El Papa Luna. El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón.

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El Papa Luna: El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón Vicent Melià i Bomboí antinea



El Papa Luna:

El hombre que mir贸 fijamente a los ojos del Drag贸n



El Papa Luna:

El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón

Vicent Melià i Bomboí

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Editorial Antinea Dr. Fleming, 6 12500 Vinaròs (Castellón) © Del texto: Vicent Melià i Bomboí © De las fotografías: Jordi Maura, Vicent Maura, Jaume Esbrí y Fernando Ferrer © De la edición: Editorial Antinea www.editorialantinea.com Depósito Legal: CS - 247 - 2012 I.S.B.N.: 978 84 96331 83 9 Colección: Aldebarán, nº 80 Imprime: Artes Gráficas Castell Impresores, S. L. Tel. 964 45 00 85 Fax: 964 45 20 12 - Vinaròs Printed in Spain Todos los derechos reservados. Se prohibe la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquiera de sus formas, gráficas o audiovisuales, sin la autorización previa del editor, salvo citaciones en revistas, diarios o libros, siempre que se haga constar su procedencia y autor.


Este libro estĂĄ dedicado para todos aquellos, que a pesar de haber sido derribados por la crisis, clavan sus manos en el suelo e irguiĂŠndose, fijan su mirada indignada hacia el dragĂłn de los mercados.



En el mundo antiguo, los dragones preñaron la mente humana de mitos, miedo y magia. Durante la edad media, estas bestias se transformaron en la medida del honor y del valor, para aquellos hidalgos que deseaban vivir según el ideal que representaba la caballería. El dragón simbolizaba al enemigo de la Cruz y era la representación del ángel caído. Pero fue durante los primeros destellos del alba que iluminaba tenuemente el Renacimiento, cuando un Papa maldito por la historia, se enfrentó cara a cara con el Gran Dragón. En este titánico duelo, donde la espada fue la mirada y la armadura la convicción de poseer la verdad, el dragón venció, y el pontífice, despojado de sus santos símbolos, fue arrastrado hacia las profundidades del Río del Olvido.





Índice: Libro I: El hombre que miró a los ojos del dragón ¿Qué personalidad tenía el Papa Luna? ¿Qué personalidad poseía el emperador Segismundo? El Papa Luna y la Orden del Dragón El cuerpo momificado del Papa Luna y la venganza de la Orden del Dragón Tras las huellas del Dragón ¿Ha desaparecido la Orden del Dragón? Manchas en la Luna Pedro Martínez de Luna: ¿Santo o Diablo?

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Libro II: El testamento oculto del Papa Luna El enigma del Gran Tesoro del Cisma La Fuente del Jardín de Benedicto XIII Análisis de la Fuente del Papa Luna Interpretación de las escenas de la Fuente El Enigma del Navegante: el sueño del Argonauta

73 73 83 87 97 107

Libro III: El Papa Luna y el Enigma del Santo Grial ¿Por qué Benedicto XIII eligió Peñíscola? ¿Cómo puede explicarse la longevidad del Papa Luna? El Grial del Papa Luna Simbología de las partes del Santo Cáliz Significado del material que compone el Santo el Grial La Ruta Lilzáhira

115 115 121 129 133 145 151

Cronología

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Personajes, lugares, objetos... relacionados con el Cisma de Occidente

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Bibliografía

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LIBRO I

El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón “El que non es guerreado non guerrea nin resiste, el que non face guerra non vence; mas el que padece, guerra face, guerra vence”

El bullicio en las calles era totalmente inusual, la alta concentración de nobleza y clero perteneciente a toda Europa, en conventos y palacios de la ciudad, atraía, con la misma fuerza que un tarro de miel destrozado y desparramado por el suelo atrae a moscas y a todo tipo de insectos golosos, a mercaderes, titiriteros, caballeros de fortuna y sobre todo a prostitutas, imprescindibles para desfogar el ímpetu de los soldados y satisfacer la lujuria de algún religioso descarriado. En las principales plazas se representaban actos sacramentales en los que por fin, en un indiscutible gesto de la Virgen, finalizaba milagrosamente el Cisma. En campo abierto, próximo a las murallas, entre gritos, aplausos y abucheos, se organizaban torneos con la intención de relajar la tensión que produce hacinar a cientos de hombres armados de diferentes nacionalidades en un pequeño espacio cercado por densos muros de piedra. Los choques bélicos controlados eran los espectáculos más frecuentados, pues en ellos se medía la habilidad en el manejo de las armas entre caballeros aragoneses y germanos. Durante cada combate se apostaba duro, ya que en las victorias se pretendía adivinar quién dominaría sobre la negociación que buscaba finalizar con el enquistado Cisma. El sonido metálico del cruce de las espadas resultaba una metáfora del duelo ideológico que estaba a punto de producirse entre el Gran Dragón y el Papa con el signo de la Luna. Nunca en la historia se ha escenificado tan explícitamente el enfrentamiento entre la fuerza de la razón y la fuerza de la bestia como ocurrió aquel final de verano de 1415 en la ciudad de Perpiñán. 15


Pero, ¿podemos aproximarnos a lo que realmente ocurrió? En muchos tratados se ha comentado este encuentro que daría un giro en el rumbo del Cisma de Occidente, pero en ninguno de ellos se ha buscado analizar qué características de personalidad o habilidades negociadoras poseían ambos interlocutores, qué ideas prefijadas llevaban y qué errores cometieron, así como qué intenciones ocultas se movían entre las sombras, agazapadas en rincones de palacios y conventos. Es evidente, y así lo confirma la historia, que lo que se auguraba como un feliz proceso negociador se convirtió en una tremenda colisión. ¿Por qué? Quizá la forma más sencilla de comprender lo que realmente ocurrió sea analizar el encuentro paso a paso, partiendo de la idea principal de que en todo proceso de negociación existen varios puntos imprescindibles: · Primero, para que un proceso de negociación se produzca con ciertas garantías, se precisa de un espacio en el que se facilite el encuentro de las partes implicadas. · Segundo, el prestigio social que antecede a cada uno los negociadores debe ser lo suficientemente fuerte como para validar la toma de decisiones. · Tercero, existe un momento crucial, que es aquel en que se produce un encuentro visual entre las partes, ya que la mayoría de veces éstos no se han visto jamás, por lo que dominan ideas preconcebidas erróneas. En este cruce de miradas, pesan tanto los factores sociales, como las realidades puramente físicas. · Cuarto, en la mesa debe existir un paquete de propuestas sobre las que debatir y negociar. · Quinto, es imprescindible la participación de mediadores independientes capaces de activar el proceso en situaciones de bloqueo. · Sexto, hay que tener previsto y controlar otros intereses enmascarados y aquellas negociaciones paralelas que, fuera del ámbito de la negociación, pretenden ejercer presión sobre los negociadores. · Séptimo, en el desarrollo del proceso también influyen las características psicológicas de personalidad, así como las habilidades aprendidas en otros procesos de negociación.

I)- El espacio de encuentro para la negociación: Perpiñán. Aunque en las conversaciones de Morella de 1414 se determinó que el encuentro entre las tres cortes, la real, la pontificia y la imperial, tendría lugar en la ciudad de Niza, por el delicado estado de salud del rey Fernando I se eligió la ciudad de Perpiñán dentro del reino de Aragón. Este cambio, en cuanto a garantía de seguridad, beneficiaba en principio a Benedicto XIII, ya que Niza se encontraba cerca de territorio hostil, mientras que por el contrario, el control que poseía el Papa sobre Perpiñán era total, hasta tal punto que era él quien se convertía en anfitrión del encuentro y recibía al Emperador, que dentro de esta lógica se transformaba en invitado. Además, esta nueva ubicación le permitía preparar con cierto tiempo la que tenía que ser una magna puesta en es16


cena, así como también le otorgaba la facultad de distribuir a las tres cortes según sus intereses sobre el territorio. En cuanto al orden de llegada a la ciudad, como era de esperar, se estableció dando prioridad a la corte papal, después la real y por último la del emperador. Esto se demuestra en la obra de Antonio Capmay i de Montpalau, Memorias históricas sobre la marina, comercio y artes de la antigua ciudad de Barcelona (1792) en la que aporta varios textos traducidos del catalán, pertenecientes a los diarios originales del archivo de la antigua Diputación de Cataluña y del Consistorio Municipal de Barcelona, estos dicen literalmente: -“El 14 de Mayo de 1415 se tremoló el estandarte en las galeras para el Papa Benedicto, que debía pasar a Perpiñán donde estaba el Emperador; y lo llevaron en procesión el Abad de Monserrate y Pedro de Sant Climent. -A 26 de Agosto del sobre dicho año, llegó a Barcelona el Rey Fernando con ocho galeras; y a la noche partió para ir a Perpiñán a verse con el Emperador sobre la unión de la Iglesia. -A 3 de Noviembre del mismo año pasó el Papa Benedicto por delante de Barcelona con tres galeras, el qual iba a retraerse a Peñíscola.” Resulta evidente con esta descripción que la corte pontificia se instala aproximadamente tres meses antes que la real y casi cuatro antes que la del Emperador. Esa anticipación le permite al Papa Luna preparar el escenario. Benedicto XIII, como buen estratega que era, y tras la experiencia del cerco del palacio pontificio de Aviñón, lo primero que hizo fue cubrirse las espaldas, por ello instaló su corte en la fortaleza de la población, antiguo palacio de los reyes de Mallorca. Los demás participantes fueron hospedados en conventos, Segismundo en el de franciscanos, el rey Fernando en el de agustinos, y Vicente Ferrer, como era lógico, en el de los “perros del señor”, dominicos. Esta distribución de hospedaje de cortes también favorecía en principio al Papa Luna, porque él era conocedor de cualquier susurro, aunque fuera entre cacharros de cocina, que se produjera dentro de estos conventos, ya que a su servicio tenía decenas de ojos y orejas cubiertas por capuchones de monje.

II)- El prestigio social que precede a los interlocutores. El prestigio social que antecede a Benedicto XIII es de gran orador y maestro de textos sagrados, con alta capacidad intelectual y gran poder de convicción. Además, corre el rumor de que tiene un pacto con fuerzas mágicas para que le protejan y le den vitalidad. El del emperador Segismundo se centra en sus hazañas, superviviente en la batalla de Nicópolis. Vencedor indiscutible en dos guerras civiles que le dieron la fama de poseer una mano a la que no le temblaba la espada a la hora de ajusticiar enemigos. Se le consideraba protector del cristianismo germano y fundador de la enigmática Liga de la Orden del Dragón para detener el avance del Imperio Otomano. Y por si fuera 17


poco, toda el aura de héroe bélico que le envolvía estaba coronada por una fama de galán, ya que su atractiva constitución física conseguía que fuera deseado por las doncellas de toda Europa. Este prestigio social, antes de un encuentro negociador, se despliega con el fin de impactar sobre las partes y sus seguidores, es evidente que si éste se escenifica adecuadamente puede aportar cierta ventaja psicológica. Así que en este encuentro de Perpiñán, las partes negociadoras buscaron jugar la carta del prestigio social. Vicente Blasco Ibáñez en su obra El Papa del Mar (1925) describió magistralmente la escenificación del poder social de los interlocutores: “Finalmente, se presentó Segismundo con un séquito de príncipes, hombres de armas, dieciséis prelados y más de cien doctores. La escolta imperial constaba de cuatro mil jinetes... La de Benedicto XIII sólo se componía de trescientos hombres de armas, mandados por su sobrino Rodrigo, además de muchos caballeros sanjuanistas que le eran constantemente afectos. Segismundo se detuvo en Narbona, fuera de los dominios del rey de Aragón, creyendo poder influir desde lejos sobre el Papa español –Empezó por enviarle una embajada con orden de no besar sus pies, limitándose a darle el tratamiento de serenísimo y poderosísimo Padre... Benedicto XIII escuchó a los enviados de Segismundo, contestándoles que “haría lo que fuese necesario para el bien de la Iglesia. Salió el futuro Alfonso V a recibir al emperador, seguido de la Corte Aragonesa, lujosamente vestida. Como presente de su padre había enviado a Segismundo un corcel castellano, grande, hermoso, ricamente guarnecido, y cabalgando en él entró solemnemente el emperador en Perpiñán el 17 de septiembre de 1415. Le precedieron en su entrada trescientos hombres de armas de su escolta, cuarenta pajes y seis trompeteros, llevando en sus instrumentos pendones con las armas del Imperio. Delante de Segismundo iba un caballero llevando un espadón de dos manos, con la punta hacia arriba, porque entraba en tierra no sujeta a él, y cuatro ballesteros de maza. A continuación desfilaron veinticinco caballos de respeto llevados del diestro y varios ministriles con instrumentos de metal... Al día siguiente de su llegada, Segismundo se presentó al Papa después de oír misa, y Benedicto XIII desplegó para recibirle la antigua magnificencia de la Corte de Aviñón. Recibió el Papa al emperador en el salón más grande de la fortaleza del castillo de Perpiñán, vestido de rojo y con un gorro de igual color ribeteado de armiño.”

III)- El choque visual de los negociadores Fue en este punto de la negociación donde el Papa Luna comenzó a entrar directamente en la vía de la derrota, pues es en el impacto entre miradas, en la proximidad física, cuando se desmoronan los mitos. Para comprender el enfrentamiento que se produjo en este encuentro, no hay más que describir objetivamente a las partes negociadoras, esto nos dará la imagen de dominio que pudo percibir Segismundo sobre Benedicto XIII simplemente por la apariencia física. 18


¿Cómo era físicamente Pedro Martínez de Luna? Una altura aproximada de 1,65 m. y con una edad de 88 años que le obligaba a encorvarse, por lo que aparentaba menos altura. Su peso apenas alcanzaba los 65 kg. De apariencia frágil como el cristal que forma parte de las vidrieras de las catedrales góticas, sus cabellos y larga barba lucían trenzados con grandes canas. La tez aceitunada del color que otorga el sol mediterráneo estaba repleta de profundas arrugas similares a olas. Las cuencas de los ojos aparecían hundidas ligeramente por el paso de los años, pero todavía mantenían un pequeño destello de luz en el centro. Los labios estaban enmarcados por un bigote y barba cana, el inferior algo prominente para dar la sensación de seriedad. En las manos, a consecuencia de la vejez, tenía pequeños temblores que se esforzaba en controlar. El gran novelista Blasco Ibáñez (1925) describe con estas palabras a Benedicto XIII: “Tenía don Pedro de Luna en aquel entonces ochenta y ocho años. Sólo quedaba en su cuerpo la materia necesaria para el sostenimiento de sus funciones vitales. La cara pálida, de aguileña nariz, parecía transparente por lo exangüe. Una extremada delgadez empequeñecía aún más su estatura, que nunca había sido aventajada. Al mismo tiempo, sus ojos reflejaban el ardor de una vida intensa. Su voz sorprendía por su extraordinaria y constante sonoridad, surgiendo horas y horas, sin quebranto, de aquel cuerpo en apariencia débil. La firmeza de sus raciocinios, la claridad de su inteligencia, resultaban asombrosas. Este anciano casi nonagenario acababa por hacer enmudecer en las discusiones canónicas a jóvenes y ardorosos doctores.” Y por el contrario ¿cómo era físicamente el emperador Segismundo? A su edad, 47 años, su altura aproximada era de 1,85 m, y tenía un peso de 80 kg. Con cabellos rubios, larga barba trenzada y tez blanca sonrosada. En el fondo de sus ojos azul verdoso, de felino, se adivinaba un destello que delataba que el Dragón nunca olvida, y que en cualquier momento podía estallar en ira. Caminaba meciéndose por la satisfacción que produce el orgullo. Como podemos observar a través de la descripción física, existe una gran diferencia en cuanto al impacto visual que se establece entre los negociadores, y además, nos muestra la existencia de un “abismo generacional” entre ambos. Durante este choque Segismundo creció en arrogancia, pues observó que ante él sólo estaba un anciano acariciado por los labios de la señora de la guadaña. Éste fue el primer error importante de Benedicto XIII: el no delegar el peso de la negociación en alguien mucho más joven. Quiso llevar personalmente este proceso, que implicaba un gran desgaste emocional y, a la vez, un importante esfuerzo físico, pues éste duraría más de 38 horas. Además no tuvo en cuenta que un abismo intelectual infranqueable le separaba de su interlocutor. Segismundo no entendía de lógica aristotélica, únicamente conocía la fuerza que otorga el poder en su estado primitivo.

IV)- ¿Qué propuestas estuvieron sobre la mesa de negociación? La propuesta principal de Segismundo a cambio de la renuncia de la tiara por parte 19


de Benedicto XIII se basó en que Pedro Martínez de Luna se vería reconocido como el primero de los cardenales, sería legado a látere para todas las naciones que habían vivido bajo su obediencia y seguiría gobernando como segundo Papa los países que siempre lo sostuvieron. Además, el Emperador y todos los reyes representados en Perpiñán se comprometían a que el Concilio de Constanza le confiriese cuantos honores y dignidades quisiera en agradecimiento a su abdicación. Esta cesión iba además reforzada con una importante cantidad anual de florines en oro y la garantía de que todos los seguidores de Pedro Martínez de Luna mantendrían el cargo que desempeñaban en su Corte. Mientras, la propuesta del Papa Luna únicamente se centró en un admirable discurso de justificación con una elaborada estructura basada en las reglas puras de la lógica. Aquí estuvo el segundo error de Benedicto XIII, pensar y dar por hecho que Segismundo hablaba y entendía su discurso, basado en el principio de las disputas. El único lenguaje que entendía el Emperador era el del sonido de las armas y el de la fuerza. Así que durante la exposición de propuestas, como en la metáfora bíblica de la Torre de Babel, cada interlocutor hablaba en un idioma incomprensible para el otro.

V)- ¿Eran los mediadores del encuentro neutrales? A esta pregunta hay que contestar con un “no” rotundo. Los mediadores, tanto el rey Fernando como el dominico Vicente Ferrer no fueron neutrales, puesto que desde el encuentro en Morella de 1414 presionaban al Papa Luna para que delegara la capacidad de elección de un nuevo pontífice a favor del Concilio de Constanza. Y, por si fuera poco, la delicada salud de estos mediadores les impedía realizar con eficacia las funciones encomendadas: Don Fernando, siempre acostado y doliente, no podía intervenir entre el Papa y Segismundo. Había delegado sus funciones de mediador en maestro Vicente, que curiosamente también estaba enfermo a causa de las privaciones y penitencias de su ascetismo. Durante mi investigación he hallado la prueba definitiva de que el Rey de Aragón no fue neutral durante el encuentro en la descripción realizada por el cronista del Reino de Aragón, Jerónimo Zurita y Castro (1512-1580) que trata sobre el periodo temporal comprendido entre los años de 1414 y 1416, en su magna obra Anales de la Corona de Aragón (1562-1580) en el Índice de las cosas Notables (1561), volumen VII, páginas 391 y 392, H. Esta anotación hace referencia a los encuentros del rey Fernando I, con el Papa Luna y el emperador Segismundo, donde en una parte de estos apuntes, ambos regentes, tras la derrota definitiva de Benedicto XIII, se premian intercambiándose divisas: *Veese con el Papa Luna en Morella, cap.41 fol.105. col2. *Trata con él de la unión de la Iglesia, y embia Embaxadores al Emperador Sigismundo, y al Concilio Constanciense, cap.42. fol,106. col.2. * Dá varias instrucciones a sus Embaxadores en el Concilio Constanciense, cap.47. fol.110. col.2 y 3. 20


* Embia Embaxadores a Inglaterra, cap.48. fol.112. col.4. * Veese con el Emperador Sigismundo en Perpiñan, c.51. fol.119. col.1. * Iura de apartarse de la obediencia del Papa Luna, capit.56. fol.119. col.3. * Llama a los Prelados de sus Reynos para el Concilio de Constancia, y manda que en Valencia nadie socorra al Papa Luna, cap.58. fol.120. col.4. * Apartase con todos sus Reynos de la obediencia del Papa Luna, fol.121. col.1. * Toma la divisa del Dragón del Emperador Sigismundo, y dale la suya de la jarra, y grifo, cap.59. fol.122. col. 1. * Vá a Barcelona muy enfermo, col.2. * Respondele Iuan Fiueller, consejero primero de Barcelona, desacatadamente, col.4. * Muere en Igualada, c.60. fol.123. col.1. * Es defendido, y alabado, col.2. y 3. * Entierranle en Poblete.” Estas notas de Zurita (1561) certifican que el Rey de Aragón no fue neutral en esta negociación y que, además, desde el principio tomó parte por la postura del emperador Segismundo. La anotación del cronista de la Corona describe que Fernando I de Antequera, recibió con gran satisfacción la divisa de la Orden del Dragón de manos del propio Emperador y que además, el Rey le premió con la suya de la Orden de la Terraza, la Jarra y Grifo. Es evidente que ambos se felicitaron complacidos por el resultado del encuentro.

VI)- ¿Qué intereses enmascarados existían? La “no neutralidad” de los reyes de Aragón durante este proceso se puede inscribir en una serie de intereses enmascarados de la Corona frente a Benedicto XIII, escribo reyes y no rey, porque en esos momentos Alfonso, el que más tarde será el Magnánimo, ya está realizando funciones de Rey por la enfermedad de su padre. Los regentes de la Casa de Trastámara ya no pueden tolerar más que constantemente se les recuerde que deben su corona al viejo pontífice: “Yo te hice Rey, y tú me mandas al desierto”, esto les humilla frente a las otras dinastías reales y sobre todo les debilita ante las Cortes de toda la Corona. Por lo que dentro de sus objetivos encubiertos está conseguir borrar socialmente a Benedicto XIII, principal testimonio de su origen como reyes de Aragón. Y por si fuera poco, el Papa Luna se ha transformado en un personaje muy incómodo para el ejercicio del poder real, pues éste posee un respaldo social y un poderío militar muchas veces superior al de los monarcas, ya que en sus manos está la capacidad de decisión de las principales órdenes militares y religiosas del momento, sobre todo las de San Juan, y la de Montesa y de San Jorge de Alfama. Los reyes nacidos del Compromiso de Caspe no sólo tienen que lidiar con unas Cortes como la de Cataluña, que encorseta su intención autoritaria, sino además con un anciano que posee un gran poder de convicción y un fiel ejército compuesto por caballeros de las mejores órdenes religioso-militares de la península. Acabar con el Papa Luna era la principal estrategia encubierta de la monarquía en 21


la Corona de Aragón, y este objetivo no pasó desapercibido al astuto Segismundo, quien se ofreció a “ayudarles en sus negocios” (Jerónimo Zurita 1562) Durante varias entrevistas en principio protocolarias, fuera del ámbito negociador con el rey Fernando I y su hijo el príncipe regente Alfonso, el gran Maestre de la Orden del Dragón tuvo la habilidad de olfatear esos efluvios de traición, con lo que su posición de dominancia se reforzó en gran medida, pues era evidente que los mediadores estaban inclinados hacia su postura.

VII)- ¿Cómo influyeron las características de personalidad de los interlocutores? Segismundo partía de la idea errónea que tras haber conseguido con facilidad la renuncia de los otros dos pontífices, reducir al Papa Luna sería una empresa fácil. Además, daba por hecho que la ejecución de Juan Huss le allanaría el camino, pues esta traidora acción era la carta de presentación que conseguiría que la convicción granítica del Papa Luna se resquebrajara y que éste terminara aceptando sin condiciones sus propuestas. Es interesante destacar cómo el cronista de la Corona de Aragón, Jerónimo Zurita y Castro (1512-1580) en el Índice de las cosas más Notables, de su obra Anales de la Corona de Aragón (1562-1580), página 688. S, volumen VII, refleja la visión del Emperador Segismundo y la trama paralela que éste lleva con los reyes de Aragón para acabar con Benedicto XIII. *Rey Sigismundo de Ungria, es electo Rey de Romanos. p.3. lib.11. c.1. fol.1. col.2. *Conquista, y sujeta a Ungria, col.3. *Es vencido por los Turcos en Tracia, col.5. *Eligenle Emperador. lib.12. cap.37. fol.101. col.4. *Es gran defensor de la Iglesia, col.4. *Embia embaxada al Rey Don Hernando. Fol.103. col.I *Emperador Sigismundo, manda quemar quinientos Hereges Husitas, p.3. lib.11. ca.47. fol.111. col.3. *Entra en Perpiñan con grande recibimiento a tratar la union de la Iglesia, c.53. fol.116. col.1. *Sale muy descontento de Perpiñan, c.55. fol.117. col.4. *Espera una respuesta del Papa Benedicto en Narbona, fol.118. col.1. *Partese de Narbona, c.59. fol.122. col.1. *Toma la divisa de la jarra, y grifo del Rey Don Hernando, y dale la suya, que era un dragón, col.1. *Embia Embaxadores al Rey Don Alonso V, para tratar con él de concordia, lib.14. c.II. fol.217. col.1. *Confederase con el Rey D. Alonso V, c.13. fol.118. col.4. *Ofrecele de ayudarle en sus negocios, c.14. fol.219. col.1. La idea preconcebida de Segismundo de que el Papa Luna está asustado por la eje22


cución de Juan Huss y la quema despiadada de 500 husitas, más el hecho que conoce que de su parte está el apoyo de los reyes de Aragón para eliminar a Benedicto XIII, hace que durante el desenlace de la negociación, éste se muestre cada vez más arrogante. Le exige al anciano pontífice, casi con violencia, con la prepotencia de quien se sabe vencedor, una renuncia pronta, sin reservas, y el aragonés, incapaz de tolerar imposiciones, le contestó con el mismo tono. El Gran Dragón no esperaba que iba a colisionar con una personalidad a la que este tipo de estrategias de intimidación no le impactaban lo más mínimo. Y ante su desencajado rostro por la rabia surgió otra evidencia que se da en el proceso negociador, la que afirma que en éste no sólo influye, el lugar, el prestigio social, la diferencia de edad y las propuestas a negociar, sino que también tiene un gran peso la personalidad de los negociadores. ¿Qué personalidad tenía el Papa Luna? ¿Qué personalidad poseía el rey de Hungría y rey de Romanos?

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¿Qué personalidad tenía el Papa Luna? Si pudiéramos retroceder en el tiempo y encontrarnos cara a cara con Benedicto XIII, podríamos solicitarle que respondiera a diversos cuestionarios de personalidad; esto, sin duda, sería la forma científica de comprobar al 100% si los tópicos psicológicos que nos han llegado de su figura son realmente ciertos. Pero de momento estará de acuerdo el lector, que esto parece improbable; digo improbable y no añado imposible, porque fue Albert Einstein quien nos planteó dudas razonables sobre esa posibilidad de violar el espacio y el tiempo. Por ello, hasta que pueda hacerse realidad esa “historia ficción” de viajar a través del tiempo y entrevistarnos con el Papa del Mar ¿cómo podríamos responder a la pregunta, qué personalidad tenía el Papa Luna, sin entrar de nuevo en el universo de los tópicos? Si partimos de la idea que la personalidad puede entenderse como un conjunto de variables psicológicas que se manifiestan en conductas observables; entonces, si invertimos el orden de este mismo enunciado nos encontramos con la hipótesis que, de las conductas observables puede inferirse las variables que constituyen la personalidad. Y es esta última premisa derivada de la lógica la que utilizaré para dibujar un fiel retrato psicológico del Papa Luna. Tras analizar varias conductas de Benedicto XIII, descritas por diversos historiadores rigurosos, las he clasificado dentro de un haz de factores de personalidad conocidos. Para esta tarea de investigación comparada he utilizado la estructura del cuestionario psicológico de R.B. Cattell (1943) el conocido 16 PF. En la primera aproximación he podido comprobar que Pedro Martínez de Luna puntuaba alto ó muy alto, es decir entre el 8 y el 10, en los factores: (B) Inteligencia, (C) Fuerza del Ego, (E) Dominancia, (G) Fuerza del Superego, (H) Emprendedor, (L) Suspicaz, (N) Astucia, (Q1) Analítico-Crítico, (Q2) Autosuficiente, (Q3) Control de la Autoimagen y (Q4) Tensión Energética. 25


En cambio, puntuaba bajo ó muy bajo, entre el 1 y el 3, en los factores: (A) Reservado, (F) Sobrio, (I) Sensibilidad Dura, (M) Práctico y (O) Seguro de Sí. Por lo que del análisis detallado de estos factores y sus puntuaciones reflejadas en decatipos del 1 al 10, surge la siguiente radiografía de personalidad: Factor (A) -Reservado (Sizotimia- Decatipos del 1 al 3): Al Papa Luna le gusta trabajar en solitario, prefiere el aislamiento y la soledad a los fastuosos actos sociales. Está interesado por la vida mental íntima. Es preciso en su manera de hacer las cosas y en sus criterios personales. “No estoy triste por verme solo, pues no deseo compañía, puesto que muy bien acompañado estoy por pensamientos celestiales” Factor (B) -Inteligencia alta (Decatipos del 8 al 10): Es rápido en la comprensión y viveza mental. Elabora estrategias muy sofisticadas a largo y medio plazo, pero comete el error de no centrarse en las estrategias a corto plazo, parece que no le da importancia al “aquí y ahora”. Esto queda suficientemente demostrado en lo que fue el Compromiso de Caspe, una estrategia a largo plazo que buscaba conseguir una potente fuerza económica y militar capaz de respaldar su legitimidad, pero donde cometió el error de no analizar a quién le otorgaba el reino. Factor (C) -Mucha fuerza del ego (Decatipos del 8 al 10): Emocionalmente Benedicto XIII es muy estable, maduro y con firmeza interior. Esto le capacita para mantener una sólida moral de grupo. Pero con el paso de los años si esta fuerza que en principio es positiva no se trabaja, para aprender estrategias flexibles de relación con los otros se vuelve granítica e inamovible, transformándose en una fuerza que arrastra hacia el egocentrismo. “El caballero de Jesucristo cabalga en equilibrio, en la diestra la buena reputación y en la siniestra la injuria. Ni es erguido por las alabanzas, ni cae derrotado por los vituperios” Factor (E) -Dominancia (Decatipos del 8 al 10): Es dominante, obstinado y dogmático. Esto le hace estar seguro de sí mismo y mostrar mentalidad independiente. Pero también este factor le marca una tendencia a ser autoritario y por tanto a hacer caso omiso a otras opiniones. En ocasiones se muestra muy crítico e inflexible. Esta dominancia posee una parte negativa, que le hace obviar consejos y le ciegan ante los pequeños detalles. Y será el no centrarse en los pequeños detalles de su alrededor lo que le llevará a sufrir su gran derrota. “¡Dejadle que me maldiga, porque Dios me bendecirá y me dará gran premio por esta maldición!” Factor (F) -Sobrio (Desurgencia -Decatipos del 1 al 3): Suele ser introspectivo y sobrio. Esto le otorga un carácter taciturno y terco que le evita plasticidad en las negociaciones. 26


“Cuando los malos deshonran, honra es. Mi único testigo está en el cielo y dentro de la conciencia. ¡Qué hablen los locos según sus testigos!” Factor (G) -Mucha fuerza del superego (Decatipos del 8 al 10): El Papa aragonés puede considerarse escrupuloso, persistente y moralista. Una puntuación alta en este factor muestra que su carácter es exigente y está dominado por el sentido del deber. Es una persona a la que no le gusta desperdiciar el tiempo, “no malgasta un minuto” y prefiere como seguidores a personas trabajadoras y constantes. “Hay que medir la vida, no por días, sino por obras...” Factor (H) -Emprendedor (Parmia -Decatipos del 8 al 10): A pesar de su avanzada edad, el Señor de Luna es muy atrevido y está dispuesto a intentar nuevas cosas. Ante los problemas y conflictos es capaz de generar numerosas soluciones. Su personalidad de resistencia positiva (PtR+) le hace crecerse frente a los problemas y generar importantes estrategias, entre ellas podemos destacar: El Compromiso de Caspe, las expediciones militares, los movimientos relacionados con el control de las órdenes religioso militares, la entrevista de Perpiñán con el emperador Segismundo... etc. Factor (I) -Sensibilidad dura (Harria -Decatipos del 1 al 3): Pedro Martínez de Luna puede considerarse práctico y realista, confiado en sí mismo, pero con la tendencia emocional de no estar afectado por los sentimientos; característica que le convertirá al final de sus días en inamovible y duro. La baja puntuación en este factor suele ser consecuencia del ejercicio de poder prolongado. Las personas que ejercen un cargo de gran responsabilidad, y por añadidura son constantemente atacados, con el paso del tiempo crean una “coraza emocional” que bloquea la manifestación de los sentimientos. “En todo lugar hay que sufrir a los malos amigos, porque no puede ser uno como Abel, si no tuviere un compañero como fue Caín.” Factor (L) -Suspicaz (Protensión -Decatipos del 8 al 10): Benedicto XIII es una persona difícil de engañar, suele actuar con premeditación y con planes muy bien estructurados y definidos. Aunque le traiciona que en sus últimos años pierde la confianza en sus seguidores. La puntuación alta en este factor hace que cometa varios errores, entre ellos el no delegar en una persona más joven la negociación con Segismundo en Perpiñán. Pero también esta suspicacia salvará su vida, ya que le hará desconfiar de las intenciones del Maestre de la Orden del Dragón cuando le suplica que acuda a al Concilio de Constanza. “Mayor peligro existe en la hueste que halaga y en la gente de armas del propio reino, que en la guerra que hacen los extraños”.

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Factor (M) -Práctico (Praxernia -Decatipos del 1 al 3): El Papa del Mar es capaz de mantener una increíble serenidad ante las situaciones de emergencia y de tensión. Hallamos la confirmación de este factor en múltiples hechos de su biografía. Sirvan como ejemplos el liderazgo militar que ejerció durante el largo cerco de Aviñón, y el reto al que se enfrentó en la entrevista de Perpiñán con el emperador Segismundo, donde miró fijamente a los ojos del Dragón, sin ceder un ápice en sus convicciones. Factor (N) -Astucia (Decatipos del 8 al 10): También Pedro Martínez de Luna, es muy astuto y calculador; a menudo “cabeza dura” y analítico. En este factor, como veremos, también puntúa muy alto Segismundo, pero la diferencia entre ambos está en la dirección de las fuerzas psicológicas, es decir se ejercen en sentido contrario. El estilo de aplicar la astucia por parte del Papa Luna es intelectual y está basado en la lógica pura; mientras que la forma que utiliza el Maestre de la Orden del Dragón se basa en la manifestación primitiva de la astucia, la que siglos después será definida como “estrategia maquiavélica”. Este alto nivel de astucia, reconocido por muchos biógrafos de Benedicto XIII, estará en la base de la afirmación del historiador inglés Alan Ryder (2008) cuando sostiene que: el contenido de la bula del 13 de noviembre de 1418, en la que el Papa Luna hace público que ha sido envenenado, es totalmente falso. Según Ryder la intención oculta de esta acusación es una estrategia basada en la astucia para acorralar al rey Alfonso V el Magnánimo y exhortar a la rebelión contra el cardenal Alamán, mensajero del Concilio de Constanza. Como respuesta a esta interesante hipótesis de Alan Ryder, hay que añadir que en ningún momento puede rechazarse la veracidad del intento de asesinato del Papa Luna, puesto que si relacionamos temporalmente las muertes de los otros dos Papas implicados en el Cisma con el traidor acto de intentar acabar con la vida del Señor de Luna, nos encontramos que: el 18 de octubre de 1417, curiosamente apenas un mes antes de ser elegido Papa Martín V en el concilio de Constanza, muere el que fue Papa romano Gregorio XII, nueve meses más tarde, en junio de 1418, es envenenado el Papa Luna y el 18 de octubre de 1419 fallece Juan XXIII, el que fue Papa de Pisa y promotor del Concilio de Constanza. Esta sucesión de muertes próximas en el tiempo e intento de envenenamiento de Pedro Martínez de Luna pueden avalar la sospecha de que desde Constanza la mano ponzoñosa del Dragón elabora una oscura estrategia para acabar con los tres Papas implicados en el Cisma, y puede que este plan fuera compartido por el propio rey de Aragón, y que en los apuntes donde Zurita (1561) describe la negociación entre el emperador Segismundo y el rey Alfonso V, tras el fracaso del encuentro de Perpiñán, en uno de sus apartados, cuando escribe “ofrecele de ayudarle en sus negocios”, se tratara esta malévola forma de reducir al indomable Papa Luna. Factor (O) -Seguro de sí (Decatipos del 1 al 3): Por lo general el ánimo invariable y seguro de Pedro Martínez de Luna, le hace responder de forma insensible cuando el grupo no va de acuerdo con sus ideas. Esto hará que pierda a muchos de sus seguidores. 28


“El testimonio de la conciencia es nuestra alabanza o nuestro castigo. Si todos nos acusan, es la conciencia quien nos salva, o es ésta quien nos castiga” Factor (Q1) -Analítico-critico (Radicalismo -Decatipos del 8 al 10): La necesidad que posee Benedicto XIII de estar informado, unida a su alto nivel de formación, le inclina hacia las cuestiones intelectuales. Esta unión entre formación e información consigue que su capacidad de crítica sea demoledora, ya que su razonamiento está regido por la lógica y se fundamenta sobre bases objetivas e irrefutables. La prueba del peso psicológico de este factor lo encontramos en los innumerables argumentos que utiliza siguiendo las leyes de la lógica clásica, en ellos la construcción y exposición del discurso es irrefutable. Sirva como ejemplo la justificación de su legitimidad como Papa expuesta en el encuentro con el emperador Segismundo en Perpiñán (1415): Aseguráis que no soy: “A” (Papa legítimo). Yo acepto que no soy: “A”. Pero “A” es designado por “B” (Cardenales). Si todos los “A” son considerados falsos, entonces, también son falsos los “B” derivados. Pero yo soy el único “B” anterior al Cisma, por tanto, soy el único “B” con legitimidad para designar a un “A”. Así sólo yo soy “B” legítimo, por lo que yo “B” soy quien puede elegir a otro “A”. Y ese “A” soy yo. Factor (Q2) –Autosuficiente (Decatipos del 8 al 10): El Papa Luna es muy independiente y está acostumbrado a seguir su propio camino, actuando por su cuenta. Este factor hace que no suela tener en consideración la opinión de sus seguidores; por eso, se le percibe orgulloso y que no “da el brazo a torcer”. “Todo el mundo es mi destierro” Factor (Q3) -Alto control de la autoimagen (Decatipos del 8 al 10): Esta elevada puntuación obtenida por el Señor de Luna nos indica que éste posee gran control sobre sus emociones y conducta en general. Hay que destacar que todos los líderes eficaces puntúan alto en este factor. “Llanamente confieso, que si alguna vez hubiera escrito, o pudiera escribir en un futuro, cosa alguna, que directa o indirectamente se aparte de la recta fe, ahora la revoco, y que se tenga, por no escrita” (Testamento de Benedicto XIII, 1418-1420) Factor (Q4) -Elevada tensión energética (Decatipos del 8 al 10): Benedicto XIII necesita estar siempre activo, no huye de los conflictos y de los problemas, por el contrario, busca enfrentarse a ellos con “el pecho descubierto”. Aunque destacar como 29


punto negativo que, este alto nivel de tensión hace que muchas veces suela manifestarse como una persona irritable. “La ira no es contraria a la mansedumbre, que a las veces, el que es manso es airado. Puesto que al sabio pertenece, coger ira cuando conviene. El que con razón toma ira contra su prójimo, no la toma contra el prójimo, sino contra el pecado del prójimo. La ira es la voluntad de vencer la maldad. Si la ira no existiera, la doctrina no aprovecharía, ni las leyes serían estables, ni las maldades refrenadas”. Así, un pequeño resumen de la personalidad del Papa Luna, según este análisis basado en la manifestación de conductas que busca definir los factores psicológicos que están enmascarados tras ellas, sería: El Papa Luna, debido a su carácter austero e introspectivo mostraba tendencia a trabajar en solitario e intentaba evitar dentro de lo posible las grandes representaciones sociales. Era una persona a la que no le gustaba desperdiciar el tiempo, necesitaba estar siempre activo y constantemente demostraba interés por la vida mental íntima, así como por las cuestiones intelectuales. Tenía hambre de aprendizaje y poseía gran agilidad mental. En cuanto al estilo de resolver problemas, no huía de los conflictos, sino todo lo contrario, buscaba enfrentarse directamente a ellos mostrando una increíble serenidad. Demostraba precisión en su manera de hacer las cosas, confiaba mucho en sí mismo y en su capacidad para enfrentarse a las situaciones críticas. Aunque esta mentalidad independiente también fue su “talón de Aquiles”, pues hizo que no tuviera en cuenta pequeños detalles que, aunque en apariencia eran insignificantes, le llevaron a los grandes fracasos. La razón era su instrumento intelectual preferido para solucionar los problemas y para elaborar estrategias, pero le traicionaron sus creencias inamovibles, reforzadas por la imagen que tenía de sí mismo, y la creencia de que había sido escogido para una misión divina. Esta convicción le hizo mostrarse dominante, terco e inflexible, al final de sus días y, por tanto, le condujo a hacer caso omiso a las opiniones de sus consejeros, reforzando su tendencia al aislamiento y a la soledad. El principal error para su causa residió en que generó grandes estrategias a medio y largo plazo, olvidando con frecuencia todas aquellas relacionadas con lo inmediato, con “el aquí y el ahora”.

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¿Qué personalidad poseía el emperador Segismundo? Siguiendo la misma metodología que he utilizado para definir la personalidad de Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gótor, la que afirma que la conducta es un fiel reflejo del pensamiento, intentaré dibujar la personalidad de Segismundo de Hungría, rey de Romanos y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Tras aplicar el 16PF a la conducta del Gran Maestre de la Orden del Dragón surge el siguiente esquema: Factor (B) –Inteligencia alta (Decatipos del 8 al 10): El rey Segismundo posee una inteligencia abstracta, que le facilita la elaboración de estrategias a muy largo plazo. Mantiene esquemas de acción a través del tiempo. La prueba de ello es que en el año 1408 funda la Orden del Dragón con varios objetivos, entre ellos acabar con el Cisma de Occidente, y lo consigue diez años después. También presenta gran capacidad para tomar decisiones y solucionar problemas. Tanto Benedicto XIII como el rey Segismundo puntúan muy alto en este factor, ambos son capaces de planificar estrategias a largo plazo, pero la diferencia entre ellos radica en que el Papa Luna parece perder la capacidad de analizar objetivamente lo más próximo, y esto hace que planes que definen un largo recorrido colisionen con pequeños arrecifes imprevistos, hundiéndose sin remedio. Factor (C) –Mucha fuerza del ego (Decatipos del 8 al 10): Sin duda el rey de Hungría y rey de Romanos presenta una gran fortaleza interior. Tiene control sobre su vida y una admirable capacidad de adaptación. Está fuerza le convertirá en superviviente en situaciones muy extremas.

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Factor (E) -Dominancia (E+) (Decatipos del 8 al 10): Igual que el Papa Luna, Segismundo puntúa muy alto en este factor, pero su nivel de dominancia es de sentido contrario, es decir, éste se basa en las estrategias de poder relacionadas con la fuerza y el miedo, mientras que la dominancia de Benedicto XIII se centra en las ideas y la razón. El Maestre de la Orden del Dragón se fundamenta en el impacto psicológico que produce observar cómo el filo de una espada siega sin piedad el cuello del enemigo. Esta imagen cruel del Emperador se extiende por toda Europa tras las guerras civiles de 1383 y 1403, en las que siembra de cadáveres de opositores las tierras húngaras. Pero esta extrema dominancia sustentada por estrategias de poder basadas en el miedo también crea recelos en el propio grupo que le sostiene, ya que este talante autoritario busca subyugar los deseos de los demás a los propios. Este estilo de ejercer el poder se transforma en un constante foco de conflictos y de reacciones opuestas, como quedó plasmado en las dos guerras civiles a las que tuvo que hacer frente Segismundo para consolidar su trono. Factor (I) -Sensibilidad dura (Harria –Decatipos del 1 al 3) –El Gran Maestre de la Orden del Dragón es una persona dura y poco sensible; sólo entiende lo real y se guía por valores materiales y demostrables. Para Segismundo, la lógica aristotélica utilizada por Benedicto XIII para justificar su legitimidad es como intentar sujetar el humo entre los dedos. Está convencido de que ésta es un pequeño vaso de agua incapaz de apagar el fuego consumidor de ideas. Aunque le hizo estallar en cólera observar que la imagen de la hoguera que consumió la obra y restos de John Wickiffe, así como el rostro de Juan Huss, no impactó un ápice en el alma del anciano pontífice. Factor (L) –Suspicaz (Protensión –Decatipos del 8 al 10): Ambos negociadores son difíciles de engañar puesto que, tanto Segismundo como Benedicto XIII, son personas extremadamente desconfiadas. Segismundo es tan desconfiado que llega a alcanzar niveles paranoicos, esto es consecuencia de los diversos intentos urdidos por parte de nobles próximos a él que buscaron derrocarle. Desconfía de toda acción, siempre atisba oscuras intenciones en los demás. El ejercicio del poder consolida este factor, convirtiéndose éste en un arma de supervivencia, por ejemplo, gracias al alto nivel de desconfianza, Benedicto XIII declinará asistir al Concilio de Constanza y con ello salvará su vida. Factor (N) –Astucia (Decatipos del 8 al 10)-El rey de Hungría y rey de Romanos es muy astuto y calculador, la prueba es la capacidad que demostró para convencer al antipapa de Pisa Juan XXIII para que respaldara la organización del Concilio de Constanza, sin que éste llegara a sospechar que se trataba de una trampa para cazar astutos zorros. También refuerza este factor la traidora estrategia que tejió el Emperador para intimidar al anciano pontífice, cuando un mes antes del encuentro de Perpiñán ordenó quemar en la hoguera a Juan Huss, así como ejecutar del mismo 32


modo a quinientos husitas. Sin duda con esta manifiesta crueldad buscó doblegar, por medio de la estrategia del terror, la voluntad del Papa Luna. Aunque el inquietante Dragón no esperaba encontrarse cara a cara con la astuta Águila, a quien el hedor de la carne quemada no le quebró las fuertes alas de la razón. Factor (Q1) –Analítico-crítico (Radicalismo –Decatipos del 8 al 10): Resulta evidente que el rey Dragón es una persona extremadamente tradicional y conservadora en valores, pues en ello va el destino y futuro de su reinado. Se opone a los cambios, suele ser muy conservador en cuanto a ideas y valores sociales, por lo que mantiene con gran firmeza la idea de Iglesia establecida en la estructura del poder, así que intenta destruir sin piedad todo aquello que amenace el orden jerárquico, esto a su vez le otorgó el prestigio social de gran protector de la fe. Factor (Q2) –Autosuficiente (Decatipos moderados del 5 al 7): Aunque se considera autosuficiente, Segismundo es consciente que necesita del respaldo de una coalición para detener el avance turco y aplastar a los reformistas; por ello crea la Orden del Dragón, que a diferencia de las órdenes militares que surgen alrededor del Mediterráneo, evita en su estructura el dominio del poder de la Iglesia para centrarse exclusivamente en la fuerza del poder que representa la nobleza, los príncipes y los reyes. En cambio, el Papa Luna puntúa extremadamente alto en este factor (entre 8 y 10) debido a la percepción que posee de estar elegido por una fuerza divina, esto hará que no “dé el brazo a torcer” durante el proceso de negociación. Factor (Q3) –Alto control de la autoimagen (Decatipos del 8 al 10): Segismundo suele ser extremadamente organizado, no quiere dar un paso si antes no ha estudiado su resultado y a la vez planificado el siguiente. Le gusta tener cada cosa en su sitio y puede alterarse cuando se modifica el orden. La prueba de la validez de este factor es la planificación de los pasos demoledores que siguió el Concilio de Constanza para llegar a los objetivos prefijados en el vientre de la madriguera de la Orden del Dragón. Factor (G) –Mucha fuerza del superego (Decatipos moderados entre 5 y 7): Aunque el emperador Segismundo desde el inicio de la negociación quiere tener atados y bien atados los “pro” y “contra” de cada decisión, le traiciona la percepción de encontrarse ante un anciano de apariencia frágil, esto le hace crecerse y reafirmar sus argumentos basados en la fuerza y el poder, con lo que el proceso negociador se tensó al límite hasta llegar a la rotura total. Factor (H)- Emprendedor (Parmia –Decatipos del 8 al 10): El Gran Dragón es muy atrevido y emprendedor, con capacidad para crear nuevos retos y proponerse nuevas metas. Está preparado para enfrentarse a estrategias en las que se necesite de la decisión personal y la capacidad de empuje social. Un claro ejemplo es la negociación paralela que llevará con los reyes de Aragón.

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Factor (M) –Práctico (Praxernia –Decatipos del 3 al 4): El aguerrido rey de Hungría y rey de Romanos, no suele complicarse la vida con hechos hipotéticos. Busca los caminos viables, mantiene el axioma de que “dos más dos, son cuatro”. Piensa que lo práctico es lo realmente útil y eficaz. Por ello no muestra ningún interés en las propuestas de Benedicto XIII basadas en la lógica, sabe que éstas, aunque verdaderas e irrefutables, son muy poco prácticas y de escaso valor político. Factor (O) –Seguro de sí (Decatipos del 1 al 3): Esta alta seguridad que muestra Segismundo está basada en el prestigio social. Conoce que sus acciones represivas y bélicas se han transformado en un ejemplo a seguir por los demás príncipes, convirtiéndole en un líder. En cambio, la seguridad que manifiesta el Papa Luna se sostiene sobre la firme convicción de ser el auténtico Papa, pero en su contra está que el mantener estas creencias contra viento y marea implica la pérdida del respaldo social y de ser visto como terco; tópico potenciado por sus enemigos que ha llegado hasta nuestros días. Durante este ejercicio de seguridad en sí mismo, Benedicto XIII está aislado socialmente mientras que, por el contrario, el emperador Dragón es imitado, seguido y admirado. Factor (Q4) –Elevada tensión energética (Decatipos del 8 al 10): Según algunos documentos que relatan acontecimientos del Concilio de Constanza, el emperador Segismundo solía estallar en cólera, insultando y lanzando improperios en húngaro a los dignatarios germánicos cuando alguno de éstos no quería acatar su voluntad. Esta conducta violenta e irreverente por parte del Emperador también se manifestó durante el encuentro negociador de Perpiñán, cuando Segismundo observó que el anciano pontífice se resistía a aceptar sus reglas. Factor Extraversión (EXT+) (Decatipos del 8 al 10): Segismundo, al contrario que el Papa Luna, es una persona muy abierta a lo social a la que le fascina participar en todos aquellos actos públicos que representen aumentar el prestigio. Le gusta que se le admire, y realmente lo consigue en dos aspectos: en el físico, es considerado por muchas damas de la época como bien parecido, y en el social le respalda una poderosa liga de nobles y príncipes que le eleva hasta el grado de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, gran protector de la Iglesia y líder capaz de detener el avance Otomano. En cambio la tendencia a la vida íntima, a la reflexión y a la introversión de Benedicto XIII le va excluyendo cada vez más del respaldo social.

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El Papa Luna y la Orden del Dragón La Liga del Dragón fue una orden militar cristiana integrada por nobles y príncipes fundada en 1408 por el rey Segismundo de Hungría (1397-1437) Esta Orden, cuyo símbolo era un dragón que con su propia cola se sujetaba por el cuello, tuvo gran poder e influencia en toda Europa, ya que pertenecían a ella los regentes y nobles de: Alemania, Inglaterra, Irlanda, Hungría, Austria, Polonia, Lituania, Serbia y los de la mayoría de ciudades estado italianas, así como los reyes de la Casa de los Trastámara del Reino de Aragón. Según reza en su artículo de fundación, los objetivos principales de esta Orden eran: “...la clara determinación de aplastar los perniciosos actos del pérfido Enemigo, a los seguidores del antiguo Dragón y a los autores del Cisma. Derrotar a las naciones que desean someter la Cruz de Cristo y el estandarte de Cristo triunfante, así como a nuestros reinos...” El origen de la Liga del Dragón puede encontrarse en la derrota que sufrió Segismundo bajo el aplastante poder turco. A pesar de la ayuda prestada por el Papa romano Bonifacio IX, proclamando en 1396 una cruzada contra los turcos, la coalición de guerreros liderada por el rey de Hungría y su imagen quedaron desprestigiadas tras la aplastante derrota sufrida en la batalla de Nicópolis. Desde ese momento crece en el interior de Segismundo la semilla del odio hacia el Papa Luna, pues no le perdonará jamás a Benedicto XIII la pasividad de su papado ante la dura situación por la que estaba atravesando. Este estado de humillación que vive el Rey de Hungría es aprovechado por diferentes facciones en el interior de su reino para provocar en 1401 una serie de revueltas con el objetivo de destronarle. Pero fue tras la victoria de Dobor en 1408, cuando 35


Segismundo se consolidó definitivamente como Rey de Hungría, dejando como escarmiento una terrible masacre entre las familias de nobles rebeldes. Así, afianzado en su trono, el 12 de diciembre de 1408 Segismundo, acompañado por su segunda esposa Bárbara de Celje, funda la liga conocida como la Orden del Dragón, que nace con los objetivos de organizar la lucha y resistencia contra el avance turco, acabar con el Cisma y proteger la vida del Rey y de su familia. Curiosamente, aunque en principio los emblemas de esta Liga están relacionados con la Orden de San Jorge, poco a poco toma fuerza prioritaria en su representación iconográfica, como único distintivo, la figura del Dragón. Esta Orden crece con fuerza adquiriendo gran poder, contando entre sus miembros con: - Segismundo de Hungría (1368-1437) Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Bohemia. Puede considerarse, por ser el fundador de la Orden, como el gran maestre o “Cabeza del Dragón” - Rey Alfonso de Aragón y Nápoles (1396-1458) conocido como el Magnánimo, fundó y mantuvo la orden del Dragón en Nápoles. En su escudo de armas está representado en el yelmo a un Dragón sujetando “el estandarte de la Cruz de Cristo triunfante”. - Stibor de Stiboricz (1348-1414) conocido como el Señor de toda la Váh. Aristócrata polaco, amigo íntimo y defensor del emperador Segismundo. Fue uno de los primeros miembros de la Orden del Dragón. En su escudo de armas aparecen tres cabezas de dragón. - Esteban Lazarevich, déspota de Serbia (1376-1427) - Duque Ernesto de Austria (1377-1424) conocido como “duque de Hierro”, fue duque de Estiria, Carintia y conde de Habsburgo. - Enrique V, Rey de Inglaterra (1387-1422) y Señor de Irlanda. - Vladislao II, duque de Lituania y rey de Polonia (1386-1434) - Gran duque Vytautas el Grande de Lituania (1392-1430). En el siglo XV Lituania fue el país más extenso de Europa pues ocupaba: Bielorrusia, Ucrania, Transnitria y Moldavia, así como parte de Polonia y de Rusia. - Nicolás II Garay (1366-1434) perteneció a la nobleza del reino de Hungría. Señor de Csesznek. En 1416, Segismundo amplió su escudo de armas para que mostraran los símbolos de la Orden del Dragón. - Vlad II Dracul, (1390-1447) conocido como “Vlad el dragón” ó el “Demonio”, perteneció a la orden del Dragón a partir de 1431. Fue padre de Vlad III, “el empalador” mitificado por el novelista Bram Stoker en la novela Drácula. ¿Qué implicación tuvo la Orden del Dragón sobre el destino del Papa Luna? La Orden del Dragón fue decisiva en el destino de Benedicto XIII, pues fueron los reyes, príncipes y nobles pertenecientes a esta Liga quienes forzaron a convocar el Concilio de Constanza (1414-1417) a través de su cabeza visible el emperador Segismundo. En este Concilio se cometieron grandes atrocidades, aparte de declarar al Papa Luna Antipapa (1417) y proclamar a un nuevo Papa con el nombre 36


de Martín V, se condenó a morir en la hoguera a Juan Huss (1415) y a Jerónimo de Praga (1416). La prueba de que el Concilio de Constanza siguió las directrices de la Orden del Dragón fue la implicación de Pipo de Ozora (1369-1426) italiano nacido en Tizzano cerca de Florencia, y, hombre de confianza del emperador Segismundo, quien además de ser uno de los primeros caballeros de esta Liga, fue embajador de la Orden del Dragón en las ciudades-estado italianas y ante los papas de Pisa y de Roma. Pipo de Ozora participó en 1414 como brazo ejecutor en las primeras diligencias del Concilio de Constanza, relacionadas con la detención del Papa de Pisa Juan XXIII y la abdicación del Papa de Roma Gregorio XII, además parece que también estuvo implicado en el indigno proceso contra Juan Huss. ¿En qué momento el rey Fernando I y su hijo Alfonso V, formaron parte de la Liga de la Orden del Dragón? Durante el encuentro de Perpiñán entre el Papa Luna, el emperador Segismundo y los regentes de Aragón, no sólo se pusieron en práctica estrategias formales de negociación, sino que se utilizaron también estrategias sofisticadas de acoso psicológico y de negociación paralela. El ambiente de la negociación fue precedido por “el intimidatorio hedor que produce la carne humana al ser quemada en la hoguera”, en palabras del cronista de la Corona de Aragón Jerónimo Zurita (1561): “Emperador Sigismundo, manda quemar quinientos Hereges Husitas. Entra en Perpiñan con grande recibimiento a tratar la unión de la Iglesia”. Además, será también Zurita quien con pequeños apuntes nos indicará en qué momento los regentes de la Casa de los Trastámara toman la divisa de la Orden del Dragón. En cuanto al rey Fernando I de Antequera escribirá: “Apartese con todos sus Reynos de la obediencia del Papa Luna. Toma la divisa del Dragón del Emperador Sigismundo, y dale la suya de la jarra, y grifo. Va a Barcelona muy enfermo.” Y en referencia a Segismundo y Alfonso V, anotará Zurita: “Toma la divisa de la jarra, y grifo del Rey Don Hernando, y dale la suya, que era un dragon. Embia Embaxadores al Rey Don Alonso V, para tratar con él de concordia. Confederase con el Rey D. Alonso V. Ofecele de ayudarle en sus negocios.”

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Estos apuntes del cronista del Reino de Aragón son la prueba objetiva de que, tanto el rey Fernando I de Antequera, como su hijo, el que sería Alfonso V el Magnánimo, militan en la inquietante Orden del Dragón desde finales de septiembre del año de 1415. Así como también, este manuscrito de Zurita aporta luz a la tormentosa y traidora relación entre el Papa de Peñíscola y el rey de la Corona de Aragón, puesto que el lazo de fidelidad con la Orden del Dragón implicaba una situación encubierta de sumisión del Magnánimo ante las decisiones del emperador Segismundo, por lo que con este servilismo quedó sentenciado el final del Papa Luna.

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El cuerpo momificado del Papa Luna y la venganza de la Orden del Dragón La versión más difundida y asumida por la mayoría de biógrafos e historiadores relata que, muerto Benedicto XIII, recibió sepultura en la basílica pontificia del castillo de Peñíscola; y que años después (el 9 de abril de 1429 ó bien, el 9 de abril de 1430) uno de sus sobrinos, Juan Martínez de Luna, exhumaría los restos del pontífice con permiso real. Quien fuera ayuda de cámara y cronista del Papa Luna, Martín de Alpartil (13801441) dejó escrito: “El día de la fiesta de Ramos de las Palmas, salió fragancia del sepulcro donde estaba enterrado Pedro Martínez de Luna. Se extendió no solamente por el castillo en donde estaba el túmulo, sino también por toda la iglesia y por todo el lugar”. Se cuenta que el cadáver momificado, completamente entero, se trasladó en procesión dentro de una urna a través de decenas de pueblos hasta el palacio de los Luna en Illueca, donde fue expuesto en el mismo aposento en el que hubo nacido. Posteriormente, esta capilla quedó cerrada, hasta que durante la guerra de Sucesión (1707) entre los partidarios de Austrias y de Borbones, las tropas borbónicas forzaron la capilla buscando posibles tesoros, y en un ataque de ira por parte de la soldadesca, causada por la frustración de no encontrar en ella oro ni plata, destrozaron la momia con las culatas de los fusiles. Después la arrojaron por un barranco. Unos labradores recuperaron el cráneo del cuerpo maltratado y desmembrado del gran Señor de Luna, llevándolo al administrador de la familia. El mismo novelista Vicente Blasco Ibáñez, que popularizó esta versión en su obra “El Papa del Mar” (1925) describirá con estas palabras los restos óseos de la cabeza del Papa Luna: “Yo la he tenido en mis manos: Sorprende por su pequeñez cuando se piensa en la 39


enormísima voluntad que se cobijó dentro de ella. Guarda su epidermis y restos de sus ojos, como las cabezas de los faraones en el museo de El Cairo. Se la reconoce por la exagerada curva de su nariz aguileña, desviada, lo mismo que en sus retratos”. ¿Pero eran éstos los auténticos restos mortales del Papa Luna? Pese a que a simple vista el relato del traslado del cuerpo del Papa a Illueca parece el más lógico, en éste existen importantes lagunas. Llama la atención cuando sus seguidores indican que: “salió fragancia del sepulcro donde estaba enterrado”. Con esta simple observación en la que está implicado el sentido del olfato, nos señalan de forma indirecta que la exhumación del cadáver se realizó poco tiempo después de su muerte, pues en el momento en que se procede a desenterrar el cuerpo, las sustancias utilizadas para la momificación siguen químicamente activas. Así, podemos llegar a la conclusión de que el tiempo que transcurre desde la muerte de Pedro Martínez de Luna hasta que es abierto el sepulcro, descrito en el relato popularizado de aproximadamente siete años después, parece excesivo; puesto que en el momento de la exhumación los perfumes y pócimas siguen manteniendo toda su potencialidad aromática. También destaca la ausencia de documentación del peregrinar del cuerpo por las distintas poblaciones, y eso que algunas de ellas eran bastante importantes y todos los acontecimientos significativos se registraban. Pero sobre todo resulta llamativo de este relato sobre la muerte del Papa Luna, que éste carece de la visión universalista que poseía y buscaba Benedicto XIII, pues reduce su muerte a un acontecimiento puramente localista. Durante toda su vida el Papa Luna es consciente del lugar que ocupa en la historia; está convencido de que realmente es el elegido: “he poseído legítimamente el patrimonio de Cristo y heredad de la Iglesia”; por ello y por el rango que posee “nuestro señor Benedicto, por la divina providencia Papa XIII”, en ningún momento deja reflejado el deseo, ya sea verbal o por escrito, de que tras su muerte su cuerpo sea trasladado a su pueblo natal. La prueba de que Pedro Martínez de Luna trasciende la intención de regresar al lugar de su nacimiento la encontramos en “el libro de las Consolaciones de la vida humana” (1420) cuando escribe: “Por ende aquel homme es aún delicado e flaco, el cual tierra en que nasce le es dulce; e aquel homme es ya fuerte, al cual paresce que en toda la tierra nasció, e al que todo el mundo paresce ser destierro. (...) ca en cualquier tierra que yo vengo non es tierra alguna a mi en destierro; mas en aquella tierra entiendo que nascí, en la cual algunos bienes recibí (...) Et por ende, lugar alguno deste mundo non debe ser dicho lugar de su nacimiento, mas todo este mundo debe haber por desterramiento”. ¿Acaso sigue en algún lugar desconocido la tumba del Señor de Luna?

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Desde hace varios años barajo la hipótesis, sin rechazar por supuesto la versión del traslado a Illueca, de que el cuerpo del Papa Luna sigue oculto, sobre todo por un motivo que considero de peso, y es el que afirma que, en ese momento histórico existía una alta probabilidad de que tras su muerte el cuerpo del que ya era considerado oficialmente antipapa fuera ultrajado. Esta idea no resulta descabellada, pues existen antecedentes del propio Concilio de Constanza (1414-1417), que dirigido por intereses del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Segismundo de Hungría (1368-1437), ordenó en mayo de 1415 exhumar los restos del filósofo John Wycliffe, muerto en 1384, para juzgarle y quemar sus huesos por hereje. Además, dentro de la propia Iglesia hay llamativos precedentes, como el juicio o cónclave cadavérico al Papa Formoso (891-896) que después de muerto fue desenterrado, juzgado y mutilado. Así como también encontramos en el pensamiento eclesiástico voces autorizadas que llegaron a argumentar esta posibilidad, como la del fraile agustino, Agustín Trionfo de Ancona (1328) prestigioso profesor en Paris y Nápoles, que escribió al respecto: “El Papa sólo puede ser depuesto por el concilio general y a causa de herejía, en cuyo caso, éste puede juzgarle hasta después de su muerte.” Y, como vemos, en el caso de Benedicto XIII convergen todas las premisas de Agustín Trionfo de Ancona para ser juzgado hasta después de muerto: a)- El Papa Luna fue depuesto por el Concilio de Constanza: “Despojado de todos los derechos anejos al papado y excluido de la Iglesia Católica” b)- A causa de herejía: “Es un hereje notorio e incorregible” c)- Por tanto el Concilio puede juzgarle tras su muerte, puesto que: “Se ha hecho indigno de todos los títulos” y “ha sido negado por Dios” El propio Pedro Martínez de Luna, en su testamento (1418-1420) destacará: “Seré juzgado con un estricto juicio en esta amargura que he tenido siendo Papa, como una persona cualquiera, pero en un examen más riguroso... Todo lo expondrá contra mí mi terrible acusador Satanás, enemigo mío, y presentará testigos que no podré rechazar...” Por tanto existía una alta probabilidad de que el resentido gran Maestre de la Orden del Dragón pretendiera “juzgar después de muerto a Benedicto XIII”. Y sin duda, esta posibilidad no pasó desapercibida al indomable Señor de Luna y a sus seguidores, por lo que es muy probable que llegado el momento de su muerte, se tomara la decisión de buscar un lugar seguro para su sepultura. Si esta hipótesis es lógica y coherente: ¿Dónde pueden encontrarse los restos mortales del Papa Luna? Al principio mantuve la idea de que el sepulcro secreto de Benedicto XIII podría estar ubicado en una zona difícil de encontrar, bastante inaccesible, quizá en una de las múltiples cuevas o grutas submarinas. Era tal mi confianza en esta hipótesis que durante los años 2007 y 2008 organicé una expedición con buzos profesionales con la intención de recorrer las decenas de grutas que tejen el fondo marino de la roca de 41


Peñíscola; pero este proyecto coincidió con el inicio de la crisis económica, y después de estar preparado tuve que abandonarlo por falta de apoyo y de recursos económicos. Ahora reconozco, tras un periodo de reflexión de casi cuatro años, que esa primera hipótesis es difícil de mantener, pues al analizar la personalidad de Benedicto XIII, así como su forma de actuar, he llegado a la sospecha de que si el cuerpo del Papa Luna sigue oculto, éste quizá se encuentre en un lugar bien distinto al que formulé en el primer entorno geográfico destinado a esa búsqueda, es decir, es muy probable que al contrario de lo que pensaba se halle en un lugar muy visitado e incluso puede que delante de nuestros ojos. He gestado esta llamativa conclusión tras analizar la denominada Fuente del Papa Luna (1413-1415), obra a la que considero “el Testamento Oculto de Benedicto XIII”, pues en ella se encuentran codificados los objetivos ocultos de su pontificado. Esta exquisita creación artística con clara tendencia renacentista, en forma de fuente ornamental, está custodiada en la Catedral de Tortosa donde es utilizada como pila bautismal, aunque debo señalar que existe una reproducción exacta que el lector puede observar perfectamente en la Iglesia Parroquial de Peñíscola. Paradójicamente, para conseguir que este testamento quedara oculto y pasara totalmente desapercibido a los carroñeros del Concilio de Constanza, fue esculpido sobre piedra a gran tamaño e instalado ante la mirada de todos en el centro del jardín del palacio pontificio. Por tanto, desde esa misma idea constructiva que existe en el “Testamento Oculto del Papa Luna” esculpida en la taza octogonal de la fuente de su jardín, basada en la premisa paradójica de que “todo aquello que está constantemente ante la mirada, por el efecto de la monotonía, se difumina a los sentidos y deja de ser percibido”, he gestado la siguiente hipótesis de apariencia absurda: “el cuerpo del Papa Luna sigue oculto delante de nuestros ojos”. Así, con esta llamativa idea, he recorrido las principales localidades y lugares próximos al palacio pontificio de Peñíscola, que estuvieron bajo la influencia del Papa Luna y que además le fueron fieles durante sus últimos años. En esta búsqueda he descartado las grandes catedrales, ya que los gestores de estos templos se inclinaron casi de forma inmediata hacia el poder del Rey y del nuevo Papa surgido del Concilio de Constanza, por lo que de forma presta para no perder poder, acataron la sentencia que acusaba a Benedicto XIII de “antipapa” (1417) ya que además ésta añadía: “como advertencia final, el Santo Concilio General prohíbe a todos, con amenaza de los más severos castigos, obedecerle como a Papa, sostenerle, recibirle y prestarle auxilio, consejo o protección“ y eso implicaba el no ceder ni un solo palmo de tierra sagrada al difunto de Peñíscola. De todos los lugares posibles en los que hubiera podido enterrarse a Benedicto XIII, he barajado como los más probables el Monasterio de Santa María de Benifassá y la Arciprestal de San Mateo (Castellón). Y de momento tengo que añadir que la mayoría de pistas que he obtenido han inclinado la balanza a favor de la Arciprestal de San Mateo como el lugar más probable donde pudiera encontrarse el cuerpo del irreducible Pontífice, puesto que el Papa 42


Luna demostró cierta inclinación por este templo y por la población de San Mateo, donde llegó a residir varios meses. E incluso no es absurdo pensar que pudo preparar con tiempo su sepulcro en este lugar sagrado, ya que existe un detalle que demuestra una interacción arquitectónica entre Peñíscola y San Mateo, y éste es que el maestro artesano que esculpió los rostros de piedra de la Iglesia Parroquial de Peñíscola también talló con el mismo punzón y factura en esta Arciprestal dos retratos que pueden observarse en unos capiteles. Esta relación arquitectónica nos puede llevar a formular que el artesano de los rostros de piedra de la Iglesia Parroquial de Peñíscola pudo preparar el sepulcro bajo las órdenes del propio Benedicto XIII. Además, tras el abandono de las grandes capitales a su causa, la localidad de San Mateo, como centro nuclear económico y político del Maestrazgo, se mantuvo fiel al Señor de Luna, y era tal su importancia simbólica para el pontificado de Peñíscola que fue aquí, en este mismo templo, donde finalizaron las disputas judeocristianas comenzadas en Tortosa (1413). Según el investigador Eduardo Ferreres, fue en la pila bautismal de esta Iglesia, que algunas hipótesis apuntan a un origen romano, donde fueron bautizados los principales rabinos judíos tras las controversias (1414). También refuerza esta idea de feudo simbólico el hecho de que en esta Arciprestal se escenificó el 15 de agosto de 1429 el final del Cisma de Occidente, cuando el sucesor del Papa Luna, Gil Sánchez Muñoz, con el nombre de Clemente VIII (1424-1429), convertido en un títere en manos de Alfonso el Magnánimo, abdicó dando legitimidad definitiva a Martín V (1417-1431), pontífice nacido del nido del Dragón. ¿En qué parte del templo pudo o puede estar el sepulcro del Papa Luna? La clave para determinar el lugar donde pudo o puede reposar el cuerpo de Benedicto XIII se encuentra en la simbología esculpida en la fuente de su jardín. En una de las ocho escenas de esta hermosa fuente, observamos que en una de sus caras está representada un Águila que ofrece sus garras a un Dragón. Durante el estudio detallado de esta obra he podido comprobar que el Águila de esta escena es el animal simbólico que representa al Papa Luna. Incluso algunas veces en sus escritos y pensamientos le gustaba utilizarla como ejemplo: “ca así commo el águila non puede volar a lo alto sin alas, non tú puedes volar a lo alto sin buenas obras”. Además es interesante añadir a esta reflexión que, debido a sus rasgos físicos, a Benedicto XIII se le asociaba con este animal simbólico, pues una de las características de la familia Luna, e incluso del pontífice, era su exagerada nariz aguileña, que le otorgaba un aspecto de ave rapaz. Y por si fuera poco, tanto seguidores como enemigos utilizaban para defenderle o atacarle un pasaje del Apocalipsis de San Juan, evangelista identificado con el símbolo del Águila de Patmos: “Y fue vista en el cielo una señal grande, una mujer revestida del Sol, con la Luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando en cinta gritaba con los dolores del parto y las ansias de dar a luz. Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas... El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz“. 43


Los que atacaban a Benedicto XIII aseguraban que la Virgen aplastaba la Luna bajo sus pies. Por el contrario, quienes le defendían veían que era la Luna quien sujetaba a la Madre de Dios e interpretaban que el Papa Luna la protegía del Dragón. Mientras que el Dragón esculpido en esta fuente es la bestia que representa al emperador Segismundo (1397-1437) por ser éste el Gran Maestre y fundador de la inquietante Orden del Dragón (1408). Por tanto una de las principales deducciones que nace del estudio de esta fuente es que: “El lugar donde se encuentra el sepulcro del Papa Luna, está señalado por el signo del Águila”. Es decir, la tumba del Señor de Luna fue preparada en una capilla dedicada a San Juan Evangelista, cuyo símbolo es un águila. Y curiosamente la Arciprestal de San Mateo es un templo muy ligado a la Orden de San Juan, sin duda los monjes guerreros protectores de Benedicto XIII, puesto que tanto su guardia personal como sus potentes galeras de combate estaban compuestas por más del 70% de brazos armados pertenecientes a la orden del Hospital de San Juan. Destacar como refuerzo de esta premisa que en este espacio sagrado existen múltiples referencias a los dos San Juan, en uno de los capiteles románicos del templo y en una llave de crucería se encuentran tallados los símbolos de San Juan Bautista, pero sobre todo hay que realzar, por lo importante que resulta para esta hipótesis, que en su momento también hubo una capilla dedicada a San Juan Evangelista. Todavía ahora pueden observarse un par de capiteles con águilas que delatan la existencia de este lugar. Esta primitiva capilla de San Juan fue demolida sobre 1769 para levantar la que es hoy capilla de San Clemente. Durante el proceso de demolición y construcción se amplió abarcando parte del “fosar” o cementerio cercano al templo. La capilla de San Clemente fue construida, según describen algunos historiadores en 1768, para albergar “la momia completa de un mártir anónimo”, que según cuenta la tradición y parece que en su momento ésta estuvo respaldada por documentos desaparecidos durante la Guerra Civil Española (1936-1939), tiene su origen en las catacumbas de Santa Priscila en Roma. Este cuerpo momificado se encuentra expuesto en una urna acristalada, con una bella decoración barroca, y fue bautizado como San Clemente en honor al Papa del momento, Clemente XIII (1758-1769). A simple vista, puede observarse de esta momia parte del cráneo, ornamentado con una corona. El rostro lo tiene recubierto con una máscara posiblemente modelada con cera. Ha sido vestida con un traje que desea reflejar con la creatividad popular el uniforme de un soldado; y en sus manos, cubiertas por guantes, sujeta una palma de metal dorado para destacar su carácter de mártir. Ubicado a sus pies, también cubiertos por una malla, se encuentra un vaso de cristal transformado en cáliz, del que se dice que en su interior hay tierra de Roma mezclada con sangre del propio mártir, y, junto a los brazos que le apoyan, en una extraña postura, como si se irguiera para observar un acontecimiento importante, en el suelo de la urna, reposa una imitación de espada que quiere representar que este cuerpo exquisitamente momificado pertenece al de un soldado romano. 44


Como anécdota creo interesante destacar que este cuerpo santificado está implicado en un acontecimiento histórico, que no sé si podría calificarse de milagroso, pero lo que sí es cierto que éste puede enmarcarse dentro de lo enigmático y sorprendente. Durante el convulso periodo de la Guerra Civil Española se dio orden de que todos los símbolos religiosos de la Arciprestal de San Mateo, códices que se remontaban hasta la Edad Media, documentos de gran valor histórico, imágenes de factura exquisita, reliquias de santos... a excepción de las bellas piezas de orfebrería que fueron empaquetadas y trasladadas hacia un destino desconocido, entre las que se encontraba un bello y austero cáliz del Papa Luna; se apilaran en el centro de la porticada Plaza Mayor para ser devoradas por una hoguera. Un grupo de milicianos se dispuso a cumplir al pie de la letra esta orden fruto del caos que implica la irracionalidad de una guerra entre compatriotas. La Arciprestal fue desmantelada de todo aquello que podía servir para combustible del odio, lo demás fue destrozado. Cuando sumergidos en la orgía de destrucción llegaron ante la urna del cuerpo momificado con la intención de llevarlo hasta la pila de la hoguera, en el mismo momento que lo arrastraban, uno de los milicianos sorprendentemente argumentó a sus compañeros que: “debían respetar a Clemente, porque éste era un soldado que como ellos, también luchó por la libertad y contra la tiranía de los poderosos”. Ante esta observación, decidieron consultar con el alcalde. Y éste ante la posibilidad de que realmente Clemente fuera “un guerrillero defensor de la libertad” autorizó a que la urna con el cuerpo momificado fuera sacado por la puerta falsa y llevado hasta su propia casa. En esta protección parece que se implicó personalmente la mujer del alcalde. De este hecho todavía existen testigos de primer orden que confirman que incluso fue custodiado por milicianos armados para que no fuera destruido. Así, por extrañas fuerzas asociadas a lo enigmático, San Clemente se convirtió en la única reliquia de la Arciprestal de San Mateo, a excepción del tesoro de orfebrería que fue recuperado en Málaga, que pudo salvarse del fuego irracional del dragón de la guerra. Llegados a este punto, me siento obligado a pedir perdón a todos los fieles seguidores de San Clemente que tras leer las siguientes opiniones puedan sentirse ofendidos, pues debo confesar que durante la búsqueda de pistas para determinar el lugar secreto donde pudiera reposar el Papa Luna, me despertó la curiosidad esta momia completa, y dentro del impulso teórico que caracteriza mi pensamiento, que sin duda es más un defecto que una virtud, llegué a sospechar que este cuerpo podía ser el del propio Pedro Martínez de Luna, por las siguientes razones: - La exquisita momificación que presenta, digna de una persona importante. - La conservación del cuerpo en una urna, del mismo modo que fue expuesto Benedicto XIII, según indica la tradición. - Por su altura aproximada de 1,65 m., similar a la que tenía el pontífice. - Por la extraña posición, lejana a la que puede esperase de unos restos que descansaban en las catacumbas de Roma. Se encuentra erguido como si se le hubiera forzado para que observara un acontecimiento importante. 45


- Por razones arquitectónicas. Pues aunque se afirma que esta capilla fue diseñada para albergar los restos de este mártir, en su altar principal no se construyó, como era lógico esperar, un lugar para ubicarlos. Esto me hizo pensar, que al contrario de lo que cuenta la tradición, fue antes el inicio de la construcción de la capilla que la presencia del Santo. Además, creí ver la prueba de esta deducción en que la preciosa urna de San Clemente está en uno de los lados, entrando a la izquierda. Por lo que no dudé en formular que estos restos momificados pudieron aparecer al levantar el suelo del propio templo de San Juan en el momento de la edificación, o tal vez del “fosar” exterior sobre el que esta capilla se amplió. - Pero sobre todo también pensé en esta conclusión, por pura deducción simple, ya que esta momia completa es el único cuerpo que se encuentra en el lugar de los hechos, o lo que es lo mismo, utilizando una expresión policial “es el cuerpo que se encuentra en el lugar del crimen”; ubicación exacta donde mis hipótesis llevan a que fue sepultado Pedro de Luna. - Sin olvidar, por supuesto, los importantes datos históricos que avalan el carácter emblemático de esta Arciprestal para el pontificado de Peñíscola, pues fue escenario principal de las Disputas (1414) y en donde se interpretó el final del Cisma de Occidente (1429). Soy consciente de que en estas sospechas existe un factor irracional y poco científico, pero éste no puede ser evitado, pues pertenece a la naturaleza mágica del ser humano y está ligado a la intuición. Este factor que arrastra el pensamiento hacia lo enigmático es la evidencia de que existe una fuerza mística, o si queremos un hecho ligado al azar, que ha logrado conseguir que este cuerpo momificado sobreviva como testigo al caos generado por el dragón del odio. Con este abanico de sospechas racionales e irracionales contacté con mi buen amigo y apasionado amante de la historia peñiscolana, Lorenzo Medina, para pedirle que me acompañara a confirmar sobre el terreno este conjunto de ideas de apariencia absurda. Sin apenas dudarlo se embarcó en esta curiosa aventura armado con una cinta métrica y su cámara fotográfica. Tras almorzar en la hermosa plaza porticada de San Mateo nos dirigimos, acompañados por un guía de excepción, “un auténtico archivo ambulante” de esta emblemática y bella población, Eduardo Ferreres, quien nos explicó asombrosas historias relacionadas con este templo. Además, como colofón a esta visita guiada, pudimos hablar con el Mosén, que nos mostró el impresionante tesoro de orfebrería “salvado de las fauces de la bestia de la guerra” que se conserva en esta Iglesia, en el que se encuentra un bello cáliz atribuido al Señor de Luna. Según la interesante conversación que mantuvimos con el responsable religioso de este lugar sagrado, que es historiador, la tradición sobre el origen de la momia de San Clemente parecía muy coherente, por tanto las sospechas anteriores de que este cuerpo momificado pudiera ser el de Benedicto XIII se reducían en probabilidad; aunque por desgracia toda la documentación histórica de su llegada había desaparecido durante la Guerra Civil, con lo que nos encontrábamos ante un cuerpo totalmente indocumentado. 46


Aunque es muy remota la probabilidad de encontrarnos ante el indomable Señor de Luna, es justo reconocer que frente a otras teorías, ésta posee una ventaja para el rigor y la investigación histórica, y es que sin duda puede ser aceptada o rechazada por un procedimiento totalmente científico: En primer lugar, un equipo forense podría determinar con bastante exactitud la edad del mártir al fallecer, las posibles causas de su muerte, características físicas, si el esqueleto está completo, si sufría artrosis, su altura, etc..., incluso determinar el lugar de procedencia geográfica del cuerpo, por la posible existencia de sustancias, bien de origen mineral o vegetal, utilizadas para su momificación. Así como también podría averiguar con bastante fiabilidad su antigüedad. En segundo lugar, podría consultarse los Archivos Vaticanos para validar la historia que la tradición nos ha legado sobre este cuerpo momificado. Con esta metodología científica quedaría definitivamente descartada o aceptada que esta momia completa sea la del irreducible Benedicto XIII, y por añadidura y no menos importante, fuera cual fuere el resultado, se le podría entregar la documentación perdida al “cuerpo momificado” puesto que al consultar los Archivos Vaticanos se podría reconstruir el trayecto de San Clemente Mártir. No olvidemos que: “la verdad nos hace libres”. Resulta evidente que este capítulo plantea una nueva versión sobre el final del tenaz Señor de Luna, y creo sinceramente que aunque muy arriesgada ésta se basa en dudas razonables, pero de momento, por tratarse de deducciones meramente hipotéticas, ésta debe ser entendida únicamente como la trama para una próxima novela donde el guión se centraría en los siguientes puntos: 1º) Pedro Martínez de Luna muere en Peñíscola, donde es enterrado temporalmente hasta que se decide un lugar seguro para su sepulcro, pues sus seguidores desean evitar que “sea juzgado después de muerto”. 2º) El sepulcro se prepara en la Arciprestal de San Mateo por razones estratégicas relacionadas con la protección y fidelidad demostrada al Pontífice por parte de la Orden de San Juan y de la Orden de Montesa, y dentro de este templo se ubica en la capilla de San Juan Evangelista por connotaciones simbólicas. 3º) El cuerpo vuelve a ser desenterrado en 1429 siguiendo directrices de la Orden del Dragón, ya puestas en práctica por el Concilio de Constanza en 1415 sobre los restos mortales del pensador John Wickliffe. Esta ceremonia pretende que en la abdicación de su sucesor Clemente VIII, el Señor de Luna sea testigo de su propia derrota. La momia de Benedicto XIII es ubicada en el centro del templo, forzándola para que humillada observe el final de su obra. 4º)- Durante la ceremonia de abdicación es juzgado de nuevo y “excluido definitivamente como rama seca de la Iglesia”, por razones desconocidas, quizá por la presión política de la Orden de Montesa o la de San Juan, su cuerpo se salvará de ser consumido por el fuego y será sepultado en una fosa sin nombre del cementerio o “fosar” ubicado fuera del templo. 5º)- En 1768, durante la demolición de la capilla de San Juan Evangelista para la construcción de la capilla de San Clemente, cuando se procede a la ampliación de ésta sobre el cementerio exterior volverán a aparecer los restos. El responsable del 47


templo al encontrarse con un cuerpo exquisitamente momificado, puede que consultara documentos y archivos de la propia Arciprestal, e incluso puede que descubriera quien era y decide protegerlo, otorgándole el nombre de San Clemente. Con ello le crea una nueva identidad. 6º) Sorprendentemente, durante el triste periodo de 1936-1939 es la única reliquia de la Arciprestal que logra salvarse de las llamas. Es como si una fuerza que va más allá de la razón deseara que fuera testigo permanente de la historia. 7º) A finales del 2011, tras un estudio simbólico de la “fuente del Papa Luna” surge la hipótesis de que Benedicto XIII pudo ser enterrado en la Arciprestal de San Mateo y que este cuerpo momificado, que observa el paso de los siglos desde una urna acristalada, por encontrarse en el lugar de los hechos, tiene probabilidad de ser el cuerpo de Pedro Martínez de Luna.

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Tras las huellas del Dragón Aunque la mayoría de historiadores sostiene que el uso de la cimera del Dragón por los reyes de Aragón se remonta hasta Pedro IV el Ceremonioso (1319-1387) ésta es asumida como propia por los regentes pertenecientes a la Casa de los Trastámara el año de 1415, cuando esta dinastía decide abandonar a su suerte al Papa Luna, y la divisa del dragón se transforma en una gratificación por parte del emperador Segismundo a su colaboración. El momento en que Segismundo entrega su divisa de la Orden del Dragón a Fernando I será descrito por el cronista del reino de Aragón Jerónimo Zurita y Castro (1561) con estos apuntes: “Toma la divisa de la jarra, y grifo del Rey Don Hernando, y dale la suya, que era un dragón” (Anales de la Corona de Aragón 1562-1580, en el Índice de las cosas Notables 1561, volumen VII, páginas 391, 392 H y 688 S.) Asimismo, Zurita también describe cómo Alfonso V asume esta divisa, que a partir de ese momento coronará la cimera de su escudo y que anuncia que es miembro de la Orden del Dragón: “Toma la divisa del Dragón del Emperador Sigismundo, y dale la suya de la jarra, y grifo” Por tanto la cimera del Dragón que mantienen los reyes de Aragón: Fernando I de Antequera (1412-1416), Alfonso V el Magnánimo (1416-1458), su hermano Juan II, el Grande (1458-1479) así como el hijo de éste Fernando II, el Católico (1479-1516), no tiene nada que ver con la cimera de Pedro IV, pues ésta, la de los Trastámara, está relacionada con La Liga de la Orden del Dragón del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y es el premio recibido a cambio de “mandar al desierto” al Papa Luna. Es interesante destacar que existen varias huellas artísticas creadas por la influencia de la Orden del Dragón, una de ellas es la fuente del jardín del Papa Luna (1414-1415), pieza excepcional que se encuentra en la catedral de Tortosa. En esta obra escultórica de forma octogonal, en una de sus caras se ha tallado la repre49


sentación idílica del encuentro entre Segismundo y el Papa Luna, simbolizados por un Dragón y un Águila, encuentro que la realidad demostró que fue un choque de ideas y de formas de entender el poder. También debemos clasificar dentro de estas huellas la obra arquitectónica a la que considero el máximo exponente de la Orden del Dragón en toda Europa, la maravillosa Lonja de la Seda o Lonja de los Mercaderes de la ciudad de Valencia (1482-1548), construida bajo la regencia de Fernando II (1479-1516), en ella, la figura del Dragón adquiere el máximo protagonismo, llegando a representarse en ella amamantado por un ser angelical.

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¿Ha desaparecido la Orden del Dragón? Así como existen testimonios históricos del origen y de la disolución de otras órdenes; de la Orden del Dragón únicamente se conocen los documentos de su constitución el año de 1408 por parte del emperador Segismundo. Y sabemos que ésta acumuló tanto poder que fue capaz de obligar a abdicar a dos papas, aislar a un tercero y a entronizar a uno nuevo. En la Península Ibérica la última huella del dragón nos lleva hasta el reinado de los Reyes Católicos, pues el rey de Aragón Fernando II (1479-1516), sobrino de Alfonso V el Magnánimo, sigue siendo miembro de la Orden. La evidencia de ello es que podemos observar al Dragón representado en la cimera de su escudo de armas. También bajo su reinado el dragón fue realzado, incluso divinizado, en la Lonja de la Seda de la ciudad de Valencia (1482-1548) auténtica maravilla del gótico civil. Resulta interesante destacar que la Liga de la Orden del Dragón mantiene importantes diferencias con el resto de órdenes anteriores y contemporáneas, puesto que, aunque en sus estatutos fundacionales se describen objetivos de cruzada: Detener el avance de los infieles otomanos, acabar con el Cisma, y reprimir a los reformistas..., ésta juega descaradamente con la carta del poder político. A diferencia de las otras órdenes, su esqueleto está formado por una liga de países, de los que sus nobles, príncipes y reyes, buscan tener bajo su puño al poder religioso; por lo que la Orden del Dragón puede considerarse la primera orden que nace fuera del ámbito de influencia de los papas, y no sólo eso, sino la primera que busca subyugarlos a sus objetivos. Es evidente que no existen datos que avalen si esta Orden desapareció, se transformó en otra, o sigue realmente activa; pero si ésta existiera todavía hoy, en pleno siglo XXI, sin duda se parecería en forma y estructura al denominado Club Bilderberg, fundado en 1945 por la familia Rockefeller y la Corona Holandesa, cuyo primer encuentro oficial fue el año de 1954, en el Hotel Bilderberg, cerca de la población de Arnhem, en los Países Bajos. 51


Es importante que destaque que no estoy afirmando que el Club y la Orden sean lo mismo, eso está lejos de mi pensamiento y de mi intención, solamente pretendo destacar la gran similitud en la composición de ambas organizaciones. La Liga del Dragón, igual que el Foro Bilderberg, estaría constituida por realeza europea, ministros de gobierno, líderes políticos, banqueros... así como también mantendría periódicamente encuentros privados con contenidos secretos e igualmente, como el Club, quedaría bajo sospecha por diversas teorías de la conspiración.

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Manchas en la Luna Pese a la indiscutible grandeza histórica del Papa Luna, es justo reconocer que su figura también está difuminada por sombras, entre ellas la incógnita sobre el papel que desempeñó en el origen y mantenimiento del Cisma de Occidente. Asimismo resulta difícil explicar el porqué de la terrible bula “Etsi Doctoris gentium” promulgada en Valencia el 11 de mayo de 1415 contra los judíos, bula que entró en conflicto directo y en contradicción con la filosofía inicial de las Disputas de Tortosa y de San Mateo (1413-1414) El contenido de esta bula es tan actual que al leerla nos trae a la memoria los terribles zarpazos del “dragón del nazismo” durante la II Guerra Mundial. Esta nefasta sentencia atribuida al pontificado de Benedicto XIII puede resumirse en los siguientes puntos: 1- Se prohíbe poseer y leer el Talmud. 2- Se prohíbe a los judíos tener o fabricar objetos sagrados: Para que no se burlen de ellos. 3- Queda totalmente prohibido que ejerzan de jueces entre los mismos judíos y de ser jueces, árbitros o simples mediadores para con los cristianos. 4- En cuanto a las sinagogas: donde solamente hay una se permite continuar el culto en ella, a no ser que ésta sea de gran valor, en cuyo caso dejará de servir de sinagoga. Si una sinagoga fue anteriormente iglesia: ciérrese sin contemplaciones. 5- Se prohíbe a los judíos ejercer de médicos y todo lo relacionado con la medicina. Igualmente ser banqueros, administradores y tener sirvientes cristianos. 6- Prohibición de que participen de todo contrato usurario. 7- Durante tres días al año se predicará a los judíos para que se conviertan, de manera que asistan obligatoriamente a los sermones. 8- Será obligatoria la reclusión estricta a su barrio judío. 53


9- Además, los judíos en el pecho y las hebreas en la frente, llevarán la rueda partida en dos colores, amarillo y rojo, como señal de su condición de judíos. ¿Cómo podría justificarse esta bula? Sin duda esta bula es de difícil justificación, aunque existen tres posibles hipótesis para buscarle un sentido: La primera podría encontrarse en que es un momento histórico de gran tensión social donde se producen constantes brotes antisemitas, y con este documento Benedicto XIII intenta evitar que se reproduzcan las revueltas contra los judíos, similares a las que tuvieron origen en Sevilla, que generaron en junio de 1391 el asesinato de más de 3.000 hijos de Abraham y que posteriormente se extendieron como un incendio por toda la Península. Esta bula puede entenderse metafóricamente como una de las caras de la misma moneda, en la que por el anverso están las Disputas, con el objetivo de convencer e integrar por la palabra, y por el reverso, la “terrible bula” que busca calmar a los instigadores del antisemitismo. Pero también existe una segunda explicación mucho más malévola, que por desgracia parece la más probable, la que indica que con esta bula el Papa Luna estaba realizando un guiño al emperador Segismundo, con la única intención de adquirir prestigio, pues durante ese mismo verano de 1415 tenía que enfrentarse a los ojos del Dragón en Perpiñán. Según esta interpretación, Benedicto XIII buscaba presentarse ante el Gran Dragón y ante su camada en la madriguera del Concilio de Constanza (1414-1417) como el garante del cristianismo en occidente, y evitar con ello una posible sentencia similar a la del Concilio de Pisa (1409) donde se le acusó de otorgar favores a los herejes. Otra hipótesis que puede barajarse, aunque ésta parece la menos probable de las tres, es que esta bula sea una falsificación posterior realizada tras su muerte con el objetivo de desprestigiar la figura de hombre intachable que mantenía Pedro Martínez de Luna. Esta idea se basa en que el contenido de este documento papal es una formulación contradictoria con la filosofía que generó las Disputas y con el tan cacareado éxito de las mismas. Esta interpretación se fundamenta en una de las acusaciones que realizó el cardenal Juan Carrier (1424) cuando al enterarse de que había sido proclamado, en un dudoso cónclave, como sucesor del Papa Luna al turolense Gil Sánchez Muñoz acusó repleto de furia a Clemente VIII, y a los cardenales que le habían elegido, de utilizar el Anillo del Pescador para sellar bulas que Benedicto XIII nunca dictó. Otra mancha que aparece en la vestimenta del Papa Luna es la utilización de cautivos que enviaba a obras. Como ejemplo están los seis esclavos que en septiembre de 1412 fueron destinados a trabajar en el conjunto de convento e iglesia en Calatayud dedicado a San Pedro Mártir de Verona, hecho descrito por el historiador Ovidio Cuella Esteban. Sin embargo, su trabajo no rindió lo esperado pues lograron escaparse. Posteriormente fueron apresados, castigados e incluso vendidos. La utilización de cautivos como esclavos era un hecho generalizado entre la 54


nobleza y el alto clero de la época, pues éstos formaban parte del botín de guerra. Y como demuestra Vicent Gil Vicent en su obra Galeras y corsarios al servicio del Papa Luna las acciones corsarias de la flota de Benedicto XIII, capitaneada por su sobrino Rodrigo de Luna, era una de las actividades para conseguir cautivos. Éstos se utilizaban como mano de obra, o bien como fuente de ingresos económicos por medio de cobro de rescate. También podían convertirse en moneda, por ejemplo, Rodrigo de Luna paga a un juez de Tortosa con una “esclava negra” de su propiedad durante el proceso en que se le acusaba de acción pirata sobre la nave genovesa “la Santa María”. Otro posible deshilachado en la capa del Papa Luna, y digo posible porque personalmente no lo considero mancha, podría residir en el hecho de que la mayoría de sus cardenales tenían hijos, e incluso es muy probable que alguno de los sobrinos atribuidos a Benedicto XIII fueran hijos del propio pontífice. Por ejemplo uno de sus cardenales más importantes, Julián de Loba, tuvo dos hijos, Julián y Nicolás.

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Pedro Martínez de Luna: ¿Santo o Diablo? Quienes nos aproximamos a un personaje histórico solemos cometer el error inconsciente, puesto que es una tendencia regida por la pasión más que por la razón, de buscar santificarle o bien de intentar endemoniarle. Este impulso primitivo del ser humano de necesitar dioses o demonios para explicar los sucesos no pasa camuflado en muchos historiadores, convirtiéndose en un auténtico sesgo para sus teorías. La vida de Benedicto XIII no escapa por regla general a esta distorsión, así que en muchas investigaciones sobre su vida y obra se le muestra, bien como a un héroe de la verdad, o por el contrario, como a un antipapa guiado por la ambición. Algunas versiones históricas más moderadas le describen en un punto del trayecto de una línea polar, que va desde la visión de místico que resiste al acoso del poder, hasta la de terco que desea mantener a toda costa la Tiara. La tendencia más seguida, quizá por la atracción magnética que producen los personajes rebeldes contra el poder establecido, es la de mitificarle otorgándole un aura de santidad. Quienes así lo hacen, le muestran como a “un místico recluido en una fortaleza, abandonado por todos, que resiste con su corona de espinas” e intentan beatificarle hasta tal extremo que olvidan sin querer evidencias humanas que no son defectos, sino atributos necesarios de un tiempo. Sin duda Pedro Martínez de Luna no es un diablo, pero tampoco es un santo; es un Papa con todas las virtudes y defectos de una época, pero con la gran diferencia sobre todos sus opositores que su obra y pensamiento va más allá de su tiempo. Es un hombre renacentista en el que: su siniestra está formada para la guerra y su diestra para el conocimiento; tiene la cabeza regida por la razón, mientras que sus pies se sostienen firmes sobre la creencia de poseer la verdad.

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A)- La siniestra del Papa Luna está ejercitada para la guerra. Pedro Martínez de Luna, como miembro de una de las familias más importantes de la Corona de Aragón, fue formado para el uso de las armas y para planificar la guerra. Esta formación militar le fue útil para resistir el duro asedio al que fue sometido en su palacio de Aviñón (1398-1403) por las tropas del rey de Francia dirigidas por el cardenal de Neuchâtel. Era tal la capacidad militar que poseía, que fue el propio Benedicto XIII quien organizó la defensa del palacio pontificio, llegando incluso a ser herido en un hombro. El cronista de la época Martín de Alpartil (1380-1441) describirá con estas palabras las penalidades que sufrieron el Papa Luna y sus seguidores durante la larga resistencia: “Las gentes de palacio padecieron una gran escasez de alimentos y medicamentos. Y estuvieron expuestos a fríos extremos sufriendo mucho en piernas y pies; gran número padeció dolores de estómago por haber comido carnes podridas; al no tener comida suficiente para los enfermos, murieron algunos de ellos..., llegaron a comer gatos, e incluso ratas, hasta el punto de no quedar ninguno de estos animales en palacio. Para el Papa se cazaban pájaros con tejas, de manera que como se tuviese uno o dos para su comida, se consideraba como una gran fiesta”. A la vez, este conocimiento sobre las estrategias de guerra fue utilizado posteriormente por el Papa del Mar, tras la sorprendente huida el 12 de marzo de 1403 del férreo cerco disfrazado de cartujo, para organizar ya en territorio de la Corona de Aragón, en la ciudad de Peñíscola, una flota de galeras con el objetivo de reducir, en caso de que fuera necesario, al papado de Roma por la fuerza. Además esta capacidad estratégica le ayudó a diseñar planes muy sofisticados dentro de la política nacional e internacional, entre ellos, el de preñar el nacimiento de una nueva potencia militar uniendo los reinos de Aragón y Castilla, con el objetivo a medio plazo de resistir al embate del rey de Francia y a las huestes del Dragón, capitaneadas por el aguerrido emperador Segismundo. El Papa Luna estructura su brazo armado en tres de sus sobrinos: A Pedro de Luna, le nombra capitán general del ejército papal, a Rodrigo de Luna, le ofrece la capitanía del palacio de Aviñón y más tarde de las galeras de la flota pontificia, y a su sobrino menor, Álvaro de Luna, le responsabiliza de la protección personal del Papa y de la dirección de un cuerpo de servicios especiales formado por diecisiete ballesteros y seis caballeros de confianza. Este cuerpo de élite militar, dirigido por el joven Álvaro de Luna, tendrá su acción más destacada los primeros meses del año de 1413, cuando rescata a un grupo de hombres fieles a Benedicto XIII, que resisten en el palacio de Aviñón. En la documentada obra Galeras y corsarios al servicio del Papa Luna (2006), Vicent Gil Vicent aporta luz a una parte desconocida de la historia del pontificado de Peñíscola, la que versa sobre la defensa de la ciudad pontificia y del litoral del Reino de Aragón por parte de la flota de galeras, así como la utilización de corsarios por parte de Benedicto XIII para sanear las arcas papales. En este imprescindible ensayo, Vicent Gil se aproxima a la formación intelectual de 58


uno de los sobrinos del Papa, Rodrigo de Luna, a partir del análisis de cuarenta códices de la biblioteca de Peñíscola que estaban en su poder, guardados en dos cofres de hierro al finalizar el Cisma. De estos cuarenta libros, entre los que existen tratados sobre judíos y sobre sarracenos, Vicent Gil destaca en particular el De remilitari de Vegeci un manual de estrategia, de táctica y de pensamiento militar. La responsabilidad de los sobrinos del Papa, Pedro, Rodrigo y Álvaro, no sólo incluye dirigir a un ejército de caballeros armados y a una flota de galeras, sino también la de organizar lo que hoy en día denominaríamos un “servicio de inteligencia” capaz de anticipar posibles acciones contra el pontificado, esto explicaría la información que posee el Papa Luna sobre las intenciones reales del emperador Segismundo. La información derivada de este servicio de espionaje hace que rechace asistir al Concilio de Constanza (1414-1417) a pesar de tener preparada la expedición, pues el 5 de abril de 1415 la Orden de Montesa promete ayuda a Benedicto XIII para armar 14 galeras con el propósito de realizar el “santo viaje” a Constanza. Sin esta información previa, fruto de un eficaz “servicio de espionaje” el Papa Luna muy bien hubiera podido terminar, con suerte, en los huesos en una húmeda mazmorra, como le sucede el 29 de mayo de 1415 al Papa de Pisa Juan XXIII, ó sin ella, en la hoguera, como le ocurre el 6 de julio de 1415 al predicador Juan Huss, a pesar de que éste posee un salvoconducto emitido por la propia cabeza del Dragón, el emperador Segismundo. La existencia del manual de estrategia, De remilitari de Vegeci, que recoge cuatro libros del Epitoma rei militaris de Flavi Vegeci Renat, en poder de Rodrigo de Luna, abre la interesante hipótesis de que en Peñíscola existe, alrededor a su biblioteca, una escuela de “formación profesional” anterior a la fundada en 1415 por Enrique el Navegante en Sagres, dedicada a transmitir conocimientos sobre varias disciplinas, entre ellas sobre las técnicas de guerra en el mar y sobre el arte de la navegación. Por ello se puede afirmar que, en la corte pontificia del Papa Luna se crea una escuela de estrategia militar y de navegación en la que se forma a soldados en valores como el esfuerzo, la austeridad, la disciplina y el rigor, valores que pertenecen a la formación de los caballeros. Esta hipótesis también nos arrastra hacia la diestra del Papa Luna, mano dedicada a la protección del conocimiento. B)- La diestra del Papa Luna está formada para el conocimiento. Benedicto XIII es un Papa renacentista capaz de sumergirse en los cambios que está sufriendo la sociedad de la época. Su elevada formación intelectual y experiencia como profesor universitario en Montpelier le transforman en protector de todos los centros que difunden el conocimiento y en un brillante generador de propuestas sociales que van más allá de su tiempo. Todavía hoy, en pleno siglo XXI, nos sorprenden por innovadoras las controversias judeocristianas. El Papa Luna transforma la biblioteca de Peñíscola en algo más que un simple depósito de conocimiento. Ésta se convierte en el núcleo dinámico que hace girar a su alrededor unas “primeras escuelas”, que muy probablemente se constituyen de forma espontánea motivadas por las necesidades y objetivos de la corte papal, pero con 59


la característica fundamental de que poseen una metodología estructurada en manuales prácticos. Entre ellos podemos destacar, según el Archivo de Textos Catalanes Antiguos y un estudio de Jullien De Pommerol sobre la biblioteca de Aviñón y Peñíscola, ambos citados por Vicent Gil (2006) en su obra Galeras y corsarios al servicio del Papa Luna, los siguientes libros: Commentarii De bello gallico de Gai Juli Cèsar De vita Cesaris de Suetoni Opera de Marc Tul-li Cicerón El Fedro (Diálogos III) de Platón Epistolarum de Plinio el Joven Poética de Ovidio, Virgilio, Petronio, Petrarca Geneaolgiae deorum de Boccaccio Arquitectura clásica de Vitruvio Historia Natural de Plinio el Viejo De animalibus de San Alberto el Grande Anticlaudiano de Alanus Speculum Alchimi de vera simplicitate et ceteris virtutibus De remilitari de Vegeci, Epitoma rei militaris de Flavio Vegeci Renat Almanac Astrologiae Almenach super Strologia De astronomía (Concordantia astronomice veritatis de Alliacus) De iudiciis stellarum (Ptolemai de astrorum iudiciis) Abamagel (Almagesto de Ptolomeo revisado por el astrólogo Al-Sufi) Electiones lune de Albugaris Tabula el Canones in montibus planetarum Tractus Spere de Johanes de sacro Bosco La existencia de manuales capaces de generar formación práctica permite afirmar que en el palacio pontificio de Peñíscola, potenciado por la actividad de su biblioteca, fermentan los gérmenes de las primitivas escuelas profesionales que con terminología actual se podrían clasificar en seis ejes principales: 1) 2) 3) 4) 5) 6)

Estrategia militar y arte de la navegación Arquitectura e ingeniería Astronomía y matemáticas Farmacia y química Medicina y cirugía Oratoria y teología

C)- La cabeza del Papa Luna está regida por la razón. El propio Benedicto XIII defenderá en Perpiñán en julio de 1415 su legitimidad “mirando fijamente a los ojos de Dragón del aguerrido emperador Segismundo”, y ante el su60


miso Fernando I de Antequera, con el siguiente discurso de lógica pura aristotélica: “Aseguráis soy un Papa dudoso; yo lo acepto. Pero antes de ser Papa he sido cardenal, y cardenal indiscutible de la Santa Iglesia de Dios puesto que fui investido antes del Cisma. Soy el único cardenal anterior al Cisma, vivo aún. El resto ha muerto... Si como aseguráis todos los Papas elegidos después son dudosos, también lo son todos los cardenales que han sido nombrados por ellos. En consecuencia, soy el único cardenal auténtico, sin mancha de principio. Como los cardenales son los que nombran o eligen Papa; sólo yo, pues, soy el único que puede designar o elegir a un Papa auténtico. Si continuáis entendiendo que no soy Papa legítimo, no podéis negar, en cambio, que soy el único cardenal auténtico. Y puedo aceptar la vía de cesión que tanto os entusiasma y nombrarme, una segunda vez, yo mismo. Pero si vosotros no queréis que el Papa sea yo, no podéis impedirme que sea el único que pueda nombrar a este otro Papa”. D)- Los pies del Papa Luna se sostienen firmes sobre el cimiento de la verdad. El 26 de julio de 1417, el Papa Luna es declarado “cismático y hereje” en el Concilio de Constanza, convocado tres años antes, en 1414, por el emperador Segismundo de Luxemburgo (1368-1437) rey de Hungría, rey de Romanos y emperador del Sacro Imperio Germánico. El Concilio de Constanza fue realmente el inicio del auténtico Cisma de la Iglesia, pues en él se cometieron una serie de aberraciones teológicas que rasgaron definitivamente a la cristiandad occidental, abriendo una profunda herida que perdura, supurando infección, y que todavía hoy en día precisa de un cirujano valiente que se atreva a cerrarla. Hubo tantos errores y maldad en este Concilio que difícilmente sus conclusiones pueden ser valoradas como acertadas: - El primer error se comete el 6 de abril de 1415, cuando se proclama la superioridad del Concilio sobre el Papa. - El segundo error viene enmarcado durante el mes de mayo de 1415, en el momento que se decide censurar los escritos de John Wycliffe, ordenando que los restos de este pensador sean exhumados y quemados sus huesos por hereje. - El tercer error, el que abrirá realmente la herida más profunda y sangrienta en el cuerpo del cristianismo, se perpetra el 6 de julio de 1415 al condenar a morir en la hoguera a Juan Huss, a pesar de que éste posee un salvoconducto del propio emperador para exponer sus ideas teológicas ante el Concilio. - El cuarto error tiene como fecha el 30 de mayo de 1416, pues se condena a morir en la hoguera a Jerónimo de Praga, fiel discípulo de Juan Huss. Aunque realmente el “pecado original” del Concilio de Constanza estuvo en su génesis, ya que éste fue convocado por el que es considerado por la Iglesia antipapa Juan XXIII, parece ser que engañado y manipulado por el poder político domi61


nante, más concretamente por la Orden del Dragón y su cabeza visible, el emperador Segismundo, que transformaron el Concilio en una trampa que buscaba, aparte de obligar a abdicar a los tres Papas en pugna, destruir los brotes de una posible reforma de la Iglesia. Hay que señalar que serán unas declaraciones del Papa Juan Pablo II (1978-2005) referidas a la injusta sentencia de muerte de Juan Huss quienes pondrán en duda la cadena de decisiones del Concilio de Constanza (1414-1417): “Huss es una figura memorable por muchas razones, pero sobre todo por su valentía moral ante las adversidades y la muerte... Siento el deber, de expresar mi profunda pena, por la cruel muerte infligida a Juan Huss y por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de este modo en la mente y en el corazón del pueblo de Cristo...” Así, si la propia Iglesia acepta que el resultado del Concilio de Constanza fue un encadenado de errores, ¿qué legitimidad posee la sentencia del 26 de julio de 1417 que declara al Papa Luna cismático y hereje? En los últimos años diversos historiadores y asociaciones culturales han puesto todo su empeño para que la figura del Papa Luna sea recuperada en el seno de la Iglesia Católica actual. Desde mi modesta opinión creo que ese camino es una senda equivocada que nos lleva a borrar el significado que transmiten las lecciones de la historia, puesto que si en su momento Benedicto XIII rechazó ser integrado con honores y prebendas económicas ¿quién puede atreverse a utilizar su nombre para modificar su voluntad? El mensaje para las generaciones futuras por parte del Papa Luna está en su carácter indomable ¿por qué buscar domesticarle? ¿Por qué buscar que forme parte del uniformador rebaño? Es en el ejemplo de los rebeldes donde podemos encontrar las variables para reinventar al ser humano del siglo XXI. Es preciso formar a un hombre crítico, capaz de enfrentarse de nuevo al Dragón que ha resurgido arropado por la coraza de los Mercados y que, con más voracidad que nunca, como único objetivo, pretende tragarse el humanismo nacido de la resistencia de miles de indignados que a pecho descubierto se enfrentaron durante la historia contra los sistemas aberrantes.

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En la imágen de la derecha: San Pedro “In Cathedra” (detalle). Anónimo (1414-1420) Ayuntamiento de Cinctorres (Castellón).


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Ejecución en la hoguera de Juan Huss (1415)

San Pedro “In Cathedra” (detalle). Joan Reixach (1411-1486/1492). Iglesia Arciprestal Santa María de Morella (Castellón).

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En la imágen de la derecha: Alfonso V, el Magnánimo. Rey de Aragón. Juan de Juanes. Siglo XVI. Museo de Zaragoza.


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Segismundo de Luxemburgo. Albrecht Dürer (1471-1528). Deutsch: Germanisches Nationalmuseum. Núremberg.

San Vicente Ferrer. Juan de Juanes (1560-1570). Iglesia Arciprestal de Villarreal. (Castellón)

Escudo de Alfonso V, el Magnánimo. La dinastía de los Trastámara asumió la divisa de la Orden del Dragón en 1415, tras abandonar su fidelidad a Benedicto XIII.

Alfonso V, el Magnánimo. Rey de Aragón (detalle). Juan de Juanes. Siglo XVI. Museo de Zaragoza.

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En la imágen de la derecha: San Pedro “In Cathedra”. Anónimo (1414-1420) Ayuntamiento de Cinctorres (Castellón).


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Capitel de drag贸n. Lonja de la Seda de Valencia (1482-1584)

Drag贸n amamantado por un ser divino. Capitel de la Lonja de la Seda de Valencia (1482-1584) 70


Emblema de la Orden del Dragón (1408). Societas draconistrarum (latin) Der Drachenorden (alemán) Ordinul Dragonuluí (rumano)

Representación simbólica del encuentro de Perpiñán (1415) entre el emperador Segismundo (Dragón) y el Papa Luna (Águila) 71


Capiteles rom谩nicos de la Arciprestal de Sant Mateu (Castell贸n)

Detalle del cuerpo momificado de San Clemente. Arciprestal de Sant Mateu (Castell贸n) 72


LIBRO II

El Testamento Oculto del Papa Luna “Et ansí commo el oro es probado e purificado por el fuego, así el homme por la tribulación es probado, e de los pecados purgado, e es dispuesto para que sea vaso puro para recibir a Dios. Et aún más: la presente tribulación que el homme padece en la tierra, es ansí commo melecina dada del muy alto físico”.

El enigma del Gran Tesoro del Cisma A través de la ruta fluvial del Ebro y por mar, a bordo de varias galeras de combate, entre ellas la “Santa Ventura”, Benedicto XIII traslada a Peñíscola obras de arte, piezas de culto e importantes reliquias, así como también, una formidable biblioteca con más de 2.500 ejemplares, entre los que se encontraban obras de filosofía, teología, arquitectura, medicina, alquimia... Este Tesoro, cuya mayor parte pertenece a los papados de Aviñón, se amplió con todas las reliquias y documentos que en ese momento eran propiedad de la Orden de Santa María de Montesa, fusionada estratégicamente por Benedicto XIII con la Orden de San Jorge de Alfama (1399). La Orden de Montesa puede considerarse una de las herederas del patrimonio físico e intelectual de la Orden del Temple en la Corona de Aragón, por ello es de suponer que el Castillo de la Ciudad en el Mar, aparte de su ubicación estratégica tenía en sí otro gran valor añadido, poseer gran parte del legado templario. Esto podría explicar porqué el Papa Luna eligió el Castillo de Peñíscola como sede pontificia, frente a ciudades tan importantes como Valencia, Barcelona o Zaragoza. El motivo era que éste poseía parte del legado Templario. Otro dato importante para sustentar esta última hipótesis es la fecha de construcción del Castillo de Peñíscola. Es Fray Berenguer de Cardona, Maestre de la Orden del 73


Temple en Aragón y Cataluña, quien en 1294 inicia la construcción, finalizando ésta el año 1307. Curiosamente es en este año de 1307 cuando la Orden de los Caballeros del Templo de Salomón es disuelta por el Papa Clemente V y perseguida en Francia. Las crónicas cuentan que la víspera de la detención de los templarios franceses, una flota con un cargamento sin precisar huye del puerto de la Rochelle en la costa atlántica de Francia y otra del puerto mediterráneo de Marsella, ambas con destino desconocido. La lógica estratégica nos dice que si estas flotas existieron, con una probabilidad del 90% tomaron rumbo hacia Peñíscola por varias razones, la primera, porque la Corona de Aragón mantiene en principio una política de auxilio a la Orden; la segunda, porque el castillo de esta ciudad, aparte de ser de su propiedad y estar equipado con la mejor tecnología defensiva del momento, había demostrado durante su historia ser una fortaleza inexpugnable; y la tercera, porque este bastión estaba conectado con las principales rutas marítimas del Mediterráneo. Por todo ello podemos afirmar que el Tesoro del Cisma estaba compuesto por: I)- Obras de arte transportadas desde Aviñón II)- Una formidable biblioteca con más de 2.500 ejemplares III)- Aportaciones de las órdenes del Temple y de Montesa IV)- Importantes reliquias de la Cristiandad V)- Piezas encargadas y diseñadas por el propio Papa I)- Un conjunto de obras de arte transportadas desde Aviñón, casi todas desaparecidas en la actualidad. De ellas quedan como testimonio el báculo que perteneció al Papa Clemente VII (1378-1394) en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, las tapas del Evangeliario del Papa Benedicto XIII, manufactura de plata franco-flamenca elaborada con punzón de Perpiñán XIV-XV, y una arqueta relicario con molduras de marfil de los talleres venecianos de Embriachi el Viejo (S.XV), éstas últimas se conservan en la parroquia de la Asunción de Traiguera (Castellón). II)- Una biblioteca con más de 2.500 códices, reconocida como una de las más importantes de la Edad Media y precursora de las grandes colecciones del Renacimiento. En ella se encontraba acumulado todo el conocimiento del papado de Aviñón. La Biblioteca del Papa Luna era metafóricamente similar al “caldero de un mago”. En su vientre hervía como pócima una mezcla de pensamientos del mundo clásico, innovaciones médicas y alquímicas, los planos de los artilugios más ingeniosos, cartografías y rutas hacia reinos exóticos, así como los estudios más atrevidos sobre las estrellas y la magia. Esta concepción abierta la hizo la biblioteca más importante de su tiempo. Para hacernos una idea de la grandeza de esta colección de libros y documentos, no hay más que consultar el reciente fondo histórico que la Catedral de Valencia hizo público el viernes 14 de enero del año 2011, sacando a la luz después de 600 años la Biblia comentada por los Papas de Aviñón y por el propio Benedicto XIII, 74


compuesta por 22 volúmenes de gran tamaño, policromada con ilustraciones en oro y realizada por los mejores miniaturistas de la época. Podemos afirmar sin exagerar que la biblioteca pontificia de Peñíscola sería el equivalente a los “fondos secretos” de cualquier potencia económica y militar actual, puesto que entre sus muros se custodiaban más de diez siglos de conocimiento en todas las artes y ciencias de Europa y de parte de Oriente. Por sí misma era un gran tesoro codiciado, pues en ella se guardaban los secretos de las grandes catedrales, de Francia, Castilla, Aragón, Cataluña, Valencia… Libros de técnicas de construcción de embarcaciones de combate, planos de máquinas y de artilugios, tanto militares como civiles; importantes manuales de estrategia, de combate y de defensa, además de una fantástica colección de libros que versaban sobre remedios para la salud, de medicina, cirugía, astrología y alquimia. Cabe destacar que en esta época del siglo XV la astrología y la alquimia deben entenderse como conocimientos científicos que ayudan a predecir, a experimentar y a analizar fenómenos, además de pilares fundamentales de la astronomía y de la química actual. Sobre la Biblioteca de Peñíscola muchos investigadores coinciden en que también existió en ella una sección de libros prohibidos, e incluso de algunos pensadores y filósofos malditos del momento como eran John Wikcliffe o Juan Huss. Hasta tal punto era conocida la existencia de esta “sección maldita de la Biblioteca del Señor de Luna” que en la asamblea del Concilio de Pisa (1409) al no encontrar ningún motivo para acusar a Benedicto XIII, le condenan al tener conocimiento de la existencia de estos libros de ser: “Culpable de hechicería y de tener tratos con el demonio, para que le otorgue un poder sobrenatural”. ¿Dónde están y de qué tratan los libros malditos del Señor de Luna? ¿Qué enigmas ocultaba la Biblioteca de Benedicto XIII? La Biblioteca fue instalada en la parte más segura del castillo para evitar su destrucción en caso de asedio. Para detener el efecto corrosivo del salitre sobre el material y las tintas se elaboró un ingenioso mecanismo constituido por una serie de hornos que calentaban el aire de su interior por medio de unas canalizaciones de cerámica, manufactura de artesanos de Traiguera. También se adiestraron rapaces y reptiles para el control de plagas, insectos, ratones... que pudieran roer el conocimiento, y con el objetivo de sofocar posibles incendios, se distribuyeron estratégicamente depósitos de agua. III)- Documentación y aportaciones del Temple y de la Orden de Montesa. No hay que olvidar que entre los años de 1410 y 1412 Benedicto XIII llegó a ser temporalmente Gran Maestre de la Orden de Montesa y de San Jorge de Alfama, curiosamente en el periodo que transcurre desde la muerte del rey Martín I el Humano (1410) hasta la proclamación como rey de Fernando I de Antequera de la Casa de los Trastámara (1412). Este maestrazgo que ejerce sobre la Orden de Montesa y de San Jorge tiene dos grandes valores estratégicos, el primero le permite controlar la posible expansión en la Corona de Aragón de la Orden del Dragón, fundada en 1408 por el emperador 75


Segismundo, pues no hay que olvidar que esta Liga está cimentada sobre la Orden de San Jorge, y, el segundo, le garantiza en un momento tan delicado de transición donde la Corona está sin Rey, mantener unido bajo su manto todo el poder militar. Por ello se puede afirmar que, durante este periodo de tiempo que va desde 1410 a 1412, el Papa Luna ejerce de regente temporal del Reino y por tanto Peñíscola adquiere rango de capitalidad de la Corona. Esto nos hace rechazar la hipótesis de ciertos historiadores que sostienen que esta fortaleza es un reducto de exilio del indomable Papa Luna y plantear una versión totalmente opuesta, la que afirma que es una ubicación muy meditada con un claro fin estratégico y militar, el de reducir al Papa de Roma por la fuerza de las armas. Esta idea no resulta descabellada puesto que en 1411 Pedro Martínez de Luna mantiene el máximo poder y prestigio en la Corona de Aragón, pues posee la capacidad para elegir a un nuevo Rey, a la vez que su Tiara está custodiada por decenas de caballeros de las órdenes del Hospital de San Juan, de Montesa y de Calatrava. Benedicto XIII, como buen estratega, durante su largo papado se preocupó “de mover los hilos” para que los maestres de estas órdenes fueran hombres de su confianza o estuvieran unidos por lazos a su familia. Y por si fuera poco, este ejército compuesto por los mejores brazos armados estaba dirigido por tres de sus sobrinos, Pedro de Luna, Rodrigo de Luna y Álvaro de Luna. Benedicto XIII mantendrá ese poder económico y militar hasta el día de su muerte. La prueba de esta afirmación es que las principales capitales de la Corona desafiarán la resolución del Concilio de Constanza del 26 de julio de 1417, que declaró al Papa Luna “cismático y hereje”, y las órdenes del propio rey de Aragón Alfonso V, participando en el mantenimiento del palacio pontificio a cambio de seguridad. Por ejemplo, el 18 de septiembre de 1423, cuatro meses después de la muerte de Benedicto XIII, “els Jurats de Valencia” solicitan a Rodrigo de Luna que la flota de galeras de Peñíscola proteja las costas del reino contra el corsario sarraceno conocido como “el Sant Moro”; y qué duda cabe que todos estos servicios se traducen en ingresos económicos y apoyo político, por lo que hay que rechazar la hipótesis de que el Papa Luna pasara grandes penurias económicas y que por este motivo vendiera parte del Tesoro. Sin duda Benedicto XIII ordena la venta de joyas, libros y otros objetos de valor, pero muy bien éstos pueden ser parte del botín de las actividades corsarias de la flota del Papa Luna; o incluso propios, pero estas ventas únicamente se realizan cuando se pretende reforzar las expediciones de su corte por motivos muy definidos, en ningún momento se hacen por precariedad económica. IV)- Importantes Reliquias de la Cristiandad, la mayoría sin catalogar. Se conocen las desaparecidas Espinas de la Corona de Cristo, donadas por Benedicto XIII a la Arciprestal y Convento de San Francisco de Morella, la entrega de una Vera Cruz a Martín I el Humano (bula 723, del 25 de abril de 1397). El regalo, en el seno de imágenes relicario, de restos de San Pedro Mártir y Santo Tomás de Aquino a los Dominicos de Calatayud, también desaparecidos. Así como la posesión por parte del Papa Luna de la Tiara de San Silvestre, la primera tiara de los papas. 76


Y según una de las hipótesis de este estudio, también perteneció a esta colección de reliquias el Santo Cáliz de la Última Cena que actualmente se custodia en la Catedral de Valencia, el denominado Grial de la Corona de Aragón. V)– Además este Tesoro fue enriquecido con decenas de joyas regaladas al Papa. Por ejemplo, la desaparecida rosa de oro que el platero zaragozano Guimot Jabiol entregó al pontífice en Tortosa en 1413, con motivo de las Disputas Judeocristianas, así como múltiples piezas religiosas y de arte encargadas e incluso diseñadas por el propio Benedicto XIII, de ellas apenas quedan una docena repartidas entre las poblaciones de Peñíscola, Sant Mateu, Morella, Traiguera y Tortosa. En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola están custodiadas tres piezas de orfebrería de punzón exquisito pertenecientes a este tesoro: Un cáliz de plata bañado en oro y con esmaltes. En la base de este grial está punzado el escudo pontificio del Papa Luna, así como una cruz procesional de cristal de roca armada en plata sobredorada, ambas piezas pertenecieron a Benedicto XIII. También en este templo se guarda el relicario Lignum Crucis que utilizó el sucesor del Papa Luna en Peñíscola, Clemente VIII (1423-1429). De entre las piezas diseñadas por el propio Pedro Martínez de Luna cabe destacar la Fuente del Jardín del Palacio Pontificio, una obra escultórica que actualmente se encuentra en la Catedral de Tortosa y que, según se demuestra en este estudio, oculta el “Testamento oculto del Papa Luna”. Pero, ¿qué fue de este Tesoro? Existen cinco momentos en los que éste pudo desaparecer o perder parte de su contenido: 1º)- Tras la muerte del Papa Luna (1423), una corriente liderada por el cardenal rebelde Juan Carrier se lleva de Peñíscola importantes documentos y reliquias. Aprovechando que Juan Carrier, vicario general del Papa Luna, está en el Sur de Francia, y que a su vez éste desconoce la muerte de Benedicto XIII. Los cardenales Julián de Loba, Jimeno Dahe y Domingo de Bonnefoi, el 10 de junio de 1423 se reúnen en un cónclave del que sale elegido Papa Gil Sánchez Muñoz. Éste toma el nombre de Clemente VIII (1423-1429). La prueba de que este cónclave fue una farsa es que de los cuatro cardenales que lo componen, dos de ellos, Domingo de Bonnefoi y Jimeno Dahe, serán más tarde encarcelados. La proclamación de Clemente VIII es una estrategia avalada por Alfonso V el Magnánimo, pero sobre todo es una decisión consentida por la Orden del Dragón, puesto que, para que consiguiera validez la resolución del Concilio de Constanza en la que se proclamaba a un nuevo Papa, se precisaba de la abdicación de los tres Papas implicados en el Cisma, sólo así la legitimidad de Martín V sería incuestionable. Ya estaban fuera de juego y enterrados Juan XXIII y Gregorio XII, pero estos eran fantasmas que no molestaban, pues habían abdicado en público. En cambio el Papa Luna era un muerto que inquietaba, se había enfrentado directamente al Gran Dra77


gón sin abdicar, y esto podía servir de ejemplo a nuevos cardenales rebeldes, pero sobre todo podía conseguir que su obra resucitara. Por eso siguiendo las leyes del poder era necesario crear un Papa títere que hiciera lo que no hizo jamás Benedicto XIII, humillarse y entregar la auténtica Tiara de San Silvestre al Papa surgido del nido del Dragón. ¿Qué hubiera ocurrido si la abdicación del Papa sucesor no se hubiera producido? Cuando en diciembre de 1423 el cardenal Juan Carrier regresa y comprueba que Benedicto XIII ha muerto, casi 8 meses después del suceso, y a la vez constata que Gil Sánchez, fiel servidor de Alfonso V el Magnánimo, ha sido proclamado Papa por la vía de urgencia, redacta un manifiesto no aceptando la elección y le acusa de expoliar parte del tesoro y de utilizar el anillo del pescador de Benedicto XIII para sellar bulas que éste nunca dictó. Juan Carrier, sin reconocer a Clemente VIII y al ver peligrar su vida, huye de Peñíscola con importantes documentos y reliquias, buscando refugio en el castillo de Turena en Francia, donde designa un nuevo Papa en la clandestinidad que toma el nombre de Benedicto XIV. Carrier será más tarde traicionado y morirá en prisión en 1433 sin aceptar la legitimidad del pontífice romano Martín V, proclamado en el terrible Concilio de Constanza (1414-1417). Algunos investigadores afirman que de la semilla sembrada por Carrier crecerá a la sombra de la “Iglesia Oficial”, una corriente que llega hasta nuestros días con las siguientes características: - Iglesia paralela a la vaticana. - Siguen nombrando Papas en la clandestinidad. - Mantienen una filosofía cristiana de corte masónico. - Están ligados al esotérico Grial. Pero, ¿cómo resultó posible que una corriente de origen cismático fuera capaz de camuflarse en el seno de la Iglesia y funcionar de forma paralela sin ser aniquilada por el poder establecido? Quizá la respuesta a esta pregunta esté en uno de los principales actores del final del Cisma, el cardenal Alfonso de Borja. Sin duda Borja demostró ser un hábil “negociador” y por ello es muy probable que en el momento de alcanzar el papado de Roma, con el nombre de Calixto III (14551458), ejerciera de nuevo su habilidad mediadora con esta corriente oculta. Quizá con ello intentó evitar un nuevo Cisma o tal vez, simplemente buscó aumentar el respaldo a su “Santo Sillón” en una época en que necesitaba urgentemente ayuda para enfrentarse exteriormente con el avance del Imperio Otomano, e interiormente con el crecimiento del germen de la Reforma Protestante, todo esto agravado por las duras críticas a su gestión, curiosamente lideradas por su antiguo valedor el rey Alfonso V. Así que, presionado por la situación interna y externa, no hay que descartar la posibilidad de que Borja recurriera a esta corriente en busca de refuerzo, al fin y al cabo Calixto III era un buen conocedor del “poder real” de esta Iglesia paralela, puesto que la mayoría de los miembros de esta tendencia habían sido compañeros de viaje. 78


El hecho de que canonizara al dominico Vicente Ferrer, el 3 de Junio de 1455, muy ligado a la “filosofía inicial” de Benedicto XIII, es un acto que puede ser interpretado como la señal de que Borja no olvida a los marineros del Arca de Peñíscola, y por tanto podemos pensar que es Calixto III quien integra con condiciones, quizá de autonomía propia, a esta tripulación a la deriva y a su capitán. Esta Iglesia Paralela mantiene durante muchos años después de finalizado el Cisma, una estructura activa en Aragón, Cataluña, Baleares y Valencia; por la fidelidad de muchos cardenales, obispos, sacerdotes… al Papa Luna. 2º)- En 1429 al finalizar el Cisma de Occidente, al abdicar Clemente VIII a favor del pontífice de Roma, se utiliza parte del tesoro para el pago de deudas contraídas por la curia peñiscolana y otra parte es trasladada por el cardenal Pierre de Foix a Francia y a Roma. El final del Cisma se escenifica en la población castellonense de San Mateo el 15 de agosto de 1429, cuando en teoría el último Papa del Cisma Clemente VIII, convertido en un títere en las manos de Alfonso V, siguiendo directrices reales y de la Orden del Dragón, abdica a favor de Martín V (1417-1431) dando legitimidad definitiva a este pontífice nacido del nido del Dragón. El hábil negociador de esta escenografía final será nada menos que el obispo Alfonso de Borja (1378-1458) el que con el tiempo llegará a ocupar el Sillón de Roma con el nombre de Calixto III (1455-1458) dando comienzo a la saga de los Borgia y a su interesante historia. Durante este proceso final no queda claro el paradero de parte del tesoro. El Cardenal Pierre de Foix, legado del Papa romano Martín V, traslada hacia Francia y Roma gran parte de él. Se sabe que otra parte fue vendida para pagar deudas. Encontramos un ejemplo de estas ventas en la denominada Biblia del Papa Luna conservada en la Catedral de Valencia. Resulta evidente que también existió expolio y robo, como acusó el cardenal rebelde Carrier. En el proceso de desmantelamiento del palacio pontificio desaparecen, entre muchos, dos objetos muy importantes y codiciados, como el “Liber Censuum”, un volumen de gran valor que contenía los títulos de propiedad de la Iglesia, y la Tiara de San Silvestre, la primera tiara papal. Una corona cónica, de metal, con tres círculos de piedras preciosas. Se cree que al finalizar el Cisma fue recuperada por Roma, pero ésta desapareció pocos años después, robada del tesoro de la Basílica de Letrán. 3º)- Alrededor de los años 1812-1814, cuando las tropas napoleónicas ocupan Peñíscola, profanan tumbas de personajes del Cisma buscando indicios de este posible Tesoro. Se cree que trasladan hacia Francia algunos documentos y objetos. Algunos historiadores sostienen que fruto de la traición, aunque más bien fue un acto de sentido común ante una indefensa población. Y fue únicamente tras producirse la capitulación de la ciudad de Valencia ante el General Suchet, el 9 de enero de 1812, y después de que Cataluña fuera anexionada al Imperio Francés el 2 de febrero de 1812, cuando el gobernador de Peñíscola, Pere García Navarro, tras valorar las consecuencias de entrega de la ciudad, bien al canto de sirena de la armada de los 79


aliados ingleses próxima a la fortaleza, o bien a las condiciones de capitulación de los sitiadores franceses, decide, el día 3 de febrero de 1812, abrir las puertas a las tropas de Napoleón. Esta polémica decisión evitó a la población y a sus soldados un baño de sangre innecesario y a la nación española un segundo Gibraltar. Durante la ocupación, las tropas francesas parecen creer que el cuerpo del Señor de Luna sigue enterrado y buscan obsesivamente su tumba. ¿Acaso los generales franceses tienen información desconocida sobre el paradero del cuerpo de Don Pedro Martínez de Luna? Es muy probable que las tropas napoleónicas tuvieran información relevante sobre la posible tumba oculta del Papa Luna, puesto que Napoleón ordenó en 1810 que los archivos secretos de la Santa Sede fueran trasladados a Paris, donde fueron estudiados minuciosamente. La historia cuenta que muerto Benedicto XIII el 23 de Mayo de 1423 recibió sepultura en la basílica pontificia del Castillo de Peñíscola; y que en 1430, siete años después, uno de sus sobrinos, Juan Martínez de Luna, con permiso real, exhumaría los restos momificados del Papa Luna con el fin de trasladarlos al palacio de Illueca y depositarlos en la misma cámara donde nació. ¿Pero eran éstos los auténticos restos mortales del Papa Luna? Un hecho reciente, el robo del cráneo del Papa Luna, producido en el año 2000, más tarde recuperado por la Guardia Civil, abre la puerta a la sospecha de que puede existir cierto interés, de una persona o de un grupo, por comprobar si ésta reliquia es realmente la de Benedicto XIII. ¿Acaso sigue en algún lugar desconocido la tumba del Señor de Luna? La hipótesis de que existe un sepulcro secreto de Pedro Martínez de Luna no es descabellada, porque como veremos en el análisis simbólico de la Fuente del Jardín de Benedicto XIII, el Papa Luna es consciente en sus últimos años de que ha sido derrotado y que tras su muerte será duramente juzgado: “He de llegar al tribunal del Justo Juez, yo, que he juzgado a muchos en la Iglesia, seré juzgado con un estricto juicio en esta amargura que he tenido siendo Papa. Seré juzgado como una persona cualquiera, pero en un examen más riguroso. En este juicio todo lo expondrá contra mí mi terrible acusador Satanás, enemigo mío, y presentará testigos que no podré rechazar, ni deseo rechazar. He aquí que no podré traer a ningún procurador, ni abogado, pues temo que no encontraré a quien quiera ser abogado y responsable de un hombre tan culpable y malvado”. (Testamento de Benedicto XIII, 1418-1420). Así es muy probable que, anticipando esta derrota, ordene a sus fieles que su cuerpo 80


sea enterrado en otro lugar distinto al previsto en la capilla del castillo pontificio con el objetivo de evitar la profanación del sepulcro. No hay que olvidar lo que le ocurrió a Formoso (891-896) Papa número 111 de la Iglesia Católica, en el denominado Cónclave Cadavérico del año 897, en el que fue desenterrado, recubierto con todos los atributos de poder, juzgado y encontrado culpable. Su sucesor Bonifacio VI declaró inválida su elección, ordenando despojar el cadáver de los santos símbolos y que éste fuera mutilado; se le arrancaron los tres dedos con los que impartía las bendiciones papales. Un fraile agustino, Agustín Trionfo de Ancona, prestigioso profesor en Paris y Nápoles, sentenciaba: “El Papa sólo puede ser depuesto por el concilio general y a causa de herejía, en cuyo caso puede juzgarle hasta después de su muerte.” Y qué duda cabe que el Papa Luna y sus seguidores también valoraron la extravagancia cometida por el Concilio de Constanza en mayo de 1415, la que ordenó exhumar los restos del filósofo John Wycliffe, muerto en 1384, para quemar sus huesos por hereje. Es por estos antecedentes que el propio Benedicto XIII y sus seguidores, tras la sentencia del 26 de julio de 1417 del Concilio de Constanza que declara al Papa Luna “cismático y hereje”, deciden que los restos mortales del pontífice sean sepultados en un lugar secreto. 4º)– Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) desaparecen documentos y reliquias relacionadas con el Cisma. La Guerra Civil ha sido y sigue siendo la excusa perfecta para dar por perdidos objetos de gran valor histórico. Durante esta guerra la Península Ibérica se transforma en un tablero de ajedrez donde las principales potencias ensayan en una macabra partida, toda la crueldad que se manifestará durante la Segunda Guerra Mundial. Este periodo, a pesar de la proximidad en el tiempo, es uno de los más oscuros. Peñíscola vuelve a ser saqueada, se queman documentos e incluso son lanzadas al mar piezas religiosas de gran valor. También el Santo Cáliz de Valencia inicia una segunda huída (la primera fue durante la ocupación francesa en marzo de 1809) pero esta vez de agujero en agujero, para ser salvado de la destrucción o incluso del robo, pues se conoce que unos joyeros holandeses llegan a ofrecer por este Grial una importante cantidad en oro. De esta última huida del Grial de Valencia quedan varias preguntas por contestar: ¿Quién avisa, tres horas antes de que sea saqueada la Catedral, para que el Santo Cáliz sea salvado? ¿Conocen los Servicios Secretos de la República la ubicación del Grial? Los sucesivos registros a los que son sometidos “los custodios” por parte de milicianos, nos hacen sospechar que el Santo Cáliz es seguido muy de cerca. ¿Para qué o para quién quieren comprar los joyeros holandeses el Grial? ¿Acaso es utilizado el Santo Cáliz como “señuelo” en alguna operación secreta? Otro dato curioso para añadir a esta reflexión, es el que ofrece M. Sánchez Navarrete (1994) cuando escribe: “... el día 23 de Mayo de 1943, tras festejar el momento con una solemne celebración religiosa, el Santo Cáliz de la Última Cena es retornado al severo y recogido santuario de su capilla gótica”. 81


Esta información que aporta en su estudio sobre Grial de Valencia Sánchez Navarrete a simple vista parece poco importante, pero si centramos nuestra atención en la fecha del retorno del Grial a su capilla definitiva, podemos observar que ese mismo día se cumplían 520 años de la muerte de Benedicto XIII, el Papa Luna (23 de Mayo de 1423) ¿coincidencia ó intención? 5º)- La misteriosa desaparición del denominado “Séptimo Camión”. Pero la desaparición más extraña de parte de este tesoro, es la que tiene lugar a finales de la Guerra Civil (1939-1940) cuando un camión del convoy que traslada parte del tesoro de la República desaparece sin dejar rastro, en éste van cargados documentos, objetos y reliquias, entre ellos un cáliz del Papa Luna, que en su mayoría pertenecen a los archivos y tesoro de la Catedral de Tortosa. Existen dos versiones sobre la desaparición de este séptimo camión: La primera afirma que el recorrido va desde la delegación del Banco de España en Barcelona hasta México y es en este país donde desaparece. La segunda sostiene que el convoy parte hacia Francia desde la Mina Canta, mina del Pirineo catalán situada en la población de la Vajol, en la que en ese momento está custodiado parte del tesoro de la República Española. Y es durante el trayecto hacia el país galo, en un lugar del Pirineo, donde desaparece el Séptimo Camión. Es aquí, en este último momento de desaparición de parte del tesoro del Cisma, en el que surgen varías hipótesis sobre la implicación de: I)- La Alemania Nazi. No olvidemos que importantes nazis visitan Barcelona en 1940, entre ellos Heinrich Himmler, y la obsesión documentada que mostraban éstos por la búsqueda de ciertas reliquias. II)- Los seguidores de la corriente de Juan Carrier, que han llegado hasta nuestros días con una estructura viva en Cataluña, Valencia y Aragón. Esta iglesia paralela, de corte masónico asociado al Grial, que sigue nombrando Papas, puede pensar con cierta lógica que los documentos y los objetos del Cisma les pertenecen y les dan legitimidad de existir. III)- El propio Vaticano. ¿Qué sucedería si surgieran a luz pública documentos que demostraran que Benedicto XIII no era un Antipapa? ¿A qué reflexión debería llegar la Iglesia si se comprobara objetivamente que todo el Concilio de Constanza fue una manipulación de la Orden del Dragón?

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La Fuente del Jardín de Benedicto XIII La Fuente del Jardín del Papa Luna es una pieza excepcional que se encuentra en la Catedral de Tortosa, donde es utilizada como pila bautismal. Y, aunque no puede contemplarse de cerca porque está detrás de una reja, hoy en día existe una reproducción exacta en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola, elaborada con motivo de la exposición de la “Luz de las Imágenes” del año 2005. La taza de esta fuente tiene forma octogonal, con lados de 45 cm de largo x 40 de alto, un perímetro de 360 cm y un diámetro de 120 cm; está cimentada sobre una columna también octogonal con una moldura central y una altura de 60 cm. El diámetro de la columna que sujeta el recipiente principal es de 40 cm. y descansa sobre una base en forma de rosa de los vientos cuyos pétalos miden 90 cm. de radio, diseñados con la clara intención de orientarla según los puntos cardinales. Esta preciosa copa de piedra fue mandada esculpir por el propio Benedicto XIII para que se instalara en el jardín de su palacio pontificio de Peñíscola. El agua saltaba por las fauces de cuatro cabezas, en las que existe una fusión entre la estética leonina y la draconiana. Están labradas en un relieve que destaca frente al resto de la ornamentación con la intención de formar cuatro caños. Estas cuatro bestias fueron distribuidas sobre la copa de forma alterna para que coincidieran en la base de las escenas principales, destacando el detalle de que cada cabeza es distinta a otra, e incluso en una de ellas se detectan rasgos humanizados. La factura de la talla es de tal precisión y delicadeza que delata el alto nivel profesional del maestro artesano, pues las representaciones góticas se metamorfosean hacia la visión renacentista del arte. En cuanto a la composición artística, en cuatro de los frentes aparece representado de forma alterna el escudo del Pontífice, la luna invertida con la tia83


ra papal sujetada por dos ángeles, o bien dos querubines, y en el resto otras cuatro escenas con clara tendencia renacentista lejos de los motivos religiosos dominantes en la Edad Media, pues se adivinan en ellos referencias mitológicas y representaciones relacionadas con la astrología. El hecho de que aparezcan en esta obra artística representaciones astrológicas no debe parecernos extraño, puesto que en los siglos XIV y XV la astrología es considerada una ciencia matemática. En esta época se cree que todos los acontecimientos que ocurren en el Cielo influyen directamente sobre los sucesos de la Tierra. Las fuerzas cósmicas y los cambios que sufren las esferas celestes interaccionan a su vez con los cuatro elementos: fuego, agua, aire, tierra, y con los cuatro humores: flemático, melancólico, sanguíneo y colérico, constituyendo un manual para explicar y predecir cualquier fenómeno, tanto positivo como negativo. Por ello, todas las ciencias del momento, medicina, cirugía, alquimia, matemáticas… y artes, como la arquitectura, la música… e incluso la navegación y la guerra, están asociadas a los cambios estelares. ¿Existe un mensaje oculto en la Fuente del Jardín del Papa Luna? La hipótesis de partida para el estudio de esta fuente es que, al ser ésta un encargo personal del propio Benedicto XIII en ella buscó, tras la dura sentencia del Concilio de Constanza de 1417 en la que fue declarado antipapa, dejar grabado un mensaje oculto relacionado con su pontificado. Por tanto, siguiendo la trama de esta idea, la composición escultórica que la decora no es fruto del azar, ni siquiera es resultado del capricho estético del artesano, sino más bien todo lo contrario, es una meditada obra de arte donde el maestro constructor, siguiendo directrices papales deja punzado sobre piedra un enigma relacionado con los deseos y motivos del Papa Luna, con la clara intención de que éste perdure oculto en el tiempo. En el momento en que se diseña esta obra ornamental, Pedro Martínez de Luna ya es consciente de que ha sido derrotado y que con alta probabilidad todo su pensamiento será sepultado; por ello desea dejar codificado un “testamento oculto” que pase desapercibido a los “carroñeros del Concilio” y que a su vez sobreviva durante siglos. Y qué mejor estrategia para que pase inadvertido que grabarlo sobre piedra, a gran tamaño, e instalarlo en medio del jardín, ante la mirada de todos. Aunque esta última observación parezca paradójica, la realidad nos enseña que todo aquello que está muy próximo a nuestros ojos y que forma parte de nuestra vida cotidiana, por el efecto de la monotonía, pese a la evidencia de su existencia y a su gran tamaño, se vuelve difuso, llegando incluso a desaparecer por completo de nuestra atención. Y eso es lo que buscaba Benedicto XIII, que este mensaje, a pesar de su gran tamaño y evidencia, por el efecto de la proximidad pasara totalmente inadvertido a los ojos de los depredadores del Concilio de Constanza.

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¿Podemos descifrar el “testamento oculto” del Papa Luna? Como demostraré en este pequeño estudio, el testamento oculto de la fuente de piedra puede ser descifrado si utilizamos una metodología similar a la que utilizó Sigmund Freud en la Interpretación de los Sueños (1900), puesto que como se ha podido comprobar en decenas de estudios existe una relación directa entre la psique y el arte. La creación artística y la composición onírica son la manifestación de una realización de deseos, y ambos son procesos creativos de la mente humana que se tejen con códigos idénticos. Así, tanto los procesos de la imaginación aplicados al arte y a la creatividad, como aquellos que se manifiestan en la formación de los sueños, son un conjunto de signos que utilizan las mismas reglas, y que a su vez definen las leyes que gobiernan el pensamiento humano y, sobre todo, rigen el complejo proceso de la imaginación. Por ello, partiendo de la premisa de que la composición artística y las leyes del pensamiento utilizan los mismos códigos, buscaré sosteniéndome en esta hipótesis descifrar el “Testamento Oculto” de la fuente con los siguientes cuatro pasos: Primero, de cada escena describiré el Contenido Manifiesto; que no es más que el proceso básico en el que se narra de forma objetiva lo que se observa. En segundo lugar, de cada composición deshilacharé los símbolos y signos cincelados con la intención de, una vez aislados, encontrar el significado de cada uno de ellos, o su Contenido Latente. Este apartado es similar al proceso de traducir las palabras que componen una frase. Durante el tercer paso, con el significado de cada símbolo, reconstruiré de nuevo cada escena para pasar a continuación a interpretar la idea global, esto busca delimitar el Significado Oculto de la obra artística. Este punto es algo parecido a buscar el sentido global de un mensaje, ordenando un conjunto de frases definidas al azar. Y para finalizar, en cuarto lugar, todos los significados obtenidos de cada escena, entendidos éstos como un conjunto de motivos que se transforman en una fuerza psicológica que marca una dirección, se combinarán para descubrir el Mensaje Global de la Fuente, o lo que es lo mismo: el Testamento Oculto del Papa Luna.

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Análisis de la Fuente del Papa Luna Con anterioridad ya había visto fotografías de esta fuente del jardín de Benedicto XIII en diversos libros de historiadores locales, pero éstas eran imágenes de baja calidad y con observaciones muy pobres, sin ningún tipo de referencia a su diseño y a su composición. Pero fue en la exposición de “la luz de las imágenes” del año 2005, cuando en la Iglesia de Nuestra Señora de Peñíscola tuve el primer choque visual con esta Fuente, desde ese mismo instante, por una extraña intuición, empecé a sospechar que esta creación artística era mucho más que una bella obra de arte. Recuerdo el impacto psicológico que me produjo el observarla de cerca y la extraña sensación que tuve al pasar las yemas de los dedos por una de sus escenas, la representación en la que el Dragón ofrece amablemente sus garras al Águila. Y, aunque estaba totalmente prohibido hacer fotografías, no pude evitar transgredir la norma y fotografiar la escena, con la mala suerte de que el atento vigilante de seguridad, al descubrir la luz del flash, me recriminó el que no hubiera respetado la señalización. Por un momento, por el celo profesional que mostró el guarda temí lo peor, perder las fotos. Me hice el despistado e ingenuo, indicándole que no había visto ni leído la decena de carteles que indicaban con señales e iconos de color rojo fluorescente la prohibición por toda la sala, y tras mostrarle cómo borraba una de las tres fotos pareció tranquilizarse. Tras un momento de indecisión, dibujó una maliciosa sonrisa de victoria y con el brillo del triunfador en las pupilas me dejó salir con la cámara. En la calle no pude evitar estallar en una carcajada de satisfacción por haber salvado dos fotos, y reconozco que también por el placer que produce transgredir algunas normas absurdas. Ya en casa, desde la obsesión que produce ser un psicólogo aburrido, analicé una y otra vez las dos imágenes que pude salvar. En mi mente surgió la primera pregunta: ¿Qué significado podía tener que dos animales con connotaciones antagónicas se materializaran en una imagen unidos a través de sus garras en símbolo de amistad? 87


Fue entonces cuando decidí desempolvar mis olvidados viejos libros freudianos para buscar en ellos una metodología que pudiera llevarme del arte a la conciencia, y del símbolo al pensamiento, o lo que es lo mismo, del mensaje grabado por el artesano en la piedra, hasta el pensamiento del Papa Luna. Y aunque fue en la teoría psicoanalítica de la interpretación de los sueños donde encontré el instrumento para aproximarme a la Fuente del Jardín de Benedicto XIII, de nuevo surgió el problema, necesitaba más imágenes para interpretar el mensaje. Así que, rearmándome de valor organicé un plan, decidí buscar un momento propicio para regresar de nuevo a la exposición y robar nuevas fotos para apresar todos los detalles de la fuente. Era de predecir que a la hora de comer, sobre las tres de la tarde, la sala estaría casi vacía de espectadores, y, como consecuencia de la baja afluencia en esta franja horaria era de esperar menor vigilancia. Estaba en lo cierto, en ese momento sólo encontré a un guarda de seguridad en la entrada, hablando relajadamente con una joven guía. Sin poder evitar el cosquilleo en el estómago y el pequeño temblor incontrolado de las rodillas, evitando el flash y estornudando cada vez que apretaba el botón de la cámara, para enmascarar cualquier pequeño sonido electrónico, fui fotografiando una a una todas las caras. Aunque ahora tengo que indicar al lector que esta preciosa obra de arte puede fotografiarse y acariciarse sin problema en la Iglesia de Nuestra Señora; por tanto le aconsejo que no deje de visitar este templo y que palpe esta joya para sentir en la palma de las manos la frescura de la piedra. Como anécdota indicaré que el orden que he seguido para la interpretación de las escenas de la Fuente del Papa Luna quedó definido por el mismo orden seguido en el “robo de las fotos”, al ser la escena del Águila y la del Dragón la primera en ser fotografiada, la consideré automáticamente “el punto cero” para el inicio del estudio, así que desde ésta, siguiendo la trayectoria de las manillas del reloj, di comienzo al análisis simbólico de la fuente. En este primer análisis de la fuente, que tuvo inicio en el año 2005, obtuve una serie de hipótesis que reflejé en el estudio: “El Papa Luna de Peñíscola y el Enigma del Santo Grial” publicado en el 2007; éstas buscaban definir los motivos psicológicos relacionados con Benedicto XIII y su contexto próximo. Y ahora, a finales del año 2011 y principios del 2012, cuando se cumplen 600 años de la llegada del Papa Luna al Castillo Templario de Peñíscola, tengo la gran satisfacción de añadir al estudio anterior, tras un periodo de reflexión, nuevas e interesantes hipótesis que he descubierto grabadas en la piedra, teorías que nos elevan la figura del Papa Luna más allá de esa visión simple y localista que plantea el Cisma de Occidente como una “riña por la tiara papal” y el poder que ésta representa.

En la imágen de la derecha: Fuente original del Papa Luna (1411-1415) Procede del castillo templario pontificio de Peñíscola. Catedral de Tortosa (Tarragona). 88


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Constelaciones del Ágila y del Dragón. Pequeños capiteles con la representación de los Evangelistas Juan y Lucas.

Constelación de Hércules 90


Constelación de Géminis. Pequeños capiteles con la representación de los Evangelistas Mateo y Marcos

Maestros de las Escrituras Sagradas sujetando al León 91


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Vicent Melià i Bomboí analizando los símbolos de la Fuente de Benedicto XIII. 93


Tesoro de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola.

Emblema pontificio de Benedicto XIII. Cáliz del Papa Luna (S.XV). Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola (Castellón)

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En la imágen de la derecha: Cáliz del Papa Luna. Siglo XV. En su base se encuentra burilado el escudo pontificio de Benedicto XIII. Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola (Castellón).


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96 Cruz de Benedicto XIII. Punzón de Sant Mateu (1412-1414) Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola (Castellón).


Interpretación de las escenas de la Fuente Primera escena: El águila se hermana con el dragón. Contenido Manifiesto: En este plano se ha representado a un águila y a un dragón mostrando un evidente gesto de amistad, pues aparecen cogidos amablemente por una garra. A sus pies observamos una cabeza de bestia por la que, desde sus fauces, mana el agua. Si nos fijamos en las columnas que enmarcan la escena, en su parte superior podemos observar el detalle que cada una de ellas tiene esculpida una pequeña cabeza, la de la derecha parece la de un león y la de la izquierda, la de un águila. En la fuente podemos contar un total de cuatro pequeñas cabezas que representan a los cuatro evangelistas, Marcos, Juan, Lucas y Mateo; éstas han sido distribuidas en la taza de piedra octogonal de forma que la dividen en ángulos de 45º, con la evidente intención de determinar puntos de orientación espacial. Contenido Latente: El Dragón tradicionalmente es un animal mítico que está asociado a los enemigos del cristianismo. En la mentalidad colectiva aparece como la bestia que hay que derribar para llegar a la luz interior, su derrota representa el triunfo de la luz sobre la oscuridad y la demostración del valor del caballero. Para ilustrar esta afirmación no hay más que visualizar la imagen de San Jorge luchando con el Dragón. Pero también el Dragón tiene otro significado mucho más arcaico. Posee la connotación, que deriva del mundo antiguo, de guardián del conocimiento, sobre todo de las matemáticas y de la alquimia, y es esta idea una de las interpretaciones que puede darse a esta figura en la fuente, puesto que en ella no está reflejado como una bestia amenazante, sino todo lo contrario, se le ve pacífico y rebosante de concordia. La primera hipótesis que nace de la reflexión y estudio del año 2005 es la que afirma 97


que estas figuras hacen referencia a signos estelares, concretamente a las constelaciones del Águila y a la del Dragón. La principal estrella de la constelación del Águila es Altair que, junto con las luminarias Deneb de la constelación del Cisne, y Vega, de la constelación de la Lira, dibujan los vértices del denominado Triángulo Estival. Esta figura estelar que podemos observar en el firmamento también está implicada en la denominada Cruz del Norte. Según la mitología clásica, el Águila representa a Júpiter cuando se transformó en rapaz para raptar a Ganímedes “el más hermoso de los mortales” y convertirlo en el aguador de los Dioses, quien les llena el cáliz. Ganímedes también es “el aguador”, símbolo de la constelación de Acuario, y esta constelación está relacionada metafóricamente con la búsqueda del Santo Grial: “Seguid al hombre que lleva un cántaro”. ¡Seguid la luz de Acuario! es la instrucción que da Jesús a los apóstoles para que encuentren el lugar donde va a celebrar la Última Cena. Por otra parte el Águila se asocia a la expansión del conocimiento clásico aportado por el Imperio Romano y por ello, se convierte en signo de Occidente. Destacar asimismo que esta ave de presa está ligada en el cristianismo a la ascensión de Jesucristo a los cielos, con la metáfora de: “el rapto del más bello de los mortales”. Además, iconográficamente representa a uno de los cuatro evangelistas, San Juan, fuente de revelación del Apocalipsis En cuanto a la constelación del Dragón, su importancia radica que en la antigüedad fue polar, por ello era en dirección a su principal estrella Thuban, hacia donde se orientaba la construcción de las pirámides y de los templos. El Dragón, aparte de señalar en el mundo antiguo un punto en el firmamento hacia el que orientar las grandes obras arquitectónicas, en esta época de inicio del siglo XV de transición hacia el Renacimiento, se transforma en el deseo incipiente de encontrar un nuevo camino alternativo a la Ruta de la Seda, pues esta vía comercial con Asia se encuentra amenazada y monopolizada por el imparable imperio Otomano. Así también puede interpretarse como una clara referencia a Oriente, pues este animal mítico desde tiempos remotos representa a China. De esta última observación nos aparece la segunda hipótesis: El Dragón y el Águila están marcando la necesidad de encontrar una vía comercial alternativa a la Ruta de la Seda. En esta época de los siglos XIV y XV el comercio con Oriente es de vital importancia, ya desde los viajes de Marco Polo (1271-1298) que portó un mensaje del Papa para el emperador Kublai Khan, y del sorprendente viaje del musulmán Ibn Batuta (13251369) que llegó a residir más de un año en la capital de China; occidente busca desesperadamente mantener una fluida transacción económica con Oriente, y la mayoría de estos primeros intercambios comerciales estarán bajo el signo de los papas de Aviñón (1309-1429). Pero es también en este momento histórico cuando el incipiente auge y avance del imperio turco obliga a las principales potencias a dar los primeros pasos en la búsqueda de rutas alternativas al comercio con Oriente. Un claro ejemplo de búsqueda de solución a este problema es cuando el príncipe Enrique el Navegante de Portugal (1394-1460), tras la conquista de Ceuta en 1415 funda una escuela náutica en Sagres 98


(1418) en la que se enseña geografía, cartografía y astrología, para formar a expedicionarios con el objetivo de buscar nuevos caminos rodeando la costa de África. Por tanto es muy probable que esta escena de la Fuente del Papa Luna también esté marcando la necesidad de encontrar una nueva ruta comercial entre Occidente (el Águila) y Oriente (el Dragón). ¿Qué decisiones tomó Benedicto XIII para facilitar la exploración de nuevos caminos alternativos a la Ruta de la Seda? La prueba de que el Papa Luna se implica en desbloquear la presión otomana sobre las rutas comerciales hacia Oriente es la bula 37, del 16 de mayo de 1404, dirigida al delegado de la cruzada contra los turcos, y la bula 577, del 25 de febrero de 1408, que solicita una colecta para la cruzada contra el turco. Pero además, Benedicto XIII no sólo bendice una resistencia hacia el poder otomano, sino que con sus decisiones abre la exploración de nuevos caminos comerciales, como refuerza la bula 937, del 22 de enero de 1403, que exhorta para colaborar a la cristianización de Canarias, y la bula 439, del 1 de noviembre de 1414, que trata de un mandato de indulgencia para la conquista de Canarias, puesto que estas islas son fundamentales para crear bases de avituallamiento y puertos seguros para las naves de expedicionarios que participen en la búsqueda de una nueva ruta de la seda. Estas Islas resultan tan estratégicas que literalmente se convierten en puntos de partida para nuevas exploraciones y en lugares de avituallamiento obligado para las expediciones que cambiaran la concepción del mundo con sus descubrimientos. No hay más que recordar que 78 años después de la exhortación del Papa Luna para la conquista del archipiélago, en agosto de 1492, la flotilla capitaneada por Cristóbal Colón desde una escala inicial en las islas Canarias, descubrió el Nuevo Mundo el 12 de octubre de ese mismo año. El Papa Luna es consciente de la importancia de este archipiélago y concede indulgencias “a cuantos acompañen y ayuden a los caballeros normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle, tanto para la conquista de las islas Canarias, como para la conversión a la fe cristiana de los habitantes de Lanzarote”. Otro hecho que refuerza la implicación del Papa Luna en la búsqueda de nuevas rutas, y que sin duda será decisivo para el denominado Proyecto Colombino, será la bula “Etsi cunctorum” fechada el 7 de diciembre de 1412 en Tortosa, por la que funda el Monasterio de Nuestra Señora de la Rábida, en Palos de la Frontera, provincia de Huelva, con el objetivo de servir de apoyo humano y técnico a los expedicionarios de Canarias. Al estilo humanista de Benedicto XIII, este monasterio se dotará con una gran biblioteca náutica, y será constituido por una colectividad de monjes franciscanos formados en astrología y en el arte de la navegación, por lo que podemos hablar sin exagerar de una escuela de navegación anterior a la de Sagres. Así de estas bulas se desprende que el Papa Luna no es ajeno a la carrera por encontrar una nueva ruta hacia China, y que sus decisiones, entre ellas el respaldo a la conquista de Canarias (1403 y 1414) y la fundación del centro de apoyo a expedicio99


narios y marineros del Monasterio de la Rábida (1412), facilitarán los futuros grandes descubrimientos, sobre todo el descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Y como tercera y última hipótesis, esta escena de la fuente está representando un encuentro idílico entre Benedicto XIII (Águila) y el emperador Segismundo (Dragón). Reconozco que esta nueva hipótesis me está inquietando, porque entre otras muchas cosas me obliga a replantearme ideas y conceptos sobre la historia del tenaz Papa Luna; y qué duda cabe que los cambios, aunque necesarios, resultan dolorosos. La idea nuclear que estoy barajando es que esta escena de abrazo entre el Dragón y el Águila es la representación idílica del encuentro que ha de producirse en Perpiñán (1415) entre Benedicto XIII y el rey Segismundo de Hungría, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y cabeza de la Orden del Dragón, fundada en 1408. Si esta teoría se confirmara, nos encontraríamos que esta fuente del Papa Luna es la primera representación artística en España con connotaciones simbólicas relacionada con la Liga de la Orden del Dragón. Tras esta nueva argumentación, podríamos afirmar que esta imagen de la fuente, busca reflejar un encuentro idílico de amistad entre Benedicto XIII, representado por el Águila, y el emperador Segismundo, identificado con el Dragón. Parece como si el escultor deseara anticipar un final feliz al encuentro que iba a producirse el año 1415 ente el Papa y el Emperador; pero realmente era tanto el odio del Dragón hacia el Águila que la cumbre de Perpiñán se convirtió en el inicio de la caída al vacío del Papa Luna. Además, esta última hipótesis nos determinaría que la fecha de construcción de la fuente estaría enmarcada en el periodo temporal comprendido entre los años 14141415, pues es en 1414 cuando finalizan las disputas judeocristianas que están representadas en una de sus caras, y es en 1415 cuando el emperador Segismundo y Benedicto XIII enfrentan su la mirada. Significado de la Escena 1: En mi primera hipótesis, del año 2004, formulé la idea de que la escena del saludo entre estos animales antagónicos reflejaba varios deseos del Papa Luna, el primero simbolizado en el Águila, que era el de custodiar el conocimiento clásico, esto sería una referencia a la biblioteca pontificia y a la constante implicación de Benedicto XIII en la protección de las universidades, y, en segundo lugar, un motivo vinculado al Dragón, el de construir un Templo. Benedicto XIII pretende levantar un lugar sagrado dedicado “al más hermoso de los mortales, quien les llena la copa y aguador de los Dioses”, que como hemos visto es una referencia a la Ascensión de Jesucristo y al Santo Cáliz (el rapto de Ganímedes por parte de Júpiter convertido en águila) esta intención del pontífice está codificada en la simbología de la Constelación del Águila. La segunda hipótesis que surge de este nuevo estudio del año 2011-2012, es la que representa la necesidad del pontificado de Benedicto XIII de encontrar una vía comercial alternativa a la Ruta de la Seda. La decisión del Papa Luna de bende100


cir la conquista de las Islas Canarias y cristianización de Lanzarote (1403 y 1414), así como la fundación del monasterio-escuela de la Rábida (1412) reforzaría ésta hipótesis. Desde esta idea, el Águila se convierte en el símbolo fundamental de Occidente y el Dragón en el de Oriente. Y como tercera hipótesis, también surgida durante el 2011 y 2012, es la que sostiene que esta escena es una recreación artística que busca predecir un futuro encuentro idílico entre el emperador Segismundo (Dragón) y Benedicto XIII (Águila). Pero la realidad fue muy distinta, la historia ha dejado testimonio que cuando este encuentro se produjo en Perpiñán, al cruzar la mirada los dos hombres antagónicos, el Papa Luna descubrió el inmenso resentimiento que guardaba el Dragón, odio que Segismundo ya había manifestado meses antes con la cruel muerte de Juan Huss y la ejecución en la hoguera de quinientos husitas. Y a la vez, Segismundo comprobó preso por la furia cómo la fuerza del poder no es suficiente para doblegar la voluntad de quien está convencido de poseer la verdad.

Segunda escena: El Cazador. Contenido Manifiesto: La segunda escena representa a un cazador abatiendo con su lanza a un animal en el que podemos observar detalles felinos y draconianos ya que sólo tiene representadas las dos patas traseras. A sus pies, una cabeza leonina, pero con evidentes rasgos humanizados. Contenido Latente: El detalle de la mano izquierda del cazador, la que sujeta a la bestia por la mandíbula inferior, es la que delata que nos encontramos ante la simbología de la Constelación de Hércules. El elemento principal de esta Constelación es un grupo de cuatro estrellas, de tercera y cuarta magnitud, que se encuentran ubicadas bajo la cabeza de Dragón. Hércules es el más famoso de los héroes griegos que tuvo que realizar grandes trabajos para obtener la inmortalidad, entre ellos matar al dragón que vigilaba las manzanas de oro. Significado: Esta escena nos cuenta que Benedicto XIII se propuso durante su papado realizar doce hercúleos trabajos, con el objetivo de conseguir la inmortalidad y de ser recordado en el tiempo. La cabeza de León con rasgos humanos que se encuentra en la base de esta escena, representa al propio Pedro Martínez de Luna, puesto que ésta es una condensación simbólica donde se fusiona el rostro de Benedicto XIII con la cabeza de un león. Este recurso artístico busca simbolizar la fortaleza interior del Papa del Mar, su carácter indomable y su nivel social.

Tercera escena: Los gemelos. Contenido Manifiesto: En esta tercera composición hay esculpidos un par de gemelos cogidos de una mano, desnudos, con claras connotaciones clásicas. A sus pies 101


una cabeza de león. En esta escena también podemos observar en las columnas que la enmarcan que sus capiteles tienen una figura, en el de la derecha un toro y en el de la izquierda un ángel, referencia a los evangelistas Mateo y Lucas. Contenido Latente: Se trata de la simbología de la constelación zodiacal de Géminis. En esta época del siglo XIV y XV esta constelación es muy importante, pues sus estrellas principales “Cástor” y “Pólux” son un referente para el arte de la navegación, ya que pueden considerarse las estrellas guía en la orientación naval; y, como demuestra Vicent Gil Vicent en su obra Galeras y corsarios al servicio del Papa Luna, Benedicto XIII mantiene en Peñíscola una flota de galeras de combate capitaneadas por su sobrino Rodrigo de Luna. Por eso esta constelación nos indica un motivo direccional para conocer uno de los objetivos principales del Papa Luna. En la mitología clásica esta constelación representa a Cástor y a Pólux, los hijos gemelos nacidos de la relación entre Zeus y Leda. El mito cuenta que Zeus se transformó en cisne para poseer a Leda y que de esta relación entre un dios y una mujer, nacieron estos gemelos con la característica que uno era mortal y el otro inmortal. Añadir que el mito de Leda está directamente relacionado con la constelación del Cisne ó Cruz del Norte, ya que es la forma de cisne, la que adoptó Zeus para seducir a Leda. Ésta quedó embarazada y puso dos huevos, de donde nacieron Cástor y Pólux. Significado: Representan la dualidad del hombre, una parte mortal, el cuerpo, y otra inmortal, el alma. También pueden describir la dualidad de Cristo: Hijo de Dios, por tanto inmortal, que se hizo hombre, mortal. Asimismo, la relación de Zeus con Leda tiene cierta similitud con el embarazo de la Virgen María. Esta constelación delata que Benedicto XIII se plantea una expedición naval, quizá similar a la que realizó en 1405 para ocupar definitivamente Roma, o tal vez, como estamos aventurando en este estudio, realizar una expedición para abrir caminos hacia Oriente, pero a través de una nueva ruta hacia el Oeste, con el objetivo de sostener económicamente su pontificado. Esto no es descabellado, pues una de las acusaciones del Concilio de Pisa (1409) contra Benedicto XIII es que éste “ordenó mandar emisarios a Oriente para buscar un libro de magia”. El Papa Luna interpreta esta futura expedición con las mismas connotaciones simbólicas que aquella que fue realizada por el mítico navío Argón, donde Cástor y Pólux formaron parte de la valerosa tripulación de los argonautas que partieron en busca el Vellocino de Oro; este viaje representaría la búsqueda de la inmortalidad. También puede que esta escena esté señalando un viaje pero con rumbo hacia el interior, un trayecto místico que buscaría transformar el cuerpo mortal en inmortal, éste quedaría reflejado en el libro de “las consolaciones de la vida humana”, aunque por la personalidad del Papa Luna de tipo resistente positiva (PtR+) que le otorga un carácter de luchador que afronta los problemas cara a cara, es muy probable que éste no sea el significado que busque representar. 102


Llegados a este punto de análisis, es interesante destacar que en esta obra de arte existe representada una dirección, es decir, en la fuente se dibuja una ruta definida por las estrellas que componen las constelaciones del Dragón, de Géminis y de Hércules. Si observamos el planisferio celeste, podemos comprobar que desde la principal estrella de la constelación de Hércules se puede trazar una línea recta hacia la estrella Thuban de la constelación del Dragón, y desde ésta podemos seguir el trazo en dirección al Oeste hasta las luminarias de Cástor y Pólux de la constelación de Géminis. ¿Está indicando este trazado estelar una ruta a seguir? ¿Es la fuente del Papa Luna una carta de navegación?

Cuarta escena: Los maestros sujetan al león. Contenido Manifiesto: En la cuarta hay dos personas, con la cabeza cubierta, uno de ellos con una capucha de religioso, el otro con un turbante, ambos empuñan una especie de bastón, mientras sujetan al león que descansa bajo sus pies. Obsérvese al león con la lengua fuera, como si estuviera cazado o asfixiado. Un pequeño detalle es que aunque ambos maestros están al mismo nivel, existe la sensación de perspectiva de que un personaje es proporcionalmente mayor que el otro. Contenido Latente: Esta escena representa las denominadas “Disputas” de Tortosa (1413) y de San Mateo (1414) otro de los 12 grandes trabajos que se propuso Benedicto XIII. Los dos personajes son la representación de los Maestros de las Escrituras Sagradas, el del capuchón sería cristiano y el del turbante judío. El bastón que sujetan entre las manos es signo de autoridad y de sabiduría. El León sujetado se transforma en la metáfora de la conversión de las tribus de Judá y, por desgracia, también puede estar representando la intención del Papa Luna de promulgar la terrible bula contra los judíos del año de 1415. Significado: La necesidad de convencer a los judíos, bien por medio de la sabiduría de los maestros o bien, en caso extremo, con la fuerza de la ley (león apresado por la soga). El tiempo para completar esta estrategia que podríamos calificar de “zanahoria y palo” es un periodo concreto regido por la constelación de Leo. Este periodo está relacionado con las “Disputas”, puesto que todas las aljamas de Aragón fueron convocadas por Benedicto XIII en agosto de 1412 para que presentasen a los rabinos y pensadores más influyentes; y el mes de agosto está bajo la influencia de la Constelación de Leo. Hay que resaltar que el mes de agosto tiene un significado añadido para la leyenda griálica del Cáliz de Valencia, puesto que tanto el Papa Sixto II, como su diácono San Lorenzo son martirizados durante el mes de agosto del año 258, el primero el día 6, el segundo el día 10. Y, curiosamente, otro implicado en el traslado de esta reliquia a Valencia, Alfonso de Borja, el que será el Papa Calixto III, morirá justo 1.200 años después de lo que lo hiciera el Papa Sixto II, el mismo día 6 de agosto, pero del año 1458. 103


Entonces, siguiendo la lógica de este análisis, no resulta descabellado afirmar que las otras cuatro caras, donde se representa el escudo del Pontífice sujeto por dos ángeles, simbolizan las fases de la Luna, y por tanto son una metáfora de la vida de Don Pedro de Luna, entendida ésta como cuatro acontecimientos significativos de su papado. Llegados a esta fase de análisis, podemos afirmar que la Fuente es una radiografía del Alma de Benedicto XIII y que en ella reflejó sus objetivos como Papa. Así, la interpretación del mensaje global, o testamento oculto, codificado en la Fuente del Jardín del Papa Luna, es que: Benedicto XIII se veía a sí mismo como el héroe capaz de realizar las más grandes hazañas, extremo representado en la constelación de Hércules, y por tanto igual que el mítico héroe orientaba su vida, fases de la Luna, hacia la realización de 12 grandes trabajos que le llevaran al final de un largo viaje a la inmortalidad. Dentro de los doce hercúleos propósitos se incluiría: La construcción de un Templo, que está indicado por la constelación del Dragón, dedicado “al más hermoso de los mortales, quien llena la copa de Dios”, referencias simbólicas a Cristo y al Santo Cáliz definido este motivo en el significado de la constelación del Águila. Lugar donde se encontraran y “disputaran teológicamente” los principales maestros, sin duda otro trabajo hercúleo. Pero también en esta Fuente se describe la intención del Papa Luna de convencer de su legitimidad al emperador Segismundo, cabeza visible de la Orden del Dragón y manipulador del Concilio de Constanza. Así como, a su vez, en ella delata que está organizando una expedición con el objetivo de llegar Roma, para ser reconocido como auténtico Vicario de Cristo. Y además, como enigma que fascina, en esta fuente se encuentra codificada una ruta marítima en dirección hacia el Oeste, señalada por las constelaciones de Hércules, el Dragón y Géminis, que pretende marcar una nueva vía alternativa hacia Oriente, donde el primer paso son las Islas Canarias (bula, 01/11/1414) y el principal centro de apoyo técnico el monasterio escuela de la Rábida (bula, 07/12/1412). Pedro Martínez de Luna interpreta que este viaje es similar al que motivó a los argonautas cuando zarparon en busca del Vellocino de Oro, esto se representa por la constelación de Géminis. Así es lógico pensar que la ubicación de esta Fuente no estaba regida por el azar, es muy probable que ésta tuviera una orientación espacial relacionada con el planisferio celeste, y que funcionara como una especie de astrolabio. Su forma octogonal y la división de la misma, en ángulos de 45 grados, definidos por los pequeños capiteles que representan a los cuatro Evangelistas, el león, el toro, el ángel y el águila, curiosamente también símbolos de constelaciones conocidas, como la de Leo, Tauro, Virgo y Águila, refuerza nuestra idea de que esta fuente estaba marcando una ruta en un momento temporal. Además, el pie de la misma, en forma de estrella de los vientos, se convierte en la prueba de que ésta ha sido diseñada para estar orientada hacia los puntos cardinales y hacia unas estrellas determinadas. Por ello, si pudiéramos instalarla de nuevo en el mismo lugar donde lo hizo Benedicto XIII, con la orientación exacta, al ser iluminada por las estrellas de las conste104


laciones que la componen, en un momento temporal concreto y por la Luna en sus distintas fases, sin duda esta fuente nos dejaría al descubierto la solución al fascinante enigma que oculta. No olvidemos el interés por las estrellas que demostró el Papa del Mar, éste quedó reflejado en el contenido de su biblioteca, no hay más que ver algunos títulos de libros de astrología que poseía la Biblioteca papal de Peñíscola, según un inventario de 1423 (Archivo de Textos Catalanes Antiguos, 6, 1987, p.) Información obtenida de Vicent Gil Vicent (2006) algunos de éstos eran: 1)- Almanac Astrologiae 2)- Almenach super Strologia 3)- De astronomía (Concordantia astronomice veritatis de Pere d’Ally (Alliacus) 4)- De iudiciis stellarum (Ptolemaei de astrorum iudiciis) 5)- Abamagel (Almagesto de Ptolomeo revisado por el astrólogo Al-Sufi) 6)- Electiones lune d’Abulgaris 7)- Tabula de Canones in montibus planetarum 8)- Un tratado de San Isidoro de Sevilla, sobre astrología 9)- Tractatus Spere, del matemático y astrólogo Johanes de Sacro Bosco

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El Enigma del Navegante: el sueño del Argonauta La evidencia de que la fuente del Papa Luna es una ruta marcada en las estrellas con dirección hacia el Oeste definida por las constelaciones de Hércules, Dragón y Géminis, y que en ella además encontramos una intención de hermanar Occidente (Águila) con Oriente (Dragón), unida a los hechos históricos de que Benedicto XIII potenció la cristianización y colonización de las Islas Canarias (1403 y 1414) y fundó el monasterio escuela de Nuestra Señora de la Rábida (bula “Etsi cunctorum” Tortosa 07/12/1412) peldaños fundamentales para futuros descubrimientos, me ha llevado a generar nuevas hipótesis que trataré a fondo en otro estudio que he comenzado, titulado: El enigma del navegante. El sueño del Argonauta. Al estar esta futura investigación relacionada directamente con este trabajo sobre la fuente del Papa Luna, no considero impertinente adelantar una pequeña introducción con el sano objetivo de informar a mis queridos amigos, pero sobre todo espolear “a mis necesarios enemigos”, para que puedan exponer lo antes posible su deseada crítica. Aunque también le pido al lector que tenga en consideración que los siguientes apuntes son únicamente hipótesis, y como tal, podrán ser aceptados o rechazados según transcurra la aportación y la validación de datos durante el largo viaje que representa un proceso creativo, en el que se conoce el punto de partida, pero en el que se desconoce cuál va a ser el final. Por ello El enigma del navegante, debe interpretarse sólo como un punto de partida y tuvo su origen en la siguiente pregunta: ¿Acaso la ruta reflejada en la fuente del Papa Luna es la misma que llevó a Cristóbal Colón, 63 años después de finalizado el Cisma, al descubrimiento del Nuevo Mundo? 107


Esta pregunta me ha arrastrado, con la fuerza de una corriente atlántica, hacia teorías mantenidas por algunos historiadores, como el peruano Luis Ulloa o el estadounidense Charles Merrill, que formulan el origen catalán o mallorquín de Colón, así como que éste venía de tradición marinera. Estas hipótesis se sostienen en que, en los escritos de Colón, todos en lengua castellana, existen giros lingüísticos que provienen del catalán. Por tanto, a ésta formulación se podría añadir sin ser un absurdo un posible origen valenciano de Colón, ya que el valenciano nace de las raíces del idioma catalán. ¿En qué hipótesis estoy trabajando para ampliar esta versión? La primera tesis de este futuro trabajo es que el padre del intrépido navegante estuvo relacionado, directa o indirectamente, con la flota pontificia del Papa Luna. Esta hipótesis no descartaría el posible origen genovés de Colón, porque muchos comerciantes de las ciudades estado italianas se relacionaron con el pontificado de Aviñón. Simplemente nos llevaría a afirmar que por avatares relacionados con el comercio y la navegación Colón nació en el Reino de Valencia. Lo que también explicaría la proximidad que tuvo con otro actor de vital importancia en esta historia, el valenciano Luis de Santángel. Además, esta premisa aportaría una nueva versión de porqué Colón fue reacio a hablar sobre su origen y buscó ocultar su procedencia, quizá no deseaba que se asociara a su familia con el maldito Papa aragonés, ya que esto podría ser perjudicial para sus proyectos, pues necesitaba, para el buen fin de su empresa, la bendición por parte del poder dominante en la iglesia. Y en esa época pesaba más la bendición de la Iglesia que el poder de un rey. Por si fuera poco, esta hipótesis también explicaría el apoyo incondicional de los monjes del monasterio escuela de Santa María de la Rábida, pues éstos simpatizaban con la causa del Papa Luna, puesto que fue a éste a quien le debían su constitución (07/12/1412). Y, aunque Cristóbal Colón nace entre siete y diez años después de finalizado el Cisma, 1436-1456, muy bien puede ser que la documentación que posee y que le incita al viaje que cambiaría la concepción del mundo, tenga su origen en la expoliada biblioteca pontificia de Peñíscola, que en los años finales del pontificado de Clemente VIII (1424-1429) sembró de códices las bibliotecas de mercaderes y nobles. Colón sin duda es una persona ilustrada, conoce los tratados fantásticos de otros exploradores, la prueba está en la carta que escribe a Luis de Santángel en 1493, en la que rechaza por observación las ideas de los viajeros de la imaginación que generaron monstruos en el inconsciente colectivo de la sociedad: “En estas islas fasta aquí no he hallado ombres monstrudos como muchos pensavan, mas antes es toda gente de muy lindo acatamiento, ni son negros como en Guinea, salvo con sus cabellos correndíos... Así que monstruos no he hallado ni noticia, salvo de una isla que es aquí en la segunda a la entrada de las Indias, que es poblada de una iente que tienen en todas las islas por muy feroces, los qualles comen carne umana.”

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Estas anotaciones nos sugieren que Colón ha tenido acceso a libros y códices donde se describen a seres monstruosos que habitan más allá de lo conocido. ¿Acaso los documentos sobre los que se basa Colón tienen origen en la Biblioteca pontificia de Peñíscola? Es evidente que Colón posee cartas de navegación que no son meras elucubraciones, puesto que éstas interesan a reyes, nobles y clérigos relativamente formados, e incluso poseen tanta validez cartográfica, que los doctores de la Universidad de Salamanca se dignan a analizar su viabilidad. Pero sobre todo hay que destacar que tienen una apariencia de veracidad tan sólida, que son capaces de convencer al sector financiero de la época, tan difícil de convencer como puede ser el actual. Y, curiosamente, será un valenciano con raíces judías que se hunden en las tierras de Aragón, Luis de Santángel Vilamarchant, quien tras conocer a Colón en 1486, año en que está en plena construcción la que será la capilla obra cumbre de la Orden del Dragón, la Lonja de la Seda de Valencia, quien aportará el dinero para la expedición, de su fortuna personal y ojo al dato, sin intereses. Por lo que hay que descartar que las cartas de navegación de Colón sean meras notas, rumores de marineros, ideas personales... Son cartas detalladas y rutas cartográficas muy bien definidas que incluso están avaladas por algún pensador clásico, lo que explicaría el estudio que realiza la Universidad de Salamanca. Esta argumentación rechazaría la teoría del “prenauta”, posible náufrago moribundo que contó a Colón la existencia de una ruta desde Europa, que viajando hacia el Oeste llegaría hasta el lejano oriente (las Indias) Aunque hay que recordar que el proyecto de Colón fue rechazado por inviable por diferentes eruditos de Portugal, Francia e incluso de la Universidad de Salamanca, por lo que hay que suponer que éste poseía importantes lagunas, o tal vez, era una información parcial o incompleta. ¿Por qué Luis de Santángel cede dinero de su fortuna personal: 1.140.000 maravedíes al 0% de interés? El que un banquero preste dinero no es un hecho destacable, porque realmente es lo que debemos esperar de él, puesto que esto es parte de su trabajo. Lo que realmente llama la atención, ya que esto sí rompe las reglas de la lógica económica, es que éste ceda los maravedíes a un interés del 0%, para un proyecto, además, tan arriesgado y cargado de incertidumbre. Una de las hipótesis en la que trabajo es que las cartas de navegación que posee Colón están incompletas y que éstas apenas describen la mitad de una ruta, y que será Luis de Santángel quien posee la otra mitad de la información que completa el rompecabezas de Colón. Es decir, existe una información A, perteneciente a Cristóbal Colón y existe una información B, propiedad de Santángel, y ambas se complementan resolviendo lo que he denominado “el enigma del navegante”.

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Tanto la información A, como la B, son documentos que proceden de la expoliada Biblioteca del Papa Luna que tras el Cisma (1429) se desparramaron en archivos privados. La calidad de estos códices pertenecientes a la Biblioteca de la Iglesia de Aviñón queda demostrado en la reciente publicación, el 14 de enero de 2011, por parte de la Catedral de Valencia, de la existencia de la denominada Biblia del Papa Luna, 22 tomos de gran tamaño ilustrados ricamente por los mejores miniaturistas de la época. Una de las vías de investigación en la que estoy sumergido, me lleva a pensar que las cartas de navegación que pertenecen a la información B fueron adquiridas por el abuelo de Santángel, el mercader aragonés Azarías Ginillo, bien en compra, bien como pago de sus servicios comerciales al desahuciado pontificado de Clemente VIII (1425-1429). Azarías, perteneciente a una de las más importantes comunidades judías de la Corona de Aragón, la de Calatayud, tuvo gran relación comercial con el pontificado de Benedicto XIII en Peñíscola (1410-1423) y con el de Clemente VIII (1424-1429). No hay que olvidar que el Papa Luna demostró gran predilección por Calatayud debido a la aportación de esta ciudad a su pontificado. La prueba está en la concesión del privilegio que otorga para que esta población dispusiera de una facultad de Estudio General, con facultades de Derecho canónico y civil, de Artes y de Medicina, donde se pudieran alcanzar los títulos académicos de maestro y doctor, esto queda reflejado en las bulas del 27 de septiembre de 1413 y en las del 10 de septiembre de 1415: “Al deán y capítulo de la iglesia de Santa María (de Calatayud), deseosos de instruirse en teología, concedemos que en lugar idóneo, en el recinto del claustro de la colegiata, puedan crear la cátedra de una facultad de teología con sus respectivas escuelas o aulas, colocando en una de ellas una biblioteca, cuyos libros han de conservarse en un armario, sujetos con cadenas”(10/09/1415) En los últimos años del pontificado de Peñíscola, entre 1424 y 1429, algunas deudas se pagan con libros y es aquí cuando Azarías Ginillo pudo adquirir parte de la documentación. Aunque también el padre de Santángel estuvo muy bien relacionado con los reyes de la Corona, Alfonso V, el Magnánimo y el hermano de éste, Juan II de Aragón, por lo que pudo también tener acceso al contenido de la Biblioteca de la Iglesia de Aviñón. ¿Si la mitad de la documentación de Colón pertenece a Santángel, por qué éste aparece sólo como financiero? La respuesta es que aunque converso, debido a su origen judío, Luis de Santángel no puede presentarse ante la sociedad como socio de una expedición donde cabe la alta probabilidad de que un puñado de cristianos naufraguen en un intento que a todas luces puede calificarse de locura. Por ello, Santángel con muy buena lógica pretende quedar al margen, si puede ser en segundo o tercer lugar, ya que en este año de 1486, la Santa Inquisición le sigue los pasos muy de cerca, le considera 110


peligroso porque es un converso con capacidad de “calentar la oreja” al mismo rey Fernando el Católico. No olvide el lector que desde la terrible bula de Benedicto XIII contra los judíos, que además fue promulgada en Valencia el 11 de mayo de 1415, donde se prohibía a los judíos: “ser banqueros, administradores y participar en contratos usurarios”, la sociedad y sobre todo la Santa Inquisición castiga con la máxima pena cualquier error cometido por un judío o incluso los de un converso, puesto que la mayoría de ellos siguen siendo sospechosos. Esta idea nos hace rechazar otra hipótesis, la que sostiene el origen judío de Colón. Santángel necesita como cabeza de la expedición una persona que no transmita dudas sobre la limpieza de sangre, pues en ello va su vida, ya que si esta aventura fracasa y termina en tragedia, y no hay que ser ningún lince para predecir que existe una alta probabilidad de que esto ocurra, se le podría acusar ante el Santo Tribunal de que: “un falso converso ha llevado a la muerte a un grupo de valerosos cristianos”. ¿Tiene Cristóbal Colón origen en una familia de Comerciantes? Tras leer una de las cartas que el intrépido navegante escribe a Luis de Santángel tras el descubrimiento (1493) podemos afirmar que Cristóbal Colón no tiene origen en una familia de comerciantes, por lo menos no ha tenido esa formación, pues en ella demuestra unos valores éticos y morales fuera del ámbito que representa muchas veces la transacción comercial. Ya que en el momento en que sus hombres intercambian con los nativos, baratijas por bienes de interés, el Capitán dicta: “Yo defendí que no se les diesen cosas tan civiles como pedazos de escudillas rotas y pedazos de vidrio rotos y cabos de dagugetas... Así que me pareció mal y yo lo defendí. Y dava yo graciosas mil cosas buenas que yo levava porque tomen amor, y allende de esto se faran cristianos... ... les he dado de todo lo que tenía, así paño como otras cosas muchas, sin recibir por ello cosa alguna...” Esta claro que estas letras demuestran un interés de Colón apartado de la filosofía del máximo beneficio que impregna el comercio. Por lo que nos hace rechazar una posible influencia en su infancia de unos padres comerciantes, dado que en esa época era tradición que los hijos se formaran bajo el prisma de la herencia de profesión. Se transmitía el oficio de padres a hijos. Si descartamos la formación comercial del capitán de la expedición, ¿qué tipo de marinero era Colón? Al analizar al detalle la carta dirigida al valenciano Santángel podemos descubrir sutiles señales que nos indican que el Almirante es más que un simple marino, es un 111


científico. Puesto que en ésta no sólo hay meras descripciones, altas montañas, selvas, grandes ríos... sino pequeñas puntualizaciones basadas en la observación que hoy en día podrían clasificarse dentro de los procesos científicos. En primer lugar existen observaciones naturalistas: “...en ella ay muchos puertos en la costa de la mar (observación) sin comparación de otros que yo sepa en cristianos... y fartos rríos (observación) buenos y grandes que es maravilla... y en ella muy muchas sierras y montañas (observación) altísimas... todas fermosíssimas, demil fechuras, y todas andábiles y llenas de árboles (observación) de mil maneras... i tengo por dicho que iamás pierden la foia... i dellos estavan floridos, dellos con fruto, i dellos en otro término, según su calidad. I cantava el ruiseñor (observación) i otros paxaricos de mil maneras... ay palmas (observación) de seis o de ocho maneras que es admiración verlas, por la diformidad fermosa dellas (observación) mas así como los otros árboles y frutos e ieruas. En ella ay pinares a maravilla, e ay campiñas grandísimas (observación) e ay miel, i de muchas maneras de aves y frutas muy diversas... ay muchas minas de metales e ay gente instimabile numero ... y las tierras tan fermosas (observación) gruesas para plantar y sembrar, pa criar ganados de todas suertes, para edificios de villas e lugares... y de los ríos muchos (observación) y grandes y buenas aguas, los más de los quales traen oro... ay muchas specierías y grandes minas de oro y de otros metales... En segundo lugar, importantes anotaciones antropológicas: La gente desta isla y de tos las otras que he fallado... andan todos desnudos, hombres y mugeres, así como sus madres los paren (observación) aunque algunas mugeres se cobrían un solo lugar con una foia de yerva o una cosa de algodón que pa ello fazen... (observación) ...no tienen fierro ni azero ... (aclaración) no porque no sea gente bien dispuesta y de fermosa estatura... (observación) tyenen armas de las cañas... (aclaración) e no osan usar de aquellas... ... Y no conocían ninguna seta ni idolatría, (observación) todos creen que las fuerças y el bien es en el cielo... creían muy firme que yo, con estos navíos y gente, venía del cielo... (aclaración) y esto no procede porque sean ignorantes, saluo de muy sotil ingenio... Ellos tienen en todas las islas muy muchas canoas, a manera de fustes de remo; delas maioras, dellas menores (observación) y algunas y muchas son mayores que una fusta de diez e ocho bancos; no son tan anchas porque son de hun solo madero, (aclaración) mas una fusta no terná con ellas al remo porque van que no es cosa de creer y con estas navegan todas aquellas islas... (observación) y traen mercaderías... Algunas destas canoas he visto con LXX y LXXX ombres en ella, y cada uno con su remo. ... En todas estas islas me parece que todos los ombres sean contentos con una muger... (observación) Las mugeres me parece que trabaxan más que los ombres, ni he podido entender si tenien bienes propios, que me pareció ver que aquéllos que uno tenía todos hazían parte, en especial de las cosas comederas...

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Todas estas observaciones y aclaraciones nos están indicando que estamos ante una persona formada para la deducción y la exposición científica. Y esta cualidad unida a la capacidad que posee Cristóbal Colón para expresarse ante reyes, nobles, religiosos y doctores universitarios, nos está indicando que realmente Colón es un “marinero teórico” es decir es un profesor de universidad o maestro de escuela de arte de navegación. Obtenemos la prueba de que Colón es más teórico que práctico cuando el navegante Martín Alonso Pinzón, desechó por inadecuados los barcos que había embargado Colón según la cédula real, y despidió a los hombres que éste había enrolado, escogiendo para el viaje otras dos carabelas, “La Pinta” y “La Niña”, así como a otros marineros más cualificados. En resumen, he añadido a este libro algunas hipótesis reflejadas en El enigma del navegante porque sostienen que: 1- La fuente del Papa Luna es una carta de navegación hacia el Oeste, donde la primera base de ayuda se encuentra en el monasterio de la Rábida y el primer puerto en las Islas Canarias. 2- Cristóbal Colón puede tener su origen en el Reino de Valencia y sus progenitores pueden estar relacionados con el pontificado de Aviñón. 3- Las cartas de navegación que posee Colón pertenecieron a la Biblioteca de Peñíscola, pues en ésta se encuentran los principales estudios sobre los viajes a Oriente que se esparcen en venta o por expolio durante los años finales del Cisma. También existen en esta biblioteca detalles sobre la conquista de Canarias, paso necesario para la ruta atlántica. 4- El valenciano Luis de Santángel no sólo es financiero, sino promotor de la expedición, lo único que, por estar bajo vigilancia de la Santa Inquisición tiene que aparentar estar al margen. Santángel posee una información B, que complementa la información A que posee Colón. 5- Por la influencia en la sociedad de la bula que en su momento dicto Benedicto XIII contra los judíos (1415) se descarta el origen judío de Colón. 6- Colón no es un marinero práctico, es un teórico, por lo que se puede predecir, según el análisis de las observaciones y aclaraciones que realiza en sus cartas, unido a la capacidad oratoria que se le supone, que no es un marino comerciante, sino que es un profesor de universidad o bien un maestro de escuela de artes de navegación. Nuevo camino de investigación para la fuente del Papa Luna Cuando pensaba que había formulado todas las hipótesis posibles relacionadas con la fuente del Papa Luna, me sorprendió un interesante estudio de Alexander Roos, publicado por la editorial Taschen el año 2006, con el título: El museo Hermético. Alquimia & Mística. En su capítulo El Opus Magnum, en la sección dedicada a ilustraciones de los Enigmas de la zoología y su relación con la alquimia, Alexander indica que el Águila 113


en las composiciones alquímicas era el símbolo de la “sal de amoniaco”, y el Dragón, representaba al “nitrito” (pág.301. Ilustración de Stolcenberg, viridarium chymicum, Francfort, 1624) Y tras buscar información sobre estas composiciones químicas, encontré los siguientes datos de interés: El águila (El cloruro de amonio o sal de amoniaco): En farmacología se utilizaba como diurético para aumentar la excreción renal de cloruros, ya que la sal de amoniaco causa una respuesta diurética en personas normales o con edema. También era aplicada como expectorante, puesto que ésta actúa irritando la mucosa, causando con ello la estimulación refleja de las glándulas de la mucosa bronquial. La utilización de la sal de amonio implica por su toxicidad precauciones especiales. Además, está contraindicada en personas con cirrosis y otras enfermedades hepáticas, así como también su uso puede producir reacciones adversas, como cefalea, confusión, letargo, hiperventilación, bradicardia, vómitos, diarrea e irritación gástrica, entre otros síntomas. El dragón (El nitrito): Su aplicación médica se utiliza como antídoto en caso de envenenamientos por cianuro de potasio. El cianuro de potasio es un compuesto cristalino incoloro, similar en apariencia al azúcar, y altamente soluble en el agua. Es muy tóxico y tiene un olor similar al de las almendras amargas. El nitrito actúa causando vasodilatación y es además antiespasmódico. Como contraindicaciones indicar que éste puede resultar muy tóxico principalmente por su interacción con la hemoglobina, además actualmente hay sospechas de que favorece el desarrollo de cáncer. Y por si fuera poco, los nitritos resultan ser tóxicos para los peces; una concentración de 0,2- 0,4 mg/l mata al 70% de una población de truchas y se nota una mortandad elevada de peces a partir de 0,15 mg/l. Por ello, tras estos nuevos datos derivados del estudio de Alexander Roos que aporta información sobre la relación directa entre símbolos de la zoología y la alquimia medieval, parece lógico que a las hipótesis anteriores añadamos una nueva deducción teórica, relacionada con la escena de la fuente en la que interacciona el Águila y el Dragón. ¿Es esta unión de animales míticos la representación de una fórmula alquímica? ¿Nos encontramos ante un potente antídoto?

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LIBRO III

El Papa Luna y el Enigma del Santo Grial “Ca así commo el martillo del platero face extender la plata debajo de su mano, de la cual entiende la su copa obrar, ansí ciertamente el platero celestial, obrador de toda criatura, entiende extender tu corazón por las tribulaciones, porque pueda en él poner muchos dones e bienes espirituales, e porque el corazón tuyo sea copa preciosa de muy preciosas e muy santas reliquias de Jesucristo”.

¿Por qué Benedicto XIII eligió Peñíscola? A finales del mes de julio del año de 1411, acompañado por un séquito formado por decenas de cardenales, monjes, artesanos, estudiosos de todas las ciencias... Protegido por un ejército de hombres armados, caballeros pertenecientes a las mejores familias de las coronas hispanas, y miembros de las órdenes, de San Juan del Hospital, de Calatrava, de Santiago y de Montesa de San Jorge, Benedicto XIII decide trasladar su corte papal a Peñíscola. Pero ¿cuáles fueron los motivos que guiaron a Pedro Martínez de Luna a elegir la ciudad de Peñíscola para sede de su Papado? A pesar del frustrado intento del año 1405 de ocupar con su armada la Ciudad Eterna, causado por un inesperado choque bélico entre pisanos y florentinos, agravado por una epidemia de disentería que se cebó en la tripulación de su flota, el Papa Luna no pierde la esperanza de un regreso triunfal con sus galeras a Roma. Será tras la muerte del Rey Martín I (1410) cuando vuelve a acariciar de nuevo esta idea, puesto que por falta de un descendiente legítimo del Humano todo el poder de Aragón se concentra bajo su manto; y en sus manos y voluntad se encuentra la fórmula de mediación que puede designar a un nuevo Rey. 115


Benedicto XIII, consciente de esta irrepetible jugada que a su favor el destino le ha regalado, teje una de las estrategias más importantes de su papado: unificar los reinos de Castilla y Aragón con el objetivo de crear una potencia económico-militar capaz de resistir con éxito a sus crecientes enemigos. Además, los nuevos poderes que le ofrecía esta mediación le garantizaban que el nuevo monarca que naciera bajo el abrigo de su sombra, debía estar moralmente obligado a defender la legitimidad de su papado hasta las últimas consecuencias. Así que, con más poder político que nunca, y con una capacidad militar superior a cualquier monarca, mueve y organiza las principales piezas internas de las órdenes religiosas, incluso él mismo será nombrado Gran Maestre de la Orden de Montesa y de San Jorge, como lo demuestran bulas fechadas entre 1410 y 1415, en las que aparecen detalles que delatan que el auténtico motivo de la elección de Peñíscola por parte de Benedicto XIII es la voluntad de entrar triunfalmente como pontífice en Roma, pues de las bulas de este periodo se desprenden datos significativos que indican un gran preparativo militar, como por ejemplo: · Redacta mandatos a la Órdenes de San Juan de Jerusalén (bula 85: 28 junio de 1412) y de Santiago (bula 172: 8 de marzo de 1413), para celebrar capítulo, y concede privilegios a la Orden de Santiago (bula 513: 25 febrero de 1415). El Papa Luna mueve estratégicamente los núcleos de decisión de estas órdenes para que el potencial militar de los monjes soldado esté al servicio de su causa. · Además, exige a las Órdenes Militares el mantenimiento de galeras en el Mediterráneo (bula 154: 30 de diciembre de 1412) y la restitución de galeras a la ciudad de Barcelona (bula 579: 12 de mayo de 1415). · Otro movimiento importante es que las tropas papales pasan bajo control directo de familiares del Papa. Pedro de Luna, administrador de la iglesia de Tortosa y arzobispo de Toledo, es designado capitán general del ejército papal (bula 1112: 21 febrero de 1411). Hay que destacar que Pedro de Luna ya dirigió la expedición naval de la Santa Armada, organizada por Martín I el Humano, para liberar a Benedicto XIII del asedio de Aviñón. El comendador Rodrigo de Luna, es elegido para la capitanía de Aviñón (bula 1219: 26 de julio de 1411) y más tarde nombrado capitán de las galeras pontificias. Y bajo el mando de Àlvaro de Luna, estará un cuerpo de elite militar, organizado por 16 ballesteros y 6 caballeros de demostrado valor y confianza, con el objetivo de intervenir en operaciones especiales y en la protección personal del Papa. · Para este fin militar de ocupar Roma diseñará una ruta para su armada, para ello concederá la infeudación de Sicilia e islas al nuevo rey de Aragón (bula 148: 21 noviembre de 1412). Benedicto XIII, como buen estratega, conoce que las islas son de vital importancia para la futura expedición que tendrá el objetivo de reducir al pontífice romano, pues éstas son fundamentales como bases de avituallamiento y de protección frente a las tempestades. · Asimismo, desplegará estrategias de política internacional con el claro fin de no encontrar oposición a sus objetivos, suavizando situaciones de tensión, como por ejemplo, absolviendo a los cismáticos en el reino de Trinacria (bula 320: 20 enero de 1414). Además ordenará el envío de nuncios a Italia y otros reinos (bula 299: 11 di116


ciembre de 1413). Es en ese periodo cuando el Papa Luna ve esencial para conseguir aliados, la presencia de embajadas y la negociación con otros reinos. Y, por supuesto, buscará que las arcas pontificias consigan fondos para la expedición, formulando imposiciones de prórrogas, subsidios y garantías de los créditos, para la unidad de la Iglesia en los reinos de Aragón y Castilla (bulas 424 - 425: 1 de octubre de 1414 y 16 de mayo de 1415) Es en este contexto de movimientos estratégicos de Benedicto XIII, que pretenden el control de decisión dentro de las órdenes religiosas militares; el reclutamiento de un potente ejército dirigido por hombres de confianza; la preparación de una ruta marítima eficaz a través de las islas y la búsqueda de financiación económica donde pueda incluirse la elección de la ciudad de Peñíscola, pues la intención del pontífice es utilizar esta fortaleza como cuartel general. Pedro Martínez de Luna pretende que este castillo Templario se transforme en punta de lanza para una nueva expedición de la armada papal, que partiría de los puertos de Cataluña y del Reino de Valencia, con la intención de arrebatar definitivamente el Sillón al impostor de Roma. Por lo que puede afirmarse, sin ningún tipo de duda, que el motivo principal para que el Papa Luna decida ubicar su Corte Pontificia en Peñíscola está relacionado con la estrategia militar. Para Benedicto XIII, la fortaleza peñiscolana es un lugar inexpugnable ubicado en el centro matemático de la costa del Reino de Aragón, un punto geográfico que facilita al ejército papal y a la potente flota de galeras que navega bajo su estandarte una ruta directa hacia Roma, con bases de descanso y avituallamiento en las islas de Mallorca, Sicilia..., en el que por añadidura, y desde esta atalaya, se puede ejercer un control eficaz sobre todos los puertos del reino, ya que el puerto de Peñíscola permite una conexión rápida por mar con capitales de gran importancia como Tarragona, Barcelona, Valencia..., e incluso con las del Reino de Granada y las del Norte de África. Además, la proximidad de la ruta fluvial del río Ebro, le abre un camino hacia las ciudades interiores. Hay que resaltar que esta decisión estratégico-militar también posee un componente económico; al estar geográficamente Peñíscola emplazada en el centro del Arco Mediterráneo, ésta se convierte en un paso obligado para el comercio marítimo de lana, cereales, vino, aceite, sal, especias, metales preciosos…, esto implica por añadidura la posibilidad de generar impuestos y beneficios, incluso como formulará Vicent Gil Vicent en su obra: “Galeras y corsarios al servicio del Papa Luna”, esta ubicación privilegiada potenciará la actividad corsaria de la flota papal con el objetivo de sanear las arcas pontificias. Pero, aparte del motivo militar y económico, ¿existen otros motivos? Es interesante resaltar que, junto a estas decisiones relacionadas con la estrategia militar, la seguridad y los recursos económicos, el Papa Luna también encuentra otros motivos inesperados e inherentes a la Roca, que agazapados en las entrañas de las grutas le apresan los sentidos y el alma. 117


Estos motivos son fuerzas vectoriales ocultas que, como si de una tela de araña invisible se tratara, envuelve a los viajeros apresándoles la mente y los sentidos. Desde lo más profundo de este peñón mana una extraña fuerza que desde el amanecer de las civilizaciones ha atraído, como si de un imán se tratara, a todas las culturas mediterráneas: fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes... así como a miles de viajeros de todas las épocas, que han quedado atrapados por esta red magnética de sensaciones y de luz. Entre las víctimas de estas fuerzas vectoriales, que crean un poder de atracción similar al canto de las sirenas de los escritos míticos, se encuentra el autor de este estudio. La constitución de sólida y férrea roca de Peñíscola sólo es aparente; gran parte de sus entrañas es hueca, similar a una esponja pétrea. Su interior está atravesado por una red de grutas y cuevas submarinas por las que el mar y el viento, dependiendo de la intensidad y de la dirección de las corrientes, interpretan auténticas melodías, algunas imperceptibles al oído, pues éstas, están compuestas por ondas acústicas cuya frecuencia está por debajo del espectro audible del oído humano, estos infrasonidos de origen natural se encuentran por debajo de los 20 Hz. El exponente más visible de estas grutas y sus efectos acústicos sería el llamado Bufador. La explicación científica que avala que la fortaleza peñiscolana es un lugar que produce potentes sensaciones místicas, puede sostenerse en diversos estudios realizados por Vic Tandy (1998) en la Universidad de Coventry (Inglaterra) sobre el efecto de los infrasonidos en la percepción y el estado psicológico de las personas. Estas investigaciones demuestran que los infrasonidos de origen artificial y mecánico, nacidos de ritmos constantes y monótonos, como los que producen los motores y aparatos eléctricos, provocan en las personas, al afectar el oído interno, estados de ansiedad, tristeza, vértigos, náuseas y cefaleas. En cambio, los infrasonidos de origen natural, los que posee la ciudad de Peñíscola, de tipo polifónico, con ritmos múltiples y variados, producidos por: los ciclos naturales de las mareas, por el viento al soplar a través de las cuevas y las grutas, los derivados del fluir de los ríos subterráneos y manantiales, los generados por el continuado golpetear de las olas contra los acantilados y los surgidos de la garganta del airado Bufador..., producen, al masajear literalmente los humores, líquidos internos del organismo humano, sensaciones y efectos beneficiosos, y lo que es más importante, interaccionan con la actividad cerebral y su campo cuántico psíquico, aumentando las conexiones neuronales y por tanto enriqueciendo la actividad intelectual. Hay que destacar que las investigaciones de Vic Tandy también han demostrado que los infrasonidos pueden producir la “impresión concreta” de encontrarnos en “sitios místicos” o, por el contrario, en “lugares embrujados”. Tandy ha comprobado que al resonar los infrasonidos en los humores de los ojos, y repercutir también en los que se encuentran en el interior del cerebro, pueden llevarnos a percibir sensaciones místicas e incluso llevarnos a sufrir ilusiones ópticas paranormales. A estas observaciones de Tandy puedo añadir que: cuando los infrasonidos son de origen artificial nos predisponen, debido al estrés que generan en el organismo, 118


a que las posibles ilusiones sean de tipo negativo o terrorífico. La ansiedad generada por el estrés de infrasonidos mecánicos activa el lugar de la imaginación donde residen nuestros miedos más profundos, y estas conexiones psíquicas suelen convertirse durante el proceso del sueño, en caso de ser moderadas, en pesadillas. En cambio, si la exposición a estos infrasonidos de origen artificial y monótono es intensa y prolongada en el tiempo, las manifestaciones psicológicas pueden adquirir la forma de alucinación paranormal negativa (monstruos, fantasmas, diablos, brujas…). Y, por el contrario, cuando los infrasonidos son de origen natural, por el efecto positivo que producen sobre los humores internos de nuestros órganos, éstos nos envuelven en un estado relajante donde la imaginación realiza conexiones positivas que suele manifestarse en estados de relajación, o durante los momentos de descanso en sueños placenteros. Aunque hay que destacar que si la fuente de infrasonidos naturales es de intensidad alta y de larga duración, incluso durante el periodo de vigilia, también puede producirnos sensaciones místicas, y en caso de sobre exposición, la imaginación puede llegar a desbordarse y generarnos ilusiones ópticas, o incluso alucinaciones de tipo positivo, como son la visión de seres angelicales ó divinos. Esto último explicaría el porqué la mayoría de apariciones de vírgenes, ángeles y santos se produce en lugares donde suena la música de arroyuelos y manantiales, acompañados por el sonido del viento al acariciar las hojas de los árboles y la armonía del canto de pájaros... También los infrasonidos positivos están directamente relacionados con la elección, muchas veces inconsciente, del lugar para la construcción de monasterios, templos o fortalezas. Y el peñón de Peñíscola es un auténtico instrumento musical elaborado con paciencia milenaria por la naturaleza, socavado por cavernas con múltiples orificios sonoros, donde la fuerza de tres de los cuatro elementos: la tierra, el agua y el viento; se convierten en compositores de grandes polifonías con partituras donde las notas del pentagrama son infrasonidos de origen natural, que masajean positivamente los órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los pulmones... Este fenómeno podría explicar científicamente una de las causas de la longevidad y agilidad mental del Papa Luna. Por si fuera poco, esta polifonía de infrasonidos capaces de generar sensaciones místicas que brotan del interior de la roca opera a su vez en interacción con otra fuerza vectorial no menos importante, la producida por el impacto directo sobre la psique de la intensidad lumínica; es conocido que ésta influye sobre la percepción cromática, y es la viveza de los colores quien potencia el estado de ánimo positivo. O lo que es lo mismo, la intensidad lumínica actúa inversamente sobre las depresiones, cuanto mayor es la luz y la viveza de colores, menor es la probabilidad de padecer estados de tristeza o apatía. A estos fenómenos podemos sumarle otra variable que encuentra el Papa Luna a sus 83 años, la producida por el factor climatológico, pues en esta población del Bajo Maestrazgo las primaveras duran casi 300 días. 119


Todos estos factores inherentes a la fortaleza templaria de Peñíscola, crean una red triangular positiva donde en cada uno de sus vértices actúa: la melodía de los infrasonidos naturales, la intensidad lumínica y la climatología benigna. Y esta red de fuerzas inesperadas se transforma para Benedicto XIII, en bálsamo para la edad, ungüento para el cuerpo, y sobre todo, en una renovada fuente de energía para la actividad psicológica.

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¿Cómo puede explicarse la longevidad del Papa Luna? Sin duda Pedro Martínez de Luna parece tener un poder sobrenatural, puesto que durante sus 29 años de pontificado resiste a feroces asedios, sobrevive a varios intentos de asesinato, se blinda ante el embargo económico y el acoso intelectual, e incluso ante el abandono y la traición de algunos seguidores y amigos, psicológicamente se hace mucho más fuerte. Pero sobre todo, esta sensación de fortaleza sobrehumana la transmite Benedicto XIII a enemigos y amigos por su larga longevidad, 94 años, muy extraña en esos tiempos donde la peste, las guerras y la mano ponzoñosa, solían enseñorearse sobre las vidas humanas. Esta inusual longevidad convierte al Papa Luna en testigo excepcional del inicio del Cisma, y de la muerte de los Papas romanos: Bonifacio IX (1389-1404), Inocencio VII (1404-1406) y Gregorio XII (1406-1415) así como la de los Papas surgidos del concilio de Pisa: Alejandro V (1409-1410) y Juan XXIII (1410-1415) Pero, ¿cómo es posible que el Papa Luna llegara a los 94 años? La explicación más sencilla y más fácil de comprender en esta época de principios del siglo XV es la mágica; la que surge de la eterna lucha entre las fuerzas antagónicas del bien y del mal, la representada por los dos actores principales de todas las religiones, la que nace del choque entre Dios y el Diablo. Y es a esta interpretación primitiva a la que primero se recurre, tanto por quienes le apoyan como por quienes le rechazan. Un claro ejemplo de la visión diabólica de su fortaleza será aportada por sus enemigos en el Concilio de Pisa de 1409, cuando sentencian que el Señor de Luna está rodeado de magos, hechiceros, y que trata directamente con los demonios. 121


Según Vicente Blasco Ibáñez en su obra El Papa del Mar (1925) entre otras muchas acusaciones de este concilio se afirma que: -El Papa Luna posee un pacto con el Señor de los Abismos para que éste ordene “a las potencias infernales que le protejan” y le otorguen un poder sobrenatural. “Su energía y tenacidad es obra de dos demonios que tiene a sus órdenes, tan pequeños ambos que los lleva a todas partes metidos en una bolsita”. - Que en la biblioteca de su palacio guarda “una obra en tres tomos” de hechizos y de pócimas que alargan la vida. Incluso se destaca que era tan fuerte el deseo de Benedicto XIII por poseer este tratado de magia, que mandó emisarios a Oriente para buscarlo. También se señala que en sus aposentos custodia un tratado perteneciente a un judío, “en el que se intenta demostrar el carácter de brujería de los milagros de Jesús”. -Además a sus órdenes está “un caballero de San Juan de Jerusalén, de origen misterioso y luenga barba negra, que hace evocaciones mágicas para servicio de su Pontífice”. Y que sus fieles seguidores, entre ellos, el catalán Eximenis patriarca de Jerusalén, Francisco Aranda confidente y asesor fiel..., son hechiceros e invocadores del Diablo. -Y por añadidura, se le acusa de que muestra indulgencia a favor de ciertos herejes. Las acusaciones de culpable de hechicería y de tratos con el demonio del Concilio de Pisa, poseen un objetivo estratégico muy definido, conseguir que el pueblo llano, el más sensible a estas creencias mágicas, abandone la fidelidad que demuestra al viejo Pontífice. Y, aunque estas acusaciones son absurdas en su conjunto, se sostienen en axiomas eficaces de acoso psicológico que buscan aislar y crear el vacío alrededor del Papa Luna (curiosamente esta misma estrategia, 600 años después, siguen manteniéndola los acosadores). La fórmula de este acoso es: en cada calumnia se utilizan pequeñas certezas exactas y observables, esto otorga a la acusación credibilidad y apariencia de veracidad; después se le añaden falsedades de gran crueldad, pero éstas, para ser realmente efectivas, deben formar parte de las creencias generalizadas, y además poseer la característica de ser imposibles de verificar. Es decir, la fórmula se resume en el siguiente esquema: Verdades observables por todos + Calumnias relacionadas con las creencias + La característica de ser difíciles de comprobar. Por ejemplo, si analizamos las acusaciones del Concilio de Pisa (1409) podemos observar que: La acusación de que “el Señor de Luna está rodeado de magos y hechiceros” se sostiene en la verdad observable de que Benedicto XIII, por su inquietud intelectual, está acompañado de astrólogos y alquimistas. 122


Cuando se afirmaba que posee “libros de magia de un judío...” la acusación se basaba en la evidencia de que en la biblioteca papal existen documentos y códices de todas las culturas y de todas las ciencias del mundo conocido. Es muy probable que esta acusación del Concilio de Pisa sea una referencia implícita a la obra médica y teológica del rabino Rabí Moisés el Egipcio (Moshé ben Maimón) también conocido por Maimónides, “el Príncipe de los Médicos” (1135-1204). En cuanto a la afirmación de que posee “dos demonios en una bolsita” para que le otorguen energía y tenacidad, ciertamente la bolsita existe, el Papa Luna la lleva a todas partes tejida en su ropa, en ella guarda pequeñas reliquias, espinas de la Corona de Cristo que le sirven de amuleto y antídotos para los venenos más conocidos y utilizados, esto salvaría su vida en el envenenamiento que sufre en el año 1418. Y de esta misma acusación, la energía y tenacidad del Papa Luna es una verdad observable. También existe una explicación para la afirmación acerca de que “las potencias infernales le protegen”. Se fundamenta en hechos conocidos que se difundieron, mitificados, y se expandieron como el viento huracanado entre el pueblo llano. Contaban cómo Benedicto XIII salió intacto del cerco de la peste, del asedio de Aviñón y de cómo logró, milagrosamente, que su flota de galeras se salvara de naufragar luchando contra los elementos. Estas acusaciones además persiguen otro fin oculto, enmarcado dentro de la estrategia de acoso psicológico, que es el de buscar desprestigiar a quienes respaldan a Benedicto XIII. La referencia al “misterioso caballero de San Juan de Jerusalén” es un ataque al brazo armado del Papa, a su sobrino Rodrigo de Luna, capitán de las galeras pontificias, así como un intento de ataque a la Orden del Hospital, de la que muchos caballeros militan en la flota de galeras del Papa Luna como corsarios, mercenarios y hombres de armas. La Orden de San Juan del Hospital representa más del 70% del apoyo armado del Papa. Asimismo, existe un ataque directo a colaboradores y estrategas del Papa, entre ellos al catalán Eximenis, patriarca de Jerusalén, y a Francisco Aranda, asesor... Y por añadidura, hay una acusación velada a la filosofía que generará años después las denominadas Controversias judeocristianas de Tortosa y de San Mateo (1413-1414) al afirmar que el Papa otorgaba “favor a ciertos herejes”. ¿Acaso el Papa Luna posee reliquias con poder mágico que protegen su salud? Dentro de la interpretación mágica y esotérica, se encuentra la que afirma que el Papa Luna custodia reliquias que le dan la inmortalidad. Esta afirmación no es descabellada, puesto que en esta época la “magia” es tan real y tangible como puede ser para nosotros la “existencia de los mercados internacionales”, entes que a su vez resultan tan abstractos como los diablos y las brujas del siglo XIV y que igual que entonces, con sus pócimas y maleficios, son capaces de poner en jaque a sistemas completos. ¡Qué poco hemos cambiado! Se conoce documentalmente que Benedicto XIII posee reliquias de santos, es123


pinas de la corona de Cristo, astillas de la Veracruz... la prueba son las donaciones que realiza a Martín I (bula: 25 de abril de 1397) en la que se describe la entrega de una Veracruz al Humano, así como también las que realiza a decenas de iglesias. Pero lo que realmente resulta significativo para este estudio, es que al Papa Luna se le asocia al esotérico Santo Grial. La relación del Señor de Luna con el Santo Cáliz de la Última Cena no es descabellada, puesto que como se demostrará en estas páginas, Pedro Martínez de Luna conoce los escritos de Chrétien de Troyes y de Wolfram von Eschenbach, además, por si fuera poco, Benedicto XIII forma parte de la historia del Grial más documentado que existe: el “Santo Cáliz de la Última Cena” que actualmente se custodia en la Catedral de Valencia. Y como escribirá el poeta alemán Wolfram von Eschenbach (siglo XIII) en Parzival, una adaptación de El cuento del Grial (1188) de Chrétien de Troyes: “No hay hombre lo suficientemente enfermo como para que, en presencia de esa piedra, no tenga seguro el escapar de la muerte durante la semana siguiente al día que la vio. Quien la ve, cesa de envejecer. A partir del día en que esa piedra se les aparece, todas las mujeres y todos los hombres recuperan la apariencia que tenían cuando estaban en la plenitud de sus fuerzas. Si estuvieran en presencia de la piedra durante doscientos años, no cambiarían; solamente ocurriría que los cabellos se tornarían canos. Esa piedra le da al hombre tal vigor que los huesos y la carne recuperan al instante la juventud. También lleva el nombre de Grial...” (Explicación del ermitaño Trevrizent a Parzival sobre el poder del Grial) Pero, aparte de las interpretaciones mágicas y esotéricas ¿podríamos aproximarnos a los factores que realmente determinaron la longevidad del Papa Luna? Es innegable que pese a las descripciones físicas que hacen algunos historiadores de Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gótor, presentándolo como una persona de apariencia débil, éste posee unos órganos vitales muy resistentes, en los que sólo se manifiesta según las crónicas, alteraciones propias de la edad y del envenenamiento que sufrió el año 1418. Por tanto, no se puede negar la influencia de la genética en esta salud de hierro, aunque también es evidente que existen otros factores externos que influyen tanto o más que la genética para explicar su larga vida. Uno sería la actividad intelectual que mantiene Pedro de Luna, ésta se convierte en un entrenamiento mental constante que consigue que su cerebro sea ágil en la generación de pensamientos y estrategias, no hay más que analizar sus últimos frutos intelectuales plasmados en el Libro consolatorio para las tribulaciones que a lo hommes mortales venir pueden (1420). Como ejemplo, para ilustrar este factor, puede servirnos una reflexión extraída de las páginas de este libro, que sintetiza la idea del ejercicio intelectual: 124


“El sabio nunca está solo, porque tiene cerca de sí buenos pensamientos y además tiene libros, de los cuales saca buenos ejemplos, y lo que no puede con el cuerpo, con el corazón acaba” Otro factor es el psicológico, Pedro de Luna mantiene una Personalidad de tipo Resistente (PtR). Esta personalidad puede mostrarse de dos formas, una de resistencia negativa (PtR-) y otra de resistencia positiva (PtR+). Las personas que poseen una personalidad de resistencia negativa (PtR-), ante el acoso y el conflicto exterior son incapaces de generar estrategias eficaces. Es decir, su respuesta es inversamente proporcional al ataque que reciben, cuanto mayor es el conflicto que les envuelve, menor es la capacidad que muestran para elaborar estrategias de resistencia. Esto les lleva a un estado de indefensión aprendida que se manifiesta en apatía generalizada y ánimo depresivo. Al aumentar el conflicto por la rigidez que representa este tipo de personalidad, son incapaces de generar alternativas y se quiebran psicológicamente, desmoronándose del mismo modo que lo hace un rígido edificio cuando es sacudido por un seísmo. En cambio, los que muestran una personalidad de resistencia positiva (PtR+), que es del tipo que posee Benedicto XIII, responden con una fuerza directamente proporcional al ataque, cuanto mayor es el conflicto que les envuelve, más estrategias de defensa elaboran. En vez de hincarse de rodillas se yerguen, cuanto más duros son los golpes que reciben, mucho más fuertes se hacen. Su fuerza crece de forma directa y proporcional a los conflictos y ataques que reciben. Este tipo de personalidad de resistencia positiva queda reflejado en el pensamiento del Papa Luna cuando escribe: “Mayor provecho trae al hombre ser odiado por los enemigos que querido por los amigos” y “no existe mejor medicina para mí, que las injurias y los vituperios que se hacen contra mí”. Así parece que el Papa Luna necesita tener conflictos y enemigos, pues éstos cada vez que le atacan le hacen más fuerte: “...por cuanto el que no es guerreado, no guerrea ni resiste, el que no hace guerra no vence, mas el que padece, guerra hace, guerra vence.” Así, las situaciones de lucha generan al tipo de personalidad (PtR+) que posee Pedro Martínez de Luna un estado constante de sobreexcitación cerebral, donde intervienen innumerables sustancias químicas que liberadas por el propio cerebro influyen positivamente en la actividad general del organismo, ritmo cardiaco, ventilación pulmonar, activación hormonal, presión sanguínea... Otro factor que unido a esta Personalidad Resistente Positiva (PtR+) produce un efecto estimulante de la psique, aumentando la fortaleza física, es la convicción del Papa Luna de poseer la única verdad o de estar elegido para una misión divina: 125


“He aquí en éste, mi último testamento os dejo un legado precioso, que es la afirmación de que yo: he poseído legítimamente el patrimonio de Cristo y la heredad de la Iglesia, lo cual, aunque se ataque tiránicamente por intrusos y cismáticos, siempre yo conservaré con verdadero dominio.” (Testamento de Benedicto XIII, 1418-1420) Esta característica de tipo mesiánico consigue que Pedro Martínez de Luna se enfrente “a pecho descubierto” a emperadores y reyes: “Los reyes son llamados por bien regir, y, bien rigiendo tienen nombre de rey, pero, cuando mal reinan, merecen perder el nombre de rey.” “Mayores son los pecados de los reyes que el de sus pueblos, por ello serán más duramente juzgados.” Pero será también esta postura de “mosca cojonera” la que conseguirá que los reyes de la Casa de los Trastámara que reinan en la Corona de Aragón desde el Compromiso de Caspe (1412-1414) terminen por odiarle, pues en una época donde el poder real es una gracia divina, Benedicto XIII no hace más que recordarles que es únicamente a él a quien le deben la corona. Y esto, qué duda cabe, les humilla. Y por otra parte, esta visión mesiánica de Benedicto XIII hará que se mantenga firme, más allá de la lógica humana, sin dar un paso atrás en sus creencias: “Dios que es regidor de todos, espera la batalla definitiva con la caballería de los ángeles para llevarnos a la victoria” Esta convicción le hace desestimar una propuesta que le ofrece personalmente Segismundo “la cabeza del Dragón” (1415) de mantener el prestigio y el poder dentro de la Iglesia para él y todos sus seguidores, así como la de recibir un importante sueldo anual en oro, a cambio de abdicar. Esta decisión de “mirar fijamente a los ojos del Dragón” y de rechazar esta tentadora propuesta, abrirá la primera brecha importante en los seguidores de Benedicto XIII, sobre todo la del dominico Vicente Ferrer. Otro factor que influye en la formidable salud de Benedicto XIII es el de la alimentación, éste sigue una dieta mediterránea compuesta principalmente por frutas, verduras, pescado... acompañada de buenos vinos de la tierra y agua con importantes propiedades beneficiosas, pues ésta mana como un milagro del corazón de la roca, paradójicamente rodeada por agua salada. Aunque hay que añadir que esta dieta será combinada por el Señor de Luna con una perfecta filosofía de ayunos: “La abstinencia es medicina muy sana. ¿Cuántas fiebres son apagadas por los ayunos? ¿Cuántas veces ante la debilidad corporal hubiéramos caído en otras enfermedades, sino nos hubiéramos ayudado por sangrías y por dietas de abstinencia? Por tanto el ayuno muchas veces cura al enfermo y guarda al sabio de la enfermedad”. 126


Además del tipo de personalidad, de la actividad intelectual constante, de la alimentación, de los ayunos..., también influyen en la salud de Pedro Martínez de Luna las estrategias médicas, promulgadas por Moshed Ben Maimon (1135 Córdoba-1204 Egipto) médico, rabino y teólogo judío, conocido por los cristianos como Maimónides. Sus tratados principales: Sobre los venenos y sus antídotos (1199); Guía de la buena salud (1198) y la Explicación de las alteraciones (1200), son puestos en práctica por el médico personal del Papa Luna, el judío converso Iéhoshua ha Lurqui, y se basan en lo que hoy podríamos clasificar como medicina preventiva, donde la visión del paciente se convierte en un todo, pues en el tratamiento médico se incluye la mente y el cuerpo. Cuando el Concilio de Pisa (1409) acusa al Señor de Luna de poseer “dos libros de hechizos de un judío” y a la vez denuncia que éste ordena que busquen un “tercero en oriente”, muy bien esta acusación puede referirse a los tratados de Maimónides, pues los últimos estudios de este médico son escritos en Fustat, hoy El Cairo, Egipto. Y probablemente, el libro buscado y deseado por el Papa Luna sea el tratado Sobre los venenos y sus antídotos dedicado por Moshé ben Maimón al sultán Saladino (1199) Este tratado, en esta época de los siglos XIV y XV, se convierte en un manual imprescindible para la seguridad personal, pues es un tiempo donde reyes y papas mueren súbitamente, emponzoñados por venenos cada vez más sofisticados.

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El Grial del Papa Luna La sorprendente longevidad del Papa Benedicto XIII fue asociada tanto a fuerzas demoníacas como a intenciones divinas, pero también a la posesión de libros de hechizos y al poder que le otorgaban ciertas reliquias. Y una de las reliquias relacionada con el Papa Luna es el Cáliz de la Última Cena, el grial que actualmente es custodiado y venerado en la Catedral de Valencia. Este antiguo Cáliz de la Corona de Aragón puede considerarse, de todos los vasos que optan a ser candidatos a verdadero Grial, el que más probabilidad tiene de ser realmente el auténtico, puesto que es el único que posee una larga tradición, una historia documentada y una carga simbólica, y esto en parte es debido a la acción directa del Papa Luna. En la tradición se cuenta que en el año 254 el Papa Sixto II entregó el Santo Grial a su diácono y tesorero Lorenzo para que lo protegiera de las persecuciones que sufrían los cristianos, y éste lo trasladó hasta Huesca su tierra natal. Sobre el año 713 frente al imparable avance musulmán sobre la Península Ibérica fue ocultado en una cueva, cerca de Jaca, lugar donde siglos más tarde se construiría el monasterio de San Juan de la Peña, y sería en la iglesia de este recinto sagrado del siglo XI donde reposaría el Vaso hasta el 26 de septiembre de 1399. Es esta fecha del año de 1399, la que marca el inicio de la historia de esta reliquia, aunque la crónica podría remontarse tres años antes, cuando el 13 de julio de 1396, el Papa Luna, nombra a Pedro, abad de San Juan de la Peña, como nuncio en el condado de Foix (bulas: 667-670 y 797-800) siendo la fecha probable de entrega del Grial al rey de Aragón, el 25 de abril de 1397, fecha en la que Benedicto XIII dona una Veracruz a Martín I, junto con la concesión de otros privilegios donde podría estar la entrega del Grial de Aragón, en bulas: 723, 718720 y 725-728. Existen documentos escritos, tanto de solicitud, como de entrega a Martín I el Humano. En uno de ellos se describe la gratificación que hizo el Rey al abad 129


mayor y al prior de San Juan de La Peña, donándoles en depósito para el monasterio un cáliz de oro con estas señales: “En el pie, tres esmaltes, dos timbres y un Cristo crucificado. En el pomo que está en medio, seis esmaltes; dos con las armas de Aragón, dos con las insignias de los reyes y dos imágenes de San Jorge con una cruz, y en la patena, una imagen del Padre Eterno.” La entrega de este cáliz de oro a cambio de la cesión del vaso de piedra demuestra el alto interés que poseía este recipiente sagrado para el Rey de Aragón, pero sin duda esta cesión de la reliquia nunca hubiera sido posible sin la intervención directa de uno de los actores principales de ese tiempo, Benedicto XIII. También el Papa Luna gratificará posteriormente al monasterio y a sus responsables (bulas 309-311) de 16 de noviembre de 1405: Concesión de privilegios al cubiculario papal Jerónimo, abad de San Juan de la Peña y (bula 332) del 20 febrero de 1406: Confirmación de derechos, privilegios y posesiones al monasterio de San Juan de la Peña. Pero ¿cuál fue el motivo por el que el Papa Luna entregó el Grial al Rey de Aragón? Según el análisis de varios documentos y por coincidencia de fechas, parece ser que el Grial es entregado a Martín I en señal de gratitud por el auxilio que éste presta a Benedicto XIII durante el duro asedio al que es sometido en su Palacio de Aviñón. Esta ayuda para socorrer al Papa Luna, en la que se implica personalmente el Humano, demuestra la estrecha relación de amistad existente entre el Rey y el Papa. El día 28 de septiembre de 1398 el rey Martín I solicita a los jurados de Valencia y a los diputados que ordenen que la flota de galeras que componen la “Santa Armada” acuda en auxilio del Papa Luna: “Axí com creem sapiats lo Sant Pare es constituit en gran necessitat e presura dins la ciutat de Avinyó, en tant que si per nos no li es socorregut prestanem, ell e tots aquells qui ab ell són, de nostra nació podrien encorrer en lurs persones e béns irreparable perill, de ques seguira a nos e a tota nostra nació vituperi e escarn.” Y fue la presencia de la “Santa Armada” de Valencia en el puerto d’Arlé hasta febrero de 1399, compuesta por 18 galeras de combate, 8 galeotas y casi 3.000 brazos armados, quien determinará una tregua en el asedio al pontífice. Podemos comprobar, analizando las fechas de los hechos, que el Grial de San Juan de la Peña le es entregado al Rey de Aragón el mismo día en que se cumple el primer aniversario de la ayuda prestada por Martín I el Humano al Papa Luna (28 de septiembre de 1398 – 26 de septiembre de 1399)

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¿Cómo era el Grial primitivo de San Juan de la Peña? La decisión de Pedro de Luna de ceder el Grial al Rey, no sólo será el inicio documentado de la reliquia, sino que también la transformará radicalmente en aspecto y forma, pues como se describe en varios documentos el grial primitivo es un vaso de piedra: “En el nombre de Dios. Sea a todos manifiesto que, como el excelentísimo Príncipe y señor D. Martín, por la gracia de Dios, Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega y Conde de Barcelona, del Rosellón y de la Ciretánea, haya deseado y procurado, con anhelo, tener en su Capilla Real, aquel Cáliz de piedra en el cual Nuestro Señor Jesucristo, en su Santa Cena consagró su Preciosa Sangre...” (26 de septiembre de 1399 por Berenguer Sarta. Secretario del Rey.) Así llegamos a la deducción que será el Papa Luna quien ordene que este “vaso de piedra” ágata cornalina oriental y de forma semiesférica, tome la apariencia “digna de un rey” para ser entregado al Humano, transformándolo en el Cáliz de la Última Cena tal como lo conocemos actualmente. Y esta metamorfosis que sufrirá la apariencia del vaso de piedra para convertirse en el Santo Grial no será un suceso regido por la improvisación o el simple gusto estético del artesano, sino todo lo contrario, será un proceso creativo que seguirá fielmente criterios documentados y simbólicos. ¿Es debido al azar el diseño del Cáliz de la Última Cena? El diseño del Cáliz de Valencia demuestra que Benedicto XIII y el rey Martín I el Humano conocen el poema de Chrétien de Troyes (1188), pues si analizamos detenidamente la apariencia de la reliquia podemos comprobar que ésta sigue fielmente la descripción que realiza Le roman de Perceval o le conte del Graal (1188) cuando el Sagrado Recipiente pasa en procesión ante el asombrado Perceval en el Castillo del Rey Pescador: “El Grial... ha sido labrado con el oro más puro y lleva unas piedras preciosas engastadas, que han debido ser seleccionadas entre las más valiosas y diferentes que pueden extraerse de las tierras y de los mares; pero ninguna de ellas se puede comparar a las engarzadas en el resplandeciente Grial.” Y si atendemos al documento notarial que realiza el secretario real sobre el Cáliz de la Última Cena el año 1410, tras la muerte del rey Martín I en Barcelona, vemos que al entretejerlo con la descripción que realiza Chrétrien de Troyes (S. XII) ambos coinciden en estructura y contenido: “Item I. Calce de vincle e calcedonia…, encastat en aur ab dites nences e canó d’aur (ha sido labrado con el oro más puro) e lo peu del qual ha dos granats a dos me131


racdes (y lleva unas piedras preciosas engastadas… seleccionadas entre las más valiosas… de las tierras) e XXVIII perles (y de los mares) conservat en I stoix de cuyr quasi blanch empremtat e laborat de si mateix”. Así como también coincide bastante con el acta de entrega del Santo Cáliz a la Catedral de Valencia, el 18 de marzo de 1437: “El Cáliz en que Jesucristo consagró la Sangre el Jueves de la Cena, hecho con dos asas de oro, cuyo pie, del mismo color que el Cáliz, está guarnecido alrededor de oro con dos rubíes y dos esmeraldas en el pie, y con veintiocho perlas comparadas al grueso de un guisante, alrededor del pie de dicho Cáliz... dichos rubíes son granates...” ¿Por qué el rey Martín I cree que el vaso de piedra de San Juan de la Peña es el auténtico Grial? La elección de este “vaso de piedra” viene determinada porque tanto el Papa Luna como el rey Martín I el Humano, aparte de conocer la leyenda de la Reliquia, han leído la obra de Wolfram Von Eschenbach (1217) donde se describe al Grial como: “Una piedra preciosa que los rayos del sol atraviesan, y que recibe el nombre de resplandor... Los alimentos que consumen los Templarios proceden de una piedra preciosa que, en esencia, es toda pureza. Si no la conocéis os daré el nombre: Se llama Lapsit exilis.” El Cáliz de Valencia sigue un diseño tan parecido al recipiente sagrado descrito en el texto de “Parzival” que incluso en su base, igual que en el Grial descrito por Von Eschenbach, existe una inscripción: “en una de las vertientes mayores del pie, y en su lado izquierdo, aparece esgrafiada una inscripción árabe en caracteres cúbicos” (Antonio Beltrán 1960). La prueba de que no hay azar en esta marca, la encontramos en que en el texto de Wolfram Von Eschenbach (S.XIII), podemos leer: “Os diré que en el borde de la piedra se lee una misteriosa inscripción, en la que se han escrito los nombres y el linaje de los que están destinados a cumplir ese bienaventurado viaje para conseguirla. Para eliminar la inscripción no es preciso rasparla, puesto que se desvanece ante los ojos de quienes la miran, nada más leen su nombre”

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Simbología de las partes del Santo Cáliz Para comprender e interpretar con el máximo rigor posible acontecimientos pasados, hay que intentar sumergirse en la mente colectiva de la época. A principios del siglo XV la diferencia entre magia y ciencia como nosotros la entendemos, no existía, ambas eran lo mismo. Lo mágico y lo simbólico impregnaban y regían todas las decisiones. Y lo que hoy calificamos como superstición, en aquel momento histórico constituía los pilares sobre los que se cimentaba el pensamiento científico, alquimia, astrología, medicina, cirugía… Por esta visión mágica y simbólica de las acciones de esa época, no es absurdo pensar que en el Grial de Valencia, en su composición, existe un rompecabezas simbólico, pues éste es fruto de un tiempo donde los símbolos y los significados modelaban la mente humana. Aunque no debemos cometer el error de pensar que hoy en día estamos por encima de ese tiempo, puesto que la superstición de entonces tiene el mismo valor científico que para nosotros puede tener “la existencia de las agencias de calificación y sus opiniones”, entes a los que le otorgamos la misma capacidad de decisión sobre nuestras vidas que el poder que se cedió al pensamiento mágico en los siglos XIV y XV, pues estos fenómenos actuales que golpean la economía, queramos o no, son tan maléficos y abstractos como lo fueron los innumerables diablos del siglo XV. Si aceptamos la premisa de que el Cáliz de la Última Cena no es una composición regida por el capricho del orfebre, entonces cabe preguntarse ¿qué estrategia habrá que seguir para decodificar el mensaje simbólico de la reliquia? Esta estrategia es sencilla e intuitiva, y se basa en dividir el Vaso Sagrado en varias partes, para analizar e interpretar por separado los significados, seguidamente se vuelven a interrelacionar como un todo, con el objetivo de descifrar el mensaje global. Esto sería similar a la estrategia que llevaría un antiguo relojero que intenta reparar un mecanismo, primero desmontaría una a una las piezas de la 133


maquinaria y tras limpiarlas, las volvería a armar para observar la precisión de los engranajes en su conjunto. Así, dentro de este proceso las fases de estudio con las que se divide el Cáliz de la Última Cena, son: Fase 1 -Simbología de la estructura Fase 2 -Significado del material Fase 3 -Búsqueda de “Lilzáhira” En un exhaustivo estudio realizado por el arqueólogo Antonio Beltrán (1960) en el que por primera vez se analizó el Cáliz de la Última Cena, desde una perspectiva científica e histórica, éste se dividió en la observación de: la copa, el nudo y la base. Al leer las conclusiones de este interesante estudio, observé que un pequeño detalle en apariencia insignificante quedaba sin valorarse, y éste era que en la composición artística del cáliz, en su estructura, se encuentran reflejadas las tres religiones monoteístas besadas por el Mediterráneo: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Por lo que de repente surgió una nueva pregunta ¿accidente o intención? Si seguimos el análisis de las partes de la reliquia, según el estudio del profesor Antonio Beltrán observamos que: La copa principal procede de un taller de Palestina, tallada entre los siglos II y I a. C. por lo que su origen pertenece al pueblo judío. La base es una pieza de factura árabe, quizá de un taller cordobés de los siglos X y XII. Es de manufactura islámica. Y el nudo de oro que une las partes en un sólo cuerpo, pertenece a orfebres dirigidos por intereses cristianos, que intencionadamente unen los objetos anteriores copa y base, pertenecientes al judaísmo y al islam, en una única reliquia que simboliza el cenit del cristianismo, la pasión y la resurrección de Cristo. De este análisis de la estructura podemos afirmar que el Cáliz de la Última Cena es la única reliquia existente con la característica de que cada parte de su estructura procede de una de las religiones monoteístas del Mediterráneo, y que en su interacción constituyen un “todo simbólico que va mas allá de las partes”. Así, de estos datos se deriva el mensaje más interesante para este convulso siglo XXI, en el que los fantasmas del miedo surgen de las fosas más profundas del tiempo, para resucitar el enfrentamiento entre culturas y religiones. El Grial de Valencia nos grita desde su estructura que: No es un montaje azaroso de distintas piezas, sino que es la prueba histórica de que la convivencia de las tres religiones fue cierta, y que además, esto es lo más importante, es el símbolo de que este entendimiento entre culturas sigue siendo posible. Sin duda el Santo Cáliz de Valencia es la representación artística de la filosofía que propició Benedicto XIII en las denominadas Disputas de Tortosa y de San Mateo (14131414) es la simbiosis perfecta de las tres culturas. Es por ello que en esta reflexión he clasificado al Grial de Valencia con la definición de “Símbolo Olivo”, puesto que el olivo 134


es el único árbol que posee un significado místico y espiritual por igual y con el mismo valor para las tres religiones monoteístas. Fue precisamente el ser un Símbolo Olivo mezcla de las tres culturas, lo que hizo que el nazismo tras estudiarlo “tuviera pánico intelectual” del Cáliz de Valencia, ya que éste, como hemos visto, representa en su estructura “la convivencia en armonía de culturas y de religiones”. Y es también ésta característica de Símbolo Olivo quien le otorga un contenido místico que le valida como “auténtico Grial” y le convierte, desde el análisis de la psicología simbólica en una reliquia profética que señala un camino futuro para la Iglesia: “La búsqueda de comunión y entendimiento entre religiones hermanas”.

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En la imágen de la derecha: Vistas hacia el Oeste desde el estudio del Papa Luna. Castillo Templario Pontificio de Peñíscola.


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Amanecer en Peñíscola (Castellón) 138


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Detalle del Bufador de Peñíscola.

Manantial de “la font de dins”. Peñíscola. 140


El Santo CĂĄliz de la Ăšltima Cena. Capilla del Santo Grial. Catedral de Valencia. 141


Detalle de la Capilla del Cáliz de la Última Cena (Catedral de Valencia)

Inscripción de la base del Grial de Valencia: “Lilzáhira”.

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En la imágen de la derecha: Detalle de la Catedral de Valencia.


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Convoy durante la Guerra Civil Española (1936-1939)

Heinrich Himmler visita la España del General Franco (1940). Se interesa por el Monasterio de Montserrat y el Santo Cáliz de Valencia 144


Significado del material que compone el Santo Grial También la composición material del Santo Cáliz oculta un mensaje. Si nos centramos en la descripción objetiva de la reliquia encontramos que: La copa es un vaso tallado en cornalina (ágata), con una coloración que tiende a la gama de los granates. La base es otra copa puesta boca abajo, tallada en calcedonia y que posee una inscripción árabe en caracteres cúficos, que se transcribe fonéticamente como “Lilzáhira”, además está enriquecida con 28 perlas engastadas, dos berilos (balaxes) semejantes al rubí y dos esmeraldas. El nudo que ensambla ambas piezas es de oro puro. Para descifrar el significado de los materiales que componen el Santo Cáliz recurriré a un discurso eclesiástico del propio Pedro de Luna. ¿Y a quién mejor citar, puesto que fue el propio Benedicto XIII quien cedió el Grial a Martín I, el Humano? Este sermón corresponde a su época de cardenal legado por la causa de Clemente VII, éste fue expuesto por Pedro Martínez de Luna en la Catedral de Pamplona el 6 de febrero de 1390 con motivo de la declaración del monarca Carlos III de Navarra a favor del pontífice aviñonés: “… la forma de la corona es redonda o çircular, por lo cual dizen los doctores que es significada perpetuación del regno, mas aun propiament esta figura es apropiada a Dios, a la perfeçion del qual el rey se debe conformar… Dios es una spera intelligible, de la cual el punto de medio es en toda part, et la fin suya no es en ningun lugar. … considerar quel ornament de la corona es de piedras preciosas, por las cuales son de quatro naturas, es a saber, balaxes o robies, por los quales es significad savieza o prudencia, item safires por los quales es significada justicia, item esmeraldas, por los quales es significada temperançia, item diamantes, por los quales es significada fortaleza et contançia. 145


… en la corona del rey la materia que es de oro, por el qual es significado el poder real, segunt se lee en la iglesia, “in auro hostenditur regis potençia”, por cuanto segunt dizen los doctores es metal muy preçioso, mas aun propiament, por cuanto no reçibe en si corrupçion, et por esto significa fialdat, en la cual es fundado el poder real en tres respectos, es a saber, el la fialdat que el rey es tenido a Dios, en la fialdat que los subditos son tenidos al rey, et en la fialdat que el rey es tenido a los subditos…” Si seguimos la interpretación del significado que el propio Pedro de Luna describe de formas y materiales nos encontramos que: La forma circular, semiesférica, de la copa principal del Cáliz, describe la imagen de Dios. El oro del nudo significa el poder real, además de la fidelidad del rey a Dios, de la fidelidad de los súbditos al rey, y, del rey a los súbditos. En ese momento los súbditos de la corona son cristianos, judíos y musulmanes. Los berilos semejantes al rubí representan la sabiduría, las esmeraldas describen la templanza y las perlas significan la constancia, puesto que es el tiempo y la paciencia quien transforma un simple grano de arena en una joya. Y curiosamente el número de perlas de 28 del Cáliz, es la representación triangular de 7 (0+1+2+3+4+5+6+7 = 28) un ideal matemático y arquitectónico del arte gótico. Por todo ello no resulta absurdo pensar que es el propio Benedicto XIII quien orienta a los orfebres, quizá punzón de San Mateo, para que le den a la reliquia la forma que muestra en la actualidad, con el único objetivo de poder ser cedida “con apariencia digna de un rey” a Martin I, el Humano. No debe parecernos extraño que fuera el propio Papa quien dirigiera el diseño de esta obra de arte, puesto que don Pedro Martínez de Luna era gran aficionado a la arquitectura y a las artes, como lo demuestra la existencia de libros de arquitectura de Vitruvio en su Biblioteca. Además, existe otro hecho parecido en el que Benedicto XIII dirige personalmente el diseño artístico y simbólico de otra pieza, el de la “fuente del jardín” de su palacio pontificio en Peñíscola. ¿Y la inscripción árabe Lilzáhira? Durante miles de años, la posición de las estrellas ha marcado el paso del tiempo, la dirección a seguir, un punto de referencia en la tierra o un indicio de acontecimientos futuros. Por ello no es absurdo pensar que el Grial, símbolo de una época en la que todo estaba marcado por las estrellas, esté estrechamente relacionado con un signo estelar. En el Parzival de Wolfram Von Eschenbach (1217), el personaje de “Kundry la bruja” realiza la siguiente profecía: “En la piedra divina ha aparecido una inscripción (Lilzáhira) la cual ordena que tú te conviertas en el rey del Grial. Condwiramur, tu esposa y tu hijo, Lohengrin, serán llamados 146


al castillo del Grial contigo… También lo que te he anunciado está escrito en las estrellas, como bien conoce el noble y rico Vairefils, tu hermano negro, que ahora se encuentra a tu derecha”. Si analizamos la procesión que transcurre ante Perceval en el Castillo del Rey Pescador, en el romance del Grial de Chétrien de Troyes (1188), podemos sospechar que ésta se trata de una descripción metafórica de la observación de las estrellas, pues: - Un joven empuña por la mitad el asta de una lanza deslumbrante de blancura, mientras una gota de sangre se desliza hasta llegar a su mano. Esta alegoría parece que se refiere a la Constelación de Hércules, el gran héroe clásico que tuvo que realizar doce grandes trabajos para conseguir la inmortalidad. - Otro par de servidores llevan un par de lámparas de oro con incrustaciones. En cada una de las lámparas arden unos diez cirios. Podría ser la Constelación de Géminis. La representación de las estrellas Cástor y Pólux, estrellas que en el pasado orientaban a las audaces embarcaciones. - Una bella y gentil damisela lujosamente ataviada, entre sus manos sujeta el Grial, éste está labrado con el oro más puro y lleva engastadas piedras preciosas que han sido seleccionadas entre las más valiosas que pueden extraerse de las tierras y de los mares (observe el lector la similitud de esta descripción con el diseño del Grial de Valencia). En ese momento adquiere tanta intensidad la luz que palidecen los cirios. Esta escena puede ser una representación del planeta Venus, aunque pienso que describe a la Constelación del Cisne, también conocida como Cruz del Norte. - Otra joven porta un tajador de plata, éste es un símbolo de la Luna, la plata en la alquimia es un metal asociado a la esfera lunar. Entonces parece acertado seguir la lógica de la simbología de las estrellas para encontrar el significado de “Lilzáhira” y para poder decodificar los códigos de las principales claves que envuelven la búsqueda del Grial. Varios estudios de Beltrán y Oñate, citados por Sánchez Navarrete (1994), interpretan de dos formas el significado de “Lilzáhira”, una: “para la más floreciente” y dos: “para la que más brilla”. Si tenemos en cuenta que aunque “záhira” es la fonética de “flor”, ésta también es utilizada para señalar un adjetivo superlativo relacionado con “estallido” ó “impacto” visual positivo. Con esta interpretación nos encontraríamos ante una variación mezcla de las dos interpretaciones anteriores, y ésta sería: “impacto de luz” ó “luz que rompe la oscuridad”. Por lo que después de varias consultas a personas del mundo árabe y de una larga reflexión he llegado a la conclusión que la interpretación más exacta de “Lilzáhira” podría ser “el impacto de luz que rasga la oscuridad” y ésta podría referirse a la denominación en árabe de una estrella o de una constelación. Esto parece lógico, pues la cultura árabe nos ha legado la denominación de decenas de estrellas a las que nombraron siguiendo directrices coránicas para evitar la personificación. Entre ellas, como ejemplo, podemos destacar: Aldebarán (el seguidor), 147


Alcor (la débil), Algol (estrella demonio), Betelgeuse (hombro del gigante), Deneb (la cola), Mizar (el velo), Vega (caída), Rigel (la pierna) etc… y por tanto no parece descabellado que dentro de este esquema pueda entrar Lilzáhira: “Impacto de luz que viene tras la oscuridad”. ¿A qué estrella o constelación podría referirse Lilzáhira? Siguiendo la hipótesis nuclear de este artículo que sostiene que la forma que tiene el Grial de Valencia es una decisión de Pedro Martínez de Luna, recurriré a otra obra de arte también fruto de su creatividad “La Fuente del Jardín”, puesto que desde esta reflexión ambas piezas mantienen una estrecha relación. La “Fuente del Papa Luna” puede ser utilizada como manual de interpretación de simbología comparada con el Cáliz de la Última Cena. Como hemos visto en un capítulo anterior, en la “Fuente del Jardín de Benedicto XIII” están reflejadas las siguientes Constelaciones: 1) - La Constelación del Águila y por tanto una referencia a su estrella Altair (estrella con nombre de origen árabe, con el significado de “el águila volando”) 2) - La Constelación del Dragón y su estrella Thuban (hacia esta luminaria se orientaban antiguamente los templos y las grandes construcciones) 3) – La Constelación de Géminis, con sus estrellas Cástor y Pólux, importantes luminarias relacionadas con el arte de la navegación, pues eran puntos de referencia para las embarcaciones. 4) – La Constelación de Hércules, el símbolo del esfuerzo por buscar la inmortalidad. 5) – La Constelación de Leo con su principal estrella Régulo, signo de uno de los cuatro elementos, el fuego. La fuente del Jardín de Benedicto XIII representa a las constelaciones del Águila, del Dragón, de Hércules, de Leo y de Géminis en un periodo temporal muy concreto, es el reflejo del cielo de las noches del mes de mayo. Puesto que es durante el mes de mayo cuando por última vez es visible la Constelación invernal de Géminis en interacción con la constelación del Águila, del Dragón, de Hércules y de Leo. Un dato para la reflexión es que dos de los principales actores sobre los que trata este estudio mueren ambos en un mes de mayo, el Rey Martín I, fallece el 31 de mayo de 1410 y Benedicto XIII el 23 de mayo de 1423. También es durante este mes cuando se celebra la “Ascensión del Señor”, acontecimiento relacionado con la simbología de la Constelación del Águila, ya que ésta representa la forma que adoptó Júpiter (Dios Padre) para raptar a Ganímedes “el más hermoso de los mortales” (Jesucristo) y convertirlo en “el copero de los Dioses” (quien llena el cáliz) Ganímedes es un símbolo con connotaciones simbólicas cristianas, éste también está representado en la Constelación de Acuario, es el hombre del cántaro. En el Nuevo Testamento, en los evangelios de Marcos y de Lucas, se describe las 148


instrucciones que da Jesús a sus discípulos para que encuentren el lugar en donde desea celebrar la Última Cena: “Id a la ciudad y os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua, seguidlo y donde entrare, decid al dueño: El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, en la que coma yo la pascua con mis discípulos?” ¿Acaso con la instrucción “seguid al hombre que lleva un cántaro” les está diciendo “seguid a la luminaria de Acuario”? Aunque esta pregunta en principio parezca extraña, no olvide el lector que la señal del nacimiento de Jesús está marcada por un signo en el cielo que siguen los Magos, por ello probablemente, la pasión y muerte de Cristo también esté regida por un acontecimiento estelar y éste puede estar relacionado con el “hombre que lleva un cántaro”, es decir con la Constelación de Acuario que representa a Ganímedes, “el más hermoso de los mortales”. Por todo ello se puede formular una primera hipótesis: “Lilzáhira” podría representar a la Constelación del Águila y a su principal luminaria Altair en el periodo temporal del mes de mayo. Aunque debo señalar que esta hipótesis es difícil de sostener como definitiva, puesto que Altair no es la estrella más brillante de las noches de mayo, la más brillante es Vega (en árabe la Caída) de la Constelación de la Lira. Entonces surge una segunda posibilidad, “Lilzáhira” sería la luminaria de Vega, que es la quinta estrella más brillante del cielo, perteneciente a la Constelación de la Lira. La Constelación de la Lira representa al instrumento que Orfeo recibió del Dios Apolo. Los escritos clásicos cuentan que cuando se le escuchaba cantar acompañándose por esta Lira la naturaleza al completo, y por supuesto todos los hombres y dioses, quedaban embelesados. Incluso las rocas se le acercaban y los ríos retrocedían para oírle. Cuentan también que la música que brotaba de este instrumento amansaba a las terribles fieras que se reunían a su alrededor. Esta Constelación de la Lira simboliza la música de la Creación, la voz del Verbo (“Al principio era el Verbo, el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios”) Una tercera posibilidad es que “Lilzáhira” se refiera a una representación por parte de los astrólogos árabes de un conjunto de estrellas distinta a la que definió la mitología griega, es decir, es posible que los árabes interpretaran a la Constelación del Águila, a la Constelación de la Lira y a la Constelación del Cisne (Cruz del Norte) como una misma Constelación. Si esto fuera así, nos encontraríamos que “Lilzáhira” sería el denominado Triángulo Estival, formado por las estrellas Deneb, de la Constelación del Cisne, Altair, de la Constelación del Águila y Vega de la Constelación de la Lira. Esta hipótesis es la más probable puesto que el triángulo, tanto para árabes como para cristianos, tenía valor de perfección matemática y divina. Además, en la grafía de Lilzáhira podemos comprobar que se utilizan dos triángulos, uno rectángulo y otro equilátero. En la composición de estrellas de “Lilzáhira” entraría la Constelación del Cisne. Esta 149


Constelación representa la forma de cisne que adoptó Zeus para seducir a Leda. De esta relación, Leda puso dos huevos, de uno nació Elena de Troya y del otro los gemelos Cástor y Pólux, uno mortal otro inmortal. Si analizamos metafóricamente esta Constelación, salvando las diferencias, podemos encontrar cierta similitud entre la historia de Leda y los hechos que le acontecieron a María, la madre de Jesús. Según la tradición cristiana María concibe a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo, que es representado simbólicamente por una Paloma. En el mito de Leda, Dios Padre (Zeus) se transforma en un cisne para poseerla. María tuvo un hijo, un dios hecho hombre, un ser inmortal que se hizo mortal. Leda dos gemelos, uno mortal y otro inmortal. Por todo ello, el Triángulo Estival tendría en sí un gran valor metafórico para el cristianismo primitivo, porque aparte de reflejarse en él la denominada Cruz del Norte, en cada uno de los vértices de éste se representaría: - En el de la estrella Altair, la ascensión de Jesucristo. - En el vértice de Vega, la música de la creación, la fuerza primera del Génesis, el sonido del Verbo, es decir, al poder de Dios Padre. - Y en el de Deneb, al Espíritu Santo, a la capacidad de Dios para impregnar con su poder a todas las cosas y a todos los seres. Con lo que “Lilzáhira” sería la forma geométrica triangular, elaborada con estrellas, que representaría simbólicamente a la Trinidad. Sin olvidar que el triángulo era una de las representaciones geométricas de las matemáticas pitagóricas e ideal del arte gótico, así como símbolo de muchas logias de artesanos y más tarde de masones, representado por la escuadra. Éste análisis nos lleva a una representación simplificada de las noches estrelladas del mes de mayo, donde Hércules (el esfuerzo por encontrar la inmortalidad) se enfrenta al “enigma del triángulo” (símbolo de la Trinidad y del Grial) vigilado por el Dragón (constructores de templos o quizá Templarios), mientras los Gemelos (las estrellas guía) desaparecen por el Oeste. ¿Hacia dónde nos puede llevar este enigma? ¿Están marcando estas constelaciones y estrellas una ruta a seguir? ¿Es acaso la ruta que tomó el cardenal rebelde Juan Carrier con parte del tesoro del Cisma? ¿Es acaso también la ruta que siguieron los nazis en España para la búsqueda del Grial? ¿Qué templos, castillos, monasterios..., se encuentran dentro de éste recorrido marcado por las estrellas?

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La Ruta Lilzáhira Las leyendas del Grial, según los principales estudiosos de este tema, nacen en los Pirineos. En ellos parece existir una “ruta de iniciación” que muchos personajes enigmáticos han recorrido. Esta probable ruta, de forma triangular, es la que en este estudio se denomina “Lilzáhira”, y ésta es un sendero marcado por diversas constelaciones e iluminado por las estrellas que las componen. Según hemos visto, el cardenal rebelde Juan Carrier (1423) cruza los Pirineos con parte del tesoro del Cisma en busca de un lugar seguro donde fundar su “Iglesia en la Sombra”; pero también recorren parte de esta ruta dos santos reconocidos por Roma. Pasado un siglo, sobre el año 1528, recorre un trayecto de este triángulo, el fundador, “el General” de la Compañía de Jesús (Jesuitas) San Ignacio de Loyola. Y aproximadamente 410 años después, en el año 1938, hará parte de este camino “el Padre” del Opus Dei, Montseñor Josemaría Escrivá de Balaguer. Es interesante destacar que muchos símbolos del “Opus Dei” tienen su origen en los Pirineos, entre ellos, la patena y un vaso pequeño de cristal que fue utilizado como Santo Grial por Montseñor Josemaría Escrivá, así como la “rosa de madera” conocida como “Rosa de Rialp” o “Rosa de Pallerols”, y, por supuesto, también fue viajero de esta ruta triangular el enigmático investigador Nazi, Otto Rhan. (1931-1937) Es muy probable que la ruta que siguió el cardenal Juan Carrier en 1429 desde Peñíscola hasta su refugio del sur de Francia esté directamente relacionada con “el tesoro” que las leyendas cuentan que encontró el párroco Francois Berenguer Sauniére (1885) de la localidad francesa de Rennes-le-Château, al restaurar su iglesia (El Enigma Sagrado. Baigent, Leigh, Lincoln.) La ruta de Carrier viene marcada por el siguiente recorrido: en España, parte desde Peñíscola y sigue la costa mediterránea pasando por Tarragona, Barcelona y Gerona, hasta llegar a Perpiñán. Ya en suelo francés, se traslada a Toulouse. Es durante este trayecto cuando pasa la población de Rennes le Chateâu, y es posible que aproveche 151


este tranquilo pueblo para ocultar parte de los documentos que transporta, puesto que sospecha que puede ser traicionado. Posteriormente tomará la decisión de seguir hacia las gargantas de Viaur, para refugiarse en el castillo de Turena; donde, en virtud del “poder que le otorgó Benedicto XIII”, procedió a proclamar un nuevo sucesor. Se cree que este primer Papa en la clandestinidad fue el clérigo de Guyena, Bernard Garnier, quien tomó el nombre de Benedicto XIV. Si esta hipótesis pudiera comprobarse, el tesoro de Sauniére podría constar entre otros documentos de: I)- Un ejemplar oficial, o copia, del Liber Censum, volumen que contenía los títulos de propiedad de la Iglesia, de evidente valor económico. II)- Documentación que certificaría la manipulación del Concilio de Constanza por la Orden del Dragón, y sobre la farsa del cónclave de Peñíscola que eligió a Clemente VIII. Esta afirmación no es descabellada dado que lo que encontró Sauniére tenía al parecer un valor económico mensurable, tanto para Roma como para la corriente en la sombra. Por lo que Berenguer de Saunière pudo haber practicado con ellos un doble juego de chantaje al mejor postor. ¿A quién adjudicó su hallazgo: a Roma, o a la corriente Papal en la sombra?

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Cronología 1375, el 20 de diciembre, el Papa Gregorio XI proclama cardenal a Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor. 1375, el 17 de enero, tras un periodo de casi 60 años de papado en Aviñón, quizá huyendo del yugo del rey francés, el Papa Gregorio XI vuelve a Roma, pero ante la inseguridad y los constantes problemas políticos que convulsionan a esta ciudad decide regresar a Francia. 1377, el 22 de mayo el Papa Gregorio XI publica una bula acusando a John Wicliffe de herejía, pues éste negaba el principio de autoridad jerárquica en la Iglesia y preconizaba la designación del Papa por sorteo. 1378, el 27 de marzo, a pesar de tener la edad de 47 años, muere súbitamente Gregorio XI poco antes de abandonar la Ciudad del Tíber. 1378, el 7 de abril se convoca un cónclave en Roma con 16 cardenales, de los cuales 10 son franceses. Y ante el temor de que el nuevo Papa traslade otra vez la corte a Aviñón se producen disturbios por la ciudad y por toda Italia, quizá auspiciados por intereses ocultos. Los sublevados, incluso utilizando la violencia, impiden a los cardenales salir de Roma, y les exigen que el nuevo Papa que van a elegir sea romano o al menos italiano. Ante esta situación el cardenal Orsini aconseja la elección de un Papa temporal de compromiso, hasta que pueda realizarse un nuevo cónclave en condiciones más seguras; esta propuesta es rechazada por unanimidad. Pero será el cardenal Pedro Martínez de Luna quien formulará la elección del arzobispo de Bari Bartolomeo de Prignano, pues: “como todos conocían, era un hombre de edad madura, santo y culto”. Esta alternativa de Luna sí que será aceptada. 1378, el 18 de abril será entronizado Bartolomé Prignano en la basílica San Juan de Letrán, tomando el nombre de Urbano VI. Pero de repente Urbano VI parece transformarse. Unos historiadores afirman que por la influencia del poder y otros porque realmente buscaba una reforma. Desde los primeros días de su papado critica duramente 153


el modo de vida pecaminoso de los cardenales y de los obispos, así como también se enfrenta a muchos nobles. A consecuencia de las duras críticas recibidas hacia su forma de vida y también a causa de la transformación del carácter de Urbano VI, que se torna más despótico tras salir de Roma, la mayoría de cardenales se enfrentan en una oposición abierta al Papa. 1378, el 18 de septiembre, Urbano VI no cede ni consiente la realización de un nuevo cónclave, y ante la pérdida de respaldo de casi la totalidad de cardenales, decide nombrar un nuevo colegio de 29 cardenales fieles, de los cuales 20 son italianos. 1378, el 20 de septiembre los cardenales opositores, reunidos en cónclave en Fondi, en el reino de Nápoles, declaran como respuesta que la elección de Urbano VI es inválida, argumentando que ésta fue resultado de la violencia y de la presión que sufrieron durante el cónclave. Es entonces cuando eligen a Roberto de Ginebra, pariente del rey francés, que toma el nombre de Clemente VII. Éste será el principio del Cisma, que tendrá una duración de más de cuarenta años, donde la cristiandad occidental se escinde en dos facciones, la de Aviñón y la de Roma: Francia, el Condado de Saboya, Escocia, Nápoles y Fondi, se alinean inmediatamente con Clemente VII. Castilla, Aragón y Navarra, por la influencia de Pedro Martínez de Luna en principio se mantienen neutrales, pues es él quien propone a Urbano VI, aunque más tarde, Pedro Martínez de Luna se inclinará por Clemente VII, con lo que con él también cambiará la posición de estos reinos hispanos. Inglaterra y el Sacro Imperio Germánico se alinean con Urbano VI. La desmembrada Italia se partirá entre ambos Papas, y Portugal efectuará un balanceo pendular entre un Papa y otro, dependiendo de sus intereses. 1379, el 20 de junio el nuevo Papa Clemente VII, tras el fracaso en el intento apoderarse de Roma por la fuerza con la ayuda del Conde de Anjou, la reina Juana de Nápoles y el rey de Francia, retorna a la sede de Aviñón. 1382, John Wickliffe realiza una traducción de la Biblia en latín directamente al inglés, conocida como la Vulgata. Afirmando que el verdadero poder está en las Sagradas escrituras y no en la Iglesia. Comparó el Cisma a dos perros que están peleando por el mismo hueso. 1384, el 31 de diciembre muere John Wickliffe y es enterrado en el patio de

la iglesia de Lutterworth.

1389, el 15 de octubre fallece Urbano VI, según algunas versiones envenenado. Los cardenales romanos escogen a Landolfo II Maramaldo, que toma el nombre de Bonifacio IX. 1394, el 16 de septiembre fallece el Papa de Aviñón Clemente VII. 1394, el 27 de septiembre los cardenales de Aviñón, incluido el aragonés Pedro Martínez de Luna, firman la llamada “cédula del cónclave” donde se comprometen a buscar por todos los medios la unidad de la Iglesia. 1394, el 28 de septiembre, reunidos en cónclave los cardenales de Aviñón, proclaman como Papa a Pedro Martínez de Luna con veinte sufragios a favor y uno en contra. Éste será coronado en la catedral de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII. 1396, Segismundo de Hungría es derrotado por los turcos en la batalla de Nicópolis, milagrosamente logró huir con un grupo de nobles, pero su prestigio quedó 154


seriamente dañado, situación que aprovecharon sus enemigos dentro del reino para sublevarse contra su poder. 1398, el 29 de julio Francia se sustrae a la obediencia de Benedicto XIII. Le siguen otros reinos y ciudades dentro de la órbita francesa, incluso los reinos hispánicos de Castilla y de Navarra; además, es abandonado por 18 cardenales. 1398, en septiembre el Papa Luna es sitiado en su palacio de Aviñón por tropas francesas capitaneadas por el cardenal Neuchâtel. El propio Benedicto XIII dirige la resistencia y defensa del palacio pontificio. 1398, el 23 de septiembre el rey Martín I el Humano solicita a los Jurados de Valencia y a los Diputados que ordenen a la flota de galeras que componen la “Santa Armada” acuda en auxilio del Papa Luna. La presencia de la armada aragonesa en el puerto d’Arlé, capitaneada por el sobrino del Papa Pedro de Luna, conseguirá que se suavice el duro cerco al palacio pontificio. 1399, el 26 de septiembre, por mediación del Papa Luna, le es entregado a Martín I el Humano el Santo Grial que hasta ese momento era custodiado en el Monasterio de San Juan de la Peña. 1400, en Praga Juan Huss es ordenado sacerdote. En sus sermones critica la corrupción moral de la Iglesia, los abusos que comete y la riqueza que acumula. Desde el púlpito predica el regreso de la Iglesia a la pureza de los primeros años del cristianismo. 1403, el 12 de marzo Benedicto XIII abandona el palacio de Aviñón disfrazado de cartujo. Éste queda defendido por su sobrino Rodrigo de Luna. 1404, el 1 de octubre muere el Papa romano Bonifacio IX, le sucede Cosimo de Migliorati, que toma el nombre de Inocencio VII. 1405, el 16 de mayo Benedicto XIII se plantea seriamente una expedición militar a Roma con la que acabar con Inocencio VII, pero una guerra entre Pisa y Florencia y un brote de disentería hacen retroceder a su armada desde Génova. 1406, el 6 de noviembre muere Inocencio VII a causa de una apoplejía, se cree que causada por envenenamiento, le sigue en el pontificado de Roma Ángel Corrario, con el nombre de Gregorio XII. 1407, el 24 de septiembre, fracasa en suelo italiano el intento de negociación entre Gregorio XII y Benedicto XIII. 1408, Juan Huss encabeza un movimiento basado en las ideas de John Wycliff denominado husismo, y sus seguidores fueron llamados husitas. 1408, el 12 de diciembre Segismundo de Hungría y su segunda esposa Bárbara de Celje, tras afianzar su poder, fundan la liga conocida como la Orden del Dragón. 1409, el 25 de marzo se convoca el concilio de Pisa patrocinado por Francia. En él son depuestos como cismáticos Gregorio XII y Benedicto XIII, y se elige por unanimidad al cardenal de Milán que toma el nombre de Alejandro V. Pero los papas anteriores no abdican y, de repente, la Iglesia de Occidente se hunde en la situación esquizofrénica de tener tres papas. 1409, Juan Huss es nombrado rector de la Universidad de Praga. 1409, el 26 de marzo Benedicto XIII, en respuesta al concilio de Pisa, convoca el concilio de Perpiñán donde, como era lógico de esperar, es respaldada su legitimidad. 155


1410, el 3 de mayo fallece el Papa de Pisa Alejandro V con apenas un año de pontificado. Le sucede el belicoso cardenal Baltasar Cossa, que toma el nombre de Juan XXIII. 1410, el 31 de mayo fallece sin descendencia legítima Martín I el Humano. 1411, Segismundo de Hungría es elegido rey de Romanos. 1411, durante finales del mes de julio Benedicto XIII llega a Peñíscola. 1412, el 28 de junio en Caspe, bajo el manto del Papa Luna, nueve compromisarios proclamaron como rey de Aragón a Fernando de Antequera, de la casa castellana de los Trastámara. 1413, durante los primeros meses de este año, Álvaro de Luna al mando de un cuerpo especial del ejército pontificio, rescata a un grupo de hombres fieles a Benedicto XIII que resisten en el palacio de Aviñón. 1413, el 1 de noviembre el emperador Segismundo y el Papa pisano Juan XXIII convocan un concilio general en Constanza. 1413, el 7 de febrero da comienzo la famosa Disputa judeocristiana de Tortosa y de San Mateo, que durará hasta el 13 de noviembre de 1414. 1413, Jaime II de Urgel, uno de los seis candidatos que se postularon en el Compromiso de Caspe, se rebela contra Fernando I de Antequera. Es derrotado por las tropas reales, rindiéndose el 31 de octubre. Fue desposeído de todos sus dominios y condenado a prisión perpetua. 1414, durante los meses de julio a septiembre se produce el encuentro del rey de Aragón Fernando I de Antequera y Benedicto XIII en la ciudad de Morella, de estas conversaciones deciden celebrar una conferencia en Niza, a la cual asistirían el Papa Luna, el rey de Aragón y el emperador Segismundo. 1415, el 1 de mayo en Constanza el Concilio declara estar por encima de la supremacía del Papa. El Papa de Pisa Juan XXIII, que convocó el Concilio junto con el emperador Segismundo, al adivinar que éste se ha convertido en una trampa intenta huir, pero es apresado y encarcelado. Poco después, Gregorio XII es obligado a abdicar. 1415, el 15 de mayo el Papa Luna dicta en la ciudad de Valencia la terrible bula “Etsi Doctoris gentium” contra los judíos. 1415, durante el mes de mayo el Concilio de Constanza censura los escritos de John Wycliffe, y comete la extravagancia de ordenar que el cuerpo de éste sea exhumado y quemados sus huesos por hereje. 1415, el 6 de julio se condena a Juan Huss en Constanza a morir en la hoguera, a pesar de que éste posee un salvoconducto emitido por el propio emperador Segismundo para que pueda exponer con total libertad sus ideas ante el Concilio. 1415, a principios de septiembre Segismundo, convencido que con el ejemplo de la reciente muerte de Juan Huss Pedro de Luna estará intimidado por su poder, le exige en Perpiñán que comparezca ante el Concilio. Pero ante su sorpresa y con gran firmeza, Benedicto XIII “le miró fijamente al interior de sus ojos de dragón” y argumentó sin temblarle la voz a favor de su legitimidad. 1415, a finales de septiembre tanto Fernando I, como su hijo Alfonso, toman la divisa de la Orden del Dragón del Emperador Segismundo. 1416, el 6 de enero Fernando I de Antequera, enfermo y mostrando debilidad ante 156


las presiones del emperador Segismundo, proclama la sustracción de obediencia de la corona de Aragón al Papa Luna. Esta proclama es realizada por el mismo confesor Papal, San Vicente Ferrer. 1416, el 2 de abril, tras el fallecimiento de su padre, es coronado rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo. Este mantiene una protección ambigua al Papa de Peñíscola, está mucho más preocupado por satisfacer el apetito de su gran maestre Segismundo y por su expansión mediterránea, que por la protección de un Papa que le recuerda a cada instante que “a él la Casa de los Trastámara debe su corona”. 1416, el 30 de mayo, en Constanza se condena a la hoguera a Jerónimo de Praga, discípulo de Juan Huss, que acude un año antes en defensa y auxilio de su maestro. 1417, el 26 de julio, 23 cardenales y 30 representantes de las naciones, la mayoría regidas por miembros de la Orden del Dragón, en la trigésima séptima sesión del Concilio de Constanza, declaran a Benedicto XIII “cismático y hereje”. 1417, el 18 de octubre, curiosamente apenas un mes antes de ser elegido un nuevo Papa en Constanza, fallece el ex Papa romano Gregorio XII. 1417, el 11 de noviembre, es elegido en Constanza, con la aprobación del emperador Segismundo, las naciones representadas y por los cardenales a Otón Colonna, que toma el nombre de Martín V. 1418, el 22 de mayo, el legado de Martín V, el cardenal Alamán Ademari, hace pública en Tortosa la sentencia conciliar condenatoria de Benedicto XIII. El cardenal le ofrece al Papa Luna a cambio de su renuncia, prestigio, rentas y beneficios, pero éste rechaza la propuesta. 1418, durante una tarde del mes de junio es envenenado Benedicto XIII, pero éste sorprendentemente se recupera. 1419, el 18 de octubre fallece en Florencia Juan XXIII, quien fue junto a Segismundo promotor del Concilio de Constanza y paradójicamente Antipapa de Pisa. 1422, el 27 de noviembre Benedicto XIII nombra cardenales a Julián de Loba, Ximeno Dahe, Domingo de Bonnefoi y a Juan Carrier. 1423, el 23 de mayo, según el cronista Martín Alpargil, el Papa Luna fallece en Peñíscola a los 94 años de edad tras una breve enfermedad de doce días. 1423, el 10 de junio es proclamado el turolense Gil Sánchez Muñoz como sucesor de Benedicto XIII, quien toma el nombre de Clemente VIII. 1423, diciembre, el cardenal rebelde Juan Carrier redacta un manifiesto no aceptando la elección de Clemente VIII, le acusa de expoliar el tesoro, y de utilizar el sello de Benedicto XIII para sellar bulas que éste nunca dictó. Huye de Peñíscola para salvar la vida. 1429, el rey Alfonso V obliga a Clemente VIII a abdicar su pontificado a favor del Papa nacido de Constanza. La abdicación se escenificará en la Arciprestal de Sant Mateu (Castellón). 1430, la versión más popularizada cuenta que el cadáver momificado del Papa Luna es trasladado por su sobrino Juan Martínez de Luna al lugar de su nacimiento, el castillo de Illueca. 1707, el 26 de mayo, durante la Guerra de Sucesión Española, tropas borbónicas 157


destrozan el probable cuerpo momificado del Papa Luna. De éste únicamente se recuperó el cráneo. 1783, se traslada al Vaticano toda la documentación que había quedado en Aviñón, entre ella la serie de registros de bulas conocidos como Registra Avenionensia. 1810, Napoleón ordena que los archivos secretos de la Santa Sede sean trasladados a Paris. 1812, el 3 de febrero, las tropas napoleónicas buscan desesperadamente en Peñíscola la posible tumba del Papa Luna. 1939, desaparece el denominado séptimo camión, perteneciente al convoy que traslada parte del tesoro de la República Española desde Cataluña a Francia, éste está cargado con parte del tesoro de la Catedral de Tortosa donde se encuentran valiosas piezas pertenecientes al pontificado de Benedicto XIII. 2000, durante el mes de abril se produce el robo en Illueca del probable cráneo del Papa Luna. 2007, el 28 de mayo, el que es considerado como cráneo del Papa Luna es declarado Bien de Interés Cultural de Aragón. 2007, el psicólogo Vicent Melià i Bomboí, tras analizar los símbolos de la Fuente del Papa Luna, obra artística del siglo XV que se conserva en la Catedral de Tortosa, formula una hipótesis en la que relaciona directamente a Benedicto XIII con el denominado Grial de la Corona de Aragón que es custodiado en la Catedral de Valencia. 2007, el 5 de noviembre, durante el juicio por el robo de los posibles restos óseos de Benedicto XIII, un perito valora en 3.000 euros el cráneo atribuido al Papa Luna. 2011, el 14 de enero la Catedral de Valencia saca a luz pública la denominada Biblia del Papa Luna, 22 volúmenes de gran tamaño, ricamente ornamentados y comentados por los papas de Aviñón así como por el propio Benedicto XIII. 2011 el psicólogo Vicent Melià i Bomboí encuentra datos que sostienen que las naciones pertenecientes a la Orden del Dragón, liga de nobles y príncipes fundada en 1408 por Segismundo de Hungría (1368-1437) emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Bohemia, organizaron el Concilio de Constanza (1414-1417) y presionaron para declarar “cismático y hereje” al indomable Papa Luna (1417). 2012 tras un nuevo estudio, Vicent Melià i Bomboí encuentra una relación directa entre Benedicto XIII y la que será la conocida ruta Colombina que llevará al descubrimiento de América. La prueba que refuerza la teoría de que Benedicto XIII potenció la búsqueda de una ruta alternativa hacia Oriente, está en que el Papa Luna, por medio de la bula “Etsi cunctorum”, firmada en Tortosa el 7 de diciembre de 1412, funda el Monasterio de Nuestra Señora de la Rábida con monjes franciscanos con la misión de apoyar a navegantes y expedicionarios, a la vez que exhorta a la cristianización de Canarias, ofreciendo indulgencias para su conquista (1403-1414). Sin duda dos hechos fundamentales para el éxito de la futura expedición que capitaneará Cristóbal Colón en 1492.

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Personajes, lugares, objetos... relacionados con el Cisma de Occidente Benedicto XIII. Papa Luna. Pedro Martínez de Luna: (1328-1423) Nacido en Illueca (Zaragoza) y miembro de una de las principales familias aragonesas, emparentada con arzobispos y reyes. Fue destinado a la iglesia, como era tradición con los segundos de las principales casas familiares, aunque también se formó en el arte de la guerra, lo que le sirvió para resistir los duros asedios a los que fue sometido. Estudió leyes en la Universidad de Montpellier, en la que ejerció de profesor de derecho canónico. Fue nombrado cardenal antes del Cisma, en 1375, por el Papa Gregorio XI. A la muerte de Clemente VII (1394), ya en la obediencia de Aviñón, fue elegido pontífice por 20 votos de los 21, tomando el nombre de Benedicto XIII. Murió en la ciudad de Peñíscola el 23 de mayo de 1423, convencido de ser el auténtico Papa, dejando tras de sí un legado que demuestra su alto nivel intelectual. A pesar de que actualmente se le sigue considerando antipapa, historiadores de prestigio y datos objetivos demuestran que Benedicto XIII fue sucesor legítimo de San Pedro. Borja y Cavanilles, Alfonso de: (1378-1458) Fue el primer Borja nombrado Papa, y lo hizo con el nombre de Calixto III. Estuvo al servicio de Alfonso el Magnánimo como vicecanciller. Su ascenso a consejero real, así como a canónigo y profesor de la Universidad de Lérida, se produce durante el papado de Benedicto XIII (Papa Luna). Fue su intervención en la “negociación” del Cisma de Occidente la que puso fin a los problemas de la Iglesia, y, aunque buscó en este proceso que no fuera declarado antipapa Pedro de Luna, no lo consiguió. La negociación del final de la división de la cristiandad de occidente le valió numerosas prebendas eclesiásticas. Llegó a Papa en 1455. En los últimos tiempos de su papado se enfrentó al rey Alfonso V el Magnánimo. Bufador: Gruta natural por donde entra el mar hasta el interior de la fortaleza de Peñíscola. Durante los días de temporal las olas colisionan con tal fuerza contra la gar159


ganta de piedra que se descomponen en una cortina de gotas que asciende hacia el cielo, emitiendo el sonido característico de bufido. En los momentos de máxima tensión llega a producir saltos de agua de casi 10 m de altura. Cuando está embravecido en las casas de alrededor vibran cristales, puertas, ventanas y lámparas. Castillo Templario-Pontificio: Emplazado en la zona más elevada del peñón, alcanza una altura de 64 m. sobre el nivel del mar. Su perímetro es aproximadamente de unos 230 m. y tiene una altura media de 20 m. En este castillo nació en 1124 el conocido Rey Lobo, que reinó sobre las taifas de Valencia y de Murcia. Entre los años 1294 y 1307 los Templarios construyeron sobre los restos de la antigua alcazaba árabe la obra tal como puede observarse en la actualidad. Benedicto XIII y Clemente VIII lo utilizaron entre 1410-1429 como Palacio Pontificio y entre sus muros fue custodiada la biblioteca más importante de su tiempo. Desde los recientes estudios de Vicent Meliá (2007-2009) se abren hipótesis como que: 1)- Guardó el cargamento de la última flota templaria, y por tanto, valiosa información sobre el Arca de la Alianza. 2)- Entre los años de 1410 a 1423 en él fue custodiado por el Papa Luna el Santo Cáliz de la Última Cena que actualmente se encuentra en la Catedral de Valencia. Y 3)- En alguna de las grutas de esta fortaleza existe el sepulcro secreto de Benedicto XIII. Cisma de Occidente: Periodo de gran tensión para la Iglesia cristiana de occidente, que en el año 1378 fue dividida con la elección de dos papas: Urbano VI en Roma, y Clemente VII en Aviñón. La muerte de estos dos papas no resolvió el conflicto, llegando a coincidir al mismo tiempo tres papas. El Concilio de Constanza promovido por el emperador Segismundo (1414-1417), buscó acabar con el Cisma a la vez que erradicar a los nuevos reformadores. Tras sentenciar a morir en la hoguera al teólogo Juan Huss, destituyó a los Papas del Cisma y eligió como Papa a Martín V, declarando antipapa a Benedicto XIII (Papa Luna). Pero este cruel concilio no pudo cumplir ninguno de sus objetivos, pues Pedro de Luna se negó a abdicar y el pensamiento de Huss derivó en la Reforma Protestante. Alfonso de Borja consiguió en 1429 por medio de una negociación que Clemente VIII, sucesor del Papa Luna, renunciara a la Tiara en la ciudad de San Mateo. Colonna (Colonia): Linaje noble que ejerció gran influencia en Roma entre los siglos XIII y XVII. Enfrentados con los Orsini. Destacan en esta familia diversos cardenales y el Papa Martín V. Compromiso de Caspe: (1412) Fue un pacto establecido por representantes de los reinos de Aragón, Valencia y los Condados Catalanes, bajo el manto de Benedicto XIII, para elegir un nuevo Rey tras la muerte sin descendencia de Martín I, el Humano (1410). Supuso la entronización de Fernando I de Antequera y con él la dinastía Trastámara en la Corona de Aragón, así como también, la aniquilación del Condado de Urgel por la resistencia de Jaime II a reconocer la legitimidad de este rey. Sin duda en este Compromiso se encuentra el germen que dio origen a la España moderna. 160


Constanza, Concilio de: (1414-1417) Convocado por el antipapa de Pisa Juan XXIII y Segismundo de Luxemburgo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con el objetivo de finalizar el Cisma de Occidente. En él se cometen terribles injusticias, que sí dividirán a la Iglesia, como son: condena del pensamiento de John Wycliffe (1415), quema en la hoguera por hereje a Juan Huss (1415) y a su discípulo Jerónimo de Praga (1416), así como también en él se declara cismático y hereje a Benedicto XIII (1417). Sin duda el fruto amargo de este Concilio sigue pesando en la cristiandad, como delatarán las palabras del Papa Juan Pablo II al referirse a la sentencia injusta a Juan Huss. Este gesto es una señal de que en un futuro no muy lejano, todo el Concilio de Constanza, así como sus conclusiones, incluso la condena del Papa Luna, deben ser revisadas por los doctores y teólogos de la Iglesia. Dragón, Orden del: La Liga del Dragón era una orden militar cristiana que fue fundada en 1408 por el rey Segismundo de Hungría (1397-1437), estaba integrada por nobles y príncipes. Esta Orden, cuyo símbolo era un dragón, tuvo gran importancia en Alemania, Hungría e Italia, siendo sus objetivos principales según reza su artículo de fundación: “...la clara determinación de aplastar los perniciosos actos del pérfido Enemigo, a los seguidores del antiguo Dragón, a los autores del Cisma y a otras naciones de fe Ortodoxa, así como a aquellos que desean someter el estandarte de la Cruz de Cristo triunfante y a nuestros reinos.” Curiosamente, aunque en principio los emblemas de esta Orden están relacionados con la Orden de San Jorge, poco a poco toma fuerza prioritaria en la representación de esta orden la figura del dragón. Los países y miembros principales de la Orden del Dragón fueron: - Segismundo de Hungría (1368-1437). Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Bohemia. Puede considerarse, por ser el fundador de la Orden, como el gran maestre o “Cabeza del Dragón”. - Rey Alfonso de Aragón y Nápoles (1396-1458). Conocido por el Magnánimo, fundó y mantuvo la orden del Dragón en Nápoles. En su escudo de armas se representa en el yelmo a un Dragón sujetando “el estandarte de la Cruz de Cristo triunfante”. - Stibor de Stiboricz (1348-1414). Conocido como el Señor de toda la Váh. Aristócrata polaco, amigo íntimo y defensor del emperador Segismundo. Fue uno de los primeros miembros de la Orden del Dragón. En su escudo de armas aparecen tres cabezas de dragón. - Esteban Lazarevich, déspota de Serbia (1376-1427). - Duque Ernesto de Austria (1377-1424). Conocido como “Duque de Hierro”, fue duque de Estiria, Carintia y conde de Habsburgo. - Enrique V, Rey de Inglaterra (1387-1422) y Señor de Irlanda. - Vladislao II, duque de Lituania y rey de Polonia (1386-1434). - Gran duque Vytautas el Grande de Lituania (1392-1430). En el siglo XV Lituania 161


fue el país más extenso de Europa pues ocupaba: Bielorrusia, Ucrania, Transnitria y Moldavia, así como parte de Polonia y de Rusia. - Pipo de Ozora (1369-1426). Italiano nacido en Tizzano, cerca de Florencia. Hombre de confianza del emperador Segismundo. Tomó parte en la batalla de Nicópolis (1396) donde fueron derrotados por los turcos. Logró huir, junto con el emperador Segismundo y otros dignatarios, en un pequeño barco a través del Danubio. Fue un gran estratega, administrador de todas las minas de oro, así como embajador de la Orden del Dragón en las ciudades-estado italianas y ante los papas de Pisa y Roma. Participó en 1414 en las primeras diligencias del Concilio de Constanza sobre la detención del papa de Pisa Juan XXIII y parece que estuvo relacionado con la ejecución de Juan Huss. Murió de un derrame cerebral. - Nicolás II Garay (1366-1434) perteneció a la nobleza del reino de Hungría. Señor de Csesznek. En 1416, Segismundo amplió su escudo de armas para que mostraran los símbolos de la Orden del Dragón. - Vlad II Dracul, (1390-1447). Conocido como “Vlad el dragón” ó el “Demonio”, perteneció a la orden del Dragón a partir de 1431. Fue padre de Vlad III, “el empalador” mitificado por el novelista Bram Stoker en la novela Drácula. Enrique II de Castilla: (1334-1379) Primer rey de la Casa de los Trastámara en Castilla. Éste debe su vida a Pedro Martínez de Luna, que consiguió tras su derrota en la Batalla de Nájera (1367) trasladarle a través de los Pirineos hasta territorios seguros en Francia, de donde retornaría para vencer a su hermanastro Pedro I, el Cruel, en la Batalla de Montiel (1369) coronándose como rey de Castilla. Fernando I de Antequera: (1380-1416) Primer monarca aragonés de la dinastía castellana de los Trastámara, aunque también poseía linaje de Aragón por la rama materna, su madre Leonor de Aragón era hermana de Martín I, el Humano. En el año 1410, al morir su tío el rey Martín I sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión, y aunque en un principio optan hasta seis candidatos al trono; sólo Fernando (conocido por el sobrenombre de Antequera tras la conquista de esta plaza al rey nazarí Yusuf III), y Jaime II de Urgel, casado con una hermana del Humano, tenían posibilidades reales. El apoyo de la familia valenciana de los Centelles, de la familia aragonesa de los Urrea, así como la de Vicente Ferrer, unido a la terrible acusación de que Jaime II de Urgel organizó el asesinato del arzobispo de Zaragoza, y, al rumor de que los aliados del Conde de Urgel también intentaron asesinar a Vicente Ferrer, inclinó la balanza hacia la candidatura de Fernando de Trastámara, que es refrendado el 28 de junio de 1412 en el llamado Compromiso de Caspe. Aunque Fernando I, juró fidelidad a Benedicto XIII el 21 de noviembre de 1412 en Tortosa, le retiró la obediencia en 1416. De su matrimonio con Leonor de Alburquerque nacieron siete hijos, entre ellos Alfonso, el que llegaría a ser, el Magnánimo. Ferrer, Vicente: (1350-1419) Dominico considerado como el “Ángel del Apocalipsis” por sus sermones apocalípticos donde anunciaba la inminente llegada del Anticris162


to. En el compromiso de Caspe (1412), en el que tuvo un papel importante, tanto él como su hermano Bonifacio Ferrer, votaron a favor de Fernando de Trastámara. Aunque en principio defendió la causa del Papa Luna, en 1416 se sustrajo a la obediencia de Benedicto XIII. Falleció en Vannes (1419) Será canonizado en 1455 por el Papa Calixto III (Alfonso de Borja y Cavanilles) Fuente del Papa Luna: Obra excepcional por su valor escultórico, la taza de esta fuente la mandó esculpir Benedicto XIII para instalarla en el patio del palacio-pontificio de Peñíscola. De copa octogonal, lleva labrados en cuatro de sus frentes el escudo del pontífice con la tiara papal y en el resto diversas escenas de carácter no religioso. Un reciente estudio de Vicente Meliá Bomboí (2007) formula la hipótesis de que esta fuente es “el testamento oculto del Papa Luna”, pues en sus caras se observan escenas que están relacionadas con la simbología de las estrellas. En ellas se representan las constelaciones del Águila, del Dragón, de Géminis, de Hércules, de Leo, así como referencias a las Disputas de Tortosa y de San Mateo (1413-1414). Además este investigador formula, tras el estudio simbólico de esta fuente, una hipótesis que relaciona directamente al Papa Luna con el denominado Grial de Valencia y su significado más oculto. Actualmente esta obra se encuentra en la Catedral de Tortosa (difícil de visitar pues está ubicada detrás de una reja), aunque existe una reproducción exacta (muy accesible) en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Peñíscola. Fuentes y manantiales: En Peñíscola existen referenciados al menos 12 manantiales que surgen en diversos puntos rodeando el peñón, entre los cuales destacan por su singularidad e importancia histórica, el manantial de la Font de Dins (el de mayor caudal, que brota en varios puntos de la muralla de la Fuente y la batería de Santa Ana) y el de la Font de Sant Pere (en la base de la batería del Bufador). Las características naturales de Peñíscola: grandes acantilados, una docena de manantiales, un río, una zona pantanosa… Así como históricas: gestas épicas, presencia de órdenes religioso- militares, estado pontificio de dos Papas… convierten a este peñón en el candidato principal para ser el mítico: Montsalvat (dónde estuvo según la leyenda el castillo del Grial y del Rey Pescador) Gil Sánchez Muñoz y Carbón. Clemente VIII: (1424-1429) Nacido en Teruel, fue canónigo en Barcelona y en Valencia. Tras la muerte de Benedicto XIII (1423) será elegido Papa con el nombre de Clemente VIII (1424) Su elección fue una farsa de tres cardenales, Julián de Loba, Domingo de Bonnefoi y Jimeno Dahe, de los cuales dos (Bonnefoi y Dahe) terminarían en la prisión del Papa que ellos mismos nombraron. El rebelde cardenal Juan Carrier, que nunca aceptó este nombramiento iniciando un papado en la sombra, les acusó de repartirse el oro y la plata del tesoro pontificio, así como los libros, alhajas, ornamentos y hasta reliquias de Santos... Clemente VIII abdicó en 1429 en la ciudad de San Mateo a favor del Papa de Roma Martín V, éste le nombró cardenal de Mallorca donde murió en 1446.

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Grial de Valencia, Santo Cáliz de la Última Cena: Está formado, según el profesor Antonio Beltrán (1960), por tres partes distintas entre sí y correspondientes a otras tantas épocas: 1) La copa superior: Se remonta a la época comprendida entre los siglos IV a. de J.C. y I de nuestra era, y más concretamente, en los II-I a. de J.C., y, que fue labrada en un taller oriental de Egipto, de Siria o de la propia Palestina. Es de piedra ágata cornalina oriental y forma semiesférica; mide 9,5 cm de diámetro medio en la boca, 5,5 cm de profundidad por el interior y 7 cm de altura desde la base al borde; toda ella lisa, al interior y al exterior, sin ningún tipo de adorno, excepción hecha de una simple línea de corte redondeado, muy regular, que corre paralela al borde. 2) El pie: Originario de taller cordobés o, tal vez, fatimita, que puede fecharse entre los siglos X al XII, fue añadida a la copa hacia el siglo XIV. Está formado por un vaso ovalado e invertido, es del mismo color y parecido material que la copa, aunque muy distinto e inferior a ésta, tanto en la calidad del trabajo como en el de la piedra. Los ejes de la base miden 14,5 cm el eje mayor y 9,7 cm el eje central menor, y un pie casi rectangular con los lados cortos redondeados, rehundidos en el interior, con 4 y 3 cm de eje mayor y menor respectivamente, y una altura de 5 mm. Todo él lleva una guarnición de oro puro, sobre el cual van montadas veintisiete perlas (documentos antiguos hablan de veintiocho), dos rubíes y dos esmeraldas de gran valor. En una de las vertientes mayores del pie, y en su lado izquierdo, aparece esgrafiada una inscripción árabe: “Lilzáhira”. Cuya traducción sería: “la más brillante” ó “impacto de luz”. 3) La vara con su nudo: Pudieron ser obra de un orfebre gótico conocedor de las técnicas orientales y mediterráneas, y hasta de los modos de hacer mudéjares. Con 7 cm el total de largo, que sirve como elemento de unión entre la copa y el pie, con añadidura de las asas y de una guarnición de oro purísimo, finamente burilado, que soporta el engaste en el pie, de perlas y piedras. Según el estudio: El Papa Luna y el Enigma del Santo Grial (2007), fue Benedicto XIII quien mandó que le dieran esa forma (digna de un rey) para entregárselo a Martín I el Humano (1399) Grutas y cuevas: La Roca de Peñíscola está tejida en sus entrañas por un desconocido laberinto formado por decenas de grutas submarinas de las que en el momento actual, aunque parezca increíble, se desconocen su longitud, profundidad y características generales. Las cuevas visibles son: la del Altar, la de la Plaza y la del Bufador. Huss, Juan (1370 – 1415): Teólogo, filósofo, sacerdote y predicador checo, es considerado como uno de los precursores de la Reforma Protestante. Criticó la corrupción moral de los dirigentes de la Iglesia y del Papa, los abusos que cometían y la riqueza que acumulaban. Pregonaba el regreso a la Iglesia primera, a la pobreza y a seguir fielmente el Evangelio. Huss encabezó un movimiento basado en las ideas de John Wycliff, denominado husismo. El emperador Segismundo le ofreció un salvoconducto para que acudiera al Concilio de Constanza a exponer sus ideas, pero éste resultó una trampa. Fue condenado y quemado por hereje el 6 de julio de 1415. Con esta 164


ejecución Segismundo buscó un doble efecto, eliminar una amenaza que se extendía por sus reinos e intimidar al Papa de Peñíscola Benedicto XIII. La historia demuestra que no consiguió ninguno de los dos objetivos. Siglos más tarde el Papa Juan Pablo II dirá de esta terrible sentencia: “Huss es una figura memorable por muchas razones, pero sobre todo por su valentía moral ante las adversidades y la muerte… Siento el deber, de expresar mi profunda pena por la cruel muerte infligida a Juan Huss, y, por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de este modo en la mente y en el corazón del pueblo…” Iéhoshua ha-Lurqui / Jerónimo de Santa Fe: Natural de Alcañiz, fue médico personal del Papa Luna y portavoz de éste en las denominadas Disputas de Tortosa (1413) y de San Mateo (1414) primer intento en la historia de aproximación entre religiones por medio de la disputa. Hay historiadores que ven en estas disputas una trampa ideológica, la intención de forzar a la conversión masiva, sobre todo de judíos, en cambio, otros, comienzan a valorar en ellas un intento y sincero deseo de Benedicto XIII de buscar caminos hacia el entendimiento. Iéhoshua llegó a ser despreciado por algunos judíos importantes: le llamaban el Megaddef, el blasfemo. Sus obras fueron utilizadas a partir del siglo XV, por cristianos radicales y por intereses políticos y económicos, como instrumentos de ataque a los judíos. Jaime II de Urgel, el Desafortunado: (1380-1433) Hijo de Pedro II de Urgel y de Margarita de Montferrat, fue el último conde de Urgel. Contrae matrimonio con Isabel de Aragón (1407) hermana de Martín I el Humano. Jaime de Urgel fue uno de los seis candidatos del Compromiso de Caspe para ocupar el trono de la Corona de Aragón. Pero el hecho de que fuera acusado del asesinato del obispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, y del intento de asesinato de Vicente Ferrer, le sumergió en el desprestigio político, siendo elegido Fernando de Trastámara. Se dice que influido por su madre se negó a reconocer como rey a Fernando I alzándose en armas contra el de Antequera. Fue derrotado, rindiéndose en 1413. Murió en la prisión de Játiva (1433). Leonor de Alburquerque. Leonor Urraca de Castilla: Conocida con el sobrenombre de la Rica Hembra, en el año 1393, con 20 años contrae matrimonio con su sobrino de 14, el infante Fernando, hijo de Juan I de Castilla, luego electo como Rey de Aragón con el nombre de Fernando I de Antequera tras el Compromiso de Caspe. Fue madre de Alfonso V el Magnánimo. Murió en Medina del Campo 1445. Lilzáhira: Inscripción árabe que aparece en la base del Santo Cáliz de la Última Cena que se custodia en la Catedral de Valencia. Varios estudios (Beltrán y Oñate) citados por Sánchez Navarrete (1994) interpretan su significado como: “Para la más floreciente” ó “Para la que más brilla”. Vicente Meliá en su estudio el Papa Luna y el Santo Grial (2007) formula la hipótesis de que “Lilzáhira” se refiere en árabe a una constelación o a una estrella, argumentando que los árabes nos han legado cientos de estrellas, que definieron siguiendo las directrices coránicas, evitando la personi165


ficación, entre ellas como ejemplo: Aldebarán (el seguidor), Algol (demonio), Betelgeuse (hombro de gigante), Deneb (la cola), Mizar (el velo), Vega (caída), Rigel (la pierna), etc… y por tanto dentro de este esquema podría entrar “Lilzáhira” (la más brillante o impacto de luz). Magnánimo, Alfonso V: (1396-1458) Hijo de Fernando I de Antequera y de Leonor de Alburquerque, fue nombrado rey de Aragón (1415) después del corto reinado de su padre. Su ambición le llevó a expandir la Corona de Aragón por el Mediterráneo. En 1422 conquistó el Reino de Nápoles y no regresó más a Aragón, unos historiadores dicen que cautivado por los encantos de Italia, y otros, por la bella Giraldona de Carlino. Su mujer y a la vez prima, María de Castilla, de la familia de los Trastámara, asumió en su ausencia el poder de la Corona de Aragón. Murió en el año 1458, enemistado con el Papa Calixto III (Alfonso de Borja) porque se negó a reconocer a su hijo Fernando, hijo bastardo del Magnánimo, como heredero del Reino de Nápoles. María de Castilla. María de Trastámara: (1401-1458) Infanta de Castilla y reina de Aragón (1416-1458), durante 1420 y 1423 a causa de la ausencia del rey Alfonso V, que se instaló definitivamente en Nápoles dejándose caer en los brazos de Giraldona de Carlino, tuvo que actuar como Lugarteniente General de Aragón y del Principado de Cataluña. Se implicó en las luchas que enfrentaban a campesinos y burgueses en Barcelona. Incluso sitió la ciudad de Peñíscola buscando la abdicación del Papa Luna. Murió sin descendencia. Martín I el Humano. Martín I el Viejo. Martín I de Aragón: (1356-1410) Rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Cerdeña, de Sicilia y conde de Barcelona. Todo su reinado estuvo marcado por el Cisma de Occidente, situándose entre los partidarios de Benedicto XIII, pues también el Papa Luna era tío de su mujer la reina María de Luna, su primera esposa fallecida en 1406, de la que tuvo cuatro hijos, todos morirían. Contrajo matrimonio en segundas nupcias con Margarita de Prades (1408) quien no logró darle heredero, por lo que cuando Martín falleció en Barcelona (1410) el trono se encontró sin descendencia legítima. Esta situación sería resuelta en el llamado Compromiso de Caspe (1412) Fue Benedicto XIII quien cedió a Martín I el denominado Grial de la Corona de Aragón, custodiado hasta ese momento en el monasterio de San Juan de la Peña, y fue para esa entrega cuando el Cáliz de la Última Cena tomó la forma que observamos en su actualidad. Pescador, Anillo del: Su nombre viene determinado por el antiguo oficio del apóstol Pedro, el de Pescador. Es el anillo de oro que lleva en su mano el Papa, es utilizado en la ceremonia de entronización papal, y en él se representa a San Pedro pescando en su barca, el nombre del pontífice rodea la figura. A la muerte del Papa, el camarlengo destruye el anillo para evitar que puedan falsificarse documentos y con el oro, se funde un nuevo sello del Pescador para el siguiente Papa. Pescador, Rey: Personaje relacionado con la leyenda del Grial que rige Montsalvat, 166


el Castillo mítico donde se guarda el auténtico Vaso que utilizó Jesucristo en la última cena. Por las características físicas, épicas e históricas, es muy probable que Peñíscola sea el auténtico Montsalvat, pues es un espacio físico con más de una docena de manantiales, un humedal y un río. Ha sido durante siglos una fortaleza codiciada por diferentes culturas e inexpugnable por las armas, custodiada por Templarios y otras órdenes religioso-militares, probable destino de la última flota templaria, cruzada por enigmáticos pasadizos submarinos, en ella sin duda se custodió el Grial de Aragón, estuvo la Biblioteca más importante de su tiempo, y por añadidura en ella sufrió grandes tribulaciones el Pescador Rey (signo de San Pedro): El Papa Luna (Benedicto XIII). Rostros de Piedra: En la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de Peñíscola pueden observarse diez rostros tallados en los capiteles. Son de factura tan realista que indican que los artesanos que los labraron poseían alto nivel artístico. Se cree que son retratos de personalidades relacionadas con el Papa Luna y el Cisma de Occidente. Entre ellos podrían estar, entre otros, los retratos de Julián de Loba, Juan Carrier, Iéhoshua ha Lurqui, San Vicente Ferrer, Gil Sánchez Muñoz... Séptimo Camión: Vehículo cargado con parte del tesoro de la Catedral de Tortosa donde se encontraban piezas de orfebrería y documentación relacionada con el Papa Luna. Desaparece misteriosamente durante el final de la Guerra Civil Española (1939) al trasladar su cargamento desde Cataluña (una versión afirma que desde la mina Canta de la población fronteriza de La Vajol, donde se protegió el Tesoro de la República, otra, desde el Banco de España de Barcelona), desaparece en un trayecto que se dirige, bien hacia Francia, bien hacia México. Segismundo de Luxemburgo, Emperador (1368 – 1437): Rey de Hungria, rey de Romanos y emperador del Sacro Imperio Germánico. Fue el impulsor del Concilio de Constanza (1414-1417) en el que intentó erradicar brutalmente corrientes teológicas que se expandían por sus reinos, los husitas y acabar con el Cisma de Occidente. Tesoro del Papa Luna o del Cisma: Pedro de Luna trasladó a Peñíscola (1411) una biblioteca con más de 1.000 libros, según algunos estudiosos 2.500, de alquimia, medicina, astrología, filosofía, remedios mágicos… así como objetos de gran valor: la Tiara de San Silvestre, el Santo Cáliz de la Última Cena… y hermosas piezas de orfebrería procedentes de Aviñón. Este tesoro se engrandeció con la leyenda de que el castillo de Peñíscola fue el destino de la última Flota Templaria y de su formidable cargamento (1307). Trastámara, Casa de: Dinastía real de origen castellano, que reinó: en Castilla (de 1369 a 1504), en Aragón (de 1412 a 1516), en Navarra (de 1425 a 1479) y en Nápoles (de 1458 a 1501). La Casa de Trastámara pasó a reinar en Aragón mediante el Compromiso de Caspe (1412), que puso fin a la crisis sucesoria originada por la muerte sin descendencia de Martín I el Humano en 1410. El primer Rey de esta Casa en Aragón fue: Fernando I el de Antequera (1412-1416) 167


Wickliffe, John: (1320-1384): En sus escritos comparó el Cisma a dos perros rabiosos que estuvieran peleando por un mismo hueso. Sostuvo que esta disputa estaba alejada de Cristo y lo único que pretendían los Papas en litigio era ganar poder. Mantuvo que en la sociedad perfecta no se necesita de curas ni sacerdotes, pues Dios no precisa de intermediarios. Defendió que la clerecía tenía que seguir el ideal de la pobreza evangélica, predicada por Cristo y sus apóstoles. En mayo de 1415, el Concilio de Constanza, dirigido por el emperador Segismundo, condenó el pensamiento de Wickliffe y ordenó la extravagancia de que, después de 30 años muerto, su cuerpo fuera exhumado y quemado por hereje.

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MELIÀ I BOMBOÍ, VICENT (2009): El corazón del Papa Luna. Edición e-book en: www. bubok.com , www.books.google.es y www.issuu.com MELIÀ I BOMBOÍ, VICENT (2011): Juicio al Papa Luna: El anillo del Rey Pescador. Edición e-book en: www.bubok.com , www.books.google.es y www.issuu.com RYDER, ALAN (2008): Alfonso el Magnánimo. Rey de Aragón, Nápoles y Sicilia (13961458) Institució Alfons el Magnànim. Diputación de Valencia. SÁNCHEZ NAVARRETE, MANUEL (1994): El Santo Cáliz de la Cena. Santo Grial Venerado en la Catedral de Valencia. Edición de la Cofradía del Santo Cáliz (Valencia). ZURITA Y CASTRO, JERÓNIMO (1512-1580): Anales de la Corona de Aragón. Índice de las cosas Notables (1561). Volumen VII. www.books.google.es

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Vicent Melià i Bomboí Nace en Castellón de la Plana el 11 de agosto de 1959. Escultor y pintor formado en el taller del prestigioso artista castellonense José Vicente Forés Escrig. Licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia (1989) Posee capacitación investigadora reconocida por la Universidad Jaume I de Castellón (1992). Arqueólogo de símbolos y signos (formación autodidacta desde 2004). De 1997 a 2012 ocupó el puesto de Técnico Responsable de la Agencia Comarcal “Ports-Maestrat” de la Fundación Servicio Valenciano de Empleo (FSVE) en la población de Benicarló. Actualmente es Técnico de Selección y Orientación Profesional en la FSVE de Castellón de la Plana. Publicaciones del autor: Acariciando el Alma con los dedos (1986 y 2012) El Papa Luna y el enigma del Santo Grial (2007 y 2012) El corazón del Papa Luna (2009) Juicio al Papa Luna. El anillo del Rey Pescador (2011) El Papa Luna: El hombre que miró fijamente a los ojos del Dragón (2012) Enlaces de interés: http://meliabomboi.blospot.com http://www.youtube.com/user/amicXIII http://issuu.com/meliabomboi http://www.facebook.com/meliabomboi 173







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