Revista Exceso edicion nº 17 mayo 1990

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8E8IDA A BASE DE COCTEL DE JUGOS PASTEURIZADA Y ENVASADA ASEPTICAMENT1








EXCESOS Una Diosa en venta Hará casi un amo desde que los tanques del ejército chino aplastaron la estatua de utilerki levantada por los estudiantes de la plaza Tiananmen para honrar a la Diosa de la Democracia. Ahora, sin embargo, la breve deidad resucita en el atractivo logo (en la imagen anexa) creado para adornar las franelas que acaba de sacar la asociación Un barco poro China. Como se sabe, la operación Fax de la Libertad,

que en no-

viembre emprendiera EXCESO conjuntamente con otras 15 publicaciones de todo el mundo, apenas fue la antesala de todo un operativo de solidaridad con el agobiado pueblo chino. Para ello se creó la asociación, en cuyo comité de apoyo figuran nombres como los de Peter Gabriel, el Dalai Lama, Vado ,/ Havel, Robert

LLEVE LA lBER1AD E\ EL PECHO.

Redford, y otros notables militantes del compromiso. Su cometido actual tiene que ver con el financiamiento

Al adquirir una franela usted ofrece

de la radio alternativa que viaja a bordo de un buque que a comienzos

dos minutos de libertad para el pue-

de este mes ancló frente a las costas de China. Parte de ese financiamiento (el valor de una camiseta equivale a dos minutos de transmisión) provendrá de las miles de franelas que esperan vender en Europa y América. El distribuidor de esas T-shirts para Venezuela, donde ya están disponibles, es EXCESO.

blo chino. Si son dos franelas, serán tres minutos más.

Una franela por 100 francos franceses (o su equivalente en bolívares). El par por 150 francos. Para compras e información llamar a:

Exces0 Tel. (02)574 Fax (02) 74.46 _6 6

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JOHN PLAYER SPECIAL

Advertencia: "Se ha determinado que el turnar cigarrillos es nocivo para la salud" Ley de Impuesto sobre Cigarrillos


EXCESOS Punto y picota Su efímera celebridad, debida a un spot comercial, no la salvará de la picota. Disimulada por la maleza en las estribadones de la urbanización El Paratso, una construcción Art Dec6 alberga el legado de Pedro Manuel Arcaya quien, llevado por una desmesurada afición a los libros, acogió en los estantes de su biblioteca particular una colección que, por cuantiosa —147.119 volúmenes—, puede jactarse de ser la mayor entre las bibliotecas privadas de América Latina. La biblioteca Arcaya fue locación para una cuña de chocolates de alto recall — Rockolate, de Savoy—. Pero aunque en la fugaz realidad televisiva el sitio reluciera como una simplona sala de lectura de cualquier high scholl norteamericano, la verdad es que el modelo del spot se contorsionaba entre anaqueles que contienen bs tomos de la revoludonada enciclopedia de D'AJambert, la primera edición de las obras completas de Humboldt ilustrada por Bonpland, las más amplias colecciones de indigenismo en lengua caribe, y de Heráldica y Genealogía coloniales, entre otros incunables —siempre bien custodiados por Maria Teresa Arcaya, la hija de Pedro Manuel—, algunos de los cuales remontan hasta el siglo XVI. Sin embargo la humedad ha hecho de las suyas en este recodo del pasado y es por eso que un golpe de aire acondicionado aguarda a la colección que próximamente conseguirá aposento en la nueva sede de la Biblioteca Nacional, mientras que sobre los muros que hasta hoy la albergaron pesa la condena de una Inminente demolición.

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1 Banco CAE VEnEzuE la es el banco de Venezuela


EXCESOS Kiwi delirante Hasta que hace un par de amos apareciera la joven y desconocida directora Jane Campion con dos o tres extraños cortos de ficción en el Festival de Cannes, Nueva Zelandia se limitaba a salvar la distancia que la separaba del resto del mundo desparramando sobre las mesas de occidente el exotismo del kiwi, a lo sumo, arriesgando el escandalo diplomático alrededor de la figura polémica del Greenpeace. La neozelandesa Jane Campion volvió a Cannes en el 89, esta vez con un largometraje equívocamente titulado Sweetie . Pero no corrió con la suerte de Margot Benacerraf y Fina Torres. Cuando Sweetie se estrenó, saludada por la crítica como una obra maestra, en París y Nueva York el mes de enero, Le Monde, acordándole titular de primera, subrayaba b que a su modo de ver había sido una injusticia. Nadie en la película, ni la narradora y su fobia a los árboles, ni

la gorda y algo retrasada Sweetie,

su hermana y protagonista

—a través de la cual se nos revela una formidable actriz: Genevieve Lemon—, delirante y ninfómana, y que ninguna ironía boteriana viene a suavizar, ni el novobohe-

mio y drogadicto que la acompaña, ni los dislocados padres de ambos, prisioneros del catatánico destino de su progenie, nadie luce normal. la crudeza de la narración, inarmónica, traqueteante y lela, subnormal, o sea a tono con los personales que la pueblan, lace pensar en una digna heredera, pero en el cine, de la suici-

da Diane Arbus.

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EXCESOS Mi tío del Kremlin Ringo es un perro raza rotweiler cuyos primos viven en Sef más precisos en el para ser

Kremlin. Es bisnieto del gran campeón alemán Von Axel,

cuya pro-

le —seis cachorros— se distribuyó entre Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviétical. Si: muy pocos saben de esta rara adquisión por parte de Mijail Gorbachov, cuando aún no era ¡efe sino un funcionario del partido que apenas despuntaba y la perestroika era un secreto bien guardado. Desde entonces, de la fiera mascota del hombre fuerte de la URSS no se ha sabido. Pero en el interín —como certifica su pedigrí—, de la camada norteamericana nacerá Graustark Luger, padre de Kroc y éste a su vez progenitor de Ringo, el can comprado en Fort Lauderdale, Florida (1983), por Germán Blanco, empresario valenciano due'so de Los Trotamundos de Cara-

bobo, a un precio de 6.000 dólares. Blanco adquirió también, en ese viaje, un casar de rotweiler; hoy suman ya 11 ejemplares sus bienes caninos, valorados en tres millones de bolívares. Guardianes entrenados para atacar, de 80 kilos de peso coda uno, retozan en un complejo enjaulado, con albergues individuales. Ya saben en los alrededores del Guataparo Country Club de su bravura, pues uno de ellos se abrió paso a dentelladas para matar a un pastor alemán que merodeaba por ahí. Así las cosas, podría revivirse el dicho acuñado en Valencia para los hombres violentos, suerte de homenaje encubierto a un célebre can: "Es más bravo que el perro de los Branger".

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Comparta su secreto! ahoya


EXCESOS Lo demás es silencio A los 70 años

II

maestro Fe-

llini sigue siendo un personaie fuera de serie para todo el mundo y un Dios para los italianos. La aparición de su más reciente película, La voz de la luna, fue un acontecimiento. Una semana después del estreno en las salas italianas ya había sido vista por millares de personas, gracias a un gigantesco operativo de distribución como sólo Rambo lo había ameritado en épocas precedentes. Según las propias declaraciones de Fellini, la novela de Cavazzoni

II

poema

dei Iunatid (EI poema de los lunáticos) en el que se inspiró, fue apenas un pretexto para dar curso aviesos proyectos, a historias de campo y silencio que guardaba en la memoria. Ese par de lunáticos, magistralmente encarnados por Fado Villagio y Roberto Benigni ("mis dos bufones geniales"), al fin y al cabo están menos locos que el mundo en que vivimos. Nostalgia del país rural y rechazo de la Italia convertida en tercera potencia europea, invadida de automóviles, ruidosa, avasallada por el comercio, intoxicada por la televisión. Su obra maestra, ha proclamado más de uno. Para otros, una película que invita a pensar y hay que ver dos veces. Que es cifrada y su estructura narrativa menos fluida y coherente que en sus filmes anteriores, observan algunos críticos. En cualquier caso, el compromiso, la denuncia, Iamás han sido sus preocupaciones. "Una película a favor del silenció", ha declarado con toda modestia el señor Fellini.

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Directamente a su asiento. Duty Free de AeroPerú.

eroPerú tiene en cada vuelo un Duty Free a bordo preparado especialmente para usted.

Disfrute ahora el mejor viaje, haciendo buenas compras desde su cómodo asiento. El Servicio Inca Imperial de AeróPerú, es así. Lo sorprenderá primero y lo dejará encantado después, luego de conquistar —uno a uno— sus cinco sentidos. Ah! Es cuestión de vivirlo para creerlo.

,.„ Ale

roPeru

El Imperio del Sol.




CRUZADA LIBRERA

SEXT

Una cruzada por el libro que beneficia a editores y lectores: la librería Ludens, de Plaza Venezuela, reúne y ofrece cada mes una completa muestra de lo que existe en el mercado librero (editoriales nacionales, extranjeras, comerciales, oficiales) en un tema o ámbito específico y convoca a los especialistas a hablar sobre el mismo. Abril fue para el arte, mayo para comunicación y cultura. Con atractivos descuentos —hasta del 50 por ciento— jugando a la fortuna en los llamados Martes lúdicos. Ludens: Torre Polar, Plaza Venezuela. Tel: 574.35.91.

JUSTICIA A NIETZSCHE Pocos autores han tenido que cargar con un destino tan adverso como el GABRIELREIG

poeta de los filósofos, Friedrich Nietzsche. Falsificado por su hermana, dogmatizado por el absolutismo, sistematizado por la institución, maltratado por los traductores y malentendido por

AMBICIOSO JUBILEO

partida para una indagación muy personal

los lectores, el nietzscheismo —¿valdrá

Danzahoy celebra su décimo aniversa-

en torno al enigma de la existencia huma-

la expresión?— no ha superado aún su

rio con un denso cronograma y retos ca-

na. Indagación que se resuelve escénica-

condición de agujero negro, en el que cabe todo y a nombre del cual se justifi-

da vez mayores. Uno ha de ser, sin lugar

mente en un conjunto de secuencias, prota-

a dudas, su última y ambiciosa producción,

gonizadas por el elenco de la compañía

actualmente en la escena del Teresa Ca-

(Luz y Adriana Urdaneta, Karina Richter,

Monte Avila de La Ciencia Jovial (Die frohliche Wíssenschaft) —libro que

rreño: El jardín de los

misterios,

una crea-

Claudia Lavista, Daniela Pinto, el mismo

ción del coreógrafo Jacques Broquet. El

Broquet y dos niñas, entre otros). Un audio-

relato de la creación y el tema de la pa-

visual dirigido por Nela Ochoa respalda la

reja original sirve al artista como punto de

versión coreográfica.

ca todo. Por eso hay que celebrar como un hito la edición que acaba de lanzar

por otro extraño azar ha sido universalmente nombrado fuera del alemán con lo que era sólo un subtítulo, La Gaya Ciencia, tomado del proven9a1—. José Jara, autor de la versión, es un respetable conocedor de la obra y de la vida del alemán. De allí que tenga sobradas razones para devolver al libro su desfigurada identidad y al mismo tiempo remediar una serie de insuficiencias que acusan las traducciones precedentes al español. leer La ciencia jovial es una aventura que puede comenzar al azar, en cualquier página, hacer alto al cabo de cinco líneas o no terminar nunca. Otro bravo merece el aspecto material de la pulcra edición, a cargo de Alejandro Reig, colaborador por lo demás de EXCESO.

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Horas

SEXTOSENTIDO

de radio ■

CALEIDOSCOPICOS.

un espacio que ya cuenta

mordialmente musical, la

¿Qué sabe usted de Eg-

con su legión de leales se-

emisora FM transmite de

bertoGismondi, Young MC

guidores. Para este mes de

todo, con la novedad de

o Manu Katché? Si la mio-

mayo programan una fies-

que no hay franjas de pro-

pía de discjockeys y pro-

ta para reunirlos, con tal

gramas, sino un flujo inin-

gramadores funciona co-

variedad de sorpresas que

terrumpido de música, no-

mo una suerte de boicot

puede dejar pequeño al

ticias, llamados d optimis-

cultural, desde hace algún

Teatro Permanente. Ritmo

mo. El último hit de Luciano

tiempo existe en Ritmo 95.5

95, Tel: 74.09.55.

FM una manera de infor-

Pavarotti puede anteceder al bolero de Toña la

DE ENSOÑACION.

Negra o a la canción de

volta es el programa que

Mágica 99.1 es un antído-

Sarah Yaughan, con una

todos los sábados, entre 9

to a la contaminación so-

notoria predilección por la

y 11 de la noche, conducen

nora que padecen los ha-

música de los 60. Arnalia

Edmundo Bracho y Ar-

bitantes de la loca ciudad:

Heller, apasionada de la

mando Graffé. El etnopop

ajena a campanilleos y

radio y veterana del me-

es la coartada para una

crescendos, todo transcu-

dio, como locutora y pro-

visión globalizante de la

rre en el mismo volumen

ductora, es la autora inte-

música contemporánea, sin

del piano al pianisimo y un

lectual y material de Má-

exclusiones predetermina-

tono sereno y relajante

gica, con la consigna de

das ni poses de eruditos. In-

que le imprimen sus bien

complacer al oyente hora

formación al granel para

entrenadas locutoras. Pri-

tras hora.

marse con deleite: Globo-

Una de las modernizaciones

Mozart por Marturet Eduardo Marturet, el ¡oven aunque

La renovación también tentó a la tienda china de Sabana Grande, la propia y tal vez la más ge-

fogueado director venezolano, lleva la batuta de la archireputada orquesta del Concertgebouw de

nuina de la ciudad. Después de 30 años en el mismo local de la Calle

Amsterdan en cuatro discos compactos grabados en Holanda

Arte y Antigüedades Manzonilo se

por el sello Tempo Priori, con múska

mudará con chinos y

de Mozart: divertimentos, sinfonías y

todo al CCCT, en donde

sus cinco conciertos para violín. Aquí

San Antonio,

nada será igual, empezando por los precios. Pero mientras tanto, ofrecen descuentos —de

comparte honores con la solista Emmy Verhey. Los discos son vendidos, con carácter de

liquidación dicen ellos—, en todos sus artículos: hermosas vajillas pintadas a mano con las cucharillas de sopa, parabanes, jarrones y adornos para la casa. A 20 metros del boulevard.

exclusividad, por El Entreacto

del

Teresa Carreño y tienen un precio de Bs 1.000 por unidad, con un descuento del 10% si se adquieren los cuatro.


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SEXTOSENTIDO ;40;r2e13_4, - 4 494 4.4 ffr,÷11.~

—414110~4t-G",— 2T^IretirVVytem~

FAX FOOD

its110.

Sólo el nombre se mantuvo. Renovado en cuerpo y alma para su inicio en la década del Fax, Seasons Club del CCCT entra en la onda de la cocina planetaria y reabre sus puertas el 31 de mayo. Fueron los cocineros de California los inventores de esta cocina mixta, global, sin fronteras, en la que todo es válido, menos el diletantismo. Hay que ser un profesional, tener oficio y savoir (ai-

re (el fogueado aunque joven chef Franz Conde conjuga estas cualidades)

A lo Lima antañona

para salir airoso de aquella fusión de técnicas, ingredientes y sabores. Un concepto gastronómico nuevo en Caracas aunque con trayectoria en ciudades como Los Angeles, París y Nueva York. Pero chef nuevo llama maitre nuevo y transformaciones en la planta: habrá 15 minitiendas de lujo, una que otra galería, además de la boite, también renovada.

El donaire de la Lima señorial ganará a fines de mes los espacios del hotel Tamanaco de Caracas. Del 22 al 30 de mayo se celebrará allí el Festival Gastronómico Peruano, y sus galas culinarias correrán por la sapiente cuenta del staff del restaurante El otro sitio. Para garantizar la fidelidad a la sazón peruana traerán cientos de kilos de ingredientes —las cruciales papas (roja y amarilla) y el maíz (choclo), el camote, el ají—, pero quizás el aderezo más preciado en su talego sea una pizca del alma de Chabuca Granda que traerán consigo. El otro sitio fue hace 14 años precursor en la conversión de Barranco en el barrio bohemio de Lima; su local es una bella

U E\/OS VA\. NIT^ R ES ■ A partir de este mes la tradicional

Contiture de Altamira extenderá

pecialidades a una nueva sede en Las Mercedes. Y algo más que eso: con servicio de bistrot para desayunar, almorzar o merendar gastronómic ro informalmente, con una copita de vino. Dos platos fuertes cada día, además de los patés, los sandwiches, las ensaladas y los postres. Estará abierto casi con el sol, de 8 am a 7 pm, en la planta baja del antiguo Pafrick.

■ Esperando unos 30 días y ascendiendo un piso se hallará listo el retablo de maese Pierre Blanchard, con el que realiza el chef un acariciado sueño su desembarco en Venezuela, hace ya unos cuantos años. Sin no todavía, sigue una cierta tradición europea en cuanto a su intimidad ocho mesas!) pero totalmente innovador en su estilo, en el tipo de ca que propondrá Blanchard a los devotos de su cocina que, desaf te —teniendo en cuenta las dimensiones del restaurante—, no

,

Quinta San Andrés, Calle La Trinidad. Telefonos 91.66.41 y

LA CONQUISTA E) EL Los rituales de una comilona en Ci tentador club bautizado como Ercole —c de su regente y fundador— prenden más al

sur en uno avanzada

'

zan sus herederos, Leonardo y Paula D'Addazio. En el Hotel PI • de Santiago de Chile, un eslabón de la cadena Kempinski

ya

za de la línea aérea Lufthansa, comienza a mediados de mes u

producto Cfr export de cuño nacional: la hechura de un bollo pelón salpicado en salsas,

tronómico que por sus ribetes, totalmente criollos, pasa a ser otro

dos platos autóctonos (el lau-lau y el talkary) envueltos en hojas de plátano, entre otras muestras. Obra

de ta troika que manejo

la cocina

del Ercole, Nestor

Acuña, Juan Durán y Rafael Andrés Noria. Los caldos son de Chile, donde la yunta al paladar dará mucho que hablar. Club Ercole, Avenida Las Américas, Torre Loreto PB, Puerto Ordaz. Tel: (086) 22.26.53.

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Exceso) Mayo 1990

'

casona de veraneo de 1900, escogida por la propia Chabuca Granda. Al frente está el Puente de los Suspiros, motivo de algunas estrofas de la creadora de La flor de canela. Y si aún se echara de menos otro certificado filiatorio, Carla Onetto, relacionista e imagen del lugar, es directora de la Asociación Cultural Chabuca Granda. El buffet criollo de El Otro Sitio es ya emblemático de la sincrética y variada cocina peruana, y si no es evidencia de su éxito la participación en Festivales Gastronómicos en Co-

lombia, Canadá o Costa de Marfil, convincente debe ser el suceso de su recién inaugurada sucursal en Santiago de Chile. Festival Gastronómico Peruano: del 22 al 30 de mayo, hotel Tamanaco. El Otro Sitio: jirón S cre N'317, Barra Tel: 77.24.13.


La de los suecos Ci ri e rri cuasi paradiso

Una imagen publicitaria refinada y anticonvencional que difícilmente puede pasar inadvertida a los lectores de ciertas revistas extranjeras. No en vano es la sueca la más vendida de las vodkas importadas en los Estados Unidos, como tampoco es obra del azar que el target de consumidores de Absolut se identifique con la etiqueta del cosmopolitismo. Los viajeros

de clase ejecutiva en una de nuestras aerolíneas internacionales ya conocen algo más que la silueta de su botella, tapizada por cubos de hielo, dibujando el mapa de Manhattan. También para los suecos la tradición de la vodka es inseparable de su vida y su cultura, y se remonta al siglo XV. El resto lo pone la moderna tecnología. Ambas cosas contribuyen a catalogarla entre las más puras del mundo. Pero la noticia es otra: Abso. lut ingresará, a partir de este mes y por la vía de la legalidad, al mercado venezolano. Su precio será de Bs. 590 en tierra firme y Bs 350 en Margarita. Distribuye Benedetti. Tel: 32.32.71 (al 75).

us nom) 751.1

PA_ LA 1=1 F 1411V1 A NI E La ceremonia es celebrada por un margariteño con ojos de vikingo y nombre y pinta de predicador rabino, quien aprendió el rito en el seno de una familia tradicional valenciana. Por ello mismo, depositario de todo el milenario saber. Paella -aclara- es un término catalán que significa sartén sin mango. Pero Moisés, nuestro paellero, prefiere la línea ortodoxa que incluye en su preparación únicamente mariscos de varias clases y pollo. Para el show en cuestión se muda con ingredientes y utilería al lugar de los acontecimientos, y allí, en presencia de los comensales (un mínimo de 25 hasta el infinito), sin reservarse ningún secreto y entre chiste y chiste, monta su paella, justamente una de las más acreditadas de la ciudad —no a pocas celebridades ha ofrecido su suculento performance— y con tarifas más bajas que las de cualquier restaurante de especialidades españolas. Desplazamientos a otros lugares del país si se hace el arreglo con suficiente antelación. Al gurú de la paella se le consigue en el Tel: 89.08.23.

El viejo Teatro del Este de Plaza Venezuela alberga ahora una Feria de resonancias posmo que cobija bajo el mismo techo, y con acceso común (juntos pero no revueltos vamos a decir), varios negocios de comida rápida. Gimnasio mixto en el sótano, con Nautilus, aeróbicos, pesas, masajes, y próximamente, en el segundo piso, la carta de especialidades francesas --¿por qué no, acaso?— igualmente rápidas, self service, en bandejitas desechables y rociadas con gaseosas. El espacio allí no es un problema: en sus mesas dispuestas en varios niveles se acomoda, holgado, un gentío. Y, para animar el yantar, 17 monitores conectados con antena parabólica, eternamente encendidos y dispuestos a lo largo y ancho. En los fines de semana, presentaciones vivas de grupos de rock, magos y payasos. Funciona todos los días en horario que conviene a desayunantes, almorzantes, merenderos y cinéfilos hambrientos. O sea, de 7 am. a II p m.

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SUM CODICIA Estilo Morro Morro pareciera ya sinónimo de exclusividad en lo que a proyectos vacacionales se refiere. El margariteño Laguna-Morro es otra opción de atto perfil cuya construcción, a todo vapor, va transitando por la fase final. Para quienes Margarita es algo más que sol y far mente, la ubicación de Laguna-Morro no podría ser mejor: a un paso de la avenida 4 de mayo pero alejado del bullicio citadino y con múltiple vista sobre La Laguna, las playas de Puerto Moreno y Pampertar. Son sólo 45 apartamentos (de dos y tres habitaciones), distribuidos en dos edificios, con parques infantiles, áreas verdes, acceso a playa privada, dos piscinas, canchas de Racquet Ball, antena parabólica . En los apartamentos, con aire acondicionado central individual y sistema para control de la humedad y el salitre, reina la madera y los baños están dotados de jacuzzi. Metro cuadrado de construcción: Bs 30.000. Un proyecto de Desarrollo Tocars. tel. 662.33.37, Caracas .

Al sol de medianoche

Escandinavia, desde estas latitudes, es ciertamente una exhuberante meta turística. Trevlig Resa (Feliz Viaje en la lengua de los suecos) es una agencia de turismo que lo lleva de la mano por la ruta vagabunda de Peer Gynt; le muestra en vivo y directo el espectáculo del sol de medianoche evocado por Sibelius y le permite degustar los tesoros de sus mares fríos en festines de caviar, salmón, arenques, angulas. Eliana Odreman, una venezolana de sangre alemana, formación cosmopolita y dilatada vivencia sueca, conoce los países escandinavos como la palma de su mano y está empeñada en hacerlos conocer de los venezolanos, amén de apostar al turismo especializado. Culta y poríglota ahora lleva las riendas de la agencia en cuestión y diseña variados y atractivos paquetes guiados en algunos casos por ella misma. Veamos algunos : Escandinavia

de ensueño y la gran manzana ; Gran circuito de Escandinavia y fiordos noruegos; Escandinavia y Rusia. Este último, de 22 días, comprende estadías en Noruega, Suecia , Fin-

landa y una zambullida de seis días en la Perestroika. Tarifa aérea: 1.948 dólares en alta temporada (verano) y servicios terrestres que incluyen hoteles, comidas, excursiones, desplazamientos, por 4.943 dólares en habitación sencilla y 3.885 dólares en habitación doble. Trevlig Resa, Torre Británica, mezzanina 2, local 2. 22

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Constructivismo a la hora Omega, la ya legendaria marca suiza de relojes también decidió echar mano del arte para producir una modernización radical de sus piezas. Nada más indicado entonces que valerse en primera instancia de los más reputados representantes del constructivismo suizo: Max Bit, Richard P. Lohse y Paul Talman, cuyos diseños reposan en la parte posterior de la es-

SUMACODICIA COMO PAN CALIENTE Con la subida de los precios y el correlativo descenso de su calidad, mucha gente ha optado por elaborar el pan en casa, más fresco, más natural, más chic. Tarea no

siempre viable cuando se vive escaso de tiempo, a no ser que se disponga del pequeño electrodoméstico, completamente automático, que realiza el proceso en su totalidad. Basta introducir los ingredientes en la cantidad indicada, para obtener, al cabo de unas horas, el pan horneado y listo para comer. Fabricado por Hitachi, tiene un precio de 15.000 bolívares en Electroleíder, Avenida principal de La Castellana, telefono 261.41.11.

fera del reloj. En tirajes limita1111111111111111111

dos, cada ejemplar está nu-

11111111

merado y firmado por el artista. El de la ilustración, de Max Bill, viene en varios tamaños para hombre y mujer, a partir de los 19.000 bolívares, y es distribuido en Caracas por Salvador Cupello, uno de los 125 agentes de la marca en el mundo entero.

Arte confortable

Con excepción quizás de algunas prácticas artesanales, no ha sido corriente en Venezuela la conjugación del arte con lo utilitario, hacia la cual apuntan los trabajos que desde hace unos meses vienen realizando en la capital carabobeña el diseñador y decorador Esteban Simonetti y los artistas plásticos Rafael Pérez y Zerep. Lo novedoso de estos muebles es que no sólo son obras de arte sino que cumplen —y a cabalidad— su función de objetos útiles. Pero además la idea es otra: producir una auténtica simbiosis entre el objeto útil y la obra artística, escultura o pintura. Sin dejar de ser lo que son —una

mesa con todos los requerimientos para comer o escribir, una confortable silla, una consola para usos varios— estos objetos se convierten en receptáculo, o soporte de la obra . O al contrario, la obra en soporte del objeto. Para decirlo sin rodeos, aquel que admira las obras de arte tridimensionales, pero no está dispuesto a cederles el espacio que exigen en una casa, mata dos pájaros de un tiro, adquiriendo uno de estos muebles seriados, de edición limitada, que se exhiben y venden en la galería Espacio Simonetti, Av. Bolívar Norte, esquina Pedro Gual, Valencia. Tel: 84.065.

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SUDOR

18 KILATES

SURF Y JURISPRUDENCIA Quienes la han visto trepada en la cresta de las olas aseguran que es un espectáculo. La glamorosa campeona na-

Carambolas

Parece que fueron los griegos quienes inventaron,

cional de surf, Joyce Esclusa,

hace unos cuantos siglos, un juego que ingleses y fran-

con 25 años y una espigada

ceses se encargarían de desarrollar y exportar al resto

figura, es una de las pocas mu-

del planeta: el billar. Pocos juegos como éste han con-

jeres que están tomando en serio este deporte marino.

quistado una gama tan amplia de simpatizantes en todos

Adora la playa y desde pe-

los sectores sociales, aunque tradicionalmente su caldo

queña ha sido nadadora lo

de cultivo favorito, en ciertos países tercermundistas, ha

cual le reporta una serie de

sido el sótano de bar de mala muerte, tomado por el humo y el olor a letrina. Una atmósfera que ha recreado y

ventajas. Pero además es profesora de aerobicos en el Gimnasio Spynelli de los Campitos

vendido hasta el cansancio, en París, cierto pintor co-

y alumna de cuarto año de

lombiano, y de la cual no está ausente el color del dine-

Derecho en la universidad

ro. Pero resulta que, de unos años para acá, la fiebre del

Santa María. Ha representado

billar ataca a yuppies en Europa y Estados Unidos. El

con éxito al país en Barbados y Puerto Rico y acaba de dar la

asunto es tener en casa una mesa de billar, antigua o de

batalla en aguas nuevas —que

estilo, lo que redunda en delicioso aliciente para los in-

de pacíficas no tienen nada,

vitados. En Venezuela se fabrican, desde luego, en to-

por cierto—, las del Japón, co-

dos los materiales (de la fórmica a la caoba) y precios .(Bs.55.000 a Bs.130.0000). Rosalva una de las distri-

mo única representante por Venezuela, categoría femenina, en el campeonato mundial

buidoras, tiene representantes en Caracas (Tel: 62.18.86);

que concluye en los primeros

Valencia (Tel: 22.36.86); Maracaibo (Tel: 42.76.39).

días de este mes.

DINASJIA

llares de Europa: antiguos, contemporáneos, de estilo,

FUEROS INTERNACIONALES

Lo que se hereda no se

decorativos. En Wad Chevillote, 60 Rue de Maubeu-

■ O en París, la más grande exposición y venta de bi-

hurta. Sentencia infalible en el campo del golf. Para

esas dinastías de golfistas (los Schorr, los Amengual, los Sauce, los Whaite y tantos otros) será el torneo nacional en el cual competirán padres y madres con sus hijos, el 5 y 6

mayo en el lunke

de Golf club. Tres categorías: hasta los 12 años, de 13 a 24 y de 25 a 36.

franceses, americanos, convertibles. Así como también todos los accesorios del juego, iluminaciones y objetos ge, 75009, Tel: 49.95.92.83.

El presidente de la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres, Noel Vanososte, veterano jinete y activo organizador, quien actuara como devoto cicerone de Ana de Inglaterra, en su visita a Caracas a finales del año pasado, se ve ahora gratificado con un altísimo honor. Acaba de ser designado vicepresidente de la Federación Ecuestre Internacional, o sea, brazo derecho de la princesa, quien preside la

importante organi2oción. Honor no exento, desde'luego, de responsabilidades y tareas que ya empezó a cumplir con una primera reunión en Londres, el 28 del mes pasado.

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PESCA SEGURA En la electrónica de alta mar mar encuentra el deportista de aguas saladas su mejor aliado. El nuevo equipo ví-

deo-sonda brinda al navegante de velero o de yate pesquero la imagen del fondo del mar, con su relieve, sus accidentes, sus bancos de arena. Además le va indicando profundidad, temperatura, la presencia de peces y de fauna marina en general, con sólo manipular un teclado. La señal es enviada a las profundidades por un dispositivo que se coloca en el agua y que a su vez recoge la información y la trasmite, pleno color, a una pantalla. De fabricación japonesa y ensamblados por los americanos, su precio, según la marca y el refinamiento de su performance se mueve en un registro entre los 40.000 y los 130.000 bolívares. El Capitán, Centro Co-

MONTAÑEROS

mercial Bello Campo, Tel: 31.30.97.

Lo tildaban de loco

o herramientos que no

con delirios de acróbata

sean portados por el

circense, cuando armó

propio sujeto; mucho me-

la primera bicicleta to-

nos que se le remplace

Las miserias de la condicion humana azotan particu-

do-terreno que se cono-

la bicicleta en caso de

larmente en el momento de buscar salida a una urgencia

ció en Venezuela. Eso

accidente. Aquí el ciclis-

corporal cuando se es morador de un yate, un trailer o

fue en el 83. Dos años

una carpa. Una forma de mitigar tales penurias viene de

más tarde, organizaría

ta es artífice de su propio instrumento: la bici-

la competencia inaugu-

cleta ideal, con las 21

gos diseñaron el Porta-Potti

ral realizada en Turme-

velocidades que se han

735, o poceta química, una especie de cavita acrílica

ALIVIO DEL CAMPING

los Estados Unidos: los grin-

ro. Desde entonces

desarrollado hasta el mo-

Omcr Esteves, presiden-

mento, casi nunca se

portátil en colores pastel,

te por partida doble (de

adquiere como tal en

que recuerda los necessai-

la firma Herrera de la

una tienda deportiva,

res que usaban las señoras,

Sota Asociados y de la

sino que es resultado de

hoy caídos en desuso. Son

Federación Venezolana

cirugías, adiciones, en-

dos recipientes, herméticos

de Ciclistas todo-terre-

samblajes. En esto tam-

e inodoros, que encajan

no) , ha sido el apóstol

bién Esteves se las trae:

uno dentro del otro y el

mayor de esta variedad

su actual ejemplar resul-

complemento, una solución

de ciclismo que nace en

ta de un collage de pie-

desinfectante, mezclada

California en 1974 y

zas americanas, france-

con agua. Una manipula-

que nada tiene que ver

sas, japonesas, italianas,

ción mecánica bastará pa-

con el cyclocross de ori-

más otras de su propia

ra que todo se resuelva sin traumatismos,

gen anterior y europeo.

cosecha. Se valora en

La limpieza después de varios usos, es igualmente sencilla

No admite equipos de

los 1.300 dólares. Pero

y como por arte de magia: ojos que no ven...etc. Cuesta

apoyo, ni permite que

desde luego, no la tiene

7.110 bolívares en Super Boating, una tienda especializa-

las reparaciones se

para la venta.

da en deportes náuticos y situada en la segunda avenida

efectuen con repuestos

como en casa.

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Exces0 Mayol 1990 25


COMO GANAR ENEMIG A= Y CONSERVJUIL017 UN FISGON : GONZALO PEREZ HERNÁNDEZ Los lentes de Renny Ottolina le ayudaron a enfocar las puertas del Hemiciclo: desde hace dos quinquenios se ha hecho fuerte en una curul pese a las recriminaciones de los herederos del número uno. De él se dijo que habla claro, pero se le traba la lengua cuando airado se refiere a la CANTV y a los compromisos electorales, que los ha hecho y sin mirar con quién. Aunque respetuoso del legado de Renny, tanto pleito parlamentario le ha impedido repetir una frase de su inspirador: "Los quiero mucho".

EL ENEMIGO EL EPISODIO

LOS DETALLES

UNA FRASE TIPICA

EL PRONOSTICO Su queja será un monólogo en línea.

José Luis Espinel

Un servicio caro y malo.

May. 86. Un diagnóstico sobre la CANTV avalado por auditores, abogados, ingenieros y analistas financieros, pone de relieve el desastre gerencial que el diputado del MIN le atribuye a José Luis Espinel, para entonces presidente de esa compañía. Con el informe en la mano, Gonzalo Pérez Hernández, acude a los medios para cumplir con su deber.

' La administración del ingeniero Espinel ha sido sumamente ineficiente y dañina a los intereses de la Nación..." (GPH)

Pedro Mogna

Perro que ladra no muerde.

Feb. 87. Poco antes de que terminara una kilométrica y tediosa sesión en el Congreso, el diputado Pedro Mogna solicitó un derecho de palabra para poner en entredicho las denuncias que sobre la contratación de un millón de líneas telefónicas hiciera su colega Gonzalo Pérez Hernández, que ni corto ni perezoso ripostó con un lenguaje que presagiaba duelo de artillería: 'El indigno diputado Pedro Mogna', solía repetir en su alocución, hasta que éste lo interrumpió voz en cuello 'indigno eres tú, no seas p...'. Fue entonces cuando el hombre MIN se quitó la chaqueta y con una seña retó a Mogna a consumar el duelo. Colegas diputados intervinieron para que las cosas no pasaran a mayores.

Para la próxima, hacer el ' Cobarde', 'Poco hombre', "Bajo' fue lo menos que se peso. dijeron.

Los colombianos

Oue cierren el golfo.

Ago. 87. Ganándose unos puntos con el electorado, Gonzalo Pérez Hernández le implora casi encarecidamente al presidente Lusinchi que no ceda ante las pretenciones expansionistas de la hermana República. Que le corte el suministro clandestino de gasolina y acabe con el contrabando de extracción. En fin, que meta a esa gente en cintura.

'No entiendo qué mal le hemos hecho a Colombia los venezolanos, pues siempre se ha mostrado desagradecida con un país que le ha proporcionado el nombre, la bandera y hasta la libertad'. (GPH)

Rhona Ottolina

La santa alianza.

Ago. 88. Al anunciar con la modestia de un seguro perdedor que renunciaba a sus aspiraciones presidenciales para fortalecer la candidatura de Eduardo Fernández, el jefe del MIN salta al ruedo de la oposición contra Carlos Andréz Pérez. Sin mediar consideraciones, atropelladamente, Rhona Ottolina sentencia: 'Eduardo consiguió el mejor aliado para perder las elecciones'. Un leño más en la vieja disputa por el legado político del número uno de la televisión.

Armando Loynaz Un tubazo. Reverón

Abr. 90. Para asegurar la cobertura del tendido eléctrico, la CANTV llamó a licitación pública a fin de que le fueran suministrados 1.150.000 metros de tubería plástica. La dirediva de la compañía favoreció a la empresa Tubenplast con un contrato algo superiora los 73 millones de bolívares. Gonzalo Pérez Hernández escudriñó en fuentes de la empresa, descubrió que había sido objetada por los técnicos y que no calificaba a los efectos de la contratación. De inmediato convocó a una rueda de prensa, y dio la primicia. Esto es, el tubazo: 'Evidentemente, la CAN TV contrató con una empresa a la cual favoreció'.

26

Exceso)

Mayo 1990

Volverá sobre lo mismo en las próximas elecciones, si el Caldas no se adelanta.

"Gonzalo Pérez Hernández Si de provecho se trata, es un pirata político dispues- otros harán lo propio. to a aprovecharse de no importa quién con tal de mantenersu curul en el Congreso' (RO).

' Loynaz mintió'. (GPH)

Para Gonzalo, cualquier presidente de la CANTV nunca estará libre de culpa.


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La elección de primer grado Su dilema mostró que AD no era un partido de suizos. Fernando Collor de Melo Congeló una economía en llamas. Daniel Ortega Se hubiera conformado con el Nóbel de la paz. Rafael Poleo No siendo andino, desdeñaba la chicha. John Poindexter Calma y cordura hasta la sepultura. Moret Rodríguez Después de Margarita, sólo quiso a Atlantic City. Alberto Fujimori Descubrió que Vargas Liosa era cinturón blanco. Luis Raúl Matos Azócar Aquí yace un bachiller homérico. José Visconti Acabó a Dios rogando y con el bate dando.

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EPITAFIOS Exces0 Mayal 1990 27



>RO

esparció hace más de cuatro siglos los embriones de lo que después se

convertiría en las grandes —y también pequeñas— ciudades de América Latina. Entonces, como ahora, el señuelo de la bonanza dorada arrastraba a los más rudos, a los más desalmados, a los más audaces, que sobreponiéndose a una orfandad profunda anticipaban las mieles de una segura recompensa y se enfrentaban con redoblados bríos al caos de la naturaleza americana. Ni la electricidad, ni la televisión, ni el automóvil, han logrado extirpar del inconsciente colectivo regional esa áurea quimera. Ni siquiera el oro negro. Hoy en las selvas de la Amazonia habita permanentemente una suerte de cielo terrenal que, sin embargo, viste las agonías del infierno: la cuchillada trapera, el artero aguijonazo del anóteles, el amor degradado a la condición de enfermedad venérea. La integración, ese estribillo de los políticos del continente, se actualiza con crudeza y sin retórica en las nuevas ciudades del oro. La inaccesibilidad de las junglas de Venezuela, Colombia, Brasil, no ha sido óbice para que una avalancha multinacional se precipite en pos de la pepita

CIUDADES

milagrosa. Así, pareadas por un mismo destino a pesar de la vastedad que las separa, Itaituba en Brasil y Kilómetro 88 en Venezuela comparten un presente sembrado 400 años atrás.

I:~


el más fuerte La violencia se enseñorea en Itaituba, un tajo en la selva brasileña apenas mayor que los claros de las minas circundantes. 400 mil garimpeiros apiñados en torno a una ilusión pueblan la capital de la desmesura, donde la vida de un hombre vale menos que una cerveza.

Valéria Lao y Cristina KangussulCaos Sáo Paulo -

ESCENA 1. El Opala naranja pasa a gran velocidad por la avenida principal de la ciudad. Al pasar por un policía acostado levanta una tierra roja y estéril. La polvareda es espesa pero se puede ver el carro frenando bruscamente. Con movimientos sincronizados cuatro hombres bajan, cada quien por su puerta. Curiosos, los habitantes del lugar persiguen, con miradas disfrazadas, los rostros cubiertos con grandes sombreros de paja. El exceso de cadenas doradas al cuello y las armas en la mano son un aviso para no insistir en la identificación. Del baúl, dos de ellos retiran un gran saco de lona y, escoltados por los otros, van hasta el almacén a comprar oro.

ESCENA 2. Hace días que el origó, el patrón de minas, no se levanta ni siquiera para comer. Una de las muchachas del cabaret de Lucy

trajo el almuerzo de ese día: cambur, harina de macaxeira, arroz y un poco de pescado seco. Todo por tres gramos de oro. Las manos tiemblan demasiado. Y es casi imposible llevar la cuchara a la boca. Echado en el chinchorro, ve a las personas pasando por su choza. Ninguna palabra. Apenas las miradas fijas en él. "Zamuros...yo sé...". us palabras casi no encuentran resonancia. Al final de la tarde dos hombres se sientan al lado de su chinchorro. Hablan entre sí de cosas que el patrón de minas no comprende. Es de madrugada y no se puede esperar más por la muerte. Desarticulados, los intentos de defensa son inútiles. "El oro, ¿dónde está el oro, origó ?". Le quitan los pantalones y los zapatos que aún parecen nuevos. "Y el diente, él tiene uno dorado, vé allá, ¡No pasa de hoy mismo! Dame la navaja".


stas

son escenas de películas clase D americanas.Son reales y ocurren con frecuencia a un poco más de cuatro grados al sur del Ecuador. El lugar se llama Itaituba. Un municipio en la margen izquierda del medio río Tapajós, uno de los más bellos del Amazonas. En Tupi-Guaraní, Itaituba significa Piedra pequeña. Para el forastero que vive allí, Piedra Pequeña quiere decir el polvo dorado con el que se produce la más fuerte moneda del mundo. Por eso Itaituba se transformó en la expresión más cruda de violencia a todos los niveles. La escena 1 es una versión local de los sistemas de seguridad adoptados para el transporte y comercialización del oro en grandes cantidades. Son policías particulares que tienen otras funciones: proteger y hacer la justicia de sus patrones, según leyes también muy particulares. La escena 2 ocurre a uno de los mineros del municipio. Lo caótico del sistema económico brasileño revela en la selva su primitivismo. Allí, la vida es oro. La generación de los hombres de oro, en la mitología griega, es regida por Crono (Saturno). Los dioses contaban con el don de la eterna juventud. No había enfermedades y todos eran ricos y poderosos.

1F

1F

n Itaituba, la primera generación de hombres de oro nació en 1957. Wilson Uchela fue un pionero y dominó por años la extracción de oro en Tapajós. Financiaba las audaces expediciones que entraban en la selva a buscar el dorado metal. Cuando lo hallaban, abrían pistas para los aviones de Uchóa que acarreaban el material necesario para iniciar el trabajo. Ex-

traer oro, garimpar, era el oficio de los hombres que llegaban poco a poco ala región. Trabajo inhóspito pero digno, como cualquier otro. En canoas recorrían largos trechos del Tapajós para alcanzar a los mineros en los recodos de los ríos. Otros se adentraban por confusas trochas de la selva virgen. Utilizaban instrumentos como una batea, un pico y una pala. "Una búsqueda manual del oro, hoy presente en proporciones ínfimas, es la única en total sintonía con la naturaleza", afirma Antonio Feijño, geólogo, minero y consultor técnico de la Unión de Sindicatos y Asociación de Garimpeiros del Amazonas Legal. El ritmo caótico, inherente al Cosmos, llevó a Zeus (Júpiter) a atraer a Crono. El reino de Crono entró en colapso, destruido por los excesos y la violencia.

po descubren que el oro es un privilegio de los dioses. La deforestación sigue a un crecimiento demográfico del 14 por ciento interanual. Sin duda, las grandes chabolas son más ventiladas que los morros cariocas. Las calles son largas y las chozas construidas con buena madera amazónica. A ese privilegio espacial se contraponen las adversidades de la naturaleza, la ignorancia y desarraigo de una población sin vínculos sociales, y el abandono de las autoridades. Las 15 toneladas de oro que, según el Departamento Nacional de Producción Mineral (DNPM), son producidas al año en Itaituba, no generan muchos beneficios. Según ese organismo, la producción real de la zona es por lo menos diez veces superior a lo contabilizado oficialmente. El contrabando de oro en las fronteras del Brasil es hoy un negocio insti-

por causas no naturales. En esa tierra de nadie, el respeto y la dignidad tienen significados distintos. Inestabilidad emocional, corrupción, agresividad descontrolada. En un período de 28 días fueron registrados 32 asesinatos, sólo en el área urbana. "Los números no se corresponden con la realidad; la mayoría de los casos no se comunican", afirma el delegado de policía Joño Bosco. Según él, "la más notable virtud de la población de Itaituba es su mutismo. Un crimen ocurre en el mercado municipal al mediodía y nadie oyó, nadie vio, nadie supo". Abrir 42 expedientes en cuatro meses fue un orgullo para el delegado Bosco. La delegación opera con una infraestructura que parece broma. Mientras toda la región se comunica a través de radio, allí usan un teléfono inoperante.Un Chevette donado por

El contrabando por las fronteras de Brasil se ha institucionalizado. Uruguay, que no tiene oro, se ha convertido en un gran exportador del metal.

11)

espués de una época de euforia nacionalista, los proyectos del gobierno militar durante la década del 70 comienzan a resultar en menor poder adquisitivo y calidad de vida de la población. La transamazónica ya integra a la pequeña comunidad de Itaituba con el Brasil. Con los descubrimientos de los nuevos mineros comienza la corrida del oro en la región. Piedra Pequeña entra en un proceso inflacionario. Al año de 1989 llega con una población de 400.000 almas. En el área urbana 130.000 viven en condiciones subhumanas, y en poco tiem-

tuido. El Uruguay, un país sin producción aurífera, se ha convertido en uno de los grandes exportadores del metal. Las aguas del Tapajós, contaminadas por los desagües del municipio y por la extracción del oro que remueve las impurezas del subsuelo y vuelca una gran cantidad de mercurio sobre el cauce, abastecen a la ciudad sin recibir tratamiento alguno. Repletos de enfermedades infecciosas como la frecuente hepatitis, el 70 por ciento de la población sufre de males intestinales. Piedra Pequeña es hoy la concentración urbana con el mayor récord mundial de muertes

tución llamada Vamos a vivir sin violencia sirve a los cinco funcionarios, cuatro soldados y un escribiente. Armados con calibre 22, esos hombres son los únicos responsables por la manutención del orden en un territorio de 165.000 kilómetros cuadrados, el equivalente a tres Portugales o a cinco Bélgicas. Un récord más para Itaituba: el mayor municipio del mundo. Mundo...planeta Tierra; dividido por la línea del Ecuador: círculo perpendicular a su eje. Recta real o ficticia: pasa por el centro de un cuerpo; o parte material del hombre en opsición al alma y al espíritu, imaginación, sueño animado...

Exces0 Mayol 1990 31


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ajo

rranco es dividido entre sus trabajadores. El restante 70 por ciento va a dar al dueño de la mina. Al recibir su cuota, envían una parte a la familia. Lo demás lo gasta en el pueblo. En esta tierra de oro se padece el más alto índice de costo de vida. Un gramo de oro — cerca de 12 dólares— compra apenas una cerveza, o dos cajetillas de cigarros, o un kilo de café. Una prostituta puede cobrar de dos a diez gramos por una velada. En la ciudad, el elevado consumo de alcohol, las antipatías personales y los pleitos por muje-

el sol ecuatorial ojos ciegos persiguen el brillo dorado. Una ilusión hace de los hombres las hormigas de las minas. Un 90 por ciento de ellos son patrones de mina y abandonaron a sus familias con la promesa de algún día volver millonarios. En el aeropuerto de Itaituba, un promedio de 200 vuelos diarios llegan a la ciudad desde los 800 garimpos de la región. En Sáo Paulo, el aeropuerto internacional de Cumbica registra 282 vuelos por día. No es raro entonces que una deficiencia técnica o el exceso de carga —barriles de aceite, herramientas, vituallas y pasajeros— impidan luego la concreción de los sueños de los hombres. Este es el paraíso de los pilotos. Un viaje puede rendir más de 40 gramos de oro. Las pistas de aterrizaje de los mineros son también las calles reales de sus villorrios. A veces es preciso tocar corneta desde los aviones para abrir espacio y aterrizar. Allí se concentra el comercio, los bares, los cabarets y las casas de aquellos que logran garantizarse esa infraestructura. Los peones de las minas duermen en alojamientos próximos a las cárcavas donde trabajan. Ir hasta la ciudad más cercana puede representar una caminata de varias horas. Los dueños de los garimpos viven en las ciudades y visitan sus áreas apenas para inspeccionar el trabajo, recoger la producción y llevar provisiones. En general, son expeones que un día bamburraron (encontraron una gran yacimiento). Zezáo de

sus manos el Albacaxi mostró su verdadero color. Hoy, Zezáo de Albacaxi es propietario de tres minas de gran porte y acumula una de las mayores fortunas de Itaituba. Estas historias de riqueza y bamburrados son el alimento cotidiano de los peones. Los que realizan sus fantasías son fácilmente reconocibles. Algunos por actitudes originales como la de aquel hombre de Maranháo que arrastraba una cuerda llena de billetes de un cruzado —para entonces, el billete de mayor va-

1 día a día de los 300.000 peones de. minas en Itaituba es siempre lo mismo: se levan-

res son los principales factores que determinan la alta tasa de asesinatos. La violencia cotidiana tiene sus orígenes ya bien diagnosticados: competencia, ausencia de familia, soledad y bajo nivel de instrucción. El número de muertes es imposible de calcular. Los que allí nacen y mueren no tienen registro, tampoco identidad. Un cuerpo sin vida vale apenas el oro que carga y el saqueo es la consecuencia inevitable, si no la causa. Así como el Cosmos tiene una existencia caótica, el hombre originario de la misma fuente tiene su inteligencia ofuscada por la ilusión en que vive. Una utilización de los elementos se transforma en una amenaza para la propia supervivencia del ser humano. Este intenta imponer la ley del más fuerte. Ofendida, la naturaleza refleja su sufrimiento sobre el peón. Un 60 por ciento de ellos contrae la malaria. Para 1990 se prevén cerca de un millón de casos. Los fo-

Albacaxi, un líder de la región, es uno de esos. El ganó ese ape-

tan con el sol, desbarrancan las orillas de los ríos, y cargan sacos de piedritas para ser trituradas. En el botín del oro, el 30 por ciento del producto de un ba-

cos del mosquito transmisor se multiplican en la misma proporción en la que el ecosistema es desdibujado por la acción humana. La deforestación cede lugar a

llido cuando compró una mina desahuciada. Hombre de suerte para retirar oro de la tierra, en

32

Exces0

Mayo 1990

Una ilusión convierte a los hombres en hormigas de las minas. lor en circulación—. La llevaba en el pantalón, como un cinto que se extendía como una cola. Al que le preguntaba le explicaba: "Yo siempre anduve detrás del dinero, ahora es el dinero el que va detrás de mí". Lo más común sigue siendo encontrar a los barrumbados en los bares, bebiendo cachaQa y cubriendo a las prostitutas con dinero. El polvo de los barrancos da lugar a las luces estroboscópicas de las boites de la ciudad. Con los bolsillos llenos, el peón es ahora un hombre respetado.

La generación de los hombres de hierro, degradados a la condición de semidioses, fue obligada a trabajar exhaustivamente. Por primera vez experimentaron la angustia, el miedo, la depresión...

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chozas sin dotación; el descubrimiento de un garimpo represa y desvía el curso de los ríos. Trabajadores nómadas, los peones no tienen derecho a registrarse en cartera. Muchos inclusive viven una relación neoesclavista con sus patrones.

Hermes (Mercurio): Hijo de Zeus con Maia, ninfa de las aguas. Dios del viento, del comercio y del logro. Conducía a los comerciantes de un balcón a otro, prodigándoles grandes negocios. Poseía la palabra exacta y el don soberano de la persuasión.

1F

I principio de ba-

nalidad atribuido a todos los males de - ---:los mineros esconde uno de los más fuertes aliados para la perpetuación de ese contexto: el mercurio. En el lenguaje vulgar recibe el nombre de azogue. En las minas es utilizado junto al para separarlo de las impurezas. A partir de 1980, con la descarrilada fiebre del oro, los peones empezaron a usarlo indiscriminadamente. Se calcula que en la región de Itaituba se arroja cerca de 200 toneladas de mercurio al medio ambiente. El producto, casi en su totalidad, entra ilegalmente al país. Para la médico e investigadora del Ministerio del Trabajo, Cecilia Zanariz, "la violencia en las regiones de mineros está íntimamente relacionada al uso indiscrimado del mercurio, que se acumula en el cerebro y provoca alteraciones síquicas". El peón de minas es hoy como un animal salvaje. Vive al margen de la sociedad. No tiene derechos laborales, no conoce las leyes de su país. No tiene nada, como no sea un

hoyo donde ca-

var. Violencia, para él, es una palabra sin sentido. El oro es su vida. COED


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s del Km. 88 Fortunas de leyenda aquí no alcanzan siquiera para remedar el confort de la civilización. Sin embargo, en esta selvática trastienda venezolana gravita un tropel de nómadas y aventureros en torno al espejismo del oro.

Gonzalo Jiménez

E

1 Kilómetro 88 no es más que un pueblo de hombres desesperados. 17.000 almas habitan en sus predios d4ndole caza al oro en las selvas infestadas de paludismo, en el fondo negro del río Cuyuni o en los

titutas, cocineras y —de un tiempo para acá— representantes en saco y corbata de consorcios extranjeros, han ido a parar al último reducto de la civilización previo a la Gran Sabana, donde los sueños de fortuna y gran dinero se topan con una realidad no anticipada por sus protagonistas. La mayoría se propone regresar, pero la vuelta se pospone indefinidamente. El oro siempre se atraviesa.

ORO ranchos de zinc que de un lado a otro amurallan la carretera a ratos devorada por el monte, como la memoria de cualquier ciudad de mineros. Profesionales arruinados, extranjeros errantes, pros-

nutre las entrañas del Kilómetro 88. Pero quien espera encontrarse con un remedo del típico pueblo californiano durante la fiebre del oro resultará decepcionado. Nada de saloons con chicas bailando Can Can ni tragos deslizándose de un extremo a otro por la barra de ocho metros. El curao (minero novato) y el turista sólo encuentran en el 88 la fachada de cualquier po- ramo.

Exces0 Mayo 1990 35


MAN

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BAR PISTA4AILE

Ron, mujeres y pinchos: el bar San Isidro.

blado de carretera: un taller mecánico, dos hoteles de un piso, un destacamento - de la Guardia Nacional, el bar con las chicas y la estación de gasolina —última antes de entrar a la Gran Sabana— que es al mismo tiempo terminal de pasajeros y plaza Bolívar, a cuyo derredor proliferan ranchos y malocas, casas de madera donde viven los indios pemones. Un fin de semana, no es extraño hallar a un dueño de máquinas con un millón de bolívares en el morral o a un minero bebiendo champaña en la Tasca El Montañés. Sin embargo, los asaltos son contados en el Kilómetro 88. Los hombres andan armados y los eventuales atracadores no pasarían por alto la requisa en la alcabala de El Dorado, advertida previamente por walkie talkie. Un código de honor tácito ("Quien roba muere") guarece de cualquier brote de delincuencia a la ciudad. Pero sólo a la ciudad. La selva es otro mundo.

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L

os mineros no viven en el kilómetro 88. Sólo van allí por provisiones, a vender oro y a divertirse. Son una población flotante, a merced de los vaivenes del furor que invade la zona cuando abren los billares y

celebra cada ocho días: 50 por ciento al jefe y la otra mitad para distribuirla entre los obreros. Pueden ser 8.000 bolívares quincenales los que reciba un minero por la venta de su porcentaje en los trailers del Kilómetro 85. Según Richard Fuentes, com-

Artículos que sobran en el Kilómetro 88. A muchos sorprende que no existan prostíbulos en el villorrio. Lo más parecido a un lupanar es el bar San Isidro, mejor conocido como La Cubana. Cuenta Héctor Marcano, dueño de máquinas, que en la época del boom aurífero (1979-87) el local llegó a albergar a 400 mujeres. "Hasta encontré a dos turistas francesas que se quedaron unas noches a divertirse. Pero eso se acabó. Ahora se encuentra allí el perraje". La Cubana es un patio con techo bordeado por mesas y una rocola empotrada a la barra donde se vende el tercio de cerveza a 20 bolívares. Las mujeres, 40 a lo sumo, no bailan. Es posible que coman antes en los tarantines que venden pollo y pinchos fritos en improvisados hornos de carbón. Las mujeres de La Cubana esperan sentadas a los mineros y los llevan a sus ranchos de zinc en el barrio Moretti. El momento cuesta 500 bolívares y la amanecida dos mil. "A veces ni siquiera hacen el amor", con-

Quien espera encontrarse con un remedo del típico pueblo californiano durante la fiebre del oro resultará decepcionado. Nada de saloons con chicas bailando Can Can ni tragos deslizándose de un extremo a otro por la barra de ocho metros. las rocolas se encienden con el merengue o la cumbia. Nada más en la mina El Faro trabajan cerca de 10.000 buscadores de oro, atosigados, cubiertos de lodo, jugando dominó en el campamento hasta que el dueño de máquinas apaga la planta eléctrica a eso de las 10 de la noche. Sucesión de días iguales sólo agitados por la llegada del resumen o repartición del oro recolectado en el cantón, que se

prador de oro, aquello es "el boulevard de Sabana Grande de la zona". Allí los deposita el helicóptero de Aerotécnica o el vehículo rústico capaz de sondear los profundos barriales y picas de monte entre las minas del sector Las Claritas y la carretera a Tumeremo. Trabajadores que llevan inoculada la selva hasta la tumba y que —conscientes de ello— tratan de olvidarlo con alcohol y mujeres.

tinúa Marcano. "Se quedan hablando hasta la mañana. El azogue (mercurio) en la sangre adormece el apetito sexual." Pero de cualquier manera la ma-

yor epidemia en el Kilómetro 88, después del paludismo, son

las enfermedades venéreas. Omar Rivas es el único médico en ejercicio en el vecino Kilómetro 85. Desempleado en Puerto Ordaz, Rivas vislumbró un futuro de oro entre los aven-


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ANTONIO FIGUEREDO, EL PADRE, ES UN GARIMPEIRO CON LOS PAPELES EN REGLA. HACE 17 AÑOS LLEGO DESDE BRASIL A BUSCAR DIAMANTES EN GUANIAMO. SU ESPOSA E HIJOS VIVEN AL OTRO LADO DE LA FRONTERA. "LA INFLACION ES TAN GRANDE ALLA QUE SIEMPRE SERA MEJOR QUEDARNOS EN LA SELVA. AQUI APARECE —EL TERCERO DE LA DERECHA— CON UNOS MINEROS PAISANOS.

toreros consumidos por la fatiga de la jungla. "Casi no recibo heridos por cuchilladas", hace un balance desde su segundo despacho, el billar Las Claritas, donde es reconocido como notable jugador. "Desde que la Guardia patrulla es poco lo que ocurre. Los únicos heridos vienen del monte. Peleas por oro, tú sabes". Cerca de allí, El parador del viajero y la tasca El Montañés ofrecen espectáculos de striptease a un público más selecto: los dueños de máquinas y compradores de oro. Terminado el show, las artistas —como gustan llamarse— se sientan en las mesas y aguardan quien les proponga pasar la noche en uno de los dos hoteles del 88: el Parodi y La Pilonera. "Pasar la

noche con las artistas cuesta 6.500 bolívares, sin contar los tragos en el bar", confiesa el minero brasileño Antonio Figueredo. "En una sentada con los amigos puedes gastarte 15.000 bolívares entre botellas de ron y

champaña para las chicas. Ayer probé por no dejar y descubrí que servían vino de manzana en vez de champaña. Siempre quieren fregarte". A Figueredo todos lo cono- MI» cen como el Padre. Pero su as-

11111111111111111 A esto lo llaman el Boulevard de la Gran Sabana: el Kilómetro 85.

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RAMISH, EL BOTERO

DEL CUYUNI, PUEDE JACTARSE SIN TITUBEOS DE QUE RIE CON TODOS LOS HIERROS. UNA DENTADURA DORADA PERMITE RECONOCER A ESTE NEGRO CULI NACIDO EN GUYANA. CON 25 AÑOS YA ES DUEÑO DE SU PROPIO BOTE MINERO, EN EL QUE SOLO SE ESCUCHA INGLES.

pecto desgarbado, trajeado con botas de goma y unos bigotes desparramados por la boca — detalle acentuado por su delgadez destilada después de tres paludismos— dista mucho de ser la de un misionero jesuita. Lo de Padre se remonta a 17 años atrás cuando, indocumentado, buscaba diamantes en Guaniamo. Dos mil kilates en piedras preciosas se toparon con su destino. "Con lo que saqué le compré una casa a la mujer y los hijos en Agua Vista, Brasil. Pero contribuyo con Venezuela a mi manera. De mis siete obreros, cinco son criollos". La mina de Figueredo se halla en la pica San Miguel, sitio peligroso para quien no frecuente la zona. "En Brasil es tal la inflación que no se puede vivir. Prefiero quedarme aquí aunque me hayan quitado 30.000 bolívares la semana pasada en San Félix". Padre viaja al 88 como casi todos aquí, en helicóptero. Una carrera de ida cuesta 4.000 bolívares. Pero se han dado casos de


Hasta seis tripulantes exploran el fondo del río desde balsas como esta.

Hay varios vehículos rústicos, suerte de taxis selváticos, que parten diariamente desde el kilómetro 85 hacia los asentamientos más cercanos. Queda, si no, el recurso de las balsas. Para llegar hasta su embarcadero, sobre el río Cuyuni, se debe transitar por un camino abierto con tractores por Charles Brewer-Carías. mineros que gastan hasta el último centavo de su quincena en dos noches de juerga y tienen que regresar a pie al campamento. Para enfrentar tales contingencias existen recursos más económicos. Si el campamento queda cerca, hay varios vehículos rústicos, suerte de taxis selváticos, que parten diariamente desde el kilómetro 85 hacia los asentamientos más cercanos. En otros casos, queda el recurso de las balsas. Para llegar hasta su embarcadero, sobre el río Cuyuni, se debe transitar por un camino abierto con tractores por Charles Brewer-Carías y que ahora una compañía ha ensanchado. Se especula que es capital japonés quien subvenciona esta empresa. Las balsas más grandes

semejan casabotes y las más de ellas requieren un mantenimiento mensual de 25.000 bolívares. Entre sus dueños figuran Enrique Moretti y Ramish, un negro culí de 25 años con la boca plagada de oro. En su bote sólo se habla inglés. Las balsas no sirven solamente de transporte. A bordo de ellas los mineros se internan en el Cuyuni y van realizando tomas del fondo del río hasta que descubren oro. Entonces dos submarinistas introducen la manguera succionadora y el barrial llega al bote para caer en una rampa llamada tami donde en el fondo una alfombra recibe las partículas de oro adheridas al mercurio o azogue. Uno de los empresarios que operan en los botes es Bruno Nicoli.

EL •CD se le atravesó a Bruno Nicoli por primera vez en 1957. El zar del caolín (arcilla blanca muy apreciada en Europa y Japón, y que refina en su planta procesadora de China Clay CA.) vive junto los linderos del Parque Nacional Canaima, en una mansión rodeada por un largo muro blanco que impide el acceso hasta los jardines, la piscina y antena parabólica con que pretende conjurar la barbarie. N icoli es un hombre mayor, canoso, como de 67 años, pero su hablar es seguro y directo. "Hace poco las empresas Mendoza perdieron 50 millones de bolívares en la zona. El oro aquí no se puede trabajar a gran escala porque las

ganancias jamás cubren la costosa inversión. Fíjate, cuando el salto del dólar en el año 83, el precio del oro subió el doble pero las máquinas aumentaron diez veces". Alguna vez fue catalogado como el cuarto jinete del Apocalipsis, junto a los reyes del oro Adrián Andreiev, Umberto Palicci y Amalfi Exces0 Mayo 1990 39


BRUNO NICOLI, EL ZAR

DEL CAOLIN, FUE UNO DE LOS PRIMEROS HABITANTES DEL PUEBLO YES HOY SU HOMBRE MAS PODEROSO. PASANDO POR ALTO EL FUROR DEL ORO, AHORA DISFRUTA EN SU MANSION CON PISCINA Y PARABOLICA LA FORTUNA QUE AMASO A PARTIR DE UN MATERIAL ARCILLOSO.

Grossi, éste último dueño de la mina Cristina 4, de la que se extraían de 50 a 60 kilos de oro mensuales. "Siempre he dicho a las empresas que no inviertan aquí. El otro día vinieron unos japoneses interesados en comprar caolín pero apenas vieron un poco de oro se volvieron como locos". La fortuna de Bruno Nicoli tiene raíces en Caracas, cuando era ingeniero civil y construyó el edificio Shell y la iglesia de San Pedro en Los Chaguaramos. Pero quiso el azar que sus pasos fueran a tener al Kilómetro 88 a fines de los 50, cuando sólo siete personas vivían en el lugar, incluidos los cuatro mineros que

esperaban apostados bajo la lluvia la llegada del viejo Vargas, todos los martes, con mercancía comestible y los tambores de gasolina para alimentar los mo-

tores y las plantas eléctricas. Pero el boom del oro constituría la llave maestra que abriría la zona a gente extraña de todo tipo. Como M ijares, un exboxeador nacido en La Guaira convertido en el repartidor de periódicos que recorre tres kilómetros de caseríos todos las tardes con la poca prensa que llega de Puerto Ordaz; o Anatoli Katchenko, un hijo de inmigrantes rusos arrastrado hasta las minas por la bancarrota de su constructora. La mora del Estado, su principal contratista, echó la empresa a pique. Katchenko se vino al Kilómetro 88 con la maquinaria pesada que salvó del embargo. Como la mayoría de los mineros, dejó en Caracas un divorcio en ciernes. Hoy su esperanza se aviva al haber obtenido una concesión al lado de la Cristina 4, lo que pue-

de ser indicio de un filón. Una semana antes su trailer fue hecho añicos por un árbol cortado por sus mismos empleados. En la mina de Katchenko trabajan Noel, su caporal, y cinco hombres más. "Un minero puede rayarse con los patrones si se sabe que roba", cuenta Noel. "Casi siempre confiesa cuando se rasca en el bar. Si lo escucha un dueño de máquinas, téngalo por seguro que mandará una carta anónima al jefe para que lo bote".

L

lega un momento en el que la selva parece posarse en la memoria de todo minero devorándole los recuerdos y todo lo que nombra el pasado. En el Kilómetro 88 es frecuente que la gente pierda los apellidos; responden sólo por el nombre de pila. Eso le ocurrió a Omar


Usinni, simplemente Omar el uruguayo o Rambo, por el cuchillo de supervivencia que lo acompaña inexorablemente a todos lados igual que la pistola calibre 7.65. Llegó a Venezuela en 1979 contratado por una empresa italiana para realizar trabajos al Sur del lago de Maracaibo. Su sueldo era entonces de 4.000 dólares. "A 4,30 eran 17.000 bolívares, pero de todas maneras era buen billete." Consiguió esposa y echó raíces en el Zulia hasta que una serie de pagos atrasados a su constructora ocasionó el embargo de su camioneta y pertenencias. "Me habían hablado del oro y vine al Kilómetro 88 a ver cómo era la cosa, en 1984. Aquí conocí a Charles Brewer-Carías y nos asociamos en unas minas. Yo fui quien abrió las picas hasta Guyana cuando el escándalo de los cursos de supervivencia en la frontera. Luego me independicé y busqué diamantes y oro más allá de las montañas". El primer encuentro de Rambo con la selva tuvo lugar a los 11 años cuando se fugó de su casa, en el pueblo de San José, en la campiña uruguaya, y tomó el cargo de asistente de cocina en las obras de una de las tantas represas en construcción al otro lado de la frontera con Brasil. Se hizo adulto caminando sin pudor sobre el filo que divide la audacia de la mera delincuencia: "Siempre pensé que si robaba para otros no era pecado". Estudió ingeniería en Chile. Luego se mudó a Argentina: "Huí cuando los militares derrocaron a Isabelita Perón". Esa condición itinerante transluce en el rostro de Omar. Tiene apenas 34 años pero arrugas profundas le parten los ojos, siempre rojos e inquietos. "Uno se mete en esto porque el oro es el diablo. Te embruja y no hay forma de zafarte. Es

OMAR EL URUGUAYO O RAMBO, SE FUGO A LOS 11 AÑOS DE SU CASA Y DESDE ENTONCES SU VIDA HA SIDO UNA AVENTURA: SU RECUERDO MAS PRECIADO ES UN PONCHO DEL EJERCITO ARGENTINO QUE LE SALVO LA VIDA DURANTE EL DERROCAMIENTO DE ISABELITA PERON. AHORA EXCLAMA: "EL ORO ES COMO EL DIABLO".

impresionante cuando lo tocas, es frío como la muerte". Rambo pasa tres días sin comer, se mantiene gracias a unas pastillas brasileñas llamadas Viorte. La caja de 30 grageas cuesta 500 bolívares y asegura combatir el agotamiento, el envejecimiento precoz, la falta de memoria y disminuye el apetito. "He tenido 14 paludismos. Ya es como una gripe. Lo que me está matando poco a poco es el azogue. Cualquier cortadura tarda semanas en cicatrizar". En el abandono del monte muchos buscan una ayuda celestial. Hay quienes se bañan en un perfume que permite —el día que se aplica— tener mayor probabilidad de hallar la veta. Otros pertenecen a los rosacruces. "La masonería controla el Kilómetro 88", afirma el uruguayo. "Yo, por mi parte, estoy imbuido en la magia caldea, Zoroastro y todo lo que escribieron los grandes alquimistas. En definitiva, todos tenemos un fin para estar aquí. ¿Nunca se ha preguntado ra».-


as advertencias del uruguayo no sólo se restringen a la selva. Quizás el peligro en el pueblo es mayor, aunque solapado. "Aquí nadie es tonto. Los dueños de máquinas y los compradores de oro son en su mayoría profesionales, gente con

metro 88 hasta la llegada de El niche, un minero que se agazapaba en los recodos de las picas para esperar la llegada de cualquier india y violarla. "De El Dorado vino un cabo a matarlo. Lo perseguimos durante tres días monte adentro, lloviendo todos los días. Hasta que dimos con su cueva y el guardia nacional le descargó la metralleta. No sé, esto está lleno de misterios". Intrigas que se pierden en los costados de la carretera y desembocan muchas veces en la mesa sobre la que Félix Nagami, dueño del hotel restaurant La Pilonera, cuenta el fajo de billetes con que paga el oro que compra a los mineros. Nacido en Japón en 1947, Nagami recuerda a Alberto Fujimori: vivió en Perú a los 13 años como escala forzada del periplo itinerante iniciado por sus padres cuando lo llevaron a Brasil con apenas cinco años. La mayoría de edad lo sorprendió en Panamá donde vendía relojes baratos a las tripulaciones de los barcos. Canadá y México servirían de escalas y catapultas a su radicación en Puerto Ordaz, donde ya con cierto capital saltó la talanquera de la minería industrial. "Ahora lo que da es el turismo. La producción ha bajado mucho. Muchos han ido a Guaniamo en busca de diamantes. A otros la CVG no les renovó las concesiones. En un pueblo que tuvo 50 mil personas, no me queda otra alternativa que alquilar habitaciones a dos biólogos alemanes cazadores de mariposas y a los compradores de oro recién llegados. Creo que me iré... esto quedó para el turismo". Mientras tanto,

títulos y viveza. No se puede confiar en nadie. Quienes sí pierden real son los mineros comunes, hasta la muerte". Los crímenes no aparecieron en el Kiló-

Nagami contaba el fajo de billetes, 30.000 bolívares, reservado para comprar oro, sólo ese día. El oro se había vuelto a cruzar en su camino. CIL)

FELIX NAGAMI, EL NISEI, JAPONES, ESTUDIO INGENIERIA AGRICOLA EN PERU. CON SUS HUESOS DIO HASTA EL KILOMETRO 88 ANTES DE QUE FUJIMORI REIVINDICARA SU ETNIA. REGENTA EL HOTEL LA PILONERA Y ES UNO DE LOS MA YORES COMPRADORES DE ORO DE LA REGION.

por qué ningún minero logra abandonar la jungla? Terminan siempre alcoholizados, sin dinero, dando lástima". La nostalgia cobra entonces el cuerpo de Omar y rememora los peligros acumulados durante tanto años: la picada de la yarayaca, capaz de matar en cinco minutos, o de la cuaima piña , el bejuco que desorienta a quien lo cruza, "la única forma de encontrar de nuevo el camino es sentarse a meditar y con los minutos aparece la orientación indicada. Sin contar que entonces puede aparecer un c un ag uaro."


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livier Lorsac, el productor francés que inoculó la fiebre de la lambada en Europa, abrumado por el éxito, llegó a explicar: "Las relaciones entre hombres y mujeres nunca fueron tan distantes como ahora a causa del Sida. Esa es la razón profunda del fenómeno lambada en Francia”. ¡Un taumaturgo revelando su fórmula secreta! Mostrando el as bajo su manga, para muchos Lorsac cometía un craso desatino comercial, pero en verdad sus palabras no hacían más que reafirmar un extendido lugar común: la previsible quiebra de la sexualidad en el Occidente acosado por el Sida. Un escenario ya no tan hipotético que exigía, a su vez, desarrollar sucedáneos o catalizadores, optimizadores qui7ks, de los muy esporádicos encuentros sexuales que el miedo al virus HIV toleraría. "De pronto", sentencia Isadora Altman, sexóloga de San Francisco, autora de bestsellers sobre la especialidad, "tener varias parejas se volvió peligroso". El pánico, sin embargo, no es omnipotente. "Hay que insistir en que este cambio comenzó antes de que se hablara del Sida", advierte George Leonard, cuyo libro, Aventuras en la monogamia (Adventures in Monogamy), prácticamente remozó la cotidianeidad sexual de la costa oeste norteamericana en 1989. "A principios de los años 80, los institutos de sondeo constataron la aparición de un profundo desencanto, ligado a la liberación sexual". La reacción generacional tras la melée de los años 60 y la banalidad de los 70 restauró los valores de la fidelidad, la paz doméstica y la interioridad. Y esas predisposiciones encontraron un canal propicio para estructurarse en un cuerpo de ideas. Se llama New Age (Nueva era). Si llegara a ser una ideología, su origen resultaría aún más curioso: sus primeras manifestaciones se dieron entre los recodos de la industria musical (el suizo Vollenweider, el japonés Kítaro), con discos instrumentales, inspiradores, reflexivos, sicologistas casi. Sus escuchas, babyboomers, precursores del yuppismo en trance de volverse cuarentones, alfas y omegas del consumo light y descubridores del afrecho, en torno a la música percibieron que constituían una comunidad,».-

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un mercado, una cultura. La zona de intersección de sus intereses conforma el meollo del New Age: en busca del Dios electrónico, tal podría ser el lema que resume su doctrina. Una imagen equivalente al New Age: Carlos Castañeda, Timothy Leary y Ravi Shankar descafeinados. Un balcón místico al futuro, la cibernética volcada sobre la esoteria. Disciplina o fe, liberación o adicción, de cualquier manera no está reservada a iniciados (como no sean las limitaciones impuestas por las posibilidades socioeconómicas de cada quien): gracias a la tecnología de fin de siglo, las vivencias están al alcance de cualquiera mediante estímulos encapsulados. Se dice que nació en el Medio Oeste norteamericano, probablemente en Nevada, y que rápidamente se extendió a California, la zona de los lagos, y algunos enclaves en Nueva Inglaterra. En Europa, sus adeptos se concentran sobre todo en Alemania Federal, Suiza, Bélgica, yen menor medida, en Francia y España. Según se consume la última década del siglo XX la buena palabra gana terreno en todo el mundo, incluso por estas comarcas sudamericanas donde, no obstante, es difícil proclamarse militante puro del New Age sin contrariar la ortodoxia. Una vida más plena. Tan absoluta como simple es la consigna del New Age. Para estos inciertos albores de la Era de Acuario ninguna promesa más atractiva. Todo un arsenal de artilugios inocuamente estimulantes, accesorios de esta prédica sin santones ni condenas innecesarias a lo terreno, asegura la posibilidad de potenciar la creatividad, la memoria, las capacidades aeróbicas, las funciones digestivas y excretoras y hasta la disposición sexual. En suma, la felicidad instantánea.

Más que un método, es una forma de vida que permite alcanzar un orgasmo de intensidad inusitada: el éxtasis. un estilo muy de manual como corresponde a un texto estadounidense, ha hecho de Wastlawick el pontífice del sentirse bien. No lejos de allí, en Camino del Mar, California, pero en coordenadas aún más pragmáticas, el Robbins Research Institute vende un software adaptable a cualquier micro con el que el usuario puede detectar sus propios metaprogramas y escalas de valores. Su creador, Anthony Robbins, escribió un libro, Poder sin límites (Unlimited Power, editado en castellano por Grijalbo) que sin titubeos se propone ser "un libro de texto para la ciencia del desarrollo humano". No en balde California era una tierra mítica en los romances de caballería. Y tampoco en balde ha sido en California donde, a comienzos de los 90, aparecen las primeras transcripciones de la espiritualidad New Age al ámbito de la sexualidad. En el propio Palo Alto un matrimonio, la pareja del siquiatra Alan P. Brauer y la terapista Donna J. Brauer, dieron a conocer el ESO Ecstasy Program (Programa ESO del éxtasis). ESO son las siglas que corresponden a Extended Sexual Orgasm (Orgasmo sexual prolongado) y su libro de divulgación (publicado por

E

l valle del silicón se ha convertido en una suerte de Tibet californiano. En estas postrimerías del mi lenio, casi todas las preguntas hallan respuesta allí. La localidad de Palo Alto, California, no es sólo sede de la principal factoría de Hewleu-Pacicard. Su arquitectura de suburbio alberga también el Mental Research Institute, base del nuevo gurú de la sicología norteamericana, Paul Wastlawick. Su minuta de la asertividad, presentada en 46

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Warner Books Inc., Nueva York, febrero de 1990), como la petrolera homónima, exhorta a poner un tigre en su tanque. En otras palabras, el programa ofrece a quien lo siga conseguir en 90 días resultados que a otros toma años de contratiempos y frustraciones para renunciar a ellos: Incrementar el placer sexual y las oportunidades de intimar; superar las inhibiciones sexuales, e incluso disfunciones y apatía; convertir el sexo seguro (safe sex) en sexo satisfactorio; mejorar la sensibilidad, el cariño y la comunicación, tanto dentro como fuera de la alcoba; aumentar la frecuencia y la intensidad del climax sexual; conseguir múltiples orgasmos, y hacerlos durar unos cuantos minutos, y hasta horas, más. En Los Angeles y en su sucursal de Nuevo México, entre tanto, una francesa desde hace cinco años instalada en California, Margo Anand, prodiga soluciones para los norteamericanos hastiados del sexo mecánico. Anand ha inventado "más que un método", define la propia autora. "Se trata de un modo de vida, de una manera de comunicarse con su pareja, que permite alcanzar un orgasmo de una intensidad inusitada, un éx-


tasis". Su bestseller El arte del éxtasis sexual (The Art of Sexual Ecstasy, publicado por J. T. Tarcher, Los Angeles, noviembre de 1989) es una síntesis de las técnicas y aspectos más funcionales del tantrismo, la doctrina sexual sagrada de la India. ¿Cómo se llegó a este boom de la sexualidad New Age? Sin duda, las crisis consecutivas del herpes y del Sida ésta, sobre todo— crearon un clima muy especial en torno al sexo. Si parecía que la liberación sexual de los 60 había conferido patente de corso para cualquier, no se había contado con el reflujo neopuritano y mineralizador de los 80. La sed de aventura se extinguía. Quedaban sólo los altares de la familia y el hogar. El sitio se apuntaló con el miedo a contraer enfermedades, incómodas algunas,

y el erotismo gana a la opinión pública del Brasil. Tomando en cuenta el tradicional destape al que los carnavales dan pie cada año, cabría preguntarse ¿qué es lo novedoso del tesáo? Pues que la cuestión ha tomado un cariz ensayístico. "Todo es susceptible de dar tesáo", afirmó una sicoanalista de

letales las peores. Así se preparó el terreno para que el coito rutinario derivara experiencia mística que mitiga el ajetreo y la frivolidad de la vida diaria. Ante la escasez, intensidad; la disminución en la cantidad se compensa con incremento de la calidad de los encuentros sexuales. Aún en la liberal California, así como en las otras regiones en las que arraigó ferazmente la nueva propuesta, estas prédicas han puesto en aprietos a los sectores ultraconservadores. Por una parte, existe la clara tentación de condenarlas en tanto se nutren de exóticas tesis orientalistas y no tienen empacho alguno pata avalar los más osados e íntimos latinazos:fellatio, cunnilingus et allia. Pero, en segundo término, aplauden la monogamia y dan una más tolerable acepción al sexo seguro (safe sexy, que hasta ahora no ha sido más que un compendio de normas de precaución y profilaxis, y que en estos programas es sinónimo de las certidumbres que posibilitan una buena comunicación y mejor conocimiento entre los partners sexuales.

Sáo Paulo. Publicistas, semiólogos, siquiatras, han aventurado su visión del fenómeno. Y entre tanto los brasileños, que por adulterada repudian la lambada, ya han proclamado a dos intérpretes de música popular, Millonario y José Rico, como los trovadores del tesáo.

in de semana en Margarita. Ellos desecharon los condominios de Porlamar para preferir la sencillez de una casita en Paraguachí. Excepto la ubicación, lo demás pareciera retratar el alojamiento promedio del vacacionista: literas, hamacas, una sola cama matrimonial, toallas al viento y profusión de bolsas plásticas del puerto libre. Ellos acaban de comer en un pequeño restaurant al borde de la carretera de Manzanillo: pargo al limón, entrada de mariscos al picante, vino blanco. Cualquiera habría podido cancelar, pero quisieron forzar los usos de la tradición, así que fue ella quien pagó con su propia tarjeta de crédito. Ahora están allí los dos, frente a frente, sobre la cama. Del equipo de sonido vienen algunas notas del Lp Oxygene, del francés Jean-Michel Jarré. Sobre la mesa de noche hay una cesta de frutas (parchitas, riñones, piñas y patillas) y dos tazas de té de mandarina. Ella, con una especie de bata negra entreabierta para que se advierta su desnudez, se ha friccionado con aceite de jazmín. El viste apenas un pantaloncillo blanco. Ambos controlan su respiración, apenas se mueven, se miran fijamente... Es el comienzo de un refinado ritual cuyo fin último es el éxtasis. Si en algo coinciden las enseñanzas del llamado sexo New Age es en el uso del término éxtasis en vez del ralo orgasmo, no sólo por prurito semántico, sino para diferenciar la cúspide de ese rito de la simple eyaculación. El éxtasis, más que un estado de ánimo desdoblado a partir de expresiones somáticas, es una categoría, mucho más profunda, fundamental y duradera, accesible tanto para el hombre como para la mujer. Con la sexualidad New Age se pasa de una sexualidad recreativa a una

NEWAGE

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LA TRILOGIA HOYA.

PUNTOS SOBRE LAS IES En uno de los manuales de traducción tántrica, Tantra, Secret Power of Sex, Arvind y Shanta Kale presentan un cuestionario que pretende limar cualquier elaboración cultural y determinar sin rodeos las preferencias sexuales de una pareja. Advierten los autores: "No se trata de concordar en todo, pero si sus diferencias son fundamentales, más vale separarse que asumir el riesgo de una experiencia tántrica disonante". Aunque el test consta de 82 items, quizás estas sean las interrogantes más representativas. 1) Para excitar a una persona, juego con el vestido, la conversación, los gestos... O De manera evidente. O De manera sutil. [.._i De manera discreta. 2) La amistad entre un hombre y una mujer: EJ Tiene siempre un fundamento sexual. Es sexual algunas veces, pero también puede ser platónica.

[ ] Se vuelve sexual sólo si uno de los dos se lo propone. 3) Si una persona del sexo opuesto me hace una proposición, me sentiría: [ Halagado. 1Sacudido. LiOfendido. 4) Mi primera experiencia tuvo lugar: El Por mi propia iniciativa. ❑ Por iniciativa común. C7 Por iniciativa del otro. 5) Esa experiencia inicial fue: El Estimulante. Cl Estimulante, pero quedé con miedo del sexo por algún tiempo. O Nada estimulante. 6) De adolescente fui atraído por personas de mi sexo: O Con frecuencia. III Alguna vez. CINunca. 7) Desde la edad de 20 años tuve relaciones sexuales con:

El Más de 10 personas. Fi Entre 10 y 5.

El Entre 2 y 4. Ei Una sola persona. 8) Mis experiencias previas me hacen considerar el sexo con:

(_Entusiasmo. O Placer, pero también con cautela.

El Con gran prudencia. 9) Creo que el sexo está destinado para:

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Exceso)

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El talentoso Miguel Noya editó hace poco una trilogía de cassettes, bajo la producción de su propio sello M.A.N., denominada Psycho-Musíc. Sus tres secciones dan cuenta de la intención utilitaria, cuasi redentora, de la obra: Dance-Music, Lave/ Sex-Music y Mind-Music. Aunque de limitada distribución, ha contado con una repercusión ostensi-

ble entre ciertos sectores ilustrados de Caracas. Quizás sea la única edición musical venezolana con

un instructivo para el uso: "1) Disponer de un espacio en el cual no se le interrumpa mientras escucha este material; 2) Ponerse cómodo, bien sentado o preferiblemente acostado en su lugar favorito; 3) Disponer de un par de audífonos; 4) Conocer las técnicas básicas de respiración completa; 5) Ordenar las ideas y posibles cambios personales que se deseen trabajar".

• •••••••••••••••••••••••••••••••••••••• LA ERA DE ACUARIO.

Mercedes desde hace varios años, este restau-

textil), no hay reducto

rante no duda en reclutar extravagantes mesoneras, soñadoras, mís-

igual para ver y dejarse

ticas, filohindúes; la pro-

ver en una atmósfera

pia saga de la familia

A falta de moda New Age (en una acepción

planeadora: música del

propietaria (profesiona-

género, dieta naturista

les convertidos en con-

que sin embargo no se inhibe a la hora de in-

templativos de nuevo cuño) es una alegoría de

novar, muestras pictóricas por temporadas. En

el sitio New Age de la

la calle Madrid de Las

capital venezolana.

wro

la Nueva Era. Sin duda,

••••

••••••••••••••••••••••••••

Keicasing

from the Obliga Make Us Feel E

LETRAS COSMICAS. Revistas norteamericanas como Magical

I., 711 A, ir- •,al , ., . 1 Blend y Omni son oficom... int: " ,, rt 1f Vsf,;,• • , raditional astrologlea. .nterpretAt; 'Me ciosos órganos divulgapot.w.. Iy two signihe mor, oí the leminine ,),:le '', ',.,, Venus. 'l'he Ntoon ,, ppoody tivos del New Age. Sus each eyele,th 0015 And inbol of tnoth,:r. and \'enu, ,, Ponall;s3 moon phase nthol of wife. or mate. Before the early • goes under líneas editoriales se di111.11 most wornen had no, moon. s Men' erninine esteren:: 1,1e. ti te only two roles fuminan entre el futurisoto e,pre s cary tailc ab y, yille ano mther. Wat by thetarSe • /Os.,cale we bellon,e,, mo y la esoteria, pero, .n to se wothen ellle411,011 a Men wher , the mainstream oí society in tercos oi 111C eso sí, para nada dess. sports, education . politie s. and all kinds of In Tuy pr a cuidan el sabio mercarotiessional ,arces,.This also seen nark.;ed the sedtscovery lhC oi womeds VddeSs deo que garantiza la [CV ÍV at Oí fe seeing s,,,,, .d the ún women' s spirituality.We' signIt ► c'" subsistencia de esas pu1 prohieration oi golde: boas right the n now that are talking about the differiodd , Biblias de eM teminine arehetypes. Illc y, . 'There has also been a correspond1" t Ylenle Mg awaltening oti the tieminine in the the goddess true to her own cy ele. then the r disapbetween psVehe of mera' As women began began having to alter 0 A.D.,tnay hav been her last 5.000 years of her behaViOr arad dark rnoon phase ....line, traen nr arad 2P0

beink,

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orders ar beca happening hundrens of Yea ‘7,1 ornen thou g' abertionh Isiow 010.1,1!


O Procurar placer. ❑ Acrecentar la conciencia de mí mismo y del otro. ❑ La procreación. 10) La contracepción debe ser asumida por: ❑ El hombre. O La mujer. ❑ Los dos. 11) En mi matrimonio desearía: ❑ No tener relaciones extraconyugales. ❑ Tener relaciones extraconyugales de común acuerdo. ❑ Que las relaciones extraconyugales sean un derecho. 12) Cuando mi pareja me toca con ternura en público: ❑ Me siento contento. ❑ Me agrada pero me siento un poco molesto. ❑ No me gusta porque hay un tiempo y un lugar para cada cosa. 13) Cuando mi pareja coquetea en público con otra persona, aunque sepa que sólo se trata de un juego,: ❑ Me pongo celoso. E Me siento algo herido pero lo acepto. ❑ Me encanta. 14) Me asalta el fantasma de hacer el amor ante

MORAL Y LUCES. No existe una Summa del New Age, así que sus adeptos han ido ensamblando con retazos literarios una suerte de acervo cultural. De entre varias obras de anticipación, la de Bruce Sterling ha sido revalorizada con particu-

responde a mis imágenes:

por sus aristas sensiblera y mística. En las artes plásticas las preferencias son

❑ Con violencia. ❑ Moderadamente. ❑ Nunca. 16) Las palabras y los sonidos eróticos en los preliminares: ❑ Me excitan. ❑ No me molestan, pero no los utilizo.

netamente esotéricas: un venezolano, Mauro Mejíaz, desde hace años residenlo de las Bellas Artes New Age.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••

Com -

❑ Me disgustan. 17) Conmigo los preliminares duran: ❑ Menos de media hora. ❑ De media hora a una hora. ❑ De una a dos horas. ❑ Más de dos horas. 18) Si por mí fuera, haría el amor con más fre-

premonición tecnológica, sus versículos comerciales se traducen en

big e the disorder. O :ed that a itten be traced

b,

..NERATOR

raros ingenios de medi-

:lene

cuencia en: ❑ Una cama. ❑ El piso. ❑ Fuera de casa. ❑ En lugares inusuales. 19) Cuando hago el amor: ❑ Pienso en mis fantasmas. ❑ Sólo pienso en mi pareja.

F r equencY)

tación reforzada, pasa-

and the psychic world

portes electrónicos a di-

to develop a Po.' dramatically inc

mensiones desconocidas

Dwers. With

de la mente y cachiva-

, not ti that tarted

DviCe

lares. Suscribirse desde Venezuela puede costar

floj% nothing new

unos 4.000 bolívares.

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suelten í°‘" but it s neve' , th is was an

avisos que promueven

ches más o menos simi-

l. iudgn7enta .. Ltionship with the

tleg

one elle sN" Ilizing the el:ni:k.o. the 3c"`1.

❑ Jamás. 15) Cuando tengo fantasmas sexuales, mi cuerpo

lar fervor. Otro rescatado por la nueva usanza ha sido Sommerset Maugham,

te en París, es uno de los pintores más apreciados dentro del circuito parale-

4

desconocidos: ❑ Con frecuencia. ❑ De vez en cuando. ❑ Rara vez.

ir

ESSB

E Olvido todo en el placer.

Exces0 Mayo 1990 51


ARFIL

ÉBANO

FOT OS: J U A NC. ORO PEZA

A

climatados a ese golpe de aire nuevo que se respira en otras latitudes, ya hay en Caracas quienes perfilan las coordenadas de una tendencia que amalgama misticismo y alta tecnología. Los brotes no son (no pueden serlo) químicamente puros: nadie en su lúcido albedrío podría proclamarse New Age, menos aún en Venezuela, donde el mercado no es lo suficientemente pródigo en alternativas. De cualquier manera, sí hay que reseñar la aparición de una caracterología de individuos que no encuentran contradicción entre insertarse en el ajetreo diario de los negocios y simultáneamente explorar las sendas del misticismo. Francisco Paco Giommi, el exitoso propietario de la cadena de tiendas Carnaby, no duda en repasar su biografía para ilustrarlo: "Antes jamás me interesó el misticismo...Y ahora me siguen gustando las fiestas, sigo teniendo una vida social intensa pero, digamos, hay otro fin. Otra búsqueda". Integrado al culto budista Nam miojo rengue Kyo —como Javier Aponte, odon-

Giommi: ni Tantrismo ni Nueva Era, sólo mística up—to—date.

Angel Rada.

Miguel Angel Noya.

tólogo y modelo de recordadas cuñas—, de alguna manera representa una tercera opción: ni as-

MiSt118

ni lodmisme, id méjór dé las dos.

Mientras se fragua la tendencia con mayor concisión, la embajada New Age en Caracas seguirá a cargo del vigoroso movimiento de música electrónica, entre un aparataje de teclados. 52

Exces0 Mayo 1990

Antes que esparcir una novedad, persiguen adentrarse en la oscuridad de la psiquis de sus

seguidores a través de sugestivas melodías. Angel Rada, Vinicio Adames y Miguel Noya instalados tras sus sintetizadores, representan la militancia nacional dentro de la música New Age, abogando por el acercamiento a la parte espiri-

NEWAGE

tual del hombre. "Con un sintetizador se pueden lograr sonidos que muevan la mente de las personas", sostiene Rada. "Se puede equilibrar el estado de una persona colocándole sonidos específicos".

Intenciones que se desprenden de su marco místico, llevan a Rada a vislumbrar en su música una manera de devolverle a las personas algo de su estado natural de paz. Imbuido a cabalidad dentro de la tendencia, Rada ha dejado que esta se filtre a otros planos de su vida; de allí que pueda hablar con propiedad en relación a la sexualidad considerada según las premisas del Tantra. "A través del Tantra se utilizan los cinco sentidos para llegar a nuestro verdadero yo,





provocación. Una severidad bastante similar a la que ha reservado para fustigar al régimen de la Habana es la que enfunda su propia imagen pública. Yo, la intransigente, tituló uno de sus libros de entrevistas, y ningún lema podría rubricar mejor su perfil. Pero cotejar su biografía con esa adusta portada es poner de relieve las, en apariencia, incongruencias de una vida luterana con las pasiones que ha suscitado. Dos hombres, dos tótems intelectuales, fueron sus hitos vitales: Guillermo Meneses y Carlos Rangel. Una llamada telefónica, que coincide con la entrada de otra asistente que trae en un papel un mensaje, interrumpe la entrevista. Sofía atiende simultáneamente los dos asuntos. De pronto pregunta: "¿Tú estás graban-

politólogo. Soy una reportera con ideas políticas. Mi manera de ver el mundo no corresponde con lo dictatorial. Creo en la libertad. Libertad de actuar, de crear, de expresarse, de amar. En la libertad, sencillamente. Que es el antagonismo de los regímenes dictatoriales. —Pero le repito, usted dio un giro. Usted sí tuvo una ideología. Usted movió cosas. Por cierto, en sus programas no es precisamente eso lo que puede percibirse.

—Yo no tuve una ideología, yo la tengo. Y creo que es el espectador el que tiene el derecho a interpretar, a sacar sus conclusiones. Pero nada más lejano a la derecha que Carlos y yo. La derecha o los reaccionarios piensan que nada puede cambiarse, que nada tiene que cambiarse. Creo que hay que

tarde en la noche a mi casa, a preparar el programa del día siguiente. Pertenezco a las páginas culturales de El Universal y además tengo cuatro hijos. —Se dice que todos sus textos entregados pasaban por las manos de Carlos Rangel. Más tarde, viendo sus programas, uno percibía que algo similar pasaba en cámara. Sofía Imber era en sus opiniones, en su voz, un segundo plano. Usted era la figura frágil frente a la sólida figura del esposo. Incluso llegaban al atropello.

—Lo que me dices, eso de que yo era la frágil esposa de Rangel, no es cierto. Si yo estaba ocupada le pasaba a Carlos los textos para que me ayudara a leerlos, yo misma pasaba por las manos de Carlos. Le decía: "Carlos, corrígeme esto o aquello". Nosotros no éramos dos personas, éramos una sola. En cuanto al programa, había temas que él

Guillermo Metieses le habría implorado: "Cásate conmigo. Si Alejandro (Otero) te quiere, te doy el divorcio. Pero si no, trataré de conquistarte".

Un prontuario afectivo siempre entre dos aguas.

do?". "Por supuesto", le digo. "Entonces apaga un momento el grabador". Luego me pedirá que volvamos a lo nuestro. —¿Qué pasó con esa Sofía Imber que junto a Guillermo Meneses hacía un binomio tan valiente, tan ideológico, tan radical? Usted pertenecía a grupos de filiación comunista, y además estaba relacionada con marxistas venezolanos. ¿Quién o qué la hizo cambiar?

quitarse las máscaras. Nosotros en América Latina nos creemos maltratados, pero eso no es así. Hay quienes quieren trabajar. Nosotros somos lo que somos porque pensamos que los países desarrollados nos hacen daño. Nosotros podemos culpar a los demás de lo que somos. La gente es por lo queda, por lo que es capaz de dar, porque para el trabajo hay que dar. Si yo a este musco llegara a las nueve de la mañana, hiciera dos llamadas,

—Nosotros no éramos políticos. —No lo eran, pero ahora usted sí lo es. Usted representa a una derecha tan radical que prácticamente raya con la izquierda. —Yo no soy ideólogo, tampoco soy

luego me fuera a almorzar y regresara a las seis de la tarde o tratara los viernes como sábados chiquitos, esto no sería lo que es. Yo me levanto a las cuatro, me voy al canal, llego a las ocho aquí todos los días y regreso

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Exces0 Mayo 1990

manejaba mejor que yo, e incluso discutíamos en cámara. Pero yo siento que había mucho equilibrio entre los dos. Carlos y yo coincidíamos en todo. —No coincido con usted en eso de que había un buen equilibrio.

—Tú no lo veías así. Algunos opinaban que yo opacaba a Carlos o lo contrario. Pero lo que es cierto es que ambos deseábamos hacer un buen programa. Lo que es muy raro en Venezuela y aún en el mundo es que una pareja que trabaje junta todo el día, que comparta el mismo lugar de trabajo, haya llegado a esa empatía. Los escritorios siguen juntos, sólo que ahora falta una silla. Carlos sentía gusto por todo lo que yo hacía. Cuando realizaba algo por el museo era impiesio-


nante. En general, cuando una pareja trabaja junta existen roces, pero entre Carlos y yo, eso no sucedió nunca. El era el hombre más feliz del mundo cuando yo montaba una exposición. Se ponía atrás, muy atrás donde yo no pudiera verlo, mirando lo que hacía.

L

a felicidad era siempre el vórti-

ce de las tempestuosas relaciones que se arremolinaban en torno a Sofía Imber. Esa calma chicha de compañeros intelectuales apenas sucedía a las sacudidas de unos vínculos parecidos, por ejemplo, a los que estableciera con Guillermo Meneses. Lo conoció en el

dores que sólo nacen del desengaño. Más tarde ella declararía: "Yo no abandoné a Guillermo. Sencillamente me enamoré de otro hombre. Si existiera un seguro contra el amor me hubiera encantado ver lo contrario". —En Los cuadernos de Narciso Espejo,

la dedicatoria tiene para mí más peso que el libro mismo. —(Lee la dedicatoria en un viejo ejemplar) "A Sofía como siempre". ¿Leíste la que me dedicó Carlos? "Por y para Sofía". Ambos me amaron mucho, a su manera cada uno, pero me amaron poderosamente. —¿Cómo los amó usted, siendo tan dife-

En TV: separaciones, tragedias, pero el show debe continuar.

viejo hotel Majestic, y desde entonces los trastornados amoríos del escritor se desataron en una vehemencia que le llevaría a nombrar, en una columna periodística, a "la rusa, la soberbia y blanca rusa". También se dijo que cuando ella se separó de él, Meneses se derrumbó. Poco tiempo después enfermó gravemente. En una entrevista que le hicieron en una oportunidad, Meneses dijo que había puesto "en el lugar de Dios a una mujer llamada Sofía". Hay ar-

rentes? —Yo nunca había hablado de esto, pero no eran diferentes. Ambos tenían por norma la ética. Se entregaban con igual rigor al trabajo. En realidad eran muy parecidos. Tenían un modo muy hermoso de amarme. Y al mismo tiempo, yo pude amarlos a mi manera. Sigo enamorada de Carlos Rangel. ¿Pero te acuerdas, en Los cuadernos de Narciso Espejo, de ese personaje llamado La Iluminada? Esa era yo.

—Su hermana Lya dijo una vez que Guillermo sufrió una hemiplejia cuando ustedes se separaron. —Es cierto. Pero creo que fue una coincidencia. ¿O una somatización.? —Guillermo era muy grato. Tenía un humor muy fino, no era un humor negro. Era algo muy especial. Fue un gran escritor. La mano junto al muro era un prodigio. He pensado que podría ser una gran película. Me gustaría trabajar en eso, pero el tiempo no me alcanza. Sofía, más que ductora, fue promotora del trabajo literario de Meneses, y quién sabe si su rol no es una cuenta sin saldar por las ingratas letras venezolanas. El clásico La mano junto al muro, que comenzó siendo un reportaje para la revista Elite, terminó siendo un gran relato. De ese ennoblecimiento da cuenta Sofía. Ella, Meneses, Alejandro Otero, Alfredo Boulton y un detective, junto a un fotógrafo, fueron a Muchinga, un barrio de prostitutas que quedaba en La Guaira. Fueron a buscar a la última mujer que quedaba allí. Estaba semidesnuda. Boulton le preguntó: "¿Por qué no se fue con las demás?". Ella contestó: "Es que no soy una mujer de escaparate". —Todos conocen cómo amaba Meneses a Sofía, pero nadie sabe cómo lo amó usted a él. —Si no fuera por mí, Guillermo nunca habría escrito. Yo lo encerraba en un cuarto cuando vivíamos en París. Le dejaba una cajetilla de cigarrillos y un vaso de agua, y lo dejaba allí. Le decía: "Hasta que no termines de escribir ese texto, no sales del cuarto, porque eso hay que enviarlo a Caracas". Entonces lo que produjo fue un escándalo, La Balandra.... En su casa compraron casi todos los volúmenes para que nadie supiera las cosas que Guillermo escribía. —Entonces usted supuestamente se habría enamorado de Alejandro Otero. Pero ocurrió que él tuvo la posibilidad de ganar una beca para ir a estudiar pintura en París. Y eligió la beca antes que a Sofía. La anéc—

Exces0 Mayo 1990 57


dota habla de la lealtad de Guillermo Meneses, que le dijo: "Sofía cásate conmigo. Si Alejandro te quiere, te doy el divorcio „si no yo trataré de conquistarte". —La anécdota me parece hermosa, pero realmente conocí a Guillermo primero que a Alejandro. Y 17 días después me casé con Guillermo. Sí, es verdad que cuando conocí a Alejandro me apasionaron sus cuadros. Incluso vendí muchos de ellos. El amaba y ama la plástica. Creo que era y es el mejor

también asiló a personas contrarias al go- teratura. — Usted nació en Rusia. Sus padres se la bierno. Pero no le importó ganarse el título de traidora cuando aceptó un cargo diplo- trajeron a Venezuela cuando tenía tres años. Jamás ha vuelto a su país. Ahora que ha mático en París. muerto el romanticismo del régimen, ¿no —No. Ciertamente no me importaba. Lo piensa volver? que yo quería era que Guillermo escribiera. —No. Jamás. No me provoca. Ese es un Estaba entusiasmado con ir a Europa. El pueblo enfermo, enfermo aún antes de la cargo de segundo secretario en la Embajada dictadura, enfermo desde los zares. Estoy selo ayudaba, le daba esa posibilidad, era un gura que no pisaré Rusia más nunca. puestico, es cierto, pero al menos desde allí - Y aquel analista con el que usted se podía escribir. Es verdad que asilaba a per-

Su rara severidad la hace una pieza de museo.

crítico de arte que conozco. Además venía con todas las ideas del existencialismo y a mí eso me cautivó. Pero sólo éramos grandes amigos. Yo no estaba enamorada de Alejandro.

Usidtabiht Venía del

existencialismo. En París usted marchaba con Sartre. Fue fundadora de la revista Cal. Asiló en su casa de París a personas de la resistencia ante Pérez Jiménez, y en su casa de Caracas 58 Exces0 Mayo 1990

sonas de la resistencia. Todavía más: en mi casa de Caracas lo hice también más tarde. Una vez Leandro Mora me dijo: "Yo sabía que ustedes se reunían en tu casa. Y sin embargo, nunca los allané".

vio durante tanto tiempo en París, no la ayudó a resolver ese problema con su país de origen? Lagache era su analista ¿no? —Sí, Lagache, que era uno de los grandes del momento. Me analicé con mucha se-

—Usted tradujo a Maiakoski, que además es augural porque se mata. No supo elegir entre Dios y la política. —Es cierto. Yo aprendí ruso a través de mi madre que amaba a los grandes de la li-

riedad, quería despojarme de ciertas cosas. Al principio lo veía todos los días, luego iba a París en tren a verme con él, tres veces por semana. Me enseñó a conocerme a mí misma, a encontrarme.


ún resuena el estrépito moralista que hace 40 años retumbara cuando Sofía Imber redactó para la revista Sábado de Bogotá un vibrante alegato a favor del divorcio. Ya entonces la osadía impulsaba sus actos. Su vida privada levantaba escándalos. Sólo que ahora, a los 64 años, dota sus maneras, sus formas de discutir y de hablar, con un cierto tono de sabiduría. Lo que parece gelidez, lo que inspira distancia, se transforma de pronto en una delicadísima sapiencia. En última instancia, una oportuna carcajada la escuda del embarazo de cualquier tópico comprometedor.

"A pesar de los cambios, estoy segura de que no pisaré Rusia nunca más".

—Hábleme de aquella invitación a la UCV. Fue salpicada por la ira de miles de estudiantes. Muy maltratada. Pero, ¿es cierto que mientras esto ocurría, usted gritaba a los estudiantes: "Imbéciles, quién de ustedes puede decir que fue amante de Paul Eluard"? Sofía Imber vuelve a reír y evita una respuesta directa. —Entonces yo era la choferesa de todos ellos. Fui gran amiga de Neruda. ¿Por qué tanto secreto? —Porque de la reja de mi casa no pasa nadie. Me gusta la intimidad. Así pasa con las entrevistas; me gustan, mientras —

no sean confesiones. Quizás este sea un momento en que yo podría compensar mi soledad hablando con otros, alternando con otros. Pero la soledad uno tiene que asumirla y a veces no todo lo que se asume es agradable. —Pero puede ser agradable la soledad. —Para mí todavía no lo es. Mi soledad éramos Carlos y yo. La disfrutamos juntos. El día que murió tenía muchos planes. Casualmente esa mañana habían venido a proponerle traducir sus libros al griego y al noruego. Tenía planes, conferencias. Nunca entendí por qué eligió ese día. Fue su opción y yo la respeto, pero nunca lo entenderé. La gente habla y habla, dan versiones del asunto. Yo simplemente los oigo, los dejo hablar. Fui muy criticada porque lo enterré a la una y media de la tarde y a las dos y media estaba en el musco, trabajando. Hice un par de Ramadas. Todo estaba igual, pero Carlos ya no estaba. —Cuando muera, ¿por qué usted no pide que la entierren aquí, en el museo? —Porque soy donante de órganos..ja, ja, ja. La humorada difumina toda melancolía. Sofía, como para asomar un balance, abre una carpeta y dice: "Yo venía a hablarte del Museo, de las nuevas etapas que están por darse, del crecimiento que hemos tenido. Te pregunté al principio de la entrevista si estabas grabando, cuando me dijiste que sí, pues, me sometí". -Señora Imber ¿de haber un cielo o un infierno, dónde estaría usted? Sofía sonríe ampliamente. Se levanta de su silla, camina tres pasos hacia la puerta y sentencia: —En el museo, que es el cielo, el purgatorio y el infiemo.COD

Reservaciones: 285.03.22 283.80.08 Exces0 Mayo 1990

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La majestuosidad de obras como el Guri se erige literalmente sobre el saldo de bajas que arroja la silenciosa guerra laboral que, desde hace años, se libra en Guayana. Su legión de veteranos es una peña de lisiados que trocaron por inquina la mística de los folletos oficiales. Estos son los Ron Kovic venezolanos. e va bien la luz fluorescente al monumento que apila en un parque de Ciudad Guayana los emblemáticos minerales que producen las empresas básicas de la CVG. El ocre luminoso brilla imantando el reducido y casi desprovisto desfile de productos que han hecho de Matanzas un corredor industrial único en el Tercer Mundo. De a poco, llega el hilo de los bombillos a una cooperativa de pompas fúnebres, donde un grupo de trabajadores despide a Jorge Beckle, último sidorista muerto en acción. Apenas enmudecía el obituario en los periódicos regionales cuando, dos días después, la primera plana dará cuenta de un fatal accidente, esta vez en Alcasa. La zigzagueante avenida que enlaza a Puerto Ordaz y San Félix, al punto que rotula los promontorios en la desembocadura del Caroní, desliza día a día el esfuerzo de 450.000 personas en una carrera contra la productividad. Lo que se ve en Cachamay a comienzos de abril es un río que a regañadientes cumple cita con el Orinoco. El descuento de sus aguas deja ver la cota de su antiguo cauce, ennegrecidas piedras acicaladas por el sol, franja invisible de electricidad que ya deja en aplicaciones industriales, desde el Guri y Macagua,1.000 millones de dólares. Modesta fracción de un corrientazo que promete una tajada más suculenta. Ante tales perspectivas, el alegato sobre los frágiles recodos que sustentan la vida en Guayana no puede ignorar la magnitud del empeño por alcanzar el desarrollo. Ningún sacrificio luce ominoso. Lo intuye por ejemplo Francisco Fermín, delegado sindical y primo del alcalde de Caracas, cuando discute las metas de producción emplazadas por la siderúrgica. A las 5:45 de la mañana, el horizonte se incendia. Abril reclama las lluvias, y un sol implacable, en medio de una quietud pasmosa, abochorna como nunca. Se hornea la in-

quina en las plantas y el desprecio por las refractarias envolturas de seguridad es más una tentación que un olvido calculado, la temeridad de los obreros cobra su alicuota de mutilaciones y muertes, acendrada además por una contínua presión que descarga en la empresa buena parte de los fatídicos resultados. La sujeción inevitable a los esquemas meritorios de promoción se arrellana en el ánimo de los obreros, que ven compensados con salarios de enganche, ingresos que devengan maestros y jóvenes profesionales. Pero esta generación de obreros reemplaza a una de pioneros, cuyos pergaminos iniciáticos de exploradores forzosamente se amalgaman en el propio parto de Ciudad Guayana; en todo, una ciudad modelo. San Félix y los contados bastiones obreros de Puerto Ordaz atestiguan casi con desdén que la cuota de habitantes infestados por una hipertensión crónica, toda clase de afecciones pulmonáres y unos cuantos agentes cancerígenos, conforman hoy un puñado de condenados, si el mal se compara con aquel que incubó el alumbramiento, a comienzos de los años 60. El impulso de la Corporación Venezolana de Guayana es en gran medida la única conexión que refrendó la democracia con los vastos programas de obras públicas erigidos por el régimen del general Marcos Pérez Jiménez. No sólo por la grandilocuencia monumental de sus propósitos, sino por el germen allí arraigado con la vieja acería Siemens Martin, preámbulo de esa inmensa colada llamada S idor. Como toda empresa predestinada, Macagua 1 —especie de laboratorio— pasará a la historia no ya por el cauce iniciático de lo que será la electrificación del río Caroní, sino por la gangosa promesa de un más allá, casi divino, profetizado por Rómulo Betancourt en 1963. Escalonado el río, pasaba furioso entre las estrechas paredes del cañón de Necuima, donde el santo y seña de una contratista ».

Exces0 Mayo 1990 61



estadounidense agilizó el vaciado de 8 millones de metros cúbicos de concreto. La primera cota de la Represa de Guri (215 metros) fraguó, como toda criatura, un ascenso lento que reclamó, 15 años después, una celebérrima inauguración a manos batientes de la Gran Venezuela. La descarga de las aguas enseñará un río al fin vencido por un prodigioso esfuerzo de conquista. Ese día, deslumbró la corriente deshecha sobre el aliviadero, como una explosión de llovizna, de fuegos artificales que sepultó sin embargo, las miserias, las pequeñas historias, de quienes ofrendaran sus vidas como tributo al gran monumento. Pero agregar los dos tercios de potencia eléctrica y convertir a Guri en un lago artificial 20 veces más grande que el lago de Valencia, toda esa proeza en tan sólo ocho años, convirtió la estructura en un cementerio para 84 personas: las bajas obreras que cobró la erección de la monumental contención del Caroní. La estructura metálica de 11.000 toneladas de acero por donde se desplazaba el material, escurría como un colador los restos

de los caídos sobre la mezcla de concreto. Entonces, si "encontrabas el cadáver en la morgue, tenías suerte", abrevia Victorino Amaya, un veterano de los primeros días de la doma del Caroní. La carrera contra el tiempo impuso la demoledora jornada que permutaban seis días de trabajo por tres de descanso. Fue también entonces cuando cayó más gente en la obra, gente exhausta que se desprendió de las torres, mientras el hormigueo de 17.000 personas proseguía en la contención de las aguas, en episodios nunca oficialmente reconocidos y de esporádica reseña en la prensa regional. Muchos no soportaron la insignificancia de sus cuerpos frente a las exigencias del Caroní. "Yo estuve tres días en el Guri, en las cuadrillas de albañiles, desde abajo me pareció que un chi-

no desafiaba el vértigo y pensé ... se va a caer, se va a caer y así pasó. Entonces, me fui de allí para no volver", recuerda Domingo Fernández. El tren eléctrico por donde se desplazaba el material atrapó a más de uno en la descarga que lo mantenía en movimiento, era el recorrido del diablo, porque para muchos Guri fue una pesadilla. or ejemplo, para Bela Borbely, un húngaro con estandartes en la frustrada sublevación nacional de 1956 en contra del ejército soviético y la dictadura estalinista, quien refrendó con un sacrificio involuntario, casi una inmolación, el curso de este empalme en el desarrollo nacional. Emigró para que finalmente su hoja de servicios le valiera la ciudadanía venezolana, al serle retribuida su parte en las obras que concluyeron en la construcción del puente sobre el lago de Maracaibo, primero, y en el de Angostura, sobre el río Orinoco, luego. El trance amargo comenzó para él un 18

P

de marzo de 1966. A muchos la imperceptible metamorfosis los venció en desgano claudicante, pero Bela Borbely se llenaba de paciencia en el interior de las barracas, a 160 kilómetros de Puerto Ordaz. El trayecto hasta el Guri —donde trabajaba— ganaba adeptos en arrojo imprudente de velocidad, siempre que se hacía de regreso. Encandilados por igual, unos por los tenues bombillos de colores alusivos al amor de compra-venta y otros aturdidos por el recuerdo familiar. Gente venida de los rincones más deprimidos del país, especialmente sucrenses, le hará contrapeso a una inmigración casi continental, promovida ocho años después. Pero aquel sábado de 1969, faltando 12 días para la década gloriosa, Borbely lo perdió todo en el camino de vuelta, a eso de las 4:30 de

la tarde. En su encierro diligente —rumia hoy su frustración en el ancianato de Macuto—, parece recordarlo todo con precisión relojera, pero a medida que reconstruye aquel infierno toma una pausa, ya sea para disipar el desconcierto de su abigarrada sintaxis o por propia exhalación. Recuerda el viaje en autobús, un volcamiento apresurado y la agonía de 18 compañeros, las quejas y una pregunta del chofer. "¿Cuántos muertos hay?". Caía la tarde, como a eso de las 7:30 de la noche, Borbely avistó el rescate, su cuerpo en dos mitades y una larga pesadilla en el Hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar. La fractura de las vértebras de su columna a la altura de la cadera lo condenó a un tratamiento de por vida y a un andar trabajoso. La sentencia era clara, Borbely necesita tratamiento de por vida, pero desde hace mucho le fue interrumpido. Desde hace 19 años, los telégrafos de Macuto envían el mismo mensaje a Miraflores, a pocos días de instalarse un nuevo huésped. Borbely implora justicia y exige una indemnización laboral. Alarma en

Palacio, pronta investigación prometen desde Rafael Caldera hasta Jaime Lusinchi. El presidente Pérez, en cambio, le sugiere que acuda a los tribunales. Entre tantas elusiones, en los recaudos de una memoria fiel surge el nombre de un testigo, Martín el trinitario. n esa antesala a San Félix llamada Castillito, los comercios que se arruman a ambos lados de la vía —talleres metalmecánicos, pensiones de mala muerte y ferreterías— conforman un mercado estrictamente laboral, pero es el desorden urbano el que certifica la presencia de una remozada chabola. El recorrido de un brochazo amarillo en forma de rectángulo (11.-

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y el contenido del mensaje sobre una pared sin frisar como único aviso, confirman la existencia del Hotel Montecarlo. Los adolescentes hacen memoria, pero no logran descifrar al personaje. "Cierto, Martín vivió por aquí, pero hace mucho tiempo que se fue para Unare", recuerda un hombre de mediana edad. A veces, Caracas descarga en silencio el remanente de un éxodo silencioso, que a no ser por su mezquindad topográfica la haría crecer de noche, como SAO Paulo. En el reparto de sus damnificados, no hay ciudad importante del interior que no haya absorbido una cuota de sacrificio. Unare es una réplica reducida del 23 de Enero, una afrenta capitalina en Puerto Ordaz. En una de sus veredas, en el interior de una vivienda colorada como el mar, Martín Bidú sabanea el calor sobre una silla metálica. —¿Usted conoce a Bela Borbely? —pregunta, más curioso que sorprendido. —Sí, yo trabajé con él, pero lo que le voy a decir ya lo sabe la PTJ. Ya les dije todo. Yo sufrí

un accidente en Guri, pero fue el ocho de diciembre. —¿De qué año? —No lo recuerdo, pero mi mujer estaba esperando a uno de mis hijos, al que tiene 20 años. Un montón de grúas, muchas de ellas sobre orugas, erigían de a poco el monolito que soporta la presión de 135.000 millones de metros cúbicos de agua. Martín Bidú elude el tema de Borbely pero no deja de evocar la zozobra constante de los constructores pioneros del Guri; Bidú fue por cuatro años uno de los señalizadores de la obra. Todavía gesticula, como si tuviera entre sus manos un walkie-talkie y guiara las cargas. "Yo ganaba 29 bolívares, y le puedo decir que entonces me podía comprar un pantalón de casimir". Recuerda la muerte de un compañero que cayó en una hondonada de concreto. El cuerpo insertado en las cabillas, como lanzas. Y la de un italiano que resbaló a tres metros de una turbina ya soldada, "se partió el cuello".

A él mismo el tallo molido de un algarrobo, a manera de cataplasma, le soldó los huesos del coxis. Bidú se toca la cadera, gira el torso para refrendar la cura homeopática de su cuerpo. Niega el origen trinitario y reclama un abolengo francés incrustado en Güiria. "Mi apellido es con v corta, pero en época de Pérez Jiménez, me cambiaron el nombre. Tres Vidú llegaron de Francia y lucharon junto al general Bermúdez".


Convertidos en fuerza de choque en momentos en que la industria de la construcción se recalienta, los contingentes obreros siguen el patrón estacional y se dispersan al concluir las obras. La noción de camaradería y aún de la gente conocida aparece como fragmentos borrosos. Siguiendo las claves azarosas de una inestabilidad crónica, lo más que perdura como apelativo en las zonas de trabajo es el apodo, el mote. Victoriano Amaya, no acierta de inmediato, aunque arriesga una pista sobre los pasos de Capa tigre. Así llamaban sus compañeros a José Rivas, derrumbado por el cáncer hace dos meses.

La estructura metálica de 11000 toneladas de acero escurría como un colador los restos de los caídos sobre la mezcla de concreto.

Un monolito donde todo tamaño de vida pierde perspectiva.

Aún en los tiempos en que capitaneó el remolcador San Carlos entre las márgenes del Caroní en plena desembocadura, como una ruta predestinada del puente que ayudó a construir. "Cuando los contratistas norteamericanos compraron el San Carlos, se llevaron a mi marido", recuerda su viuda. En las cercanías del cañón que hizo de embudo, un musiú llamado Kimball, cayó al río montado sobre un tractor, "rumbo al aliviadero, donde las piedras caían y saltaban al otro lado, vencidas por la corriente, como los venaditos que ahí mismo desaparecían; allá iba Kimball cuando Rivas lo sacó por un hombro", eso es lo que contaba el hombre.

Amaya conocía el valor de poder contar con un papel rubricado por un norteamericano, "enganchabas ahí mismo. Esa gente es muy solidaria". Nada podía superar aquella recomendación como soldador de valía, como "obrero especializado" y si pocos disfrutaban de semejante prestigio, Rivas subía un escalón cuando enseñaba la tarjeta, donde Kimball le agradecía sus días en este mundo desde que lo salvara en las aguas del Caroní. "¿Eso fue cuando mataron a Kennedy?", arriesga el soldador, pero se corrige. "No. Eso fue cuando estuvo de visita el presidente Eduardo Frei, de Chile". En el trance que ilumina a Venezuela con la energía más barata y menos contaminante, no faltó el paciente que puso a prueba a los médicos del Hospital Ruiz y Paéz de Ciudad Bolívar. Entre el personal médico aún ronda con visos de hazaña el caso de aquel hombre atravesado por una cabilla en Guri, que horadó su cuerpo desde el glúteo hasta el hombro derecho, le perforó el hígado, pero no lo desprendió del todo. Lo demás fue cirugía de marca mayor. Un corto trayecto por la vía de Castillito, fatiga el corazón de Victorino Amaya. "O me cuido o muero de un infarto", confiesa con una sonrisa ingenua. A eso de las nueve de la noche, los obreros continúan agolpados en la flotilla de microbuses más moderna de Venezuela. En la caravana de la muerte como conocen los lugareños el rosario de vehículos que recorre la autopista al término de cada turno— van unos de regreso a casa y otros para la tanda de madrugada, a fin de cubrir a plenitud la enorme capacidad que ha convertido a Ciudad Guayana en la capital de los metales. CM) —

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CUANDO Del buen salvaje al buen revolucionario: el capitรกn Bravo de la Sierra Maestra ante la Torre Eiffel en 1959.


TODOS GU STABAN DE

FB sta señora es dinamita. Pequeña y de una elegancia discreta, Janine Verdes-Leroux tiene el inofensivo aspecto de una de esas damas que cada tarde engullen hojaldres y té en el exclusivo Angelina de la parisina Rue de Rivoli. Pero no hay que equivocarse con ella. Janine es más bien lo que podríamos llamar un ratón de bibliotecas. Archivos y cualquier escondrijo que guarde una pizca de memoria e historia son su hogar. Es seria, rigurosa y testaruda a la hora de localizar hasta el mínimo documento que sirva a su investigación. Y ese ha sido el detonante que escandalosamente ha echado abajo el ya tambaleante andamio de los mitos intelectuales franceses. Lo que siempre ha despertado la pasión profesional de esta historiadora es el examen exhaustivo de ciertos aspectos de la relación

En 1959, la revolución cubana fue recibida con euforia en París. Pero la luna de miel duraría una década, lo que tardó en extinguirse la moda castrista entre los intelectuales europeos que, con Sartre y Beauvoir a la cabeza, habían bailado el son de La Habana. Un iconoclasta libro de reciente aparición pormenoriza malentendidos, subterfugios y mentiras de entonces. Gustavo Morales, desde París

entre los intelectuales franceses, y europeos en general, con respecto a las ideologías dominantes. Entre 1983 y 1987 publicó dos gruesos volúmenes titulados Al servicio del partido: El Partido Comunista, los intelectuales y la cultura. La obra estudia las razones que a muchos llevaron a maquillar sus verdaderas opiniones, a fin de no contradecir la línea oficial del PCF. Pero la señora Verdes-Leroux, que no parece disponer de tesoros de ternura respecto a los intelectuales comprometidos, acaba de sacar otro libro a la luz pública, de esos que explotan en la cara: "Yo había trabajado sobre el tema de los intelectuales comunistas y mi tendencia fue darle una gran importancia al papel de la organización del partido que conducía a ciertos intelectuales a producir obras que iban contra sus convicciones y que posteriormente desaprobaban. Con este nuevo

libro, mi interés fue determinar si un grupo de intelectuales de extrema izquierda pero sin ningún compromiso partidista, libres e independientes, reproducían en sus iniciativas políticas comportamientos similares". Vaya si lo comprobó. Ahora arremete contra la operática solidaridad con la revolución cubana en su nueva obra, La luna y el caudillo. En casi 600 páginas relata la historia de Cuba, de su revolución, y de la fascinación que ésta ejerció, de 1959 a 1971, entre escritores y periodistas galos, hispanos y de otras nacionalidades europeas. El título del libro, editado por Gallimard en su colección L' Arpenteur, está tomado de una frase que Fidel Castro le dijera en 1960 a Jean Paul Sartre: "Todos los hombres tienen derecho a lo que solicitan, y si piden la luna, hay que dárselas porque significa que la necesitan".

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a metáfora selenita, sin ser inédita, con un casi imperceptible baño de ironía activaba la emulsión donde habría de retratar la intelectualidad europea uno de sus más teatrales y persistentes gestos. Como se recuerda en un parlamento de una película del australiano Peter Weir, agua de luna se llama en Indonesia a las utopías, a los anhelos más inaccesibles. A fines de los 50, ¿qué esperaban de la luna los pensadores del viejo continente? Pues poco menos que un consuelo, explica Verdes-Leroux. No hacía mucho desde que Jruschev, con la cándida voluntad que sólo un precursor de la perestroika podía exhibir, había denunciado las atrocidades del recién concluido período estalinista. Sus revelaciones tiñeron de sangre, fuera de toda controversia, esa suerte de edén koljosiano que aún entonces era la Unión Soviética para la izquierda europea. Muchos de esos pensadores perdieron así su brújula ideológica y amenazaban con encallar en los arrecifes de la decepción. China, una probable alternativa, aún no rompía con Moscú. Pero entonces, providencialmente, en lo que desde Europa lucía como una vasalla república bananera, estalló una revolución no estalinista. Parecía un movimiento espontáneo, impoluto, casi endógeno. En efecto, repetidos antecedentes de explosiones nacionalistas y una fuerte propensión al populismo hacían verosímil la hipótesis de un giro a la izquierda en Cuba. Sin embargo, muchas luminarias de la intelligentzia europea desconocían el escabroso tránsito de la República de Cuba, desde su tardía independencia hasta su avenimiento como estación de veraneo y lupanar de sus vecinos del norte; simplemente, de plácemes acogieron la noticia del triunfo de un movimiento armado en una isla del Caribe y en nombre del antimperialismo. Cuando los barbudos de la Siena Maestra finalmente corrieron a Batista gratificaron, sin proponérselo, la yanquifobia que alimentaba a la generación de intelectuales europeos de la inmediata posguerra. Simultáneamente, prendían el fuego lento que poco a poco coció la leyenda dorada de la revolución cubana. "Esos intelectuales no conocían en lo absoluto la historia de Cuba", dice Verdes-Leroux en su apartamento de París. "Creyeron todo lo que se les contó.

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Janine Verdes-Leroux, la matagigantes.

Les contaron que Cuba antes de la revolución era un país sumido en el subdesarrollo, en la miseria, en el atraso, y todo lo positivo que veían en ese país creían que se había producido solamente a partir de 1959".

Si la explicación del jolgorio revolucionario de entonces se halla en las miasmas de la sicología colectiva, es cuestión que otro especialista, no la Verdes-Leroux, habrá de hurgar. La historiadora francesa, en cambio, sí exprime el anecdotario que forjaron los intelectuales europeos en sus peregrinaciones a Cuba, plenas del ingenuo fervor que reinaba en esos tours de la tricontinental. "Partí con gran entusiasmo", confesaba S imone de Beauvoir al retornar en una ocasión de Cuba, "y lo que he visto en 15 días me hace más entusiasta aún". Los intelectuales de la izquierda no partidista encontraban en el mar de las Antillas un objeto de amor platónico, y del embelesamiento consecuente, los más desternillantes episodios se recogen en la minuciosa reconstrucción de aquel período que en La luna y el caudillo se hace. El propio Sartre (quizás el más entusiasta profeta de la buena nueva revolucionaria), conmovido, encuentra que durante su recorrido por la provincia cubana, a comienzos de los 60, los campesinos saltan desde sus bohíos para aclamarles: "Jean Paul, Jean Paul...Simone, Simone...". Halagado, ni si-

Desde los bohíos los aclamaban: Vean pensar si acaso esos campesinos cubanos quiera repara en la duda de si esos semiletrados parceleros habían alguna vez hojeado La náusea o La invitada. Pero es que la lisonja era como el desayuno continental de las giras. Nada menos que Fidel Castro, comandante de la revolución, era el guía en esos programas. Por supuesto, el diario contacto con el poder hacía ver como que cualquier sugerencia de los intelectuales visitantes podía traducirse en una ordenanza ejecutiva. De hecho, Juan Goytisolo, en sus memorias publicadas hace dos años, asegura que Castro prestaba atención a cuanto decían los intelectuales europeos. "Pero esos intelectuales", juzga ahora Verdes-Leroux, "en ningún momento se plantean la única pregunta realmente importante, por lo menos, la única que

Sartre: la nada se endulzó en Cuba.

se debería hacer un intelectual de izquierda: ¿Escuchaba Castro al pueblo cubano? Aparentemente su única preocupación era saber si Castro tomaba en cuenta la opinión de los intelectuales venidos de otras tierras. Es evi-


dente que se daban una importancia excesiva. Sartre orgulloso contaba, por ejemplo: «Castro me pidió que le enviara técnicos», como si la tarea de un filósofo fuera enviar personal técnico al otro lado del planeta". A mano alzada, las opiniones de Sartre, Beauvoir y sus enfervorizados colegas trazaron un bosquejo de paraíso tropical que luego medios como Le Monde y Le Nouvel Observateur contribuyeron a fijar en el imaginario europeo. La miríada bibliográfica (i,hagiográfica?) sobre Cuba que las editoriales entonces arrojaron al mercado, no era más que la sucesión de versiones apócrifas que de las mismas anécdotas se repetían unos a otros. Un caso ilustraría perfectamente hasta qué punto se llegó en esta dirección: Cuando muere Ernesto Che Guevara en Bolivia, el obituario de Le Figaro, tenido por todos como el vocero por excelencia de la derecha burguesa, no mostraba muchas diferencias respecto a las notas publicadas en los periódicos de izquierda. En esta homogeneización, cierto amedrentamiento intelectual hizo las veces de horno: "Se logró imponer ese único punto de vista como una verdad de

tal peso, que aquellos que estaban en desacuerdo o simplemente no creían, preferían callar por temor a ser calificados de reaccionarios insoportables", devela la historiadora iconoclasta el sutil mecanismo de inhibición de la conciencia. "Si analizamos los libros y publicaciones de la época se comprueba que hay una voz única y unánime y, junto a ella, un gran silencio. La acción de Sartre, Beauvoir, y de los grandes diarios como Le Monde, fue determinante y de largo alcance, pues aún en la actualidad hay amplios sectores de la sociedad francesa y de Europa en general que continúan fieles a ese punto de vista". as indagaciones de Verdes-Leroux hieren a la intelectualidad europea, pero no con la imprevisible expansión de una bomba fragmentaria, sino con una precisión quirúrgica. La diana no recae sobre el ya zarandeado dueto de Sartre y Beauvoir, ni siquiera sobre las ortodoxias de la izquierda. El prestigio de los círculos intelectuales es la principal baja. En po- Do w.-

Paul...Simone!", pero a Sartre no se le ocurrió habían siquiera hojeado La náusea o La invitada.

LO QUE YA SE SABIA En retrospectiva siempre será fácil encontrar un destello premonitorio en casi cualquier cita del pasado. De cualquier manera, sorprende detectar en los anales de la intelectualidad europea frases de pensadores que —a contramano de sus colegas que, como los retratados por Janíne Verdes-Leroux, sucumbieron ante las mieles de la moda y la obviedad—, desde la derecha (Gobineau y Michelet, Koestler y Céline) y la izquierda (qué decir de Mande!, Bahro o del mismo Trotsky), describieron el curso futuro del socialismo y de su laboratorio soviético con tan profética precisión que, a su luz, los dramáticos sucesos de 1989 en Europa Oriental muestran una resonancia de déja vú.

Louls—Ferdlnand Celine, en 1937: "El comunismo materialista es la materia ante todo y cuando se trata de materia no es nunca el mejor el que triunfa, es siempre el más cínico, el más astuto, el más brutal. ¡Mirad, si no, en esa URSS, cómo el billete se ha rehabilitado rápido! ¡Cómo el dinero ha readquirido inmediatamente toda su tiranía! ¡Y todavía al cubo! ¡Con tal de que se lo adule, Pueblo endosa todo, lo traga todo! ¡Se ha vuelto allá repugnante de presunción, de suficiencia, a medida que se lo hacía descender más profundamente en la escoria, que lo aislaba más!"

Rudolf Bahro, en 1977: "El

po-

tencial social que se liberó en 1968 (en

Checoslovaquia) y que fue de nuevo encerrado por la violencia en la vieja camisa de fuerza sigue estando ahí y va a continuar rebelándose...contra una sobrestructura inadecuada, hasta que un da el anacronismo de este sistema se acabe históricamente también en la Unión Soviética Entonces le seguirá también allí a la media reforma de Jrushov una reforma popular más radical que no sólo readaptará las estructuras políticas

dominantes, sino que las transformará en cuanto a su sustancia social".

Oscar Mide, en 1895: "El Socialismo, el Comunismo, o como uno escoja Si condujo a las masas, ¿por qué no conducir las giras de los turistas-intelectuales?

llamarlo, al convertir la propiedad privar:~


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da en riqueza pública, y sustituir la competencia por la cooperación, restaurará a la sociedad su cabal condición de organismo sano, y asegurará el bienestar material de cada miembro de la comunidad. De hecho, dará a la Vida sus bases adecuadas y adecuado entorno. Pero para el completo desarrollo de la Vida hasta su más elevado modo de perfección, se necesita algo más. lo que se necesita es el Individualismo. Si el socialismo es autoritario; si llegaran a haber gobiernos dotados de poder económico como hoy los hay dotados de poder político; si, en una palabra, vamos a tener Tiranías Industriales, entonces el último estado del hombre será peor que el primero".

Juks Michelet, sobre el alma rusa, en 1863: "la vida rusa es el comunismo...Al ruso le falta el atributo esencial al ser humano: la facultad de discernir entre el bien y el mal. Un hombre falto de esta capacidad flota en

El cotilleo existencialista de Sartre y Beauvoir llenaba el despacho ministerial lel Ché Guevara.

una especie de caos cósmico en espera de su propia creación. El ruso es tierno, alegre, caritativo y fraternal, pero es incapaz de sinceridad e ignorante de lo que se puede hacer y lo que no. los rusos mienten inocentemente, roban inocentemente, matan inocentemente. Rusia es el cólera...Sólo dos potencias han sabido manejar con tanta inteligencia la mecánica de la mentira: los rusos y los ¡osunas".

George Orwell, hablando de Arthur Koestler, en 1944: "la Revolución Rusa, el acontecimiento fundamental en la vida de Koestler, empezó con elevadas esperanzas. Ya olvidamos estas cosas, pero hace un cuarto de siglo se esperaba confiadamente que la Revolución Rusa llevaría a Utopía. Es evidente que ello no ha sucedido. Koestler es demasiado perspicaz para no verlo, y demasiado sensible par ng f9Tflelf oI 01911Y9 9figlrlginiP9 ahí saca su conclusión: a esto llevan las revoluciones. Y entonces no queda más remedio que ser pesimista de corto plazo...y esperar que de algún modo las cosas serán mejores dentro de 100 años".

COD

cas palabras, lo que queda en claro es la inconsistencia política de tales sectores, los mismos que un día pueden asumir la causa de los boat people para al día siguiente abandonarla y pasar a militar, con idéntico entusiasmo, en la corriente de la ecología o la denuncia de la masacre de Tiananmen. En este sentido, la implacable autora particulariza con los franceses: "Los franceses no se conciben como un pueblo más de los que habitan el planeta; esto, lógicamente, se ha reflejado en nuestros intelectuales que se creen ciudadanos de un país especial: basta observar la manera como se celebró la Revolución, los Derechos del Hombre. Pero además, los intelectuales franceses creen que tienen una misión que cumplir, se creen depositarios de una especie de mensaje. Durante mucho tiempo ese mensaje que debían transmitir era la Revolución. Entonces, acudían a gran velocidad donde quiera que hubiese pueblos en lucha, bendecían las revoluciones, se emocionaban, lo aprobaban to-

tuales franceses el hecho de ver un grupo de países que entra en un sistema capitalista, no suscita la misma emoción que el estallido de una revolución. Pero es evidente que la pasión y la moda explican muchas de las actitudes de los intelectuales". Cuba fue una moda sembrada de palmeras. Quizás una moda inusualmente prolongada: casi tres lustros. El hito final de ese wishful thinking nutrido desde los más reconditos anhelos de la clase pensante europea fue, sin duda, la defenestración de Heberto Padilla. Padilla, un poeta cubano amigo de muchos de esos intelectuales, que había visitado las dos bandas del telón de acero repetidas veces, repentinamente fue encarcelado por el régimen de Castro en 1971. El reclamo de un gran grupo de intelectuales europeos provoca la publicación en La Habana de una declaración autocrítica de Padilla. Pero ya la decepción maculaba las hasta entonces vírgenes esperanzas de los creadores del

do con una extraordinaria ausencia de sentido crítico. Ahora, la atención mundial se ha desplazado al Este de Europa y es hacia allí donde ya se precipitan, aunque no con el mismo entusiasmo, pues entre los intelec-

otro lado del Atlántico. Pero esa decepción nunca se tradujo en una clara abjuración. "En realidad los intelectuales van a dejar progresivamente de interesarse en el proceso cubano. Nunca expresarán lo que no les


gusta o lo que creen que no funciona en la isla. Jamás van a negar o a contradecir lo que habían dicho y escrito durante años. Ya habían dicho que la revolución cubana era una magnífica experiencia, la gente los había escuchado, y de pronto sienten que aquello ya no es lo que creían. Dirigen su atención hacia otros asuntos. Pero en ningún momento se producirán los libros, los análisis, las críticas donde se explique el por qué de la nueva actitud hacia Cuba. Estaban realmente desencantados. Incluso S imone de Beauvoir cuenta en su diario que desde hacía tiempo Sartre no se hacía ilusiones con respecto al régimen cubano. Pero esto jamás Sartre lo dijo públicamente. La mejor prueba de que para los intelectuales europeos Cuba había sido una moda que nunca implicó un interés real en el destino de aquel pueblo, fue la rapidez con que olvidaron un país que tanto les había entusiasmado".

Para infortunio de Castro, por suerte para los dolidos corazones de los intelectuales europeos, el desengaño paulatino coincidió con los sucesos de la Revolución Cultural de China y la resaca de mayo del 68: había nuevos campos para la inversión revolucionaria y el capital afectivo emprendió la fuga. Pero para Janine Verdes-Leroux esta estampida de arrepentidos no hizo más que subrayar la sorprendente ligereza con la que los intelectuales del primer mundo abrazan las más disímiles causas, sin contricción mediante: "Lo que les interesa en realidad es la suerte de un grupo de privilegiados. Por ejemplo, yo expongo en mi libro la manera como Castro destruyó en 1959 el movimiento sindical obrero y lo sustituyó por otro tipo de sindicalismo. Eso no llamó la atención de aquellos intelectuales que en Europa nos hablaban todo el tiempo de la clase obrera. Pero de pronto se produce la detención de Heberto Padilla, un escritor que sus colegas europeos conocían bien. Esto los llena de inquietud e indignación, y como la respuesta de Castro está muy lejos de darles satisfacción, los intelectuales rompen con el régimen cubano y utilizan los términos de asco y de vergüenza. Pero el propio hecho de que a último momento agregan a su texto un párrafo donde afirman que la reacción habría sido la misma si el afectado hubiese sido un campesino o un obrero, demuestra que la solidaridad es ante todo entre intelectuales. De hecho, estos escritores y periodistas piensan que su rol debe ser el de una suerte de consejeros de los dirigentes revolucionarios que conducen el movimiento desde las alturas del poder. Es la concepción de una élite revolucionaria, guiada por los consejos de un puñado de intelectuales, que decide transformar, desde arriba, la sociedad". Líbranos Señor. Deow-

Calle California Las Mercedes

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PABELL UN ATENTADO FELIZ Nunca una bomba tuvo tan ufanas y cantarinas consecuencias como la que estalló hace dos años en las oficinas de la revista parisina Globe. Hasta entonces el mensuario se movía entre un círculo de iniciados de la izquierda de caviar. Con el atentado, atribuido a un grupo neofacista, vino el reguero de la fama. Con la fama, el despegue del tiraje y la circulación. Branché se dice en francés, in en inglés: Globe se ha convertido en la revista del momento, mordiéndole los talones, por lo menos en lo que a París se refiere, a nuestros amigos de Actuel. El tono de Globe lo sintetizan, quizás, dos de sus colaboradores más conspicuos: FranOse Sagan y Bernard Henri-Levy. Las finanzas las lleva Pierre Bergé, director de Yves Saint Laurent, líder entre los industriales de izquierda (rara avis que abunda en Francia). La silla del editor la ocupa a los 32 años GeorgesMarc Benamou. El delicado bisturí de la jefatura de redacción, por fin, lo empuña un joven veterano: Brice Couturier. Con la certeza del más hábil corredor bursátil, Couturier sabe colocar la mira en los valores ascendentes de la actualidad (su gráfica columna de lo in y lo out está ahí, acechando al lector, en las priGeorges-Marc Benamou meras páginas de la revista). La receta de Globe estriba, quizás, en un malabarismo digno del primer mundo: barajear la frivolidad con la inteligencia, aún cuando esta traspase las fronteras del hermetismo y la tragedia. Hacer cohabitar las imposibles confesiones póstumas de Beckett con las argucias del levante, los consejos para llegar al arte por menos de 10.000 francos con la crónica retrospectiva de los trágicos días del colaboracionismo francés refugiado en Sigmarinen. El balón de Globe pareciera, así, haber hecho gol en la sensibilidad de la década que comienza. B.F.

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MORERA, ALL THAT JAZZ Enzo Morera es un prodigio de continuidad en un medio cuya patente es la obsolescencia. Naturalizado venezolano desde hace tres lustros, llegado al país en 1958, se ha mantenido con éxito en el show bussines desde la época del Pasapoga y Lola Beltrán hasta los embates de la música urbana. Su más reciente encargo representó lo mismo que —como él lo describe— 'simplemente ayudar a un amigo': produjo el reciente Festival de San Remo, realizado de febrero a marzo en el Pala Fiori italiano. Así le echó una mano a su amigo y paisano Adriano Aragozzini, presidente del evento que este año contó con Rod Stewart, Liza Minelli y Tina Turner como invitados. Morera lidió con esas estrellas como ya lo había hecho mucho antes con Nella Colombo, Paul Anka, Charles Aznavour, Stevie Wonder, Ray Charles y Tom Jones, quienes se mostraron en escenarios venezolanos por nada más que no fueran las iniciativas del empresario. Hará una eternidad de esto, cuando aquellas luminarias alcanzaban só zénit artístico y Enzo Morera era el scout itinerante de Renny Ottolina. 17 años como productor de Renny Presenta; sin duda, su más resplandeciente blasón. 'Renny me pedía seis artistas extranjeros y 12 venezolanos al mes con un presupuesto de 90 mil bolívares. Entonces, el mejor también tenía que ser el más rápido tomando un avión". Oficio plagado de trasnochos, carreras al aeropuerto, trabajo a deshoras y fracasos notorios: como cuando The Temptations sólo atrajeron a 1.500 personas en tres días a El Poliedro, o la vez que el grupo Queen cobró por cinco espectáculos y realizó apenas tres. Un ritmo de vida que le costó dos divorcios y un cáncer operado en Houston en 1980. Ahora divide su tiempo entre su empresa exportadora de alimentos y la avioneta que maneja desde 1972. 'Enterré a muchos amigos por alcoholismo o infartos. Creo que sobreviví porque jamás bebo. Una copa basta para marearme". G.J.

MANAGER INSURGENTE Quien lo haya visto regatear con aplomo gerencial un contrato para sus representados, Katherine Fullop y Fernando, su propio hijo, no podría sospechar que Neri Carrillo se ufana de ser "un aventurero". Y tiene por qué decirlo. Aún adolescente, partió a Colombia donde, en el pueblo fronterizo de (piales, conoció a una troupe de luchadores libres con los que recorrió Ecuador y se presentó dos meses en la Plaza Arenas de Quito bajo el seudónimo de Kid Landini. Ya en Venezuela, se dedicó a su rol de contabilista en varios bancos y empresas, "pero no arJanté la monotonía y lo dejé todo". Neri se convirtió entonces en vendedor ambulante de vibradores de masaje facial, oficio que alternó con el de locutor en el programa Cada minuto una estrella en Radio Libertador y dirigente clandestino de la Juventud Comunista. Betancourt en el poder y Neri Carrillo que ingresa a las guerrilleras Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, hasta su captura en 1967. Le aguardaban seis años de prisión. "Jamás acepté la pacificación, pero como era un prisionero incómodo al final salí libre en el 73". Peldaño precedente a un exilio en Londres junto a su familia. "Dicen que viví allí con lo que robé en bancos", se sorprende, "cuando mi presupuesto eran 300 libras que me enviaban de Caracas". El reencuentro con Venezuela, en 1980, lo depositó en Calabozo, la población llanera. "Alquilaba tractores" dice Carrillo. Hasta abril de 1988 cuando asume el management de los muchachos (Fernando y Manuel) y de Katherine Fullop. "Les conseguí uno de los mejores contratos de la TV y no pararé hasta verlos en Hollywood".G.J.

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UN FANTASMA RECORRE CARACAS Y es que cuando ya no quede rastro del autor de El Capital, cuando todas las estatuas de Carlos Marx sean derribadas y convertidos en ceniza sus retratos, permanecerá la imagen rediviva en un venezolano y reproducida por el celuloide. Alvaro Romero no tiene nada de prusiano, menos de judío. Los escarceos comunistas propios de cualquier alumno ucevista en el umbral de los 70 apenas alcanzaron a rozarlo. Sólo que este gordo barbudo y carismático, de aspecto entre bonachón y pícaro, luce un parecido ostensible —además cultivado— con el viejo Marx, y es más conocido por su compromiso con el arte de Groucho y la publicidad, que por su profesión de arquitecto. Ha sido tratante de blancas en Emannuelle 6, narcotraficante en Homicidio culposo,

amén de

DRAGON DE PAPEL

muchos otros desempeños en pantallas grandes y chicas. La paradoja es que siempre le caen los papeles espúreos, y tal como están las cosas, la esperanza de hacer el rol de predicador, utopista, o ideólogo de la revolución perdida, parece cada vez más remota. V.M.

Shaw Lan Wang, la gran dama de la prensa china, reúne en un solo bloque a la periodista veterana, a la ejecutiva de éxito y a la señora desinhibida. El doble exotismo del afeite europeo y la determinación e independencia de la mujer de negocios, en su irrenunciable figura oriental, la distinguen cuando se pasea por el mundanal ruido de París, San Francisco o Nueva York. No es gratuito: Shaw Lan Wang ocupa una importante butaca en el directorio del United Daily News Group de Taiwan. La empresa, que el patriarca de la familia fundó 42 años atrás en Tai Pei con un pequeño periódico: Ming Zú, es el consorcio informativo chino más importante del mundo. Además del United Daily News (1.300.000 ejemplares diarios), Economic Daily News (350.000 ejemplares), el deportivo Minshen Daily (500.000 ejemplares) y el United Evening News (600.000 ejemplares), numerosas revistas que circulan también en Hong Kong, una editorial que publica 300 títulos al año y una productora de televisión, el conglomerado posee periódicos en Los Angeles, San Francisco, Nueva York, Toronto, Hawaii y París, y un canal de TV en los Estados Unidos. Sin embargo, habiendo debutado como reportera, la fragua administrativa no ha alcanzado a distanciada del todo de la faena periodística. Veterana corresponsal en Ginebra, cuando viaja en la actualidad va cosechando por reflejo adquirido la crónica, la exclusiva y la primicia, cámara, grabador y libreta en mano. El bautizo de la Diosa de la democracia en La RocheIle, que ella misma regó de champagne, y los preparativos logísticos de las Olimpíadas de Barcelona fueron dos de sus últimos tubazos desde Europa. B.A.F.

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EL OCIO ES SU NEGOCIO Se ha calculado que a un jubilado le esperan aproximadamente 30 años de vida sin trabajo, es decir, unas 40.000 horas de ocio. Pero por otro lado se tiene conocimiento de un síndrome, tanto o más grave y mucho más cruel que el producido por exceso de trabajo: el sindrome del jubilado. A ese animal de paradojas que es el hombre le aterra sentirse inútil de la noche a la mañana; le produce náusea el ocio y miedo la libertad; le provoca vértigo el sentirse dueño y señor del tiempo que tanto anheló cuando se hallaba preso detrás de un escritorio. Un ser infeliz en la mayoría de los casos. Que no es propiamente el caso de Eleazar Márquez Fericelli, un profesional en pleno ejercicio, cargado de proyectos y con un manojo de hallazgos y realizaciones en un campo bien particular, por demás virgen en el país: la planificación del tiempo libre. Su formación como psicólogo, sus investigaciones, pero sobre todo su experiencia de 20 años en asesoría, consulta y adiestramiento en el area de recursos humanos, convergen en lo que se denomina una Socioterapia del ocio, un corpus de reflexiones, un método, unos criterios, una consulta, un libro sui generis que ya circula por ahí: Vivir más y mejor en la jubilación. Todo ello en el horizonte de la realidad del jubilado venezolano y de nuestra propia idiosincracia, y que desde luego aplica Márquez en los talleres —Sadaca, así se llama su empresa sita en La Florida— para personas de la tercera edad, jubilados y trabajadores que se preparan para la jubilación. V.M.

TODO A PULMON Una estrella del rock en Perú luce tan improbable como un merengazo en Valonia. Pero Miki González volvió a Urna desde la escuela de música de Berklee para rebatir la creencia, más con su talento y extravagancia innatos que con un empeño predeterminado. Amigo de Charly García y Andrés Calamaro, productor de varios grupos del underground limeño, apenas treintañero, Miki es el patriarca del rock peruano. El título conlleva responsabilidades, sobre todo porque en el Perú la industria disquera es una entelequia: no edita discos, sino cassettes, muchos de ellos encargados a manufactureras en Colombia. Pero en ese agreste mercado Miki González se las ha arreglado para contar ya con tres elepés en su haber. El último, Nunca les creí, matrizado en Buenos Aires, compendia en una atractiva fórmul las tendencias que han mar cado su música, desde el blues hasta el dark rock, pasando por la nueva trova, pero siempre con un acentuado matiz afrolafino, pues no en balde lleva Miki 10 años indagando en la música negra peruana. Dos de sus grandes éxitos, Lob y Vamos a Tocachi (crónica de una gira por esa región, reducto del narcotráfico), llevan esa impronta. Así, siempre a pulmón, Miki ha forjado un estrellato rock autóctono, como lo hiciera con su videoclip Un poquito de cariño, destacado hace dos años

por M1V como uno de los mejores de la temporada. Ahora Miki busca romper el cerco de la marginalidad, apuntando a los mercados de Colombia, México y Venezuela, país al que b vinculan un par de resonancias del pasado: los meses que, de niño, vivió en el edificio La Hacienda de Las Mercedes, y un lejano affaire con Melissa Griffith, cuando

aún la rubia peruanita no admitía que algún día habría de proclamarse, en clara usurpación, como la Reina del rock venezolano. E.S.

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AL TAMBOR

OÍD

Fonseca entrevistado in fraganti

La probable restitución de la nobleza europea oriental, que EXCESO ya comentara en su oportunidad, adquiere en la agonizante República Democrática Alemana un cierto matiz de barata. Mientras más y más ciudadanos de Alemania Occidental cruzan la permeable frontera citando como motivo del viaje "examinar antiguas propiedades", un tropel de aristócratas desplazados hace inventario de lo que alguna vez fueran bienes solariegos. Maria Emannuei Markgraf zu Melasen, duque de Sajonia, anunció a la revista Bunte que reclamaría en el Este "mis palados, casas urbanas y un hotel". El alboroto de

4,

los funkers alcanzó el paroxismo cuando el príncipe Michael von SaciasenWeimar dilo que desea residir en la antigua fortaleza de Wartburg, cerca de Weimar, que durante los últimos 30 anos ha sido una de las principales atracciones turísticas de la RDA. Para respaldar la petición, el príncipe mostró centenarios recaudos que documentan el derecho a perpetuidad de su familia a habitar en el castillo. •

Junto al muro de Berlín cayó otro viejo estigma: el hermetismo de Rubem Fonse-

ca, el celebrado escritor brasileño. Tras varios años de renuencia ante las entrevistas, sus declaraciones a la TV, el tubazo del año, fueron sin embargo obra de la casualidad. Un periodista de la red TV Manchete, destacado para cubrir los sucesos de la antigua capital del Reich, descubrió entre el tumulto que se agolpaba en la puerta de Brandeburgo a un brasileño, a quien entrevistó para recoger sus impresiones sobre el histórico evento. Poco después, en Sirio Paulo, mientras editaban el material enviado por el corresponsal desde Berlín, se dieron cuenta de que el anónimo declarante era nada menos que Rubem Fonseca. Entre tanto, para coronar su exposición pública, el cineasta Walter Salles continúa el rodaje de la versión fílmica de la obra fundamental de Fonseca, El

gran arte. •

Si la

ejecución del general Arnaldo Ochoa habrá de ser por mucho más tiempo pasto de elucubraciones, lo cierto es

La ganga comenzó junto al muro de Berlín

que el antecedente más preciso de su inquina con Fidel Castro es el rumor del momento entre la comunidad cubana en el exilio: cuando el año pasado Mijail Gorbachov visitó La Habana, no escasearon impasses entre Gorby y el comandante de la revolución a propósito de la perestroika. Sin embargo, Castro tuvo que ver con suspicacia cómo el

Ochoa: celos, malditos celos

general Ochoa, formado en la URSS, risueño conversaba en ruso con Gorbachov, convertido prácticamente en anfitrión del presidente soviético. 1»..»

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01 DOAL TAMB • R

Cuando en su reciente dossier sobre los problemas ecológicos planetarios la revista

Time

insinuó

que algunas transnacionales de la alimentación lograban enormes beneficios comprando carne a las

Ronald McDonald, otro verde

haciendas establecidas en zonas deforestadas de la Amazonia, de inmediato la megocadena McDonald's se dio por aludida y echó a circular por Europa y los Estados Unidos un folleto informativo en el que asegura: "Los restaurantes McDonald's de América Central y del Sur sólo tratan con proveedores que documentan que la carne procede de ganaderías con larga tradición y que no hayan creado nuevos ranchos en los terrenos arrebatados a las selvas". La filial venezolana, por ejemplo, deo bi6 rendir un informe a la matriz de Chicago. Para ello, remitió hasta el Zulia un inspector, quien comprobó que el rancho de Fricapeca, proveedor de carne de los locales venezolanos, colinda con el Parque Nacional Sierra de Perijá, lo que equivale a un certificado de buena procedencia. El

dogma freudiano no parece, por lo pronto, destinado a correr igual suerte que el dogma marxista. En la Unión Soviética, la perestroika terminó despejando el camino al otro dogma —el del individualismo burgués— que el estalinismo había prohibido y perseguido. Un grupo francosoviético del Campo Freudiano (seguidor de la prédica lacaniana como el grupo caraqueño, por cierto) acaba de ser creado, y por primera vez representará a la URSS en el Encuentro Internacional de París, el próximo mes de julio. ¡Gloria a Freud y obediencia a Lacan!

e Alfredo Ilryce

Ed ►enique, el autor peruano de La exagerada vida de Martín llamada y Un mundo para Juntos,

entre otras obras, emuló —aunque muy tangenclalmente— el

ejemplo de su colega y compatriota Mario Vargas Liosa en la recién finalizada compaña electoral de su país. En las planchas del centroderechista Fredemo figuraba como candidato a diputado el mejor amigo de la adolescencia de Rryce, Gustavo Massa, y el escritor desde su refugio francés brindó su aval para el viejo camarada. En sintonía con el tono humorístico de Bryce, Massa hizo una campaña que jocosamente hacía alusión a su obesidad (pesa cerca de 130 kilos). •

Dicen que

nada como una crisis para revitalizar al alicaído, y en el caso de Iván Lansberg no hay quien lo nie-

Lansberg redivivo

gue. Desde que se hizo público el descalabro del grupo de empresas que lleva su nombre, se le ha visto conduciendo con vigor sus tambaleantes negocios, haciendo frente a los acreedores sin titubeos Maravilló, sin embargo, cuando hace unos semanas telefonó al Palacio de Miraflores para reclamarque los estrategas económicos del gobierno no hubiesen atendido hasta entonces las doctas recomendaciones de Lansberg

Incorporados a la corriente centrífuga de talentos,

los corresponsales enrolados por Venprés a su saudita plan de internacionalización han decretado, con su huida, la bancarrota intelectual de buena parte de la prensa diaria del país. Roberto Glusti, Txomin Las Heras, Cayetano Ramírez, Elizabeth Araujo, Manuel AbrIzo, todos entre

le mía ailbéririteniatio

e Inteligente ciel gremio, han optado por el alecdonador exilio cerca de algunas de

las fuentes de información más activas del mundo. Extrañamente, la industria periodística local observa con indiferencia ese desagüe de recursos humanos, quizás compensado con el subsidio estatal Indirecto que en última instancia significa esta red internadonal de corresponsales. COI) 80

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RAFAELSYLVA

B

anglcok, 19 de marzo (UPI). Ante docenas de aterrorizados turistas, una joven tailandesa se quitó la vida lanzándose a una piscina llena de cocodrilos. Atacada de inmediato por los saurios, su cuerpo quedó tan destrozado que tomó horas recuperar los fragmentos. Existiendo tantos y tan cómodos recursos farmacológicos

para suicidarse, resulta poco menos que incomprensible el grotesco método escogido por la mujer tailandesa. El hecho de que prefiriese esa casi sacral manera de entregar su cuerpo y su vida a docenas de saurios imparte nueva vigencia a tantas mitologías, con ribetes de zoofilia l que incluyen desde Pasifa y el Toro o Leda y el Cisne, hasta la Bella y la Bestia, el Monstruo de la Laguna Negra o King Kong. El peculiar suicidio, jun82 Exces0 Mayo 1990

to a otros casos exhaustivamente documentados de los que de cuando en cuando dan cuenta los cables internacionales, parecieran sugerir que en verdad existe una suerte de atracción fatal entre mujeres y cocodrilos. En ocasiones ese morbo se manifiesta a través de un suicidio; en otras, tiene lugar cuando algunas mujeres se exponen, si no adrede, por lo menos irresponsablemente, al peligro que tan feroces bestias representan.

u

n día de diciembre de 1985, Beryll Corinne Wrucks, una atractiva viuda de 38 años, residente de Queensland, un estado al norte de Australia, había estado bebiendo desde temprano con tres amigos y, ya tarde en la noche, se empeñó en bañarse en un río. Sus compañeros trataron de disuadirla, argumentando que aquel trecho fluvial (y especialmente de noche) era notorio por la abundancia y peligrosidad de los cocodrilos que allí merodeaban. Pero Beryll, sin duda bajo la influencia de lo que había bebido y del calor reinante, hizo caso omiso a las advertencias y se lanzó vestida al agua. Desde allí persuadió a sus amigos para que se le unieran y, al rato, estos también bebían y bromeaban en el río junto a ella. Fue mientras la mujer se inclinaba para recoger una botella que flotaba en las cercanías, cuando las aguas a su alrededor súbitamente se agitaron en un hervidero de espuma. Casi de inmediato y ante el asombro de sus amigos, las fauces de un cocodrilo atraparon el brazo derecho de 139rAt Mientras, aterrorizada, ella gritaba, el saurio la arrastró hacia lo profundo del río. Impotentes, los otros contemplaron cómo el animal, con Beryl aprisionada entre sus colmillos, se

hundía bajo la superficie. Allí, sin duda, la devoró totalmente. Por lo menos, su cuerpo jamás fue hallado. Poco antes, en agosto de 1985, una mujer de 30 años, también pasando por alto los carteles que advertían sobre la presencia de cocodrilos, paseaba descalza y chapoteando en el agua a orillas del río Kakudo, en el parque nacional homónimo de Australia. Repentinamente emergió del agua un enorme cocodrilo que avanzó hacia ella. Presa del pánico, la mujer corrió tratando de ponerse a salvo, pero aquel enorme saurio la persiguió, alcanzándola cuando intentaba trepar a un árbol. Salvó su vida gracias a la providencial aparición de unos cazadores que de varios disparos lograron ahuyentar a la fiera. Aún así, sufrió graves heridas en los glúteos y piernas, una de las cuales debió ser amputada. Estos relatos podrían ilustrar una evidente atracción femenina por el peligro que representan

las fieras. Un hecho que sería imposible de explicar sin considerar factores sicopatológicos. La mayoría, si no todas las víctimas femeninas, estaban al tanto, gracias a diversas advertencias, tanto impresas, conio radiales y televisivas, acerca del peligro que significaba lavar ropa, bañarse y aún caminar en las riberas, debido al número y agresividad de los saurios. ¿Qué fatal atracción las llevó a exponerse? a norteamericana Ginger Fay Meadows era joven (apenas tenía 24 años), bella y no cabe duda de que parecía atraerla el peligro. Solamente así se explica que insistiera en nadar en un río infestado de saurios, que ya habían cobrado nueve víctimas, todas mujeres. A pesar de las advertencias de sus amigos, así como de los guardias que custodiaban el parque en la región de Queensland, Australia, Ginger Fay, cuyo grupo acampaba en las cercanías del río Prince Regent, se levantó temprano cierta mañana de marzo de 1987, decidida a nadar en sus peligrosas aguas. Luciendo un traje de baño blanco que destacaba su esbelta figura, la joven se arrojó al río. El chapoteo que provocó al zambullirse y nadar atrajo la atención de un gigantesco cocodrilo. El mismo que, según los expertos, ya había devorado a nueve mujeres lugareñas en menos de 15 meses. Ginger sabía de los ataques, y es licito suponer que el aura de peligro que reinaba en el lugar no hizo más que acentuar la voluptuosidad que le provocaba la caricia de aquellas tibias aguas. Quieto y silencioso como el tronco de un árbol, el saurio flotó con la corriente en dirección a la joven, para sumergirse a sólo


un par de metros de ella. Lo primero que Ginger debió sentir fue una terrible presión dolorosa en una de sus piernas. Quiso gritar, pero un fuerte templón la hundió bajo el agua. Presa del terror, luchó desesperadamente por liberar su pierna y emerger hacia la superficie, pero nada pudo contra la mayúscula fuerza del monstruo. . Girando sobre sí mismo en violentas contorsiones, el saurio logró desprender parte de la pierna de Ginger. Liberada momentáneamente, pero en shock por la pérdida de sangre, la joven apenas logró sacar la cabeza fuera del agua antes de que el cocodrilo mordiera su otra pierna, arrastrándola hasta el fondo. Tan sangriento desenlace fue parcialmente observado por varios compañeros de Ginger, quienes notando su ausencia sospecharon que estaría en el río, bañándose. Nada pudieron hacer ni tampoco hallaron sus restos, pues el cocodrilo la había destrozado totalmente. El que la joven no pudiera defenderse del saurio no es de extrañar, pues se ha sabido de vacas y aún búfalos de agua (cuya robustez y fortaleza son legendarias) que tampoco lograron zafarse una vez que el cocodrilo mordió alguna de sus patas e incluso el cuello o el hocico. De allí es inevitable que sean arrastrados hacia el fondo del río, donde tras morir ahogados o por pérdida de sangre, el cocodrilo los devora totalmente. Lo insólito, lo inexplicable (a menos que aceptemos la existencia de algún componente patológico en el asunto), es que mujeres como Ginger Fay Meadows, o Beryll Corinne Wrucks, sabiendo del peligro que representa un río pululante de cocodrilos se empeñaran en sumergirse allí, como si desearan ser atacadas. CAZ)

tas con queso blanco y café con leche en el desayuno. En segundo lugar, 14 de las 20 personas que formamos el grupo sufrimos de gases incontrolables, dolores abdominales, y heces flojas. En las reuniones de ejecutivos ya nos tildan como los patos machos por las veces que tenemos que ir al baño. Y ya nos preguntamos si existe suficiente evidencia científica sobre el valor del afrecho de avena, que nos ayude a soportar este sacrificio personal y social. Atentamente, Club Los Matacanes de Alto Prado"

Fibra de otro costal "Estimado doctor Pérez: Somos un grupo de ejecutivos que trotamos diariamente y estamos muy pendientes de nuestro aspecto personal. Leemos y discutimos cuanto artículo aparece relativo a la conservación de la salud. En este sentido, desde hace 15 días, hemos decidido agregar 100 gramos de oat bran (fibra de avena) a nuestra dieta, que es la cantidad recomendada para bajar el colesterol. Al final de estas dos semanas, hemos notado dos cambios significativos: en primer lugar, la depresión de haber abandonado nuestras tradicionales arepi-

.

PONGASE EN

IEICESO

Estimados señores: La fibra es abundante en vegetales que no han sido procesados ni refinados. Unas son insolubles y al ser ingeridas y excretadas sin mayor digestión, aumentan el volumen de las heces y se consideran útiles en la prevención y tratamiento del estreñimiento (aunque no todos los gastroenterólogos aceptan esto). Otras fibras son solubles, y al contrario de las anteriores, son capaces de unirse en el interior del intestino a los ácidos biliares (ricos en colesterol), arrastrándolos y eliminándolos con las heces. Tal es el sustrato teórico que ha permitido asegurar que la ingesta suficiente de fibra soluble podría eliminar tal cantidad de colesterol por vía digestiva, que finalmente lo disminuiría también en la sangre. Sin embargo, el espaldarazo definitivo a las fibras sería el concedido por el doctor Denis Burkiu. Burkitt había descubierto la asociación entre un virus y un tipo de cáncer de células linfáticas que diezmaba a los niños de Africa; de allí su celebridad. Pero Burkitt, al no apreciar en su E clínica de Uganda la incidencia de enfermedades coronarias »os

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que ocurría con carácter epidémico en las sociedades desarrolladas (yo agregaría un comentario: sus pacientes se morían de hambre prematuramente), lo atribuyó a la dieta de los africanos, alta en fibras naturales. Así que, precedido de su fama, lanzó la hipótesis de la fibra en una cruzada de conferencias por todos los Estados Unidos: el uso de fibras prevendría la ocurrencia de las enfermedades más disímiles, desde el estreñimiento hasta el infarto del miocardio, pasando por la diverticulitis, la diabetes y el cáncer de colon. Sin embargo, su cauteloso prevendría fue cambiado por un enfático previene por unos previsibles interesados: las compañías de cereales.

rios, muchos laboratorios, pondrían a su disposición. Ya varios científicos escépticos habían levantado su voz de advertencia ante esta marejada de ascetismo culinario. Algunas sombras partían de un estudio realizado hace nueve años, en el que se seleccionaron dos grupos de personas a las que se les dio una dieta que ya era baja en grasas saturadas. A uno de los grupos se agregaron alimentos altos en fibra y al otro alimentos bajos en ella. Resultado: cero diferencias. Otros estudios encontraron hallazgos similares. Sin embargo, una década después, en co-

u

nos epidemiólogos anónimos, nuestras madres, insistían entre tanto en una comida balanceada y más natural. De hecho, antes de que los médicos se metieran en la cocina, cada mamá se preciaba de ser la mejor dietista. Claro, de una a otra había variaciones según la otra había variaciones según la extracción regional (las orientales insistían en las virtudes del plátanos y el ñame de las occidentales, como fuente de fibra), pero existía un consenso: la necesidad de comer carne, leche, vegetales y frutas. Hasta ahora ningún estudio científico ha desvirtuado esta combinación. Pero los médicos no podían tolerar que una comida que le hiciera a uno lamerse los dedos fuera a la vez sana. Quítenle la grasa a la leche. No más sancochos de gallina, ni pabellón con baranda. Desaparezca la sal de la mesa. Todo esto tenía que ser sustituido por una mezcla de perrarina con anime y cápsulas, cápsulas que por cierto laborato-

lumnas de opinión firmadas por reconocidos médicos y farmaceutas, se da como un hecho la reducción del riesgo de arterioesclerosis por el consumo de fibras. Eso sí, la comercial. Para disipar la confusión de tantas marchas y contramarchas, la gente de Harvard decidió meter las narices en el asunto. En un artículo publicado hace tres meses se ventilan las conclusiones de su estudio, financiado por el National Institute of Health de Estados Unidos. Allí se enfoca el asunto con estricto rigor estadístico: se tomaron dos grupos de personas sanas que fueran representativas del ciudadano medio. A un grupo le dieron un suplemento dietético alto en fibras por seis semanas. Al otro, un

alimento de apariencia idéntica pero bajo en fibras, por el mismo tiempo. Para evitar los efectos de selección, luego de un descanso de dos semanas, se invirtieron los grupos: al que había recibido gran cantidad de fibra se le dio poca y viceversa. Aparte de los suplementos de fibra alta o baja, se les dejó continuar con su dieta normal. El estudio fue doble ciego: ni los participantes ni los médicos sabían cuál alimento era alto en fibras (obviamente un tercer grupo sí lo sabía, para el análisis final). Al final del estudio de Harvard, cuando se abrieron los códigos para saber los resultados, se confirmó lo ya descrito hace nueve años. El grupo que consumió alimentos bajos en fibras había descendido su colesterol exactamente al mismo nivel que el grupo que había consumido alimentos altos en ella. No solamente eso, en los múltiples exámenes de sangre para determinar las fracciones de los lípidos (LDL, HDL, etc) no hubo diferencias entre los dos grupos. En otras palabras, el suplemento de fibras solubles no disminuyó el colesterol más que lo logrado por una dieta refinada baja en fibras. En honor a la verdad, sí hubo una diferencia significativa: el 75 por ciento de quienes consumieron fibra alta presentó síntomas digestivos manifiestos, desde la flatulencia hasta la diarrea, al igual que ustedes, señores ejecutivos. Como conclusión, cabe deducir que lo que baja el colesterol no es la fibra sino la disminución de la ingesta de grasas (si esto tiene valoro no, es otro cantar). Estudios futuros deben aclarar si la fibra soluble tiene algún lugar en el manejo de pacientes que ya tienen colesterol elevado, pero de momento, éste parece ser irrelevante. CEE)


ecientemente la Federación Internacional de Polo tomó una de las decisiones más importantes desde su fundación. A partir del otoño de 1990 se permitirá la incorporas ión de per-

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sonas de pocos recursos al juego de polo, rompiendo con las normas que reservaban el ejercicio de este deporte a príncipes y multimillonarios. En efecto, en la reciente asamblea anual del Directorio, realizada en Dorchester (Inglaterra), se acordó por amplia mayoría permitir que un jugador de polo pueda usar de cabalgadura a un sirviente o a otra persona de escasos recursos económicos que venda sus servicios como caballo. La medida, que sin duda va a propiciar un mayor acercamiento en el seno de la sociedad peruana, servirá por otra parte para abrir nuevas fuentes de trabajo para las clases populares, humanizando un poco un deporte que por la emoción y la violencia que desata se estaba volviendo cada vez más salvaje. La monta de personas en un juego tan exigente y el itesco como el polo no es completamente novedosa. Ya existen precedentes. Que sepamos, en la India, durante el mandato de la reina Victoria, se conocieron varios casos de juegos en los que, por falta de cabalgadura, los oficiales de Su Majestad que perdían al animal usaban culíes en sustitución. Más recientemente, en el club de polo de Mónaco, el príncipe Raniero, al perder su famoso D' Arthagnan por torcedura de la muñeca derecha, pegó un brinco sobre un súbdito que miraba la partida y se lanzó al campo a pleno galope para sorpresa del súbdito y la audiencia. La nueva disposición de la Federación establece expresamente que durante el desarrollo de una competencia amateur o profesional, un jugador podrá libremente montar a un subordinado o a una persona de escasos recursos económicos que

se haya ofrecido para cargarlo con pago de un salario temporal. Complementando la reforma de los reglamentos en la parte referida a la bestia, se dice igualmente que el jugador podrá espolearlo, foctearlo y exigir del fascineroso lo mismo que le habría exigido a su caballo. Para quienes hemos estado practicando polo en el Perú desde hace más de 20 años y conocemos la mentalidad de los cholitos, se nos abre un gran campo de experimentación. Ya se han llevado a cabo partidas en donde todos los jugadores, para no maltratar a sus caballos, cabalgaron indios. No obstante, uno de los problemas más difíciles de resolver ha sido el de las riendas. Aunque la Federación nada dice al respecto, la renuencia del indio peruano a que le metan un frenillo en la boca ha llevado a cada jugador a buscar su propio estilo. Yo particularmente controlo la cabalgadura por los cabellos, halándoselo de uno a otro lado según las necesidades del momento. Por su parte, otros compañeros de equipo, concretamente quienes han montado negros, ante la dificultad de halarle los pelos han fijado las riendas a las orejas previamente perforadas. Algunos jugadores, los más clásicos y formalistas, han pagado escandalosas sumas para convencerlas de que se pongan los frenillos. El problema que se ha convertido en la mayor dificultad con este reemplazo de caballos por gente, es el peligro de que la cabalgadura tome iniciativas en el juego y trate de seguir la pelota bajo su propio criterio, pero el asunto puede ser manejado con habilidad usando las espuelas con energía y foeteándolos duro en la cabeza o en las nalgas, así como insultándolos adecuadamente para que no intenten dirigir la partida.

u

na recomendación importante que les daría a quienes quieran iniciarse en este nuevo estilo de juego es buscarse pobres más o menos resistentes; al igual que con los caballos, la condición de las bestias es un asunto crucial para lograr el triunfo. A toda costa deben evitarse ancianos, mujeres en estado de gravidez y gente demasiado desnutrida. Es importante revisarles muy bien el cuello y la dentadura antes de sacarlos al campo, no sea que les dé un dolor de muelas o tortícolis en plena competencia. De igual manera debe evitarse en toda circunstancia el que una vez montado, el hombre se acostumbre a trancamos las piernas con los brazos ya que esto, aunque permite cabalgarlo más cómodamente, suele ser una argucia de los descendientes de los incas para evitar el espoleado. Otra recomendación que debe hacérsele a los colegas principiantes, es que si toman la decisión de cambiar el caballo por una persona, se quiten de la cabeza la idea de que éste es un ser humano. Semejante sentimentalismo podría costarle el juego, al dejarse llevar por los pruritos humanitarios con la monta. En todo caso, con la reciente resolución de la Federación Internacional de Polo, se abre una nueva perspectiva para los polistas. No hay que rechazar la medida a rajatabla porque los avances sociales son inevitables y nosotros no debemos ser piedra de tranca para esta incorporación de los marginales al deporte. Cerrarles las puertas del polo a cholos y otros pobres del Perú podría desencadenar peligrosas convulsiones sociales con imprevistas consecuencias. Se acabaron los tiempos de acariciar al animal después de la partida, para no correr el riesgo de que nos miren mal, pero este es uno de los signos de nuestro tiempo y hay que adaptarse antes de que sea demasiado tarde. (UD Exces0 Mayo 1990 85


anta era la angustia del alcalde Claudio

su mandato consistió en imponernos una variante de la ley seca. En efecto, el decreto prohibicionista lleva el número dos y data del 10 de enero: pocos días despues de asumir la potestad que lo faculta para amargarnos la vida, llevado a ella por menguado voto, pero voto, al fin. Semejante insensatez me pareció inconcebible, no porque yo pusiera en tela de juicio la inteligencia o capacidad administrativa del flamante alcalde, sino porque se trata de un hombre de ancestros negroides. Y bien se sabe que negro es bochinchero, y que bochinche sin caña no es tal cosa. Me pareció encontrar en el decreto prohibicionista algo así como una traición étnica, amén de un abuso contra todos los caraqueños sin distingo de raza ni de ideología; además, los operativos destinados a velar por el cumplimiento de la disposición le conferían visos de ridiculez folklórica, en cuanto uno pudo ver fiscales, debidamente respaldados por efectivos policiales, ocupados en cuidar que no se vendiese ni una gota de aguardiente a los sedientos que frecuentan respetables establecimientos. Por supuesto, no reparaban en que allí jamás ha tenido lugar ni una modesta trifulca, de esas que se solucionan mediante cívicos cruces de palabras, en tanto que en sus alrededores, bandidos de todas las raleas depredaban vehículos, asaltaban transeúntes que ni borrachos estaban —¡cómo podían estarlo!— y, en fin, cometían toda clase de tropelías. Todo esto sin tomar en cuen-

Fermín por lo que, a su entender, es un exceso en la ingestión de alcohol por parte de los caraqueños, que la segunda decisión pública de

ta otro aspecto de la situación que lleva a la apoteosis el cariz grotesco del asunto, y ello es — valga la explicación para el lector desconocedor de la geopolí-

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tica capitalina— que Caracas es una ciudad superpuesta en dos demarcaciones políticoterritoriales diferentes, de modo que si a uno le prohiben beber aguardiente o cualquier otra cosa en el Distrito Federal, es suficiente cruzar una calle para seguir haciendo lo mismo de una manera perfectamente legal en algún lugar del Distrito Sucre del Estado Miranda. El caso es que disponíame yo a romper lo que sin duda sería otra inútil lanza a favor de la libertad ciudadana, cuando he aquí que se da a conocer la reglamentación del Decreto número 2 del 10 de enero. El reglamento, si bien no satisface a los concupiscentes, al menos flexibiliza considerablemente la disposición draconiana de la autoridad civil capitalina. Como es de esperarse, cuando la noticia llegó a la radioemisora donde en ese momento se transmitía mi programa, no me limité a leer la información; con la exultación que deparan a los espíritus de suyo bondadosos las noticias que redimen a la humanidad de desventuras y desasosiegos, la comenté casi llorando de alegría,

sin omitir floridas loas a nuestro alcalde, exaltando su buen juicio, equilibrado albedrío, humamanitarismo, comprensión de las necesidades humanas y otros rasgos altruistas. s un hecho que la ley seca, en cualquiera de sus variantes históricamente conocidas, jamás ha sido efectiva a los fines de lograr los elevados propósitos morales que la inspiran; no voy a referirme extensamente a la prohibición imperante en los Estados Unidos durante los largos 13 años comprendidos entre 1920 y 1933, cuya consecuencia primordial fue el más horripilante aumento de la criminalidad en ese país —incluyendo corrupción de las autoridades públicas en todos los ámbitos y niveles— según la opinión del historiador Frederick Lewis Allen. Tampoco a la impuesta por Gorbachov en la Unión Soviética, que amén de haber estimulado nuevas formas de comportamiento delictivo —venta clandestina de vodka a precios desmesurados y por mesoneros especuladores terminó originando un

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grave problema de salud pública, en cuanto los desesperados soviéticos fabrican aguardiente a partir de cualquier cosa fermentable, ¡hasta de pasta dentífrica!, y beben esas porquerías sin detenerse a pensar en sus efectos tóxicos. Pasemos por alto estas deplorables experiencias foráneas y apelemos a los antecedentes en la historia doméstica: a la variante de la ley seca aplicada aquí durante la gobernación de Diego Arria, consistente en prohibir la venta de licores durante los fines de semana; pues bien, el honesto ciudadano que se echaba al coleto unos cuantos palos sociales entre sábado y domingo, entonces, compulsado por el natural instinto humano de transgredir lo prohibido, compraba cajas enteras de aguardiente el viernes; teniendo el prodigioso elixir a su alcance no podía hacer otra cosa que bebérselo, con la nefasta consecuencia para la economía nacional de que en esa época el ausentismo laboral los días lunes llegó a cotas jamás antes vistas en el ámbito nacional. Hubo entonces en Caracas más borrachos de fin de semana que nunca. Infelices personas que por beber sin mesura no estando acostumbradas a ello, incurrían en toda suerte de extravagancias. Los traumas psicológicos originados por las vergüenzas sentidas al recobrarse la lucidez después de las incontinencias auspiciadas indirectamente por Arria, dejaron cicatrices mentales en miles de caraqueños; los anales psiquiátricos de esos años turbulentos están llenos de casos honorables: padres de familia que se orinaron en la mesa familiar, amantes esposos que por una nimiedad abofetearon a sus mujeres y otros desvaríos análogos. ale)

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M

ircea Eliade, en Poder y sacralidad en la historia de las religiones (1952), señala que: "...el tantrismo puede ser considerado como la experiencia religiosa más apropiada para la actual condición humana , la Kali-yuga, la edad de las tinieblas, por el hecho de que el espíritu está, en nuestros tiempos, excesivamente condicionado por la carne; el tantrismo proporciona medios adecuados para el que busca la liberación". Lo cierto es que después de la última guerra, se desató en Europa Occidental y en los Estados Unidos una verdadera moda tantrista, que derivó, como lo han denunciado estudiosos o practicantes serios, hacia una búsqueda de sensaciones más pornográfica que tántrica. Esa adulteración típica de nuestra civilización cuando quiere resul-

tar exótica se arropaba en las prácticas y ritos de inversión de valores de la escuela Kaula. Pero lo que en ésta perseguía una forma de liberación, de ecuanimidad, de dominio sobre los sentidos, de desalienación, para usar un término de la actual jerga, dio lugar entre occidentales a un cultivo de perversiones, de excitaciones hedonistas, de travestismos, sin impulso metafísico real. La película de Fellini, Julieta de los espíritus, pasea al espectador por ese hinduísmo crematístico establecido en las grandes ciudades, para uso de gente rica. El vaticinante de ese film es un personaje degenerado y poseso, manejado por sus gestores. El Kaula no propicia obsesión alguna sino desapego para estar más allá de las convenciones y prejuicios; en cambio el tantra pomo se pone al servicio de las obsesiones sexuales. Lo fundamental en la pareja tántrica es la identificación de ésta con la dualidad divina S ivaS hakti. Cada parte se apoya en otra para proyectarse en la divinidad arquetipal. Repiten, pues, una cópula cosmogónica que exige en el varón la introversión en la eyaculación, es decir, la afluencia hacia adentro del semen, el cual así irriga el chakra o centro raíz, situado entre el miembro y el ano. Esta práctica requiere una preparación muy cuidadosa, así como una receptividad aguzada en la mujer. Por lo tanto, se trata de un acto sexual elevado a categoría divinal. No tiene nada en común con la fornicación hedonista y solitaria de la pareja occidental en plan de fundirse devorándose, destruyéndose mutuamente, en el fondo aparejamiento de individualidades que no pueden salirse de sí mismas sino cuando alcanzan el espasmo efímero. Lue-

go, ya se sabe, generalmente el poscoito es triste. La literatura se ha cansado de describir esa situación. En la pareja tántrica la copulación abre dimensiones anímicas y biofísicas de gran intensidad sensual sobre el arquetipo del Dios y de la Diosa. Más allá de esa unión asoma el arquetipo del Uno, del Andrógino mítico y místico cuya realidad es la resolución de la dualidad, en la unidad. Por lo tanto la copulación de los tántricos, cuando lo son de verdad, constituye una exaltante elevación continua hacia los modelos divinales, otra cosa que los ídolos y vamps de celuloide y electricidad adorados por las multitudes de nuestro tiempo Kali-yuga de transición de la era nueva de Acuario. CCE)


E

s un hecho reconocido por mi, y probablemente

colas tocan canciones como Arnerican Pie y White Ra-

por muchos otros, que cuando dos desconocidos

bbit. los chicos retozan casi desnudos en la playa princi-

se conocen en algún viaje es del todo probable

pal, toman un paseo lleno de baches en autobús desde la

que uno de ellos vierta su alma en el otro. Cualquiera que

villa misma, o juegan frisbee. El playero promedio alcan-

haya viajado suele tener esa clase de experiencia,

za a leer tres

Regresaba yo a los, una de las pequeñas islas de las

páginas do un libro un día antes de quedar agotado por el sol. He visto gente andar de aquí pa-

Odades incrustadas con casas de piedra caldrea que pa-

ra allá con la misma novela bajo el brazo, no siempre

recen joyas brillantes por el sol abrasador. Es principalmen-

una de consumo masivo —y casi a menudo algo escrito por

te un lugar para juerguistas veraniegos, muchos de ellos jó-

Hermann Hesse— durante todo el verano. De noche bs chi-

venes y prózticamente sin dinero. En las tabernas las ro-

cos se emborrachan con ouzo o retzlna, fuman droga si

88 Exces0 Mayo 1990


éramos demasiando intensos para el tempe-

pueden conseguirla, y regresan cual vampiros antes del

tre ambos

amanecer a sus cuartos baratos. los en verano aparece

ramento de cada uno. Al pasar los años perdimos contac-

perdida en una deformación del tiempo a la que casi to-

to, lo que no significa, obviamente, que pudiera olvidarla.

do el mundo llega corno un hippie.

Sí, esta vez esperé el otoño, cuando la isla se convier-

Había aprendido mi lección a finales de los años 70,

te en el último punto de reunión de los estudiantes euro-

justamente mi segundo verano en los —esperando el oto-

peos, tras lo cual los griegos suspiran aliviados, limpian los

ño— y el motivo de mi regreso era que me había enamo-

desastres, y cuentan su dinero.

rado por primera vez. Marg era una chica voluntariosa de

Me había instalado en los, temporalmente, para escri-

Nueva Zelandia y yo era un muchacho voluntarioso de

bir mi novela, la primera. Renté una pequeña casa con vis-

Newfoundland. Continuamente se producían c ues en-

ta y vivía de un pequeño préstamo. Sólo eramos yo, bst11~-

Exces0

Mayo 1990 89


CUENTO

griegos y las cabras. El libro iba muy bien y prometía continuar así, imaginé, mientras se mantuviera la provisión de

"Vaya, estoy harto de Grecia", suspiró un muchacho cu-

vino y cigarrillos en la isla. Pensaba entonces, y aún pien-

yo largo cabello lo llevaba recogido en una cola de ca-

so así, que todo era inusual y romántico.

ballo.

Había ido a Atenas por pocos días para recoger el

"Oye, es barato," le recordó el otro tipo, que soste-

correo en American Express (no había nada), materiales

nía un frisbee. Yo tengo un problema con el frisbee, vie-

para escribir (bolígrafos, papel, algún licor decente), y tam-

ne a ser la televisión de la actividad física. Esperaba que

bién algunos libros con los que pudiera enfrentarme duran-

no fueran a los.

te las largas noches batidas por el viento (roust y Dos-

"Esa música!" gritó la chica, tapándose los oídos. Era

toievski, pero deseando no ser un lector tan cautivo la pró-

preciosa y usaba un anillo en la nariz. "Quiero ir a la In-

xima vez). Odié el polvo de Atenas y extrañé los.

dia.

Esa mañana en El Pireo, habiendo abordado el ferry más temprano, al romper el amanecer, después de una no-

"No es buena idea," le advirtió el primer muchacho. "Indira Gandhi acaba de quemarse".

che luchando contra los mosquitos sin mucho éxito, en la ha-

"¿De verdad?:

bitación sin aire acondicionado del hotel, yo no era la me-

"Sí, el lugar no es tan bueno ahora."

jor compañía. Seguí recordando el ruido indócil de Atenas

"Vayamos a la cubierta entonces". La chica recogió sus

y estaba ansioso por volver al extraño pero de alguna manera pacífico quejido de las mulas. Durante octubre, luego de varios días todavía ardientes, el viento se abría ca-

cosas y los muchachos la siguieron obedientemente. Una mujer sentada frente a mí sonrió y dijo, con aire resignado, "estudiantes."

mino a través del pequeño manojo de casas como si le hu-

"Sí," repliqué, esperando que no tuviera en miras una

besen abierto la puerta del corral, una vez que descen-

futura conversación, y le devolví una frágil sonrisa. Tomé Los

día la oscuridad. Dentro, en mi cama estrecha, el viento pa-

hermanos Karamazov y me puse a mirarlo melancólica-

recía una música de matices tan intensos como el vino ro-

mente, pensando en sus 913 páginas.

jo y añejo, corno si viajara, además, atravesando los años desde la antigüedad. Naturalmente, en

Muchas veces le he

mi constante estado imaginativo pensaba así del viento, ¿quién no lo hubiera

pedido a alguien que no le quite el ojo a mi

hecho?

mochila simplemente para poder iniciar una conversación, pero es más frecuente que alguien me lo pida a mí. Creo que tengo cara de honesto.

"Disculpe", dijo. Alcé la vista hacia ella. "¿Serías tan amable de cuidar mi maleta mientras voy al lavabo?" "Por supuesto."

Pero en la semioscuridad brumosa

del Pireo, justo antes del amanecer, el

"Pareces digno de confianza. Muchas gracias". Cuando se levantó noté que tenía un brazo en cabestrillo.

calor apareció como una sacudida. El

La confianza que algunos viajeros depositan en otros.

calor en Atenas y El Pireo no crece en

A quién se le iba a ocurrir que yo fuera a robarla, aun-

intensidad durante la mañana; está de

que no pudiera llegar muy lejos con el botín, a menos que

repente allí, envolviéndolo a uno como

decidiera saltar de a bordo y nadar de regreso a Atenas.

en celofán. Media hora en la calle es

Sin embargo, creo que podría haberle quitado algo y es-

suficiente para sentir que ya se ha cum-

conderme en algún lugar del bote. Pero muchos son los bul-

plido un día de trabajo.

tos que he cuidado en una estación de tren. Lo que sue-

Mis planes de dormir la siesta en el

le quedarles a los seres confiables es en primer lugar el des-

barco (la verdad es que tenía un tre-

concierto, por no mencionar la sensación de pequeñez y

mendo ratón) fueron inmediatamente

soledad. En la carretera uno puede viajar semanas y se-

frustrados por la música bouzoki

manas sin hablar realmente con nadie. Hay que hacer un

que

resonaba dentro de la cabina de dase turista donde ha-

verdadero esfuerzo por comunicarse con la gente. Muchas

bía depositado mis bolsos de compras y tenido la increí-

veces le he pedido a alguien que no le quite el ojo a mi

ble suerte de encontrar una silla. Los griegos no pueden es-

mochila simplemente para poder iniciar una conversación,

tar

sin su música cuando viajan. Son gente divertida ala

pero es m& frecuente

que alguien me lo piola a ml. Creo

griegos, alternativamente amantes de la diversión o reser-

que tengo cara de honesto. Mientras viajaba por Europa

vados y hoscos; desearía que no fueran amantes de la di-

ese año, 1984, el mundo, para mí, se convirtió en un sa-

versión tan temprano en la mañana.

lón nocturno flotante muy concurrido. Soy buen oyente

Tres americanos adolescentes, sucios y cansados, se 90

hallaban sentados en estilo tipi en el piso cerca de mi.

Exces0 Mayo 1990

—un barman auténtico— y la gente siempre tiene mucho


CUENTO

que decir. En aquella época pensaba, y aún lo creo, que rriré con ellos". ser buen oyente es esencial para llegar a ser un buen

"No me aburrirá".

escritor.

"Eso es lo que usted piensa", Felicity sonrió. Se estiró un poco y bostezó. "Oh, icómo necesito unas vacaciones! Ha

L

a mujer regresó del lavabo con otra ropa. Una

pasado tanto tiempo. Tengo que salirme un poco de mí

amplia falda estampada de pálidas lilas dibuja-

misma".

das por toda ella y una blusa blanca fresca e

"Quién no". Lo dije de veras. Aunque

informal. "Muchas gracias", dijo, y me estiró una mano que

estaba muerto de cansancio y no me

me recordó a un espárrago hervido. "Mi nombre es Fe-

sentía muy sociable, tuve ganas de con-

licity. Felicity Browne. Con una e. ¿Cómo se llama usted?"

tinuar la conversación con ella. Escribir

"Peter," dije. "Peter Michaels. Encantado de cono-

una novela en una isla griega produce

cerla".

bras griegas, pero ninguna que fuera

inglesas cuando esperan que uno diga algo, y más vale

más o menos sofisticada. "Felicity auf

que sea interesante.

Naxos", dije un poco distraídamente.

aburrida desesperación. Ella alzó el cabestrillo orgullosamente. "Bastante moles-

páginas de mi novela que reposaba en los. A

esas cosas. Conocía unas cuantas pala-

Ella me miró de esa manera insinuante que tienen las

"Debe ser difícil vestirse con ese brazo así", dije con

Pensé en las 107

"¿Cómo?" "Es referencia a un mito griego.

mi lado tenía las 913 páginas de Dostoievski como un desafío silencioso.

Ariadne se exilió en Naxos, después de

to, en realidad. Tuve un terrible accidente". Noté que te-

un desengaño amoroso, hasta que apareció Baco y, bue-

nía una casi invisible cicatriz, quizás de una pulgada de

no, la sacó de sus pesares".

largo, recorriendo el pómulo derecho hasta llegar a la qui-

"Es una historia de amor", dijo, "excepto que no tiene

jada. Miró fijamente en dirección a mis bolsas de compras

nada que ver conmigo . Y sin intención de faltarle el res-

y preguntó, "¿Vive aquí?'

peto, he tenido suficiente con hombres, muchas gracias,

"Por los momentos. En los".

pero todos son iguales. Sólo quiero un poco de paz y tran-

"Oh, eso queda justo detrás de Naxos, ¿no es así? Na-

quilidad".

xos. Hacia allá me dirijo". "Es muy hermosa, Naxos". 'Tengo dos amigos que viven allí. Artistas. Debiera ser

"Bueno, las islas son bastante apacibles en esta éPoca del año. Se lo garantizo". "¿Es usted norteamericano?"

el lugar indicado para recuperarme del accidente, ¿bien

"No, canadiense. Aunque vivo en Nueva York".

no le parece?"

"No pude detectar su acento".

Me moría por saber cómo fue el accidente. Supongo

"Creo que no se me nota. He viajado mucho".

que soy de esos que no se sienten bien hasta que no co-

"Nueva York". Dijo la palabra como si fuera la Atlán-

nocen todos los detalles. Aún así, no parecía convenien-

tida. "Le debe gustar mucho vivir allí, aunque me dicen que

te preguntar. Pero uno se las arregla: "Espero que el ac-

es violenta".

cidente no fuera demasiado terrible". "Me golpeé bastante", Felicity respondió a mi interés. "Estuve en el hospital durante tres semanas. Le di por detrás a otro carro. Ya puedes imaginar lo que significa para mi seguro", suspiró. "Tengo propensión a que me aumenten los seguros",

"En realidad, estoy pasando mi año sabático con respecto a Nueva York. Necesitaba un descanso. los es mi descanso". "¿Puedo preguntarle que hace en los, además de tomar un descanso?" "Estoy escribiendo una novela".

le dije. "No manejo. De hecho, no debería permitírseme es-

Qué espléndido! Soy una gran lectora y debo decir

tar detrás del volante de un carro. Cuando manejaba, en

que los escritores me parecen fascinantes". Felicity revolvió

la universidad, siempre tuve accidentes —nada horrendos-:

dentro de su bolso y extrajo una copia de Jane Eyre.

un golpe al parachoques aquí, un raspón allá Creo que

Le expliqué, con cierta preocupación y la vez disculpán-

soy naturalmente torpe". No tengo idea por qué dije

dome un poco, que en el sentido estricto aún no mere-

eso pues, aparte de los carros, no soy nada torpe.

cía ser llamado escritor, pues todavía no había escrito nin-

"Usted no puede ser más torpe que yo", dijo inclinán-

gún libro, ni mucho menos publicado. Pensé en las 107 pá-

dose hacia mí y corno quien hace una confesión: "No es

ginas de mi novela que reposaba en los. A mi lado te-

el primer accidente que he tenido, sabe. Pero no lo abu-

nía las 913 páginas de Dostoievski como un desafío 11111 ■-

Exces0

Mayo 1990 91


CUENTO

eso no desmerecía su hermosa figura.

silencioso.

"iQué extraordinario!" dijo, suspirando con placer. "No

"Pero usted es joven!" respondió Felicity. "No tan joven que no debiera apurarme en finalizar

conocía un alma en Atenas y debo admitirlo que estaba

mi primer libro". La ubiqué en mi misma edad: mitad de los

aterrorizada, sin saber dónde quedaba mi hotel ni cómo

30. "Piense en esto", añadí: "Dostoievski tenía entre 37 y

era." Me miró con un dejo de complicidad. 'He oído decir

38 años cuando escribió su primer libro". No era poco lo

que los hoteles por aquí no son exactamente b mejor de

que había pensado en ello: era un detalle, que a decir ver-

lo mejor, a menos que por supuesto uno pague una fortu-

dad, me proporcionó suficiente consue-

Felicity tenía ese aspecto típico de las inglesas, como recién salidas del baño, las mejillas naturalmente sonrosadas y pecosas, los labios llenos, sin maquillaje

na". Pruebe los hoteles ingleses, estuve a punto de respon-

lo por no decir esperanza. "iAhl tienes!" dijo triunfalmente. Me costaba definir el tono de su voz; en ge-

der. "Pero conocí una gente maravillosa —griegos— en el

neral era suave, pero se tornaba agu-

.vuelo. Insistieron en que me quedara con ellos en el apar-

da cuando lanzaba una exclamación.

tamento de sus parientes. En un suburbio de Atenas llama-

No hablaba como las de dase alta ni

do Misia —bonito nombre, ¿no es cierto?— e insistieron bas-

tampoco como las de Bases mós bajas.

tante. Fueron tan buenos conmigo, tan amables".

Habla algo tal vez demasiado delicado

"La gente es amable", aventuré, algo aburrido.

para ser una voz británica. "Déjeme de-

"No, la gente es definitivamente muy amable", Feliaty re-

cir", continuó, "que tengo fe en que us-

plicó. "Cocinaron un super almuerzo para mi: moussaka y,

ted terminará su libro y tendrá mucho

¿cómo lo llaman?, arroz enrollado en hojas de parra.

éxito. Entonces puedo señalar en cual-

"Dolmades".

quier librería y decirles a mis amigos,

"Sí, gracias, eso es. Y en la mañana me llevaron has-

«ven ese libro allí, sí, el de Peter Mi-

ta el ferry en El Pireo. Se salieron completamente fuera de

chaels, aunque no me crean lo cono-

su ruta. Nunca los olvidaré. Fue una maravillosa manera de

cí en mi camino a Naxos. Listaba en los escribiendo ese

iniciar mis vacaciones". Ella alzó su mano y lentamente libe-

mismo libro!»"

ró su cabello, que cayó con fuerzas sobre sus hombros. Es-

Si a cada persona que dijera tal cosa le hubiera de-

to me hizo pensar en el acto sexual, o tal vez era que ha-

dicado un capítulo, ya formaría parte del establishment

bía pasado mucho tiempo sin compañía femenina. 0...2quién

literario. "Es usted muy amable", le dije.

sabe?, quizás ella sólo estaba relajándose. "¿Estoy siendo ob-

"¿Un cigarrillo?" Dediné, agradeciéndole, pero prefería uno de

servada?", preguntó.

los

"¿Qué es eso?"

míos. Ambos los encendimos. Un extraño pensamiento me

"Quiero decir, juraría que para usted conocer gente es

golpeó, quizás no siginifique absolutamente nada, pero por

pura investigación. Los observa y entonces escribe sobre

muy amable que sea un desconocido que viaja con uno,

ellos."

es raro que se enciendan mutuamente el cigarrillo.

"En absoluto", dije, mintiendo descaradamente. "De todas maneras no importa. Es probable que no vol-

F

elicity exhaló una nubecita de humo azul. Tomé

vamos a vernos Personalmente, me agradaría aparecer en

ventaja del interludio para mirarla bien. Era atrac-

su novela

tiva, sin duda, pero no a primera vista. Tardé un

poco en notar sus ojos verde mar, un color delicado y sereno. Al principio me había parecido una persona normal;

"Entonces rectificaré eso". Felicity procedió a contarme

sin embargo, como ocurre a menudo con el rostro de un

todo respecto a su persona. Vivía en Brighton pero viaja-

extraño, pronto comienza a tomar forma y a definirse a me-

ba a diario a Londres, donde trabajaba de secretaria

dida que uno lo observa. Felicity tenía ese aspecto típico

ejecutiva legal.

de las inglesas, como recién salidas del baño, las mejillas

naturalmente sonrosadas y pecosos, los labios len sin ma-

92

Exces0

"Pero no conozco prácticamente nada de usted," bromeé genialmente.

"Dicen que Brighton es muy bonita, con el Pavilion y to-

áo to áern6s.

Nunca he estado allí".

q uillaje. Su cabello, cuyo mérito al comienzo parecía ser

"jOh no!" exclamó. "Brighton no es nada bonita. Porque

únicamente el color paja, ahora que el sol lo iluminaba a

es uno de los lugares más violentos en toda Inglaterra'. Pa-

través de una ventanilla, se veía fascinante aunque lo lle-

reció sorprenderle que yo no b supiera. "En las calles no

vara recogido por detrás. Era de constitución fuerte, pero

hay seguridad. Te pueden asaltar o violar en cuanto te

Mayo 1990


ven. Y eso no es todo. Porque sé de un muchacho que vi-

"¿Mudarme? No puedo...por los alquileres. Me encan-

ve a sólo una calle de nosotros y al que, después de

taría vivir en Londres; nada me gustaría más que eso. Pe-

atracarlo, le cortaron la lengua para que no pudiera de-

ro temo no poder costearlo. ¿Sabe? A mí me asaltaron

cir quién lo hizo". Sentí un escalofrío.

una vez". Esperó un segundo. "En el estacionamiento de un centro comercial. Era tarde y tenía que retirar algo de

"Además", continuó, "hay toda clase de perversiones en

la farmacia...justo cuando estaba a punto de subirme a mi

Brighton. No más los graffittis son tan obscenos que te re-

Mini sentí algo duro en mi espalda y una voz de hombre

vuelven el estómago. Es imposible caminar. Y...sí...esas pan-

que me ordenaba <Entre y córrase al otro asiento sin mi-

dillas de motorizados. La venta de droga. Cosas de esas.

rar hacia atrás. Hice lo que me decía. Parece que así

Me preocupa mi hija".

es menos probable salir lastimada". Buscó otro cigarrillo en

"¿Tienes una hija? ¿Qué edad tiene?" Felicity no usaba anillo de matrimonio. "¿Prue? 10 años".

su bolso y lo encendió. "Sí, eso dicen", comenté. "Aunque al principio no lo pensé y pretendí obedecer.

"¿Se parece a tí?"

Más rápido que decir .lado Robinson me volteé y le di du-

"Creo que sí. Es una chica encantadora. Muy inteligen-

rísimo en la ingle con el tacón del . zapato. Todavía le de-

te. Brighton no es sitio para ella. En mi oficina de Londres a veces me pongo a imaginar que algo horrible le está ocurriendo... como el pequeño Cousins que perdió la lengua".

CUENTO

be estar doliendo al muy sinvergüenza". Me estremecí. "Dicen que la mayoría de las víctimas de un asalto viven con miedo". "IYo no! Ya lo solucioné, y más nunca". Felicity buscó en

Qué tópico de conversación tan desagradable, pensé,

su cartera y sacó un cuchillo...un cuchillo de caza media-

aunque en cierta forma me atraía como ciertas noticias de

no. Por un momento no pude creer lo que veía: una ingle-

los tabloides. "¿No podría mudarse?" le pregunté.

sa de apariencia pacífica blandiendo una navaja. "Esta es la única manera de tratar con el crimen". E hizo brillar la hoja a la vista de los pasajeros cercanos, lo que me hizo pensar si acaso no estaría completamente chiflada. El calor en la cabina se hizo opresivo. Saqué un pañuelo para secarme la parte posterior del cuello. "No estoy seguro si la violencia hay que enfrentarla con más violencia", dije. "En realidad jamás he sido víctima del crimen, por extraño que parezca en un neoyorquino". "¿Le traigo un té?" preguntó "No, permítame". "Por favor. Insisto". "Bueno, gracias, un café griego".

o bien se alejó, me alegré. El cuchillo me habla perturbado; o más bien, que ella me lo mostrara era lo que me molestaba. El arma más mortal que he portado alguna vez fue una tenaza. Ella parecía la dase de persona que preferiría morirse antes que cortar una rosa. En dos platos, me sentí enteramente desilusionado. Pensé que todo era un cuento que había inventado porque yo era un escritor, o sino, para burlarse de mí, no estaba muy seguro. Además, es raro que mujeres amables, en tren de recuperarse de un accidente automovilístico, anden por ahí con un cuchillo de caza en la cartera. Me encontré de repente añorando los, donde la única brutalidad era el viento que soplaba de noche. Ni siquiera estaba seguro si quería seguir hablando con Diol.Exces0

Mayo 1990 93


CUENTO

extrajeran las amígdalas."

Felicity. Regresó con un café, y un té para ella, sonriendo, co-

"iSuerte la suya!". Encendió otro cigarrillo. "Estoy conven-

mo si simplemente hubiéramos estado hablando del clima

cida que eso de mezclar la sangre de otra persona, sin con-

y sus variaciones. Como la mayoría de los ingleses, su ma-

tar que sea del mismo tipo, con tu propia sangre, es buscar

nera de tomar el té sugería que era el máximo placer da-

complicaciones Por algo hay tanta gente enferma por ahr .

do por Dios a la humanidad. Yo me mandé el café al pe-

Empezó a acalorarse. "Es lógico, ¿no crees?, que la esencia

cho de un solo sorbo y confesé lo muy cansado que es-

de un extraño al mezdarse con la tuya sea capaz de pro-

taba y que esperaba que no le sentara mal si dormía

vocar un shock en el sistema y enfermar a cualquiera. Es

una siesta.

una invasión a la privacidad física".

"Ha sido muy desconsiderado de mi parte", dijo, con

"Nunca lo había considerado de esa manera. Nos acer-

una mirada solícita. "Ponerme a contarle estos horrores. Pe-

camos a Paros. Pienso que le gustaría salir a cubierta y go-

ro la vida tiene cosas tan terribles a veces", añadió filosó-

zar de la vista. Yo cuidaré sus cosas". Quería librarme de

ficamente. "Duerma, duerma un poco". Habiendo dicho

ella; primero el cuchillo y ahora toda esta conversación so-

eso, y sonriendo una vez más, agarró una bolsita y sacó

bre sangre. "Gracias, creo que lo haré". Tomó su cámara, una Olym-

su tejido. Creo que dormí dos horas o más. Cuando desperté el sol estaba en su zénit y la cabina parecía un horno. Felicity había abandonado su labor de

Asentí. Por primera vez ella lograba comunicar algo del dolor que sentía;

una historia, un cuento.

respirar con alivio. Me puse a hojear los Karamazov con cierta amargura y decidí que mejor sería retomar mi siesta.

punto por Jane Eyre. Caminé hasta la

Cuando volví a despertar, Felicity estaba sentada con su

cubierta a tomar unas bocanadas de ai-

libro en el regazo y me miraba fijamente. "Perdone", se dis-

re marino. Apoyado en la balaustrada

culpó cuando vio que la había descubierto. "Me gusta mirar

y apenas un poco mareado, me puse a

a la gente mientras duerme. Se ven tan tranquilos. Tan sin

contemplar la estela de espuma que se

preocupaciones. A veces me siento ¡unto a Prue horas y ho-

extendía hasta un punto lejano en el ho-

ras sólo para verla dormir. Horas, literalmente".

rizonte, después de acariciar la última is-

el resto parecía

pus, muy apropiada en este caso, y salió afuera, dejándome

Me puse a tararear una canción.

la que íbamos dejando atrás. Pero lo

"Parecía un niño mientras dormía", dijo, con algo de timi-

que más veía era la hoja del cuchillo de

dez. "Parecía tan amable. Si yo tuviera el poder, pondría to-

Felicity. Nos acercábamos a Paros, la úl-

do el mundo a dormir".

tima escala antes de Naxos, y luego, por

"¿Como un animal?"

fin, los, donde abordaría el viejo auto-

"Sí, algo así. Creo que a veces la gente es mejor cuan-

bús que, desde el puerto hasta la villa, va tragando las escarpadas colinas con los motores rugiendo a cada cambio de velocidad, como un gordo o un viejo cuando se van quedando sin aliento. Cuando entré, cerca de nosotros un niño se había cor-

do se desconecta". Ya me estaba volviendo a impacientar. "¿Qué tal el libro?", pregunté. "¿El libro? Oh No puedo decir que lo disfrute mucho. Me recuerda demasiado mi propio matrimonio." Su mano se di-

tado. Su madre lo reprendía mientras le vendaba el de-

rigió a la cicatriz en su mejilla. "Este es uno de mis souvenirs",

do. Los chillidos del niño creo que eran a causa del abu-

exclamó con una risita nerviosa.

rrimiento del viaje, más que de calamidad misma. Tomé mi

"Había pensado que era producto de su accidente".

asiento y miré a Felicity que estaba concentrada en lo que

"Ni hablar". Permaneció callada por un rato, aunque

ocurría al niño. "¿Sabe usted", dijo, volviéndose hacia mí,

obviamente tenía algo más que decir. "Mi esposo, para de-

que trataron de hacerme una transfusión de sangre en el

cirlo en pocas palabras, fue un bastardo. Y yo una tonta. El

hospital? Qué idea! Estoy completamente en contra de las

trago, usted sabe. El solía golpearme cuando estaba borra-

transfusiones de sangre. Les dije que era una Testigo de

cho. Muy Jekyll y Hyde. Se transformaba en otra persona".

Jehová lo que obliga legalmente a que no te den una tras-

Yo no quería seguir oyéndola. "Me casé con un hombre de

fusión. El 90 por ciento de las veces no son necesarias. Es

clase más baja. Mi padre me desheredó. Edward, mi espo-

raro que alguien muera por haberse desangrado. Espero

so, era... muy...ordinario. Pero lo amaba, o al menos así b

que a usted no le hagan transfusiones".

creía yo. No sé por que le estoy contando esto. Es muy...per-

"

"No creo que nunca me hayan hecho una. En realidad, sólo he ido a un hospital una sola vez...para que me 94 Exces0 Mayo 1990

sonal, ¿verdad?" Asentí. Por primera vez ella lograba comunicar algo del


JUEGOS

MIL dolor que sentía; el resto parecía una historia, un cuento. Naxos se encontraba a pocos minutos delante de nosotros. Recé porque el ferry se moviera más aprisa. "Pero todo eso al fin pasó", dijo. "Los golpes y b demás".

de triunfo

As

Sus ojos relucieron de ira al recordar. "Cuando le puso una mano a Prue...ese fue el final. Supongo que en realidad no la quería lastimar, pero empezó a sacudirla y ella se asusté". Su labio inferior comenzó a temblar. "Yo...yo comencé a ver to-

Steve Hamaoui M.I.

do rojo. Fui tras él con el atizador. Después ya no me molestó más". No dije nada. Naxos fue anunciado por el sistema PA. "¿Ya? Caramba, qué rápido, ¿no es así?". Empezó a recoger sus pertenencias. "Usted ha sido muy, muy amable", dijo. "Una siempre agradece poder conversar con alguien en un viaje como este. Espero que no se haya aburrido con mis historias tristes". Le aseguré que no. Felicity miró alrededor para ver si había alguna cosa. "Pe-

El mes de marzo vio la realización del torneo Interdub en los salones del Altamira Tennis Club. 16 equipos se enfrentaron en un round robín y los cuatro primeros clasificados se enfrentaron en dos semifinales. La final se disputó entre los equipos de Hebraica (S. Sullivan, E. Tylor, F. Bonanni, C. Caponi y S. Hamaoui) y Barinas Country Club (R. Benshimol, C. Blohm, N. Messori y A. Botto). Después de 16 manos el resultado era muy parejo, pero en la segunda tanda Barinas C.C. tomó el mando de las acciones y no lo soltó hasta el final. La siguiente columna es una muestra de cómo maximizar las posibilidades de éxito cuando se juega un contrato que en teoría luce tendido.

ter, espero que su libro y usted tengan éxito, y estoy segura

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que ambos lo lograrán". Entonces hizo algo de lo más insólito: se inclinó y y me besó en la frente. Mientras la acompañaba hasta la cubierta, no me aguanté y le pregunté si ella y su esposo se habían separado o divorciado. No respondió, simplemente me dirigió una mirada misteriosa como diciendo "¿Qué crees tú?". Pienso que ella lo mató.

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nas dos semanas después estaba yo sentado en la plaza de los tomándome un café, mientras leía un ejemplar del periódico en inglés, el Athens News. La

plaza no es más grande que una habitación espaciosa; un an-

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tiguo y retorcido olivo daba una sombra maravillosa; el clima era perfecto. Había olvidado, más o menos, a Felicity Browne, si ese era en efecto su nombre. Me pareció extraño, mientras la veía bajar por la pasarela' del barco y caminar hasta el muelle, que no hubiera nadie esperándola. Tampoco parecía que ella esperara a nadie. Mi ojo captó una noticia al pie de la primera página. Hablaba del asesinato de dos griegos que venían de Londres, un hombre y una mujer. Fueron acuchillados en e: apartamento de un pariente, que se los había prestado para sus vacaciones. El apartamento estaba ubicado en un suburbio de Atenas llamado Illissia. Me pregunté si no sería posible...no, no podía ser. Sin embargo, no dejaba de ser demasiado sugestivo como para abandonar la idea. Y todavía tengo mis dudas. Estoy casi seguro de conocer la verdad secreta. CEED

Contrato 3 ST por Sur, salida K de Espada. Contando las bazas nos damos cuenta que si el diamante cae tenemos nueve bazas pero si no cae tendríamos que recurrir al trébol para hacer cinco bazas en ese color. Lo natural es ganar con el A de Espada y jugar la O de diamante y diamante hacia el K. Cuando nos damos cuenta de que el diamante no cae, tendremos que jugar sobre el trébol, pero el problema es que cuando lo hayamos afirmado no podremos cobrar cinco bazas en ese color sino sólo tres. La manera correcta de jugar la mano es empezar con un pequeño diamante hacia el K del muerto y un pequeño hacia la Q de la mano. Cuando nos damos cuenta de que el diamante no cae, jugaremos un pequeño trébol hacia la J del muerto y si la finesse se da cobraremos el As de diamante, el As de trébol y jugaremos un pequeño trébol hacia el K. Habiendo afirmado los tréboles y estando en la mano correcta, podremos cobrar los dos trebolitos que hemos afirmado. En total haremos tres diamantes, una Espada y cinco tréboles. Como pueden apreciar, con un poco de cautela y manteniendo siempre dos opciones de éxito mantendremos un contrato que de ninguna otra forma se puede cumplir. COA

Traducción del inglés G.J.-M.S.P.

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JULGO5

Realeza y ral99 Dictadores y deportistas son los polos opuestos en sus respectivos ofidios. Los primeros recurren libremente a todas las trampas y manipulaciones, directas o maquiavélicas, para permanecer en el poder y aún selalar a dedo al sucesor. En contraste, la mayoría de los deportes actuales, en particular los de envergadura internacional, constituyen las actividades de mayor contenido democrático y espíritu justiciero, lo más cercano al juego limpio, entre los quehaceres humanos. A sus más altos niveles, además, el deporte es una actividad muy rentable. Y como se sabe, los buenos negocios hay que preservarlos, para que el producto no se desprestigie. Es lo que ha pasado con la reglamentación de los Juegos Olímpicos, del circuito profesional de tennis, de las Grandes Ligas, del atletismo internacional y, en cierta medida, del ajedrez. La FIDE, a pesar de su politización o burocratización bajo los soviets, encarnó un avance respecto a los sistemas de escogencia de aspirantes a los diversos niveles de maestros, grandes maestros y candidatos al campeonato mundial, que se acostumbraban antes de 1946. Hasta entonces, el campeón de turno escogía las más de las veces a su contrincante, como un tirano. Por ese régimen Casablanca nunca consiguió revancha alguna. Botvinnik, en cambio, disfrutó de una reglamentación que le permitiría jugar tres revanchas, lo que también fue considerado excesivo y eliminado a la postre en los torneos de campeonato mundial. Comparemos el promedio de longevidad del título de una época a otra: entre 1866, cuando Steinitz comienza a ser extraoficialmente reconocido como campeón mundial, hasta 1946 cuando fallece Alekhine, tenemos cinco campeones en 80 años, o sea un promedio de 16 años en posesión del cetro. Desde 1948 hasta hoy han sido siete los campeones, es decir, un reinado promedio de seis años. Para este acelerado relevo campeonil, ¿quiénes son los nuevos talentos que habrán de disputarle a Kasparov o Karpov la supremacía en 1993? Los tres principales prospectos tienen 21 años de edad: Boris Gelfand, Ivanchuk y quizás Salov, todos provenientes de lo que todavía llamamos Unión Soviética. El inglés Adams, la húngara Polgar, Lautier de Francia, Anand de Indonesia, dos o tres norteamericanos que despuntan, no constituyen amenaza para la continuidad rusa o de las nacionalidades vecinas, aún bajo poder nominal soviético. En la sutil y elegante gimnasia de la siguiente partida de Gelfand, podemos apreciar las nuevas ideas y remozado estilo de un ajedrecista ciertamente magistral.

Torneo Abierto Islas Baleares, enero 1990. Blancas: Gheorghiu. Negras: Gelfand. Apertura India de Rey (Saemisch)

1) d4, cf6; 2) c4, g6; 3) e4, d6; 4) Cc3, Ag7; 5)13, 0-0; 6) Ae3, c5; Comienza Gelfand a ponerle su sello al juego. Ofrece un peón y hasta dos, para imprimir dinamismo. Soslaya alternativas sólidas como 6) Cbd2 y c5 ó 6) ..., e4. 7) dxc, dxc; 8) DxdB, Txd8. Si 8) Axc, Dc7, apoderándose luego de la columna dama y presionando sobre el cA. 9) Axc5, Cc6; 10) Cd5, Cd7¡; la esencia de la estrategia negra. Entra a aduar decisivamente el poderoso alfil negro. El propósito de la entrega de peones es congelar el flanco rey y lograr ventaja en desarrollo y movilidad. 11) Ae7, Cxe7; Si 11) Cxe7+, Cxe7; 12) Axe7, Axb2; 13) Axd8, Axal ; 14) Ad3, Ac3+; 15) Rf2, Cb6, seguido de Ae6. 12) Cxe7+, Rf8; 13) Cd5, Axb2; En caso de 13) Cxc8, Axb2¡; 14) Tb1, Ac6+ ; 15) Re2, Taxc8; 16) Txb7, Ce5; 17) Txa7, Td2+; 18) Re3, Cxc4+; 19) Rf4,Ae5+, con peligro de mate. Esta variante demuestra más explícitamente la idea tras la entrega de peones. 14) Tbl, Ag7; 15) Ce2, Cc5; 16) Ccl , Ae3; 17) Cd3,

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b c d e f

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h

Diagrama después de la ligada 23...Cc6l Blancas: Rfl - T61 - Th1 - Ae2 - a2 - g2, f3, c4 - h4 - d5 - Ch5 (11 piezas) Negras: R18 - Td8 - Tc8 - Ad4 - Cc6 - a7 - b7 - f7 - h7 - g5 (10 piezas)

Tac8; 18) Ae2, Ca4 ¡ ; El cambio de caballos en la jugada 18 blanca permite al oponente mantener su inciativa. 19) Cd3f4, g5¡; El caballo de rey nuevamente fuera de juego. 20) Ch5, Ac3+; Capturar el AR negro permite la entrada del caballo negro seguido de Axc4, y la irrupción de ambas torres negras contra un rey blanco en el centro del tablero. 21) R11, Ad4¡; 22) h4, AxdS; 23) exd5, Cc6¡ (véase diagrama). 24) Txb7, Tb1 ¡ ; Ironía, el blanco tiene dos peones de ventaja, con peones unidos centrales, pero la energía en este caso será superior a la masa. 25) Tb3i, Cxa2; 26) Td3, Tb1+; 27) Adl , Ab6; Si 27) Td1, Tdb8, cambia torres y sigue dominando con una sola torre negra, porque la blanca continúa congelada. 28) Cf6, Cb4; 29) Re2 (la torre está atrapada; no vale Td2,

Ae3); 29.

H.,

CE/3; 30) Id, a5j; este

peón será un jonrón, por eso continúa despreciando los otros peones. 31) hxg, a4; 32) Ce4, a3; 33) Cc6, Tal ; 34) Rc2, Ad4; 35) Cb5, a2; 36) Rb3, Ta8; 37) Abandona


*

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