Revista Polemikós # 3

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somos Dr. Hernán Linares Ángel Presidente del Claustro Dr. Néstor Cristancho Quintero Rector Dr. Miguel Ángel Maldonado García Vicerrector Académico Dr. Carlos Alberto Correa Gregory Vicerrector Administrativo

Director Fernando Barrero Chaves Editores Guillermo Cárdenas Pinto Javier Barbosa Vera

Dr. Fabián Patiño Barragán Vicerrector Educación Virtual y a Distancia

Comité científico

Dr. Fernando Barrero Chaves Decano Facultad de Ciencias de la Comunicación

Natalia Revetez -Signo Latinoamérica- (Uruguay)

Dra. Gisela Daza Navarrete Directora de Investigación Dra. Martha Lucía Castaño Torres Directora programa de Comunicación Social - Periodismo Dra. Nohra Ramírez Herrera Directora programa de Publicidad y Mercadeo Dra. Delia Manosalva Ruíz Directora programa de Diseño Gráfico Jesús Hernando García Coordinador Académico Facultad de Ciencias de la Comunicación Redacción, suscripción y canje Facultad de Ciencias de la Comunicación Fundación Universitaria Los Libertadores Carrera 16 Nº 63A-68 Conmutador (+571) 2544758 Fax (+571) 3145965 www.ulibertadores.edu.co revista polemikós ISSN 2027-01X · Edición Nº 3 · · Octubre 2009 - Marzo 2010 · www.revistapolemikos.com polemikos@cit.libertadores.edu.co Bogotá - Colombia

Nohora Elizabeth Hoyos -Directora Maloka-

César Rocha -Universidad Minuto de DiosAlexis Pinilla Díaz -Universidad Pedagógica NacionalSilvia Borelli- (Brasil) Comité editorial Rafael Ayala Alexis Pinilla Samuel Sánchez Cristian Villamil Editora gráfica Janduy Barreto Páez · A+ Media Bureau · Fotógrafa invitada Sandra Suárez Quintero Ilustración carátula Julián Velásquez Corrección de estilo Carolina Acosta Traducciones Ignacio Ardila Lozada Director Centro de Producción Editorial Pedro Bellón Impresión X


industrias culturales

contenido

Rocha 8 César La radio comunitaria en Colombia:

de la industria cultural a la construcción de lo público

Cable - De la serie Conexiones. Bogotá, 2008

Barrero 28 Fernando Álvaro Rodríguez

La comunicación como desafío del hombre contemporáneo Pajaritos, cámara - De la serie Grupo Talbot. Bogotá, 2008

Casas 38 Umberto Por qué odio a Botero

Gorda de espaldas - Carnavales del Diablo. Riosucio, Caldas. 2007

Cárdenas 44 Guillermo Nos hemos vuelto mucho

más intolerantes a la lentitud Entrevista con Carlos Scolari Niña festival - De la serie Fiestas de las colaciones. Supía, Caldas, 2008

Mestra 50 Arminio ¿Crisis o nuevas lecturas

de la canción vallenata?

Barrido, baile - Colonia de Barranquilla. Manizales, 2008


60

Javier Barbosa

Astigmáticos e Hiperbólicos Cangrejo Parque Tayrona, 2009

68

Nancy Ballestas Pablo Rivera

La hibridación tecnológica Niña mamoncillo - De la serie El rebusque. Girardot, 2009

78

Colciencias

Las universidades quieren más y mejor investigación Exvotos amarillos De la serie Imaginarios, magias y mitos. Carmen de Apicalá, 2008

88

Alexis Pinilla

La memoria de la época de su reproductibilidad técnica Tren - Tren de la sabana. Bogotá, 2008

100

Maximiliano Prada

La tecnología en la educación Niña flauta - De la serie Carnavales del Diablo. Riosucio, Caldas. 2009

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Resultados de investigación Reseñas editoriales

Sandra Suárez Quintero

Diseñadora Gráfica - Especialista en fotografía correo electrónico: sasuki20@gmail.com 2009 · Primer premio categoría profesional 19 Salón Tolimense de Fotografía, Museo de Arte 2009 · Anfibologías Proyectos de creación fotográfica, Universidad Nacional de Colombia 2009 · Muestra Tadeo - Categoría Fotografía, Universidad Jorge Tadeo Lozano 2004 · VI Encuentro Nacional «Sin Formato», Exposición fotográfica. Ministerio de Cultura, Instituto Distrital de Cultura y Turismo


carta a nuestros lectores

Industrias culturales: de la Escuela de Frankfurt, a hoy Hoy nos recreamos en estas páginas con el tema central de las industrias culturales, de las cuales surgen los primeros planteamientos con la Escuela de Frankfurt y a partir del libro publicado en 1944 por Max Horkheimer y Theodor Adorno y que tiene varias acepciones en español (Dialéctica del Iluminismo o Dialéctica de la Ilustración o Dialéctica de la Razón). En uno de los dos apéndices que incluso se le atribuye a Adorno, la crítica de la modernidad ilustrada se extiende al campo de las industrias ligadas a la difusión de la cultura, apoyadas ahora en las nuevas tecnologías. Esta Escuela describía una cultura tecnológica de masas en oposición a la alternativa de producción cultural individual y auténtica de las artes puras. Entonces se hablaba de unos pocos sectores, pero hoy debemos incorporar la televisión, la radio, la industria editorial, la música, la prensa, las artesanías, el cine y todos los formidables desarrollos técnicos que se han dado a partir de la Internet. Pero para Adorno, “la industria cultural es un elemento más del universo totalitario fascista”. Sobre este punto, el crítico cultural alemán Huyssen sostiene: “… siempre que Adorno dice “ fascismo”, está diciendo también industria cultural”. Adorno mostró un temprano interés por la música y la interpretación de su significado y se puede decir que existe una filosofía de la música a partir de él. Esa particular posición permitió al filósofo efectuar una síntesis inédita y precursora entre arte y política, así como entre cultura y sociedad. De entonces a hoy, otros autores han emprendido una revisión de las tesis sobre industrias culturales. Y aquí aparece, entre otros, Habermas con su Teoría de la Acción Comunicativa según la cual, en la modernidad, las tentativas provenientes del sistema por colonizar el mundo de la vida pueden ser contenidas por medio de acciones de intercambio comunicativo. Y esta apreciación puede ser extendida al mundo de las industrias culturales. Hoy en día resulta evidente que el encuentro del arte con la industria, mediado siempre por la tecnología, posibilitó una transformación completa de la vida de amplios sectores de la población mundial, en un proceso que no se detiene día a día. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) eliminó a finales de los años 90 la diferenciación entre cultura de masas y cultura


de élite, sugerida por Adorno, y planteó una noción de industrias culturales asociada con el concepto de creación o de creatividad en una perspectiva amplia. Y vinculó esa definición con el derecho de autor. Y la protección de esos derechos y de los conexos resulta hoy esencial para favorecer la creatividad individual, el desarrollo de las industrias culturales y la promoción de la diversidad cultural. La piratería desenfrenada y la insuficiente aplicación de las leyes sobre los derechos de autor destruyen las herramientas de promoción de la creación y la distribución de los productos culturales locales en todos los países del mundo, haciendo patente la necesidad de desplegar esfuerzos concertados con vistas a fomentar la creatividad y favorecer el desarrollo sostenible. Luchar contra esa piratería para favorecer unas industrias que no podemos desconocer y apoyar la Agenda Interna del Ministerio de Cultura para que la productividad y la competitividad del Sector Cultura, Medios y Publicidad sea la carta de navegación para la implementación de todas las acciones de fomento a las industrias culturales, incluidas las del campo artístico, son nuestras invitaciones desde estas páginas de Polemikós. A la rápida historia que hemos hecho aquí desde 1944, con la Escuela de Frankfurt, a hoy, queremos concluir estas líneas recordando el Plan Nacional de Cultura “Hacia una ciudadanía democrática y cultural 2001-2010” que dice en su página 47 y que compartimos plenamente: “La diversidad de los medios expresivos a través de la música, las artes plásticas y escénicas, la literatura, la poesía y la producción mediática, conforman espacios de creación cultural y de comunicación que deben ser reconocidos, cualificados y puestos en circulación con miras a la formación de las sensibilidades, a la apreciación crítica de las diversas producciones culturales y al goce recreativo de todas las manifestaciones”. Y añade: “En esta tarea no se debe olvidar el papel central que tienen las industrias culturales, que con sus producciones editoriales, fonográficas, cibernéticas, cinematográficas, televisivas y radiales, crean y controlan espacios de expresión y comunicación y generan nuevos elementos simbólicos que entran a alimentar una compleja red de significaciones”. Fernando Barrero Chaves Director


editorial “La gente que vive en los horizontes más estrechos se vuelve estúpida en el momento en que su interés se insinúa, y entonces expresa su rencor por lo que quiere entender; en efecto, sólo lo entendería demasiado bien, de modo que la estupidez planetaria que impide al mundo del presente percibir la absurdidad de su propio orden es más bien un producto del interés sublimado, no desplazado, de los que gobiernan” Conejo - De la serie Alicia en el país de las maravillas. Bogotá, 2009.

El cambio, la velocidad, el mercado, son palabras que en los últimos decenios han pasado de ser sistemas de signos aislados para convertirse en la constante fractal de nuestro pensamiento, es así que la velocidad es el ícono de los tiempos modernos, las imágenes de la película de Charles Chaplin están cada vez más cercanas a nuestra realidad, el mito del eterno retorno confluye entre nuestros deseos y la realidad, llegar sin haber partido es el lema de nuestra época, todos nuestros productos atesoran esta partida y nuestras representaciones conllevan el esfuerzo tanatico de la felicidad sin el movimiento.

Teodoro Adorno Entorno difuso como los fondos de la pinturas de Leonardo Da Vinci, en los cuales se mezclan los deseos ilusiones y realidades, de tal forma que semejan un palimpsesto confuso que los teóricos tratan de explicar coherentemente, esfuerzo en el cual las diferentes lecturas aplican el tono polémiko de la lucha entre posiciones encontradas, de las cuales emerge el término acuñado por los pensadores de la escuela de Frankfurt: “Industrias Culturales”. Dos términos que el siglo xviii nunca concibió como asociadas, pero que la velocidad de nuestro


entorno, hoy nos obliga a repensar, Adorno, Horkheimer y Benjamín, atravesaron el concepto de la mano de la frase de Marx: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”, y crearon un pensamiento sobre una época que se avecinaba, la hegemonía de un pensamiento capitalista en el cual la palabra mercado era símbolo y lugar de llegada, todo se convertía en mercancía, desde las cosas más anodinas hasta las más sagradas, eran pasto de un ansia de producción, que sólo se saciaba con el compromiso del consumo inmediato. La cultura no fue ajena a este panorama, es más, fue una parte central de la fagocitosis social y los teóricos críticos pusieron su punto en la discusión, la música, el cine, el teatro y todas aquellas formas secularizadas por la sociedad como parte de su impronta cultural, eran absorbidas por las industrias y convertidas en dinero veloz, de tal forma que grandes compañías “culturales”, generaron de la mano de la publicidad un espacio de consumo popular en el cual como lo plantea García Canclini, los países de la periferia sólo fueron necesarios como compradores o productores de productos exóticos. Las relaciones centro periferia a este grado se convirtieron en una industria lucrativa por parte de empresas mediáticas, en las cuales nuestro entorno económico demostró su debilidad cultural y su presteza a ser parte del mercado mundial en condiciones de disparidad económica y de producción, panorama que fue puesto de presente por autores latinoamericanos como: Jesús Martín-Barbero, Néstor García Canclini, Guillermo Sunkel, Denis de Moraes, José Juaquín Bruner, entre otros, quienes a partir de los setenta crearon por primera vez una reflexión seria en torno a este tema. El siglo XXI, nos encuentra sujetos a esta discusión, el advenimiento de la Internet y la proliferación de las redes sociales y la proclamada democratización

de los medios hacen que el panorama de la discusión se agrande y las voces de una posibilidad de liberación y de rompimiento de la hegemonía coactiva del capitalismo, tengan un asiento y por tanto una voz en teóricos como Umberto Eco, Palo Scolari, Alejandro Piscitelli o Carlos Catalán, quienes proponen una visión no distinta pero si alternativa a los posicionamientos críticos. Es por esto que nuestro presente número 3 de la revista quiere colaborar en poner de presente trabajos que abarquen los matices que conllevan la lectura de los medios y productos de investigación que de forma liminar planteen concreciones y aperturas a la visión de la comunicación como arma de trabajo cultural. Las imágenes de la música vallenata, disciernen parte del problema delimitado entre lo popular y la industria de consumo masivo, Carlos Vives y Rafael Escalona, se pueden encontrar, pero también crean un espacio de resistencia entre la masificación y la pureza de producción, así como las lecturas históricas en las cuales encontramos cambios y avatares diferentes a los consagrados por la lectura ortodoxa. La industria de la producción y el consumo se enfrentan a posibilidades de liberación en la comunicación como fuente de intercambio popular y generación de lazos sociales en las relaciones comunitarias. La pintura y el cuerpo como íconos sacralizados, permiten ver cómo el arte y el artista se comulgan para vender su imagen, simulacro de los enfados contestatarios de una pureza artística de la cual sólo quedan pedazos, porque las argucias de los sistemas lo han convertido en mercancía de inversión. Arte, artistas, críticos y usuarios creen entrever una posible democratización de los contenidos con la aparición de espacios mediáticos “libres” como la Internet y el advenimiento de las redes sociales, las cuales romperían el cerco angustioso de la industria cultural.


industria cultura


al a construcción La radio comunitaria en Colombia: de la industria cultural a la construcción de lo público* César Rocha

* Este ensayo nace de la investigación llamada Sonidos de Convivencia, desarrollada por los autores del presente texto y por los comunicadores Elssy Moreno, Alma Montoya, Ibeth Molina y Rigoberto Solano, entre la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, y el Grupo Comunicarte, gracias a la financiación y apoyo de la WACC (Asociación Mundial de Comunicación Cristiana).

U. Minuto de Dios

ceroto@hotmail.com

Resumen

Este documento recoge la investigación participativa desarrollada en nueve municipios del Huila, denominada Sonidos de Convivencia. En ella, el autor propone al conflicto y a la interlocución, como posibilidades de acción colectiva y de desarrollo social y humano. En esta investigación las emisoras comunitarias problematizaron a sus oyentes y los enfrentaron a la complejidad de un conflicto territorial en el plano de lo público, con miras a construir colectivamente redes de capital social que gestionaran dicha realidad y mejoraran la calidad de vida y la cultura política de los ciudadanos.

Abstract Abstract

From cultural industry to construction of the public. This document gathers the participative investigation developed in nine municipalities of Huila (An Colombian region), denominated Sounds of Coexistence. In the document, the author proposes to the conflict and the interlocution, like social and collective human development and combat abilities. In this investigation the communitarian transmitters inquire to their listeners and they faced them the complexity of a territorial conflict in the plane of the public, with a view to collectively constructing networks of share capital that managed this reality and improved the quality of life and the political culture of the citizens.

Recepción: Agosto 19 de 2009 Aprobación: Septiembre 18 de 2009 Palabras clave

conflicto, convivencia, nosotros, capital social, sujetos, participación, público.

Key Words

conflict, coexistence, we, share capital, subjects, participation, public.


INTRODUCCIÓN Entre junio y diciembre del año 2003, un grupo de investigadores desarrollamos un proyecto de investigación participativa denominado “Sonidos de Convivencia”, que buscaba responder la pregunta de cómo convertir la radio comunitaria en generadora de escenarios comunicativos que contribuyeran a la gestión de los conflictos sociales

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en el departamento del Huila (sur-occidente colombiano). La pregunta nació de una de las mayores preocupaciones sociales y académicas, como es la inadecuada gestión de los conflictos en nuestro país; teniendo en cuenta que ésta es una sociedad medianamente informada, pero incomunicada. Colombia es un país que se encuentra inmerso en la incertidumbre por múltiples razones, pero especialmente por la forma como solucionamos nuestros conflictos. En la mayoría de los casos la gestión es subóptima; es decir, no hemos aprendido a negociar perspectivas ni a construir sentidos entre diferentes actores sociales; por el contrario, en muchas ocasiones, el resultado del manejo del conflicto es la violencia. En últimas, en buena parte de los escenarios de la vida cotidiana no hemos aprendido a comunicarnos y a discutir las diferencias. En general, podemos decir que el manejo incorrecto del conflicto se debe a cuatro elementos: primero, a la incapacidad colectiva de reconocer a los diferentes. Sólo se reconocen si se cuenta Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

con la oportunidad de interactuar con ellos, de convertirlos en interlocutores y constructores de su presente y futuro. Segundo, a la falta de escenarios para que los actores sociales se constituyan como un tejido colectivo. Hablamos aquí de la necesidad de constituir espacios para la reflexividad colectiva y la toma de decisiones. Tercero, a la ”impotencia aprendida”. Tanto el sistema educativo como el político y social están produciendo ciudadanos que asumen dos roles específicos frente a las normas: son sumisos a ellas o las violan; usualmente no hay construcción social de reglas de juego. Y cuarto, a la concentración excesiva en la búsqueda de bienes individuales y/o particulares, y la escasa articulación entre éstos y los bienes públicos. En ese sentido, buscamos que los colectivos de comunicación comunitarios, los movimientos sociales y las organizaciones territoriales ganarán en legitimidad, propiciando la participación social en los procesos de gestión de los conflictos. Se trató entonces de construir nuevas ciudadanías, implementando herramientas

eficaces de manejo de conflictos en el plano de lo público. Para lograr este objetivo se implementó una metodología participativa en cuatro fases. Las dos primeras buscaban diagnosticar la dinámica organizativa de cada municipio y de las emisoras comunitarias. La tercera y la cuarta las dedicamos al análisis y construcción de estrategias de gestión para algunos conflictos territoriales, a partir de la implementación de herramientas radiofónicas que evidenciaron los conflictos abordados; herramientas que contribuyeron al análisis y complejización de los mismos, así como a vislumbrar posibilidades de gestión óptima. En últimas, Sonidos de Convivencia se convirtió en un proceso de articulación social a partir de la comunicación en el conflicto para la construcción de nuevas ciudadanías en el plano del bien público. A continuación planteamos tres elementos fundamentales que reúnen los resultados de la investigación: Primero, la construcción de nuevas acciones colectivas; segundo, el nuevo rol de las emisoras


comunitarias como promotoras de la participación; y tercero, la búsqueda de nuevos ciudadanos con capacidad de decisión sobre los conflictos territoriales.

Elementos conceptuales En la actualidad, la idea de la comunicación como ciencia propone problemas en el plano epistemológico dado que desde sus inicios, su estudio se ha planteado desde la búsqueda de explicaciones causales o funcionales. Esta situación se agrava si se tiene en cuenta que el uso del componente tecnológico (radio, televisión, prensa, cine o Internet) contribuye a fortalecer socialmente la idea de una versión instrumentalizada de la comunicación. De ese modo, los intentos por generar cambios sociales desde las filas de la comunicación, en muchos casos, se han pensado desde lo mediático per se, como si la amplificación de un mensaje fuera la única garantía de su poder persuasivo. Para nosotros, la comunicación es un proceso de interaprendizaje, en el cual el papel de los medios es meramente instrumental. Es decir, lo que decimos es que la comunicación puede verse y adoptarse como un proceso pedagógico en el cual las interacciones entre los actores sociales y las interrelaciones entre las diversas instancias de la comunidad y el entorno, creen conocimiento propio. Por tanto, para nosotros los

medios comunitarios pueden convertirse en una herramienta fundamental para la producción conjunta de conocimiento y la construcción de ciudadanías equitativas y con poder de decisión. La comunicación cercana buscaría la generación de mediaciones pedagógicas, como las llama Gutiérrez (1973)1. Es decir, pensamos una comunicación que busque mediar entre el conocimiento y la práctica cotidiana del ser humano, que, como lo decía Daniel Prieto, parta del otro, es decir, de aquel que se encuentra en situación de aprendizaje, a través de la mediación pedagógica del discurso y de las posibles prácticas de aprendizaje2. (Prieto, 1997). En segunda instancia, asumimos la comunicación como la posibilidad pedagógica de la interacción, la interrelación y de la interlocución. En resumen, la interacción es la posibilidad de que en el juego pedagógico se interaprenda, la interrelación es la relación de las relaciones para construir conocimiento complejo, y la interlocución es un proceso en el cual 1 Puede verse: Gutiérrez, Francisco, El lenguaje total, una pedagogía de los medios de comunicación. Editorial Humanitas, Buenos Aires, 1973. 2 Prieto Castillo, Daniel, Curso a distancia de comunicación radiofónica. La vida cotidiana: fuente de producción radiofónica. Proyecto de comunicación a distancia UNDA-AL, Quito, 1994, pág. 186-188.

se fundan a la vez, la identidad de los interlocutores, los significados que comparten y la comunicación. Es un proceso en el cual un sujeto se reconoce en la relación con los otros… es un proceso intersubjetivo. No aparece de un día para otro, sino que es construible en un proceso comunicativo. (Charadeau, 1983) dice que la interlocución une a los sujetos comunicantes, a la vez, por un contrato (que marca su aceptación de las reglas de juego comunicativo) y por estrategias (que son la expresión del juego y de los efectos que cada uno persigue en la comunicación. Hay otros autores como (Jacques, 1986) que consideran que la interlocución es un hecho relacional irreductible, haciendo también mucho énfasis en la intersubjetividad. Ghiglione, en cambio, deja de lado lo relacional y se involucra en lo psicosociológico. Considera que la interlocución debe involucrar un contrato entre los interlocutores, en el cual éstos están de acuerdo en los principios y reglas del intercambio. Nosotros tomamos elementos de los dos, así como de Charaudeau para elaborar nuestra perspectiva)3. Y todos estos elementos son básicos para la gestión de los conflictos. 3 Charaudeau, P. “Lenguaje y discurso”. París, Hachette, 1983. 11


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Entonces la interlocución colectiva nace de ese proceso, es hija de él. Pero por ser hija, no ocurre de la misma manera; es decir, no hay una única manera de convertir al otro en interlocutor. Existen múltiples tipos de contratos que se pueden convenir entre las partes e innumerable cantidad de estrategias aceptadas y/o adaptadas colectivamente 4. Decimos que la interlocución es eminentemente un proceso intersubjetivo porque es una operación en la cual un actor social pasa a convertirse en sujeto colectivo, en un proceso en el cual el actor se identifica con el otro y se constituye su identidad, su rol y su relación con los demás. Pero además lo decimos porque el convertir al otro en interlocutor es un proceso en el cual, al construir el “nosotros” se reúnen varias subjetividades que se encuentran en una percepción o acción común. Entonces es indispensable analizar la comunicación que se presenta en dinámicas conflictivas de comunidades regionales para determinar si se produce o no la interlocución, y si ocurre, de qué manera se manifiesta. Lo anterior pone de presente que existen múltiples formas de manifestación de esa interlocución, 4 Jacques, F. “La réciprocité interpersonelle” En: Connexions, Nº 47, pág. 109-136, 1986, y la perspectiva de Ghiglione la tomé de MARC, E. y PICARD, D. “La interacción social”, Paidós, Barcelona, pág. 34-35, 1992. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

pero siempre ésta implica el paso del actor social al sujeto colectivo. Por tanto, la interlocución es el resultado de legitimar al otro. Se legitima en la medida en que se reconoce al otro como parte de la acción colectiva y copartícipe de la construcción de una realidad y/o de un conocimiento. Hicimos esta descripción de la interlocución porque pensamos que con ella fundamentalmente se constituye la ciudadanía y el conocimiento propio. Una buena parte de las experiencias comunitarias de radio tienen un bajo grado de legitimidad porque se sustentan en el continuo fortalecimiento de unos discursos de poder específicos en lo barrial (juntas de acción comunal u otro tipo de organizaciones) y lo regional (como los actores políticos pertenecientes a lo que queda de las redes clientelistas y otros líderes cívicos). Lo importante del medio en realidad son las mediaciones. Muchas son las discusiones acerca de la crisis de la comunicación alternativa en el fin de milenio y principios del nuevo. Algunos sostienen que el gran problema de este tipo de comunicación es que se quedó sin el discurso que le dio notoriedad: el discurso político. Otros en cambio piensan que su decaimiento se debe a la asimilación de lo alternativo con lo precario, lo arcaico, el miedo a la tecnología y a la producción y comercialización.

Y otros pocos creen que el problema radica en el paso de una comunicación representativa a una participativa. En general, los anteriores argumentos poseen mucha validez porque no existe duda del anquilosamiento en el que se encuentran las experiencias de comunicación alternativa5. Lo anterior no significa que de plano descalifiquemos unas ciertas formas de expresión y de construcción de sentido desde lo micro que pueden generar nuevas sensibilidades sociales, interacciones desde la diversidad, la convivencia social y la producción de conocimiento propio. Pero digamos que en general las innovaciones sociales se han visto en estos medios de diversas maneras: primero, muchos medios alternativos se han vuelto aparatos de difusión del Estado descentralizado, entonces si se quiere, dejaron de ser alternativos. Es decir, muchos de estos actores sociales involucrados en procesos de comunicación han asumido el proceso descentralizador como la posibilidad de constituir canales de 5 La evolución y decaimiento de la comunicación alternativa en nuestro medio fue descrita con algún detalle en: Varios. ¿Participación social en los medios masivos? Canales regionales y sociedades urbanas. Fundación Konrad Adenauer, Afacom, Universidades Minuto de Dios, de Manizales, Pontificia Bolivariana, del Norte de Barranquilla y Autónoma de Occidente de Cali, Medellín, 1998.


comunicación local-gubernamental. Lo cual implica que se han descentralizado hacia un sólo centro. Segundo, los medios alternativos no han percibido la evolución o involución de los movimientos sociales. Podemos nombrar sólo algunos: se piensa y actúa sobre la base de las antiguas reivindicaciones sociales y con estrategias que ya no producen transformaciones en lo social. Existen nuevas reivindicaciones sociales que tienen que ver con las relaciones complejas de la sociedad. Se sigue trabajando sobre la base de la consecución de bienes colectivos y no públicos. Se sigue pensando en discursos homogenizadores y totalizantes. Se sigue pensando en la unidad a partir de las características colectivas y no individuales. Se piensa en un interés colectivo y no en cómo el individual podría llegar a ser colectivo. Así mismo, tercero, los movimientos sociales ya no obtienen los mejores resultados por medio de la protesta urbana. Esta es una manera de hacerlo, pero la otra es la negociación permanente, no como fruto de una acción de hecho necesariamente. Cuarto, los movimientos urbanos que obtienen mayores beneficios son aquellos que se forman para ello (ampliando sus marcos de interpretación, reconociendo otros y en consecuencia, actuando estratégicamente). La formación entra a hacer parte de la posibilidad

de una mejor negociación y de una mejor calidad en la información. Antes, la formación se veía como una manera de hacerle concesiones al Estado, con el saber popular era suficiente. En varias partes del país existen redes de radio comunitarias, cuya filosofía tiene por objeto servir de espacio para la participación social. Lo que hemos notado es que la participación allí es más de tipo espejo; es decir, para que los involucrados en esos medios se vean y escuchen. La oferta que les estamos haciendo es a participar en la construcción de la convivencia y a partir de ahí, en la producción de un nuevo tipo de ciudadano, con capacidad de decisión y de producir reglas de juego. Tomemos como base el tejido social para hablar de interlocución. La comunidad podría convertirse en una posibilidad de acción colectiva. A ésta la podemos observar como un sistema. Uno que vive dialogando con otros sistemas. Y que dentro de él se desarrolla continuamente un proceso comunicativo que de manera permanente toma a los elementos del

sistema e interactúa con ellos. Es más, para nosotros resulta de enorme interés analizar la acción colectiva desde la perspectiva de los procesos comunicativos pero en diálogo continuo con los otros elementos del sistema. Es decir, nos interesa conocer si la propuesta organizativa y la acción colectiva misma producen interlocución. Cuarto, a esta comunicación se le asumió como una contra-industria cultural. En muchas ocasiones así fue: una opción de cambio y de visibilidad de los actores sociales de carne y hueso. Por mucho tiempo el centro de atención de esta comunicación fue dar a conocer la cultura popular y diferenciarse de las industrias culturales por el contenido de sus emisiones y producciones. En realidad, los medios comunitarios - o por lo menos aquellos con los que trabajamos - funcionan como una especie de micro industrias culturales; es decir, son sistemas comunicativos que reproducen los sistemas productivos como lo mencionan Mattelart M. y Mattelart

La institución popular es pues, un marco que permite analizar la existencia de un sector social con un nodo de confluencia de diversas estrategias

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A. (1997)6. Los medios comunitarios poseen un esquema de organización y planificación parecido a cualquier medio masivo y a cualquier fábrica o industria de algún tipo. La diferencia está en que estos medios y esta comunicación son productores o incluso, reproductores de la cultura, pero su interés recae en la mediación cultural, en la construcción de valores y sentidos colectivos y no en mercantilizar la cultura y la sociedad. Los mensajes emitidos por las emisoras comunitarias son productos y esos productos “se venden”, pero el objetivo que se persigue es que las audiencias se conviertan en sujetos de su propia transformación. Es decir, aquí es importante qué se vende, cuál es la intención de esa venta, y qué se alcanza con la venta. Pero además, la idea era contar con que las audiencias no compran todo lo que se les presenta, sino que son selectivas y poseen capacidad para comprender y, desde sus culturas y lógicas de vida, leer el contexto y producir cultura(s)7. Esta perspectiva se enmarca de toda la experiencia 6 Puede verse: Mattelart, Michele y Mattelart, Armand. Historia de las teorías de la comunicación. Paidós Comunicación, España, 1997. 7 Sunkel, Guillermo (compilador). El Consumo Cultural en América Latina. Construcción teórica y líneas de investigación. Convenio Andrés Bello, Bogotá, 1999. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

latinoamericana de las mediaciones y el consumo cultural (Sunkel, 1999). La idea que se alcanzó en este proyecto fue que en estos procesos comunicativos, en los que están inmersas diversas culturas, se vendiera presente y futuro a través de la participación en los asuntos públicos. García (2004), asegura que uno de los retos y desafíos de la industria cultural es el reconocimiento y el fomento de la participación de las diversas culturas existentes8.

Los estudios de caso A continuación presentamos un estudio de caso, de los nueve estudios realizados, según la experiencia de cada una de las emisoras comunitarias participantes en el proceso. A pesar de la cercanía en términos geográficos, de sus semejanzas culturales, ambientales y políticos; la dinámica social y conflictiva de cada uno de los municipios en donde están ubicadas estas emisoras es diferente, puesto que responde a las diversas formas de pensar y hacer que convergen en el territorio. Las emisoras con las cuales se desarrolló el proyecto fueron: Santuario Stereo 98.8 de Nátaga, Taurina Digital Stereo 107.8 de Tesalia, Miel Stereo 8 García Canclini, Néstor. ¿Industrias, negocios o servicios? Cambio de agenda de las industrias culturales? En: Diálogos de la Comunicación, Nº 70, Felafacs, 2004, 6-23.

95.8 de Timaná, Sabambú Stereo 88.8 de Garzón, Cristal Stereo 95.8 de Isnos, Guadalupe Stereo 107.8 de Guadalupe, Cálamo Stereo 98.8 de Pitalito, Uno A Stereo 88.8 de San Agustín y Orquídea Stereo 88.8 de Suaza.

La emisora comunitaria UNO A STEREO 88.8 Dinámica municipal. Dependencia frente a la Administración municipal Las relaciones sociales que se tejen en el municipio de San Agustín son centralizadas en la Administración municipal, sin embargo, actualmente existe cierto clase de organización. Al parecer, la crisis económica ha llevado a algunos sujetos sociales a agruparse puesto que consideran que de esta manera es más fácil construir proyectos y gestionar recursos, además, ante los altos índices de desempleo, el hecho de organizarse se convierte en una posibilidad productiva. Pese a esto, el paternalismo aún predomina; la mayoría de las organizaciones consideran que los recursos sólo pueden obtenerse de la Administración municipal. (Ver gráfica 1). Al creer que la Administración municipal es la única proveedora de recursos, la mayoría de las organizaciones establecen relaciones directas o indirectas con ella. En buena parte de los casos la


GOBERNACIÓN

MINISTERIO DE COMUNICACIONES

Colegios

UNO A STEREO ASOJUNTAS

PAOCOS

Clubes de amas de casa

ALCALDÍA

YUMACIZO

O. Mujer Rural

Comercio

Federación Nal. de Cafeteros

ADINSA

Secretaría de Cultura y Turismo

Iglesias

Baquianos y Guías turísticos

Casa de la Cultura

Ancianato Policía Nacional

ASOMECO

88.8 (San Agustín)

FEDEPANELA

Parque Arqueológico

Confianza Vínculos débiles por desconfianza o intereses negociados de forma sub-óptima Relación conflictiva, no negociación

MIN. CULTURA

Intereses corporativos o individules

Gráfica 1

relación es exclusiva, es decir, el grado de dependencia es muy alto, les cuesta mucho trabajo construir proyectos interinstitucionales que en muchos casos podrían tener objetivos complementarios; también se les dificulta creer que pueden presentar proyectos a otro tipo de organizaciones, incluso, algunos han optado por organizarse con el único propósito de ser reconocidos por la Administración municipal. Uno A Stereo por su parte, tiene relaciones directas con quienes participan en

la elaboración de algunos programas que emiten (Alcaldía, Secretaría de Salud, Casa de la Cultura, Parroquia), en la preparación de algunos eventos (reinados, bazares, bingos, fiestas, campañas); y relaciones circunstanciales que tienen que ver especialmente con la prestación de servicios de orden comercial y de información en general. El contacto con la comunidad se da, por ejemplo, a través del programa “Comunidad en marcha”, donde se tratan temas de actualidad comunitaria. Además, ocasionalmente se graban historias

de vida sobre los campesinos que habitan algunas veredas del municipio. Aunque la Administración municipal reconoce que es favorable contar con la confianza de la comunidad agustinense, el paternalismo generado va en detrimento de la autonomía de los ciudadanos y de las organizaciones sociales, hecho que a futuro puede desencadenar en desconfianza ante la ineludible posibilidad de no llenar las expectativas de los pobladores. Carencia para articular esfuerzos y negociar intereses con fines cooperativos. Como es evidente el vínculo entre las organizaciones sociales en la mayoría de los casos no va más allá de la transacción, entendida como mero intercambio, no como negociación; además, lo que se transa no es valioso o determinante para el fortalecimiento comunitario ni está enfocado hacia el desarrollo colectivo. Se intercambian algunos servicios, se realizan campañas de corte asistencialista o jornadas de tipo cultural, pero existen muy pocas iniciativas de desarrollo local en las que varias organizaciones estén trabajando de manera colectiva; la mayoría de proyectos son gestionados por la Administración municipal desde algunas de sus dependencias como la Secretaría de Cultura y Turismo, la Unidad Municipal de Atención Técnica Agropecuaria (umata) y la oficina de Planeación. 15


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Desde la Administración de San Agustín se coordinan los planes, proyectos y actividades concretas a realizar en el municipio, también se destinan recursos para algunas organizaciones existentes en el municipio tales como la Organización de la Mujer Rural (gestoras de proyectos productivos), las Madres Comunitarias (con el apoyo del icbf) y el Ancianato. También, existe un contacto directo con la Estación de Policía y un convenio con la Federación Nacional de Cafeteros, esta última trabaja específicamente con los productores de café y con sus empleados, quienes están organizados por grupos en las veredas para una mejor efectividad del trabajo. En lo referente a otras organizaciones sociales, en el municipio existen grupos de madres comunitarias, la Asociación de Invidentes, el grupo de jóvenes productores de abono, asociaciones de fruteros y la Corporación Ecológica Yumacizo entre otras. Algunas de estas organizaciones se conformaron por motivos meramente circunstanciales como Yumacizo, grupo ecológico que nació hace 10 años aproximadamente con el objeto de captar unos recursos para conservar el agua y preservar la vegetación de un lugar denominado El Quebradón, de donde se toma este líquido para el consumo en el municipio. Una vez terminado ese proyecto y ante la Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

incertidumbre frente a su tarea en adelante, decidieron dedicarse a la educación ambiental, trabajando especialmente con los jóvenes de grado once del Colegio Laureano Gómez, quienes realizan el servicio social. Sin embargo, han tenido problemas de continuidad porque suele prevalecer el requisito académico sobre el compromiso social. Actualmente realizan algunas actividades en conjunto con otras organizaciones, tales como la Asociación de Invidentes de San Agustín (adinsa), quienes trabajan con el reciclaje y un grupo de jóvenes productores de abono orgánico (paocos). Otras organizaciones por intereses específicos en el desarrollo municipal como las asociaciones de fruteros y otras partieron de necesidades concretas como es el caso del grupo de invidentes. Influencia del conflicto armado en la dinámica social. En la actualidad, la fuerte incidencia del conflicto armado (nacional) toca la cotidianidad de muchos de los ciudadanos colombianos e incluso de extranjeros que deciden visitarnos movidos tal vez por el interés o la curiosidad que un país tan diverso como el nuestro despierta, sin importarles muchas advertencias provenientes de los medios internacionales de comunicación y desde las embajadas. Desafortunadamente para San Agustín como para otras zonas del país que están ubicadas

en cercanía a lugares de conflicto, estas situaciones llegan a modificar las formas de relaciones entre los habitantes, afectan las actividades productivas y por supuesto los intentos por adelantar procesos de carácter comunicativo y democrático.

Identificación del conflicto En la primera reunión de núcleo, que se realizó en Pitalito el 1º de agosto de 2003, cada una de las emisoras eligió uno de los conflictos más relevantes de su municipio, según lo arrojado por el diagnóstico participativo. Para el caso de San Agustín, el tema elegido fue la violencia intrafamiliar y su relación con el fenómeno del suicidio. Durante las dos siguientes semanas el equipo de trabajo debía realizar la investigación pertinente según el conflicto seleccionado.

Redes del conflicto Inicialmente se realizaron dos talleres con el colectivo de comunicación, acerca de las nociones de conflictos y racionalidades. Para algunos de ellos el conflicto era considerado como algo nocivo para la sociedad, incluso, se convirtió en la explicación de la crisis en que está el mundo (“conflictos de toda índole sin solucionar”); para otros el conflicto es favorable sólo cuando es observado desde la barrera, con el objeto de analizar la situación construyendo aprendizajes


específicos al respecto; luego de discutir por una hora aproximadamente, acordaron que la última noción del conflicto era la más acertada, sin embargo, el hecho de no gestionarlos o solucionarlos apresuradamente, sin tener en cuenta las características propias de los contextos, contribuían a empeorar las relaciones sociales. En la red número uno (pasado), se tuvieron en cuenta las luchas que hace 50 años aproximadamente ocurrían en medio del clima político de la época, entre liberales y conservadores. Al parecer, en esa etapa la violencia en la familia era asumida

Lucha partidista

como una forma aceptada socialmente para corregir a los hijos, hechos que se mantenían en el plano de lo privado. La escuela reafirmaba esa idea de la familia: “la letra con sangre entra”. El papel de la Iglesia y del Gobierno en ese momento histórico era fundamental en la cultura municipal; según algunos de los adultos mayores, el grado de confianza era muy alto. En cuanto a la convivencia en la comunidad, los conflictos más comunes se desligaban de la lucha partidista y afectaban a varias generaciones de cada familia, desencadenando hechos violentos y odios que trascendían el tiempo.

En buena parte de las familias predominaba el maltrato físico, los gritos, la imposición de la autoridad de padres a hijos por la fuerza. Sin embargo, los casos no solían hacerse públicos

Iglesias

Tradicionalismo y autoritarismo. La Iglesia infundía el respeto a los padres por imposición de la autoridad.

Familia X. Conservadores

Familia Y. Liberales GOBIERNO MUNICIPAL

Escuela

Maltrato físico y psicológico, se usaban castigos que parecían torturas.

Aunque no interfería en las problemáticas familiares, influía en ellas debido a las luchas partidistas.

Mapa 1: PASADO - Problemática: Violencia intrafamiliar

En la red número dos (presente), se plantearon las características de algunos tipos de familias existentes en el municipio, además de las organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y religiosas que con su pensar y accionar tienen incidencia en las dinámicas del hogar. Fue así como se encontraron dificultades de relaciones intergeneracionales, debilidad o inexistencia de lazos de confianza, estigmatización, maltrato físico y psicológico tanto en el hogar como en otros escenarios, tales como los laborales. En esta red, se comprendió que la familia es un escenario permeado por las dinámicas que se dan en los otros contextos sociales (el trabajo, la escuela, los amigos) en los que se desenvuelven los individuos que la conforman, con sus respectivas fortalezas, debilidades y por supuesto, conflictos. En cuanto a la tercera red (futuro) se esbozaron dos posibilidades, la primera plantea la tendencia, es decir, de seguir actuando y pensando de la misma manera, qué pasaría con la familia; la segunda, plantea la idea del trabajo cooperativo y la construcción de espacios de negociación para asumir las diferencias (religiosas, ideológicas, étnicas entre otras). Estos mapas o del conflicto fueron elaborados con el equipo de la emisora luego de los encuentros realizados con la comunidad. La discusión nos permitió 17


Predominan las demandas por alimentos, reconocimiento y maltrato. Muchos casos no se denuncian. Algunas veces las conciliaciones no funcionan y la gente vuelve.

El maltrato físico (por parte de los profesores) ya no existe, pero aún se presenta el psicológico. Ocasionalmente se presentan conflictos entre estudiantes.

Escuela Aunque con menor frecuencia el maltrato físico aún se presenta. Predomina el maltrato psicológico.

Amigos - Vecinos

Comisaría

FAMILIA

Sector Salud

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(nuclear y nuevas familias: solo tíos, abuelos, hermanos)

Las relaciones son circunstanciales, se realizan campañas radiales con apoyo del psicólogo.

Pocas perspectivas de futuro. Futuro fuera del municipio.

Existe desconfianza. Algunos son considerados “malas compañías”, pero en ocasiones algunos de ellos se convierten en la “nueva familia”.

Iglesia Católica

Sector productivo

Otras religiones

Educación superior Afectados por las dificultades de orden público

Difícil acceso por costos y por cercanía

Aunque aún promueven la familia nuclear, su influencia en la forma de tratar a los hijos ha disminuido los lazos de confianza. Algunas comunidades religiosas trabajan con jóvenes que han sido maltratados, alcohólicos, drogadictos o algunos que han tratado de suicidarse... (autoestima y dualidad bien-mal). En algunos casos se han generado dependencia y en otros desconfianza

Mapa 2: PRESENTE

OPCIÓN 1 Esfuerzos desarticulados, realizan propuestas de trabajo sin contar con los afectados.

- Padres con dificultades para establecer buenas relaciones con los hijos. - Aumento de los índices de suicidio. - Migraciones hacia otros centros poblados o ciudades buscando nuevas alternativas.

Articulación de esfuerzos y construcción colectiva de estrategias y proyectos comunes para aprender a manejar los conflictos y mejorar la calidad de vida.

OPCIÓN 2

Estado ONG

Sector productivo

Estado ONG

FAMILIAS DESINTEGRADAS

Comisaría Emisora

Escuela

Escuela Iglesia Cada vez más aislados de los conflictos familiares.

Comunidades religiosas

Iglesia Católica Generadora de espacios de discusión y negociación.

Mapa 3: FUTURO

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comprender mejor los conflictos del municipio, que no llevaban únicamente a la violencia intrafamiliar, sino también a generar otro tipo de situaciones como los conflictos entre vecinos, amigos, en la escuela, entre empleados y empleadores, por ejemplo. Fue así como programamos otra reunión, para concretar una propuesta de gestión del conflicto. Paralelamente se realizaba el radio-drama “Los Galíndez”.

Propuesta de gestión Inicialmente se pensaba que el conflicto era la violencia intrafamiliar como tal, sin embargo, luego se acordó que ésta era una manifestación de una serie de conflictos no gestionados o resueltos de manera equivocada. Es decir, en San Agustín se presentan algunos factores como: el machismo (bastante arraigado en la cultura agustinense), por lo tanto es muy evidente la subestimación del papel de la mujer en la vida cotidiana; la tendencia en las familias (y en otros escenarios como la escuela o el trabajo) a imponer la autoridad creyendo que de esta manera se “gana” el respeto, o la tendencia a negar la existencia de conflictos porque se teme llegar a ser señalados socialmente. Estas circunstancias impiden la construcción de vínculos de confianza entre la gente, además la impotencia aprendida (que ha limitado la posibilidad de construir proyectos


productivos para buscarle salidas a la crisis económica y al desempleo). En últimas, quienes participaron en el proceso consideran que el conflicto más grave en el municipio es la desarticulación social, con todas las implicaciones que esta conlleva. Fue así, como se construyó una propuesta para integrarla a la vida social del municipio desde la escuela. Aunque aún no se ha puesto en marcha el proyecto denominado pes (Proyecto Educativo Social), ya se están dando algunas iniciativas de trabajo en la Institución Educativa Laureano Gómez, tales como reuniones con los profesores y estudiantes para empezar a construir el proyecto educativo; por supesto, apoyado por la emisora. Ahora sólo resta esperar que la capacidad de autoorganización social se fortalezca paralelamente a la evolución del proceso y que el interés no decaiga y, haciendo referencia Elster: usen ingeniosamente el conocimiento que poseen.

CONCLUSIONES La acción colectiva y la construcción del “nosotros” Por acción colectiva entendemos los procesos en los cuales diversos actores sociales se involucran en dinámicas cooperativas. Nuestro interés en el proyecto fue conocer la manera como los actores sociales de los nueve municipios del Huila cooperan con otros en acciones colectivas, para establecer que la construcción del nosotros ha ido cambiando, y luego proponer una nueva manera de acercarse al mundo de lo público. En este proyecto trabajamos con instituciones populares, que son las mismas organizaciones sociales de los municipios. Estos organismos nos ofrecieron: a) un marco de actividad, b) unas redes de sentido y unas serie de lenguajes que los hace ser diferentes, c) sobre todo, una racionalidad que, en la medida en que está inmersa en un sistema de normas, de prácticas permanentes visibles frente al otro y de objetivos a mediano y largo plazo, implica una autoevaluación, un juicio sobre el otro y un juicio sobre el impacto que pueden tener en el otro las propias decisiones a la luz de los objetivos que se quieren obtener. La institución popular es pues, un marco que permite analizar la existen-

cia de un sector social con un nodo de confluencia de diversas estrategias, que se diferencian desde el punto de vista de su nivel de resolución, de su naturaleza (cooperativa y hostil) y de sus prácticas cotidianas. Hay que resaltar que en este análisis realizado fue posible relacionar las diversas dinámicas macro que contextualizan la vida institucional, sobre todo la evolución del grado de autonomía respecto a otros sujetos sociales, con sus procesos internos. En últimas, lo que buscamos fue que los actores sociales, involucrados en distintas instituciones populares, reconocieran e hicieran visibles la manera como se relacionaban unas con otras, y cada una de ellas con la emisora comunitaria y con el gobierno de turno. A través de la construcción de las redes pudieron notar cómo las relaciones cambiaron por cuatro elementos: a) el pasado, si, por ejemplo, un actor social o una institución popular se ha comportado de manera amigable (proclive a la cooperación) u hostil (proclive a la defección); b) las expectativas de cada cual que modifican las acciones presentes; c) la agenda, que se manifiesta a través de una jerarquización de las prioridades y de actividades que se anulan y comprometen mutuamente; y d) la coyuntura, que parece irrepetible y en momentos decisivos.

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Es claro que esta perspectiva está implícita en la teoría de “la movilización de recursos”, que reconoce a estos movimientos sociales como dinámicos, centra la atención en los conflictos y considera a los actores sociales como racionales. Es decir, los movimientos sociales están compuestos por acciones racionales de los individuos y los grupos, que buscan satisfacer sus necesidades individuales y grupales, y para tal efecto, movilizan recursos sociales. Esos recursos pueden ser políticos, organizacionales o estratégicos. Múnera hace una diferencia muy interesante entre las tres teorías más importantes de los movimientos sociales: las conductas colectivas, la movilización de recursos y la sociología de la acción (Múnera, 1968-1988)9. Al realizar el análisis colectivo, los mismos sujetos sociales encontraron que en general las organizaciones sociales con las que trabajamos cuentan con muchos problemas. El principal de ellos es la paulatina pérdida de capacidad de movilización. En épocas pasadas las organizaciones sociales contaban con arraigo popular y con destrezas en 9 Múnera Ruíz, Leopoldo. Rupturas y Continuidades. Poder y movimiento popular en Colombia 1968 – 1988. IEPRI, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional y CEREC, Bogotá, diciembre, 1998. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

el manejo de situaciones conflictivas. La representación que estos grupos hacían de los ciudadanos, aunque siempre fue polémica, contó con la aprobación de la gente, porque tanto los unos como los otros ganaban en ese proceso: los líderes obtenían reconocimiento social y la gente del común lograba sus propósitos, como la adecuación de las vías, educación, puestos de salud, empleo, etc. Es decir, la “negociación del desorden” fue legitimada ante la ausencia del Estado y gracias a las competencias adquiridas por los grupos y por los líderes. Hoy en día el panorama es más complejo. Las organizaciones sociales se encuentran ante un dilema de proporciones mayores: la escasa legitimidad social, ¿Y a qué se debe? En nuestra opinión esta situación se desprende de la continua pérdida de confianza en esos organismos representativos. A partir de la Constitución del 91 esta negociación carece de reconocimiento legal y de reconocimiento social porque ha perdido aquello que lo hacía válido: la eficacia social. Ya no es posible ganar en ese intercambio de recursos. Al contrario, muchas veces se pierde y con ello se acrecienta la sospecha sobre sus líderes y acerca de lo político. Antes las organizaciones vendían certidumbres, hoy incertidumbres, y por eso los compradores son menos.

Lo que notamos entonces es una paulatina desinstitucionalización de las organizaciones sociales. Como vemos, estaban más preparadas para la representación que para la participación. Su esquema funcionaba en la medida en que se era más representativo, si esto se lograba, los resultados podrían ser mejores. La participación exige, en cambio, ciudadanos con otras condiciones, con otra cultura política. Una en la que se articulen los intereses propios, los comunes en el plano de lo público. Pero que en ese juego ganen todos: el individuo, las familias, las organizaciones y la sociedad en su conjunto. Lo anterior no quiere decir que la confianza hacia estas instituciones sociales no exista. Por el contrario, todos estos sujetos sociales son socialmente reconocidos por la labor que han desempeñado a lo largo del tiempo. Lo que decimos es que cada vez la confianza a estos organismos como formas de articulación colectiva es menor. En vista de esta situación, sin duda no exclusiva de las instituciones sociales del Huila, nos dimos a la tarea de contribuir en la reconstitución del tejido colectivo. El capital social permite la creación de un proyecto colectivo. En efecto, el capital social reside en el material humano y en la calidad de las relaciones de los individuos. Específicamente el capital social


es un ensamble de diferentes actores sociales. Una comunidad o una institución posee un capital social si comprenden la contribución de sus miembros a la realización de proyectos que busquen aminorar los problemas sociales. Uno de los elementos importantes del capital social es, como decíamos, la confianza de los individuos hacia la labor de los grupos o las instituciones, dados los intereses personales; si hay un respeto de las normas de un contrato social implica la pertenencia a una comunidad o a una institución. La confianza es la base de la legitimidad y como vemos, la legitimidad de estos grupos es cada vez menor. La legitimidad se alcanza en un proceso en el cual los actores sociales se constituyan en interlocutores entre sí, y entre ellos y el Estado. La legitimación es la validación social de una cierta perspectiva y de unas acciones derivadas de esta forma de ver el mundo. Tal vez la razón de que los movimientos sociales actuales sean ilegítimos es que con frecuencia responden a intereses privados y dejan de lado los públicos. No se ha logrado tender un puente entre uno y otro. Hoy en día los intereses particulares o propios debieran jugar en propuestas colectivas. Es necesario conocer qué tipo de relación comunicativa establecen los actores de una acción colectiva,

y cómo se tienen en cuenta sus intereses y sus proyectos vitales. Y de esta manera también estaríamos construyendo identidad colectiva. George Mead decía al respecto: “La identidad subjetiva emerge y se afirma sólo en la medida en que se confronta con otras identidades subjetivas durante el proceso de interacción social, en el interjuego de las relaciones sociales” (Carrillo, 1997)10. Hablamos aquí de la construcción de identidades fruto de la intersubjetividad que nace de la interlocución permanente y creativa entre los actores de una acción colectiva. Hacer visibles las relaciones sociales y comunicativas entre los sujetos sociales fue una estrategia para que se reconocieran los conflictos territoriales y para que se construyeran acciones colectivas. Este proyecto pretendió contar con los intereses individuales y con los colectivos. Es decir, parte del supuesto de que lo “común” es construíble, hay que reconocer las expectativas particulares para pensar en nuevas relaciones que puedan construir lo público. En Sonidos de Convivencia intentamos construir lo público a partir del reconocimiento y la gestión de los conflictos. 10 Torres Carrillo, Alfonso. Movimientos sociales y organización popular. Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Bogotá, 1997, pág. 63.

Cable/pared - De la serie Conexiones. Bogotá, 2008.

Al analizarlos, en primera instancia los sujetos sociales tuvieron la ocasión de reconocer sus propias jugadas a lo largo del tiempo, el rol ocupado por sí mismos y por los otros grupos y personas dependiendo de las coyunturas, el tipo de relaciones construidas, los intereses en juego, y los diferentes escenarios en los que se jugó y se puede jugar. Pero también los sujetos sociales pudieron, en segunda instancia, construir 21


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una realidad posible. Este análisis sirvió para que estos sujetos se visualizaran en un mismo tablero, con diferentes roles y jugadas que le apuntan a un proyecto colectivo. El hecho de comprender el conflicto de manera compleja, permitió que los recursos fuesen puestos a disposición de un juego que los mismos sujetos sociales crearon. Los sujetos sociales se re–vincularon, como lo llama Villasante, a un proyecto colectivo de gestión de conflictos. “Los sujetos, individuales o colectivos, dice este autor, tenemos unos vínculos que nos sujetan, que nos pueden paralizar o que nos pueden potenciar. Y nosotros podemos intentar analizar, elegir o cambiarlos según las condiciones existentes y lo que podamos atrevernos a hacer. Revincular es cambiar en lo cotidiano, unos lazos o vínculos, en las redes por otros”. (Villasante, 2003)11. La comunicación se generó en esa re-vinculación. Fue en el momento de la construcción de esa nueva realidad, cuando cada uno de los sujetos sociales se convirtió en interlocutor de los otros. 11 Villasante, Tomás R. Síntomas/Paradigmas y estilos éticos/creativos. En: Villasante, T, Montañés, M y Marti, J. La investigación Social Participativa. Construyendo ciudadanía. Editorial El Viejo Topo, Red de Colectivos y Movimientos Sociales, Segunda Edición, noviembre de 2003, pág. 29-64. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

Las emisoras comunitarias como promotoras de la participación La radio comunitaria y popular en América Latina se ha convertido en un verdadero movimiento social. La experiencia colombiana de Radio Sutatenza y la boliviana de las radios mineras, demuestran que este tipo de emisoras han sido la expresión de los “sin voz”, eran, y en ocasiones aún son, la posibilidad de hacer visibles a los “invisibles”, a los excluidos del Estado y de las políticas gubernamentales nacionales e internacionales. Por mucho tiempo la radio comunitaria ha estado cercana a los movimientos sociales. Es más, se sabe que en algunos países latinoamericanos como Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil, las emisoras han nacido como fruto de reivindicaciones sociales o para hacer efectivas esas reivindicaciones. La radio entonces ha ido de la mano de los movimientos sociales o en ocasiones, incluso los ha liderado12. Hay muchas experiencias en este sentido. International Association for Media and Communication Research (iamcr, 2004). 12 Son muchas las experiencias en este sentido. Algunas de las más recientes se pueden encontrar en las memorias del Congreso Internacional de Comunicación, IAMCR: “Comunicación y Democracia: Perspectivas para un nuevo mundo”. Porto Alegre, 25-30 de junio de 2004.

La radio comunitaria en Colombia no lleva más de diez años de vida legal, pero si muchas décadas de desarrollo en las ciudades y los municipios. Las emisoras comunitarias del Huila con las que trabajamos no llevan más de cuatro años de vida institucional. Pero a diferencia de la tradición latinoamericana, las emisoras comunitarias - al menos las del Huila - no han sido creadas como fruto de una negociación de algún movimiento social o como espacio para la reivindicación ante diversas problemáticas. Las emisoras comunitarias del Huila fueron constituidas por instituciones populares. Todas ellas hacen parte - o hicieron parte - de otras organizaciones sociales, porque así lo dice la ley, lo cual nos parece de enorme significación. El problema reside en que muchas de estas instituciones populares no poseen legitimidad social y política, carecen de un proyecto propio y se debaten en luchas internas. De tal forma que en algunos casos, las emisoras comunitarias tendieron a convertirse en otras instituciones populares. Los miembros de las emisoras comunitarias optaron por la autonomía de su dinámica, más no por la interlocución con esos sujetos sociales que le dieron vida. El convertirse en institución social conllevó la consecución de sus propios recursos (políticos, organizacionales o


estratégicos, como ya vimos), la generación de relaciones particulares y en general, la producción de una lógica de vida propia. Otras emisoras comunitarias no lograron la independencia de las instituciones populares que le dieron vida, pues los conflictos entre los dos fueron incesantes, casi desde el mismo momento de la creación de estos medios. Estos conflictos, y concretamente la manera como se manejaron, incidieron en la participación ciudadana frente a las mismas emisoras. La radio comunitaria como organización también ha perdido institucionalidad. La principal razón es la misma del resto de organizaciones sociales: la legitimidad. Las nueve emisoras del Huila cuentan con una altísima audiencia, la gente las escucha, llama a pedir música, la emisora sirve de intermediaria entre los sujetos, por ejemplo, para enviarse mensajes entre los campesinos del área rural y personas de la urbana. Es la participación tipo espejo que ya reseñábamos en el marco teórico de este trabajo. Esta situación es constante en todo el país13. En diversas investigaciones 13 Gómez, Gabriel, Quintero, Juan Carlos, ACPO. Diagnóstico del Servicio Comunitario de Radiodifusión Sonora en Colombia. Ministerio de Comunicaciones, Dirección General de Comunicación Social, Bogotá, Colombia, 2002.

se constata la “participación” en la radio, y en particular en la radio comunitaria a través de llamadas, o incluso en pocas ocasiones, de hacer programas (Gómez y Quintero, 2002). Esta participación de las audiencias en las emisoras comunitarias era asumida por los integrantes de estas instituciones como la única manera de acceder a la radio. Para nosotros es claro que los encuentros entre los miembros de diversos grupos sociales en la radio es una forma de participación, especialmente si se trata de una denuncia o la transmisión de una información, pero con ello no se construye lo público, sino que lo público pasa por la radio. En el desarrollo del proyecto encontramos que el problema de la participación no es de acceso a la radio, es un problema complejo porque es político. La participación implica el paso de un actor social a un sujeto colectivo que busca la generación de bienes públicos. Rosalía Winocur decía al respecto de la participación en la radio: “El desafío para los ciudadanos, las organizaciones civiles y los movimientos sociales no es cómo aparecer en los medios, tampoco cómo apropiarse de ellos, suena tan utópico como hacer de cuenta que no existen; el verdadero reto es aprender a servirse de ellos”. (Winocur. 2000)14. 14 Winocur, Rosalía. La participación en la

El diagnóstico colectivo realizado por los radialistas comunitarios y por otros sujetos sociales - a través de la construcción de grafos de redes – no pudo ser más clara: la radio comunitaria posee pocas relaciones sociales con otras instituciones sociales, y algunas de las que posee, son de dependencia con las administraciones municipales. Los miembros de las emisoras comunitarias poseen un gran conocimiento sobre el territorio, pero institucionalmente las emisoras sólo “se miran el ombligo”. En general, las emisoras hacen un intento invaluable en pensar la programación, el lenguaje radiofónico, informar oportunamente, pero se quedan cortos en la interlocución con otros sujetos sociales. El conocimiento adquirido por los miembros de las emisoras se pierde. El reto fue ya no pensar la participación en la radio comunitaria, sino propiciarla por las ondas sonoras y en la interlocución directa. La estrategia fue asumir el conflicto como una posibilidad de acción colectiva y de desarrollo social y humano (volveremos sobre este tópico más adelante). A través de la radio se optó por hacer públicos los llamados “dilemas sociales”. En el dilema social la defensa radio, una posibilidad negociada de ampliación del espacio público. En: Revista Diálogos de la Comunicación. No 58, FELAFACS, agosto, 2000, pág. 37 - 46. 23


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de los intereses individuales sobre los colectivos siempre es la “mejor jugada”, pero impide obtener resultados óptimos, especialmente en términos de bienes públicos (Axelrod, 1986)15. Con los dilemas sociales, los radialistas lograron problematizar a sus oyentes y enfrentarlos a la complejidad de un conflicto en el plano de lo público. Pero también los colectivos de radio aprendieron a interlocutar con otros en distintos escenarios comunicativos para la comprensión y gestión del conflicto escogido. Varios de ellos se adentraron en otras instituciones populares, fueron parte de grupos que propendían por el desarrollo municipal, y en general establecieron nuevas relaciones con otros sujetos sociales para beneficio colectivo, que se materializaron a través de proyectos de desarrollo. Y estas relaciones se viabilizaron gracias a las emisoras comunitarias que realizaron una veeduría sobre el estado del proceso de gestión. Hay que decir también que este proceso se generó con la participación del Estado. En este proceso los integrantes de las emisoras comunitarias comenzaron a entender que es tan importante la reivindicación de los derechos como hacer partícipe al Estado de los proyectos 15 Axelrod. La evolución de la cooperación. Alianza, Madrid, 1986. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores


colectivos que beneficien a la sociedad en su conjunto. No se trata de una concesión al Estado, sino, más bien, una manera de hacer viables las iniciativas de la sociedad civil. Hacer público el conflicto fue una estrategia ganadora en la mayoría de las experiencias de radio comunitaria en el Huila porque sus integrantes y otros sujetos sociales reconocieron su contexto, problematizaron a sus oyentes, y construyeron nuevos interlocutores en pro del beneficio colectivo. (Alfaro 1995). “La gente aprende sobre sus derechos, decía Rosa María Alfaro, desde casos y conflictos que observa” (Alfaro 1995)16. En el presente proyecto no solo buscamos que los sujetos de las instituciones populares aprendan de los conflictos, sino que con esos aprendizajes, se hagan responsables de su gestión.

16 Alfaro, Rosa María. ¿La radio en crisis? ¿Ciudadanía sin palabra sonora? En: Alfaro, Rosa María (compiladora) La radio ciudadana del futuro. Red de Comunicación Popular – CEAAL, A.C.S. Calandria, mayo, 1999, pág. 17-35.

Las ciudadanías conflictivas Existen muchas teorías sobre la ciudadanía, como la ya anotada en el marco teórico. Sin embargo, para efectos de una mejor comprensión adoptamos dos conceptualizaciones que complementan la ya citada. La primera es “la democracia es función de la ciudadanía” afirma (Lechner, 1996)17. Por decirlo de alguna manera, el espíritu democrático anida primero en la sociedad y después en el Estado. Y la teoría según la cual, la base de la sociedad es el capital social; es decir, la ciudadanía se alcanza por medio de las tradiciones y destrezas de los ciudadanos (objetivadas en nichos, redes, prácticas e instituciones) para desarrollar un amplio espectro de interacciones asociativas que formen un denso tejido intermedio entre el individuo y el Estado. Pensamos entonces en ciudadanías construidas en la interlocución entre los sujetos sociales. En este proyecto los miembros de las instituciones populares se re – vincularon a unas nuevas ciudadanías, unas con capacidad de decisión sobre lo público. Y una de 17 Por ejemplo: Lechner, Norbert. Las transformaciones de la política. Policopiado, 1996.

estas instituciones que adquirió un status distinto como ciudadano fueron las mismas emisoras comunitarias. Este nuevo rol se ha ido adquiriendo en procesos comunicativos en los cuales las emisoras se legitimaron legitimando a otros; es decir, adquirieron nuevas ciudadanías participando en la construcción de otros ciudadanos a través de la interlocución con ellos. ¿Cómo lo lograron? Por medio del análisis colectivo de los conflictos y de la gestión de los mismos. Los conflictos en general se perciben como negativos, pero para los miembros de las emisoras comunitarias del Huila, éstos se convirtieron en una posibilidad de acción colectiva. En realidad los conflictos no son ni positivos ni negativos, son contradicciones de intereses y valores. El punto está en capitalizar esas diferencias para la comprensión compleja de los conflictos y así construir perspectivas de trabajo conjunto. La gestión colectiva de los conflictos permitió que los sujetos sociales de estos municipios huilenses pensaran y activaran proyectos de desarrollo en los cuales las expectativas e intereses individuales se combinaran con los colectivos, para beneficio de la sociedad en general.

Señora campesina - De la serie Fiestas de las colaciones. Supía, Caldas, 2008

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desafĂ­o del hom


mbre contemporán La comunicación como desafío del hombre contemporáneo Fernando Barrero Chaves U.Libertadores

fbarrero@cit.ulibertadores.edo.co Álvaro Rodríguez Hernández U.Politécnico Grancolombiano

alvarodher@gmail.com Resumen

La comunicación social afronta nuevos retos con los procesos tecnológicos que se viven en el mundo. Los comunicadores sociales orientadores, analistas y referentes del acto comunicativo son el pilar de la construcción de perfiles culturales en el mundo; en manos de los desarrolladores de procesos comunicativos masivos y alternativos se encuentra la necesidad de configurar el discurso y hacer un buen uso del lenguaje que se vea reflejado en los procesos sociales que se ven altamente influenciados por la connotación comunicativa interpersonal y mediática.

Abstract

Comunication today’s man challenge The social communication confronts new challenges with the processes of technology that is lived in the world. The social signalers, orientation, referring analysts and of the communicative act are to pound of the construction of cultural profiles in the world; in hands of the developers of massive communicative processes and alternative is the necessity to form the speeches and to make a good use of the language that is reflected in the social processes that is seen highly influenced by the connotation communicative interpersonal and mediated.

Recepción: Agosto 22 de 2009 Aprobación: Septiembre 18 de 2009 Palabras clave

industrias culturales, ciencias de la comunicación, retos comunicacionales, discurso, globalización

Key Words

cultural industries, Science of the communication, challenges, speech, globalization


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Los cambios sociales, culturales, tecnológicos y políticos son propios de la idea de proceso, esto es ir hacia delante, es en lo que estamos embarcados los seres humanos desde que tuvimos conciencia de serlo. De todas las órbitas humanas, la comunicación, como depositaria de la propagación de todas las demás ramas, es la que mayor cantidad de novedades, de toda índole, acumula y la que menos tiempo nos permite para la readaptación. Las bellas artes, los coloquios, las conferencias, exposiciones y en general todo lo que tenga que ver con las actividades culturales van ligadas de manera directa con el acto comunicativo del hombre definido como: “El acto comunicativo no se entiende como algo estático, ni tan siquiera como un proceso lineal, sino como un proceso cooperativo de interpretación de intencionalidades. Al producir un enunciado, el hablante intenta hacer algo, el interlocutor interpreta esa intención y sobre ella elabora su respuesta, ya sea lingüística o no lingüística”. (Carlos Lomas) La llegada del siglo xxi con, el escalamiento del terrorismo, la globalización que fracturó las fronteras geográficas y de pensamiento y la multidependencia de la tecnología que nos amilana, minuto a minuto, con su raudo paso, sentimos que cada vez que asimilamos el cambio, lo hacemos en el pasado. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

Los procesos culturales reciben influencias de uno y otro lado, sin lugar a dudas, son pocas las tribus y las diferentes manifestaciones que tienen claro su desarrollo y origen y los caminos han llevado a las industrias culturales a tender a convertirse en industrias del entretenimiento Esos retrocesos de asimilación deben ser proyeccionales y no retroactivos; pero, sin lugar a dudas, no se puede desconocer el camino recorrido, los procesos exitosos y los fracasos de los cuales se debe aprender. Muchos hechos históricos han hecho que se cambie la manera de hacer las cosas en los medios de comunicación, de igual forma las tecnologías de la comunicación han producido una mediamorfosis inminente en donde, cada vez, hay menos espacios para el desarrollo cultural coherente y lógico. Los procesos culturales reciben influencias de uno y otro lado, sin lugar a dudas, son pocas las tribus y las diferentes manifestaciones que tienen claro su desarrollo y origen y los caminos han llevado a las industrias culturales a tender a convertirse en industrias del entretenimiento. Esas industrias culturales que han sido tratadas desde la época de Horkheimer y Adorno1; también, tienen una 1 Max Horkheimer: nació el 14 de febrero de

evolución marcada y cada vez se ha pretendido involucrar más actividades a ellas, “ha habido quienes se han empeñado en confundir las actividades culturales clásicas y más o menos adaptadas al mercado con las industrias culturales, hablando por ejemplo de los museos 1895 en la ciudad de Stuttgart (Alemania) planteó los conceptos de la industria de la cultura y su interés principal se centraba en la Teoría Crítica. Pertenecia a la corriente de la filosofía continental y a la Escuela de Frankfurt. Su más notoria influencia era dada por: Kant, Hegel, Marx, Schopenhauer, Weber, Freud, Friedrich Pollock. A su vez influyó en: Adorno, Marcuse, Habermas, Honneth. Murió en la ciudad Nuremberg (Alemania) el 7 de julio de 1973. Theodor W. Adorno: Teniendo en cuenta la línea marxista a este filósofo alemán se le reconoce como uno de los mayores exponentes de la Teoría Crítica y la Escuela de Frankfurt. Se vio altamente influenciado por: Marx, Lukács, Hegel, Nietzsche, Wagner, Benjamin, Husserl, Horkheimer e influenció a: Jürgen Habermas, Agnes Heller, Armand Mattelart. Sus días terminaron en Suiza el 6 de agosto de 1969.


como “gran industria cultural”, confundiendo la complejidad o el tamaño con la industria; incluso los que han insertado a la pintura entre los “sectores” de las I.C., aunque les faltara la condición sine qua nom de la serialización y reproducción masiva” (Bustamante, 2009) En medio de esa constante evolución y de la aparición de nuevos retos se pueden trabajar dos hipótesis y dos hitos que permitan abordar el tema de la comunicación como desafío del hombre contemporáneo a la luz de las ciencias actuales.

Hacia un espacio estratégico La comunicación se está reconfigurando en un espacio estratégico desde los procesos de transnacionalización y de la emergencia de sujetos sociales e identidades culturales nuevas. Por ello la perspectiva que, los profesionales de la comunicación y las ciencias sociales, deben tener en este nuevo siglo estará centrada en la indagación de los diversos procesos mediante los cuales la conformación de lo masivo es desarrollada a partir de las transformaciones de las culturas subalternas. Para lograrlo sigamos el desarrollo establecido por Jesús Martín Barbero en su libro De los medios a las mediaciones donde explica que los análisis situacionales no deben centrarse en los medios de comu-

nicación sino en las articulaciones entre las diversas prácticas comunicacionales y los movimientos sociales; es necesario, de una vez por todas, tomar como eje la pluralidad de matrices culturales. Es imprescindible que tengamos en cuenta las posibles transformaciones de la cultura desde las nuevas tecnologías y reconfiguremos en tanto productores de sentido los ámbitos susceptibles de ser restringidos por un campo de discurso dominante. Campo que diseña áreas sociales hegemónicas a través de dominios discursivos organizados en significados preferentes; y estos discursos hegemónicos conllevan un encubierto proceso de represión de la identidad y la diversidad cultural. En ese sentido Teun A. Van Dijk, en su reciente visita a Bogotá enfatizó en los Know how de las élites simbólicas que tienen acceso preferencial al discurso público, para controlar ese discurso, el que se transmite a través de los mass media, y cuyo objetivo específico es controlar las representaciones mentales de los receptores que a la larga conformarán la opinión pública. La obligación del comunicador, según el profesor Van Dijk es comprender los mecanismos básicos de esa dominación discursiva y que oscilan en el control y uso con arreglo a fines, de temas, de textos y de contextos, de significados

globales y locales, de la ambiguedad o la especificidad, la lexicalización, y lo concerniente a las formas y formatos. Defendamos la globalización pero sin pérdida de identidad y defendamos todos los espacios independientes para el desarrollo de la razón y el espíritu porque nos conceden una participación activa entre las diversas comunidades culturales. No dejemos que los espacios de cultura, en tanto ámbitos de mediación, se conviertan en un universo de redes y portales que logren ampliar la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados. El escritor uruguayo Eduardo Galeano ha escrito: “La palabra tiene sentido para quienes queremos celebrar y compartir la certidumbre de que la condición humana no es una cloaca. Buscamos interlocutores, no admiradores; ofrecemos diálogo, no espectáculo” (Galeano, 1977). Al leer estas líneas es imposible evitar una serie de consideraciones relacionadas con las redes de comunicación y el papel que le toca cumplir a quienes están al frente de algún medio digital. Desde que Internet comenzó a expandirse y popularizarse han cambiado las formas de comunicación y se han acelerado los flujos de información. Una de las diferencias más grandes que existe entre los medios tradicionales y la red 31


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de redes es que, esta última, invita desde su concepción a un verdadero intercambio de recursos, “busca interlocutores y ofrece diálogo”. A través de este medio se permite una completa participación tanto de los autores como de sus lectores. Internet nos otorga una infinita cantidad de beneficios, favorece la edición, difusión y comunicación de temas que en los medios tradicionales están marginados. Ejemplo de lo anterior, es el caso de las revistas culturales de edición electrónica. Sería imposible generar espacios de cultura como los que se producen on line, ya que en el mundo real los costos son mucho mayores y los intereses de los sectores económicos y de poder son mínimos cuando se trata de publicaciones artísticas y culturales. El crecimiento exponencial de los contenidos periodísticos en la red y concomitantemente de las herramientas que facilitan su publicación en línea y en tiempo real no elude el proceso de crisis que los medios colombianos y en general latinoamericanos (incluidos los tradicionales y los alternativos) han tenido que desarrollar a la hora de enfrentar el boom de este nuevo periodismo. Es un proceso que aún está en ciernes y que ha tenido que pasar por etapas que van desde el desprecio y el escepticismo, hasta el miedo y la sensación Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

de impotencia, lo que ha devenido en la publicación, en la red de medios preexistentes con lenguajes inadecuados, dejando de lado el bonus track que entregan las dos vetas más importantes que tiene esta nueva forma de concebir la información y que son la multimedialidad y la interactividad. Ese proceso ha abierto una brecha entre los periodistas convencionales, celosos de su modus operandi y los noveles periodistas que por ahora, y esa es una de sus flaquezas, dejan descansar el poder de la artillería de su oficio en el manejo tecnológico, en las bondades de los programas, en la habilidad técnica, pero se han olvidado de lo más importante. Por eso, en ese sentido específico no resulta exagerado afirmar que en este medio está casi todo por hacer. En teoría, el nuevo medio debe haber dado paso a la integración de los lenguajes tradicionales en un único discurso de elementos audiovisuales, de manera que se está construyendo una retórica que el francés Jean Cloutier ha denominado “audioescritovisual” (Cloutier, 1994: 43). Pero en la práctica, el debate se centra en la forma en que los medios impresos “vuelcan” la información sobre sus sitios Web de manera indiscriminada, desconociendo al lado del nuevo medio, un reciente lenguaje y una forma de contar y de narrar.

Con la característica de la interactividad, uno de los dos grandes ejes del nuevo formato al lado de la multimedialidad, se pretende superar las limitaciones de los medios de comunicación de masas (un único emisor, un único receptor, masivo y, por tanto, compuesto por personalidades muy diferentes) y permitir, por una parte, el acceso a un volumen mayor de información, de una manera personalizada y creando lo que se ha denominado nichos de audiencia, otro de los campos en que ha comenzado a investigarse. Muchos profesionales (Nelson, 1996) ya han empezado a interrogarse sobre los cambios en la escritura de los nuevos medios. Sobre todo si entramos en los terrenos del hipertexto, lo que conlleva a la ruptura de la secuencialidad, de nuevas estrategias retóricas, etc. En cualquier caso, uno de los imperativos morales, que prevalece no obstante el ritmo cambiante de las tecnologías, es el de que la información fluya libremente hacia el lector o cibernauta ávido de contenidos y novedades, en cumplimiento de las previsiones que hace casi diez años hicieron Simon Nora y Alain Minc en su informe L’informatisation de la société (La Documentation Française, París, 1978), en el sentido de que las redes y el ciberespacios iban a afectar radicalmente el comportamiento de los seres vivos en el siglo xxi, bien como apocalípticos,


en el lenguaje de Humberto Eco, si conllevan los peligros de la desmesurada libertad de consulta, o como integrados si concitan el sueño de democratización y horizontalidad de la información que lleva implícito el sello del periodismo del nuevo siglo.

La comunicación no violenta La relación entre el lenguaje y la violencia es el tema de investigación del profesor de Psicología O.J. Harvey, de la Universidad de Colorado. Se dedicó a recoger muestras al azar de fragmentos literarios procedentes de muchos países de todo el mundo y a contabilizar la frecuencia de las palabras utilizadas para clasificar y juzgar a las personas. Su estudio revela una gran correlación entre el uso frecuente de este tipo de palabras y la incidencia de la violencia. No me sorprende en absoluto saber que hay menos violencia en aquellas culturas en las que la gente tiene en cuenta las necesidades de los demás que en aquellas donde se etiqueta a las personas con el calificativo de “buena” o “mala” y se está convencido de que las “malas” merecen castigo. En Estados Unidos, en el 75 % de los programas de televisión emitidos en un horario en que es muy probable que los niños estén en frente de un televisor, es habitual que el protagonista se dedique a golpear o matar a otras personas. 33


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Es fácil encontrar a un europeo viendo una película colombiana como Sumas y Restas, tratando de aprender modismos, y verlo sorprendido y desilusionado al escuchar: Ave María home, Eche Cuadro o Ala chino… cuando él lo que realmente quería aprender era el no muy amplio y soez vocabulario de la película de Víctor Gaviria. Es normal que las escenas de violencia constituyan el “climax” del programa. A aquellos telespectadores que consideran que los “malos” merecen castigo les encanta la presencia de este tipo de violencia. Es su libro Out of Weakness (A causa de la debilidad), Andrew Schmookler, miembro del Departamento de Resolución de Conflictos de la Universidad de Harvard, declaró que en la base de toda violencia ya sea verbal, psicológica o física, entre los miembros de una familia o entre diferentes tribus o naciones, hay un esquema mental que hecha la culpa del conflicto a una actitud equivocada del enemigo. Schomookler también atribuye la causa de la violencia a una incapacidad de pensar en uno mismo y en los demás

Pajaritos, cámara - De la serie Grupo Talbot. Bogotá, 2008.

desde el ángulo de la vulnerabilidad: qué sentimos, qué tenemos, qué anhelamos, qué nos falta, etc. Ya vimos a qué condujo esta peligrosa forma de pensar durante la guerra fría. Nuestros gobernantes veían a los rusos

La comunicación se está reconfigurando en un espacio estratégico desde los procesos de transnacionalización y de la emergencia de sujetos sociales e identidades culturales nuevas Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

como representantes del “Imperio del mal”, resueltos a acabar de una vez por todas con el estilo de vida estadounidense. Los líderes rusos, por su parte, tildaban a los ciudadanos de Estados Unidos de “opresores imperialistas” decididos a acabar con ellos. Ninguno de los dos bandos reconocía el miedo que se escondía detrás de aquellas etiquetas. Los retos son grandes. La aceleración desorbitada de los cambios que plantea el nuevo siglo exige que a la formación tradicional de nuestros comunicadores


y periodistas le añadamos competencias, habilidades y destrezas para adaptarse al vértigo del progreso. Decía el escritor Milán Kundera que la única opción para evitar que las sociedades contemporáneas cayeran en el totalitarismo político, estético o comunicacional, era “el hombre que pregunta”, en una alusión clara a nuestro principal papel en las nuevas sociedades. Es hora de plantear los interrogantes y de buscar las respuestas. El manejo de la violencia no debe ser pensado, tan sólo, en los medios de comunicación, “sin entrar al debate de si la violencia y la agresividad tienen un componente fisiológico, parece que algunos datos apuntan a que sí, como el hecho de la aparición de determinado gen en las personas agresivas. O el hecho de que suele encontrarse también cierta predisposición a actuar agresivamente en aquellas personas con daños o anormalidades en los lóbulos frontales o temporales del cerebro. No podemos dejar de reconocer su fuerte influencia sociocultural, en el que influye desde el entorno social donde se desenvuelve el sujeto, su familia y amistades y por supuesto los instrumentos culturales de la sociedad en la que se desempeña, de los cuales los medios de comunicación social, tanto tradicionales, prensa, cine y televisión, como los novedosos, Internet y videojuegos, que

son los que nos han traído aquí, son los que muestran un impacto más significativo”. (Julio Cabrero, 2001) El compromiso es de todos los comunicadores, publicistas, periodistas y diseñadores que están avocados a manejar la palabra (escrita, sonora, visual, digital) de manera responsable; de tal forma, que en esa delgada línea de la cultura y el entretenimiento, se filtre un acto comunicativo no violento y, claro está, que no pierda su intencionalidad.

Se necesita una nueva pedagogía Por lo tanto, la comunicación necesita de una nueva pedagogía que permita a sus estudiantes abrazar la profesión con verdadera vocación y con la misma entrega de aquellos grandes que dejaron su propia vida, entregada gajo a gajo. En cada página, cada pieza publicitaria y cada boceto gráfico. Para lograr esa actitud hay que luchar contra la rapidez de la era digital; buscar que el comunicador se sintonice con la aventura de vivir las preocupaciones espirituales e intelectuales de una época y, sobre todo, vivir en constante diálogo consigo mismo, como parte de una realidad en la que se goza y se sufre, se trabaja y se descansa, se reza, se maldice, se crea el mundo para que no desaparezca para los ciudadanos del futuro, que no sólo

reciben de herencia unas construcciones de cemento y monumentos tangibles, sino también unos mitos, unos miedos, unas creencias que formarán parte de su existencia, demarcándola, nutriéndola, y haciéndola rica y vigorosa. De esta manera, el periodismo será la profesión más importante del futuro, en la medida en que permitirá a la sociedad verse en el espejo de sus propias contradicciones, de sus luces y sombras, para enfrentarse a la incertidumbre del devenir. A ver si con un reconocimiento tan justo - entre tantos sofismas de distracción - los periodistas colombianos nos le medimos por fin al reportaje inmenso que se espera de nosotros: ¿Cómo es que la Colombia idílica de los poetas se nos ha convertido en el país más peligroso del mundo? El periodismo en general debe ser el punto de encuentro donde se escuchen entre sí las voces silenciadas que conforman el conglomerado social, étnico y lingüístico de una comunidad en crisis como la nuestra. El periodista debe saber pasar de la palabra a la acción y su tarea no puede limitarse a reseñar pasivamente lo que ocurre en su entorno, sino a convertirse en auténtico gestor del desarrollo social. Por su parte, los publicistas deben identificarse entre la publicidad interactiva y la on line. La publicidad interactiva 35


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Cables - De la serie Conexiones. Manizales, 2008.

presenta un sin número de posibilidades que aún no están siendo aprovechadas al cien por ciento, los procesos de publicidad, actualmente, no van más allá de un mecanismo on line aún dependiente de los medios tradicionales. El publicista está en la obligación de cumplir con su trabajo profesional, pero debe pensar en la responsabilidad social que sobre él recae. “La publicidad es uno de los fenómenos característicos de nuestro tiempo y es uno de los elementos que sirve para moldear la opinión de los ciudadanos y para crear hábitos de comportamiento” (Campanario, 2001). La publicidad debe buscar nuevos canales para llevar su mensaje y establecer lo afirmado por Reardon “intentar modificar la conducta de por lo menos una persona mediante la interacción simbólica”.

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No se pueden abandonar los procesos tradicionales pero hay que prestarle gran atención a la “publicidad especial”. Aquellos que su proyecto de vida está en el diseño gráfico encuentran un cambio radical, tan sólo miremos lo que se considera el inicio del diseño, nada más y nada menos, que la pintura rupestre, es innegable que la era digital le da un giro radical a esta profesión. Pero, no basta ser un gran dibujante, un artista, o manejar a la perfección los programas de diseño. Los futuros diseñadores deben pensar, tener conciencia de que son constructores de mundos y realidades, que a la postre se convierten en modos de vida. El hacer del diseñador está abocado a la realidad social, es decir al reflejo de la realidad desde la creatividad; pero

a su vez, este profesional debe seguir un línea trazada por Belén González: “Mejorar la calidad y el sentido de nuestros gráficos actuales además de reflexionar y proponer una gráfica alternativa a la gráfica institucional y comercial habitual, es compromiso, entre otros, del diseñador gráfico. Y debe ser parte esencial de su formación la toma de conciencia de esta responsabilidad social” (González, 2006). Hay que entender el desafío y la forma cómo afrontarlo desde la academia, para finalizar, demos un vistazo a esta reflexión: “La situación actual de los estudios académicos sobre información y comunicación es preocupante. Aproximadamente, hay en el mundo más de dos mil universidades que ofrecen estudios de periodismo (más de 600 en América Latina), orientados hacia los medios de difusión, no hacia los procesos de comunicación, y apenas una veintena de programas académicos que ofrecen opciones para formar comunicadores para el desarrollo y el cambio social, estrategas de la comunicación antes que técnicos capaces de elaborar mensajes para los medios” (Dagron, 2009), y de esta afirmación no se alejan los programas de Publicidad y Mercadeo y de Diseño Gráfico.


Bibliografía Fuentes citadas

Bustamante, E. (2009), De las industrias culturales al entretenimiento. La creatividad, la innovación... Viejos y nuevos señuelos para la investigación de la cultura, Dialogos de la comunicación, pág. 1-25.

Cabrero, R. (2001), Violencia, juventud y medios de comunicación. Comunicar, pág. 126-132.

Campanario, J. M. (2001), Invocaciones y usos inadecuados de la ciencia en la publicidad. Enseñanza de las ciencias, pág. 45-46.

Dagron, A. G. (2009), Tres retos de la comunicación para el cambio social. Contratexto Digital, pág. 1-8.

Galeano, E. (1977), Defensa de la palabra, Literatura y Sociedad en América Latina, Nueva Sociedad, pág. 17-24.

González, B. (2006), La ciudad escrita. Paperback, pág. 1-7.

Lomas, C. y Osoro, A. (3), Ciencias de lenguaje, competencia comunicativa y enseñanza de la lengua. Signos teoría y práctica de la educación, pág. 27-53.

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qué odio a Bote Por qué odio a Botero* Umberto Casas

* Este artículo no se refiere al grupo de Rock bogotano que tiene el nombre Odio a Botero, y que fue vetado en el Festival Internacional “Altavoz” de la ciudad de Medellín, en noviembre de 2006, que según la Alcaldía: ”es un grupo que atenta y violenta en su discurso al patrimonio de una ciudad como Medellín”. Adicionalmente, según estas instituciones, porque la ciudad atraviesa por un momento de reconciliación con el maestro Fernando Botero que no puede ser “amenazado” de ningún modo.

U.Libertadores

ucasas@hotmail.com

Resumen

Cuando los artistas del movimiento Dadá, surgidos en el “Cabaret Voltaire”, febrero 1916, acercaron las imágenes populares a la “alta” cultura, no se imaginaron que ese acto de rebeldía generaría todo un acontecimiento estético, que repercutió unos años después, con toda la carga de las nuevas técnicas: el Pop Art. Pero estas formas domesticadas pudieron llegar al gran público e incluso entrar en los circuitos expositivos y penetrar las industrias culturales o más bien, engordarlas. Un caso particular son las obras del maestro colombiano Fernando Botero que sufren un proceso de masificación en productos domésticos, pasan de obra de arte a reproducción para mercadería turística.

Abstract

Why I hate Botero When the movement Dadá’s, growed its at “Cabaret Voltaire”, febrary 1916, artists brought the popular images to the high culture, they didn’t suppose that is rebelliousness act generated a great aesthetic event: The Pop Art with all news technologies. These domestic forms understand it for the general public and besides to come in the museums and art galleries, through cultural industries, let’s say to swell these industries. A particular case is the Botero’s artist work that converted the art work to touristic merchandise.

Recepción: Julio 19 de 2009 Aprobación: Agosto 15 de 2009 Palabras clave

arte, duda, industrias culturales

Key Words

art, doubt, cultural industries


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Una representación de una representación, ahí está la hipersupresión de la carne, ya no en un plano bidimensional sino en la curvatura de un lápiz, en los hilos tramados de una camiseta elaborada en algodón colombiano, o la firma del artista en las moléculas de un borrador que se desmoronará. La discreción táctil que hace de la obra del maestro Botero su reconocimiento textural se degradará en un lapso más rápido que sus grandes cuadros o sus inmensas esculturas, por el uso y el abuso de estos dispositivos, de estas prótesis o sustitutos de obra que se pueden comprar en la “tienda de Botero”. De la grandeza de los cuadros y la dilatación de sus bronces a la minimización de sus formas impresas en diferentes soportes, para ser adquiridos a precios más bajos, surge una pregunta, ¿Por qué un artista reconocido en el ámbito internacional combina la parte simbólica del lenguaje plástico con el uso seriado de sus obras en objetos cotidianos?, es posible que el maestro no haya visto el arte como un modo de representación semiótico, sino más bien como una posibilidad de subsistencia, ¿cínica estrategia de supervivencia? obvio que no necesita. Las sociedades industrializadas de posguerra han hecho de casi todas las manifestaciones humanas, una producción lucrativa y de esta epidemia no se ha

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salvado el arte, y como bien de consumo ha entrado a las llamadas “industrias sin chimeneas”, como el turismo, la producción televisiva, la publicidad, el cine de corte hollywodense y todo lo que se posibilite para la venta y el consumo en masa. Los museos, galerías de arte y sobre todo los corredores de arte se han encargado de legitimar ese “carácter de mercancía” en las obras de arte, pero aquí no se cuestiona el precio de una propuesta plástica, la reflexión parte del proceso de masificación exacerbado, estandarización, repetición absurda en todo “cachivache” que ofrezca su superficie como soporte de una pobre reproducción, esa “industria cultural” se encarga de que la obra del maestro se masifique por unas cuantos billetes. Los museos, como escribe Yves Michaud se han vuelto “mall” del arte. En éstos se consume, en todos los sentidos del término “consumir” una producción industrial de las obras y de las experiencias que desemboca también, en la desaparición de la obra. (Michaud, 2007. p.13). Esa relación con las cosas, de la que habló Karl Marx propugnó por ver el sistema capitalista, como un sistema de consumo masivo, el producto artístico del maestro Botero, trabajo humano que se expone como mercancía en las tiendas de museos en Bogotá y Medellín adquieren ese carácter mercantil del que habla Marx

en su libro: El Capital, entonces: el lápiz, la libreta de notas, el pocillo para el café, el cuaderno de colorear que contienen reproducciones de cuadros del maestro Botero, sufren la misma fragmentación que el obrero en la producción industrial: un objeto como otro cualquiera. Formas artísticas que se soportan originalmente en un lienzo hecho en los mejores talleres industriales de Bélgica o Francia, dibujos, pinturas y bronces elaborados con los mejores materiales sirven de modelo reproducible para ser litografiados y así permitirle a estas formas un acercamiento con el gran público, que en últimas, ni siquiera es un público masivo aquellos visitantes de los museos donde hay “tiendas de Botero”, y si en alguna ocasión esas visitas se vuelven masivas, los precios no son tan baratos como los espacios donde se pueden adquirir estos elementos, pero con la diferencia que no van a llevar una reproducción de una obra del maestro Fernando Botero, ¿será acaso esto lo que les da un valor particular? como plantea Adorno (1967), el valor de cambio oscurece el valor de uso. Cuando el arte se convierte en mercancía, y me refiero a esos objetos de consumo que se compran o se venden, sin diferenciar entre los bienes para satisfacción cotidiana y la satisfacción del placer estético, del estado de la contemplación, o el producto


de la belleza, esos trabajos salidos de una sensibilidad propia del maestro pasan por una pasteurización que los convierte en elementos consumibles para todas las edades. Los productos culturales y los accesorios de la vida cotidiana son diversos en su especificidad, los primeros no siempre tiene como fin lo utilitario, mientras que los segundos, esa es su esencia, engrosan el utillaje contemporáneo, los unos trabajan con los pensamientos sensibles de su época, mientras que los otros se agrupan en montones de “cosas” para ser vendidas o compradas. Y entonces ¿Qué pasa cuando una obra de tipo cultural se deprecia (en su valor estético) y comienza a transitar por el mundo mercantil?, que esas formas sensibles empiezan a ser parte del trabajo enajenado de la industria. Volviendo a Marx, el arte posibilita la necesidad de disfrute estético, que el capitalismo no puede satisfacer, aunque esa autonomía ha perdido terreno frente al embate mercantilista. Los productos artísticos no se pueden reducir al concepto del trabajo enajenado, porque de hecho hacen parte de las utopías necesarias para la existencia. El arte trabaja con las experiencias sensoriales y modula la esfera de la imaginación, mientras que en los procesos industriales su propósito es de índole lucrativo.

La paradoja del maestro Botero consiste en que las ofertas de sus formas hinchadas en soportes de utensilios cotidianos han rebajado su trabajo que muy por el contrario, el mismo autor ha querido mantener en los niveles más altos. Es claro que los trabajos originales de Fernando Botero, que se pueden adquirir desde los marchantes del arte criollo hasta en las galerías más sofisticadas de Nueva York o Tokio no han sufrido una caída en los precios en las bolsas del mercantilismo artístico (porque haya reproducciones de su obra en el delantal para la cocina, en un recipiente redondo para guardar lápices o en plumas para escribir, que también tienen) en sus superficies reproducen obras del maestro en los portavasos que van a terminar manchados por vasos rebasados de jugo de guanábana, en la casa de alguien que le gustan los rebosantes cuerpos del maestro Botero, lo que sí les afecta es el desgaste, el deterioro estético (y ético), cada vez que su trabajo original sea repetido, copiado, trascrito en libretas de apuntes, en individuales para el comedor, o el paraguas para las lluvias ácidas de este mundo contemporáneo. Los museos de Estados Unidos y de Europa tienen sus respectivas tiendas, locales en donde venden “cachivaches” con reproducciones de las obras que en

su colección particular hay, de tal manera que el asiduo visitante tiene la posibilidad de adquirir desde una toalla para las manos con la reproducción de la Mona Lisa o, el pad para el computador con la copia del campo de trigo de Vincent Van Gogh, hasta el llavero con la transcripción en miniatura de un cuerpo desollado de Gunter Von Hagens; por el contrario, en las tiendas de Botero no se puede comprar nada que no sea made in Botero, ni siquiera una estampita endulcolorada del sagrado corazón, repetido de la obra de otro antioqueño: Juan Camilo Uribe, en el Museo de Antioquia, que la gente “extrañamente” lo llama: Museo Botero, si allí hay un pequeño espacio para “cositas” que no necesariamente llevan reproducciones boterianas, se puede adquirir una postalcita del cuadro Horizontes del maestro Francisco Antonio Cano y un caballito regordete en metal nacional, réplica de alguna escultura monumental hecho en un carísimo bronce europeo y que ocupa abusivamente un espacio en la Plaza Botero, en la ciudad Botero. Un azul de Prusia sirve de fondo para el tejido de esos caballitos regordetes que parecen flotar en una corbata, un bodegón será soporte de tasas y platos calientes que dejarán sus marcas en ese individual tan “pictórico” aportándole huellas y grafías a esa repetición, intervención

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que bien podría proponerse para cualquier convocatoria de esas que todo vale, de esas que se legitiman en los discursos de un curador contemporáneo que autoriza y otorga certificado de obra de arte a algo de basura que llegue a la convocatoria, es que después de R. Mutt con su orinal, podemos hasta hacer del arte un excremento (Nebreda y su autoretrato o un ejemplo del arte en el escatológico video de Elias Heim: La proeza del avaro1). No es descabellado pensar que algún día entraremos a las tiendas de Botero y podríamos encontrar rollos de papel 1 Grabación de la salida de una ese fecal y la edición en anverso de esa salida como una especie de entrada, imagen repetida insistentemente durante un tiempo determinado, video que participó en la tercera versión del premio Luis Caballero, año 2003. “De esta forma el contenido intestinal, celosamente guardado se expone paulatinamente al exterior, para que inmediatamente después de su desprendimiento, regrese a su lugar de origen, levitando y subvirtiendo el proceso depositivo; convirtiendo el ano en una suerte de boca succionante” parte del texto escrito por Jaime Cerón para este proyecto. Versión en html, documento encontrado el día 12 de septiembre de 2009, en la búsqueda por google: La proeza del avaro, Elias Heim.

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toilette, servilletas, toallas para la cocina, y todo material que sirva para la limpieza con alguna obra del maestro Botero estampada, por ejemplo con los cuadros de la serie de 43 pinturas de las torturas en la cárcel de Abu Ghraib, o el soldado romano hecho en bronce que se reproduzca en toallas para la limpieza de la cocina, sugerencia de uso de una buena metáfora. Las diferentes técnicas de reproducción de la obra del maestro Botero han hecho que su función artística pase a ser un accesorio de un accesorio (cosa), esa destrucción del aura estética de la obra de arte fue la que vio Adorno (1967) como un proceso que forzaría al espectador de pasar de un estado de contemplación a un acto de consumo pasivo y sin reflexión alguna, su famosa Entkunstung der Kunst 2. Esta degradación, este 2 “Desestetificación del arte”, contrario a Walter Benjamin que pensó que esta tecnificación del arte posibilitaba nuevas formas de percepción colectiva, y que el carácter aurático de la obra tendía a la desaparición. Adorno (1967) ya había percibido el cambio que generaría ese paso de los poderes de producción simbólica, en lo religioso, lo artístico y lo intelectual que serían sometidos al aparato comercial.

auto-oprobio ha dejado la obra de Fernando Botero muy frágil, ahora son tan solo superficies sometidas a fuerzas comerciales, delgadas láminas reproducibles que aún así no alcanzan a ser popularizadas, en últimas no adquieren eso para lo que han sido hechas: llegar al gran público, se quedan en los bonitos estantes y algunas se van a poblar el inmenso mundo consumista de algún hogar norteamericano o europeo, de obra de arte única a mercadería turística, ¿un paso en falso?, en la “estetosfera” actual todo se permite.


Bibliografía Fuentes citadas

Adorno, T. y Morin E.(1967) La Industria Cultural, Buenos Aires, Galerna.

Michaud, Y. (2007), El estado en arte gaseoso, México, F.C.E.

Duque, F. (2001), Arte público, espacio político, Barcelona, Akal.

Pardo, J.L. (1992), Las formas de la exterioridad, Valencia, Pretextos.

Marx, Karl. (1985), El Capital, crítica a la economía política, México, F.C.E.

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antes a la lentitud Nos hemos vuelto mucho más intolerantes a la lentitud Carlos Scolari Entrevista concedida a: Guillermo Cárdenas Editor Polemikós U.Libertadores

“Se ha señalado que la monopolización y la uniformización de los medios y las industrias culturales en los Estados Unidos qué, ahogando a los grupos minoritarios con recursos escasos…La competencia (ya no tan libre), sofoca la libertad de expresión. Ahora el conflicto entre estos dos principios de las sociedades democráticas modernas se expande al mundo. En rigor ambas formas de libertad- la del mercado y la de expresión- están siendo remplazadas por otros dos principios: el gigantismo de las audiencias y la velocidad en la recuperación de las inversiones”

(García Canclini, Diferentes desiguales y desconectados, pág. 201)

El tema de si las industrias culturales le cierran las puertas a la libre expresión o son una mordaza para las culturas que se encuentran en la periferia, es el tema central de nuestra revista y para ello contactamos al profesor Carlos Scolari, quien desde una mirada integrada, ve como las opciones mediáticas pueden recuperar un espacio perdido como lo planea García Canclini. La diversidad de posiciones encontradas crea un prisma en el cual no pocas son las opciones y la hibridaciones conceptuales con las cuales nos acercamos a un tema que desde escuelas como la de Frankfort o desde Teodoro Adorno y Walter Benjamín ha contenido

un punto de vista crítico social, del cual se separan personajes como Scolari o Pisciteli. Esta conversación, un poco a los saltos propios de un encuentro casual en el marco del seminario de cultura digital, programado por la Universidad Lasallista de Medellín en el mes de septiembre de 2009, nos sirve de punto de discusión para un tema que se torna candente en el entramado de la globalización y la mediatización de nuestros espacios culturales. La revista Polemikós agradece al profesor Scolari y deja el documento como punto de encuentro en la discusión planteada.


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Polemikós: El concepto que plantearon, Theodoro Adorno y Jürgen Habermas acerca de las industrias culturales ¿es un concepto hoy en día utilizable en el mismo sentido? Carlos Scolari: Yo creo que no. Justamente hace días estuvimos hablando de esto en Bogotá. Yo decía necesitamos algo así como una nueva economía política, es decir, Marx- sigo pensando en una línea de producción-, pensaba, en un obrero ajustando un tornillo. “¡hoy eso ya no existe más!, y ya se está trabajando en Italia, en el mundo intelectual, en Francia, se está reescribiendo, repensado lo que sería y cómo está funcionando hoy el mundo de la economía. Algunos hablan que todo eso ha llevado a pensar desde un plano distinto ¿cómo funcionan los dispositivos de dominación? yo creo que Adorno Horkhimer, tal y como estaban basados en Marx “producción de bienes culturales estándar homogéneos” etc. Eso es cada vez menos. Ese modelo de la industria cultural ahora –no desaparece obviamente – pero cada vez se ve mucho más atacado, corroído por formas de comunicación que no son industriales “yo saco la foto la pongo en FaceBook, y no está la línea de producción”. (P): ¿Hoy en día el concepto en esa cultura es más amigable? CS: Yo creo que sí, porque no es industrial tampoco lo que se hace. El desafío tan grande que hay ahora, es que la comunicación es de uno, a muchos; el modelo de la difusión de la comunicación deja de perder, o deja de tener la hegemonía o el dominio que tenía antes, ahora al haber muchas más prácticas de comunicación que no obedecen Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

a ese modelo – no estoy diciendo que desaparece, lo estoy reduciendo porque van subiendo otras formas de comunicación - y es ahí donde esta el centro, es eso lo que hace entrar en crisis el modelo de Adorno, Horkheimer, incluso a Walter Benjamín: “el concepto de aura”; si yo hago una canción, tengo el documento en formato digital, la cuelgo – supongamos que es un mp3 - lo difundo ¿dónde está el original con el aura? No mire!, son todas copias perfectas, ¡iguales!.

(P): ¿Alguna vez usted en su libro de las “Hipermediaciones”, preguntaba si las teorías viejas habría que cambiarlas por otras nuevas, que piensa ahora, al hablar del aquí y el ahora? CS: Si me pareció escribir ese libro… (Risas), el libro fue escrito para plantear eso. No lo que yo creo… Ahí hay dos posiciones: si lo viejo no sirve hagamos teorías nuevas una, o la otra decir -algunos todavía lo dicen- aquí no cambia nada, esa teoría sirve. Yo creo que son dos posiciones extremas, tenemos que tirar el agua sucia, ¡pero no tirar el bebe1. Repensemos: Benjamín sirve, Adorno, Horkheimer sirven obviamente; estamos hablando de una realidad diferente, algunas cosas se pueden recuperar otras no y no es que todo sea teoría; es sobre todo, lo que yo critico en el libro, que en todo este discurso cibercultural, se dice de todo y lo contrario de todo ¿no?. El discurso cibercultural de los 90 que todavía perdura; es una mezcla de ideología, ciencia ficción, ciberespacio, marketing, y creo que si queremos tener un discurso teórico serio, tenemos que empezar por separar la paja del trigo. De los ciberculturales yo


Niñas festival - De la serie Fiestas de las colaciones. Supía, Caldas, 2008.

creo que hay cosas interesantísimas que podemos recuperar y de las viejas teorías de la comunicación de masas podremos recuperar algo también. Y ahí es donde se mueven todas las hipermediaciones, en ese territorio.

(P): En esas hipermediaciones se encuentra la pérdida del sujeto y se crean esas subjetividades que permiten unas interconecciones diferentes?

CS: ¿Eso de las subjetividades, eso lo trato de reflexionar un poco al final de libro, ¿que otras nuevas percepciones del tiempo y del espacio se recrean?. Yo creo – como lo digo siempre – que el hecho de que tres científicos en tres lugares opuestos en el mundo, hagan un trabajo y lo presenten en un congreso sin haberse vistos nunca, pero trabajando juntos en una investigación, da cuenta de estas nuevas formas, o que los seguidores 47


de Marilyn Manson se difundan por todo el mundo -o cualquier grupo de seguidores fanáticos de determinado de artista- nos está hablando de nuevas subjetividades, de nuevas formas de construir las relaciones, es decir, no vinculadas al territorio, sino con una nueva temporalidad totalmente diferente, con una aceleración de tiempo.

yo creo que cada día se dan más formas híbridas de realidad, realidad/realidad, realidad/virtual y que se están creando experiencias muy, muy interesantes y desconocidas. Vamos a ver qué sale de todo esto.

(P): Pertenecemos a una academia de Comunicación, ¿Cuál es el pecado hoy en día de los comu-

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(P): El tiempo allí, ¿no existe? nicadores? CS: Existe, pero ahora más rápido. Nos hemos CS: Yo creo, que ésta va de postre. Un artículo havuelto mucho más intolerantes a la lentitud, incluso hay libros que reivindican la lentitud o movimientos como el ”slow Food” que reivindican un retorno a disfrutar un poco más de todo, pero evidentemente la dinámica empresarial, la dinámica de los medios, de la información ha sufrido una aceleración muy grande.

(P): Parte de esa aceleración se encuentra en la concepción de realidad que traíamos desde la antigüedad ¿Qué es lo real de lo virtual? CS: yo creo que cada vez se mezclan las dos cosas. Se habla mucho con la realidad aumentada. Por ejemplo hay aplicaciones a través de las cuales yo veo determinado paisaje o algo, le saco una foto con el móvil, inmediatamente puedo recibir más información sobre ese lugar. Es como hacer clic en un objeto que se abre y eso es en el mundo real, pero también el virtual; yo creo que sí vamos hacia formas híbridas de lo virtual y de lo real, que es realmente lo interesante. O el hecho de que un médico pueda operar a un paciente a distancia manipulando instrumentos,

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blaba de los grandes pecados de la investigación de comunicación. Yo creo que el gran principal pecado de un comunicador es cerrar los ojos. Una cosa en lo que hemos coincidido todos los ponentes aca, en este congreso, es que se está vivendo un momento excepcional, por la cantidad de oportunidades, de medios, una explosión que va más allá de los conflictos sociales, políticos o militares que existen en el mundo, yo creo que es un momento de gran efervescencia, que tenemos que estar muy abiertos a esto; ¡ser flexibles! en el sentido de no encerrarnos en posiciones o en concepciones cerradas o del pasado. Es un momento de estar abierto, atento a nuevas experiencias, a nuevas formas de organización, nuevas informaciones, nuevos medios y yo creo que los comunicadores estamos en el centro de toda esta movida, tenemos que mantener esta actitud. Y una cosa que dijo Piscitelli hoy “Basta de hablar, hay que hacer”.

(P): ¿Y en esa misma dirección, los maestros, las facultades de comunicación tienen un papel muy grande que no están asumiendo?


CS: Sí, esto nos obliga a repensar muchas cosas. ¿Cómo enseñar la comunicación?, ¿qué tipos de profesionales estamos formando? (P): Porque a ese nivel el lenguaje de estas hipermediaciones es diferente al lenguaje que se está dando al interior de la academia. CS: Sí. Son metalenguajes, porque se están mezclando las cosas basado en un nuevo entorno. O sea, que sirve el estudio del cine, el estudio de la radio… pero todo esto confluye, converge obviamente - la palabra de moda es convergencia - en un nuevo entorno y allí se mezclan y surgen cosas nuevas. ¡Gracias!, un apretón de manos, y la promesa de una conversación más larga, dejan este sabor de un comunicador que está creando un pensamiento nuevo alrededor de las nuevas tecnologías, posibilitando un entorno a las posibilidades de nuevas formas de entender la comunicación. Un pensador que nació en Argentina hace 46 años, que ha escrito textos como el de “hipermediaciones” o “L`homo videoludens”, que se graduó en la Universidad de Rosario (Argentina ) como comunicador Social y se doctoró en ”Lingüística aplicada y Lenguajes de la comunicación en el año 2002, con una tesis dirigida por Gianfranco Bettetini.

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crisis o nuevas le 50

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ecturas vallenato ¿Crisis o nuevas lecturas de la canción vallenata? Arminio Mestra Osorio U. Libertadores

arminiodelcristo@hotmail.com

Resumen

La composición vallenata vive nuevas realidades o está cambiando definitivamente por las exigencias del mercado, o porque los receptores actuales viven nuevas sensibilidades a partir de las experiencias que dan desde la comunicación. Pero resulta interesante que todo el aporte cultural y comunicacional contribuya a la canción vallenata para romper las visiones fundamentalista y regionalistas que defienden un discurso ajeno a estas percepciones.

Abstract

Vallenata song: Crisis or new point of view The “Vallenata” composition definitively lives new realities or this changing by the exigencies on the market, or because one new receivers live the new sensitivities from the experiences that are lived from the communication. But it is interesting which all the cultural and communicational contribution contributes to the Vallenata song to break the visions fundamentalist and regional that defends a speech other people to these new perceptions.

Recepción: Julio 30 de 2009 Aprobación: Agosto 15 de 2009 Palabras clave comunicación, canción, cultura, tecnicidades, subjetividades, generación, interacción, participación Palabras clave Key Words communication, Vallenata song, culture, technical, subjetivities, generation, interaction, participation


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Alejandro Durán Díaz, el primer rey de la Leyenda Vallenata había sentenciado hace ya mucho tiempo: “Al amor no se le llora, se le canta”. El compositor Gustavo Gutiérrez Cabello, afirma: “El vallenato se está muriendo, hoy lo que se compone y se canta es al sufrimiento y al desamor. La poesía lírica y costumbrista se ha debilitado y quedó rezagada”. El investigador Tomás Darío Gutiérrez, en sus reflexiones, opina: “El canto perdió su carácter politemático y ahora es un solo tema: el amor, hoy lo que escuchamos es una adulteración musical”. Otros manifiestan que tanto los compositores actuales como los nuevos conjuntos, son los directos responsables de la desnaturalización del vallenato, por la forma de interpretarlo y por las temáticas de los nuevos cantos. ¿Qué está pasando con la composición vallenata? Esta situación de desarraigo poético y de contenido no sólo lo vive el vallenato, sino que otros géneros musicales como las canciones modernas y la denominada “salsa” lo padecen en carne propia; esta última a kilómetros de distancia de lo que fue el movimiento “salsero” de la década de los años 60, 70 y parte de los 80. Algo similar acontece con la nueva canción que remplazó a la añorada balada. El mismo Gustavo Gutiérrez vuelve a manifestar: “Los compositores de ahora Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

no tienen la culpa. Yo sindico directamente a las casas disqueras, porque prefieren esa clase de canciones. Y como estamos en la época de la supervivencia, a los compositores no les queda otra opción. No me presto para ese juego. No soy un hacedor de canciones por encargo”. ¿Será cierto que muchos compositores de hoy han “secuestrado” la rima para ponerla al servicio del facilismo y que se entregan a las exigencias de las casas disqueras y a sus fórmulas musicales? ¿Será cierto que estamos escuchando temas repetitivos, sin profundidad y sin ningún mensaje diferente? a: “yo te quiero y me voy a matar si tú me dejas“. “yo te quiero, porque tú me quieres, si tú te vas me pongo triste, si tú te quedas me alegro”. También, es bueno aclarar que al compositor actual, no se le puede exigir autoritariamente que le cante o le componga a la casa de palma, al río, a la vereda; sencillamente, porque su entorno social es diferente, sus referencias culturales han sufrido un

proceso al lado de la cultura, tecnología y la vida cotidiana. La dinámica dentro de sus territorios han sido cambiantes en todos los sentidos, desde las vivencias hasta las actitudes y sentires: claro está acompañados por eso que denominamos medios masivos de comunicación. Pero si se quiere escribir, componer, cantar, se necesita de un compromiso, rigurosidad, creatividad, preparación. Así la globalización y las nuevas estéticas que se pregonan por doquier quieran presentar los hechos y actos de la vida misma como fáciles y sencillos de construir y hacer. Quizás, para estos nuevos actores de la canción vallenata sí se requiera una mejor preparación; la que no tuvieron sus antecesores. Muchas canciones de los maestros del ayer tienen fallas y eso no lo podemos negar. El compositor de hoy, sino todos, manejan muy mal los tiempos, son redundantes y repetitivos, un tema es igual o parecido al que se grabó hace un año. Quizás, por ese mismo facilismo y la necesidad comercial de vender un producto, sacrifican muchos elementos

¿Será cierto que muchos compositores de hoy han “secuestrado” la rima para ponerla al servicio del facilismo y que se entregan a las exigencias de las casas disqueras y a sus fórmulas musicales?


que podrían engrandecer esa canción vallenata. Ahora, la pregunta es ¿Hasta dónde nuestros compositores e intérpretes y conjuntos vallenatos modernos, conocen de los estudios culturales y que, desde esta perspectiva se puede hablar de cultura y de música? Sabemos que estos estudios nos permiten observar las nuevas percepciones culturales que nos acompañan en el mundo globalizado y que interactúan con la sociedad. De igual forma, la tecnología ha cambiado y modelado decisivamente el conjunto de las formas de vida, los entornos tanto materiales como interpretativos y valorativos, las cosmovisiones, los modos de organización social, económica, política y cultural. “Los estudios culturales toman como objeto de análisis los dispositivos a partir de los cuales se produce, distribuye y consume una serie de imaginarios que motivan la acción (política, económica, científica, social) del hombre en tiempo de globalización. Al mismo tiempo, los estudios culturales privilegian el modo en que los actores sociales se apropian de estos imaginarios y los integran a formas locales de conocimiento” (Castro, 2000)1. 1 Castro Gómez, Santiago. 2000.

Desde este paradigma, las identidades “ya no se miran como esencias, homogeneidades, lugares estáticos y estables, como lo inmutable, eterno e imperecedero, sino que se leen desde las prácticas en lo que tienen de mutabilidad de mezcla, de mestizaje e hibridaciones” (Ochoa, 2001)2. Estos estudios se enriquecieron en Latinoamérica y se encontraron muchas lecturas en torno a este discurso, por ejemplo, García Canclini, nos aporta la noción de hibridación cultural (la relación de lo culto, lo popular y lo masivo), todo esto vendría a dinamizar la nueva visión de las identidades; también nos vendió el discurso del consumo cultural, donde se plantea ésta como “el conjunto de procesos socioculturales en que se realiza la apropiación y los usos de los productos”. En esta misma línea, también encontramos las propuestas de Renato Ortiz y Jesús Martín Barbero. Desde esta óptica analizo la música y la composición vallenata, como un ritmo musical dinámico y en desarrollo constante y, que a partir de su proceso histórico ha podido ampliar su cosmos expresivo: la siento y la sigo asumiendo como algo que tiene vida musical y no como una pieza de museo o como un cuerpo embalsamado, ésta debe y tiene que adaptarse a las nuevas 2 Ochoa, Ana María. 2001. El sentido de los estudios de música populares en Colombia.

sensibilidades de la época. Como también asumirse desde esas nuevas visiones de la identidad, paralelo a las nuevas subjetividades de nuestro quehacer cultural. El vallenato ha vivido ese proceso de las músicas del mundo y desde una mirada reduccionista, encontramos que éste en sus inicios fue narrativo, picaresco, alegre. De inmediato aparece la era del lirismo, lo parrandero, y lo festivalero y, por último lo sensiblero, comercial y frívolo. En cada una de estas épocas ha tenido un músculo espiritual que le ha dado vida, sencillamente porque ha sido el reflejo sociocultural de sus creadores e intérpretes. ¿Por qué no mirar todo este recorrido como una negociación entre lo tradicional y lo moderno? Aquí no se ha perdido la comunicación ni el diálogo, por lo tanto no debe plantearse como un choque generacional. Todo lo contrario, lo que existe es interpelación e interacción entre las partes, donde el capital simbólico de la composición vallenata y el ritmo crece día tras día en el imaginario colectivo, donde han sabido negociar con los grandes medios de comunicación; el festival de la leyenda vallenata por ejemplo, ha sido indispensable en esta escena de masificación y popularización. Hay que erradicar los dogmatismos folclóricos que se vienen desarrollando al interior de ciertas posiciones que pregonan algunos teóricos del folclor 53


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vallenato, y que no admiten otras lecturas de este ritmo musical, que no sea la que ellos defienden tercamente, por lo tanto, no quieren reconocer que el discurso de hoy tiene que estar acompañado por las nuevas reflexiones de la cultura, la tecnología y la identidad. La dinámica de interpretación, del sentido y significación de la música vallenata, debe dejar más preguntas abiertas que conclusiones definitivas, debe dejar diferentes avenidas investigativas de las que se debería nutrir el debate sobre la cultura de Francisco el Hombre y la música popular en la Región Caribe. No deberían asombrarse cuando la composición vallenata recurre a un piano, violín, trompeta o a un arreglo novedoso, esto le permite acercarse a un público que hoy reclama nuevos formatos o innovaciones, lo que no le priva de su esencia, o lo auténtico del citado ritmo. Estos aportes no arruinan el vallenato, ni le quitan vitalidad, todo lo contrario, es un nuevo posicionamiento rítmico y expresivo que amplía su función cultural y musical. Bienvenidas esas rupturas, que no son aceptadas, pero que tienen un gran significado no sólo en lo musical, sino que nos permite entender mejor los menesteres de nuestra sociedad en todo su proceso histórico y político. Los actuales conjuntos buscan nuevos preludios para conquistar los mercados Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

y encantar a los jóvenes que viven otras sensibilidades y, las actuales fusiones se deben entender como un mecanismo para no quedar aislado en el mundo globalizado. ¿Qué hay de malo en todo esto? Hoy mezclan sus canciones y ponen de manifiesto el concepto de hibridación, todo esto acompañado de la era visual y con una resignificación total para encontrar la palabra, donde lo local puede insertarse en lo global y donde al menos la poesía no se pierda para hacer más música.

Aquellos tiempos En la década de los años 80, García Márquez hablaba de un vallenato urbano y rural; la composición actual, en un 80% es urbana y esto no quiere decir que lo rural no tenga sus movimientos escénicos. Lógico que tiene que ser así; el país se ha ido convirtiendo gradualmente en urbano, todo esto por el sinnúmero de sucesos históricos, sociales, culturales y económicos; especialmente por el desplazamiento forzado del campo a la ciudad. Seguro que no podemos abstraernos de estas realidades, pero lo que muchos no comparten es el fatídico facilismo y la urgente necesidad de éxito y triunfo que muchos de los nuevos compositores buscan afanosamente. Por el acelere se ha perdido el uso de la metáfora, la ironía y de las verdaderas figuras literarias en las actuales composiciones. Desde el punto

de vista lingüístico, el discurso es repetitivo, sin argumentación y, el acordeón quedó huérfano, porque no hay creación. ¿Quién tiene la culpa de todo esto? ¿Nuestros compositores? ¿Las casas disqueras? ¿El mercado que se trago o desapareció la imaginación y la creatividad? ¿La falta de compromiso estético y musical? ¿El facilismo es lo más próximo para componer? ¿No han comprendido la nueva realidad de la vida cotidiana? Bienvenida, esta nueva promoción de compositores, pero su tarea musical es más que eso, más que lo que está haciendo en la actualidad, es más de lo que están produciendo, deben trabajar para dejar huellas en la formación de nuestra cultura y enriquecer nuestro patrimonio musical. Ahora se tiene que adquirir el compromiso de aportar reflexiones y escritos para su engrandecimiento. El llamado es para todos aquellos seguidores que desde una visión dogmática defienden este proceso musical. La canción moderna en el vallenato se escucha y se baila y tiene sus seguidores y admiradores, pero no es a punta de intolerancia y sectarismo como le vamos a dar reconocimiento y aceptación; que no sólo sea el mercado el que nos indique por dónde seguir, qué comprar y qué componer. Este nuevo ritmo tiene el privilegio de ser difundido las 24 horas por las emisoras en FM, AM y vía Internet,


lo cual le da una ventaja total sobre ese vallenato llamado clásico o terrígeno. Los momentos críticos que pueda estar viviendo la composición vallenata, también lo han precipitado los medios de comunicación, principalmente la radio, sin desconocer que ésta ha sido un pilar fundamental en su transmisión, todo por la banalidad, la informalidad, la

superficialidad y fundamentalmente por la falta de información y de formación en torno al conocimiento de este género musical. Cuando hablo de formación, lo hago para referirme al poco interés que existe para sustentar con argumentos, las opiniones que se expresan en torno a la cultura vallenata. Los periodistas y locutores de radio que manejan la

información de este universo se quedaron únicamente en la doxa (opinión) nada de logos (conocimiento). No hay consciencia de discurso. Es más, cuando la fórmula se usa de manera intencional, se pretende abiertamente diluir o borrar en el receptor una cierta toma de consciencia. A grandes rasgos, se ve poco interés y compromiso, un facilismo dominante,

De la serie Carnavales del Diablo. Riosucio, Caldas 2007.

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ausencia de reflexión y documentación acerca de los temas que se tocan en la radio, un medio tan fundamental en el ir y devenir de la sociedad. La radio, en el aspecto musical, ha sido tomada no sólo por el capital transnacional, sino por todos aquellos que se sienten con la disposición y el derecho de hablar, y lo peor de todo es que no informan y sólo terminan desinformando. El motivo de este texto no es un análisis crítico de medios, ni mucho menos abordar el estudio proactivo de la radio. En esta segunda parte, lo que se busca es seguir aportando un análisis sobre la composición vallenata y su aparente crisis: “Un análisis lúcido sobre la naturaleza humana y sobre las condiciones

de la existencia muestran que tanto en uno como en otro ámbito no existe progreso sin conflicto, no existe crecimiento sin crisis. Los cambios culturales tan sólo pueden comprenderse desde el conflicto” (Ferrés, 2000)3. Desde el punto de vista hipotético, podría decirse que la música vallenata y la composición misma pueden convertirse en nuestro pasaporte musical ante un mundo globalizado y también una forma de presentar a una nación que aún no se reconoce a sí misma, después de 190 años de vida republicana. El vallenato, en sí, es más que eso a lo que nos tienen 3 Ferrés, Joan. Educar en la cultura del espectáculo.

acostumbrados a ver: caja, guacharaca y acordeón. Este ritmo se puede concebir como un estado de ánimo; como algo trascendental, una visión filosófica del hombre frente al universo y la sociedad, esto nos permite tener una cosmovisión más interesante del amor y la muerte, esa visión ontológica es la que se perdió o está desaparecie En esa misma línea, podemos encontrar versos o canciones que dicen ser líricas, no sé hasta dónde lo serán: “un osito dormilón le regalé y un besito al despedirme ella me dio”. Se encuentran versos por doquier que le cantan al desamor: “Se terminó ese amor/ cuál de los dos más se adoraba, se marchitó esa flor/ cuál de los dos más la regaba yo sé que tú dirás/ que tú me dabas/ lo que yo te negaba/ inclusive a escondidas/ mi vida recuerda que yo te quise mucho, espero comprendas todo este disgusto/”. Hay versos que canta sin virilidad, sin fuerza espiritual. Es la lágrima utilizada como catarsis para que todo siga igual: “Me miré al espejo para ver y eran lágrimas que corrían por mi piel/ yo no quisiera llorar por tí/ yo no quisiera llorar por tí/ pero se me salen las lágrimas/”.

De la serie Carnavales del Diablo. Riosucio, Caldas. 2009

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Hay otros más cobardes y llorones que ante la pérdida del ser amado se arrodillan y suplican con voz desgarrada y trémula: “Vuelve porque yo te necesito/ ven porque tú eres mi destino/ ven para que me perdones la vida/ perdóname la vida”. El amor es más que ese discurso baladí: “El amor se vive como una experiencia integradora, una de las pocas en la que la persona se experimenta como unidad: conciliación del cuerpo y del espíritu, apertura a otro ser que lleva a encontrarse a uno mismo, acción de vaciarse en otro para hallar la propia plenitud, afirmación de uno mismo a partir de la afirmación del otro. Otra visión del amor (amor y odio): “El relato convencional suele caracterizarse también por la dialéctica entre la necesidad de amar y la necesidad de odiar, entre el afecto y la agresividad, entre Eros y Thanatos, entre los sentimientos constructivos y los destructivos. Los relatos convencionales ofrecen unos personajes positivos que resultan gratificantes para el inconsciente porque permiten la identificación con el yo real o con el yo ideal y los personajes negativos que representan una amenaza para el inconsciente y por que estos mismos

permiten la proyección de sentimientos negativos, de agresividad, de odio” (Ferrés, 2000)4 La canción vallenata de hoy la podríamos ubicar en el contexto que el novelista checo, Milán Kundera, llama Kitsch. Es un momento de la política y el arte, donde todo tiende a plasmarse en paraísos imaginarios, añoranzas fútiles y de amores banales, donde sólo “habla el corazón y es mala educación que la razón contradiga”. El único motivo del artista o del político en una sociedad Kitsch es el canto al primer amor imposible y a la defensa irracional. En tal sentido,” el Kitsch es un biombo que oculta la muerte”. Lo Kitsch es extremadamente conservador y cuando no simplificador ya que le teme a la complejidad. Lo kitsch ha penetrado la composición vallenata; podemos citar una canción típica para este caso: “seamos amantes inocentes/ será una extraña relación/ no habrá sexo ni caricias/ sólo besos con amor/. ¿Ante este tipo de composiciones, cómo un colectivo se vuelve adicto y defensor de estas canciones? Ahora hay que reconocer que tienen audiencia en el territorio nacional. La radio y la televisión las difunden las 24 horas y su estructura no le exige 4 Ferrés, Joan. Educar en una cultura del espectáculo.

a la razón misma el mínimo esfuerzo. Por eso, entra a los sentimientos por el corazón, por eso toca la epidermis y por eso mismo sale por donde entró y, cuando al mercado llega una nueva canción del mismo estilo, le queda fácil atrapar a sus adoradores furibundos. Lo que entra por el corazón o dura toda la vida o no dura mucho, en cambio lo que entra por el corazón y se toma la razón es porque definitivamente tiene mucho sentido. Además los colombianos somos más cardiacos que racionales. Estas composiciones propician la lágrima y no la reflexión, ni el gusto estético, tampoco nos invitan a sentir y a transformar la vida cotidiana. En el corazón, los asuntos pueden ser eternos o pasajeros, porque desde el corazón no hay sentido crítico que permita la clasificación de los asuntos. Los momentos que está viviendo la composición vallenata no son gratuitos. Es una clara demostración del deterioro que ha sufrido el sentimiento amoroso en la sociedad global, en la cual el amor ya no es para muchos esa fuerza espiritual, poderosa y maravillosa cuyas raíces están enclavadas en la alta espiritualidad del hombre. Hoy, está vulnerada por el sinsentido en que se debate la vida, que ha perdido su capacidad de soñar, imaginar, volar y se quiere remplazar por cotidianidades sin esperanza, de un hoy sin 57


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mañana y que establece con los demás unas relaciones efímeras y volátiles. Es un botón que muestra la crisis de los criterios éticos y morales con los cuales la sociedad actual califica al hombre, a la mujer a lo humano y, en especial, al amor, pensado como un sentimiento cursi, quebradizo, deleznable y como un mero pasatiempo casi deportivo, irresponsable e intrascendente. Nuestra composición vallenata, incluida la canción inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata, necesita proporcionarnos los elementos básicos con los cuales construir identidades nuevas con arraigo, pero no narcisistas, ni provincianas, sino identidades que puedan dialogar e interactuar entre sí y con el resto de identidades del mundo. Para terminar voy a citar al profesor Ismael Medina, de la Universidad del Valle, a partir de una conferencia que dictó en el marco del Festival Vallenato: “Se ha puesto de presente cómo la imaginación del compositor puede navegar libre y espontáneamente, soñando imágenes ricas y hermosas

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que él mismo puede no advertir y que un oyente o lector distraído no alcanza a captar. De acuerdo con Bachelard, el poeta ensueña sin que haya un motivo o una disposición voluntaria para hacerlo. Algunas veces, un detonante de ensoñación son los recuerdos infantiles, que pueden aflorar en un momento determinado ante la presencia de un objeto o un suceso vivido en el pasado. Otras veces éste puede ser un hecho súbito impactante. La ensoñación es un fenómeno espiritual demasiado natural para que se lo trate como un derivado del sueño, para que se lo incluya sin discusión en el orden de los fenómenos oníricos. A todas luces, el psicoanálisis freudiano es insuficiente para analizar la imaginación creadora, sostiene el filósofo. Es gratificante no sólo gozar con la melodía, sino disfrutar también con la imaginación poética del compositor y sus ensoñaciones, disimuladas en su lenguaje corriente, prosaico a veces. Así, apreciamos mejor cuánta belleza, cuánta poesía popular encierra algunos cantos

vallenatos, más allá de la creencia arcaica de que si no hay narración de un suceso real, no es vallenato. En estas canciones, hay poesía popular y literatura, pero tenemos que aprender a descubrirlas y, para ello, no basta el corazón. Detrás de ese lenguaje corriente de un gran número de canciones, hay un filón digno de ser investigado. Pues allí, además; de figuras poéticas, se pueden hallar improntas indelebles de nuestra cultura” (Medina)5. Al menos, en esto de la composición, quisiera quedarme con ese mundo poético que canta el poeta cubano Cintio Vittier: “La puerta tiene índole terrenal, en cambio la ventana es de índole celestial. Por las noches, las puertas piensan y las ventanas cantan”. Estos aportes no sólo buscan engrandecer la composición de ayer y la de hoy y también tiene como propósito no olvidar esos viejos cantos, que tienen como esencia la palabra.

5 Medina Lima, Ismael. El agua en las canciones vallenatas. U. del Valle.


Bibliografía Fuentes citadas

Barbero, J. (1987) De los medios a las mediaciones, Barcelona, Falta editorial

Canclini, N. (1990) Culturas Híbridas, México, Grijalbo.

Ferrés, J. (2000) Educar en la cultura del espectáculo, Barcelona, Paidós.

Medina, I. (falta el año???) El agua en las cancines vallenatas. Falta ciudad ¿??, Universidad del Valle.

Medina, M. (2000) Ciencia, tecnología- naturaleza cultura en el siglo XXI, México, Universidad Autónoma Metropolitana.

Ochoa, A. (2001) El sentido de los estudios de músicas populares en Colombia, Ministerio de Cultura.

Ortiz, R. (1998) Otro territorio. Ensayos sobre el mundo contemporáneo, Bogotá, Convenio Andrés Bello.

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astigm谩ticos e 60

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e hiperbólicos Astigmáticos e Hiperbólicos Javier Barbosa U.Libertadores

graficoncepto@gmail.com

Resumen

Se presenta en el siguiente ensayo una postura de dos planteamientos que culturalmente existen como reflexión desde el punto de vista del discurso teórico y desde el hacedor y creador de imágenes, que de una u otra manera convergen y divergen en problemas conceptuales de la imagen.

Abstract

Astigmatic and hyperbolic It comes in a stand trial the following two approaches that are culturally and reflection from the standpoint of theoretical discourse and from the maker and creator of images, which in one way or another converge and diverge on conceptual problems of the image.

Recepción: Septiembre 22 de 2009 Aprobación: Septiembre 30 de 2009 Palabras clave

astigmáticos, hiperbólicos, siniestro, imagen, estética

Key Words

astigmatic, hyperbolic, sinister image, aesthetics


No sólo se ataca para hacer daño a alguien, para vencerle, sino a veces por el mero deseo de adquirir conciencia de la propia fuerza. “Humano, demasiado humano”

Federico Nietzsche

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Paradoja es que un lingüista intente explicar un hecho visual de manera oral o escrita. Es claro que “leer” una imagen requiere de condiciones en sí mismas totalmente diferentes al hecho de redactar y procesar documentos escritos y orales de cualquier tipo, y en los programas académicos de formación profesional del lingüista no hay apartado alguno de su formación profesional que implique una cátedra que comprometa la comunicación visual. La misma paradoja se presentaría en el ejemplo de que a un estudiante de diseño en su proceso formativo que, en cambio, si está obligado a ver asignaturas que comprometen la expresión oral y escrita, terminarán –salvo, que así lo desearán o las circunstancias así lo determinasen- “impartiendo cátedra de comunicación lingüística”. Igualmente es paradójico y pretencioso es que un maestro en Artes Plásticas y Visuales o Bellas Artes, dedicado a interpretar o entender el mundo por medio de categorías visuales y plásticas, desarrolle un ensayo escrito sobre el lenguaje por el mismo medio escrito. Pero esto es lo que hace interesante al mundo fáctico, su Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

elasticidad. La misma, gracias a la que lingüistas, artistas o diseñadores se pueden dar licencia de transversalizar la comunicación escrita, oral, auditiva, visual (por mencionar algunas), permitiendo que coexistan. De allí que la expresión acuñada de enseñar a “leer” imágenes, se quede corta en su acepción y que el intento de hacer uso de los procedimientos gramaticales, como si fuesen los más apropiados para explicar el mundo de las representaciones visuales, no sean los mejores. Los seres humanos instauramos códigos para significarnos. Desde la infancia sentimos la necesidad de comunicarnos por medio de gestos fonéticos y gráficos que a medida que avanza nuestra comprensión del mundo, se potencializan mediante diferentes destrezas corporales y sensoriales, sumado a la habilidad para producir y comprender signos fonéticos y visuales, entre otros. Mi posición como profesional, hacedor e intérprete de imágenes, es la siguiente: La sensibilidad frente al lenguaje de los signos visuales es totalmente diferente entre el creador de imágenes y quien sólo las lee. Así que el discurso de

los profesionales dedicados a los lenguajes escritos y hablados puede ser, sin dejar de ser interesante, diametralmente diferente y, posiblemente, reducido para explicar la gran cantidad de ‘cargas’ de codificación sígnica que contienen los hechos visuales. A partir del siglo xix, y por intermedio de la semiótica, se ha intentado organizar gran parte del discurso visual donde, incluso, se generan categorías que en la mayoría de las ocasiones pueden ser interpretaciones individuales que se imponen de modo unívoco, inequívoco y perfecto, categorías que pertenecen más a las profesiones que estudian la palabra escrita que a las de los hechos visuales. El verbo exige condiciones gramaticales para existir, es más exacto y no tiene elasticidad significativa, pues ésta la otorga el lector en su interpretación del texto. Cuando se intenta explicar una imagen por medio de clasificaciones lingüísticas como si fuesen fórmulas que no pueden cambiar o variar, se siente la gran diferencia entre el pensamiento lingüístico y el pensamiento visual. El cambio arbitrario del orden de las letras en una palabra genera un caos en su estructura misma que


determina el sentido de una frase; pero desde el pensamiento elástico de la plástica, cambiar de manera arbitraria el sentido de una imagen en sus elementos morfológicos dentro de una composición puede generar un caos y un cambio de sentido, pero no por eso deja de existir, todo lo contrario, puede llegar a convertirse en una nueva tendencia o constante estética. Como ocurrió a principios del siglo xx en las Artes Plásticas y Visuales con el movimiento Dadá, que fue destructivo con el lenguaje; o los Futuristas, quienes por su parte desarrollaron efectos de simultaneidad y superposición pictórica y gráfica; o los Surrealistas que en conjunto con Dadaístas innovaron con procedimientos literarios tales como el cadáver exquisito, la escritura automática y el palimpsesto pictórico. Una mente elástica permite resignificar el lenguaje, generar nuevos discursos y acuñar nuevos términos. Ejemplo literario es Julio Cortázar quien propone la palabra “cronopio” para designar a criaturas ingenuas, soñadoras, desconcertantes, sensibles y que no se acogen fácilmente a las normas sociales. Este término no se reconoce en nuestro vocabulario común, aunque revela la elasticidad en el lenguaje de quien la inventó para enriquecer en algún momento el vocabulario, y que a falta de existir un término para explicar lo que quería expresar terminó inventándolo,

tal como sucede en las disciplinas visuales como las artes plásticas. Los términos y los significados en un lenguaje determinado existen para facilitar hasta donde es posible la comunicación. Una condición esencial para que se dé es que todos los hablantes manejemos el mismo vocabulario. Otros lenguajes más elásticos, más permisivos y menos literales permiten recrear y resignificar. Por ejemplo la palabra “palimpsesto” que tiene como primer significado según el Diccionario de la Lengua Española en línea: “manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente”, pero que para las Artes Plásticas se define como un soporte que permite la significación sobre lo escrito, ampliando su significado. En la obra pictórica Jasper Johns hace uso de signos que se transforman en objeto plástico y no sólo en objeto reconocible; otro caso es el artista On Kawara, el cual por medio de signos asociados con el tiempo -en sus cuadros de fondo totalmente negro ubica una fecha que indica en ocasiones día, mes, año o simplemente el año- evidencia el paso del mismo, a manera de código que de manera íntima contiene algo que va más allá de un contexto espacio temporal. El lenguaje se enriquece y se multiplica en la medida que otras áreas del saber validan o hacen uso de las palabras y los

términos para explicar fenómenos que son similares. Tal es el caso de la geología y la arqueología que también hacen uso del concepto palimpsesto para explicar fenómenos propios de sus disciplinas. Las mentes elásticas son modernas y tienen mayor sensibilidad estética, validan hechos visuales con menor cantidad de prejuicios moralistas o de manipulación del poder, pues el verbo y la palabra de algún modo lo adquieren por sí mismos. Las mentes que se ven sujetas a la oralidad y a la palabra escrita como única manera de entender el mundo, son a mi juicio y acuñando este término arquitectónico, neomedievales, lo cual, sin querer decir que sean totalmente oscurantistas frente al hecho escrito, derivan en hibridación de pensamientos conservadores que no permiten explicaciones no racionales, y mucho menos el tráfico constante de definiciones lingüísticas, visuales y sensoriales para explicar los fenómenos comunicativos visuales. Si se prefiere, acuñaré el término de famas, también de Cortázar, para describir a estas personas, mentalmente rígidas, anquilosadas, organizadas y sentenciosas. La necesidad crea la forma Wassily Kandinsky Toda obra de arte es un simulacro cultural, es un medio para explicar la 63


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manera de ver el mundo que nos tratamos de explicar. Construimos simulacros de todo aquello que nos parece importante. Para esto los creadores plásticos y visuales nos valemos de medios de comunicación polisémica mediante los que se desafía el principio de contradicción, atentando contra el pensamiento de lo que creemos es real, poniéndonos a merced de lo que podría ser. Estas imágenes recrean aquello que no podemos expresar y por esto son simulacros de la realidad. El verdadero artista no tiene moral, pero sí una moralidad. Plantea siempre lo que significan los demás para sí mismo. El verdadero creador de imágenes debe producir como siniestro y para crear nuevos lenguajes se debe ser siniestro, emotivo, pasional. Miguel Ángel, Rembrandt, Goya, Cezanne, Manet, Picasso, Duchamp, Basquiat, Damien Hirst, Gunther Von Hagens, Banksy, por citar algunos, eran y son para su época radicalmente siniestros. Los lenguajes escritos son diestros, siempre caminan sobre verdades absolutas al igual que la ciencia que se dedica a estudiar los elementos que la constituyen como lenguaje y la manera de generar comunicaciones. De otra parte las imágenes que representan el mundo por medio de lo visual son torpes, indecisas, contradictorias, de algún modo, siniestras y designan todo lo que está excluido Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

de la norma. Al producirse trastornan la moral de la unidad. Los creadores visuales siniestros debemos retornar al origen, no nos debemos someter a la verosimilitud, la coordinación, ni la imitación que como individuos torpes destruyen la unión de la mano y el ojo, re significando los códigos de los lenguajes diferentes al escrito. Se debe permitir intentar destruir el signo representado de cualquier forma plástica o visual, sin importar el fallo, si en el intento se da vida al gesto. En la inteligencia siempre hay una pizca de torpeza -como efecto, no como disposición-. De este modo los lenguajes gráficos y visuales, que siempre recordamos por su carga emotiva y discurso, son gestos de la pulsión que surge de propuestas verdaderamente plásticas y visuales. De allí que nos valgamos de imágenes como aproximación parcial de una realidad. A quienes ejercemos la creación visual les otorgo el calificativo de los hiperbólicos, porque nos permitimos pluralidad en los significantes, exaltando así el valor de las cosas imaginadas, lo que se valida en la medida en que crean su propia lógica y lenguaje y generan analogías entre la imaginación y la realidad, siendo así que surge la aproximación como medio para explicar fenomenológicamente la creación de las imágenes que son producto de la fantasía de sus creadores.

Defino así a este grupo como aquellos que nos permitimos hablar en lenguas extrañas o ‘jerigonza’ que llaman. Las artes plásticas y visuales surgen como derivado de las expresiones clásicas de las bellas artes para incluir y agrupar formas de arte no clasificables hasta ese momento, no convencionales o simplemente que aparecen como producto de las mediaciones entre órdenes conceptuales y nuevas disciplinas del saber. El siglo xix se vio afectado ante la aparición de la fotografía, pues cambio la mirada y el cómo se podía interpretar el mundo, la pintura se tuvo que desligar de los conceptos representacionales de la naturaleza y de este modo empezó a reflexionar desde otra perspectiva buscando nuevos lenguajes plásticos para significar el mundo, un ejemplo de esto son los impresionistas, que aunque en ocasiones se valieron de la fotografía como medio para llegar a un fin, su búsqueda personal los arrastró a nuevos problemas de luz y color, modos de ver y sentir, sus propuestas no estaban bien vistas ni fueron socialmente aceptados, las cualidades estéticas de sus propuestas según los cánones de la época no correspondían a modelos impuestos, aún así abrieron una brecha a las vanguardias artísticas que se consolidarían como lenguajes del siglo xx; aparecen las academias y los movimientos de diseño y arte, que


desmitifican la estética dominante, y otorgan valores conceptuales acordes con el tiempo histórico, con la cual validarían su existencia, de este modo, aparecen los diferentes manifiestos que otorgan de manera escrita un postulado teórico de lo que se desarrolla en diferentes acciones plásticas y visuales. Las aplicaciones plásticas de algunos artistas se extendieron a disciplinas como la arquitectura y el mobiliario, el constructivismo o el neoplasticismo como son

Cangrejo - Parque Tayrona, 2009.

ejemplo de esto, asumiendo el espacio como forma y reduciéndose a una mínima expresión de elementos morfológicos y expresivos, sigue implícito en el diseño actual, como intentando develar sus secretos con la mayor naturalidad posible. Cada expresión plástica y visual es tan legítima como tantos libros escritos existen, pero no todas las representaciones son o serán obras maestras, como aquellos libros que el mercado considera bet-seller. El hecho de que una imagen

o una construcción en la que se involucren los sentidos u ocupe un espacio en una exposición, no indica que esté comprometida con su tiempo y su espacio. Ante la gran cantidad de medios y mediaciones para la creación de imágenes, sólo podemos intentar convivir con ellas. Cuando descubrí los ready-mades pensé en desalentar a la estética. En el neodadaísmo han tomado mis ready-mades y les han encontrado belleza estética. Les tiré a la cara el portabotellas y el mingitorio como un desafío y ahora los admiran por su belleza estética. Carta de Marcel Duchamp a Hans Richter (1962). Cuando se entra a una exposición, el espectador es recibido en la gran mayoría de ocasiones con introducciones escritas por teóricos del arte, para que quien no conoce del tema pueda desarrollar una reflexión de aquello que desconoce. La palabra escrita exalta valores y significados inexistentes que atentan contra la poesía de la imagen y, finalmente, destruyen la capacidad de sorpresa de quien ingresa desprevenidamente a disfrutar con íntima fruición de las imágenes. No imagino qué hubiese sido, si en la exposición realizada en 1917 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, 65


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en su ópera prima con el título Fuente, la obra de Duchamp, que logró dividir en dos el curso de la historia del arte, hubiese tenido una introducción escrita para explicar lo que se pretendía realizar. La sola presencia del objeto cotidiano rompe la estructura mental de los astigmáticos, quienes necesitan una explicación para entender el mundo y preferiblemente de manera escrita para sustentar con hechos fehacientes la falta de estructura en un discurso, sin darse cuenta que la acción realizada por Duchamp, sin hacer uso del lenguaje escrito, consolidó el hecho de lo que se conoce hoy como arte conceptual, una paradoja para los astigmáticos que son capaces de explicar el mundo de las imágenes por medio de la palabra, pero que se valen de hechos que ellos mismos no pueden realizar para validarse como teóricos inflexibles en sus ideas y conceptos. Y si lo simplificamos aún más, este dramático episodio en la historia del arte se logró con el desplazamiento de centro (término utilizado en la plástica) de un mingitorio (urinario), en su calidad de objeto cotidiano a un museo como hecho estético, es decir, un objeto utilitario creado para cumplir una determinada función, se desplaza de su concepto primario (primer propósito para lo cual fue creado) y al trasladarlo de su centro y otorgarle otra función (en este caso estética) automáticamente se le Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

otorgan cualidades de las cuales se desprenden nuevos contenidos simbólicos. Es fácil identificar a los astigmáticos, son moralistas del verbo y la palabra, son conservadores en sus procedimientos mentales y siempre están ocultando sus incapacidades imaginativas por intermedio del discurso de otros, argumentando incluso, que muy posiblemente lo que estoy escribiendo, atenta contra su moral y buenas costumbres… galimatías que llaman. Retomando mi posición, quienes somos hacedores de imágenes debemos ser siniestros, para hablar en términos de representaciones que involucren los sentidos, y no permanecer indisolublemente suspendidos en el dulce encanto de los discursos escritos para poder explicar el mundo, no obstante, afirmar que una posición invalida a la otra. Sería un error de flexibilidad. ¿Qué seríamos los unos sin los otros? La polaridad es una situación que permite el poder originar posiciones y posturas heterogéneas que en suma plantean respuestas novedosas y creativas. Jamás el discurso del lenguaje escrito en todas sus dimensiones será capaz de abarcar la explicación del mundo, como tampoco la imagen será capaz de descifrar la totalidad del caos y del cosmos. Otros lenguajes aparecen, fragmentándose, reagrupándose, proponiendo nuevos sentidos del orden. Por ello no

debemos invalidar los lenguajes, cualquiera que sean éstos, ni pretender creer que se tienen todas las respuestas mediante el uso de un solo lenguaje. Todo lo contrario, ninguno de los dos puede o tiene la total capacidad de explicar el mundo por medio de miradas astigmáticas o hiperbólicas. Las ideas son en sí mismas posibilidades que se pueden desarrollar de cualquier manera, lenguajes auditivos, códigos olfativos o táctiles que se valen de elementos morfológicos propios de estructuras abstractas sígnicas, simbólicas y señaléticas, entre otras. El ser humano instaura sociedad y cultura independientemente del soporte de los medios y las condiciones culturales, pero sólo dejamos de pensar bajo la coerción del lenguaje; y si esta determinante nos separa de los astigmáticos, también nos agrupa como hiperbólicos, debiendo comprender que una mente elástica y contemporánea permite la existencia de diferentes discursos polisémicos. Discursos utilizados en beneficio propio para aumentar la potencia de nuestras disertaciones en cualquier campo en el cual nos permitamos desarrollar comunicación y lenguaje. El arte no se debe comprometer con dogmas, perdería su calidad esencial o su naturaleza: la de ser libre Rubén Fontana. Diseñador Gráfico


Hiperbólicos: Seres que se permiten aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla, dotados de virtud para alguna aplic ación artística visual permitiéndose desarrollar palimpsestos de cualquier tipo. Astigmáticos: Que padece o tiene astigmatismo el cual es un defecto de un sistema óptico que reproduce un punto como una pequeña área difusa por lo tanto conoce a grandes rasgos los conceptos estéticos visuales y por esto considera contar con la capacidad de explicarlos, y presenta resistencia a resignificar el mismo.

Bibliografía Fuentes citadas

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Recopilación. (2009) Art now 3. Editorial Taschen España. Hans Werner Holzwarth editor.

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proximaci贸n proc 68

Ciencias de la Comunicaci贸n - Los Libertadores


ceso comunicacio La hibridación tecnológica. Una aproximación al proceso comunicacional desde la perspectiva educativa Nancy Ballestas Pablo E. Rivera U.Politécnico Grancolombiano

nballestas@yahoo.com prbardos@yahoo.com Resumen

El siguiente artículo presenta un reflexión académica, producto del avance investigativo sobre la relación Comunicación/Tecnología/Educación. En él se desarrolla una propuesta que hace evidente la importancia de comprender la manera cómo las mediaciones de carácter pedagógico y tecnológico se convierten en reguladores de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Abstract

Hybridization Technology The following article presents an academic reflection, product of the research advance on the relation Communication/Technology/Education. In him a proposal is developed that makes evident the importance of understanding the way as the mediations of pedagogical and technological character become regulators of the education-learning processes.

Recepción: Septiembre 03 de 2009 Aprobación: Septiembre 30 de 2009 Palabras clave

mediación, hibridación, modelo pedagógico

Key Words

mediation, hibridization, pedagogical model


INTRODUCCIÓN El nuevo escenario educativo de la sociedad occidental, propio del siglo XX y XXI, incorpora la tecnología como elemento revolucionario de las formas de apropiación, consolidación y construcción del saber, así como una estrategia para acceder a experiencias académicas en procura del mejoramiento de la calidad de vida y el acceso a oportunidades de desarrollo personal y profesional. 70

Bajo la anterior premisa, la discusión se propone desde una perspectiva real y es la de la constante transformación de las industrias culturales que se incorporan a escenarios que tradicionalmente estaban constituidos como escenarios institucionalizados y que estaban además definidos desde estructuras de valores que buscaban la uniformidad de comportamientos y vivencias para consolidar una sociedad ampliamente democrática y libre. En este sentido, la lectura y la propuesta que se hace del concepto de industria cultural, definida y emergente en la Escuela de Frankfurt1, se revalúa 1 Publicado en: http://www.infoamerica.org/teoria/adorno1. htm El pensamiento de Theodor Adorno se inscribe dentro de la corriente dialéctica que define el pensamiento crítico del pasado siglo y, en concreto, a los integrantes de la Escuela de Francfort. Para Adorno, la crítica y el pensamiento crítico se ven cercenados y esterilizados por las expresiones culturales de la sociedad industrializada. El pensamiento filosófico debe plantearse como ‘crítica cultural’, que evidencie las contradicciones entre la ‘sociedad real’ Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

hoy, ya no como un síntoma de sin futuro, sino todo lo contrario, como una conjunto de oportunidades para que en y su ‘deber ser ideal’. La propuesta intelectual de Adorno se basa en la toma de conciencia de la situación y la denuncia de la apariencia de libertad de la sociedad de consumo, esto es, del espejismo de la cultura cosificada, desarrollada por la que describe como ‘industria cultural’, nutriente de la ‘cultura de masas’ (v. Adorno, T. y Max Horkheimer, La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas ). Los productos culturales y el desarrollo tecnológico deshumanizado son los ingredientes que contribuyen a la desideologización de la sociedad. Las industrias culturales reducen la circulación del conocimiento a través de los espacios de ocio, que dan “demasiado poco y demasiado malo”. Para Adorno es necesario volver con mayor intensidad a la filosofía para recuperar el pensamiento, la acción crítica, que ha sido esterilizada por la sociedad industrial. En Adorno se encuentran muchos de los argumentos de la contestación de los años sesenta a la entonces llamada sociedad de consumo. Su obra más conocida, La Dialéctica de la Ilustración, escrita junto a su maestro Max Horkheimer, que es en la que se aborda la ‘cultura de masas’ y las prácticas de las ‘industrias culturales’, que no es, según señala, una verdadera cultura nacida de esas masas.

la sociedad circulen todo tipo de bienes y servicios, que además cuentan con un escenario mucho más abierto y mediático como la Internet. Este planteamiento desde la teoría crítica y la industrial cultural nacida en este contexto propone preguntarse sobre la validación misma de la teoría y una discusión de fondo un poco más compleja y es la de validar esta forma de producción de bienes y servicios, ya no desde la perspectiva puramente ideológica, sino desde experiencias hoy profundamente marcadas por la estética del mercado de consumo, la satisfacción de necesidades reales y vitales, la utopía construida desde los mercados para abonar a la tendencia del mejoramiento de la calidad de vida o del ideal desarrollista al que le apuesta la modernidad en las proyecciones latinoamericanas. La discusión parte de allí porque si bien, existe una fuerte crítica a la Escuela de Frankfurt por su visión desalentadora del mundo y por la cosificación misma de la cultura, también es real que esta visión


obedece a escenarios ampliamente definidos que posteriormente tanto el funcionalismo y el estructuralismo norteamericanos van a rebatir a partir de una lectura absoluta de los procesos de comunicación. En la reflexión que se adelanta, existen una serie de afirmaciones propuestas por varios autores como Castells, Martín-Barbero, Rama, Adorno, Benjamín y otros, en las que se hace pertinente abordar la hibridación tecnológica, que como concepto y como campo, aún no está propuesta de manera explícita, pero que en ningún momento riñe el ser pensada desde la industria cultural, y que por el contrario se convierte en un camino viable para, en primera instancia, aproximarse a comprender estas complejidades comunicacionales y pedagógicas y en segunda instancia, validar a la industria cultural como un mecanismo propio de las sociedades contemporáneas para consolidar un modelo económico y un discurso de la globalización, así como una posible respuesta desde la globalización.

Desde las premisas básicas hacia una aproximación al concepto de hibridación tecnológica En el siguiente apartado, el texto aborda las premisas sobre las que se han ido construyendo las aproximaciones

conceptuales y aplicativas de la hibridación tecnológica. En este sentido, esta manera de abordar la aproximación a una definición implica rastrear las posibilidades que se han ido conformando para comprender la dimensión de mediación comunicacional y mediación pedagógica. Una primera aproximación que puede visibilizarse en el panorama actual de las propuestas académicas de educación superior es la del planteamiento sobre la relación entre bienes culturales y convergencias tecnológicas. A propósito de esta característica Rama (2007) afirma que: “los desarrollos tecnológicos a través de Internet y de los nuevos bienes culturales digitales, están planteando la confluencia entre la educación y la cultura y promoviendo en esta convergencia, tanto la virtualización de la educación como el desarrollo de las industrias culturales digitales con contenidos y dinámicas educativas de tipo interactivas que nos pudieran permitir hablar del nacimiento de las industrias educativas”2. A partir de esta afirmación hecha por el autor, existe una clara percepción sobre 2 Rama, Claudio. (2007). La transformación de las industrias culturales en industrias educativas con la digitalización. Ponencia presentada en el Seminario Internacional “El Patrimonio Cultural Valenciano y su proyección iberoamericana”, Valencia, España, 18-19 de abril.

la imperiosa necesidad que existe en la sociedad actual de dar respuesta a dos escenarios que cada vez son mucho más complementarios entre sí. El primer escenario, el de la educación, comprendida ésta como un derecho y como el espacio propicio para la construcción de proyecto Nación, proyecto académico y proyecto constructor de conocimiento. El segundo escenario, el del mercado. Este escenario visto como un espacio adverso y configurado desde las políticas de la globalización, de los grandes consorcios y desde las brechas que se reflejan fundamentalmente en la vida social. Este escenario vive una transformación porque, desde la perspectiva misma del mercado como circulación de bienes y servicios, está también abierto a que él sea asumido como un flujo de todo tipo de propuestas. Bajo este planteamiento, ambos panoramas confluyen y encuentran un nicho propicio para adentrarse a discusiones de carácter social en tanto que garantizar el derecho a la educación implica generar dinámicas de desarrollo que de una u otra manera deben ser lideradas, financiadas y circularizadas con el fin de responder a la necesidad y la demanda educativa. Crear esta industria educativa puede percibirse como una contradicción, pero, en las dinámicas contemporáneas esta contradicción no existe y por el contrario cada vez más se valida esta posibilidad 71


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y con esta validación también se quiere generar un espacio de reconocimiento construido a través de un discurso que toca directamente la problemática social y la manera como la academia busca contribuir desde su criterio fundamental de responsabilidad social. Este discurso de la responsabilidad social es también en sí mismo una categoría implícita en la propuesta de la hibridación tecnológica en tanto que poner en evidencia el uso de la tecnología para el mejoramiento de la calidad de vida y además generar un imaginario tangible en el que el mercado se vislumbra desde una perspectiva humanista, provoca en la sociedad una reconfiguración de las representaciones de la sociedad misma. En esta misma dinámica de construcción discursiva puede rastrearse entonces el primer indicio de mediación comunicacional y pedagógica, ya que, cuando el autor afirma que la convergencia de lo digital y de lo educativo se desarrolla a partir de la creación de dispositivos interactivos se está afirmando de manera tácita que estas formas de organización y puesta en circulación del saber están siendo definidas con intencionalidades precisas, que parecen requerir en el escenario virtual un manejo diferenciador del tratamiento de contenidos académicos pensados para la educación presencial. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

Esta afirmación se ve corroborada con apuestas que cambian profundamente las maneras de producción y circulación de propuestas de carácter académico, en las que la red privilegia y maximiza los discursos sobre la usabilidad y optimización del tiempo, así como la interactividad, la autonomía y se garantiza la calidad del programa que se ofrece, sea éste de formación de pregrado o de posgrado. El nodo de la discusión está dado en la convergencia y las bondades de ésta; ya que la interactividad propone como proceso comunicacional y pedagógico un reto mayor; el cual está fundamentalmente marcado por la manera como se produce esta presentación pedagógica que parte precisamente del fenómeno de hibridación. Proponer una producción de contenidos de carácter específico implica repensar y resignificar el escenario de producción y no necesariamente el concepto en sí mismo. La manera de desarrollar conceptos y contenidos tiene que ver directamente con la forma como éstos fueron aprehendidos en primera instancia. La hibridación por lo tanto, parte de una realidad y precisamente la realidad de reconfigurarse desde escenarios de aprendizaje presencial, lo que genera que ella sea, en una primera interpretación, el producto de experiencias

presenciales de enseñanza-aprendizaje que son trasladadas a escenarios virtuales en los que se optimiza el aparato tecnológico y subyacen preguntas sobre las formas de desarrollar, resignificar, reapropiar y presentar estos contenidos. Esta posibilidad de trasladar contenidos y estructuras pedagógicas del escenario presencial al escenario virtual genera un conjunto de disfunciones de orden didáctico en tanto que la construcción del mensaje, así como el modelo pedagógico adecuado para la circulación de este mensaje se piensa desde la técnica y no desde la mediación. Construir contenidos para el escenario virtual implica asumir y darle a estas construcciones grados de complejidad a los que aún no se les tiene un cuerpo claramente definido. En este sentido, Internet y las plataformas que a través de él pueden configurarse, buscan validar un conjunto de escenarios interconectados, caracterizados por un alto nivel de lo simbólico que quieren generar apropiaciones en la enseñanza-aprendizaje. Estos contenidos de alto nivel simbólico se configuran entonces con una lógica de la comunicación, en la que se pretende recuperar la acepción de comunicación/información, en tanto que vaso comunicante y en esta metáfora la construcción discursiva de flujo rápido de información, y circulación de discursos que


se anexan a un espacio definido, pero que en ningún momento, aún en esta etapa, garantizan niveles de interpretación, argumentación o proposición en tanto que validación del concepto de aprendizaje. Con lo anterior, se valida esta hibridación en la que un segundo aspecto, para aproximarse a su definición, es el de la construcción de una estructura monolítica en la que hay una serie de lineamientos de carácter instruccional, fundamentados en un conductismo clásico, que de una u otra manera, a través de mecanismos de control de tiempo/ espacio garantizan la realización, desde la perspectiva del creador/generador de contenidos, una serie de tareas. Para contrarrestar esta didáctica, el escenario virtual ha generado un discurso fundamentado en los dispositivos de interacción e interconectividad que posibilitan las plataformas; tales como: Grupos de trabajo colaborativo, chat, foro, trabajo individualizado de carácter asincrónico, evaluación abierta y programada desde la plataforma, tiempos y modalidades de evaluación a través del diseño de pruebas de selección múltiple, selección única, actividades de relación lógica, el quiz, el ejercicio de refuerzo. En esta validación, se establece entonces un tercer momento de comprensión de la mediación comunicacional

y pedagógica de la hibridación y es la de estructurar contenidos que a través de los dispositivos de interconectividad garanticen un aprendizaje real en tanto que la apropiación del saber allí expuesto, situación ésta que implica generar modelos pedagógicos que no responden a las características de la educación presencial, sino que deben confrontar esta virtualidad como un reto. En este sentido, el modelo pedagógico puede pensarse como una espiral de constante configuración en la que lo espacio/temporal pasa a un segundo plano,

para privilegiar contenidos, en tanto que estructuras discursivas internas, que al mismo tiempo responden, por el mismo criterio de interconectividad a una funcionalidad dada para el aprendizaje. La hibridación cuenta con otro elemento para ser definida, la funcionalidad de los contenidos está dada por la pérdida parcial de lo espacio/temporal y a la vez apuesta por la posibilidad de la segmentación de los saberes en una búsqueda desde lo homogenizante hacia la individualización de las búsquedas autónomas del saber.

Peces en grises - El Rodadero, 2009.

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El modelo pedagógico toma como base la conciencia del compromiso personal y a la vez, la necesidad de configurar el concepto de red como respuesta a una responsabilidad colectiva y el valor del código como el elemento de interacción comunicacional en la circulación del mensaje. El modelo contribuye a desarrollar el criterio de comprensión del saber comunicado y de enmarcarlo en la noción de cooperación comunicativa, no como una extensión del primer concepto de comunicación/comunitario, sino de comunicación mediación de saberes. Es decir, con el parámetro de la cooperación lo que se pretende es contribuir a la asimilación de los conceptos que ejercen cambios en el medio cognitivo y que a través de la interconectividad serán discutidos con otros. Así, se crea la necesidad y el hábito de responder a una realidad siempre cambiante pero que a la vez genera otras experiencias de aprehender el mundo. El movimiento que presenta este modelo comunicacional es el espiral, en el que todos los elementos del proceso comunicativo están en constante comunicación, respondiendo a la dinámica de él mismo. El modelo comunicacional de espiral (Ballestas, 2000. pág.2)3 nace de la 3 Ballestas Caro, Nancy. (2000). La métaphore comme outil de construction d’un Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

Señor sombrero de espaldas - De la serie Carnavales del Diablo. Riosucio, Caldas. 2007.

interpretación de los elementos que han aportado los datos arrojados en el proceso investigativo, y está fundamentado desde el discurso de la transformación de la industria cultural a la industria educativa, por ello, no es descabellado pensar que lo espacio/temporal de lo virtual se configura para fortalecer la hibridación desde lo metafórico como herramienta pedagógica. El modelo retoma como punto de referencia de su propuesta el espacio modèle de communication pour une culture de la démocratie : comment communiquer des concepts abstraits ? UCL. ESPO/ COMU - Département de communication.

socio cognitivo de la escuela y desde este mismo punto, desarticula el imaginario de una construcción para que se personifique y sea transformada la vida cotidiana. Esta desarticulación propende por la configuración de un espacio cognitivo de persuasión en el que lo híbrido se centra en la co-construcción del individuo y genera un movimiento de descentralización de conceptos, que ya no pueden ser comprendidos desde las estructuras mentales del pasado, sino desde la concepción de un mundo mutuamente compartido, no sólo físicamente sino también virtualmente.


El modelo presenta la apertura a otros puntos de vista y rescata la necesidad de la generación de nuevos espacios en los que contextualmente la comunicación se haga más rica. A su vez propone, la revisión constante de los enunciados y especialmente construir lingüísticamente cualquier propuesta pedagógica, tomando como base el arte de saber vivir y su concreción desde la nueva concepción de educación y formación profesional para la transformación social. Este discurso se valida cada vez más cuando comienzan a circular afirmaciones como que la hibridación, según Rama (2007)4: “se acerca a tener un rol educativo destacado por la gratuidad y el bajo costo de acceso a los contenidos, el fácil aprendizaje y la poca capacitación para su uso, su estructura orientada al intercambio, su alta segmentación, la existencia de mecanismos de interacción que permiten la construcción de saberes colectivos en red”. La hibridación como un fenómeno comunicacional que se concibe abierto se pregunta por la comprensión de una de ésta como territorio. Desde esta inquietud es que la universidad como espacio creador gesta la idea y para ello regresa 4 Op cit. Rama, Claudio. (2007).

a comprender cómo la educación es un punto de referencia culturalmente establecido por una sociedad que vive dentro de un contexto real, en el que se desarrolla todo el devenir de sí misma. En esta misma línea, la educación como estructura aprehendida es una metáfora ya que en ella se da el fenómeno de la metonimia que Lakof y Johnson (1985)5 han planteado y que aborda el problema de la comprensión del nuevo concepto de educación, y a la vez establece en el modelo de comunicación parámetros de virtualidad. A partir de esta búsqueda de la comprensión, la metáfora de la industria educativa como territorio, comienza a reafirmarse, la hibridación y ello, también entran a formar parte de ese proceso nuevos elementos que enriquecen esta acción cognitiva. La teoría toma en cuenta criterios como la comunicación interpersonal virtual, la compresión mutua, desde la aplicación de comunidad virtual, la comprensión de la autonomía, la expresión estética y las apuestas en la mediación de los saberes. Cuando el modelo de comunicación toma en cuenta estos aspectos, está visualizando la construcción de un discurso

virtual, híbrido, no sólo con la intencionalidad de propender por una industria educativa, sino a la vez por reafirmar que la metáfora es un elemento valioso para desarrollar procesos de aprendizaje, que si bien requieren de un tiempo y un espacio propios para madurar, pueden contribuir a aprehender de otra manera los saberes. Así, bajo la definición que Lakoff y Johson han denominado le mythe expérientialiste: “la compréhension émerge de l’interaction, et d’une négotiation incessante avec l’environnement et les autres hommes”6, en el acceder al mundo, la persona experimenta la realidad y la aprehende no como una linealidad de saberes, sino como un reflexionar y accionar co-construida. Esta última observación reiterada en la hibridación: innovando manejos nuevos de apertura que permitan deconstruir la industria cultural y resignificar la industria educativa. A esta comprensión comunicacional, se va hilando dentro del texto, el sentido del reconocimiento, no sólo desde el otro, sino el reconocimiento del espacio de la educación. Este aspecto (la educación) se concibe como un espacio que por su nueva dimensionalidad tiene en sus interiores

5 Lakoff, George et Johnson, Mark. (1985). Les Métaphores dans la vie quotidiene, Paris, Ed. de Minuit, coll. Prepositions.

6 Traducción: el mito experiencialista. La comprensión emerge de la interacción y de una negociación incesante con el entorno y con los otros. 75


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limitantes, de carácter tecnológico, ya que se hace necesario optimizar el uso de los dispositivos que lo componen y en los que se hace referencia directa por ser generadores de tensión en términos de obstáculos reales que son superables. En este sentido, la metáfora no se queda en el limbo del enunciado de la virtualidad, sino que se convierte en característica de la hibridación que va contemplando elementos lingüísticos, que permiten el acceso a la esquematización mental de un modelo de espiral para la solución de los problemas propios del área del saber desde mediaciones comunicacionales y pedagógicas híbridas. Este momento comunicacional corresponde al entablar un diálogo directo y a crear otros grados de conocimiento a partir del contacto que han establecido tanto los creadores de contenidos, como los usuarios de la plataforma. La discusión es por tanto un espacio para reafirmar la realidad afrontada con la realidad que puede llegar a construirse. Es como si virtualmente el usuario hiciera una revisión de su saber y viera que en efecto las situaciones que ha abordado son situaciones producto del desarrollo de sus propias mediaciones. Este aspecto detona en el usuario el replanteamiento constante de imaginarios y que a la vez está frente a una situación totalmente nueva; donde con Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

ayuda de sí mismo y su experiencia y con la colaboración de dispositivos tales como el trabajo colaborativo o la conformación y participación en la red o la comunidad virtual puede llegar a hacer algo nuevo, un perspectiva original de configurar los saberes. En esta fase se adentran creadores de contenidos y usuarios al conocimiento, al comunicar el saber adquirido y a su vez ha transformarlo. Según Lakof y Johnson (1985)7 “Les métaphores nous permettent de comprendre un domaine d’expérience dans les termes d’un autre. Notre hypothèse est que la compréhension concene des domaines entiers d’expérience et non des concepts isóles”, Las metáforas nos permiten comprender un dominio de experiencias en los términos del otro. Nuestra hipótesis es que la comprensión concierne a los dominios completos de la experiencia y no desde conceptos aislados, es decir, que sólo se posibilita la comprensión de un enunciado a través de su contextualización y las metáforas que conforman este enunciado adquieren la significación deseada, por lo tanto es factible validar tanto contenidos como la hibridación misma. 7 Lakoff, George et Johnson, Mark.(1985). Les Métaphores dans la vie quotidiene, Paris, Ed. de Minuit, coll. Prepositions.

En este mismo escenario, el rehacer la discusión, como mediación comunicacional y pedagógica implica contemplar la concreción de un dispositivo comunicativo que propenda por la hibridación en tanto que la aprehensión posible de situaciones cotidianas del aprendizaje, es decir, retomar los criterios propuestos en el modelo y la definición de la industria educativa. Este dispositivo comunicativo permite entonces abordar a través de lo virtual y la negociación el discernir constantemente la posibilidad de estar siendo homologados a una comunidad y pertenecer a una red. La reconstitución del espacio privilegiado se logra siempre y cuando la metáfora de la hibridación como territorio sea desarrollada sin olvidar otro dispositivo que propone la mediación, el de lo lúdico y lo estético, teniendo como fundamento la generación de conocimiento, descubriendo la importancia de las diferencias en la unidad, la diversidad cultural y todos aquellos conceptos que generados desde lo metafórico se concretizan en situaciones de la vida cotidiana y en sí mismo van reapropiando la concepción del saber construido, del saber aplicado y del ejercicio profesional. Así mismo, este espacio privilegiado no se desarrolla solamente en el plano de lo cognitivo, la participación virtual completa señala otros cambios.


Lo cognitivo se traduce en gran parte en el actuar y como se ha planteado anteriormente, la sociedad contemporánea expresa su realidad en gran parte a través de un conjunto de lenguajes marcados por diversidad de estéticas y representaciones. La aprehensión de la virtualidad y por ende de la hibridación como una totalidad, permite la vivencia de experiencias que asumen el mundo con una óptica abierta. Si a través de la experiencia el ser humano accede al mundo, es necesario reconfigurar desde lo espacio/ temporal la concreción de las estructuras mentales que se desarrollan en el ambiente de la industria educativa. revenir sobre la fundamentación es una reflexión que todo el tiempo

Bibliografía Fuentes citadas

desarrolla la hibridación, ya que en ella como mediación se concreta la visión de la realidad y su modelo comunicacional y pedagógico en el que se apela al dispositivo del aprendizaje en toda la dimensión que éste alcance a desarrollar. Por otra parte, subyacen en estas expresiones metafóricas nuevas significaciones que son definidas por Lakoff et Johnson como metáforas que proponen una significación diferente porque son el resultado de una creación, de la imaginación y están en el exterior del sistema conceptual ordinario y buscan incorporarse a un sistema virtual e híbrido. Entonces, la utilización de estos instrumentos metafóricos también propone desde su interior la concepción de nuevas estructuras mentales para aprehender el

mundo. Esta hibridación sugiere una nueva categorización de los valores, dejando como parte de la experiencia académica las estructuras mentales con las que se ha interpretado el mundo y que requiere ser visto desde una nueva valoración del mismo en tanto que realidad dinámica. Un aspecto que es claro a través de la expresión; “una propuesta híbrida para los procesos de enseñanza-aprendizaje”, es que se asume como un reto para que la industria educativa como territorio sea desarrollada en el interior del modelo comunicacional como una co-construcción de la realización pedagógica que está en constante retroalimentación.

Ballestas, N. (2000), La métaphore comme outil de construction d’un modèle de communication pour une culture de la démocratie: comment communiquer des concepts abstraits UCL. ESPO/COMU - Département de communication.

Lakoff, G. y Johnson, M. (1985), Les Métaphores dans la vie quotidiene, Paris, Minuit, coll. Prepositions.

Rama, C. (2007), La transformación de las industrias culturales en industrias educativas con la digitalización. Ponencia presentada en el seminario: El Patrimonio Cultural Valenciano y su proyección iberoamericana, Valencia, España, 18-19 de abril. 77


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ejor investigación Las universidades quieren más y mejor investigación

Juan Francisco Miranda Entrevista concedida a:

Fernando Barrero Guillermo Cárdenas - Guillermo Donado Polemikós U.Libertadores

• En Colombia tenemos un serio problema de divulgación científica. • “Lo que nos saca de la crisis es invertir en ciencia y tecnología”. • Se están creando condiciones para que la comunidad crezca y avance. • “No hay nada más sensacional que el conocimiento nuevo”: Colciencias El director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), Juan Francisco Miranda Miranda, declaró que las universidades colombianas, públicas y privadas, quieren cada vez más y mejor investigación en todos los órdenes. “Tenemos unas instituciones que cada día hacen esfuerzos muy vigorosos para fortalecer su capacidad de investigación” dijo Miranda al anunciar también que como consecuencia del cambio de Colciencias de Instituto Descentralizado a Departamento Administrativo, “ya hay muchos recursos para investigación”.

Informó que este año la inversión será del orden de $250 mil millones y para el año 2010, la cifra ascenderá a $350 mil millones. “Esto demuestra que el gobierno del Presidente Uribe esta haciendo esfuerzos muy importantes no solo para fortalecer a Colciencias, sino a todo el sistema” dijo Miranda. El funcionario habló en su despacho con los docentes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Los Libertadores, Fernando Barrero Chaves, Guillermo Cárdenas y Guillermo Donado Godoy, con quienes se quejó de que en el país “hay un problema muy serio de divulgación científica”. “¿Será un problema no tener conocimiento o será un problema no tener capacidad de comunicación?” se preguntó el director de Colciencias al lanzar un reto a la academia para que formen comunicadores que, sin desconocer las tragedias nacionales, “le den la bienvenida a la ciencia en la agenda de los medios de comunicación”.


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Miranda dijo que no hay nada más fascinante que el conocimiento nuevo y anunció que en el nuevo escenario de la Ley, se están creando las condiciones necesarias para que la comunidad investigativa, a través de sus diferentes grupos, crezca y avance. El siguiente fue el diálogo entre los comunicadores de Los Libertadores y el Director de Colciencias:

Estado de la investigación Pregunta (P): ¿Cuál es su opinión sobre el estado de la investigación, ciencia y tecnología e innovación en Colombia? Juan Francisco Miranda (JFM): Yo creo que Colombia es un país que esta avanzando y que lleva algunos años construyendo una capacidad científica, tecnológica y de innovación. Yo diría que desde el inicio de Colciencias, en el año 68 se ha dado un proceso de construcción ordenado en este campo; el cual en los últimos años ha tenido un proceso de aceleramiento y fortalecimiento. Me parece que la nueva Ley 1286 de Ciencia, Tecnología e Innovación dota al sistema nacional de instrumentos muchos más novedosos y mucho más vigorosos para el fomento de la ciencia y la tecnología. Creo que Colombia ha construido infraestructuras de una alta capacidad, aunque diría que todavía muy pocas frente a las necesidades, pero de una tremenda competencia en calidad.

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Ventajas del nuevo Colciencias (P):¿Qué ventajas tiene para el Sistema que hayamos pasado de un Instituto a un departamento administrativo? ¿Eso le va a significar más recursos para investigación? ¿Va ser un vuelco en el sistema de investigación? (JFM): ¡Es un vuelco total! El que Colciencias se convierta en Departamento Administrativo es un medio, no era el fin. Y es el medio con el que se ha pensado y que busca que la ciencia, la tecnología y la innovación sean un tema de discusión permanente en el Consejo de Política Económica y Social (conpes) Al convertirlo en una variable explícita de comunicación hemos cambiado el espacio relativo, la concepción y la forma de abordar el tema de la ciencia en el país con la importancia que se merece.

Muchos más recursos (P):¿Y en materia de recursos, Dr. Miranda? (JFM): En materia de recursos la ley prevé varias cosas, así: Primero, un instrumento muy importante y es dotar a Colciencias de la obligatoriedad de presentar anualmente cuál debe ser el presupuesto de inversión que el Gobierno central tiene que presentar al conpes en el mismo momento en el cual se presenta la propuesta de proyecto para el año siguiente; de tal manera que ahora ciencia y tecnología es una variable explicita en términos presupuestales de la discusión del país. Segundo, que permite usar recursos de regalías para el fortalecimiento de la capacidad científica


y que crea un instrumento de fomento muy poderoso que es el Fondo Francisco José de Caldas, que operará con recursos que pueden recibir del Gobierno central, de cualquiera de sus entidades, de los gobiernos regionales del sector privado y de agencias internacionales. $350 mil millones en el 2010 (P):¿Ese paquete cuánto vale en el año 2009 y cuánto podría estimarse en el 2010? (JFM): En 2009 el presupuesto de Colciencias va a estar muy cercano a los $250 mil millones; para 2010, seguramente vamos a superar los $350 mil millones en la operación conjunta que estamos haciendo. Si estas cifras las miramos en términos de proceso de crecimiento, el Gobierno central tomó la decisión de duplicar el presupuesto de transferencias porque lo transferido a Colciencias del año 2007 al 2008 se duplicó y al 2009 vuelve y se incrementa. Esto demuestra que el actual Gobierno esta haciendo esfuerzos muy importantes para fortalecer Colciencias y para fortalecer el Sistema. Recordemos que el Instituto no es la única organización que esta invirtiendo recursos. Fuera del Gobierno, están por ejemplo, los Ministerios de Agricultura y Defensa y el Servicio Nacional de Aprendizaje (sena), entre otros. La estructura universitaria también esta invirtiendo mucho dinero en investigación, las universidades públicas y privadas están trabajando duro y algo que quiero destacar es el sector privado, que

está tomando acciones sumamente importantes de inversión en ciencia y tecnología.

Investigar es un gran negocio (P): ¿A propósito del sector privado podríamos decir que ya la conciencia que han planteado muchos investigadores como el profesor Manuel Elkin Patarroyo, quien dice que hay que motivar al sector privado para que entienda que investigar puede y es un gran negocio? (JFM): Yo creo que eso empieza a suceder y anotaría cómo uno de los indicadores de que eso está pasando es que entre los actores fundamentales para la discusión de la nueva ley estaba el sector privado. Numerosos empresarios importantes de este país salieron a la discusión y la defensa de la ley y a plantearle al Presidente con claridad la urgencia de que eso se hiciera y se fortaleciera Colciencias.

Universidades se fortalecen (P): ¿A propósito de la investigación en las universidades, se podría decir que las colombianas tienen como dos perfiles: Las públicas como investigadoras y las privadas como formadoras? (JFM): Yo no haría esa diferenciación entre públicas y privadas. Yo diría que tenemos unas universidades públicas y privadas que están haciendo esfuerzos muy vigorosos por fortalecer su capacidad de investigación. Citemos unos pocos ejemplos advirtiendo que se me pueden olvidar muchas: La Universidad

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Nacional, Los Andes, Antioquia, Valle, Industrial de Santander, Eafit, Norte, Rosario, La Sabana… Son instituciones que están haciendo acciones decididas y aquí estoy mencionando unas pocas y no he sido exhaustivo. Me parece que es un movimiento en el que la universidad colombiana está absolutamente comprometida: ¡Todas quieren más y mejor investigación!

Responsabilidad de los medios (P): ¿Cuál cree usted que sería la responsabilidad social de los medios de comunicación para crear una verdadera cultura de investigación en la academia colombiana? (JFM): Yo creo que uno de los tremendos problemas que tenemos es, lo que alguien me decía un día y consiste en que las buenas noticias no son noticia. Hoy los medios de comunicación tienen un papel muy importante y no sé si es que las buenas noticias no son lo suficientemente eficaces para mostrarlas de la manera en que son fascinantes. Estoy seguro de que no hay nada más fascinante que el conocimiento. ¡No hay nada más novedoso y nada más sensacional que el conocimiento nuevo! El problema es que no sabemos presentarlo y tenemos que tener capacidad para hacerlo. No es que los investigadores no sepan difundir, el problema es que los comunicadores no puedan ver lo que allí existe. Si los comunicadores van donde un investigador y le dicen “escríbame el boletín de prensa y yo

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le corrijo las comas” y lo publica, así no funciona porque ese señor no sabe de eso. En Colombia tenemos un problema muy serio de divulgación científica. Debemos aprender a entender el conocimiento desde los medios, pero hay que abordar otra situación que preocupa a los investigadores y es el de la imprecisión en el manejo de los conceptos. Ahí tropezamos. Pero yo estoy seguro de que si ustedes van a un sitio como la Universidad de los Andes o la Universidad Nacional y se sientan dos horas con los investigadores, encontrarán cuarenta cosas fascinantes de mostrar, lo que se está estudiando en física o en biología, para citar sólo dos áreas. Aquí hay elementos muy fascinantes, que merecen ser mostrados. La pregunta es que si ustedes van donde un investigador y le dicen: ¿Usted ya desarrolló la vacuna? Entonces esto lo convierte en un problema binario de sí o no. Pero no es así, no debe ser así.

Crear cultura de medios (P): ¿Podríamos pensar que se está creando una cultura de medios en donde la ciencia y la tecnología no son importantes? ¿O podríamos pensar que es una sociedad que no ha sido preparada para asumir esa información? (JFM): Si ustedes hablan con las personas que tienen acceso a la televisión por cable, a todos les produce fascinación ver Discovery Channel, National Geographic o History Channel, ¿verdad? Y en general, a todos nos encanta ver esas producciones. Entonces, ¿por qué los comunicadores


Placa casa y bombillos - De la serie Nomenclatura habitacional. Supía, Caldas 2008.

colombianos no pueden hacer eso? ¿Será un problema no tener conocimiento o será un problema no tener capacidad de comunicación? La sociedad quiere ver información y creo que hay mucha y muy buena producción científica en el país. ¿Quién ha ido al Centro de Investigaciones del Café (Cenicafé)? Ese es un centro de primer nivel en el mundo en su campo. ¿Quién de ustedes ha ido al Instituto de Investigaciones del Petróleo en Bucaramanga y tiene la

paciencia y capacidad de sentarse dos días a analizar lo que allí existe, clasificar qué se muestra y cómo se muestra? ¿Quién se ha ido a mostrar con fascinación la planta de producción de café liofilizado de Chinchiná que es ingeniería nacional? Quién ha dicho: “Mire, hagamos un documental sobre lo que es el café liofilizado y con un formato igual o mejor que el de Discovery Channel?” ¡Estoy seguro que tendrían una cosa fascinante!

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Quién ha ido a mirar el desarrollo de las variedades de caña y decir… “Mire, es que esos investigadores en esos laboratorios tienen las variedades de caña que dan la mejor productividad por hectárea en el mundo”. ¿Quiénes saben lo que tenemos en el Centro Interamericano de Agricultura Tropical (CIAT) en Palmira? ¿Y lo que tiene el Centro de Plástico en Medellín? ¡Ustedes sabían que un grupo en la Universidad Industrial de Santander ha desarrollado un artefacto que se ha llamado “marrano” que es una máquina muy sofisticada que se introduce por las tuberías petroleras y las va limpiando! Fíjense que el país sí tiene cosas fascinantes: Si uno va al CIAT del que ya hablamos antes, allí le pueden mostrar desarrollos sobre cómo se puede tener ganadería relativamente intensiva en pocas áreas y simultáneamente desarrollando bosques. Lo que yo creo es que hace falta una decisión en los medios y utilizar el lenguaje apropiado para la ciencia; de tal forma que atraiga a más lectores, a más televidentes, a más oyentes. Ahí esta el problema: ¡No hay que desconocer las tragedias del país, pero la agenda científica tendrá que ser bienvenida algún día en los medios de comunicación!

Investigación en Ciencias Humanas (P): ¿Y cómo ve la investigación en Ciencias Humanas hoy en Colombia? (JFM): Hay grupos muy activos y muy fuertes en ciencias sociales. En Colciencias, dentro lo que se ha llamado “centros de excelencia”, patrocinamos Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

un grupo que está estudiando el conflicto: Existe todo un programa de apoyo a la investigación en la documentación, existe investigación en antropología, el premio Alejandro Ángel hace dos o tres años se lo ganó la Dra. Margarita Serje de la Ossa, de la Universidad de los Andes, con un trabajo patrocinado por Colciencias. Hay trabajos en historia de la ciencia y hay todo un desarrollo en el país que está avanzando para construir cuerpos de conocimiento sumamente sólidos. Hay investigación jurídica, en fin… hay investigaciones en muchos campos del saber. Se han hecho esfuerzos en comunicación y se ha intentado crear la agencia de noticias científicas, pero nos falta la apropiación de las escuelas de comunicación para que entiendan la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación, de tal forma que mediante el lenguaje apropiado, la podamos socializar.

Estado de la investigación (P): ¿En América Latina y el mundo, en qué estado estamos en investigación, innovación y ciencia?

(JFM): Yo creo que estamos atrás. Colombia se rezagó y no hizo acciones a tiempo. En la senda que traía en la crisis de los años 90, el país en vez de apretar la marcha en investigación, la bajó. La crisis mostró que había que recortar y Colombia recortó fuertemente en ciencia. Y hoy tenemos la evidencia: En el mundo, al salir de la crisis, lo harán bien aquellos países que invirtieron en ciencia. Yo espero que en este momento y en el debate que estamos teniendo sobre el esfuerzo


en esta crisis, una de las opciones, por supuesto, es ésta. No nos da las respuestas en corto plazo, pero que lo que sacará al país es el desarrollo de la capacidad de investigación.

Formación de investigadores (P): ¿Y de la formación de investigadores y de doctores y de la integración de grupos nuevos y más permanentes, qué podemos decir? (JFM): Esas son variables fundamentales en las que Colciencias está trabajando y muy prontamente estarán las convocatorias para un programa muy importante para el fortalecimiento de la capacidad de formar investigadores dentro y fuera del país. Es claro para nosotros que para tener investigación, lo primero que uno necesita son investigadores. Entonces tenemos que tener investigadores y ello es una condición absolutamente necesaria aunque no es suficiente, pues un investigador sin infraestructura, sin demanda y sin un sector productivo que requiera su conocimiento, no tendrá espacios. El conocimiento también demanda el desarrollo de los servicios públicos, según las investigaciones que se adelante. El conocimiento también requiere el desarrollo de la infraestructura del país y del sector salud. Ahí es en donde debemos tener claro que somos demandantes, empezando por el Estado que es y debe seguir siendo un gran demandante de conocimiento.

Repatriación de cerebros fugados (P): Algunos países están trabajando en la repatriación de cerebros fugados. ¿De ésto nosotros tenemos algo? (JFM): Este tema lo estamos trabajando con la Cancillería y yo creo que hay distintas formas de mirarlo. Una opción es que hay colombianos que quieren volver al país, hay amigos de Colombia que quieren venir a trabajar y tenemos que abrirles las puertas. Pero hay colombianos y amigos de Colombia que por muchas razones no pueden devolver al país de manera permanente, pero están dispuestos a trabajar con nuestros investigadores. En este caso tenemos que generar los mecanismos de relación con ellos. Hay otro grupo de personas que emigraron, sus familias están fuera, sus laboratorios están afuera y no los pueden abandonar. Entonces la pregunta es: ¿Cómo hacemos para trabajar con ellos? Hoy eso es perfectamente factible, pues podemos tener equipos de investigación donde hayan colombianos que están en centros de empresas en el exterior y que quieren trabajar con equipos colombianos. Tenemos que crear las condiciones para los dos. En el pasado, lo que en una forma muy despectiva se llamaba “fuga de cerebros” era vista como una cosa terrible, pues eran fugitivos o traidores. Yo creo que hoy eso no es verdad. Hoy lo que tenemos que mirar es cómo hacemos para que esa persona que quiere ayudar y que quiere trabajar, pueda hacerlo. 85


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Nosotros, por ejemplo, en ese escenario, no podemos pedirle al Dr. Rodolfo Llinás que deje su laboratorio en Estados Unidos para que se venga; él tiene toda la disposición para trabajar con Colombia y puede hacerlo desde su laboratorio con un equipo de colombianos y desarrollar investigación. ¡Y se esta haciendo! Imaginemos que nosotros tuviéramos equipos de investigación que empezaran a acercarse a los temas del Dr. Llinás y él dijera: “Yo tengo un equipo que trabaja en Colombia”. Eso es otra cosa. Y como su caso, tenemos muchos más. Fíjense que eso sí permitiría mirar la capacidad científica nacional. Debemos reconocer que las relaciones de nuestros equipos de investigación con equipos a nivel mundial son entre pares. Cenicafé, por ejemplo, es par de la investigación de café en el mundo, es líder en muchas cosas. El Centro de Investigaciones del Petróleo tiene liderazgo en muchas cosas y es reconocido mundialmente. Pero también tenemos, repito, el Centro de la Caña en el Valle del Cauca, el Centro del Plástico en Medellín; el Centro de Investigaciones Inmunológicas del Dr. Manuel Elkin Patarroyo en Bogotá. Y hay centros también que están discutiendo permanentemente en las universidades Nacional de Antioquia, en la Escuela de Salud del Valle, los Andes, etc. Son universidades que en muchos campos tienen pares en los primeros niveles del mundo.

¿Cómo fortalecemos eso en beneficio de Colombia? ¡Ese es uno de los tremendos retos que tenemos! Debemos fortalecer la capacidad de producir conocimiento, de desarrollar conocimiento y de apropiarlo, pero necesitamos un sector productivo que los demande. Si no es así, el sistema colapsa. Necesitamos que cada vez más la empresa y la industria en Colombia y el sector agrícola demande más conocimiento del que se genera en la universidades. Hoy, los programas Universidad-empresa están creciendo y están produciendo resultados.

Niño escarcha - De la serie Fiestas de las colaciones. Supía, caldas, 2008. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores


Fijémonos que el país tiene acciones que hoy son distintas y que permiten ver con optimismo lo que está pasando. Por ejemplo, la discusión de la ley de ciencia fue muy importante porque fue un debate que arranca en una construcción de la sociedad civil, que es tomado dentro de los grupos políticos por la senadora Martha Lucía Ramírez y el representante Jaime Restrepo Cuartas. Ellos como miembros del parlamento, se apropian de una discusión, la llevan al Congreso, convencen al Ejecutivo de la importancia de la ley, consiguen su aval, dan el debate y logran que todas las bancadas lo respalden. Eso es algo muy particular en Colombia.

Cuando los muchachos, ellos y ellas, se gradúan en el bachillerato, el dilema es ¿Qué estudiar? Y cuando se enfrentan a ese ¡qué estudiar! algunos dicen: “A mí me gustaría estudiar física o matemáticas”. Y la respuesta inmediata de sus papás e incluso de sus profesores es: “¡Se va a morir de hambre! ¡Se va a quedar para profesor!” Pero mire, esas son las señales que le estamos dando: En vez de enaltecerlo, en vez de decir, “oiga que maravilla, usted va estudiar matemáticas, eso es lo que el país necesita”. No, todo lo contrario, lo desestimulamos. ¡Y este escenario hay que cambiarlo!

La comunidad crece y avanza (P): ¿Podríamos decir que Colciencias ha flexibilizado el tema de las categorías de los grupos de investigación? (JFM): Estamos creando la posibilidad que la comunidad crezca y avance. Colciencias actualmente, por decisión de la ley, es el organismo encargado de liderar la política científica, pero también tiene funciones de fomento muy importantes y estamos tratando de crear las condiciones para que más colombianos puedan acceder, a qué? Pero necesitamos del esfuerzo de todos; tenemos que hacer cambios estructurales en los cuales los investigadores tienen mucho que ver y le voy a dar un ejemplo que es de los más preocupantes:

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ductividad técnica La memoria en la época de su reproductibilidad técnica* Alexis Pinilla

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, sometiendo a otra vida su vida, sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, disuelto en niebla, ausencia, ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; donde habite el olvido.

U.Libertadores

alepinilla2003@yahoo.com

Luis Cernuda (1934) Resumen

Abstract Abstract

Recepción: Septiembre 16 de 2009

Desde finales de los años 80 la memoria se convirtió en una categoría privilegiada dentro de los análisis sociales de América Latina. En principio fue considerada como la reconstrucción del pasado, lo cual la diferenciaba muy poco de la historia. Más recientemente se ha pensado que éste el resultado de un diálogo permanente entre presente - pasado - futuro y fruto de la relación dialéctica entre olvido y recuerdo. Atento a esta última consideración el interés del presente artículo es esbozar algunos aspectos para pensar qué sucede con la memoria en la época de la información y cómo entender los múltiples caminos que transitan los actores del presente para construir memorias individuales y colectivas.

Memory in the experience of reproductive technique Since the late 80’s memory became a privileged category of social analysis in Latin America. At first it was regarded as the reconstruction of past, which differed very little from history. More recently it was thought that this is the result of an ongoing dialogue between past, present and the result of the dialectical relationship between forgetting and remembering. Regarding this last consideration the interest of this article is to outline some aspects to think what happens with memory in the era of information and how to understand the many paths that transit the actors of this to build individual and collective memories.

Aprobación: Septiembre 30 de 2009 Palabras clave

memoria, nuevas tecnologías de la información, sociedad red

Key Words

memory, new technologies of the Information Resources, a company network


* En su texto La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936), Walter Benjamin sostiene que el nuevo sensorium producido por la revolución de la imagen, ha dado lugar a un proceso de emancipación de la obra de arte a través del proceso de su reproductibilidad técnica; en sus palabras: “por primera vez en la historia universal, la reproductibilidad técnica emancipa a la obra artística de su existencia parasitaria en un ritual. La obra de arte reproducida se convierte, en

medida siempre creciente, en reproducción de una obra artística dispuesta para ser reproducida. De la placa fotográfica, por ejemplo, son posibles muchas copias; preguntarse por la copia auténtica no tendría sentido alguno. Pero en el mismo instante en que la norma de la autenticidad fracasa en la producción artística, se trastorna la función íntegra del arte. En lugar de su fundamentación en un ritual aparece su fundamentación en una praxis distinta, a saber en la política”. Para nuestro caso

particular, considero que el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y del poder socializador de la red propone nuevas travesías para la memoria, muy distintas a las que nos acostumbró la sociedad moderna. Este artículo hace parte de la tesis doctoral “Memorias de la acción colectiva del Magisterio en Colombia”, adelantada por el autor en el marco del Doctorado Interinstitucional en Educación ofrecido por las Universidades Pedagógica, Distrital y del Valle.

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Presentación Finales del siglo xx. La comunicación vía satelital; las grandes trasmisiones de costa a costa; el crecimiento de la oferta cultural en la red; el advenimiento de espacios virtuales de conversación, socialización y aprendizaje; los avances en telemática y en inteligencia artificial, son, entre otros, acontecimientos comunes para quienes nacieron en las dos últimas décadas del siglo que abandonamos hace apenas nueve años. Estas generaciones (llamadas por algunos como generación @1) re-elaboran sus procesos de subjetivación y construyen su memoria en y desde lugares insospechados hace unas décadas, lugares en los cuales tiene preponderancia la imagen, frente a la palabra hablada y escrita. En contraste, para los jóvenes de los años 1960 a 1980, parecería casi imposible construir cualquier tipo de relato social e histórico sin acudir a la seguridad del texto escrito y al recurso oral. La memoria, para estas generaciones, se re-construiría dinámicamente en el devenir de la narración oral y en la huella escrita de los mayores, y las luchas por recuperar el pasado de quienes son excluidos permanentemente 1 Para Carles Feixa, el término generación @, “pretende expresar tres tendencias de cambio que intervienen en este proceso: en primer lugar, el acceso universal -aunque no necesariamente general- a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación; en segundo lugar, la erosión de las fronteras tradicionales entre los sexos y los géneros; y en tercer lugar, el proceso de globalización cultural que conlleva necesariamente nuevas formas de exclusión social a escala planetaria. De hecho, el símbolo @ es utilizado por muchos jóvenes en su escritura cotidiana para significar el género neutro, como identificador de su correo electrónico personal, y como referente espacio-temporal de su vinculación a un espacio global […] Ello se corresponde con la transición de una cultura analógica, basada en la escritura y en un ciclo vital regular -continuo-, a una cultura digital basada en la imagen y en un ciclo vital discontinuo-binario”. Ver: Carles Feixa, “Generación @ La juventud en la era digital”, en Nómadas, N° 13, Bogotá, Universidad Central, octubre de 2000, pág. 88 Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores


de la historia oficial se terciaría en esos espacios de memoria. Para los jóvenes nacidos después de 1980, estos lugares apenas son vestigios de un pasado que, quizás, no deseen recorrer, o, por lo menos, no intenten recorrer con la misma pasión que cuando viajan por el mundo de las imágenes. Lo anterior nos sugiere como ineludible el siguiente interrogante: ¿Qué sucede con la memoria y con los procesos de recuperación colectiva de la misma en el momento actual?

El tránsito de la cultura escrita y las huellas del pasado Finaliza el siglo xv la mal llamada ‘edad oscura’, nombre que los ilustrados e ‘iluministas’ del siglo xvii y xviii le dieron a la Edad Media, pareciera llegar a su fin. En Maguncia, Alemania, circularon 180 ejemplares del que a la postre sería considerado el primer libro impreso (la Biblia de Gutenberg2). De este acontecimiento dependió la entrada del texto al mundo 2 Es conocido el debate sobre la autoría de la imprenta. Dentro de los nombres que circularon junto al de Gutenberg está del alemán Mentelin, el italiano Castaldi y el holandés de Coster. Sin embargo, después de la aparición de una edición en 1502 en la que se mencionaba que “Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciudad donde el arte admirable de la tipografía fue inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg”, se ha llegado a un aparente acuerdo sobre el papel de este último en la invención de la imprenta.

industrial, sobrepasando la capacidad de difusión que tenían los papiros de las diferentes culturas de la antigüedad y el trabajo de los copistas de los scriptorium de la edad media. Esta ‘nueva era’ del libro puede evidenciarse en el amplio número de imprentas y de ediciones al iniciar el siglo xvi. Como sugieren Briggs y Burke (2002, p.27-28) Hacia 1500, las imprentas se habían establecido en más de doscientos cincuenta lugares de Europa (ochenta en Italia, cincuenta y dos en Alemania y cuarenta y tres en Francia). Los impresores llegaron a Basilea en 1466, a Roma en 1467, a París y Pilsen en 1468, a Venecia en 1469, a Lovanina, Cracovia y Buda en 1473, a Westminster […] en 1476 y a Praga en 1477. En total, hacia 1500 estas imprentas produjeron alrededor de 27.000 ediciones, lo que significa -suponiendo una tirada media de quinientos ejemplares por edición- que en una Europa de unos cien millones de habitantes circulaban en esos días alrededor de trece millones de libros. Briggs y Burke (2002, pág. 27-28). Las anteriores cifras demuestran el impacto de la cultura escrita en el desarrollo del pensamiento occidental, máxime cuando por vía de la lectura se difundieron las obras de autores clásicos (Aristóteles, Platón, entre otros) que, hasta el momento, sólo habían sido consultados

por los monjes medievales y se empezaron a visibilizar actores sociales que habían sido sojuzgados por la historia de occidente. Sin embargo, tampoco es posible ocultar que el uso de los textos impresos tuvo de fondo un proceso de control político y social. Así, desde los siglos xv y xvi proliferaron los manuales de buenas costumbres, en donde resulta emblemático el texto de Erasmo de Rótterdam (De civilitate morum puerilium), en los cuales se expresaban las prácticas de la civilidad (“urbanidad”) cortesana y el refinamiento de los controles sociales. Como sugiere Norbert Elías (1997, p.145), “los escritos sobre buenos modales del siglo xvi son manifestaciones de la nueva aristocracia cortesana que va formándose lentamente, con elementos de diversa procedencia social, y con ella crece el código diferenciador de costumbres” La función de este “código diferenciador”, al que se refiere Elías, no es otra que mantener las distancias entre las clases altas (la aristocracia cortesana) y las clases emergentes (fracciones de la burguesía). Esta función de control social de algunos textos, sobre todo los que se dirigían a los niños, se mantuvo hasta finales del siglo xix, como lo sugiere Lyons (1998, pág. 145) para quien: “[…] en las primeras décadas del siglo xix, las particulares necesidades del lector infantil se reconocieron únicamente con el fin de imponerle 91


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un código moral estricto y plenamente convencional. Por ello, gran parte de la literatura infantil de comienzos del siglo tenía un carácter rigurosamente didáctico”. Como puede notarse, un objetivo de los textos, y con más claridad los que se destinan al escenario institucional de la escuela, fue rutinizar el control social, esto es controlar sutilmente los hilos con los cuales se construye la memoria colectiva en determinado momento histórico. Como afirma Michael Apple (1193, p.112): Los libros de texto son, en realidad mensajes sobre el futuro y dirigidos a éste. Como parte de un currículo participan nada menos que en el sistema de conocimiento organizado de la sociedad. Participan en la creación de lo que la sociedad ha reconocido como legítimo y verdadero. Ayudan a determinar los cánones de la veracidad y al hacerlo contribuyen también a crear un punto de referencia principal para saber lo que realmente es el conocimiento, la cultura, las creencias y la moralidad. Las referencias históricas sobre la evolución de la lectura en occidente nos permiten afirmar que el texto impreso cumplió, por lo menos, con una doble función3: 3 Cabe anotar que en esta parte hemos hecho referencia a la aparición de la imprenta y a la difusión de los textos impresos. No obstante, sería necesario complementar el análisis

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por un lado, ampliar el número de lectores, entendiendo este hecho como un principio del desarrollo de la civilización, y, por otro, difundir un ideario político sobre el orden social y sobre el pasado (origen) de los nacientes Estados nacionales. Así las cosas, para la burguesía en ascenso y para los círculos intelectuales de la Europa moderna, la lectura se tradujo en un avance social de trascendentales connotaciones políticas y sociales, mientras que para los obreros, los niños y las mujeres, la lectura significó una forma más avanzada y cautelosa de control social. ¿Qué relación podría establecerse entre este proceso y la construcción de la memoria? En su clásico texto Todorov (200, p.16) sugiere que la construcción de la memoria tiene que ver con un ejercicio del poder, es decir, los grupos dominantes establecen qué formas y eventos del pasado deben hacer parte del presente. “La memoria, como tal, [dice Todorov] es forzosamente una selección: algunos rasgos del suceso serán conservados, sobre la aparición de los lectores, ya que tuvieron que pasar varias décadas para que se ampliara su número, incluso fue reiterativa la práctica de la lectura en voz alta debido al alto índice de analfabetismo que había en la época. Al respecto se puede consultar con detalle la obra compilada por G. Cavallo y R. Chartier citada anteriormente.

otros inmediata o progresivamente marginados, y luego olvidados”. Quien controla las formas de narrar en una sociedad y los contenidos de la narración, puede controlar buena parte de la memoria colectiva, ya que puede definir, desde un lugar hegemónico, qué se debe recordar, es decir, cuáles son las huellas mnémicas4 que debe seguir un grupo social. Pero el control sobre el recuerdo no termina allí. Quizás, lo más importante a la hora de proponer determinada memoria histórica no es lo que se recuerde, sino lo que se olvida. Como sugiere Marc Augé (1998, p. 30), los recuerdos son pantallas, no en el sentido en que disimulan los recuerdos, sino en el de que sirven de pantalla a las huellas que disimulan y contienen a un tiempo: “Lo que queda inscrito e imprime marcas no es el recuerdo, sino las huellas, signos de la ausencia. 4 Esta expresión está relacionada con la divinidad griega Mnemosine, diosa de la memoria. Hesíodo, en su Teogonía, muestra a Mnemosine, hija de Urano y de Gea, como la quinta esposa de Zeus, de cuya unión, después de nueve noches, nacieron las nueve musas que inspiraban las artes y las letras en la antigua Grecia. En la mitología griega Mnemosine también era el nombre de un río del Hades (inframundo) del cual bebían aquellas almas destinadas a la reencarnación; contrario a las que no tenían ese beneficio y eran destinadas a beber del río Lete, cuyas aguas ocasionaban el olvido completo.


Esas huellas están en cierto modo desconectadas de todo relato posible o creíble; se han desligado del recuerdo”. También en los textos impresos se promovieron formas de recuerdo y olvido tendientes a mantener el orden social y político ideado por la modernidad occidental5. En tales formas, se narraba, en principio, las gestas heroicas, las biografías de los grandes hombres y los hechos 5 Es importante señalar que de forma paralela a la consolidación de determinada memoria hegemónica, se fueron consolidando discursos disciplinares en y desde las ciencias sociales que también generaron mecanismos de exclusión. Un análisis puede verse en Michel Foucault, El orden del discurso, Barcelona, Tusquets Editores, 1980. Tren - Tren de la sabana. Bogotá, 2008.

memorables para el proyecto del Estado nacional. En esta dirección quedaron por fuera las expresiones de las clases subalternas, las luchas obreras, los movimientos de las mujeres, y otras muchas expresiones sociales que caracterizaron los siglos xix y xx y que, justamente, al terminar este siglo y comenzar el xxi se resisten al ostracismo del discurso oficial y se manifiestan desde los intersticios que dejó la modernidad ilustrada.

Más allá de la memoria: la imagen para trascender Como se intentó mostrar, la modernidad occidental privilegió algunos escenarios para la construcción y difusión de la memoria y enalteció la cultura escrita como estandarte del proceso civilizatorio. Al integrar memoria y escritura,

esta modernidad empezó a dejar por fuera una serie de actores sociales y de experiencias colectivas que, a la postre, empezaron a hacer uso de los más variados medios para alcanzar reconocimiento social, medios dentro de los cuales sobresalen las nuevas tecnologías y las redes de información. A través de estos espacios, multitudes de actores sociales re-construyen dinámicamente su experiencia y su memoria social resistiéndose a la unicidad planteada por la lógica ilustrada del proyecto moderno. En esta disposición social y política, anunciada por algunos como la expresión del sujeto cyborg, se niega la existencia de un código único, por lo cual se trata de subvertir, en palabras de Mayte Aguilar, […] el orden de ese tardocapitalismo abanderado de las posiciones dicotómicas a través de una liquidez que navega entre los límites impuestos por el logo occidental. Es un ataque contra la identidad occidental, lo que hacía que se reconociera como igual a sí misma durante siglos. La revolución consiste en la fusión de los límites, en la fagocitosis de lo otro, la pérdida de identidad de los humanos, de lo que era reconocible como tal, el organismo idéntico a sí mismo o en la creación de identidades fluidas. A pesar de que estas nuevas expresiones de resistencia y creación político-cultural 93


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conllevan un replanteamiento sobre el sentido de la acción humana, para algunos pensadores (apocalípticos) estaríamos asistiendo a la desaparición no sólo del mundo inteligible, sino además del ser racional. Ejemplo de esta posición es la obra de Sartori en la que se anuncia el advenimiento del homo videns. Para este autor, el mundo de las imágenes anula los conceptos, invirtiendo la evolución de lo sensible en inteligible y reduciendo, de paso, la capacidad de pensamiento y creación del ser humano. En sus palabras, […] la palabra es un ‘símbolo que se resuelve en lo que significa, en lo que nos hace entender. Y entendemos la palabra sólo si podemos, es decir, si coCiencias de la Comunicación - Los Libertadores

nocemos la lengua a la que pertenece; en caso contrario, es letra muerta, un signo o un sonido cualquiera. Por el contrario la imagen es pura y simple representación visual. La imagen se ve y eso es suficiente” Sartori (1998, a). Esta simplicidad de la imagen, es decir, la superficialidad que encarna, es lo que produce, según Sartori, una pérdida en la capacidad reflexiva y de abstracción del homo sapiens y, por ende, una “atrofia cultural” de la especie: “la cultura audio-visual [dice Sartori lapidariamente] es inculta y, por tanto, no es cultura” Sartori (1998, a). Frente a la precariedad racional de la imagen propuesta por este autor, re-

cordamos a Walter Benjamin para quien las imágenes expresan una revolución de nuestra estructura perceptiva, constituyéndose, como anota Luis F. Marín (2000), en “unidades condensantes de sentido, verdaderos reemplazos de los conceptos”6. El advenimiento de la imagen, característico de la época de la reproductibilidad técnica, está relacionado, entonces, no con un vaciamiento de la razón humana, o con un proceso de deshominización, sino con la emergencia de un nuevo modo de sentir y de percibir el mundo, esto es, una forma distinta de 6 Marín, Luis Fernando. Nuevo sensorium. Imágenes de Benjamin, W. policopiado, pág.3.


relacionarnos con el entorno y con los objetos de conocimiento que le componen. En palabras de Benjamin, “dentro de grandes espacios históricos de tiempo se modifican, junto con toda la existencia de las colectividades humanas, el modo y manera de su percepción sensorial. Dichos modo y manera en que esa percepción se organiza, el medio en el que acontecen, están condicionados no sólo natural, sino también históricamente”7. Pero el cambio no tiene lugar solamente en la percepción sensorial del mundo, o, dicho de otra forma, esta percepción sensorial está expresando un fenómeno más amplio relacionado con la necesidad de pensar el mundo desde lugares distintos a los propuestos por la racionalidad moderna occidental. Se trata de cuestionar las verdades con las cuales creímos darle sentido a la tranquilidad de nuestra vida y de aceptar que estamos hechos de fragmentos, de historias inconclusas y de signos insubordinados. Como anota Bisbal (2000), La verdad […] es que estamos en presencia de un nuevo tiempo en donde los signos con los cuales designábamos las cosas a partir de los discursos ahora se han insubordinado tal como 7 Benjamin, Walter. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936), policopiado, p.4.

lo expresara Nelly Richard. Ha habido una insubordinación de los signos en todos los órdenes de la vida, al punto de que lo que antaño decíamos que era “verdad” hoy ya dejó de serlo y la propia vida se ha fragmentado, roto en mil trozos que de alguna manera no hemos sido capaces de unificar desde la academia, pero que las gentes siguen su curso y viviendo a pesar de esas fragmentaciones8. Complementando la idea de Bisbal consideramos que la gente no está “viviendo a pesar de esas fragmentaciones”, sino que lo hace gracias a ellas; es decir, la ruptura de los discursos aglutinadores 8 Bisbal, Marcelino. “De la sociedad escrituraria al ecosistema comunicativo mediático”, en Humanitas, N° 12, 2000, p. 41. En un análisis sobre este contexto Baudrillard hace mención a la celeridad con la que percibimos el devenir de los acontecimientos, percepción que genera un cierre en la mirada sobre los mismos. En sus palabras: “Tenemos la impresión de que los acontecimientos se precipitan solos, derivan imprevisiblemente hacia su punto de fuga: el vacío periférico de los medios de comunicación. De igual modo que los físicos ya sólo tienen de sus películas una visión de trayectoria en una pantalla, nosotros ya no tenemos de los acontecimientos la pulsación, sino sólo el cardiograma, ya no la representación ni la memoria, sino sólo el psicodrama y la visión catódica”. Ver: Jean Baudrillard. La ilusión del fin. La huelga de los acontecimientos, Barcelona, Anagrama, 1993, p. 36.

y totalitarios ha permitido la emergencia de ‘otras formas de vida’, de otras experiencias vitales. No se trata aquí de enaltecer al individuo per se, como lo harían los seguidores de Friedman, sino de cuestionar las órdenes de la modernidad occidental que excluyeron a lo diferente en nombre de la causa de los Estados nacionales. Se trata también de contradecir el totalitarismo consumista promovido por el actual capitalismo financiero y todos los discursos que, en aparente contradicción con el capitalismo, niegan las diferencias políticas y culturales. ¿Qué sucede con la experiencia social en medio del surgimiento de las redes de información como espacio de socialización? Para Ursua (2006), “Internet […] juega un importante papel en la creación de toda clase de identidad, personal y colectiva. Las nuevas tecnologías más que debilitar el concepto de identidad nacional o cultural contribuyen, por lo tanto, a incrementar los lazos de identidad”9. Sumado a esto, creemos que los espacios mediáticos han generado multifacéticos procesos de construcción de la memoria individual y colectiva. Las estructuras 9 Ursua, Nicanor. “La(s) identidad(es) en el ciberespacio. Una reflexión sobre la construcción de las identidades en la red”, en Revista Iberoamericana de Ciencias, Tecnología, Sociedad e Innovación, N° 7, OEI, septiembre-diciembre de 2006, p.2. 95


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de los espacios oficiales diseñados por la modernidad para construir y difundir la memoria, han cedido frente al sismo causado por el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y por el permanente acceso a la red de los jóvenes en la actualidad. Así las cosas, la memoria, antes que concebirse como una unidad, es fragmentación social en movimiento, y sus evidencias pueden encontrarse en acontecimientos como la aparición permanente de los más variados blog, la consolidación de espacios interactivos de comunicación inmediata -chat-, y el surgimiento de nuevos actores sociales que, como los hackers, han “configurado un movimiento social de resistencia en la red cuyo propósito es usar los entornos virtuales para transformar en un bien público aquello que circula por ellos” (Rueda, 2004).

En síntesis, la presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ha permitido la visibilización de variados escenarios de encuentro social en los cuales se re-construye la memoria -individual y colectiva- de una forma bastante dinámica. Para los actores sociales que se han acoplado con más facilidad a esta presencia (los jóvenes) el sentido que adquiere la memoria no tiene que ver tanto con la acumulación de determinado tipo de recuerdos y olvidos sino con la posibilidad, casi cotidiana, de reconstruir su presente y su pasado continuamente. Es, precisamente, en estas interacciones fragmentarias, instantáneas y fugaces en las cuales podemos encontrar los rasgos del presente que dejan los jóvenes en su estela social.

Para los jóvenes nacidos después de 1980, estos lugares apenas son vestigios de un pasado que, quizás, no deseen recorrer, o, por lo menos, no intenten recorrer con la misma pasión que cuando viajan por el mundo de las imágenes.

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Epílogo Frente a lo que hemos intentado analizar hasta aquí, podríamos encontrar, por lo menos, dos posiciones. En un lugar, los tecnófilos, estarían aquellos para quienes las respuestas se encuentran en las nuevas tecnologías de la información, enarbolando el estandarte de ‘las tecnologías nos salvarán por sí mismas’. En el otro lugar, los tecnófobos, se ubicarían aquellos nuevos luditas para quienes las tecnologías deben desaparecer. ¿Cómo lograr una posición intermedia entre estos dos extremos? Sin tener certeza en la respuesta, sugerimos un campo de indagación centrado en la pregunta ¿qué, y cómo, narrar la(s) memoria(s) hoy? Para esbozar un acercamiento a este problema acudimos, nuevamente, a un fragmento de Walter Benjamin (1991) en el que rescata una parte del libro Historias de Heródoto, sobre Psamenito, rey de los egipcios. Cuando Psamenito […] fue derrotado por el rey persa Cambises, este último se propuso humillarlo. Dio orden de colocar a Psamenito en la calle por donde debía pasar la marcha triunfal de los persas. Además dispuso que el prisionero viera a su hija pasar como criada, con el cántaro, camino a la fuente. Mientras que todos los egipcios se dolían y lamentaban


ante tal espectáculo, Psamenito se mantenía aislado, callado e inmóvil, los ojos dirigidos al suelo. Y tampoco se inmutó al ver pasar a su hijo con el desfile que lo llevaba a su ejecución. Pero cuando luego reconoció entre los prisioneros a uno de sus criados, un hombre viejo y empobrecido, sólo entonces comenzó a golpearse la cabeza con los puños y a mostrar todos los signos de la más profunda pena. Esta historia permite recapitular sobre la condición de la verdadera narración [dice Benjamin]. La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante que es nueva. Sólo vive en ese instante, debe entregarse totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración, pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo […] Heródoto no explica nada. Su informe es absolutamente seco. Por ello, esta historia aún está en condiciones de provocar sorpresa y reflexión. Se asemeja a las semillas de grano que, encerradas en las milenarias cámaras impermeables al aire de las pirámides, conservaron su capacidad germinativa hasta nuestros días. Si aceptamos el sugestivo llamado de Benjamin (1991), las narraciones de la(s) memoria(s) hoy deberían tener la ‘capacidad germinativa’, esto es la capacidad de imaginación y creación,

hallada subrepticiamente en la historia de Psamenito. Esta capacidad depende, en buena parte, de las posibilidades de expresión y reconocimiento de los lugares desde los cuales se hacen visibles los jóvenes cotidianamente, es decir, aquellos espacios del anonimato desde donde ellos nos cuestionan, nos invalidan y nos provocan, y a los cuales debemos reconocer como lugares de producción de sentido10. Así mismo, en tales lugares, pueden emerger novedosas formas para entender la política y lo público, desligando a estos espacios del contenido que le fue otorgado en la modernidad occidental. Para Portillo (2004): En estas arenas, aún movedizas, se están disputando los múltiples sentidos de la dimensión pública, en la cual la 10 Un análisis interesante sobre esta temática de los no lugares, puede encontrarse en la obra de Marc Augé quien sugiere lo siguiente: “Un día, quizá, vendrá un signo de otro planeta. Y, por un efecto de solidaridad cuyos mecanismos ha estudiado el etnólogo en pequeña escala, el conjunto del espacio terrestre se convertirá en un lugar. Ser terrestre significará algo. Mientras esperamos que esto ocurra, no es seguro que basten las amenazas que pesan sobre el entorno. En el anonimato del no lugar es donde se experimenta solitariamente la comunidad de los destinos humanos”. Ver: Marc Augé, Los no lugares. Espacios del anonimato, Barcelona, Gedisa, 2000, pág. 122.

política no represente sólo los viejos rescoldos de una generación que ya tuvo su tiempo de lucha, sino un espacio vital de articulación social. En medio de este telón de fondo, los jóvenes se están moviendo hoy en día. Son estos los sonidos de nuestro tiempo, o como diría Ortega y Gasset: el espíritu de nuestro tiempo. Reconocer, entonces, el lugar de los jóvenes explícito en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y en el acceso a las redes de información, conlleva a reconocer, a su vez, que éstos han emancipado a la memoria de los lugares oficiales en los que se postró durante algo más de dos siglos. Hoy es difícil hablar de una memoria oficial, de una única memoria, que se impone como espada de Damocles sobre nuestras sienes. La experiencia mnémica de los jóvenes transita por múltiples y diversos escenarios de encuentro social y cultural, llenándola de los más variados matices y sentidos. No entender este momento de ruptura mnémica sería hacer gala de la más inusitada ingenuidad o apegarse a la ególatra seguridad que nos heredara la modernidad occidental desde el siglo xviii.

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positivos y condi 100

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ición de posibilid La tecnología en la educación: entre dispositivos y condición de posibilidad Maximiliano Prada Dussán U.Pedagógica Nacional

maxiprada@hotmail.com

Resumen

El propósito de este ensayo es mostrar que los medios de comunicación y la tecnología pueden ser vistos como dispositivos didácticos y exigir de la educación un replanteamiento de sus prácticas, categorías, sentido y apropiación del momento histórico, como dos perspectivas compatibles, pero no son excluyentes; más aún, cada una de ellas reclama el complemento de la otra.

Abstract

Technology in education The intention of this test is to show that the mass media and the technology can be seen as devices didacticos and to demand of the education a reframing of his you practice, categorias, sense and appropriation of historic time like two perspective is compatible, that are not excluding; still more, each one of them demands the complement of the other.

Recepción: Julio 30 de 2009 Aprobación: Agosto 15 de 2009 Palabras clave

educación, tecnología, mediático

Key Words

education, technology, media


Chiva manizales - De la serie Feria de Manizales. Manizales , 2008.

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La relación entre tecnología, culturas mediáticas y educación puede ser abordada desde dos perspectivas: la primera de ellas parte de la comprensión de la cultura actual, que se entiende a sí misma atravesada por los avances tecnológicos y por los medios de comunicación –que, al cabo, resulta equivalente de la condición postmoderna–. En esta perspectiva, se exige a la educación un replanteamiento de sus prácticas, categorías, sentido y apropiación del momento histórico. La segunda perspectiva, propone que la tecnología y los medios de comunicación pueden ser vistos como dispositivos didácticos en el sistema educativo, encaminados a ampliar las posibilidades y alcances de la educación. El propósito de este ensayo es mostrar que las dos perspectivas mencionadas son compatibles, que no son excluyentes; más aún, cada una de ellas reclama el complemento de la otra. Para ello, se hará un acercamiento a la noción de tecnología y de culturas mediáticas tomando como punto de partida la caída de los metarrelatos legitimadores del proyecto científico y de las pretensiones totalizantes de la razón occidental. Luego, se hará la proyección de estas nociones hacia el campo de la educación, mostrando los retos que ellas le imponen a ésta. Finalmente, las ideas tratadas se enlazarán con la comprensión de la tecnología y los medios de comunicación como dispositivos de la educación.

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1. La caída de los metarrelatos y la aparición de la tecnología

2.Culturas mediáticas

especulativo universalista, sino el pragmático. Éste indica, entonces, intervención en el curso de las cosas, toma de decisiones, producir o evitar determinados tipos de estados; en definitiva, se busca relacionar la teoría con la acción buscando sólo la eficiencia (Vargas, 2003), volver al mundo en que se vive para transformarlo. Tal intervención sobre el mundo estaría determinada por un sistema de valores, tampoco legitimados universalmente, que guiarían la acción. La investigación tecnológica se sustenta en el abandono de la pretensión de encontrar criterios de verdad que permitan lograr teorías totalizantes. Por su parte, una vez lograda la universalidad en la investigación científica, se elimina la contradicción, se resuelve el “problema” teórico (Ob. cit.: 252-253). Distinto a ésta, el asunto de la investigación, desde la perspectiva de la tecnología, no es el de anular la contradicción sino el de la “solución de problemas” toda vez que la teoría se encamina hacia la acción (Ob. cit.: 253). Su consecución hace necesario el diálogo interdisciplinar y permite la adaptación y puesta en marcha del estilo personal del investigador (Papert, 1995) para lograr cada propósito.

Leopoldo Zea muestra la crisis del logos occidental como el juicio que hacen ahora las culturas tradicionalmente marginadas a aquellas que han elaborado el discurso universal de humanización: el juicio que lanzan los países del tercer mundo a los del primero por su inhumanidad, por haber negado la humanidad de los pueblos marginales en procura de una humanidad eurocéntrica (Zea, 1998). El logos totalitario, reduccionista, abre paso al logos como comprensión y comunicación; al logos que parte de lo concreto y que es capaz de reconocer lo múltiple (Ob. cit.: 210), al que reconoce siempre al otro (Ob. cit.: 209). Así, la crisis del logos eurocéntrico ha permitido la aparición de los pueblos e identidades olvidadas dentro del escenario cultural global. Los proyectos de humanización y de realización histórica dejan de ser impuestos desde la lógica hegemónica y pasan a ser posibilidad de cada pueblo. La cultura, entendida como propuesta de humanización, se deja de concebir como un valor aristocrático, fruto del cultivo de la interioridad, (Eco, 1997), y se plantea ahora como posibilidad independiente del discurso hegemónico.

La caída de los metarrelatos modernos de legitimación de la ciencia, el de emancipación, de corte kantiano (Lyotard, 1984), y el especulativo, de corte hegeliano (Lyotard, 1984) ha abierto la posibilidad, en la llamada condición postmoderna, para que se desarrolle una concepción del saber distinto al asumido por la modernidad. En efecto, en vez de fijar su atención en el establecimiento de métodos seguros para llegar a la verdad, la investigación hoy está guiada por el criterio de performatividad (Lyotard, 1984), el cual no pretende levantar teorías sobre los acontecimientos, buscando universalidad en el juego entre verdad y falsedad, ni discriminar lo justo de lo injusto, lo bello de lo feo, sino que pretende discriminar lo eficiente de lo no eficiente: “una jugada «técnica» es «buena» cuando funciona mejor y/o cuando gasta menos que otra” (Lyotard, J.F.; 1984: 83). El paso a la performatividad marca el tránsito de la ciencia que se enmarca bajo los discursos legitimadores idealistas y humanistas, a la tecnología. El conocimiento, en esta última, se valora no por sí mismo, sino por su utilidad. El interés, pues, que se persigue, no es el

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3. La educación en escena

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La cultura se entiende, pues, como construcción y posibilidad de y en la diferencia. Su comprensión, sin embargo, debe tener en cuenta que cada cultura está atravesada por el aspecto político y por la comunicación (Barbero, 1998). Hoy, las propuestas culturales se construyen dentro del escenario de lo masivo, con toda la carga políticoeconómica que ello conlleva. En efecto, los medios permiten la circulación y el consumo de la información, convirtiendo el capital simbólico en factor de consumo, a la vez que a los receptores en consumidores. No obstante, dado que el consumo no se entiende solamente como simple recepción de contenidos, sino también como conjunto de los procesos sociales de apropiación de los productos, esto

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es, de producción de sentido (Barbero, 1998), la constitución de identidades se ubica dentro del terreno de lo mediático. Las propuestas culturales se van configurando, entonces, en la medida en que ellas resignifican la información que se recibe masivamente. Los pueblos se constituyen dentro de lo masivo, no fuera de ello (Canetti, 1983); lo masivo es, para nosotros, una nueva forma de socialidad y, por tanto, nuestra forma de existencia (Barbero, 1998) . Lo mediático, pues, juega un papel bidireccional en el panorama multicultural: posibilita la confluencia y el diálogo entre diferentes discursos culturales y proyectos de humanización, a la vez que permite a cada pueblo construir su proyecto histórico dentro del panorama global (Ob. cit.: 333).

Quedan, pues, lineamientos claros hoy: la tecnología hace que pongamos el interés en la solución de problemas; lo mediático nos induce a ser actores de nuestra historia dentro de un diálogo multicultural –en el contexto de la Globalización Tardía de Occidente–. ¿Debe asumir este reto el sistema educativo?, de afirmarse su respuesta, ¿qué cambios debe haber en él?, ¿cómo debe proceder? El momento actual exige a la educación respuestas a sus retos. Ante todo, hay un llamado a ser responsables de nuestra historia: por un lado, a utilizar los conocimientos para la acción en problemas y situaciones concretas, guiados por valores asumidos; por otro, a la propia constitución en diálogo intercultural. La educación, como consecuencia, no pretendería igualar a las masas con la élite, pues al permitirse la construcción de identidades diversas, el camino del hombre no consistiría en llegar a esa última, sino en inventarse a sí mismo, pero junto al otro (Dufrenne, 1991). Esto nos lleva a una manera peculiar de entender la educación. En efecto, ésta se postula como el medio que posibilita la continuidad en el proceso histórico de formación de identidades culturales (Leontiev, 1973); por eso, su aparición en la escena cultural no se realiza como


un añadido, sino como necesaria dentro del proceso histórico que permite constituir identidades (Ob. cit.: 29). Es el vehículo principal y más apropiado para que las culturas postulen y lleven a cabo su proyecto de humanización (Ibídem), a la vez que es el espacio en el cual éste se somete a crítica constante. En el terreno de la educación, por tanto, deben ser sometidas a juicio las valoraciones éticas y culturales, y debe estar abierto, dentro de ella, el espacio para la argumentación, no sólo dialéctica, sino también retórica, en miras a la conquista y postulación de los valores que deben guiarla (Perelman, 1997). Esta manera de concebir la educación permite, incluso, entender los medios masivos y las tecnologías no sólo como agentes de información, sino como formadores de la cultura. Ambos, al cabo, se subsumen en el concepto de formación. Con estas perspectivas, que dan sentido y horizonte al sistema educativo, pasamos a la segunda manera de comprender la relación entre tecnología, culturas mediáticas y educación. Esta es la de entender a aquellas como dispositivos educativos. En efecto, la educación debe utilizar todos los dispositivos que la cultura misma le ofrece para cumplir su misión dentro de ella.

La utilización de aparatos tecnológicos y medios de comunicación no se queda en la simple renovación de los dispositivos para hacer lo que se venía haciendo en las prácticas educativas. Antes bien, su uso posibilita lo que antes no era posible o, al menos, que no era posible tan fácilmente: diálogo intercultural, democratización de la información, ampliación de escenarios y tiempos educativos, simulación del operar humano, rapidez en los procedimientos, entre otros. Por ejemplo, el uso de dispositivos virtuales para hacer mapas conceptuales (como es el caso de Cmap Tools 3.3.) no solamente permite hacer lo que antes se hacía en el papel, esto es, el mapa, como tal, sino que impulsa el aprendizaje visual, ya que, por medio de la representación, permite organizar los conceptos y los enlaces jerárquicamente y según el interés, de manera estética y más rápidamente; así mismo, muestra las jerarquías conceptuales y el interés del mapa visualmente, gracias a la conversión en “telarañas”; estimula el aprendizaje colaborativo en la medida en que permite trabajarlos simultáneamente en línea; desarrolla el análisis lingüístico y la representación del conocimiento, ya que permite convertir el mapa en expresiones gramaticales binarias, así como convertir expresiones de este tipo en

mapas; por citar algunas diferencias. De igual forma, piénsese en el alcance que tienen hoy los medios de comunicación y, por ende, en su posibilidad educativa; en el desarrollo de competencias lingüísticas, en los medios auditivos e impresos y en el desarrollo de imaginarios visuales y estéticos en los medios visuales. Siguiendo esta vía, se encuentra dentro de las posibilidades tecnológicas la simulación de operaciones humanas, lógicas y biológicas, en la inteligencia artificial y la cibernética, respectivamente (Papert, 1995). Con todo, queda vigente la hipótesis de Papert: el uso de las nuevas tecnologías terminará renovando el qué se enseña y cómo se enseña (Papert, 1995). Pero, además de los ejemplos ya mencionados, vale la pena insistir en que las nuevas posibilidades de la tecnología, desde la perspectiva de la constitución cultural que se dan a partir de ella, estén dadas por las herramientas Web 2.0; en tanto en torno a ellas se consolidan proyectos de construcción de comunidades educativas y culturales. Queda así establecida la necesaria complementariedad entre las dos maneras de entender la relación de los conceptos que estudiamos. Las maneras culturales de ser que imponen la tecnología y los medios masivos, al trasladarse al campo

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de la educación deben cristalizarse en entornos de aprendizaje, dispositivos didácticos, prácticas y proyectos educativos, etc. Así mismo, el diseño de estos espacios y dispositivos, los objetivos de los planteles y programas, y demás elementos de la educación, sin la comprensión del momento cultural al que responden, carecerían de sentido y se perderían del horizonte en el cual son posibles.

Algunas conclusiones y perspectivas de trabajos provisionales Los proyectos de formación que hoy se diseñan y configuran, toman al mundo tecnologizado y comunciado como su entorno de posibilidad. Así, el diseño de cualquier proyecto educativo tiene que contar no sólo con este horizonte como punto de partida, sino también un horizonte para su realización. De otro lado, el ejercicio pedagógico en la condición posmoderna está

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obligado a reconocer nuevos espacios y nuevas formas de construcción de subjetividad y de identidades culturales, en medio del diálogo intercultural. En virtud de esto, se hace necesaria la inclusión de nuevas categorías dentro de su discurso, o al menos, replantear las existentes. Así, pues, por ejemplo, la noción de presencialidad queda redefinida al tenor de la posibilidad de hacer presencia ‘virtualmente’ en escenarios –igualmente virtuales– para el aprendizaje; piénsese en plataformas e-learning con la gama de posibilidades que brindan las herramientas Web 2.0, además de las posibilidades de formación que de ellas se desprenden. De la misma manera, la participación, expande sus límites temporales toda vez que puede ser simultánea, en el caso del chat, y asincrónica, en el caso del correo electrónico y páginas interactivas. Las categorías de maestro y estudiante se reinterpretan, también, a partir de nociones como

responsabilidad y co-responsabilidad, colectividad y jerarquía, entre otras. Quedan, pues, dos esferas, complementarias: la de la cultura tecnológica y mediatizada que hace las veces de condición de posibilidad para la realización de los proyectos de humanización, de formación –que siguen siendo, no obstante los avatares de la posmodernidad, el asunto de los procesos pedagógicos–. La otra, la que toma en cuenta las condiciones de la enseñanza, igualmente afectadas por la emergencia de estas tecnologías, con los efectos en la construcción de identidades. En la intersección entre estas dos dimensiones se haya, en efecto, la distribución del capital simbólico, asunto o como tema que tiene que ser enfrentado en la pedagogía como responsabilidad política. Subyace a todo esto, entonces, la preocupación por trabajar en y por hacer de este mundo, un mundo humano; un mundo a la medida humana (Eco, 1997).


Bibliografía Fuentes citadas

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resumen de investigación 1

Educación virtual

¿Simulando lo educativo? Claudia Rozo, Javier Peña, Maximiliano Prada, Guillermo Cárdenas, Diana Sáenz Grupo de Investigación U. Los Libertadores.

acrozo@libertadores.edu.co

Torre luz - De la serie Conexiones. Girardot, 2008


Resumen

Resumen

El lector de Polemikós encontrará en este texto los avances del trabajo de investigación Educación Virtual en las Instituciones de Educación Superior: Una propuesta interpretativa*,1a través del cual el grupo de investigación explora las comprensiones que sobre Educación Virtual (E.V.) subyacen en la institución educativa, entendida como sistema cultural. Los avances de los investigadores han permitido una aproximación a la E.V. comprendida desde cuatro dimensiones: filosófica, tecnológica, comunicativa y pedagógica, teniendo como referente la política. * El proyecto de investigación se adelanta desde la línea de investigación institucional Pedagogía, Medios y Mediaciones de la Fundación Universitaria Los Libertadores, en él participan docentes investigadores de las Facultades de Ciencias de la Comunicación, Psicología, Educación virtual y a Distancia y dos pasantes de investigación. Co investigadores: Javier Peña, Maximiliano Prada, Guillermo Cárdenas, Diana Sáenz; pasantes de investigación: Aura Fragua y Jennifer Marín. Investigadora principal: Claudia Rozo.

Palabras clave

educación virtual, entornos digitales, sistema cultural, cibercultura, e-learning


INTRODUCCIÓN

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En el escenario de la Educación Superior, la apuesta por desarrollar modelos de “Educación Virtual” se muestra como la vía sin retorno en aras de “la calidad y la cobertura”. Sin embargo, estos enfoques que se han venido legitimando e impulsando desde las políticas internacionales y nacionales se asientan en las instituciones educativas con las urgencias propias de responder, sin reparo, a la exigencia de avanzar en la vía de adopción de tecnologías de información y comunicación, entre ellas, redes de comunicación, Sistemas de Administración del Aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés), entre otros; con el reconocimiento de que el fortalecimiento de la educación constituye una vía para el desarrollo. Así mismo, desde las políticas de mejoramiento y aseguramiento de la calidad se proponen sistemas de medición que promueven la estandarización a través de indicadores homologables en el concierto internacional, con lo cual se reconoce la competencia mundial por el mercado educativo. Desde este marco se promueve el fortalecimiento y la ampliación de la oferta educativa de educación superior, a través de modalidades que se apoyen en nuevas tecnologías. Así las cosas, las Instituciones de Educación Superior (IES) colombianas incursionan en el campo de los entornos digitales, sin un reconocimiento pleno de las implicaciones de la educación virtual y con muy pocas comprensiones de lo que esta apuesta educativa implica en términos filosóficos, tecnológicos, comunicativos y pedagógicos. En este contexto, el problema de investigación planteado explora las concepciones que subyacen en la institución educativa, para nuestro caso Fundación Universitaria Los Libertadores, en torno a los discursos, prácticas y ambientes que componen -desde su entramado de relaciones- el sistema cultural que comporta unos modos de ser, de comprender, de hacer y de escenificar la denominada E.V. El equipo de investigación considera que la claridad conceptual en esta materia permitirá la definición de políticas, planes, programas y proyectos que faciliten la articulación de procesos de mejora y evaluación de la calidad de la educación desde enfoques objetivos y contextualizados.

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¿Qué es lo virtual de la educación virtual? Esta es la pregunta central de nuestra investigación ¿Qué es lo virtual de la educación virtual? Este interrogante permite entrever un interés explícito por rastrear, indagar, observar y advertir todo aquello que denota la comprensión de virtualidad en el plano educativo; en este sentido y señalando la complejidad que implica asumir el estudio de la E.V. desde las cuatro dimensiones propuestas (filosófica, tecnológica, comunicativa y pedagógica), con el reconocimiento de la institución educativa como sistema cultural, propone partir hacia una aproximación de “lo virtual”. Los avances del estudio permiten reconocer que lo virtual no se relaciona exclusivamente con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), pero ellas “lo intensifican y lo reinventan de alguna manera”; en el campo de la educación y específicamente de la educación a distancia, se han identificado algunos de los asuntos que la problematizan, la tensionan, la interrogan, la cuestionan, la descentran, obligándola a encontrar sentidos en parámetros no tradicionales, desde enfoques más filosóficos y epistemológicos. Sobre este tema, es indispensable que la denominada educación virtual E.V., reconozca de manera amplia los fenómenos


espacio – temporales, que tienen lugar en otro lugar, las diversas relaciones que se tejen en el escenario desterritorializado, las subjetividades e identidades que van emergiendo en la red, las alteridades que permiten otros reconocimientos, la legitimidad, la autoridad y las inimaginadas relaciones que son posibles en lo virtual. Todo lo anterior obliga a un abordaje de esta problemática que permita interpretar el complejo terreno de la virtualidad, máxime, si se pretende asumir éste como un entorno en el que se lleva acabo el acto educativo, con las particularidades propias y diversas que caracterizan a la educación. Para analizar la “educación virtual” -promovida por las políticas internacionales y nacionales-, se requiere reorganizar el horizonte de la virtualidad, revisar el contexto de desordenamiento y descentramiento educativo que tensiona los enfoques y escenarios pedagógicos, incluyendo la educación a distancia, marco en el que se ha instalado la E.V., los sujetos del acto educativo, sus entornos y realidades, así como sus comprensiones de mundo, para poner de presente los problemas de la implementación de la educación a distancia, como las “sobredimensionadas posibilidades que se le atribuyen a las tecnologías de información y comunicación” (Rozo, 2008. pág. 219).

Por lo anterior, el estudio se adentra en auscultar desde la filosofía, la tecnología, la comunicación y la pedagogía, las posibles comprensiones que sobre Educación Virtual tienen las instituciones educativas, entendidas como Sistemas Culturales. Para ahondar en esta disertación las dimensiones filosófica y tecnológica hacen aportes sustantivos sobre lo virtual. Es claro que la actitud filosófica requiere agudizar el cuestionamiento central frente a las transformaciones sociales y culturales, relacionadas con las TIC, de manera que esto permita establecer en qué medida estos cambios pueden denominarse virtuales, -especialmente en la educación en donde este ejercicio no es la norma-, cómo pueden ser comprendidos y elaborar horizontes de sentido más amplios. Lo que exige la deconstrucción de enfoques tecnologicistas o empiristas, esto implica la comprensión de la estructura triádica del ser: Lo real, lo simbólico y lo imaginario (RSI), que permita considerar cómo los tres términos están

integrados fractalmente y proyectados entre sí. Según Lacan (2006. p.16) la noción de “realidad” está articulada mediante la significación (lo simbólico) y la esquematización característica de las imágenes (lo imaginario). La función de lo imaginario es detener la ausencia de límites de lo simbólico alrededor de ciertos fantasmas fundamentales. “Lo real, por el contrario, no pertenece al orden (simbólico-imaginario) de la significación, pero es precisamente aquello que niega tal orden; aquello que no puede ser incorporado en él”. (Zizek 2001) comparte con Deleuze, que la “realidad de lo virtual” tiene algo que no es actual, pero que tiene causas reales y consecuencias reales. En ese imaginario digitalizado, reconocido como ciberespacio, las resistencias entre los defensores a ultranza del escenario ciberespacial (tecnófilos) y quienes rechazan siquiera su existencia (tecnófobos), manifiestan una profunda ambigüedad: para los tecnófilos el ciberespacio es un universo de movilidad sin

Los dispositivos tecnológicos que se han insertado en la vida de la escuela son sólo una parte de los desarrollos conocidos como virtuales, y requieren ser contextualizados a un tiempo y lugar para precisar la tecnología virtual que impacta a la educación. 111


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fronteras, insensible a lo real, es decir, una visión del idealismo gnóstico de un nuevo campo en el que los seres humanos se transformarán en realidades virtuales que flotan libremente en un espacio compartido; por el contrario, para los tecno-conservadores el “ciberespacio es una trampa ilusoria que socava el potencial humano y su capacidad para ejercer la libertad y la autonomía verdaderas” (Zizek,2001 pág. 95). En este debate, lo que ni tecnófilos ni tecno-conservadores logran captar es que

Niños en río - De la serie Gente. Supía, Caldas, 2008.

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la realidad real no es una de las múltiples realidades virtuales, no es una ventana más en el ciberespacio; esto implica que ni se puede negar totalmente la realidad externa y asumir que la vida real no es tan sólo una ventana más, ni debemos asumir una plenitud de la realidad fuera del universo virtual. Para Zizek, “lo que necesita ser desplazado, es justamente la idea de que lo real es el mundo- de- la-vida radical, lo real lacaniano, es precisamente “más real que la realidad”; como tal, interviene en las rupturas de la realidad”

(2006, pág. 95), lo que pone de presente la complejidad de la virtualización y evidencia que una de las claves de análisis indispensables para comprender los niveles de afectación en nuestras vidas es trascender lo meramente tecnológico. Desde esta perspectiva, el acercamiento de la dimensión tecnológica exige comprensiones más avezadas y la necesidad de señalar algunas precisiones: Los dispositivos tecnológicos que se han insertado en la vida de la escuela son sólo una parte de los desarrollos conocidos como virtuales, y requieren ser contextualizados a un tiempo y lugar para precisar la tecnología virtual que impacta a la educación. Lo virtual como mundo simulado propuesto, en 1965, por Ivan Sutherland, en su ponencia “The Ultimate Display”, quizás en el mismo espíritu abierto por Alan Turing, quien en 1930, preguntaba por las opciones que tienen las máquinas, en su caso concreto, alternativas para pensar y el concepto de mundo virtual como una nueva posibilidad que se abre en la tecnología para simular el mundo. Para Sutherland, se reconocen dos aspectos claves en lo virtual: Por un lado, el tipo de imágenes que compone el mundo virtual y por otro, la sensación de inmersión que éstas provocan en el usuario. A diferencia de otras tecnologías, como la empleada en los inicios de la


fotografía, la televisión y el cine, las imágenes virtuales no son una representación directa del mundo; no son su analogía. En lugar de ello, son una proyección (simulación) de un modelo escrito en lenguaje lógico-matemático; de allí que se hable de imágenes digitales. Así, las imágenes proyectadas en los mundos virtuales no requieren un análogo en el mundo físico; su referente no es el mundo representable, sino el mundo posible expresable en lenguaje de programación. Esta idea podría indicar la existencia de un mundo real y otro no real, sin embargo es preciso señalar que el segundo eje de la definición señala que las imágenes del mundo virtual se presentan al usuario en forma de realidad, por medio de la opción de inmersión en ella. Se trata de una realidad que no necesariamente respeta las reglas del mundo físico en el que nos movemos, tal como lo expresaba Sutherland, el cual exige nuevos aprendizajes acerca de cómo movernos dentro de ella, qué debemos hacer, con qué posibilidades y restricciones. Lo virtual como red supone la presencia de comunidades virtuales, redes y trabajo colaborativo. La unión entre imágenes virtuales y telecomunicaciones surge en los años 60; pero es la masificación de Internet, en la década de los 90 y la aparición de la Web 2.0, en la primera década del siglo xxi, la que,

en efecto, generó otra idea de lo virtual, la idea de la red. 4 12 aunque tiene una base técnica, tiene su eje en los cambios, en las condiciones culturales y sociales que han acompañado a estas tecnologías, como diría Castells (2006, pág. 55). Bien podría decirse que frente a la primera idea de virtualidad como mundo posible o simulado, estos cambios han estado marcados tanto por las alternativas que brindan las nuevas condiciones de acceso y flujo de información, como por las configuraciones que crea el mundo compartido, construido colectivamente, participativo. Estas dos ideas permiten pensar en un tránsito así: De la idea de mundo posible se da paso a la de ciberespacio, Telepolis, tercer entorno (entre otras denominaciones), como mundos realizados y en permanente construcción. Y la idea de inmersión en un mundo que provoca la sensación de realidad, a la idea de navegar e interactuar en un entorno social. El tránsito, no obstante, descuidó algunos elementos fundamentales en la anterior concepción. Quizás uno de los más importantes es el de la acción corporal1: Mientras en aquél el cuerpo jugaba 1 “En el sistema virtual el papel predominante del cuerpo como elemento activo y motor, y no ya simplemente como receptor pasivo e inmóvil, aporta una dimensión absolutamente nueva respecto a las técnicas clásicas de

un papel primordial, en tanto se trataba de entrar en el mundo simulado a partir de las sensaciones, del esfuerzo físico, del movimiento; en la virtualidad como red este aspecto es descuidado, al punto que el cuerpo se ha convertido en el gran sacrificado de este desarrollo, dibujando un panorama de identidades perdidas, emergencia de nuevas subjetividades e intersubjetividades. Estas evidentes trasformaciones demarcadas por una concepción filosófica y un modo de entender la tecnología virtual generan cambios sustantivos en las formas de comunicación que sugieren la emergencia de procesos de interacción en relaciones dialógicas ceñidas por contextos múltiples, representación espectacular, como la televisión y el cine. Las técnicas virtuales transportan el cuerpo del espectador-actor al seno del espacio simulado, le ofrecen el medio más natural, el menos codificado lingüísticamente, de incorporar las nuevas imágenes, de vivirlas desde dentro. Le proyectan en un universo simbólico y real, que él puede ligar o desligar, isomorfo o paradójico, físico-químico o poético-onírico. El espectador puede adoptar el punto de vista del misil o de la mantis religiosa, animar el cuerpo de la campeona de gimnasia, encarnarse físicamente en los dedos del pianista o en las fauces del león. Ya no se trata simplemente de contemplar, a distancia y frontalmente, la imagen de algo, sino de introducirse en los intersticios de una realidad compuesta, mitad imagen, mitad sustancia” (Quéau; 1993. pág. 16) 113


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diversos, ricos en lenguajes y formas de expresión heterogéneas, que reflejan las transformaciones de los sujetos nativos y de los nómadas de la red. El ciberespacio reclama entonces la reconfiguración del viejo paradigma comunicativo expresado en emisor – receptor, quiebra el concepto de comunicación masiva, permite en un mismo lugar la expresión de lenguajes múltiples, integrados y afecta significativamente la cultura que habita en la red: La cibercultura (y fuera de ella) y a los sujetos que allí interactúan. Tal como señala el profesor Orihuela de la Universidad de Navarra y de la Coruña, “Internet ha trastocado gran parte de los paradigmas que, hasta ahora, nos ayudaban a comprender los procesos de comunicación pública en los medios”(Orihuela. 2002. pág. 1) y que, sin lugar a dudas, demanda otros modos de comprender las lógicas comunicativas más próximas a la idea del autor – lector, o productor – actor; que establece distintas relaciones comunicativas en red y quien se hace visible en el espacio ciber a través de sus interacciones, de sus formas de expresión en diversos lenguajes, formatos, a través de signos y símbolos que comparte con su comunidad en la Web. Otro elemento clave en el análisis de la dimensión comunicativa, se relaciona con la facilidad de acceso a un sinnúmero de Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

información disponible en el ciberespacio, su validez, la capacidad de hacer uso adecuado de la misma, las habilidades para interpretar y reinterpretar estos datos, la solvencia para hacer búsquedas, analizar, usar y tratar la información, a la que cada vez es más fácil acceder. Sin duda la emergencia de este “ecosistema comunicativo” (Martín Barbero, 1999; Orozco, 2001) en el que el lenguaje audiovisual, la imagen, el movimiento, la velocidad, la convergencia, la instantaneidad, configuran otras relaciones con el saber, otros modos de producir conocimiento, otras formas de interacción, en esencia, otras maneras de ser sujeto en la red, de identidades colectivas, de asumir y construir lo cultural. Desde estas comprensiones, la construcción de la dimensión pedagógica no sería viable sin tener en cuenta el entorno social, cultural y tecnológico que se configura en el espacio de las redes de información y comunicación, los modos y las formas en las cuales los sujetos se asumen y toman cuerpo en la red; las subjetividades que allí emergen, los lenguajes y las comunicaciones que transitan en la Web; la transición entre lo real y lo “virtual”, por mencionar sólo algunos de los asuntos que tensionan la idea de la E.V. Como sostiene Hartmann (2003. pág. 141), en la matriz mediática, no se trata ya de dualismos; la exigencia va más a la raíz, a un nuevo pensamiento que soporte

formas híbridas. (…) Son necesarios los modelos que logren representar la contradictoria complejidad de los fenómenos culturales y comunicativos y no que simplemente la reproduzcan”2. Todo lo anterior demanda de la E.V., apuestas que reconozcan la complejidad de lo virtual más allá de la simulación de los espacios presenciales (o en el peor de los casos, la dinámica de la educación a distancia de primera generación) en las plataformas LMS. Es decir, comprensiones de lo virtual como red -siguiendo los aportes de la dimensión tecnológicadonde lo pedagógico se construye en esencia, desde una relación constante entre la cultura, poder, sujetos y conocimiento en permanente tensión, esto obliga a tomar distancias de las certezas adquiridas por la tradición de la educación presencial y los tránsitos de la educación a distancia, en una reestructuración (deconstrucción y construcción) de cadenas de conceptos, de prácticas y discursos instalados, y a transitar por senderos de posibilidad, a modo de Lévy. Bajo estas consideraciones en la dimensión pedagógica de la E.V., la pregunta por el sujeto, en su multidimensionalidad histórica, política, cultural, 2 Michael, Giesecke. En busca de ideales educativos postipográficos. Traducción de Fernando Leguizamón (2009).


en condición y su capacidad de enseñar y aprender, de ser autor y lector, que participa e interactúa en entornos tecnológicos y mediáticos que tercian el acto educativo, impugna los enfoques que procuran la elaboración de contenidos uniformes y estáticos, puestos en plataformas de e-learning, desde las cuales se pretende impartir una “educación virtual” homogénea, global y universal con estándares internacionales de calidad. Así las cosas, lo pedagógico en la E.V reclama el reconocimiento de las transformaciones que se evidencian en el entorno de la red, el análisis permanente de las relaciones entre información y conocimiento en estos escenarios, los fenómenos espacio temporales que quiebran la noción de presencialidad, las consideraciones de las identidades individuales y colectivas, los formas de relacionarnos con el conocimiento en cuanto individuos y en cuanto colectivos, la elaboración de currículos flexibles, los criterios de evaluación como procesos que den cuenta no sólo de los aprendizajes disciplinares, sino de la formación de sujetos autónomos –desde la autonomía kantiana-,

de los procesos comunicativos – educativos, donde se cuestionan los esquemas horizontales y unidireccionales. En general, asuntos todos que trascienden la idea generalizada de modelos pedagógicos estáticos y rígidos, medidos con criterios de eficacia y eficiencia, que obligan a la deconstrucción y construcción como constante de los temas que contradicen permanentemente a la denominada Educación Virtual.

La pregunta se mantiene y la indagación continúa Los estudios del equipo de investigación, desde cada una de sus dimensiones, y el análisis inicial del contexto político, se constituyen en los componentes que han definido las claves de análisis para iniciar la exploración de los discursos, prácticas y ambientes de la institución educativa, entendida como sistema cultural, esto es dinámica, heterogénea, diversa y compleja, articulada a la estructura social desde la que se orientan políticas, lineamientos y programas. Es posible pensar que la Educación Virtual se halla en la encrucijada

de responder a los retos planteados por diversos modelos socioeconómicos y políticos, teniendo en cuenta que se debe responder a indicadores internacionales, pero al mismo tiempo a ideologías de transformación social que demandan el respeto de las características propias de los contextos. Por consiguiente, y para profundizar en el análisis, este proyecto de investigación prevé una segunda fase centrada en el análisis de la política en relación con la Educación Virtual, sus implicaciones y comprensiones de la problemática planteada. Para dar inicio a esa segunda fase, el equipo de investigación avanza en la observación, indagación y exploración de las cuatro dimensiones asociadas al sistema cultural de la entidad educativa a través de lo cual se pretende comprender las concepciones, que en materia de educación virtual, subyace en la institución. De esta manera, el grupo de Comunicación, Cultura y Tecnología, que adelanta esta investigación, proyecta fortalecer los procesos de investigación en este campo.

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resumen de investigación 2

Los procesos comunicativos en las redes informales de joyería en la zona de La Candelaria Jorge Cifuentes Valenzuela Carlos Cubillos Leal Rafael Ayala Sáenz Alberto Gómez Melo Grupo de Investigación U. Los Libertadores.

rafaelayalasaenz@gmail.com

Fotos: Río minería - De la serie Mineros. Supía, caldas, 2008.


Resumen

Resumen

Palabras clave

El siguiente es un artículo que presenta un avance del trabajo realizado en el marco del proyecto Innovación en la Comunicación Organizacional: estudio de caso de las redes manufactureras de la joyería en Bogotá, realizado en el año 2008 en el que se propone realizar un estudio de la complejidad comunicativa de las redes informales de trabajo en La Candelaria. Se presentan objetivos y justificación, una descripción del marco teórico general acogido en la investigación, luego una descripción de la metodología así como los conceptos adoptados en el desarrollo de nuestra matriz de análisis.


INTRODUCCIÓN El objetivo de la investigación fue crear y formular un modelo de comunicación organizacional acorde a la naturaleza y dinámica de desarrollo de las redes productivas de manufactura de la joyería localizada en la zona central de la ciudad de Bogotá D.C. que permita entender el modo como está estructurado el trabajo asociado en la zona de la Candelaria y la percepción que tienen sobre sí mismos y sobre sus semejantes los joyeros, en cualquiera de los niveles de trabajo en la producción y/o comercio a que se dediquen en la cotidianidad. Para entrar en materia, el ejercicio de la joyería hoy día implica para los artesanos tradicionales competir con las técnicas y eficiencia en el diseño de joyas, industrializado que se producen en el extranjero con muy buena calidad, costos relativamente altos y certificados de diseño (López, G. & Lombana R, 2003). Sin embargo, las condiciones en las que ejercen su trabajo nuestros artesanos no son las mejores, pues entre otras, a veces se da el hacinamiento en los talleres, un flujo de demanda de trabajo irregular por parte de sus clientes, no se cuenta con una visión de empresa formalizada y por tanto, tampoco se cuenta con el apoyo de los bancos, lo que entre otras cosas implica tener problemas económicos para conseguir insumos, protección social, estabilidad y posibilidades de mejorar su calidad de vida. Por otro lado, hay un cierto apego a ciertas formas de trabajo que, de modo inconsciente, mantienen rezagadas las posibilidades de nuestros artesanos en el mercado local y por supuesto, exterior. Nuestra hipótesis al iniciar este trabajo es que el problema comercial se encuentra relacionado con la percepción negativa que los joyeros han construido sobre sí mismos y sobre su actividad en los diferentes procesos de interacción en que tienen lugar sus encuentros; de esta percepción se desprende un imaginario social de desconfianza que se extiende más allá de sus fronteras y llega a ser percibido por sus clientes. Esta desconfianza afectaría las relaciones entre pares, pero también afecta aquellas que se dan entre los joyeros y las instituciones y viceversa, lo que se transfiere a los mismos procesos de investigación y capacitación que ofrecen las instituciones en el marco de programas estatales o regionales, convirtiéndose ésta en una de las principales causas de fracaso o “alcance parcial” en los resultados de dichos proyectos. Así las cosas, los intentos por unir los centros de diseño gráfico e industrial a la cadena de producción de joyas no pasarán de ser proyectos incipientes, y los joyeros tradicionales, que no son lo suficientemente arriesgados en el diseño, pueden terminar sucumbiendo al mercado que exige una calidad y unos estándares a los que,

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en la actualidad y en las condiciones que se encuentran, no podrían aspirar muchos de ellos en La Candelaria. Al parecer el problema tiene que ver con la baja tendencia a la compra de joyas a nivel local, lo que se encuentra probablemente relacionado con la crisis económica que ha vivido nuestro país en los últimos años, pero también con la diversificación de la industria de la bisutería1 que gracias a sus diseños se ha abierto espacio en un ámbito más juvenil, aunque sea importante en todas las edades. Este nuevo mercado ha desplazado al de metales y piedras preciosas, también en La Candelaria, lo que contrasta además con que esta zona de producción de joyería no es muy dada, como hemos dicho, a concebir diseños propios aunque se imite con calidad, punto importante ya que implica el desfase con el cliente que espera innovación mientras el productor, al parecer, se ve incapacitado para ofrecerla. Resultan ser significativas las estadísticas y los reportes nada optimistas para este sector geográfico y económico del centro de Bogotá que en la Colonia fuera el único lugar autorizado para certificar metales y hoy es la zona de la 1 Bisutería (del francés bijouterie) es como se conoce al tipo de industria que produce objetos o materiales de adorno que imitan a la joyería pero que están hechos de materiales no preciosos.

ciudad en la que se concentra el más numeroso e importante conglomerado de producción y comercio de joyas del centro del país, pero que presenta características que hacen pensar en la quiebra a futuro de esta industria local que nunca llegó a la formalidad total de sus empresas. Los rasgos apuntados por Fenalco el año inmediatamente anterior, por la fecha en la que realizamos el trabajo de campo, son elocuentes con suficiencia: La poca capacidad de las cadenas productivas, la informalidad, la insuficiente calidad y diseño de productos, la falta de tecnología en los procesos de producción, los altos precios, la poca especialización del trabajo y las dificultades en la comercialización por un desconocimiento sobre la operación del mercado, son problemas que enfrenta el sector, explica Carolina Nieto, gerente económica de Fenalco Bogotá. (Portafolio, 25 de agosto de 2008)2. Es de anotar que estos reportes de Fenalco no toman en consideración la 2 Gómez G., Constanza. (2009). Encuentran más debilidades que fortalezas en Negocio Joyero en el primer semestre de este año. las exportaciones de ese renglón sumaron 626 millones de dólares. En: Portafolio.com. co Recuperado el 19 de junio de 2009 de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3067045

importancia de los problemas de comunicación, ni la calidad de la interacción e integración de los individuos dedicados a actividades relacionadas con la joyería. Por otro lado, el trabajo artesanal ya no corresponde a aquel ejercido por el artesano del pasado que realizaba todas las partes del proceso de fabricación de la pieza, pues se ha producido en el tiempo la fragmentación y diferenciación del empleo propias de la especialización en el área. Como veremos más adelante, los artesanos de La Candelaria, en la actualidad producen sus joyas a partir de la subcontratación de servicios y otros productos que “ofrecen a” o “son ofrecidos por” sus vecinos. Pero así como unos venden y comparten sus servicios a los otros, se da un fenómeno simultáneo de tipo contrario -caso de contradicción y complementariedad-, ya que es común que se hagan trampas, se juegue sucio, se quiten clientes y se rebaje el trabajo no sólo en calidad sino en precio. Ahora bien, nuestro interés en este caso es producto de experiencias anteriores cuando, parte de nuestro equipo actual desarrolló diferentes actividades, unas de investigación y otras comerciales, propuestas como un modo de apoyar desde la academia la consecución de mejores oportunidades económicas y de desarrollo en este sector de la joyería en Bogotá. En dichas experiencias 121


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se perfilaron distintos problemas de tipo comunicativo que nos interesaron ya que parecían estar relacionados estrechamente con los modos de auto-representación de los involucrados, es decir, con sus creencias sobre sus capacidades frente a las capacidades de los otros. Esto nos llevó a pensar que el lazo de compromiso en el trabajo que se establece en la informalidad es más dependiente que ningún otro del sentimiento de confianza que es posible inspirar. La pregunta que nos formulamos entonces fue ¿Cómo representar de modo complejo el proceso de comunicación de los joyeros de la zona de La Candelaria? Ya que con esto pensamos que podremos obtener algunas certezas acerca de la influencia de los problemas de confianza en el desarrollo de las prácticas asociativas.

Descripción de la población elegida Las redes productivas de joyería del centro de Bogotá D.C. constituyen un conglomerado de proveedores, productores y comercializadores de joyería que generan la mayor parte de productos que se manufacturan en la ciudad. Están conformadas por proveedores de materias primas, insumos, herramientas y equipos de joyería, artesanos joyeros, talleres de manufactura de joyería, talleres de diseño y producción de joyería, Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

comercializadores de joyas, establecimientos comerciales de joyería y organizaciones gremiales de artesanos, joyeros y diseñadores asociados, además de las instituciones de apoyo al sector. La localización geográfica tuvo su origen en la época colonial por disposición de la corona española de asentar a los orfebres del oro y la plata sobre la calle 12, único lugar autorizado para certificar estos metales. Hoy por hoy, cerca de 500 establecimientos, entre talleres de producción y establecimientos comerciales de joyería se localizan entre las calles 11 y 15 (Avenida Jiménez) y las carreras 4ª y 7ª del sector de La Candelaria, conformando el más numeroso e importante

conglomerado (mini-cluster) de producción y comercialización de joyería de la región central del país. En esta área urbana podemos encontrar una condición bien definida: los primeros pisos de los edificios se localizan los establecimientos de comercio de joyería o comerciantes de las joyerías y en los pisos segundos, terceros y cuartos pisos se localizan los productores de joyería en oficinas y áreas que en otras épocas pertenecieron a abogados y otros profesionales. Entre los grupos anteriores no existen, necesariamente, relaciones permanentes entre ambas actividades, es decir, que los productores de arriba no son los proveedores de abajo.


Los productores de joyería Los productores que forman parte de las redes productivas de joyería de Bogotá D. C. se clasifican en dos grupos de acuerdo a la organización de los factores de producción y la productividad resultante de dicha organización: los artesanos y los talleres de manufactura.

Los artesanos joyeros Se denominan artesanos joyeros a las personas que realizan todas las fases de trabajo necesarias para la producción completa de una joya, basados en su habilidad y pericia manual. Adquieren los conocimientos requeridos por transmisión de generación en generación y por la diversidad de tales conocimientos son llamados joyeros integrales. Los artesanos joyeros llegan a realizar trabajos artísticos de joyería cuando la pericia manual y el sentido de gusto se unen a través de muchos años de experiencia, con lo cual dotan a sus productos de un alto valor agregado generado en las destrezas manuales y la sensibilidad estética. La unidad básica de trabajo está formada por un maestro artesano acompañado por uno o varios aprendices. El maestro trabaja en un banco de joyería que posee unos equipos y herramientas manuales. Cuando el maestro artesano y su aprendiz ocupan un espacio de trabajo

independiente se denomina taller de artesanía individual. Cuando varios artesanos se ponen de acuerdo para reducir gastos -por ejemplo, tomando en arriendo un mismo espacio de trabajo, adquiriendo y compartiendo materias primas, equipos y herramientas- aunque manteniendo cada uno su independencia en el trabajo sobre sus respectivas joyas, se denomina taller de artesanía cooperada. En un taller de artesanía cooperada suelen trabajar entre dos y tres artesanos. Cuando el maestro artesano requiere aumentar su capacidad productiva, confía alguna de las fases de trabajo a otro artesano, introduciendo la división del trabajo de las distintas fases de producción entre varias personas, con lo cual se transforma la artesanía individual o cooperada en un proceso manufacturero y el respectivo taller en un taller de manufactura.

Los talleres de manufactura Un taller de manufactura es la reunión de varios joyeros que realizan manualmente las distintas fases complementarias e interdependientes de la producción de una joya. Se basa en la división del trabajo y en la necesaria coordinación entre las distintas operaciones de producción. Este proceso manufacturero de división del trabajo constituye la estructura bási-

ca de las redes de manufactura. El taller de manufactura homogénea: Cuando varios joyeros especializados se reúnen en un taller para realizar sucesivamente las operaciones de transformación de una materia prima que recorre paso a paso los sucesivos cambios hasta convertirse en joya (por ejemplo, diseño, modelado, casting, engaste, acabados, etc.) se denomina taller de manufactura homogénea. La reunión de los distintos joyeros de la manufactura homogénea puede localizarse en el seno de un mismo taller, o bien, en distintos talleres que realizan, cada uno de ellos, un trabajo especializado complementario necesario para la producción de la joya. En el primer caso, las relaciones entre joyeros especializados de manufactura son internas al taller. En el segundo caso las relaciones entre joyeros especializados se realiza entre distintos talleres, como relaciones externas a cada taller. Sin embargo aparecen como si se realizaran entre talleres independientes y autónomos. Los talleres que prestan servicios de fundición, laminado, trefilado o estampación, por ejemplo, se caracterizan por desarrollar funciones específicas dentro de la cadena manufacturera de elaboración de una joya, formando así parte integrante de talleres externos de manufactura. 123


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Esta aparente independencia y autonomía de los talleres de manufactura externos, es reforzada por cuanto la relación dominante se lleva a cabo a través de la modalidad de subcontratación. Aunque por la naturaleza inter-dependiente de las operaciones complementarias cada taller está obligado a mantener las relaciones externas, los productores parciales no tienen tal percepción y se ven a sí mismos como agentes independientes y autónomos. El taller de manufactura heterogénea. Cuando varios artesanos o talleres manufactureros especializados producen diferentes componentes parciales de un producto de joyería que, al final otro taller se encarga de ensamblar, se denominan talleres de manufactura heterogénea. Los varios talleres que participan conforman una red de componentes complementarios cuyas interdependencias los obligan a mantenerse en relaciones productivas. Aquí la dependencia no se produce como necesidad de distintas actividades de trabajo sucesivas sino por la complementariedad de componentes para ensamblar un producto final de joyería. Las redes de manufactura. Las relaciones entre talleres artesanales, individuales o cooperados, y los talleres de manufactura internos y externos establecen diversos tipos de relaciones que, por Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

necesidades funcionales de la producción sumada a otras variables se tejen diversas relaciones de producción que hemos denominado redes de manufactura, por basarse en el trabajo y las habilidades manuales de los productores.

El entorno de las redes Según Artesanías de Colombia, entidad encargada del apoyo a los artesanos, los productos de joyería se clasifican en tradicionales, de diseño y artísticos. La joyería tradicional del país se encuentra localizada en Mompós (Bolívar), Barbacoas (Nariño) y Santa Fe de Antioquia, destacándose en ellas la aplicación de la filigrana; la joyería de diseño, por su parte, se localiza en las grandes ciudades del país como: Bogotá, Medellín y Bucaramanga, y la artística o no tradicional se produce en los talleres de las pequeñas localidades y en ciudades intermedias, como: Caucasia (Antioquia), Quinchía (Risaralda) y Marmato (Caldas). A nivel local, los proveedores de oro se encuentran asociados en fedeoro. Los proveedores de esmeralda tienen influencia en Bogotá a través de asocoesmeraldas que asocia comerciantes de esmeraldas. Junto con la Asociación Colombiana de Exportadores de Esmeraldas acodex, y la Asociación Colombiana de Productores de Esmeraldas aprecol, forman la Federación de las

Asociaciones de Esmeraldas del país fedesmeraldas. A pesar de que Colombia es el mayor productor mundial de esmeralda, esta piedra no es usada habitualmente en las joyas que se fabrican en Bogotá, exportándose en bruto. Se sustituye por otras piedras preciosas y semipreciosas como el circón, rubí, diamante, amatista y zafiro.

Estadísticas de talleres de joyería de Bogotá Un estudio de Artesanías de Colombia y Minercol de 2002 revela que de 547 talleres entrevistados de Bogotá, un 13,6% estaban asociados a alguna agremiación y un 62,8% no lo estaban. Los problemas que manifestaron tener, están relacionados en su mayoría con aspectos administrativos (41,7%) pero se mencionan: falta de capital, ausencia de apoyo institucional, carencia de comercialización y de herramienta y maquinaria. Los productos principales son artículos terminados de consumo como aretes, pulseras anillos, dijes y las necesidades más apremiantes tienen que ver con el crédito, la maquinaria, el mercadeo y la capacitación. El 69,2% de los encuestados dijo vender todo lo que produce y lo vende en el taller (39,6%) o a joyerías locales, comerciantes, intermediarios locales; un 2% dice exportar. Las formas de venta varían entre el trueque, de contado,


consignación, crédito a plazos de 15 ó 30 días y no contemplan costos financieros. Un 10.2% de los encuestados dice exportar indirectamente o sin papeles, un 77,8% lo hace ocasionalmente y un 14,8% lo hace todos los meses. El precio de lo producido se calcula con base en costos de materia prima en un 53,1% de los casos. El valor de la venta mensual promedio es de 2 millones de pesos y no han vendido a Artesanías, ni participan en ferias (30% lo ha hecho una vez). El 78,1% no han solicitado créditos y para los que han solicitado el promedio del monto solicitado es de 4,5 millones de pesos para compra de materia prima. Con relación al diseño, el 40,5% cambian de diseño en sus productos para diversificar, buscar otros mercados y por la exigencia de los clientes. Para Artesanías de Colombia, encargada del apoyo al sector artesanal, y quien analizó cifras del estudio, la actividad de la joyería adolece de estudios de mercado, normas y certificación de producto. No existe oferta de diseño para comercializar porque el artesano joyero produce lo que se le pide. Se requieren proyectos de desarrollo tecnológico. Proyectos asociativos porque el sector está atomizado y capacitación en diseño, gerencia y administración. La propuesta de Artesanías para los artesanos es que se diseñe una joya con identidad propia

y se realicen actividades de acompañamiento a los empresarios.

Las teorías En el resumen ejecutivo del proyecto se caracterizó como hipótesis que el modelo a crear y formular debía ser un modelo complejo de comunicación organizacional, debido a que se consideraron complejas las relaciones que se desarrollan en el seno de las redes de manufactura de joyería. Este modelo complejo seguiría los principios desarrollados por Édgar Morin en su extensa obra filosófica dedicada al estudio de la complejidad, puesto que ella nos ofrece un modo integral de conocer la realidad y más allá de eso, nos aboca a enfrentar la incertidumbre del conocimiento total que nos es esquivo por naturaleza3. 3 Morin, Édgar. (1990). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: España. Gedisa Editorial.

El concepto de Complejidad, en los términos de Morin, no se corresponde con el significado común que se le da a la palabra, asociándolo a lo complicado. Aunque las relaciones complejas implican ciertas operaciones complicadas en su abstracción, la complejidad es entendida por Morin como una concepción paradigmática definida por tres principios esenciales: el principio de recursividad organizacional, el principio dialógico y el principio hologramático. El principio de recursividad organizacional se refiere al proceso de co-construcción y de co-reproducción de la realidad; lo que significa, que aquello que podemos observar como un fenómeno natural o social, está determinado por la interacción de los elementos que le dan vida. Dichas relaciones contribuyen en la creación de ese todo, desde el interior, tanto como desde el exterior. Por ello se alude al carácter eco y auto organizacional de todo fenómeno emergente. El principio dialógico, por su

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parte, hace referencia a que las relaciones que se presentan entre los elementos de un sistema son al mismo tiempo complementarias, concurrentes, antagónicas y unitax complex; el principio hologramático hace referencia al hecho de que el todo está en la parte y la parte en el todo, así como a la idea de que el yo gobierna al todo y el todo gobierna al yo. Ahora bien, como la propuesta conceptual de Morin no propone un modelo de comunicación complejo, nos dimos a la tarea de indagar, consultar y documentar qué modelo de comunicación había considerado la comunicación como un hecho complejo. Este modelo debía entonces recurrir a la determinación de la mayor cantidad de elementos estudiados en las disciplinas que se asocian en el campo de la comunicación, es decir, la sociología, la psicología, la biología, la antropología, la matemática pero con sus restricciones, la semiótica y sus ciencias anexas. Luego de una revisión decidimos optar por recurrir a la escuela de Palo Alto en California, en la que se integran

los aportes de estudiosos renombrados como los antropólogos Gregory Bateson, Ray Birdwhistell y Edwar Hall, el sociólogo Erving Goffman y los psiquiatras Don Jackson y Paul Watzlawick, así como Stuartt Sigman y Janet Beavin. La elección de la escuela de Palo Alto se debió a que encontramos que desde la década de los 50, los investigadores asociados a lo que se conoció como Universidad Invisible (Marc y Picard, 1992) quisieron recuperar, desde la propuesta de lo que ellos denominaron “el modelo orquestal de la comunicación”, el sentido fundamental de la palabra comunicación que alude, tanto en el idioma francés como el inglés, a una tripleta de acciones: la participación, la puesta en común y la comunión, acepciones relacionadas con la construcción de redes sociales. Los miembros de esta universidad invisible concibieron a la comunicación como una matriz en la que encajan todas las actividades humanas. Desde este punto de vista, a los seres humanos no les es posible dejar de

Los dispositivos tecnológicos que se han insertado en la vida de la escuela son sólo una parte de los desarrollos conocidos como virtuales, y requieren ser contextualizados a un tiempo y lugar para precisar la tecnología virtual que impacta a la educación. Ciencias de la Comunicación - Los Libertadores

comunicarse, ya que disponen de una diversidad de códigos dependientes del entorno en que viven y por tanto, sujetos a un conjunto de reglas que se aprenden de manera consciente e inconsciente (…) Teniendo claro lo anterior, estos autores proponen que para describir y explicar la comunicación humana hay que partir de la observación del comportamiento natural de los individuos en su entorno cotidiano y también sus interrelaciones. (Ayala, 2009) Si bien la matriz de análisis de redes informales que construimos no se produjo en el marco exclusivo de la visión paradigmática de la complejidad en sí misma, lo que supondría haber planteado un estudio desde los principios de la complejidad explicados por Édgar Morin en su obra, se optó por recurrir a un modelo de la comunicación desarrollado a partir de los aportes teóricos de la escuela de Palo Alto porque, consideramos que en conjunto estos autores nos ofrecen suficientes pautas para describir y captar el sentido de las situaciones comunicativas concretas, de un modo que, bien visto, invita a entender las relaciones en una perspectiva policausal y retroactiva. Reconociéndonos como sujetos investigadores co-productores de la realidad sistémica que estudiamos, no pretendemos señalar nuestras observaciones


como un resultado final, completo o que pueda resultar totalizante, ya que concebimos que éstas son el producto de un cierto tipo de simplificación al que nos vemos empujados en el proceso de abstracción, interpretación y discursividad de lo percibido. Como se podrá ver, la lectura de la obra de Édgar Morin nos planteó considerar el estudio del caso particular de la joyería en el centro de Bogotá desde una postura que abogara por una concepción no sólo sistémica sino compleja; lo que implica para nuestro equipo una labor hasta ahora, no terminada y en nuestra opinión, aun no lo suficientemente modelada; pero en los resultados que presentamos a continuación hemos tratado de respetar los criterios de la complejidad utilizándolos como herramientas epistemológicas a lo largo de la indagación e interpretación de la información colectada.

La metodología La metodología que utilizamos es hermenéutica - interpretativa y parte de una matriz compuesta por seis categorías principales, subdivididas en un total de 330 sub categorías, en las que se recogen de modo minucioso los elementos –detalles- que componen la situación comunicativa de acuerdo con la síntesis del texto La interacción comunicativa (Marc y Picard, 1992) elaborada por el

profesor Rafael Ayala y que como hemos dicho, parte de los aportes de la escuela de Palo Alto. Considerando este aporte y la experiencia de trabajo de campo anterior, se elaboró una entrevista que recoge informaciones acerca de la percepción del entrevistado sobre el entorno comunicativo, social y cultural que se crea entre productores, comerciantes y clientes. Simultáneamente, los investigadores – entrevistadores realizan observaciones detalladas sobre el entorno en el que se desarrollan las actividades de joyería, ya que las visitas se realizaron en horas laborales y solicitando sólo la interrupción por unos minutos. El esfuerzo que supuso a los investigadores el proceso de indagación llevado a cabo en las entrevistas, visitas y grabaciones de eventos fue particular, pues a la hora de interpretar y poner por escrito en las matrices la información obtenida, debían tener en cuenta que esta información era ante todo dependiente de su propia capacidad para visualizar la complejidad de una realidad análoga, es decir, sujeta a la pérdida de información; sea dicho de paso que las entrevistas, visitas y eventos fueron capturados –siempre que lo permitieran los entrevistados- mediante herramientas de video, fotográficas y sonido que posibilitaron revisar el material posteriormente para interpretarlo, teniendo cuidado en observar todo tipo

de signos que de acuerdo con la complejidad del sistema significaran “algo” particular, lo que podría tratarse desde la coherencia en la respuesta del entrevistado, su nerviosismo, inseguridades etc., así como de signos de diversa índole presentes en el espacio mismo, posición de mesas, relaciones entre habitantes de un espacio, relaciones entre talleres; hasta las interacciones ocasionales con otras personas clientes, joyeros, celadores donde fuera posible captar el trato, distancias, gestos, rutinas etc, que finalmente nos permitieran configurar una imagen compleja del comportamiento comunicativo de los joyeros. Como señala Ayala: La Universidad Invisible propuso que la significación en el proceso de la comunicación no circulaba exclusivamente por medio de palabras. Llamaron la atención sobre el hecho de cómo la especie humana usa la gestualidad, la expresión facial, la kinesis, la proxemia y lo extralingüístico, incluso hasta el silencio para comunicar. Según esta perspectiva, el estudioso del proceso de la comunicación, no sólo debe concentrarse en el desarrollo de capacidades de la expresión escrita u oral de un idioma, sino que debe contemplar el análisis del uso de todos los códigos anteriormente señalados porque todos están involucrados al momento 127


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de querer comunicar o exponer eficazmente una idea, un sentimiento, una emoción o un estado de ánimo. (2009, pág. 27) Las informaciones obtenidas y registradas en la extensa matriz diseñada, nos permitieron posteriormente jerarquizar la información, para luego, mediante pruebas estadísticas y la selección de informaciones relevantes, proceder a obtener resultados interpretativos sobre el problema en cuestión. De ese modo confrontamos las diferentes percepciones sobre el problema de confianza entre los joyeros de La Candelaria.

beneficiarios de las actividades desarrolladas en el marco del Programa piloto para el mejoramiento de la productividad en la Minicadena de la joyería, metales y piedras preciosas en la localidad de La Candelaria en Bogotá y su proyección a la Cadena Central de Joyería financiado por Fomipyme y gestionado por la Universidad Autónoma de Colombia durante los dos años anteriores, con lo que pretendimos contar con visiones basadas en la experiencia y el compromiso que presupone la participación con entidades gremiales, estatales o universitarias interesadas en impulsar la asociación gremial en la zona.

La muestra

El instrumento

En cuanto a las entrevistas, estas se realizaron a un grupo total de 13 joyeros y un vendedor de insumos de La Candelaria, quienes decidieron colaborar de entre un total de 25 casas de joyería con características similares que fueron contactadas vía telefónica. Aunque el sector cuenta con más de quinientos establecimientos a lo largo de las calles 10 y 11 entre carreras 5 y 7 en el centro de Bogotá, sólo se contactaron en este estudio preliminar 25 de ellas, debido a su participación constante con entidades como las asociaciones de joyeros del sector: Asoar joyeros y Asjoyerías Bogotá, a las que algunos están asociados, así como por su participación como

El propósito de la entrevista fue conocer las percepciones de los joyeros de la Candelaria sobre las relaciones que mantienen al interior de su actividad económica, caracterizando el comportamiento de las redes informales de trabajo en el sector, su aplicación de estrategias comunicativas y, por extensión, relacionales; se pretendió conocer sus concepciones sobre el trabajo de la joyería, sobre sí mismos y su condición personal de satisfacción o no con la actividad; también, su opinión sobre el trabajo con las Instituciones educativas como la Universidad Autónoma, debido al trabajo desarrollado en conjunto con ellos para el proyecto financiado por Fomipyme. Finalmente, se esperaba co-

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nocer la importancia que le otorgan a su trabajo, los roles que juegan al interior de los talleres y su visión sobre el presente y el futuro de la Joyería en La Candelaria. La situación de trabajo en grupo en el que estos joyeros han participado durante los últimos dos años y medio (aproximadamente), y que incluyó actividades tales como capacitaciones, actualizaciones sobre maquinaria, tendencias de la joyería a nivel internacional, encuentros con diseñadores, grupos de trabajo asociado con los mismos, jornadas de venta y comercio de productos, además de la producción de herramientas comunicativas de promoción en Web e impresos, nos permite abordar de lleno sus expectativas acerca de los recursos comunicacionales de que disponen luego de realizado ese proyecto. Las entrevistas fueron transcritas y analizadas por el equipo de trabajo de campo y las percepciones que destacamos en el apartado final del presente artículo son producto en gran medida de su interpretación.

Composición de la matriz de análisis La matriz de análisis consta como lo dijimos de seis conceptos principales que se ofrecen como categorías generales desde las que los autores de la escuela de Palo Alto proponen acercarse al


fenómeno sistémico de la comunicación. Estos conceptos son los siguientes: Energía, Intercambio, Interacción, Interlocución, Contexto e Intersubjetividad. Iniciaremos exponiendo en qué consisten tales conceptos sin presentar todos los detalles que se desprenden para obtener una visión global de los registros; luego de esta corta exposición presentaremos las observaciones más importantes realizadas en el trabajo de campo y algunas de las conclusiones que por el momento arroja nuestro estudio.

Elementos de la matriz Edmon Marc y Dominique Picard proponen que el funcionamiento del proceso de la comunicación se da a partir de la

relación que se establece entre la energía que mueve al sistema y el mecanismo del bucle de retroacción que promueve la circulación de los significados y sentidos de los mensajes. Los malos entendidos, tensiones, conflictos, motivaciones e intenciones son la energía que mueve al sistema abierto de la comunicación y suscita la dinámica de intercambios de subjetividades. La circulación de mensajes asegura el desarrollo, la regulación y el equilibrio de la interacción. Es necesario comprender que la descripción de la energía en el caso de las redes de trabajo asociado está relacionada con la dependencia o necesidad que crea un individuo con el trabajo mismo que ejecuta, pero también con las mutuas influencias que se producen en

su cotidianidad y que han de pasar por el tamiz de su percepción para convertirse en energía –voluntad- que mueve a interactuar a los miembros de la red para propiciar los intercambios. La interacción es el proceso fundamental que dinamiza el sistema de la comunicación. J. Maison-Neuve, en 1968, sostuvo que “la interacción tiene lugar cuando una unidad de acción producida por un sujeto A actúa como estímulo de una unidad de respuesta en otro sujeto B y viceversa” (Marc& Picard, 1992, p. 14) es decir, que la interacción se puede considerar como acción en reciprocidad o como una acción mutua. En este sentido, la interacción no se refiere exclusivamente a la acción de un sujeto sobre otro sujeto (influencia), sino al ajuste recíproco que se da entre ambos. Este concepto fue propuesto por la cibernética con el nombre de feedback para designar un proceso circular formado por bucles de retroacción o conductas en retorno (reciprocidad) dado que la respuesta de B se convierte en un estímulo para A en un encuentro frente a frente, de donde la conducta en retorno es evidencia de que se produjo una influencia en el comportamiento del otro. Norbert Wiener sostuvo que en el proceso de interacción el feedback cumple una triple función: mantiene una situación en estado estable (regula), hace evolucionar la situación 129


en espiral (acumulación cíclica), guarda y evoca la memoria de los efectos de los mensajes (acumulación didáctica). Considerado desde este punto de vista, la comunicación es un conjunto de elementos en interacción en donde cualquier modificación de uno de ellos afecta las relaciones entre los otros elementos. Ya Bidwhistell lo advertía cuando afirmaba que un: Individuo no comunica sino que forma parte de una comunicación donde él se convierte en un elemento (…) en otras palabras, no es el autor de la comunicación sino que él participa. La comunicación como sistema no debe ser concebida bajo el modelo elemental de la acción y la reacción. En tanto que sistema debe abordarse como intercambio. (Marc & Picard, 1992, p. 150) La estructura subjetiva de la interacción cuenta también con dinámicas de las transacciones, que se refieren al intercambio de acciones y reacciones en la que en cada intervención de un locutor desempeña el papel del estímulo y arrastra una respuesta en el interlocutor. Siendo la transacción una unidad de base de la interacción, ésta se constituye en un proceso dinámico en el cual las transacciones se encadenan unas con otras. Existen transacciones simples y ocultas. Las primeras, a su vez, pueden ser complementarias cuando el estímulo del locutor y la reacción del interlocutor son

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paralelos. En este caso, hay acuerdo sobre la relación de lugar, que, en este sentido, no se refiere a la situación espacial de los interlocutores, sino a la situación contextual en la que cada uno es dependiente de que se acepte como código la presencia de un estatus. Cuando hay complementariedad, decíamos, el que habla sitúa al otro en un lugar y acierta, lo cual facilita que se dé el enganche entre los interactuantes. Pero también, las transacciones simples pueden ser cruzadas, lo que ocurre cuando el estímulo del locutor y la reacción del interlocutor no son paralelos; es decir, se produce desacuerdo sobre la definición del lugar de la relación, ya que los interactuantes responden desde un lugar distinto del que los ha colocado su interlocutor. Las transacciones ocultas se dan cuando no hay claridad del lugar desde el que se habla o se contesta, por lo que se exige para su ubicación del uso de la metacomunicación. El intercambio se da por medio de la interlocución, que es un proceso que integra la identidad individual y social de los interlocutores y los significados que estos comparten en el sistema de la comunicación. Por esta razón se considera que la interlocución es a la vez un encuentro dialéctico entre los procesos cognitivos de expresión e interpretación de subjetividades y un contrato que une a los sujetos que intervienen como interlocutores. El intercambio entre sujetos funciona


como un contrato implícito en el que se establece que la comunicación es una actividad que se realiza de manera conjunta, en otras palabras, la comunicación requiere de la participación y cooperación de los interactuantes que intervienen en ella, porque desde este punto de vista comunicar es co-construir una realidad con la ayuda de un sistema de signos. De esta manera se reconoce que la comunicación es la primera forma de reconocimiento que se da entre los hombres, y a su vez, es el campo donde se desarrolla la subjetividad. En las interacciones cotidianas lo que los sujetos buscan es conseguir reconocimiento social de la propia identidad que está constituida por la personalidad, subjetividad, conciencia e inconsciencia. Desde el paradigma sistémico se afirma que la comunicación es un sistema abierto porque lo que le sucede a los interactuantes lo experimentan en un contexto específico que le da sentido a lo que sucede en el sistema. Desde dicho paradigma, el contexto es un conjunto de circunstancias en las que se inserta la interacción; por ello es considerado como un campo social constituido por un marco espacio-temporal que determina la situación, los códigos, los rituales sociales y su inscripción institucional. Porque toda interacción se inscribe en instituciones que tienen modelos de comunicación, sistemas de roles, valores y finalidades o

intenciones específicas. Por tanto, todo encuentro interpersonal supone unos interactuantes o sujetos implicados en la interacción, situados y caracterizados por el contexto social que imprime su marca aportando un conjunto de códigos (verbales y no verbales) y de normas y modales que hacen posible la comunicación y aseguran la regulación. La comunicación entre conciencias intersubjetivas, más conocida como intersubjetividad, ha tenido aportes conceptuales provenientes de diversos enfoques: la fenomenología existencial (Sartre y Hegel), la fenomenología social (Laing), la psicosociología (G.H. Mead y E. Goffman) y el psicoanálisis (Freud y Melanie Klein). La contribución de estos autores le ha permitido a Marc y Picard (1992) afirmar que en el proceso de la comunicación, existen de manera simultánea, un intercambio entre conciencias subjetivas y un intercambio entre inconsciencias subjetivas, evidenciando de esta manera que en los comportamientos de los sujetos existen acciones realizadas de manera consciente e inconsciente. En términos generales, se puede entender la intersubjetividad como la comunicación que se da entre conciencias subjetivas para construir las relaciones sociales. En sociedades tradicionales las primeras relaciones sociales instituidas suelen establecerse por vecindad y lazos

afines. La vecindad hace referencia a la tendencia de asociación con los otros por la cercanía espacial y está dada por la convivencia en lugares (casa, cuadra, barrio, localidad, ciudad, región, país) o instituciones (escuela, empresa, iglesia o club social) al que se pertenezca. Los lazos afines hacen referencia al linaje, la alianza parental o la pertenencia al clan que estructuran las relaciones sociales a partir de compartir una experiencia común de la que puede forjarse y vivirse un nosotros comunal, recordando que la comunión implica una armonización de experiencias. Desde la psicosociología se considera que la conciencia es un producto de la comunicación por lo que se constituye en un elemento esencial de la intersubjetividad. G. H. Mead sostiene que la conciencia de sí mismo se constituye progresivamente, se desarrolla en un individuo como resultado de las relaciones que éste mantiene con la totalidad de los procesos sociales y con los individuos que allí participan, es decir, que el sí mismo es una estructura social que surge de la experiencia social. La intersubjetividad, entonces, es el proceso de la comunicación social donde se elabora la conciencia y las facetas del sí mismo, y en ella se reflejan diversos aspectos del proceso social y sobre todo la diversidad de los roles sociales. (Marc & Picard, 1992. pág. 69).

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EpÍlogo Después de haber realizado el marco conceptual y haber caracterizado la población y aplicado el instrumento de investigación, quedan pendientes de realizar y publicar los análisis de la información y consolidar las conclusiones para consolidar el resultado de esta investigación que sin el apoyo del Departamento de Investigaciones de la Fundación Universitaria Los Libertadores no hubiese sido posible realizar. 132

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reseñas editoriales Micromecánica de la comunicación pegajosa 134

“Made to stick: why some ideas survive and others die” Random House 304 p. (2007) José Ignacio Ardila Lozada Docente U. Libertadores

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El fenómeno de adherencia implica un mecanismo, muchas veces poco claro pero de origen y naturaleza microscópica, en el que un objeto comparte espacio de manera y por lo general conexa y simultánea. En el caso del libro, “Made to Stick: Why Some Ideas Survive and Others Die” los hermanos CHIP HEATH y DAN HEATH logran producir este fenómeno “pegajoso” en un texto que intenta describir las maneras en las que una idea, gracias a la comunicación, llega a establecerse en la mente de las personas para residir e influenciar en su manera cotidiana de pensar. ¿Qué porqué en la actual Colombia todos usamos casi a diario la frase “póngase las pilas” si su origen está dado en una campaña publicitaria de Pilas Eveready de hace más de 25 años? Eso es lo que intentan explicar los autores en este libro de curiosa cubierta y llamativo empaste. En textos como The Tipping Point, del autor Malcolm Gladwell se insinúa la


manera en la que las ideas se pueden propagar como epidemias virales a partir de algunos síntomas comunes tales como un efecto gancho, un difusor humano con características de personaje sociable … y un factor de entorno condicionante que favorezca la transmisión del mensaje viral. En el libro de los hermanos HEAT, se trata precisamente de cómo lo que llama Gladwell “efecto gancho” , es decir aquella misteriosa razón por la cual las personas diferentes (llamadas “los especiales”) contagian a otros con maneras de pensar no convencionales que de a poco se transforman en convencionalismos aceptados cultural y socialmente. Para los autores de Made To Stick, parece claro que lo que permite la perdurabilidad del mensaje es en si mismo la idea que le da su sentido de ser, lo cual induce a pensar que una idea sólida en si misma tiene mejor futuro que una idea casual. A este principio le denominan “Simplicidad” y es

la fuente de otros rasgos que diferencian la comunicación perdurable, que se adhiere y tiene adeptos. A manera de ejemplo, Nike le dijo a la gente: Just Do It (Háganlo)… y las personas ¡Lo hicieron! Esto es algo ya expuesto por otros autores como Jack Trout en “El Poder de lo Simple”. La propuesta entonces de los hermanos HEATH gira en torno a la composición de lo simple, uno de ellos es docente universitario en la Universidad de Stanford - especializado en ciencias del comportamiento - y el otro es consultor empresarial – vinculado a Harvard Business School. La idea en cuestión es indagar en lo microscópico que construye la nano estructura de la simpleza comunicacional que trasciende en el ámbito particular de la cultura de mercado. A esto le llamarán “Principios” y abarcan tópicos tales como lo inesperado, lo concreto, lo creíble, la comunicación que involucra las emociones de sus receptores

y las historias que se cuentan en este marco de emociones creíbles. En esencia, se trata de comunicación usada cuando hay que tomar decisiones, lo que implica procesos cognitivos conocidos como economía conductual la cual no siempre será justificable desde la lógica formal esperable. El libro presenta entonces más que simples relatos, resultados de experimentos que respaldan las aseveraciones y que insinúan marcos relacionales en los cuales la comunicación adquiere metasentidos que trascienden la temporalidad en la que se originan los mensajes. “Made to Stick” es finalmente un libro interesante, como abrebocas induce a consultar otros textos para ampliar y discutir en el tema apasionante de la comunicación humana como un fenómeno multi-variado y complejo que se enmarca dentro de la cognición y la interacción social.

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Identidad y política de la acción colectiva Organizaciones populares y luchas urbanas en Bogotá 1980-2000 136

Torres Carrillo, Alfonso

Universidad Pedagógica Nacional (2007) Alexis V. Pinilla Díaz Docente U. Libertadores

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El eje central de la investigación que da origen a este texto es el análisis del sentido y la potencialidad de las luchas de algunas organizaciones populares de Bogotá en la configuración de nuevas identidades sociales, prácticas y subjetividades políticas. Metodológicamente se acudió a una indagación documental, a la sistematización de siete experiencias de organización popular en la ciudad y a la incorporación de información cuantitativa para recrear el contexto de los fenómenos estudiados. La ubicación temporal del fenómeno de la organización popular urbana y sus diferentes formas de movilización se ubican en el contexto de mediados del siglo XX, en el cual se produjo un acelerado crecimiento demográfico en la región. La incursión de los ‘nuevos’ pobladores urbanos ha dado lugar a otra modernidad diferente a la promovida por las élites políticas y económicas de los países latinoamericanos. En este contexto, marcado por la “industrialización sustitutiva de importaciones”, la expansión del discurso desarrollista y la centralidad de la teoría de la marginalidad, tiene lugar una

forma de organización específica identificada por el autor como un nuevo asociacionismo comunitario. Finalizando la década de los ochenta e iniciando los años noventa se presentaron algunas variaciones en las acciones colectivas de los movimientos populares urbanos. Para el caso colombiano, “los rasgos más característicos de este período fueron la diferenciación y la pluralización del asociacionismo popular, la innovación en las formas de acción colectiva y en la tendencia a entrar a participar en los procesos de cambio político y democratización urbana que impulsan los gobiernos de la región, en el contexto de la llamada transición democrática” (p. 33). La aparición de nuevas formas de organización y del paulatino agotamiento de la modalidad clientelista de gestión, los setenta y ochenta presenciaron un crecimiento de las acciones de protesta. En el contexto de los noventa se hicieron evidentes varios problemas investigativos a la luz del papel de las organizaciones populares urbanas. “Uno, no queda muy claro cuándo y por qué una característica


compartida se vuelve relevante para el reconocimiento mutuo de los miembros de un grupo: el problema de la identidad colectiva. Dos, no existe clara conexión entre las dinámicas en el plano de la producción y el de los intereses de los actores: el problema de la conciencia. Y tres, la categoría del interés colectivo requiere un previo análisis acerca de cómo dichos intereses son reconocidos e interpretados, y son capaces de generar lealtad y compromiso: el problema de la solidaridad” (p. 58). Otras preguntas se dirigieron a analizar las relaciones entre prácticas socioculturales de los pobladores, acción colectiva y ciudadanía. En cuanto al horizonte conceptual y metodológico de la investigación se exponen los interrogantes centrales de la misma, a saber: de qué modo los procesos de organización popular se articularon con el tejido social y posibilitaron la formación de identidades sociales y nuevas subjetividades, cómo las organizaciones analizadas han concebido y orientado sus prácticas y relaciones políticas y, por último cuáles han sido los contenidos y significados de las

acciones colectivas y las luchas urbanas antes y después de los cambios institucionales producidos en 1991. En relación con las bases teóricas y conceptuales de la investigación el autor se centra en detallar la categoría de acción colectiva, anotando que ésta es más amplia que la de movimientos sociales, los cuales se distinguen de otras formas de acción colectiva “más limitadas como los comportamientos de agregado (tumultos, asonadas), las luchas y las acciones reivindicativas sin ninguna intención alternativa […] todo movimientos social es una acción colectiva, pero no toda acción colectiva es movimiento social” (p. 68-69). Para la investigación desarrollada por Torres se opta por no hablar de movimiento sociales en referencia a las organizaciones pues se considera que tienen un carácter fragmentario y escasos niveles de articulación y continuidad. En este sentido anota que “las diferentes acciones de protesta protagonizadas por los habitantes populares de la ciudad en algunas ocasiones pueden expresar conflictos sociales o urbanos o poseer alto nivel

de beligerancia, pero sus bajos niveles de articulación, su falta de continuidad temporal, su cobertura local y su carácter marcadamente reivindicativo no nos permiten atribuirle el carácter de movimiento” (p. 71). Analíticamente el autor opta por tratar a las organizaciones analizadas bajo la categoría de organizaciones populares urbanas (OPU) o su equivalente de organizaciones populares a nivel barrial o local, entendiéndolas como espacios en donde se cristalizan e institucionalizan formas de solidaridad características del mundo popular, es decir, que son espacios en donde se consolida el tejido local popular dando lugar a la puesta en común de los intereses que se negociaran con otros actores sociales. Otra categoría central en el trabajo de Torres es la de subjetividad, la cual tiene, a su vez, una mayor amplitud que la de movimiento social, pues vincula “diversos planos, escalas espaciales y temporales de la realidad social y articula las múltiples determinaciones de las estructuras sociales, sin anular la especificidad de las coyunturas y esferas particulares del devenir

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social” (p. 81). La subjetividad cumple con varias funciones sociales como la cognitiva (esquema referencial para la construcción de realidades), práctica (a partir de ella los sujetos orientan su experiencia) e identitaria (aporta los materiales para definir las identidades individuales y los sentidos de pertenencia social). Estas tres funciones resultan importantes a la hora de analizar cómo los sujetos sociales producen sus necesidades a partir de su experiencia cotidiana, entendiendo las necesidades no desde una perspectiva objetiva (asimilada a materialidad) sino como necesidades sentidas que evidencian una lectura de la realidad que los sujetos sociales hacen desde su memoria, su visión de futuro o la valoración compartida del presente. Después de hacer una detallada exposición conceptual de las categorías centrales de la propuesta, el autor sugiere como hipótesis de trabajo en torno a las organizaciones analizadas la siguiente: “ha sido desde las experiencias compartidas en torno a sus dinámicas asociativas y de movilización en cuanto al mejoramiento de su calidad de vida, la defensa de sus identidades y la

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ampliación de espacios de participación que los sectores populares urbanos se han configurado en un lugar de emergencia de identidades colectivas, así como de nuevas subjetividades y prácticas políticas” (p. 84). El análisis de las organizaciones exige pensarlas en términos históricos visibilizando su proceso de formación, sus hitos de creación, los referentes simbólicos y discursivos que configuran su identidad, la estructura de relaciones a su interior, el tipo de proyectos y acciones que desarrolla, sus interacciones con el tejido social y con otras organizaciones e instituciones estatales. Podría decirse que éstas son las claves de entrada analítica utilizadas por el autor para el desarrollo de la investigación sobre las organizaciones estudiadas. Llama la atención que a pesar del distanciamiento con la perspectiva teórica de las oportunidades políticas, se recupera la propuesta de Sydney Tarrow para el análisis de la participación de las OPU pues, en palabras del autor, el concepto de estructura de oportunidades políticas “da cuenta de las interacciones entre política institucionalizada y movimientos sociales, designa

las condiciones políticas estructurales y coyunturales (concretas o estables) que posibilitan la acción colectiva” (p. 98). [En la página 183 también se rescata la categoría de los recursos que utilizan las organizaciones estudiadas para su proyección social]. Al definir el enfoque metodológico de la investigación se sugiere la centralidad del enfoque reflexivo crítico, adoptado por su apertura a la combinación de estrategias metodológicas, al diálogo entre referentes conceptuales e información empírica y a la “explícita opción por la producción de un conocimiento que contribuya a la construcción de realidad y de sujetos” (p. 101). Esta combinación de estrategias metodológicas facilitó el uso de la investigación histórica, junto con la etnografía y la sistematización de experiencias. Una pregunta central del trabajo de Torres es ¿Cómo afectan las organizaciones la subjetividad de las personas directamente vinculadas a las mismas? Para el autor hay cuatro formas básicas de afectación: 1) desde el ámbito cognoscitivo (capacidad para apropiarse y reelaborar nuevos saberes), 2) desde el plano axiológico (desde los


valores que se vuelven centrales para las organizaciones, 3) desde los modos de asumirse como sujetos y 4) desde los cambios en los sentidos de vida (las nuevas visiones de futuro que se generan al hacer parte de una organización). Dentro de los análisis, el autor se detiene en los discursos y las prácticas de las OPU para comprender más profundamente sus procesos constitutivos. En cuanto a los discursos políticos anota que “las organizaciones expresan, recrean y construyen discursos de época, concepciones e ideologías políticas que circulan en los contextos más amplios del país y del continente, así como de los campos sociales en los que se desenvuelven: la educación, la cultura, lo eclesial, etc. Así, podemos reconocer en los discursos fundacionales de las organizaciones ciertos rasgos comunes, identificados con la ideología política de la izquierda predominante en América Latina durante la década de los setenta y comienzos de los ochenta” (p. 189). Comparando los discursos de las organizaciones analizadas, el autor encuentra, lo que él llama, cuatro “unidades de sentido” de sus discursos: 1) la identificación

con utopías de transformación radical de la realidad, 2) la lectura crítica del orden social dominante, 3) el compromiso de los sectores populares como sujetos de cambio y 4) la necesidad de concienciar, organizar y movilizar a los sectores populares como comunidad. Lo anterior deja en evidencia que ‘lo popular’ se asocia con un sujeto histórico de cambio. El análisis de los discursos políticos de las OPU deja ver algunos cambios en los mismos. En esta dirección llama la atención del autor que “a diferencia de la fase fundacional, donde son reiterativas las referencias a sus principios, ideas y representaciones de lo político, en la medida en que nos acercamos al presente, los relatos históricos se centran en sus programas, áreas y proyectos de trabajo, haciendo escasa alusión a sus orientaciones ideológicas” (p. 204). A pesar de las variaciones en los discursos, las OPU mantienen las cuatro líneas dircusivas gruesas señaladas anteriormente. Finalmente, es importante mencionar que las OPU se rescatan como espacios de educación política no sólo para los participantes directos de las mismas, sino para

las comunidades en las cuales ejercen su acción. En este sentido las OPU son un espacio de construcción de subjetividades políticas (concepto que no se desarrolla a profundidad en ninguna parte del texto) y de actores colectivos. Así mismo, las prácticas políticas de las OPU han dado lugar a reconsideraciones conceptuales en torno a categorías como ciudadanía, participación, cultura política, política, democracia, entre otras. Como aspectos a desarrollar en investigaciones futuros el autor menciona “la cuestión del papel de la acción colectiva popular en la construcción democrática” y “el problema del potencial transformador del asociacionismo y la movilización urbana popular” (pág. 294). Sin lugar a dudas el texto de Torres aporta elementos teóricos y metodológicos significativos para comprender el fenómeno de la acción colectiva y su impacto en la conformación de las subjetividades contemporáneas.

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política editorial

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La revista Polemikós hace parte del marco editorial de Los Libertadores Institución Universitaria y como tal, comulga con los principios de equidad y respeto por la diferencia dentro de los marcos de un rigor del pensamiento que propone la institución. Nuestra intensión de formar esta revista parte del deseo de conectar, en la basta red de mediaciones que conforman el espectro cultural de esta sociedad, el pensamiento de base que se forma día a día en nuestro campus. Conscientes de la necesidad de darnos a conocer, empezamos una etapa de formación editorial en la que confluye el talento y esfuerzo de nuestros comunicadores. Esta revista se ve desde ya y a futuro, como el órgano informativo de la Facultad de Ciencias de la Comunicación; lo que nos permite reafirmar el compromiso con el espacio académico en cuanto a la divulgación en el ámbito nacional e internacional de la producción investigativa de los programas que la comprenden: Publicidad y Mercadeo, Comunicación Social - Periodismo y Diseño Gráfico. El carácter de la revista será monográfico y permitirá el análisis y debate de temas variados provenientes de múltiples disciplinas, aunque pertinentes al cuerpo de la comunicación. Esperamos poder congregar alrededor de este proyecto en marcha, los diferentes esfuerzos intelectuales de investigadores, docentes y alumnos que permitan hacer de ésta un nicho de debate y construcción de conocimiento. De acuerdo con esta visión en las páginas de Polemikós primará el resultado de inves-

tigaciones y propuestas teóricas y analíticas, producto del trabajo académico de docentes y alumnos de nuestra universidad. Sin embargo, permanecen las puertas abiertas al exterior, ya que el debate se fundamenta en la diferencia y el reconocimiento, en el trabajo conjunto de lo que conocemos como academia, proceso dialéctico, polifónico y multicultural. Así que siempre tendremos invitados externos que alimentarán con sus miradas y observaciones el torrente de ideas que día a día toman forma al interior de nuestra academia. Esperamos, por eso, la participación de las voces que surgen del interior de la universidad y que deseen compartir sus trabajos de investigación, artículos de opinión, traducciones o reseñas, así como sus propios juicios y apreciaciones como amigos lectores. El espíritu de la revista es el de mantenerse abierta al debate, lo que implica que los autores de los artículos publicados son responsables sobre sus contenidos, proponiendo la imperiosa necesidad de un medio que bajo el rigor académico, dé apertura a las diferentes escuelas del pensamiento en cada uno de los programas.

Misión Polemikós es una publicación de interacción académica que pertenece al campo de la comunicación social y sus aplicaciones tales como: publicidad, periodismo y diseño, en la cual prevalecerá la discusión abierta, rigurosa, respetuosa de los puntos de vista que se ofrecen para defender o criticar constructivamente una idea, argumento o propuesta.


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