúsculo, un pastor se encontraba recogiendo su ganado en una pendiente a medio camino hacia la cima del Monte Ararat entre lo que hoy son Armenia y Turquía, cuando percibió un ruido sordo y profundo bajo la tierra, que comenzó a trepidar ahuyentando a los animales. Instantes después toda la montaña se estremecía y fueron tan violentos y continuos los estertores que el pastor cayó al piso. Aún estando allí, comprobó que la tierra misma ondulaba como agua bamboleándole de lado y hacia arriba. Cuando al fin cesaron las convulsiones y el hombre se atrevió a mirar, comprobó que todo estaba envuelto en una nube de polvo y, sin cambiar de

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posición, esperó a que el polvo se disipara. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, en el tope de uno de los grandes desfiladeros del Monte Ararat, la roca había sido desplazada y un sector, que normalmente permanecía cubierto de hielo y nieve, mostraba un gigantesca hondonada. Asombrado el pastor creyó distinguir en su parte superior una masa negra que sobresalía del hielo y había sido puesta al descubierto por el terremoto. El objeto, de forma rectangular, parecía ser la popa de algún tipo de nave o lanchón grande. Más curioso aún, recordaba a una de las antiguas arcas de las que habla-

n su libro El Arca en Ararat, los investigadores creacionistas Tim La Haye y John D. Morris afirman que el Arca de Noé, lejos de ser una alegoría bíblica, en realidad existió y fue construida con un tipo de madera amarilla (gopher) del mismo género que el ciprés. Más interesante aún, citan en el libro a distintos arqueólogos evolucionistas que parecen estar de acuerdo en que el Arca tenía dimensiones específicas y en que su diseño debió haber sido planificado con la idea de que resistiese bastante tiempo a flote, dando cabida a muchísimas y diversas especies de animales. De allí la forma de su interior, con varios niveles divididos en compartimientos. La evidencia y testimonios sobre su presunta existencia en el Monte Ararat es abundante y ha sido bien documentada por los autores desde la antiguedad hasta el presente. Se ha dicho que aviones de carga de Estados Unidos que volaban sobre el Ararat, rumbo a la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial, fotografiaron al extraño objeto rectangular que, por un tiempo, sobresalió de una masa de hielo en las alturas del Monte. Es tal el cúmulo de documentos que existen sobre la NI.> Exces0

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presunta existencia del Arca y cómo ésta, después del diluvio, al fin encalló sobre las alturas del Monte Ararat que no sería aventurado presumir que se trata de algo más que una arcaica leyenda. Los "creacionistas", es decir, los que tienen fe ciega en la versión bíblica, de que tanto la tierra como su atmósfera, flora, fauna (y también el hombre) fueron creados por un mandato divino, consideran que el Arca de Noé sería prueba contundente para apoyar tal creencia. Los evolucionistas, plantean como dogma científico y único el que nuestro mundo y todo lo que contiene, incluyendo al Horno Sapiens, surgieron de la nada y son parte de un proceso aleatorio de evolución, y insisten en que lo del Arca y el diluvio es sólo pintoresco folklore. Pero dicho folklore ha per-

sistido y desde la más remota antiguedad hasta el presente el testimonio de personas, grupos de exploración y hasta la existencia de aerofotografías parecieran indicar evidencia de lo que parece ser el resto de una gran embarcación de madera en determinado sector cerca de la cumbre del Monte Ararat. ¿Podría ser verdad lo del Arca de Noé? Los evolucionistas rechazan esa posibilidad argumentando que, aún en el supuesto negado de que el Arca hubiese existido, ya esa madera de ciprés con la cual fue construída estaría desintegrada por la acción del tiempo y la humedad. "El largo de tu Arca será de trescientos cúbitos, su ancho el de cincuenta, y tendrá una altura de treinta cúbitos. Indicó el Señor a Noé: "Un ventanal tu harás al Arca y, en un cúbito la terminarás en su parte

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alta. La puerta del Arca la construirás en uno de sus lados y deberá tener un piso inferior, otro medio y uno superior". La Biblia (Génesis 6:15; 16). Estudia sos del libro sagrado y modernos ingenieros interesados en las dimensiones de la nave, nunca han llegado a ponerse de acuerdo sobre el valor exacto de un cúbito. La mayoría de las estimaciones lo calculan entre 17 y 25 pulgadas —aproximadamente medio metro—, tamaño ridículamente pequeño para un Arca que debía alojar, no sólo a Noé y a su familia, sino a unas 700 especies de animales. rnest Mayer, uno de los más relevantes taxonomistas norteamericanos, estima que entre dichas especies, sólo unos 50.000 animales tuvieron cupo en el Arca. Pero aún ese número luce exagerado. ¿Cómo conservaba Noé el forraje en buen estado? ¿Cómo mantenían a los animales de rapiña apartados de los domésticos y de corral? ,La Haye y Morris dan todas las respuestas. A través de complejos cálculos, sostienen que la capacidad del Arca era equivalente a la de unos 569 vagones de ferrocarril y estaba cuidadosamente dividida en compartimientos. Los autores al insistir no sólo en la realidad del Arca sino en la solidez y amplitud de su construcción, afirman: "Fue maravillosamente bien diseñada para el uso que se le iba a dar. Tanto, que resulta inevitable aceptar que, sin duda, Noé, sus hijos y quienes les ayudaron quizás contaron, además, con algún tipo de supervisión que bien pudo ser extrahumana". Para quienes sonrían ante lo de esa "ayuda extrahumana", los autores insisten en que ello no quiere decir necesariamente de tipo divino, aña-

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diendo: ¿Y por qué no de inteligencias mucho más avanzadas? Lo anterior se aparta desde luego de la hipótesis científica y penetra en el ámbito plativolesco, restando seriedad al planteamiento del libro.

s

ea cierto o no lo del Arca en Ararat y de la presunta "intervención alienígena" en su construcción lo cierto es que el tema persiste desde la antigüedad al presente de una forma u otra. Los cables que a continuación citaremos sin mayores comentarios, por ser recientes y por su origen e implicaciones, constituyen oportunos argumentos en pro y en contra de ambas posiciones. Uno fechado en Ankara, Turquía, agosto de 1984, informa que el astronauta James Irwin, quien formó parte (en 1971) de la Misión Lunar Apolo XV, afirmó haber divisado restos del Arca de Noé. De acuerdo con Irwin, esos restos se encuentran en el Monte Ararat donde según la Biblia se posó la "nave" tras el diluvio universal. Luego otro despacho, también proce,dente de Turquía y fechado el 25 de agosto de 1985 informó que otra expedición organizada por el explorador norteamericano Marwin Steffins, presuntamente habría encontrado en el Monte Ararat los restos de la bíblica Arca de Noé. "Llegamos el miércoles y jueves al lugar en que claramente visibles aparecían restos con forma de embarcación a una altitud de 1.585 metros", dijo Steffins, añadiendo que la forma de esos restos de la supuesta embarcación bíblica parecían tener dimensiones que corresponde a las descritas por Noé en el Génesis. Steffins mostró a los periodistas una enorme bolsa llena de fragmentos de madera que podría ser de gopher o ci-


prés petrificado y que él cree pudieron pertenecer al Arca. Esos restos fueron trasladados a Estados Unidos para ser examinados. La expedición internacional con sede en Monroe, Louisiana, donde vive Steffins, la forman, además de su esposa Marjorie, su hija Marianne, otros cuatro norteamericanos y el turco Blulent Atalay. El grupo había iniciado su cuarta expedición al Monte Ararat el 20 de agosto de 1985, y los seis estaban presentes cuando fueron descubiertos los restos en el lado occidental de la montaña. Optimistas, piensan regresar al Ararat varias veces en años subsiguientes (y si las circunstancias político sociales lo permiten) a fin de continuar sus investigaciones. El 27 de agosto de 1985 el ministro de Cultura de Turquía Mukerrem Tascioglu, dijo que los expedicionarios norteamericanos encabezados por el creacionista Marvin Steffins no debieron sacar del país lo que dicen son fragmentos de la nave bíblica. Añadió que si las muestras que han recogido poseen valor histórico Turquía tiene gente calificada para examinar y evaluar dichas piezas. Adicionalmente indicó que una expedición turca explorará el lugar donde los americanos dicen haber hallado el Arca para verificar el caso. Por su parte Steffins rindió en Ankara un informe detallado a las autoridades y solicitará permiso para seguir explorando en las alturas de la ladera sureste del Monte Ararat, donde insiste que divisó la formación con silueta de nave claramente visible a una altura de 1.585 metros. El ex astronauta norteamericano James Irwin, quien en 1984 declaró haber visto y recogido fragmentos del Arca, comentó que tenía serias dudas de que las muestras presentadas por

el equipo de Marwin Steffins pertenezcan en verdad a esa nave. Irwin también exploró varias veces el lugar, y dijo que lo único que halló en el sitio indicado por Steffins fue piedras. Por lo tanto le sorprendió el anuncio, añadiendo que "aún nadie tiene muestras (o pruebas) capaces de convencer". Steffins insistió ante los periodistas estar seguro de que esos restos que halló en el Monte Ararat son del Arca. No sólo debido a lo que extrajo de una mole de madera petrificada con aspecto de nave, incrustada en el hielo de la montaña, sino que las dimensiones del objeto en cuestión corresponden a las que figuran en el libro del Génesis en la Biblia. Dos conclusiones dominan en relación con la presunta existencia de los restos del Arca en el Monte Ararat. Una de ellas, la de los evolucionistas, es que se trata de una quimera, un disparate histórico y arqueológico. Los creacionistas, por su parte, consideran que dado el cúmulo de evidencias, el hallazgo del Arca o lo que resta de ella es sólo cuestión de tiempo. a mente racional rechaza de plano todas las presuntas evidencias encontradas hasta ahora por carecer de peso y comprobación científica. Relegan todos esos rumores de que podrían existir restos del Arca en Ararat al mismo ámbito creencial de los fenómenos parasicológicos. A los interesados en mayor información sobre los antecedentes históricos de los hallazgos de restos del Arca, así cómo abundante documentación, recomendamos leer The Ark on Ararat, de Tim F. La Haye y John D. Morris, publicado en 1976 por Pocket Books. C:1›:1)

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GUILLERMO PEREZ SCHAEL

EL DILEMA DE LA VIOLENCIA as mañanas de domingo son silenciosas y cálidas. El rumor de la calle desaparece y descubrimos, habituados nuestros oídos al pesado ruido de la

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090 ciudad, sonidos inéditos. En casa puedo sentir la quietud hasta mediados de la mañana dominical, cuando mis hijas despiertan, alborotando el ambiente mientras toman el desayuno: una escena que han tomado muchos publicistas para dramatizar el sosegado panorama familiar mientras nos venden hojuelas de maíz como escarcha solar, jugo dorado de naranja y mermeladas de ambrosía. La bucólica jornada desaparece sorpresivamente, junto al parloteo que las niñas sostienen Ots

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una versión de la Uzi Parabellum. Y eso sin considerar que en los últimos años las armasjuguetes han pasado a ser copias casi facsimilares de las verdaderas, no pocas utilizadas para amenazar al representante cuando éste sugiere apagar la TV.

en la mesa: han encendido el televisor para iniciar un trayecto a través de la "fantasía" que durará gran parte del día y de la noche, si no lo evito llevándolas por caminos menos tortuosos. as estaciones de TV se han estado preparando toda la semana para cautivar a ese público menudo, que presuponemos sabe diferenciar la realidad de los cuentos de hadas. Hemos podido ver los días anteriores los avisos informándoles que el domingo será "de nuestros amiguitos". Y el menú no defrauda ninguna expectativa: el aparato hipnotiza como pócima de hechicero a mis hijas, que van agotando la mañana entre guerras espaciales, glorificadores de la violencia y monstruos caricaturizados, hasta empatar con la programación de la tarde, que las lleva al éxtasis con programas como Los doce del patíbulo, El exorcista o Ratas del desierto. A esta hora ya se han extinguido los "muñequitos aniquiladores que se martillan la cabeza los unos a los otros sin experimentar dolor", y la sangre comienza, sin ambages, a desbordar por el filo de la pantalla. Para sazonar este cocktail sangriento y embriagante aparece uno que otro espacio deportivo, la misa y un breve tópico cultural; parecen, sin embargo, aceitunas negras sumergidas en un martini.

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a cotidianeidad de lo siniestro audiovisual — la programación dominical sólo es la fanfarria de una pauta diaria— pudiera ser el inductor del impulso

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que nuestros niños parecieran tener, una tendencia a "matar" que quizás refleje una cultura que nosotros mismos hemos creado. "¡ Bang, bang, te maté!". 84

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n estas lúdicas actividades, aún admitiendo que son fundamentalmente inofensivas, ¿dónde está la línea que separa la fantasía de la realidad? Los niños se apropian de la personalidad de figuras como Rambo o He-Man, y durante los juegos en el recreo son capaces de propinar verdaderas palizas a los otros, que hacen las veces de alemanes, japoneses, vietcongs o ladrones. El dilema, entonces, no es de poca monta. En particular porque su resolución nos lleva a dilucidar otra urgente cuestión: ¿debemos los padres limitar lo que nuestros hijos ven en TV? ¿Proscribir el uso de juguetes de guerra? "Cuando nuestros hijos nos piden armas de juguete pensamos que esa es su decisión; no podemos forzarlos a aceptar nuestro punto de vista"; "Yo no dejo que mi hijo de siete años utilice ese tipo de juguetes o que vea programas de violencia y agresión porque no quiero que piense que le refuerzo o tolero las actitudes violentas"; "En este país donde la seguridad individual es precaria, yo no quiero que mi hijo sienta miedo cuando tenga que confrontar este tipo de situaciones, que sin duda le tocará algún día; por eso no desaliento sus juegos violentos"; una somera encuesta entre amistades demuestra la variedad de posiciones ante el problema, que sólo coinciden en su endeble definición. Somos rehenes de esta duda como, en sus juegos, los

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Nuestros hijos convierten hoy cualquier juguete en un tipo de pistola o revólver, amparados por la ambigua —y, por lo tanto, potencialmente siniestra— duda de que "un ser aparente animado sea en efecto viviente, y lo inverso: de que un objeto sin vida que está representando, esté en alguna forma animado". Los la-

drillos de plástico Lego son utilizados para fabricar armas; pedazos de madera se convierten en rifles, y hasta los dedos de la mano en algún momento son

cara pálidas que beben agua de fuego, amarrados a una estaca y

rodeados por brasas. No debemos dejar de tener presente que las manifestaciones de lo siniestro en la ficción suelen ser más multiformes que en lo vivencial, pues abarcan mucho más posibilidades que las comprendidas en las condiciones de la realidad. "Aunque el pequeño Nataniel tenía suficiente edad e inteligencia para no creer tan horribles cosas del arenero, el terror que éste le inspiraba quedó, sin embargo, fijado en él"; la clásica conclusión, arrojada por el sicoanálisis realizado a un hombre que cuando niño leyó Der Saandmann (El hombre de arena, de E.T.A. Hoffmann), ilustra el mecanismo por el cual mucho de lo que no es siniestro en la vida real, en la fantasía adquiere proporciones de espanto. I hombre de arena arrancaba los ojos a las criaturas. Así como en los países de habla alemana "¡que viene el hombre de arena!" era una de las amenazas que con frecuencia se empleaban para llevar los niños a dormir —o el Coco, equivalente caribeño—, la modernidad parodia esas leyendas con un monstruo que aterra a los padres y que ya vive atrincherado en la sala de nuestros hogares: la TV, "un hombre malo", podría rezar la remozada admonición, "que viene a ver a nuestros hijos cuando quieren dormir, les arroja puñados de violencia a los ojos haciéndolos saltar ensangrentados de sus órbitas, y que luego se guarda en una bolsa su inocencia que utiliza como pasto para alimentar a los directores de programación que permanecen sentados en sus nidos y tienen picos curvos como las lechuzas".Ciit)



TODAS LAS MUJERES SON TUYAS

II IP "Nr

RANGEL Entre las mujeres fotógrafos y los desnudos de mujeres existe una extraña complicidad que quizás los hombres nunca alcancen a descifrar. La voluptuosidad se diluye; un collar de perlas sobre el torso irrumpe casi como una abstracción que pondría colérico a David Herbert Lawrence ("Tienes un trasero para sostener el mundo", le decía el guar ldabosques a Lady Chatterley) y entre las luces y sombras el cuerpo apenas deja adivinar el sexo. La fotógrafo Gipsy Rangel Salas, nacida en Mérida hace 23 años, pero residenciada en Maracaibo, ha participado en varios salones y jornadas fotográficas en el Zulia, en muestras colectivas e individuales en Maracaibo y San Cristobal y estudia actualmente Comunicación Social en la Universidad del Zulia.'

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ell la S01111)18

GEORGES OL V ER CHÁTEAUREYNAUD

A Jean-Paul Deswattenne uando despertó del prolongado y feliz sueño que había sido su vida conyugal, Tremble advirtió que tenía las sienes blancas y la cintura un tanto ancha para su gusto. Pero también observó que a pesar de estos supuestos inconvenientes, aún gustaba a las mujeres. Cuando en la calle detenía a alguna transeúnte con su voz grave y apacible, para solicitar una orientación, ésta demo-.o, .,,

C

"Vuestro amor es una sombra en un sendero de azar..." O.V. de L. Milosz

raba la respuesta, y cuando iba a un restaurante la mesonera parecía realmente ansiosa por complacerlo en la cocción de su bistec. Ultimamente lucía atractivo, aunque demoró varios meses en convencerse de ello. Tal vez la metamorfosis se había operado en los últimos años, sin que él mismo lo supiera. En la época de Suzanne casi ni miraba a las mujeres. Y si lo había hecho, jamás se había interesado por saber si ellas lo observaban, ni cómo. Había sido, en la óptica del tiempo, ese tipo ridículo, medio capón: un esposo fiel. De joven no le faltaron aventuras; el mínimo vital amoroso que, aún previo a la liberación de las costumbres, le permitía a un recién casado asumir el rol de iniciador. Pero en todo caso, no recordaba haber llamado especialmente la atención. Ya un poco mayor, permaneció delgado mucho tiempo; se había demorado en asumir su estatura. Con los años, su rostro evidenciaba cierto talante. Ahora, a los 45 años, lograba en efecto seducir. Hombros anchos, buena quijada, manos grandes, y maneras lentas de hombre sólido. Suzanne lo había tomado tal cual lo encontró, sobre la marcha, pero eso no cuenta: lo amaba. or culpa de Suzanne, por culpa de 20 años de una felicidad chapada a la antigua que él le debía, su idea del amor resultaba anacrónica. Era incluso extraordinariamente simplista. No había desgarramientos, como en las películas, no se sufría como en las canciones. Uno se apretujaba en el calor del otro. Empezaban por compartir lo mejor, pero si venía lo peor se esforzaban por afrontarlo como valientes soldaditos. Yo te defiendo, tú me defiendes, y si alguno de los dos resulta herido el otro lo traerá de vuelta. Habían sufrido golpes duros. Cuando ella perdió el bebé, o el invierno aquél en que su reserva de glóbulos rojos se fue al suelo.


Cada vez habían salido a flote. Nunca hablaban del niño pero a veces cuando, jugando al tenis, le ganaba a un adversario menor que él, solía decir. "¿Te acuerdas? Ese asqueroso invierno...", dirigiendo una trompetilla a sabe Dios quién, quizás a la mala suerte invisible insta-lada en el puesto del árbitro. Sin embargo, cuando llegó lo peor, Tremble tuvo que afrontarlo solo. Lo peor había arrasado con todos los planes y todos los juramentos, haciéndole botar su mejor carta: Suzanne había desaparecido. Poseían una casa en la Costa Azul. En el verano del 83 él había bajado primero, en tren. A ella la tienda la retuvo algunos días en París (tenían una floristería). Lo alcanzaría después por carretera. La policía había encontrado el carro intacto en un hombrillo, en la Bourgogne. Las pesquisas no condujeron a nada. En un momento dado se sospechó del marido. Tremble ni siquiera llegó a molestarse. Los agentes cumplían con su oficio. De todas maneras su espíritu se encontraba ausente. Las operaciones, los interrogatorios, todo le parecíainútil. Estaba demasiado seguro del amor de Suzanne como para dudar de su muerte. Unos malhechores ha-

brían abusado de ella y luego la habían matado. Tal vez enterraron su cadáver o lo lanzaron por un abismo. Quizás día la encontrarían. La identificarían sin proNema; llevaba un puente en los dientes y se había fracturado una pierna en dos partes, cuando niña, al caer de un caballo. e mantuvo casto durante dos años. Fue sus médico quien le aconsejó que consiguiera una amante: Un hombre de su edad, no es posible. Eso no es sano. Créame que no necesitará más somníferos. Tremble se plegó a sus razo-

nes y reemplazó las pastillas por mujeres. Mujeres,pues una relación durable le repugnaba. Una mujer, una sola, hubiera sido traicionar a Suzanne. Pero el médico no se había equivocado: dormía mejor cuando un aliento respondía al suyo en la oscuridad. Hubo mujeres que conoció en la calle, mesoneras, una acomodadora de cine, dientas. Hubo una de las aprendices que contrataba para que lo ayudaran después de la desaparición de Suzanne. La mayoría de ellas esperaban más de lo que él tenía intenciones de darles. Exces0

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CUENTO Otras ofrecían más de lo que él estaba dispuesto a aceptar. Había que hilar fino, eludir, mentir. Detestaba eso. ¿Para qué complicar todo con palabras? Palabras de cuentos de hadas. Palabras de navidad para sentimientos de todos los días. Sólo negociaba un poco de confort. Se frotaba a ellas para encender de nuevo su hogar de tarde en tarde. Unas lo calentaban mejor que otras. Ninguna iluminaba su casa. Se cansó, rompió con todas y liquidó a la aprendiz. Para reemplazarla contrató a un gay. Benedict —en realidad se llamaba Daniel— ardía en deseos de hacer todo bien. Tenía gusto, e incluso talento. Las ganancias de la tienda aumentaron. Su amigo Macassar, soltero y gran celestino, había hablado a Tremble de los avisos clasificados, instándolo a que probara él también. Con tu perfil vas a valorizar el mercado. Lo veo así: H. 45 deport. Grande. Cult...¿Qué? ¿Eres cultivado, no? ...Dulce...Eso es importante. Con frecuencia tienen miedo. Son delicadas. Un violento no escribiría: "dulce", porque eso no resulta viril en su cabeza de chorlito. Te digo, es como en la vida, primero hay que tranquilizarlas. Entonces: H 45 deport. Grande. Culto. Dulce...B. sit. Sí, sí, siempre es útil; eso quiere decir que tú tienes carro. ¡Ellas detestan el Metro! Entonces: Dulce. B. sit. busca...Y en esto ya es cosa tuya, M. o JM. o M. edad indif. para mom. agradables. Pero no limites demasiado las opciones. En tu lugar yo pondría: edad indif. y esperaría a ver qué pasa. remble pasó el anuncio tal cual, 15 días después de esta conversación. Hubiera podido utilizar este tiempo para pesar los pro y los contra, pero apenas si había reflexionado sobre el asunto. Seguía ocupándose de sus negocios (su único negocio, el comercio de flores), como de costumbre. Y al levantarse, después de una mala noche, reconstruyó de memoria el anuncio que le había soplado Macassar. Lo copió en la planilla ya lista. Desprendió el formulario y lo deslizó, con su correspondiente cheque, en un sobre. Lo mandó por correo y trató de no pensar más en eso. Ya la pelota estaba lanzada al campo del azar.

T

La revista aparecía el lunes en la mañana. El mismo lunes en la tarde no tuvo Tremble ni un minuto de tranquilidad. El teléfono sonó sin parar. Hasta la media noche lo llamaron mujeres. Macassar se lo había advertido, pero Tremble no le creyó sino a medias. No te imaginas, le había dicho Macassar, todas esas voces llamándote. ¿Te acuerdas de Ulises? Es eso: Ulises y las sirenas. Ellas cantan para atraerte. Te tienden los brazos en la oscuridad, se ofrecen, lo dicen todo, no tienen vergüenza...

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L

e hablaban como desde lo alto de una torre.

Sólo él avanzaba al descubierto. Había dado a conocer su número de teléfono, y en cambio apenas sabía de ellas lo que accedían a confiarle: un nombre simulado, una edad aproximada, medidas retocadas, recuerdos probablemente inventados. Si las decepcionaba, si incurría en una torpeza, podían reírsele en la cara y colgar. Pero casi siempre su voz grave y su dicción pausada las retenía. Una voz de marido o de padre. O bien podían hacerse las putas: casi siempre, la mujer abofeteada por la vida se revelaba tras el descaro. Distinguía sin dificultad a las histéricas y a las verdaderas'prostitutas y las descartaba. Las otras, al igual que él, sólo buscaban engañar su soledad. Había tenido una larga conversación, muy libertina, con una mujer joven, inteligente y divertida. Al final, ella se había disculpado de no concederle una cita. —Más adelante, ¿quién sabe?... ¡Usted está muy apurado, señor-que-no-conozco! El se había muerto de la risa. —¡La conozco mejor que si en realidad nos hubiéramos acostado! —Quizás. Quizás. ¿Quién asegura que yo he dicho la verdad? Me imagina rubia y delgada, con ojos azules y senos en forma de pera. A lo mejor lo llamo otro día y me imaginará trigueña y rechoncha como una muchacha de Alentejo. ¡Podría tener un bigotico, el muslo macizo y el ojo tiznado! Entonces, permítame ser todas las mujeres a la vez...En serio, señor desconocido, me hubiera gustado encontrarlo en la verdadera vida... Ella había colgado. Cuando desconectó el teléfono, hacia las dos de la mañana, Tremble tenía anotado un par de citas, para los dos días siguientes. —¿Y entonces, en resumen? —Unas cuantas locas y jodedoras, y algunas muchachas normales, eso es todo. Y ni siquiera. Un poco despistadas, más bien. Macassar colocó su eterno Financial Times sobre la mesa y se volteó hacia el mostrador para pedir un aperitivo. —Hay que filtrar, yo te lo había dicho. Pero sin embargo, lo saca a uno de apuros, ¿no? Tremble sacudió la cabeza. —¡ A reportarse, marinero! —En tres semanas, cinco torpedos perdidos, dos naves averiadas, tres hundidas. Macassar emitió un pequeño silbido de admiración. —Pero está estupendo, ¡estupendo! Si descubres una perla, avísame. Al fin y al cabo me merezco una pequeña comisión...Y en vista de que no le concedes mucha importancia a eso... Tremble tosió. —Ya encontré una perla, pero...


—Pero, ¿te la reservas? ¡Egoísta! ¡Desalmado! —Si pudiera, me la reservaría, efectivamente. Pero el problema no es ese, sino que no me dejó nada. Ni teléfono, ni dirección. —Ya veo: ocurrió en un hotel. —Sí, en un hotel... El mesonero trajo su aperitivo a Macassar. Este lo probó y agarró un cigarrillo del paquete de Tremble. —¿Me permites? Lo prendo y me instalo como se debe...Me gusta estar cómodo para escuchar bellas historias. Dale, pues, cuéntame. Estoy listo. ¿Cómo es ella? —No sé. Esa es la cuestión. No sé cómo es. No la he visto. Ella había llamado al tercer día. Y de inmediato le gustó su voz. Una voz ligeramente ronca, un poco teatral, especialmente conmovedora porque le recordaba la voz de Suzarine. Tremble observó que el método de los anuncios requería de una gran paciencia. Había que hablar mucho, escuchar aún más, antes de conseguir una cita —y eso cuando se conseguía. Pero la desconocida había ido directo al grano. lla quería un hombre,y como él quería una mujer, la cosa podría arreglarse rápido. Sin embargo, ella ponía sus condiciones. Le tocaría a él desplazarse. La encontraría en un hotel. Ella lo esperaría en el cuarto y avisaría de su llegada en la recepción para que le dieran la llave sin problemas. El debía subir al cuarto y golpear tres veces antes de entrar. La luz estaría apagada. Por ningún motivo, y en ningún momento podría encenderla. Si lo llegaba a hacer, peor para él, porque gritaría como si la estuvieran violando y alborotaría todo el hotel. Si, por el contrario, respetaba puntualmente esta cláusula, no tendría de qué arrepentirse. Le garantizaba que no se trataba de ninguna trampa deshonesta ni de una broma de mal gusto. Era cosa de tomarlo o dejarlo. Tremble había llevado hasta entonces una vida bastante moderada. Y si bien es cierto que desde hacía unos meses andaba un poco disipado, no le había ocurrido hasta mahora nada tan...¿romántico? ¿novelesco? ¿O habría que decir también, tan "erótico"? Le respondió que aceptaba. —¿Cuento con su palabra? —Como yo con la suya. Entonces, vendré sin dinero ni tarjeta de crédito...Y conste que desde la adolescencia juego rugby todos los domingos. —No tiene por qué preocuparse. —En ese caso usted tampoco. ¿Cuándo quiere? —Ahora mismo. ¿Cuánto tiempo necesita para venir hasta el 4º arrondissement? —A esta hora, 20 minutos.

E

—Perfecto. Lo espero en el hotel del Marais. Solicite la llave del 17 en la recepción. Si no llega en media hora me voy. —¿Y entonces, y entonces? Se necesitaba mucho, en materia de historias de mujeres, para sorprender a Macassar. Pero con ésta, la curiosidad lo consumía. —¿Entonces, sí es cierto? ¿Tú la...? —Todo es cierto. El hotel existía y la recepcionista me entregó la llave del 17 con un gesto muy natural. Subí, busqué la puerta, di tres golpes discretos y entré. Una pequeña recámara, otra puerta apenas entreabierta. Cerré la primera puerta. Me encontraba en una oscuridad total. Empujé la segunda puerta. Me movía con cuidado. Esperaba poco más o menos que me descalabraran. O a lo mejor, la luz se encendería, y ¡ah! pensé en ti. En un momento dado me dije: esto es una jugada de Macassar, se va a prender la luz y estará allí, feliz de la vida, con una o dos muchachas! —Ya ves —dijo Macassar— que no eran cosas mías. Pero sigue, sigue. —La luz no se prendió. La voz del teléfono me dijo que entrara. Temblaba un poco, lo que me hizo pensar que también para ella era la primera vez...Bueno, entré y a tientas encontré la cama. Me senté justo en el borde. Tendí la mano hacia la voz. Primero toqué un mechón de su cabello. Después una mejilla. Una mejilla lisa, de mujer. Tú te ríes, pero en estos tiempos, uno nunca sabe. Dejé deslizar suavemente mi mano por su cuello y después subí hasta el mentón, hasta la boca. Besó mis dedos, los lamió... —¡La muy cochina! —¡Para, pendejo! Es hermoso lo que te cuento...Sentía pánico, ¿comprendes? Me hallaba sentado al borde de la cama, en tinieblas y era como si estuviera suspendido al borde de un precipicio. Y tú ahí, ¡excitándote como un soldado de permiso! Macassar hizo un gesto apaciguador. Calma, calma. No quise molestarte. Me salió mecánicamente. La cochina, eso no significa nada...sólo

"LA POLICÍA HABÍA ENCONTRADO EL CARRO INTACTO EN UN HOMBRILLO, EN LA BOURGOGNE. LAS PESQUISAS NOCONDUJERON A NADA. EN UN MOMENTO DADO SE SOSPECHÓ DEL MARIDO"

re..

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quería decir ¡qué bello! —¿No prendiste la luz después? ¿No te atreviste? Seguro que no hubiera gritado. —No era lo correcto. Ella la habría encendido si hubiera sentido la necesidad. Me vestí como pude en la oscuridad. Le di las gracias. Ni adiós, ni hasta luego. Solamente gracias. Pero ella dormía, o lo simulaba. Fue al volante del carro cuando me vino la idea. Pensé en su voz; te dije que se parecía a la de Suzanne. Olí mis manos...Tú sabes cómo es el olor de una mujer la primera vez; no lo abandona a uno. Macassar escrutaba el rostro de Tremble con inquietud. Tremble hablaba con la mirada baja. Miraba sus manos. Macassar observó una vez más lo fuertes y armónicas que eran. —Espera un momento, no te vas a meter en la cabeza... —Tranquilízate...Me vino la idea, eso es todo. Le di vueltas un momento pero después la rechacé. —¿Es usted? —Soy yo. Leí el anuncio. Me siento muy halagada. Pero lo que nos sucedió, sólo podía ocurrir una vez. —No le pido nada distinto a lo que me concedió la otra noche. Respetaré nuestras convenciones. ¡Se lo juro! -Usted es como un niño que quiere más torta. A su edad, debería saber que las segundas partes nunca fueron buenas. —Sin embargo, lo quiero. Cuando algo me gusta, no me canso. Estuve casado más de 20 años con la misma mujer... —¿Y qué? —No llegué a sentirme harto. —¿Qué pasó? —Está muerta. Se lo diré todo: usted se parece a ella...Tiene la misma voz, el mismo olor. —Entonces, ¿es por eso? —Es por eso que pongo este anuncio cada semana desde hace varios meses. —Yo no quería volverlo a llamar. Lo hice únicamente para decirle que dejáramos las cosas ahí. —Se lo ruego, encontrémonos por lo menos una vez, una sola, como usted lo ha querido, en la oscuridad. Lo prefiero. Compréndame, es lo único que me puede dar una ilusión... —No estoy segura si debo hacerlo. Es un juego peligroso, ¿no? Para usted, por supuesto. —¿Qué podría sucederme? Usted no es Suzanne,

bien lo sé. ¿Qué hay de malo'? Es como un sueño y nadie es culpable de sus sueños. Se dejó convencer y le fijó una cita para el día siguiente, por la tarde, en las afueras de la ciudad. Tremble colocó su carro delante de la reja. Bajo el 94

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cielo plomizo, los pocos carros estacionados en las cercanías, los setos vivos, los techos de las quintas vecinas que asomaban entre los árboles, se diluían, se desvanecían en una niebla que lo iba ensombreciendo todo segundo a segundo. Apagó el motor y terminó de fumar su cigarrillo dentro del carro. A ella no le gustaría que se adelantara en llegar. Había entre ellos una esclusa que el raudal de la noche no había terminado de colmar. Para no ahogarse con el humo, abrió el vidrio. El frío y la humedad penetraron en el carro. Empezó a tiritar, entonces levantó el cuello del abrigo hasta cubrir las mejillas. Hizo como si fuera a prender el radio. Se acercaba la hora de las noticias. Se sintió inexplicablemente ridículo, e interrumpió el gesto. En cambio desabrochó el cinturón de seguridad y hundió las manos en los bolsillos. Esperó aún 10 minutos antes de considerar que ya estaba suficientemente oscuro. Salió del carro y se dirigió hacia el portón. e pareció más tierna; menos apurada, menos ávida. Por supuesto, ya no era la primera vez, y la situación había perdido un poco aquel sabor. Además, la confidencia que él le hiciera con respecto a Suzanne seguramente modificó la imagen que ella se había formado. Cuando sus sentidos fueron saciadós, tuvo deseos de fumar. Le advirtió: —Voltéese, voy a fumar un cigarrillo. —¿De verdad, le hace falta? Fingió cambiar de idea. —Puedo prescindir de fumar. —No, no, fume, yo me doy vuelta. El también se hizo a un lado antes de prender el yesquero. En la caverna de las tinieblas, la llama vaciló un breve instante y luego se apagó. —Usted no me ha dicho. —¿Qué? —Cómo estuvo esta vez. ¿Todavía me parezco a ella? —Mucho. Ella tenía 38 años cuando desapareció. ¿Qué edad tiene usted? —Tengo 38 años. ¿Con ella apagaba la luz? —¡No! — Yo me llamo Elsa...¿Ella gritaba como yo? —¡Cállese! — Disculpe--dijo ella después de un silencio—. Usted está viviendo una situación muy grave. Y yo tengo la impresión de permanecer atrás o afuera, como si lo mirara nadar a la orilla de un río. ¡Tiene que contarme! —Su curiosidad es muy comprensible. Gritaba como usted. Exactamente como usted. Aplastó su cigarrillo, a tientas, en algo que era tal vez un cenicero, tal vez la tapa de una polvera.

L


—Me voy. —¿Está seguro? —Sí. Todo esto no conduce a ninguna parte. Yo hubiera debido sospechar. —¿Se arrepiente de haber venido? —Oh no, usted es buena gente...Perdóneme por haberla puesto a hacer este papel de fantasma. Merece algo mejor. Se levantó y se vistió. Cuando hubo terminado, la miró. —Gracias por todo, Elsa. —¿No quiere prender otro cigarrillo antes de marcharse? —Gracias también, pero no. Usted tenía razón, ayer, por teléfono. Es peligroso esto que hacemos. No solamente para mí. Sino también para usted. Al mezclar dos vidas, usted correría el riesgo de olvidar cuál es la suya. Hay que parar ahora que todavía estamos a tiempo. Adiós.

s

e orientó, dio algunos pasos, encontró la puer-

ta y la abrió. En el rellano, hizo un esfuerzo por recordar el itinerario que había seguido al llegar, cuando la oscuridad no era aún tan intensa. Hubiera podido buscar el interruptor, pero siempre había sido un poco formalista, dado a tomar las cosas al pie de la letra..Recordó que ese rellano limpio y resbaloso tenía unos tres o cuatro metros de largo y daba sobre la escalera empinada y encerada, excesivamente resbalosa también.

Tremble volvió en sí varios días después. En lo esencial, le dijo el médico interno de turno que lo vio despertar, estaba fuera de peligro. En lo demás había buenas esperanzas ¿En lo demás? Tremble se llevó una mano a los ojos. —Hay que esperar— dijo el interno con voz persuasiva—. Fue una pésima caída. Los casos de ceguera a consecuencia de un traumatismo craneano no son raros. Tranquilícese, la mayoría de las veces esa ceguera es pasajera. En todo caso, usted escapó de lo peor. Su médula espinal se encuentra en mejor estado de lo que creíamos inicialmente. —¿Cómo es? ¿Blanco? —Sí...Es lo habitual—, respondió Benedict, cruzando con Elsa una mirada consternada. —Seguro...seguro... Tremble tomó el bastón y golpeó el suelo con curiosidad. Este bastón iba a convertirse en su compañero permanente. Tenía que habituarse a él, lo mismo que al Braille, y a una ayuda que necesitaría en los primeros tiempos.

—Tenga la bondad, Benedict. Tome mi maleta. Elsa me ayudará a caminar. ¡Ah! He pensado una cosa: voy a tener que contratar un administrador para la tienda...Y me parece que usted lo haría bien. Hablaremos más tarde de las condiciones...Pero vaya adelante. Yo me arrastraré con este comienzo de atrofia muscular. Tremble se soltó bruscamente. —Elsa, déjeme. —¿Cómo? —Váyase volando. Déjeme aquí plantado en este corredor de hospital, es lo mejor que puede hacer. No se preocupe, una enfermera me llevará hasta el carro, o Benedict regresará a buscarme. No tiene nada que reprocharse, nada que hacerse perdonar. Me resbalé, me caí, estoy ciego, es todo. Entonces, ¡a salvar lo que le queda de juventud! ¡Lárguese! —No. Aunque me agarre a golpes con ese bastón, no me iré. Lo tomó del brazo y lo llevó a la fuerza hasta la salida. El se dejó empujar hacia el interior del carro. El Periférico estaba congestionado. Benedict los dejó en casa de Tremble al caer la tarde y se dirigió a la tienda. Se acercaban las fiestas de fin de año. Había que calcular las ventas y hacer los pedidos; tenía trabajo por montones. Elsa instaló a Tremble en una silla. Una vez que se sintió cómoda le preparó un whisky, siguiendo sus indicaciones, y se puso a explorar el apartamento con curiosidad. —¿No tiene fotos de ella? —Están escondidas. ¿Le interesan tanto? —No sé. Si no me parezco en absoluto o, si por el cpntrario, soy idéntica a ella, ¿qué cambiaría entre nosotros? El demoró en responder. —No lo sabré jamás- dijo por fm—. A menos que usted me lo dijera. Y aún así, no sabría si me está mintiendo. Ella le acarició la cabeza mientras se dirigía a las dobles cortinas. Y se plantó ante él, desvistiéndose en plena luz. Por el roce del nylon contra su piel, comprendió lo que hacía y extendió sus brazos hacia ella. COI)

(Traducción:Valentina Marulanda)

"POR NINGUN MOTIVO, Y EN NINGUN MOMENTO, PODRÍA ENCENDER LA LUZ. SI LO LLEGABA A HACER, PEOR PARA ÉL, PORQUE GRITARÍA COMO SI LA ESTUVIERAN VIOLANDO Y ALBOROTARÍA TODO EL HOTEL". Exces0

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ralea Leopoldo Flores El empate en competencias deportivas opera como congelante de la emoción. Un choque sin víctimas estimula el bostezo de los espectadores. Los aficionados ingleses al fútbol, en el estilo de sus mentores romanos, saben que para llenar de entusiasmo los estadios nada mejor que unos muertos de verdad. Ni aburridos chivos expiatorios, ni bíblicas hostias. El empate en ajedrez -las tablas- es sedante de tipo técnico o táctico, cuando no indica pocos deseos de lucha o un exagerado temor por el contrario. La partida, por lo general, ha sido apacible, ovejuna. Pero no siempre. Menos que en los torneos múltiples, las tablas se producen en cotejos individuales y en especial en los campeonatos mundiales. Se pueden recordar, en este sentido, los enfrentamientos de Lasker y Schlechter en 1910 y de Alekhine y Capablanca en 1927. El récord lo detentan Kasparov y Karpov con 40 tablas en 48 juegos, en los 159 días que duró el primer match de Moscú, 84-85. En absoluto apacible esta vez, el match —igual que la Revolución del 17— se suspendió por desfallecimiento de jugadores, árbitros, autoridades y público. El juego tablas "inmortal" no se ha inventado todavía, como tampoco el agua mineral embriagante. El choque presentado a continuación, por eso, merecería compararse con el más genuino champagne. Una fiesta de dos reyes, un largo brindis con Dorn-Perignon. El negro exilado en las antípodas de su reino y el blanco prisionero en su palacio. Después de un intento de guerra a muerte, sin reparo en el sacrificio de sus súbditos, se etern'¢an, en medio de fuegos artificiales en un minuet perpetuo y una paz obligada. CAMPEONATO DE LOS EE.UU 1988 Carnbridge Springs, Pa.Defensa Siciliana-Variante Dragón.Blancas: Nick de Firmian.Negras: Sergei Kudrin. 1) e4 c5; 2) Cf3 d6; 3) d4 cxd4; 4) Cxd4 Cf5; 5) Cc3 g6; 6) Ae3 Ag7; 7) f3 Cc6; 8) Dd2 0-0; 9) Ac4 Ad7; 10) h4 h5; 11) 0-0 0 Ce5, 12) Ab3 Tc8; 13) Ah6 Axh6; 14) Dxh6 Txc3; Ambos jugadores entran a sabiendas en esta entrega de calidad. El blanco para evitarla ha podido jugar 13) Agá, y el negro prefiere prescindir del alfil draconiano, cambiándolo en la jugada 13. Entre gustos y colores, los estilos.

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drin evidentemente la ha estudiado a fondo. La última jugada es profunda, de defensa inmediata (la casita que deja el alfil será el respiradero de escape del rey) y de ataque sorpresivo posterior.

23) Tg3 Afl 1 Amenaza entrar a d3 con caballo, ganando. El blanco, para salvarse, debe sacrificar la torre c y dar 7 jaques consecutivos.

7 6

24) Tg7+ Re8; 25) Dh8+ Rd7; 26) 7xe7+ Rxe7; 27) Cf5+ Rd7; 28) Dg7+ Rc6; 29) Txd6+ Rc5; 30) Dgl + ¡Rb4!; 31) i¿Dxfl?!

5

15) bxc3 Dc7; 16) Rbl Tc8; Jugadas utilizadas anteriormente como 15)...Da5 y 16)...a5 no logran iniciativas o son favorables al blanco. En general la táctica es atacar cada cual por su lado y ver quién mata antes. No es posible una defensa segura a este nivel del planteamiento.

17) g4 a5; 18) gxh5 a4; 19) ihxg6! 19) Ad5 conduce a tablas. 19) ...axb3; 20) cxb3 Dxc3; 21) gxf7+ Rxf7; 22) Thgl Va a comenzar la persecución del Rey, quien busca una vía de escape hacia el exilio. 22) ... ¡Ah31 (Diagrama) Esta posición ya era conocida y Ku 96

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Pone en peligro la partida por presión de tiempo. Ha debido continuar con la metralla de siete jaques continuos más para llegar a tablas sin riesgo de perder. Hubieran sido 13 jaques consecutivos.

3 2 1

a b c de f

g

h

31) ...Dc2+ 32) iTb6+ Ra3!

Al Cxf3?; 33)

Rey exiliado; no puede ir más

Blancas Rbl-Dh6-Td1-Tg1-Cd4-a2-b3-f3-e4-h4 (10 piezas) Negras: Rf7-Dc3-Tc8-Ah3-Ce5-Cfó-b7-e7-d6 (9 piezas)

lejos.

34) Ta6+ ibxa61; 35) Dxa6+ Rb4; 36) Db7+ Ra3; 37) Da6+ Tablas. Una sangrienta guerra, un Rey exiliado, una paz honorable.


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