Revista Ciudad Nueva | Junio 2015 Nº565

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ciudadnueva.org.ar | junio 2015 | Nº 565 | $50

Economía

El Hombre al centro La búsqueda de espacios de comunión que enriquecen a la persona.

Pobreza Cómo nos relacionamos con esta problemática?

“Todo Brillo” Una empresa exitosa de Economía de Comunión

Debate en la ONU El aporte de María Voce sobre tolerancia y reconciliación

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contenidos Junio 2015

Staff

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3 Editorial

La vigencia de una propuesta

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ida y vuelta Con los lectores

5 crónicas de dorita 6 Reflexión Economía y felicidad Comunión: un bien que exige reciprocidad

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El país Economías regionales La mesa de los argentinos

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Vida cotidiana Economía familiar Algo más que llegar a fin de mes

22 Testimonios De la vida cotidiana Amor que habla y escucha

24 Internacional María Voce ante la ONU Inventar la paz

19 Iniciativa Agricultura familiar Un desafío que interpela

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Palabra de Vida

Lo único necesario

Re­vis­ta men­sual del Movimiento de los focolares Redacción y administración: Lezica 4358 C1202AAJ Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina Telefax: (011) 4981-4885 lectores@ciudadnueva.org.ar Es­te nú­me­ro se ce­rró el 18 de mayo de 2015.

La urgencia por encontrar nuevos horizontes La vida por un sueño

28 Recuerdo Günter Grass y Eduardo Galeano Dos escritores comprometidos

16 Entrevista Stefano Zamagni La persona, centro de la economía

Re­gis­tro de la Pro­pie­dad In­te­lec­tual Nº 959.059. Puede reproducirse total o parcialmente los textos, citando la fuente: revista Ciudad Nueva. © Revista Ciudad Nueva es propiedad de Editorial Ciudad Nueva

27 Emergencia

14 Zoom Economía de Comunión Cuando el amor supera la actividad y el producto

Director: Carlos Mana Secretario de Redacción: Santiago Durante Consejo de Redacción: Osvaldo Barreneche; Cecilia Blanco de Di Lascio; Virginia Bonard; María Inés Criado; Yanina Dandan; Gabriel Ferrero; Quique Figueroa; José María Leonfanti; Elena López Ruf; María Marta Mainetti; José María Poirier; Agustín Tonet y Marcela Villares Arte y Diseño: Matías Blanco Corrección: Lorena Klappenbach Coordinador de Redacción Web: Alberto Barlocci

Imprenta: BiG Producciones Gráficas S. A., Ferre 2251, CABA.

8 Sociedad Enfoques y prácticas Pobreza, desigualdad y fraternidad

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El bosque que crece Plato Lleno La comida no se tira

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Arte y espectáculo Beber de la fuente

Foto de tapa: Matías Blanco

Chiara Lubich La cultura del dar Ciudad Nueva | 565 | Junio 2015

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Editorial

La vigencia de una propuesta

V

humana, comenzando por arias voces están selos más pobres y excluidos, ñalando las consey que haga crecer con la escuencias negativas peranza, la fraternidad y la vinculadas con cieralegría el camino de la hutos “equilibrios de poder”, manidad hacia la unidad”. en base a los cuales pequeYa en 1991, el escándalo de ños grupos de personas, que las “favelas” en torno a los ocupan posiciones estratégirascacielos de San Pablo, en cas en las grandes empresas, Brasil, llevó a Chiara Lubich en el sistema financiero y la a proponer la Economía de banca, en ámbitos académiComunión, una idea que se cos, en los tribunales y en la Antonio Berni, “Manifestación” materializó inmediatamenalta burocracia –ninguna de te y que sigue viva. ellas elegida por el pueblo– Junto con las múltiples y emblemáticas procondicionan la política y la economía. Frenan cualquier novedad “desagradable” que venga de la puestas de la economía social y solidaria, la Ecopolítica, y para ello se sirven de los que escriben nomía de Comunión intenta modificar la lógica los textos de las leyes en las oficinas jurídicas, de del interés egoísta aplicado a escala por la lógica los que elaboran los reglamentos y de los que in- de una economía puesta al servicio de la conviterpretan las leyes vigentes en los tribunales, con vencia humana y no del poder. Una lógica que el propósito de proteger los equilibrios del poder abarca tanto la dimensión macroeconómica, la lucha contra la desigualdad y la producción y los privilegios de la riqueza. La desigualdad, que antes era un fenómeno ca- de riqueza destinada a mejorar la distribución, racterístico de los países en desarrollo, hoy se ha como la microeconómica: relaciones nuevas en instalado transversalmente también en los paí- la empresa (espacio de trabajo en comunión y comunión en el trabajo), además de apostar a la ses centrales. Cuando los desequilibrios aumentan, como en formación de “hombres nuevos”, capaces de ser los últimos años, las dificultades se manifies- agentes de cambio social. No hay aquí una suerte de antagonismo respectan de forma dramática y sistémica. Los efectos, sobre todo en las poblaciones más pobres, to del capital. Como nos recuerda Lugino Bruson múltiples: algunos se rebelan como saben ni: “El dinero y los recursos son buenos si son o como pueden, otros se suben a barcazas pre- subsidiarios de la relación y de los lazos comucarias para buscar fortuna fuera de su tierra, en nitarios; en este caso se convierten en auténtica el medio aparecen fantasiosas teorías de pureza Providencia y en multiplicadores de comunión y desarrollo humano. Pero esos mismos recursos religiosa con ribetes criminales. El papa Francisco, por un lado, resume esta ca- económicos se transforman en auténticas desdena de sufrimiento en una suerte de “Tercera gracias cuando el dinero, el cash nexus (el nexo guerra mundial” combatida por partes; por otro del dinero), sustituye una relación hecha de conconvoca a los católicos para que la Iglesia sea fianza y construida al compartir diariamente la “testimonio del amor de Dios por cada persona vida, que cuesta más.” ·

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ida y vuelta

Con los lectores

Centros de difusión

Los cambios en la revista

Alta Gracia · Centro Mariápolis Camino a Falda del Carmen, C.C. 102 (5186), Tel.: (03547) 1558-0778 (0351) 1565-1721 `

¡La revista está más hermosa que nunca! La veo “clara” en todos los sentidos: en el planteo inicial de los principios que sostiene la publicación, en la tipografía un poco más grande que la anterior, en la distribución de las publicidades (aunque son pocas, lamentablemente), en el fondo blanco de cada página, en la presentación de los centros de difusión. Y me gusta mucho Dorita... ¡la vamos a esperar cada mes!

Avellaneda · Florencio Varela 166 (1870) , Avellaneda Tel.: 011-4203-0973 · Ameghino 1050 (1870), Avellaneda Tel.: 011-4201-6853

(Lector de Paraná)

Bahia Blanca · Tucumán 62 (8000), (0291) 4553923 · Lavalle 487 (8000), (0291) 4543169 / Fax: (0291) 4560051

Ganas de regalarla

Tanto la revista de abril como la de mayo me gustaron muchísimo. ¡Se nota el cambio! Me gusta que se haga foco en un tema, en estos casos diálogo y educación, respectivamente, porque permite tratarlos con mayor profundidad y desde varios ángulos. ¡El aporte de las “Crónicas de Dorita” es fantástico, lo mismo que “Beber de la fuente”! Un adherente al Movimiento de los Focolares pidió cinco ejemplares de abril porque “una revista así, que es clara en sus propuestas, da ganas de regalarla a otros”.

Capital Federal · Blanco Encalada 3131 (1428), (011) 4542-9367 · Bogotá 1775 (1406), (011) 4632-8181 Córdoba · 27 de abril 1382 Barrio Quinta de Santa Ana (0351) 4214848 · Luna y Cárdenas 1527. Barrio Paso de los Andes (5000) Tel.: (351) 480-0708

(Lector de Santa Fe)

José C. Paz · Centro Mariápolis Capdevila 501 (1665), (02320) 431900 cmariapolisba@focolares.org.ar

La erupción del Calbuco

A raíz de las noticias publicadas en www.ciudadnueva.org.ar sobre la erupción del volcán Calbuco, Pablo Troncoso, un lector amigo, compartió el siguiente escrito: Tufachi mapu meu pillan chrufquen acui pillan chrufquen mongueal (“Ha llegado la ceniza sagrada a esta tierra, ceniza sagrada para la vida”). Pillan Chrufquen (“tierra espiritual”). La ceniza del volcán es sagrada y respetada para nuestra cultura. Esta ceniza es medicina para los árboles enfermos por pestes y enfermedades, fortalecerá a la tierra y las raíces, matará a los insectos exóticos y dañinos y favorecerá a los insectos nativos. Esta ceniza dará nuevas energías a la tierra, la fertilizará, limpiará cada bosque y cada malliñ, cada vega y cada valle, limpiará de parásitos a las aves y a los animales, la ceniza es

Mendoza · Vicente López 434 (5500), (0261) 4290053 · Juan Agustín Maza 588 (5500), (0261) 4234484 O’Higgins · Mariápolis Lía Villa Blanca”, C.C. 32 (6748), “Campo Verde”, C.C. 29 (6748), (0236) 4448505 / (0236) 15-4532003 Paraná · Centro Mariápolis C.C. 34 (SC. 3) (3100), (0343) 4246226 · Alte. Brown 145, (3100), (0343) 4219706 Resistencia · Formosa 376 (3500), (03722) 438522 Rosario · 3 de febrero 443 (2000), (0341) 4485934 ffros@focolares.org.ar · Mendoza 2860 (0341), 4371909 Salta · Pje. San Lorenzo 72 (4400), (0387) 4215799 Tucumán · Crisóstomo Alvarez 987 (4000), (0381) 4310034 Trelew · Rondeau 330 (9100), (0280) 4429315

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crónicas de dorita

beneficio y medicina para esta porción de tierra; merece su respeto y que la saludemos, es una manifestación de equilibrio de las energías de miñche mapu (tierra de abajo), lugar donde reinan las fuerzas negativas. Este elemento de la naturaleza es muy importante para la vegetación, plantas, árboles, da fortaleza al naj mapu (tierra que pisamos), uente mapu (tierra de las alturas), pero es muy fuerte y perjudicial para el mapuche que tiene que mudar de vivienda con sus animales por un tiempo hasta que la tierra descanse y se vuelva a establecer el equilibro del ecosistema. Fente pui tañi nguchram (“hasta aquí mi conversación”).

Néstor Fabián Lemunao

¿Policías locales o electorales?

Agradezco que inviten a la reflexión a través de la publicación del artículo que lleva ese título, el cual me parece muy interesante. En tiempos de elecciones es muy común ver cómo los candidatos hacen en un mes, lo que no hicieron en 4 años. El asunto es ganar. Lo lamentable es que utilicen como rehenes a jóvenes que lo que quieren es trabajar. No importa el puesto, cargo o función a desempeñar, sino insertarse en la sociedad a través del trabajo. En este caso puntual, la policía local se convirtió en una fuente laboral. Atrás queda la importancia del rol a cumplir y la peligrosidad que implica asumir este tipo de responsabilidades. Estos jóvenes quieren y necesitan empleo. Pero más lamentable aun es que no se los pre-

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pare, que no se les brinden las herramientas necesarias para cumplir con sus funciones. Ahora bien, si tengo que responder al interrogante que figura en el título, lamentablemente, no dudo: policía electoral. Saludos.

Pablo (La Plata)

Venta ilegal

Los datos presentados en el artículo titulado “La invasión de la venta ilegal vista desde un drone” son verdaderamente escalofriantes. Pero falta la otra cara. En estas ferias trabajan miles de personas por unos manguitos para arrimar los fideos a la olla. Si existe semejante fraude es porque fue propiciado, no se armó solo, pero por otro lado no existe la voluntad política de sacar a flote a las verdaderas víctimas. No se aborda desde la mirada de la reconversión de estos conglomerados de corrupción en un entramado virtuoso de trabajo genuino donde los esclavistas, los coimeros y los punteros sean desplazados y se organice como algo legal, como tantas otras cosas. Me parece que tratar el tema desde el perjuicio que denuncian los comerciantes y el flagelo de inseguridad solamente es muy estrecho. Habría que ser más amplios y profundizar en la raíz de la problemática social que anida. Mientras no se aborde el tema de la exclusión, que es un gran negocio, la inseguridad no sólo subsistirá sino que crecerá.

Juan Andrés Ravignani (Buenos Aires)


Reflexión

Economía y felicidad

Comunión: un bien que exige reciprocidad Todos sufrimos la falta de comunión, pero corremos el peligro de acostumbrarnos a su ausencia y dejar de desearla.

L

a comunión se da siempre dentro de una comunidad, pero no siempre ocurre también al revés, ya que pueden existir y de hecho existen comunidades sin ninguna forma de comunión entre las personas, en las que los dones se convierten en obligaciones, sin libertad y sin gratuidad. Hoy los estudios sobre la felicidad y sobre el bienestar subjetivo nos dicen con gran claridad que la principal causa de felicidad de las personas es la vida de comunión, a partir de la primera célula de comunión que es la familia. Para una vida buena, la calidad de las relaciones de comunión es decisiva a todos los niveles, incluida esa

experiencia fundamental de comunión que es el trabajo. No hay que cometer el error de pensar que la comunión sólo es posible en las relaciones íntimas y familiares: la comunión es la vocación más profunda y verdadera de los seres humanos en todos los ámbitos en los que se ejerce lo humano. Hay dimensiones de la comunidad tan íntimas y espirituales que para describirlas necesitaríamos la fuerza poética de Dante y sus geniales neologismos (“si yo me entuase como tú te inmías”, “Paraíso”, IX). Pero hay otras dimensiones no menos decisivas para la calidad de nuestra vida que, sin exigir la mutua inhabitación de las

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por Luigino Bruni

almas, necesitan que cada uno se sienta vinculado con los otros y considere que los demás ciudadanos son necesarios para su propia felicidad. Latinoamérica seguirá sufriendo mientras no pase de ser comunidad a ser también comunión. La comunión nos permite conjugar los verbos de nuestra existencia en todas las personas, sobre todo en la primera del plural (“nosotros”). Entre otras cosas, porque cuando a nuestra sintaxis le falta la primera persona del plural, también le falta la segunda del singular, el rostro del otro desaparece y las comunidades sólo están habitadas por anónimas terceras personas. Para evitar que la comunión se convierta en “comunionismo”, hay que conjugarla conjuntamente con la igualdad, la libertad y la gratuidad. A diferencia de la comunidad, la comunión exige una cierta igualdad, sobre todo cuando se pasa de la comunión de bienes a la comunión entre personas. Es una igualdad en dignidad, es reconocer “mis ojos en tus ojos”, sabiendo que tú estás ahí, dentro de esa relación, porque al igual que yo, tú también has elegido libremente estar (y mañana tal vez no) y lo has elegido con gratuidad. Por eso la comunión exige la superación de los estatus y no es completa mientras eso no ocurra. La comunidad puede existir y perdurar también en las sociedades feudales y desiguales, pero la comunión exige mucho más. A veces la experiencia de la comunión comienza dentro de los castillos, en comunidades no igualitarias, pero si esa experiencia es auténtica poco a poco las va minando desde dentro y las transforma. Como ocurrió en las primeras comunidades cristianas y en las que nacieron de los grandes carismas religiosos y laicos, donde la gente llegaba noble o plebeya e inmediatamente se encontraba inmersa en una nueva realidad de verdadera comunión, “donde ya no hay hombre ni mujer, esclavo ni libre…” (Pablo a los Gálatas). La comunión es toda ella libertad, porque es una experiencia altísima de gratuidad. La historia ha conocido y conoce comunidades-sin-comunión, en las que falta precisamente este tipo de igualdad, de libertad y de gratuidad. Nuestro mundo sufre sobre todo por falta de comunión, a todos los niveles, a

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partir del económico. Hace falta comunión para tratar de resolver los graves problemas de la miseria y la exclusión. La filantropía no basta, muchas veces incluso hace daño porque es unilateral. La comunión pide mucho a todos, a los que dan y a los que reciben, porque es una forma de reciprocidad en la que todos dan y todos reciben. Y en la que todos perdonan, pues sin un perdón continuo e institucionalizado la comunión no dura. La comunión es felicidad, bienestar, vida buena. Pero la vida a nuestro alrededor nos muestra continuamente un espectáculo de no-comunión. Recordar continuamente que la comunión es la vocación de la humanidad implica tener una idea de la salud y la enfermedad de las sociedades humanas. El humanismo judeocristiano, por ejemplo, nos relata el comienzo de la humanidad en la comunión, un comienzo que es a la vez el fin último de la historia, la meta hacia la que tendemos. La no-comunión no es ni la primera ni la última palabra sobre lo humano. Decir que la comunión es la salud y la no-comunión la enfermedad, significa tener una idea de la terapia para curarnos. En cambio, la cultura dominante está invirtiendo este orden y transformando la enfermedad en salud. Así lo hace cada vez que dice que la rivalidad, la envidia y la vejación del otro son los principales agentes de crecimiento económico y que la concordia, la gratuidad y la igualdad no aumentan el PIB. La historia nos muestra que el hombre es más grande que sus desuniones y discordias. La posibilidad real de un “todavía no” de comunión es lo que hace posibles y sostenibles los “ya” de la no-comunión. Cuando ese horizonte amplio se borra o se le etiqueta como una utopía ingenua, lo humano se empequeñece. Cuando faltan los ideales que elevan nuestra mirada, aunque estemos en el barro, la política se convierte en cinismo, la economía en dominio y la sociabilidad en cadena perpetua. La calidad civil, moral y espiritual del tercer milenio dependerá de nuestra capacidad de ver en el ser humano, a todos los niveles, algo más de lo que hemos visto hasta ahora y de dotarnos de instituciones de comunión que favorezcan la paz, la concordia, el bienestar y la vida buena ·

Nuestro mundo sufre sobre todo por falta de comunión, a todos los niveles, a partir del económico. Hace falta comunión para tratar de resolver los graves problemas de la miseria y la exclusión.


Profesionales

Sociedad

enfoques y prácticas

Ali­cia R. An­da

Abo­ga­da - Me­dia­do­ra.

Con­flic­tos de fa­mi­lia: Re­so­lu­ción no con­ tro­ver­ti­da. La­bo­ral y Con­sor­cios. De­re­cho Tri­bu­ta­rio. Sar­mien­to 1586 -20 cuer­po 60 H- CABA. Tel.: (011) 4382-4850

Estudio Benchetrit Abogada ( UNLP).

Dra. María Rosa Benchetrit.-Civil. Familia. Soc.Conyugal. Alimentos.Reg Visitas. Sucesiones.Daños y Perjuicios. Empresa Familiar. Negociación. Mediación. Nación, BsAs e Interior. Tel (0221)-4245353 // (0221) 4832997. La Plata, Buenos Aires

Dra. Car­men Kra­glie­vich / Dr. Pa­blo Bou­zon Abo­ga­dos (UBA).

Ci­vil - Co­mer­cial - La­bo­ral Tri­bu­ta­rio. Bar­to­lo­mé Mi­tre 986 -1° 1- (1846), Adro­gué, Buenos Aires. Tel.: (011) 4293-2220.

Lic. Alicia Olivera (Psicóloga U.B.A)

Dificultades en los vínculos. Abordaje desde lo psicológico/espiritual (fobias, ataques de pánico, etc.) Consultorio en Villa del Parque y Once. Solicitar entrevista a: 4566-7619 y 15-6946-4519.

Lic. Ana Mónica Peralta Psicóloga-Psicopedagoga.

Zona Caballito , CABA. Tel.: 15-4475-2634 anamonicaperalta@gmail.com

Luisina Miranda Solari Abogada (UNCBA)

Laboral - Administrativo - Jubilaciones Civil - Familia - Sucesiones - Daños y perjuicios. Av. Vélez Sarsfield 306 2º piso ‘B’. Córdoba Capital. (0351)156885184 msluisi@hotmail.com

Dra. Guadalupe Clariá Trebuq

Médica especialista en Homeopatía y Hematología (M.N. 111.484) Cel.: 15-3804-7094 guadalupeclaria@gmail.com

Lic. Mariana A. Trillo Psicóloga U.B.A

Niños, adolescentes, adultos, tercera edad Cel.: 15-3-271-0385 marian_trillo@yahoo.com.ar

Pobreza, desigualdad y fraternidad ¿Cuáles son las causas, dimensiones y nuestra manera de comprender la pobreza y la desigualdad? ¿De qué manera nos relacionamos con esta problemática y cuáles pueden ser las maneras de intervenir? Un gran desafío para todos.

S

olemos reconocer que los modelos y decisiones económicas y políticas inciden en el crecimiento o decrecimiento de la pobreza. Sin embargo, con frecuencia, cuando nos relacionamos con personas en situación de pobreza, cuando pensamos o evaluamos determinadas prácticas y/o políticas parece desdibujarse esta consideración y aparece fuertemente asociada a características de esas personas que las hacen “ser pobres”. Así colocamos las causas de la pobreza en los factores subjetivos y culturales de las personas que la viven, poniendo el acento en las causas que la potencian y no en las que la producen. Esto invisibiliza las condiciones materiales que la generan y facilita su proceso de naturalización1. Es decir, no son determinadas características culturales las que hacen que una persona o familia vivan situaciones de pobreza; en todo caso, vivir esas situaciones de pobreza influye en variadas formas culturales. La pobreza no tiene causas individuales sino estructurales, económicas y políticas. No la podemos pensar tampoco sin pensar la desigualdad. La pobreza es relacional, tenemos que pensarla en relación con la riqueza, con los no pobres, con


por Belén Aenlle*

los que tienen más peso para incidir y configurar el sistema económico y político. La pobreza no es tanto una relación con (la ausencia de) ciertos bienes, como una relación social, económica y política2. Tiene también dimensiones culturales. El análisis de estas dimensiones históricamente se centró sólo en “cultura” o en la subjetividad de las personas pobres, pero posteriormente se fue ampliando a los diversos grupos sociales y sus relaciones, así como las políticas y las instituciones que emergen con relación a la pobreza3, teniendo este análisis una gran importancia para “desnaturalizar” la pobreza y la desigualdad4. Un aporte importante para poder repensar nuestras imágenes de pobreza es poder reflexionar sobre la igualdad de las personas. La identidad de las personas tiene un elemento común, que nos iguala a todos, y que es el núcleo de nuestros derechos, nuestra común identidad. Por otro lado existe un elemento diferencial, que está dado por nuestras distintas situaciones de vida: de pobreza, creencias, ideología, elecciones sexuales, etcétea. Para nombrar a las personas, con frecuencia se suele convertir en central este componente que las diferencia y no el componente que las iguala. Así hablamos de pobres, discapacitados, etc., negando el elemento común, el ser personas, privando de identidad y deslingándonos de las responsabilidades en cuanto a que los derechos económicos, políticos y sociales de todos sean garantizados. Discriminamos tanto cuando no aceptamos la diferencia como cuando no aceptamos la igualdad. Decimos entonces que la pobreza es tanto un entramado de relaciones de privación de múltiples bienes materiales, simbólicos, espirituales y de trascendencia, imprescindibles para el desarrollo autónomo de su identidad esencial y existencial5; y una violación a los derechos humanos. Más que a necesidades, está ligada al derecho a satisfacerlas.

Políticas e intervenciones Las causas de la pobreza son estructurales, por lo que es el Estado el principal agente interventor, el que tiene la posibilidad de incidir en lo macro y quien debe impulsar políticas para disminuir la desigualdad y la pobreza. Esto no nos quita

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responsabilidades, al contrario, implica pagar impuestos y apoyar modelos y políticas que, reconociendo la igualdad y los derechos de las personas, incidan en el decrecimiento de la desigualdad y la pobreza, e incrementen la garantía de derechos. También son necesarias intervenciones micro que tengan en cuenta la importancia del trabajo, del empleo. Y no cualquier trabajo ni cualquier empleo, sino empleo de calidad, “en blanco”. Intervenciones que podemos realizar ya sea desde nuestra posición de empresarios, de trabajadores, a través de organizaciones, proyectos y para las que son necesarios “cambios culturales”, marcados fundamentalmente por poder tener en cuenta en cada decisión y acción, la centralidad e igualdad de la persona. En tal sentido, este reconocimiento sería constitutivo del concepto de fraternidad, de comunión. Para que las políticas e intervenciones tengan esta mirada son fundamentales acciones que permitan a los no pobres nuevas formas de comprender la pobreza, la desigualdad y su relación con ellas. Así como también políticas o proyectos en los que la persona que se suele llamar “destinatario” sea considerada parte, partícipe. Las personas que planifican las acciones suelen poseer determinados conocimientos económicos, técnicos, organizacionales y sociales. Las personas que viven la situación de pobreza saben desde su propia experiencia lo que es no tener trabajo, o tenerlo pero mal pago, ser explotadas, tener dificultades para acceder a la educación, a la salud, a los servicios, ser discriminadas. Y son necesarios ambos tipos de conocimiento para lograr propuestas que realmente aporten al cambio de situaciones, al mutuo reconocimiento, a la comunión.

Un desafío para todos La fraternidad entonces tiene sus raíces en la común identidad y en su reconocimiento; y paralelamente se fortalece y se reconstruye en el reconocimiento de las diferencias. La dramática desigualdad social, y que muchos vean amenazado su derecho a la vida y a una vida digna, se constituye como herida y desafío a esa fraternidad que nos hace responsables de los “otros”, a unos de otros. Y esto se constituye en un constante desafío para cada uno · * La autora es Magister en Políticas Sociales.

1. Álvarez Leguizamón, S. “Los cambios operados en las concepciones de gestión de programas sociales a partir del financiamiento internacional. Panel: La evaluación y gestión de las políticas sociales en las últimas dos décadas: problemas y perspectivas”. VI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Buenos Aires, 2001. 2. Grassi, E. “La cuestión social y la cuestión de la pobreza”. Revista Voces en el Fenix, N° 22, marzo, 2013. pp. 10 – 34. 3. Bayón, M. C. “Hacia una sociología de la pobreza: la relevancia de las dimensiones culturales”. Estudios Sociológicos XXXI, 2013. pp. 90. 4. Bayón, M. C. Op. Cit. pp. 91 5. Vasilachis, I. (2003) Pobres, pobreza identidad y representaciones sociales. Barcelona: Gedisa.


El país

Economías regionales

La mesa de los argentinos Las economías regionales son una clara demostración del potencial que tiene nuestro país, que ha sido dotado desde el punto de vista de sus recursos naturales de una invaluable diversidad. Estas economías están directamente relacionadas con una forma de vida, un hábitat, un clima y un determinado tipo de producción vinculada con lo que se llama “la mesa de los argentinos”, ya que en su mayoría se identifican con productos agroalimentarios.

P

odemos recorrer nuestro extenso país y maravillarnos por su diversidad de producción. El tabaco, los cítricos y el azúcar en el Noroeste; el arroz, el algodón y la yerba mate en el Nordeste; la lechería, los cereales en la región pampeana; la vid, el oliva y el ajo en la región de Cuyo, frutas como pera y manzana en el Sur, un abanico interminable y muy difícil de enumerar, pero que sin duda evidencian una gran potencialidad. Sin embargo la suba de los costos internos empujados por la inflación, el atraso cambiario y la creciente presión fiscal complican la actividad de este sector. Para conocer esta problemática hablamos con el Dr. Carlos Iannizzotto, abogado mendocino de 60 años, padre de 10 hijos y dirigente cooperativista (actualmente ocupa la vicepresidencia de Coninagro). Productor vitivinícola, conoce profundamente las penas y las alegrías de quien trabaja la tierra.

–¿De qué hablamos cuando decimos “economías regionales”? –Estamos hablando de la identidad productiva y de la identidad cultural y social de nuestro país. Estamos hablando de trabajo, ya que aproximadamente están vinculadas con el 9 % de PBI, con 600 mil puestos de trabajo, o sea un 30 % del empleo. La Argentina está dotada para alimentar a 400 millones de habitantes, un número muy importante en la producción de algo que el mundo reclama en este momento como son los alimentos. Esto demuestra el potencial que tenemos.

Arriba, en la página 11: nuestro entrevistado, el Dr. Carlos Iannizzotto. Las distintas economías regionales en el país tienen un factor común: ser altamente inclusivas.

–¿Cada economía regional tiene sus propias lógicas? ¿Qué las une? –Cada una de estas economías tiene reglas propias, su formación de precios, sus tipos de trabajo. Por ejemplo, en la vitivinicultura es muy clara la figura del contratista, que no existe en otra economía regional. En la pampa húmeda está

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por Santiago Mampel

–Sin embargo existe una brecha muy grande entre el precio que paga el consumidor y el que recibe el productor. –Ese es el gran problema de la actualidad. Hay expulsión de productores porque cada vez tienen menor participación en el precio final. Hay varios elementos distorsivos. Hoy, por ejemplo, se paga $1,80 el litro de vino al productor y en la góndola, el más barato sale $18. ¿Qué ha sucedido en el medio?: inflación en el corcho, en la botella, en la etiqueta, marketing y publicidad, y un margen de ganancias que las empresas no están decididas a renunciar. ¿Todo eso cómo se ajusta? Se ajusta para abajo, o sea en el precio que se paga al productor. Si a esto le agregamos que hay un mercado con inflación, presión tributaria y una alta tasa de interés, se produce una distorsión mucho mayor. –¿Las economías regionales tienen posibilidad de exportar? –Lamentablemente la situación macro no ha favorecido en los últimos años, hay sobre-stock interno. Aparentemente eso sirvió en un principio para bajar el precio interno, pero sucedió que, como el productor no era rentable, cada vez produjo menos. Y al producir menos, hay menos leche, hay menos carne, hay menos tabaco, menos arroz, menos trabajadores y el precio sube. –¿Cuál es el rol del cooperativismo dentro de las economías regionales? –El cooperativismo ocupa el 35 % de la producción. Existen cerca de 120.000 productores asociados e integrados y son la base de la economía solidaria. En el consumo representa un promedio del 20 % del total del país. También existe una integración vertical que une la producción primaria, la industria y el consumo, es decir, la comercialización. Es el momento en donde se hace más fuerte el cooperativismo porque acerca al productor con el consumidor, sin intermediarios y puede ofercer un producto noble, de calidad y de mejor precio. Uno de los grandes problemas que tiene la economía del mundo es la concentración de la demanda y una oferta atomizada. Entonces, si estoy solo hacen conmigo lo que quieren. El cooperativismo viene a romper eso. Debemos fomentar la integración y el asociativismo para poder establecer un mercado y una sana competencia, y evitar la concentración en pocas empresas. Si no, el ajuste lo sufre el que menos retribución recibe.

la figura del peón rural. Entonces vemos un entramado muy rico, muy variado de cómo se van armando las estructuras económicas, sociales, culturales. Todas con un factor común que es, sobre todo, ser muy inclusivas.

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–Hay una iniciativa muy interesante que es el Observatorio de Economías Regionales de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas), ¿de qué se trata? –Se trata de tener información. Siempre ha sido así, pero hoy más que nunca y debido al avance tecnológico de cualquier empresa grande o chica, un productor tiene que estar bien informado. El intercambio comercial se hace tan rápido y tan vertiginoso, y está tan vinculado con los precios a nivel internacional por las comunicaciones, que el productor tiene que estar informado día a día de lo que pasa en el mundo. Este trabajo que realizan varios expertos, lo compartimos en la página web: www.acovi.com.ar/observatorio/ ·


Vida cotidiana

Economía familiar

Algo más que llegar a fin de mes Confianza recíproca, esfuerzo compartido, previsión, comunión, variaciones sobre un tema que también hace a la familia.

nos podemos dar algún gusto personal sin consultarnos demasiado. El tope lo ponen las circunstancias y la autonomía que nos podemos dar se basa en la confianza que nos tenemos. ‘¡Qué bueno que te compraste ese libro!’, me dice Jorge cuando me ve llegar con alguna novedad que me copa, aunque resulte cara. Y yo otro tanto cuando él invierte para el taller de escultura. Una vez una cosa, otra vez otra, y los chicos entran en esta onda. Saben que nos queremos y los queremos, con los tironeos propios de su edad. En este sentido, lo nuestro funciona como una sana anarquía, basada en la confianza recíproca, que es lo fundamental”.

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orena se sorprende cuando la llamo para preguntarle cómo manejan su economía doméstica. Es una familia tipo, diríamos; el matrimonio más una nena y un varón de cinco y cuatro años. Los dos trabajan y se reparten para estar con los hijos, llevarlos y traerlos del colegio, la atención de la casa, la vida social, los intereses de cada uno, cursos, yoga, salidas… movidita, la cosa. Se sorprende porque no es común hacer ese tipo de preguntas y menos responderlas abiertamente. Por lo general la cuestión dinero es casi más tabú que hablar de las relaciones íntimas. Incluso en la pro-

pia familia puede que no se sepa lo que gana cada uno, como si se entrara en un coto cerrado, terreno privado y delicado. Pero Lorena se explaya con gusto. “Las entradas no son fijas, así que nos guiamos por cómo se llega. La austeridad es natural, ‘esto es lo que hay’, sin drama. Eso sí, de entrada, ya de novios, hicimos una caja común. Por supuesto, discutimos cuando hay que hacer un gasto mayor, el auto, unas vacaciones o cambiar un sillón, que lo estiramos hasta que no da más y ahí compramos otro. Nos gustaría estar más desahogados, aunque hemos estado peor, pero yo digo que ‘sobrevivimos bien’ y hasta

“‘Cuando cumpla cuatro años voy a tener una hermanita y vivir en una casa…’, había dicho inesperadamente Josefina, cuando tenía tres. Lo llamativo es que un año después nacía su hermanita, que ya tiene uno y medio, y lo de la casa es un proyecto en marcha”, constatan sus padres, sabiendo bien que la profecía de la nena tiene su historia. Los dos, con 36 años y 11 de casados, “cuando miramos para atrás nos damos cuenta de que, sobre todo lo de la casa, es el resultado de muchas otras cosas, si pensamos en nuestra economía, que siempre ha sido ajustada al día a día”. Ambos vienen de familias numerosas y conservan en la retina la escena de sus padres, cada tanto sentados y concenCiudad Nueva | 565 | Junio 2015

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por Honorio Rey

trados en un diálogo exigente para “ver los números”. Organizarse cuesta. Los trabajos no tienen la estabilidad de un tiempo, pero en su relato aflora cómo en muchas ocasiones, por no decir siempre, han intervenido otros factores y manos providenciales que fueron cubriendo los baches por el camino: ese amigo que les ha dejado la alacena bien provista porque se iba de vacaciones; un trabajo extra que llega en el momento justo; los regalos útiles y apropiados a cada ocasión, la ropa que pasa de uno a otro… “La providencia, en nuestro caso, se podría decir que es una entrada más. Lo digo con cierto pudor, porque no nos podemos apoyar en eso, pero confieso que me tengo que rendir ante las evidencias”. En efecto, hay que tener en cuenta que no son para nada una familia aislada, una isla, sino que en todo caso forman parte de un archipiélago, muchas familias unidas por un afecto natural e incluso por un ideal espiritual, donde todo circula. Además, la pelean. “La economía viene de afuera pero también se genera desde adentro. Depende de cómo uno se planta y se valora, y nos alentamos recíprocamente. La motivación es generadora de recursos. Y mucho, mucho diálogo, porque ante la necesidad también se generan tiranteces, discusiones y no tomamos decisiones hasta que no nos cierra a los dos y vuelve la confianza, el equilibrio. Por otra parte, parece que Dios respondiera cuando uno se decide, porque si no a veces se te abre una posibilidad que te pasa por delante como un elefante y no la ves. Con lo de la casa fue algo así, un crédito que se ponía al alcance, y como si el resto de las familias estuviera esperando nuestra decisión, y ahí comenzaron a aparecer los demás (los del archipiélago) aportando lo suyo, como si la cosa fuera de todos. Tanto que ahora ya estamos a mitad de camino con la obra y pensamos mudarnos a fin de año”. Entre la amplia gama de posibilidades de manejar la economía doméstica

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están también quienes, por lo general con más años de experiencia y economías más estables, logran dar otro paso que puede parecer formal, pero de consecuencias importantes. “Estaba acostumbrada a gastar el dinero de mi trabajo a mi modo, y mi marido no sabía siquiera cuánto ganaba yo por mes. Naturalmente que gastaba en cosas necesarias, pero sin un orden. Hasta que un día, siguiendo el ejemplo de otras familias con las que compartimos un ideal de unidad, Familias Nuevas, nos propusimos hacer juntos un presupuesto para ordenar nuestra economía. Eso nos llevó a constatar que generalmente nos quedaba un superávit y podíamos reservar algo para ayudar a otros en dificultades. Poco a poco, las necesidades de los demás han pasado a constituir un rubro del presupuesto porque, como dice Juan XXIII, lo superfluo de unos se mide por las necesidades de los

otros. No es simplemente lo que sobra, porque si es por gastar, nunca quedaría nada. Sentimos que lo destinado a solidaridad no puede ser la primera variable de ajuste”. Y se animan a tener como modelo a los primeros cristianos, a los que “no se los recuerda por los templos, sino porque ‘eran un solo corazón y una sola alma y entre ellos no había indigentes, porque todo lo ponían en común’. Cuando aprendemos a reconocer a los otros como hermanos, los tratamos como hermanos”, afirman. Y nos regalan una última frase que termina por dar sentido y sostén a la sana anarquía en la familia de Lorena, basada en la confianza, el archipiélago solidario en que se mueven los padres de Josefina, el ordenado presupuesto de ellos mismos o a tantas otras formas que puede adquirir la economía doméstica: “porque, la verdad, ya sabemos que los bienes no se mueven si no se mueve primero el corazón” ·


Zoom

Economía de Comunión

Cuando el amor supera la actividad y el producto

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acimos como una empresa que posee entre sus características vivir para el otro en el trabajo. Porque es ‘el otro’ el objetivo final de tu trabajo”. Sin dudas una declaración de principios que guía los pasos de Todo Brillo, una empresa que se dedica a la limpieza y mantenimiento diario de oficinas y edificios, sobre todo de las instituciones bancarias de Paraguay. Lleva más de 20 años adhiriendo al proyecto de Economía de Comunión, comprometida no sólo en brindar un buen servicio sino en la práctica de una economía que pone en el centro la dignidad de la persona. En la actualidad cuenta con aproximadamente 500 empleados. –En ese ir hacia el otro hay un aspecto social en cuanto a la realidad de los empleados, ¿en qué consiste? –Contamos con un experto en Responsabilidad Social, una asistente social y una psicóloga que nos permiten guardar registros de las actividades que vamos realizando. Son muchos los aspectos para desarrollar, medir y analizar los resultados relacionados con las distintas realidades de la vida de los empleados, su familia, la cuestión habitacional, económica, educacional, civil. Hemos ayudado a la construcción de un puente para que los empleados que viven en ese barrio puedan transitar los días de lluvia; también nos contactamos con la Administración Nacional de Electricidad para que colocaran luminaria en una zona donde había muchos hechos de inseguridad que sufrían los

María Elena González, gerente de Todo Brillo, de Paraguay, reivindica el genuino valor de la responsabilidad social empresaria y cuenta cómo es el vínculo con los empleados, sus familias y los clientes. empleados, pero lo primero fue organizar a los vecinos a nuclearse en una comisión y que ésta siguiera todo el proceso para conseguir el servicio. Y Todo Brillo ponía a disposición de la gente del barrio sus maquinarias para la limpieza de las calles. –¿Y qué notaron en cuanto a la realidad familiar de sus empleados? –En algunas familias había mujeres golpeadas y recurrimos a personas que pudieran darles charlas

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por Silvano Malini

y consejos. Afrontamos la educación y alimentación de los niños, el manejo de un presupuesto familiar equilibrado. Contamos con un Decálogo de Ética, que los mismos empleados han preparado, sobre cómo tendríamos que comportarnos en la familia, el trabajo o en la calle. Además del Seguro Médico Estatal (IPS), la empresa ofrece un seguro privado a los empleados, de manera que tengan alternativa si en el estatal no pueden ser atendidos. El sueño de muchos era culminar los estudios primarios y secundarios, por lo que con la Escuela del Movimiento de los Focolares del Barrio San Miguel de Capiatá se creó una experiencia de Educación de Adultos de la que participa la mayor cantidad de empleados, incluso sus parejas. También, junto a la ONG Decidamos, realizamos capacitaciones frente a actos eleccionarios, ya sea a nivel nacional como en las comisiones del barrio. Todo esto lo hacemos convencidos del “den y se les dará”, que les llena el alma a los empleados, ya que decidieron llevar adelante diferentes tareas de voluntariado. Y construimos un edificio que, además de las oficinas administrativas, tiene salas de formación y guardería para los hijos de los empleados.

–¿La atención al cliente es la clave en el éxito de Todo Brillo? –Tener trabajo es fruto de todo el grupo. Porque finalmente el precio es el resultado del servicio, capacitación, calidad de empleados… y el resultado de todo eso es la satisfacción del cliente. Para ello la empresa hizo un trabajo de capacitación con los empleados, se los ha formado como personas, hemos tratado de elevar sus capacidades. Es decir, que sean seres humanos integrales. Pensamos que éste es el camino seguro para dar el mejor servicio.

–¿Qué implica para ustedes ser una empresa con Certificación de Calidad? –Todo Brillo reinvierte en la empresa, en la compra de más vehículos, de construcción de estructuras. Debemos contar con tecnología de punta y capacitar constantemente a los empleados para el mejor servicio a los clientes que confían en nosotros. Usamos productos de limpieza de calidad y biodegradables y en cada edificio que servimos existe un Decálogo Ambiental. Lo hacemos aunque sea más oneroso, pensando las personas y la naturaleza. Si bien hemos perdido algún cliente por presupuestos más bajos, gracias a esta manera de trabajar nunca nos faltó trabajo. Y no pasa mucho tiempo en que aquel cliente vuelve a llamarnos.

–¿Por qué eligieron el camino de la responsabilidad social a través de la empresa? –Sabemos que muchos lo hacen por marketing y gastan una cantidad enorme de dinero para obtener los report de responsabilidad. Nosotros decidimos invertir toda esa plata en la gente. La responsabilidad social no la hacemos por rentabilidad, la hacemos por convicción de que el ser humano, tanto como empleado, empresario o cliente debe ser atendido lo mejor posible. Nuestro lema, nacido de Chiara Lubich, es que “el amor supere a la actividad y el producto”. Las decisiones ejecutivas, operativas, técnicas de la empresa deben darse en comunión y respetando los valores humanos. Yo encuentro una riqueza enorme en las personas que trabajan conmigo ·

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María Elena González, titular de Todo Brillo junto a dos de sus hijos que la acompañan en la gestión. Abajo: algunas instantáneas de distintas facetas de la empresa. Para más información se puede acceder a www.todobrillo.com


Entrevista

Stefano Zamagni

La persona, centro de la economía

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La realidad europea y latinoamericana, los mitos que envuelven la actividad económica actual, la importancia de una economía civil, distinta de la pública y la privada, y el valor relacional de la economía. La mirada del profesor de Economía en la Universidad de Bolonia y miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

ientras muchos países europeos no consiguen salir de la crisis, en América latina la duda es si se está preparado para afrontar un contexto menos favorable. Se díría que el problema común es no disponer de un modelo económico que funcione a largo plazo. - En el origen de estos problemas hay un retraso cultural. Durante demasiado tiempo los centros culturales, académicos y no sólo eso han ido repitiendo un paradigma recibido de los Estados Unidos y que suele ser definido como neoliberal, cometiendo un trágico error, tanto en América latina como en Europa: muchos no se han dado cuenta de que no hay que considerar lo que dicen los estadounidenses sino lo que hacen. Es una paradoja que sorprende. Tomemos el ejemplo de cómo se ha afrontado la crisis actual. Los Estados Unidos, que todos identifican con el núcleo del neoliberalismo, han sido los más interventistas, los más keynesianos, incluso desde la época de Keynes*. Las políticas aplicadas para salir de la crisis han sido de un notable intervencionismo. Los estadounidenses hablan y escriben sobre neoliberalismo pero en la práctica nunca lo han sido, desde el siglo XIX. Los académicos creen en estos mitos porque no estudian la historia y piensan que los Estados Unidos son la patria del liberalismo. Conviene recordar que fueron los primeros en introducir en 1891 una ley antitrust, la Sherman Act, para combatir los monopolios, las fuerzas oligopólicas. O pensemos en la ley Glass Steagall, que fue torpemente derogada por el

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por Alberto Barlocci

presidente Bill Clinton en 1999, pero que por más de 60 años reguló los mercados financieros. Eso es intervensionismo. El presidente Roosevelt fue intervencionista, George Bush y Barack Obama han sido híperintervencionistas, pese a que se crea lo contrario. - ¿Cómo llegar a un nuevo paradigma económico? - Hay que superar algunos mitos. El primero tiene que ver con el homo oeconomicus: es falso desde el punto de vista de los hechos que la gran mayoría de las personas actúa en base a su propio interés sin preocuparse por los efectos sobre los demás. Cuando se piensa eso, se cometen errores. Se estima que un 40 % de las personas sigue esa pauta, bastante menos de la mitad. - ¿Cuál sería el segundo mito a derrumbar? - Que sea aceptable el control de la economía financiera sobre la economía real. Sabemos que a nivel global el volumen de las transacciones financieras es siete veces superior al volumen de las transaciones relativas a bienes y servicios. En 1980 el PBI igualaba al volumen de los patrimonios financieros, hoy estos últimos son siete veces superiores. Y de esto no se habla. También en ese entonces había capitalismo, pero la economía real controlaba la economía financiera. Hoy ocurre lo contrario. Hay que entender que la financiarización de la economía no puede durar todavía porque lleva a la ruina de todo el sistema. Es lo que están diciendo muchos intelectuales, también estadounidenses, y premios Nobel como J. Stiglitz, P. Krugman, A. Sen, G. Akerlof... - ¿El tercer mito? - Es el de una sociedad artículada sólo sobre dos polos: el público y el privado. Aquí nos encontramos ante responsabilidades tanto de los economistas como de filósofos y sociólogos que han sostenido una concepción dualista de la sociedad, en la que en determinados momentos prevalece lo público y en otros, lo privado. Es un error. Una sociedad necesita de una tercera pata. Además del ámbito público y del privado, hay un ámbito civil. Por civil se entiende el conjunto de cuerpos intermedios y de todas las organizaciones de la sociedad civil que no sólo desarrollan una actividad cultural sino también una práctica económica. No se puede razonar sólo en términos de actividad pública y privada. Se suele hablar de universidades públicas y privadas en modo inco-

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rrecto. Privada es una universidad que persigue el lucro. Una universidad católica pertenece al ámbito civil y no privado, porque no persigue el lucro. Lamentablemente esta costumbre de limitarse a dos polos, no tiene en cuenta una tercera realidad económica de tipo civil. - Margaret Tatcher solía repetir, al defender sus reformas neoliberales, que “la sociedad no existe”, entendiendo que ésta es un conjunto de individualidades. - La cultura del individualismo libertario, que hoy es dominante en nuestras sociedades y que ha sido en cierto sentido favorecida por un enfoque económico y sociológico que ha ido exaltando el individuo, se está transformando en un cáncer de nuestas sociedades. El individualismo libertario es contrario tanto al principio de solidaridad como al principio de democracia. El griego Pericles, en el siglo V antes de Cristo, sostenía que no puede funcionar una democracia cuando la mayoría de

Arriba: Agentes de Bolsa en Nueva York. Abajo: Una pequeña empresa de alimentos. En página 16: Stefano Zamagni, nacido en Rimini (Italia), es profesor ordinario de Economía Política en la Universidad de Bolonia (Italia). También ejerce como profesor adjunto de Política Internacional de Economía en la Universidad Johns Hopkins en Bolonia. Ha escrito numerosos libros y visita periódicamente la Argentina para dictar cursos y conferencias.


Entrevista

Stefano Zamagni

los ciudadanos son, utilizando su idioPor una economía del bien común ma, idiotés, es decir, individuos que no El libro de Ciudad Nueva escrito por Stefano se metían en políZamagni y prologado por Cristina Calvo reúne doce ticas porque estaensayos que explican por qué el concepto de bien ban preocupados común ha ido desapareciendo del lenguaje económisólo por lo suyo. co y ha sido sustituido por otros como bien público, La democracia no bien privado o bien total, lo que provoca cierta puede funcionar confusión conceptual. si hay demasiado Recuperar la idea de bien común supone recuperar individualismo. De la relacionalidad en economía, dando protagonismo hecho, las dictadua principios como la reciprocidad, abandonado en la ras en América latifase capitalista de la economía de mercado. na han sido el fruto Una propuesta valiente para construir un nuevo de una concepción modelo económico individualista extreque tenga en cuenta el ma. Un paradigma interés general. Incluye económico alteren apéndices dos tranativo no puede bajos sobre la encíclica fundarse sobre Caritas in veritate. Un el individualismo, libro para pensar e sino sobre el peridear en lo concreto un sonalismo, sobre la futuro distinto, más centralidad de la inclusivo y digno del persona humana. ser humano. La diferencia entre persona e individuo es clara: el individuo está bien cuando está solo, la persona es un sujeto que busca la relación. Hoy el déficit que tenemos es precisamente la relacionalidad. Nos están faltando bienes relacionales. En la actividad económica prevalece la idea de vencer al otro, que es una consecuencia de esta impostación. Si el individualismo tiene su eslogan en el homo homini lupus de Thomas Hobbes (“el hombre es lobo para el hombre”), la alternativa es la de recuperar el pensamiento del napolitano Antonio Genovesi, que un siglo despúes de Hobbes, a mediados de 1700, afirmaba: homo homini natura amicus (“el hombre es naturalmente amigo de otro hombre”). Son dos antropologías diferentes que llevan a grandes diferencias conceptuales en el plano económico y social.

La capacitación laboral (foto) como promoción para salir del estado de necesidad y entrar al mundo productivo.

- Hay que ir a las raíces de los problemas... - Sí. El caso argentino indica, por ejemplo, que el gasto social del Estado no es inferior al que se realiza en Europa. ¿Por qué subsiste tanta desigualdad? El problema es que la Argentina más de la mitad del gasto social es utilizado para un asistencialismo que no es productivo. Las personas necesitadas serán ayudadas, pero

seguirán necesitando esa ayuda. Hay que pasar de una intervención del Estado asistencialista a una intervención generativa. Es decir, los recursos que el Estado pone a disposición deben ser en sí mismo productivos, capaces de permitir a las personas salir de la necesidad. Porque de lo contrario se permanece en la desigualdad.

- Usted hablaba del aporte económico de la sociedad civil, pero en ciertos ámbitos académicos se suele considerar irrelevante... - Es una consecuencia de la ignorancia, precisamente porque se la considera como la economía del asistencialismo, del despilfarro de los recursos, y se considera que los recursos obtenidos por el fisco son utilizados en modo improductivo. La mayor parte de los economistas no conocen la economía civil. En realidad, la economía civil es más fuerte que la economía política y no al revés. Cuando se plantea un modelo generativo la irrelevancia desaparece. ¿Cómo se puede calificar de irrelevante el sector cooperativo –pienso en Europa–, sin el cual en esta crisis hoy estaríamos en una situación desastrosa? Creo que hay una responsabilidad de quien no conoce, pero también de quienes tienen intereses en dejar las cosas como están, manteniendo a la gente en la ignorancia · * J. M. Keynes, economista británico que en el siglo XX elaboró importantes teorías acerca de la intervención del Estado en la economía.

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por Carlos José Vigil

Iniciativa

Agricultura familiar

Un desafío que interpela El fortalecimiento y desarrollo de la agricultura familiar es uno de los objetivos de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina.

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egún la FAO, la agricultura familiar es aquella producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril o acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar. En cada país esta caracterización general tiene que ser adaptada a las realidades locales y en Argentina adopta criterios similares, sumando la condición de residir en el campo o la localidad más próxima y tener como ingreso familiar principal la actividad rural. Uno de los elementos que caracterizan a las familias de campesinos criollos es que viven la realidad doméstica y productiva como unidad. Sus condiciones de vida fortalecen las conexiones entre ambas realidades y esa identificación define, en buena medida, decisiones vitales: qué se produce para consumir, qué para intercambiar localmente, qué para comercializar; los roles de los miembros y las relaciones sociales, ya que frecuentemente no hay una clara determinación de los límites entre vecinos y se comparten recursos comunes. En Argentina hay unos 200 mil emprendimientos que se pueden calificar como de agricultura familiar; el mayor porcentaje en la zona Noreste y Centro Norte. Las cifras de los censos

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Carlos José Vigil, de la Comisión Nacional Justicia y Paz.

agropecuarios indican una disminución de emprendimientos familiares en los últimos veinte años, junto a un proceso general de concentración de la tierra; causales ambas de la permanente migración que alimenta los cordones de pobreza de las ciudades y que es uno de los factores que deberían hacernos comprender que las dificultades de las familias campesinas para crecer, desarrollarse y arraigarse constituyen un problema que nos toca a todos. La Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) de la CEA viene trabajando en la problemática de la agricultura familiar en varias líneas. Una es impulsar y participar, junto con la Pastoral Social Nacional, de una Mesa de Diálogo para la Agricultura Sustentable que está funcionando en el ámbito de la Secretaría de Estado de Agricultura Familiar. Otra es promover la difusión, el intercambio de experiencias y la capacitación de equipos diocesanos en el tema. La tercera, un documento elaborado durante 2014 que resume el pensamiento de la Comisión y presenta propuestas para la

acción, titulado “Agricultura Familiar en la Argentina: aportes para su fortalecimiento y desarrollo”, que fue publicado y presentado por la Oficina del Libro del Episcopado. Las palabras del papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación (octubre 2014) son un gran impulso: “Es necesario reconocer cada vez más el papel de la familia rural y desarrollar sus potencialidades. (...) La familia rural puede responder a la falta de alimentos sin destruir los recursos de la Creación. Para ello hemos de estar atentos a sus necesidades, no sólo técnicas, sino también humanas, espirituales, sociales y, por otra parte, tenemos que aprender de su experiencia, de su capacidad de trabajo y, sobre todo, de ese vínculo de amor, solidaridad y generosidad que hay entre sus miembros y que está llamado a convertirse en modelo para la vida social”. El desafío está lanzado · * Miembro de la Comisión Nacional Justicia y Paz. *Artículo completo en www.ciudadnueva.org


Palabra de Vida – Junio 2015

Lo único necesario Junio 2015

“Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas son necesarias, o más bien, una sola es necesaria.” (Lucas 10, 41-42)

por: Fabio Ciardi

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uánto afecto al repetir su nombre: Marta, Marta. La casa de Betania, a las puertas de Jerusalén, es un lugar donde Jesús acostumbra detenerse y descansar con sus discípulos. Afuera, en la ciudad, tiene que discutir y encuentra oposición y rechazo. En cambio aquí hay paz y es bienvenido. Marta es emprendedora y activa. Lo demostrará en la muerte del hermano, cuando entabla con Jesús una conversación sostenida, en la cual lo interpela con energía. Es una mujer fuerte que demuestra una gran fe. Ante la pregunta: “¿Crees que yo soy la resurrección y la vida?”, responde sin dudar: “Sí, Señor, creo” (cf. Juan 11, 25-27). Ahora está ocupada preparando un recibimiento digno del Maestro y sus discípulos. Es la patrona de la casa (como indica el nombre: Marta significa “patrona”) y por lo tanto se siente responsable. Probablemente esté preparando la cena para el huésped de honor. María, la hermana, la dejó sola con las ocupaciones porque, contrariamente a las costumbres orientales, en lugar de estar en la cocina está entre los hombres escuchando a Jesús, sentada a sus pies, exactamente como la discípula perfecta. Por eso la intervención algo resentida de Marta: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude” (Lucas 10, 40). A lo que Jesús le responde, afectuosa pero firmemente: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas son necesarias, o más bien, una sola es necesaria.”

¿Acaso no le parecía bien a Jesús la iniciativa y el servicio generoso de Marta? ¿No agradecía su recibimiento concreto y no habría saboreado gustoso la comida que le estaba preparando? Poco después de este episodio, en sus parábolas, Jesús alabará a administradores, emprendedores y dependientes que saben aprovechar talentos y comerciar bienes (cf. Lucas 12, 42; 19, 12-26). Alaba incluso la astucia (cf. Lucas 16, 1-8). Por lo tanto, no podía no sentir alegría al ver a una mujer tan plena de iniciativa y capaz de un recibimiento concreto y generoso. Lo que le reprocha es el afán y la preocupación que pone en el trabajo. Está ansiosa, “preocupada por muchas cosas” (Lucas 10, 40), ha perdido la calma. Ya no es ella la que controla los quehaceres, sino que el trabajo la tiraniza. Ya no es libre sino esclava de sus ocupaciones. ¿No nos sucede también a nosotros que nos dispersamos con las muchas cosas por hacer? Estamos atraídos y distraídos por internet, por el chat, por inútiles sms. Aún cuando lo que nos ocupe sean compromisos serios, pueden hacernos olvidar que debemos prestar atención a los demás, escuchar a las personas que tenemos cerca. El peligro es, sobre todo, perder de vista por qué y para quién trabajamos. El trabajo y las demás ocupaciones se convierten en fines en sí mismos. A veces estamos ansiosos y preocupados frente a situaciones y problemas difíciles que tienen que ver con la familia, la economía, la carrera, el

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Palabra de Vida

colegio, nuestro futuro y el de nuestros hijos, a punto tal que nos olvidamos de las palabras de Jesús: “No se inquieten entonces, diciendo: ‘¿qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?’. Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan” (Mateo 6, 31-32). También nosotros merecemos el reproche de Jesús: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas son necesarias, o más bien, una sola es necesaria.” ¿Qué es lo único necesario? Escuchar y vivir las palabras de Jesús. No se les puede anteponer absolutamente nada. La mejor manera de acoger al Señor, de darle la bienvenida, es recibiendo lo que nos dice. Precisamente como hizo María, que se olvidó de todo, se sentó a sus pies y no perdió una sola de sus palabras. No nos asaltará el deseo de figurar o de sobresalir, sino solamente de agradarle a él, de estar al servicio de su reino.

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También nosotros, como Marta, estamos llamados a realizar muchas cosas por el bien de los demás. Jesús nos enseñó que el Padre quiere que demos “muchos frutos” (cf. Juan 15, 8) y que hagamos también cosas mayores que las que él hizo (cf. Juan 14, 12). Espera de nosotros dedicación, pasión por el trabajo que debemos cumplir, inventiva, audacia, emprendimiento. Pero sin afán ni preocupación, con la paz que viene de saber que estamos cumpliendo la voluntad de Dios. Por lo tanto, lo único que importa es llegar a ser discípulos de Jesús, dejarlo vivir en nosotros, prestar atención a sus sugerencias, a su voz sutil que nos orienta en todo momento. De esta manera será Él quien nos guíe en cada acción. Incluso al realizar “muchas cosas” no estaremos distraídos o dispersos porque siguiendo las palabras de Jesús nos moverá solamente el amor. En todas las ocupaciones haremos siempre una sola cosa: amar ·


Testimonios

De la vida cotidiana

Amor que habla y escucha Palabras que pueden movilizar corazones a través de la radio. Un vacío interior que hace más livianos los pesos del otro. Confianza en la economía familiar que genera armonía. Y el rol de la Providencia en las pequeñas cosas de todos los días.

A través del éter Había llovido toda la noche. Temprano me tenía que levantar para ir a mi programa de radio dominical. Me levanté y mientras me preparaba hablaba con Jesús, le decía que no me quejaba, pero que era un sacrificio, que lo hacía con amor en una madrugada como esta y varias frases por el estilo. Nadie en la calle. Llegué a la radio y el técnico de sonido me dijo que no iba a salir al aire el programa, que no estábamos saliendo en AM ni FM. Había una posibilidad de al menos salir por internet. Llegó el relevo de la consola de sonido y juntos nos organizamos para hacer el programa con todo, como siempre… Tenía todo listo y nos largamos, había preparado un programa distinto, recordando a quienes habían iniciado el ciclo 26 años atrás. Además, en la zona se recuerda mucho ese día, 3 de mayo, por ser el de la Cruz de los Milagros. Entonces leí algo referente al día. Con muchos saludos y pedidos por trabajo y salud me despedí. Fui a misa y a media mañana recibo un mensaje en mi celular que decía: “Gracias por ayudar al prójimo. María, una oyente”. Fue fuerte, era una respuesta de Jesús, ya que al no salir al aire sentía que lo hacía sólo para Él. Y no (o sí), siempre hay alguien que escucha. Carmen Vear Extraído de www.facebook.com/groups/experienciasquecontagian

Escuchar al otro

“Dios nos ama tanto que se ‘anticipa’; sabe hasta lo que vamos a desear o necesitar.”

Una pareja viene todos los días a la iglesia a la que concurro habitualmente. Siempre se quedan mucho tiempo después de la misa, rezando y llorando. Apenas los conocí los invité al grupo al que pertenezco en la parroquia y me pidieron que rezara mucho por su hijita, que estaba muy enferma. Con el correr de los días no volví a hablar con ellos; los saludaba siempre pero no me interiorizaba sobre la situación, porque los que habitualmente asisten a la iglesia se ponían a hablar con ellos sobre el mismo tema. No sabía qué era lo mejor, si preguntar o no. Era lógico que su hija todavía se encontraba mal porque estaban siempre llorando y porque iban a misa a la iglesia que quedaba cerca del sanatorio donde estaba internada, muy lejos de su casa. Entonces siempre optaba por rezar por ellos a solas y no molestarlos. Sin embargo, un día me encontré solo con ellos después de la misa y les pregunté cómo estaban. Me contaron todos los contratiempos que habían pasado, las mejorías y recaídas de la enfermedad, cómo sentían la presencia de Dios en medio de ellos, todo lo que estaban pasando con sus alegrías y tristezas. Ciudad Nueva | 565 | Junio 2015

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En el medio de su relato traté de darles algún tipo de palabra espiritual para calmar su dolor, siempre dentro de mis limitaciones. Se produjo una conversación tan linda que estuvimos más de media hora solos, con la iglesia vacía y con Jesús en medio de nosotros. Por dentro le agradecía a Dios por tener la posibilidad de hablar con ellos y de ponerme a su disposición, y ellos, al despedirse, me dijeron: “Muchas gracias por escucharnos”. Mariano (Rosario)

La caja común Cuando se llega al matrimonio a una edad en que cada uno ya goza de cierta autonomía económica, el problema puede ser el intento de armar una familia con economía de solteros ensambladas. Julio y Gloria habían comenzado con ese estilo, repartiéndose los gastos de acuerdo con las entradas de cada uno y fue bien por un tiempo en que, impulsados por el sentimiento que los unía, fueron aprendiendo a compartir no sólo el afecto, sino las ideas, los gustos, los objetivos. Llegaron los hijos, que crearon una situación un poco más compleja. Es decir, una etapa de crecimiento en muchos aspectos, hasta que comenzaron a advertir que había algo que “les hacía ruido” y deterioraba la buena relación que habían alcanzado. Hasta que un día, compartiendo sus vivencias con otras familias, donde salía espontáneo referirse a “la caja en común”, se miraron a los ojos y concluyeron: “lo que pasa es que nosotros no hemos casado nuestras entradas”. Hay que pensar que en todo este tiempo habían variado también las entradas y las salidas de las que cada uno se había hecho cargo, llegando a situaciones tales de desequilibrio de tener que pedirse prestado el uno al otro para llegar a fin de mes. Conclusión, decidieron, tal vez con más conciencia que otros, porque implicaba un cambio de hábitos, darse el “sí” también en el aspecto económico, poniendo todo en común, y volvió la armonía. Mejor dicho, comenzaron a conquistar una nueva armonía. Recogido por la redacción

Tarta de amor Una mañana llegó alguien a casa con una caja de regalo. La casa estaba llena de gente, así que esta persona dijo: “lo dejo en la heladera, es para ustedes”. Pasó el mediodía, la tarde… una jornada intensa de actividades después de la cual quedamos fundidas. Cuando finalmente me relajé pensé: “qué ganas de comer una tarta de jamón y queso”. Ni idea de por qué me vino eso a la cabeza… Llegó la hora de la cena y me llamaron: cuando me senté a la mesa, ¿qué había?: ¡tarta de jamón y queso! Y no era cualquier tarta, era de una confitería importante que nunca hubiéramos podido comprar. Era lo que había en la caja que nos habían dejado a la mañana. Un regalo para el estómago, pero más que nada para el alma. Me hizo pensar que Dios nos ama tanto que se “anticipa”; sabe hasta lo que vamos a desear o necesitar. Increíble sentir tanto amor. Daniela (Bahía Blanca) Extraído de www.facebook.com/groups/experienciasquecontagian

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Internacional

María Voce ante la ONU

Inventar la paz

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n 1943, en la terrible fase final de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de chicas se reúne en la pequeña ciudad de Trento, en la Italia septentrional. En medio de las bombas, esas chicas, guiadas por una profesora muy joven, Chiara Lubich, animadas por una renovada comprensión de la radicalidad del amor evangélico, deciden arriesgar la propia vida para aliviar los sufrimientos de los pobres. Un gesto que muchos otros, antes y después de ellas, han hecho y harán (basta pensar en los campos de refugiados en Líbano, Siria, Jordania, Irak o en periferias degradadas de las megalópolis) pero que en todo caso tiene la fuerza y la valía de introducir en el circuito destructivo del conflicto el compromiso por la regeneración del tejido social, cumpliendo una acción de constructores de paz. (...) Ellas decidieron romper el círculo vicioso de la violencia, respondiendo con gestos y acciones que en el clima del conflicto habrían podido parecer veleidosas o incluso irrelevantes. ¡No fue así, no es así! Les cuento este hecho (...) para señalar que también hoy estamos en una situación de gravísima disgregación política, institucional, económica, social, que exige respuestas igualmente radicales, capaces de cambiar el paradigma prevaleciente. El conflicto y la violencia parecen, de hecho, dominar amplias áreas del planeta, involucrando a personas inocentes, prisioneros por el solo hecho de encontrarse en un territorio disputado, pertenecer a una determinada etnia o profesar una determinada religión. En el Movimiento de los Focolares, (...) el encuentro entre culturas y reli-

La presidenta de los Focolares participó en el debate temático de alto nivel “Promover la tolerancia y la reconciliación”, organizado por las Naciones Unidas, al que asistieron los principales líderes religiosos. Aquí, los pasajes más importantes de su discurso.

María Voce, presidente de los Focolares en su intervención en las Naciones Unidas, en el marco del debate “Promover la tolerancia y la reconciliación”, el 22 de abril pasado.

giones (...) es una experiencia continua y fecunda, que no se limita a la tolerancia o al simple reconocimiento de la diversidad, que va más allá incluso de la fundamental reconciliación y crea, por así decirlo, una nueva identidad, más amplia, común y compartida. Es un diálogo eficaz, que involucra a personas de las más variadas convicciones, incluso

no religiosas, e impulsa a mirar las necesidades concretas, a responder juntos a los desafíos más difíciles en el campo social, económico, cultural, político en el empeño por alcanzar una humanidad más unida y más solidaria. Esto sucede en contextos que han sido afectados o están caracterizados todavía por gravísimas crisis, como en Argelia, Siria,

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Irak, Líbano, República Democrática del Congo, Nigeria, Filipinas. Vemos que hoy no es tiempo para medidas a medias. Si existe un extremismo de la violencia, se responde a éste –aun permaneciendo la necesidad de defenderse y de defender sobre todo a los débiles y a los perseguidos– con igual radicalidad, pero de un modo estructuralmente distinto, es decir ¡con el “extremismo del diálogo”! Un diálogo que requiere el máximo compromiso, que es arriesgado, exigente, desafiante, que apunta a cortar las raíces de la incomprensión, del miedo, del resentimiento. En el ámbito de esta Institución opera la iniciativa de la “Alianza de Civilizaciones”. (...) Hay que preguntarse si hoy no se puede ir aún más a la raíz de esta nueva perspectiva, apuntando

no sólo a una alianza de las civilizaciones, sino a la que podríamos llamar la “civilización de la alianza”. (...) Una civilización que hace del diálogo el camino para reconocerse libres, iguales, hermanos. (...) ¿La ONU no debería quizá volver a pensar en su propia vocación, a reformular su propia misión fundamental? ¿Qué quiere decir, hoy, ser la organización de las “Naciones Unidas”, si no una institución que trabaja verdaderamente para la unidad de las naciones, en el respeto de sus riquísimas identidades? Ciertamente es fundamental trabajar por el mantenimiento de la seguridad internacional, pero la seguridad, aunque es indispensable, no necesariamente equivale a la paz. (...) No debemos ceder terreno a quien

intenta presentar muchos de los conflictos en acto como “guerras de religión”. La guerra es, por definición, la irreligión. El militarismo, la hegemonía económica, la intolerancia a todos los niveles son causas de conflicto juntamente a muchos otros factores sociales y culturales, de los que la religión constituye a menudo sólo un trágico pretexto. (...) Desde cualquier punto de vista, en estos casos se debería hablar no tanto de guerra de religión sino, más concreta, real y prosaicamente, de religión de la guerra. ¿Qué hacer entonces? Chiara Lubich escribía con esperanza y firme convicción después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y las intervenciones militares en Afganistán (2001) y en Irak (2003): “¡No nos rindamos! (….) Son muchas las señales, para que de la grave coyuntura internacional pueda emerger finalmente una nueva conciencia de la necesidad de obrar juntos para el bien común, pueblos ricos y menos ricos, sofisticados o menos en sus armamentos, confesionales o no, con el valor de ‘inventar la paz’. Ha terminado el tiempo de las ‘guerras santas’. La guerra nunca es santa y nunca lo ha sido. Dios no la quiere. Sólo la paz es verdaderamente santa, porque Dios mismo es la paz”. Y es justo a esta nueva conciencia a la que las religiones pueden dar una válida contribución: siendo fieles a la inspiración fundamental y a la regla de oro que a todos une. ·



Emergencia

La urgencia por encontrar nuevos horizontes

La vida por un sueño

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n gomón repleto de inmigrantes en el Mar Mediterráneo es remolcado en cercanías de Catania por la Guardia Costera. Sólo durante los meses de enero y febrero de este año hubo en las costas italianas 69 desembarcos frente a los 46 de todo 2014. En la primera semana de abril un comandante de esa fuerza del orden tuvo que coordinar 27 operativos de salvataje. En este momento sólo en territorio italiano hay 67 mil inmigrantes. Pasando lista a los países de proveniencia –Mali, Siria, Nigeria, Gambia, Somalia...– es como hojear un boletín de guerras, miserias, esclavitud, dictaduras, persecución religiosa, lugares donde no hay presente y donde no se puede pensar en un futuro. “Llegan con muy poca ropa, y a veces descalzos. Pero lo que más le sirve es sentirse humanos. Sentir que no son objetos, sino personas con una historia, una vida, con amigos y sueños”, dice David, que junto a su esposa tienen uno de los 1.657 centros de recepción temporaria para refugiados que existen en Italia. Imposible contar a los miles que dejaron su vida en el intento y yacen en el mar. Se repite la misma situación frente a las costas del Sudeste asiático donde Malasia, Indonesia y Tailandia se niegan a recibir a los refugiados de Myanmar (ex Birmania) que esperan en los barcos sin provisiones ni asistencia sanitaria. Una emergencia humana que involucra cada vez más al conjunto de las naciones. La ubicación geográfica de Argentina hace imposible la llegada por mar de grandes masas humanas, pero no estamos exentos de recibir inmigrantes temporarios o permanentes de países latinoamericanos o de otras latitudes. Todavía estamos a tiempo de integrarlos, de ofrecerles nuestra amistad y hospitalidad, como hicieron en otras épocas con nuestros abuelos ·

CM


Recuerdo

Günter Grass y Eduardo Galeano

Dos escritores comprometidos La muerte, siempre misteriosa, y el profundo interés político relacionan a estos dos intelectuales. Eduardo Galeano

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l 13 de abril pasado, al menos dos elementos –uno fortuito, el otro no– unieron en casi todos los medios de comunicación locales, y también en algunos del extranjero, los nombres de dos conocidos escritores: el alemán y premios Nobel y Príncipe de Asturias (1999) Günter Grass y el uruguayo Eduardo Galeano: habían muerto el mismo día y ambos eran escritores comprometidos con la realidad política. Sin embargo, las diferencias eran muy grandes. Junto con Heinrich Böll (autor de Opiniones de un payaso y premio Nobel en 1972), Grass fue una suerte de voz crítica de la “conciencia moral” frente a la Alemania de posguerra, después de los horrores del nazismo y de la definitiva derrota. Tardíamente reconoció el autor su participación juvenil como soldado de las Waffen-SS. De haberse hecho pública esta circunstancia antes, muy probablemente Grass no hubiera recibido la distinción de la Academia Sueca. Por mucho menos

no se la concedieron a otros grandes, como León Tolstoi, Giuseppe Ungaretti o Jorge Luis Borges, por citar algunos. Por su parte, Eduardo Galeano llegó a reconocer que cuando escribió Las venas abiertas de América latina (libro que fue un verdadero best seller a partir de 1971, muchas veces traducido y reeditado, y que volvió a la luz en 2009 cuando el presidente venezolano Hugo Chávez se lo regaló con alarde al presidente norteamericano Barak Obama en ocasión de una Cumbre de las Américas) no tenía la formación necesaria y él mismo sería incapaz de leerlo ahora, porque “esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima”. Galeano había declarado en su momento: “Lo escribí para difundir ideas ajenas y experiencias propias que quizás ayuden un poquito a despejar los interrogantes que nos persiguen desde siempre: ¿es América latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza?”.

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por José María Poirier

El mexicano Leonardo Tarifeño reflexionaba a fines de abril: “Las sombrías preguntas que se hace la obra de Grass afectan a toda la humanidad; los libros de Galeano, en cambio, proponen más respuestas que interrogantes. Quizás en esa diferencia habita la posibilidad de que el mundo de la política no devore, como parece haber ocurrido con no pocos autores en los años 60 y 70 , el de la literatura”. El español Juan Cruz, quien realizó para El País de Madrid la última entrevista a Grass en Lübeck (la ciudad del premio Nobel Thomas Mann, autor de Los Buddenbrook) dice que es

un “testigo incómodo” del siglo XX, que ofreció su incómoda memoria de un siglo de guerras. Grass fue un novelista notable, un poeta inquieto por las imprecisas fronteras entre la prosa y la lírica, un artista de la pintura y la escultura, un polemista fenomenal en temas de política alemana e internacional. Dentro de su famosa trilogía se destaca El tambor de hojalata, novela que luego fuera llevada al cine por Volker Schlöndorff con enorme éxito (Palma de Oro en Cannes y Oscar a la mejor película extranjera en 1979). Allí se narra la tragedia de un chico que se niega a crecer y hace Günter Grass

sonar su tambor como rechazo a la llegada del Tercer Reich. Fue decidido partidario del canciller socialdemócrata Willy Brand, contrario a la unificación alemana que llevó adelante el demócrata cristiano Helmut Kohl, duro crítico del gobierno israelí y defensor del presidente ruso Vladimir Putin. Demostró su enemistad con los Estados Unidos y con Turquía. Defendió al escritor iraní Salman Rushdie y al pueblo kurdo. Este admirador de los grabados de Goya y lector de Albert Camus se dijo siempre pesimista con respecto al futuro del hombre. En una reciente entrevista afirmaba: “Durante toda mi vida, y hasta hoy, todo sigue igual. Y lo increíble es que Alemania es una historia sin terminar, porque el Holocausto y el genocidio, estos horribles crímenes, constituyen una historia que no acaba nunca”. Convencido de que la Segunda Guerra Mundial comenzó con la Guerra Civil Española, no dejó nunca de condenar la política inglesa y

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norteamericana en Medio Oriente. “Hay guerra por todas partes –señaló– y corremos el peligro de volver a cometer los mismos errores que antes; así que sin darnos cuenta podemos meternos en una guerra mundial como si anduviéramos sonámbulos...”. En otras tierras, Eduardo Galeano afirmaba en 2013 en una entrevista del diario La Nación de Buenos Aires: “Fui muy creyente cuando era chico, muy místico. Y eso es como la borra en el fondo del vaso del vino, te queda para siempre. No es una cosa que se va; se transfigura, cambia de nombre. En el fondo, uno busca a Dios en los demás. O en la naturaleza, entendida como una bella energía del mundo, que es a la vez terrible y hermosa. ¿Dónde está aquel Dios que tuve de chico y un día se me cayó por un agujerito del bolsillo y nunca más encontré? Después supe que lo estaba llamando por otros nombres” ·


El bosque que crece

Plato Lleno

La comida no se tira Con el objetivo de que no falte alimento en la mesa de los más necesitados, esta ONG aprovecha lo que no se consume en grandes fiestas y eventos y lo distribuye entre comedores y entidades de ayuda social.

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n un recordado discurso de junio de 2013, a casi dos meses de ser nombrado Papa, Francisco sacudió al mundo al exponer con crudeza un problema global: el que llamó “la cultura del desperdicio”. “Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre”, denunció el Sumo Pontífice con su simpleza y claridad de siempre. En Argentina, poco antes de ese discurso emblemático del Papa, Paula Marino y Alexis Vidal estaban en un café. En la charla, comenzaron a gestar un proyecto que justamente apunta a que esa comida que se tira, vaya a la mesa que la necesita. Así nació Plato Lleno, una original y novedosa iniciativa que ya logró recuperar más de 8.500 kilos de alimentos y donarlos a comedores y otras entidades de ayuda social. Alexis es organizador de eventos y tuvo una empresa de catering. Muchas veces pasó por la experiencia de tirar comida al final de una fiesta o reunión, y quiso hacer algo para evitarlo. Así, Plato Lleno trabaja en eventos sociales de todo tipo. Sus voluntarios van al final y se llevan la comida que sobró, en perfecto estado, y que luego es donada. La organización tiene cálculos muy precisos: en

todo gran evento, sobra comida. Y todo gran evento, entonces, es potencial donante. “Por invitado de una fiesta con un menú integrado por recepción a fin de fiesta se elaboraría aproximadamente un kilo por persona. Entonces, en un evento de 500 personas, se produjeron 500 kilos de comida. En este ejemplo, se podría estimar una donación de 25 kilos aproximados”, explican en su página web. “Por una cuestión de costos, por ahora vamos a eventos que tengan un mínimo de 300 asistentes, que generan el excedente mínimo que requerimos”, aclara Paula. Si hay menos invitados pero el menú es asado, también puede ser un potencial donante. Y si la cantidad de asistentes no alcanza para donar al proyecto, recomiendan que la gente se lleve lo sobrado a sus casas o que lo distribuya entre su familia. Lo importante, remarcan, es que no se tire. La organización retira comida elaborada, que al momento de comer sólo necesita recalentarse. Salvo helados y alimentos que tienen una alta exigencia de cadena de frío, todo puede donarse. También reciben donaciones de bandejas, guantes, papel film, cofias y barbijos. Sus voluntarios llegan al evento a la hora que les indican sus organizadores con todos esos materiales adecuados para la manipulación de alimentos, los envasan y se los llevan de ahí mismo a la entidad designada, que se elige previamente según la cercanía, sus necesidades y el grado de vulnerabilidad. El pro-

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por Adriana Santagati

ceso demora una media hora. Por ahora, Plato Lleno convoca a sumarse a empresas de catering, centros de exposiciones, salones de fiestas, hoteles, organizadores y productores de eventos, cruceros y también particulares. Incluso alguien que va como asistente puede colaborar, contactando a algún referente de la organización de la reunión con los responsables del proyecto. “Tenemos como objetivo investigar si en restaurantes y bares se genera un excedente que sea factible de ser retirado para donar. Para este año esperamos incrementar en un 50 % las donaciones y obtener la personería jurídica para transformarnos en asociación civil. También, que alguna ciudad más se anime a replicar la idea, que hasta ahora se ha hecho en Posadas, Oberá y Perú. Necesitamos que este proyecto se vuelva autosustentable para que pueda seguir existiendo”, dice Paula. Las posibilidades de expansión de Plato Lleno son muchas porque, por un lado, lo son las necesidades. Y, por el otro, también es mucha la comida que se desecha diariamente. Se estima que en la Argentina

Más información: www.proyectoplatolleno.com.ar

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el 25 % de la basura está compuesta por residuos alimentarios, que en gran parte podrían recuperarse. Sólo en la ciudad de Buenos Aires, se tiran entre 200 y 250 toneladas de comida por día, lo que equivale a más de 550.000 platos, según datos publicados en una nota reciente por el diario La Nación. En 2004 se sancionó la Ley 25.989 del Buen Samaritano, que eximía a los donantes de la responsabilidad de los alimentos una vez entregados a los beneficiarios bajo las condiciones exigidas por el Código Alimentario Argentino. Pero ese punto fue vetado en 2005 y desde entonces, explican en Plato Lleno, la ley dejó de alentar la donación. “Creemos que todavía hay sectores de la sociedad que, debido a la facilidad que tienen para el acceso a la comida, no toman debida conciencia de lo importante que es. Plato Lleno, ante todo, pretende respetar la comida. Creemos que desde nuestro pequeño lugar, quizá podamos ayudar a generar conciencia, no sólo en los eventos sino también en otros casos, como en los hogares particulares. Que se difunda la idea de que puede haber otro destino para esa comida, que no sea tirarla a la basura”, concluye Paula ·


Arte y espectáculo

Cine

Los problemas de la economía en la pantalla

Si de esto se trata, ciertamente una de las primeras películas que vienen a la mente es la inolvidable Tiempos modernos de Charles Chaplin. Filmada en 1936 en los Estados Unidos, esta obra muestra la explotación en las fábricas de la clase obrera durante la gran depresión y la inhumana automatización del trabajo. Recuerda a Metrópolis, film de 1927, maravilloso ejemplo del expresionismo alemán creado por Fritz Lang. ¿Cómo no recordar La huelga, del ruso Serguei Eisenstein, filmada en 1924 sobre los acontecimientos en una fábrica en 1903, mucho antes de la revolución comunista? En la historia del cine, que lleva más de un siglo, la lista de obras sobre los problemas económicos es enorme. Ya John Ford había filmado en 1940 Las uvas de la ira, sobre los campesinos en la crisis de 1929. El neorrealismo italiano dio cátedra con Ladrón de bicicletas (1948), de Vittorio De Sica. Pero abandonémonos un momento a la precaria memoria para ensayar una brevísima lista más actualizada: Wall Street es la crítica del norteamericano Oliver Stone al capitalismo salvaje (1987). Adiós a Lenin (2003) de W. Becker trata de los cambios económicos tras la caída del Muro de Berlín. Un especialista en el tema es el inglés Ken Loach (Riff-Raff, Tocando el viento, El espíritu del 45), quien encabeza el gran cine social en Gran Bretaña. En el ámbito francés: Laurent Cantet con Recursos humanos (1999) y El empleo del tiempo (2001); en el español, Los lunes al sol (2002) de Fernando León de Aranoa, con Luis Tosar y Javier Bardem. En la cinematografía argentina, imposible dejar de anotar Mundo grúa (Pablo Trapero, 1999) y La deuda interna (Miguel Pereira, 1988). En la Alemania actual: Harun Farocki con Trabajadores saliendo de la fábrica. Una lista ciertamente incompleta pero no sin importancia. José María Poirier

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Libros

Economía del don Perspectivas para Latinoamérica Autor: Octavio Groppa; Carlos Hoevel (Eds.) Editorial Ciudad Nueva

La economía del don constituye una corriente de pensamiento y praxis dentro de la economía que estudia fenómenos no siempre considerados por la teoría neoclásica convencional. Empresas civiles o sociales que buscan beneficios pero apuntan a la vez a un desarrollo sustentable, grupos de consumidores asociados para lograr un consumo social o ambientalmente responsable, formas nuevas de intercambio

La herida del otro Economía y relaciones humanas Autor: Luigino Bruni. Editorial Ciudad Nueva

La crisis que las sociedades de mercado están atravesando es esencialmente una crisis relacional. Ella se origina en la gran ilusión de que el mercado, o la empresa burocrática y jerárquica, nos pueda otorgar una buena convivencia sin el encuentro

de bienes y servicios, monedas alternativas, son algunas de las prácticas que se han venido dando en las últimas décadas, cuyo reconocimiento constituye la base para esta nueva teoría. Los trabajos de este volumen reflejan que la economía del don es el abordaje interpretativo central para entender lo que está ocurriendo actualmente en la sociedad en general y en las sociedades latinoamericanas en particular. Al mismo tiempo, intentan aportar orientaciones que iluminen la praxis tanto en el nivel de la sociedad y de la economía, como en el de las organizaciones y las empresas. riesgoso con el otro, sin sentir la herida que éste puede producirnos. Este ensayo es un recorrido a través de la modernidad, con el objetivo de explicitar las premisas antropológicas y culturales sobre las cuales se fundan la economía contemporánea y sus promesas, en buena parte traicionadas, como lo demuestra con una evidencia cada vez mayor la infelicidad de nuestras ciudades.

Música

Anónima. Tributo a Leda Valladares Silvia Iriondo. Independiente (2014)

La cantante y compositora Silvia Iriondo lleva más de veinte años recreando la música folclórica de Argentina y América Latina. En la decena de discos que lleva editados desde 1989, cuando apareció el homónimo Silvia Iriondo, ha buscado abrir nuevos horizontes interpretativos del cancionero popular. Varios de sus discos los ha grabado en compañía de músicos muy reconocidos y talentosos, como Manolo Juárez, Eduardo Lagos, Dino Saluzzi, Egberto Gismonti. Aparecido el año pasado, Anónima sintetiza gran parte de su apuesta artística durante todos estos años. Por un lado, porque el disco

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homenajea a Leda Valladares, quien ha sido una de las pioneras en la tarea artesanal de recopilación de ritmos, coplas, cantos y voces anónimas como reservorio de la cultura de los pueblos antiguos, originarios, del norte argentino. Por otro lado, porque la propia Iriondo sostiene que ese canto anónimo preserva los legados culturales de los pueblos y se actualizan al difundirlos. Este disco recoge un puñado de un acervo inabarcable e inconcluso, pero que gracias al trabajo de Leda constituye sin embargo un universo al alcance de nuestras manos. Son quince anónimos, que abarcan los ritmos de vidala,

huayno, tonada, zamba, chacarera cueca, baguala, carnavalito. La acompañan Federico Arreseygor en piano, Fernando Bruno en percusión y Horacio Hurtado en contrabajo. Las versiones son muy sutiles, pues aun con el soporte instrumental exquisito de este trío, transmiten un raro silencio, como si se tratase del canto a solas en medio de la montaña. Pero esa especie de magia es la que produce el virtuosismo y talento recreativo de Silvia Iriondo. Martín Armelino


ArteBeber y espectáculos de la fuente

Chiara Lubich

La cultura del dar

Dar, dar, poner en práctica el “dar”. Hacer que surja e incrementar la “cultura del dar”. Dar lo que tenemos de sobra o incluso lo necesario si así nos lo dicta el corazón. Dar a quien no tiene, sabiendo que este modo de invertir nuestras cosas produce un interés sin medida, porque nuestro dar abre las manos de Dios y Él, con su Providencia, nos

Las joyas

de la abu

ela Cuando m i madre murió en afectivo ta contramo nto para e s algunas lla como recuerdos joya para noso y por eso tr o guardé to s. Cada ob s de mucho valor Un día no d jeto estab o c o n cariño. s enteram a cargado os de una Evangelio de : construir propuesta revolucio empresas para contr naria, insp c u y a s ga n ibu irada en ancia nos entusi ir a resolver el prob el lema de la s fueran puestas e asmó. Qu e n común ríamos co in muchas p d ig e n cia de mu ntr osibilidad chos. La id es económ ibuir también noso No teníam ea tros pero icas. os nada, ¡p n o teníamo de mi v id e ro te s níamos la a, que tra s joyas! M icionaba lo pasado, a e p arecía perd s afectos, la familia que corta er u n a pa ... Después d ba un hil rte e un mom o que me unía al ento de d era una p érdida sin uda, se h izo claro o que sign grande, e en mí qu ificaba de l cofre de e este do p o l si a tar los va m mismo. E o n no r a l p rójimo. T lores en u stoy, esta a n cofre m m m b o ié s, n mi mad todos con R . S. (Esp ás re habría tentos. aña) hecho lo

colma sobreabundantemente para poder dar de nuevo y seguir recibiendo, y así poder satisfacer las enormes necesidades de tanta gente. Demos siempre; demos una sonrisa, comprensión, perdón, escucha; demos nuestras experiencias y capacidades. Dar: que sea ésta la palabra que no nos deje tranquilos. Pero, ¿qué es la cultura del dar? Es la cultura del Evangelio, es el Evangelio, porque nosotros el “dar” lo hemos comprendido del Evangelio. Allí está escrito: “Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante” (Lc 6, 38). Y es lo que experimentamos todos los días. Si todos vivieran el Evangelio, los grandes problemas del mundo no existirían, porque el Padre del Cielo intervendría para realizar la promesa de Jesús: “y se les dará”. (La Doctrina Espiritual, Buenos Aires, Ciudad Nueva, pp. 340-341)

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