h a b i t a c i o n e s -
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M. Hill Posadas Misiones 2019 Edición: 2020
2. f. Acción y efecto de habitar
Terraza Pequeñas imágenes acudían hoy es caudaloso el recuerdo, sangrante la espera, pausada la prosa. Los caminos del agua están tapados y me hincha el pecho la corriente. No dudo de lo mal que hace no llorar. Mi piel muy blanca cae mi cara muy blanca sin gesto me quemo el estómago somatizando, yo que nunca somatizo todo el tiempo. La terraza solitaria sin quien sueñe frente al árbol. No abre, solo encierra. El tereré me sabe bien pero me sabe mal el sosiego injusto, un ligero jazz me deprime, un ligero jazz me deprime. 4
El rompecabezas después de inundada la casa Se es un desastre hasta que se demuestra lo contrario, mientras se acumulan la derrota, lo vago, el desengaño. Se es un desastre hasta que se demuestra lo contrario y para eso es necesario, dicen las piezas, la voluntad del rompecabecista. De manera que ya fue. Dejé demasiadas piezas por todos lados. Y observo el desastre, después de todo no tengo apuro en demostrar lo contrario. 5
Soles, mirando la noche Lo más perdido de la madrugada agujeros de cuchillos en una sábana negra, asteriscos marcando errores en la sábana negra de las entrañas. Soles mirando la noche conviene no mirar el cielo nos habita un peligro ver a la luna humana y rota 6
Laberinto de Montecarlo Escuché una canción que me trae recuerdos. De chico fui, con el colegio, a Montecarlo, al fucking laberinto vegetal de Montecarlo. Que mal que la pasé. Oscuro. Arduo. El laberinto vegetal de Montecarlo responde a su fin y acepta la derrota. Cuando una criatura que no acepta la derrota recorre su propio laberinto las paredes no descansan se mueven se mueven. 7
Que arda Animal World Silvestre me acompaña, me muerde los tendones, juega con mi pie, muerde el dedo gordo de mi pie, daña los cordones de mi zapatilla, llora cuando como y me cae mal la comida, me araña. Silvestre no busca lo que mis ojos no comunican. Mis cosas tienen marcas de sus garras de sus dientes de sus caídas que provoca escalando cuando duermo borracho, chusmea cuando cago cuando me baño cuando mal viajo rompe las cortinas se imprime a las visitas duerme conmigo. Sus ojos verdes te recuerdan que estás vivo. 8
Ronronea cuando le acaricio. Acaricio. Ronronea. No busca lo que mis ojos no comunican. Es una lástima que cague tan hediondo. Hoy este poema es un homenaje. 9
Aplacar Esta mano que me toma que pertenece a este cuerpo que camina que sigue a pesar de todo quero que me arroje violentamente por la borda. Yo soy mi oleaje favorito donde evito nadar porque si voy, si voy no vuelvo. Y acá me esperan. Aunque cansado, me esperan. Para lo que quiero estoy hecho una piltrafa, un cero, para lo que yo quería algo me dice que ya no sirvo pero no le creo. Abro mi mochila el carbón me mancha las manos. ¿Por qué, cabrón? Soy mi explosión de mina. Soy todos los mineros que puede alcanzar el mar si sube. Soy todos los mineros 10
que se asoman a los escombros. No hay oro por supuesto está más hondo. Hay solo el recuerdo de besos de conversaciones grabadas en mis entrañas de proyecciones de penas de abrazos de ídoles de abrazos finales de ataúdes de hermosos ocasos adorando velorios adorno de entierros de siestas solitarias de solitarias heridas hay hasta rosas hasta yo mismo hasta la costa hasta yo mismo hasta la costa escombros flotando en el mar nunca más sereno. 11
Noticia de último momento: mineros mueren a causa de un tsunami.
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