Proxecto Comunicar
C.P.I. de Vedra 2012-13
Departamento de Lingua Española e Literatura
El conflicto palestino-israelí traspasa los muros del milenio JESÚS M. OTERO CALVIÑO Vedra El conflicto palestino-israelí se ha cobrado vidas, ha supuesto movimientos poblacionales y es todavía uno de los mayores puntos rojos del planeta. Jerusalén, reivindicada por israelís y palestinos contempla muerte, desplazamientos, odio y, a veces, también esperanza. Israel se enfrenta a la barrera que suponen los asentamientos judíos en Gaza creados por su propio estado. Palestina, a sus reclamaciones sobre el este de Jerusalén, ocupado en 1967, y a mucho más. Gallego de adopción, Ghaleb Jaber es un conocido empresario de origen palestino. Él y su familia equilibran ese difícil hilo en el que el éxito en los negocios se compagina con la solidaridad a través de la Fundación Araguaney. P: ¿Cómo recuerda su infancia y adolescencia? R: He tenido una infancia muy intensa, desde las vivencias en el pueblo de Einabus, donde había una escuela muy elemental. Recuerdo a mi madre siempre embarazada, porque llegamos a ser dieciocho hermanos, a mi padre militar. Quizás mi abuelo Ibrahim me marcó con sus lecciones de vida, como cuento de vida en el Libro Regalo de Memoria. Todo esto en un país en guerra.
La familia de Ghaleb Jaber Ibrahim en palestina / Foto cedida por G.J.I
Una palabra constante en mi vida ha sido "Palestina", y una imagen constante la de las fuerzas de ocupación israelíes, la de sus incursiones, tanques, aviones sobrevolando bajo, con la intención de aterrorizarnos. P: ¿Cómo fueron sus primeros años viviendo en Galicia? R: La vida de inmigrante nunca es buena. Sobre todo en el periodo de adaptación es muy dura. Hay un contraste del clima, de lengua y de las normas, pero como en mi caso el objetivo eran los estudios, me refugié en ellos. Siempre me he sentido bien integrado en la facultad y en la sociedad. P: ¿Ha conseguido crear en su familia gallega el sentimiento palestino? R. Por supuesto que sí, como
algo natural. Solamente ya al explicarles sus orígenes, sus nombres: Rahid, Ghaleb, Regina, Farys, Iannis, con su segundo nombre Constantino. Pero también a través de las comidas, de la música, los viajes, la familia. P: ¿Qué es lo que más extraña de Palestina? R: Poder ser un pueblo libre como todos los libres del mundo, no con el estigma constante de un pueblo de refugiados y de guerras. Extraño vivir en democracia, y no vivir mi pueblo la humillación diaria de ser sometido o refugiado. P: ¿Qué diferencias y qué puntos de encuentro existen entre las culturas gallega y la palestina? R: Siempre he visto más simili-
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tudes que diferencias. Somos sociedades rurales y de emigrantes, aunque sea por causas diferentes, pero nos marca mucha la historia de ser pueblos de emigrantes que sueñan con el retorno, la morriña triste y la determinación de no perder nunca nuestras hondas raíces. P: ¿Cómo podría explicar el conflicto palestino-israelí? R: Es complicado explicarlo en una respuesta, pero sí puedo decir que es la crónica de una injusticia, de recomponer interesadamente un pueblo alrededor de una religión, la judía, a través de juegos de intereses económicos sionistas occidentales, a través de la construcción de la entidad del estado de Israel sobre la tierra de Palestina destruida y quemada y sobre su pueblo despojado y empujado al exilio. Cuento esto en Génesis de Israel y Crónica de una Injusticia. P: ¿Por qué solución apuesta? R: Personalmente, y creo la mayoria de los palestinos, hemos apostado ya desde 1965 por un estado para todos: judíos, cristianos y musulmanes, por vivir en un solo estado democrático, con los mismos derechos y deberes para todos y no con la situación de apartheid y ocupación, por un solo estado binacional, algo que rechaza Israel. La otra solución es la de dos estados con fronteras, la de 1967, algo que también rechaza con su política de asentamientos y fronteras. P: Usted escribió un poema titulado “A mi hermano palestino“. ¿Qué ánimos necesita un pueblo como Palestina? R: El pueblo palestino no necesita ánimos: Todos los días le
Ghaleb Jaber Ibrahim con su madre y su abuela /foto cedida por G.J.I
Ghaleb Jaber Ibrahim con sus compañeros en Palestina / Foto cedida por G.J.I.
pasan cosas que le recuerdan sus sufrimientos dentro o fuera de Palestina. Así que mi poesía es un pequeño grano de arena en un desierto. P: Cada verano consigue traer a niños y niñas palestinos para pasar un mes en paz ¿En qué consiste el proyecto? ¿Con qué dificultades se encuentra? R. Es una idea de la que participa la sociedad gallega también. Y que sólo busca enseñar a los niños palestinos que carecen de todo, pero sobre todo de la libertad y la perspecti-
tiva de vivir en una sociedad libre, a ver el mar, a poder comer tres veces al día, sentir el cariño de la gente, a distinguir entre la sociedad occidental y los gobiernos de occidente que mandan por un lado una limosna y por otro armas para matarte. P: ¿Por qué tantos conflictos en el mundo árabe? R: Desde la finalización de la Primera Guerra Mundial, Occidente, o sea gobiernos de Gran Bretaña, Francia. EEUU... ha dividido el mundo el
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reinos de taifas y republicas dependientes de los dos bloques. Desde entonces, se consolidaron regímenes corruptos que, cuando se convierten en insostenibles, se cambian, pero se mudan los políticos, no las políticas, para continuar con el neocolonialista en la zona. P: ¿Qué han traído las llamadas “Primaveras árabes". R: Sólo tienen de primavera el deseo y las ansias de los pueblos árabes de libertad y democracia. La primavera en seguida se transformó en otoño, al asumir los gobiernos occidentales y sus lacayos, los regímenes del petróleo -Arabia Saudí y Qatar- , el papel de tutelaje de esas revoluciones, con la financiación de grupos armados que destruyen los países en guerras civiles, para construir los nuevos estados de Siria, Irak, Libia, Egipto etc. Política y económicamente es neocolonialismo del siglo XXI. P: La lucha de las mujeres es otra revolución ¿Cómo se contempla desde su cultura de origen? R: La mujer siempre ha tenido un papel importante en los movimientos sociales árabes, pero desde Occidente siempre se ha preferido potenciar regímenes que han silenciado a los mujeres, como los regimenes del Golfo y Arabia Saudí. En la prensa occidental siempre se habla de las mujeres árabes y sus derechos, pero nunca con las mujeres árabes. Mera posición cínica y de manipulación. La sociedad árabe real ha sido de matriarcado y el papel de las mujeres ha sido activo en la historia y las ciencias. Hay mucho por hacer, por su-
Ghaleb Jaber Ibrahim en la actualidad / Foto cedida por G. J.I.
puesto, pero no sólo en el campo de la libertad de las mujeres, sino de todas las sociedad. Hay que dejarles a los países un espacio para ordenar su casa. P: ¿Cómo se vive desde una perspectiva palestina el conflicto Sirio? R: De cada cinco muertos en Siria, uno es palestino, ya que en Siria viven más de medio millón de refugiados palestinos. Su sufrimiento es tremendo, porque se ven victimas de luchas que ellos no quieren. Tienen lealtad al pueblo sirio, luchan con él y mueren para defenderlo del régimen del ASSAD, pero no son parte activa del movimiento sirio. Es una guerra civil al servicio de intereses ajenos.
P: ¿Cómo nació la Fundación Araguaney? R: Fue en noviembre de 1984, en memoria de los emigrantes Constantino Martinez, gallego, y Maria Shnachik, alemana. Nació en Galicia, dirigida por un palestino, para ser un puente de culturas. Hace falta conocimiento del otro y nosotros lo hacemos posible. P: ¿Cómo se encuentran Occidente y Oriente en el Festival de Cine Amal? R: Amal: esperanza. El cine es una manera sencilla y atractiva de explicar lo que por la desinformación mediática se impone a la razón. Creemos que ayudamos a nuestra gente de aquí a saber más y mejor del cine de autor euroárabe. Difícil sin Amal.