Mi Vida Sin Ti by Colectivo Nabuart

A単o 2 No. 1

MI VIDA SIN TI

PRESENTANDO... “Como les he dicho anteriormente, historia es lo que cada uno hacemos día a día en nuestra vida...”

PESCADORES (EN LA MITAD DE NUESTRA VIDA)

Ernesto Alonso / Pescadores

“Nada bueno ocurrirá en tu vida si no eres tú mismo quien lo provoca”. Ernesto Alonso / Pescadores

“Porque lo que somos hoy es la consecuencia de lo que fuimos, por eso estoy decidido a revertir el efecto en mi vida...”

http://www.librosenred.com/Libros/pescadoresenlamitaddenuestravida.html

Ernesto Alonso / Pescadores

Escrito

por...

Ernesto Alonso Flores México

2 NABUART JUNIO 2012

ditorial

Uno de los grandes inventos del siglo pasado fue sin duda internet. A él se unieron los teléfonos móviles, los netbooks, los ipads, los gps, las pantallas táctiles y demás artilugios tecnológicos que han venido a revolucionar nuestras vidas. Nos resultan tan cotidianos que no concebimos nuestro día a día sin ellos. Podrían bastarnos, pero nuestra condición como seres humanos nos impide dejar de soñar, fantasear o imaginar nuevos aparatos. Demandamos más y siempre hay algún visionario listo para satisfacer nuestras expectativas. Sólo hay que esperar el lanzamiento del próximo invento. En la quinta edición de la revista de Nabuart repasamos los usos de la tecnología en nuestras vidas.

Nota

Agradecimiento

zAgradeciendo la amable y desinteresada colaboración de la excelente profesional Laura Vallar por la administración y rediseño de nuestro sitio web. Visítalo y disfruta http://www. nabuart.com

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Primavera - Verano 2012

Amores en tiempos modernos Rosa Lina Diego Güemes 7 Bip Adrián Azzi 11 Corazones desconectados Ernesto Alonso 15 De humanos, de perros y otros amores Mercedes Aguilera 23 El e-mail nuestro de cada día Jorge Alvarado 29 Lacerante persuasión en dos tiempos Gisela Labrada 35 Tormento Virtual Luz Castillo 39

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Año 2 Número 1

Actores Participantes

Rosa Lina Diego Güemes

Adriana Oliveros

Directora de Colaboradores

Carlos Villuendas

Colaboradores

Marisela González Servat

Redacción

Monze Martínez

Gisela Labrada

Ruth Carvajal

Fotos & Gráficas

Susana Miguel z

Maquetación

Luz Castillo z

Información sobre la edición: © Nabuart Todos los Derechos Reservados 2012 NABUART es una revista electrónica trimestral establecida en 2011 por los miembros fundadores de la organización de actores y escritores latinoamericanos del mismo nombre. Subscripciones: Para subscribirse, visite nuestro sitio en el internet: http:\\www.nabuart.com. Comunicaciones - Si desea más información por favor contacte a Rosa Diego, directora de colaboradores (rdgtorre@yahoo.es). Advertencia: “Los derechos de los texto y las fotos pertenecen a sus autores y/o personas que las han cedido y no pueden ser publicadas sin permiso de NABUART o del propio autor”. “Contacta con el autor del texto o fotografía o con NABUART para obtener su permiso y autorización expresa para poder usar o publicar su contenido de forma total o parcial”. JUNIO 2012 NABUART 5

Amores en tiempos modernos

Escrito por Rosa Lina Diegoo Güemes o vayan ustedes a pensar, que no asumo la entera responsabilidad de lo sucedido.

No soy yo mujer de eludir las consecuencias, ¡qué va! Pero es que esto de internet, debería traer prospecto como los medicamentos. Un papel como Dios manda en donde se puedan leer los usos, el modo de empleo y por encima de todo, las contraindicaciones. Así se evitarían disgustos a las abnegadas y sufridas madres que pulamos en la ignorancia mientras nuestros hijos desgracian su vida a golpe de click. De haberlo sabido, jamás hubiese comprado el ordenador y mucho menos, pagado la cuota mensual de conexión al odioso internet: el culpable de la deshonra de mi familia. Tras semejante afirmación, se preguntarán ustedes qué hago creando un foro y pregonando mis desdichas por la red. La respuesta es sencilla y tan clara como un refrán: “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. Espero que mi voz sirva para abrir los ojos a alguna madre y contribuir a la salvación de algún que otro hijo descarriado por culpa de la tecnología.

Como impulsora del foro virtual “Madres damnificadas por los usos de internet”, empezaré narrándoles mi caso. Me llamo Pilar Somarriba Duero, estoy casada, tengo 64, soy ama de casa y madre de tres hijos: José, Pedro y Blanca. Los dos mayores sentaron cabeza pronto. Dos bodas preciosas con dos chicas adecuadas. De nietos, de momento, nada de nada. Ya saben como son los jóvenes de ahora: estudios, viajes, trabajo, coche, casa amueblada en IKEA y los hijos para después de los treinta y muchísimos. Yo no lo entiendo, pero allá ellos. Es su vida. Ojalá Blanca, la benjamina de la familia, me hubiese dado problemas similares. Hasta hace unos meses, yo juraba que mi niña era un dechado de virtudes. Apenas salía de casa y sus horas transcurrían en el confinamiento de su cuarto entre libros de arquitectura, o al menos eso creía yo. Cuál no sería mi sorpresa cuando en la mañana de Año Nuevo, se presenta y nos suelta de sopetón que se casa. Según nos dijo, había conocido a un chico en facebook, se habían enamorado y tras año y medio de romance virtual, iban a casarse. Hasta la fecha

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Amores en tiempos modernos

-Pero ¡¿cómo te vas a casar en Las Vegas con un neoyorquino y sin salir de casa no le conocíamos ningún novio y la historia nos sonaba a ciencia ficción, así que mi Manu y yo nos lo tomamos como una broma de la niña. Dos semanas más tarde, nos entregó la invitación a su boda. Una tarjeta hecha por ordenador, con una pareja de novios encaramados en la azotea de sendos rascacielos, construidos sobre el globo terráqueo, en la que se leía: “Blanca y Jeremy os invitan a su boda virtual. El enlace se celebrara 15 de febrero a las 8:00pm (horario español) o a las 2:00pm (para los amigos y familiares que vivís en New York). Podéis desearnos una feliz unión y firmar en nuestro álbum de boda virtual”. En ese preciso momento, con el fatal y certero presentimiento de que mi niña estaba perdiendo la cabeza como Alonso Quijano, la sometí a un interrogatorio exhaustivo. -Cariño, ¿esto de la boda virtual qué es? -¡A qué es ideal! Te ahorra un montón de problemas. Jeremy y yo nos

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estábamos devanado los sesos tratando de organizar una boda, cuando descubrimos que en Las Vegas existe una capilla que celebra bodas virtuales. -Pero ¡¿cómo te vas a casar en Las Vegas con un neoyorquino y sin salir de casa?! - Mami, es facilísimo. Jeremy desde New York y yo desde aquí nos conectamos por videoconferencia con el sacerdote de la capilla y nos casa. - ¿Y el Vaticano permite eso? - No, pero la Iglesia del amor universal, sí. - Já, ¡encima te casa una secta! Eso no es una boda ni nada. ¡Te están timando! - Mamá, es perfectamente legal. Nos remiten el certificado matrimonial a nuestros e-mails para que los presentemos en los correspondientes registros civiles. - ¡Válgame, Dios! Mira, cariño, ni a tu padre ni a mí nos gusta este matrimonio. Para empezar, no conocemos a tu novio. - No exageres. El sábado y el domingo habéis hablado con él por skype.

Escrito por Rosa Lina Diego Güemes

- Eso es una pantomima. Lo que tiene que hacer ese muchacho es venir a España y hablar con tu padre y conmigo. Y luego organizar una boda de verdad con la familia y los amigos más allegados y después, si os antoja, os vais a Las Vegas de luna de miel. Pero criatura, ¿dónde vais a vivir? - Yo aquí y Jeremy en New York y en junio, cuando termine la carrera y solucionemos el papeleo legal, me voy con él. No te preocupes, mamá. Lo tenemos todos perfectamente planeado. Me plantó un beso en la mejilla y se marchó dejándome acongojada y al borde de la desesperación. Ahí fue cuando se me ocurrió sabotear el internet. Primero desenchufe el cacharro ese de las lucecitas, pero la desconexión duró apenas 30 minutejos de nada. Mi segunda intentona fue más sofisticada y casi maquiavélica: soltaba la clavija del teléfono, interrumpía la conexión unos segundos, volvía a ponerlo todo en orden y mientras Blanca comprobaba con la pericia de un técnico el estado de los cables, yo tejía bufandas y la increpaba por no dejarme escuchar la telenovela. Pasó una semana antes de descubrirme con los cables en la mano y declararnos la guerra formalmente. A mis razonables reproches, ella respondía con su terco silencio. A mi baja de internet,

respondió contratando ella misma la conexión. Y a la suspensión de su paga semanal, Jeremy respondió con un ingreso en cuenta. En resumen, ni razón ni sin razón pudieron frenar ese matrimonio y puntualmente, gracias a la conexión vía internet, Blanca y Jeremy se casaron en Las Vegas el 15 de Febrero. Confieso que tras la boda enloquecí transitoriamente, pero las circunstancias me obligaron. Hice cuanto estuvo en mi mano y hasta recurrí a la ley con la esperanza de que la Justicia pusiese algo de orden en semejante desaguisado. Pero para mi inmensa incredulidad, el sexo cibernético es considerado como acto de consumación del matrimonio e impide la nulidad por matrimonio no consumado. Tras ese revés, me di cuenta de que mi Blanca ya no tenía salvación posible y en Junio, tal y como había planeado, se fue a vivir a Nueva York con su marido cibernético para hacerme abuela de nietos cibernéticos. Así que desde entonces, mientras mi Manolo va a sus partidas de golf con los amigos, yo me dedico a navegar por la red, y cual digna sucesora del Zorro, combato la injusticia y las tropelías. Bienvenidos a mi foro: el único lugar donde las madres encontrarán Justicia, consuelo y comprensión contra las internautas locuras sociales cometidas por sus hijos. FIN

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bip Escrito por Adriรกn Azzi

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bip

Bip

, bip, biiiip… Corro al microondas. Mi café ya está caliente y escucho en la sala el arrancar de mi computadora, la que había prendido al pasar. Una vez sentado frente a ella considero que mi día ha empezado. Nunca me gustó el “ring” del despertador, es un ruido disonante que arruina mi día, por lo cual y sin saber cómo, salto de la cama segundos antes de que suene y lo apago. Rara vez le dedico tiempo a pensar por qué “el estar conectado con el mundo”, aunque sea de manera virtual, me hace sentir más seguro, completo. Cuál fue el origen de esta sensación, si es que hay uno. En realidad supongo que se trató de un mecanismo que paulatinamente se me fue metiendo en la sangre, como un catecismo que va llenando un vacío, una carencia. Como esas sentencias que algunos se repiten mecánicamente frente al espejo cada mañana y que son parafraseadas en esos libros de autoayuda que han desgastado la historia editorial de la humanidad. Claro, dirán Uds., no tengo veinte abriles y cuando era chico se editaba sólo aquello que tenía cierto valor. Ahora, cualquier perejil edita un libro y te lo vende por ebay, facebook, twitter y no sé cuanta otra novedosa forma. Pero “bip-bip” otra vez. Es la bocina del autobús de la escuela que viene a buscar a Carla, mi hija.

Y vuelvo a pensar en ese vacío que llenamos con tantos “bips”, y me acuerdo de que no conecté mi celular que estuvo cargando toda la noche. Corro hacia él y “bip”, ya está, espero no haberme perdido ningún llamado o

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mensaje; chequeo y no; no perdí nada, qué alivio. Será que la era de la tecnología y la globalización me ha superado y estar al tanto de lo que ocurre en Singapur, Austria o Iowa es más importante que aquellos objetivos que en la vida me he trazado. Ya fueron muchas las veces en que postergué mis escritos para un mañana –que nunca llegaba– o dejaba de lado el cuidado de mi jardín o de presentar algún proyecto innovador en mi trabajo sólo por ver cosas que antes en mi vida no veía y/o buscar, compulsivamente, noticias o eventos alrededor del globo.

Escrito por to por Adrián Azzi

Otro “bip” que dice que la alarma de la casa está desactivada. Es Carla que sale a la facultad; el siguiente “bip”, más lejano, me dice que abrió su auto. Me pregunté una y otra vez qué me estaba pasando. Si iba a dejar escapar mi vida entre bip y bip, o si algún día tendría la voluntad de cumplir aquellos sueños que –siendo importantes- estoy dejando ‘momentáneamente’ de lado. Pienso en la casa de campo que siempre deseé tener, y el velero, o las historias que –con la excusa de la falta de tiempo– no me he sentado a bosquejar.

terminar esa novela. No importa, lo haré mañana. Un par de “bips” fuera de ritmo sobresaltan a todos a mi alrededor. Mi esposa y Carla son retiradas del cuarto por la enfermera, quien alarmada llama al médico de guardia. Mi mente no siente prisa, está detenida en el final de un cuento que nunca me senté a resolver. Todo se ve tan raro, como borroso. Un olor extraño inunda la habitación, ahora ya no veo nada. Sólo escucho, a lo lejos, un interminable “bip” que dice que todo ha terminado. FIN

“Bip”, a lo lejos. Deben ser Carla y mis nietos, olvidé que es domingo. Los chicos saltarán a lo largo del jardín y me desordenarán toda la casa. Y justo hoy que me sentía inspirado para

<<Y vuelvo a pensar en ese vacío que llenamos con tantos “bips”...>>

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CORAZONES DESCONECTADOS

Escrito por Ernesto Alonso Flores l celular anunciaba la llegada de un nuevo texto:

- Ya estamos listos, sólo faltas tú :) - Les aviso a mis papás y voy para allá :(

Era el celular que José Juan había recibido como regalo de cumpleaños por parte de su abuelita Antonia. Era sábado de gloria y el sol parecía estar enojado con la tierra; el murmullo rutinario de la ciudad ensordecía el alegre cantar de los pájaros en las afueras del 1258 de la calle Brand Boulevard, en San Fernando, California. Era 5 de Abril del año 2012 y José Juan se preparaba para asistir a una fiesta que sus amigos le habían organizado con motivo de su cumpleaños número 18. - ¡Te esperamos! ¡No tardes! :) Recibió en respuesta. José Juan era un buen muchacho, dedicado a la escuela, responsable y en sus ratos libres trabajaba como abarrotero de medio tiempo en la tienda de Don Cheto. Cursaba ya el último semestre de la preparatoria y tenía muchos planes. Soñaba con ser psicólogo para ayudar a los demás a expresar mejor sus sentimientos; quería casarse y tener una hermosa familia; pero desde siempre su mayor anhelo era el de ser un padre ejemplar. José Juan creció en medio de los pleitos y la incomprensión diaria de sus padres, sus abuelos paternos murieron cuando él tenía sólo 5 años y de sus abuelos maternos solamente quedaba Antonia, quien como podía, lo ayudaba, vivía al pendiente de él y lo aconsejaba cada vez que podía. José Juan tomó su celular y escribió: - ¡Ahora sí, ya voy para allá! :( - ¡OK! :):) Le contestaron. Luego se encaminó a la recámara de sus padres para avisarles y al escuchar los acostumbrados gritos; se detuvo en la puerta. - ¡Estoy harta de esta maldita vida! _ Le decía Teresa a Enrique, su pareja; nunca

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Corazones Desconectados

se habían casado.

- ¡Eres un hijo de la chingada!

- ¿Y qué crees, que yo no? ¡Mírate, estás gorda, celulítica, vieja y para colmo, ni una manita de gato te das!

- ¡No más que tú mi amor!

- ¿Y para qué me arreglo? Para estar de pendeja encerrada aquí. No Enrique. ¡Además tú no te quedas atrás, ése mendigo televisor y tus pinches deportes te tienen hundido como estúpido! ¡Pareces pendejo! - ¡Pendeja la más vieja de tu casa! ¡Además es mi único entretenimiento! - ¡No, no es el único! ¿Y tus pinches borracheras y las llegadas a medianoche? ¿Qué crees que soy tu babosa? ¿Y sabes qué? ¡Ya me cansé de ti, me largo! ¿Creíste que te iba a aguantar toda la maldita vida? - ¿Otra vez? ¡Siempre dices lo mismo y nunca terminas por largarte! ¿Y sabes por qué? Porque eres una mediocre conformista que depende de mí para todo. ¡Eres un pinche parásito! - ¡Cállate! _ Se le acercó Teresa furiosa para abofetearlo. Enrique la detuvo y la apartó de su lado con desprecio.

- ¡Me amargaste mi vida! - ¡Igualmente cariño! - ¡Vete a la mierda! - ¡Mhm, desde que vivo contigo estoy en medio de ella! - ¡Pero te vas a arrepentir, cabrón! - No Teresa, arrepentido estoy desde hace mucho. De no ser porque tenemos un hijo ya te habría mandado a la chingada. ¡Si José Juan no existiera, te juro que no estaría a tu lado nunca más! - ¡Como si te importara! Siempre lo ignoras, lo tratas peor que a mí. - ¡Porque es como tú! Es un pinche parásito que no hace nada. Con su pinche trabajito de 20 horas y su mendiga patineta. ¡No aporta nada a la casa! - ¡Pero al menos estudia! - ¡Eso dice, pero se la pasa de pendejo en las calles!

- ¡No empieces con tus pinches patadas - ¿Y qué esperabas? Si tú eres un de ahogada! Si vas a largarte, largate bueno para nada. ya de una vez _ Le decía tronándoles los dedos _ ¡A la chingada! A ver quién - ¡Pero te mantengo y les doy de tragar! te aguanta y te da de tragar gratis. - Me mantienes con hambre, para lo

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Escrito por to por Ernesto Alonso Flores

que arrimas. Y en cuanto a la casa solo porque tu mamá intentó comprar tu cariño al heredártela, sino estaríamos en la calle. ¡Eres un hijo de la chingada Enrique, la vida te lo va a cobrar caro! - ¡Ya; ya estuvo bueno! ¡A la chingada de aquí, vete a hacer lo único que sabes, ve a ver tus pinches novelas que te ayudan a elevar tus niveles de pendejismo! ¡Órale, lárgate de aquí!

dirigió a la sala, tomó el control de la televisión y sintonizó la telenovela del momento _ Mamá, ¿te puedo preguntar algo? - ¿Qué quieres? - ¿Por qué me tuviste? _ Le preguntó José Juan llorando. - ¡Por pendeja! ¡Debería haberte abortado!

Teresa abrió la puerta y se encontró a José Juan, quien intentó abrazarla.

José Juan lloró con más sentimiento, tomó su celular y escribió:

- ¡Quítate, no te me arrimes!

- Siempre es lo mismo :(:(:(:(:(:(

- Mamá, ahora es mi cumpleaños y mis amigos me organizaron una fiesta

José Juan triste, pensativo y llorando se dirigió a la fiesta. De repente se detuvo, se regresó y tocó a la puerta de su casa, sentía la necesidad de abrazar a sus padres. Pero Teresa, aunque escuchó, no le abrió y Enrique, con la emoción de la final de la temporada y el volumen del televisor a todo lo que daba, ni cuenta se dio. José Juan se abrazó a la puerta y la acarició cerrando los ojos. Después se encaminó a la casa de su amiga Marien donde se llevaba a cabo la fiesta; su amiga era reconocida por su mala conducta, por su rebeldía y por ser muy grosera con sus padres. Cuando José Juan llegó, Marien se encontraba en su recámara en pleno acto sexual con su novio Pepe, estaba usando su nueva laptop para grabarse teniendo

en casa de Marien; la verdad no les había dicho porque. - ¡Vete, vete! _ Dijo Teresa sin dejarlo terminar _ Lárgate de una vez. ¡Eres igual que tu padre! José Juan la miraba con tristeza, sus ojos estaban inundados de lágrimas. Y en sus manos sostenía su celular. - Tú y tu mendigo celular, valen para pura chingada. - ¡Mamá, por favor no hables así! Ven dame un abrazo, yo te quiero mucho y a mi papá también _ José Juan intentó abrazarla pero Teresa lo rechazó y se

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Corazones Desconectados

relaciones, le fascinaba hacerlo y se excitaba aún más cuando repetía las escenas grabadas. - ¡Ah, ah! _ exclamaba Marien a punto del orgasmo _ Me hiciste el amor como nunca. Te amo tanto Pepe. - Yo también te amo. Pero no me gustó como le hablaste a tu mamá. - ¡Es una metiche, siempre me fastidia! Y no empieces, si no quieres que. me enoje _ Luego recibió un texto - ¡Llegó el cumpleañero!  - Ya voy :) _ Escribió de regreso. En la fiesta se encontraban; Miguel, Susana, Felipe, Bryan, Sonia, Ivan, Erick, Paulina, Liz y Claudia; todos compañeros de clase de José Juan. Era una fiesta en la que para todos el motivo era divertirse, excepto para el festejado. Eran las 2:00 de la madrugada cuando Blanca y Ramón, padres de Marien bajaron a la sala.

- ¡Hija, por favor! Mírate, estás tomada _ le dijo Ramón _ Está bien te he dado permiso para que lo hagas, pero te he dicho muchas veces que con moderación. ¡No pierdas el control! - ¡Ya, ya párenle! Lárguense a su cuarto, ya están viejos. ¿No se dan cuenta que solo quiero divertirme? - Señora, señor. Buenas noches _ Irrumpió José Juan, yo soy el culpable discúlpenme y tienen razón, ya es muy tarde. Muchas gracias por dejar que Marien hiciera esta fiesta para mí, es la primera que tengo _ Cuando Blanca y Ramón lo vieron sintieron una extraña sensación recorrer todo su cuerpo _ ¡Vámonos muchachos! _ Les dijo a sus amigos. - ¡Ya ven lo que provocan! ¿Por qué molestan a mis amigos? - Marien deberías escuchar a tus padres. Ellos tienen razón yo daría lo que fuera porque mis padres se preocuparan un poco por mí.

- Hija, ¿Ya viste que hora es? _ Le dijo su mamá.

- ¡Ah, está bien! Pues nos vamos. ¡Sí, vamos a seguirla a casa de Pepe!

- Si, ¿Y qué?

- Por mí no hay problema _ replicó él.

- Ya es hora de que termine la fiesta. Tu papá y yo tenemos que descansar.

- ¿Cómo que nos vamos? ¡Hija ya es tarde y estás tomada! _ le dijo Blanca.

- ¡Pónganse unos tapones en los oídos y ya!

- ¡No mamá, apenas son las 2:00 de la madrugada! La noche es joven. ¡Verdad chicos, a seguirla, a

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Escrito por to por Ernesto Alonso Flores

seguirla…! -salió cantando siguiendo a sus amigos Marien convenció a todos para ir a casa de Pepe, cuando salían, Blanca volvió a sentir una extraña sensación recorrer su cuerpo y se abrazó a Ramón. El grupo de amigos se dividió y en el carro de Pepe iban solamente Marien y José Juan.

intentó abrirle el cierre. - Marien ya estás muy tomada. Por favor, compórtate _ le dijo Pepe apartándola de su lado. Marien se enojó y volvió a intentarlo con más fuerza. Los dos forcejearon, lo que provocó que Pepe perdiera el control del volante, terminando en un aparatoso accidente, el auto quedó completamente destruido. Pepe murió

- ¡Felicidades José Juan! _ exclamaba a gritos Marien dentro del carro. ¡Viva la instantáneamente, mientras que José vida que solo hay una! _ luego sacó Juan tuvo muerte cerebral y quedó en una botella de tequila de su bolsa y estado vegetativo por una semana. comenzó a tomarle _ Ten José Juan; Finalmente, sus padres decidieron tómale _ le dijo. desconectarlo y donar los órganos; Marien necesitaba con urgencia un - ¡No! Y tú tampoco deberías tomarle. trasplante de corazón; fue así que Ya estás borracha. Te agradezco que Enrique y Teresa, después de una triste quieras celebrar mi cumpleaños, pero y amarga decisión, hicieron todo lo creo que esta vez te pasaste Marien. requerido para que el corazón de José - ¡Ah, no sigas José Juan, yo soy así y Juan salvara la vida de la hija de no voy a cambiar! Blanca y Ramón. Los años transcurrieron, Teresa y Enrique - ¡Si pero, deberías escuchar a tus firmaron el divorcio y acordaron nunca padres! Ellos se preocupan por ti, te volver a verse, mientras que Blanca y aman. Ramón vivían agradecidos con José - ¡Ah, ya cállate! Sino te callas me voy a Juan no solo por haber salvado la vida enojar contigo. de su hija, sino por ser la causa de su transformación. Cuando la veían los De repente le timbró el celular a Marien, dos recordaban en ella la triste mirada pero por lo borracha que estaba se le de aquel joven y para nadie era ya un resbaló; se agachó a recogerlo y secreto que Marien era dueña de un mirando la bragueta de Pepe le dijo: gran corazón. - Ya que ando por aquí mi amor, ¿No se El tiempo siguió su curso, era 5 de Abril te ofrece nada? _ luego lo acarició e

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Corazones Desconectados

del año 2017, si José Juan viviera Ramón. cumpliría sus 23, el sol reflejaba una - Y yo de ustedes papá, gracias por inmensa felicidad, el día era hermoso y perdonarme. Gracias por Marien se preparaba para un gran permitirmevivir esta segunda momento. Ella y sus amigos llevarían a oportunidad _ De repente le llegó un cabo la celebración del cumpleaños de texto. José Juan, pero lo harían de una - ¡Estamos listos, solo faltas tu! :) manera especial. Por fin darían a conocer al mundo un proyecto al que le - Estoy nerviosa y feliz, voy para allá habían invertido los últimos 5 años; en :):):):):) _ Respondió. el que pusieron todo su empeño y Eran las 12:30 del mediodía, el lugar entusiasmo; un sueño hecho realidad lucía hermoso, lleno de arreglos que estaba dedicado a la memoria de florales, fotografías y recuerdos de los José Juan y la de Pepe. Marien lucía hermosa y emocionada cargaba en sus festejados. Estaba repleto de gente, la prensa no dejaba de hablar del evento manos su lap top. que sería transmitido en vivo al mismo - Hija, estoy tan orgullosa de ti _ Le dijo tiempo por el canal más importante de Los Ángeles y por Internet. Ese día Marien y sus amigos lanzarían un sitio en las principales redes sociales dedicado a aquellos jóvenes cuyas vidas fueron marcadas por la apatía, el desamor y la indiferencia de sus familiares. Luego de un emotivo preámbulo, Marien oprimió la tecla “enter” de su computadora y al mismo tiempo apareció en la pantalla de los televisores y en la pantalla del principal canal de videos por Internet una hermosa imagen con el collage de los fallecidos, resaltando la imagen de José Juan y Pepe; enseguida apareció la siguiente frase: “Exprésate, conecta tu corazón”. FIN

20 NABUART JUNIO 2012

Escrito por to por Ernesto Alonso Flores

Moraleja: Los seres humanos somos los únicos seres vivos capaces de expresar y manipular nuestros sentimientos de acuerdo a nuestra conveniencia. ¡Conectemos hoy nuestros corazones, hagámoslo solo por la necesidad de mejorar!

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de humanos, de perros y otros amores Escrito por Mercedes Aguilera

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De humanos, de perros y otros amores

i amo.

¿Qué sería mi vida sin mi amo? Supongo que tendría que quedarme sin él para averiguarlo. Pero por qué hablar de cosas que no han sucedido, mejor les contaré del día en que su vida se volvió un caso, y debo confesar, por causa mía. Pero antes hay que hablar del principio, pues es bien sabido por todos que toda historia tiene uno, y éste es mi principio…mi historia.

Mis primeros recuerdos son de una infancia feliz y alegre al lado de mi amo, quien era tan sólo un adolescente luchando por terminar la secundaria y entrar a la preparatoria. Mi parte favorita de estar a su lado son los paseos al atardecer. Siempre los hacíamos sin importar el clima. Nada nos detenía. Ni siquiera cuando comenzó a salir con Brenda durante sus años en la universidad, su novia solía acompañarnos en algunas ocasiones y hasta me regalaba alguna golosina para que los dejara un momento a solas. La diversión y el ejercicio eran parte permanente en mi vida. Luego, la graduación y la boda con Brenda. Mucha comida y paseos. Aún estando en su luna de miel se aseguro de que alguien me llevara a dar mí acostumbrado paseo.

Pero sucedió lo contrario, cada vez lo veíamos menos, cada vez pasábamos más tiempo sin su compañía, hasta Brenda se veía más triste y mostraba una sonrisa forzada cada vez que estando sentados juntos, los tres en el sofá, el celular sonaba. Cuando mi amo terminada la llamada ella solía decir:

Entonces algo sucedió, algo que nadie pudiera haber esperado, mi amo recibió -Y que fue eso tan importante que no un ascenso en su trabajo. Todo parecía podía esperar hasta mañana. Es tu día felicidad. Hasta que se maldito aparato libre. ¡ni siquiera en domingo te dejan llegó a casa. Ese maldito celular que en paz! no paraba de sonar y nos volvía locos Entonces comenzaban a discutir por a todos. horas, pensando que nadie los podía - “A partir de ahora tendremos todo lo escuchar, pero yo estaba ahí junto a que siempre hemos deseado” – solía ellos y ya ni cuenta se daban, sobre decir mi amo. todo él, mi amo.

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Escrito por Mercedes Aguilera

Yo solía esperarlo en la entrada con la correa en mi boca lista para que ambos saliéramos a pasear, pero el parecía no darse cuenta de mi presencia. Entonces yo solía acercarme y subía mis patas a sus piernas y él, molesto, me empujaba diciendo que no lo molestara. Eso me rompía el corazón. Mientras más lo pienso, creo que haber causado problemas fue lo mejor que le pudo haber pasado a esta familia, es decir, sé que no es correcto molestar a los demás, mucho menos a mi amo, pero a veces es lo único que hace a las personas reaccionar. En fin, como les decía. Ese infernal aparato comenzaba a provocarme jaqueca cada vez que lo escuchaba, pero cuando ya no pude soportarlo más, fue cuando el amo hizo llorar a Brenda, quien venía tan contenta a darle una maravillosa noticia. Ella llevaba en su mano un par de zapatitos y cuando intento mostrárselos él sólo acertó a decir: -¿Y ahora qué quieres? Acaso no puedes ver que estoy ocupado. –

casa dejándonos solos, una vez más. Cuando regresó estaba demasiado cansado para notar mi presencia, que como siempre lo recibía al llegar, pasó junto a mi, pero yo lo observé subir con desgano la escalera, lo seguí y lo vi entrar a la habitación, dejar el celular en la mesita junto a la cama, quitarse los zapatos, aflojarse la corbata y, finalmente, decidir que el sueño era demasiado para desvestirse. Ni siquiera se dio cuenta de que Brenda había llorado hasta quedarse dormida. Ya lo tenía decidido, esto era demasiado, ese cachivache se tenía que ir. Era sencillo sólo lo tome y salí de la habitación. A la mañana siguiente el olor del pan francés y los huevos revueltos lo despertaron. Se incorporó mientras se frotaba los ojos, por un momento pareció perdido, la oscuridad del lugar parecía no darle pistas de en donde se encontraba, hasta que poco a poco reconoció la habitación. Finalmente me observo y, una vez más, me mostró la sonrisa que tanto me hacía feliz.

Y regresó a su maldito celular, mientras - Buenos días Filosa. – Olfateó el ella se alejaba lentamente. Me acerqué aire mientras yo movía la cola y ladraba y coloqué mi cabeza en su regazo; sin parar. – Parece que mamá nos trataba de decirle cuanto la había preparó el desayuno ¡vamos! – lastimado, cuanto lo necesitábamos… No lo podía creer, era increíble pero así cuanto lo extrañábamos. Salió de la

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De humanos, de perros y otros amores

era, funcionaba, realmente funcionaba. Salimos juntos, y al bajar las escaleras, la luz del día le dio de lleno en la cara. Se quedó parado como intentando entender lo que sucedía. -¿Qué hora es?- Volteo a verme pero yo sólo ladré - ¿Qué hora es? – Su voz se escuchaba llena de desconcierto, miedo y furia. En ese momento Brenda llegaba a la escalera. -¿Damián, qué sucede? – le decía mientras se secaba las manos en el delantal. Mi amó la veía sin decir palabras. Regresó corriendo a la habitación, encendió las luces y comenzó a buscar con desespero, arrojando todo lo que se encontraba a su paso. -¿Dónde está? ¿Dónde está?- Repetía sin dejar de buscar. -¿Damián qué pasa? ¿Qué estas buscando? Mi amo la miró con furia y dirigiéndose hacia ella, la tomóo por los hombros mientras le gritaba que se lo entregara. Brenda estaba asustada, yo ladraba intentando callar esos gritos, pero era imposible, entonces comencé a tirar de su pantalón tan fuerte que lo tiré al piso. Se levantó y comenzó a perseguirme, la puerta de la calle estaba cerrada así que tuve que correr al jardín, él aún me seguía y tras de él, Brenda corría asustada.

26 NABUART JUNIO 2012

Al verme acorralada entre el manzano y mi amo y sin deseos de seguir huyendo sólo esperé, en ese momento el inconfundible y horrible sonido del celular se escucho bajo mis patas, mi amo se detuvo en seco y al notar la tierra removida intentó quitarme, pero yo no lo dejé, Brenda le suplicaba se detuviera, pero el no escuchaba. Se levantó y corrió al cobertizo, pero no le di tiempo a regresar, comencé a cavar tan rápido como pude, y al encontrar el celular corrí con el en mi boca. Mi amo llevaba la pala en sus manos y al percatarse de que yo tenía en mi poder su celular corrió tras de mi. El jardín era muy pequeño para tan fiera batalla, Brenda en su intento por ayudarme abrió la puerta de la calle y me dejo salir. Yo sólo podía correr y mientras lo hacía escuchaba la voz de mi amo a mi espalda. No recuerdo por cuanto tiempo corrimos, pero en algún punto de esa carrera mi amo se calló, al escuchar el golpe me detuve y lo que vi en sus ojos no fue enojo, sólo terror, mientras alcanzaba a gritar mi nombre. Lo último que recuerdo fue el golpe y el olor a neumático quemado mientras la silueta de mi amo corría nuevamente hacia mí. Me desperté una mañana luminosa llena del olor a las begonias de Brenda, tenía mi pata derecha enyesada y al intentar ponerme en pie un dolor

Escrito por Mercedes Aguilera

intenso me lo impidió así que me quedé acostada en mi cama. En ese momento escuché la voz que tanto me hacía tan feliz. - Así que por fin despertaste pequeña diablilla, sabías que me asustaste mucho, pensé que no te volvería a ver.- Me decía mientras me acariciaba la nuca. -Brenda, ven a ver, Filosa por fin despertó. Brenda corrió a nuestro lado y, debo decirlo, jamás los vi tan contentos. Después de tres meses de permanecer entablillada, el veterinario dijo que por fin me quitaran el yeso, y eso significa que ya puedo volver a caminar. Mi amo y Brenda lucen muy felices y debo decir que el estómago de ella crece cada día más. De regreso a casa el amo tomó un camino que me parece familiar, un camino que hacía mucho tiempo no había visto, pero el cual nunca podría olvidar. Nos detenemos en el parque de mi infancia, el parque en el que mi amo y yo solíamos pasear.

en el cual por supuesto no lo dejaron entrar, así que tomó un taxi para llevarme con un veterinario. Al darse cuenta que podía morir, lloró mucho, Brenda lo había seguido y lo acompañó mientras intentaban salvarme la vida. Escuché que el día que me robé su celular tenía una junta muy importante, temprano por la mañana, al no presentarse, dado que se quedó dormido pues no escuchó la alarma del celular, las llamadas comenzaron una tras otra. Bueno, sólo diré que ya no tiene que responder esas llamadas. Ahora tiene su propio negocio lo que le permite pasar más tiempo con nosotros, y desde luego los paseos están incluidos en la agenda. Así que recuerden, cuando tengan a un amante compañero a su lado, no olviden apagar su celular, no sea que desaparezca. FIN

Tal vez les interese saber qué sucedió, bueno, nada del otro mundo en realidad. Fui golpeada por un automóvil mientras me detuve a ver a mi amo que había caído, el problema fue que yo estaba en medio de la calle, el conductor me vio demasiado tarde. Mi amo corrió y me llevó en sus brazos hasta el hospital,

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el E-mail nuestro de cada dia

Escrito por Jorge Alvarado La Ofrenda Si tuviera la oportunidad de devolver el tiempo hasta los últimos minutos que precedieron mi muerte, de seguro no dejaría que las leyendas del abuelo afectaran mi buen juicio hasta el punto de no saber cómo distinguir entre el sueño y la realidad.

Ese día, pocas horas antes de morir, desperté con una pesadez inusual. Mi cuerpo parecía pesar el doble de lo que yo recordaba, y tuve que restregar mis párpados con las manos para que mis ojos pudieran ver claramente. Me incorporé y logré sentarme en la cama, estirando los brazos. Muy cerca de mí, sentado en una butaca, un hombre con una barba de esas que te hace pensar que tiene todos los años y sabiduría del mundo, me observaba. Salté de la cama, olvidando el peso de mi cuerpo.

¿Quién es usted? ¿Qué está haciendo en mi casa?

El hombre permaneció en silencio. Sus ojos profundos y oscuros seguían cada uno de mis movimientos. La piel arrugada de su cuello se dejaba ver detrás de una manta amarilla de tul, que contrastaba con una corona de plumas azules sobre su cabeza. Era el Gran Jeque. Mi abuelo lo había descrito una vez, en una noche de verano en que nos sentamos a ver las estrellas, cuando yo pasaba vacaciones en su casa de campo en Colombia. -

El Gran Jeque es un hombre pacífico –dijo el abuelo.

¿Y si es pacífico, por qué mata gente, abuelo?

No se trata de matar. Es sólo un sacrificio. El Jeque cumple con lo que - Chiminigagua le encomienda. Yo miré al abuelo en silencio. Chiminigagua es el creador de todo lo que nos rodea, Julito. Si el Jeque - viene a buscarte es porque tú has sido elegido.

JUNIO 2012 NABUART 29

El e-mail nuestro de cada día

¿Elegido?

- Le llaman Moxas. Los Moxas son los hombres privilegiados que han sido elegidos como ofrenda para el Dios Chiminigagua. Aquel hombre era el Gran Jeque. Mis muslos se tensionaron, pero aun así corrí hacia el armario, tomé una toalla y me acerqué al Gran Jeque con respeto. - Solo necesito unos minutos, Gran Jeque, –dije doblando la toalla.Tengo que bañarme, cepillarme los dientes y enviar dos correos electrónicos y tres mensajes de texto. -

No hay tiempo. El rito no puede esperar.

- Pero yo no puedo presentarme a Chiminigagua en este aspecto. Además no puedo irme sin enviar esos mensajes. En realidad son importantes. - No hay nada más importante que ser Moxa. Usted ha sido elegido. - Lo entiendo perfectamente, y créame que siento un poco de vergüenza por hacer esperar a Chiminigagua, pero sin mirar mi celular y mis emails va a ser muy difícil que ya podamos empezar la ceremonia. Con estas palabras, puse la toalla debajo del brazo, caminé hacia la sala y quedé paralizado tratando de convencerme de la terrible novedad del

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día: Mi estudio había desaparecido. Y con el estudio, el celular y el laptop que había dejado conectados sobre mi escritorio. Me dejé caer en el sofá, apoyé los codos en mis piernas y, con la cabeza entre las manos, cerré los ojos por unos segundos con fuerza. La noche anterior, luego de unos merecidos tragos en casa de doña Juanita con Mirta, había llegado al apartamento, me había lavado la cara, y me había dispuesto a dormir pensando en Mirta, en su ‘no seas tan imbécil’ y sus frases entrecortadas por la rabia. Todo esto debía ser producto del vodka. Abrí los ojos con la esperanza de haber estado inmerso en un sueño, de que mi estudio, mi escritorio, mi celular y mi laptop no hubieran desaparecido. Pero el Gran Jeque estaba ahora frente a mí, y no parecía desvanecerse. Lo miré y comprendí que sólo él podría haber cometido un acto tan horrible. El Gran Jeque era el responsable de haberme desprovisto del único celular y el único laptop con el que yo contaba en el mundo. Me levanté y caminé hacia la puerta, traté de abrirla, pero la cerradura de seguridad estaba puesta. - Todo está cerrado. –dijo el Gran Jeque.- Yo tengo las llaves. No hay nadie en el edificio, nadie lo va a escuchar.

Escrito por Jorge Alvarado

- Eso no puede ser, tiene que haber vigilantes, yo sé que— Prepárese –el Gran Jeque subió - el tono de voz— Ya vamos a comenzar la ceremonia. ¿Dónde está mi celular? ¿Y mi - laptop, qué hizo con él?

Mientras escuchaba el discurso del Gran Jeque, no podía imaginar un solo minuto sin mi celular y mi portátil. El ritual del que él hablaba ya no parecía ser más importante que mi ritual de la mañana, sentado en mi mesa con un café, navegando en la web, mandando mensajes al mundo entero.

Para la ofrenda a Chiminigagua, - no se necesita de esos artefactos, sólo se necesita un poco de fe.

Su espíritu se ha materializado - –dijo el Gran Jeque.-- Usted tiene la necesidad de comunicarse porque todos los días se hastía de usted Usted no me entiende –dije con - mismo. Su escritorio es como un las manos temblorosas— Ya sé que laboratorio en el cual todos los días soy el elegido para Chiminigagua, y me usted ensaya una cara distinta. siento muy orgulloso, créame. Pero necesito mirar mis mensajes de texto y - Con todo respeto por usted y mis emails. Hay gente que está sus profundas palabras, señor Gran esperando saber de mí en la oficina, Jeque, le digo que no puedo vivir sin ¿sabe? Hay cosas que debo finiquitar eso que usted llama ‘mi laboratorio’. Es de inmediato. No estoy acostumbrado más, me niego a ser sacrificado. No a dejar cosas pendientes, y, por favor, creo que haya algo más importante que sólo se trata de un par de llamadas, mi celular y mi portátil. Si no me los unos emails. Quiero tener la devuelve, lo siento, pero esta ofrenda tranquilidad de saber que todo está se acaba en este instante. organizado antes de ofrecer mi sangre Corrí hacia la ventana de mi al creador. apartamento, la abrí y me senté en el Usted es un Moxa. Descendiente marco. Mi apartamento, en el noveno - de una raza elegida, brillante, piso de Wilshire Boulevard, me ofrecía emprendedora. Una raza que está una de las más refrescantes vistas de destinada a alumbrar el camino de los Los Ángeles. Recorrí con la mirada mi desamparados, y a combatir los males vecindario y supuse que en cada una celestes. Esta ofrenda es la máxima de las ventanas de los edificios que me prueba de su fe en Chiminigagua, en el rodeaban había alguien mandando destino de su raza. Nada puede ser mensajes por celular o laptop. No, yo más importante que este ritual. no estaba solo. Allá afuera estaba el

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El e-mail nuestro de cada día

mundo al que yo pertenecía. Miré una vez más hacia adentro. El Gran Jeque se hacía más pequeño, y tuve la impresión de que sus carnes se endurecían, su piel empezaba a brillar, y su cuerpo se convertía en piedra. Suspiré y me lancé al vacío.

La Búsqueda

Son pocas las cosas que pueden esperar hoy en día. Apenas veinte minutos después de haber muerto, mi apartamento ya estaba lleno de gente. Todos escarbando entre mis papeles, mientras yo anhelaba escuchar la voz ronca de Mirta. Sabía que en cualquier momento Mirta tenía que aparecer en la puerta, a pesar del disgusto que tuvimos la noche anterior en casa de doña Juanita. Quería ver sus lagrimitas, porque sabía que iba a llorar por mí. Necesitaba verla por última vez, que me contara uno de esos sueños bonitos de los que me hablaba, en los que ella se veía libre, volando, riendo, jugando.

Y mientras esperaba la llegada de Mirta, y miraba cómo los oficiales de Los Angeles Police Department registraban el apartamento, descubrí que mi estudio no había desaparecido. El escritorio estaba intacto, lleno de fotografías y documentos que los oficiales habían esparcido. Mi ropa estaba en el piso, y no podía identificar las prendas que llevaba puestas ni siquiera sabía si tenía alguna. No sentía frío, aunque siempre pensé que la muerte era fría. Debajo de un bulto que los oficiales habían construido con mis pertenencias, vi mi celular y mi laptop. Habían sido clasificados como evidencia. Sentí el deseo de meterme en la web, navegar con este nuevo cuerpo celestial que me permite atravesar todos los espacios, y hablar con Mirta, decirle que me perdonara, que me había portado como un autentico jerk. Pensé en que en este nuevo espacio probablemente enfrentaría

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Escrito por Jorge Alvarado

al dios Chiminigagua, y probablemente me castigaría, aunque yo dijera que sin mi laptop y mi celular, no hubiera sido posible un minuto más de mi existencia. Los Hechos

El edificio ubicado en el número 10450 de la Wilshire Boulevard, fue cautelosamente cerrado por la policía que identificaba el apartamento 902, como el escenario de los hechos. Con hambre de noticias, un hombre de compostura mediana, con un micrófono que de KCBS Los Ángeles se abrió paso a empellones, acompañado de un camarógrafo. El hombre se instaló en frente de la multitud y empezó a hablar frente a la cámara.

- Aunque las autoridades aseguraron que no había antecedentes de que el hombre tuviera problemas mentales, no han podido explicar la presencia de una pequeña estatua de arcilla sobre su cama. La escultura representa un antiguo Jerarca de una tribu indígena colombiana, los Chibchas. Según la leyenda, el Jerarca se encargaba de sacrificar jóvenes a los que llamaban Moxas, como ofrenda al dios Chiminigagua. Junto a la estatua, de acuerdo con declaraciones del Inspector encargado del caso, fue hallado un libro de mitos y leyendas precolombinas y un celular en su interior. De acuerdo con el Inspector, es probable que el señor Julio Santamaría haya perdido la razón antes de saltar desde la ventana de su apartamento. En este momento se trata de establecer comunicación con la novia Julio Santamaría, a quién él habría escrito un email antes de lanzarse al vacío. Su nombre es Mirta. FIN

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lacerante persuasIÓn en dos tiempos Escrito por Gisela Labrada

“ Estas cosas y muchas otras, que hacen temblar a la humanidad, yo las he visto por mis propios ojos, y apenas me atrevo a contarlas ”.

Fray Bartolomé de las Casas

l radio-reloj digital tuvo un espasmo de música electrónica que se deslizó por el piso y subió por las paredes en un puro rechinar de dientes.

Me desperté pero no abrí los ojos. El terror no me dejaba. Sabía lo que me esperaba y me sentía sin fuerzas para enfrentar mi realidad.

Primero sería la maldita cafetera eléctrica, con su borboteo irregular, salpicando las losetas blancas de la cocina y quemándome con su vapor a traición. Luego el parpadeo agónico de la luz del baño, ese tubo fluorescente, largo como un domingo en casa, que todavía no había podido remplazar por las novedosas y encaracoladas bombillas ahorradoras. ¡Insufrible! Más tarde el vaho de la ducha caliente atrapado en la habitación, rezumando lágrimas en los espejos y formándome gotitas de sudor en el puente de la nariz, y yo sin poder doblegar la inteligencia ecológica del control digital del acondicionador de aire para bajar la temperatura. ¡Asfixiante!

Una vez vestida y calzada, sobrevendría otro reto: encender mi teléfono inteligentísimo. Tras sus acordes de mago de otra galaxia, comenzaría a recitarme con voz de androide gangoso todos los mensajes acumulados. ¡Agónico! Y no faltaría el ultimátum de Arturo. Ya no había más plazos. Tenía que entregar todos los documentos traducidos y formateados con el nuevo software. ¡Como si fuera tan fácil! Mi maldita laptop tenía un virus que ralentizaba todas las

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Lacerante persuasión en dos tiempos

funciones hasta el mismo borde del martirologio, y yo no lograba eliminarlo. Seguro el virus me había entrado con alguno de los estúpidos juegos de un amigo virtual del Facebook. ¡Qué odio! Pensar que tendría que sentarme de nuevo frente a aquella pantalla con la foto de una cueva virtual, me ponía los pelos de punta. ¡Cuánto daría por salir a explorar una cueva en el mundo real! Pero ni tan siquiera podía ir a la esquina a comprarme una caja de cigarrillos. El chismosísimo GPS de mi teléfono le daría la voz a Arturo, y él, con su manía de jefe, me llamaría de inmediato, carraspeando nervioso e imperativo, para recordarme que estoy atrasada en la entrega. ¡No aguanto más! Hoy rompo con todo este mundo electrónico y me voy al campo, a fundirme con la naturaleza, a aislarme de la humanidad. Me levanté de un brinco. Al principio creí que se trataba de la brusquedad del gesto. Pasados unos minutos pensé que a lo mejor todavía era de madrugada y había puesto mal el reloj despertador. Poco a poco me asaltó el pánico… ¡Me quedé ciega! ¡No me veo ni las manos! Di unos pasos tambaleantes y entonces noté que el piso alfombrado de mi cuarto estaba pegajoso, como húmedo. Me agaché instintivamente y lo palpé. Era algo extraño… ¡era fango! Avancé un

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poco más con las manos extendidas hacia la oscuridad y tropecé con una pared rugosa e irregular… ¿Dónde carajos estoy? Estaba hiperventilando. Traté de tranquilizarme. Mis ojos empezaron a acostumbrarse a la penumbra. Vi el techo abovedado, el pasillo estrecho frente a mí, las rocas salientes… ¡Estoy en cueva! No, no, no. Esto tiene que ser un sueño. Me di varias cachetadas. Me pellizqué. ¡Era cierto! Estaba en una gruta… semidesnuda y descalza. Empecé a hiperventilar de nuevo. Los nervios me dieron por echarme a correr. No sé que tiempo estuve corriendo. Casi exhausta me detuve. Me dolían los pies y sentía la ardentía de los arañazos de las rocas en los brazos y en las piernas. El calor era inmenso. Me faltaba el aire. Me pasé la mano por la frente para quitarme el sudor y sentí algo tibio y felpudo. ¡Una araña! La espanté de un manotazo en el mismo momento que algo me hincaba un aguijón de fuego en el talón izquierdo. Grité. Grité a todo pulmón. Mi grito salió brincando en todas direcciones y fue debilitándose hasta que se apagó lejano. Estoy sola –pensé-, perdida en una cueva en las entrañas de la tierra. Si al menos tuviera conmigo mi teléfono con GPS a lo mejor podrían encontrarme… O si pudiera colgarlo en mi Facebook, se activaría una cadena

Escrito por Gisela Labrada

“ El terror no me dejaba. Sabía lo que me esperaba y me sentía sin fuerzas para enfrentar mi realidad. ” de amigos virtuales que no tardaría en hallarme… Tenía la garganta seca y un hueco de hambre en el estómago que empezaba a dolerme. Caí de rodillas y derramé varias lágrimas. Luego me acosté sobre la tierra húmeda, dispuesta a morirme, para acabar con tanta pesadilla. Debo haberme dormido hasta que retumbó un chillido infernal. Me desperté pero no abrí los ojos. El terror no me dejaba. Sabía lo que me esperaba y me sentía sin fuerzas para enfrentar mi realidad. Poco a poco entreabrí el ojo derecho. Estaba en mi cuarto y el chillido metálico salía de mi reloj despertador. Suspiré. Me senté en la cama y mis pies acariciaron la alfombra mullidita. Me revisé los brazos y las piernas. No había arañazos. De un salto llegué frente al espejo para verme la cara. Todo había sido un mal sueño. La melodía futurista de mi teléfono G4 interrumpió mis pensamientos. Respondí. Era Arturo. ¡Me alegré tanto de escuchar su carraspeo nervioso! Le prometí terminarlo todo antes de las 5 y le mandé un beso. Él se confundió con mi alegría y buena disposición. Fui corriendo a prepararme un café y encendí mi laptop. Lo primero que hice, antes de ducharme, fue cambiar el fondo de pantalla. Borré la cueva virtual de un tirón. En su lugar, desplegué una tarjeta electrónica en tercera dimensión y durante unos segundos, navegué agradecida por la bendita tecnología de sus circuitos mientras me frotaba el talón izquierdo, inexplicablemente hinchado y adolorido. FIN

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Gr谩fica de Ram贸n Castillo

tormento virtual

Escrito por Luz Castillo

ariana lloraba a mares parada frente a la puerta de su casa con los ojos clavados en la distancia.

Llovía. La lluvia caía

sobre su rostro y se confundía con las lágrimas saladas que brotaban de los ojos enfurecidos de la mujer.

En su

pecho ardía una mezcla de dolor y rabia.

La espera era larga, pero estaba decidida a tomar acción sin demora.

A lo lejos se escuchaban las campanas de la iglesia marcando las cinco de la tarde. Comúnmente a esta hora el tráfico peatón que pasaba frente a la puerta de su casa era más numeroso que el de vehículos, pero no hoy. Hoy, el agua los ahuyentó. Hoy, la calle estaba iluminada por focos en movimiento y al compás de las gotas de lluvia golpeando el pavimento se unía el sonido impaciente de bocinas y el estrepitoso rugir de los truenos en el cielo iluminado por destellos de luces intermitentes. Por momentos, consciente del escandalo a su alrededor, la determinación de Mariana flaqueaba. Aún con la mirada fija en el la calle queriendo distinguir, sin éxito, entre las pocas personas que pasaban frente a su puerta sólo a una, oía la voz de su consciencia. - Seguro tomó un taxi - Le decía la parte lógica de su cerebro a la otra mitad tratando de convencerla de que era hora de abandonar la vigilia. - Mañana será un mejor día, pensó. Pero en el mismo instante, lo negó. No, no sería un mejor día. Ella lo sabía. Mañana, el cerebro le ganaría a las tripas, al corazón, a la ira. Mañana, la justicia ya no importaría. Mañana podría analizar si realmente había habido traición y ganaría la razón y la conveniencia. Hoy era el día. El agua y las lágrimas la obligaron a taparse la cara con las manos un momento. Un segundo de refugio que interrumpió el espeluznante sonido de un rayo que cayó sobre uno de los árboles del parque a una cuadra de la puerta de su casa. Mariana saltó del susto, y la inminente cercanía del peligro la convenció JUNIO 2012 NABUART 39

Tormento

virtual

de que a pesar de todo lo que sentía: del estomago lleno de asco, del corazón colmado de dolor y los pensamientos segados por la ira, era hora de entrar. Pero en el momento que viraba hacia la puerta, en ese último vistazo que uno suele dar antes de abandonar algo por completo. La vio aparecer. Entre la cortina de agua, Marta se abría paso ligera. Mariana sintió su corazón acelerar y parar repentinamente. Sintió fuerte el vuelco en su pecho cuando volvió a andar, apretó los labios y respiró profundo. Era la hora. La lluvia cesó y el llanto de sus ojos se convirtió en fuego. Todo a su alrededor pasó a segundo plano. Los autos, las luces, la gente eran sólo un eco en la distancia. La imagen de Marta era más clara. Era ella, sin duda. No era un espejismo producido por su mente enloquecida. Era ella, quien caminaba hacia Mariana aparentemente inocente. A lo lejos, también Marta distinguió a Mariana en la puerta de la casa, mojada de pies a cabeza pero altiva como siempre. Libre de toda sospecha, Marta alzó el brazo y jovial la saludó. Pensó que la coincidencia las había hecho encontrarse y considerada apuró el paso. Mientras Marta avanzaba con premura al encuentro con su amiga, en la mente de Mariana se desplegaban una a una las imágenes que hace apenas unos minutos la habían llevado a la puerta de su casa. Eran las fotos de Marta y Ricardo, el prometido de Mariana, en la página de Facebook de un compañero de trabajo de Ricardo. Había besos, pasión, manos en sitios muy cerca del corazón, momentos oscuros que se convertían en la mente enloquecida de Mariana en una película de horror, de traición. A pesar del ruido de la calle, Mariana podía distinguir el chasquido de los tacones de Marta acercándose y cada paso era una estocada, un puñal que se clavaban en su pecho cada vez más profundo hiriéndola sin compasión. Incapaz de aguantar más sufrimiento, Mariana se dio por vencida, se dirigió a la puerta nuevamente decidida a entrar, pero está vez la voz de su amiga la detuvo. Ya cerca Marta gritó: -¡Mariana, espera! Mariana volteó a verla. Fue una mirada fulminante cargada de rencor y desconsuelo. Marta al sentirla quiso detenerse y en el intento perdió el paso y tambaleó. Mariana advirtiendo el peligro en que se encontraba su amiga no pudo 40 NABUART JUNIO 2012

Escrito por Luz Castillo evitar su instinto de protegerla como tantas otras veces, como cuando eran pequeñas y la salvaba de los chicos malos que la acosaban, como cuando fueron adolescentes y pasaba noches en vela cuando algún novio la dejaba, y extendiendo sus brazos quiso socorrerla, pero no pudo. El piso mojado no la dejó y los automovilistas estupefactos vieron como los pies de las dos mujeres por un segundo dejaron el suelo y, aún más atónitos, vieron cuando la nalga de una le daba a la acera y la cabeza de la otra enrojeció el pavimento. Ella no supo en que momento llegó la ambulancia, ni quien los llamó. No supo cuanto tiempo pasó. Todo eran brumas. Parecía un sueño y lo único real eran las gotas de sangre que se despegaban del enorme charco en el suelo. Los dedos fríos de una mujer levantaron su barbilla. La vio, con una mirada perdida, sin preguntas, sin emoción. - Señora Era la voz suave casi maternal de la mujer. -¿está bien? ¿Quiere que la examinemos? ¿Le duele algo? Le dolía el alma, pero no podía emitir palabra, ni lo intentó. Sólo negó. Su mirada se dirigió desolada a la camilla donde dos hombres colocaban el cuerpo inerte de su amiga mientras un tercero cubría su cara. La música en el piso de una canción popular llamó su atención. Era un teléfono celular. Lo recogió. En la pantalla iluminada se reflejaba el rostro de Ricardo. Presionó el botón para responder y se colocó el teléfono en la oreja. - Marta, tenemos que hablar de lo que pasó anoche. Era la voz agitada de Ricardo. - Alguien publicó fotos en Facebook. Mariana no puede verlas. Las lágrimas llenaron sus ojos y como en un sollozo logró responderle: - Marta está muerta. Se quitó el teléfono de la oreja y extendiendo su mano se lo entregó a un extraño. Mariana caminó hasta la puerta de su casa, la abrió, entró y, finalmente, la cerró. FIN

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ACTORES NABUART

Ruth Carvajal ruthmecar@hotmail.com

New York, New York

Adriana Oliveros monserat60@yahoo.com

Miami, Florida 42 NABUART JUNIO 2012

Marisela González Servat mgservat@gmail.com

Miami, Florida

Carlos Villuendas

villuendascarlos@hotmail.com

Valencia, España

Monze Martínez monze.martinez@ymail.com

Miami, Florida

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