Proxecto Comunicar
C.P.I. de Vedra 2012-13
Departamento de Lingua Española e Literatura
Roi Ribeira, miembro de Stop Desahucios en Santiago. MARIA ESPIÑO ALBELA Vedra Roi Ribeira es un lincenciado en Comunicación y Audiovisuales, que aprovecha el tiempo libre derivado de su situación de desempleo para colaborar en Stop Desahucios. Pregunta: ¿Cómo podemos calificar un proceso de desahucio? Respuesta: Como un drama, tanto para las personas como para una sociedad que no está siendo capaz colectivamente de solucionar un problema con la vivienda que hay en el estado español. P: ¿Definiría la Ley Hipotecaria Española como beneficiosa para los ciudadanos? R: Creo que está demostrado que para los ciudadanos no es para nada beneficiosa y que lo es fundamentalmente para los poderosos y los bancos. Beneficia la propiedad de la vivienda en el sentido especulativo y no prevalece el derecho fundamental a la vivienda recogido en los textos legales. P: ¿Cómo se desarrolla el proceso desde que alguien deja de pagar sus cuotas hasta que es desahuciado? R: Nadie deja de pagar porque le apetezca, pero las situaciones de desempleo o empeoramiento de la situación familiar lleva a algunas personas a no pagar su hipoteca. En los casos que nos encontramos las personas incluso llegan a renunciar a la alimentación, a vender todas sus pertenencias antes de dejar
Conversación con Roi, miembro de Stop Desahucios en Santiago. / I.R.A
de pagar, así que viven el proceso como un drama, con culpabilidad por no estar pagando, ya que es algo que socialmente estaba y está muy penalizado. P: ¿Cuánto puede durar un proceso de desahucio? R: Mucho tiempo. Desde que la situación económica de una familia comienza a empeorar hasta que empeora totalmente, ya es mucho tiempo y llega un punto en el que no pueden pagar y este momento puede tardar más de un año en algunos casos. Cuando se comienza a dejar de pagar ya es el final de un largo y duro proceso, desde ahí hasta que el banco los echa de su casa ya no es un proceso tan largo, tres o cuatro meses cuando la gente no busca ayuda, o más cuando recibe ayudas y consejos. P: ¿Puede llegar a suspenderse el desahucio si la familia o persona se hace cargo de las deudas? R: Pues es duro decirlo, pero en algunos casos, ya que una vez empezados los procesos de desahucios son irreversibles y la
única manera de que se hagan reversibles es que la gente se movilice, porque ya no se trata de retrasarse en una cuota, sinó que la siguiente ya es más cara y los intereses de demora por morosidad suben día a día. Acaba por ser mucho dinero, por lo que llegar a suspender el proceso es prácticamente imposible. P: ¿Hay un perfil de persona candidata a un desahucio o le puede suceder a cualquiera? R: Por lo que llevo visto, no hay ningún perfil, le puede suceder a cualquiera. Está afectando principalmente a personas que están en una situación económica y social más débil que la media en la escala social. Suele corresponderse con mujeres solas o con núcleos monoparentales, también con inmigrantes. Normalmente gente trabajadora, principalmente, y también algún pequeño empresario, pero según va aumentando la crisis puede haber más cambios de estatus en un tiempo reducido. P: ¿Se puede asumir un pleito
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contra un banco por parte de un particular? R: Individualmente es difícil, pero existe la justicia gratuita. Si las personas tienen unos ingresos mínimos pueden recurrir a un abogado de oficio. Ahora bien, con la ley de tasas que formula el gobierno las cosas están cambiando, pero tampoco está claro hasta que punto. A veces también sucede que las personas no acceden, por sus ingresos a la justicia gratuita y sin embargo están teniendo gastos muy elevados por pago de préstamos. Mucha gente piensa que no tiene derecho a iniciar un proceso legal y la mayoría
de los desahucios se producen sin que las personas tengan la atención de un abogado. De cualquier modo, colectivamente se pueden conseguir muchas cosas. P: ¿Quién paga los costes de los juicios? R: La persona hipotecada esta está obligada a pagar, aunque una cosa es la defensa frente al banco y otra es que el banco cargue sobre ella los costes judiciales del propio banco. Los procesos legales van incluídos en la cantidad que la persona le debe al banco una vez que perdió su casa. Ese dinero se va a deber durante toda la vida al
banco, porque es prácticamente imposible de pagar. P: Imaginar el acto de desahucio es muy duro... R: Sí, es muy duro. La mayoría de las personas están en soledad y tienen muchísima vergüenza. Parte de la labor de ayuda mutua es el trabajo de la plataforma de Stop Desahucios y en el colectivo personas afectadas que ayudan a seguir adelante a otras. La gente está muy mal, muy sola y fatal por no pagar, con una situación de crisis económica. Muchas personas tienen que ser ayudadas por otras para cubrir muchas de las necesidades básicas.
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P: ¿Cómo se llega al suicidio? R: Viendo que no hay futuro, e incluso para quitar una carga a otros familiares. Es producto de la soledad, de no sentirse acompañado. Nosotros creemos, que juntos podemos, que hay que organizarse. Lo normal no es que los que padecemos una injusticia nos suicidemos, lo normal es que los que causen una injusticia paguen por ella. P: ¿Qué propuestas de la ILP fueron mejor recibidas? R: Pienso que la mayor parte de las personas ven normal la propuesta de dación en pago. Es una propuesta de mínimos, en la que no se garantiza el derecho a la vivienda, simplemente se da oxígeno a las familias que quedaron sin vivienda. Muchas veces el banco hasta debería de devolverle dinero a las familias que pierden la vivienda. Las otras medidas propuestas se basan en una bolsa de alquiler social con las viviendas que tienen ahora los bancos, y la paralización inmediata de todos los desahucios, al menos hasta que la situación económica no mejore. P: ¿Por qué el partido goberrnante votó inicialmente en contra de una iniciativa legislativa popular con tanto apoyo por la patria de la población? R: Porque la política funciona así. Los partidos que en el po-
der suelen serlo porque reciben apoyo de sectores más poderosos que ellos, en este caso la banca. Aplicar las medidas propuestas no supone nada para el gobierno, ni para el sistema, porque son mínimas, pero la banca se encontraría con un descenso en sus beneficios y por eso presiona a los políticos para que actúe a su servicio. P: ¿Hay esperanzas puestas en la negociación política? R: No creo, yo pienso que es el momento en el que “la gente del común” nos debemos de poner duros y decir que ya no queremos negociar, porque las medidas propuestas son ya las más razonables. Pienso que cuando ellos hablan de negociar intentar reducir. Sería positivo que el PP y PSOE se sentasen a negociar, porque eso es que tienen respecto a la sociedad civil, pero hay que intentar conseguir presionando que aprueben esas tres medidas. P: ¿Cómo son las actuaciones de Stop Desahucios? R: Se empieza conociendo el problema de las personas e intentando ayudarlas, haciéndoles entender que no hicieron nada malo, que el proceso es normal en un momento de crisis económica y se les dice que antes de pagar al banco paguen otras cosas más importantes. Se intenta negociar con la entidad
bancaria para que, como mínimo, pare el proceso, que no aumente la deuda, que permita seguir viviendo en la casa a cambio de un alquiler social y si el banco no negocia, se intenta evitar es que se produzca el desalojo de la familia de su casa, poniéndose delante e intentando evitar que el secretario judicial entre, para ganar tiempo para que la familia pueda encontrar una alternativa. P: ¿Cómo logran la adhesión social? R: A la gente le preocupa la situación de la vivienda. Hay que ser solidarios. Cuando vemos los problemas que tienen los demás nos sensibiliza, ya que no queremos que a nosotros nos pase lo mismo, así que nos organizamos. P: ¿En qué cree que acabará este proceso social? R: Hay que ser optimistas, es fundamental. Si nos movemos conseguiremos muchas cosas, entre otras que por fin haya un derecho a vivienda reconocido y que no vuelva a pasar lo de los últimos años, cuando los poderosos incrementaron sus ingresos a costa de utilizar un derecho para especular. Esperemos que no vuelva la burbuja inmobiliaria. El derecho a la vivienda es fundamental, esperemos lograrlo.
Andrea Sanjurjo