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Morelos
Ambulantaje se convierte en un peligro para la vida de peatones
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Jesús Barrera Franco
Quienes tienen su residencia en Cuernavaca padecen numerosos problemas sociales, entre los que se encuentra el ambulantaje que por falta de regulación se ha convertido en un auténtico peligro para los peatones. Cabe recordar que diariamente recorremos algunas o muchas de las calles de la ciudad de Cuernavaca, tanto en automóvil como caminando y nos encontramos con una gran cantidad de tráfico tanto vehicular como peatonal, pero en el caso del último genera existe un volumen importante de obstáculos que librar para poder transitar por las banquetas. En un recorrido por algunos puntos específicos de la ciudad en los que es importante que cuenten con banquetas despejadas, destacan tres casos: el Hospital General “Doctor José G. Parres” ubicado en la calle Gustavo Gómez Azcárate, El Hospital General Regional No. 1 “Ignacio García Téllez” en la Av. Plan de Ayala y la calle Vicente Guerrero en el centro de la ciudad. Estos sitios fueron seleccionados por el flujo importante de gente que visita diariamente estos lugares. En el caso del hospital “Dr. José G. Parres” prácticamente ambas aceras están ocupadas por vendedores ambulantes, principalmente la acera que está frente al hospital la cual es angosta y los ambulantes ocupan la totalidad de la banqueta, en consecuencia se requiere de bajar de la banqueta y con esto ponerse en riesgo ya que además existen automóviles estacionados en zona prohibida obligando al peatón a caminar en el arroyo vehicular. Esta situación se repite de igual forma en el H.G.R. No.1 del IMSS en la Av. Plan de Ayala ya la acera también pequeña para la cantidad de gente que circula en el lugar, además de puestos de revistas que
afectan la circulación existen puestos ambulantes que obstaculizan el caminar por la banqueta. En la calle Vicente Guerrero, en ambos lados hay vendedores ambulantes, además del gran flujo de gente que visita muchos establecimientos debidamente instalados se llega a obstruir muchas veces la circulación del peatón por las banquetas. En los tres casos mencionados hay dos constantes que afectan de manera directa, primero el comercio informal o vendedores ambulantes que además de dañar económicamente a los negocios debidamente establecidos los cuales generalmente cumplen con sus obligaciones fiscales y los ambulantes no, hacen uso de las banquetas para colocar indiscriminadamente mesas, cajones o cualquier cosa que permita mostrar todo tipo de productos así como alimentos que en la mayoría de los casos carecen de higiene. La segunda constante es el ancho de las banquetas que de forma general son pequeñas y cualquier objeto que se coloque en ella ocasiona una obstrucción, generando con esto que el peatón automáticamente baje de la banqueta para librar el obstáculo con el que queda obligado a caminar por el arroyo vehicular. Analizando un poco esta problemática revisamos “el Bando de Policía y Buen Gobierno del Municipio de Cuernavaca” para tener un parámetro que nos indicara si esta situación social está contemplada en el ordenamiento municipal. Esta normativa contempla algunos puntos que son de importancia y a continuación se indican: Artículo 70: Sé prohíbe la instalación de rejas o cualquier otra forma de obstrucción que impidan el libre tránsito en la vía pública. Quien lo realice, además de violar el Artículo 11 de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos, se hará acreedor a las sanciones que pre-
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