AKA Magazine - Issue05

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ISSUE 5 - JULIO 2010 - AKA.COM.UY


editorial

¡HOLA!

Estamos de vuelta para traerles lo nuevo de AKA Magazine, en un número que desafió nuestros propios límites físicos y mentales para ver la luz. Mucho trabajo fue volcado en la producción y desarrollo de este Issue, y estamos más que contentos por los resultados a los que llegamos. Hoy les traemos los más variados trabajos de talentosos artistas locales e internacionales, en más de 250 páginas llenas de color. El Issue 5 de AKA Magazine reafirma el concepto que intentamos defender: un ámbito de colaboración y encuentro creativo; y esta vez contamos con las excéntricas creaciones del francés Retrofuturs, la genial obra plástica del uruguayo Juan Burgos, la cálida fotografía del argentino Mariano Brizzola, la magia Polaroid de Fernanda Montoro, y el encanto estético de la española Ren Rox, sólo por nombrar algunos de los espectaculares contenidos que tenemos para presentarles. Contamos además, con la colaboración de Juan Branáa, Ezequiel Rivero, Andrés Parallada y Fernando López Lage, quienes se presentaron con artículos de música, videojuegos, diseño y arte contemporáneo. Prepárense, y sumérjanse en un número de AKA más renovado que nunca, con los más fantásticos contenidos, y los artistas más talentosos que Uruguay y el mundo tiene para ofrecer. Enjoy!

DIRECCIÓN & DISEÑO_ SANTIAGO ALONSO EDICIÓN & REDACCIÓN_ SANTIAGO DECARLINI REDACCIÓN_ LUCÍA MILANS DPTO. COMERCIAL_ EMILIA ROGGIERO WEB_ KAKO PORTADA _ JUAN BURGOS


AKA.COM.UY


SUMARIO BRUNO BAIETTO

MARIANO BRIZZOLA

DIEGO ROSENBLATT

ANTONELLA ARISMENDI

FERNANDA MONTORO

CAMILA G. JETTAR

PLACERDESHACER

ROSIE HARDY

GABRIEL A

NIKOLINE L. R

PULPO C

ALFR


ADDA

RASMUSSEN

CORPORATE

REDO GHIERRA

JUAN BURGOS

NOELIA VALDEZ

REN ROX

MEDESKI, MARTIN & WOOD

LUZ BILDER

OSO CON ALAS

RETROFUTURS

JUAN RAVIOLI

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KATOEN Fotograf铆a: Gabriel Adda // Producci贸n: Carolina Campo // Agradecimientos: Fernando Etchegorry y a la gente de Katoen; Fernando Correa y Alexis Cames.

UY - http://www.flickr.com/ojos_sin_ojos

















EN


KATO-



CAMILA G. JETTAR Camila tomó su rumbo hacia la fotografía en la mitad de un viaje salvaje; inmersa en tragedias, amores y rebeldía. Su sensibilidad estética le da una predominancia a la figura femenina, y se manifiesta en sus fotos: un viaje lisérgico lleno de sensualidad, magia y crudeza. UY - http://camilagjettar.com




CAMILA G. JETTAR

“SER AUTÉNTICO, NATURALMENTE CULMINA EN LA EXQUISITEZ DE LA BELLEZA” ¿Cómo y cuándo empezaste a sacar fotos? A los 20 años me fui sola a recorrer Europa por tres meses. Fue un viaje literal y –metafóricamente hablando– trajo consigo toda la oscuridad del mundo y también mucha luz, naturalmente. A los 7 días de llegar perdí los únicos 1500 dólares que tenía para mis 90 días. Se lo oculté a mis padres porque no quería fallarles, ni fallarme. Viví con una tarjeta de crédito con límite de mil dólares deambulando por las calles de Barcelona, Londres, Galicia y un pueblito al norte de Portugal. Me mantuve a base de comida robada de la panadería en donde trabajaba mi amiga María Berti, falafel convidado de otro callejero, plata que hacía vendiendo cápsulas de MDMA, cenar e irme sin pagar, y gracias a un bonito galleguiño que se enamoró. Galopé como caballo desbocado, inmersa en tragedia, amor, rebeldía y señales. En medio de mi estadía en Londres –ciudad que visité con la meta principal de ver a Turbonegro en vivo– conocí a una talentosa fotógrafa italiana llamada Alessandra Tisato, de quien aprendí mucho. Era fotógrafa oficial de Suicide Girls, una comunidad virtual de la cual formé parte muchos años; y me sugirió que me convirtiera en la fotógrafa oficial de Sudamérica, ya que hasta el momento no había ninguna. Un mes después le compré su Nikon D100, me pegué dos flashes de estudio en Buenos Aires, y empecé a laburar como loca. No sabía nada de fotografía. ¿A qué se debe tu incursión en la fotografía de moda y estilo? Mi primer contacto con la fotografía fue sacándole

fotos a mujeres desnudas. Por años viví inmersa en ese viaje lisérgico que implicaba tener a las mujeres más hermosas que haya visto, posando para mí sin ropa. Eran listas, rockeras, tatuadas y me preguntaban si sus pezones se veían paraditos o precisaban más frio. Una película erótica multiplicada por cien; la moda y el estilo parten directamente de la mujer. ¿Tenés algún equipo o técnica favorita? No soy una persona intelectual o colgada con coleccionar equipos o lentes, me considero una persona vulgar que saca fotos. No tengo equipos predilectos o técnicas que partan del estudio y la práctica. Mi amigo Pedro Luque –pieza fundamental en mi vida como fotógrafa– quien me ha inspirado y sigue haciéndolo, me dijo un día “Camila, hace años trabajás en esto, no podés no saber cómo son ciertas cosas. Tenés que investigar”.Tiene razón. ¿Cómo pensás que tu trabajo ha evolucionado desde que empezaste? Ha evolucionado con fluidez y naturalidad; de un modo intuitivo y primitivo, como cuando aprendemos a caminar. ¿Viste cuando te dicen “lo entiendo pero no puedo explicártelo”? Bueno, así. ¿Qué consejo le darías a los que quieran seguir tus pasos? Me he topado con gente hermosa que me ha dicho cosas como “me gustaría sacar fotos como vos”; a lo cual respondí que a menos que fuera una copia no podrían, porque cada uno tiene que vivir su propia vida. Ser auténtico, naturalmente culmina en la exquisitez de la belleza.















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JUAN BURGOS UY - http://www.juanburgos.com.uy Entrevista por Santiago Decarlini




Contanos un poco de tu historia personal. Me llamo Juan Burgos, y nací en Sarandí del Yí, Durazno –el Uruguay profundo, en el medio del país– en 1963. Soy de una familia que es interesante, porque mi padre era peón de campo y tenía una familia muy pobre que vivía en un rancho de tierra; y mi vieja era de una familia patricia muy conservadora y católica, que tenía campo. Mi madre fue bastante revolucionaria porque fue la primera de 12 hijos en casarse, contra la voluntad de mi abuelo que no aprobaba el casamiento porque mi padre era un tipo pobre. Esa historia –que siempre me contó mi vieja– fue algo que me dio mucha fuerza, porque sentí que mi pasado era muy potente. Cuando tenía cinco años mi padre murió, y me vine para Montevideo. Así que en realidad me considero de Montevideo porque me vine de muy chico, aunque siempre pasé mis vacaciones en el campo, y tengo esa cosa de campaña muy arraigada que me encanta. Mi vieja me educó para que yo fuera un profesional, pero yo no me identificaba con nada hasta que me empezó a gustar mucho la moda. Estudié diseño de modas 5 años, hice todo tipo de cosas: sastrería, modelaje industrial, serigrafía en tela; todos los cursos relacionados a la moda que puedas imaginar. Cuando terminé todo me di cuenta que no era lo que quería; al otro día que me recibí me dije “yo no quiero hacer esto”, y eso me frustró un poco. En ese momento me fui a vivir a un lugar re chiquito en el Cordón y dejé de estudiar. No quería trabajar y vivía con una pequeña renta. Tenía una actitud un poco anarquista aunque no tenía idea de qué era el anarquismo. Tenía 21 y creo que fueron los mejores años de mi vida; conocí gente muy creativa y experimenté por primera vez un montón de cosas. Era la dictadura militar y Montevideo era una ciudad aburrida y oscura. Nosotros teníamos una actitud bastante vanguardista para la época, nos vestíamos de forma extravagante y nos disfrazábamos. Algunos amigos se vestían de mujer –inspirados en Jean-Paul Gaultier- y nos pasábamos mostrándonos por 18 de Julio muy producidos. Hubo incidentes muchas veces: nos perseguían a botellazos, nos gritaban “putos”. Montevideo era muy aldeano y tratábamos de provocar a la gente. Para mí eso fue buenísimo, porque yo provenía de un medio muy conservador y toda esa gente que conocí fue una verdadera escuela. ¿Cómo empezaste a desarrollarte en el mundo creativo?

Después de egresar me siguió gustando la moda –me sigue gustando– y tenía muchas revistas que había comprado cuando estudiaba. Un día hice un retrato de una amiga y dividí toda la cara en claroscuros. Para rellenar los espacios utilicé texturas de las revistas que tenía, uniendo todas las piezas con alfileres, con la técnica que había aprendido en modelaje. Después lo pegué, y a mis amigos les gustó el trabajo. Por los siguientes 10 años estuve haciendo eso para mí solo, sólo lo veían mis amigos, no tenía intenciones de ser artista visual. Lo hacía para llenar mi tiempo y porque me gustaba ir experimentando con imágenes. Un día me metí en un concurso y tuve una primera reseña en un diario, y a partir de ese momento empezaron a surgir invitaciones para exponer. No lo busqué de forma consciente, se fue dando solo. Ahora que estoy metido en todo esto, el arte llena mi vida en un 100 %. Es realmente lo que me gusta, me siento muy feliz haciendo arte. ¿Cómo creés que ha evolucionado tu trabajo desde entonces? Desde que comencé a experimentar con el collage hasta ahora mi técnica se ha ido perfeccionando muchísimo. La forma de ensamblar las piezas es mucho mejor que al comienzo; antes no me daba cuenta de cuánto se podía mejorar en ese aspecto. Además, al comienzo usaba los papeles originales, recortaba directamente de libros y revistas; ahora paso todas las imágenes a papel coteado para homogeneizar la textura y también aumentar la durabilidad de las obras. Creo que me fui desarrollando también a nivel conceptual. Antes mi trabajo era más como un juego, y ahora me tomo más tiempo para diagramar cada pieza pensando en cada aspecto de la obra, en el equilibrio de la composición y en lo cromático; en el impacto visual que puedo lograr disponiendo las piezas de determinada forma. Cuido más los detalles: me divierte utilizar símbolos crípticos, y aunque parezca todo medio caótico busco una coherencia conceptual; expresar una idea, una emoción determinada. En conclusión, cada nueva obra que produzco me lleva cada vez más tiempo de dedicación y trabajo que la anterior. Y además de una actividad, ¿lo considerás tu trabajo? Sí, yo no hago otra cosa. Este es mi trabajo. ¿Y cómo creés que eso ha influido? Yo creo que me da una libertad impresionante: no tenés los horarios de oficina, te los arreglás como


Juan Burgos, foto de Santiago Decarlini







vos querés. Bueno, en realidad ahora estoy trabajando mucho, como cualquier cristiano que labura ocho horas (risas). Ahora tengo más compromisos y tengo que trabajar mucho. Me levanto, me hago un café y me pongo a laburar. Cuando se va la luz paro, pero la cabeza no para nunca, y estás siempre creando; pensando cómo seguir. Obviamente si tuviera un trabajo normal sería difícil poder hacerlo. ¿Con qué te inspirás? ¿Cómo salen las ideas? Yo ya tengo el ojo bastante entrenado para lo visual. Compro muchos libros de arte, tengo un montón. Cuando tengo la posibilidad de viajar compro muchos: me vengo con valijas llenas. En el momento en el que estoy mirando los libros, en realidad ya es la primera instancia de trabajo, porque estoy mirando las imágenes y seleccionando mentalmente las cosas que me sirven y que me despiertan algo. Tengo bastante memoria visual –aunque mi memoria es muy rara porque no me acuerdo de las caras ni de los nombres, pero sí de las imágenes que tengo en mis archivos– entonces cuando encuentro algo en los libros, soy capaz de asociarlo con una imagen que tengo guardada en mis carpetas, y ahí nacen las ideas. Ahí mismo, en ese momento, se me ocurren las asociaciones que desencadenan un nuevo trabajo. Trabajo en mi casa, con la música a full, y para mí es fundamentalmente un momento de diversión. Si no me estoy divirtiendo me pongo a hacer otra cosa. A medida que te volvés más profesional y tenés más compromisos, se te genera mucha más presión. Por ejemplo, te invitan para una exposición que por ahí es muy importante, o es una galería que presiona para comercializar tus cosas. Yo trato de olvidarme de todo eso en el momento de crear, para que me resulte divertido y fluido y tratar de llegar a lo que quiero comunicar como idea o como emoción, sin las condicionantes del mercado. ¿Y los afiches que tenés en tu archivo los comprás porque te llaman la atención, o salís buscando alguna imagen para usarla específicamente en un collage? No, es muy difícil encontrarlos si salís buscando algo en particular. Yo dependo de imágenes exteriores, porque no produzco mis propias imágenes; entonces no puedo imaginarme un collage y salir a buscar los elementos que yo me imaginé. Eso sería medio utópico. Mi proceso se da al revés: veo la imagen, veo los afiches, y eso es lo que genera una idea. Es lo mismo que pasa con cierta corriente de la música, con el mash-up: yo utilizo imágenes que ya existen,

pero las voy mezclando para generar algo nuevo, algo que no se parezca en nada al origen que tienen esas imágenes. Hay algo que asocio con el punk, en el hecho de apropiarme de trabajos de otros. Nuestra sociedad produce imágenes todo el tiempo, nos bombardean con imágenes a todo nivel; yo lo que hago es un reciclaje visual. ¿Cuál es tu proceso creativo? ¿Te sentás y salen las ideas, o tenés algo preparado de antes? Cuando comienzo un proyecto, a veces se me ocurre potenciarlo; hacer otras cosas en ese estilo para que sea más potente. Ahora estoy trabajando en un proyecto que se llama “Las Zarzas”. Es una serie de retratos femeninos con una connotación bastante sexual. Empecé con uno solo, con una imagen de Evita, pero después vi el potencial que tenía esa idea y decidí desarrollarla. Todo el proceso se desencadenó cuando dos piezas encajaron: la parte de abajo de un cuerpo, de una dibujante japonesa, y la parte de arriba, proveniente de un retrato argentino. A veces un par de cosas que encajan se convierten en todo un mundo barroco o en un proyecto mayor. Pero mi proceso creativo en sí es bastante difícil de explicar, porque no siempre es igual. A veces te invitan a una exposición o un proyecto basado en un tema, y ahí estás más acotado. Generalmente trabajo mejor cuando no tengo esos límites; cuando me ponen “límites” –“guías” suena mejor– me seteo y no encuentro fácilmente el camino. ¿Cuáles son tus temas favoritos? Me gusta mucho trabajar con íconos religiosos, con estética china, las imágenes góticas y con lo barroco; también me gusta mucho la pornografía, la estética de Walt Disney, las imágenes vintage. Además me gusta incluir símbolos uruguayos, me gusta darle un toque de identidad nacional. Hay diseñadores que están trabajando con juguetes, con una estética que me encanta y me motiva muchísimo. Hay tantas cosas que me interesan que resulta difícil nombrarlas a todas. ¿Que opinás sobre la apropiación de las imágenes: de agarrar algo que es de otra persona y transformarlo en una cosa nueva? En realidad yo lo hago por una necesidad técnica: es lo que sé hacer. Decidí no ser dibujante ni pintor, soy bueno haciendo collages con las imágenes disponibles a mi alrededor. No me siento culpable, porque es la base conceptual de mi trabajo. Tomo lo existente y lo transformo en algo totalmente original. Es como que de la maraña de imágenes que es




el mundo, yo tomo las que quiero y las transformo. Esa es mi opinión, será cuestionable; pero siento que ahora mucha gente me reconoce, ve la foto de una obra mía y dice “esto es un Burgos”. Ya me ha pasado muchas veces, y siento que mi trabajo tiene una identidad propia. ¿Dónde creés que está la esencia de tu trabajo? ¿En el proceso o en el resultado? Yo creo que está en el proceso. La magia –por decirlo de alguna manera– está en el proceso. Cuando estoy haciendo un collage muchas imágenes se asocian entre sí, y me parece que logro asociaciones muy originales. Muchas veces siento que no soy yo el que las hace; a veces siento que se hacen solas, o vienen de otros lugares. Llamale las “musas” o lo que sea, pero cuando estoy trabajando y veo que están pasando esas cosas, siento que hay algo mágico sucediendo. Dos cosas distintas son la composición del collage y el pegado del collage. El pegado es muy complicado, porque es una técnica que se hace cada vez más compleja a medida que la voy perfeccionando. Después que termino de pegar la obra totalmente –cuando coloco la última pieza– me desentiendo del cuadro; lo miro y pierdo totalmente el enamoramiento. Es como que estoy enamorado de la obra mientras la estoy haciendo, pero cuando la termino todo eso se desvanece. Contanos un poco de tu técnica. Uso herramientas bastante comunes y accesibles: tijera, trincheta y barras de cola. Lo que tiene de difícil mi técnica es que ensamblo las piezas como si fuera un puzzle de cientos de pedacitos de papel. Inclusive –mirando el cuadro de cerca– se pueden ver una especie de nervaduras, que es donde se unen las piezas. En sí no hay superposición entre una pieza y otra, es un calado; como si fuera una especie de bordado. Dejo solamente unos milímetros entre piezas, y eso lleva mucho tiempo. Si vos despegás cualquier parte de uno de mis cuadros, lo que hay abajo es blanco, la lámina. Nunca superpongo las imágenes. ¿Cómo ves el ambiente creativo de Montevideo? Es medio difícil responde y tomar distancia, porque yo formo parte de ese ambiente: soy amigo de muchos artistas, y nos conocemos todos. Es un ambiente chico, limitado. Hay muy buenos artistas, hay buenos creadores; pero el hecho de que sea un mundo tan chico por ahí frena un poco. Vas a un vernissage y somos siempre los mismos: falta más gente. Falta que surjan nuevas generaciones que

sorprendan, eso es fundamental; precisamos gente joven que ponga cosas nuevas y renueve todo un poco. ¿Qué cambio le harías? ¿Qué cosa pensás que lo beneficiaría? En Montevideo no hay muchas salas donde exponer que estén buenas; no están buenas. Casi no hay galerías con buenas propuestas curatoriales y con buenas salas para exponer; todas se parecen un poco. Y falta una escuela de arte accesible y aggiornada, donde haya tecnología y ambientes adecuados para trabajar, con más profesionalismo. Cuál te parece la mejor sala, galería o plataforma donde exponer? A mí el mejor lugar me parece el Centro Cultural de España. Yo expuse ahí una vez, una individual que hice hace dos años, y a mí me cambió mi carrera. Cuando tuve la primera reunión de trabajo con Patricia Bentancur –que es la directora de exposiciones– me preguntó qué ideas tenía yo para trabajar, y rápidamente me propuso una idea que potenció enormemente lo que yo tenía en mente. Me acuerdo que me dijo “no sé qué tema querés hacer vos, pero me parece una buena idea alejarte del formato cuadro”. Eso fue súper estimulante, porque me estaba llevando hacia un camino nuevo. Lo mismo me pasó con el curador de esa muestra, Fernando López Lage, que me hizo depurar los trabajos que yo quería mostrar para concentrarme en la esencia de lo que yo había hecho. A veces simplificar es lo mejor. Además, está el hecho de que el CCE tiene una infraestructura muy profesional, que te apoya económicamente para que puedas desarrollar tu trabajo con más libertad. Las salas están buenas, los catálogos también. Por otra parte el elemento humano es fundamental, las personas al frente de los centros culturales y galerías no sólo deben tener una formación sólida y actualizada, deben arriesgarse y tener una visión jugada. ¿Cuál es el presupuesto aproximado por cuadro? Este mes voy a exponer en la sala del Subte Municipal, en una colectiva que se llama “Menos Tiempo Que Lugar”, curada por Alfons Hug. La obra que estoy haciendo me la encargó el curador y el Instituto Goethe. Contabilicé los gastos desde el principio porque el Instituto me lo pidió, y entre los materiales, las fotocopias, el acrílico y el encuadrado, gasté más de mil dólares. Yo quedé atónito, sé que mis cuadros son caros, pero nunca había contabilizado ninguno.


Entonces los tenés que vender más caros del costo de producción… Y sí, generalmente tengo que venderlos mucho más caros. Mis cuadros tienen un gran gasto de producción y muchas horas de trabajo, eso hace que a la hora de venderlos me cueste desprenderme de ellos por poco. De todas formas el precio de una obra no depende de los gastos de producción. Imaginate sino, que el orinal de Duchamp no valdría nada. ¿Dónde vendés más? ¿Acá o en el exterior? En realidad vendo más afuera; casi siempre vendo en Uruguay pero para gente que vive en otros países. Generalmente la gente que me compra son coleccionistas extranjeros. ¿Hay un perfil de comprador? Sí, hay un perfil. Son coleccionistas que –no sé cómo decirlo– realmente aman lo que compran, aman crear una colección. No están pensando en si es una inversión, compran porque disfrutan el arte. Veo que los coleccionistas se interesan mucho en conocer al artista, en conocer el entorno al que pertenecen. No es comprar solamente el cuadro, sino generar realmente un vínculo con el artista: crear una relación más personal, más allá de la compra de la obra y de la colección. Tengo coleccionistas que me han comprado varias obras, y es como un seguimiento medio paternalista: pasan por tu taller a visitarte aunque no te vayan a comprar una obra cada vez; y van viendo en qué estás ahora, qué te motiva, y cómo están evolucionando tus trabajos. ¿Tenés referentes? Muchos, van cambiando todo el tiempo. Paso por etapas, ahora –por ejemplo– hay un artista francés que se llama Moolinex que me encanta, también un artista maravilloso que se llama Ed Hardy. Lo descubrí gracias a un libro que compré en el MOMA y me voló la cabeza. En un viaje reciente a Francia descubrí varios artistas que me han influido mucho últimamente. Sus trabajos son oscuros, escatológicos, sexuales y bizarros. Es toda una generación de artistas muy fuerte, muy punk, que me encanta y me inspira. También estoy utilizando muchas imágenes de tatuajes y tatuadores; a pesar que de yo no tengo un solo tatuaje en el cuerpo, pero me encanta toda esa estética. Es complicado definirlos porque es algo que va cambiando siempre. También estoy obsesionado son Obey, Jeff Koons, Daniel & Geo Fuchs, Giogi, Irana Douer y Terry Richardson, entre muchos otros.

Si pudieras definirte a vos y a tu obra en unas pocas palabras, ¿cómo lo harías? Es muy difícil. Podría ser porno-terrorista, gótico latinoamericano, una obra mórbida, desacralizadora; un punk burgués (risas). Se me están ocurriendo todas ahora. ¿Qué es lo más frustrante que alguien ha dicho de tu trabajo? Una vez me dijeron que mi obra era naïf, y eso me movilizó por dentro. Me hizo cuestionarme mucho y no me dejó una buena sensación. En otra ocasión, cuando le mandé a mi curador la imagen de una de las últimas obras que hice -una obra muy potenteme respondió “está bien”. Eso me dejó bastante frustrado. Esperaba que me dijera una chorrada, algo súper negativo, o que me dijera que era chocante, o genial. ¿Cuándo fue la primera vez que tuviste una exposición individual? Mi primera exposición individual fue en 1993, en Casa Gandhi –un local de arte y diseño en la calle Benito Blanco– que se llamó “Medicación controlada”. Básicamente trabajé con blisters de chicles y medicamentos que tenían medallitas religiosas adentro. Las obras tenían diferentes formatos, algunas eran planas, otras eran más como esculturas. Lo bueno de esa experiencia fue descubrir que algunos críticos se interesaron en mi obra e hicieron lecturas bastante complejas de lo que yo había hecho. Además, de vez en cuando, me encuentro con alguien que me dice que no se olvida de esa exposición; todavía recibo ecos de eso. ¿Por qué decidiste comenzar a mostrar tu obra luego de 10 años de producción individual? Decidí hacerlo porque un amigo, Eduardo Cardozo –un artista de mi generación muy bueno e importante en el panorama de la plástica uruguaya– iba a casa y veía que yo tenía los collages, y un día me impulsó a presentarme en un concurso del Subte Municipal (creo que era de Coca Cola). Me acuerdo que me dijo “tenés que presentarte con esta y esta obra”, me seleccionó los cuadros, que eran los mejores que yo tenía. Cuando quedé seleccionado para exponer en ese salón fue una experiencia impresionante. Cuando fui a la exposición y vi los cuadros colgados con un cartelito con mi nombre al lado no lo podía creer. Ahí surgió el nombre “Juan Burgos”, porque en realidad mis amigos me llaman Álvaro. Mi nombre es Juan Álvaro. En ese entonces –cuando vos ibas a presentarte con tu obra– había unas señoras del estilo de Gasalla (empleadas públicas) que te pedían la cédula. No te preguntaban ni tu nombre,




“AUNQUE PAREZCA TODO MEDIO CAÓTICO BUSCO UNA COHERENCIA CONCEPTUAL EN MIS OBRAS” agarraban la cédula y escribían lo primero que veían, entonces –como mi primer nombre es Juan– pusieron Juan Burgos. Cuando llegué a la exposición y vi que me habían puesto ese nombre me quedé sorprendido pero desde entonces soy Juan para el medio artístico. Fue medio circunstancial. Además, a los 21 años yo había andado un año a dedo por Europa, viviendo medio como peregrino. Me acuerdo que una vez estaba carpiendo la tierra en Alicante con un gitano que era medio vidente –y que como todo buen gitano era medio pirado– y cuando le conté que me llamaba Juan Álvaro, me dijo que tenía que usar el nombre Juan, porque me iba a traer suerte. ¿Y pensás que has llegado a dónde estás teniendo suerte, o por el talento y el esfuerzo que le pusiste? Y es un 50 – 50. Tenés que tener el talento, y yo creo que es algo que no se controla mucho, porque lo tenés o no. Con la suerte es algo parecido. Es raro, porque en realidad es tan importante la calidad de tu trabajo, como estar en el lugar justo en el momento justo. Las dos cosas son fundamentales, pero no siempre se dan a la vez. ¿Cómo creés que tu obra te ha influido como persona? Me ha hecho encarar muchas cosas. Yo soy bastante inseguro y bastante cerrado en mi mundo, entonces mi trabajo me ha obligado a salir un poco de mi cascarón. Ser artista visual te genera una imagen y estás muy expuesto, expuesto a la crítica y a todo. Es algo que nunca para; tenés que estar haciendo algo siempre, algo nuevo que supere lo anterior, y colmando expectativas de la gente. Nunca pensé

que iba a estar preparado para todo eso, ya que es algo muy difícil. Mi trabajo me ha obligado a ser más fuerte y a tener más seguridad en mí mismo; he tenido que encarar muchas cosas que nunca pensé que pudiera encarar. He aprendido a razonar mejor, y a generar un discurso que se refleja en mi trabajo. Es bastante exigente, y la verdad es que ha sido todo muy positivo para mi desarrollo personal, porque si no lo hubiera hecho estaría todavía encerrado en mi pequeño mundo. Mi trabajo me obligó a exponerme y enfrentarme a pila de cosas; y obvio que tiene una recompensa enorme: la gente que conocés, cómo te nutrís de la obra de artistas de todo el mundo, los viajes que hacés y todas las exhibiciones en las que participás. Todo eso lo vivo como algo positivo aunque a veces me estresa bastante. Tomando en cuenta la experiencia que tenés, ¿qué creés que es lo más importante que has aprendido en tu carrera? Me parece que cada uno tiene sus tiempos para saber quién quiere ser y hacer, y muchas veces está todo predeterminado para que vos –a determinada edad– lo hayas decidido. Es como que cumplís 16 y tenés que tener tu vida programada y eso es difícil, no para todos es igual. Algunas personas descubren muy rápido hacia dónde quieren que vaya su vida y otras necesitan investigar. A veces el estrés de tomar esa decisión te juega en contra. Y ojo, eso si tenés el privilegio de elegir, porque a veces la necesidad te hace trabajar y dedicarle tu vida a algo que nunca te va a satisfacer completamente. Si tuviera que dar un consejo sería éste: si tenés la posibilidad, tomate tu tiempo para decidir qué es lo que querés hacer; y experimentar mucho para decidir quién querés ser.


ANTONELLA ARISMENDI APASIONADA POR EL CINE Y LA NARRACIÓN, ESTA CHICA DE MITAD DE LOS OCHENTA PASÓ SU INFANCIA ENTRE BARBIES, TWIN PEAKS Y LOS FANTASMAS DE RAOTA, QUE DECORAN LOS PASILLOS DE SU CASA HASTA EL DÍA DE HOY. ARG - http://www.antonellaarismendi.com







INFLUENCIAS

SUS INFLUENCIAS CONFLUYEN EN UNA MÁGICA FUSIÓN DE SENSUALIDAD, TÉCNICA Y MÍSTICA QUE HAN DEFINIDO SU PERFIL ARTÍSTICO. MAGNÉTICA POR NATURALEZA, ANTONELLA PLANEA HACER EXPLOTAR TODO. AL MENOS ESO DICE SU CARTA NATAL.



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EAC

ESPACIO DE ARTE CONTEMPORÁNEO

www.eacgub.uy

El Espacio de Arte Contemporáneo viene a cubrir un vacío a nivel oficial, dando forma a un ámbito nuevo dedicado al arte contemporáneo y sus problemáticas propias. Una primera etapa del EAC será inaugurada en breve en un ala de la ex cárcel de Miguelete, edificio que hoy se encuentra en pleno centro de la ciudad de Montevideo, aunque fuera construido en las afueras de la capital a fines del siglo XIX. Responde arquitectónicamente al concepto del panóptico, y es muy similar a la prisión de Pentonville, Inglaterra. Este edificio -que dejó de funcionar como recinto carcelario hace más de 20 años- alberga también el Centro de Diseño Industrial, y tiene aún una gran superficie a ser reciclada.

las que propiciará la formación de redes, coproducciones e intercambios en beneficio mutuo; oficiar de punto de encuentro entre artistas, teóricos y públicos diversos, fomentando las instancias de apropiación cultural del espacio por parte de la ciudadanía; y programar actividades formativas tanto especializadas como dirigidas al público en general en torno a las problemáticas de la producción, percepción y valoración del arte contemporáneo. La programación del EAC se configura para su apertura con una exhibición enteramente dedicada a artistas nacionales, algunos de ellos ya poseedores de amplio reconocimiento y otros que exponen por primera vez. Con acento en la investigación, la experimentación y la interactividad, el EAC se propone sostener una actitud abierta y participativa pero rigurosa en cuanto a la producción artística, y facilitar la construcción colectiva de pensamiento crítico sobre arte contemporáneo.

En su conjunto, con más de 10.000 metros cuadrados edificados y numerosos espacios al aire libre dentro del área intramuros, representa un enorme potencial de desarrollo para iniciativas culturales de esta naturaleza, y está destinado a convertirse en un eje importantísimo de transformación de una A partir de una convocatoria pública en la que se extensa zona del centro de Montevideo. recibieron más de 150 proyectos artísticos, fueron seleccionados 43 de ellos que pondrán en juego El Espacio de Arte Contemporáneo tiene como el trabajo de más de 80 artistas hasta principios objetivos constituirse en un referente local de del año próximo. En el mes de octubre subirá la proyección internacional en el fomento a la pro- primera exposición internacional, Post it city, con ducción, la investigación y la exhibición de arte el apoyo de SEACEX (España) que llega al país contemporáneo; ser un instrumento facilitador de luego de presentarse en varias capitales latinoala integración con otras instituciones similares o mericanas, iniciando la apertura al intercambio del afines, tanto a nivel local como internacional, con EAC con el resto del mundo. Fernando Sicco - Director EAC.


MEDESKI, MARTIN & WOOD @ LA TRASTIENDA 16/5





MEDESKI, MARTIN & WOOD JOHN MEDESKI ∙ BILLY MARTIN ∙ CHRIS WOOD

Un pequeño –pero no menor– número de personas se amontonaba en las afueras de La Trastienda. ¿La razón? La módica multitud aguardaba para presenciar lo que sería la primera presentación del trío neoyorquino Medeski, Martin & Wood en nuestro país. El mes de mayo se convertiría en el gran testigo de la única visita del grupo a Uruguay.

que el trío desplegó en escena; la noche se prestó para las extensas y disfrutables improvisaciones que caracterizan a la banda, en donde fue evidente la comunicación que lograron entablar con un muy ávido público, que quería más y más. El reloj nunca girará lo suficiente para escuchar a estos monstruos del nuevo jazz.

Tras una espera que hacía crecer esa suerte de ansiedad combinada con una gran expectativa de forma gradual, la banda –conformada por el pianista/tecladista John Medeski, el baterista Billy Martin y el bajista Chris Wood– apareció en escena. Ni las extravagancias, ni los excesos visuales, ni las reverencias desbordadas de energía caracterizaron su primera aproximación al escenario; con una discreción bastante admirable, los músicos se hicieron visibles ante un público que se prestó para la ovación sin escrúpulos.

Si bien Medeski, Martin & Wood se presentaron de forma colectiva, cada uno tuvo su momento para lucirse individualmente; en el anglosajón más simple, a chance to show what they got. Desde la increíble velocidad y destreza de Chris Wood hasta el sano desquicio de Medeski detrás de los teclados, pasando por un Martin al cual no le quedó objeto sonoro por golpear con sus baquetas; el grupo demostró la capacidad que poseen para superar cualquier barrera –musical o física– que se les presente. Y eso hace a la particularidad de su música: su versatilidad.

El ambiente circundante era una especie de club de jazz improvisado –y de buena forma, unas cuantas pequeñas mesitas adornaban la platea del local– en donde parecía utópico tener tan próximo a estos grandes de la música. El extenso repertorio comenzó –así como la llegada de sus intérpretes– de manera prudente; el show acrecentó vivacidad y contundencia a medida que transcurrieron los temas. Este proceso paulatino no fue desmerecedor en absoluto de lo

En un devenir natural, casi predecible, la noche llegó a su fin. La gira de Medeski, Martin & Wood presentando el box set “Radiolarians” –compuesto por tres discos– continuaría por otras ciudades; volviendo a visitar algunas, y estrenando su magia en otras. Casi de la misma forma en que salieron detrás de bastidores, regresaron: una honesta modestia, con la satisfacción del “deber” cumplido. ¿Qué más se puede pedir?

txt: Lucía Milans // jpg: Santiago Alonso





BRUNO BAIETTO PERSONAJES PÍCAROS Y RISUEÑOS ENVUELVEN EL UNIVERSO GRÁFICO DE ESTE ILUSTRADOR Y ESTUDIANTE DE DISEÑO INDUSTRIAL; A CONTINUACIÓN LES DEJAMOS LA GUIÑADA IRÓNICA Y JUGUETONA DE BRUNO BAIETTO. UY - http://www.flickr.com/bbaietto/




BRUNO BAIETTO ¿Cómo te iniciaste en el diseño y la ilustración? Dibujo desde niño, siempre me gustó eso que pasa cuando te enfrentás a una hoja en blanco y explorás lo que puede salir de ahí. En el diseño me inicié hace relativamente poco; estoy en cuarto año de Diseño Industrial y creo que mi vínculo con él se dio en esos cuatro años. ¿Cómo te definirías profesionalmente en la actualidad? Creo que esto recién empieza, por eso en este momento estoy investigando y viendo alternativas, tanto en el diseño como en la ilustración. Al ser disciplinas súper amplias, son muchísimas las posibilidades que te dan, y lo mejor de todo es la exploración que te posibilitan. ¿Qué otros campos artísticos te interesaría explorar? Creo que a corto plazo me gustaría salir un poco más del soporte digital, sobre todo por la necesidad de hacer algo tangible, cosa que ya he hecho pero más tímidamente. También me interesa por la interacción que se pueda tener con los demás: cuál es la relación entre tu propuesta y la persona que la toma, y qué reacción se obtiene en ese encuentro entre tu planteo y el universo de esa persona. ¿Qué elementos, temas e ideas te inspiran a la hora de elaborar un trabajo? Creo que todo depende del trabajo o la idea principal. No me gusta mucho atarme a un tema específico, aunque igual veo temas que se han vuelto un poco frecuentes en lo que he hecho, tales como la infancia (la mía o la idealizada), y la Repostería. ¿Te sentís identificado con un estilo determinado? Respecto a la temática, creo que es algo

generacional; hay muchos temas que se repiten y estilos similares a lo que hago entre mucha gente de mi edad que se dedica al diseño o la ilustración. Creo que eso refuerza la idea de que nuestro trabajo es un sistema de referencias de nosotros mismos, nuestra formación y de lo que percibimos del mundo, y que cada gesto y cada detalle dice algo de quién lo hizo. ¿Creés que la tecnología le ha sido útil tanto al diseño como a la ilustración? ¿Cuáles aspectos observás tiene a favor y en contra? La tecnología es una herramienta que te da muchas posibilidades, pero siento que a veces me puede limitar, sobre todo en la ilustración. Creo que la posta es usar las herramientas necesarias para llegar al objetivo inicial, teniendo en cuenta las posibilidades de cada una, y nunca confinar el resultado por las limitaciones de la herramienta o forzarla a que simule otra. ¿Seguís alguna especie de rutina a la hora de ponerte a trabajar? No creo tener un ritual o una metodología determinada para trabajar; igual la música siempre suma, sobre todo si es esa con la que te sentís cómodo. ¿Cuáles son tus proyectos a futuro? No sé si pienso mucho en el futuro. Por ahora me voy a seguir formando en Diseño Industrial e intentararé fusionarlo más con la ilustración, dos cosas que me gustan muchísimo y que cuando se las puede unir, salen resultados divertidos. ¿Qué es lo que más te gusta –o disfrutás– de lo que hacés? Fah, es esa libertad que tenés, que parece que podes hacer lo que quieras –por más que no siempre sea así– y la respuesta de la gente, que creo que valida lo que querés expresar o comunicar.




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DÍASFELICES ENMONTEVIDEO

EL CANTANTE ARGENTINO JUAN RAVIOLI Y SUS AMIGOS SE PRESENTARON EN EL TEATRO SOLÍS: UNA DESPEDIDA QUE –POR SUERTE– NUNCA LLEGA. fotos: santiago decarlini

entrevista: lucía milans



JUAN RAVIOLI

VIERNES

Aquél viernes de mayo el frío era la vedette de turno. Mientras la expectativa por el espectáculo de Chan Marshall crecía minuto a minuto, en otro lado de la ciudad un Juan Ravioli aguardaba en las afueras del histórico Tasende, lugar en dónde nos habíamos citado. Lo primero que me llamó la atención fue el cuadernito –un poco viejo– que sostenía en una de sus manos. Más allá de eso, Ravioli no presentaba ninguna anomalía; hasta parecía, a la vista, simpático. Entramos y nos ubicamos en una mesa. Quién pensaría que fuera Juan el que disparara la primera pregunta, mientras yo estaba muy ocupada buscando el grabador. “¿Qué tomamos, Zillertal?” La primera –y única– pálida de la noche, fue de mi autoría: “Yo prefiero Patricia”. El consenso se dio naturalmente y el grabador apareció de los escombros de mi bolso.

UN CAMINO HECHO DISCO

Luego de haber participado en varios proyectos colectivos y en grupos –entre los que se destaca Paris 1980– Juan Ravioli lanzó en el 2006 el primer volumen de “Álbum para la Juventud”, en donde aparecerían sus primeras composiciones como solista plasma-

Mientras ponía en marcha el aparato, Juan me alcanzó una postal. La misma mostraba una foto y la ficha técnica del videoclip que estrenaría en la Sala Zavala Muniz –“Despedida”– tema perteneciente a su segundo disco, “Álbum para la Juventud, volumen 2”. Casualmente –y no tan casual, después de todo– el video había sido rodado, en su totalidad, en Montevideo (para los ávidos visitantes de aka.com.uy, éste se encuentra disponible en la videoteca). Dirigido por el uruguayo Nicolás Ciganda y producido por Transparente Films, el video muestra el recorrido de Ravioli por distintas locaciones de Montevideo. El agradable murmullo de bar acompañó la entrevista, en donde la vorágine de la cantante americana tan solo pareció ser –por un momento– un vago recuerdo. das en un disco. Posteriormente –y con el impass del EP “Noviembre” (2007) – lanzó el segundo volumen de “Álbum para la Juventud” (2009), el cual fue recepcionado de muy buena forma, tanto por la crítica como por el público.


¿Cómo fue la experiencia con ‘Paris 1980’? Paris 1980 fue un grupo con el que me asenté en una idea concreta. Yo venía haciendo música desde muy chico, haciendo distintas cosas y participando en varios grupos, y con Paris 1980, de alguna manera, definí un rumbo que empecé a delinear y que se transformó luego en lo que sería mi primer disco, Álbum para la Juventud Volumen 1. Lo grabé prácticamente solo y con cosas que traía de París 1980, que en buena medida les di forma. Luego las cosas se fueron conduciendo hasta el Álbum para la Juventud Volumen 2; básicamente, creo que se podría definir como una música que fui generando con distinta gente, y en los últimos años con un grupo más permanente y de manera más tradicional: en un estudio, con una banda estable. ¿Cómo fue la experiencia de producir solo? El producir solo tiene cosas que pueden verse al margen de a favor o en contra; suceden al mismo tiempo. El Volumen 1 fue un disco en que se trabajó mucho en cada sonido y arreglo, de forma muy espaciada. Grabé desde la batería hasta la voz en muchos temas, y cada cosa que se grababa era un proceso. Funcionaba como un laboratorio, como algo más fluido; la música tiene un ensamble: cada uno aporta, acompaña. ¿El producir acompañado te dio más soltura para componer, al tener músicos que te apoyaran? Lo cierto es que el primer disco fue una prueba de fuego para decir “esto es lo que yo hago”, concretar, llegar a

una plataforma. Si bien todo fue un laboratorio, nunca perdí de vista que al disco lo podía llegar a tocar con un grupo. No me deliré; no hice un disco súper orquestado. Hice algo dentro de los cánones, sin dejar de perder de vista la posibilidad de poder tocarlo, cosa que hicimos durante un tiempo. No dejaste morir el disco en el estudio... Claro. Lo llevamos en vivo con una banda que primero estaba muy atada a los arreglos del disco y a mi visión. De a poco, se fue creando un grupo con voz propia de cada uno de los integrantes, que se volcó finalmente en el Volumen 2. ¿Es decir que se salió de la verticalidad de tu composición –por decirlo de alguna manera– y cada uno de los músicos, desde su área, aportó algo? Exacto. ¿Y eso cómo lo viste reflejado en el producto final? Lo vi genial, para mí eso enriquece; son formas, todo vale. Hay una riqueza en la visión de cada uno que es mucho más importante que la de una sola persona tocando todos los instrumentos. Esto no quita que haya discos producidos por una sola persona que sean geniales; pero a mí, la música me gusta compartirla. ¿Te sentís más cómodo acompañado? Sí, de alguna manera pregono la música compartida. Me gustan las bandas y fijate que si habláramos de influencias personales, hablaría más de bandas que de


solistas. Pero, como tuve que convencer a otra gente –en el Volumen 1– de que éste proyecto iba para adelante, me llevó a laburar en soledad. Hoy por hoy eso me permite tocar en formato solista; por ejemplo, he girado solo en Argentina, o cuando me presenté en un Festival en Cabo Polonio y en Montevideo. Por cuestiones de logística, me ha llevado a hacerlo. El segundo disco tuvo mucha repercusión ¿qué implicó eso para vos? Un aval y un reconocimiento al trabajo que hice con el equipo que se armó. Es lindo que alguien te diga “che, está bueno esto”. ¿Se esperaban una repercusión tan grande, al no estar en una discográfica comercial ni en el “mainstream” musical? El galardón más importante fue el Premio Clarín del año pasado; este fue totalmente inesperado y fue una alegría, que se queda ahí, en una alegría. Lo cierto es que son cosas muy fugaces que dan a hablar en su momento, pero que son puntos en un camino que vengo trazando desde hace tiempo y que –a veces– la lucha más fuerte es cómo perseverar, cómo seguir. ¿Qué considerás más importante, cómo perseverar o cómo te vas desarrollando como artista?

que no está en mis dos volúmenes de “Álbum para la Juventud” y que –de alguna manera– lo hago mucho, porque salgo bastante a tocar solo. “Álbum para la Juventud” Vol. I y II fueron producciones más importantes, grabadas en un estudio de determinada manera, con una fabricación de arte concreta. En el caso de “Noviembre”, fue una edición más artesanal y chica, que me permitió seguir difundiendo y haciendo cosas que me gustan En particular, tengo ganas de hacer un disco de versiones de autores coetáneos; gente con la que me crucé en algún momento –o no–. Hace mucho tiempo vengo tocando temas de otras personas. El proyecto sería una especie de homenaje a artistas que no son muy conocidos o bandas que ya no existen, como Pequeña Orquesta Reincidentes; bandas de entre los ’90 y el 2000 que tuvieron un renombre en la escena de la música en Buenos Aires, un éxito relativo. Es un aporte personal. ¿Incluirías aportes o sería únicamente solista ese disco de versiones? No lo sé. Hace muchos años entendí que la mejor manera de avanzar con mi crecimiento y camino era trabajar con mucha gente dentro de la música. Por eso

“YO GENERO DISCOS POR UNA MOTIVACIÓN CASI ROMÁNTICA, PORQUE CRECÍ ESCUCHANDO DISCOS Y ME GUSTAN, ES UNA CONTINUIDAD.” Creo que ambas cosas son importantes. Perseverar, si no es lo más importante, está ahí. Luego, producir y aprender, formarse, encontrarse con la gente indicada. Este proyecto no tiene ambiciones –como dijiste vos– de “mainstream” ni está en el “mainstream”; la especulación no es comercial, sino más personal y artística. ¿Cuál es el siguiente paso luego del Volumen 2? Hay intención de grabar otro disco, de producir y generar más música. Existe un proyecto de grabar un disco parecido al de “Noviembre”, ya que es un disco fácil de producir porque estoy solo en guitarra y voz. Eso es algo

–por ejemplo– trabajo como bajista de Pablo Krantz. ¿Cómo ha sido la experiencia de tocar en Uruguay, acompañado por artistas de la escena local de acá? Mi experiencia siempre fue buena. La primera vez que vine toqué en el Central, en un ciclo acústico. Fue extraño; si hubiera venido con la banda, habría sido distinto, pero al tocar solo me resultó muy difícil mantener la atención. La segunda vez que viene a Montevideo, acompañaba a Pablo Krantz en su banda; la experiencia fue genial. En ese momento conocí a Vane Recagno, que hizo posible una venida con Flopa; tocamos en El Tartamudo


y también fue increíble. Ahí lo conocí a Lalo de Franny Glass, con quién tengo una relación y admiración; me gusta mucho lo que hace. Después conocí a Fernando Henry, quien es una usina de canciones; todos los días saca un tema nuevo. Hice algunos temas de él. Luego conocí a Diego Presa de Buceo Invisible, con quién voy a tocar en el Solís. ¿Cómo fue el tocar en el Teatro Solís el año pasado, y qué esperás de esta nueva fecha en comparación con la anterior? Esta fecha es una revancha con banda. La primera vez que toqué en el Solís se me caían las medias; fue espectacular. En esa instancia vine solo, acompañado espiritualmente por dos artistas: un fotógrafo y un artista visual. Ellos armaron una proyección -con la cual toqué– de un día entero visto desde un piso 30 del centro de Buenos Aires. Toqué con eso como 40 minutos, que fue aproximadamente lo que duró el show. ¿Te interesa la colaboración con otros artistas, además de músicos? Siempre, todo el tiempo. Trabajé para teatro y cine. Recientemente, trabajé para la película “Castro” –que fue premiada el año pasado– en la parte de laboratorio de música.

¿Con cuál o cuáles artistas de acá te gustaría compartir escenario? Con La Hermana Menor, y con Sonido Top –los vi en Cabo Polonio y me encantaron–. ¿Cómo te ha recibido el público uruguayo? Siempre bien, son muy respetuosos. Cada vez que vengo a Uruguay me surgen cosas para hacer. Por ejemplo, el toque en El Tartamudo me llevó a generar unos toques en La Pedrera. Allí me vio Supervielle y me conectó al Teatro Solís. En Buenos Aires existe una especie de jaque cultural, después de lo sucedido en Cromañón y acentuado con una política muy absurda de persecución a la música joven: al rock. Está muy difícil Buenos Aires. No estoy particularmente a gusto, aunque me encanta la ciudad y el barrio en donde vivo. Lo cierto es que si tuviera que trabajar de mis proyectos como músico, no podría, porque las condiciones no son buenas. No tomo una posición política, pero hay un vaciamiento cultural en Buenos Aires; es un hecho. Se está aplicando una política de vaciamiento cultural desde una perspectiva institucional; hay un montón de movidas y lugares alternativos, pero es más difícil de llegar a ellos.


¿Ese hecho repercute desde el tener que promocionar un toque hasta un disco? Es medio agobiante, aunque no me va tan mal –hace años que estoy en esto–, pero para un pibe que está empezando y quiere mostrar su trabajo, es más difícil. La Plata es un ejemplo de una ciudad en la que hay –desde el punto de vista institucional– acceso a más lugares. Sin embargo, no hay una gestión cultural importante. Son circunstancias; uno debe seguir trabajando, madurando y generar una demanda, que hoy en día forma parte de las características polifacéticas de un músico. Hay que ofrecer un espectáculo, una buena obra para mostrar. ¿Buscás llegar a algún público determinado o tan solo querés compartir tu música? Quiero continuar y avanzar. Me interesa perseverar y para eso, lo que hay que guardar es la energía. Yo siempre pensé que lo que hacía no era para las masas y hoy en día me encuentro con gente que jamás hubiera pensando que le podía interesar mi música. Es como algo más universal; llega sin que me dé cuenta. Hay una paradoja con el paradigma de la industria musical en este momento; es muy difícil saber en dónde está el negocio, porque claramente no está en el disco. No hay un gran negocio detrás de la venta de discos, las discográficas buscan alternativas en vender los shows, en Internet. En el medio de esto, los músicos no van a dejar de existir, entonces el tema es cómo se va a redituar todo eso; hay todo un mundo detrás del publishing, de la edición y de los derechos de autor que no va a dejar de existir. Va girando la esfera, pero no sé hacia donde. ¿Y en ese caso, hacia dónde apuntás vos? La estrategia es tratar de tocar. Yo genero discos por una motivación casi romántica, porque crecí escuchando discos y me gustan: es una continuidad. Si pudiera haría vinilos, porque me gusta el “lado a lado”. El disco es como un cuadro: te cuenta un discurso; hay una razón por la cual un tema es “tema 1” y otro es “tema 7”. El disco es un objeto que define tu trabajo. Sin el disco se pierde lo tangible del trabajo... Hay un montón de cosas que, por el advenimiento de las

tecnologías, quedan en el camino. Como el lechero dejó de pasar, el disco se dejó de vender. La música comienza a tener otro formato, pero es lo que hablo con muchos músicos amigos: somos la cola de algo que ya no existe más. No me asusta, simplemente es eso; yo crecí con los cassettes y los CDs. Durante estos años, los formatos digitales han variado tanto que se pierde un poco el sentido de todo. La gente piensa en acumular y acumular canciones; yo con un buen disco, vivo todo el año. ¿Qué es lo que inspira a la hora de componer? Lo que compongo es producto de lo que queda en la retina cerebral: experiencias, observaciones. No todo lo que escribo me pasó, sino que también lo vi pasar. Todo de algún lado sale; o lo leí, o lo vi, o me pasó. ¿Pensás que estás enmarcado dentro de determinado estilo musical? Hay gente que dice que me parezco Spinetta, otros a Fito Páez. No me parece que tenga la lírica de Spinetta –un vuelo que estoy lejos de llegar, es muy único lo del flaco– y musicalmente tampoco me parece que sea muy Spinetta. Si podría decirse que, musicalmente, hay cosas de Elliot Smith o los Beatles. Los estilos musicales existen y me encantan verlos y escucharlos –rockabilly, cuarteto cordobés tradicional, tango- todo lo que está bien hecho me gusta. Yo me encasillo en un mestizaje musical, que está principalmente arraigado al rock. Pienso que tiene que ver un poco con mi formación; siempre tuve acceso a varias cosas y valoré la música no por el estilo, sino por lo que está hecha, por lo que transmite. ¿Las canciones o los discos deben estar “condenados” –de alguna manera– a transmitir algo? Cualquier cosa que sea arte te tiene que comunicar algo; el artista está tratando de decir algo. Cuando un artista es popular, es porque está transmitiendo algo que muchos sienten. ¿Qué querés transmitir con tu música? Mi visión, lo que me pasa. Hay algo de romanticismo, pero no hago música romántica. Música romántica hace Luis Miguel.


“HAY UNA PARADOJA CON EL PARADIGMA DE LA INDUSTRIA MUSICAL EN ESTE MOMENTO; ES MUY DIFÍCIL SABER EN DÓNDE ESTÁ EL NEGOCIO, PORQUE CLARAMENTE NO ESTÁ EN EL DISCO.”


LUZ BILDER

Proyecto colectivo: Benjamín Silva, María Noel Silvera, Sebastián González Majó, Santiago Alonso, Francesca Accinelli, Joaquin Tomé, Santiago Decarlini, Jorge Matos, Felpa, Raven, Juan Pedro Salvo Seade y el resto de los chicos del foro de Parkour UY.

UY - http://www.flickr.com/-noel-









PLACERDESHACER UY - http://www.flickr.com/placerdeshacer











RETROF

NEUROSIS DIARIAS EN FORMATO DIGITAL; LA COMBINACIÓN PERFECTA DE LA MA PORÁNEO. LES PRESENTAMOS LA MENTE CREATIVA DETRÁS DE UN PROYECTO GRÁ

Born Nantua, France, in 1972.

#relationships #typography #helvetica #BW #music #news #semiotics #mashup

Lives Lyon and in Drôme (70 km South of Lyon)

What is the nicest compliment you’ve received about your work? I’ve got 3. About my “Helvistica”, a typographer said ‘thank you to make it”; another one said “I wish I could have a visual of what goes on in your mind! “. Last was something like “messages of hope and disappointment, a beautiful and ironic vision; small everyday neuroses. He gives us some more of his talent and the right dose of inspiration, in case the grayness of this winter had made us fallen asleep”.

When did you start designing? 1st November 2008. I was playing with brushes and with my picture collection on Photoshop... How would you say your relationship to your work has changed since then? My work is more efficient and diversified. Before it was just a hobby; now it’s a job. How would you define your work? #life #graphicdesign #humour #retro #collage #colors

If you could change one thing about how you work, what it would be? To live entirely on my art.

#retro #collage #h

FR - http://www.fli


FUTURS

AGIA VINTAGE Y EL INGENIO RETROFUTURISTA, CON UN TOQUE DE DISEÑO CONTEMÁFICO QUE TIENE DE PROLÍFICO LO QUE TIENE DE GENIAL: STÉPHANE MASSA-BIDAL. Nació Nantua, Francia; en 1972.

#relaciones #tipografía #helvética #BW #música #noticias #semiótica #mashup

Vive Lyon, y en Drôme (70 km al sur de Lyon)

¿Cuál es el comentario más lindo que has recibido sobre tu trabajo? Tengo tres. Acerca de mi “Helvistica”, un tipógrafo dijo “gracias por hacerlo”; y una vez me dijeron “desearía poder ver lo que pasa en tu mente!”. El tercero fue algo como “mensajes de esperanza y decepción, una visión hermosa e irónica; pequeñas neurosis de todos los días. Nos da más de su talento y la dosis justa de inspiración, en caso de que lo gris del invierno nos haya hecho dormir”.

¿Cuándo empezaste a diseñar? El primero de noviembre de 2008. Estaba jugando con mis pinceles y mi colección de fotos en Photoshop… ¿Cómo dirías que la relación con tu trabajo ha cambiado desde entonces? Mi trabajo es más eficiente y diversificado. Antes era sólo un hobby; ahora es un trabajo. ¿Cómo definirías tu trabajo? #vida #diseño gráfico #humor #retro #collage #colores

Si pudieras cambiar una cosa acerca de tu trabajo, ¿qué sería? Vivir enteramente de mi arte.

#helvetica #mashup

ickr.com/hulk4598












ROSIE HARDY USA - http://www.flickr.com/rosie_hardy/











REN ROX UK - http://www.renrox.com









¿Cuáles fueron tus comienzos en la fotografía? Un día compré una cámara y empecé a practicar, practicar y practicar. ¿Qué te inspira a fotografiar? Cualquier cosa puede llegar a inspirar. En mi caso, siempre suele ser la música; pero también puede serlo una persona, una escena cotidiana o extraordinaria, un libro, una película, etc. ¿Cuál es la relación que tiene tu trabajo con la música? La música es importantísima para mí, ya que me he dedicado a ella durante casi toda mi vida y es una gran fuente de gozo e inspiración. ¿Hay alguna técnica que creas es característica de tu trabajo? Soy perfeccionista así que siempre trato de hacer el mejor trabajo posible. Digital vs. Analógico; ¿cuál te gusta más y por qué? Personalmente prefiero la fotografía en película, pero el debate digital vs. analógico no tiene porque ser agresivo, ¿por qué no utilizar lo mejor de los dos mundos? Tienes una recurrencia al blanco y negro, ¿por qué? Simplemente me gusta. Es elegante, atemporal y una vez que aprendes a ver en blanco y negro no hay vuelta atrás.

“EL DEBATE DIGITAL VS. ANALÓGICO NO TIENE PORQUE SER AGRESIVO, ¿POR QUÉ NO UTILIZAR LO MEJOR DE LOS DOS MUNDOS?”







ARG - http://www.flickr.com/noeliavaldez/

NOELIA VALDEZ

Una intima mirada del mundo, un gesto visual espontáneo y nostálgico. Noelia nos pasea en un recorrido personal de su vida: un diario íntimo hecho de imágenes bañadas de recuerdos... magia analógica puramente romántica. Contanos un poco de vos y de cómo llegaste a este punto en tu vida Cumplo en diciembre, me encanta cumplir en diciembre. Hace calor y me gusta el calor, supongo que por eso me gusta la playa. Las fotos de playa son las que más me gustan. Para mí sacar fotos es recordar, guardar; como un scrapbook de mi vida. Me gusta conservar esas cosas en papel, pegarlas en la pared, y regalarles fotos lindas a las personas que se las saco. Es precioso tener fotos de todas las épocas del mundo; tengo un archivo que mato a más de uno. Más que nada mis fotos son mi vida; es la única constante. Todo lo demás puede cambiar, puede estar todo bien o todo mal, pero saco fotos todos los días de mi vida. Al menos una. Soy bastante espontánea, me dejo llevar; es casi como soy en la vida: no soy “Noe fotógrafa” y “Noe persona”, soy ambas cosas en una. Una vez leí por ahí que la memoria es frágil, y ésta porquería dura para siempre;

algo parecido es lo que siento con las fotos. Me cuesta un poco responder preguntas, lo más real sería que filmemos una videoconferencia vía Gmail y la subiéramos a Vimeo para poner en link en la revista, jajaja. ¿Desde cuándo sacás fotos? Siempre, desde siempre; con compactas de chica, y ahora con la K1000 de nuevo. Siempre me interesó. Nunca estudié ni sé nada formalmente hablando, pero siempre saqué fotos como todos en algún punto, ¿no? ¿Trabajás en algo relacionado a la fotografía? Sí, pero no. Soy “freelance”, que es más bien un eufemismo para no decir que soy una vaga. ¿Qué significado le das al hecho de obturar? No pienso demasiado esas cosas. Ahora estoy intentando








“ESTÁ BUENO OBSERVAR,Y LA CÁMARATE OBLIGA UN POCO A TOMAR DISTANCIA” pensar qué significado le doy a la captura, y la verdad es que esas cosas no las racionalizo. En algún punto –cuando tengo la cámara cargada encima– veo algo y lo fotografío; lo hago porque quiero mostrar una cosa, o reflejar una parte de la realidad de mi vida. Hay una canción de los Zombies que se llama “Remember The Swan” que siempre me gustó mucho, y habla de una foto pegada en la pared. Las fotos son historias, y eso me gusta mucho. ¿Dónde creés que está la esencia de la fotografía? En el proceso o en el resultado? La esencia de la fotografía no está en una ni en la otra. Yo creo que –si está en alguna parte– está en la mirada que adoptes. Creo que la fotografía es inagotable porque las miradas lo son, y eso me encanta. Los resultados incluso nada pueden tener que ver con el proceso, y eso también es mágico. Nunca una foto que saco es lo que esperaba; siempre me sorprendo. Eso es increíble, y quizás por eso soy tan romántica y sigo sacando con película; dejar un rollo por ahí perdido y revelarlo dos años después, y acordarte del momento en que sacaste la foto y lo que estaba pasando. Tengo un balde de pintura lleno de rollos para revelar.

mi ignorancia e intuición; cosa que me da un poco de miedo en mis fotos. Es algo raro, le tengo miedo al grano porque no lo sé capitalizar. ¿Qué opinás de la fotografía analógica? Saco analógico, quizás por romántica y nostálgica; o quizás porque mi mirada se traduce mejor de esa manera. ¿Cómo creés que tu trabajo ha evolucionado desde la primera foto que sacaste? Antes no entendía nada, y era todo un jueguito divertido nada más. Fallaba mucho en cuestiones técnicas que ahoca capaz las tengo mejor incorporadas y adquiridas; no de haberlas aprendido de forma técnica, sino gracias a disparar, dispara y disparar. Ahora creo que puedo elegir mejor cómo quiero mostrar lo que veo, siempre. A veces fuerzo la película uno o dos pasos para que los colores salgan saturados, porque creo que esa es la movida que mejor me sale para capturar los momentos.

¿Usás la fotografía como catarsis, o es algo que sale sólo? Si te fijás bien, en mis fotos están siempre las mismas personas. La fotografía es parte de mi vida. Pasaron muchas cosas en mi vida ya, muchas etapas distintas. Podría decirte También me pasó de sacar fotos de lugares o momentos que a veces sí fue por catarsis, y a veces no. que “nada que ver”, y después verlos y experimentarlos como una película que me muestra otra persona. Eso me Simplemente me sale. Está bueno observar, y la cámara encanta mucho, es magia; la magia de la física. te obliga un poco a tomar distancia. Aunque no pienses la foto, aunque la pienses sólo ese minuto antes de disparar; ¿Tenés algún ritual específico a la hora de siempre está ese paso atrás que te permite ver las cosas de fotografiar? forma diferente. Es como una suspensión mágica en la que Si hablamos de rituales el único que tengo es forzar mis –de un momento para el otro– todo tiene sentido y “ves” rollos un punto o dos. Prefiero las películas de baja latitud todo lo que pasa a tu alrededor. Está bueno mostrarle al porque puedo controlar mejor los colores y el grano desde mundo tu mirada de algo.






AKA FREE

DOWNLOAD WALLPAPER #1


EBIES #1

1 POR FRAN!


CLOSET + 3PECA

SELECCIÓN A

Para este issue de AKA buscamos hacer una nota m de discos dejamos hablar a los músicos, pidiéndoles chicos de 3Pecados, Closet y Dinamita Pereda armar el por qué de la selección; y cómo es que su música

Pueden escuchar un adelanto del nuevo álbum de Clos álbum de Dinamita Pereda & La Swing Factory en http pueden descargarse gratuitamente desde la web de E

JUAN B.


ADOS + DINAMITA

AUDIOVISUAL

musical un poco diferente: en vez de hacer reviews s que nos cuenten un poco sobre sus influencias. Los ron un playlist con 4 videos cada uno, explicรกndonos es influenciada por estos artistas.

set en http://closet.com.uy, al igual que descargarse el p://dinamitaswing.com. Todos los discos de 3Pecados Esquizodelia Records, http://esquizodelia.com.


T E S O L C HTTP

Y U . M O .C T E S O L C ://


MICHAEL JACKSON - BEAT IT “Lengua”, nuestro nuevo disco (de inminente edición) explora la cara más pop de la banda. Este video fue uno de los más influyentes -musical y estéticamente- para el universo pop de toda una generación. En esta ocasión, Michael hace el crossover perfecto con el rock, habilitando a Eddie Van Halen en un solo incendiario. Una marca inevitable.

NINE INCH NAILS - CLOSER Es un tema y un video que marcó a la banda desde los comienzos, tanto por su sonido como por su propuesta estética. Mark Romanek hace el cruce perfecto entre provocación y sexualidad, una tendencia que intentamos desarrollar como medio expresivo. Nos hemos dado el gusto de tocar este tema en vivo varias veces, subiéndole un par de grados a la noche.

JUSTICE - D.A.N.C.E Los franceses Justice pelaron el sonido dance 2.0. Son influencia y goce. Este video es una excelente muestra del manejo de la parte visual y estética fusionada a lo musical. De hecho, lo hicieron tan bien que el propio Kanye West pasó vergüenza reclamando su MTV EMA en el pico de su carrera

MGMT - THE YOUTH Nos sentimos identificados con este video de “The Management” ya que además de ser una gran canción, habla sobre la adolescencia; sobre ese momento de cambio decisivo en la vida. Como banda, Closet está en un momento similar. Para desarrollar esta idea, nos sacamos las ganas de grabar -en “In the mirrors” del disco “Lengua”- coros a cargo de las chicas de “Los Revoltosos”, jóvenes músicos que crecen a pasos agigantados.


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M O C . S O PECAD


GUIDED BY VOICES - THE OFFICIAL IRONMAN RALLY SONG Pablo Torres (batería y percusión): Guided By Voices me influenció mucho, me parece una banda genial. Me gusta que las baterías sean simples, básicamente mi “estilo” se ve reflejado en eso.

CLAP YOUR HANDS SAY YEAH - OVER AND OVER AGAIN Diego Martinez (teclado, trompeta y percusión) Soy hombre de pocas palabras. Me siento influenciado por los teclados de esta banda al estilo circense, no tan rítmicos sino más bien melódicos, ideal para una buena tarde de otoño. Disfrútenlo!

BUENOS MUCHACHOS - POR EJEMPLO (FERNANDO CABRERA) Pau O´Bianchi (Guitarra y voz) Yo voy a hacer trampa y voy a poner 3 influencias nacionales personales y colectivas en un solo video. Por un lado los Buenos Muchachos, interpretando un tema de Fernando Cabrera (en una de sus versiones originales, acompañado por el enorme Eduardo Mateo). La primera vez que escuché “Por Ejemplo” me impactó enormemente, y es uno de los temas que -hasta el día de hoy- cuando los escucho, se me pone la piel de gallina y me hacen temblar los ojos. Una influencia de camino innegable para mi voz, guitarra, y la música que hago con mis amigos; por eso y mucho más tienen mi amor, inspiración y respeto para siempre.

JOY DIVISION - ATMOSPHERE 3Pecados Es una de las pocas bandas/solistas en que coincidimos los tres y que nos influencia por igual. Escribir algo más sobre lo geniales que son sería muy estúpido, Dios salve a Joy Division.


A T I M A ID N Y R O T C A F N G .COM

I G N I W W S S A IT M A A L N I D / & TTP:/ H


MUDDY WATERS - GOT MY MOJO WORKIN’ La persona que electrificó el blues y llevo todo un paso más allá, presentándose aquí en El Newport Jazz Festival, 1960. Esto es tener estilo! Un momento que definió todo lo que vino luego, aunque en esa época no tenían Youtube. Con Mi proyecto Dinamita & la Swing Factory abrimos todos nuestros shows con nuestra versión de este tema

JAMES BROWN - OLYMPIA THEATRE El maestro en acción, teatralidad absoluta; un gran momento del Sr Brown presentándose en París, con una banda impresionante y un magnetismo con el público nunca antes visto en esa época. Se puede apreciar cómo se vivían sus performances.

JIMI HENDRIX - FOXY LADY Hendrix… se lo ve contento, entregado; un sonido de guitarra abusador, y un bajista nuevo que refrescó su manera de tocar. Tenía su estudio propio funcionando (Electric Ladyland), estaba en la cima, y en este show en particular a plena luz del día -y con un público relativamente pequeño- siento a Jimi Hendrix en uno de los mejores momentos de su corta existencia. La sensación que me genera este video es imposible de explicar.

RUFUS THOMAS - FUNKY CHICKEN El maestro Rufus Tomas, un sonido inigualable, otra gran performance; presentándose aquí en el Wattstax Festival 1972 (el Woodstock negro). Sobran las palabras, el video lo dice todo.


MARIANO BRIZZOLA EL OJO ANALÓGICO DE LA COTIDIANIDAD

Pequeñas y suaves pinceladas de un urbanismo gris, en su concepción más melancólica y tal vez, más precisa; las capturas de Mariano Brizzola nos conducen por lo más bello y puro de la fotografía: el valor del instante. Este fotógrafo argentino es un narrador de historias ya contadas, de escenas ya vividas, de personajes olvidados. A su vez, es creador de escenas oníricas, las cuales están a la vista de todos, pero escapan a la mirada común –tan visualmente adiestrada por la rutina–. Lo particular de sus fotografías es la sutileza del disparo: cada detalle en el encuadre parece minuciosamente cuidado, desde el punto de vista técnico y estético; observar sus piezas es como recibir una leve caricia. Les presentamos a Mariano Brizzola; un observador de la vida, adentro de rectangulitos.

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¿Cómo incursionaste en la fotografía? Me inicié de forma autodidacta, quería fotografiar cosas que me deslumbraban. Lo primero fue la arquitectura. Mi primer amor dentro de lo visual –antes de que me llegara la fotografía– fue el dibujo; luego, la pintura, y finalmente entré realmente en la fotografía, bastante después. ¿Cómo fue el proceso de aprendizaje? Aprendí de revistas, manuales, libros, y prácticas algo erróneas. Posteriormente, cursé un taller y cuestiones más formales. ¿Cuáles fueron los temas que te inspiraron? ¿Cuáles te inspiran actualmente? Como dije antes, la arquitectura fue mi primera inquietud para fotografiar. Actualmente van fluctuando muchas cosas –soy muy curioso– pero en definitiva, hablo siempre de lo mismo: urbanidad, calle; siempre hay reminiscencias pictóricas en la impronta del color. Me inspira lo ordinario. ¿Cuáles son los aspectos que más disfrutás de la fotografía? Todos, menos pagar la película, los revelados, las copias, los montajes y las esperas. Una cosa hermosa que disfruto mucho es caminar, conocer y volver a conocer lugares, historias, personas, perros, cosas. ¿En qué factores reparás a la hora de disparar? Los vínculos que tengo con lo que voy meter dentro de mi cámara; desde la parte emocional –que quizá sea la más instintiva y automática– hasta lo más mecánico y técnico. El color también está siempre; es como una especie de necesidad que siento muy fuerte. ¿Crees que estás enmarcado dentro de un determinado estilo? Parte de algo debo ser, todavía no me lo contaron. Como corriente estética, me interesa la que todavía tiene una idea romántica de la gracia en la imagen, de la que sabe que está en un medio poético y que la belleza puede ser simple, prístina. Y luego está el resto. ¿Qué técnicas usás para tus fotos? Cámara en mano –cuando charlo con amigos, suelo decirles que fotografiar con trípode es como dibujar con regla, chiste con algo de estupidez y algo de verdad– mayormente toma directa. Reflex 35mm, ópticas fijas de 50mm generalmente, con diafrag-


MARIANO BRIZZOLA


ma y foco manual. Y no usar Canon ni Kodak (jaja). Película de 100 a 400 ASA –depende– y siempre de 24 exposiciones. Caminar, observar, buscar, intuir, esperar y… ¡Sorpresa!

una sierra eléctrica: podés estar podando un árbol y deja simo, pero si se te va la mano, podés cortar la rama equ y por ahí se te cae encima. Suele pasar.

¿Por qué elegís usar un sistema analógico para sacar fotos? ¿Qué cualidades tiene -en tu opinión- la fotografía analógica respecto a la digital?

¿Intentás transmitir algún tipo de mensaje con tus fo fías? Primero busco las cosas que me transmiten algún m je a mí. Luego habrá que ver si fui un buen traducto que prefiero interpretar a mi manera. Dicen los ita ‘traduttore, traditore’ (‘traductor, traidor’).

La elijo por puro gusto, llevo décadas observando imágenes: en papel, en tela, y en pantalla. Creo tener criterio suficiente para distinguir entre una pasta casera de la nonna y la comida de hospital. Me quedo con la película no sólo por apreciar su calidez y belleza, sino que también me gusta usar cámaras mecánicas, manuales, que no cuestan más de ciento cincuenta dólares; en vez de una computadora de plástico con una lente y pre-sets, que cuesta cientos o miles. Necesito poco para fotografiar, no algo tan sofisticado. El día que encuentre algo digital que empate a lo analógico quizá pegue la vuelta. Por ahora creo que ese día está lejos. La fotografía digital es un hecho más que valioso, sobre todo para uso científico, publicitario y fotoperiodístico. También es un real avance, pero sobre todo un avance del mercado y de la tecnología ATP para volverse obsoleta en menos de un lustro; seguir produciendo, facturando y llenarnos de basura tecnológica que va a desbordar este pequeño mundo en los próximos años gracias al consumo ignorante. Amén. ¿Y qué opinás acerca de la edición digital de imágenes? Muy interesante. Es una gran herramienta, pero es como usar

¿Podría decirse que lo cotidiano es un tema caracte en tu obra o, al menos, recurrente? ¿Considerás q algún tema que justamente caracterice a tus fotogra Creo que lo ordinario o lo infraordinario, desde lo folk lo costumbrista, el cliché: todo, en cierta medida, es no. En un punto es todo muy absurdo, me impresio también por lo ambivalente. Absurdo y real, nostalgia za, infancia y simpleza, política y color, el humor, lo o lo arquitectónico, lo íntimo y lo público; todo fenómen rente a lo rioplatense es lo que elijo para contar mi hist soy rioplatense, eso me libera de adoptar algún tipo d forzada como artista contemporáneo. No tengo proble trabajar con mi identidad, por el contrario, me hace muy pleno.

¿Cuál ha sido la satisfacción más grande que te ha d fotografía? Que la vida, desde adentro de un rectangulito, se ve c soñé: Maravillosa.


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erístico que hay afías? klórico y cotidiaona eso y belleonírico y no refetoria. Yo de pose ema de e sentir

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“HABLO SIEMPRE DE LO MISMO: URBANIDAD, CALLE; SIEMPRE HAY REMINISCENCIAS PICTÓRICAS EN LA IMPRONTA DEL COLOR. ME INSPIRA LO ORDINARIO”




I I I / I V Y S A T N A F L FINA POR EZEQUIEL RIVERO

Es bastante irónico que una serie de juegos llamada “Final Fantasy” esté por su 13ava edición. Es más fácil de comprender si sabemos que cada entrega de la serie es totalmente independiente, con su propia historia, universo, y personajes. Obviamente hay muchísimos puntos en común entre cada uno de los juegos, cada uno fue mejorando tecnológicamente hasta llegar a los niveles ridículos de las últimas versiones para Playstation 3. Pero no me interesa tanto hablar de la serie en general sino más bien de uno solo, el que en mi opinión es uno de los mejores ejemplos del género y uno de los mejores juegos de los 90s: el Final Fantasy VI/III, de Super Nintendo. Pero mejor hacer una pequeña introducción a la serie desde el comienzo. Los juegos de la serie Final Fantasy comparten una estructura muy similar: un grupo de héroes en una tierra de fantasía, peleando contra un mal que está gobernando en el mundo. Muchas veces hay un grupo de rebeldes en contra de un mal organizado, un Imperio o similar; hay magia y tecnología, y un tópico común es la lucha entre ellos como opuestos. Como todos los RPGs tradicionales, se utiliza un sistema de experiencia donde los personajes van subiendo de nivel, ganando habilidades, y juntando oro para comprar mejor equipamiento. Una fórmula bastante simple y repetitiva, en realidad. Entonces, ¿qué hace que estos juegos sean destacables? Su narrativa, y su forma de tratar a los personajes y los vínculos entre ellos, que son el verdadero motor de la historia y del juego. (Un pequeño paréntesis sobre la numeración de la serie: Final Fantasy comenzó con su primera entrega para Nintendo en 1987. En los primeros años de la serie, hubo una confusión importante con los nombres de cada juego; esto se debió a que varias de las secuelas salieron solamente en el mercado Japonés (el Final Fantasy II y III, para Nintendo). Los nipones consideraban que eran juegos muy complejos y difíciles para los bobos de los norteamericanos, y cuando salió el Final Fantasy IV (esta vez para Super Nintendo) decidieron publicarlo en Estados Unidos, pero llamándolo Final Fantasy II. Luego, el Final Fantasy V salió solamente en Japón,

considerado –nuevamente– demasiado difícil para los gringos; y al final sacaron el Final Fantasy VI, que fue conocido en Estados Unidos como Final Fantasy III. Después de esto y que la serie continuara en Playstation, los desarrolladores concluyeron que todo esto de la numeración era totalmente cualquiera y continuaron con la numeración japonesa, lo cual dejó a muchos yanquis confundidos, que no entendían cómo cuernos una serie de juegos pasó de la III a la VII. ) La franquicia Final Fantasy terminó siendo muy popular, especialmente en Japón, vendiendo millones de copias y con hordas de nerds haciendo cola para comprarlos en sus días de lanzamiento. Ahora la serie se volvió una cosa gigante y grotesca, y los últimos juegos son una grasada comercial repleta de efectos donde no pasa mucho. Aún así supieron tener su época dorada hace unos 10-15 años, en los juegos que salieron para Super Nintendo y Playstation; y en el Final Fantasy VI los desarrolladores intentaron crear su obra maestra, o llevar al género a sus últimas consecuencias. Lo que idearon fue básicamente una Opera gigante de 25 horas de duración, con una trama larga y compleja, varias vueltas de tuerca y misterios a resolver. Definir a un personaje principal es imposible -hay 13 personajes que el jugador controla, y la mayoría tiene el mismo nivel de importancia. Se podrían definir un poco dos heroínas, Terra y Celes, ambas ex-soldados del Imperio que se rebelan y luchan contra él, cada una igual con sus motivos y trasfondos distintos. Un porotito a favor: los personajes femeninos prácticamente no tienen historias amorosas detrás, y jamás aparecen como mujeres estrictamente sexualizadas. Una forma de presentarlas sumamente madura, considerando lo falocéntrico que es el mundo del videojuego, repleto de soldados del Contra musculosos y princesitas para rescatar. A los japoneses les encanta el Drama, y acá lo hay a montañas: familias asesinadas a sangre fría, sacrificios altruísticos, niños abandonados y criados por animales, amadas en coma esperando una cura milagrosa, y más historias que dejarían a una telenovela venezolana al nivel


de algo que pasarían en Cine Baby. Pero funciona, está muy bien narrado, los personajes están muy bien, y es UN JUEGO; es interactivo, y es inevitable compenetrarse y ver como uno es responsable de muchos de los actos

y envejecieron muy poco. Los diseños de los personajes ilustrados es muy delicado y poco convencional, alejado del tradicional estilo manga. El Final Fantasy VI lo jugué varias, varias veces, pero hay una parte en particular que

“ESA AMPLIA LIBERTAD QUE NOS DA EL JUEGO PARA PODER RECUPERAR Y AFECTAR LA VIDA DE LOS PERSONAJES ES ALGO BASTANTE SUTIL QUE LOGRA UNA MAYOR INMERSIÓN EN SU NARRATIVA” que le ocurren a los desdichados personajes. Tenemos a Kefka, el malo ultra híper malo recontra-hijo-de-mil-putas, que por la mitad del juego –en un ataque egomaníaco– planea destruir todo el puto planeta y dejarlo en ruinas. Y lo logra. La segunda parte del juego se desarrolla en ese mundo penoso y esclavizado; los personajes quedan desperdigados por el mundo y hay que reclutarlos nuevamente. Esto causa que el juego quede “abierto”: algunos personajes son fáciles de recuperar mientras que otros no, y algunos puedes dejarlos en su vida en ese mundo en ruinas. Esa amplia libertad que nos da el juego para poder recuperar y afectar la vida de los personajes es algo bastante sutil que logra una mayor inmersión en su narrativa. Y créanme, después de haber llegado a la mitad del juego y ver todo lo que Kefka hizo, realmente tienen ganas de derrotarlo para siempre. Y el final cinematográfico, que dura casi veinte minutos, lo paga con creces. Como buena Opera, la música es muy importante, y la del FFVI es totalmente genial: cada personaje con su canción que lo acompaña, cada batalla épica y combate con su clima, los silencios justos y en los momentos adecuados. Ojo, no es una música que uno pueda escuchar por fuera del juego y disfrutar en CD, pero en conjunto funcionan de forma soberbia. Los gráficos siguen siendo muy bellos

siempre me pareció una muestra genial de diseño de videojuegos, que ocurre no muy lejos del comienzo: luego de una infernal pelea en un Tren fantasma que se dedica a llevar a las almas ‘hacía el otro lado’, contemplamos con horror como los familiares de uno de los protagonistas –Cyan– ingresan tranquilamente al Tren para irse para siempre. Se despiden, y el personaje queda totalmente arruinado y esperando en la estación de Tren. Nosotros manejamos a otro personaje mientras, pero no podemos hacer nada durante ese episodio. Si intentamos hablar con Cyan, nos ignora. Nuestro otro compañero en la aventura nos dice “mejor déjalo solo”. Intentamos abrir el menu del juego, para –no sé– “hacer algo”, y no quedar atrapado en ese silencio incómodo en el que el juego nos atrapa. El menú no se abre. El juego no te deja hacer nada, te obliga a mantenerte en ese silencio incómodo con los personajes. Y al fin, luego de un tenso minuto o dos, la pantalla hace un fade a negro y recién ahí uno puede seguir con la aventura. Detalles como estos son bastante raros en los videojuegos, y más aún hace 15 años. El diseñador que lo planificó sabía muy bien que al dejar ese silencio, lograba tocar una fibra personal en quienes jugaban. Y aquellos que lo jugaron lo recuerdan muy bien, lo suficiente como para volver a jugarlo otra vez, o escribir una nota sobre ese cartuchito de Super Nintendo que supieron alquilar mil veces en su pre-adolescencia.


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PULPO CORPORATE





Contanos un poco de vos ¿dónde y cuándo naciste? Mi nombre es Fernando Hereñú y nací en la ciudad de Buenos Aires en el año 1977; vale aclarar que estos fueron los años más oscuros de nuestra historia. Yo vengo de una familia de intelectuales, muchos de los cuales tuvieron que exiliarse en aquella época por la persecución de Gobiernos militares. A pesar de este contexto histórico tuve la suerte de crecer en Palermo, uno de los barrios más tradicionales de la clase media porteña. Creo ser parte de las últimas generaciones de chicos que jugábamos a la pelota en la calle. ¿Por qué empezaste a pintar e ilustrar? De chico comencé a dibujar de manera intuitiva, hacía mis propios comics con temáticas inventadas por mí. Podía contar una historia de mi abuela y también hacer

mis versiones libres de personajes clásicos, como por ejemplo “El Eternauta”. Realmente el comenzar a pintar y a dibujar no fue un proceso consciente, como tampoco fue consciente pasar a ser un profesional de esta actividad. Esto se dio a partir de trabajar y estudiar con mucho interés y esfuerzo. Como me gustaba tanto la comunicación y el arte, seguí la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires. En pocas palabras, ¿cómo definirías tu obra? Yo la defino como autorreferencial. Siento que es una mezcla de las fantasías y los hechos de la realidad en un marco estético surrealista.


¿Hay alguna explicación detrás del nombre “Pulpocorporate”? Yo trabajé mucho para las corporaciones multinacionales de entretenimiento, y de hecho lo hago con mucho orgullo y placer actualmente. Elegí este nombre con un tono irónico, no lo podría explicar porque fue una elección principalmente caprichosa. ¿Cuál es el desarrollo artístico por el que pasaste para llegar a donde estás ahora? Primero estudié mucho en la facultad, me pasé noche tras noche intentando diferentes tipos de experimentos estéticos, analizando arte, películas y leyendo libros. Siempre me gustó mucho el entretenimiento al igual que el arte tradicional, cualquier cosa podría haber sido material de análisis.

Después de terminar mis estudios tuve la oportunidad de trabajar para Cartoon Network, MTV, Coca Cola y Nickelodeon; siempre trabajando para estéticas diversas. Por eso necesité hacer mi propio camino y proponer de alguna manera una estética que represente parte de lo que soy, sin ningún filtro: algo que represente lo que me gusta y poner en papel todo aquello que por tantos años ha estado en mi cabeza. A partir de esto, muchas revistas y publicaciones se han sentido interesadas en mostrar mis obras. Luego llegaron las exposiciones y los diferentes tipos de reconocimientos en lugares como San Pablo, Berlin y Los Angeles.


Contanos un poco acerca de tu proceso creativo. Creo que todas las obras tienen una composición diferente y una génesis única; no hay dos obras que recorran el mismo camino. Tal vez la condición autorreferencial hace que este proceso sea humanizado y un poco mecánico. Hay algunos procesos que son directos, en los cuales hay una idea y la desarrollo sin problemas; otras obras van por el camino que quieren y me dominan. Esto también se ve reflejado en el tiempo de desarrollo, algunas tardan meses y otras días. ¿Escuchás música mientras trabajás? ¿Qué playlist ha sonado últimamente? Sí, siempre escucho música y me encanta trabajar con ella. Actualmente estoy escuchando mucho a Benjamin Biolay, John Frusciante y Lucas Marti. ¿Hay algún ritual que sigas a la hora de crear? El ritual es sentirme cómodo en la silla, y principalmente que sea de noche. De día no puedo trabajar. En la noche hay silencio y siento que nadie me va a molestar. ¿De dónde salen las ideas y la inspiración gráfica? Salen de imágenes que tengo en la cabeza y que veo, también tengo muchos libros y allí encuentro muchas fotografías inspiradoras. En mi caso observo más a artistas de otros rubros que a artistas plásticos. Le doy mucha importancia al planteo de la composición; todas mis imágenes son representaciones de sentimientos. ¿Dónde creés que está la magia o la esencia creativa? ¿En el proceso de creación, o en el resultado? La magia está en el proceso creativo y de construcción; también es mágico el momento en que alguien la observa y se siente conmovido. La obra en sí no tiene magia, es un pedazo de tela manchado. Magia tenemos nosotros. ¿Tenés alguna técnica favorita que utilices en tus trabajos? Mi técnica favorita es usar un papel-tela, tintas chinas negras, algunas carbonillas y acrílicos de color naranja. Le doy mucha importancia al valor de línea y a los volúmenes; es como trabajar en un comic gigante un metro y medio de ancho. ¿Por qué la tendencia a la misma paleta de colores? Creo que porque tengo ganas de tener resueltas algunas cosas, yo no quiero cambiar porque sí. Eso va a suceder cuando yo en el fondo me vea modificado; ahora quiero resolver las obras de manera simple para

poder concentrarme en otro aspecto. El tema del color y la técnica ya está solucionado en mi obra, es así: blanco, negro y naranja. Mi tema es lo que yo quiero decir; hoy tengo más ganas de contar y no de ser virtuoso. ¿Qué opinás del ambiente creativo de Buenos Aires? Creo que es una ciudad muy buena en el sentido cultural, eso me enamora día a día, pero sin dudas hay muchas diferencias entre Buenos Aires y el resto de Argentina en el aspecto cultural y creativo. Esa es una deuda como país, que arrastramos históricamente. En Buenos Aires hay muchas productoras y empresas de entretenimiento; eso hace que los artistas tengas oportunidades de profesionalizarse y encontrar una carrera rentable, Lo cual, no es poco. ¿Qué cambio le harías? Por mi parte encuentro muchos nuevos espacios de expresión con un tipo de arte que aun no está validado por los grandes museos. No le haría ningún cambio, creo que tenemos la escena que este país puede tener, con sus problemas y sus virtudes. El arte es sólo un emergente. Creo que tendría más objeciones sobre cómo está el país en general, pero esa sería otra discusión ¿Podés vivir de lo que hacés? Yo soy director de arte en MP Gamestudio y vivo de eso. Sé que es muy difícil llegar a poder decir esto, pero he tenido suerte. Lo más importante es que nunca busqué el rédito económico por sí mismo; solamente le di forma a lo único que haría en mi vida: estar en el mundo del arte. ¿Cuándo fue la primera vez que expusiste en público? ¿Cómo fue la experiencia? Lo hice con unos amigos en una fiesta muy loca en Buenos Aires hace mucho tiempo. Fue una fiesta donde había músicos, grupos de teatro, etc Fue algo realmente muy loco donde fue gente amiga y muchos que me conocían por Internet; para mí fue increíble. Me acuerdo que mostré mis cuatros en unos paneles que arme muy Trash, con algunos maniquíes pintados tirados en el piso. Creo que tenía toda la violencia que quería representar. Algunos conocidos han quedado asustados de mí desde ese momento; era una instalación llena de sangre naranja por todos lados. Fue un placer hacerlo, lo recuerdo con felicidad.



¿Cómo pensás que tu obra te ha influído como persona? Ha influido en el sentido de pensar en mí, antes pensaba mucho más en los otros. Ahora me centro en mis posibilidades y en lo que quiero decir. También ha sido algo muy grato saber que hay gente que se siente conmovida por lo que uno hace. Si pudieras brindarle un consejo a alguien que quiera seguir tus pasos, ¿cuál sería? Es muy difícil creer que uno puede dar consejos cuando todavía está en el camino. Siento que es bueno siempre buscar ser original y profundamente latinoamericano, y hacer sólo las cosas que toquen desde lo emocional; no copiar lo que está en las revistas que vienen de Europa.



“LE DOY MUCHA IMPORTANCIA AL PLANTEO DE LA COMPOSICIÓN; TODAS MIS IMÁGENES SON REPRESENTACIONES DE SENTIMIENTOS”




Andrés Parallada // designSheet // www.mediomontevideo.com

LA ORATORIA

DEL DIBUJO designSheet es una nueva sección de AKA Magazine, en la que intentaré charlotear acerca del enigmático universo del diseño, del que tanto se habla y tan poco conocemos.

la palabra significa en el sentido coloquial; depende de nuestro entorno. Generalmente asociamos el diseño a una actividad profesional específica, de acuerdo a nuestro círculo de amigos, trabajo o conocimiento. Algunos Cada vez que quiero comenzar a desarrollar una idea con asocian “diseño” al diseño gráfico, otros al diseño de respecto al diseño, termino escribiendo sobre otro tema. moda y vestuario –por nombrar algunos ejemplos– pero El tiempo me ha acostumbrado a que esto sea así. Esta existe un concepto de diseño que intenta superar estas vez, la víctima es el artista plástico y ser humano Alfredo fronteras y crear una disciplina única, más general y que Ghierra. Utilizaré su obra como excusa para referirme a luego tendrá, naturalmente, sus especialidades. En pocas algunas características esenciales del diseño. palabras: el diseño conforma –en gran medida– el aspecto sensorial y de sentido de nuestra cultura. Alguien tiene A veces parecería que –en torno al diseño– existen que ocuparse de la apariencia –o aspecto– de las cosas infinidad de dudas. Cuando sucede algo así, lo más sano y objetos que integran nuestro entorno cotidiano; alguien es no cuestionar demasiado el asunto, inventar un plan y tiene que hacer ese trabajo sucio. seguir adelante. Estoy totalmente en contra de la corriente de pensamiento que enfatiza la visión del diseño como Vayamos directo a nuestro ejemplo magistral; es un caso una actividad conflictiva, en choque con la sociedad, una extraído del mundo del arte: se trata de un artista especial, actividad outsider; el diseño como hijo único, de padres desde mi óptica como diseñador. Quizás la mayoría de ausentes, divorciados o cualquiera otra forma de enfoque ustedes ya lo conozcan; como adelanté, me referiré al aberrante. trabajo de Alfredo Ghierra, cuya reciente exposición “Ghierra intendente. No quiero tu voto, sólo que mires” fue A veces se confunde a quienes practican una profesión con inaugurada el pasado 15 de abril en el Subte Municipal y la profesión en sí. Esto sucede con las disciplinas jóvenes, se extendió hasta fines de junio. Si fuiste a esta exposición como el diseño. En las disciplinas tradicionales es común te habrás encontrado con el trabajo de Alfi, así como que un médico fume y cometa excesos atentando contra con el trabajo de un grupo selecto de invitados: artistas, su salud, que un abogado corrompa permanente la ley y así arquitectos, diseñadores y estudiantes que presentan sus sucesivamente. Cualquiera de éstas actitudes anómalas ideas, su visión sobre algún aspecto particular de nuestra no le mueven un pelo a la disciplina en sí. Algo distinto entrañable ciudad de Montevideo. Por las dudas, agrego ocurre con el diseño: las anécdotas personales parecerían el enlace al catálogo digital: http://bit.ly/d8zWH4 trasladarse rápidamente al universo de las generalidades Cuando me reuní con Alfi, él me lo explicó: “la base de e integrarse rápidamente a la disciplina. mi obra es el tiempo”. Uso las comillas para simular que El concepto de diseño –tal como lo desarrollaré en la persona dijo estas palabras, pero en este caso cito de esta designSheet– es bastante más amplio de lo que memoria; luego veré si es relevante transcribir las palabras


exactas. No estoy seguro en qué momento describir el atelier - hogar donde mantuvimos la reunión; no es mi fuerte la descripción de lugares. Quizá su atelier - hogar sea parte del itinerario del próximo día del patrimonio, o lo haya sido alguna vez; eso me ahorraría caer en una variedad importante de lugares comunes. Solo diré una frase: es como imaginar el antes y ver el después de una foto antigua bien restaurada, con cariño, trucos técnicos, creación de ambientes, rincones temáticos y un conjunto de pequeñas criaturas que recorren el espacio con sigilo. La palabra diseño deriva del italiano “disegno”, y éste del latín “de” y “signum”, señal. Durante siglos la expresión “diseño” fue empleada casi con el mismo sentido que hoy le damos a la palabra “dibujo”; un diseñador es un dibujante. Quizá lo más sensato hubiese sido que esto no cambiase, pero todas las profesiones necesitan su marketing y la nuestra consideró más chic “diseñador” que “dibujante”. ¿Cuál es el vínculo entre la obra de Ghierra y el diseño? El diseño sigue siendo dibujo: los benditos computadores se han desarrollado con el fin de dibujar cada vez formas más complejas de producir, o figuras más fáciles de modificar durante el proceso de desarrollo; pero todo gira en torno al dibujo y no hay nada de pecaminoso en ello. Tal vez nuestra sociedad actual tenga un concepto desvalorizado o estigmatizado con respecto al dibujo, sea a mano o con computador. Todavía llevamos el lastre de siglos y siglos pensando que lo que perciben nuestros ojos es un engaño, es una ilusión –al estilo Matrix– y lo verdadero, lo esencial, es invisible a los ojos. Esta última frase sí que la conocés. Pero vivimos en un mundo de dicotomías; esto quiere decir que percibimos las cosas como buenas o malas, blancas o negras, lindas o feas. En lo que refiere al diseño y al dibujo, la oposición es “lo dibujado” versus “lo escrito”. Naturalmente, en la mayoría de las situaciones “lo escrito” se impone a “lo dibujado”. Imaginate un certificado médico que fuera un dibujo en vez de un formulario ¿qué impresión te generaría? Existe una oposición aun más fuerte que consiste en enfrentar lo cualitativo a lo cuantitativo. El dibujo va del lado de lo cualitativo y muchas veces es descartado por su cercanía con lo subjetivo. En el otro rincón del ring está “lo cualitativo”, el imperio de los números, lo objetivo. Todo este tipo de clasificación perjudica la comprensión de la realidad, es tan sencillo como eso. Generalmente no somos conscientes qué tanto daño nos puede hacer un concepto mal planteado, mal aprendido

desde el origen. Tampoco quiero sonar apocalíptico, todo tiene solución. Los dibujos de Alfi me hicieron pensar que son una excelente manera de ejemplificar cómo funciona el diseño en nuestra sociedad, porque destruyen completamente la dicotomía –o binomio– dibujo versus palabra; sus dibujos son como páginas de libros que invitan a ser recorridos con detalle, despiertan ideas, relatos, palabras, y contribuyen a la fusión de esos dos mundos que generalmente percibimos como antagónicos ¿Me venís siguiendo? De este modo, el dibujo tendría su oratoria como la tiene el lenguaje. La primera imagen que me vino a la mente cuando vi el trabajo de Ghierra fueron las novelas gráficas del surrealista Max Ernst. Un libro es un libro, y un formato de libro –pero sin palabras– no tiene un nombre muy específico; le llamamos vagamente “novelas gráficas” o “libros gráficos”. El chiste de los surrealistas –en este sentido– tiene muchos puntos de contacto con la obra de Ghierra: el dibujo hace algo más que contar una historia. El dibujo propone una idea, presenta una visión que de otro modo sería casi imposible de transmitir. Claro, parece que yo quisiera descubrir la pólvora diciendo que una imagen vale por mil palabras. En realidad, intento decir algo más concreto: la imagen no tiene por qué competir con las palabras. Cuando digo “mil palabras”, sin querer estoy cuantificando el valor de la imagen, y podría suceder que el dibujo equivaliese a veinte tomos de una enciclopedia; no se trata de un problema de extensión. La historia nos muestra como de una imagen puede depender la supervivencia de todo un pueblo. Se trata de la combinación de los dos mundos, “lo escrito” y “lo dibujado”, y no tanto una competencia vana. Finalmente, el diseño (sí, sí, me acuerdo que esto va de diseño) actúa de la misma manera: cada objeto de nuestro entorno cotidiano, sea bidimensional o tridimensional, transmite una idea que se genera de la fusión de imágenes y palabras, que pueden identificarse con la ideología cotidiana o con los valores de las personas que los utilizan, que en marketing llevan nombres casi bélicos como “público objetivo”. Las barreras entre las disciplinas creativas son –en muchos casos– más difusas de lo que creemos habitualmente, por ese motivo me sentí atraído por el catálogo cuando leí que la convocatoria fue hecha para artistas, arquitectos y diseñadores. Este es el tipo de fusión que considero hace generar planes y avanzar.





DIEGO ROSENBLATT LA CURIOSIDAD, ENTENDIÉNDOLA EN UN SENTIDO PURAMENTE ABSTRACTO, PICA. Y MUCHO. TAL VEZ FUE ESA PICAZÓN CREATIVA –Y COMO TAL, DESESPERADAMENTE INELUDIBLE– O UN MERO PRESENTIMIENTO LO QUE LLEVÓ A ESTE ARTISTA A ADENTRARSE EN UN CAMINO QUE NO TIENE RETORNO: EL CAMINO DE LA FOTOGRAFÍA. CON UN TRAYECTO, AFORTUNADAMENTE, A MEDIO RECORRER –SU INTERÉS POR ESTA DISCIPLINA DESPERTÓ HACE POCOS AÑOS–, DIEGO ROSENBLATT DEMUESTRA QUE TODAVÍA LE QUEDA MUCHA TELA POR CORTAR. UY - http://www.flickr.com/diegoros



Sus trabajos fotográficos revelan su versatilidad y capacidad para lograr una toma precisa. Rosenblatt ha realizado importantes producciones fotográficas de moda, así como producciones para publicidad y cine; su formación técnica –con reminiscencias directas de estas últimas dos áreas– le permite combinar una gama de recursos que se hacen evidentes en el producto final. Sus capturas exhiben realidades alteradas: luces y colores llevados a sus estados más puros o más fantasiosos, encuadres inverosímiles o excesivamente honestos; qué bueno es cuando la realidad se nos presenta con un valor estético agregado. Primeros pasos detrás de la lente Mi interés en la fotografía comenzó hace unos cinco años. Me moría de ganas de filmar en cine, y como eso era un poco difícil por un tema de costos, logística, confianza y demás, decidí comenzar por la foto fija, así que me compré mi primer reflex digital. Mi formación viene más del lado cinematográfico que el de la fotografía fija. Había comenzado a trabajar en la productora Metrópolis Films y todavía no sabía qué área de todo ese mundo me gustaba, pero presentía que la cosa iba por ese lado. Un año antes de comenzar a trabajar en la productora hice un curso de fotografía blanco y negro; quedé muy prendido a todo el proceso de revelado y ampliado en el cuarto oscuro, en donde sometí a amigos, familia, novia, cuñadas y demás a terribles sesiones fotográficas. Calculo que todo empezó ahí; recién me iba arrimando. ¿Cómo aprendiste a sacar fotos? La realidad es que aprendí mirando, preguntando, leyendo y analizando lo que veía. Tuve –y tengo– la oportunidad de trabajar con muchos directores de fotografía de todas partes del mundo. Supongo que lo que hay que hacer, si uno está interesado, es observarlos trabajar y sobre todo, razonar lo que ves. Creo que en los dos primeros años de trabajo no logré entender los planteos de luz que se hacían, ya que me faltaban muchos conocimientos para poder comprender. Así fue como comencé a preguntar mucho, a sacar fotos en el set, a estudiar más libros y sobre todo ¡a hacer cosas! Tuve la suerte, también, de trabajar casi cinco años junto a Agustín Claramunt, un Director de Fotografía que supo enseñarme técnica y metodología a la hora de trabajar, cosa que considero súper importante. Creo que un fotógrafo –al igual que cualquier artista– nunca termina de aprender y de evolucionar; si eso pasara todo sería muy aburrido. Lo que me atrae de mi trabajo es que la paso bien, me divierto y trabajo con la gente que me gusta. ¿Qué factores tomás en cuenta a la hora de disparar? Honestamente, siento que es importante lograr despojarse de lo que es la cámara como aparato técnico. Hay que lograr abstraerse de la técnica por un momento, ya que en definitiva lo que tiene relevancia es lo que está pasando adelante de mí. Por eso trato de pensar solamente en lo que veo en mi encuadre: analizo cómo podría mejorarlo, recorro todo el cuadro con mi ojo y trato de poder dirigir bien a los/as modelos. ¿Crees que pertenecés a una corriente estética determinada? Tengo una formación técnica que proviene del área publicitaria; es una realidad y no reniego de eso, de hecho ¡me gusta mucho! Sin embargo,



tuve la oportunidad de estudiar y de interiorizarme con el género más documental y realista, cosa que también me apasiona. Creo que a lo que apunto es a la posibilidad de realizar trabajos de todo tipo. La intervención de la realidad con elementos técnicos tales como flashes, luces y difusiones me atrae bastante. Para mí lo importante es entender qué es lo que uno está haciendo y qué se quiere transmitir con eso; esa es la base. ¿Buscás transmitir alguna idea a través de tus fotos? ¿Considerás que la fotografía debe provocar al espectador? Sin duda, hay mucho de mí en mis fotos: obsesiones, ocurrencias, inquietudes, imágenes que se me vienen a la cabeza y quiero plasmarlas con mi cámara. Cuando planeo una foto, siempre pienso en el espectador; nunca es sólo para mí. Me gusta compartir mi trabajo con todo el mundo y que me den su impresión. Siempre aparece alguien que te dice algo que vos ni siquiera pensaste, y es buenísimo que eso pase. Sin dudas busco la reacción en la gente con mis fotos: son para ellos. ¿Qué técnicas utilizás para tus fotos? Me gusta mucho la luz suave, rebotada o difusa. Trabajo mucho con diferentes colores para separar a los personajes de los fondos. Mezclo mucho las temperaturas de color, pero cada cosa que uno hace tiene requerimientos distintos, así que trato de pensar qué es lo mejor para cada set que fotografío. ¿Qué pensás acerca del tratamiento digital de imágenes? Soy un amante de la corrección de color, es un hecho; creo que es parte del proceso fotográfico. Hay quienes no le prestan mucha atención, pero yo siento que mi foto no está terminada si no tuve al menos la posibilidad de manipular las tonalidades y el contraste. De hecho, la mayoría de las veces ilumino pensando en la postproducción; cosas que por ahí, en el momento que alguien ve el crudo de la foto no están buenas, pueden ser potencialmente útiles en la postproducción. Eso es algo que aprendí trabajando en cine. Puedo decir que no soy un excelente postproductor, conozco mis limitaciones y después de varios excesos he aprendido a decir ‘hasta acá llego, necesito ayuda’. Pero la corrección de color la hago yo, sí o sí. La postproducción me divierte mucho; seguramente en un futuro haga más cosas jugadas, pero de momento vamos tranquilos.

¿Tenés algún ritual, costumbre o “cábala” a la hora de fotografiar? La verdad que nada. Creo que soy bastante funcional y pragmático a la hora de trabajar. Lo que siempre trato de hacer es de agradecer a toda la gente que me ayuda. Muchas veces –sin cobrar un solo peso– tengo a diez personas ayudándome con el vestuario, el maquillaje, las luces y produciendo locaciones con la mejor onda del mundo. Es increíble y me hace muy feliz, porque creen en lo que estoy haciendo. Agradecer es algo de lo que nunca me olvido; digamos que ese mi ritual y mi cábala. ¿Cuáles elementos son básicos a la hora de producir una sesión de fotos de moda? ¿Existe algún canon estético en particular? Lo que seguro es importante es tener un buen productor; eso es fundamental. Hay que entender qué es lo que se está haciendo y cuál es el objetivo; he aprendido mucho en estos últimos dos años de trabajo. Es importante la relación que hay con el cliente y con tu productor; hay que cuidarla. Las cosas tienen que estar claras: uno puede hacer su fotografía, pero la ropa tiene que verse y lucirse bien. Ese es –casi siempre– el objetivo principal. La estética varía según cuál sea la salida de lo que se está haciendo. Trato de estar un poco al tanto del mundo de la moda, y seguir la tendencia cuando lo tengo que hacer. Por suerte tengo una novia que me tiene al día con todas esas cosas, eso ayuda. ¿Qué es lo que más disfrutás de la fotografía? Lo que más me gusta es la luz: puedo pasarme horas jugando y probando cosas, realmente la paso muy bien. Me gusta entender cómo se comporta en la vida real y ser capaz de trasladarla a otro contexto. Disfruto mucho trabajar en equipo; no soy un fotógrafo solitario y considero muy importante el aporte de un director de arte o de un productor de moda. Últimamente disfruto mucho el crear situaciones: planos abiertos en donde se cuenta una situación; no diría una historia, pero sí algo donde es posible captar varios personajes y una secuencia, creada y provocada por mí. Trato de divertirme; creo que no estoy ni cerca de lo que me gustaría transmitir con mis fotos, pero sí siento que voy por buen camino. Tenerse fe es importante: uno está expuesto permanentemente a la crítica y yo –personalmente– ¡disfruto que me critiquen! Creo en mi trabajo.







¿Cuál fue la mayor satisfacción que te dio la fotografía? El año pasado realicé un viaje a Marruecos junto a mi primo y gran amigo Pájaro Singer. Él también es fotógrafo, por lo que vivimos una experiencia fotográfica muy intensa y gratificante. Viajamos por Marrakech y por el Desierto del Sahara. Pudimos detenernos unas cuantas veces en las carreteras para hacer retratos de la gente que vivía ahí; tuve una muy linda experiencia dentro de una aldea de nómadas Bereberes, donde me tomé el tiempo de conocer un poco del lugar y a la gente. Una vez que entramos en confianza decidí hacerles unos retratos; es importante entrar en confianza para luego sacar la cámara y no intimidar a la gente. Viajar haciendo fotos es increíble: se te abren muchas puertas y es una buena excusa para mezclarte en otras culturas. Tengo varios proyectos pendientes que implican una gran producción; eso lleva mucho esfuerzo, pero intentaré hacerme un tiempo este año para llevarlos a cabo.



“HAY QUE LOGRAR ABSTRAERSE DE LA TÉCNICA POR UN MOMENTO, YA QUE EN DEFINITIVA LO QUE TIENE RELEVANCIA ES LO QUE ESTÁ PASANDO ADELANTE DE MÍ”





OSOCONALAS “DON´T WORRY, BE CRAPPY” Osoconalas podría clasificarse fácilmente como un comic o una serie de ilustraciones; nosotros preferimos verlo como un relato gráfico de sentimientos, emociones y cosas lindas. Lucrecia de León deambula entre universos, trayéndose consigo la más linda expresión de la ilustración femenina: dibujos tiernilindos salidos de un universo creativo lleno de amor.

UY - http://osoconalas.blogspot.com




Contanos un poco tu historia, ¿quién es Lucrecia de León? Una mina que como vivía en un apartamento en una avenida y no tenía amigos de “barrio” se pasaba todo el día dibujando “muñequitas con ropa para recortar” en su casa, o disfrazándose de Flavia Palmiero frente al espejo.

En verdad me llevó tres años darme cuenta de que estaba mal rumbeada. Hacía algo de plata a cambio de “venderle el alma al diablo”; como ya te comentaba, sacrificando el diseño. Pero afortunadamente, las noches de insomnio trajeron a la luz proyectos e ideas de ultratumba. Por un lado nació la idea de Laurel, la marca de accesorios que llevo adelante con mi sociamiga Lube; y por Evidentemente –y por más que sus padres quisieron otro seguía dibujando, pero sin mucho foco, sólo que se dedicara a las matemáticas– estudió Diseño tratando de sacar un poco de adentro lo que tanta Textil en el Centro de Diseño Industrial. (Era eso cosa china me trancaba. o ser actriz, así que a los padres de pronto les ENCANTÓ la idea de “esa carrera que se estudia Un día una amiga me obligó a armar un blog (me en la cárcel”) daba vergüenza), y yo le dije que el día que tuviera cinco seguidores la invitaba a merendar en un Estudié en cinco años y básicamente –por hacerme lugar lindo. Nos olvidamos, quizás a esta altura ya la rebelde, supongo– odié a la moda la mitad de debería invitarla a cenar. la carrera. Me sentía un poco pelotuda estudiando para hacer ropa, sobre todo por ser hija de una ¿Cómo sentís que ha cambiado tu vida desde profesora de literatura en cuyo hogar siempre se entonces? habían ponderado los libros y el conocimiento ante Todos los días son lindos ahora; antes lo eran sólo todo lo material y/o estético. De todas formas le los viernes después de las 6, los sábados, y los fui tomando el gustito y buscándole el contenido domingos hasta la hora crítica donde te das cuenta al mundo del fashion, o al menos intentando que falta poco para el lunes. Y está buenísimo, por dárselo yo misma. Construyendo colecciones con otra parte, saber que yo soy dueña de mi destino y sustentos conceptuales, digamos. de mis acciones. (Igual te digo que como auto-jefa soy medio soreta) Cuando mi vida de estudiante terminó, egresé y me puse a laburar en una trading de vestimenta. ¿Cuál es la relación que tenés con tus Claramente me tuve que guardar “el concepto” en dibujos? el bolsillo y comenzar a laburar para el mercado Es un mundo que voy construyendo de a poco y real: clientes de afuera que encargaban ropa con el que me voy encariñando muy rápido. Cada que luego se producía en China. Nada de diseño personaje representa un vehículo para decir algo y mucho trabajo de oficina, pero a su vez, la que quiero. Todos ellos tienen su personalidad posibilidad de conocer China y de aprender a definida, por ende hay quienes se prestan para organizarme (importantísimo, ya que si no hoy en “actuar” en unas tiras pero no en otras. Ya no necesitan hacer casting, digamos. día estaría de seguro en el horno) Esa es la parte fea del cuentito. Ahora la parte linda: Por alguna extraña razón me empezó a venir insomnio. Como compartía el cuarto y no podía prender la luz de arriba ni hacer ruido, me empecé a sentar a eso de las 5 am en una mesita con una lámpara a dibujar. Conclusión: las noches de no dormir me hicieron pensar un montón, y además redescubrir lo mucho que me gustaba pasarme horas dibujando.

¿Sentís que tenés un estilo característico? Mis dibujos son bastante reconocibles, por su temática, su paleta, y su trazo; pero aún estoy trabajando en la construcción de mi estilo. De todas formas creo que si se ven mis cosas por ahí se nota de donde salieron.

¿Cuánto de vos tiene Oso Con Alas? Si consideramos que Oso es pellirroja, que usa un moñote en el medio de la cabeza, y que si fuese ¿Qué te impulsó a dejar el trading de ropa y por ella siempre usaría vestido; podría afirmar que tiene bastante. ponerte a dibujar y diseñar?




¿Dirías que es tu medio de expresión, o lo hacés por otros motivos? Si quisiera hacer plata me tendría que haber dedicado a la programación, y si quisiera levantar debería dibujar algo más ondero. Así que sí, definitivamente esto es un medio de expresión.

¿Cómo ves el ambiente creativo de Montevideo? Mucha gente está haciendo cosas. Falta un poco de reconocimiento, confianza y difusión, pero pienso que estamos yendo hacia buen puerto.

¿Qué significó para vos ganar Lúmina? Una alegría enorme (me había esforzado pila), una ¿Cuál es tu proceso creativo? ¿Cómo llegás ventana (está bueno mostrar lo que hacés), un a las ideas, y cuál es el camino que estas mimo (es genial cuando sabés que lo que hiciste recorren hasta transformarse en un objeto gustó), y un paseo precioso a la Semana de la gráfico? Moda de San Pablo. Tengo una libretita que está todo el tiempo conmigo, anoto todo; pero el secreto es que como ¿Qué has hecho desde ese entonces? vivo en Solymar y es lejos, mi deber es pensar al Por Lúmina me salió hacer la campaña del día menos una historieta o idea por trayecto cuando de la madre para Lemon: unas nenas parecidas voy en el bus. Lo que sea, sin autocensura; las a Oso que les decían cosas lindas a sus mamás. porquerías son bienvenidas. Cuando me siento a Ahora estoy con otro proyecto parecido también, dibujar recurro a la libretita, la releo, reformulo gestándolo. lo que escribí y dibujo. Después escaneo, pinto y listo. Historieta pronta. También –y como dije antes– con mi sociamiga Lube estamos lanzando Laurel, una marca de ¿Qué es lo más lindo que alguien te ha dicho sombreros y de guantes que conjuga diseño de Oso? con materia prima nacional (cuero y lana). Por Fa, muchas cosas. Creo que cada vez que alguien ahora estamos en La Pasionaria, en Malabia se hace “fan” me da sensación de barco Vikingo y en Mutate (Montevideo y José Ignacio). en la panza. Me han escrito personas que admiro Pronto nos verán en muchas manos y cabezas mucho también. Ahí es sensación de barco Vikingo, también! pero del que da la vuelta 360°. ¿Tenés algún proyecto a futuro además de ¿Y lo más frustrante? Laurel? Una vez me dejaron un comentario anónimo en el Estamos re metidas con Laurel, queremos seguir blog que me decía de manera un poco soberbia investigando y creciendo, lograr contactos en el que mi trabajo era todo “muy comercial”. Me dio exterior y exportar. mucha bronca, pero después se me pasó. Tengo clarísimo que Osoconalas parte desde otro lugar Aparte de eso, con Sabri –una amiga– que nada tiene que ver con eso, y el que no lo estamos preparando una instalación para la sabe ver: mala suerte. Me quedo con el que sí. segunda temporada del EAC (Espacio de Arte Contemporáneo), museo que se va a inaugurar ¿Qué es lo que más te gusta de Oso? donde era la cárcel de Miguelete. Es un pequeño Adoro que vaya surgiendo un universo alrededor de espacio en una muestra que compartimos con Oso, cada vez con más elementos y personajes. Y otros artistas. Copadísimo. respondiendo a la pregunta de forma más directa: me divierte mucho dibujar a Tuna. Me parece ¿Tenés referentes? tremendamente crá. Claro que sí. Muchos. Me voy a limitar a historietistas contemporáneos y de “la vuelta” ¿Cuál sería tu trabajo “soñado”? (Latinoamérica) para no hacer la lista eterna: el Te digo que el que tengo no está muy lejos de groso Liniers, el capo Gustavo Sala, el gran Montt, serlo: llevar adelante una marca propia, y dibujar el genio Kioskerman, el maestro Troche, el prócer por placer y laburos freelance. Súper contenta. Decur, y súper Tute.







FERNANDA MONTORO HACE 4 O 5 AÑOS, EL AUTORRETRATO DE UNA CHICA JAPONESA EN EL MUSEO SAINT-EXUPERY DE JAPÓN DISPARÓ UN GATILLO CREATIVO EN LA CABEZA DE FERNANDA MONTORO. EN UNA TRAVESÍA DE TRABAJO QUE NO HA PARADO DESDE ENTONCES, ESTA JOVEN CREADORA INTENTA EVOCAR UN SENTIMIENTO NOSTÁLGICO Y DE ENSUEÑO, SALIDO BIEN DE ADENTRO DE LA MAGIA QUÍMICA DE POLAROID. CON UNA DEVOCIÓN AL INSTANTE Y AL GESTO HUMANO, SUS CÁMARAS NO SON MÁS QUE EXTENSIONES DE SU SER: REFLEJOS VISUALES DEL UNIVERSO CREATIVO DE UNA DE LAS ARTISTAS MÁS PROLÍFICAS QUE HEMOS VISTO. UY - http://fernanda.carbonmade.com





¿Cómo y por qué empezaste a sacar fotos? Saco fotos desde siempre, pero se podría decir que empecé a tomarme la fotografía en serio cuando compré mi primera cámara Polaroid. Antes de eso había estudiado cine y video, y hacía cortos documentales. Creo que siempre me sentí más cómoda expresándome a través de visuales que de palabras. ¿A qué se debió la incursión en la fotografía Polaroid? Todo empezó hace 4 o 5 años, cuando vi un autorretrato de una chica japonesa sacada en el museo Saint-Exupery de Japón. Era una foto que me dejó hipnotizada, con unas características de textura y color que yo no había visto nunca antes. En seguida me puse en contacto con ella, y siguiendo sus consejos me compré mi primera cámara Polaroid Land. A partir de ahí nunca paré, probando distintos modelos, tipos de rollo, expiraciones. Viajé también a Japón, donde con ella y otros fotógrafos Polaroid aprendimos más juntos. ¿Qué pensás que esta técnica ha aportado a tu obra fotográfica? Me gusta mucho la magia de Polaroid y cómo evoca un sentimiento de nostalgia, de ensueño, que creo que va muy bien con mi universo personal. Me interesa mucho el concepto de momento, de capturar un instante que de otro modo habría sido tal vez olvidado. Y con Polaroid puedo no sólo capturarlo, sino revivirlo, verlo revelarse frente a mis ojos; es una experiencia única. Soy además experimental por naturaleza, me gusta mucho la aventura y con Polaroid cada rollo es distinto al anterior. Aprender a conocerlos y aplicarlos a situaciones diferentes es un desafío cada vez.

es mi favorita. La siento como una extensión perfecta de mí, una parte más de mi cuerpo. ¿Cuándo fue la primera vez que expusiste en público? La primera vez que expuse fue en Napa, California, en una exhibición colectiva muy linda que se llamó Instant Era. La mayoría de los otros fotógrafos eran amigos y veníamos de publicar juntos un libro. No pude ir a la inauguración porque en ese momento estaba en Londres trabajando mucho, pero igual esa noche hicimos nuestro pequeño festejo. ¿Cómo creés que ha cambiado tu trabajo desde entonces? Creo que con el tiempo fui naturalmente encontrando mi estilo propio y desarrollando mi forma de expresarlo. Me parece también que ahora soy más prolífica que antes, quizás porque ahora puedo dedicarme tiempo completo a la creación; tengo también más confianza y ganas de experimentar. ¿Tenés algún tema recurrente que te guste fotografiar? No, generalmente lo dejo librado al instinto. Creo fervientemente, como dijo el gran Henri CartierBresson, que en fotografía la cosa más pequeña puede ser un gran tema, el detalle humano más pequeño puede convertirse en leit-motiv.

¿Hay algún ritual que sigas a la hora de salir a sacar fotos? Normalmente no salgo de casa sin una cámara, y en el momento de sacar es todo muy intuitivo. En situaciones planeadas, como en un set, trato de generar una linda atmósfera y que todos los del equipo disfrutemos de lo que estamos haciendo. En general uso sólo luz natural y equipamiento ¿Usás sólo Polaroid o exponés en otros mínimo, eso genera de por sí un ambiente más formatos? intimo, más relajado. Me encanta sacar fotos y me gusta probar y conocer distintas cámaras. Cada una es una experiencia Analógico vs. Digital, ¿cuál te gusta más y distinta. Tengo –por ejemplo– una Leica digital que por qué? llevo a todos lados conmigo. En mi pequeña colección Me gustan, respeto y uso los dos; creo además que hay además una Lomo LCA, una Kodak Brownie, y un ambos tienen sus ventajas y desventajas. Pero mi par de cámaras toy; pero la verdad es que mis preferidas corazón está -sin duda- con lo analógico, con el son mis cámaras Polaroids. Tengo diez y cada una es film propiamente dicho. El olor a los químicos, la muy distinta a la otra, con su propia personalidad, con magia del revelado, el grano e imperfecciones de sus mañas. La más viejita tiene ya más de 30 años y una foto analógica no los cambio por nada.




“SIEMPRE ME SENTÍ MÁS CÓMODA EXPRESÁNDOME A TRAVÉS DE VISUALES QUE DE PALABRAS”




http://engelman-ost.blogspot.com

por Fernando López Lage (FAC)

UNA MIRADA CUESTIONADORA LA COLECCIÓN ENGELMAN OST ES UNA INSTITUCIÓN PRIVADA SIN FINES DE LUCRO QUE ALBERGA OBRAS DE LOS ARTISTAS URUGUAYOS CONTEMPORÁNEOS Y DIFUNDE ACTIVIDADES VINCULADAS A LO CONTEMPORÁNEO, DISCIPLINAS ARTÍSTICAS Y DEL PENSAMIENTO. ES POSIBLE VER LAS OBRAS DE ARTISTAS MÁS INTERESANTES DEL MOMENTO. Desde un principio la idea de los Engelman Ost fue crear un archivo abierto. La memoria de la producción artística uruguaya es un tema ineludible para ellos, y supieron darle un punto de vista curatorial; que implica la visita a los estudios de los artistas, un seguimiento de los aportes a lo largo de sus carreras y un rescate de los discursos de cada artista a lo largo del tiempo. La colección surge con esta idea a principios de los años sesenta y se inserta en el medio uruguayo a partir de los años 80 con más énfasis, como un territorio de consulta y mirada de los entendidos nacionales y extranjeros. La propuesta del espacio es emergente: una mirada reflexiva y cuestionadora y alternativa al

circuito oficial uruguayo, que hace visible una producción dinámica del país; una mirada singularizada, otra capa de la historia del arte uruguayo. En ella conviven el arte, la música, el diseño y el pensamiento. Abre al público en 1994, el edificio de la colección fue originalmente una casa de altos, donde funcionaba un club de billar. Luego en el 2002, agregan la 2ª etapa de reciclaje: una comunicación con la planta de abajo, donde funcionaba la clínica de neurofisiología del Dr. Engelman. El espacio funciona desde hace años combinando las exposiciones rotativas y la colección permanente, una


dinámica que lo transforma es un espacio museístico fermental e independiente. Este paso es un significativo aporte a la cultura uruguaya porque el espectador ya no solo podrá conocer la propuesta del acervo, sino también las propuestas de jóvenes artistas uruguayos que exponen regularmente en las salas. Los Engelman desplegaron durante más de 40 años un gusto por determinado tipo de obras y artistas que marcan un territorio singular de lo uruguayo; una mirada sin ninguna especulación de mercado. El resultado de ese trabajo entre intuitivo y anamnésico, reúne hoy este conjunto singular de obras. Los artistas de la colección son un referente de la producción contemporánea uruguaya, y también generan un territorio de experimentación conceptual y formal. Algunos de ellos son altos representantes de la ruptura con las consignas tradicionales del arte, ya sea a través de los soportes, técnicas, dimensiones y/o ideas y pertenecen a una generación que se formó en Uruguay. Muchos de ellos terminaron su formación académica en Europa o EEUU; el exilio y la cárcel durante la dictadura militar de 1973-1984,

obligó a algunos de ellos a culminar su formación en el exterior. La producción de los artistas en la post dictadura estuvo signada por diferentes temas, ya sea la pintura virulenta y colorida de las jóvenes generaciones, la instauración de la fotografía legitimada en el campo del arte, o la instalación como formato de colección [1]. En esas épocas, por otra parte, ocurre el reencuentro con artistas que volvían del exilio y salían de la cárcel; se presentaba una nueva forma de percibir la realidad uruguaya. El matrimonio EO percibe este nuevo estado del arte uruguayo, mucho más revulsivo, fragmentado y comprometido con el contexto mundial. Así generaron un mapa del arte uruguayo con aciertos importantes, siempre visitando los artistas, charlando con ellos de los procesos creativos y sustentando ese hilo conductor que tiene cada artista a la hora de ser autor. Los hallazgos muchas veces escapan a la comprensión de los mismos artistas, y allí es donde se observan claramente el proceso evolutivo que proporciona esta mirada de los Engelman Ost sobre la producción simbólica uruguaya.

LA COLECCIÓN ENGELMAN-OST SE ENCUENTRA EN RONDEAU 1426 NOTAS: [1] Agentes del campo del arte fueron fundamentales a la hora de posicionar estos medios a mediados de los años ochenta: Patricia Bentancur desde la AECI, Alicia Haber desde el Centro Municipal de Exhibiciones y el MUVA, María Luisa Torrens desde el MAC, Gabriel Peluffo desde el Museo Blanes, el Club de Grabado de Montevideo, el Instituto Goethe, la Embajada de Francia, el Fotoclub Uruguayo, y los talleres privados de grandes maestros uruguayos, entre otros.


NIKOLINE L. RASMUSSEN NW - http://www.flickr.com/photos/nikolinelr





Where were you born? I was born in Århus, Denmark, but only lived there for a few months before we moved to the Netherlands. Where do you live now? At the moment i live in Tromsø, Northern Norway. When and why did you start taking pictures? I started taking pictures because I’ve always been the kind of person who needs some kind of hobby. I used to draw, write and paint, but I always ended up uninspired and unmotivated. When I discovered photography I knew that this was something I would stick with. I have, and always will. How would you say your relationship to your work has changed since then? I used to be endlessly frustrated with myself and my photos. I never felt they were good enough, and sometimes I caught myself in trying to please the crowds. Now I trust myself and my own opinions. Which was the nicest compliment you’ve ever received about your photos? I am always so happy when someone tells me they feel inspired by me.


¿Dónde naciste? Nací en Århus, Dinamarca, pero sólo viví allí unos meses antes de mudarme a los Países Bajos. ¿Dónde vives ahora? En este momento vivo en Tromsø, Noruega. ¿Cuándo y por qué empezaste a fotografiar? Comencé a tomar fotos porque siempre he sido la clase de persona que necesita alguna clase de hobby. Solía dibujar, escribir y pintar; pero todas las veces terminé desinspirada y desmotivada. Cuando descubrí la fotografía, supe que era algo con lo que me iba a quedar. Lo hice, y siempre lo haré. ¿Cómo dirías que la relación con tu trabajo ha cambiado desde ese entonces? Solía estar interminablemente frustrada conmigo y mis fotos. Nunca sentía que eran lo suficientemente buenas, y muchas veces me encontré intentando complacer a las multitudes. Ahora confío en mí y en mis propias opiniones. ¿Qué es lo más lindo que alguien ha dicho sobre tus fotos? Siempre me pongo muy feliz cuando alguien me dice que se siente inspirado por mí.








¡Gracias! Muchas gracias por acompañarnos a lo largo de este Issue de AKA Magazine, esperamos que les haya gustado tanto como a nosotros nos encantó hacerlo. Queremos agradecer a todos los que hicieron posible este número; sin su ayuda no podríamos haberlo hecho.

Participaron en este issue: Juan Burgos, Fernanda Montoro, Lucrecia De León, Placerdeshacer, Noelia Valdez, Fernando Hereñú, Camila G. Jettar, Diego Rosenblatt, Bruno Baietto, Antonella Arismendi, Mariano Brizzola, Luz Bilder, Gabriel Adda, Juan Ravioli, Ren Rox, Nikoline L. Rasmussen, Stéphane Massa-Bidal y Rosie Hardy.

Colaboraron en este issue: Juan Branáa, Ezequiel Rivero, Andrés Parallada y Fernando López Lage.

Agradecimientos Especiales: Vane Recagno, Sebastián González Majó, Casa Camaleón, Virginiarigon, La Trastienda, Urbana FM, Aleph Graphics, Mastodonte, Anaclara Talento y la Fundación de Arte Contemporáneo; y los chicos de Closet, 3Pecados y Dinamita Pereda. Muchas gracias!

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Contacto: Direcci贸n/Dise帽o: hola@aka.com.uy Redacci贸n: sntf7@aka.com.uy Pauta: pauta@aka.com.uy


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