Revista Edificando Familias - Edición 102

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Editorial Edición No. 102 Revista Edificando Familias

Hoy en nuestra Edición de la Revista Edificando Familias queremos honrar a los abuelos de nuestro Señor Jesucristo, San Joaquín y Santa Ana, próximos a su celebración de acuerdo al calendario santoral. Y con ello, reconocer el valioso tesoro de los “abuelos” en la familia. Los abuelos de Jesús son el modelo de los abuelos de todos los tiempos. No conocemos por los evangelios a Ana y Joaquín, los padres de la Virgen María, sino sólo por ciertas tradiciones que se pueden remontar hasta la primera mitad del siglo II. Joaquín constituye el eslabón que une el antiguo Israel con el nuevo: Recibieron la bendición del Señor y por ellos nos llega la salvación prometida a todos los pueblos. Dieron el ser a aquélla de la que había de nacer el Hijo único de Dios. De ahí que San Juan Damasceno les pueda saludar en estos términos: “Joaquín y Ana, ¡feliz pareja! la creación entera os es deudora; por vosotros ofreció ella al Creador el don más excelente entre todos los dones: una madre venerable, la única digna de Aquel que la creó”. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad. Los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe! Refiriéndonos al ambiente familiar queremos subrayar una cosa: hoy, en esta fiesta de los santos Joaquín y Ana, qué importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia. El Documento conclusivo de Aparecida nos lo recuerda: “Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida” (n. 447). Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar. Saludamos con todo cariño a todos los abuelos. Y les agradecemos el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente. En particular, hoy queremos invitarles a rezar por todos los abuelos, de forma especial por los del Movimiento de Encuentros Conyugales, quienes con su sí al Señor cambiaron sus generaciones, sus descendencias. Encomendemos a la protección de Santa Ana y de San Joaquín a todos los abuelos del mundo. Que la Virgen María, quien -según una bella iconografía- aprendió a leer las Sagradas Escrituras en las rodillas de su madre Ana, les ayude a alimentar siempre la fe y la esperanza en las fuentes de la Palabra de Dios y sigan iluminando la fe de todas las familias.


La Voz del Papa Encuentro del Papa con los ancianos Plaza de San Pedro, domingo 28 de septiembre de 2014 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! ¡Os agradezco haber venido en tan grande número! Y gracias por vuestra acogida festiva: hoy es vuestra fiesta, ¡nuestra fiesta! Doy las gracias a monseñor Paglia y a todos los que la prepararon. Agradezco especialmente al Papa emérito Benedicto XVI por su presencia. Tantas veces he dicho que me gusta tanto que viva aquí en el Vaticano, porque es como tener al abuelo sabio en casa. ¡Gracias! He escuchado los testimonios de algunos de vosotros, que presentan experiencias comunes a muchos ancianos y abuelos. Pero uno era diferente: el de los hermanos que vinieron de Kara Qosh, escapando de una violenta persecución. ¡A ellos todos juntos demos un «gracias» especial! Es muy hermoso que habéis venido hoy aquí: es un don para la Iglesia. Y nosotros os ofrecemos nuestra cercanía, nuestra oración y la ayuda concreta. La violencia contra los ancianos es inhumana, como la realizada en los niños. Pero Dios no os abandona, ¡está con vosotros! Con su ayuda vosotros sois y seguiréis siendo memoria para vuestro pueblo; y también para nosotros, para la gran familia de la Iglesia. ¡Gracias! Estos hermanos nos dan testimonio de que aun en las pruebas más difíciles, los ancianos, que tienen fe son como árboles que siguen dando fruto. Y esto vale también en las situaciones más ordinarias, donde, sin embargo, puede haber otras tentaciones, y otras formas de discriminación. Hemos escuchado algunas en los demás testimonios.


La vejez, de modo particular, es un tiempo de gracia, en el que el Señor nos renueva su llamado: nos llama a custodiar y transmitir la fe, nos llama a orar, especialmente a interceder; nos llama a estar cerca de quien tiene necesidad... Los ancianos, los abuelos tienen una capacidad para comprender las situaciones más difíciles: ¡una gran capacidad! Y cuando rezan por estas situaciones, su oración es fuerte, es poderosa. A los abuelos, que han recibido la bendición de ver a los hijos de sus hijos (cf. Sal 128, 6), se les ha confiado una gran tarea: transmitir la experiencia de la vida, la historia de una familia, de una comunidad, de un pueblo; compartir con sencillez una sabiduría, y la misma fe: ¡el legado más precioso! Dichosas esas familias que tienen a los abuelos cerca. El abuelo es padre dos veces y la abuela es madre dos veces en esos países donde la persecución religiosa ha sido cruel, pienso por ejemplo en Albania, donde estuve el domingo pasado; en esos países fueron los abuelos quienes llevaban a los niños a bautizarles a escondidas, quienes le dieron la fe. ¡Bien! ¡Fueron buenos en la persecución y salvaron la fe en esos países! Pero no siempre el anciano, el abuelo, la abuela, tiene una familia que puede acogerlo. Y entonces bienvenidos los hogares para los ancianos... con tal de que sean verdaderos hogares, y ¡no prisiones! ¡Y que sean para los ancianos, y no para los intereses de otro! No deben de haber institutos donde los ancianos vivan olvidados, como escondidos, descuidados. Me siento cercano a los numerosos ancianos que viven en estos Institutos, y pienso con gratitud en quienes les visitan y se preocupan por ellos. Las casas para ancianos deberían ser los «pulmones» de humanidad en un país, en un barrio, en una parroquia; deberían ser los «santuarios» de humanidad donde el viejo y el débil son cuidados y protegidos como un hermano o hermana mayor. ¡Hace tanto bien ir a visitar a un anciano! Mirad a nuestros chicos: a veces les vemos desganados y tristes; van a visitar a un anciano, y ¡se vuelven alegres! Pero existe también la realidad del abandono de los ancianos: ¡cuántas veces se descartan a los ancianos con actitudes de abandono que son una auténtica eutanasia a escondidas! Es el efecto de esa cultura del descarte que hace mucho mal a nuestro mundo. Se descartan a los niños, se descartan a los jóvenes, porque no tienen trabajo, y se descartan a los ancianos con el pretexto de mantener un sistema económico «equilibrado», en cuyo centro no está la persona humana, sino el dinero. ¡Todos estamos llamados a contrarrestar esta venenosa cultura del descarte! Nosotros los cristianos, junto con todos los hombres de buena voluntad, estamos llamados a construir con paciencia una sociedad diversa, más acogedora, más humana, más inclusiva, que no tiene necesidad de descartar al débil de cuerpo y de mente, es más, una sociedad que mide su «paso» precisamente en estas personas. Como cristianos y como ciudadanos, estamos llamados a imaginar, con fantasía y sabiduría, los caminos para afrontar este desafío. Un pueblo que no custodia a los abuelos y no los trata bien, es un pueblo que ¡no tiene futuro! ¿Por qué no tiene futuro? Porque pierde la memoria y se arranca de sus propias raíces. Pero cuidado: ¡vosotros tenéis la responsabilidad de tener vivas estas raíces en vosotros mismos! Con la oración, la lectura del Evangelio, las obras de misericordia. Así permanecemos como árboles vivos, que también en la vejez no dejan de dar fruto. Una de las cosas más bellas de la vida de familia, de nuestra vida humana de familia, es acariciar a un niño y dejarse acariciar por un abuelo y una abuela. ¡Gracias!


Luz Para la Familia

El

Los abuelos ocupan un lugar destacado en la vida de los niños. Según el psiquiatra infantil Kornhaber, "para un niño, sólo los padres está por encima de los abuelos en la jerarquía del afecto". Los abuelos son como "libros vivientes y archivos de la familia", dice Kornhaber. Transmiten experiencia a sus nietos y les inculcan valores. Esta función es especialmente importante en la actualidad, ya que, al pertenecer a una generación en que había menos divorcios y más familias numerosas, los abuelos están en condiciones de "ayudar a los padres y a los nietos a comprender principios hoy olvidados con demasiada frecuencia, y sin embargo esenciales p palabras de un periodista "se aprende más de diez abuelos que de diez expertos En particular, los abuelos pueden ser excelentes transmisores de la herencia abuelos son símbolos vivientes de la tradición y de las trascendencia.

abu

Los abuelos, muchas veces, deben renunciar a la extendida aspiración de disfrut diversiones y de viajes de placer. Por el contrario, tienen la posibilidad de llenar una tarea más útil y satisfactoria: dedicarse a sus hijos y nietos. A su vez, los pad factor de la proximidad de los abuelos a la hora de fijar su residencia. Conviene t la televisión y el video para que los nietos puedan escuchar historias narradas p un sitio a los abuelos en los planes familiares, para que compartan con los nie fiesta, y la asistencia a actos de culto. Y, aunque esto suponga un sacrificio, la directamente del cuidado de los abuelos ancianos, sin recurrir a la residencia quede otro remedio.

Desde cierto punto de vista, hoy los abuelos son mas necesarios que nunca. Su a valiosa para los matrimonios jóvenes que necesitan dos sueldos. Pero los abu buena guardería: son un eficaz complemento de la tarea educativa de los padres Kornhaber, "La asignatura que imparte el abuelo no se enseña en ningún otro siti


insustituible rol de los uelos en las familias

para una buena vida familiar. En s en temas familiares." a religiosa. Para los niños, los

tar de un cómodo retiro lleno de los últimos años de su vida con dres deberían tener en cuenta el también "apagar mas a menudo por los abuelos". Hay que hacer etos las vacaciones, los días de a familia misma debe ocuparse a o al hospital salvo cuando no

ayuda puede ser especialmente uelos son mucho más que una s. Como dice el citado psiquiatra io".


Joven AtrĂŠvete a ser Diferente


Influencia de los Abuelos en el camino de la fe "¡Que importantes son los abuelos en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad!" (Papa Francisco, Jornada Mundial de la Juventud Brasil 2013) Así como dijo el Papa Francisco, estas personas que están llenas de puro amor y sabiduría a las que conocemos como “abuelitos” son totalmente esencial en la vida de cada ser humano, no solo por el cariño que únicamente ellos saben dar si no también la manera en que transmiten su fe. En mi caso, mis abuelitos han sido luz para mi vida, porque me han enseñado a creer y defender mi fe. Desde chiquita, tengo el recuerdo de llegar a misa y sentarnos en las bancas de en frente porque según lo que me enseñaron ellos es que desde ahí “se escucha mejor lo que Dios te quiere decir”. Y así fue como empezó mi camino de la fe al lado de ellos. La devoción y la entrega con la que siempre los he visto comunicarse con Dios a través de la oración me ha transmitido la importancia que es tener una buena relación con EL. La influencia que ellos han tenido en la vida de mis papas espiritualmente, ha logrado que mis papas sean vivo ejemplo de la fe que yo día con día he aprendido a fortalecer. Muchas veces los jóvenes no logramos darnos cuenta de la verdadera importancia que nuestros abuelitos tienen en nuestra vida y no les damos el lugar que merecen porque olvidamos que son personas a las cuales Dios les ha regalado el don de la sabiduría y así mismos los ha hecho un don para la iglesia. Por eso es que hoy quiero dejarlos con la invitación de aprovechar cada segundo con estas maravillosas personas que sin duda alguna Dios se lució al ponérnoslos en nuestro camino. Tomar cada consejo que nos den especialmente si se trata acerca de cómo vivir plenamente nuestra fe ya que al final de todo esa es una de las misiones más importantes que ellos tienen en su vida, transmitir la sabiduría que Dios les ha concedido y que mejor forma que tomar esto como un regalo de Dios hacia nosotros también.

Valeria Espinoza Miembro Secretaría Infanto Juvenil Movimiento de Encuentros Conyugales


Actualidad Familiar ¿Cómo ser padres de los padres?, la primera obligación de los hijos para con sus padres es cuidarles, ofreciéndoles como mínimo, los mismos conceptos de seguridad, atención, cuidado y cariño que ellos recibieron de pequeños. Es posible que algunos padres, no entiendan o no quieran entender, que necesitan recibir esas atenciones, pero tienen que percibir que esas atenciones las tienen disponibles, para cuando quieran o necesiten utilizarla. Algunas veces su soberbia y orgullo, mal entendido, les impide aceptar la necesaria ayuda, que podrían recibir de sus hijos o familiares. Pero ahí tienen que estar los hijos, para demostrarles con mucho cariño, pero también con firmeza, las soluciones creativas que les hagan más fácil la vida. Honrarás a tu padre y a tu madre, es el cuarto Mandamiento de la Ley de Dios y el primero de los mandamientos, dirigidos al prójimo. Este Mandamiento existe en todas las religiones, civilizaciones y costumbres ancestrales. Los padres llegan a una edad o a unas condiciones físicas, que tienen que ser cuidados, quieran o no, incluso para evitar males mayores o irreversibles, como en su día fueron cuidados sus hijos. No deberían tener que esperar a recibir la ayuda, a cuando ya no tienen fuerzas para sobrevivir con normalidad. Entonces no quedará más remedio que ayudarles, por voluntad propia o encargarlo a terceras personas o instituciones, para que lo hagan. Los hijos llevan una vida ascendente familiar, profesional y social, pero la vida de los padres es descendente, en casi todos los sentidos. En esta sociedad que marcha tan deprisa, en muchas ocasiones, los padres quedan desplazados, antes o después de la vida familiar y social, por diversos motivos reales y muy difíciles de asimilar. Es una grave obligación de los hijos, evitar a toda costa ese desplazamiento o por lo menos paliarlo, con atenciones y cuidados. Los padres llegan a tener muchas veces, carencias de salud, de alimentación, económicas, de compañía familiar, de soledad, de desplazamientos, de relaciones humanas, de relaciones con las oficinas de la sociedad (Impuestos, bancos, servicios públicos teléfonos, agua, etc.). También impedimentos de vista, oído, habla, movimientos, etc. Esas carencias, se van incrementando a medida que va aumentando la edad. Los hijos deben estar muy pendientes de los primeros síntomas, de lo que les va ocurriendo, para encontrar y poner en práctica los remedios, que les ayuden a eliminar o disminuir esas deficiencias. los hijos tienen que derrochar paciencia, compresión, madurez, cariño y dar un ejemplo edificante de su forma de vida.


Obligaciones de los hijos con sus padres


Carta a los abuelos de Jesús Ana y Joaquín

Celebramos hoy a San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús. ¡Gracias por haber sid dulces y ejemplares padres de María! Mis muy queridos Joaquín y Ana: Mi nombre es... bueno, no importa… les escribo desde un de la parroquia en una tarde cálida de julio. Me avisó una amiga que el día 26 es su fiesta ello, quise regalarles esta sencilla carta. No encuentro palabras para decirles "gracias". G por haber sido tan dulces y ejemplares padres de mi amada María. Usted, señora Ana, que habrá compartido con ella tantas tardes luego de intensas jornada sido una sencilla pero sabía maestra. Fueron sus manos (¿Las de quién, sino?) las q unieron a las de Ella en un mar de harina, para enseñarle a amasar el pan. Fueron sus m (¿Las de quién, sino?) las que apretaron fuerte las de Ella cuando el dolor, implacable, les in el alma. Fue su ejemplo (¿el de quién, sino?) el que ayudó a María a caminar los senderos contemplación simple, sencilla, la que está al alcance de cualquier mujer. Fue este santo eje el que permitió a la Madre, años después, meditar en su corazón los misterios de la Salvació Fue usted, buena señora, la que son su ejemplo más que con sus palabras, le enseñó a que ser mamá es la tarea más hermosa del mundo. Así, Ella, la veía a usted cuidar y ayu amigas y parientas cuando los embarazos venían difíciles en los caminos del alma. Y segu su casa los pequeñines siempre hallaron una rica sorpresa, increíblemente siempre lista, pa sorpresivas y revoltosas incursiones. Ustedes llevaron a la "llena de gracia" por las escalina llamado Isaías anunciaba que "...La Virgen está embarazada y da a luz un hijo..." y la profecí Usted, mi buen Joaquín, fue un hombre honesto y sencillo. ¿Quién, sino, habría sido digno tantos días al partir de la casa para "ganar el pan con el sudor de su frente". Y le habrá espe palomas blancas para abrazarle al regreso de la larga jornada. Y usted, la tomó en sus brazo "- "Quisiera que el padre de mi hijo se te pareciera” le dijo un día Ella." Y usted casi no veía s - "Quisiera que mi hijo, un día, estuviese tan feliz de mí como yo lo estoy de ti, querida m angustias de muchos años al criar los hijos, pueden desaparecer en un instante con frases c No quisiera terminar esta sencilla carta sin imaginar, por un momento, cuanto de ustedes lle más allá del tiempo, esa ternura por las pequeñas cosas de cada día, la cual, al llegarle desd le dejó al mejor de los nietos la mejor de las herencias: El amor al trabajo. Así, a través de M depositarios. Abuelos, abuelos, cuantas veces Jesús habrá dicho estas palabras. "Extrañas a los abuelos te extraño, muchas veces siento que hubiera querido tener a mis padres cerca”... Y Jesús h tarde, con la llegada del Espíritu Santo...Para terminar les pido un favor. Abracen a todos lo no, pues hay una edad del alma en que la palabra "abuelo" se torna en caricia...


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de la ercicio ón. María udar a uro en ara sus atas del Templo tantas veces… Así, Ella fue conociendo que hace muchos años, un profeta ía le inundaba el alma… o de traer a este mundo a la "llena de gracia"?. María le habrá contemplado, seguramente, erado de regreso y habrá corrido hacia usted con las mejillas sonrosadas y los ojos llenos de os y la alzó al cielo... tan ligera como una gacela, tan pura como una mañana. su rostro pues las lágrimas delataban que la niña le había besado el corazón. madre..." y sus palabras le hicieron sentir, Ana, que la vida es hermosa y los sacrificios y como esa. egó al corazón de Jesús a través de María: Usted, mi buena Ana, seguro le alcanzó, desde de el corazón de María, se transformaría luego en parábola, en camino. Usted, don Joaquín, María y envuelto en las palabras y ejemplo del buen José, hallaría en Jesús el mejor de los

¿Verdad, Madre querida?". "A veces, Hijo, a veces... Cuando Tú te vas a predicar lejos y yo habrá mirado a María en silencio, sabiendo que había verdades que Ella comprendería más os abuelos del mundo, en especial a los que se sienten solos. No importa si tienen nietos o


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Sobre los ancianos

blo II nos invitó a prestar atención al lugar del anciano en la familia, porque « como consecuencia de un desordenado desarrollo industrial y urbanístico, en llevando a los ancianos a formas inaceptables de marginación».214 Los a percibir «la continuidad de las generaciones», con « el carisma de servir Muchas veces son los abuelos quienes aseguran la transmisión de los a sus nietos, y «muchas personas pueden reconocer que deben us abuelos la iniciación a la vida cristiana ».216 Sus palabras, sus caricias o ayudan a los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que nos antecede. azos con la historia tendrán dificultades para tejer relaciones estables y para son los dueños de la realidad. Entonces, «la atención a los ancianos habla una civilización. ¿Se presta atención al anciano en una civilización? ¿Hay ano? Esta civilización seguirá adelante si sabe respetar la sabiduría, la ncianos».

educar sin memoria: «Recordad aquellos días primeros» (Hb 10,32). Las ancianos hacen mucho bien a los niños y jóvenes, ya que los conectan con anto de la familia como del barrio y del país. Una familia que no respeta y elos, que son su memoria viva, es una familia desintegrada; pero una familia una familia con porvenir. Por lo tanto, « en una civilización en la que no hay anos o se los descarta porque crean problemas, esta sociedad lleva consigo rte »,218 ya que «se arranca de sus propias raíces».219 El fenómeno de la oránea, en términos de discontinuidad, desarraigo y caída de las certezas a vida, nos desafía a hacer de nuestras familias un lugar donde los niños en el suelo de una historia colectiva.


Catecismo de la Iglesia Católica

2199 El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en relaciones con sus padres, porque esta relación es la más universal. refiere también a las relaciones de parentesco con los miembros del gr familiar. Exige que se dé honor, afecto y reconocimiento a los abuelo antepasados.

2206 Las relaciones en el seno de la familia entrañan una afinidad sentimientos, afectos e intereses que provienen sobre todo del mu respeto de las personas. La familia es una comunidad privilegiada llam a realizar un propósito común de los esposos y una cooperación dilige de los padres en la educación de los hijos (cf.GS 52).

2219 El respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar; at también a las relaciones entre hermanos y hermanas. El respeto a padres irradia en todo el ambiente familiar. “Corona de los ancianos son hijos de los hijos” (Pr 17, 6). “Soportaos unos a otros en la caridad, en t humildad, dulzura y paciencia” (Ef 4, 2).

2220 Los cristianos están obligados a una especial gratitud para aquellos de quienes recibieron el don de la fe, la gracia del bautismo vida en la Iglesia. Puede tratarse de los padres, de otros miembros d familia, de los abuelos, de los pastores, de los catequistas, de o maestros o amigos. “Evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé también ha arraigado en ti” (2 Tm 1, 5).


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Santos Joaquín y Ana El protoevangelio de Santiago cuenta que los vecinos de Joaquín se burlaban de él porque no tenía hijos. Entonces, el santo se retiró cuarenta días al desierto a orar y ayunar, en tanto que Ana (cuyo nombre significa Gracia) "se quejaba en dos quejas y se lamentaba en dos lamentaciones". Un ángel se le apareció y le dijo: "Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz. Del fruto de tu vientre se hablará en todo el mundo". A su debido tiempo nació María, quien sería la Madre de Dios. Esta narración se parece mucho a la de la concepción y el nacimiento de Samuel, cuya madre se llamaba también Ana ( I Reyes, I ). Los primeros Padres de la Iglesia oriental veían en ello un paralelismo. En realidad, se puede hablar de paralelismo entre la narración de la concepción de Samuel y la de Juan Bautista, pero en el caso presente la semejanza es tal, que se trata claramente de una imitación. La mejor prueba de la antigüedad al culto a Santa Ana en Constantinopla es que, a mediados del siglo VI, el emperador Justiniano le dedicó un santuario. En Santa María la Antigua hay dos frescos que representan a Santa Ana y datan del siglo VIII. En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana; por él concedía la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de occidente en 1584.


Festividades de la Iglesia


demandas de ciertos nutr

Todo esto puede compro persona debe comer cant Hay que evitar los alimen porque esto quita el apeti

El Rincón de la Salud

Hay que disminuir la in antioxidantes. También c veces disminuye la sens agua al día es suficiente s


Alimentación Geriátrica Las necesidades nutricionales en las distantes edades cambian. La alimentación saludable a lo largo de toda la vida debe ser natural, nutritiva y equilibrada, no obstante, cada etapa tiene unas peculiaridades a las que debemos atender para comer de una manera apropiada.

El proceso de envejecimiento implica un deterioro progresivo natural, tanto físico como psíquico, además las necesidades nutricionales cambian y el gasto energético es menor aunque las

rientes aumenten.

ometer el estado nutricional del anciano. Para que esto no ocurra la tidades más pequeñas que se digieran mejor, pero más veces al día. ntos muy calóricos que tengan poco valor nutricional como los dulces, ito, pero no satisface las necesidades nutricionales.

ngesta de sal y aumentar el consumo de verduras ricas en fibra y conviene adquirir una buena rutina en la ingesta de líquidos, ya que a sación de sed y aparece la deshidratación. El consumo de un litro de si se consumen frutas y verduras todos los días.


El Movimiento en Movimiento Celebraciรณn del 30 Aniversario de la Comunidad Filial de Sonosonate

Celebraciรณn del 14 Aniversario de la Comunidad Filial de Ciudad Arce

Hermanos Predilectos, compartiendo con Padre Edgardo Hernรกndez., asesor espiritual MEC sede central.


Asamblea en la Comunidad de Turín, Santa Ana y posterior reunión de representantes de enlace nacional con el secretariado y animadores.

Noche de oración y sanación, servidores del MEC Sede Central


Dejad que los niños vengan a Mi Celebración de los abuelitos de Jesús Santa Ana y San Joaquín


Prรณximas Actividades


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