AKA Magazine - Issue04

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ISSUE 4 - MAYO 2010 - AKA.COM.UY

ANA BIDART AMELIA DIEGO PRESTES EDUARDO SANCHEZ FIOLENCE GOLFODEMAR GUIA ILUSTRADA IBAI ACEVEDO KOWALSKI MANUEL BRANAA MR. FARBO PEDRO LUQUE SANTIAGO VELAZCO


HOLA! ESTAMOS MUY CONTENTOS DE TRAERLES ESTA NUEVA EDICIÓN DE LA REVISTA; TRABAJAMOS MUCHO PARA MANTENER LA ESENCIA DE AKA Y LO QUE ÉSTA SIGNIFICA. ESTAMOS PONIENDO TODO NUESTRO EMPEÑO PARA BRINDARLES PUBLICACIONES BIMESTRALES DE EXCELENTE CALIDAD. EN ESTE CUARTO NÚMERO LES PRESENTAMOS UNA VARIADA COLECCIÓN DE TALENTOSOS ARTISTAS GRÁFICOS; PASANDO POR LA PERSPICAZ MIRADA DE KOWALSKI, EL TOQUE MÁGICO DE MANUEL BRANAA, LA FLEXIBILIDAD CREATIVA DE ANA BIDART, Y EL EJÉRCITO DE NENAS DE FIOLENCE. LES PRESENTAMOS AKA4.

DIRECCIÓN & DISEÑO_ SANTIAGO ALONSO EDICIÓN & REDACCIÓN_ SANTIAGO DECARLINI REDACCIÓN_ LUCÍA MILANS FOTO DE TAPA _ MANUEL BRANAA FOTO EDITORIAL_ PEDRO LUQUE


AKA.COM.UY


http://www.mr-farbo.com

MR. FARBO Life tips de un diseñador frustrado. Diego Farbo nos habla de su obra. ¿Cómo empezaste a ilustrar? ¿Qué te llevó a hacerlo? Cuando era niño mis padres me regalaban lápices y cuadernos para mantenerme entretenido, como no tenía muchos amigos me pasaba dibujando. Después -en la adolescencia- empecé a tener más amigos y dejé de dibujar por mucho tiempo. ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el estilo que llevás ahora? Los primeros pasos en una técnica o en una idea casi siempre me surgen por error. Particularmente en cuanto al estilo, creo que es la consecuencia

de ir probando formas de hacer una cosa hasta que encontrás el camino que te hace sentir más cómodo. Si bien las últimas ilustraciones que hice tienen un estilo limpio y claro -o por lo menos más limpio y más claro de las que hice anteriormente- no significa que ese sea “mi estilo”, sino que es lo que más me atrae en este momento. ¿De dónde salen las ideas? De casualidad. Probando una idea siempre termina en otra. Y creo que la inspiración para cualquier







persona se encuentra en las cosas que te pasan día a día, sean positivas o negativas. Lo que más me inspira es tratar de ver las cosas como si fuera un niño, a veces cuestionarse todo lo que parece obvio te hace descubrir muchas cosas que están buenísimas. Contanos brevemente tu proceso creativo; ¿qué camino sigue una idea para transformarse en un resultado gráfico? Mi proceso es simple: tratar de pensar muchas ideas y después ver cuál puede tener mejor impacto, tanto visual como conceptual. Lo que no es tan simple es que siempre estoy convencido de tener el camino correcto y siempre vuelvo para atrás, lo que hace que sea un ciclo que se repite algunas veces hasta llegar a lo que más me convence. ¿Sacás algo de plata? No, pero eso no quiere decir que trabaje gratis. Directamente no trabajo y no vivo de esto; no porque no quiera, sino porque –como diseñador gráfico- me frustró un poco la profesión.

¿Qué opinás del ambiente creativo de Montevideo? Tengo muchos amigos diseñadores e ilustradores que son muy talentosos, y la pelean para poder vivir de lo que les apasiona. El problema no es el ambiente creativo sino el valor que la sociedad les da. Es un tema complicado que hay que tratarlo aparte, no creo que me dé para explicar mi punto de vista en unos renglones. ¿Qué creés te diferencia del resto? Creo que nada. Quizás si algo me diferenciara del resto no tendría que trabajar de otra cosa. ¿Algún consejo para los que quieran seguir tus pasos? No creo que nadie quiera seguir los pasos de un diseñador frustrado, pero si quieren algún consejo les diría que coman sano y duerman al menos 8 horas por día. Les va a servir para cualquier profesión.







GUIA ILUSTRADA DE MONTEVIDEO Entrevista a Fabián Roudown. Cuatro emblemáticos lugares de Montevideo que vistos a través de la caprichosa mirada de cincuenta ilustradores uruguayos contemporáneos, construyen un sorprendente y maravilloso relato visual. ¿Cómo surgió la idea del proyecto? Antes que la idea o los fondos que la hicieron posible, estuvo la forma o el lugar desde donde funcionar. Me interesaba disociar el rol editorial de las necesidades del generador de contenidos. En la mayoría de los proyectos de edición, independiente o de autor, lo editorial es víctima y consecuencia de las ganas de un autor o colectivo de exhibir su obra. A partir de esa desvinculación podía pensar en libros menos contaminados, y por ende, más abiertos en convocatoria y recepción. Me interesa y me parece viable –sin necesidad de “bochinchear” contenido o ir a menos– pensar en conquistar a un público o lector no habituado a consumir objetos relacionados con la gráfica y la ilustración.

Parque Rodó por Fran.

Allí es donde la ciudad, como nexo y tema predominante, tiene un rol fundamental. También, aunque desde un lugar más íntimo, es una oportunidad de reconciliación con un género que me produce sentimientos ambiguos. La mayoría de los libros de gráfica e imagen me frustran. Sin importar la librería o el origen de la edición, lo exhibido en anaqueles de arte, diseño, o similar, me genera enorme expectativa desde la forma; proporcional a la decepción que me producen los contenidos. Sé que es un raye personal, pero me cuesta mucho desembolsar una moneda por libros que sólo tengan como fin el hecho estético. Y seguro que mi dominguera óptica editorial está muy contaminada por esto.


¿Qué se busca mostrar a través de la “apropiación gráfica” por parte de los artistas invitados, en los cuatro lugares emblemáticos propuestos? Creo que Montevideo y sus actores culturales están dando muestras de un relacionamiento diferente. Cierto novedoso sentido de pertenencia parece afianzarse. Tics y gestos que habitualmente identificamos como ajenos –quizá más relacionados a una forma “bonaerense”– hoy nos son cotidianos y aparentemente bien tolerados; varias de las obras de estos libros dan cuenta de ello. ¿Por qué se eligieron esas cuatro zonas en particular como “distintivas” de la ciudad? Desde un punto de vista geográfico o locativo –pese a que cualquiera de estos 4 puntos aporta a los realizadores suficientes elementos como para llegar a diferentes resultados– no hay grandes méritos en la elección; creo que la mayor riqueza de estos lugares es el lugar simbólico que ocupan en la idiosincrasia montevideana. A partir de ese valor, el proyecto se resignifica y crece, abandonando definitivamente un perfil de postales kiosqueras bien encuadernadas. ¿Qué aspectos consideras pueden resultar valiosos de la propia interpretación subjetiva y caprichosa de los artistas? ¿Pudiste observar elementos comunes en los resultados finales? Reconocer la ciudad a través de 100 obras, fruto del laburo de 50 autores con características etarias, laborales y estéticas tan dispares; es una saludable oportunidad de entender las diferentes maneras de percibir un contexto que, por cotidiano e inevitable, es fácil estereotipar y llevar a polarizaciones del tono

“Linda / Fea” o “Cuco opresor / Paraíso de la Clase Media”. ¿Cuáles fueron las repercusiones del proyecto? Aún resta que el tomo 3 y 4 lleguen a la calle, luego presentaremos la colección completa y allí se podrá evaluar los resultados en tanto público. Pero me parece justo evaluar el proyecto desde que comienza la convocatoria a los autores, y desde allí la repercusión es inmejorable; tanto ellos como los prologuistas participaron de manera honoraria, sin embargo el nivel es buenísimo, así como la disposición en tiempo y energía. ¿Por qué crees importante “editorializar con la imagen”? ¿Qué elementos aporta? Está claro que en la habitual cadena de producción editorial la imagen suele estar en función y al servicio de un texto o titular. Acá el ejercicio plantea variantes a las formas establecidas, pero sin dramas, llantos, o pretensiones de cambiar de una vez y para siempre nada. Así como no es un homenaje a Montevideo, tampoco es un acto editorial reivindicativo del gremio del lápiz y el mouse. ¿Cómo analizas el resultado de colocar, en una misma publicación, a autores representativos de diversas generaciones de la cultura gráfica nacional? En cuanto a la convocatoria –y dado mi lugar generacional– tengo la posibilidad de relacionarme al mismo tiempo con la producción de realizadores 20 años mayores y 20 años menores que yo. Hay creadores nuevos que me gustan mucho y clásicos que admiro


Parque Rodó por Lucía Franco.

y que son referentes. La respuesta de los convocados fue muy positiva y más rápida de lo que esperaba, así que de los 25 autores originalmente propuestos se pasó a 50. Este no es un género que se caracterice por las virtudes sociabilizadoras, así que ver tantos artistas conviviendo en la colección es una alegría, honor y responsabilidad. En cuanto al perfil editorial, y ante la tendencia a homogeneizar contenidos, esta colección resulta caprichosa y antojadiza sin adoptar un caracter snob.

escena estaba determinada –en general– por adultos profesionales, y los que observaban eran jóvenes inexperientes, a la espera de un lugar que ocupar. En tanto se trabajaba mucho, preferentemente en ámbitos de escasa ventilación de obra; se priorizaba el perfeccionamiento y la búsqueda de un estilo puro y original.

La horizontal definitivamente responde a la popularización del soporte web en cualquiera de sus opciones. Se acelera el circuito de producción/exhibición/recepción de opinión; de tal manera que es constatable un cambio del proceso individual-creativo. La forma de Asumiendo las dimensiones del panorama o “mercado”, consumir también se torna horizontal: el intercambio de creo que en este momento no es complejo establecer producción y opinión es con pares y no tanto con anteestrategias para concretar proyectos que hace algún cesores, y los espacios de exhibición clásicos pierden tiempo podrían parecer demasiado ambiciosos. su tono de “sacros” y “heredables”. Ya no debería ser factible que alguien acuñe –salvo patologías habituales ¿A qué conclusiones pudiste llegar? del rubro– la idea de ser un destacado del género si no Creo que hay un objetivo cumplido: la colección recoge tiene las habilidades para serlo. Bastará con una semana un momento interesantísimo de la gráfica oriental donde de publicar trabajos en su blog o flickr para saber si sirve, posturas bien diferenciadas de encarar producción si es bueno, o si debe tirar todo a la basura. y desarrollar obra, conviven de manera beneficiosa. También es estimulante pensar que dentro de 10 o 20 Y de ser así, también las consecuencias son diferentes; años el proyecto adquirirá nuevo valor como documen- cambio de URL y seudónimo mediante, todo puede tación y relevamiento. empezar de nuevo. A partir del intercambio con los autores y repasando toda la obra recopilada, es posible identificar formas bien diferentes de encarar la producción y construir la obra. Creo que esto responde a las formas de acceso o consumo del género y, asumiendo los riesgos, podríamos definirlas en dos categorías: vertical y horizontal. La vertical implica posicionarse en una línea de tipo (y tiempo) ascendente, donde cada generación consumía la obra realizada por la generación que la antecedía. La

¿En qué estado observás a la producción gráfica nacional? Muy bueno. Quizá está en el debe que los medios impresos capitalicen el buen momento, así como sería importante una institución seria donde se desarrolle e imparta la gráfica de manera integral. De cualquier manera, el fenómeno de producción siempre encuentra los caminos necesarios, y el actual intercambio con el resto de la cultura pop evidencia salud y desarrollo. Hace 10 o 15 años una fiesta de dibujantes era un oxímoron; hoy es viable.


Parque Rodó y Tristán Narvaja por Delavirgen.

“CIERTO NOVEDOSO SENTIDO DE PERTENENCIA PARECE AFIANZARSE. TICS Y GESTOS QUE HABITUALMENTE IDENTIFICAMOS COMO AJENOS HOY NOS SON COTIDIANOS”


Parque Rod贸 por Algod贸nico


EN DÓNDE SE CONSIGUE: • Librería Torres García. Peatonal Sarandí 683 • Librería La Lupa. Bacacay 1318 bis • Tiempo Funky. Peatonal Bacacay 1307 • La Pasionaria. Reconquista 587

“EN ESTE MOMENTO NO ES COMPLEJO ESTABLECER ESTRATEGIAS PARA CONCRETAR PROYECTOS QUE HACE ALGÚN TIEMPO PODRÍAN PARECER DEMASIADO AMBICIOSOS”


http://www.flickr.com/miabuelanoloentiende

IBAI ACEVEDO Nació en 1984 en Barcelona, y más tarde en su vida estudió diseño gráfico; tras trabajar dos años en un estudio llamado Gimmicklab decidió dejar de lado el diseño e incursionar en la fotografía.

Con Internet como única escuela, y un aprendizaje entusiasta y autodidacta, Ibai consiguió experimentar y jugar con los recursos que tenía a mano: “una D80 y el pisapapeles que venía con el kit”. Ibai pilota lo que él define es un estilo “efectista a caballo entre realidades y ficciones”, con debilidad por tonalidades y texturas que patentar. Y sus medios justifican el fin; con una preferencia por la fotografía color, el abanico de posibilidades que le ofrece el tratamiento de postproducción es inmenso. “Una misma fotografía puede transmitir cosas muy

diferentes en función a los colores que la vistan”. Acevedo nos presenta fotografías muy cuidadas con un detalle estético espectacular; en las que parece que cada pequeño elemento está considerado y trabajado, y cada mínima porción de la foto parece funcionar perfectamente con todo lo que tiene alrededor. Ya sea por el resultado de una postproducción “a veces agresiva” o por la cuidadosa consideración estética de todos los detalles; Ibai Acevedo hace gala de una excelente producción fotográfica, y un lenguaje con el que ha encontrado la mejor forma de expresarse.


artista invitado / españa

COLABORACIÓN CRETIVA





“UNA MISMA FOTOGRAFÍA PUEDE TRANSMITIR COSAS MUY DIFERENTES EN FUNCIÓN A LOS COLORES QUE LA VISTAN”





“me he tirado muchas horas experimentando y probando tonterías; aunque cuando te das cuenta que tu mochila vale más que el coche que conduces, prefieres no llamarlo así”




http://www.golfodemar.blogspot.com

GOLFODEMAR

Se le denomina “Golfo”, en el español más ibérico, a aquél que desprecia las normas sociales. Si nos guiáramos por esta simple definición de diccionario, tal vez clickear en el link de Golfodemar nos provocaría un poco de pudor, más allá de que el postmodernismo haya instaurado la popularidad de la rebelión simplona.

Sin embargo, introducirse en este blog, significa sumergirse en las aguas de lo que hoy en día se considera como “arte emergente”. El detallado, particular e interesante análisis que realiza de las distintas personas –nacionales, regionales e internacionales– que han llevado a cabo las más variadas formas de intervenciones urbanas en diversas ciudades, es de suma importancia. Golfodemar pone a disponibilidad, para el náufrago de Internet común, un compendio de historias, de formas expresivas, de canales comunicativos que desafían día a día el establishment urbanístico. A través de sus fotografías, acompañadas por un análisis preciso y criterioso, este “cazamensajes” anónimo se propone a buscar y ahondar en que es lo que tienen para decir las paredes y los rincones de la ciudad. Asimismo, Golfodemar se encarga de impregnar su huella mediante una selección de provocadores stickers. Mostrar lo propio y dar lugar a lo ajeno como premisa para incentivar el intercambio artístico, la visión atenta de un transeúnte común; eso es lo que lleva a este Golfo a transitar por las aguas grises del asfalto.

¿Qué te motivó a comenzar este trabajo de búsqueda y análisis de intervenciones urbanas en distintas ciudades? En realidad empecé haciendo mis stickers y sacándoles fotos para exponerlos en Internet. Le daba mucha importancia al lugar en donde pegaba el sticker, a su textura; fue en esa búsqueda de lugares que encontré interesante intervenir sobre intervenciones ajenas, aprovechar las texturas que deja un graffiti, un tag, o un stencil. Por ese lado me fui metiendo en lo que hacían otros, apoderándome de todo ese arte que estaba en la ciudad y comencé - casi sin querer – a juntar fotos de muchas cosas que veía en la ciudad. No sólo salía a pegar, sino que también salía a registrar. Si veo mis carpetas cronológicamente, las primeras son sólo de mis stickers, mientras que las actuales tienen mucho más de lo que hacen otros. Posteriormente vino la idea de hacer un blog; en un principio la idea era explicar lo que yo hacía, e intentar darle un argumento a esto de salir a pegar stickers. Más que nada era para mí mismo: me implicaba esforzarme a pensar sobre lo que hago.




Sin embargo, me di cuenta que tenía ganas de hablar de lo que hacen otros, ya que hay trabajos muy valiosos y me apena que mucha gente ni los vea. Fue entonces que empecé a subir al blog las fotos – que ya coleccionaba – de los trabajos de artistas que conviven la ciudad.

ciudad durante campañas electorales. Un ejemplo paradigmático es el de un graffiti a favor de Daniel Martínez como intendente, hecho arriba de unos stickers de María Noel que lo arruinó todo. Tenían toda la pared disponible pero eligieron hacerlo ahí, y si no me equivoco decía “Enamorate”.

¿Cuáles son tus reflexiones respecto al arte urbano? ¿Considerás que puede erigirse como tal? Creo que a esta altura nadie discute que el arte urbano forma parte de lo que se entiende por arte hoy en día. Es más, el arte urbano ha dejado de ser algo transgresor: ahora forma parte del sistema como cualquier otra expresión artística. Hay galerías que se especializan en artistas urbanos, marcas que financian eventos de arte urbano y artistas urbanos que venden sus servicios a marcas de renombre. La Tate Gallery de Londres contrató a Os Gêmeos para que les pintaran la fachada del museo y no fue algo que escandalizara a nadie.

Cuando vos realizás una intervención urbana, ¿qué esperás que le genere al transeúnte común? Lo primero que genera es sorpresa. En una charla que dio Gerardo Podhajny, éste definió la intervención urbana como un evento que nos sorprende, como algo inesperado. Creo que es bastante cierto. Cuando uno se topa con una intervención la primera reacción es la sorpresa: “¿qué hace esto aquí?” Es algo fuera de lugar. En definitiva, me gustaría que mis intervenciones ayuden a cuestionar lo obvio, a desnaturalizar.

El arte urbano es, en cierto sentido, la puerta de entrada para que artistas jóvenes se hagan conocer y puedan ingresar al mercado. Lo que me parece que aún lo distingue del arte más convencional, es que es mucho más democrático; para ingresar no es necesario ser aceptado por una galería o pasar por el filtro de curadores, críticos, marchants d’ art, o cualquiera de los actores que intervienen en el mercado del arte actual. Además pienso que permite mantener a la ciudad “limpia” de vandalismo, si bien la frontera entre el arte urbano y el vandalismo es una gran discusión. He visto artistas que dan cursos de arte urbano a jóvenes descarriados, siendo uno de los objetivos del curso el separar el arte del vandalismo. En nuestro país, y particularmente en Montevideo, ésta discusión está latente. Si no ha trascendido es porque los medios de comunicación y los políticos no se han dado cuenta que puede resultar lucrativa. Por ahora todo es amor; los medios de comunicación están descubriendo el arte urbano, salen artículos en todos los diarios y semanarios, y le hacen entrevistas a artistas en la tele; se ha hablado de todo menos de los taggers. El problema es que hay un montón de gente muy conservadora que piensa que todo esto es una porquería, y nosotros funcionamos como rebaño: en donde alguien se queje, van a surgir miles dispuestos a armar hogueras, y los taggers serán los primeros en ir al horno. Cuando utilizo el concepto conservador, no me refiero a la derecha; basta ver lo que hacen los partidarios de la izquierda con los graffitis de la

¿Qué importancia considerás que tienen las intervenciones urbanas? No sé si las intervenciones urbanas son importantes, lo importante es que la gente tenga espacios para emitir mensajes. En el mundo de hoy los canales para emitir mensajes están muy monopolizados, y los que tienen el poder controlan qué y cómo se dicen las cosas. Por ahora la intervención urbana es un lugar en dónde decir, es el ágora de la polis moderna. Cuando intervengo en el espacio urbano, hablo en la calle real, y en la calle virtual que es Internet; es un lugar donde lo que se dice tiene un impacto tan fuerte como decirlo en los medios de comunicación. Tanto es así que hoy en día la publicidad las ha incorporado como medio. Creo que proteger la posibilidad de intervenir el espacio urbano es proteger el ejercicio de la ciudadanía. Más allá de la discusión arte-no arte, las intervenciones hechas por ciudadanos comunes y corrientes sin fines comerciales son un medio para generar democracia. Las paredes limpias representan pueblos silenciados. ¿El usar soportes alternativos otorga a una intervención otra significación? Creo que el soporte siempre habla. A veces habla en susurros, y otras es el que más se oye. Cuando se realiza un tag en la pared de chapa de un kiosko sin intervenciones anteriores, el efecto es distinto que cuando hay miles de tags en la misma pared. Cuando son muchos tags el soporte deja de tener importancia. En muchas de mis intervenciones el mismo es muy importante; y no está tanto en la función que cumple en la vía pública, sino en la




“MÁS ALLÁ DE LA DISCUSIÓN ARTE-NO ARTE, LAS INTERVENCIONES HECHAS POR CIUDADANOS COMUNES Y CORRIENTES SIN FINES COMERCIALES SON UN MEDIO PARA GENERAR DEMOCRACIA. LAS PAREDES LIMPIAS REPRESENTAN PUEBLOS SILENCIADOS”






función que cumple en la foto que subo a Internet. El soporte hace a la foto mucho más que el sticker en sí. En otras intervenciones, el soporte forma parte de la obra; cuando se le hacen ojos a un tacho de basura, los ojos no son la obra, la obra es el conjunto. Hay artistas que usan el mobiliario urbano para intervenirlo y darle un significado diferente; una tapa de saneamiento puede transformarse

de gustos que me hace tener más afecto a ciertos trabajos, pero creo que estamos en una etapa de empezar a buscar menos en Internet y más en nosotros mismos; es en el graffiti donde más observo eso. Al principio, lo que se hacía acá era un poco lo mismo que se ve en Internet de otros lugares. Creo que todavía existe mucho de eso, lo cual no desmerece el trabajo, porque sería como

“LO QUE DISTINGUE AL ARTE URBANO DEL ARTE CONVENCIONAL, ES QUE ES MÁS DEMOCRÁTICO.” en una galleta. En este tipo de intervenciones, el soporte es el objetivo de la intervención. En el caso de graffitis o bombas sobre muros, la superficie no trasmite casi nada, lo que importa es el graffiti o la bomba en sí. ¿Considerás este tipo de arte en auge en nuestro país? ¿Qué reflexiones te merecen las intervenciones urbanas que has visto en nuestras ciudades? Hoy en día lo que más se destaca es un grupo de artistas que hacen mucho trabajo colectivo y realizan grandes intervenciones, graffitis (KNCR, CDS) o pintadas (Fran, Calvario, Alfalfa, Fiolence). Esta gente es la que le da relieve al arte urbano, permitiendo que pase a los medios y a las galerías; y la sensación de auge que hay la generan los trabajos de ellos mismos. También hay intervenciones más marginales, en el sentido de que van por fuera del núcleo duro del arte urbano. Son intervenciones que muchos cuestionarían su calidad de arte: son los tagueros, grafiteros, gente que hace bombas y algunos stickers. En este grupo es donde hay más movimiento, en el sentido de que está continuamente entrando y saliendo gente. Si se trata de evaluar lo que estos artistas hacen, hay que evaluarlos dentro de sus características. El sténcil fue una técnica muy buena, la cual creo no se explotó como se hubiera podido. De algún modo nos quedamos en los primeros ensayos de la técnica, salvo por algún grupo, tal como Mitâ i Callepegua. Los sténciles que dominaron Montevideo no dieron un paso más profundo que les permitiera salir de la etapa de juego y ensayo. Considero que el trabajo de los artistas del núcleo duro del arte urbano montevideano es muy bueno, cada día está mejor. Obviamente hay cuestiones

decir que las obras de los surrealistas no valen porque se copiaban unos a otros. En lo personal, me gustan más los trabajos como los de MIN8 que el graffiti tipo letras. De algún modo este grupo está influenciado por lo que pasa en Buenos Aires, lo cual es bueno porque quiere decir que nos movemos. Lo que me parece que se está viendo es la tendencia de ir construyendo una identidad propia. No lo juzgo como bueno ni malo, pero creo que si ésta tendencia se consolida, es posible que –así como los mosaicos del Cerro identifican al Montevideo de hace cincuenta años– puedan surgir en el espacio urbano nuevos rasgos artísticos que identifiquen la ciudad de hoy. En el interior también pasan cosas; hay muchos interiores. No es lo mismo Maldonado que San José. Por lo general, las ciudades del interior tienen intervenciones muy tímidas, las que yo clasifico en mi blog como “cosas que se dicen”: pequeñas escrituras en las paredes y bancos, entre otras superficies. Para mucha gente eso es síntoma de la limpieza que caracteriza a estas ciudades; para mí es síntoma de la represión que viven los jóvenes y toda la sociedad en general. Muchas de las intervenciones hacen alusión al mundo de la droga, y es probable que sólo drogado se pueda escapar de ella. Me gustó una intervención que vi en Salto: en un área de 10 cm2 decía “Salto, hipócrita y católica”. Cuando veo esas ciudades tan controladas y tan limpias, me entra una especie de terror. En mi blog intento mostrar lo que veo allí y rescatar esas intervenciones, que son actos de rebeldía en sí mismas. Me gusta pensar que el blog puede ayudar a que jóvenes del interior se decidan a sacar la rabia y decir lo que piensan en las paredes.



BAMBI MEETS GODZILLA (1969) de Marv Newland

VER VIDEO!


http://www.pedroluque.com

PEDRO LUQUE Fotografías con un toque de soltura mágica, fluida y real.





“ME GUSTA SER INTUITIVO, PERO CUANDO LLEGO A CASA ME PREGUNTO Y ME REPLANTEO TODO.” Contanos un poco sobre tus comienzos en la fotografía. Empecé con una cámara Kodak tipo pocket que me regaló mi vieja cuando tenía 14. La tuve por varios años, y a los 18 mi viejo me debía plata y me pagó con su cámara; una Canon FT con un 50mm 1,4 -que aún sobrevive y es uno de los lentes que más me gustany un zoom Vivitar 28-70 que terminé destrozando en Brasil. En ese momento me fui de viaje a Cuba, y de ahí me traje alguna foto linda y me enganché. ¿Cómo fue que incursionaste en la producción audiovisual? ¿Cómo fue la experiencia? Al volver de Cuba empecé con la escuela de cine. Hacía años que iba al taller de Enrique Badaró, y cuando le propusieron hacer la dirección de arte de una película (“Llamada para un cartero”) el capo me ofreció ir a trabajar ahí como meritorio de utilería. Gocé como loco: me daban de comer, vivía una fantasía que íbamos creando en equipo, y encima la gente era muy divertida. En paralelo seguía con la ECU, vivía en El Pinar y me despertaba a las 5:30 am para llegar al set a las 7, entraba a las 19 a la escuela, y volvía en el bondi de las 23:45 a mi casa. Llegaba como a la 1, una locura. ¿Qué buscás transmitir con tus trabajos? No sé, es algo que no me planteo mucho, porque lo hago muy intuitivamente. Obviamente, cuando hago algo comercial intento transmitir lo que yo considero mejor para lo que estemos haciendo; y cuando es ficción intento encontrar el mundo más adecuado para la historia, siempre basándome en mis intuiciones y experiencias. Me gusta ser intuitivo, pero cuando llego a casa me pregunto y me replanteo todo. Lo que más me gusta es la soltura, lo mágico, lo fluído, lo real y lo romántico. ¿Cómo hacés a la hora de separar la fotografía como trabajo y la fotografía como hobby? En la fotografía como hobby soy yo solito, son mis fotos para guardar en mi memoria las cosas lindas. El trabajo es trabajo, paga las cuentas. Obvio que me enseña muchas cosas también, trabajo con gente muy talentosa y con equipos de primera; a veces da para experimentar, y a veces sólo para pagar las cuentas.

¿Hay algún ritual que sigas a la hora de sacar fotos? En general no, el único es no parar, moverme. Estoy siempre con la cámara en la vuelta: si es un recital me ato la cámara a la muñeca y miro todo a través del lente -como si filmara- disparando en los momentos que considero justos; si estoy de vacaciones la dejo todo el tiempo cerca, siempre con rollos en cantidad. ¿Tenés alguna técnica fotográfica favorita? Para sacar fotos sí, siempre fuerzo el rollo 2 pasos, uso ProImage de 100 ASA y expongo a ojo, porque no tengo fotómetro en la cámara que uso. En general sobreexpongo un poco. ¿Qué equipos usás? Uso una Leica M2 con un 40 mm Voigtlander f1.4; un Summicron 35 mm f2, y un 25 mm Voigtlander f4. La cámara de backup es una Olympus XA 35 mm f2.8; y cuando hago fotos de moda uso una Canon F1, que la tengo con un 50, un 35 y un 17. Tengo una digital: una Canon XTi -bastante barata dentro de las reflexque uso para hacer previews de exposición cuando filmo en cine, pero realmente no me gusta mucho el digital. ¿Qué relación llevás con tus cámaras? Las amo. La Leica se me cayó el otro día y quedó ciega. Estaba con mucha gente y mantuve la calma, me levanté despacito y llamé a mi esposa; escondido atrás de una puerta lloré desconsolado. ¿Un referente fotográfico? William Eggleston, Stephen Shore, Larry Clark y Glenn Friedman. ¿Algún proyecto futuro que desees compartir? Tengo un par de proyectos que están por salir; “Miss Tacuarembó” y “La Casa Muda”, películas en las que dejé todo y me dejaron muy contento y orgulloso. Playlist musical que ha sonado en los últimos días: HPLE, Santacruz, Hermética, Los Redondos, Jefferson Airplane, Los Olimareños, Días de Blues, Black Mountain, Zitarrosa, Señor Pharaon, Santiago Chalar, Cream.



“LA LEICA SE ME CAYÓ EL O MANTUVE LA C ESCON


OTRO DÍA Y QUEDÓ CIEGA. ESTABA CON MUCHA GENTE Y CALMA; ME LEVANTÉ DESPACITO Y LLAMÉ A MI ESPOSA. NDIDO ATRÁS DE UNA PUERTA LLORÉ DESCONSOLADO.”







SANTIAGO VELAZCO La ciudad como lienzo.

http://www.santiagovelazco.com


Primero, la pregunta cliché: ¿Por qué ilustrás? En materia técnica, es más lo que pinto que lo que ilustro, pero básicamente lo hago porque me gusta desde siempre; era un medio en el que me sentía cómodo, me pasaba horas dibujando. De chico fui a un taller, y más de grande -zafándole un poco a la computadora y a la publicidad- me metí en el taller de Badaró, y luego en la FAC (Fundación de Arte Contemporáneo) con Fernando López Lage. Esos dos talleres me ayudaron mucho a tomar impulso y pintar cada vez más, ahora creo que no voy a parar nunca. ¿Pensás en tus creaciones como una forma de catarsis? Me parece que unas sí, y otras no tanto. Algunas otras son catarsis del mundo. ¿Qué buscás con tu arte? ¿Tiene alguna clase de contenido o crítica social? En muchos casos busco reacciones, reflejar algunas situaciones de cómo percibo este mundo caótico; muestro situaciones y hasta ironizo muchas veces. A la vez hay cosas más abstractas y sin tanto contenido “crítico” si se quiere, simplemente jugando más con lo expresivo de la pintura, el color y las formas.

TÉCNICA Trabajo con acrílico por la ansiedad, seca velozmente. También uso aerosol del que venga, drypens, lapiceras, marcadores, lápices o crayolas; lo que haya a mano. Me gusta utilizar la técnica del stencil -plantilla de corte- en muchos casos, y aunque por el momento estoy transitando lejos del stencil, siempre está ahí, a mano. Describinos un poco tu proceso de trabajo creativo: ¿qué camino sigue una idea para transformarse en un objeto gráfico? En el caso de los cuadros con stencil, las ideas surgen en base a un montón de imágenes que muchas veces tengo seleccionadas previamente, que junté porque sí, o porque me atrajeron o me impactaron. A veces está la idea y busco la imagen que me ayude a representarlo, pero por lo general la imagen ya esta elegida previamente. Es una técnica de búsqueda, apariciones, azares, mezclas e ideas -todo eso-. Cosas que ves en la tele, internet, publicidad, un libro viejo, o lo que sea: ahí hago el stencil, y a la tela, calle o lo que sea. Es eso mezclando un montón de garabatos, pintura, tipografías y símbolos que muchas veces son reiterativos en mis pinturas.


LA CIUDAD COMO UN LIENZO STREET ART E INTERVENCIONES URBANAS Está buenísimo que se intervenga la ciudad como medio artístico y expresivo. El arte urbano es una bola de nieve imparable que crece día a día, y de veras creo que le aporta a la cultura un montón de cosas a nivel antropológico. Es como se expresan miles de personas en todo el mundo; culturas de todos lados en las paredes de las ciudades, dejando historia pintada –literalmente– encima de todo. ¿Cómo fue la experiencia de pintar la fachada del CCE? Fue una muy buena experiencia y un desafío, ya que nunca me había tocado hacer algo así. Es una fachada complicada para lo que yo quería hacer, se mezclaban varios materiales y superficies de trabajo: pintar sobre metal, sobre vidrio ploteado, sobre vidrio y sobre la pared; usar ploteos, entramados, vinilos de colores y stencils. Estuvo muy bueno, y es seguro que me ayudó a aprender un montón. A la vez -cuando la terminé- no la quise ver más, me paré a verla varios meses después y por suerte me gustó.

“CULTURAS DE TODOS LADOS EN LAS PAREDES DE LAS CIUDADES, DEJANDO HISTORIA PINTADA LITERALMENTE ENCIMA DE TODO”








http://flickr.com/eduardox

EDUARDO SANCHEZ “Desde la infancia me apasiona la multiplicidad de las cosas: de las razas, las formas, los seres, los idiomas, las culturas, las religiones, las cosmogonías. Aun así, siempre concebí esa multiplicidad como un todo, como una unidad, como una unión en la diversidad.”


artista invitado / venezuela




¿Cómo te iniciaste en la fotografía? ¿Qué factores fueron los que te motivaron? Todo comenzó cuando tomé una cámara digital compacta de baja resolución y comencé a disparar y capturar todo -objetos, la calle, mi casa- sin querer lograr nada en particular. Mis primeras fotos no eran más que extrañas figuras, juegos de sombras, formas en paredes. Luego, las ganas de no sólo atrapar imágenes, sino también crearlas, comenzaron a rondar en mi cabeza; y fueron esas mismas ganas de crear lo que imaginaba lo que me motivó a aprender fotografía, experimentar, y jugar con ella. ¿Cómo fue el proceso de aprendizaje? Completamente autodidacta. Nunca hice ningún curso de fotografía o procesado de imágenes; y es por ello que aún creo que me falta muchísimo por aprender. Todo lo que sé, lo sé por curiosidad, por preguntarme “¿para que servirá está función?, ¿qué logro alargando la exposición?, ¿qué sucede si intento esto?”. Experimentando y probando he aprendido y me he equivocado, es por eso que lo que hago -a veces- lo considero bastante rústico. ¿Cuáles fueron los temas que te inspiraron? ¿Cuáles te inspiran actualmente? Al principio me inspiraban mucho los libros y cuentos que leía: desde los retorcidos relatos de Agatha Christie hasta las increíbles cosas que sucedían en Cien Años de Soledad de Márquez; eran las historias fantásticas las que me hacía imaginar esas situaciones e inventar muchas más. Quería retratar cosas que me recordaran esas historias. Ahora me inclino más hacia lo mediático y comercial; me gusta basarme tanto en situaciones actuales, como en películas y programas de televisión, centrándome en temas banales y hasta de crítica y denuncia. Creo que eso se ha reflejado hasta en mi estilo, que tiende a tener cierto toque publicitario. Sin embargo, no dejo a un lado los cuentos e historias que siempre me han inspirado. ¿Cuáles son los aspectos que más disfrutás de la fotografía? Por un lado, disfruto el que me permita expresar cualquier idea, porque a partir de la fotografía puedo desarrollar toda una historia, todo un personaje, todo un momento que no exista: me permite hacer posible lo imposible. Por otro lado, disfruto capturar tantos momentos, formas, figuras y sus infinitas combinaciones que me impresionan a la vista. Es imposible no disfrutar el capturar algo en una imagen y poder volver a verlo cuando quieras. ¿Qué elementos tenés en cuenta a la hora de disparar? Creo que lo que más tomo en cuenta es la simetría. Me gusta mantener un balance en mis fotografías, es por eso que la mayoría se enfocan en el centro de la imagen. Los vacíos en la toma también son un elemento que empleo mucho. Espacio muerto que -de alguna manera- ayuda a centrar la vista en algún punto de la foto.




“LO QUE CONSIDERO COMO EL VERDADERO DESAFÍO FUE EL DE HUMANIZAR A CADA ANIMAL, TRATAR DE ENCONTRAR ESE ASPECTO EN EL QUE COINCIDIESE CON EL HUMANO” ¿Cuáles son las técnicas que usas para tus fotos? La manipulación y procesado digital es algo primordial para la mayor parte de mis imágenes -- sino necesario. El empleo de texturas o la alteración de luces y sombras me ayudan mucho a dar ciertos estilos a las imágenes, pero en cuanto a la toma y captura de la foto, no uso más que técnicas muy básicas sobre fotografía. ¿Qué opinión te merece el tratamiento digital de imágenes? ¿Crees que aporta a la labor de un fotógrafo? Para mí es indispensable. Creo que la fotografía es un lienzo, con el cual puedo trabajar y crear muchísimo, muchísimo más. El tratamiento digital de imágenes te permite no sólo proyectar lo que realmente querrías decir con una imagen, sino también crear una realidad no existente; puede darte la capacidad de hacer realidad lo que sea. ¿Cuáles fueron las razones particulares que motivaron a la serie fotográfica “El Zoológico”? Todo comenzó gracias a una anécdota de mi infancia. Cuando de niño escuché por primera vez sobre la película “El Hombre Elefante” de David Lynch, pensé que se trataba de la historia de un hombre con cabeza de elefante, idea que cambió por completo después de ver la película. Años después quise traer de vuelta a la realidad aquel ideal de mi infancia -ahora que tenía de mi lado a la fotografía y lo que sabía sobre foto manipulacióny así surgió el primer animal del Zoológico: un hombre con cabeza de elefante. Luego de esto, muchos otros animales comenzaron a llegar, pues me atrapó la idea de humanizar a ciertos animales o -desde otro punto de vista- “animalizar” a los humanos.

¿Qué mensaje buscás transmitir o generar al jugar con figuras humanas y animales? Jugué con el mimetizar actitudes o acciones humanas con la de algunos animales. Lo que quería era resaltar rasgos del hombre y del animal a la vez, y todo esto mediante imágenes impactantes y lo más realistas posibles. ¿Cuán arduo fue el trabajo de montaje para lograr esas fotos? ¿Te presentaron un desafío? Algunos presentaron un mayor reto que otros, sobre todo al momento de manipular la imagen. Con animales como el Puercoespín tuve que ser preciso con las espinas de su cuerpo, y los detalles de la cabeza del Avestruz o el pelaje del León necesitaron de mucho tiempo para ser terminados. Pero lo que considero como el verdadero desafío fue el de humanizar a cada animal, tratar de encontrar ese aspecto en el que coincidiese con el humano. ¿Qué repercusiones recibiste al respecto? Con la serie creo que perfeccioné algunas técnicas y experimenté con otras, hasta lograr el realismo que buscaba en cada imagen. Gracias a esto obtuve muchas -e inesperadas- reacciones. Mucha gente se enganchó con la serie en Flickr, donde iba publicando un animal por día; recibiendo muchísimos comentarios positivos que resultaron ser totalmente recíprocos, pues de ellos obtuve muchas sugerencias para ampliar la serie, sirviéndome de inspiración. Hasta descubrí cómo varias personas pueden sentirse identificadas no sólo con cierto animal, sino con las imágenes que estaba creando.




TAN

de Zbigniew Ry VER V


NGO

ybczynski (1980) VIDEO!


http://www.fiolence.com

FIOLENCE y su ejército de nenas Técnicamente, Fiorella Varaldi es Licenciada en Diseño Textil, siendo una de las primeras egresadas de esta carrera. Ahora bien, si queremos librarnos de todo tecnicismo –y de hecho queremos– Fiorella es simplemente una hacedora de su propio camino, caracterizado por el cambio constante y la búsqueda incesante. Dinamismo, intensidad, tropiezos, miedos, curiosidad: todos estos elementos trazan parte del gran motor creativo detrás de esta gran artista. Ajústense los cinturones: les presentamos la artística ruta de Fiolence. ¿Cómo comenzaste a vincularte con el diseño? El dibujo fue una práctica que comencé cuando era chica. Iba al taller de Roberto Cadenas y fue con él que aprendí a manejar los colores y qué pinturas usar. Siempre me gustó mucho dibujar, era algo que me colgaba; sin embargo, siempre estuvo eso que te inculcan desde chico: “del dibujo no vas a vivir, y del arte menos”.

Cuando terminé el liceo me puse a hacer un curso de diseño gráfico, que en sí consistía en aprender programas de diseño. Si bien me cambió la perspectiva en algún punto, no dilucidó todas mis dudas: no sabía que quería hacer realmente. Había una chica en mi clase que estudiaba diseño de indumentaria en el Centro de Diseño Industrial; di la prueba de admisión pero no pude entrar, fue entonces que ingresé en la UDE para estudiar Diseño Textil. Ahí aprendí algunas herramientas, así como me sirvió en cuanto a vivir etapas; decir “esto me copa aprenderlo y esto no”, y me iba muy bien. Cuando estaba a medio año de recibirme me di cuenta que en realidad no quería ser diseñadora textil, de todas formas –como me quedaba tan poco– decidí terminar la tesis, conseguir mi título y listo. Más adelante entré a laburar como diseñadora gráfica para una empresa, siendo la única encarga-



da de la imagen. Ese año también hice la escuela Brother, lo que me sirvió para darme cuenta que no me interesaba la publicidad. Yo leo imágenes; mis libros son como álbumes de imágenes. Los chicos de Brother se coparon con lo que yo hacía y me pidieron que les pintara el local –y lo hice– aunque fue una instancia muy por fuera: yo hacía ilustraciones. Nunca pensé que con 26 años, terminaría pintando paredes. Ahí me tomé la idea de dibujar más en serio. Si bien no sabía ni qué dibujar o qué estilo, empecé una búsqueda. En octubre del 2007 decidí irme al Trimarchi –un evento que se hace en Mar del Plata todos los años y convoca a diseñadores e ilustradores– con una amiga. Cuando estábamos en Buenos Aires –antes de ir para Mar del Plata– nos encontramos con Fran y Tincho Cáceres, y nos fuimos a tomar una birra. Al despedirnos Fran nos dijo “voy hasta Teorema ¿quieren algo?”; le di 50 argentinos y le dije “tomá Fran, hacé de esto

algo copado”. Más tarde volvió con dos marcadores Posca: uno rosado y uno blanco. En el viaje hacia Mar del Plata los estuve probando y eran tremendos. Ese primer Trimarchi significó para mí una experiencia increíble; te abre la mente muchísimo, conocés a pila de gente, se huele más el ambiente. Eso de que “quizás yo podría dedicarme a esto” lo ves ahí, es tangente. Fue entonces cuando decidí intentarlo: si era lo que me gustaba, ¿por qué no? ¿Podría decirse que el Trimarchi, de alguna forma, ayudó a que tomaras esa decisión? Sin dudas, aunque el tema de los marcadores fue lo más determinante. A la vuelta me enteré que había un concurso de stickers hechos a mano en Bélgica, me copó la idea y fui a comprarme una plancha de stickers. Para hacer los 5 dibujos originales que pedían sólo tenía los dos marcadores que había comprado Fran, otro Posca azul y todas las fibras negras que te imagines. Una vez que


empecé a hacerlos no dormía; estaba en el laburo y seguía haciéndolos. Había vuelto del del Trimarchi con la mente enferma de imágenes y tenía que hacerlo todo ahí. Terminé los stickers y los envié, pero nunca llegaron; quedaron perdidos en Bélgica.

carrera que hacía tanto tenía que hacer y no había hecho. Me la re creí, porque no me pude anotar en el momento adecuado. Aprendí de las experiencias básicamente. El diseño gráfico quedó de lado y empecé a hacer serigrafía en

NO ME CONSIDERO UNA ARTISTA, SOY UNA NIÑA PARA EL ARTE; TODAVÍA TENGO LARGO TRECHO QUE RECORRER Y CAMINO QUE ENCONTRAR, PARA VER POR DÓNDE QUIERO IR” Alguien debe estar re copado con ellos; yo tengo la historia y un buen arranque.

papel, además de dedicarme únicamente a dibujar.

En noviembre de ese año Fernanda Cadenas llamó a Manuelie para que le pintara el local, y ella me propuso hacerlo juntas. Nunca antes había pintado un muro, había tenido una mala experiencia en Mar del Plata y tenía eso como en debe. Para pintar a la minita del muro de Cadenas tuve –fácilmente– 24 hs de trabajo, cosa que hoy en día no te puede llevar más de una tarde. A partir de esa experiencia me empezaron a decir que tenía que pintar más.

En ese periodo veníamos una vez por mes a Montevideo y aprovechábamos para pintar murales. Pintábamos allá y acá: el muro qué está en la calle Eduardo Acevedo es uno de ellos. Mes a mes lo íbamos agrandando un poco más, hasta que vino el invierno y no daba seguir pintando con frío.

¿Por qué empezaste a dibujar nenas? Supongo que fue porque me identifico de alguna manera: soy yo. Todas las nenas que he dibujado tienen un poco de mí. En sí fue como un traslado de una foto a una ilustración. Un profesor me dijo una vez que lo que estaba haciendo no era correcto; según él –al basarme en las fotos para dibujar– me estaba estructurando mucho. En el momento le di pelota, pero hoy en día no pienso que sea un problema; a mí me encanta mirar y dibujar a partir de una foto. Todo tu trayecto parece ser una búsqueda, pero también un producto de la casualidad y la concatenación de hechos. Claro, desde cómo conseguí los marcadores Posca, hasta cómo llegué a pintar más. De todas formas, habiendo hecho esa serie de cinco minitas, seguía sin saber del todo qué iba a hacer con mi vida. Siempre dibujé gente y las minitas tienen esas partes de curvas que a mí me copan. Apoyo todo lo que sea curva, y tanto la arquitectura como la fotografía son una gran inspiración para mí. Me gusta mucho el Art Nouveau. En febrero finalmente decidí irme a vivir a Buenos Aires y estudiar diseño gráfico; la

El tiempo pasó y decidí volver a Montevideo, y unos días antes de partir me llamaron para exponer en la Galería Madrileña. Yo estaba con la sensación de “soy un fracaso”. Un día me encontré de casualidad con Juan Pablo Landarín y le propuse laburar juntos para esa exposición. En 15 días armamos una idea; salió eso de dejar un mensaje importante a cualquier persona que estuviera pasando por allí. Cuando volví sentí que todo había sido un fracaso, ya que no había estudiado y no pude conseguir un laburo fijo. Llegué muy triste, pero acá todo era un boom: me empezaron a llamar de pila de lugares. Me llamaron para pintar una productora (Caramba); tenía que pintar como 100 metros cuadrados. Pasé todo diciembre pintando; y esa rutina de pintada y toda la experiencia me impulsó aún más: me dio la seguridad de saber que podía hacerlo. Proyectos a futuro Actualmente me están llamando para hacer varias cosas; siento que la gente confía –más que yo misma– en lo que hago. Me copa elaborar ideas, cranear cosas copadas. Siempre me gustó trabajar en base a ideas, más que atarme a algún tipo de estilo. ¿Cómo te ves a futuro, dentro de este ámbito? Iré a donde me lleve la marea; todo empezó así.






KOWALSKI

A través de una cálida lente, Javier Kowalski nos conduce hacia lo más mínimo de la expresión fotográfica: la captura -única e irrepetible- de un momento. http://www.flickr.com/photos/-grafix-/













http://www.flickr.com/photos/anitabling

ANA BIDART

La creatividad flexible de una artista “en proceso”.

Ana Bidart dio sus primeros pasos en el diseño textil en el Centro de Diseño Industrial. Posteriormente estudió Artes Visuales en la Fundación de Arte Contemporáneo (FAC). Obtuvo reconocimientos varios –entre ellos la selección para el Premio Paul Cézanne en 2008– y participó en diferentes exposiciones colectivas e individuales. Se podría catalogar a su obra como un juego constante de conceptos opuestos, de ambigüedades premeditadas, pero caer en categorías tan sólo limitaría el amplio espectro creativo de esta artista, para la cual resultan interesantes tanto el diseño funcional como las obras a medio camino, el proceso de creación como la sustentabilidad de una pieza. Ana Bidart no intenta transmitir un mensaje específico: su obra es un peculiar fluir cromático de elementos y formas, en donde el efecto lúdico y la fuerte apuesta

visual son predominantes. El espectador es invitado a jugar un rato, en lo que –como ella misma define– está “en proceso”: éste es el trabajo de Ana Bidart. ¿Qué razones te motivaron a incursionar en el diseño? Supongo que fue bastante intuitivo, natural. Soy muy observadora y meticulosa con el mundo de los objetos; me fascinan las reacciones y hábitos que pueden generar en las personas. ¿Cuáles son las dificultades a las que te enfrentás a la hora de diseñar? A la hora de la idea, no siento que haya dificultades. Eso es justamente lo genial de la creatividad, que es flexible y depende de vos. Las dificultades aparecen cuando hay que materializar o concretar la idea para que funcione en un tiempo y lugar determinado. En todo caso, las llamaría limitantes.





Si tuvieras que describir tu obra en una palabra, ¿cuál sería? Utilizaría dos palabras: en proceso. ¿Consideras que tu obra puede circunscribirse bajo determinado estilo, o son varias las corrientes que influyen en ella? Más que con un estilo, me identifico con una generación. ¿Cómo concebís al diseño? ¿Debe tener alguna función en particular? Es un tema muy complejo, ya que hay de todo y eso está buenísimo. Me puedo llegar a colgar con el diseño más funcional y racional, así como con el más absurdo o extremo. Admiro mucho las piezas que no están del todo “digeridas”,en las cuales es el usuario o espectador quien le da el significado final. Pero si tengo que pensar en una función en particular que deban cumplir hoy los objetos, diría que es la sustentabilidad. ¿Con cuáles elementos o conceptos te gusta experimentar a la hora de crear? Trabajo con algunos conceptos en la cabeza –como

para orientarme en líneas generales– que casi siempre tienen que ver con una doble lectura de los elementos: la ambigüedad, el juego de opuestos como construcción y destrucción. Sin embargo, en el proceso creativo mismo, trabajo intuitivamente. No me interesa que la obra necesariamente se pueda traducir en conceptos definidos, ni que tenga una lectura lineal o inmediata. ¿Qué te inspira? Disfruto mucho de lo que hago, considero que el placer que me genera es lo que más me motiva. Hay veces en que nada me estimula, pero trato de no cuestionarme mucho para no trancarme. ¿Cuál es la parte del proceso creativo que más disfrutás? Me encanta cuando la obra se empieza a salir de lo previsto, o llegás a algo que suponías, pero que siempre es distinto cuando se hace real. Me gusta descubrir que ya no tenés tanto el dominio de toda la situación, y saber que la pieza es capaz de hablar por sí sola. Es un alivio hermoso, sobre todo, porque odio hablar de mi obra.


¿Te resulta valioso el feedback del público? Sí, me encanta. La gente ve cosas increíbles y me encanta que me las cuenten, me divierte, me hace bien y las tomo muy en cuenta. ¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que te ha dado el dedicarte al arte? Conocer gente a la que admiro, sentirme útil y sensible, saber que hay millones de personas haciendo cosas y que cada una de ellas es un mundo. El día que la satisfacción también sea monetaria, voy a estar del otro lado. ¿Consideras que actualmente hay una apuesta fuerte hacia la promoción y difusión del arte en nuestro país? ¿Qué factores positivos observás, y cuáles cambiarías? Sinceramente, mi visión no es muy optimista. Creo que la poca difusión del arte en nuestro país es –en general– muy improvisada. Por más buenas intenciones que puedan existir, también deben ir acompañadas de formación, así como de gente que, en las instituciones culturales, esté preparada para realizar ese tipo de trabajo. De lo contrario, todo termina

siendo una gran simulación: simulamos que tenemos museos, que somos artistas, etc. Claro que también hay caminos alternativos. Hay personas admirables que difunden y tratan de promover el arte acá de una forma independiente, aunque generalmente todo termine siendo muy fugaz (y es entendible que así sea). Por suerte existe la web; somos una generación muy afortunada en ese sentido. Un buen ejemplo de ello es la página web http://monterama.com.uy

“PARA DEFINIR MI OBRA, UTILIZARÍA DOS PALABRAS: EN PROCESO”



¿Cuáles son tus proyectos a futuro? ¿Con qué otros elementos te gustaría experimentar? Me siento muy en proceso, hay muchísimas cosas con las que me gustaría experimentar y gente con la que me gustaría trabajar, pero no tengo nada muy definido. Por ahora, trato de estar atenta en mi trabajo. Supongo que todo fluirá a su tiempo. También me gustaría poner una heladería con una amiga, si eso cuenta. ¿Cómo surge la idea de la exposición “El Fin del Mundo”, realizada en el Instituto Goethe? ¿Reprensentó un desafío para vos, como artista? Si, es una sala de por sí difícil por sus dimensiones y características –es como un pasaje entre un espacio y otro– pero estuvo bueno pensar algo específico para el lugar. ¿Por qué buscaste mostrar paralelamente -como reseña el curador del proyecto- a través de un “delirante juego de opuestos” la cuestión del cambio climático? Me invitaron considerando que mi trabajo podía inscribirse en ese marco que planteaban, entonces simplemente trabajé en la misma línea que venía

haciéndolo. Traté de tomar el tema que estaba predeterminado para la muestra (Clima y Cultura) como un disparador más. La instalación resultó un espacio bastante libre y flexible en cuanto a interpretaciones o metáforas. ¿Qué te aporto personalmente el trabajar para esta muestra? En los procesos siempre aprendés cosas y te vas midiendo. Para esta muestra fue genial contar con la colaboración de Alfalfa, los Perturba-run y Chindogu. Al plantear una escenografía desafiante –desde los materiales de variada escala cromática hasta el uso de elementos no convencionales– ¿qué buscaste generar en el espectador? No sé exactamente lo que busco, más bien me gusta plantear un lugar, imagen u objeto y que después cada uno haga lo que quiera. Prefiero no explicar demasiado con la obra; cuando veo que algo es muy obvio, lo disparo para otro lado. Eso es lo mismo que espero yo cuando me enfrento a una obra ajena: que no me la expliquen del todo, que reserven mi derecho a la incertidumbre.






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de Norman

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URS (1952)

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VIDEO!


http://diegoprestes.blogspot.com http://atolondemororoa.com

DIEGO PRESTES Un brote puramente gráfico.

Diego Prestes estudió Diseño Gráfico en la Universidad ORT. Habiendo trabajado en agencias importantes del medio, ahora transita su camino freelance junto a otros tres compañeros, dándole forma al Atolón de Mororoa, un estudio de diseño con cinco años de antigüedad. Conocedor de la dinámica de agencias y descreído de toda rutina, muestra a través de sus trabajos la particular apreciación de lo que el diseño gráfico le significa: un medio que resulta agradable y le otorga satisfacciones, y expresa su dinámica creativa a la hora de valorar tanto el fundamento teórico como la cotidianeidad de los grafismos, para hacerlos desembocar en una mixtura interesante.



¿A qué atribuís el haberte interesado por el diseño gráfico? Me gusta dibujar desde que soy chico, supongo que fue eso. Después tuve que conseguir dinero, y si el dinero me llegaba haciendo lo que me gustaba, pensé que sería conveniente. ¿De qué forma valorás la experiencia laboral en las otras agencias de publicidad? ¿Qué conocimientos te aportaron? Trabajé tres meses en 4 Ojos y luego me ofrecieron ir a Gurisa, en donde estuve como dos años. Son dos agencias bastante diferentes en lo que refiere al tipo de trabajo, el ritmo, y el alcance de las cosas que hacés; las dos tienen sus pros y sus contras. En Gurisa pude trabajar con marcas grandes, tomar decisiones y tratar de acercar los trabajos a las cosas que me gustan hacer a mí. Por suerte tuve bastante libertad y estoy agradecido con la gente junto a la que trabajé. El trabajar en una agencia te aporta eso: saber cómo funciona . Para los diseñadores, supongo que la rapidez de resolución es lo que más se aprende de esa experiencia. No es un atributo que me resulte atractivo de desarrollar en un diseñador, pero para la dinámica de trabajo de las agencias, es fundamental. De la misma forma, aprendés cómo funcionan y piensan las grandes marcas, cómo se toman las decisiones y los procesos que recorre una idea hasta salir a la calle. ¿Qué elementos fueron decisivos para tu formación en el diseño gráfico? Todo lo que me mostraron y contaron en algún momento de mi vida, de una forma u otra fue importante. Son los elementos que tenés después, a la hora de hacer un trabajo; eso importa más que cualquier programa, curso o licenciatura. Si las cosas te llaman la atención, tarde o temprano vas a llegar a apreciarlas y te das cuenta que son fundamentales en el diseño –desde el punto de vista más teórico

¿Qué elementos básicos tenés en cuenta a la hora de elaborar un proyecto? No tengo ni idea, la verdad es que soy desordenado y habitualmente la forma en la que encaro las cosas también lo es. No tengo un método fijo porque me aburre pensar en eso, prefiero pensar qué hacer, me divierte más. Por lo general me voy haciendo una idea con los datos que me van dando o voy preguntando y si esa primera idea está bastante cercana a lo que quiero y luego no resulta, me cuesta llegar nuevamente a encontrar otra cosa que me guste. ¿Cómo concebís a la creatividad? ¿Qué factores hacen a una idea “creativa”? Me es bastante difícil llegar a definiciones, probablemente escriba cosas contradictorias o estupideces y en algún momento me daré cuenta. Con la creatividad me pasa eso: además de que me cuesta definirla, no sé si me interesa hacerlo. Como un intento de definición, se me ocurre que una idea creativa es una idea nueva; en su forma, en la forma de generarse, o en la forma de producirse. ¿Seguís algún ritual específico a la hora de trabajar? En realidad, sólo trato de disfrutar mientras lo hago y alejarlo lo más posible de lo que llamo “trabajo”. Escucho música, hablo con amigos, miro para afuera, me tomo un ómnibus, como galletas, nada fuera de lo normal. ¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que te ha dado el desempeñarte en el Diseño Gráfico? Hice varios amigos y conocí gente importante para mí. Disfruto de que hacer lo que hago, me divierte. También me gusta bastante cuando las cosas que hacés tienen vida luego de que salen a la calle; cuando la gente las empieza a tomar como propias

“UNA IDEA CREATIVA ES UNA IDEA NUEVA; EN SU FORMA, EN LA FORMA DE GENERARSE, O EN LA FORMA DE PRODUCIRSE.” y académico– así como valorás las cosas nuevas (como un pizarrón escrito a mano por un pizzero en el Centro) para incorporarlas a tu formación. ¿Qué significa, para vos, un diseño bien logrado? Un diseño sincero. Hace años vengo pensando en eso.

y les agrega valor, las usa. Por ejemplo, cuando hicimos el muñeco de P!nk con los pibes del Atolón y lo llevamos a la primer fiesta, la respuesta de la gente –así como en lo que se transformó el macaco– fue bastante disfrutable para mí y creo que también para el resto. Cuando pasan esas cosas siento satisfacción.


¿Cómo han sido las repercusiones de tu trabajo? He tenido de todo, desde relaciones muy malas –llegando al punto de las puteadas– hasta muy buenas. En su mayoría, éstas últimas están relacionadas directamente con el resultado; mientras mejor es mi relación y con más honestidad puedo hablar, mejor salen las cosas. Algunos trabajos, como el de Galú, por suerte han gustado bastante y muchos laburos surgieron posteriormente por ese medio. La idea de mi laburo es que me guste tanto a mí como al cliente. ¿Qué facilidades –o libertades– te permite el trabajar de forma independiente? Lo más importante es el control: mientras más factores controlás, más acercás el resultado a lo que pretendés. Cuando trabajas para alguien (un jefe), muchas veces no podés tener un contacto directo con el cliente; es decir, preguntar vos mismo lo que necesitás para hacer el trabajo, las cosas que te interesan saber a vos. En un brief ya establecido y rígido no aparecen preguntas tan boludas como “¿a qué jugabas de chico?” De las misma manera, nadie puede manejar los tiempos del trabajo que uno va a hacer, por eso tener el control del tiempo también es importante para poder realizar el trabajo bien. Controlar la relación con el cliente es importante, así

como controlar lo que podés hacer, lo que es fundamental para concentrarte. Supongo que eso va en la forma de ser de cada uno; hay diseñadores que llegan a resultados increíbles sin controlar ninguno de estos factores. ¿Cuáles son los próximos proyectos que estará llevando a cabo tu estudio de diseño, Atolón de Mororoa? ¿Cómo ha sido el rendimiento del mismo? Con el Atolón venimos laburando desde hace ya casi 5 años, pero las agencias y estudios en los que trabajamos cada uno no nos han dejado un tiempo para dedicarle al estudio como nos hubiera gustado. Sin embargo hicimos varias cosas y tenemos algo de camino ya recorrido, en base a huevo y trasnochadas. Este año todos renunciamos a nuestros trabajos y pudimos tener ese tiempo que queríamos; actualmente estamos laburando juntos los cuatro. Nos complementamos bastante y cualquiera de los tres integrantes que me acompañan son de los mejores diseñadores que conozco. Sé que mi forma de diseñar está totalmente afectada por el trabajo de ellos y por suerte es así, ya que trabajar solo, es un embole. Trabajar con el Atolón está muy bien para mí.


“TRABAJAR SOLO ES UN EMBOLE”





I saw the best minds of my generati hysterical naked, dragging themse dawn looking for an angry fix, ang ancient heavenly connection to the night, who poverty and tatters and h in the supernatural darkness of cold of cities contemplating jazz, who b the El and saw Mohammedan ang illuminated, who passed through u hallucinating Arkansas and Blake-li war, who were expelled from the obscene odes on the windows of t rooms in underwear, burning their m to the terror through the wall, who returning through Laredo with a be ate fire in paint hotels or drank tur purgatoried their torsos night after waking nightmares, alcohol and co


ion destroyed by madness, starving elves through the negro streets at gelheaded hipsters burning for the e starry dynamo in the machinery of hollow-eyed and high sat up smoking d-water flats floating across the tops bared their brains to Heaven under gels staggering on tenement roofs universities with radiant cool eyes ight tragedy among the scholars of academies for crazy & publishing the skull, who cowered in unshaven money in wastebaskets and listening o got busted in their pubic beards elt of marijuana for New York, who rpentine in Paradise Alley, death, or night with dreams, with drugs, with ock and endless balls... Howl by Allen Ginsberg


http://www.amelia.com.uy/

AMELIA Ezequiel Rivero (guitarra y voz) Luis Bellagamba (guitarra y voz) Gonzalo Denis (bajo) Guzman Risso (percusión y voz) Pablo Torres (batería)

Cuéntenme un poco cómo empezó Amelia. Ezequiel: Amelia arrancó más como un proyecto personal mío que como una banda; yo armaba canciones instrumentales en mi casa, y en un momento pensé que estaría bueno que hubiera un cantante ahí. En ese momento conocía a varios cantantes, como Tussi –de La Hermana Menor–, Pancho –de Pompas y DanteInferno– y Pedro Dalton –de Buenos Muchachos– y les empecé a dar un demo con los temas. Algunos se coparon y me decían “me gustó este tema, me gustaría cantarle acá y armar una letra para esta canción”. Así se fueron formando lo que fueron las canciones del primer disco –Pocos Nombres Para Demasiadas Personas– en el 2005, 2006 aproximadamente. A su vez, hubo un proyecto paralelo en que empecé a armar una banda en vivo con otros integrantes, en el cual estuvo Adriana –que en el disco aparece como Bianca Visconti–. Tocamos un par de veces en vivo con los cantantes invitados, y de a poco la banda comenzó a tener cierta personalidad; por un lado estaba el proyecto del disco, y por otro lado la banda con la que tocábamos. Al principio –cuando tocábamos– nos llamábamos Aeroplanos, después cambiamos el nombre. ¿Cuál es la esencia alrededor del nombre? ¿Cómo llegaron a “Amelia”? E: El nombre “Amelia” viene de una manía que tuvimos con Adriana; ya que pensamos que estaría bueno que la banda tuviera nombre de mujer. Nos gustaba que fuera como un personaje en sí, y empezamos a tirar nombres hasta que llegamos a Amelia. Desde ese entonces estuvimos jugando un poco con ese concepto; cada vez que hacíamos un afiche para un toque nos gustaba poner

algo femenino en el arte, y ligeramente se coló un poco en la banda, pero es una cosa muy vaga. A principios de 2007 Adriana se fue de la banda, y Amelia quedó con casi la misma formación de la que tiene ahora: Guzman en la batería y Gonzalo en el bajo, con la diferencia de que yo estaba en una guitarra y Adriana estaba en otra. Fue ahí cuando decidimos cambiar un poco la idea de la banda –arrancar un poco de cero– y justo coincidió con que yo había conocido a Luis, que era un fan. L: Era un entusiasta [risas], los vi una vez en vivo y le mandé un mail a Ezequiel. Había conocido un tema por internet –Fa Sostenido– y me llamó mucho la atención; había algo en los acordes que no me parecía tan cuadrado. Me gustó enseguida. E: La cuestión es que nos dimos cuenta que éramos tres componiendo en la banda, tanto Luis como Guzman y yo teníamos temas; y se nos ocurrió aprovechar eso y empezar a componer y cantar todos. Así se armó un poco el concepto de lo que es Amelia ahora. Esa fue la etapa en que tocamos en el Planetario -en el ciclo Movimiento- y fue todo básicamente material para el nuevo disco. En cierta forma son como dos bandas, hay una Amelia de Pocos Nombres Para Demasiadas Personas, y otra completamente distinta a la hora de hablar de Segundo Nombre. ¿Qué implicó el álbum nuevo? ¿Qué cambio ven en el antes y el después de Segundo Nombre? Porque pasó pila de tiempo entre medio… E: Es que es eso, antes era otra banda, fue todo una forma de trabajar muy distinta. Creo que la única cosa en común que sigue son los interludios instrumentales.



“ACÁ ES MUY DIFÍCIL QUE TE VAYA MUY BIEN, Y ESO TE DA UNA LIBERTAD ENORME”

L: Además hay una heterogeneidad en voces, en el primer disco habían como 5 voces, acá hay tres. E: Siguen siendo un montón igual [risas]. Se mantiene un poco esa idea de –y ahí es donde hace ruido el cambio– un súper grupo, donde hay varios cantantes invitados y cambian bastante los estilos. Los tres componemos, hay más balance, más estridencia, y hay tanto temas nuevos como temas muy viejos. Un tema de Guzman tiene como 9 años. El primer disco fue más proyecto que álbum: eran canciones que hice yo y salieron. El segundo disco es más un material que hizo un grupo de gente. Por más que no fueron temas pensados PARA un álbum, el hecho de componer los temas y tocarlos con las mismas personas una y otra vez, hace que haya –inevitablemente– cierta homogeneidad entre canciones. Consideramos que somos una banda de “culto a la canción”, a la canción pop. Nos movemos en esa fórmula: agarrar y cantar una canción, dos estribillos -- nos parece que es bastante versátil y tenés chance de crear cosas buenas. Además creo que podemos sacarle jugo a ese formato y todavía nos funciona. Está bueno y es lo que a todos nosotros nos gusta: esa canción que vos tocás en la guitarra y ya rinde. ¿Qué piensan sobre la protección de derechos o Copyright? E: Ahí estamos totalmente del lado de la “izquierda” o sea; que esté todo disponible en la web nos parece fantástico. Justo ahora llegamos a las mil descargas del álbum en la página de Amelia, y nunca vendimos mil discos. No tenemos los recursos; no tenemos forma de vender esa cantidad de discos; esas descargas son fantásticas porque te sacan del círculo de las disqueras. Estaría bueno poder armar un buen producto y venderlo, ojo, todo el mundo quiere vivir de lo que uno hace. Acá es muy difícil que te vaya muy bien, y creo que eso te da una libertad enorme. Comparalo con la movida que hay en Buenos Aires –por ejemplo– lleno de pibes queriendo “pegarla”, y seamos realistas, acá eso no funciona así. ¿Qué opinan del estado y el ambiente general de la música en MVD? E: Para mí está muy bien, comparada con otras cosas o con otros lados. Me parece que uno

puede nombrar –fácil– diez bandas que están buenas, y para una ciudad de este tamaño y en estos lados es tremendo. Capaz si comparás con Buenos Aires no encontrás tantas bandas buenas ahí. El tema es que tampoco hay muchos lugares que reflejen el estado de la música local, generalmente son los mismos 3 o 4 lugares siempre; todos se están volviendo acústicos porque no hay un lugar donde tocar. Todo el mundo está buscando –de una forma orgánica y desesperada– un lugar para tocar. Hay un buen ambiente de colaboración entre bandas que en realidad tienen poco que ver entre ellas. Es como que no importa mucho la música que hagas, si eso significa poder ayudarse mutuamente y armar toques y movidas geniales. Es una cuestión de camaradería que me parece muy sana. ¿Tienen alguna influencia que creen es “característica” de la banda? E: En una época hacíamos el chiste de que teníamos sólo dos influencias: Guided By Voices y Yo La Tengo. En sí es como el indie, indie-rock de los años 90 lo que nos influencia. Intentamos no meternos en un género específico, pero esas son las bandas que nos gustan, y obviamente nos sentimos identificados y pasamos esas influencias a la música que hacemos de una forma u otra. En sí mantenemos una tradición de canción que es típica del pop independiente. ¿Qué función creen que cumple la banda a nivel musical y personal? E: para mí es una cuestión un poco romántica y muy tradicional de “vamos a juntarnos a tocar porque es divertido y está bueno, y vamos a hacer canciones”. Es algo muy anticuado y seguimos un poco esa forma: la banda como ese concepto de los 60s, que se junta a ensayar y tocar sus temas casi como tradición. No queremos inventar la rueda ni nada por el estilo. No hay nada espiritual, somos compositores todos, las letras generalmente son personales y las cuidamos bastante; y nos gusta proyectar las ideas que cada uno tiene de la mejor manera posible. No nos gusta proyectarnos como una banda local específicamente, queremos que esté abierta la posibilidad de que alguien que no tiene contacto alguno con la cultura de acá se pueda sentir identificado, y le pueda llamar la atención los temas que hacemos.



http://www.manuelbranaa.com/

MANUEL BRANAA Fotografías sensibles desde un universo distante.

A los 18 años Manuel Branaa emprendió un viaje que terminaría llevándolo al corazón mismo de su sensibilidad artística. Moviéndose entre momentos clave capturados para siempre, nos muestra fotografías sensibles desde un universo distante: magia analógica en su máxima expresión.






“FOTOGRAFIAR ES DAR UN PASO PARA ATRÁS Y TOMAR PERSPECTIVA POR UN RATITO, SALIR DE TU VIDA LINEAL Y RESPIRAR A TRAVÉS DEL LENTE... SER SÓLO UN OBSERVADOR”



“El hecho de tener 24 o 36 fotos para sacar por rollo y pagar por su revelado, hace que la foto te busque a ti y no vos a ella.�


¿Podés recordar cuándo sacaste tu primera fotografía? Para ser honesto, no tengo recuerdo de una primera foto; puede ser por mi pésima memoria, o porque no fue muy importante para mí en ese entonces. Lo que sí recuerdo de cuando empecé con la fotografía, es agarrar la point-and-shoot de mi padre y probar cosas interesantes en photoshop; o hacer proyectos como documentar mi día típico. ¿Qué contacto con la fotografía tenías antes de mudarte a Estados Unidos? La verdad que no mucho, sacaba fotos para divertirme, pero sin un fin artístico. Siempre me gustó el arte de la fotografía, pero no pensé que yo podía meterme; lo veía como algo muy lejano. Una vez que empecé a ver todas estas cosas nuevas e interesantes no me aguanté. ¿Cómo te impactó el cambio de ambiente al mudarte a Boston? Mudarme a Boston fue una experiencia bastante rara, ya que venía directo de estar medio año en Australia. Fue pasar de un verano increíble a un invierno crudo. El clima me cambia mucho cómo veo el mundo, como cuando escuchás un disco que te da un feeling en particular. Pasé de escuchar cosas como MGMT y Of Montreal, a escuchar Bon Iver y Sigur Rós; es como que están hechos para escuchar en la nieve. Además empecé a vivir en los College dorms, que son un mini mundo. El campus es tan grande que es difícil salir -porque no tenés razones para salir- así que terminás metido en un sub-mundo en el cual ves a las mismas 5 mil personas constantemente. Aunque Boston me abrió la cabeza de muchas formas, me costó sacar fotos, ya que salía y veía lo mismo todo los días. Fueron los fines de semana en NY que me abrieron el ojo. ¿Cuál fue el mayor cambio que sentiste ese verano en Nueva York? Antes de pasar el verano ahí, iba bastante seguido a visitar a mis hermanos en Brooklyn los fines de semana. Esas escapadas eran como salir a otro planeta; era un mundo más adulto, porque conocía poca gente, y pasaba más tiempo con mis hermanos y sus amigos que tienen vidas muy distintas a la que yo venía viviendo. ¿Cómo fue esa experiencia? Contanos un poco de tu vida en esa ciudad. NY es chico pero es gigante. Manhattan está dividido en un montón de partes con sus propios estilos y gente, lo que hace una experiencia interesante cada vez que salís de tu apartamento. La cantidad de gente, sus

estilos y su libertad de poder ser quienes quieran ser; y los lugares chiquitos escondidos entre los edificios son una fuente de inspiración para cualquiera. Además, el subterráneo es la forma más fácil de moverse, así que terminás pasando una buena parte del día metido bajo tierra en un ambiente muy individualista, donde todo el mundo está yendo a algún lado con sus cabezas volando por ahí. Y ahí tenés mucho tiempo para pensar, te enchufás a tus auriculares y observás toda esa gente acumulada, tan cerca físicamente pero tan lejos mentalmente. ¿Pensás que ese verano en Nueva York te estimuló creativamente? Fah, estar ahí sin duda me cambió todo. Fue como pegarse una ducha después de un día intenso, un cambio de cabeza muy tremendo. Creativamente se me abrió un mundo nuevo; mis hermanos me regalaron una cámara analógica -una Canon AE-1- lo que le dio a la fotografía un nuevo sentido. Mi hermana me dijo “sacá cada foto como si la quisieras imprimir grande”, y después de sacar unos rollos me di cuenta de la parte financiera a la que se refería. Aún así, me llevó un tiempo ver lo que la fotografía analógica ofrecía. ¿Qué creés que hace a la fotografía analógica tan especial? La magia de lo analógico es su poca practicidad. El hecho de tener 24 o 36 fotos para sacar por rollo y pagar por su revelado, hace que la foto te busque a ti y no vos a ella. En general tengo la cámara en la mochila, y de repente aparece algo que me llama; me parece que es cuando -por alguna razón- me doy cuenta de lo especial que es ese momento, de todas las cosas que están pasando y las que pasaron que me llevaron ahí. Es como dar un paso para atrás y tomar perspectiva por un ratito, salir de tu vida lineal y respirar a través del lente... ser sólo un observador. ¿Qué relación tenés con tu cámara? Hasta hace poco usé la Canon AE-1, una cámara vieja y usada que me da sorpresas en cada revelado. Las cámaras analógicas tienen un proceso mucho más orgánico que el digital;no hay un sensor que transforma la cantidad de luz en pixeles, hay un film con cristales que pasan por procesos químicos que dependen de muchas cosas. Eso hace que saques la misma foto más de una vez y tengas distintos resultados. Esa diferencia es la parte más emocionante para mí: esperar ansioso a ver cómo queda el revelado y encontrar esos detalles que ni te diste cuenta en el momento de la toma. Esta cámara tiende a dejar “light leaks” porque tiene sus grietas -o porque dejo el rollo al sol unos días, o por lo que sea-. Son esas cosas que no planeás que hacen la foto única e interesante.



¿Tenés alguna técnica fotográfica favorita? No pienso mucho en técnicas. Si hablo con gente interesante, le pido para sacarle un retrato; si hay algo que me llama la atención por sus colores, saco la foto. Mis fotografías preferidas son las que generan esas situaciones en las que te preguntas “¿cómo llegué acá?”. ¿Cuáles son las posibilidades que te ofrece el film? El film tiene unos colores increíbles y una calidad incomparable. Hay una lucha eterna entre qué es mejor (film o digital) y cada lado tiene sus argumentos válidos, yo me quedo con el film toda la vida. Además, da para experimentar una vez que ya sacaste la foto, ya que puede ser revelado de muchas formas distintas. Algo que probé una vez fue pasar los rollos por las máquinas de rayos X en los aeropuertos; por alguna razón hizo que los colores fueran mucho más intensos, y le dio una textura muy loca a las fotos. Creo que por el hecho de ser algo físico, el film te deja jugar mucho más con él; podés pincharlo, rayarlo, o lo podés guardar por 5 años y después revelarlo y fijarte qué sale.

¿Qué buscás capturar en tus fotografías? Se me hace raro hablar de cómo saco fotos, me parece que la fotografía es la perspectiva de una persona cualquiera con una cámara, seleccionando momentos interesantes de su vida. Por eso siento que -cuando pretendo explicar cuál es mi criterio para sacar fotosestoy intentando sintetizar cómo veo el mundo yo. Creo que cada foto significa infinitas cosas, depende de quién la este viendo. Yo uso la fotografía como un diario de mi vida, más que nada últimamente que me estuve mudando mucho de ciudad. Creo que tomar perspectiva es algo muy difícil de hacer; es como que estamos metidos de lleno en nuestras vidas y en nuestros planes, y la cabeza nos maquina sin dejarnos para y observar. Por eso, cada vez que termino un curso o me mudo, miro para atrás y encuentro cosas nuevas; las fotos me ayudan mucho a re-descubrir y a entender esas experiencias. ¿Es una búsqueda estética o conceptual? Es un poco de todo, me parece. Es difícil definir qué es lo que busco ya que no pienso mucho cuando saco


fotos. Una vez que me encuentro en un momento genial, saco la cámara y veo cómo puedo agarrarlo en ese rectángulo; ahí sí le presto atención a la composición y a los colores. ¿Elegiste estudiar cine en LA por algún motivo? Después de hacer diseño gráfico en Boston, me di cuenta que no me sentía cómodo trabajando puramente en una computadora. Prefería interactuar más con el mundo y con otra gente. La fotografía me abrió la cabeza y me hizo ver mi vida con más objetividad, pero sigue siendo una forma de arte muy individualista. El cine es un arte colaborativo que tiene muchos trabajos distintos; siendo director de fotografía uno puede aplicar todos los conceptos de la fotografía a un mundo mucho más grande, donde se crean realidades nuevas en base a lo que vemos todos los días. Se tiene mucha más libertad de creación, no es sólo observar. La fotografía es una herramienta muy útil para hacer cine. Los Angeles es –junto con Nueva York- uno de los focos de cien, así que me pareció que hacer un cambio de costa me iba

abrir la cabeza al mundo del cine, además de que el clima me trata mejor. ¿Ves alguna clase de cambio o crecimiento personal luego de estos últimos tres años? Sin duda estos últimos años me cambiaron la vida: la cantidad de nuevas experiencias, lugares y gente que ves cuando te vas tan lejos de casa, te hacen dar cuenta de todo lo que está pasando más allá de tu vida; te da perspectiva. Vivir solo y empezar de cero me hacen ver qué cosas son constantes en mi, y así descubro de a poquito quien soy. ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Tenés algún plan para los próximos años? Por los próximos dos años voy a estar estudiando cine en Los Angeles, pero en verdad nunca sé qué va a pasar, nadie sabe. Empezar a trabajar en el departamento de arte para películas sería lo ideal, y mi meta es ser director de fotografía. Ojalá pueda ver más del mundo: Europa, Asia, África; hay muchos lugares increíbles por ver. Por ahora las cosas se van desenvolviendo de una forma bastante genial.

“POR EL HECHO DE SER ALGO FÍSICO, EL FILM TE DEJA JUGAR MUCHO MÁS CON ÉL; PODÉS PINCHARLO, RAYARLO, O LO PODÉS GUARDAR POR 5 AÑOS Y DESPUÉS REVELARLO Y FIJARTE QUÉ SALE”




por fatsore

body double

1984

BRIAN DE P El 29 de abril de 1980 murió Alfred Hitchcock. Aunque para la mayoría de la gente que no era parte de su familia, amigos, o allegados - estaba muerto hace tiempo. Desde principios hasta mediados de los años setenta, su pico había pasado y su legado se había muerto rápidamente. Su pico, igual, fue tremendo; el tipo inventó mil cosas, cada película que sacaba pateaba a la mierda cualquier complicación técnica de la época. Él solo – y en un par de décadas - hizo avanzar la técnica cinematográfica como 100.000 años. Más allá del suspenso, las intrigas, los melodramas y las malas actrices rubias, las películas de Hitchcock eran más que nada de una manipulación técnica atrapante. Hacía lo que se le cantaba el culo porque le decían que era imposible; una película entera en un bote, una intriga interesante ambientada sólo en un apartamento y a través de binoculares, o toda una película en una toma larga continua. Sus películas eran muchas veces un exceso técnico súper calculado para cautivar y hacer novedosa

y fresca cualquier historia con cualquier actor (rubias). Hitchcock sabía que lo mejor para una película es que tenga un millón de limitaciones para romper. Psicosis fue, después de todo, un resultado enteramente de circunstancias; y no mucha gente toma esto muy en cuenta ya que sigue siendo, más que nada, el “maestro del suspense”. De todas formas, lo que ni Hitchcock ni el público sabían, es que ahí por los sesentas había un pendejo banana haciendo películas llamado Brian De Palma que se hacía el que lo entendía. Para él, lo MÁS importante era la técnica; tanto que sus películas y proyectos se basaban centralmente en la idea tangible de que todo es una película, y todo en ella es una mentira. Brian De Palma: una de esas personas insoportables que parecen autistas no diagnosticados y miran las películas con un absoluto análisis, admirando en ellas su construcción ficticia y falsa. En 1970 metió en el medio de su película “Hi, Mom!” otra película que recreaba - con alarmante detalle - el estilo estético y técnico de la “Nueva Ola” francesa de esa misma época. ¿Qué era? ¿Una crítica? ¿Una


VIDEOLINKS_ 1 - “Be Black, Baby” 2 - “Blow Out - Opening”

PALMA burla? ¿Un homenaje? ¿Un plagio? Sí, un plagio, en el sentido en que el pelotudo ni se molestó en justificarlo para quedar políticamente correcto y dijo “ta, y ahora en esta parte empieza otra película hecha tal cual esa otra película que vi ayer, sobre-analicé, me obsesioné, y no pude dormir hasta taparme la tráquea con pastillas”. Quién sabe. Lo único cierto es que, casi sólo por ese segmento - llamado “Be Black, Baby”, (ver VIDEOLINKS1) sobre un par de negros que encierran y acosan a un grupo de jóvenes blancos - “Hi, Mom!” se convirtió en la primer película RATED X de la historia. El pibe solo quería romper las pelotas. De todas formas, nada lo hacía mojarse tanto el orto con moco anal de emoción como Hitchcock; cada segundo de sus películas lo deslumbraban tanto con su perfección técnica y narrativa, que le revolvía el cromosoma faltante y lo hacía tener convulsiones de autismo. Soñaba con vivir - no en los mundos de esas películas - sino en el proceso invisible de hacerlas. Fantaseaba con despellejar a Hitchcock, disfrazarse de él y tener decepcionante

y patético sexo con sus protagonistas rubias; quería inventar nuevas formas de estilizar, artificializar y mentir. Por suerte para él - y en medio de la desesperación general de su país en terminar la década anterior – a principios de los años setenta abundaba la búsqueda de nuevas películas y nuevas ideas y nuevas personas; cualquier cosa, siempre y cuando no fuera lo de antes. Fue a partir de eso que un montón de los directores más famosos hasta hoy en día surgieron, mientras Hitchcock era – finalmente - destronado sin piedad. Mientras todos sus contemporáneos inventaban el cine de terror moderno, globalizaban las películas y glorificaban la magia del cine, Brian De Palma lloraba solo en su cuarto. ¿Cómo iba a poder vivir en un mundo sin Alfred Hitchcock? ¿Quién le iba a revolver la psiquis y hacerlo relamerse cada vez que apareciera un nuevo truquito de cámara? La idea de un mundo sin lo que más admiraba era terrible, así que hizo lo que cualquier desbalanceado


mental haría: si nadie iba a hacer las películas de Hitchcock, las iba a tener que hacer él. Iba a continuar su legado no sólo como si estuviese vivo, sino como si estuviese en su eterno pico creativo. Iba a hacer lo que siempre quiso hacer: SER Hitchcock. El sólo pensar en eso hacía que se le mojara el glande. “¡Es ahora!” dijo, e hizo “Carrie”, una película que resultó ser la posta con todo el mundo; por un segundo fue parte de ese grupete regordete de nuevos directores, futuros visionarios, etc etc bla bla bla. Supongo que en esa época los homenajes a Hitchcock eran divertidos, pero nadie iba a saber que en unos años su nombre ya iba a ser motivo de burlas. Cuando hizo “Blow Out”, una película que tomaba la premisa principal de otra película - “Blow Up” - los confundidos espectadores salían aún más confundidos del cine. ¿Qué es? ¿Una Remake? ¿Un homenaje? ¿Una burla? ¿Un plagio? “Sí, un plagio”, empezaron a decir todos. La película empezaba con otra “película dentro de la película” (ver recuadro VIDEOS2), una toma ininterrumpida desde el punto de vista de un asesino serial, emulando a la perfección la moda de películas de terror baratas de asesinos enmascarados y adolescentes gritones de esa misma época. ¿Qué loco no? Pero el artificio de la película no terminaba ahí. La escena en la cual el personaje de John Travolta va a un parque de noche a grabar sonidos y escucha un accidente es surreal; el grado de masturbación técnica es impresionante. De Palma traía todas las novedades de Hitchcock y las glorificaba, las multiplicaba, y las destrozaba en mil pedazos de nuevo. Cuando salió “Dressed to Kill” un año antes, nadie supo qué pensar. Por un lado era imposible no admirar el grado gigantesco de destreza y talento en la producción de la película, pero por otro lado era imposible de tomar en serio para el público de E.T. Era como ver un mash up acelerado de Psicosis y Vértigo pero en los 80s, con el espíritu de Hitchcock supurando de cada frame; una de esas películas tan sobrecargadas y excesivas que era como si no hubiese que mirarla directamente o quedabas ciego (del cerebro). La gente se lo tomó como un chiste, una burla, un plagio, y su nombre se convirtió en infamia; no por ser un mediocre, sino por hacer las películas que hacía. Sus películas eran frustrantes porque estaban impresionantemente bien hechas, pero a la vez insistían en ser artificiales y no se dejaban tomar en serio, y todo parecía una gran burla. A nadie le caía bien un director

que usaba todo su talento para hacer películas lo más “malas” posibles. Su carrera, de todas formas, paso a ser extensísima. Hizo - y sigue haciendo - millones de películas en miles de géneros, algunas buenísimas y otras horribles. Eventualmente sus deseos de SER Hitchcock fueron disminuyendo, e incluso hizo un par de películas súper comerciales como “Los intocables” y “Misión: Imposible”, pero nunca abandonó su sentido de la estética y la técnica como bases para una película; cosa que sigue haciendo hasta el día de hoy. Sus amigotes contemporáneos son los reyes del mundo, pero él no; él sigue ahí, haciendo películas como si fuese la primera, dividiendo al público como si nada hubiese cambiado, y nunca dejando un claro legado comercializable como casi todos los directores hacen cuando llegan a cierta edad. Él sigue inventando. Nadie le dio un Oscar honorario, no se hicieron cosas en su honor, y hasta el día de hoy sigue teniendo la capacidad de ser tan infame como siempre (“Redacted”). Nadie le hace ningún favor. Pero, ¿por qué? La respuesta, creo yo, está en “Body Double”, que no solo es su última película Post-Hitchcock, sino que probablemente sea la película más importante e increíble que hizo en su carrera. En esa época estaba de moda burlarse de Brian De Palma; cuando era chico lo tenía entendido como el director que “hacía películas malas”. Cansado de defender sus “plagios”, explicar su fascinación por lo artificial de sus películas y encontrarse siempre con las mismas críticas y prejuicios, Brian De Palma decidió eyacularle a todo el mundo en la cara. Tomó todos los elementos que le criticaban e hizo un profundo autoanálisis de su imagen y lo plasmó todo en una especie de sopa de “Rear Window” y “Vértigo”, repleto de violencia y sexo, con una invasiva estética y espantosos actores. El resultado fue una experiencia hipnótica, una película tan enamorada de lo mala que es, que termina siendo perfecta. Por supuesto que fue un fracaso, porque de todas formas, ¿qué era? ¿Una burla? ¿Una crítica? ¿Una respuesta a los críticos? ¿Un plagio? Sí, un plagio a sí mismo; una película tan consciente que es “una película de Brian De Palma” que termina siendo una auto burla, y al hacer esto cualquier crítica de plagio queda completamente destruida para siempre. Ahora existe una clarísima identidad reconocible del director que nadie puede negar, y al único que puede imitar es a él mismo. ¿Y eso no es, en definitiva, lo que todos hacen? Qué conclusión más pelotuda, qué suerte que la revista es gratis.


Sus pelĂ­culas eran frustrantes porque estaban impresionantemente bien hechas, pero a la vez insistĂ­an en ser artificiales y no se dejaban tomar en serio. Todo parecĂ­a una gran burla.


O E D I V G O L B E U S IS PROX. ISSUE 5 JULIO 2010 HTTP://AKA.COM.UY


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