Una Inmaculada del Museo de Arte de Lima

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UNA INMACULADA DEL MUSEO DE ARTE DE LIMA Por Freddy Cabanillas Cabanillas Uniaersidad Nacional May or de San Marcos "¿Quién es ésta que av)anza cual la aurora, bella como Ia luna, distinguida como el sol, imponente como ejército formado?" (Cant. 6,1.0)

La pintura colonial andina sirvió de apoyo didáctico a la evangelización. La mayoría de los temas están relacionados con asuntos religiosos. Fue un arte "dirigido" que tenía que cumplir ciertas normas para representar "correctamente" a Cristo, la Virgen a los santos.

El Concilio Limense de

1772 ordenó lo siguiente: "En la lglesia ni en otro lugar se coloquen lmágenes no acostumbradas. Ni se pinten o adornen las de los Santos en traxes extraños, indecentes o deshonestos o de modo que puedan causar en la plebe horror o peligro de herror"(1). La Virgen María fue uno de los temas predilectos. Los misioneros se preocuparon por difundir la veneración a la Madre de Cristo y para esto utilizaron multitud de imágenes. Un obispo ayacuchano, Fray Luis Jerónimo de Oré, escribió hacia 1598:"Por lo cual es muy justo y coviniete, que en todas las yglesias de los indios, aya ymagé dista gloriosa Virgé, y si pudiera ser téga altar o capilla particular, para que con mas devoción acudan los indios a invocarla en todas sus necesidades, sean enseñados a conocer las excellencias desta singular muger" (2).

y

Los andinos ya habían sublima-

do las ideas de maternidad y femineidad, lo que se manifiesta en el affaigado culto a la Pachamama. Esto facilitó la aceptación de María por parte de la población sometida. Recordemos ese impres¡onante cuadro alto-peruano

donde la Virgen se identifica con sagrado cerro de Potosí (3).

el

LA VIRGEN CUSQUEÑA El cuadro que vamos a describir lo hemos titulado: "la Coronación de la lnmaculada Eucarística". Es un óleo sobre lienzo de regulares dimensiones (176 x 129cm.) obra de un anónimo pintor cusqueño del siglo XVlll. Se exhibe en la exposición permanente "3000 años de arte en el Perú", de Museo de Arte de Lima (4). Estamos ante una pintura donde se combinan varias composiciones: Inmaculada Eucarística, Coronación de la Virgen y la lglesia Docente. La Inmaculada Concepción es una de las devociones marianas más importantes. La idea de que Dios preservó a María del "pecado original" se remonta al siglo V. Algunos teólogos como San Agustín y Santo Tomás de 67


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Aquino, tuvieron sus dudas al respecto (5) pero la mayoría de los Padres la aceptó. Gran defensor de la lnmaculada fue el franciscano Juan Duns Escoto (1266?-1308). En España esta advocación tuvo como centro principal a Sevilla(6). precisamente, un hijo de esta ciudad, el pintor Murillo, se hizo famoso con sus encantadoras "ln macu ladas" (Z) Franciscanos, Jesuitas y madres concepcionistas, difundieron esta devoción en el Perú. Los domínicos, aunque también eran marianos, se oponían al misterio de la Inmaculada Concepción. El siglo XVll fue testigo de encendidas polémicas(8). Tanto en España como en el Perú, la devoción a María llegó a límites increíbles. Un caso curioso en el erudito sanmarquino Antonio de León Pinelo. En su biblioteca tenía !1200 libros de Mariologíal Este prolífico autor publicó una "Relación de las fiestas que a la lnmaculada Concepción...se hicieron en esta ciudad de los reyes del Perú..."(1618). En el cuadro del Museo de Arte, la Virgen está vestida con tún¡ca de color rojo muy discreto y manto azul. Estos colores significan amor y sabiduria respectivamente(g). La luna bajo la Virgen es un símbolo tomado del Apocalipsis o Revelación(10) Un bello poema de Fray Luis de León dice: "De ángeles sois llevada, de quien servida sois desde la cuna, de estrellas coronada tal reina habría ninguna, pues por chapín tenéis la blanca luna"(1 1)

La luna como atributo mariano. es explicado por San Alfonso María de Ligorio - siguiendo a San Bernardo - de

esta manera: "así como la luna se interpone entre el sol y la tierra y cap68

tando luces del sol la reenvía hacia la tierra, así María Santísima se coloca entre nuestro Redentor, sol de Justicia,

y nosotros los pecadores, y nos óenvía muchos rayos de perdón, misericor-

dia y paz que obtiene de su hijo, y va iluminando nuestro camino por la tierra"(12). La Virgen lleva entre sus manos una preciosa custodia con el Santísimo Sacramento; así se convierte en lnmaculada Eucarístia, imagen creada por Miguel de Santiago, uno de los pintores más representativos de la Escuela Qúiteña(13). Este artista es personaje principal en una de las tradiciones de Flicardo Palma: "el Cristo de la Agonía" (1867). La Santísima Trinidad (en su iconografía "oficial") corona con toda magestad María como Reina del Cielo. Esta es la representación de V Misterio Glorioso del Rosario. Alrededor revolotean angelitos portando atributos marianos. Se puede apreciar la puerta y la escalera, símbolos de las letanías que

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se representan generalmente en

la

parte alta de las composiciones donde aparecen. Se decía que en sus revelaciones a Santa Brígida (siglo XIV), la Virgen le explicó: "Yo soy Madre de Misericordia. Alegría para quienes se comportan bien, y puerta para que los pecadores logren volver a Dios"(14). San Luis María Grignión de Montfort llama a María "la puerta oriental, por donde entra al mundo y sale de él el

Sumo Sacerdote, Jesucristo"(15) En cuanto a la escalera, San Alfonso dice: "Esta es la escala para que los pecadores lleguen más fácilmente al cielo: la Madre nos lleva al Hijo, y el Hijo nos lleva al Padre Dios"(16) . Y Montfort enseña que para llegar al Cielo hay que subir tres escalones: "- el primero, más cercano y adaptado


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a nuestras posibil¡dades, es María. -el segundo, es Jesucristo y -el tercero es Dios Padre"(17). En sentido inverso, San Agustín señala que "la humildad de María fue la escalerita por la cual la Divinidad se vino al mundo a encarnarse"(18). Otro angelito lleva el símbolo de la paz'. la rama de olivo. San Alfonso -siguiendo a San Bernardo- hace esta comparación:"las manos de María son como verde Olivo, pues así como de este árbol se saca el aceite que es símbolo de misericordia, así de las manos de Nuestra Señora brotan continuamente y siempre, obras de misericordia en' favor de los afligidos" (19) Otros ángeles portan flores: la azucena que es símbolo de pureza, el lirio del Cantar de los Cantares (20) y la rosa mística de las letanías. En el libro de Fray Luis Jerónimo de Oré se puede leer este bello pasaje que San Atanasio dedicó a la Virgen: "Tu eres tierra bendita y fértil, monte de Dios hermoso y grueso, quajado de flores, azucenas y lirios,

monte en quien Dios se agrado de

habitar para siempre. Los árboles misteriosos, el Acipres, el Cedro, la Palma, la Mirrha escogida, el Bálsamo que distila, y el Terebhinto en ti se hallan. Tu eres fuente y pozo de aguas vivas, huerto cerrado, jardín y vergel de Dios donde se hallan rosas y flores, y árboles aromathicos, encienso y otros árboles"(21). EVANGELISTAS Y DOCTORES

Contemplando este momento glorioso de María, aparecen entre nubes los Evangelistas y los Doctores de la lglesia. Los primeros están acompañados de sus atributos tradicionales. Estos símbolos significan una virtud, pero también un momento de la vida

de Cristo: - San Mateo con el hombre alado (intel igencia-Encarnación). - San Lucas con el toro (fuerza-Pa sión).

- San Marcos con el león (valor-Resu rrección).

- San Juan con el águila (rapidez y elevación-Ascensión).

El arte cristiano

acostumbró representar a los evangelistas con los símbolos mencionados, inspirándose en los cuatro "Seres" que aparecen en la visión del "trono celestial" (Apocalipsis 4) y en la visión del "carro divino" (Ezequiel 1). Escribió San Juan en Patmos: "...en medio del trono y alrededor, cuatro animales llenos de ojos por delante y por detrás. El primero era parecido a un león; segundo, a un toro; el tercero tiene la cara parecida a la de un hombre; y el cuarto, parecido a un águila que vuela". (Ap.4,6-7). Tenemos también a seis Doctorest los cuatro Padres de la lglesia Latina (San Gregorio Magno, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo) más los Doctores representativos de franciscanos y domínicos (San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino respectivamente). San Gregorio Magno (540?-604) Primer Papa-monje. Reformador de la música sacra. Célebres su "Comentario del Libro de Job" y su "Regla Pastoral". Alabó a María: "Nada resiste a tu poder porque tu Hijo, nuestro Creador, estima como suya tu gloria, y el Hijo de Dios responde a tus peticiones como si te estuviera pagando una deuda que tuviera contigo"(22). El pintor cusqueño lo representó con tiara y rica capa pluvial. - San Ambrosio (340-397) Obispo de Milán por aclamación popular. Defendió su autoridad eclesiástica del poder

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político. Partidario de la virginidad de María: antes, en y después del parto. Escribió un famoso "Retrato de la Virgefl", en el cual se pregunta: "¿Quien más noble que la Madre de Dios? ¿Quien más esplendorosa que Aquella a quien ha elegido el que es el esplendor eterno?"(23). En el cuadro cusqueño aparece acompañado de un angelito que lleva el panal de abejas. Es una referencia a sus esfuerzos por mantener la unidad de la lglesia. - San Agustín (354-430) Obispo de Hipona (norte de Africa). Su pensamiento es fundamental para la Filosofía de la Historia. Autor de: "Confesiones", "La Ciudad de Dios", etc, Resaltó el papel de María como Madre de la lglesia. En el cuadro vemos un angelito portando el símbolo del santo: un corazón traspasado. Esto se inspira en su famosa frase sobre el amor divíno: "Tú nos habías flechado con tu amor y tus palabras las llevamos como encajadas en las entrañas"(24). - San Jerónimo (347?-420) Su nombre completo fue: Eusebius Hieronymus Sophronius(25). Se retiró al desierto. Por encargo de Roma tradujo las Sagradas Escrituras al latín (Vulgata Latina). Defendió la virginidad de María contra Helvidio y Joviniano: "Y yo te afirmo que María sí fue virgen y siempre virgen"(26). Fue costumbre representarlo como penitente, o como en este caso con traje de cardenal (lleva una muceta roja) a pesar de que nunca ejerció ese cargo (27). - Santo Tomás de Aquino (1225-1274) Teólogo de la Orden de Predicadores (domínicos) de enorme influencia en la historia del pensamiento cristiano. Autor de "Suma Teológica". Explicó que María fue llena de "gracia" de tres maneras: 1) Llena de gracia en su alma (agra

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dable a Dios)" 2) Pureza corporal. 3) Repartidora de gracias a los fie les(28).

Está pintado con el sol en el pecho, el cual representa "la luz que irradia la verdad de su doctrina" (29). Las alas recuerdan su título de "Doctor Angélico". - San Buenaventura (1221-1274) Cardenal de Albano (ltalia). Teólogo franciscano llamado el "Doctor Seráfico". Escribió: "sobre la pobreza de Cristo", "la Leyenda Mayor", "Tratado sobre el triple camino", etc. Es uno de los santos marianos más importantes; San Alfonso lo cita 52 veces. Creó la novena bienaventuranza: "Bienaventurados los devotos de la Santísima Virgen, porque tendrán sus nombres escritos en el Libro de la Vida Eterna"(00). Aquí lo vemos vestido con alba y encíma la muceta roja de cardenal. Hay un pequeño templo sobre el libro: sus escritos sirven de sustento a la estructura de la iglesia.

EN LA CASONA

Para profundizar lo que hemos visto en el cuadro cusqueño, podemos trasladarnos a la Casona de la U.N.M.S.M. Ahí se encuentra la Capilla de Nuestra Señora de Loreto, en cuyo techo de madera aparecen complejas pinturas murales de inspiración mariana. Están María en el Cielo y los símbolos de sus letanías. con los Doctores de la lglesia. Además de los seis que vimos en el cuadro del Museo de Arte, aquí se distinguen a seis santas escritoras: Santa Magdalena de Pazzi, Santa Catalina de Bolonia, Santa Brígida, Santa Gertrudis, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Jesús. Una inscripción en la pared intenta resumirlo todo: "TOTA PULCHRA'.


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NOTAS

1) Rubén Vargas Ugarte. Concilios Limenses (1551 -1772) T.ll Lima, 1952. p.117'Esta disposición del Sexto Concilio Limense se encuentra en el Libro lll, título Vlll: "De Reliquiis et Veneratione sanctorum et processionibus". cap. l,punto v.

2)

Fray Luis Jerónimo de Oré. Symbolo Catholico lndiano. Lima, 1992.p.189-190.

3)

Teresa Gisbert, lconografía y mitos indígenas en el arte. La Paz, 1980. p.17-22

4) Mariano Paz Soldán. "Arte virreinal". En: Museo de Arte de Lima. 100 obras maestras. Colombia, 1992. El cuadro es reproducido en color (p.101/lám.a3).

5)

P.Pío Suarez Mariología desde Latinoamérica. Lima,1g8B,p.226

6)

Ricardo Estabridis Cárdenas. Advocaciones de la Virgen en el Perú. Catálogo de la exposición en homenaje a su Santidad el Papa Juan Pablo ll. Lima, 1g88.p.18.

7) Ver el texto de Juan

Manuel Ugarte Eléspuru en el Catálogo de la exposición: "La imagen de María en el arte del Perú". Lima, Banco de Crédito, 1990. Para cuadros marianos pintados en el Cusco, revisar: José de Mesa-Teresa Gisbert. Historia de la pintura cuzqueña.2.T. Lima, 1982.

8) Francisco Stastny. "La Universidad como claustro, vergel y árbol de la ciencia. Una invención iconográfica en la Universidad del Cuzco". En: Anthropologica Año ll,N.2. 1 984.p.1 59-1 60.

9)

Ernesto Sarmiento. "lconografía y simbología". En: Pautas y metodología de inventario y catalogación de bienes muebles (períodos virreinal y republicano) región andina. Lima, 1980.p.146. 10) "Una señal apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza" (Ap.12,1). 1

1) P. Pío Suárez. Ob.cit.p.255.

12) San Alfonso María de Ligorio. Las glorias de María (1750). Bogotá, 1993.p.127128.

13) José María Vargas. El arte quiteño en los siglos XVl, XVll Y Xvlll. Quito, 1949.p.119. Hay que tener en cuenta que los indígenas quiteños acostumbraban a saludar con esta frase: "Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y María concebida sin mancha del pecado original". Ver el texto de Pedro Gjurinovic en el catálogo de la exposición: "La Eucaristía en el arte virreinal". Lima, Banco de Crédito, 1

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14) San Alonso María de Ligorio. Ob.cit.p.21.

15) San Luis María Grignión de Montfort. Preparación al Reinado de Jesucristo o Tratado de la Verdadera Devoción (1712). Lima, 1983.p.186. Este libro de Montfort y el de San Alfonso ya citado, son los clásicos de la espiritualidad mariana. Montfort es autor de la frase: "Tuus totus ego sum" (266 de su libro). 16) San Alfonso María de Ligorio. Ob.cit.p.12G. 17) San Luis María Grignión de Montfort. Ob.cit.p.68. 18) San Alfonso María de Ligorio. Ob.cit.p.25G. 19) ldem.p.170.

20) "Como el lirio entre cardos así es mi amada entre las doncellas" (Cant. 2,2). Es costumbre utilizar textos del Cantar de los Cantares en la liturgia mariana. Uno de los más entusiastas fue San Bernardo de Clairvaux (siglo Xll) el cual interpretó ese libro "como una compleja alegoría donde la novia del poema se identificaba con la Virgen". Ver: José Hernán Aguilar. "Escenario devocional. El barroco flamenco y la vida de la Virgen". En: Lecciones Barrocas. Pinturas sobre la vida de la Virgen en la Ermita de Egipto. Bogotá, 1990.p.12"

21) Fray Luis Jerónimo de Oré. Ob.cit.p.242.

22) San Alfonso María de Ligorio. Ob.cit.p.21 23) Eliécer Salesman. El libro de la Virgen. Bogotá, 1992.p.59.

24) San Agustín. Confesiones. Trad. Antonio Brambila. Caracas, 1986. Libro lX, Cap.ll.p.263. 25) Alban Butler. Vidas de los santos (edición original publicada entre 1756 y 1759). Trad. y adaptación de Wifredo Guine. México, 1965. T.lll,p.T14.

26) San Alfonso María de Ligorio. Ob.cit.p.276. 27)Pintura en el Virreinato del Perú. Lima, Banco de Crédito, 1989.p.379. 28) San Alfonso María de Ligorio. Ob.cit.p.217. 29) Francisco Stastny. Ob.cit.p.158. 30) Eliécer Salesman. Ob.cit. p.166

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